Revista Awasca 27

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AWASCA 27 Revista del Taller de Escritores ISSN 0120-0186

Departamento de Humanidades y Filosofía Facultad de Ciencias Humanas Universidad de Nariño No. 27. Año, 2015


AWASCA 27 Revista del Taller de Escritores ISSN 0120-0186 JAVIER RODRIGUEZ ROSALES Director Monitores: CRUZ YOLANDA BENAVIDES Semestres A y B 2014 EDISSON MARTINEZ ACHICANOY Semestre A 2015 GLADIS DE LA CRUZ GÓMEZ DAIRA GALEANO PALACIOS EDISSON MARTÍNEZ ACHICANOY DAVID EDUARDO POTOSÍ TULCÁN CHRISTIAN DAVID CERON DANNER ÁLVAREZ AYALA SANDRA MUÑOZ DELGADO VIVIANA MERCHÁN GARCÍA ROBERTO ENRÍQUEZ IZQUIERDO JOHNNY VILLARREAL DARWIN CEBALLOS

LUIS ÁNGEL CAICEDO – LANDO SONIA GUADALUPE ARIAS ÁLVARO LEÓN PERICO NIXON BENAVIDES JESÚS PEÑA CORAL GERMÁN CASTRO LASSO CRUZ YOLANDA BENAVIDES PABLO PAREDES FERNANDO PALACIOS VALENCIA GABRIEL BASTIDAS DAYRA MICHELLE PALACIOS

ORLANDO MORILLO SANTACRUZ Portada, contraportada y páginas interiores. COMITÉ EDITORIAL INTERNACIONAL: FERNANDO NEIRA (Universidad Nacional Autónoma de México -UNAMABRAHAM HUAMAN ALMIRON (Universidad Nacional de Ucayali-ESFAP “Eduardo Meza Sarabia” de Pucallpa, Perú) ANGEL HECTOR GOMEZ LANDEO (Perú) VICENTE ROBALINO (Pontificia Universidad Católica del Ecuador) NACIONAL: FABIO JURADO VALENCIA (Universidad Nacional de Colombia) BERNARDO JAVIER TOBAR (Universidad del Cauca) CARLOS VÁSQUEZ-ZAWADZKI (Universidad del Valle) JULIO CESAR GOYES NARVAEZ (Universidad Nacional de Colombia) ALFREDO ORTIZ MONTERO (Universidad de Nariño)


UNIVERSIDAD DE NARIÑO

Rector CARLOS SOLARTE PORTILLA Vicerrectora Académica MARTHA SOFÍA GONZALEZ INSUASTY Vice-rector Administrativo CARLOS ÓMAR OJEDA Vicerrector de Investigaciones, Postgrados y Relaciones Internacionales -VIPRIJESÚS ALIRIO BASTIDAS ARTEAGA Secretario General JORGE NELSON LOPEZ MACÍAS Decano Facultad de Ciencias Humanas GERMÁN BENAVIDES PONCE Director Departamento de Humanidades y Filosofía MANUEL E. MARTÍNEZ RIASCOS Director Taller de Escritores “Awasca” JAVIER RODRÍGUEZ ROSALES

TALLER DE ESCRITORES “AWASCA” Departamento de Humanidades y Filosofía Facultad de Ciencias Humanas Universidad de Nariño Calle 8 No. 33-127 Avenida Panamericana Bloque 5, Aula 503 http://awaska.udenar.edu.co Pasto, Nariño, Colombia



Revista del Taller de Escritores CONTENIDO Pág. PRESENTACION JAVIER RODRIZALES

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ENSAYO JESÚS MARÍA STAPPER FREDDY PUENTES RICARDO VIRHUEZ VILLAFANE ANDRES HERRERA PATRICIA PALACIOS VALENCIA FERNANDO PALACIOS VALENCIA DARÍO HENAO RESTREPO

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NARRATIVA CHRISTIAN DAVID CERON DAVID DE GRANNDA GABRIEL BASTIDAS

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POESIA GERMÁN CASTRO LASSO SONIA GUADALUPE ARIAS JOHNNY VILLAREAL VIVIAN MERCHAN GARCIA YINNA CAMILA GALEANO ALVARO LEÓN PERICO LUIS ANGEL CAICEDO (LANDO) CARLOS FRANCISCO PALMA URBANO ROBERT ANÍBAL SÁNCHEZ FAJARDO HERNANDO REINOSO SANTOS NIXON BENAVIDES PABLO PAREDES ROBERTO ENRÍQUEZ IZQUIERDO WILSON SINISTERRA DAYRA MICHELLE PALACIOS BORIS DELGADO HERNÁNDEZ

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SEPARATA GLADIS DE LA CRUZ GÓMEZ

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Revista del Taller de Escritores ORLANDO MORILLO SANTACRUZ ESTUDIOS: - 1978. Experto Artes Plásticas. Instituto de Artes Plásticas, Universidad de Nariño. - 1978. Estudios de Derecho (1973-1978), Universidad de Nariño. - 1985. Estudios de Grabado. Universidad Nacional Autónoma de México. México. D.F. - 1994. Maestro Artes Plásticas. Universidad de Nariño. - 2006. Doctor en Historia del Arte. Universidad de Barcelona-España.

EL ARTE COMO CONOCIMIENTO El lenguaje de los orígenes milenarios traídos al presente, con el ánimo de superar los malestares y conflictos del mundo. Pensando siempre en un accionar retro, bajo los soportes de un nomadismo cultural que permita establecer una relación sagrada hombre-naturaleza, y posibilite el despertar de una conciencia ecológica a fin a los principios de una interculturalidad que habla de otros saberes, propiciando desde el cambio de paradigmas, otras racionalidades. Significados alternos que promueven la conformación de una nueva subjetividad, y con ello la integración del conocimiento, la naturaleza y el ser humano, para fundamentar el sentido orgánico de la vida.

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Presentaci贸n

Vida, oleo, 2013 Orlando Morillo Santacruz.

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Revista del Taller de Escritores ETNOLITERATURA, ORALITURA O SEMIOSIS COLONIAL JAVIER RODRIZALES Profesor Departamento de Humanidades y Filosofía, Coordinador Maestría en Etnoliteratura, Universidad de Nariño Se trata de hacer un recorrido a través de la Etnoliteratura en América Latina desde la segunda mitad del siglo XX hasta nuestros días, no sin dejar de reseñar los estudios etnoliterarios que hablan de la intersección entre la antropología y la literatura, que hicieran por la misma época antropólogos norteamericanos y españoles, cuando las discusiones metodológicas en la disciplina de la antropología se centraron en el papel de la escritura al interior de los estudios del hombre, llegando al reconocimiento de la gran distancia que mediaba entre la realidad cultural observada y su proyectada traducción en palabras impresas. La relación entre antropología y literatura, así como entre antropólogos y escritores, es muy rica en ejemplos y en asuntos de mutuo interés. Pero no todas son coincidencias, pues existen también divergencias propias que se dan entre arte y ciencia, entre cifrar el mundo y descifrarlo. En este contexto de múltiples relaciones se reivindica las propuestas de los antropólogos estadounidenses como Clifford Geertz, quien en su obra El antropólogo como autor (1988), trata de caracterizar las semejanzas y diferencias de los textos antropológicos respecto de los de otras disciplinas, tanto de las ciencias como de las humanidades, y de esta manera contribuir a la teoría literaria desde la perspectiva de la escritura antropológica; también de los antropólogos norteamericanos James Clifford y George E. Marcus, editores del libro Retóricas de la antropología, quienes plantean que la credibilidad del etnógrafo radica en la veracidad de su experiencia de campo, pero también -o sobre todo- en su capacidad para convencer a los otros sobre la autenticidad de lo que él ha experimentado. Asimismo, la propuesta de los españoles María Ángeles Hermosilla y Manuel de la Fuente Lombo, editores de los libros Etnoliteratura. Un nuevo método de análisis en antropología (1994) y Etnoliteratura: una antropología de ¿lo imaginario? (1997), fruto de los seminarios realizados en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Córdoba (España), en el que se discute la etnoliteratura como referente antropológico. La cultura habla desde la etnografía y desde la literatura. La antropología busca entender la cultura humana y la crítica literaria trata de entender la obra, que es un texto de cultura. Al final, la diversidad de planteamientos en relación a la etnoliteraria desde América Latina, a partir de las propuestas de importantes críticos como el colombiano Carlos Rincón, y el cambio en la noción de literatura; la transculturación narrativa en América Latina del uruguayo Ángel Rama; la heterogeneidad literaria del peruano Antonio Cornejo Polar; la semiosis colonial del argentino Walter Mignolo; la etnografía del texto del chileno Miguel Alvarado Borgoño; el etnotexto y la oralitura de los colombianos Hugo Niño y Diana Carolina Toro Henao, respectivamente. Así como la reflexión hermenéutica que se ha venido haciendo en la Maestría en Etnoliteratura de la Universidad de Nariño, desde 1987, en particular, los aportes de Laura Lee Crumley Clara Luz Zúñiga, Héctor Rodríguez Rosales y Jorge Verdugo Ponce. La relación entre antropología y literatura surge mucho antes de que se formalizaran las ciencias sociales a finales del siglo XIX, y mucho tienen los relatos de viaje, pues según Juan Carlos Orrego

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y Margarita Serge, la antropología “como reflexión sobre la unidad y la diversidad humana, nace desde muy temprano en la historia moderna en el seno de una tradición literaria en particular: la de los relatos de viaje. Las descripciones y reflexiones de los viajeros en la llamada “era de los descubrimientos”, que fueron centrales para la constitución del orden mundial moderno, al tiempo que transformaron la literatura (donde fundan nuevos temas e incluso nuevos géneros, como el de la utopía), dan forma a una serie de problemas alrededor de los cuales se va a estructurar, mas tarde, la antropología.”1 Señalan además, que “Los relatos de viaje no sólo constituyen el corpus que dio base a las primeras reflexiones de la antropología como disciplina y a los tropos con los que constituye su retórica: prefiguran también los dilemas que presenta el trabajo de campo como método y como estrategia espacial, centrales para el desarrollo de la etnografía como práctica constitutiva de la disciplina.”2 En la década de los setenta del siglo XX, en los años que siguieron a la publicación del libro Un diario en el sentido estricto del término (1969) del antropólogo polaco Bronislaw Malinowski, en el cual se hacen crudas reflexiones sobre sus depresiones maniacas, su invencible lujuria y, sobre todo, el profundo desprecio que por momentos le inspiraban la cultura de los nativos de Kiriwina (Melanesia); revelaciones, ésas y otras muchas, que produjeron en Geertz una crítica implacable con visos de despecho. Se daba a entender que los magníficos tratados etnográficos de la época dorada del funcionalismo como Los argonautas del Pací¬fico occidental (1922), no eran más que simulaciones de una interac¬ción limpia y objetiva entre un etnógrafo capacitado y unos buenos salvajes hos¬pitalarios. En otras palabras, Malinowski había descorrido el velo que ocultaba la naturaleza ficticia de la distancia científica.3 Desde entonces, una serie de publicaciones hace visible el interés de los antropólogos por los cruces de su disciplina con la literatura. De acuerdo con un inven¬tario establecido por el antropólogo norteamericano James Clifford, entre 1972 y 1979 se publicaron once trabajos que “se adentran en el campo de lo literario en la antropología”, entre ellos, los libros tan canónicos como La interpretación de las culturas del antropólogo estadounidense Clifford Geertz y El lenguaje perdido, del antropólogo francés Jean Duvignaud, ambos publicados en 1973. Sin embargo, será en la siguiente década cuando la conciencia de la intersección entre ambos discursos se consolide, propiamente, como un campo de estudio; en concreto, el que define como su objeto la naturaleza literaria de la escri¬tura de los antropólogos. Dos hechos académicos lo ilustran con suficiencia: la publicación del libro El antropólogo como autor (1988) de Geertz, en el que examina la entraña retórica de un puñado de clásicos antropológicos espe¬cialmente “persuasivos”. En este libro, Geertz asume con dedicación la recomendación de sus colegas en el sentido de poner más cuidado a lo literario, y se convence de que, más que estar la literatura próxima a la antropología, está incrustada justamente en su propia entraña, y de ahí que el antropólogo, así como el novelista, termine seduciendo a su lector más por artes de persuasión narrativa que por la irrebatible objetividad de sus datos y argumentos. Sin embargo, fue en 1984 en el seminario realizado en la Escuela de Investigación Americana de Santa Fe (Nuevo México, Estados Unidos), cuando se esbozaron las reflexiones más importantes 1 ORREGO, Juan Carlos y SERJE, Margarita (2012). Antropología y literatura: travesías y confluencias. En: Revista de Antropología y Arqueología. No. 15, julio-diciembre de 2012. Facultad de Ciencias Sociales, Departamento de Antropología, Universidad de los Andes. Bogotá, 15-26 pp. 2 Ibid., 15-26 pp. 3 Ibid., 15-26 pp.

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Revista del Taller de Escritores sobre la relación entre antropología y literatura, cuyas memorias se publicaron en el libro Retóricas de la antropología (1886). Allí, los editores, James Clifford y George E. Marcus, señalaron que “Las discusiones del grupo se centraron, fundamentalmente, en los textos habidos acerca de exploraciones anteriores, con la intención de discernir, de desbrozar, los tópicos más comunes que se contienen en los informes etnográficos”4, y uno de los frutos de esa revisión crítica es la conclusión de que los antropólogos necesitan investigar más en universos retóricos como los de la literatura, la historia, la política y la antropología misma”. En relación a la escritura y su importancia como método de análisis, Clifford y Marcus subrayaron que “uno de los aspectos más importantes, en los que aguzó su mirada crítica el plantel de etnógrafos participantes, fue la escritura; y lo hicieron todos ellos, en un intento de reinterpretar, a la luz de la antropología cultural, el pasado más reciente. También como método de análisis de muchas posibilidades futuras…”5 En la Introducción del libro Retóricas de la antropología, es Clifford quien mejor define lo que, por entonces, más interesaba a los antropólogos en la coyuntura discursiva en que se cruzan su disciplina y la literatura: “La etnografía es un fenómeno interdisciplinar emergente. Su influjo, y hasta su retórica, se expande abarcando aquellos campos en donde la cultura es un problema nuevo que amerita de una descripción y una crítica”.6 Más que la propia etnografía, el escenario real de la convergencia interdisciplinar es la práctica narrativa en que, necesariamente, deviene el gesto etnográfico; de ahí su encuentro con la literatura y todos los discursos empeñados en forjar imá¬genes representativas de la cultura. Fiel reflejo de esa complejidad, Retóricas de la antropología se configura como un libro diverso, al mismo tiempo que unificado, de acuerdo con el balance que hace Clifford: “Muchas de las contribuciones aquí recogidas funden la teoría literaria con la etnográfica. Algunas se arriesgan en su aproximación a los límites de la experimentación, para acercarse, no sin cierto peligro, a un esteticismo que acerca sus posiciones a las institucionalmente aceptadas. Otros, llevados de un alto grado de entusiasmo, desembocan en formas experimentales de escritura. Pero en sus vías diferentes (...) contemplan, los ensayos aquí recogidos, la escritura acerca de lo etnográfico como una experiencia de cambio e inventiva.” 7 En Retóricas de la Antropología, Clifford hace además una fuerte crítica al modo como irrumpió la literatura en el siglo XIX: “la literatura emerge en el siglo XIX como una institución burguesa fuertemente ligada a la cultura y el arte”. Una y otros se convertirán en sinónimo de aquello que por “no utilizarlo” detenta el más alto rango. Llegarán a ser, sobre todo, un lujo de estetas y clases privilegiadas. Sus practicantes y adoradores asumirán, en gran parte, la función de coronar aquel sistema europeo de cultura al que antes he hecho referencia. Serán los creadores de un arte sin público pero siempre con algún crítico o mecenas que les apoye y se sentirán orgullosos de su

4 CLIFFORD, James y MARCUS, G. E. (1991). Retóricas de la antropología. Júcar Universidad. Primera Edición, Barcelona, p. 20. 5 Ibid., P. 21 6 Ibid., pp. 27- 28. 7 Ibid., p. 28.

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intrascendencia sabiéndose el broche necesario de la mayor y más avanzada de las civilizaciones. O, mejor dicho, de la única civilización o cultura concebible por ellos.”8 En la última década del siglo XX, el tema de la confluencia entre los estudios antropológicos y la literatura volvió a ocupar un espacio académico importante, cuando un grupo de profesores, de antropología social, bajo la coordinación de Manuel de la Fuente Lombo y María Ángeles Hermosilla, de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Córdoba (España), propuso la experiencia metodológica de la etnoliteratura. En efecto, entre diciembre de 1993 y noviembre de 1995, se realizaron dos sendos seminarios de “Etnoliteratura”, producto de los cuales son las compilaciones Etnoliteratura. Un nuevo método de análisis en antropología (1994) y Etnoliteratura: una antropología de ¿lo imaginario? (1997). En estos seminarios, el proyecto académico español, propuso la experiencia metodológica de la etnoliteratura, un nuevo método de análisis en antropología, con el propósito de reconocer la obra literaria como objeto de la antropología. Se trataba, con ello, de reconocer la obra lite¬raria como un campo sui géneris para la práctica antropológica; un reconoci¬miento de la literatura como objeto de la antropología, y no, como en el caso de los investigadores reunidos en Santa Fe, de la literatura como modo forzoso de la expresión antropológica. Así lo señala De la Fuente Lombo en el prólogo del libro Etnoliteratura. Un nuevo método de análisis en antropología: “El seminario ha preguntado, y ha tratado de responder, si es posible una Etnoliteratura como método antropológico, es decir, una Antropología desde la literatura, no una Literatura antropológica ni una Etnografía literaria.”9 Con ello se vuelve sobre las reflexiones de Geertz para señalar que, si bien representan una oportuna advertencia sobre la existencia de una “verdadera poética” antropológica, el descubrimiento de esa “estrategia escrituraria” de la disciplina no significa necesariamente la fundación de “una metodología portadora de nuevos paradigmas.”10 De la Fuente Lombo señala que en el inicio de la línea de investigación etnoliteraria se contempla la cercanía entre la experiencia empírica y la experiencia literaria, pues se asume la presencia de material antropológico en el texto literario. Básicamente, la etnoliteratura pretende conformar una antropología desde la literatura, contemplando en qué medida lo literario es una forma de experiencia, como escritura de lo imaginario, como representación del mundo (ir) real. Coincide con Jiménez Núñez (1994), en que en ocasiones una novela, u otro texto artístico de cultura, puede colaborar de manera efectiva en la comprensión de la realidad social. Se aventura además De la Fuente Lombo, a proponer una definición de etnoliteratura: “(...) no pasa por hacer una Literatura antropológica ni una Etnografía literaria, sino una Antropología

8 CLIFFORD, James y MARCUS, George E. (1991). Wrìtíng Culture: The Poeíics and Politics of Ethnography. Traducción: José Luis Aforeno-Rufz. Primera edición. Madrid, Gijón: Júcar. 9 FUENTE LOMBO, Manuel de la (1994). Prólogo. Etnoliteratura. Un nuevo método de análisis en Antropología. Ed. Manuel de la Fuente Lombo, Universidad de Córdoba. Córdoba, p. 6. 10 FUENTE LOMBO, Manuel de la (1997). La etnoliteratura en el discurso antropológico: los trabajos de la espera. En: Fuente Lombo, Manuel de la y Hermosilla Álvarez, María Ángeles (eds.). Etnoliteratura: una antropología de ¿lo imaginario? Universidad de Córdoba, Córdoba, p. 21.

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Revista del Taller de Escritores desde la Literatura, y siempre para re-hacer su identidad. Estoy hablando de la Etnoliteratura como método antropológico, que no vendría a sustituir a ninguno de los métodos ya conocidos, sino a completar y profundizar, por ahora, el arco de posibilidades. La Etnoliteratura surge como una variante diferenciable pero no separable (al menos necesariamente) de los otros modus operandi del antropólogo (...) el documento escrito le interesa como exponente de la relación entre el escritor y su invención de la realidad.”11 En 1994, en el ensayo La Etnoliteratura como método antropológico, De la Fuente Lombo, ya había intentado una definición de etnoliteratura: “Para mí la Etnoliteratura es un modo de conocer la condición humana, me atrevo a decir, de entender las claves más significativas de esa condición. Desde la perplejidad de una situación en la que la Ciencia del Hombre se encuentra en medio de un debate adjetival (Social y/o Cultural) y ante el peligro de que su identidad sea ocupada y sustituida por estrategias parciales (Etnografía, Trabajo de campo), la Etnoliteratura se apoya en la novela, el teatro y la poesía como urdimbre argumental en la tarea de reconducir la Antropología.”12 Entre 2000 y 2001, se celebró en la Universidad de Córdoba el III Seminario de Etnoliteratura, cuyos memorias fueron publicadas en 2005 en el libro Etnoliteratura: Lecturas de la condición humana, en homenaje a De la Fuente Lombo, quien falleció en 2001. Todos los textos publicados revelan la capacidad que posee la literatura de acercarnos al conocimiento de la condición humana. Luis Díaz destaca el interés en reflexionar sobre lo humano que une a creadores literarios y a quienes trabajan en el terreno de la Antropología, escritores también de alguna manera. Se pregunta Díaz por los límites entre realidad y ficción, y señala la sensación de verdad existente en algunas novelas; posteriormente aborda la delimitación de los términos de etnoliteratura, etnografía y etnología. Finalmente, igual que De la Fuente Lombo, aprecia en la literatura la posibilidad de enfrentar una nueva tarea dentro de los estudios antropológicos: la de ver no sólo lo que el ser humano hace, sino por qué y adentrarse en cómo ve e imagina la realidad.13 Reyes García del Villar Balón se refiere a las diversas etapas y transformaciones por las que ha pasado la antropología; en cuanto a su relación con la literatura, destaca: la literatura como objeto de estudio y fuente de documentación, y la necesidad de “literalidad” en la escritura etnográfica. María Ángeles Hermosilla inicia un recorrido muy ilustrativo sobre las diversas corrientes de pensamiento que desembocan en la idea de que la literatura es “un espacio idóneo para indagar en la vida y el sentir de las personas”, desde Aristóteles y su principio de la verosimilitud; Goodman que presenta el arte como creador de ilusión de vida; Martínez Bonati, que considera la ficción como un hablar imaginario y subraya la autenticidad de los actos de habla dentro del universo ficcional, lo cual permite, según Hermosilla, la referencia a “la realidad de la ficción” como punto

11 Ibid., p. 57. 12 Ibid., p. 60. 13 HERMOSILLA ÁLVAREZ, Mª Ángeles; Ángeles CASTAÑO MADROÑAL y Luis DÍAZ G. VIANA (2005). Etnoliteratura: Lecturas de la condición humana. Homenaje a Manuel de la Fuente Pombo. Revista de Dialectología y Tradiciones Populares, LX, 1, Instituto de la Lengua Española (CSIC). Madrid, 267 pp.

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de partida para la etnoliteratura. Alfredo Jiménez Núñez, se plantea cuestiones como la diferencia entre realidad y ficción, y pone en entredicho el concepto mismo de verdad, en la línea de los postulados antropológicos acerca de la relatividad de todo lo humano. Para exponer sus ideas acerca de las débiles fronteras entre realidad y ficción, recurre a una obra de Alvar Núñez Cabeza de Vaca, conocida popularmente como Naufragios, que no es de ficción aunque cuente hechos increíbles. Jiménez Núñez califica esta obra como etnográfica y literaria a la vez. Su análisis le lleva a plantear nuevos interrogantes para casos, como este, en los que la realidad supera a la ficción. La etnografía es mencionada en el artículo de Dora Sales Salvador sobre la novela El zorro de arriba y el zorro de abajo, de José María Arguedas, a quien destaca como exponente de la novela etnográfica por su dimensión transcultural y etnoliteraria. En esta obra, dice, influye la propia trayectoria vital del autor y su formación académica como antropólogo. En su reflexión sobre la naturaleza etnoliteraria propuesta por la ficción transcultural, señala: “La etnoliteratura, o la consideración de la literatura como referente antropológico, muestra de raíz la pluralidad de los lugares de enunciación: la cultura habla desde la etnografía y desde la literatura. Asentadas en espacios limítrofes, como la vida misma, la antropología busca entender la cultura humana y la crítica literaria trata de entender la obra, que es un texto de cultura. Los caminos interpretativos de una y otra pueden examinar un ámbito de diálogo interdisciplinar que sea beneficioso de manera colateral. Así, se trata, ampliamente, de hablar de la literatura no como un sucedáneo del mundo real, sino como elaboración imaginaria del mismo. Literatura y cultura, texto y contexto, ficción y realidad, trenzadas no de manera polarizada, sino contrapuntística, en continua y complementaria marcha comunicativa.”14 En referencia a lo literario creado y transmitido oralmente, en América Latina se han venido empleando varios términos distintos, tales como literatura oral, tradición oral, arte verbal, oralidad, oratura; a los que se agrega los que hacen énfasis en lo literario más que en lo oral: literatura no escrita, oralitura, literatura popular, literatura folclórica, literatura primitiva, literatura indígena y etnoliteratura. Según la filóloga colombiana Diana Carolina Toro Henao: “En los estudios literarios colombianos, la tradición oral ha sido escasamente estudiada como un elemento del análisis del proceso de la literatura del país; pero ha sido, por el contrario, un importante objeto del estudio para antropólogos e investigadores del folclor. No obstante, muchos son los vacíos que hay acerca del tema. Los estudios son dispersos, no se halla un trabajo que los agrupe y ofrezca un panorama de lo que comprenden como oralitura, etnoliteratura y tradición oral en Colombia, que los diferencie en sentido conceptual y práctico.” 15 Subraya Toro Henao, que a pesar de las recopilaciones e investigaciones que se han realizado en Colombia de las tradiciones orales indígenas, afrocolombianas y populares, “tales materiales

14 SALES SALVADOR, Dora (2005). La etnoliteratura de José María Arguedas: migración indígena y babelización de la ciudad en El zorro de arriba y el zorro de abajo. RDTP, LX, 1 (2005): 141-164. Universidad de Córdoba. En: http://rdtp.revistas.csic.es. Consulta: 12-12-14. 15 TORO HENAO, Diana Carolina (2010). Tradiciones orales colombianas. Introducción a su estudio en el sistema literario colombiano. Medellín, p. 105. En: LAVERDE OSPINA, Alfredo y AGUDELO OCHOA, Ana María (2010). Observaciones históricas de la literatura. La carreta literaria. Medellín, 105-132 pp.

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Revista del Taller de Escritores no han sido reconsiderados en el sistema literario, pese a que se requiere su problematización y contemplación en la historia literaria del país. Esto debe desarrollarse a partir de la compenetración de diferentes disciplinas de la aérea de ciencias sociales y humanas, ya que la tradición oral es objeto de estudio tanto de la antropología, como de la sociología, la lingüística y los estudios literarios; lo cual es reflejo de su complejidad. Resulta claro que solo mediante la interdisciplinariedad puede abordarse de una manera óptima el estudio de estas formas artísticas no verbales.”16 Por su parte, la antropóloga colombiana Nina S. de Friedemann, reconocida por su trabajo con las comunidades negras del Pacífico y del Caribe, autora de entre otros libros: De sol a sol (con Jaime Arocha, 1986); Cabildos negros: refugios de africanía en Colombia (1988); Troncos among black miners in Colombia (1985); Carnaval en Barranquilla (1985); Lengua y Sociedad en el Palenque de San Basilio (1983); Ma Ngombe: guerreros y ganaderos en Palenque (en colaboración con Richard Cross, 1979); Herederos del jaguar y la anaconda (en colaboración con Jaime Arocha, 1982), señala que “El término oralitura es un neologismo africano y al mismo tiempo es un calco de la palabra literatura, según dice Yoro Fall (1992). Pero su objetivo es encontrar un concepto que de algún modo se yerga en el mismo nivel de la literatura. Porque se trata de reconocer la estética de la palabra plasmada en la historia oral, en las leyendas, mitos, cuentos, epopeyas, o cantos que son géneros creativos que han llegado hasta nuestros días de boca en boca. Y que en la globalización de la crítica cultural también constituyen poéticas sujeto de estudio por parte de sociedades letradas.” 17 Para Toro Henao, “La etnoliteratura se comprende como la reelaboración escrita de las formas artísticas orales, es decir, como la transcripción de los textos oraliterarios. Se clasifica en transcripciones literales, transcripciones reelaboradas, reelaboraciones y creación literaria. Las transcripciones literales representan el habla en su realización, o sea, en el mismo acto de habla; las transcripciones reelaboradas introducen modificaciones lingüísticas y no revelan marcas de oralidad; por su parte, las reelaboraciones intentan o no conservan la versión del motivo del relato oral. La creación literaria se ocupa de las culturas indígenas o afrodescendientes, haciendo alusión a características propias de sus lenguas, dialectos, o de sus costumbres, creencias, etc.”18

16 Ibid., pp. 106-107. 17 FRIEDEMANN Nina S. de (1999). De la tradición oral a la Etnoliteratura. Versión de su ponencia leída en el Congreso Abra Palabra en la Universidad Tecnológica de Santander, Bucaramanga, el 4 de septiembre de 1996, pp. 19-27. 18 TORO HENAO, Diana Carolina (2010). Oralitura y tradición oral. una propuesta de análisis de las formas artísticas orales. Este artículo es resultado de la investigación Tradiciones orales colombianas. Un estudio de sus temáticas, desarrollada gracias a la becapasantía Jóvenes Investigadores Colciencias 2010.

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Ensayo

Enjambre, Oleo, 2008 Orlando Morillo Santacruz.

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Revista del Taller de Escritores JESÚS MARÍA STAPPER Cáchira - Norte de Santander-Colombia. Columnista en medios de comunicación. Comentarista de arte y literatura para prensa sobre artistas y escritores. Artista plástico participante en exposiciones individuales y colectivas. Ganador de Bienal de Arte, Salvador de Bahía, Brasil (2010). Gestor y promotor cultural. Autor de los libros A la espera del viento (poesía) y Un baúl lleno de bienes y otros textos (ensayo), aparecieron en las colecciones de Caza de libros editores (2011); Mujeres de asfalto (narrativa). Apartes de su obra han sido traducidos al holandés, portugués, inglés, italiano y sueco.

RIMADO DEL CRISTO ROTO Libro de Ramiro Lagos Castro ¿En qué lugar purgarán las penas los dioses cuando pecan? ¿Será que mi Dios, mi “único” Dios, necesita la rivalidad de otros dioses porque la competencia cuando se hace desde las alturas, con altura, es sana y fortalece? ¿Será que mi Dios y los “otros dioses” son capaces de darle mejoramiento continúo a sus paraísos? ¿Será que algunos paraísos ya pasaron de moda? ¿Será necesario consensuar entre los dioses, la creación de un infierno exclusivo para “los dioses desviados de rumbo”? ¿Será que en algún momento puedo escuchar el vocabulario maldito de un dios cuando vocifera o aúlla de dolor o arrepentimiento? ¿Será que la ignominia, la miseria, el desarraigo y la injusticia soportados con todo rigor por el hombre, son los únicos medios para ostentar individualmente un lugar en el paraíso? Son algunas de las preguntas permanentes que increpan mi alma, y “mis almas”, porque dentro de mí ser, tengo almas para todo. Y es también, una visión particular que desde la periferia, me permite acercarme al libro del más osado y contemporáneo juglar de clerecía, Ramiro Lagos Castro, cuyo título es: Rimado del Cristo Roto. Esculca el autor de Rimado del Cristo Roto, allende Las Cristiadas, todos los vericuetos que contienen escritos poéticos que incurren y concurren con sus versos para la denuncia escueta sobre la venta de cada dios; y por ende, sobre la descuartización permanente de Cristo. Y lo hace al igual que Dante en su “intento de reconquistar la creación de Dios para alterar el destino del hombre”. Si Dante es guiado por Virgilio y luego por Beatriz, Ramiro Lagos es guiado por la necesidad suprema del hombre miserable y su impotencia; y también, por la musa suprema que halla en los gemidos de las voces poéticas que denuncian. De alguna manera, al igual que Dante y Virgilio, Ramiro también trata de redimir al hombre de su infamia contra el hombre. Porque bien sabe nuestro vate santandereano, como sabe Baudelaire que: “un pueblo de demonios danza en nuestras cabezas”, e igualmente saben ellos dos, que ante la pérdida del poder de Dios, “el diablo es quien maneja los hilos que nos mueven”. Inmerso dentro del Mester de Clerecía como un gran testigo, testigo scholars, y como un fabuloso actor, Ramiro Lagos es por sí mismo, palabra y testimonio, testimonio poético. Sabe él, que desde la Edad Media, la sociedad feudal se dividió en tres clases cuya composición y separación era de clérigos, guerreros y trabajadores. Y en Rimado del Cristo Roto, su más reciente libro, contra las acciones pecaminosas de algunos clérigos, religiosos, y castas, enfila baterías quien fuera un sacerdote en ciernes, yendo quizás tras la senda de Ernesto Cardenal, o del propio Camilo Torres, y de cuantos sacerdotes y ex-sacerdotes se han dedicado a la rebeldía, rebeldía que enfatiza su voz

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en contra de los actos deleznables. Ellos, los “rebeldes” de Ramiro Lagos, no gustan de los Cristos delebles porque suben o bajan de precio, de un día para otro. Ellos desconocen esos Cristos cuyos valores reales se manifiestan al vaivén de los mercaderes y mercados porque van sin alma y sin corazón de un lado para otro, van perdidos “sin ton ni son”. Ellos desconocen “los dogmatismos de ciertos arciprestes”. Desconocen también “a los voceros de la biblia traicionada”. Ignoran por completo a los “sanedrines madrugadores del alba”. Sin embargo, atrapa la rebeldía de Ramiro, la gesta en pro de la reparación, quiero decir, la más elevada convivencia del hombre en el amor, la justicia y la libertad, sin la venta de Cristo-s Roto-s que son utilizados para cautivar y explotar con sevicia a los incautos, a los ignorantes y, a los miserables. Sabe el poeta santandereano que es un profeta de largo camino. Sabe que es un juglar de clerecía, un asceta consumado, aunque se entiende asceta a su manera. Sabe que es quizás el mejor apóstata de su propia profecía poética. Entiende que él es el único responsable de su llegada al cielo. Y para continuar en esa brega, cual si fuera un caminante misionero estoico y franciscano, prosigue su vuelo denunciante, por eso atrapa la voz de Neruda en su Canto General y nos dice que: “es casi misional y ante todo justiciero en pro de los miserables y oprimidos bajo el imperio del mal”. A través de salmos, cántigas, sonetos, hasta la octava real, etc., entre la metáfora y la rima, rima épica, va Ramiro Lagos a través del Rimado del Cristo Roto, tras la “caza de nombres-poetas”. Los atrapa, y los instala con sus versos junto a los suyos para regalarnos con su libro, un canto casi místico con “la sonoridad épica de un clarín liberador”. Atrapa a Juan Ramón Jiménez porque: “la poesía es una religión del Dios deseado y deseante”. Atrapa al argentino Pedro Bonifacio Palacios con “sus salmos”. Atrapa al peruano Manuel González Prada con “sus presbiterianas”. Atrapa al chileno Miguel Arteche y su “Cristo Roto”. Atrapa a Helcías Martán Góngora con su “Acto de fe”. Atrapa a Fernando Soto Aparicio con su “Oración personal a Jesucristo”, etc. “Congrega” el autor de Rimado de Cristo Roto, poesía y pintura; y concatenadas, nos la regala en la magia y en la esperanza bendita que despierta al inicio de una oblación sincera y sin genuflexiones. Congrega en un soneto a Miguel de Unamuno y Diego Velázquez: “El gran maestro de la perspectiva y la luz”, con “Cristo Expósito”. Congrega a Goya en la perspectiva de “El Cristo Abandonado” porque: “Pinta Goya el agónico momento / del Cristo roto de dolor profundo”. Congrega la “energía iluminada” en “El Cristo Salvador” de Dalí. Congrega a Rubén Darío con la imagen del Nazareno de América en el “Eccehomo Andino” que “tiene su tez de andino bronceado”. Porque ese: ¡Eccehomo! Tan Cristo comunero, / cargado con la cruz del pueblo entero / sangra ya en el calvario de mi verso”. Existen Cristos para todo. Cristo está acostumbrado a su descuartización permanente. Bien sabe que por doquiera se venden retazos de su sangrante cuerpo. Por ejemplo, existen el “Cristo tugurial”y el “Cristo suburbial”, válganme ustedes, los términos aplicados. Existen los Cristos “innecesarios”. Me refiero a los Cristos que habitan dentro de los espejos: “Cristo de los espejos”. Es un Cristo que se rompe –corrompe-, o se evade, casi que lo puedo calificar de irresponsable. Hay algunos Cristos más pobres que otros, viven los estigmas de la estratificación. Tal vez, Él, no se haya dado cuenta todavía, que a pesar de tanta praxis por su venta, su cuerpo diezmado de tan buenos resultados económicos. ¡Ay, Cristo de los tugurios,

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Revista del Taller de Escritores Cristo roto de barriada Con su miseria en la calle, Y con su lar de hojalata! ¡Ay, Cristo de los tugurios, Se me está rompiendo el alma! Paso y te veo tan enclenque Y sé que si lloras, sangras. Ramiro Lagos en su obra, Rimado del Cristo Roto, nos entrega búsquedas y hallazgos que estremecerán nuestras almas, y nos enseñará a buscar caminos limpios para llegar a Cristo, un Cristo Real Vivo, sin intermediarios, sin comerciantes, sin el flagelo impreso del dogma y de la política. Iremos hacia un Cristo sin castas y sin membrecías, sin fanatismos lacerantes y divisionistas. La venta de Cristos (y otros dioses) es permanente. Y -Los Miserables- superaron a Victor Hugo. Hoy son más en cantidad, y son más miserables que en la época del prolífico escritor de Besanzón. Al parecer los alaridos superan toda redención, porque la abrupta realidad, nos enseña con franqueza, que nada cambia, que cuando el hombre se propone arrasar al hombre, todo es igual. Les dejo, a manera de conclusión, en los versos de una inquietud mía (que no es un poema, sólo es una inquietud).

IMPOSIBILIDAD Lo invitaron al ritual. La secta iluminada por montañas de oro. Al par de los días el pastor lo expulsó porque no tenía con qué comprar una finca en el cielo que le ofrecieron. Se siente culpable, se siente desolado, se siente condenado. Apostilla: Ramiro Lagos Castro, Zapatoca, Santander, Colombia, Sudamérica. Fundador Centro de Estudios Poéticos Hispánicos. Madrid. España. Fundador Poetas Sin Fronteras que congrega a catedráticos hispanoparlantes en universidades de Estados Unidos y Canadá. Investigador. Escritor. Autor de varias antologías iberoamericanas y colombianas: ejm: Mester de rebeldía de la poesía hispanoamericana, Voces femeninas del Mundo Hispánico, Poesía liberada y deliberada de Colombia, que son -la base- de estudio universitario. Profesor Universidad de Notre Damme (Estados Unidos). Durante 35 fue Director de la Cátedra de Literatura Hispanoamericana, Universidad de Greensboro, Carolina del Norte, Estados Unidos (Hoy Professor Eméritus). En 1951 partió de Colombia hacia Francia con los poetas Cote Lamus y Gaitán Durán (quienes posteriormente fundaron la Revista Mito), luego llegó Eduardo Carranza y más tarde lo hizo Pedro Gómez Valderrama, que integraron, a quienes llamo: “Grupo literario colombiano en París”. Contertulio de los escritores de la Generación del 27 y otros grupos. Algunos escritores ganadores de grandes Premios incluyendo el Nobel son sus amigos. Galardonado en América, Europa y Medio Oriente. Creo con certeza

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que después de la desaparición de nuestro Nobel: Gabriel García Márquez, Ramiro Lagos Castro es el hombre más grande y representativo en la Academia Mundial que tenemos los colombianos. Reconocido en el Mundo y desconocido en nuestro País. PD: Este texto lo presenté como oferente del Libro Rimado del Cristo Roto, Casa Fiscal, Departamento de Santander, Bogotá. Bogotá D. C. Colombia, Diciembre 12 de 2008.

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Revista del Taller de Escritores DAR A LEER LA LITERATURA EN COLOMBIA DESDE JACQUES DERRIDA FREDDY PUENTES Licenciado en Filosofía y Letras, Universidad de Nariño. Docente de la Institución Educativa Puerto Limón-Putumayo (Colombia).

DAR A LEER LA LITERATURA EN COLOMBIA DESDE JACQUES DERRIDA Nuestra concepción, subscribiendo a Derrida, es que no se puede separar el pensamiento de la lengua, las palabras son pensamientos, no son instrumentos neutros, la lengua no es sujeto ni objeto, el discurso sobre la lengua no se deja esencializar, no hay metalenguaje porque, como afirmó Derrida en el seminario “Lengua por venir”, recordando a Heidegger, cuando hablamos lo hacemos en una lengua y “cuando queremos hablar de la lengua seguimos hablando en la lengua” e incluso cuando salimos de la lengua “tenemos que hablar para hacerlo”. En el seminario Derrida afirmaba que no tenemos “un punto de vista lingüístico sobre la lengua que no sea transcendente a la lengua”. La alienación forma parte- reitera quien estuvo en la isla colombiana de Providencia con René Major hace años- de nuestra experiencia originaria de la lengua: desde que hablo me someto a la ley de algo que no me pertenece, que es ajeno, el sujeto se “apropia de algo de lo que no puede apropiarse”. El Ministerio de Educación Nacional en un documento del 2006 llamado “Estándares Básicos de Competencias en Lenguaje, Matemáticas, Ciencias y Ciudadanas” habla de cinco ejes para distribuir los contenidos por enseñar desde los grados primero hasta undécimo, que son: Producción Textual, Comprensión e Interpretación Textual, Literatura, Ética de la comunicación, Medios de Comunicación y otros sistemas simbólicos, así que cada docente enseña - respondiendo a estos factores pero transformando la concepción semántico-comunicativa estatal- según estructuras curriculares prescritas. Hay que reiterar que la literatura es el fin, como afirmó Maurice Blanchot en su artículo “Poesía involuntaria”, de “formas y valores utilitarios”. La literatura, para decirlo desde Derrida leyendo a Stéphane Mallarmé, corta todo sentido (tema significado) y todo referente (la cosa misma o la intención del autor). La palabra, en consecuencia, hace desaparecer la cosa por la declaración de su nombre, creación del nombre mismo. La palabra no es, para Mallarmé, el elemento de la lengua porque la palabra tiene una unidad y ésta se pierde, según ha podido estudiarse, con las palabras anasémicas o las antitéticas. Un texto, sigue Derrida a Mallarmé, refiere “sin retorno a algo distinto de sí”, “está hecho para prescindir de referencias”, de la cosa misma, del autor. Un enfoque semántico-comunicativo dice que hay unidades de significación en todo texto ,como predicaban categóricamente las teorías neocoloniales semiótico-lingüísticas, hacen uso de lo que Jacques Derrida llama “la falsa transgresión”, es decir, la inversión simbólica, la polisemia que sigue “señalando hacia la ley”, creen en la lengua como un sistema de signos, símbolos y reglas de uso. Esta concepción del lenguaje pertenece a una tradición saussureana, es decir, hegelianoplatónica, que afirma las propiedades lógicas del lenguaje, la identidad de un sujeto y la unidad de la palabra, interpretación teleológica reproducida por el Ministerio de Educación Nacional, justificada por un equipo de asesores lingüísticos y técnicos de la comunicación.

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Las transformaciones sintácticas, fónicas o gráficas, alteraciones sintácticas, han dado lugar a obras singulares que solicitan la tradición como las de Mallarmé, Blanchot, Antonin Artaud, James Joyce, Edgar Allan Poe, Julio Cortázar ,Paul Celan, Edmond Jabès, Derrida, Bruno Mazzoldi, León de Greiff, José María Arguedas, José Lezama Lima han llevado, entre otras, la literatura hasta el límite. La concepción semántico-comunicativa, promocionada por el Ministerio de Educación, es la que ha dominado en la cultura occidental, la cuestionamos porque funciona para el lenguaje corriente o usual pero pasa por alto el del arte en general. Theodor Adorno en su obra “Teoría estética” señala que “Ninguna obra de arte debe describirse ni explicarse con el empleo de las categorías de la comunicación “. La obra de arte y el arte de la literatura están fuera o más allá de una “ideología comunicacionalista”. Esto lo afirmó mejor Jean-François Lyotard en su obra “Lo inhumano” cuando dice que Adorno se inscribe en una tradición kantiana al reiterar la idea de que la comunicación en el arte “debe carecer de concepto”, separándose de este modo de un pensamiento hegeliano, “reducción hegeliana de la obra a la dialéctica del concepto”, “comunicación no conceptual” de las obras de arte que difieren todas las “teorías de la comunicación” y de la “pragmática comunicacional”. Los resultados de los procesos de aprendizaje del lenguaje en las demás áreas del conocimiento aquí en Colombia, enseñadas desde la Primaria hasta la Secundaria, no pueden ser predecidos, como lo haría la ciencia, porque cada disciplina tiene lenguajes diferentes como, por ejemplo, las “ciencias de la naturaleza” que, para Maurizio Ferraris en su ensayo “Notas sobre desconstrucción y método”, son performativas, es decir, útiles: ”Una investigación mitográfica de la tradición arcaica y una semiótica de los mitos de hoy son preferibles a la tematización de una mitología constitutiva y sin salida.” La enseñanza de la lengua castellana y de las literaturas en general no obliga, en absoluto, métodos de lectura sino el respeto a la ley del texto, a su idioma singular, atención a los períodos sintácticos, implicaciones político-racionales, enseñanzas que se pueden extraer de un texto. El crítico norteamericano Hillis Miller escribe en un magnífico ensayo llamado “Derrida y la literatura” que el “objeto literario” es accesible sólo a través de las palabras de la obra: “Nosotros sólo podemos saber aquello que las obras literarias dicen, lo que no se dice no puede saberse por ningún medio, ni siquiera puede saberlo el autor”. La literatura, sin suspender la función referencial del lenguaje humano, pone en crisis las “propiedades lógicas del lenguaje”, posibles por las categorías gramaticales, por las leyes de la gramática, por la imposición colonial hecha por la cultura. La lectura literaria se sitúa, si seguimos a Blanchot, “más allá o acá de la comprensión”, el texto escrito no está subordinado a reglas preestablecidas, prescritas, los artistas encuentran las reglas y las categorías, ya lo había dicho Lyotard, en el proceso de la obra o el texto, “pulsiones infrateóricas” que llevan a escribir, según Bruno Mazzoldi . Aquí en nuestro medio colombiano hay que seguir con este proceso, lectura y escritura diaria, paciente y detallada de los textos, como expresó Bruno Mazzoldi con esa experiencia protestante -confesión sin confesor- que es su diario “Citas de Providencia”- “adoptar la lectura semianalfabeta hasta la incorporación”, “asimilación creadora”, pensaba Lezama Lima o al escribir” el gesto “neobarroco”(Cf. Calabresse 84) de repetir con “variantes mínimas” contenidos o estilos de autores”,

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Revista del Taller de Escritores siguiendo a Sergio Ramírez Lamus en una obra editada en 1992 llamada “Culturas, profesiones y sensibilidades contemporáneas en Colombia”. Desearíamos, desde la heterogeneidad de discursos enseñados en la Primaria y Secundaria colombiana, que los estudiantes encuentren el gusto por la lectura, seleccionar inicialmente, más acá de los imperativos de “la economía de mercado”, de “la industria editorial” o “cultura mediática”, artículos interesantes de revistas internacionales o nacionales como, por ejemplo, “Semana” o periódicos como “El Espectador” o “El Tiempo”, en ediciones digitales o impresas, donde -como sabe bien Jean-François Lyotard desde “Lo sublime y la vanguardia”- “la información” se convierte en dato, ”deja de ser una información”, desde “que se la transmite y comparte”. Derrida escribió en un artículo alrededor del principio de razón leibniziano y la idea de universidad- -traducido desde el inglés al castellano por el ítalo-colombiano Bruno Mazzoldi y Ramiro Pabón Díaz- cómo la información informa, da forma, al contenido transmitido.

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ENTRE SERES FANTÁSTICOS Y RELATOS TRADICIONALES RICARDO VÍRHUEZ VILLAFANE Lima, Perú Estudió Derecho y Ciencias Políticas, y posteriormente Lingüística, en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Fue editor general del semanario Noticia Hispanoamericana, de Nueva York, y editor de la revista TAXI Nueva York en Español. Desde 2003 funda y dirige la Revista Peruana de Literatura. Libros publicados: Las hogueras del hombre (1992, crónicas), El cielo azul (1993, pieza para teatro), Letras indígenas en la Amazonía peruana (1993, ensayo), El periodista (1996 y 2009, novela), Voces (1998 y 2005, poesía), El olor del agua (2000, cuentos), Volver a Marca (2001, novela), Marca: historias y tradiciones (2003, ensayo), Rumi y el pincullo mágico (2009, novela), El Dios Araña (2010, novela), Nina y la casa abandonada (2010 y 2011, novela), Nina y los yanapumas (2011, novela), Rumi y el monstruo del Ucayali (2011, novela), El campeón de marinera (2011, novela), Las guerras secretas (2012). Coautor de Seres fantásticos (2014). Entrevista de Tomás Gómez Moreno / Pucallpa.

1. Recientemente has publicado en coautoría un libro titulado “Seres fantásticos del Perú”. Se trata de un inventario de personajes que están presentes en tradiciones orales de nuestros pueblos. ¿De qué manera surge este interés en ti? ¿Cómo te involucras en este proyecto? RVV. -Se trata de una situación en la que más o menos estamos inmersos desde niños, cuando nuestros padres, abuelos y tías nos contaban historias tenebrosas que nos ponían la piel de gallina, pero igual nos gustaba. Y luego, con el tiempo, accedimos a relatos y seres fantásticos de diversas culturas que enriquecieron nuestra mirada y nos permitieron aquilatar mejor lo que teníamos en casa. Los seres fantásticos peruanos son extraordinarios y abundantes. De ahí a querer ordenarlos, clasificarlos, solo había un paso. No se trata de una simple recopilación. Hemos extraído a los seres fantásticos de sus relatos tradicionales, hemos comparado las versiones antiguas con las modernas, nos hemos sumergido en crónicas coloniales y libros que sí recopilan los cuentos tradicionales de los pueblitos más extraviados del Perú. Todo eso nos permitía observar sus cualidades y juntarlos por sus semejanzas. Así surgieron los Enanos, las Warmis, los Devoradores, los Apus, los Taitas, los Monstruos, los Amarus, etc. Solo al final, luego de elegir a los seres fantásticos que más nos importaban, comenzamos con la redacción literaria. Porque cada pedazo de texto es una propuesta literaria y no una simple descripción cualitativa de los personajes. Como ves, se trata de una pasión que arrastro desde niño y que tiene antecedentes en mis primerizas novelas de Rumi (Rumi y el pincullo mágico, Rumi y el monstruo del Ucayali y Rumi y la guerra de los moches), y también en novelas juveniles como El dios Araña. Y por supuesto, mi nueva saga de Ronin Cosme, el joven escritor que se enfrenta en cada libro a un ser fantástico distinto, como en Las trampas del chusalongo.

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Revista del Taller de Escritores 2. Cuéntanos un poco del trabajo realizado en la elaboración del libro. ¿Por qué se decide utilizar la denominación “ser fantástico”? RVV. La idea es tratar a los personajes de nuestras tradiciones orales como personajes literarios, sin minusvalorarlos como simples seres mágicos, míticos, folclóricos o étnicos. Lo fantástico es una cualidad literaria en tanto traspasan la realidad y nos ofrecen cualidades extraordinarias. Si bien la narrativa fantástica moderna apuesta por la “situación fantástica” antes que por el “personaje fantástico”, nos resulta fascinante estudiar cada ser como un motor de la anécdota, cada personaje como una construcción literaria, que en el fondo es una metáfora social, una descripción indirecta de los hechos turbulentos en cada etapa de nuestra historia. De repente también por una idea de reivindicación: los relatos fantásticos aceptados por el canon comercial y académico son aquellos en que intervienen personajes fantásticos europeos o de la industria cinematográfica; solo si son hombres lobos, vampiros o muertos vivientes se acepta y difunde como literatura fatástica; pero si son seres originarios, no se les presta atención, pese a que a menudo poseen mayor complejidad y su poder simbólico puede ser mucho más apasionante que los vampiritos de cine.

3. No es este el primer intento de recopilar personajes de tradiciones orales en el Perú. A tu juicio, ¿qué distingue a este trabajo de otros similares? ¿Cómo definirías, en todo caso, el aporte de esta investigación? RVV. No es un trabajo de recopilación, sino una propuesta literaria disfrazada de estudio. Borges inventó a sus propios seres imaginarios, por ejemplo, y hasta creó su bibliografía para sustentarlos. Juan Carlos Galeano, poeta colombiano, también trabajó seres mágicos de la Amazonía con lenguaje depurado. Son propuestas en las que la creación literaria, el lenguaje poético, está por encima de cualquier idea recopilatoria y por eso también es creación propia. Evidentemente hay detrás de esta propuesta una investigación histórica de los seres fantásticos que cimentan mejor nuestra propuesta. No conozco ningún antecedente parecido en la bibliografía peruana. Lo que sí abundan son las recopilaciones, desde los miles de libros publicados por escritores populares que hablan de “mitos y leyendas” de sus pueblos, hasta libros comerciales que recogen historias de estos libros previos y los publican como suyos.

4. Uno de esos seres fantásticos es el Chusalongo, en el cual te has inspirado para escribir tu más reciente novela. Háblanos acerca de este personaje mítico. RVV. El mundo andino de la antigüedad ha recreado a un personaje fascinante, que es el chusalongo. Su característica principal es poseer un pene enorme, que enrolla al hombro como una manguera y otras veces debe llevarlo en carretilla. Naturalmente, hace felices a las muchachas y las deja embarazadas. Personajes parecidos lo tienen los pueblos amazónicos, como los shuar y los asháninkas. En mi novela, el chusalongo reaparece gracias a un desentierro involuntario y comienza a hacer de las suyas con todas las mujeres que se cruzan en su camino. Pero no es un personaje fantástico sencillo. Incluso creo que es una deidad transformadora. Al representar la fertilidad, el embarazo de las mujeres y la fertilidad de los campos, es también el advenimiento de lo nuevo, de la continuidad generosa, de la abundancia. Por ello mi personaje literario es un misterio y parte

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de una historia inconclusa. Con él nacerán las demás historias, y su médium será el joven escritor Ronin Cosme, quien poco a poco irá tomando conciencia que es él y no lo es, que a veces el chusalongo actúa a través de él y será entonces un agente de la naturaleza, feraz e instintivo. Juego de imágenes, como podrás ver.

5. En el libro desarrollas un discurso metaliterario muy interesante. Haces ficción sobre un ser ficticio y en función de él. ¿Qué reflexiones puedes compartir acerca de este ejercicio? RVV. Es verdad, hay un juego metaliterario entre el personaje fantástico del chusalongo, que representaría la propuesta literaria de nuestros antepasados, y el joven escritor Ronin Cosme, que representaría la modernidad. Diálogo entre oralidad y escritura. Pero no solo eso: Ronin Cosme recién abre los ojos y puede “mirar” con mayor profundidad su entorno (representado por los otros seres fantásticos que puede vislumbrar al final del libro) cuando ha sido “tocado” por el chusalongo. A partir de ahí cambia y profundiza su mirada, empieza a entender y piensa de otra manera. Es decir, la tradición oral da sentido a la escritura. Y también el chusalongo, para existir y manifestarse, va a necesitar del joven escritor como intermediario, con lo que se produce una mutua dependencia, o un diálogo fructífero. Y ojo, el escritor es joven, recién abre los ojos a la literatura; es la esperanza de una literatura anclada en nuestro rico pasado y sus grandes historias, y no la vieja literatura retórica que hemos heredado. En fin, hay muchas formas de mirar este diálogo entre oralidad y escritura.

6. Hablábamos de los seres fantásticos, en general, y del Chusalongo, en particular, como metáforas sociales. ¿Puedes desarrollar este planteamiento? RVV. En los relatos tradicionales es notorio que los personajes y sus situaciones representen hechos sociales expresados literariamente, mediante narraciones atractivas. Durante una gran sequía, por ejemplo, que todavía es común en el mundo andino, la figura del chusalongo venía a proponer la fertilidad de la tierra y de las mujeres. Pero la exagerada sexualidad del chusalongo, y del katartá de los shuar, era castigada con el exterminio. Es decir, hay límites para el exceso y para lo simbólico. Klana era una mujer yine que sufría la crítica social por su exceso sexual con muchos hombres. La antropofagia era castigada con la muerte entre los pueblos amazónicos, y por eso eran representados monstruos como el Tsentsébito, el Jiimcham y la Hapiñuñu. Nee, el sol de los hamarakaeri, tenía demasiado poder y fue expulsado de la tierra por el exceso de calor. Y entre los Moche, los cambios climáticos del fenómeno El Niño eran mostrados con la hermosa narración del dragón Purshópok que encadenó al Sol y desató calamidades, y Ai-Apaec tuvo que luchar contra él, vencerlo y devolver el equilibrio. Como puede verse, es crítica social y también explicación simbólica de diversos fenómenos de la naturaleza. Metáforas sociales.

7. Se trata de un libro de narración ágil, lenguaje directo y trama sencilla. Un libro entretenido y de lectura rápida, que rescata la tradición oral para el público más joven: ¿la fórmula perfecta?

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Revista del Taller de Escritores RVV.-Hace un tiempo, en una conferencia, propuse al relato tradicional como modelo para el cuento moderno, precisamente por su agilidad y porque desarrolla el arte de la ficción de manera ejemplar. Nosotros hemos heredado el viejo discurso hispánico entendido como retórico; el florilegio, el palabreo disfrazado de poético. De ahí que la novela latinoamericana, en su mayor parte, sea retórica y no la narración de una historia, que se ha pretendido disfrazar de modernidad. Es lo que Aristóteles llamaba “arte por acumulación” escénica y no por planificación de la historia. En los relatos tradicionales esa retórica no existe; el arte de la ficción se desarrolla con fluidez y la historia se organiza en una trama verosímil. Como ves, solo intento utilizar otra herencia narrativa, consciente de la modernidad del discurso y tratando de no defraudar a nuestros mayores, verdaderos hacedores de historias.

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Revista del Taller de Escritores PEDAGOGÍA Y FIESTA DE LA PACHAMAMA EN HUALINCHAY ANDRES HERRERA Tucumán-Argentina

Diplomado en Antropología y Comunidades, Universidad de Córdoba. Estudios de Arqueología en la Universidad Nacional de Tucumán. Investigador sobre chamanismo, arte sudamericano y transdisciplina. Fotógrafo artístico en temas de erotismo y estereotipos, a través de un enfoque de antropología visual fotográfica. Productor artístico de exposiciones alternativas. Co-fundador de ANKU el Infinito Ensamble Luminoso.

Foto: Andrés Herrera “El sutil encanto de lo huaka, una forma de estar entre regiones, de escuchar ese canto que está bajo la tierra, canto que se reconstruye, que vuelve, se levanta y en el sueño mueve otros hilos de visión y escucha, canto de memorias vivas que atraviesan las nociones de tiempo y espacio en el devenir de la palabra, en el movimiento de los tiempos. Canto que, en el acompañar a las comunidades de estas regiones, mueve otras distancias, crea otros caminos que se vuelven el adentro y el fuera de casa, el salir y entrar en el cuerpo, el estar acompañado en la palabra de los mayores y, a la vez, ir en la senda de otras voces y otros fantasmas que trenzan una espiral infinita de tradiciones y relatos que se hacen palpables en cada una de las regiones andinas.” Fernando Guerrero (Colombia, 2012) (Fantasmas y Fiesteros. El sutil encanto de la Huaka en las Regiones Andinas) Hualinchay es una comunidad indígena ubicada a 20 kilómetros de la ciudad de San Pedro de Colalao, Provincia de Tucumán, Argentina, rumbo Sur-Oeste, adentrándose en las Cumbres Calchaquíes, entre los ríos Hualinchay y Tacanas, habitado por unas 35 familias dispersadas entre planicie y quebrada. No figura en el registro de comunidades indígenas de la Argentina, o en todo caso como dentro del territorio de la Comunidad Pueblo de Tolombón, pero a la vez se reconocen como

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Revista del Taller de Escritores comunidad autárquica e independiente, desde su reorganización a inicios de este milenio, con su principal líder, el Cacique Marcos Antonio Pasayo, ya fallecido, quien nos contaba que Hualinchay forma parte del actual renacimiento de la Unión de la Nación Diaguita-Calchaquí, la cual tiene origen mítico e histórico en la Gran Resistencia Calchaquí o Guerras Calchaquíes (1562 – 1667), y que parece ser el punto de recuperación de la memoria para la lucha de los pueblos indígenas hoy. Bajo la consigna del art. 75 de nuestra Constitución Nacional, es que este grupo de gente se ampara para proteger la tierra como fundamento de la conservación de sus tradiciones ancestrales y como consecuencia, una libre determinación de la forma de ser en el mundo, al decir de “Reconocer la preexistencia étnica y cultural de los pueblos indígenas argentinos.” Este trabajo es parte de un proyecto transdisciplinario, que fuera iniciado en un anterior artículo titulado “Arqueología y Museología de Coparticipación en la Comunidad Indígena Hualinchay” (Herrera et al, 2008), en el que definimos una metodología en base a investigaciones y acciones de coparticipación, es decir, entre dos grupos reconocidos desde la visión del otro como punto de partida, reconociéndonos ambas partes como sujetos que interactúan y se modifican conscientemente en pos de los objetivos comunes, definidos como: - Contribuir a la investigación y producción de conocimiento arqueológico, antropológico y cultural del pasado colectivo de los habitantes de la Comunidad Indígena Hualinchay, basado en su interés de explorar hacia dentro de sus raíces culturales y étnicas, como búsqueda de una identidad colectiva más cohesionada. - Experimentar la investigación de coparticipación como forma epistémica, acompañada de una visión transdisciplinaria de la ciencia social. - Generar a través de este conocer, herramientas legitimantes de protección de sus bienes culturales y físicos, como ser las tierras donde viven, el patrimonio arqueológico y ecológico, y toda posesión comunitaria. Para primer objetivo hemos desarrollado una serie de acciones de prospección arqueológica física, esto es, la detección y registro de sitios o yacimientos arqueológicos, y a la vez una sistematización de otros conocimientos sobre el pasado de la zona, que hemos denominado como “arqueología de la oralidad”, que es una forma de registro de sitios arqueológicos a través de los relatos de varios pobladores de la comunidad que accedieron a describir y revisitar esos espacios a fin de reinterpretar el pasado fusionando interpretaciones junto a nosotros, los visitantes. De esta forma no podemos hablar de descubrimientos arqueológicos, puesto que ellos ya los conocían de antes. El resultado producido no consiste sólo en el mapeo y croquis, sino en una especie de mapeo hermenéutico, es decir, de las diferentes interpretaciones. Bajo el segundo objetivo, hemos podido experimenta en la práctica la complejidad de un pensamiento transdisciplinal, que ha servido para producir en lo escrito, diferentes enfoques teóricos, y replanteos para el trabajo de campo, entendiendo a lo transdisciplinario como un principio de unidad del conocimiento más allá de las disciplinas, o visión filosófica holística. En cuanto al tercer objetivo, y quizás el más importante para la comunidad y nosotros, el producir herramientas legitimantes de protección de sus bienes culturales y físicos, ha sido concretado con la construcción del Museo Marcos Pasayo, con una metodología recuperativa de material arqueo-

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lógico que ya era atesorado por varias personas de Hualinchay, consensuando comunitariamente la disposición de los mismos para la exhibición. Consumando de esta forma una acción de reforzamiento y visibilización de la identidad cultural de la comunidad, hoy visitada por su museo por turistas en diferentes momentos del año, pero principalmente en el mes de agosto, debido a la celebración de la fiesta de la Pachamama, evento al que acuden miembros de diferentes comunidades indígenas vecinas, y en el que los visitantes pueden interactuar sin restricciones en la celebración. Es a partir de esta realidad actual que hemos extendido nuestro trabajo sobre este objetivo, y desde el museo y los encuentros de celebración, planteamos una pedagogía de la fiesta de la Pachamama, destinada a todo tipo de público, para grandes y niños, aunque sabiendo que éstos son los que más rápido pueden internalizar un sentir que no es solo conocimientos, sino una forma de estar en la y con la tierra. Si bien ya han sido muchísimas las personas que visitaron el museo y otros que han podido participar de la ceremonia de la Pachamama en esta comunidad, y muchos ricos testimonios han dejado a los pobladores locales, y otro tanto en opiniones en las redes sociales informáticas, en esta comunicación nos centraremos en analizar respuestas e impresiones de los alumnos del Colegio San Pablo Apóstol, de la homónima localidad cercana a la capital tucumana, que previo a la visita, conformaron un proyecto de investigación dirigido por su docente Nancy Medrano, con el que participaron de la Feria de Ciencias de Tucumán y Feria Nacional de Ciencias Sociales, en Paraná, Entre Ríos. Para ello en este artículo, nos valemos comparativamente de estudios realizados por el investigador colombiano Javier Rodrizales y coautores (Universidad de Nariño), que lejos de cerrarse en localismos, analiza las fiestas andinas, en especial los carnavales y propone una metodología para una pedagogía del carnaval, a implementar como un tema transversal en lo curricular de la educación formal y en otras diversas formas de educación, ya que es una fiesta que nos permitiría abordar de forma integral desde la escuela la enseñanza empírica de la diversidad cultural, lo que conlleva a un fortalecimiento de la identidad cultural, y que es un solo acontecimiento que se da una sola vez al año, en el que participan personas de todas las edades. La transversalidad como un instrumento articulador que permite interrelacionar, el sector educativo con la familia y la sociedad. “En enfoque transversal no niega la importancia de las disciplinas, sino que obliga a una revisión de las estrategias aplicadas tradicionalmente en el aula al incorporar al currículo en todos sus niveles, una educación significativa para el estudiante a partir de la conexión de dichas disciplinas con los problemas sociales, éticos y morales presentes en su entorno. Los ejes transversales contribuyen a la formación equilibrada de la personalidad, inculcando respeto a los derechos humanos y a otras culturas, al desarrollo de hábitos que combaten el consumismo desaforado y por ende eliminan discriminaciones existentes por razón de sexo, o por la pertenencia a una minoría étnica.”, explica Rodrizales. Define que existe un claro componente indígena en los carnavales andinos, reconocido en las ritualidades agrarias y cósmicas, y desde allí nosotros tomaremos a la celebración de la Pachamama, un rito claramente agrario, para proponer una pedagogía desde la Comunidad Indígena de Hualinchay.

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Revista del Taller de Escritores EL CONCEPTO DE FIESTA Entendemos a la celebración de la Pachamama, como ritual colectivo y comunitario que ha sido relevado en toda el área andina, lo que responde a una visión cosmogónica compartida en gran parte de nuestra Sudamérica, subyacente y presente desde miles de años, que no pudo ser extinta ni con el colonialismo extirpador que a toda diferencia intentó demonizar, sobreviviendo a partir de lo que se denomina sincretismo, es decir la fusión dialéctica entre dos componentes culturales diferentes, generalmente producida en los choques coloniales de las culturas. Analizaremos la fiesta, desde lo teórico conceptual y porque no, desde una poética de la simbología ancestral; un análisis semiótico consciente de lo intersubjetivo que hay en conjeturar sobre una tradición (a veces) bastante ajena a lo urbano de nuestras (de)formaciones academicistas educativas. De esta forma indaga Octavio Paz, explicando que “la fiesta es una operación cósmica: la experiencia del desorden, la reunión de los elementos y principios contrarios para provocar el renacimiento de la vida. La muerte ritual suscita el renacer; el vómito, el apetito; la orgía, estéril en sí misma, la fecundidad de las madres o de la tierra. La fiesta es un regreso a un comienzo, según quiere la dialéctica inherente a los hechos sociales”. Agrega el concepto de fiesta como re-creación, diferenciándola de las vacaciones modernas, despojadas de ritos, individuales y estériles. Para Ticio Escobar, la fiesta se puede estudiar desde múltiples dimensiones: como juego, como culto, como representación, como fiesta en sí misma, como arte, como rito, como comunicación y como instancia de mediación. A su vez, Umberto Eco la describe como un sistema de signos y un fenómeno de comunicación, por el cual se transmiten significados de diversos tipos que vienen a cumplir determinadas finalidades culturales para cada grupo. Rodrizales explica que las fiestas tienen algo de lúdico, ya que como los juegos, las fiestas recrean significados de libertad, puesto que “interrumpen en el tiempo productivo y abren momentos de distracción y entretenimiento, trastocando los dominios de la realidad y ficción.” Y son a la vez, cultos, ya que se desarrollan en torno a ciertas ideas, creencias y valores, que producen una mística colectiva entre los participantes. “La fiesta como representación o una puesta en escena de lo social, ya que en ella confluyen contingencias, ambigüedades y conflictos de las personas y comunidades. La fiesta como rito ya que las festividades populares se basan en la reiteración simbólica de acciones o palabras fuertemente codificadas. El rito es un elemento esencial que provoca estados de exaltación anímica y emotiva, que sirven de impulso para afirmar el espíritu de cohesión social de que requiere un acto esencialmente colectivo. La fiesta y la comunicación ya que intensifica los lazos colectivos habilitando un espacio privilegiado para la transmisión y recepción de todo tipo de mensajes.

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La fiesta promueve negociaciones entre lo particular y lo colectivo, y entre intereses de los diferentes sectores entre sí.” (Rodrizales, 2011) En tal sentido de la fiesta como rito, es decir como la repetición o recreación de una verdad fundacional que tiene carácter de mito. “El mito es un lenguaje simbólico, con una lógica y sentido propio, que transmite una concepción del mundo y de la vida con la cual se orienta la conducta y la percepción de la realidad circundante.”, nos dice Clara Zúñiga (2012), y que el mito no es sólo una descripción del mundo, sino que prescribe una conducta a seguir por los miembros de la cultura, provee a la gente de ideas para pensar su realidad y para actuar en ella. Y en términos de Adolfo Colombres (2004): “El mito es vivido como un relato sagrado y es una vía de comprensión del mundo a partir del pensamiento simbólico que recurre a la analogía”. Explica que el mito “prefigura el fundamento de toda verdad, en la medida en que responde a las preguntas primordiales que se formula la sociedad humana, como las de saber de dónde viene y adónde va, o sea los cruciales temas de origen y destino”.

FIESTA DE LA PACHAMAMA En Hualinchay, como en toda la región andina, cada año esta fiesta nos muestra cómo se reavivan ancestrales ideales de sociedades del pasado, pero que persisten hoy de forma sincrética, y que en el momento preciso del rito vuelven el tiempo hacia atrás, que a la vez es también hoy, un presente silencioso en el que reconocen en cada parte del rito a los antepasados como presencias, evocándolos en coplas o recordatorios emotivos, y a quienes suele pedírsele que les marquen las sendas para las comunidades, porque éstos son tiempos difíciles para el originario; y a la vez en estas rogativas, se le pide a la Madre Tierra por la buena cosecha, por los frutos y el ganado, que no falte comida y mucho menos a los niños, también por problemas concretos actuales como conflictos de territorio para con terratenientes que compraron las tierras en las que ellos ya estaban, o los imperfectos en la aplicación de la Constitución nacional en cuanto a los derechos indígenas. La fiesta ocurre en el mes de Agosto, puesto que se dice que la Madre Tierra está acomodándose para engendrar la vida. Mientras ocurre esta oralidad tradicional, que podría considerarse como etnoliteratura, las palabras van acompañadas de las acciones, que tienen un carácter mágico religioso, por ejemplo: cuando se pide por la buena cosecha, se entregan diferentes granos de maíz y otros alimentos; cuando se pide por el agua, se realiza en simultáneo la ofrenda de verter líquido hacia el pozo o boca de la tierra, el cual fuera cavado con instrumentos de madera o piedra, pero no así de metal, puesto que esto lastima a la tierra. Este acto se llama chayar, y puede realizarse además con chicha, vino, alcohol, cerveza, etc., en agradecimiento a la Pachamama, y también puede hacérselo en cualquier época del año en otros espacios, como antes de beber, se inclina el vaso para convidar a la Tierra el primer trago.

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Revista del Taller de Escritores El pozo de ofrendas es precedido en muchos casos por la apacheta, que es un montículo de piedras sueltas y apiladas, que es completado por los todos los participantes del ritual, agregando una piedra más, van pidiendo a la Pachamama en silencio, por su familia, por la unión de toda la comunidad, o por algún problema a resolver, acto que es inaugurado por el dueño de casa, quien retira unas piedras de un costado de la apacheta, con las que abrirá el agujero en la tierra. Luego de chayar las ofrendas, los invitados se acercan a la casa para asi terminar la celebración de Fiesta de la Pachamama con comidas y bebidas, entremezcladas con los cantos de las coplas y los extensos bailes sin darle importancia al tiempo. Los rituales tienen una función mucho más que estética y costumbrista, y que para Fernando Guerrero (2012) “permiten el surgimiento de movimientos comunitarios cuya visión política desarticula los presupuestos de un Estado nación que ordena el todo y sus partes, puesto que desde ahí se propone cómo cada uno se lanza a desatar el saber que lo sobrepasa y le activa su singularidad beligerante, cada uno, una comunidad acéfala que piensa lo porvenir y está atenta a los nacimientos de procesos de insurgencia ante visiones del mundo”. Inclusive, el ritual de la Pachamama, puede ver como una sabiduría ancestral sobre el cómo nos relacionamos con la tierra. En la Quebrada de Humahuaca, Antonio Machaca recogió el siguiente testimonio, por parte de una anciana que nos dice a modo de lección ecológica: “Todo tiene su tiempo... tiene su tiempo de sembrar, su tiempo de cosechar, su tiempo de nacer y de crecer... Hay que hacer descansar la tierra, ya no quiere dar, no quiere producir. Debe ser porque muchas veces despreciamos a la comida, muchas veces botamos la comida... O le hacemos sufrir de agua a las plantitas... Es que ahora no le dejamos descansar a la tierra, no la alimentamos, no le damos abono, no le pagamos como corresponde... No sé, será que ya los años están cambiados...”. El concepto de tierra como madre, al parecer, excede a la región andina. Dijo alguna vez un miembro de la tribu Seattle, de Norteamérica: “la tierra no nos pertenece sino que nosotros pertenecemos a ella porque somos sus hijos”. Y algo parecido se escuchó de los guaraníes: “la tierra es nuestra madre, es nuestra vida y es nuestra libertad”. Pero no debe olvidarse que Pachamama, que literalmente sería “Madre Tierra”, es un concepto construido desde un paradigma diferente al occidental, y que podría simplificarse asi: Pacha (mundo-cosmos) = Espacio / tiempo (como unidad inseparable) en movimiento constante. Somos parte del mundo. No somos el mundo y como parte de la naturaleza y junto a ella nos movemos en el cosmos. La ciencia occidental inmoviliza los hechos para poder estudiarlos, la ciencia andina los estudia en movimiento. (Diccionario de Mitos y Leyendas - Equipo NAyA) (Acerca de esta visión cosmogónica, en conversaciones con el investigador Gabriel Amos Bellos, hemos percibido unas notables similitudes o sintonías con la visión china del Tao, o taoísmo, que describe un tiempo y espacio en constante movimiento fluyendo como un río)

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LA INVESTIGACIÓN DE LOS NIÑOS PARA LA FERIA DE CIENCIAS DE TUCUMÁN A continuación, testimonios de los alumnos del Colegio San pablo Apóstol sobre la visita a la Comunidad Indígena Hualinchay, bajo el Proyecto “Por un camino de igualdad”, dirigido por la docente Nancy Medrano. Alumno: Ávila, Román Edad: 11 Lo que más me gustó de este trabajo de investigación, fue viajar a San Pedro de Colalao, Hualinchay, en donde presencié el festejo de la pachamama, aprendí muchísimo, como ser que cada alimento, etc. que se le ofrece a la madre tierra tiene un significado, me gustó escuchar lo que recitó el cacique ante todos, a través de su canto escuchamos reflexiones, y vivencias que tenía las comunidades indígenas en el pasado. La señora Payado nos invitó ricas empanadas. El 12 de octubre mis compañeros expositores, dieron una charla en el colegio, ya que ese día se conmemora el respeto a la diversidad cultural. Alumno: López Sardi, Pablo Edad: 10 años En nuestra investigación tuvimos la oportunidad de realizar una visita a la comunidad de Hualinchay, que se encuentra al oeste de San Pedro de Colalao, la misma fue programada y guiada por Andrés Herrera. Durante la visita tuvimos la oportunidad de presenciar el ritual a la madre tierra, quede asombrado por el respeto y la entrega de las personas. También conocimos el museo arqueológico de la comunidad, muy pequeño pero con muchísimo valor cultural, nos dimos cuenta con mis compañeros que el profesor ayuda a la conservación del mismo. Participamos en cuatro instancias, la institucional, la zonal, la departamental y la provincial (Tucumán), grande nuestro proyecto que salimos en primer lugar del segundo ciclo del área de Ciencias Sociales, tuvimos el honor de pasar a la etapa Nacional, que se llevó a cabo en Entre ríos Paraná, allí nos hicieron reportajes varios programas de TV y radio locales. Esta experiencia jamás la olvidaré. Alumna: Ledesma, Lucila Nahir Edad: 11 años Con este proyecto tuve la oportunidad de conocer y valorar la cultura de las comunidades aborígenes de Tucumán, en especial la comunidad Lules y la de Hualinchay, fue muy interesante intercambiar opiniones, costumbres, etc. Me gustó muchísimo que la maestra nos diera la oportunidad de ampliar nuestros conocimientos sobre estas comunidades, y sobre sus derechos, ya que en la actualidad la sociedad desconoce de la existencia de los mismos. La verdad jamás imaginé que llegáramos tan lejos, a Paraná, con nuestro trabajo de investigación, ahora todo el mundo sabe que en nuestra provincia sí habitan comunidades indígenas a las cuales la sociedad no respeta sus derechos, por desconocimiento de los mismos.

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Revista del Taller de Escritores Alumna: Perea, María Luciana Edad: 11 años La investigación comenzó a partir de la lectura en clase de un artículo sobre los derechos de los pueblos originarios de Tucumán, que la seño llevó. Fue el motor para realizar la investigación. Después tuvimos el agrado de que nos visitara un antropólogo y arqueólogo, quien nos mostró videos y nos explicó bastante sobre los pueblos originarios. Por otro lado viajamos a San Pedro de Colalao con la seño y mis compañeros, allí encontramos al profe que nos llevó a la comunidad de Hualinchay, un lugar apartado del centro. Las personas de ahí fueron muy amables, y compartieron su cultura con todos nosotros.

EXPERIENCIA DEL APRENDIZAJE RITUAL Consideramos primeramente que la celebración de la Fiesta de la Pachamama puede ser una forma de aprendizaje del vivir en la diversidad, aceptando las diferencias y tomándolas positivamente como parte de un todo, que más que un sentimiento de nacionalismo sería un hermanamiento entre culturas vecinas, y que cuando los niños salen de su realidad más urbana hacia el tiempo de lo rural, que luego será el fin del tiempo en el momento en el que la fiesta comienza, es en donde el ritual echa a andar sobre huellas inmemoriales para que seamos parte del otro, esa recreación en donde las diferencias se fusionan en la comunicación con en el mito andino, así tengamos o no, sangre originaria. La posibilidad de haber entrado a un museo comunitario significa una ventana a la legitimación de los derechos a la identidad indígena, al poder de la autodeterminación y a la adscripción étnica, forma fundamental, a nuestro entender, de poder luchar usando armas propias de la legislación estatal, por el principal problema de las comunidades originarias, que es el derecho a estar en la tierra (un estar sin adueñarla, a diferencia del paradigma occidental o “religión” de la propiedad privada). El museo está vivo en las comunidades, trasciende los muros de piedra y las estanterías, al figurarse no sólo en una habitación sino en el ritual de la Fiesta de la Pachamama. El aprendizaje de la chayada de los alimentos hacia la Pachamama puede servirnos como pedagogía de la conciencia ecológica, desde el punto de partida de que allí se juega un equilibrio con y en la naturaleza a la hora de las ofrendas como rogativas de que no haya escasez para los pueblos, siempre y cuando éstos respeten y no dañen a la tierra. En los testimonios de los jóvenes investigadores, así como en su comportamiento en Hualinchay, hemos notado que ya traían un interés a partir de lecturas y charlas iniciales, pero que la fundamental asimilación holística se generó en la visita a la comunidad. Creemos, que a través de esta propuesta y modalidad de participación de los escolares en una comunidad indígena, se puede aportar a la integración curricular de actividades como ésta, a través de un enfoque transversal y transdisciplinar que combine varios docentes entusiastas, en los modelos educativos vigentes, partiendo de la curiosidad por lo diferente, para así inculcar una vocación científica social comprometida con el otro, pero principalmente generando en el estudiante un aprendizaje desde lo emotivo de los rituales, que como bien pudimos ver en los alumnos que visitaron y participaron en Hualinchay, fue el motor para consolidar una visión nueva sobre lo indígena.

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La importancia de que los jóvenes investigadores participaran con su proyecto en la feria de ciencias sociales a nivel provincial e interprovincial, reside en que a través de estos estudios que desarrollaron con compromiso por el conocimiento, generan en ellos una apropiación de lo indígena local para terminar mostrándole a muchos pares de otras ciudades una visión que termina siendo reivindicativa de la cuestión indígena. Tal como lo expresara como máxima o síntesis la estudiante Lucila: “ahora todo el mundo sabe que en nuestra provincia si habitan comunidades indígenas a las cuales la sociedad no respeta sus derechos, por desconocimiento de los mismos.”

BIBLIOGRAFÍA Colombres, Adolfo. 2004. Teoría Transcultural del Arte: hacia un pensamiento Visual Independiente. Ediciones del Sol. Buenos Aires. Diccionario de Mitos y Leyendas - Equipo NAyA www.cuco.com.ar. Guerrero, Fernando. 2012. Fantasmas y Fiesteros. El sutil encanto de lo Huaka en las Regiones Andinas. En Revista Mopa-Mopa n° 21, del Instituto Andino de Artes Populares (IADAP). Pasto, Colombia. Herrera, Andrés; Muriénega, Gonzalo; Alemán, Jorge; Allende, Sergio; Ferrero, Ezequiel; González, Víctor; Oleas, Fabián. 2008. Arqueología y Museología de Coparticipación en la Comunidad Indígena Hualinchay. www.anku.com.ar Herrera, Andrés; Ferrero, Ezequiel; González, Víctor. 2010. El Museo de la Comunidad Indígena de Hualinchay (Tucumán). XVII Congreso Nacional de Arqueologia Argentina. Mendoza. Machaca, Antonio René. 2000. Pachamama, Santa Tierra. En “Vivir en la Quebrada de Humahuaca”. Proyecto “Elaboremos entre todos una escuela para todos”. Escuela Normal “Dr. Eduardo Casanova” de Tilcara. Jujuy. Medrano, Nancy. 2013. Informe de Proyecto “Por un camino de igualdad”. Colegio San Pablo Apóstol. Tucumán. Rodrizales, Javier. 2011. Pedagogía y Carnaval. En Semiosis del Carnaval. Universidad de Nariño, Colombia. Zúñiga Ortega, Clara Luz. 2012. El espacio de la Etnoliteratura. En Revista Mopa Mopa n° 21, del Instituto Andino de Artes Populares (IADAP). Pasto, Colombia.

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Revista del Taller de Escritores ¿POR QUÉ LA ESCUELA NUEVA? Reflexiones a partir de la “adopción” de la metodología Escuela Nueva en proyectos etnoeducativos-rurales en Colombia.

PATRICIA PALACIOS VALENCIA FERNANDO PALACIOS VALENCIA Resumen Este análisis se realiza como aporte al proceso de investigación sobre la pertinencia de la adopción de la metodología Escuela Nueva en contextos rurales-interculturales en el Departamento de Nariño en Colombia. El propósito es realizar algunas reflexiones puntuales a partir de una lectura crítica de las políticas educativas públicas que se han elaborado desde finales de 1970 hasta la actualidad para grupos poblacionales asociados a la categoría de lo rural (campesinos, indígenas, afrodescendientes). No se trata de un inventario riguroso de estas políticas sino de retomar aquellas que consideramos han marcado la pauta en materia legislativa con relación específica a la implementación de la Escuela Nueva en estos contextos. La crítica se realiza a partir de las conexiones históricas que se dan entre estos diferentes grupos poblacionales en materia legislativa y, además, a partir de la crítica a la visión multiculturalista del Estado colombiano desde la Constitución de 1991.Proponemos la necesidad de revisar la pertinencia de la metodología de Escuela Nueva y, a través de ésta, de otros modelos que, de algún modo, han legitimado y reproducido las formas de subalternización del poder hegemónico. Finalizamos proponiendo algunos retos dirigidos a quienes nos responsabilizamos por la prestación del servicio educativo en estos contextos rurales, atravesados por una compleja y diversa trama de realidades que han superado nuestra capacidad de responder alternativamente al modelo educativo establecido por el poder hegemónico. Palabras Claves: Políticas educativas públicas. Contextos Rurales. Escuela Nueva. Multiculturalismo. Etnoeducación. Hegemonía/subalternidad.

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Elementos introductorios La reflexión que proponemos en este texto se instala sobre algunos conceptos que es necesario clarificarlos, con el fin de comprender lo que entendemos por cada uno desde una perspectiva simplificada de los mismos, que, a su vez, esperamos complejizar a partir de su puesta en escena en el entramado histórico de la construcción de las políticas públicas educativas tanto para campesinos como para grupos étnicos, que condujeron, a la “adopción” de la metodología Escuela Nueva como el modelo a replicar en los contextos rurales de algunas regiones de Colombia. Lo primero, es considerar que al tratarse de políticas públicas nos remitimos al Estado como responsable de la gestión de las mismas. En este sentido, desde una acepción política general, consideramos al Estado como la institución encargada de realizar el derecho en la sociedad civil; en él se concentra el poder político de una sociedad, es decir, el poder de tomar las decisiones que afectan al conjunto de la población (Ortegón Quiñones, 2008). Esta visión del Estado como ente regulador a través de políticas públicas educativas, especialmente, aquellas que se enmarcan en el discurso del reconocimiento (políticas educativas para grupos específicos como campesinos, étnicos, desplazados, de frontera, etc.), lo compromete en la dinámica de solapamiento, legitimación y reproducción del discurso hegemónico neocolonial (Rojas y Castillo, 2007) y también, en la posibilidad de estar atento y dejarse transformar por las voces que se suman para resistirse a ese discurso. Lo segundo, precisamos que por políticas públicas nos referiremos, desde una acepción sintética, al conjunto orgánico de decisiones, interacciones y estrategias de intervención que incorpora los siguientes elementos: al Estado como garante del bienestar colectivo, a la teoría económica, a las instituciones, a las personas y, también, de manera relevante incorpora tareas concretas de coordinación, motivación y estimulo de múltiples actores que se enfilen hacia el logro de determinados objetivos, en el marco legal, político y jurídico que cada sociedad determine (Ortegón Quiñones, 2008). Ahora, a las políticas públicas educativas, adscritas a esta definición, pueden sumarse las políticas internacionales que intentan homogenizar el qué y para qué de la educación en Latinoamérica, que históricamente se ha construido desde occidente. Lo tercero, es explicitar que este análisis se hace a partir de los documentos oficiales en los que reposan estas políticas públicas sobre educación, para el caso, específicamente aquellas gestionadas para contextos rurales y para grupos étnicos en Colombia y, de manera concreta, proponer algunos retos para revisar el aterrizaje de estás en los proyectos de las instituciones que han asumido el rol de operarios para ejecutarlas en las complejas realidades de la población rural, haciendo uso de la metodología de Escuela Nueva. Abro aquí un paréntesis para hacer dos precisiones. En primer lugar, el concepto de “lo rural”, ha sido naturalizado desde la dicotomía con el concepto de lo urbano como un espacio-tiempo asociado a la idea del campo, de la economía agropecuaria, es un lugar marginal, periférico, pobre que, por ende, es producto de exclusiones y abandonos. Sin embargo, en este caso lo entenderemos como una categoría plural, es decir, nos referiremos a “contextos rurales” (Zamora Guzmán, 2010). No hablamos por tanto, de una única ruralidad, sino de múltiples ruralidades que se van redefiniendo permanentemente a partir de la espacialidad, la historia, la economía,

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Revista del Taller de Escritores las costumbre, etc. y que van reconfigurando a su vez su posicionamiento e identidad desde categorías nuevas que no sólo se leen en perspectiva de sometimiento y abandono sino también de lucha. En segundo lugar, sostenemos que estas políticas públicas educativas han sido elaboradas verticalmente, es decir, “para” y no “en” y “desde” estos contextos, lo que cuestiona en sí mismo la definición de política pública como un todo orgánico, situación que nos hace previsible determinar unas posibles tensiones. Y, finalmente, un cuarto elemento introductorio tiene que ver con los cruces o conexiones, que desde finales del siglo pasado, empiezan a darse entre las políticas públicas educativas para el sector rural y las políticas públicas educativas para los grupos étnicos, enmarcadas, además, dentro de las políticas públicas educativas diseñadas para el país. Esto nos sumerge en ese entramado de cruces que se han ido tejiendo entre diversas políticas que han ido emergiendo como respuestas a las demandas de los distintos grupos humanos, que se han integrado a las disputas no sólo educativas sino identitarias, territoriales y económicas del país y de la región.

Conexiones históricas en el marco de las políticas educativas públicas para grupos poblacionales diferenciados. Finales de los años 70s hasta 1990 Si la pregunta que nos convoca es por qué la Escuela Nueva llegó a constituirse como una metodología ampliamente utilizada, incluso, para proyectos educativos de grupos étnicos, es fundamental hacer el recorrido histórico, pues consideramos que aquí están las claves que permiten evidenciar las conexiones que se han dado entre este modelo educativo flexible y la elaboración de los proyectos etnoeducativos, que no sólo puede comprenderse como una conexión asociada a la categoría de lo rural, imagen naturalizada desde la configuración territorial, en donde confluyen estas diversas realidades. Desde finales de los 80’s, gracias a la influencia interna y externa de las luchas por la defensa de los derechos fundamentales y el auge de los posicionamiento radicales que reivindicaban la lucha por los más pobres, los excluidos, los marginados y además, la puesta en la escena académica de las propuestas multiculturalistas, desatan en Colombia las luchas particulares por la educación rural y por la educación étnica. De ahí, que años antes de la Constitución Política de 1991, ya hubo actos legislativos diseñados exclusivamente para favorecer la educación de estos grupos poblacionales. Para el caso que nos ocupa, la metodología de Escuela Nueva, que inicialmente se implementa en Colombia hacia finales de la década de los 60s’ en zonas urbanas como una alternativa pedagogía progresista al modelo de escuela tradicional, se desplaza posteriormente como alternativa que respondía a las necesidades de la educación en el sector rural. Esta propuesta es consolidada en 1974 por Vicky Colbert, Oscar Mogollón y Beryl Levinger (UNESCO, ISER Pamplona y Universidad de Antioquia) a partir de las experiencias de Escuela Unitaria que se desarrollaba en estos contextos. Desde finales de los 70’s hasta finales de los 80’s se expiden varios actos legislativos que van respaldando este modelo pedagógico y reconociendo sus progresos tanto en cobertura como en mejoramiento académico, lo que le permitió en 1987, en el marco de los Planes de fomento y de Universalización adoptarse como política nacional y como estrategia para universalizar la educación primaria rural en el país. Luego, en 1990, se expide el Decreto Número 1490 mediante

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el cual, en su Artículo 1º, se decreta: “La Metodología Escuela Nueva se aplicará prioritariamente en la educación básica en todas las áreas rurales del país, con el fin de mejorarla cualitativa y cuantitativamente.” Además, es importante considerar que en este acto legislativo se define como rural “todo establecimiento educativo situado en veredas, caseríos, corregimientos, inspecciones de policía y demás poblaciones dispersas que no estén en un centro poblado que sea sede la Alcaldía Municipal, así tenga un número de habitantes superior al de la cabecera municipal.” Con este acto legislativo se cierra un primer ciclo en lo correspondiente a la “adopción” de una política pública educativa para el sector rural. Lo interesante es que paralelo a este proceso, desde finales de los 70’s, se inició en Colombia el establecimiento de un marco legislativo sobre educación indígena en algunas zonas rurales del país (Cauca y Sierra Nevada de Santa Marta19). Las disputas giraban en torno al desarrollo de proyectos autónomos de educación para los cuales requerían docentes indígenas bilingües. Esto pudo legalizarse a través de los Decretos 088 de 1976 y 1142 de 1978 en los cuales se establecen como puntos básicos para la educación indígena: la aprobación de procesos educativos acordes con las características culturales y necesidades de cada etnia; el derecho de las comunidades a participar en el diseño de sus programas educativos; la obligatoriedad de realizar la alfabetización en lengua materna y la definición de criterios específicos para la selección de maestros(as) indígenas. Posteriormente el CIT logró que se emitiera la Resolución 3454 de 1984 en la que se oficializó la posibilidad de la concertación regional entre un grupo étnico y el Estado para la administración el servicio educativo, lo que dio pie para nuevas negociaciones con otros grupos indígenas y el gobierno, de igual manera, en esta misma resolución se lograron establecer los lineamientos generales de educación indígena, que complementaron las resoluciones anteriores (Enciso Patiño, 2004). Al año siguiente, en 1985, el Ministerio de Educación Nacional creó el Programa de Etnoeducación. La política gubernamental en ese momento fue clara en materia de capacitación de maestros indígenas y no indígenas, diseño y producción de materiales educativos bilingües, apoyo a investigaciones en lingüística, antropología y pedagogía, y asesoría, seguimiento y evaluación a proyectos regionales, además, se abrieron diversos canales de difusión sobre este particular. En esta misma línea, durante este período inició el respaldo a los proyectos de etnoeducación afrocolombiana y educación bilingüe que se habían iniciado en San Basilio de Palenque y en el Archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina, mediante la contratación de lingüistas que investigaban las lenguas criollas (Carol O´Flynn y Oakly Forbes, el creole sanandresano y Carlos Patiño Roselli, el palenquero) (Enciso Patiño, 2004). Esta fase histórica previa a la Constitución de 1991, deja instalados, desde el Ministerio de Educación Nacional, los Centros Experimentales Piloto/CEP 20 (1985 a 1995). En lo que recoge Patricia Enciso Patiño en su documento sobre Estado del arte de la Etnoeducación en Colombia con énfasis en políticas pública, se advierte que los CEP hicieron especial énfasis es la formación de docentes, para

19 Consejo Regional Indígena del Cauca/CRIC y La Confederación Indígena Tayrona/CIT 20 Las instancias encargadas de la etnoeducación en las regiones

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Revista del Taller de Escritores lo cual, en la mayoría de los casos, “se buscó a personas o grupos de investigación vinculados a universidades, fundaciones y organizaciones indígenas que realizaban investigaciones en campos afines o habían comenzado experiencias de Etnoeducación” (Enciso Patino, 2004:11). Sumado a esto, reconocemos los esfuerzos particulares de algunos grupos indígenas y afrodescendientes de zonas más alejadas del país, que lograron conexiones regionales con sus similares en los Departamentos que se encontraban haciendo parte de este proceso. Hasta este momento presentamos recorridos históricos paralelos en materia legislativa. Incluso, una mirada más aguda permitiría señalar que existen notables diferencias entre los recorridos realizados por los diversos grupos indígenas y afrodescendientes en la consecución de políticas públicas educativas en el contexto nacional. Haciendo esta salvedad, es necesario hacer un alto y permitirnos algunas reflexiones que consideramos comunes, puesto que los marcos legislativos finalmente formulados no son diferenciados, sino por el contrario, intentan agruparlos bajo un referente conceptual y normativo común. 2. Interludio: claves para una comprensión crítica Proponemos estas reflexiones en medio de este recorrido histórico con el fin de ofrecer algunas claves de comprensión tras la lectura que estamos realizando y, sobre todo, porque éstas nos permiten ofrecer un acercamiento crítico sobre las conexiones históricas posteriores a la Constitución de 1991 que haremos más adelante. En primer lugar, si bien, la Escuela Nueva no fue la única estrategia utilizada, si fue ésta la que logró posicionarse vertiginosamente como la “mejor” alternativa para solucionar la baja cobertura y la inadecuada respuesta pedagógica al sector rural, su rápida masificación llevó al gobierno a legislar en favor de su uso prioritario, es decir, tuvo un impacto superlativo en las políticas públicas en materia educativa, lo que llamo poderosamente la atención de otros países en los cuales empezó a replicarse el modelo. Sin embargo, este posicionamiento es profundamente cuestionado a principios de los 90`s, luego de la publicación de varios informes locales, nacionales y finalmente el informe de UNICEF: “En busca de la escuela del siglo XXI”, elaborado por Ernesto Schiefelbein, en los que se advierten dos elementos sustanciales que favorecen la implementación de este modelo en los contextos rurales del país y de otros países de Latinoamérica: ¿Qué es Escuela Nueva? Se puede definir como un conjunto modular de materiales educacionales, de bajo costo, que los maestros y alumnos usan con facilidad y que permitió mejorar la calidad de la educación básica rural en Colombia, a pesar de ser implementado de manera masiva (siguiendo instrucciones detalladas para el proceso de capacitación-implementación) (Schiefelbein, 1993:18). A partir de esta definición, nos arriesgamos a deducir que la puesta en escena de esta metodología propicia una firme reflexión sobre la virulencia del impacto de la hegemonía neoliberal en Colombia durante estos años. Los mayores aportes para los avances del proyecto provinieron de organismos internacionales como la USAID (Agencia para la Cooperación y el Desarrollo de los Estados Unidos), El BID y el Banco Mundial, este último a partir de crédito al Ministerio de

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Educación Nacional (MEN). Frente a esto, Santillán, plantea que como han señalado varios autores, los organismos internacionales antes mencionados, junto con otros, han logrado instalar el discurso de la participación social como una actividad “necesaria” en Latinoamérica, con el fin de lograr objetivos concretos en campos sociales específicos y estratégicos como la educación. De hecho, Santillán retoma lo planteado por Menéndez y Spinelli, quienes cuestionan la actuación del Banco Mundial durante los 90’s, pues logró otorgar varios créditos educativos, como el caso del Proyecto de Escuela Nueva en Colombia, con el fin de generar el mejoramiento de las condiciones de vida de los pobres, marginados y vulnerables (L. Santillán, en prensa), ocultando otros intereses, relativos, fundamentalmente, a establecer controles del gasto público con el fin de preservar los recursos destinados al pago de la deuda externa. Por esto es ineludible pensar en que la directa incidencia de la metodología de Escuela Nueva en la generación de políticas públicas, no se debe únicamente, como se ha pretendido demostrar, a una mejoría de la calidad educativa. Por el contrario, la calidad de la educación en el sector rural de Colombia desde los parámetros estandarizados en los que se mide la educación, sigue obteniendo niveles bajos. Las experiencias en los que se han obtenido mejores desempeños son pocas en comparación a la cantidad de estudiantes que se atienden bajo esta modalidad, situación que desde 1993 advertía el sociólogo Víctor Manuel Gómez, quien propone una visión crítica de Escuela Nueva en medio de su exponencial auge y sobrevaloración. En este estudio, Gómez señala que este modelo, en contradicción con la pedagogía crítica de la que se nutre en principio, se sustenta en una metodología instruccional-conductista a través de Guías previamente elaboradas, lo que no requiere un alto nivel académico de los docentes, y por lo tanto, su masificación entra en correspondencia con la racionalidad económica del modelo neoliberal, pensada para la educación básica primaria para países pobres (Gómez, Víctor M., 1993). En este marco general, Rockwell, señala la importancia de detallar la experiencia de implementación de esta política en cada institución; para el caso en cuestión, detallar las experiencias de los centros educativos que adoptaron esta metodología, permitiría un análisis que podría reposicionar la perspectiva, en tanto dejaría entreverse -en la reconstrucción de la historicidad de esas particulares situaciones en el contexto de las concepciones y fuerzas socio-políticas- las luchas internas que se dan para conservar o transformar ese orden social impuesto (Rockwell, 1987). Siguiendo a Gramsci, Rockwell reafirma la idea de que “son los procesos generados por determinadas fuerzas en la sociedad civil los que hacen posible la continuidad institucional o bien producen la discontinuidad” (Rockwell, 1987:22); porque es clave comprender que la reproducción del modelo de Escuela Nueva tiene su arraigo en algunos grupos académicos y de educadores que validaban la experiencia como significativamente relevante en contextos de desigualdad social, de conflicto armado, de desplazamiento, de marginalidad y exclusión, y por tanto, se formuló como alternativa que posibilitaba la participación y la cohesión comunitaria en respuesta a la complejidad del entramado social que generaban estos contextos, en los que además, se insertaban las demandas de los grupos étnicos. ¬ Ahora, el cuestionamiento de fondo, recae sobre la necesidad de revaluar esa doble línea vertical que se traza comúnmente en los análisis al respecto, es decir, la Escuela Nueva no logra consolidarse desde los marcos normativos sólo por la impotencia del Estado de atender estos grupos poblacionales,

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Revista del Taller de Escritores y tampoco, se da porque el Estado sabía de ante mano que este modelo era ventajoso en tanto le permitía responder a ciertas demandas educativas a bajos costos. La mirada no puede ser unilateral de arriba hacia abajo o de abajo hacia arriba, el trazado requiere mayor horizontalidad en la que, como plantea Rockwell, desde un análisis gramsciano, la relación entre sistema escolar y sociedad no se puede comprender de manera exclusiva en términos de aparato ideológico de Estado como reproductor de las relaciones de producción, y tampoco, entender la escuela como una particularidad aislada con plena legalidad y capacidad autónoma de reproducción cultural. Entonces compaginamos, citando a Rockwell, con la idea de “una institución de la sociedad civil con historicidad propia, cuya conformación en cada lugar y época responde a procesos políticos que la constituyen y la rebasan, que la integran al movimiento social o la dejan de lado, según los procesos hegemónicos” (Rockwell, 1987:26). Por esto, es importante cerrar esta primera discusión con cierta salvedad. La Escuela Nueva, ha hecho aportes significativos en la educación rural en Colombia, pero no por ello se puede desconocer que -“invitablemente”- una repercusión social tan amplia en sectores subalternos (campesinos, desplazados, indígenas, afrodescendientes, poblaciones en medio del conflicto armado) fue aprovechada por la hegemonía –sutilmente- como lo propone Gramsci, para instalar sus discursos y seguir reproduciendo sus formas de dominación sobre las relaciones y la producción en el sector rural. Por esto el asunto, en este caso, apunta a señalar la instrumentalización del modelo pedagógico con fines neo-colonizadores a través de unas políticas públicas de Estado. Asociado con esta primera discusión, planteamos una segunda, que busca cuestionar el pensamiento hegemónico sobre el cual se construyen las políticas públicas educativas para los distintos grupos poblacionales, en este caso, grupos étnicos. Si revisamos el breve recorrido histórico realizado hasta 1990, es clave reconocer que, si bien éstas políticas se han ido construyendo a partir de unas demandas de los grupos humanos específicos, el proceso mismo de su formulación explícita a través de marcos legislativos, ha considerado que la forma en la que intervienen los grupos poblacionales para la elaboración de las mismas es de tipo representativo minoritario. De este modo, las políticas públicas educativas para los grupos étnicos hasta este momento se consolidan bajo la mirada del multiculturalismo conservador, que reconoce su alteridad desde una postura hegemónica y atribuye una aparente insuficiencia conceptual y metodológica para diseñar sus propias políticas (Sinisi L., 1999). Por esto, el Ministerio de Educación Nacional aparece como la instancia que convoca, reúne y finalmente decide, dando cabida para que esos “otros” procesos alternos vayan tomando la forma presuntamente correcta. En torno a esto, evidenciamos un elemento clave de contradicción. Si consideramos que la lucha por otra educación, iniciada por las organizaciones campesinas, indígenas y afro a finales de los 70`s, y principios de los 80`s rechazan no sólo la forma organizativa de la educación tradicional impuesta sino su episteme y, por tanto, lo que buscan es construir un proceso educativo alterno que rompa con la dinámica colonialista y civilizadora a la que han sido sometidos durante siglos, la respuesta del gobierno no puede ser una nueva manera de continuar esta dinámica bajo otro orden, la del Estado multiculturalista. Este discurso de la educación multicultural (étnica-intercultural) surgido en Europa y Estados Unidos ha migrado hacia Latinoamérica y se ha ido instalando con sus respectivas particularidades subyacentes a su proceso migratorio y a su configuración discursiva académica en el contexto

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particular de las políticas educativas públicas del Estado colombiano. Por esto, es fundamental tener en cuenta, para lo que analizaremos más adelante, lo que afirman Dietz y Mateos C., al plantear que “lejos de reducirse a transferencias directas o de aplicaciones instrumentales, en su apropiación colectiva e institucionalización encauzada, las nociones académicas son fuertemente mediatizadas por los sentidos y las ideologías que definen a cada uno de los actores académicos tanto como políticos implicados” (Dietz, G y Mateos Cortes, 2011:42-43). Esto nos introduce en una comprensión más abarcante, en la que el multiculturalismo se entiende mejor como un proyecto político. Dietz y Mateos C. exponen la necesidad de revisar el asunto del multiculturalismo para ampliar el panorama de lo pedagógico y acudir a un análisis comparativo e interdisciplinar que tenga en cuenta tanto los marcos institucionales como los factores contextuales en los que se desarrollan los enfoques interculturales (Dietz, G y Mateos Cortes, 2011). La visión inicial que presenta el Estado colombiano no se ajusta a la propuesta de estos autores, por el contrario, sus estrategias de reconocimiento de la diversidad aplicada a la intervención educativa, “etnificaron” la diversidad cultural ensombreciendo los reclamos epistémicos más profundos. Así, de aquí en adelante, las supuestas dificultades escolares de determinados grupos étnicos o grupos de campesinos, contemplado como grupos poblacionales minoritarios, son reinterpretados como expresiones de diversidad cultural o étnica. Este fuerte sesgo culturalista, del que dan cuenta Dietz y Mateos C., es un llamado de atención para que se revalúen permanentemente las construcciones conceptuales en torno a los conceptos de cultura e identidad. De ahí la importancia de esos procesos educativos alternos, rebeldes a estos marcos normativos homogeneizadores, que emergen a la par de los mismos y los conflictúan permanentemente; porque es en éste ámbito institucional de la educación donde se ponen, preferentemente, en tensión “esos regímenes escasamente explicitados de identidad/alteridad que dominan (gramática de la diversidad), puesto que son éstas el producto del Estado-nación y como tales reflejan el particular tratamiento de la diversidad y sus límites hegemónicos” (Dietz y Mateos Cortes, 2011: 33). Esta perspectiva empieza a construir una otredad de lo indígena y lo afro desde lo étnico; esto, unido a la noción de Etnodesarrollo -académicamente institucionalizada desde principios de los 80’s por Bonfil Batalla- hace que entre en escena el concepto de Etnoeducación en referencia a la educación para los grupos indígenas y afrodescendientes. Insistimos que la contradicción prevalece a pesar de los conceptos, es decir, las políticas educativas de grupos étnicos al igual que en los contextos rurales se siguen construyendo verticalmente –para ellos –. De ahí, que muchos de estos grupos las rechazaran y sostuvieran sus propios proyectos educativos, desconociendo el nuevo marco legislativo y evidenciando una búsqueda más amplia que responda a una nueva episteme, que no se trata de una aislada y etnocéntrica, sino de una conjunta, en las que entren en juego otras formas posibles de concebir no sólo la educación sino la nación. Podemos concluir este apartado, afirmamos que estos cuestionamientos propuestos, tienen en su accionar, una postura epistémica con la que la mayoría de los grupos poblacionales (étnicos, campesinos, desplazados, discapacitados…) en Colombia han planteado sus luchas, no sólo en materia educativa. El “reclamo”, por llamarle así, no se hace desde una perspectiva de “carenciado” o “necesitado”, sino desde la perspectiva de igualdad, en otros términos, lo que se exige no pasa exclusivamente por el derecho y el respeto a unas “prácticas” educativas particulares, sino por cuestionar el pensamiento hegemónico dominante sobre el cual se sostiene el proyecto de Estado-

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Revista del Taller de Escritores nación, lo que implica –afirma De Sousa Santos – el reconocimiento de la condición de subalternidad a la que estos grupos han sido sometidos, pero no para reproducirla sino para buscar alternativas que resquebrajen sus dinámicas de destrucción y explotación en todos los niveles eco-sociales. 3.

Desde las Constituciones de 1991… ¿hasta cuándo?

Atendiendo al propósito de este texto, consideramos hacer un alto en la forma de abordaje en paralelo, con el fin empezar a trazar algunas líneas de entrecruzamiento de los marcos legales en materia educativa para estos grupos poblacionales a partir de las claves de comprensión formuladas. Además, reconocemos que la Asamblea Nacional Constituyente de 1991 se convierte en eje de cohesión, puesto que, profundiza y abre nuevos horizontes en materia de legislación educativa e intercultural, fundamentalmente, la creación de la Ley 115 General de Educación de 1994. Estos elementos citados impactan sustancialmente los procesos legislativos que venían fortaleciéndose tanto para población campesina como para los grupos étnicos y por tanto, se constituyen en el nuevo marco político, cultural, social, ideológico y legislativo sobre el cual se construyen las políticas educativas públicas. La Constitución Política de 1991 “reconoció como patrimonio” 21 de la nación la diversidad étnica y cultural del país, lo cual, desde ésta perspectiva, abre las puertas para que los diversos pueblos logren una “autonomía” que les permita proponer modelos “propios” de educación, acordes con su forma de vida. Por su parte, La Ley 115 de 1994 “señala las normas generales para regular el servicio público de la educación que cumple una función social acorde a las necesidades e intereses de las personas, de la familia y de la sociedad” (Ley 115, 1994, Artículo 1º). Además, esta Ley contiene en el Título III las Modalidades de atención educativa a poblaciones, que sintetizamos en el siguiente cuadro:

MODALIDAD

LO CONTEMPLADO EN LA LEY 115

Educación para personas con limitaciones o capacidades excepcionales

ARTICULO 46. Integración con el servicio educativo. La educación para personas con limitaciones físicas, sensoriales, psíquicas, cognoscitivas, emocionales o con capacidades intelectuales excepcionales, es parte integrante del servicio público educativo. Los establecimientos educativos organizarán directamente o mediante convenio, acciones pedagógicas y terapéuticas que permitan el proceso de integración académica y social de dichos educandos.

Educación para adultos

ARTICULO 50. Definición de educación para adultos. La educación de adultos es aquella que se ofrece a las personas en edad relativamente mayor a la aceptada regularmente en la educación por niveles y grados del servicio público educativo, que deseen suplir y completar su formación, o validar sus estudios. El Estado facilitará las condiciones y promoverá especialmente la educación a distancia y semipresencial para los adultos.

21 Las palabras y expresiones que ponemos entre comillas no corresponden con nuestra visión particularmente crítica sobre estos conceptos. Pero si corresponden al lenguaje con el que, tradicionalmente, algunos sectores académicos y los gobiernos post-constitucionalistas han abordado este asunto.

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Educación para grupos étnicos

ARTICULO 55. Definición de etnoeducación. Se entiende por educación para grupos étnicos la que se ofrece a grupos o comunidades que integran la nacionalidad y que poseen una cultura, una lengua, unas tradiciones y unos fueros propios y autóctonos. Esta educación debe estar ligada al ambiente, al proceso productivo, al proceso social y cultural, con el debido respeto de sus creencias y tradiciones.

Educación campesina y rural

ARTICULO 64. Fomento de la educación campesina. Con el fin de hacer efectivos los propósitos de los artículos 64 y 65 de la Constitución Política, el Gobierno Nacional y las entidades territoriales promoverán un servicio de educación campesina y rural, formal, no formal, e informal, con sujeción a los planes de desarrollo respectivos. Este servicio comprenderá especialmente la formación técnica en actividades agrícolas, pecuarias, pesqueras, forestales y agroindustriales que contribuyan a mejorar las condiciones humanas, de trabajo y la calidad de vida de los campesinos y a incrementar la producción de alimentos en el país.

Educación para la rehabilitación social

ARTICULO 68. Objeto y ámbito de la educación para la rehabilitación social. La educación para la rehabilitación social comprende los programas educativos que se ofrecen a personas y grupos cuyo comportamiento individual y social exige procesos educativos integrales que le permitan su reincorporación a la sociedad.

Cuadro 1. Modalidades de atención educativa a poblaciones. Ley 115 de 1994. Desde aquí empieza, o mejor aún, se visualizan normativamente las conexiones que han tenido estos dos procesos históricamente relacionados, de manera simplificada, por dos cuestiones, una de denominación territorial asociada a la marginalidad de lo “rural” y, por otra, relacionada con la noción de diversidad cultural adoptada específicamente para grupos poblacionales en condiciones de desigualdad/subalternidad (Neufeld M.R. y Thisted, 1999). Con esta base los siguientes pasos fueron las debidas reglamentaciones, que en ambos casos lograron afianzar políticas educativas públicas más estructuradas. Lo anterior, no implicó una acogida homogénea de las mismas; las disputas permanecen, como veremos más adelante, en tanto, las respuestas sigan operando bajo una perspectiva relacional dominante/dominado (Ezpeleta J. y Rockwell E., 1985). En los programas de gobiernos siguientes, las políticas educativas públicas de estos grupos poblacionales siguen sus recorridos históricos paralelos, pero bajo el esquema planteado por la Ley 115. Específicamente, para grupos étnicos, el Ministerio de Educación Nacional reglamenta lo referido con anterioridad en la Ley 115 a través del Decreto 804 de 1995. Este nuevo acto legislativo contempla un marco legal más elaborado que parte de una nueva consideración de la Entoeducación, pues la reconoce como un servicio educativo, abriendo la posibilidad de asumir su directa respon-

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Revista del Taller de Escritores sabilidad a los grupos étnicos constituidos en organizaciones, pudiendo así administrar de manera autónoma este servicio con los recursos provenientes del Estado. En materia de educación rural se instala la preocupación por superar las extremas condiciones de inequidad de la educación del país, evidentemente, estas condiciones siguen poniendo el acento en la cobertura, retención de estudiantes y calidad educativa, ya no sólo en el nivel de básica primaria, sino en todos los niveles de educación previos a la superior. Lo interesante de los programas de gobierno en materia educativa hasta 1998 es su absoluta confianza hacia la metodología de Escuela Nueva, ésta sigue marcando el rumbo de la educación rural en Colombia, contemplándose también como una forma de atender a la población indígena y afrodescendiente. Esta situación, evidentemente, no es nueva, porque simultáneamente al proceso de configuración de los respectivos marcos legales, en la práctica, el modelo de Escuela Nueva ya había penetrado un elevado porcentaje de centros educativos rurales atendiendo a población dispersa de la cual hacían parte estos grupos poblacionales. Volviendo al marco de lo legislativo, y en consonancia a lo que acabamos de señalar, el promisorio escenario educativo público en Colombia, que se venía trazando a partir de la Constitución de 1991 y la Ley 115 se ve amenazado por el Acto Legislativo 01 y la ley 715 de 2001. La razón fundamental es que esta normativa cambia radicalmente la estructura, distribución, asignación y competencias de los entes territoriales definidos así departamentos, distritos, municipios certificados y resguardos indígenas y su participación en cuanto a educación, salud y otros propósitos destinados al mejoramiento y buen funcionamiento de cada uno de los entes territoriales. Palabras más, palabras menos, E. Castillo Guzmán, afirma que a partir de esta contrarreforma las demandas de estos grupos poblacionales “quedan supeditadas a una débil descentralización, ahora regida por la lógica neoliberal de reducción del gasto y mejoramiento del servicio educativo, en la perspectiva de estandarización y competencias” (Castillo Guzmán, 2008:22). Este nuevo marco legislativo no es exclusivo de las políticas públicas educativas, por lo que podría pensarse que éstas quedan intactas y que, por tanto, los procesos adelantados continúan el recorrido que venían realizando sin mayores dificultades. Sin embargo, este acto legislativo lo que hace en materia educativa es regular, en cada una de las entidades territoriales, la contratación de los maestros en relación técnica con la cobertura, desconociendo las múltiples realidades educativas a la que con anterioridad se le había dado cabida. Siguiendo el discurso de Castillo Guzmán, este nuevo orden pone en crisis el concepto de la educación y ha desplazado la noción de etnoeducación hacia esa crisis general. La educación para poblaciones se ve enfrentada a una distribución de recursos económicos para su sostenimiento que dista de los avances obtenidos con anterioridad. En esta lógica, es pertinente señalar que el modelo Escuela Nueva, sin ser reconocido como modelo etnoeducativo, se introduce como parte de sus dinámicas por las posibilidades que le brindaba a los entes territoriales (Departamentos) de disminuir los índices de cobertura a menores costos, puesto que ya se contaba con materiales didácticos baratos, personal capacitado y, además, no requería de un gran número de profesionales universitarios, lo que abarataría aún más la posibilidad de su aplicación. Al respecto, Montesinos, platea que este tipo de sistema socio-educativo, interconectado con otros marcos legales y formas de reparto de lo Estatal, promueve estas nuevas inscripciones laborales, que por lo general son precarias y en el marco de variados programas y

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la forma en la que se organiza la educación contratada en Colombia, año a año, se enfrentan a la incertidumbre de su continuidad laboral, que no sólo es un interés de los maestros de los centros educativos sino de todo el equipo que coordina y dirige la implementación del proyecto etnoeducativo (Montesinos, P., en imprenta). Sumado a lo anterior, los recursos extranjeros provenientes de la estrategia mundial “Educación para Todos” estaban facilitando la financiación para replicar y reproducir este modelo educativo sin mayores requerimientos de pertinencia. En este contexto de conexiones, quisiéramos agregar que la implementación de la Ley 715 tuvo un fuerte apoyo por parte del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) a través del programa “Nuevo Sistema Escolar”, con el supuesto de mejorar la nueva organización y a fortalecer tanto las instituciones educativas como las secretarías de educación (MEN, 2010:31). Esta intervención pone en evidencia, lo que plantea Montesinos, al respecto de la construcción del campo socioeducativo; pues no puede obviarse este dato para comprender “las formas en que se procesa (e interviene en) la desigualdad social y educativa de las nuevas generaciones” y, como a través de la implementación de ciertas modalidades se puede continuar legitimando las consecuencias de la devastación neoliberal , que hoy se mimetiza con las formas actuales en que se produce y reproduce la desigualdad social y educativa” (Montesinos, P., en imprenta:11). Por esto, no es accidental que la implementación de la Ley 715 haya generado nuevas y múltiples complejidades en la atención educativa a poblaciones22. En los programas de gobierno siguientes: “Revolución Educativa” (2002- 2010) y “Educación de Calidad camino a la Prosperidad” (20102014), si bien, la mayor parte de las normativas se sostienen, su aplicación empieza a resquebrajarse por la débil institucionalidad para mantener los proyectos educativos asociados al campo y los proyectos etnoeducativos. Esto se manifiesta explícitamente en la desaparición de algunos organismos y la reducción de otros (observatorios, centros de investigación, convenios académicos, secretarías…) que venían constituyéndose en focos permanentes de reflexión, avance y transformación de estos procesos. Por lo anterior, es clave comprender que el fuerte acento étnico que propone la política multiculturalista del Estado, presumió una especie de coherencia en la atención adecuada de estos grupos poblacionales y, además, al establecerse como fundamento de las políticas su construcción desde dentro, se generó una pretendida legitimación de las mismas con el supuesto de que a través de éstas se lograba responder a las demandas y aspiraciones de los distintos grupos, con el fin de hacerlos-parte-de o de incluirlos en los procesos educativos estatales, posicionando la diversidad étnico-cultural como la alternativa de respuesta a las múltiples problemáticas sociales que atraviesan estos grupos poblacionales y propiciando un ambiente de discusión en el que se ha mantenido la valoración de una aparente autonomía para la ejecución de dichas políticas (Orrego Chica, 2012). Sin embargo, como mencionamos, tal autonomía institucional fue arrinconándose al punto, de convertirse en una autonomía absolutamente regulada, a expensas de las posibilidades del gasto público asignado para cada Departamento y de la “voluntad política” de los distintos gobernantes en los entes territoriales. 22 Aparecen nuevas disposiciones normativas en las que se incluyen, específicamente, a los grupos étnicos. En el 2003 el Despacho del Ministerio de Educación Nacional expide la Directiva Ministerial No. 08, del 25 de Abril, cuyo asunto es el proceso de reorganización de entidades territoriales que atienden a población indígena; y la Directiva Ministerial No. 12, del 15 de julio, que tiene por asunto las orientaciones relacionadas con la Educación Nacional Contratada, modelo bajo el cual operan la mayoría de centros educativos en contextos rurales y poblaciones étnicas.

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Revista del Taller de Escritores En conjunto con las anteriores conexiones, este resquebrajamiento y limitación extrema de la autonomía institucional tanto del Estado como de las instituciones constituidas por los grupos campesinos y étnicos, fueron permitiendo que nuevas instituciones generen propuestas educativas de bajo costo que faciliten la prestación del servicio en zonas alejadas de las cabeceras municipales (zonas rurales) y resguardos indígenas. Por ejemplo, en el Departamento de Nariño, la Secretaría de Educación Departamental ha venido contratando “operarios” del servicio educativo con el objetivo primordial de ampliar la cobertura. Los operarios son instituciones educativas con experiencia que formulan los proyectos educativos institucionales o los proyectos etnoeducativos comunitarios, apropiándose de las categorías conceptuales instaladas en los marcos normativos y de las experiencias que se han considerado exitosas en otros contextos (Escuela Nueva) para replicarlas en sus proyectos, situación que ha continuado reproduciendo esa visión del “otro” (campesino, indígena, afrodescendiente) como diferente/diverso desde una perspectiva cultural. Por esto, dichos proyectos siguen acentuando la salvaguarda y el rescate de saberes, tradiciones y valores “propios”, que por lo general, están ligados a lo ancestral, motivo por lo cual involucran esporádicamente actividades encaminadas a la escucha y transmisión de esos saberes por parte de algunos integrantes de estos grupos poblacionales, especialmente, para el caso de indígenas y afrodescendientes. Finalmente, es relevante recordar que durante estos últimos años estos marcos normativos no han sido reformulados ni reevaluados por el Estado. La persistencia retórica de la “inclusión educativa” – a la que hace referencias Montesinos – y que ahora en Colombia se promueve como “atención a la diversidad”, además de posicionar la idea de que el país cuenta con una normativa sólida en esta materia, “continúa opacando la cuestión de la desigualdad social y la profundización de la diferenciación educativa” (Montesinos, P., en imprenta:11); mucho más en estos últimos años, que tanto la educación campesina como la etnoeducación hacen parte de un proceso único en el que se sigue apostando por un sistema educativo que propende por extender la cobertura y mejorar la calidad, siguiendo la racionalidad de la Ley 715, implementando un modelo educativo nacional estandarizado, fiel al cumplimiento de las metas que dicho modelo define (Pruebas Saber, pruebas internacionales, planes de mejoramiento, indicadores de gestión etc.) (Castillo Gúzman, 2008), del cual la Escuela Nueva es un engranaje fundamental. 4.

Más que conclusiones

Considerando que, si bien nos arriesgamos a perfilar dos procesos distintos, en el marco de las políticas educativas públicas, estos presentan conexiones históricas fundamentales, encaminadas a evidenciar la relación dominante/dominado, relación que se esconde bajo la sombra de un multiculturalismo que subalterniza al otro diferente/diverso. Esta podría ser, una de las bases críticas para comprender la forma en la que el Ministerio de Educación Nacional integrara estas múltiples realidades bajo un marco normativo único, y que avala y legitima una forma particular de reproducirlo a través de la metodología de Escuela Nueva. Es claro en el discurso, que el eje del debate educativo en Colombia durante las dos últimas décadas ha correspondido, al igual que en otros países en Latinoamérica, al cambio paradigmático proveniente, si se quiere, de un contexto cultural más amplio, que ha inducido la particular apropiación del concepto del multiculturalismo y sus derivaciones en el campo educativo, ofreciendo la posibili-

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Revista del Taller de Escritores dad de avanzar de una visión de la educación homogénea a una visión heterogénea que propuso, en principio, la “inclusión” de los “otros” en las políticas públicas educativas y luego, avanzar hacia una educación en la “diversidad”, con el supuesto de que el otro, aun siendo un-otro hace parte del nos-otros y, por tanto, no se hace necesario integrarlo o incluirlo sino reconocerlo como igual en la diversidad, diversidad que nos es constitutiva a todos. Esta visión de cambio paradigmático de las políticas socioeducativas analizado por Sinisi, pone el acento en que las relaciones que se dan entre el Estado y lo sujetos adquiere contenidos particulares en el acontecer cotidiano, que no es homogéneo o predecible y que, por el contrario, estas políticas están mediadas por la acción de los actores escolares, quienes resignifican estas políticas al pasar al plano operativo, modificando sus orientaciones y contenidos originales (Sinisi L., 2013). Por esto, la Escuela Nueva, también ha podido ser respuesta, porque a pesar de sus limitaciones y de la base neoliberal sobre la que se instala su replicación, ha sabido reacomodarse, rehacerse, recrearse, no desde su centralidad, sino desde las particularidades de algunos centros educativos que la han constituido como una fortaleza y como posibilidad de resistencia contra-hegemónica. Lo que, finalmente, nos queda es reconocer que en este entramado de relaciones que se construyen desde la formulación de la política pública educativa hasta su ejecución, han existido y siguen existiendo una serie de conexiones históricas y disputas epistémicas que ponen en evidencia la insistente e inapropiada verticalización en los procesos de gestión de las políticas educativas en el país. Por esto, vale la pena plantear, a manera de síntesis, algunos retos educativos que surgen a partir de éste análisis, retos, que no se dirigen a la reformulación de los marcos normativos ni a revisar “desde arriba” los sustentos teóricos sobre los que estos discursos se han instalado, los retos van dirigidos a quienes han asumido la responsabilidad social de trabajar con estos grupos poblacionales en estos contextos rurales tan complejos y dinámicos. * Investigar para cuestionar y crear redes Cada centro educativo, rodeado de múltiples complejidades, permitiría un abordaje investigativo de diversas disciplinas y saberes que cualificaría la mirada y agudizaría el pensamiento para cuestionar las formas en las que se reproducen los procesos educativos encaminados a sostener la relación dominante/dominado. Por esto, es superlativo, a la par de un proceso de intervención como operarios del servicio educativo, comprometerse con procesos de investigación que permitan la revisión permanente de este accionar en los contextos rurales. Para esto es fundamental crear equipos interdisciplinares de trabajo que estén lo suficientemente apasionados por acercarse a la realidad para comprenderla; ésta investigación que proponemos, exige, sobre todo, la incorporación de un análisis que tenga en cuenta el conjunto de intervenciones sociales del Estado dirigidas a los sectores subalternos, pues es en estos sectores donde el poder dominante ejerce con mayor fuerza su influencia, haciendo de su discurso una verdad ineludible, interviniendo los más mínimos detalles de la cotidianidad de dichos sectores (Montesinos, en imprenta). Por esto, las investigaciones que tengan por objeto los procesos educativos no pueden desconectarse de las condiciones de desigualdad social en las que viven los sujetos, y de cómo estos procesos pueden o no continuar legitimando y reproduciendo esa desigualdad.

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Revista del Taller de Escritores En este sentido, es importante reconocer que en Colombia algunas universidades y centros de investigación han venido realizando procesos educativos que distan de lo que hemos expresado en este trabajo. Estos procesos han requerido enormes esfuerzos y continuas confrontaciones, que han privilegiado la posibilidad de una construcción colectiva y permanentemente revisada de los mismos, de modo, que al margen de la necesidad de responder a estos marcos normativos, han obtenido significativas transformaciones, críticamente resistentes ante las formas de reproducción hegemónica. Por esto, nos adherimos a De Sousa Santos, quien nos invita a replicar contextualmente estos esfuerzos localizados y a crear redes de apoyo y cooperación regionales, que visibilicen y viabilicen estas nuevas experiencias de transformación eco-social (De Sousa Santos, 2003). * Transformar desde la cotidianidad. Gramsci planteaba en su momento que la conciencia del niño no es algo puramente individual, sino que es el reflejo de la fracción de la sociedad civil en la que el niño participa, y que, la conciencia individual de la mayor parte de los niños refleja relaciones civiles y culturales diversas y antagónicas con respecto a las que están representadas en los programas escolares, que por lo general se encuentran fosilizados y anacrónicos, por ello, la unidad entre escuela y vida es un supuesto escindido (Gramsci, 1975). Este planteamiento, compaginado con el cuestionamiento central de nuestro discurso, nos reta, a quienes asumimos la responsabilidad de llevar a cabo un proyecto educativo institucional o un proyecto etnoeducativo comunitario, a despojarnos de las ataduras que trae el construir desde y no para, es decir, estos proyectos deben dejar de ser una tarea previa de un equipo de trabajo que responde normativamente a unos parámetros preestablecidos a ser una construcción colectiva, dinámica y permanente que posibilite la revisión, reevaluación y reformulación de esos parámetros. Para esto es indispensable construir desde la cotidianidad en la que está inserto cada centro educativo; este reto, no puede prescindir del anterior, porque es, precisamente, agudizando la mirada (investigando) sobre los resquicios de lo cotidiano en la escuela, en esos tiempos y lugares del acontecer simultáneo, donde realmente encontramos que ese conjunto de niños, niñas y jóvenes no caben en unos parámetros estandarizados y normalizados de homogeneidad en la diversidad (Sinisi L., 1999). Atender a la diversidad, no puede hacerse homogeneizando el modelo educativo tal como lo propone el Estado, para transformar desde la diversidad es necesario volver a lo cotidiano, y desde allí, transgredir el modelo preestablecido y construir unos nuevos que posean la capacidad de rehacerse y retroalimentarse permanentemente, que no se consideren nunca acabados, sino por el contrario, que estén siempre atentos a no terminar convirtiéndose en “el modelo”, incuestionado e inalterable que, finalmente, termine reproduciendo aquello que una vez cuestionó. No podemos seguir interviniendo la realidad de forma vertical a partir de proyectos de un alto contenido académico, con unos propósitos predefinidos, con un “perfil” prediseñado. Es en la escala de lo cotidiano, donde de manera permanente los sujetos particulares (maestros, estudiantes, familias, productores, sabedores, todos) se apropian y hacen suyas las formas de “control” del poder hegemónico. Estas formas traducidas en prácticas educativas pueden constituirse en una apropiación que se rebela, la escuela constituye una “realidad rebelde”, dice Rockwell, producto

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de una construcción social y no de una deducción de realidades universalmente constituidas. No es posible que sigamos dando respuestas tan poco originales frente a unas realidades tan ricas, diversas y dinámicas. Finalmente, traemos esta cita de Díaz de Rada, que sintetiza nuestro particular reto, tras revisar la “adopción” de la Escuela Nueva como el modelo a replicar en las complejas tramas que se entretejen en gran parte de los contextos rurales en el Departamento de Nariño y en Colombia: Es prioritario trabajar por una escuela más clara en sus fines institucionales, o sea, más transparente para esos ciudadanos que acuden a ella a diario; una escuela en la que se explique a los niños para qué van allí, en concreto, con la mayor claridad posible; una escuela compatible con formas educativas y con contenidos educativos no escolares, es decir, presenciales, locales, activos, prácticos; una escuela en la que todos los docentes, sea cual sea el grado de escolarización, sean tenidos en cuenta como investigadores activos de su propio oficio y remunerados como tales, en igualdad de condiciones; una escuela en la que se enseñe menos, pero se sepa mejor lo que se enseña. (Díaz de Rada, 2011: 97-98)

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ENTREVISTA CON EDUARDO DELGADO ORTIZ, AUTOR DE COMO TINTA DE SANGRE EN EL PALADAR Por DARÍO HENAO RESTREPO Uno de los acontecimientos literarios más importantes de finales y comienzos del milenio, es el libro de relatos del escritor nariñense Eduardo Delgado Ortiz. La temática de estos diecisiete relatos se inscribe dentro de un ambiente urbano tocando, desde adentro, el dolor y el desarraigo del ser humano desde todos los tópicos. Es una obra representativa, de gran valor ya que por primera vez, en Colombia, se rastrea el mundo que acontece en la NOVELA NEGRA: la del hombre sumergido en la soledad del submundo atrapado en una sociedad donde la vida no tiene ningún valor. Es el espejo refractario de la gran ciudad con todas sus grandezas y horrores. Por esta y muchas razones más, quisimos dialogar con el autor de esta interesante obra, que confronta al ser con la vida, despojado de subjetivismo, y con gran calidad literaria y un gran sentido poético. P/Darío: Cuéntenos un poco acerca del proceso de elaboración del libro, un poco como la genealogía de ese universo ficcionario. R/EDUARDO: La elaboración de un libro de relatos o de una novela, es un poco la vida del escritor. No su biografía. Y eso me hace recordar a Roberto Arlt, quien decía: la vida es un montaje, la obra también lo es; de modo que los ajustes de la verdad son una forma de los componentes de la inventiva. Una vieja amiga repetía: la vida es un sueño. ¿Y la literatura? Yo me crié a una cuadra del parque Nariño, en Pasto, pero mis amigos vivían cerca a la galería de mercado y más allá estaba el barrio El Churo, que era y aun sigue siendo un barrio de bandidos y de guapos por donde merodeaban las mujeres canallas. Un barrio de cantinas y música arrabalera. Daniel Santos, Charlie Figueroa, Bienvenido Granda se paseaban con su melodía por las calles del Churo. En el barrio había un gimnasio donde entrenaban los duros, también una tienda donde vendían helados y alquilaban historietas de vaqueros, de lucha libre. Curiosamente el dueño de esa tienda se llamaba Roberto, igual que el escritor argentino. Y como lo hizo Arlt, en su barrio; yo también iba a esa tienda a leer folletines de Rocanvole, La mano negra. Historias de gansteres y Alcapone. Igualmente, leía a Dostoyevski, Balzac, Babel. También desde niño fui un soñador, un fabulador. Por otra parte mi padre era un hombre liberal en el sentido gaitanista. Un hombre con ideas revolucionarias. A mi madre le gusta la poesía, era buena lectora y también está mi hermano Carlos, que es un gran pintor. La política, la poesía, el color, incidieron, de alguna manera, en ese mundo ficcionario. Llegué a Cali en el 69, como dice el disco. Y no me sustraigo al barrio, a la bohemia de bares y música. Tampoco soy ajeno a los movimientos de izquierda y a los ritos culturales y teatrales. Cali me acogió con calor humano y me brindó la amistad de varios amigos: Los Díaz, estas vos. Tantas personas queridas con los que he compartido tertulias en donde la política (el marxismo, materialismo histórico) y la palabra han sido importantes sobre una aproximada visión del mundo. Lo cual, también quiere decir, que en las narraciones mis preocupaciones políticas o sentimentales, no tienen

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Revista del Taller de Escritores nada que ver. Y yo creo que esta ultima parte contesta el origen de mi universo de ficción. Y por supuesto esta, también, toda la tradición literaria. Y como dice el personaje del relato La mano: sin los libros no somos más que unos pobres fantasmas empíricos. P/D: Hay una serie de lecturas, de guiños ínter textuales que denotan una abundante lectura de autores de la novela negra. Al respecto cómo ves las filiaciones o los precursores de tu texto? R/EDUARDO: Antes de abordar de lleno la escritura del libro de relatos Como tinta de sangre en el paladar, organicé una relectura de algunos escritores clásicos, que de alguna u otra forma, correspondían a mis inquietudes creativas. Soy un apasionado de los clásicos, pero la organización de esta lectura obedecía a una forma del realismo como textura. Hablo, en su orden de Balzac, Stendhal, Flaubert, Joyce. Casi todos los norteamericanos: Sherwood Anderson, Melville, Dos Pasos, Dreiser, Faulkner, Hemingwy, Capote etc. Este paréntesis, obedecía a que, lo escrito hasta el momento no me satisfacía. Por lo tanto, después de estas lecturas organicé una relectura de maestros del cuento, empezando por Poe, Chejov. Maupassant; hasta llegar a los latinoamericanos. La lectura de la novela Criminal: policiaca, novela negra y erótica, la dejé para el final, ¿por qué? Porque de esa lectura me interesaba únicamente su forma y el clima. El tratamiento del material lo tenía más o menos claro. Hammett, Chandler y otros, fueron importantes en cuanto eran unos maestros del género. Sin embargo, ese mundo no correspondía a mi sentimiento y entorno. Mi realidad y mi mundo ficcionario corresponde a una historia incuestionable. Y que se entienda, que la realidad sólo es una disculpa para la creación. La ínter textualidad es una de las claves que encierran las historias. Es el alma que guarda el fondo del relato. Se requiere entrar en el juego de la relectura para poder entrar en la trama propuesta y tener una compresión más clara de la historia. Pienso que ahí está el jugo y el sabor de cualquier narración. En cuanto a los precursores de mi texto, sería un alarde de vanidad y detesto ese formalismo. Hay muchos escritores valiosos trabajando con sinceridad, y eso es lo importante. P/DARIO: Hay un universo muy especifico de un periodo de la historia de Colombia y de Cali, el del narcotráfico, cuya visión está construida desde adentro y con un afán a veces irónico, a veces trágico o cómico, al respecto que puedes decir de tu perspectiva frente a estos universos. R/EDUARDO: La escritura obedece a un oficio, y el cuento tiene ciertas particulares en un mundo cerrado, que no permite especulaciones. Ahora bien, soy Colombiano y ese es mi destino; y el entorno no me sustrae del acto creativo. Mirá, Darío, a Chesterton se lo tilda de católico y moralista, y en un ensayo Chesterton dice: “me gustan los relatos sensacionales, las novelas policiacas, las novelas que tratan de la muerte, del robo y de las sociedades secretas, gusto que comparto en común con la masa casi total de la población masculina de este mundo”. El burgués Borges abordó el mundo sórdido de bandidos y cuchilleros con propiedad poética. Igual yo estoy contagiado por ese gusto. Me atrae el crimen como fórmula narrativa. Es un problema de gusto literario y de imaginación. Ahora bien, EL mundo en el que estamos sumergidos, y en el que están sumergidos los personajes de Cómo tinta de sangre en el paladar no sólo obedece al del narcotráfico, también, a una socie-

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dad corrupta, a la hipocresía, al amor, dolor, el erotismo y a la muerte. Este doloroso desangre, llevado a la narrativa deja de ser horrible para convertirse en arte y el arte por su misma naturaleza se transforma en una visión desde adentro con una objetividad simbólica que no solo hace soñar, también pensar al Ser en su esencia. Lo irónico, lo trágico y lo cómico está en su misma naturaleza. En la misma función creativa, en la argucia del escritor y en el tratamiento del material. Cali, por otra parte es escenario, de muchas de las narraciones del libro. La ciudad, el barrio, las calles. El clima y la luz; el habiente y el lenguaje bordean el corazón del relato. A veces disfrazo un barrio o una calle para volverla más impersonal. A la avenida Sexta la llamo avenida Rosa; a la avenida Estación, avenida Ferrocarril. El barrio está pintado con su sabor. Algún narrador o algunos personajes están imaginado en la ciudad imaginada de Cali. La realidad y la imaginación se funden en un solo ser del cuento. También está Santa Fe de Bogotá y otras ciudades, por supuesto: Colombia y sus alrededores, huyendo, siempre, del color local. P/DARIO: Técnicamente se siente que se trata de un libro de cuentos bastante trabajado. Al respecto cuál es tu experiencia más relevante al escribirlos. R/EDUARDO: La búsqueda de mi identidad, con la palabra, con el lenguaje. El poder fabular, crear; y construir una historia creíble. El poder fraguar con acierto el lenguaje del pueblo, sin ningún color local. Es una pelea, que como dice Cortázar, se vence, no por puntos sino por nokaut. Eso de tejer la historia desde adentro con cierta objetividad y rigor que exige el cuento es un reto de un atleta voraz frente al texto. Cernir y moler hasta que sólo exista el cuento en su laxitud. Esa pelea con la palabra es muy rica. Se disfruta igual que cuando se mete un gol al adversario. Meterse en el cuento erótico y golpear con la palabra al lector hipócrita es muy interesante, pero también está el juego de la historia y su correspondencia con la imaginación. En Colombia no hay una tradición con la literatura erótica, policiaca o con la novela negra y ese es un buen reto. En ese sentido cada cuento es un juego y una lucha muy interesante. P/DARIO: Cuál ha sido la recepción que han tenido estos cuentos en diversos públicos. R/EDUARDO: Borges decía algo muy acertado, para definir esa pregunta: Hay que espera cien años, para ver sí valió la pena el esfuerzo. Escribo por diversión, para poder soñar, escribo como un carpintero enamorado de su oficio; también para compartir mi experiencia con algunos amigos. Como tinta de sangre en el paladar, es un libro de relatos en pañales, que requiere de cuidados para que madure y, ahora no solo me pertenece a mí. También a mis amigos y a los lectores. Sin embargo, las pocas personas que lo han leído me han regalado una sonrisa, y es suficiente. Un obrero, por ejemplo, me contó (refiriéndose al relato “Parecía un galán de cine, era Moreira”) que la puñetera mujer que envenenó con sus embustes al amigo de Moreira era una porquería, pero que más repulsivo era el amigo que había traicionado a Moreira. Otro lector, igualmente obrero, se identificaba con el personaje de “La mano”. La masturbación y la muerte la había vivido de joven con angustia tenaz. Mis hijos y sus amigos leyeron el libro con interés, lo cual ya es mucho decir, en una sociedad donde se lee muy poco. Y de algunos intelectuales que han leído el libro, he recibido una buena respuesta, la crítica ha sido generosa, lo cual agradezco mucho.

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Revista del Taller de Escritores EDUARDO DELGADO ORTIZ, nació en Pasto en 1950; reside en Cali desde cuatro décadas. Cofundador de Cali-Teatro y de la revista Metáfora, ganadora del premio Colcultura, de la cual es jefe de redacción. Pertenece al grupo literario El Zahir. Sus ensayos de autores vallecaucanos, sobre el cuento norteamericano y la novela negra, han sido publicados en suplementos literarios y en revistas. Hace parte de la antología Cuento colombiano al borde del siglo XX1, Veinte asedios al amor y a la muerte, Ministerio de Cultura, 1998; de la antología Cuentos sin Cuenta, Universidad del Valle, 2003; y de la antología bilingüe (Colombo-francesa) Calí-grafías, La ciudad literaria, Programa Editorial Universidad del Valle y Revista Vericuetos, de Francia, 2008. Antología El hombre y la maquina, 20 años. Universidad Autónoma de Occidente, 2008.Es autor de los libros Como tinta de sangre en el paladar (cuentos, 1999), Por los Senderos del Sur (novela, 2004), Geometría del crimen (ensayos, 2007), La experiencia interior (cuentos 2008), Dionisia (novela, 2010).

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Narrativa

Iniciaci贸n (detalle), oleo, 2010 Orlando Morillo Santacruz.

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Revista del Taller de Escritores CHRISTIAN DAVID CERON Licenciado en Lengua Castellana y Literatura, Universidad de Nariño. Autor de varios libros inéditos. RESOLUCIÓN ¿Qué paso con la bella imagen que construías al futuro? donde yacen mi sueños en lo tuyos, los tuyos en los míos. ¿Dónde están nuestras sombras que se unían en el dulce sol de tu mirada, donde me empapaba con tu alma, dulce néctar para mí? ¿Qué ocurrió con mis caricias y mis besos, con el sentimiento eterno de darte miles de abrazos? sólo lagrimas quedan en el espejo. ¿Qué paso con la vida que soñé contigo? pareciera todo esto un arrebato del destino. Extrañarte duele en lo profundo, sin comparación de nada, sin que llene el mundo y punto. ¡Tanta pena me da verme morir! sin ti a mi lado, reafirmando mi soledad, sin entender por qué te vas. ¿Qué paso con la unión de nuestros cuerpos, con lo baños de la mañana, con las comidas del día juntos? ¿Dónde has dejado mi alma desorbitada por las calles de tu ciudad, sin que yo pueda encontrarla? Y ganas nuevamente, siempre ganas, aunque me adviertas que no es necesario causarme el daño, sabiendo que alejarte es el daño. ¿Dónde quedó el abrazo que nos dimos y las palabras que dijimos? Por lo menos tu nombre ha quedado grabado en un símbolo de compromiso eterno, donde también quedó la promesa de esperarme, un símbolo tan simple como el mío, que sólo guarda un eterno amor hasta la tumba acariciándome la mano. Mi corazón trata de latir, el alcance es mutuo, mis ojos desorbitados y melancólicos tratan de gritar, pero no pueden, mi vida está cambiando, arriesgando su futuro, construyendo pesadillas. Mi alma, quiere morir y no la dejo, entonces: ¿de qué existir en este penar valdrá el valer, si cada vez en cada cuanto me desvanezco sin querer? Todo se achica en mi mundo, todo, ahora pierdo la memoria, ahora ya no sé quién soy, tal vez la muerte encasillada en un adiós.

DÍAS REPETIDOS Otro día más angustioso y pesaroso se avecina, así como la arboleda asesina en un día de verano. Clandestina en la vida pasará esta condena del alma mía, en otro día más, penoso y mentiroso, sin confiar en lo que miro, sin tragarme las palabras. Así, de todos modos se sigue en la trocha inmunda y desconocida de la vida, confiando en que algún día, mis ojos ya no miren las atrocidades del destino y mi mente ya no sueñe lo prospectivo del futuro.

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Otro día más, pareciéndome a una hoja en el invierno, que no sabe en dónde está y no sabe a dónde va. Quiero volver, pero hasta este punto, la locura es el camino.

EL SANTO DE MIL NOMBRES Quiero llegar hasta el trasfondo oscuro de una lágrima, discernir una sonrisa y ser literal, empapándome de amor asesino hasta matarme. Encarcelarme en un beso de trescientos ochenta grados, y quemarme con el beso. Quiero querer sentir un te quiero, aunque sea en un cielo de lagos oscuros y nublados, por ejemplo, resistir un abrazo que sea frío y bien lejano, tener la fuerza de cargar tu temperamentos y anclarme entonces, a tus personalidades que se recrean con los tiempos. Tanto quiero y nada tengo, sino de pronto la indiferencia en un mundo de plastilina que ha sido mi condena y que se cubre con pañuelos. Quiero llegar a tu cuerpo hasta cansarme, ahogarme en tus recuerdos y persignarme al soportarte. Ser esclavo de tus ratos libres y amo de tus miles nombres. Pero tanto quiero y nada tengo, sino el encanto de haberte conocido en un mes pasajero, pasajero del amor, de la vida y el llanto. Quiero llegar hasta el trasfondo necio de tu alma y susurrarte paulatinamente en tu piel de miel que te quiero, tan tenue en lo posible, pero más aún proclamar en tus miles nombres: Tanto quiero y nada tengo, sino la cárcel que me ata para amarte, soportando tus rechazos, dulce espina de mi mente. Quiero llegar hasta el trasfondo ello de lo nuestro, reafirmar mi vida con la tuya; sobrevivir en el intento y amarte para siempre, sintiendo lo que sientes, pensando que algún día tu sombra se una con la mía en medio del sol que nos corrompe, en las mañanas que nos vemos.

VEN TE DIGO Si quisiera desorbitarme por tu ausencia, caer rendido por negligencia, morir con miedo, sucumbir de amor y no tenerte, ahogarme con lágrimas hasta no poder; llorar y llorar bajo el tenue susurro de un suspiro triste, estancarme en el olvido y ponerme de luto al recordarte, ahora es el momento. Si quisiera anclarme a tener tus besos para siempre, amar más de lo que eres y rescatarte de la soledad latente, acostumbrarme a vivir contigo, morir de amor hasta la muerte, suspirar por mucho tiempo y escuchar los susurros de tu voz tan delirante y endulzante, ahora es imposible Si quisiera acostarme una noche entera, arrojarme al egoísmo, no volver amar, no encontrarme con nadie, no vivir para nadie, no endulzarme los oídos, cerrar mis ojos y fallecer a las maravillas

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Revista del Taller de Escritores vivientes, entristecerme para siempre, creer del amor solo un colapso y una horrible pesadilla, pensar en no buscar un beso, cogerle tedio a los abrazos, burlarme de las caricias, reírme del enamoramiento y caer en el vacío, ahora es pertinente. Si quisiera decirte cuanto te amo, que no te olvido, que soy tu amigo de momentos, tu consuelo de un amor de pasatiempos, la sombra de tus lágrimas, el abrazo invisible que se jacta de percibirte, el suspiro eterno que en el viento te recuerda mi nombre en los instantes de tus momentos libres, el recuerdo de un beso inolvidable, el que no te faltara nunca aunque no lo sepas, la caricia eterna por las noches y tu ángel guardián de los problemas, ahora es lo que siento. y lo siento no poder volver a verte, aunque nunca faltarás en mi pensamiento, aunque el tiempo me envejezca y ya no me recuerdes o hasta que no te piense por la locura de mi existir y por la amargura de vivir, por el sufrimiento de mis días, la angustia eterna de no resistir, el abrigo frio de la soledad persistente, el sabor amargo de mis labios secos bajo la luna negra de los cielos blancos, hoy es el día, el día de morir, de dejar de poner mi nombre como testaferro a los amoríos, de frustrar mis pensamientos con inalcanzables deseos y a pesar de que la noche fresca, todavía fresca desde que te conocí, hoy me desconozco, te desconozco a ti, así como no me volveré a conocer y no querré conocer a alguien que se parezca a ti: dulce momento inolvidable efímero que se llevará por siempre mi mente, mi voz y el corazón latente resistente a los cataclismos, esperando yo, no me los regreses. Si quisiera hacer de mi vida un apagón eterno y jamás por siempre, revivir, ahora es perfecto, tan perfecto como la noche de aquel día en que mis ojos se quedaron ciegos al verte y no vacilé en necesitarte, para luego encantarme con la desdicha de enamorarme y volver como siempre a vivir muerto como ya lo hacía hasta antes de conocerte, entonces, ahora es el presente. Si quisiera… Si quisiera odiar al mundo por nacer, ahora… ahora es el momento, porque mi mundo se acabó por la silueta de tus labios y tu figura de ángel.

CASTIGO Estos son mis momentos necios de palacios de arena y fangosos recuerdos. Tener la vida muerta y vivir (Ansiedad). Querer el no querer y amar sin ser amado (Depresión). Aunque mis lágrimas hagan murgas en el espacio necio y desolado, mi corazón lentamente se vuelve piedra (Arrepentimiento). Con la angustia de la incógnita de saber por qué nací. Con la avaricia de la gente egoísta, incoherente y perdida, no sentirse rescatado. Botar todo a la mierda y odiar hasta el último trago de oxígeno. Ponerme a contar lentamente las horas en las que pasa el tiempo, aunque el tiempo corra sin horas. Querer sentirme sonriente y agradecer las curvas de mi boca por arrojar una sonrisa (fingir).

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Renegarme a desayunar con el día, a dormir con la noche (Tristeza). Amar a quien no se merece y amar a quien nunca existió (Estupidez). Vencer mis miedos, atarme las manos, cortarme la boca, cocerme los ojos, callar para siempre (Deseos). Estorbar, sufrir, sentir que no se siente, vivir inherente, inerte (Pensamientos). Querer que mueran y alargarles la vida (Represión). Gastar de mí lo poco que queda, sin saber que hay más (Verdades). Ver desaparecerme en el viento, acariciarme con la brisa de juegos, alumbrarme con el sol invisible, ver estrellas fugaces y estrellarme, pensar que todo es simple, que no pasa nada, que en estos tiempos el amor no existe, que la vida es carcelera del sufrimiento, que la angustia es la tranquilidad que asusta y que la soledad es una amiga pasajera e incondicional bien amiguera; así exploto en este mundo de juegos, de casas invisibles y de personas muñecos. Creer que todo pasará (muerte). Ser tan marica y aguantármelo todo (Ingenuo).

SOL AVERSIVO Desde aquel día cuando llegué a mi ciudad, el cambio era evidente, ya no era mi ciudad y yo ya no pertenecía a ella, pues me había quedado refundido en el viaje, perdido para todos, sin la posibilidad de regresar. Días antes la emoción se había apoderado de mí, iba en busca de la felicidad, tranquilo, cansado y pensando en el futuro, ¿el destino? La ciudad del amor, de mi amor, donde crece el sol con los besos, donde hay diluvios sin decisión. Al llegar, advertí en su hermosura el sueño que ya antes habitaba en mi mente, la sonrisa perfecta, el color de piel como me gusta, el olor parecido a lo que me inquieta y una estatura acorde con mi cuerpo; era un día perfecto, de recuerdos, de preguntas, de amabilidades, de esperanza; no existían los problemas, y otra vez el mundo no era verde sino rosa, como siempre lo miraba. Al pasar los días llegaron los momentos más importantes de la relación, los pasos de los besos, las caricias y el amor; pero también llegaron los más fríos; los problemas, discusiones, alegatos y resignación. Todo ya no era tan perfecto, pero ameritaba tomar la decisión de continuar la atadura hasta el final o de desligar lo construido, o sea, los meses de palabras y olvidarse en el adiós. ¡Yo no pude! seguí insistiendo intensamente como era mi costumbre, continúe cerrando pactos con el viento, con los simbolismos en mi mano, con todo lo necesario para estar feliz a su lado (Imposible). Y pasaron los días y todo a pesar de… era perfecto, yo estaba feliz porque se cumplían mis sueños, supongo que el pensamiento era mutuo. No fue sino hasta la despedida que me acostumbré para

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Revista del Taller de Escritores siempre a su nombre, me acostumbré a sus caricias, a su mirada tierna o asesina, al tiempo juntos, al calor y a la lluvia, a los ruidos de los árboles y al cantar de las cigarras anunciando que están vivas, aunque para mí anunciaban que estaba vivo yo. Me acostumbré a su imagen y desee ser su semejanza. Las lágrimas antes del viaje me invadieron, las mías, sólo mías, y al momento de partir, no miré sino un espacio en el tiempo de recuerdos, al igual que vi una promesa eterna que caminaba por la brisa de esa tarde acalorada, en la que mi cuerpo sentía frío por la necesidad de un abrazo, de un abrazo en el olvido, y a la vez me iba preocupado por no saber si también necesitaba un abrazo mío, entonces, volví a llorar cuando viajaba. Esta vez en el regreso el viaje era más largo, casi el doble, porque ya no iba en busca de mis sueños, sino que me alejaba. Al darme cuenta cerré los ojos y miré su silueta en mi mente, recordé cada segundo que estuvimos, todos, sin importar como hayan sido, entonces, sucumbí, quise devolverme, pero ¿cómo?, si mis pies y ataduras de manos del presente no me permitían volver a aquel pasado y a pesar de eso, continúe con los ojos cerrados, y veía que su figura se disolvía en el límite y sentí tanta impotencia y tanta ira por no poder ver bien su imagen que desperté. Cuando volví a mi ciudad, es más, cuando llegaba a mi casa sintiendo el frío de mi tierra de una mañana sin esperanzas, despertaba de un sueño, sin saber si era real, pero no importaba, sentía de todas formas que yo ya no era el mismo, que mi alma se había quedado en un no sé dónde y no sé cuándo y sentía irremediablemente que no pertenecía a mi ciudad, sino, a otra distinta, a esa en la cual me había quedado; el problema, el único, es que no sabía en cuál; a pesar de que sentía todavía el dolor, como si aún estuviera con los ojos cerrados, de mirar su silueta en la lejanía. Ahora, en el presente, después de todo, todavía espero que vuelva mi alma y mi vida con la vida mía, con cada beso que dejé a escondidas y cada caricia que se olvidó en el tiempo, con la promesa que miré flotando en ese día acalorado, pero no sé por qué no pasa, si todo apunta a que el viaje fue real; porque aún escucho a las cigarras molestándome en los oídos, anunciando que estoy vivo aunque no quiera regresar, todavía veo a los árboles pasando apresurados por la llegada y lentos en la vuelta; aún puedo oler su cuerpo y escuchar su voz en mi regazo, ver sus ojos envenenados con el tiempo y todavía lloro, lloro sollozando por la angustia de no saber si fue un sueño o sólo un viaje. Por mi parte, sólo sé, que nunca volví a mi ciudad y me extraño, en donde quiera que me encuentre.

A TI Me enloquece con su dulzura, No me enojo, ni sufro, pero por si acaso, Lloro por tu ausencia cuando lastimas lo que queda. Rescato un beso a oscuras en una caricia. Muero lentamente en una lágrima. No me enojo, ni sufro.

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Pero sí y sólo sí, no puedo comprarte con un poema, Me doy por vencido y me arrebato Renunciando a la vida entera o a la eterna. Es que eres firmamento, dulce viento de invierno, Rica luna llena de noche despejada. Poema en controversia de verano. Y te hablo: Dime si no vienes, o anuncia cuando regreses. Dime si te espero o calla cuando mueras. Dime si mejor que el beso es la indiferencia Aquella noche no fue simple como crees, Fue fugaz, inolvidable en la distancia, En el tiempo. No me mates lentamente por el acoso en las llamadas. Resucita para mí y quédate conmigo. ¡Recuerda! Todo esto se sonroja en tu presencia. No te alejes en la nada y disculpa mis palabras. Regresa para mí y adiós indiferencia. Luz eterna de mis ojos, pedazo de boquita De un consuelo enamorado, vuelve pronto. Yo no sé si te confundes, yo no sé si tú me mientes. Yo no sé ni lo que siento, yo no pienso, Yo no hablo, yo te extraño. Vuelve pronto, aquí te espero…

CON AMOR COMO LA V El punto es... Que llegaste a mi vida ¿Quién sabe a qué? A enamorarme, A encarcelar mi corazón, A conocerme, O aventurar. El punto es... Que te necesito en mi vida ¿Quién sabe por qué? Por no estar solo, Por enamorarme, Por encarcelar mi corazón, Por conocerte,

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Revista del Taller de Escritores O aventurar. El punto es... Que no sé cuál es ¿Quién sabe cuál? Pero llegaste a mi vida ¿Quién sabe a dónde? Pero te necesito en ella El punto es... Puntos suspensivos...

PARO SIQUIÁTRICO Cómo es posible sentir lo que siento en la lejanía de los dos, sentir lo que sientes en la cercanía de nuestros pensamientos, estar contigo en cada espacio desojando los problemas, consolándome en la eternidad, con miedo a perderme sin ti, con la razón de mí, entonces, cómo te explicas que yo me explique todo esto, madurando a la brava, pasando de niño a hombre sin ganas de llorar más que en el traspaso de la realidad. Y sé que lo mágico fue viajar hacia el sur y dejar mis huellas en tu camino, derramar en donde no conozco un suspiro caliente de amor, teniendo la certeza de entrelazar tu mundo con el mío en el hecho, rogando a los dioses que nada borre el camino de aquella noche en que por vez primera conocí tu alma, me la robe, pero se perdió mientras intente devolverme, tal vez la conseguí en el segundo viaje, ahí, cuando pude poner mi néctar de pasión en cada electrizante cercanía de nosotros, siendo nómada en tu cuerpo, sucumbiendo en el adiós, perpetrando tu imaginación y uniéndome a ti, para que luego se pierda mi alma en busca de la tuya.

LOCA PASIÓN Tengo ganas locas de verte, decirte que te amo por adelantado, de besarte, abrazarte y quedarme contigo. Necesidades locas de hallarte en un mundo de costumbres necias de vivir para siempre a tu lado. Pasiones que queman y ganas de ti. Eres el fuego y el talento mío, la locura más bella de estos tiempos, tengo entonces... Ganas de quererte, de esperarte, pero sobre todo, a pesar de… raptarte en lo posible y cazarnos en una noche mágica dentro del sueño de soñarte.

MI ENFERMEDAD FUE SER HUMANA Fatídico año que nunca olvidaré, 1969. Todo ocurrió un 28 de junio del mismo año y recuerdo que me despertaba de un trance sin saber la razón ni el por qué estaba ahí tirada en medio de la gente que trataba de sacarme entre la multitud para que pudiera tomar una bocanada de aire antes de ser aplastada por todos; pero recordé que llegué ahí mientras Judy Garland me liberaba de las

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esposas que llevaba puestas en las muñecas, cuando ella le había quitado las llaves al policía que tiempo atrás me las había puesto. Aquel día me preparaba para salir después de haberme mudado al barrio Greenwich Village, Nueva York; era un día de sol, se notaba la calidez de la gente y todos y todas seguían su vida muy normal, por todos los lados que miraba escuchaba el sonido de los tacones sufridos por aquellas mujeres que esperaban a su cliente matutino y que como fuese aguardaban todo el día para poder trabajar, pero eso sí, todas pasaban desapercibidas para no meterse en problemas. Yo tenía por la noche una presentación en un bar muy conocido en la ciudad, conocido porque no cualquier tipo de gente lo visitaba. Mi nombre artístico era La Aurora, pues se rumoraba que siempre iba bandeando mi elegante vestido en todos los actos en los cuales me presentaba, muy aplaudidos por cierto. Llegada la noche comenzaría lo que marcaría el inolvidable recuerdo de esto que les cuento. Aproximadamente acabe de arreglarme a las 8:00 pm, llevaba puesta una peluca roja que terminaba como un cono en mi cabeza; de vestido, uno negro, brillante como una noche de cielo estrellada, también tenía unas zapatillas rojas con un tacón de 30 cm, y me disponía a esperar el momento del acto para cantar Somewher over the rainbow de Judy Garland, una de las canciones más apetecidas en el sitio ¡Quién diría que después me identificaría tanto con ese disco! Al llegar le dije al joven apuesto muchacho que aguardaba en la puerta. - Mucho gusto, me llamo Andrea y soy colombiana, más conocida como La Aurora y vengo a presentar mi Show aquí en Stone Wall, no hace mucho que me radique en Estados Unidos, ¿Es posible que llame al administrador por favor? Respondió amablemente y dijo: - No hace falta, siga bella dama, la estábamos esperando… Así me llevó a mi camerino para que terminara de corregir los últimos detalles de la presentación y con cautela retoqué mi cara angelical para provocar la sensación de la verdadera belleza en la humanidad, en todos los y las asistentes al evento. A eso de las 11:00 pm, antes de que pudiera hacer mi debut escuché un estruendo afuera, recuerdo escuchar las sillas quebrándose en las paredes o las botellas que caían al suelo. Cuando salí para ver qué ocurría, ahí estaban ellos, los que siempre no nos dejaban a nadie de nosotras ser libres, cuando los vi, entré a mi camerino presurosa y simplemente me quedé en la puerta, pero no importaba, igual me encontrarían; y así fue, un policía forcejeó la puerta y me sacó esposada por ser quien era, como si fuera la más vil delincuente; luego me llevaron hasta el centro de la pista, mientras pasaba miraba como mi gente sangraba por los golpes que les habían dado, miraba como lloraban, así como si le arrebataran de los brazos un hijo a su madre. Una vez allí, me quitaron la peluca, los tacos y rasgaron mi vestido y en un pocillo lleno de agua intentaron ahogarme, me sacaban y me volvían a meter la cabeza como si fuera su marioneta, los policías reían, mientras los demás guardaban silencio esperando su turno.

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Revista del Taller de Escritores Karl uno de mis mejores amigos que quise mucho porque él me había ayudado a instalarme en la ciudad, no soportó mirar cómo denigraban mi imagen y me convertían en el centro de burla de todos, entonces rompió el silencio y refirió: - ¡No más! ¿Acaso no ven que no somos anormales? Somos gente, tenemos familia como ustedes. - ¡Cállate! Adefesio- le dijo uno de los policías a Karl y con un golpe tan fuerte con su macana lo mando al suelo, provocando que Karl se desmallara, creo que en todo el bar se escucho como se le quebró el tabique de la nariz. No podríamos habernos dejado siempre de todo eso, entonces pude ver que una de mis amigas se lanzó frente a uno de los policías y con la misma gallardía lo hizo el resto hacia los demás, hasta que se convirtió en una de las peleas hoy más recordadas en la historia, con justa razón, porque fue necesario llegar hasta esos extremos para clamar nuestra libertad. Pasamos en total Tres días peleando contra la fuerza pública, después de esto tuvimos que enterrar a Judy Garland, la cual fue y será un icono dentro del movimiento, porque demostró con su muerte la terminación de una lucha que la habíamos sobrellevado con el silencio. Después de todo el disturbio cerraron el bar durante 20 años y el establecimiento hasta funcionó de zapatería y con ello, se perdió el carácter histórico que tenía el edificio, porque eso sí, frente a la trifulca que se formó, no había razón para tener pensamientos conservadores, porque quién lo diría, este evento promovería para que cada 28 de junio se desfile en conmemoración a lo que sucedió. El bar, luego fue reabierto; espero siga en su funcionamiento. Yo, volví a Colombia, a mi tierra, a Pasto, y me convertí en madre y abuela, a pesar de que su padre haya sido adoptado. Ahora sé que no debe existir ninguna discriminación frente a nadie, porque tengan en cuenta que siempre somos humanos y ese fue mi delito a pesar de los golpes que recibí, los cuales fueron la pena a semejante barbarie, mi nombre. Yo, pienso chicos que no puede haber mejor sonido que unos tacos sufridos corriendo por las noches, tratando de ocultarse de la fuerza pública, porque eso refleja que nosotros hemos luchado por estar aquí y lo seguiremos haciendo, aunque nos cuesta revelar nuestra misma identidad. No olvido que después de salir aquel día entre la multitud, alguien me socorrió, me llevó al hospital y sobreviví, pero más doloroso aún es recordar que el médico me preguntó: -¿Cómo se llama? - Respondí: -Andrea-. Y luego él añadió - Su nombre real señorita. Agachando la cabeza, con lágrimas en mis mejillas, con una hinchazón de ojos que habían sido testigos de los sollozos por la injusticia y con la discriminación y angustia de recordar que de pronto nunca podría ser como quería, le respondí: - Andrés… sólo Andrés, doctor.

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DAVID DE GRANNDA Estudia Filosofía y Letras, Universidad de Nariño DALIAS El paisaje se distorsionaba por la ventana, los árboles, los postes, las vacas, los potreros se desgarraban al pasar del veloz auto en el que iba. Ya ese día había amanecido gris, frío, triste, maltratado; como si presagiara con su melancolía el dolor que me invadía. Sumergido en los pensamientos como en un pantano del que no podía salir, saqué fuerzas de donde no las tenía y me subí a la carretilla de caballo que amablemente me llevó hasta la vereda, hasta la casita. El frío mordía la piel. El cochero, con su cabeza gacha ni siquiera guiaba a su bestia, pues tantas veces habían recorrido el mismo camino polvoriento que ya sus cascos pisaban siempre la misma huella. El cielo cargado de grises nubes teloneaba la escena. Él en silencio y yo también, su sombrero ocultó su rostro, su mutismo amordazando su voz; parecía la muerte a mi lado, llevándome con ella, pero no, ¡No era la muerte! De repente como una cachetada, me sacó del transe, la visión de la casita aquella; seguía siendo la misma. Ahí el tiempo se había amañado y parecía que nunca quiso irse. Blanca cual nube caída, con sus tejas verdes por la maleza que en ellas crecían, se remataba a sí misma con un cerco y un aljibe a la entrada. Fue la primera vez que la vi triste, estaba oscura, silenciosa, por el techo no se colaba el humo anunciando la merienda, y la reja que siempre estaba cerrada, ahora la encontraba abierta. A pasos de entrar al cuarto donde estaba el cadáver, me detuve. Corté unas cuantas Dalias rojas del huerto y entré apuñándolas como si de verdad me estuvieran acompañando. Las mujeres rezanderas eran sombras, el ataúd rústico se iluminaba por cuatro velones que ya iban en la mitad lagrimeando de tristeza. Me senté en silencio y al momento me incorporé, puse las Dalias sobre el féretro y abrí la tapa. Ellas seguían rezando… ‘Dios te salve María llena eres de gracia, el señor es contigo’… Ahí estaba, durmiendo el sueño eterno, con su rostro pálido y sus manos cruzadas. Le recordé en su ferviente juventud vieja, sentado yo a su lado escuchándole cientos de relatos, abrigándome con su ruana, a la orilla de la hornilla que fogoneaba un café de tarde. Cada que íbamos a visitarle, a él, a mi tío, todos salían a ver el paisaje, a respirar, a caminar, pero yo no. Yo prefería quedarme a su lado y escucharle hablar, verlo levantarse con su manojo de llaves y su bordón compañero, a avivar con el juco la candela. Pero eso era recuerdo, él ya no estaba, se había ido, la casa se quedaría sola, pues nada más que él vivía en ella, el tiempo se iría también de ese lugar, la reja nuevamente se cerraría y las Dalias morirían secas. ‘Bendita eres entre todas las mujeres’… Y yo que hace mucho me enemisté con Dios, me uní al rezo: ‘Y vendito sea el fruto de vientre, Jesús’. Lo hice por amor a mi tío, por respeto, por no quedarme callado, porque no había más qué hacer. Volteé la mirada y en la banca donde a mi lado había antes nadie, ahora una viejita vestida

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Revista del Taller de Escritores también de duelo me devolvía la suya. Su rostro cual mapa hablaba en arrugas, la luz de los velones siluetaba su esquelético cuerpo, sin mediar importancia a su presencia escuchaba a la anciana que llevaba la batuta en el rezo: ‘Los misterios que vamos a contemplar hoy son los Dolorosos’. El manto de la fría noche había caído sobre la vereda, San José se llamaba. Cerré los ojos y mientras las voces de ultratumba respondían al unísono ‘Amén’, evoqué los momentos en que fui feliz recorriendo a caballo sus potreros, bajando hasta el río, jugando con los niños -ahora hombres que ya no reconocía- sin parar hasta tarde de la noche, hasta que la voz de mi tío nos llamaba desde arriba de la colina, no vaya a darnos un mal aire, o se nos aparezca el duende. ‘Tío, ¿has visto alguna vez el duende?’ -lo indagaba cada vez que iba mi curiosidad de infante-. ‘Sí mijo, es pequeño, de un sombrero grande, pero no es malo como dicen, en el monte ayuda a juntar la leña, a veces cuando uno sale a buscarla ya la encuentra hecha manojitos amontonada a lado de los árboles. El otro día lo vi corriendo al filo del río, se le había caído el sombrero y no sabía cómo cogerlo’. ‘¿Tú de verdad lo has visto?’ ‘Claro, muchas veces, aunque de lejos, es receloso y nos tiene miedo.’ ‘¿Y es verdad que se lleva a los niños?’ ‘Sí, pero no es por malo, es amigable el duendecito y anda solo.’ ‘Pobrecito, me gustaría irme con él aunque sea por una tarde, a jugar a la orilla del río’. ‘¡No!, si se lo lleva mijo, no lo vuelve a traer, ¿no ve que está solo?’ Y era oír su viva voz en esos cuentos que me atrapaban, su voz baja con un tono verdadero, tan verdadero como que hasta ahora creo que el duende existe. ‘Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre’… Los rosarios daban vueltas y vueltas en las manos calludas de aquellas señoras. Debía ser casi la media noche y me paré nuevamente a verlo, mi tío seguía dormido. Detallé que lo habían bañado, pues su cabello aún seguía húmedo, en el ataúd tenía a lado y lado: Espejo, peineta, una vela, fósforos y un látigo. No dije nada, le sonreí esta vez sin que pudiera verme y me senté de nuevo. ‘Quinto misterio: La crucifixión y muerte de nuestro señor’. Pensaba para mí mismo para qué era todo lo que había en ese ataúd, si ya estaba muerto. Tremulaba un velón. De repente, la señora que estaba a mi lado sin voltear su mirada me dijo: ‘La vela y los fósforos le iluminarán el camino, es oscuro allá. Con el látigo se defenderá de los malos espíritus que se le acerquen. Y la peineta y el espejo será para arreglarse cuando tenga que ver la luz’. Las sombras seguían rezando pero sin yo oírles la voz, sólo lo que la señora me decía.

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‘Es media noche, hay qué irse ya’. ‘¿Para dónde?’ –le pregunté. ‘Para siempre’ –me respondió. Y la oscuridad de la noche invadió la pieza, un ventarrón fuerte apago los velones, el frío sin soportar el mismo frío paralizó una vez más el tiempo. En la oscuridad perpetua en la que estábamos una luz azul celeste se encendió, y lo vi caminar de nuevo, con su bordón amigo y su pasito lento hacia la puerta, la señora de negro iba a su lado guiándole los pasos, paso tras paso, salió de la pieza y en la negrura de esa noche se fue perdiendo. ‘Dale señor el descanso eterno, y brille para él la luz perpetua’. Seguían rezando las sombras como si nada hubieran visto. Salí hasta el camino dejando la reja cerrada, y decidí irme, él se había ido también. Abandonando las Dalias rojas, ya moribundas sobre el féretro, juré nunca más volver a San José. Las Dalias ya estaban muertas.

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Revista del Taller de Escritores GABRIEL BASTIDAS Estudia Inglés-Francés, Universidad de Nariño SOL DE NOCHE Una luz resplandeciente atraviesa las ventanas de una vieja y pequeña casa. Es el hogar de mi abuela y habíamos llegado de visita con mi hermano. La casa se ubicaba lejos de la ciudad, cerca de la carretera principal y entre campos de maíz. Arribamos en la tarde, así que mi abuela nos ofreció café. Luego de charlar y dar un paseo por los campos, el cielo se oscureció y nos disponíamos a volver a la casa para descansar. Antes de apagar las luces, nuestra abuela nos recordó e insistió en rezar antes de dormir. Mi hermano lo hizo, pero yo ya me había alejado bastante de la religión, y rezar era algo que ya había dejado de hacer. Al siguiente día estaba en la cocina a punto de prepararme el desayuno. Me había despertado temprano, aunque no me explicaba por qué la abuela no se levantaba aún. Ella siempre se despertaba incluso antes del amanecer, que es alrededor de las seis de la mañana. Pero esta vez, el sol ya estaba radiante y sus rayos alumbraban casi toda la vivienda. De pronto, noté a través de la ventana de la cocina, una niña pasando por ahí. Era muy linda y al asomarme al cristal, ella detuvo su caminata y dirigió la mirada hacia mí. Rápidamente fingí ver algo más, pero ella me saludó inmediatamente. No podía ser descortés y desaprovechar la oportunidad de conocerla, así que la saludé de vuelta. Ella se acercó a mí y me preguntó si era familiar de doña Carmen, mi abuela. Asentí, diciendo que era uno de sus nietos. Luego me invitó a recorrer los campos. Aunque ya lo había hecho, quería conocer a esa bella niña, así que salí de la casa y nos fuimos a caminar. Conversamos bastante hasta que nos detuvimos en un lugar frente a unos matorrales que no permitían la vista al otro lado. La niña tomó mi mano y traspasamos aquellas plantas para descubrir que al otro lado, yacía una hermosa cascada que no estaba a la vista de cualquiera que no gustara de explorar y curiosear. Me dijo que entrara al agua con ella, pero yo no tenía muchas ganas. Le dije que no, pero ella insistió, entonces comenzamos a jugar. De pronto reaccionó ante algo que escuchó, pero yo no. Parecía que se percató de alguien que se acercaba. Entonces, ella se volvió hacia mí y trató de empujarme. No me movió tan siquiera, pero ella lo intentó con más fuerza y se veía más enojada cada vez. No entendía por qué. Tal vez quería que nos escondiésemos, pero de igual manera, no estábamos haciendo nada malo. Le dije que se detuviera, pero no me hizo caso, y fue ahí cuando alcancé a notar algo diferente en ella. Uno de sus ojos estaba enrojecido. Escuché a mi abuela gritar. Fue justo en ese momento cuando me detuve a pensar en mi abuela, en la casa, en el hecho de que... no recordaba cómo desperté esa mañana. No recordaba haber escuchado el despertador que configuré en mi celular. Tampoco cuándo me levanté de la cama y bajé hasta la cocina. Simplemente abrí los ojos y estaba frente a la ventana mirando a esa niña linda y coqueta que me invitaba a ser su amigo. El cielo se tornó oscuro, el sol amarillo se convertía en una blanca luna que ni siquiera daba indicios de que terminaría su turno, los grandes matorrales desaparecían y se veían campos de maíz nada más. Cuando miré aquella supuesta cascada, el agua dejaba de correr poco a poco, las piedras y la tierra desaparecían formándose un risco cuyo borde se situaba apenas a unos centímetros de donde mis pies se plantaban. A lo lejos escuché a mi hermano gritando mi nombre y mi abuela

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rezando una extraña oración. Saqué fuerzas de donde no tenía y empujé a eso que parecía una niña. Al caer al suelo, los delicados rasgos de mujer que poseía, se modificaban dejando un grotesco aspecto, el de un hombre viejo y pequeño. Mi abuela se acercaba cada vez más, y con su oración perturbaba a ese engendro. Lastimosamente sólo conseguía hacer eso, además de enfurecerlo y así, provocar un terrible acontecimiento. Ella no pudo detenerlo. Extraño fue que justo después de acabar con la vida de mi abuela, este ser se transformó. Sus ojos ya no eran rojos como unos instantes atrás... ahora eran negros. Parecía que ya no quería hacernos daño (a mi hermano o a mí), sin embargo nos vigilaba de cerca, y lo sigue haciendo, nunca se ha apartado de nosotros. Ya lleva algún tiempo así y no sé hasta cuando, pero sí sé que tengo miedo y es a causa de esos ojos que ahora están volviendo a enrojecer.

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Poesia

Enjambre II, oleo, 2008 Orlando Morillo Santacruz.

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Revista del Taller de Escritores GERMÁN CASTRO LASSO Licenciado en Filosofía y Letras, Magister en Etnoliteratura, Universidad de Nariño. Profesor Institución Educativa Normal Superior de Pasto. LUNÁTICO No estoy loco, sólo que a veces Te siento sola, triste y desamparada. Me hablas o simplemente enmudeces Y torturas mi alma desolada. Crucificas mis pensamientos, Aniquilas mis sentidos, Por momentos robas mis sentimientos, Detienes de mi corazón los latidos. Me miras y anulas mi razón, El tiempo se rinde, pasa lento, Me dejas sin alma, sin corazón, Juegas, te burlas, me siento contento. ¿Qué tienes mil formas …? Es cierto. Te he visto bailar reluciente Mi mente es de arena, es desierto… Nada entre los dos queda pendiente. A los lobos he escuchado cantarte A los enamorados robarles el sueño A nuestros ancestros adorarte Total, el cosmos es tu dueño. Te he visto acompañar al mendigo Amí, regalarme tu luz en el pecho Al reo y al vagabundo en ti, buscar abrigo Ahora solo quiero descansar en mi lecho… Y créanme…no estoy loco.

CUATRO ELEMENTOS: Quiero tocarte con los mil dedos Que el viento me ha regalado. Acariciarte en mi pecho herido, Protegerte aún en mis sueños.

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Quiero sentirte mía, Como la noche las estrellas Desnudarte con todo el fuego Que destruye y mata. Quiero saborear tus dulces besos Y palpar tu cuerpo, tu alma, Tus pensamientos, tus locuras, Tus caprichos y delirios. Quiero que vivas y mueras En el devenir cósmico de la tierra, De las gotas de lluvia que surcan las montañas y mis mejillas. Quiero que vivas y mueras En el camino que une y también separa. Pero ahora todo es silencio… El viento me arrebató tu sonrisa, Aquella pasión la apagó la lluvia Fugaz y triste. Y jamás caminaremos la montaña Por donde tantas veces pasamos…

CUMPLEAÑOS: Era 31 de julio… Y por primera vez compartimos juntos el verano. Reímos y bebimos el néctar sagrado de los dioses. El calor enrojecía tus mejillas, mientras el viento jugaba a pellizcar hojas de los árboles y caían, caían a tus pies. ¿Me preguntaste, tienes prisa? Y con sorpresa miro tus negros ojos Y respondo: El tiempo mío, desde hoy te pertenece, Este, es mi regalo.

LEJANA Hoy al salir te vi… Y un suspiro invadió mi pecho Pasaste de prisa, te percibí Total, todo está hecho.

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No puedo sacar de mi mente Esa sonrisa coqueta, caprichosa. Tu cabello claro, transparente Tu mirada perdida, dichosa. Hoy te ví‌ Y hubiese preferido no verte, No guardarte en mi tacto. Preferir por un momento la muerte, Evadirme, que todo quede intacto.

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SONIA GUADALUPE ARIAS Licenciada en Artes Visuales, Magister en Etnoliteratura, Universidad de Nariño.

TEMPESTAD Hay tempestad… El viento resquebraja los suspiros De la exuberante luna hasta tocarla Disimula su pasión entre las espesas nubes. Esta tempestad que no termina, que no ilumina Esta tempestad con todo, con nada Que no logra apaciguarse ni con el suspiro Ni con el latir del tiempo Tempestad amarga, amargamente temblorosa Callada, bullanguera, barullera Solo tú sabes acudir en el momento justo Con el tiempo propicio Para atormentar el dolor Y al reírte plenamente de él Le acaricias como una tierna madre. Tempestad que no eres cobarde Si sombría ¿Por qué casusas tantos estragos en mi vida? Tu agonía insinuante es alegría apasionada En movimiento quieto Dentro de una ardiente quebrada Tempestad voluptuosa, dadivosa, desolada. Hoy, hay tempestad…

COLOMBIA Despierta… despierta, ¡despiértate! Siembra muertos que ya para ti el corazón no existe; converge tumultuosa ante el beso del enemigo siéntete delirante con las modelos que derriten los ojos de las pasarelas, pues en medio de ellas camina tu hija. Alumbra… alumbra, ¡alumbra! Tu santo vientre seco y calcinado del averno. Grita efervescente en las tribunas ¡goooooooooooooooooooooooooooooooooooooooo! Cuando a tu madre la vuelvan a despojar de su virginidad y sueña… sueña, ¡sueña! Mientras ella grite de placer.

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Revista del Taller de Escritores Sacúdete el barro de tus pies en el templo, ¡helo ante ti! Ingresa en él con ropas perfumadas y relucientes, aliméntate con el hambre del pordiosero que te extiende su horrorosa mano por cien pesitos, vuelve tu faz hacia otra parte, ríete de él con mueca disimulada. Finalmente ni siquiera es parte de tu familia, qué más da. Toma todos tus alimentos helados o calientes, luego preocúpate por el kilo y medio que acabas de subir: ¡anda!, ahí está la letrina para abrazar tu pútrida cabeza y beber el elixir de tu boca. Toma en tus manos las flores del mal, aspira su fragante aroma y bésalas… bésalas, ¡bésalas! Apasionadamente, con tu pasión salada que pronto, muy pronto ellas van a revelarte su verdad. Date la bendición en las noches y duerme… duerme, duerme tranquilo, pide protección al ángel de la guarda pues de seguro la necesitarás. Tan florida y hermosa ha sido tu vida, mi querida Colombia, que tu gente ya no aguanta seguir aplaudiendo tantas maravillas juntas y de pronto, por tanto placer contenido empieza a acariciarte con sus ansiosos y santos genitales, por tanto, más vale que cortes pronto tu lengua o tu brazo o tu pierna… o corta todo cuanto puedas cortar antes que las maravillas del cielo te sean concedidas de una vez por todas, una tras otra. Ahora duerme… duerme, duérmete en paz y tizna tu cuerpo con el suculento elixir de las alcantarillas. Enerva tu voz ¡ahora!... Ya sabes que cuando despiertes vas a conmemorar tu redención.

DESNUDA, ANTE LAS PUERTAS DE COSMOS GRITO Sollozo un mar de sequedad ambulante, suspiro el asfixiado temor del terrible celote. ¡Todo, todo me ha sido arrebatado! Mis cabellos y mi sangre continúan derramándose en las calles… busco el antídoto para evitar su extinción mas, lo único que queda en esta disimulada cordura es una minúscula grieta de aire viciado. Ya la oscuridad carcome lo que antes se miraba, ya el viento sopla las maldiciones del ayer, Todo, todo, ¡todos son idos ya!, yo no sé por qué aun no he ido con ellos, antes decían que solo sería cuestión de tres días, ahora no sé cuánto tiempo ha transcurrido desde entonces y caminar a rastras, erizando el lomo para arrastrarme, llamar a medias a la nada para que conteste con voz trémula. Ya todo habría terminado de haberme ido con ellos, ¡con ellos!... En su lugar me han heredado sus pútridos cuerpos, con rostros deformados x el dolor que ya no se siente más. Desnuda, ante las puertas del cosmos grito, porque el vacío no me ha inundado aún, porque la incredulidad de la verdad puede más, porque aún palpito. Pego mi hocico al fermento nauseabundo del barro que piso, poso mi lengua en él… solo para sentir la humedad de lo que antes fuera saciedad. Eso nada más y espero, espero hasta que finalmente el desenlace llegue pronto hacia mí y si he de ser la ofrenda que libere las furias, aquí estoy, ante el presente que despedace las vísceras que aún respiran, si la vida no es más que

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entrega, ¡aquí estoy!, para dar cumplimiento a los sabios decretos que se vaticinaban desde que mi memoria tiene razón de ser.

Y DIJO EL ÁNGEL DEL SEÑOR: Tal parece que tu entrada en el paraíso Te ha sido negada aún Vuelve pues al mundo temporal Hasta que aprendas la lección Que te ha sido encomendada, Ella es tu tiquete de regreso aquí. Vuelve a sentir el frío y el calor en tu cuerpo A ensombrecerte con la alegría e iluminarte con la tristeza A experimentar el amor en todas sus fases… A vivir y morir en cada segundo de existencia. Pero cuando estés listo, porque sabrás que el tiempo se detiene para ti. Te estaré esperando aquí mismo: nada temas, esto es solo un suspiro equiparado con un abrir y cerrar de mis ojos. ¡Anda pues, véte ya por tu retorno a mí!

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Revista del Taller de Escritores JOHNNY VILLARREAL Estudia Filosofía y Letras, Universidad de Nariño. MALA SUERTE En la rutina de la vida tediosa, con la insulsa cobardía del más allá, tal vez por ego, o por miedo que sé yo, habrá que admitir el sol venidero como el velo que cubre las nubes. De los días ya no doy cuenta, seres con naturaleza de muerte y con obligación de respirar hay muchos, yo soy un oscilante, un peregrino dentro de la nada fecunda. Y así con el hastió, amigo obstinado de la noche hago un brindis deshonesto, sonrió con tal descaro, aplaudiendo mi fantasía, olvidando la penumbra a la que he sido reducido, ¡qué mala suerte la que he tenido! Dar cuenta de que estoy vivo.

OCASO ¿Y si todo es cierto? ¿Acaso no hay indulgencias para el caminante? Quien pregunta por el amor no ha bebido del vino. En el olvido de un desván yace el pobrecito despavorido. Qué pena, llueve y es medio día, pero esta vez es lluvia que tiñe. Que dolor ya es muy tarde, no puede abrir sus ojos. Adorno su cuello, abono su cuerpo. De un lado para otro se mece como en la infancia. Pero esta vez es para siempre. Y si no hay clemencia para ti nada importa. Yo te perdono.

YO HE VISTO LLORAR A DIOS Yo he visto llorar a DIOS, fue unos de los episodios más agobiantes que recuerdo, postrado pesaroso, agónico, paseaba la mano izquierda entre su frente y sus cabellos como los soldados al fin de la batalla victoriosa; pero con el hedor de la sangre del otro. Sus ojos encharcados daban cuenta del sufrir, mi mano, trataba atemperar, pero su diestra sostenía aquel libro que utilizaba para eludirme, al discurrir decía: si este pobre no leyera tanto ese libro no padeciera como lo hace. ¿Y qué hay en ese libro que tanto te desespera? Y DIOS me contesto te gustaría que te inventaran una vida, que atribuyan el edén el diluvio, Sodoma, Gomorra, y que todas las blasfemias consignadas sean salidas de tu boca. Ahora entiendo, pero tampoco es motivo para llorar como lo haces. Dios, háblame con verdad, eso no es lo que te pasa, tú deberías estar agradecido; el libro que sostienes te ha dado eternidad, entre muchas cosas más.

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Si eso está muy claro, no es por eso que yo sufro, es porque de todo lo que inventaron se olvidaron de una cosa, crear un personaje que hiciera las veces de una esposa.

NOCHE SINFÓNICA Noche triste, noche fugaz, Noche intensa, noche sarcástica, Noche excesiva, Noche sacrílega, Llego tu hora, Es tu momento. Es tu magia, es mi instante, Es mi instinto, Es mi espacio, Mis ganas, tu cuerpo Noche extasiada, noche meditabunda, Noche sangrienta, noche sigilosa, Noche infinita, noche asombrosa, No te detengas, no te limites No lo entiendas, no te apresures, Soy tu esclavo, me postro, te beso, Noche mudable, noche atrevida, Noche orgásmica, noche infernal, Noche sin freno, noche fecunda, Olisqueando tu espalda, tu espacio, Tu ambiente, Inicia la ceremonia, El contacto, el recorrido Noche estrellada, noche soñada Noche urgida, Noche fálica Noche impune, noche mundana, Entre mis manos tus cabellos Cautivo en tu garganta Tu pudor, tu sudor. Tus quejidos Noche sin Alba, noche eufórica Noche insaciable, noche ante el clímax Mi noche, tu noche, armonioso azabache Cuerpos entrelazados vertiendo placer Pupilas enrojecidas aludiendo al desenfreno Momentos indescriptibles… Y El Infierno de la noche sinfónica

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Revista del Taller de Escritores VIVIANA MERCHAN GARCIA Estudia Derecho y Ciencias Políticas, Universidad de Nariño. MUSICA Mi cuerpo se ondeaba a la luz del concierto y de la voz temida; era la melodía de la noche que canalizaba historias, componía placeres. Sin comprender el bombín del compás, ni los golpes del tambor en su duelo, ni la voz del maestro que, enardecido esculpe la danza en mis pies. Yo, flotaba…. adoraba los tonos que habían silenciado mi juicio.

VILEZA Había una vez una joven que escondía su mirada bajo el manto de un apacible depredador . Ella entrego su tabú, candor e ingenuidad. Él hizo de ella, la rudeza del hombre.

UTOPIA Un día el hombre descubrió qué comer Carcomía su espíritu - guerra Entonces, inventó el ayuno - paz

TARDA En espera… en espera me ha puesto.

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No vuelve… Su voz está ausente mi boca calla Porque no entiende su mirada mis parpados socavan la ilusión mis labios sedientos se pierden en el asombro, en la sospecha, en la duda, en el engaño. Espero… Y, no llega. ¡se ha marchado!

NATURALEZA Muere mi tierra ¡Grita! ¡Grita! sus ríos llorar, no pueden cedo mis lágrimas a su lucha. Doy mi intranquilidad, a su derrame Aunque, no renueve su alma. ¡Montañas mías! ¡Oh! Montañas de recuerdos. Tu belleza Natural nos hace esclavos. La abundancia nos destruye. Tu riqueza vestida del oro el extraño la desnuda. Sin más, el miedo nos deja presos. Él Awa emigra, Él Embera muere, Él Pasto corre, Él inga soporta, Él Nasa lucha, Él Siona huye… Todos buscamos refugio. Acariciar con el costado las piedras, a acampar frente al sol, es deshacer el alma. Brincar sobre charcos de agua dulce

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Revista del Taller de Escritores es un delirio. Beber tu sabia, es ya. pecado. Todo sufre… las calles andas sedientas, sus transeúntes vomitan el sumo de su aliento Y tragan tu leche. Los yugos ebrios de tu sangre dicen adios al despojo. ¡La Tierra grita! Se agarra de su caudal negro de su raíz herida, para sacar su verdes manos. Ya no hay sed de ti… Los peces se rebalsan en la rivera, El indio muere en su ladera musical. Así, la mano de hierro, Continua perforando nuestra existencia.

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YINNA CAMILA GALEANO Bachiller de la Institución Educativa Municipal “María Goretti” de Pasto. CUERDAS HECHIZADAS ¿Quién es él? El chico atractivo Que con las mágicas notas del violín Logró atrapar mi espíritu. Tú, Dónde estás, aparece! Aquella noche nublada Sólo me permitió escuchar Las melodías de la clave de sol. Sólo quería verte, No entendía por qué no lo conseguía, Si aquel encantamiento de las cuerdas, Cada vez me acercan a ti. La desesperación me inquietaba Y aquel chico perfecto que esperaba No lo lograba encontrar… Solo lo veía en mis sueños.

ANUBIS Cómo olvidar ese noviembre Cuando a casa llegué Y estabas ahí inquieta, Con una mirada atemorizante. Traté de acercarme a ti, Pero era imposible, Lo intenté varias veces, Sin embargo en mis brazos te sostuve. Todo me horrorizaba, tus ojos triangulares Y esos colmillos filosos, Aún así, te quise.

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Revista del Taller de Escritores Ha pasado mucho tiempo Y creo que ya te agrado, Esa mirada terrible Al verme se calma. Te quiero inquieto bull terrier Sin importar tus garras, Garras que rompen mis vestiduras, Cuando tú me abrazas.

INCONSCIENTE Tú siempre arrogante Y con tu corazón de piedra Siempre tratas de acariciarme Fría y lejanamente. Yo, inocente y tranquila Sin pensarlo un instante Me aferro a ti, Sin importar que me lastimas. Como desprender mi ser, Mi corazón de tu lado, Extrañaré tus caricias, Me harán falta tus labios. Sólo dame una señal, Una pista de tu cambio, Para así quedarme junto a ti, Pues aún te amo.

ANÓNIMO ¿Qué he hecho yo por ti? Sólo creo que te he pensado sin descanso, insaciablemente, Te he provocado miles de sonrisas. Pero ¿Quién eres tú? ¿Qué has hecho tú por mí? ¿Acaso me amas?

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MÁSCARA Vagar observando el horizonte Y fijar tu mirada En personas con rostros de emoticón Que fingen una carcajada. ¿Por qué están así? ¿Les hará falta algo?, ¿Cómo llenar ese vacío? Una tarde caminando Conocí a uno de ellos Que escribía poemas y en verdad eran bellos. Todo hablaba de tristeza, De temor y de pena, Pero él seguía feliz Sin importar su dilema. Nunca comprendí la mentira Que su rostro reflejaba, Pues con unos cuantos hervidos, Su tristeza se esfumaba.

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Revista del Taller de Escritores ALVARO LEÓN PERICO

Autor de los libros: Etnografías de los actos de habla escolar, Rutas de amor y saber, Lunas de la calle caliente, Metáforas de la voz materna, La infancia mutilada, Transversalidad curricular y Travesías para refabular la infancia. Autor de varios libros (narrativa, ensayo y poesía), inéditos.

CABELLOS OTOÑALES Te escribiré en otoño, Junto al retoño de tu piel en la voz infinita del recuerdo. Sobre la cicatriz torrencial del invierno y de los vientos ocultando los oasis que dejaron los veranos, al borde de los poros como capullos encendidos. Te escribiré en otoño, Posándome como ave peregrina sobre los repliegues de tu piel …góndola extraviada en las burbujas silenciosas de tus lágrimas. Escribiré junto a las hiedras que alborotan los espejos de tus ojos, Viendo correr los unicornios sobre los pastizales de tus caderas, Con centellas bajo sus cascos Y sus cuernos hurgando el vientre de la luna llena sobre tus sienes adormiladas. Te escribiré en silencio, para capturar los raudos lebreles que se pierden en la selva donde las mariposas sin tiempo se posan en los bordes de tu cabellera blanca al despertar el día. Regálame los pinceles que inventan las espigas de tus manos, con cada caricia dibujaré los vientos que dispersan las brisas otoñales sobre tus labios, abrevaré mi sed en las cascadas que el silencio inventa en los remolinos misteriosos sobre tu cuello de arco iris. Susurros de abejas en los panales de tus senos, Provocan el oleaje de las nubes que anuncia el torrencial aguacero del ensueño. Regálame ese tiempo imperceptible, esa trenza de infinitos caminos sin andar. Seguiré el rastro de los abrazos perdidos en la media noche de los besos esponjados. A lo lejos, el tecleo de un piano de espigas sobre el oleaje de tus manos a la orilla de mi cuerpo, entre aromas de juncos y vuelos de gaviotas, y roce de arpas en tus cabellos infinitos, o sones de ocarina, o cantos al nacimiento de un cardumen de peces debajo de una lluvia de algarrobos y el silencio del paso de los años. 99


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¿Qué abismos de paisaje dibuja el tapiz que teje tu mirada? ¿Qué piel reclama el fervor de tus manos atrapando el viento que pasa y se enreda en su propio diapasón? ¿Qué misterio guarda esa maraña de crespúsculos que apacientan tus dedos a la hora infinita del alba, en la mañana y en el atardecer de tu cuerpo? ¿A quién esperas contando uno a uno los instantes que se desgajan como una rocío fino sobre los abismos de tus senos, y las hondonadas en flor de tus mejillas impacientes? ¿Qué trampas armas cuando simulas vadear el torrente de tus cabellos, donde tus dedos son inmensos dragones lanzando fuego y sólo vigilan desde las atalayas tu castillo de sueños? He buscado en mi panoplia arcos y flechas para defender tu cabellera de la furia de los oleajes del tiempo, Y solo he visto el retorno de la mariposa a su nido de oruga. He visto manadas de aves migratorias sobrevolando alrededor de tu frente, tal vez, tus dedos imantados han desviado la ruta del viaje; Tal vez, el oleaje de caricias que inventan tus manos habla de otros otoños; la alegre mañana de tus labios seducen con otros cantos migratorios. He decidido escribirte en otoño, oliendo tus cabellos a pistilos de azafrán. Buscaré una tarde de sol y me sentaré a mirar al picaflor, Me uniré a la danza de sus alas sobre tus labios de miel, Entonces, esperaré tu mirada donde se esconde la tarde Y tras su sombra acudiré al cierre de tus ojos. Aprenderé, algo del misterio de la palabra que olvidas y el dejo de tu silencio. ¿Qué jeroglíficos descifra la yema de tus dedos cuando descienden como ardillas sobre el ramaje acaramelado de tus pestañas, Cuando se deslizan como osos polares sobre la nieve sin temor a encontrar el secreto del mar en la palabra congelada? ¿Qué hay en tus cabellos otoñales, Cuando se arremolina todo tu ser y tus dedos juegan sobre ellos como salmones sobre el oleaje de su propia muerte? Las tardes con sus hojas otoñales duelen Punzadas de cactus

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Revista del Taller de Escritores Por donde penetran todos los inviernos, Por donde queman todas las palabras Desoladas Por donde se cruzan todas las ausencias Que dejaron las aves migratorias. Y si la noche se esconde debajo de tus ademanes de niña consentida, como crótalos venenosos, bajo las arenas del desierto, atraparé tus cabellos para estrangular la distancia donde tu piel enciende amaneceres debajo de las palmeras del recuerdo. Sobre la luz vespertina de tu pelo, arremolinado de caracola, Acerco mi oído y escucho los indecibles océanos de tu cuerpo, Navego y subo a los mástiles de tus silencios, Desde donde diviso los cardúmenes de peces que brillan debajo de tu piel. Resuenan en tus dedos los tambores nocturnos del ensueño, Celebran a la luz de la luna, La medianoche de tu rostro, tu rostro relámpago de luz de beso tierno, tu rostro abismal en la risa de los encantamientos. Risueño, Silbo de selva inmensa Cuando mis manos se pierden en la manigua de tus pestañas y sobre los precipicios de tus silencios, Rostro de arrebol en la caricia vespertina. Lejano, Sigiloso, ola de durazno maduro entre mis labios, Entonces Enredo mi piel a tus cabellos Hasta que retornen la palabra como luna de otoño sobre el lado oscuro de mi verso y de nuevo te escribiré en otoño.

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LUIS ANGEL CAICEDO (LANDO)

Diplomado en Lectura y Escritura Creativas. Premio Correo del Sur 1985, 1986 y 1987. Autor de varios libros de poesía, inéditos. DESCANSO ETERNO Nacer es morir, Morir, Es dejar de vivir... Descanso eterno? Premio por haber nacido? ¡No! Nacer es Morir.

A LEIDY La Luz de tu mirada Penetro en los rayos del sol, Para llegar al corazón De un cóndor solitario. En La nocturna claridad del silencio Apareces Tú Como violeta en primavera Para embellecer la palabra. Infinitas Voces ocultas Al terminar la noche Y al empezar el día Se escuchan al ritmo De Poesía Y Dicen: La vida es un poema Viviéndola con la dulzura de un verso.

SONRISA DE DIOS Tu poesía La impregnas De luz, calor

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Revista del Taller de Escritores Magia Amor y dolor... En mi vida Donde está ella? En tu corazón de niña En tu alma Bondadosa, pura, En tu mirada sincera, Amorosa y profunda Como la sonrisa de Dios.

AL PENSAR EN TI Al pensar en ti Se escapa un suspiro del alma Disolviéndose en el aire... La temperatura baja, Pasa una procesión De recuerdos vivos... La temperatura sube El viento Besó sus labios Y con él se que me envía un beso. Parece Que allá a lo lejos Una fina silueta Con dulce sonrisa Una mano agita Diciendo: Adiós, adiós, adiós.

CERCA DE TI Hoy, Después de muchos años de no verte Estar cerca de mí Y tan lejano Yo de ti, Te envié un poema Que el viento

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Lo paso Sobre unas ramas Que hay en tu ventana Va lleno De sueños y fantasmas... Anda, cógelo Te hablará de mí, De noches sin estrellas Y sin luna, De silencio y soledad, De amor con desamor, De perdón y pena.

TE COMPRENDO, TE QUIERO Paso por tu casa Como una sombra Porque te veo allí Arrimada En el umbral de la puerta, Triste, pensativa, Desesperada, desdichada, Dolida, herida... Caminaré con el viento Acariciando Tu frente, tus ojos, Tu vientre Los labios Que tus piernas cuidan, Besaré Cada poro de tu piel Y al pasar Al oído te diré: Te comprendo, Te quiero.

SOÑANDO No cesaré de buscar la noche Que sea tu noche Buscaré tu noche, Buscaré el momento;

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Revista del Taller de Escritores No la fatiga Detendrá mi camino Para llegar al nido, Y cuando esté contigo Poder recorrer palmo a palmo tu piel Que sabe a miel, Y poder juntar Tu noche a mi noche Tu momento a mi momento, Tu camino a mi camino, Para en la tierra Estar siempre juntos, O juntos en la eternidad.

BESOS DE FUEGO Sigo con vida A pesar de tu olvido, Más, el grito de la melancolía Arde, Quema El silencio de tus labios Que un día fueron míos... Siento que llegas con el viento Que viene del mar Sin hacer ruido; Me besas en silencio En noches De infinita tristeza... Besos de fuego Que en el aire vuelan.

ROSAS SIN ESPINAS Mujer, Hoy te quiero cantar Cuando el sol, la luna, Mi alma ríe, Canta, baila, Su música sonora Que ama, quema Y enamora;

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Para hoy, Rosas sin espinas Si, claveles y violetas Y un poema... El futuro Que la vida te sonría Y la felicidad Siempre sea tu compañera.

ERES UN TESORO Te conocí, Un día cualquiera, Sin imaginar Que tus sentimientos Eran maravillosos. Tú forma de ser, Tu sensibilidad, alegría, Bondad, espontaneidad, La forma de entregarte a tus semejantes Y tu incondicionalidad En la amistad Te convierten En una persona diferente. Tus valores y virtudes Son las que cautivan. Te quiero, Eres un tesoro...

LUZ DE LUNA Eres luz Que entras sigilosa A través de las cortinas rotas... Eres pólvora, Yo, rayo de sol, Juntos: Fuego, Fuego A la luz de la luna.

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Revista del Taller de Escritores DE MÍ TE ACORDARAS Nunca me olvidarás, Lo sé muy bien, Más después de un tiempo En otros brazos caerás, Y entre más te abracen Mas de mi te acordarás.

LA NIEBLA LLORA Buscas Mi corazón que fue tuyo Entre luceros que cantan... La melancolía no se oye, La niebla llora Apagando Tú canto y tú llanto.

TE HARÉ SOÑAR Si cuanto escribo Te hecho llorar, Y mis besos Te han hecho suspirar, Permíteme Que te vuelva a amar. Con mis poesías Has llorado, Con mis poemas Te haré soñar, Para que nunca, nunca Me puedas olvidar.

RÍIE, BAILA EL SOL Tendida sobre la arena, Desnudo su cuerpo, El mar enfurecido, Celoso, turbado, Palpitante De aromas y de nieve...

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El sol Baila, Ríe.

QUE MIRADA Mirada la que tienes, Dulce, tierna, profunda Llena de misterios Y sonrisas Que llegan al alma Para hacer cantar Al alma triste.

DESPUÉS DE LA GUERRA Un solo suspiro Tétrico, Con sabor a dolor Trae el viento Al final de la guerra.

TU AMOR Tu amor Es como molino de viento, Siento, Que cuando estás conmigo Lo transformas en molino de amor con pasión.

TUS OJOS Tus ojos Son dos luceros Que alumbran el sendero En el caminar Entre violetas Y espinas.

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Revista del Taller de Escritores OJOS DE HIELO Recibo de tus ojos de hielo Amor y nostalgia, Mรกs, El alma que se encuentra Entre el viento y el sonido, No encuentra salida Al dolor latente; Con ella viajan Los recuerdos de un viejo amor Y las penas de hoy, Abrigadas De infinito silencio.

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Revista del Taller de Escritores

CARLOS FRANCISCO PALMA URBANO

(Tumaco, Colombia) Autor de los libros: Tiempo sin memoria, Espejismo y En nombre del amor (inéditos).

MI PARAÍSO Para Humberto Varela Robalino, mi amigo. Vivo a la sombra Muy cerca de la desesperanza, Seduciéndome, consolándome, Acumulando el sudor de mis manos Y mi espalda, Hurtándole sonrisas al destino. Aguanto las goteras del alma, Adherido al dolor de la noche que llega Por cualquier ventana. La casa es un solar de luz Por todas partes. La luz gotea como leche derramada de la luna. Aquí establezco el orden de los días, No hay fechas, Reloj ni calendarios. Conozco la acidez de la lluvia. Que cruza por el patio. Me excita el perfume del mar cuando amanece Y de nuevo construyo Un albergue a mi palabra Y mi pudor se impone Como la brisa fresca Que gira y golpea Y rompe las aldabas Y un huracán de voces, Nace en mis manos Con su dolor recién diseminado Y se extiende ciego, Sembrando sus semillas, Esparciendo su polen, Fecundando los altares de una patria falaz Que me horroriza. Es para ti este amor

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Revista del Taller de Escritores Que me golpea por dentro Y este paraíso infernal También que me domina. La Guayacana, septiembre 10 de 2014

PATRIA BOBA Esta patria olvidada, De hombres taciturnos, De ciudades vacías, Se extienden en mi atmosfera, En mi fuego, Como una flor arrugada, Hundida en los estanques del óxido, De lágrimas; En la ronca geología de los arados, En la espiga y el viento, En advenimiento de muchos soles y mañana. Yo, de aquí partí: ciego de cólera, Odiando al odio, Agonizando en un papel, Desgarrándome en escrúpulos Y mi campana rota, Es la misma, La insondable; La misma, Como la gotera constante de la casa. De qué te puedo hablar? Humberto, Pablo, Esteban: La poca Luz deshilachada, Se recoge manchada a la vuelta de la esquina. La libertad es una red tatuada De escalofrió y silencio, De falsos positivos Y mi palabra se hunde como una catedral en tus oídos; Encadenando la ira que por dentro crece Como las muertes falsas, Como el ventisquero Y el espiral de humo y la mortaja. Estoy encadenado a la rabia sin máscara, Al árbol genealógico de los desamparados; Vivo y muero en el conteo y reconteo De hechos perdidos, En la miseria, Encendiendo lámparas,

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Revista del Taller de Escritores

Soñando sueños de inocentes caídos, Encendiendo teas en todos los caminos, Escribiendo en el suelo sobre la misma tierra, Rodando sobre la misma piedra, Cantando… llorando… Llorando tu muerte y la mía. La Guayacana, septiembre 8 de 2014

SOY UN RÍO Yo también soy un río Tendido bocabajo y para adentro. Un rio que baña tu cintura de fuego y de metal, De arenales Y profundos bosques donde un potro galopa Y no me reconoces? Soy un rio silencioso Con uno y mil nombres, Con una sola bandera clavada en cada orilla; Con mis manos dibuje en su arena El nombre de mi patria Y su ambigua soledad abrió sus puertas: Sus hombres taciturnos corrieron conmigo En la blanca espuma Y me ofrecieron el pan solidario De todos sus trigales. Yo soy también la flor con su aroma Tatuado en los harapos De esta América, hija y hermana Que nació en los Andes, En la piedra misma, En la arcilla, En la madera, Y creció en tus ojos Y abrió los caminos Y liberó al fuego y al metal de sus cavernas Y descendió hasta las entrañas invisibles de la tierra Y con la lava volcánica, Insuflaron vida A tanta oscuridad y ventisca. Yo descendí hasta ti, Hasta perderme en ti, Oh, patria mineral de pies descalzos! Hay algo que de ti, yo tengo,

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Revista del Taller de Escritores Algo que en ti me llama, Que vierte por mis venas, Que me empuja y me corroe; Algo que canta y grita en mis palabras: Este coraz贸n de islas desierta entre colinas de humo. Yo solamente soy un rio Que percibes en t煤 almohada cuando duermes. La Guayacana, septiembre 7 de 2014

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Revista del Taller de Escritores ROBERT ANÍBAL SÁNCHEZ FAJARDO

Colón (Putumayo), 1952. Se graduó de bachiller en 1972 en el Liceo de la Universidad de Nariño. Zootecnista de la Universidad de Nariño. Bajo la sabia tutela y guía de su padre José Celestino Sánchez Benavides oriundo de Puerres (Nariño), teólogo, filósofo y poeta, fue perfeccionando su lenguaje poético. Ha recibido influencia de los poetas colombianos: Guillermo Valencia, Jorge Robledo Ortiz, Julio Flórez, Gonzalo Arango, Gregorio Gutiérrez González: y de poetas universales como Walt Whitman, Gustavo Adolfo Becquer, Pablo Neruda, William Butler Yeast. Autor del libro Filosofía cívica para la paz, escrito en lenguaje poético, editado en 2007. PERFUME INOCENTE Si la belleza pudiera resumirse inocente y pura... Dios escogería tu semblante de niña esplendorosa. Y bendeciría los campos con tu voz plena de dulzura. Y esa tierra florecería con tu mirada tierna y bondadosa. Esa tierra existe... y es este bello sur donde floreces. Y le das un nuevo matiz de bendición permanente. Y es tu corazón sublime que sensible lo enaltece. Y el paisaje da un giro gentil con tu perfume inocente. Recibe este poema de tu amigo que aún no te ha visto. Que solo ha captado tu bondad por tus palabras sagradas... Y solo espero mirarte para completar la dicha que palpito. Lleva estas palabras sinceras en tu corazón como un regalo... De un poeta que valora tu nobleza con amor infinito... Y que siempre te recordará desde el amanecer hasta el ocaso. EN TU PECHO PULSAS... En tu pecho pulsas nuestra primera mirada... Y tu corazón escribe los detalles de ese momento... Tus ojos penetraron en mí como una llamada... Que me decía que nuestro amor sería eterno... Tu belleza resaltaba con tu juvenil uniforme... Y me atraías con tu aroma de amor y tu perfume... En ese momento suspendía todo para grabar tu nombre... Y se quedó para siempre conmigo tu silueta y tu lumbre... Sigo tus huellas de delicada elegancia y belleza...

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Revista del Taller de Escritores Me llevas en algún rincón de tus hermosas pupilas... Y me llevas suspendido en los hilos de tu genial chaqueta... Quizá pueda mirar tus ojos de gitana inocente... Y me comunicarás con disimulo que me quieres... Cuando me mires con tus ojos de colegiala por siempre... QUIERO ENCONTRAR EL PERFUME DE TU VOZ... Quiero encontrar el perfume de tu voz en el valle de las rosas... Y navegar en la dulzura de tu amor de cristalina pureza. Quiero besar tus palabras que nacen de tu alma esplendorosa. Y contemplar tu belleza hecha canción cuando te expresas.... En tu mirada encuentro el misterio del amor que alegre gira... Y busca siempre los colores sensibles de las palabras que sientes... Vas creando con tu armonía nuevos universos posibles de vida... Y le das sentido a todo lo que tocas con tus mensajes sonrientes... Le canto a tus manos donde anidan los ruiseñores cantores... Le canto a tu belleza de flor de la canela que todo lo crea... Tus palabras crean el paisaje pleno de perfumes encantadores.... Le canto a tus ojos plenos de belleza como oasis de palmeras... Y que el amor expresan con una sola mirada a los corazones... Y le canto a tu boca de hermosura inigualable cuando me besas... COMO UN CLAMOR... Como un clamor dulce de amor hecho canción en mi palpitas... Fielmente me rodeas y me acaricias con tu armonía tierna... Y cada palabra tuya ronda en mi corazón como paloma mensajera... Y en cada mensaje me regalas la vida para que mis sueños te sigan... Todos tus sueños se unen con los míos fervorosamente en un solo canto... Y brota como manantial tu voz cristalina y empiezan los milagros para nuestras vidas... Mil palomas anidan en tu pecho de virgen donde nace el amor más puro que me brindas... Y me rescatas y me das tu perfume y yo lo hago canción para tu corazón casto... Al ritmo de tu encanto angelical mi vida avanza... Vivo en tu dulce corazón sintiendo tu amor intenso... Vivo en el paraíso de tu sonrisa sintiendo la esperanza... Yo te llevo en mi alma como el principio de mi amor sincero... Como la causa de mis mejores anhelos que sólo en ti se afianzan... Y te llevo en mis versos como la melodía del amor porque para siempre te quiero...

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AL PALPITAR MI CORAZÓN... Al palpitar mi corazón con tu sonrisa... Quiero expresar mi mensaje peregrino… Que te busca en los aromas del camino... Esperando tu dulzura y belleza en la brisa... Quiero ser siempre el cantor de tu destino... Que se asoma radiante al amor eterno… Quiero ser tu fiel y constante jardinero… Que cultiva las rosas con tu perfume y estilo... Te llevo siempre en mis alegres manos… Y busco en la floresta tu voz de princesa… Y te encuentro en las flores que amamos... Eres para mí la dulce y fresca primavera... Que fulgente canta en los hermosos llanos... Formando el paisaje del amor que me espera... CANTO DE AMOR... Canto de amor en mi corazón eres... Que nació frente a Dios en el templo. Eres de la belleza un ejemplo... Y quiero, que te amo mucho, te enteres... Siempre quiero que en la Iglesia me esperes... Y tus ojos me miren en silencio... Mientras yo, tu hermosura contemplo... Y en mi corazón la reina fueres... Pensé que me faltaba tu mirada... Hoy...vivo en tus ojos de princesa... Y navego en tu mirada sagrada... Siento por ti el amor que no cesa... Y vivirás para siempre en mí anclada... Y en mi mirada que también te besa... SIENTES TODA LA INSPIRACIÓN DEL AMOR... Sientes toda la inspiración del amor cuando me piensas... Y tu sentimiento se convierte en un canto a través del tiempo... Tus lágrimas llenan tu pecho y las viertes en tus manos en silencio...

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Revista del Taller de Escritores Mientras tus palabras las detienes; avanza el amor para que lo enciendas... Interpretas todos mis caminos y me buscas seguro en las tardes... Llenas de universos de besos a tus palabras y a tus lágrimas... Estoy inscrito en tu corazón peregrino y voy cifrado a tus ansias... Quieres encontrarme cada día en tu alegría y me dibujas en todas partes.... Yo cultivo tu belleza con mis versos y cuido las rosas de tu perfume... Voy besando las huellas de tus pies de princesa en el camino... Esperando solo tornes a mirarme con tus ojos orientales de lumbre... Tu amor de dulzura infinita siempre camina conmigo... Vas a mi lado con tu paso elegante como de costumbre... Y siento el palpitar de tu corazón al ritmo del Jarabe Tapatío... EL AMOR ERES TU… Te siento cerca y lejos a la vez... me hablas y callas... Mas tu voz es un canto continuo… que resuena... Siento...que vives en mi cuello y me rodeas de lágrimas… Y me arrancas la nostalgia con tus manos de seda… ... Eres, la continua espera y los suspiros bajo la lluvia... Eres, el continuo relámpago... en la noche fría... Eres la tempestad reluciente... con palabras de vida... Con palabras indescifrables… que sólo sienten... y se fugan... Te encuentro en una esquina empapada de frío... Has salido a buscarme... con el agua y la luna... Diciéndome que sin mí... tu corazón se encuentra vacío... Mas yo te acojo... bajo mi techo... con la misma ternura.., Porque sé que tu amor se prolonga como un casto río... Que crece con la lluvia de amor... y a mi corazón lo inunda... AÚN NO TE CONOZCO... Aún no te conozco, aún no te he visto gitana... Creo que elegante bailas tango con tu paso bravío... Todos los pergaminos de oriente lleva tu tez de grana... Y tu salpicante alegría la grabas en el corazón mío... Busco el perfume de canela te tu piel trigueña... En los corredores de la ciudad del encanto... Busco tu mensaje cifrado en las murallas de Cartagena...

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Revista del Taller de Escritores Creo has estado cerca a la playa con tus pies descalzos... Busco tu llanto perfumado en los barcos del puerto... Busco tu huella de estudiante en tu querido colegio... Busco el rosal que plantamos en sueños...y que no ha muerto... Voy por las plazas de la ciudad antigua y te encuentro... Ahora, tienes un café en Cartagena y me miras en silencio... Mas tú me reconoces porque te escribí un poema en tus ojos negros... AMO TU CORAZÓN… Amo tu corazón de paloma inocente... Tu belleza de rosa va ligada a mi sangre peregrina... Y en cada reflujo de mi pecho tremente... Va engarzada tu voz como perfume de orquídea... Marinero quiero ser del mar de tus ojos... Donde brilla la luz de un azul sentimiento... Donde el amor navega con rumbo dichoso... Hacia el cáliz de paz de tu corazón eterno.... Y como una campana... castañuelas en mi pecho... Y te sigo esculpiendo con perfume en el viento... Y te oigo venir en las noches de invierno... A calentar mis pupilas que te miran sonriendo... Y tus manos me señalan un camino de aromas... Y tu belleza se esconde en la rosa de aurora... Y tus pies finos caminan en colores que rondan... En torno de tu corazón que es rosa sonora... Soy ruiseñor cantor de tu belleza... Y mi pluma es dura y montañés... Y es que te amo cuando pasas por mis venas... Salpicando tu dulzura y tu niñez...

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Revista del Taller de Escritores HERNANDO REINOSO SANTOS

Licenciado en Lingüística y Literatura, Universidad de la Sabana, Especialista en Gerencia y Gestión Cultural, Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario, Especialista en Didáctica del Arte, Fundación Universitaria Los Libertadores. Profesor de Español y Literatura del Colegio Nuestra Señora del Rosario de Chaparral (Tolima). Ha publicado los libros: Evocaciones de la luz (2008) y Los bosque secretos (2012). Autor de varios libros inéditos.

I

Violeta y verde es el azul del firmamento Una hoguera de ocres crucifica soles Y se acuna un concierto de violines asustando la armonía Un acorde rasga el sueño de los gorriones Ronda el fuego que se embriaga entre los sauces Y son las alas un arco fugaz que hace difusos los límites Un solo trazo recoge las fronteras Y explota una coral de asombros saturada.

II

Un leve violín de rosas deslinda el tiempo Su voz es una orquesta tocada por la brisa Se embriaga en el color una luna insondable Y el tacto es huella que convoca líneas y cadencias Aletazos fugitivos persiguen las sombras Y un río dulcifica la claridad desde las flamas

III

Fuego de girasoles desgarrados Se convierten guitarras en el bosque Y una ardiente campana pone en fuga sensuales estribillos Se levanta una ola que intuye el ritmo de las notas Y desde el horizonte la armonía mide el boceto de las rosas Y en el aire que oculta la penumbra Se deshace el camino que invocan las doncellas.

IV

El verde incinera la alborada Una saeta anuda el vendaval Orquídeas sonámbulas son fantasmas Y Hay un jardín de luces alarmadas Un concierto de cigarras invoca las cadencias Y por un fugaz instante confluyen Los colibríes, las rosas, y el silencio.

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Revista del Taller de Escritores

V

Una rosa se duerme entre las llamas Su sensualidad domina al laberinto Cuando el sueño intenta Composiciones libertinas en el bosque Y la primavera es el blanco liberado Flora fluvial de orquestas silenciosas.

VI Agua I

Ausente del tiempo que nos habla Su rumor atrae presencias ahogadas por el rito Una lámpara de blancura perpetúa los límites Y una nota apresurada en el abismo de las manos Reconoce la huella que vertieron otros soles El origen y el fin visten la fragilidad del tacto Y el surco en la dulce tonada de las rosas Es un colibrí arrastrando los hilos del prodigio Que se disuelve en la profundidad de los jardines.

VII

Rumor de guitarras que multiplican un concierto Su voz presagia alboradas de violines Líneas de sensualidad cruzan el infinito Y en el borde del abismo el viento retoza con la aurora ¿Quién moldeo este cauce que hincha La piel con el sólo acontecer del gozo? Praderas que repiten el rostro de los dioses Y se duermen como un niño rodando sobre una alfombra De pétalos viajeros En la sutileza está gravada Esta sinfonía que corre con la risa de los pájaros Abanicando las rosas de la embriaguez.

VIII Agua II

Su claridad es una flor concebida por la música Sutil como una sombra que se sacia del crepúsculo Puede repetir el camino del sol y es una barca que aborda El horizonte. Y conserva la memoria que el viento

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Revista del Taller de Escritores Moldeo en el sueño Recuerda del sinsonte el estallido de una sinfonía Que lleno de colores la tibieza Y puso a danzar la brisa Como una bailarina hechizada por el canto.

IX Agua III

Tocadas de embriaguez sus manos modulan las olas Y un círculo boceta un jardín de delicias y asombro La fragancia fugitiva anida En un recodo del cauce sitiado por los árboles Y una luna bohemia compone la armonía de los verdes Mientras se libera un río Y transita un pincel que anota la levedad del silencio Se distribuye la penumbra de pájaros desbordados Y el infinito equilibra el fuego de lunas inventadas

X PEZ

Una sola estocada donde estallan estrellas aterradas El sol danza seduciendo la eternidad fugaz del colibrí Hay velos que se derrumban y amanece el arco iris Dibujando la huella de la armonía que dice adiós Entre laberintos y puñales de silenciosa algarabía Un rito original cifra los signos donde aguarda el prodigio revelado.

XI

Tajado por el sol su canto incendia colibríes Una apasionada sinfonía deambula en las cimas Ronda de las rosas soñadas por el jardín Una estrella convierte tocatas Su ritmo es caracolas pulsadas por el fuego Que cita violonchelos en el amanecer Bajo el sueño retoza la dulzura Y un gorrión se desata Como un pez que se ahoga en los estanques Multitud de faros dibujan su cuerpo Y es un clavel que estalla en formas fugitivas El verde saturado agobia el tacto Una línea acoge la hermosura Y el instante prende las frases Y brota desde la ausencia una sonata entristecida.

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Revista del Taller de Escritores

XII

Se desenvuelve una tempestad de pájaros Y el cielo se lee en una rosa ceñida por las notas Trastabilla el silencio de un jilguero desvelado Y su dulce dolor erige cantatas citadas por los cálices Y despierta acordes dormidos en los ríos ¿Por qué el asombro Se hizo iluminación en este puñado de amapolas?

XIII

Llamaradas del sol que improvisa rosas Sus bocetos liberan el fuego que despierta los compases El rojo canta Sus notas saborean el aroma de lo indecible La piel evoca melodías que se desdoblan en la fascinación El silencio acoge el enigma que repiten los espejos Mientras se fuga el estupor de lo soñado.

XIV

Aletea un colibrí liberado Y ésta brasa trae una oleada de melodías El color concibe los conciertos Y brotan rosales adormilados en la tarde Fogatas de rosa y azul transfiguradas El agua corre presurosa en los estanques Y un águila multiplica El tiempo en que se doblan los jardines La liviandad de su fuga Transpone la quietud de sombras viajeras.

XV

Estalla en el cenit un manojo de pájaros Y un ardiente vagabundear de rosas Incinera la claridad de fugaces caminos en el infinito El horizonte es un ramillete rasgando la tibieza Mariposa iluminada convertida por un soplo

XVI PAJARO I

El grito deshoja la fragancia de la luz Tambalea un rumor de mariposas que congrega el prodigio Y el aire recuerda una muchedumbre de teas desmoronadas La floresta es un aluvión de colores danzarines

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Revista del Taller de Escritores Se degüella el fuego en la senda de la alondra Y un estrépito de cigarras se desdobla en el levante.

XVII

Hechizo de rosas espolvoreadas Una sonata de violines primigenios Incendia surcos de sol bajo la lluvia Con un trazo la música saborea El aroma de la fascinación que iza mariposas Por un laberinto viaja un colibrí atormentado Su corazón y su canto sobreviven a la belleza.

XVIII PAJARO II

El cielo canta hechizado por el sol Una nota sostenida en los acordes danza en las llamas El aire llueve y es música Un laberinto de sauces asedia el atardecer La eternidad es un sendero de gorriones Y golpeado por la fiebre un obstinado colibrí prende las rosas La aurora despierta en el canto de un jilguero. Y se escucha un violín que ansia convertir la piedra en armonía.

XIX

En el vendaval se desprenden los azulejos Y una bandada de notas invoca la sensualidad Una serpiente aviva las fogatas La luz es un rosal agreste de olores embriagados Y fluye un estallido de pájaros imprevistos.

. XX

El río atraviesa los soles y busca la penumbra La tarde agota sus fantasmas doblegados por el crepúsculo Un aluvión de quenas desconsoladas invoca la plenitud Y un rondador danza sobre el instante convertido en fogata revelada.

XXI

Una aureola de toches Reboza el cáliz que ha soñado el sol El encantamiento sucede Y una guitarra intenta recordar el ensueño

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En los espejos inocentes el verde conserva Las huellas olvidadas Y como una barca viajera en la tarde Sueña una rosa doblada por el sol y los relámpagos.

XXII PAJARO III

Una sonata multicolor bebe en las fuentes Un tropel de cigarras transita en el aire incitando a la desmesura El sol unge con el silencio la melodía voluptuosa de la tarde Por un instante es una llamarada Que cita jardines infalibles Solo sostenido por el viento libertino Su presencia es fantasma que se hunde en dimensiones sensibles Y aparece donde la claridad ha tallado Girasoles que sacuden campanas de música excedida Su belleza rememora la perfecta Consonancia entre la rosa y el sinsonte.

XXIII PAJARO IV

Rasga el cielo perseguido por la pasión Y es una llamarada de cuerdas modulando el azul Arde entre sus manos un girasol Y sus ojos arrastran un canto Que invade la penumbra Voltea su cuerpo como una flor que busca el sol Doblando su cintura de bailarina graciosa Se debate entre el delirio de la embriaguez Y la lucidez que acoge las huellas de aromas incontables El prodigio de su sinfonía bebe el secreto de la música.

XXIV COLIBRÍ

Su canción lastima la luz Y el tiempo desanda el viaje de un arco iris Mientras un puñal asume toda la sensualidad que destilan las sombras Acaricia una flor abierta en el silencio Y sus ojos arrastran una melodía que invade el claroscuro del sol Se debate entre el delirio del éxtasis Y la lucidez que acoge las huellas de aromas incontables El prodigio de su sinfonía bebe el secreto de la música.

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Revista del Taller de Escritores XXV PAJARO V

Una simiente de hogueras seduce al torbellino Flamea en el horizonte una gardenia Su corazón subyugado Acude a beber en los cristales de obsidiana Presiente que es un enigma Su imagen multiplicada en los adioses Un remolino verde ata la dulzura Atraviesa los colores y sus ojos se propagan en el precipicio El sol navega Y el huracán como un témpano soñado por la desmesura Explota en corales que libertan jazmines Una mano tocada por la brisa desata jilgueros Y un soplo anuncia picos como violines explotando En el mediodía sonrosado.

XXVI

Un jardín de orquídeas anuncia el absoluto Su fragancia piensa en laberintos extraviados en la rosa Mientras el blanco de la tarde hiere sombras Y acomete matices distantes en la aurora Una sinfonía de pétalos incendia el canto de un jilguero Que sueña con las estrellas Se estremece liberando líneas que liban el firmamento Gira en sus alas el tiempo Y un arroyo de lirios predice el éxodo Bajo un cúmulo de lunas que se duermen.

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NIXON BENAVIDES

Licenciado en Ciencias Sociales, Universidad de Nariño. Actualmente estudia Derecho y Ciencias Políticas. Autor del poemario Andes. Morada de sueños lejanos.

VERSOS DE UNA NOCHE DE AGOSTO Si vieras mis ojos, verías la nostalgia que traigo entre los párpados, Y un campo de estrellas que sueñan y yerbas en rocío. Si vieras mis ojos, verías caballos galopar en la pradera, Y una pava montañera rumorar en lo oscuro del bosque, la nostalgia de un amor que no tengo. Si vieras mis ojos, En mis ojos verías lunas de agua, Y en el agua que corre, blancas pajas de un cerro, donde encierro tu recuerdo. Si vieras mis ojos, verías a la distancia entre las hojas bañadas por el rocío, Jóvenes robles sembrar sombras en la hierba, Y viejos pinos sostener entre las manos viejos nidos, de aves que no volvieron. Si vieras mis ojos, verías una lluvia de otoño cayendo entre mis párpados, En mis ojos verías el mecer de las hojas y el canto de los ríos, Por mis ojos conocerías el país de Arturo a manos llenas, Llenas de tu memoria. Si vieras mis ojos, verías caer las hojas como versos en la hierba, Y un rosal de flores marchitas por el invierno de mis lágrimas, Verías ríos de aluviones que dejaron tus recuerdos, Y un viento agitar las hojas, como tu presencia mi alma. Si vieras mis ojos, verías un silencio detenido en un tiempo que es el mío, Buscando entre las hojas, un silencio más bello que un te amo. Si vieras mis ojos, En su retina mestiza verías las mestizas tardes de mi pueblo que no olvido, Y la anciana figura de mi abuela, exhalar cuentos de bosques y duendes de agua, Y oirías el coro de los grillos alargar el sueño de Dios padre, Y a la madre lluvia, regar de blancos cristales la pradera. Si vieras mis ojos,

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Revista del Taller de Escritores Verías un rosario de aldeas envejecidas por el tiempo, Y al tiempo dejar en los parques las nostalgias y en las esquinas los recuerdos. Si vieras mis ojos, verías al viento abrir las puertas Como tu voz mi alma, Y a los sueños dormir en la hojarasca, Como las piedras en el río. Si vieras mis ojos, me verías desnudo en la desnudez de las hojas, Desnudo de todo recuerdo que no sea tuyo, Y verías el lento florecer de las rosas, Como un tributo de mi valle para ti. Si vieras mis ojos, verías la neblina subir entre las hojas Y detenerse entre las ramas, Como yo me detengo entre la lluvia a recordarte. Si un día, Antes de que sigan pasando los días Te detienes, Y ves mis ojos, Verías un campo infinito de flores Bajo un cielo de luceros que no se apagan, esperando por ti.

CIELOS DE BARNIZ

I

Este es mi país, un sueño que se arrancó a las nubes, A las blancas nubes, de música, de cantos y de sueños. -Luz verde en la aurora, y en el ocaso mestizoEste es mi país, de vientos frescos aromados, Balsámicos con olor de laurel. En estos cielos de fabulas, Noches de plata palpitan como en la sombra los almendros, Y una luna que es de miel, destila agua de la piel. Árboles crecen a la orilla del sueño, y un viento suave cierra las hojas, Como los besos el alma. La mañana teje sueños, y la luz duerme en la enramada, Con ojos de mujer enamorada.

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Camino arriba a las estrellas, una selva enciende cada hoja, …Despertamos, Volvemos al mundo, con la cítara de una pava, que abre los ojos y duerme el alma. (…Mientras, ella peinaba sus cabellos y sonreía, Los suaves cabellos que caían, eran lirios que en el patio crecían).

II Los gatos en los tejados, cuentan las horas que hacen a los días, Y el reloj del tiempo les pasa en el círculo líquido de sus ojos, Que se entreabren, para ver los sueños que se detienen. Los perros corren por la pradera, siguiendo a las mariposas que vuelan, y seducen al viento que las fecunda. Esos perros negros recostados en el patio, pensativos. Que miran al mundo y ladran a los recuerdos, son míos; cancerberos del solar, donde los sueños son la vida. Manos mestizas tejen en la iraca la primavera y el cielo, Y en el cielo un viento que todo lo crea, inventa los sueños, los diáfanos sueños que emergen del vientre heráldico de la mopa-mopa, que toda nostalgia topa.

III Pieles verdes geométricas, y el rocío bautiza las hojas, Como las sombra el alba… Éste es mi país, De un viento arcano y sin nombre, al que conocerás por el bálsamo Que en mis labios llevo. En esta tierra reinaron reyes que gobernaron las estrellas, Y en ellas viven Sapuyes y Pupiales, hijos de estos verdes ramales. Esta tierra de distancias, que ante los parpados fingen azules, Es también el hogar de Iles y de Funes. Éste es mi país, hecho de un hálito de rocas milenarias, De pieles verdes y azules horizontes. …Mira al este y al oeste,

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Revista del Taller de Escritores Y todo este mar verde que en tus ojos se mece, Es tuyo y te pertenece. Tú serás la madrina de los días que nacen, Y la novia de las tardes que florecen. Este es mi país, ¡Allá!, Chiles y Cumbal. Y esa gota esmeráldica, mi Azufral …Sólo quédate, dale un sí a mi canto y este cielo azul, Y el azul que engaña a los parpados, serán tuyos. Mira, esta es mi gente y estos sus sueños, Mira mis sueños Y los sueños que arden en la hierba. (Tengo un sueño que se alarga buscando tus parpados, Y un corazón latiendo en la espesura que te pertenece)

IV Este es mi país, escucha el silencio de los laureles y la brisa que riega perfumes de vergeles. Oye el tibio vuelo de una estrella que cae, y el brotar de las noches que crecen. Oye el ruido del sol por la mañana, y siente como envejecen mis mañanas. …Azules mariposas vuelan los cielos, con alas hechas de sueños. Y son sueños, Y son sueños, Los paisajes del Sur.

VUELO DE HOJAS Y POESÍA Si hay frío en tus manos, Y tus manos se hielan ante la soledad que soy, Te llevaré mis días de sol. Si hay angustia en tu mirada, Te daré refugio en mi morada. …Sólo quédate,

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Revista del Taller de Escritores

Quédate en mis ojos, Y duerme en mis manos. Quédate a mirar las tardes que envejecen en mi país, como una Mariposa envejece en su vuelo, Quédate a vivir, juntos el vuelo. …Quédate como la noche que se estaciona en la luna, A imaginar los unicornios bajo la luna. Déjame borrarte las distancias que nos separan, Y confundir el azul lejano, con los sueños. Déjame hallarte en mi silencio y en mi calma, Déjame abrirte, las puertas de mi alma.

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Revista del Taller de Escritores PABLO PAREDES

Licenciado en Lengua Castellana y Literatura, Universidad de Nariño.

I Perdido en el valle de tus ojos, Escucho a los cuatro poetas de la tierra Susurrar tu nombre en mis entrañas. Dormir y vivir en sueños, Que la tinta de mis dedos, recorra el contorno de tu cuerpo. Querer apoderarse de la miel de tus labios, Y que el manantial de tu cuerpo, Lave mi alma de enamorado. Amada mía, acepta a este enamorado, Que más que besar con la mirada, Desea vivir como en ti ensimismado.

II Llegar a la altura de una estrella, Refundiéndome en la bebida. Momentos como arena, Como la más bella compañía. Descalzos pies, rosando y palpando: El perfume de flores. Flores, la cubierta de tu desnudes, Pétalos, la gama del arcoíris, Es el vestuario de tu armonioso cuerpo. Escuchar melodías de perfume, Mirar tu imagen y saborear tu nombre. Oler tu cuerpo, palpar tus labios hablando con tus besos. Inicio de adrenalina, fin de la euforia: El amor.

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Revista del Taller de Escritores

III Silueta: Cisne brillando en el lago de cristal. Piel: Blanco lienzo, recorrido de caricias, Pincelazos, imaginario de felicidad. Recostada sobre un lecho de nubes de algodón, Jazmín, rosa y violeta, el olor de tu escarcha. Cubriendo la desnudez: Al cisne de cristal. Ojos que despiertan sobre el lago, Lugar donde te conocí y nunca te tuve. Encuentro solitario, lágrimas del cielo: Es el amor del corazón.

IV Sendas de voces grises y calladas, Oscuras calles a la luz de la luna. Huellas que anuncia el despertar De una mañana como ninguna. Anhelo de un beso, de un cálido abrazo, Mirada escasa de un cometa, Borrada por el olvido y por la desgracia de ella. Recordar u olvidar, amar o llorar, Incógnita de avanzar o parar. Golpes al susurro de caricias, Sangre ferviente y altiva. Mirada que consuela el día. Suave como agua, frágil cristal, Tu mirada es la esmeralda. Tu piel: El destello de la plata. Indiferente y fuerte, frágil y atenta.

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Revista del Taller de Escritores V Brisa otoñal, danzan las nubes del cielo, Hojas que cubriendo tu cuerpo, Hacen que te muevas como el viento. Caricia de tus mejillas, dulce sabor de una rosa. Cautivante, eres designio del arcoíris. Eres sol de la mañana, Eres arte para el alma. Musicalidad de los labios, asfalto del cielo en tus ojos, Fatídica hermosura suspiran mis poros. Bella pero ya amada, suave y cercana, Tu silueta, paisaje de la naturaleza en la calma. Empañados vidrios, la zozobra del alma, Rocío de lágrimas, tus ojos no saben si me amas. Deseos prohibidos que surgen del corazón, Que palpita al escucharte como dulce canción. Sirena: Belleza traída del mar. Rodéame con un beso: Acariciarte, besarte y amar. Deseo de tu cuerpo, calor ajeno. Besos indelebles, un encuentro fugas y eterno.

VI Escarnio en la batalla, Anegando como el naufrago. Sucumben las lágrimas, Mi piel que te llama vagando. Caminante: Soy bohemio de tus ojos, Apasionado por el amor de un puerto. El sudor de tu cuerpo, Es el lenguaje de mi pensamiento. Desagradecida o suspicaz, Acto bellaco del amor.

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Revista del Taller de Escritores

Me siento verdugo, Sentenciado por el corazón. Divago con litigios grises, En el ágora de mi alma. Erotismo agonizante, Sed que sacia el alba. Monólogo de vivencias, Que acumulan tristezas. Son burdas las inocencias, La vida es solo una carencia. Frenesí de la sangre, Es la palpitación del ser. Tus labios son la rosa, Que se muere al querer. Ignominia de acontecimientos, Prodigiosa voluntad. Armonizas la tristeza, Desquebrajas la amistad. Encrucijada de las nubes, Arrebole de versos, Componiendo en comunión, Al alimentarme de los celos.

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Revista del Taller de Escritores ROBERTO ENRÍQUEZ IZQUIERDO

La Florida, Nariño, Colombia. Autor de los libros: La gran verdad, El imperio de la razón suprema; Metafísica para el cuerpo y el espíritu; La educación musical y el niño; Cómo acceder a la lectura I; Cómo acceder a la lectura II; El maravilloso universo del Yagé; Puerto Caicedo, historia de un pueblo; Antología poética y narrativa; Poesía y autoconocimiento; El tejedor de sueños; Noventa y nueve poemas de amor. Del libro inédito: Poemas nunca escritos. Homenaje a Pacha Mama ¡SIEMPRE SERE TU MADRE TIERRA! Cantaba un ruiseñor en alegre serenata Entre fulgente universo de sonidos y colores Y entre fluídicas ondas de amor y de armonía. Eran sonidos viajeros traídos por golondrinas, Oraciones espirituales haladas por mariposas Que llegaban en arrullo como galopes de agua Cual ensalmo al oído de nuestra Madre Tierra. Y ante el encanto de estas dulces notas Un ser de arcilla, ¡Ángel de la tierra! Tatuó el espacio con enérgicas palabras: ¿Por qué esa insana intención de aguijonear Mi corteza, si en mi cuerpo están tus huellas? ¿Si en mis laboratorios que integran mi mundo, Aún de manera lenta, trabajan miles de genios? ¿Por qué has determinado acabar en segundos Lo que construyo en milenios? ¡Siempre seré tu Madre Tierra! De mi has salido y a mí tendrás que volver, Un hijo ama a su madre ¡No debe hacerle guerra! Debes saber que en ti he puesto mis anhelos Te di mente y corazón para que me protejas, Pero de mí te alejas sin valorar mis desvelos… Al escuchar el clamor de la Madre Tierra La fauna y la flora se unieron al hombre Para cantar al unísono: por los árboles, Las flores, los frutos, el viento, el arcoíris, … Y Ella, no sabía quién realmente la amaba Si el hombre, la fauna, la flora, el paisaje, El arroyo, la quebrada, el río, la cascada,….

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Revista del Taller de Escritores

Pero la tenue brisa del viento recogía: Versos, rumores, cantares, croares, silbidos, ……. Amor en arrullo, terneza en susurros Que suave y dulcemente llegaban a su oído. Igual las montañas se trenzaron verde oscuro Copiando en su margen el fresco azul del cielo Y en su parte alta se revistieron de flores. Alegre el cielo en acuáticas sonrisas En loco silabeo con gotas cristalinas, Triscaban las hojas cual ángeles en vuelo. Y una crecida cascada despeinada en llanto, Cargando sus lágrimas, ¡huía de prisa! A consolar al arroyo, al río, a la quebrada. De súbito un poeta, cantor de primavera Hirió de amor a la piel de los desiertos Brotando al instante en su dorado cuerpo El verde tapiz de la diosa Madre Tierra. Y en el horizonte entre truenos y fulgores Retumbaba el eco de una elocuente ninfa: Ama! al hombre y amarás a su Dios. ¡Ama! a los frutos y amarás las plantas. ¡Ama! a las plantas y amarás la vida. ¡Ama! a los ríos y amarás los manantiales. ¡Ama! a los manantiales y amarás los mares. ¡Ama! a los animales y a todos los seres Y amarás a tu Madre Tierra…. Ella, alegre y danzarina lanzó su son al viento Y esparció la esperanza cual polen de la vida Entre el valle, la loma, la montaña, el horizonte Y entre todos los seres que juntos viajamos En esta nave cósmica, nuestro Planeta Tierra.

LAMENTO DEL BOSQUE Arroyo incesante de cristalina mirada Que irrigas el valle con hilos de plata; Mustias serpientes susurrando suspiros, En ardiente crepúsculo con lirios de fuego

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Revista del Taller de Escritores Que matiza el bosque de rojo melancólico. Su voz cual conjuro de prodigioso encanto, Con música del agua, del viento, del trueno,… Escribes pentagramas con sonidos viajeros, De nostálgico ritmo y compás taciturno; Lamento a tus hermanos caídos en combate: Por aquellos árboles que retenían el agua, Por aquellos colosos que brindaron sombra, Por los arbustos que la humedad guardaron, Por todos los bosques sin compasión talados, Por las aves sin nido que buscaron refugio, ... Y avanzó el viento con tristes sollozos Porque ya no encontró árboles, ni frutos. Agonizantes los prados, igual que sus flores Buscaban el agua, también sus rumores, Y añoraban la brisa de moradas lejanas, Se escuchó, de las aves, cantos lastimeros, En los riachuelos oraciones acuáticas, En alharaca la fauna imploraba al cielo Y ante el artilugio de los depredadores Los árboles gemían cayendo hasta el suelo. Seres inconscientes de mirada perdida Incendiaban la tierra y con ella a sus hijos Para abonar su suelo con carbón y ceniza, En noches caníbales y de largos colmillos Y entre sueños de oro, carcajadas de plata. … Entonces, aparecieron agricultores de luz Y en su paso miraron a los árboles tristes: Con ausentes ramas, con perdidas hojas, Con nidos desechos, con suspiros de aves Donde no anidaban los pájaros cantores. Luego, entre música aromada por rosas, Entre confeti de alegría y de sutil sonrisa Sus almas se unieron en la blanca aurora. Para vestirse con aliento del Chamán-Poeta Y restaurar la Tierra en lo que fue otrora.

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Y se dio paso a la inconfundible víspera De una madrugada cargada de consciencia: Al hermoso paisaje de la Madre naturaleza, A la Paccha Mama que nos ama con ternura Y a su inmenso amor que contiene los amores. Despertó el viento que soñaba con la brisa, De dorado terciopelo se cubrió el horizonte, Se rompió el silencio de las calladas aves, Que habían enmudecido también a las cigarras, Y trinaron leves notas en corazón abierto. En el valle de suelos en verde tapizados Se veían blancas garzas, inmersas, meditando Cual figura matemática, en concierto, dibujada. Levantaban su cabeza hacia la bóveda celeste En agradecimiento por esta nueva alborada.

PUERTO CAICEDO “Corazón Verde” del Putumayo Entre la selva encantadora te encuentras, Entre caudalosos y susurrantes ríos, … Y entre gigantes árboles con pájaros cantores, Donde alegre desfila cual bandada de flechas La fauna de serpientes, jabalíes y dantas, De acróbatas monos, de ardillas juguetonas Y del jaguar amazónico de mito y leyenda. Hombres y mujeres acariciando tu suelo, En danza silenciosa y entre versos saltarines; Develando los secretos que guardan las semillas. Que germinan en los valles, laderas y montañas Rostros encantadores cual ternura de niñas De cultura africana, cununos, tambor negro, Niños llegando desde el ritual del Yagé Reflejando blanca luz del oasis ancestral Oasis que al espíritu devuelve su vigor. Niños pintados con el pincel de la noche, Niños pintados con el pincel de la luna En alegre carnaval que une corazones.

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Revista del Taller de Escritores Osculos recibes, del río Putumayo Que desliza su cuerpo reflejando la luna; Viajeras son sus aguas de cristalina mirada Entre alegre música de susurros acuáticos Que inspiran al pescador su nostálgico canto, Cuando la noche cena con duendes y con hadas Y el fantástico bufeo dibuja su leyenda. Cuando el sol se retira y duerme apacible Celebras el connubio del día con la noche; Y en un crepúsculo de mariposas volando Tus nubes se besan pariendo centellas En trance pirotécnico que ilumina el valle. Suenan las chicharras, mágicas trompetas, Ranas y sapos en orquestación inmersos Componen melodías de vivaces colores. Murciélagos danzantes, candombes en el aire, Cocuyos titilantes se acercan a la luna Entre pálidos querubes se bañan de plata. En recital de chirridos y en viaje de goce Los zancudos entonan acostumbrado sonido Cual flautas sopranos que amenizan la noche. Rosadas auroras con su luz te revisten, Con dorada cabellera te cubre Taita sol Y arbustos, pastizales, árboles y palmeras Humedecen tu suelo con rocío mañanero. La Diosa Paccha Mama con suavidad de cuna Arrulla a tus hijos esparciendo sobre ellos Oraciones volátiles con sabor espiritual Que alimentan su alma con el polen de la vida. Sutilmente se disuelve cual sol en el día Con aromas de heliconias en azuladas tardes; Con la lluvia que cae en las mejillas de tu suelo Y con tiernas sinfonías entre remansos de cielo.

SOY TU MADRE NATURALEZA Soy tu Paccha Mama, ¡Madre Naturaleza! Soy fúlgida luz, ¡palabra en el silencio! Soy el viento ¡Sacudiendo hojas en otoño! Soy tu Madre Invierno ¡Tapizando

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El campo de escarcha! Soy verde infinito ¡De profuso bosque! Soy trinar de aves, ¡aullido de lobo! Soy perfume del amor, ¡agua en vertiente! Soy luz y color ¡Que da vida a tus visiones! Soy tus ojos, tu nariz,… ¡soy tu horizonte! Soy savia que nutre ¡La hoja, la flor, los frutos! Soy tu canción ¡colmada de tu gozo! …..!Soy y,… no Soy!.... Cuando te invade el crepitar de tu pasado ¡Allí estoy! para volverte tu silencio, Porque también soy tu ¡Madre Muerte! Que habita en tus recuerdos. Me oyes en el norte, sur, oriente y poniente Cual fino silbido que por el aire es viajero. Yo pinto de negro el manto de la noche Y trenzo el fugaz día en rubia cabellera, Doy colorido al valle, También a la llanura Y delineo la colina, la loma, la montaña Para que no se confundan con el azul del cielo. Estoy en la vereda, en la campiña, en el pueblo, Como tibio atardecer anterior a la noche. Y cuando azota el verano camino por el aire Donde mis nubes dibujan confesiones de amor. Hablo con los sapos y también con las ranas, Mi húmedo manto sobre ellos extiendo Bañando la sierra y todos los campos. Soy la morada donde boyantes habitan La ballena, la trucha, el bagre, el delfín,… Destrenzo mi cabellera en diáfana cascada Y Doy libertad al agua en su alegre navegar Entre valles, montañas, cerros y laderas. Impulso a la quebrada y al viajero río, Para que el paso agilicen en su adusto sendero Y felices se integren con el azul de los mares. Soy serpiente alada entre delgadas colinas Con arreboles de flores en trechos marcadas. Minifundios surcados, colchas de tapices Donde el labriego se inspira del alba al ocaso. Soy también el fruto de ubérrima cosecha, Que generosa doy, como Madre Tierra.

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Revista del Taller de Escritores Danzo con las aves y con toda la flora, Viajo con el venado, la llama, la alpaca, Con la guagua, el zorro, el jabalí, el tapir…. En carruaje halado por duendes y por hadas Y en personas nobles me convierto en jaguar.

RIO ACHIOTE Libélulas danzantes con silbido de flauta Arrullan el lecho de amarilla quebrada Donde el agua tranquila pasea por el valle. Dibujan su vuelo cual dechado de cristal Y rítmicas posan en los frutos de achiote. La Madre Natura en florestas de alegría Se expresa en la flor cual eterna primavera, En la tierna rama se mece al son del viento, En el veloz venado atraviesa los senderos, En el galano viento silba en la hondonada, … Y en el festejo alegre de folclor y tradición De ancestrales espíritus color guacamayo Que Gritan perfumes de coquingo y chondur Es chamánico encanto, Carnaval del Achiote Que exorciza el espanto de la colonización. Pero el miedo se encuentra entre su olvido, Aún está en la quebrada donde bebe la danta También en aquel pájaro de tímido plumaje Que trémulo hace nidos en el árbol de achiote. Aún se encuentra en nuestra Pacha Mama, Y en el Jaguar que ruge con miedo al cazador. Pero el temor prosigue, incluso, se encuentra Del oriente al poniente y del norte hasta el sur Y entre los lamentos de mustias tonadas. Está en el Río Achiote que alegre avanza, Chapotea en el agua de rojizas oleadas Que engalanadas buscan su libertad. Rio amarillo-rojo que feliz cantas Con párpados cerrados tatuados de aromas Fertilizas el campo, el valle y la llanura.

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Hiciste de los niños saltarines delfines Cabalgando felices sobre tu agitado lomo, Acuática cabellera, a las lavanderas legaste, Reflejo al azul cielo en noches de estrellas Y tiernas sonatinas enamorando a la luna.

¡SALUDO A LA VIDA! Silbaba cual soplo, que todo lo anima, El aire en sonatas color verde aroma, En coreografía libélulas con espíritu de arpa Acariciaban el lecho de la charca torneada Dibujando figuras en su cristalino espejo. Continuaron su marcha al ritmo de su danza Entre acacias, carrizos, guarumos y cedrales, En tierno homenaje, ¡Saludo a la Vida! Una piedra cantaba en melodía incesante Y en titilar bailaban luceros y estrellas. En sus fulgentes rayos la luna lanzaba Querubes plateados de suaves murmullos Que esparcían rayos en terciopelo tejidos Cual caricias al mar exaltando sus olas, Que dejan espuma en las playas doradas, En tierno homenaje, ¡Saludo a la Vida! Mariposas viajeras en colorines de seda, Heliconias de sueños vibrando en armonía, Gorriones en trino en la inmensidad cantando Entre dulces acordes de arroyos cantarines. Primavera convertida en hojas, flores y frutos Atizando a los árboles, también a la enredadera Para que belígera avance, camino hacia el cielo, En tierno homenaje, ¡Saludo a la Vida! Lluvia pausada en goteo transparente, Hilos de plata en las montañas naciendo Prolongando la vida a cristalinos arroyos. Brisa misionera tocando en las puertas Del rocío mañanero, esferas de cristal Que copioso meditas entre verdes hojas Y alegre te abres a los rayos del alba, En tierno homenaje, ¡Saludo a la Vida!

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Revista del Taller de Escritores Capullos de flores abriendo sus pétalos Entre rayos de un sol en albo amanecer, En un día que lleva en sus manos girasoles Y blancos claveles en sus jóvenes pupilas. Crepúsculo incierto dando paso a la noche Con su manto en vuelo de gris melancólico Lleno de insomnio, de duendes y fantasmas, En tierno homenaje, ¡Saludo a la Vida! Sustancia lodosa de hojarasca en vuelo, Cementerio de ángeles dando nueva vida Que inundan de fuerza traída del cielo Cual cálido aliento a la Madre Natura. Siendo arrullado por luceros y estrellas Y Buscando bordar de fantasía el paisaje Despierta el aljófar adormecido en el prado, En tierno homenaje, ¡Saludo a la Vida! Humildes labriegos hechos de sol y lluvia, De viento y de tierra, cual mágico asombro. Agricultores de luz con manos de ternura E ideas florecidas en expresiones de cantos, Esparcen el tesoro guardado en la semilla Con melódica vibración de azadones y arados Y entre oraciones de místicos murmullos. En tierno homenaje, ¡Saludo a la Vida!

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WILSON SINISTERRA

Timbiquí (Cauca) Investigador judicial. Autor de los libros: El otro lado de la cachimba, El pamilar de mis sueños en ojos desnudos y El cóndor critica lo que piensa. ECO Aquí escribo mis recuerdos, aplagados con el sufrimiento de mi existencia. La lucha constante de este satírico día, los dichos no se arreglan ya lo dijo quien disfruta con la vista tranquila ojeando paso a paso el atardecer de su entorno. Grito agitado, no dejes que el eco repique en mi memoria, sentimientos olvidados. Quiero gozar el resto del día sin recuerdos aplacados. Desenlace, pudor de coraje. No puedo negar, este vivir se ve a lo lejos. La pisca de esta tormenta que llega y no pasa. Aquí llega la vida pensando que las plantas se marchitan sin verano. El oxigeno se arrima acariciando las huellas plantadas por el pasado. Aquí se descifra. Buenos y malos. Gratos momentos de ayer porque en este momento más vale vivir agitado que con una esperanza sin fruto al descontento. Yo soy luchador, cazador de vivir agitado en tiempos que se plantan y resucitan, soy el que caza esperanzas con frutos frondosos y jugosos, soy el que enciende la luz en la oscuridad porque la vida se descubre oyendo pasar el viento. Es como un malabarismo de vaivenes, unos llegan otros se van. Yo, desde este plácido día, me detengo a la luz de mis recuerdos, que me brindan la pasión de vivir en desdenes. Grito agitado no dejes que el eco repique en mi memoria sentimientos olvidados. Aquí existen, luchas constantes, tocando puerta a puerta. Plantando plantas que crecen frondosas, gozando de esta chufla deschulada!

RETOÑA Divina: gracias por este tiempo a tu lado y por lo feliz que me haces, eres la luz en la oscuridad, la melodía en el silencio, eres simplemente, mi libertad que nace. En este polvo que se escurre como arena entre las manos, eres la huella que se marca en la playa; aquí te escribiré ¡amada! Con aguas en mis dedos el regazo en la arena esta carta que deja amor, pasión de vivir, en las venas. Flor de jardín no te seques que te espero renovar con lágrimas en mis ojos; aquí pasaron días sin amaneceres sin rocío, aquí te hablo y sólo responde el silencio en el río y en la arena. Amor, amor, la piel dentro de mi ser, la tengo helada sin expresión, sólo un recuerdo que retoña que es el sentir de mi esperanza en una canción.

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Revista del Taller de Escritores Días tras días que pasaron mirando una imagen que agita mi corazón. Es agradable alumbrar con éxito de esperanza la noche caída por la luz del sol. La caloría de un nuevo amanecer como prometimos respirar al oído del otro. Mientras vivimos, escuchamos decir que hay que pensar antes de correr sin ir al abismo. Amada mía, es un delirio suspirar en que viven mis días, mis años de existencia. Aquí debo comprender que todo se puede esconder y perder hasta las mismas estrellas que salen en las noches florecidas, de astros en luna nueva. A fuego lento se consumen mis lamentos en esta lisonja de cariño. ¡Amada mía, devuélveme mi vivir! Con sabor fervoroso rebósame mi cariño que un día me diste como la sonrisa de un niño. Mujer, te lo implora este cuerpo que está solo, insaciado y agobiado como el desamparo de un grillo. Anhelo de mí sufrir. ¿Recuerda mi carta escrita en la arena que fueron pasajes de mis venas? Voz de mi voz, alcanza estos gritos a Dios; Dios, dueño de todo, te lo imploro, entrégale este llanto en la memoria porque la adoro. Aquí estoy galopeando este despertar, mirando recoger por la brisa el agua, peces que saltan de felicidad por una nueva estrella, palomas que traen respuesta de mi queja y se cruzan y hacen sonido hasta el anochecer al lado de ella. Es difícil encontrar un ser tan especial, tan maravilloso, eres divina; es contemplar el firmamento estrellado, en noches de luna llena. Esto es lo que el mar filtra: la verdad brota de mi sentir, desde mis venas.

NINFA No sé escribirte, porque cuando intento, mis manos tiemblan y se llenan de sudor, es como si me faltara un rayito de sol. Tú eres una flor, un esquema, un sonido en mi corazón y cuando mi mente te llama, mi corazón brinca y tañe como una campana; al verte, mis ojos parpadean y tiritan como la inspiración de la luna adornando el cielo en noche de luna llena. Tratar de besarte es sacarle el más secreto escondido al amor, extraño tu voz como la tierra al sol, y me pregunto para qué, tenerte temor, si mi boca te nombra a cada rato, a cada instante como si fueras más que mi motor. Quiero ganar en ti una fiesta de amor y ahí sobre mí, bailen mis huesos retoñando armoniosos mirando las estrellas. Mi mente en ti es como el sol en el virgen cielo. No sé decirte ternura porque eres más allá de eso y respiro, te quiero; eres una página de estas líneas, eres un pétalo que cae encima de mis sentimientos haciendo un progreso; no se mirarte detenidamente porque mis ojos podrían beber tu imagen y quedarse en tu mente; tras tu sonrisa sólo veo el suave acariciar de algodón que con el brisaje pasa acariciando mi tierno corazón.

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Eres el avión que aterriza en mí ser, eres encontrar la belleza en un amanecer, eres flor, eres canción, eres más que tener cien alegrías en un sólo corazón; eres el ojito de la noche abierto en menguante, eres un cúmulo de estrellas pestañando inquietas, eres el ojo que trasnocha mi pensamiento, eres la rosa de la aurora. Ojitos salpicados de lágrimas, rocío de la mañana mira cómo tiemblan mis manos y mi alma. Estrella fija en lo más oscuro de este hablar, Alúmbrame al andar. Pequeña abre tus ojos y descuélgalos en mí y déjalos rodar, como pequeños soles errantes que me guíen al pasar. Quiero pasar por tu frente enigmática expresión, para saber qué es lo que sueña tu silencio de esta ilusión; Impenetrable corazón, océano de sol. ¿Caramba! Savia de espina flor de suspiro, hiel de canción has despertar este triste corazón.

INCOGNITA Mi mente vuela con tu adiós, mi vida dice no es justo Dios! Cansando de bailar y entonar la canción que solíamos escuchar simplemente te repito tu eres mi religión, salto a tu vida lleno de regocijo momento. Viviendo cada instante cual si fuera un aliento, quisiera decirte adiós pero estás huida de mis sentidos, y me pregunto entonando este mensaje si vas a estar plácida conmigo. Qué vida la mía, qué vida la tuya, fragmento de tristeza que crujen en la silla, siento que yo a ti visitaría, cuándo yerro, creo que a ti debo sabiduría, te aclamo y te pregono de noche y de día, inclinado en tardes por una flor bravía.

TE LLAMO No te comparo con nada, ni con la templanza de las estrellas que se voltean una a una mirando la tierra, Sólo las lágrimas que recorren por mi cara de insatisfacción pueden taparte, amada libertad. Eres sin igual, ningún contraste te cubre, ninguna tormenta brilla alrededor de ti, ni el más claro firmamento; libertad acrisolada de aves alrededor del cielo que dan el significado de tu nombre, y gritan desde lejos la llegada. No amordaces mis pensamientos para poder anhelarte; grito no es liberación que sostiene mi voz, tú eres la reina de los que te pregonan a cada rato, a

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Revista del Taller de Escritores cada instante, a cada momento. Libertad, eres la onda que el aire respira, eres la conciencia del hombre sublevado. ¡Qué hermosa eres libertad, Dios mío como un aliento! Eres el abismo solitario que se consigue acumulado de estrellas; una chispa de volcán ardiente; estas prendida en mi frente; libre y bella, sueño de lluvia desgranada, eres jardín florecido de risas, color de hielo abrazado, eres lo que más se ha embarcado. Inolvidable perfume que queda impregnado dentro de un ser, no sé qué constitución te propagó y te nombró libertad, dejando todas las conciencias que te llamen perfecta. ¡Eres más querida que la destrucción de un matrimonio! Eres el agite más fuerte que se separó de un ser agonizante, eres las cuerdas de una guitarra que constituyen sonido alegrando gente. No hay sin igual, no puedo describirte; finalmente en ningún lugar que filtra mis pensamientos, sólo puedo gritar bendita frase hecha con los confines del vientre del viento; libertad que me trajo la madre natural. De todos los pensamientos que te prenombraron y naciste inquieta, eres más que ocho letras nombrada directa hacia una meta, lingüística, más que un verbo dando conjugación, más allá que cualquier vista puesta donde quiere ver.

¿SERA ESE DIA? Desde lo alto se pregunta y grita que en las afueras le confundieron su tristeza en llanto, si era el dolor que no sabe si lo desgranó en un santo, con sus delicados ojos. ¿Será un brillo de nube que le golpeó la cara? Porque en el subconsciente lo ha soñado preguntando: ¿Quién dará razón? ¿Quién me trajo a este destino? ¿Quién destino este pensamiento? ¿Quien pensó que en las afueras de mi ser no hay lejanía? ¿Volveré a caminar paso a paso con la gente? Cuando tocara mis frases con la flor de este destino porque prometí que siempre donde llegara sería un jardín florecido, aromatizado de perfume llevando agua para sus pétalos y ahí buscaré cómo desleír la cuerda que sujeta mis ojos cuando miran y lagrimean piropeando. Cómo llegar hasta ahí rompiendo un pensamiento sano, virgen de malicia, descorchando la botella de imaginación, dejando salir el aromatizante que controla este corazón.

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DAYRA MICHELLE PALACIOS Estudiante Grado sexto en el Liceo de la Universidad de Nariño.

MI LOCURA Es una aventura saber si estás muy loco, saber qué es la locura y entenderla muy poco. Es inexplicable su creación como usarla sin saber su magnífica sensación y lo que va a suceder. No se logrará entenderla sin tener imaginación, no es necesario comprenderla, solo escúchame con atención. Como sabré si estoy muy loca sin nunca haberla sentido, lograré sacarla de mi boca ¿Sin antes haber crecido? No la soportaré más tiempo, me está llenando de más locura, ni siquiera sé cuándo miento o si esta la habitación más oscura. Con ella es genial vivir porque me ayuda a entender lo chévere de ser niña y en lo que puedo creer. Lograré todo lo que quiera si es una meta propuesta y haré todo lo que requiera con mi locura puesta. La locura es solo mía solo yo la puedo controlar

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Revista del Taller de Escritores llegó cuando oscurecía y me ayudó a volar. Por ahora estará conmigo, más tiempo la conservaré con mi locura seguiré el camino y lo que quiera encontraré.

FRIDA La adoro, la amo, es lo más bonito en el mundo entero, es mi nene potito. Es una gran amiga que siempre me acompaña, siempre está conmigo aunque mis juguetes daña. Pero yo así, la amo con todo mi corazón, es la mejor compañía con quien siempre estoy yo.

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BORIS DELGADO HERNÁNDEZ

Psicólogo. Actualmente estudia Maestría en Etnoliteratura, Universidadd de Nariño. Los poemas que se publican en esta edición pertenecen al libro Los otros alfabetos (inédito). NIDO SIN COORDENADA Nido sin coordenada Bengala solitaria Sutra del alphe Mantra solo mandra Mudra sin mano Ser sin ser O Luzmilo Conspiral Astral Cartílago de búfalo Visión de cisne Grito de raíz El árbol y el koala La despedida y la aurora. …Sueños que los galápagos me llevan

EXHILIO Para cuando vengan las naves de tu boca hacia mis precipicios, prófugos estarán mis ojos de los satélites de luz. Para cuando vengan los escalofríos del mundo, nevada será la sombra de cada palabra, subterránea la búsqueda de los cantos. Para cuando descubra los colores de la tierra en la piel y el silencio ya rezaré en otra lengua para decir fuego, barro, espuma, estrella… exilio. Para cuando las constelaciones descansen en tus manos, habré encontrado otra manera de cantar la humedad del abrazo entre los temblores del agua. En los países del aire se quemaran las hojas de los cestos y se mambearán los inviernos, solo para soñar la edad del musgo junto a los oráculos del agua, la cumbre y el fuego.

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Revista del Taller de Escritores LOS BOLSILLOS LLENOS DE PECES Los bolsillos llenos de peces. Las siluetas desvistiendo pergaminos. Los aires violentos nutriendo exhilios Y este dolor que no logro tocar. Los labios metálicos, la rabia mendiga, y las balas que se duermen en mis parpados al menos para que los lobos huyan. Un beso al agua, una espera, una tormenta, el humo consumiendo las latitudes del círculo polar, y todo aquí dentro como si afuera no escampara. La voz huérfana y yo inocente soñando con la visión del búfalo ¿Y la ciudad? Qué extraña verdad me devuelve si para Venus ya no tengo lágrima. Han incinerado tanta memoria junto a los huesos que gritan. Han malgastado la sed, que mis peces buscan oxígeno en los umbrales camino a tus besos. Imagina que libero todo… Los peces, los retornos, los lobos, la noche del búfalo, la sed del mundo, la amistad con la intemperie, la rabia campesina, y los besos a destiempo. Todo junto escapando mientras pierdo las ropas… Imagina que torbellino desnudándome mientras se escapa un carrusel con los pergaminos donde tantas veces te he buscado.

PARPADEA LA NOCHE Sospecho que las palabras nacen de espíritus ciegos que sueñan con tocar inviernos, y otoños. Sospecho que el mundo es un instante fugaz y que lo fugaz es solo una luz pendular que se orilla en los ojos ¿Será por eso la poesía? Por qué todo nos quiere tocar, Por qué hay brillo en lo que agoniza,

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Por qué hay extravíos en el aire, Por qué los ojos nunca acaban de volver de lo que miran, Por qué el olvido es legítimo, Por qué a fin de cuentas no somos y el tiempo es caminar al revés? Aunque la mirada viajera retorne no hemos dejado de ser un estallido permanente de universos, si todo gira y canta es porque las palabras se resisten a morir con nosotros. Sospecho que la noche parpadea para desnudarnos sospecho que detrás de mí hay voces y que mis manos ya te tocan y que naufragas … (¿Será por eso la poesía? Porque naufragas sin darte cuenta y Porque no hay brillo sin los ojos que nos miran? )

TATACOA DOBLE ESPIRAL ¿Qué se puede sembrar en el desierto? Una oración en el corazón de las piedras, el andar sin prisa hacia la noche, la memoria del agua, la sangre de un crepúsculo. ¿Qué se puede sembrar en el desierto? La diseminación de una estrella, el delirio de la piel al medio día, su letra, su agua, cierta orfandad de nuestros nombres, la desnudez de una palabrita bailarina, cierta música subterránea en las manos. En este lugar a la caída del sol algo se levanta, y no son las sombras que irán a estrellarse al abismo del cielo. Existe un sonido que todo lo disuelve por un silencio rojo heredado de la infancia del sol, ¿Qué se puede sembrar en el desierto? La espera exacta del eclipse La aridez celeste de una mujer El secreto que aún no se canta El abandono de la espera Una chispa de sal marina Una danza extraviada con el silencio exacto de cada partida.

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Revista del Taller de Escritores CEREMONIA DEL AGUA El abuelo cisne está en la orilla esperando que los cristales regresen al agua. La nieve sabe llorar y los niños saben limpiar su aura. Los lagos y sus ciudades profundas saben ocultarse en el espejo de la noche y el rio correr sin retorno. El abuelo cisne sigue en la orilla, esta ahí desde hace mil inviernos, el agua de su voz sabe cantar. Puedo ver la sed del mundo en el vaso de agua y con aceptación sincera las hojas de páramo, las piedras, las semillas y la memoria del universo. Círculos de gente vuelven a soltar sus hilos al agua. La gente del río, la gente del páramo, la gente azul, la gente de la ciudad y del camino rojo siguen en la orilla. En mi casa del sur se enciende el fuego, se sueltan los cristales, se escucha el viento, se sueña el amanecer y se bebe el agua en la tinaja donde el cielo está sumergido… un cisne naufraga y cientos en la orilla dibujando nuestro retorno.

SOL DE LOS VENADOS Mamá despidió el sol rojo de la tarde después de jugar con él. Los venados amarillos no siempre cruzan el occidente, ¿Dónde se escondieron? pregunta… ¿En qué nube? ¿En la noche? No, dice ella, me están buscando. Aun me abriga la tarde roja de un solo venado sereno es el viento que pasa serenos los ojos que me miran desde la otra orilla para despedirme.

LOS IMANES BAJO EL AGUA Si sobrevive una voz sobrevive un mundo, un planeta, un laberinto amigo del viento. Si sobrevive un llanto apenas de nadie

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Sobrevive la cultura (y las heroínas del silencio). Si sobrevive un solo dibujo en la arena, sobreviven todos los mensajes del mar. Si sobrevive un solo botón de la camisa sobrevive la valentía del desprendimiento, los amores viejos que la guerra desahució, los relojes que retrasan el pudor de los días… Pero si, además, sobrevive mi nombre en tu boca, sobreviven todas las armas de la poesía, sobrevive la batalla que no precisa desventaja, sobreviven todos los puentes que el dolor depara. Y de heridas comunes, sobreviven ríos comunes, viajes, pueblos sin aduanas, soledades profundas del universo, en las grietas del tiempo. …Si sobreviven los imanes ocultos en tus besos sobrevive una revolución bajo el agua…

ALFABETO Por instantes olvido que las cosas tienen nombre. Como si ellas recobraran el alma a los ojos, cruel me fumo la distancia de los mares. El humo de cigarrillo viaja hasta la proa de los colibrís y encuentro que escribir es imposible… … y yo creyendo liberarme cuando me hago prisionero de las cosas que persiguen alfabetos y sombras. Acechando a la barbarie y a la inocencia para nombrar cada danza azul, limito la voz a los colores de la tierra. No he podido sobrevivir a ese vértigo, todo quiere gritar, vibrar, reír y hacerse escondite de duendes. Y yo que a veces hablo a los pájaros para que me entiendan, como ayunando nostalgia, no encuentro ni mi nombre Entonces se que he tomando la medicina. Reconocer la presente vibración de cada cosa es reconocer la no pertenencia a si mismo es el abandono fundamental del que canta a la orilla del tiempo y abandona su presencia. Regreso con el temor de las palabras pero entiendo que el abuelo canta desde que era niño: Y la abuela escribe con los espíritus de la madrugada:

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Revista del Taller de Escritores Todo es sagrado, todo es mi familia… Y con ese susurro los nombres vuelven con el alma de las cosas, y voy recordando nuevamente que el mundo se toca con la voz. El alba me devuelve a este destino de equívocos por los caminos de la palabra, los nervios caminan cuando la noche doblega y así la vida escribe su impermanencia. Con un temblor comunal soy testigo de un hechizo contra la guerra Un pueblo nombra su esperanza y yo cada gramo de mi vida en él.

CHIMANGUAL “Tengo frío Tengo sueño Soy la piel del bosque”. Entretenido en los dibujos del sol. Sobre el agua y las rocas, alimento mis ojos de verde esmeralda. A mi lado izquierdo el agua quema, a mi derecha una corriente de agua más tenue. Mi cuerpo reza en otra lengua. De vez en cuando vuelvo a las piedras, de vez en cuando vuelvo a mis huesos… mi sangre canta con el viento para tocar la nube. Tengo prohibido el olvido, tengo olvidado lo prohibido. Tres cristales de agua se rompen en las manos pienso en un respirar sin pensamiento cabalga la vida… también soy sombra de estrella Sin pensar soy lo que mis ojos hablan, lo que tocan mis manos, lo que llora mi voz. No tengo tacto para la estrechez del mundo, tengo corazón para la canción del jaguar. Adherido a la piel del musgo pinto cantando huaca - kikuna Sabedor del vacío, de la garra, la espera y la fuga. Y Chimangual canta Maingual labra y yo lloro. Cura espasmo de frío pulmonaria agraria de páramo cura la palidez del sueño cura wayu pai Nai mely Vení… vení Maly

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Mayú Macú Llevo un hijo perdido en los soles de tu voz.

LA LECTURA DEL FUEGO La lectura del fuego enseñó las primeras palabras, era el humo el color dilatado del arco iris que respirábamos. Las hojas sagradas sabían de nosotros, nos conocían bien. Ellas no miraban a nuestro pasado, sabían de nosotros por los colores del arco iris en el cuerpo, por los colores de la noche en el silencio, por los colores del fuego en las palabras. No importa nada más, solo las plumas de mil pájaros atravesados en la mirada. Las primeras palabras no se han ido, están en las manos, en la memoria, en todo lo que habla. En el cuerpo que habla, en la sombra que habla, en el desierto, en la lluvia, en la raíz, en el trueno, en el fuego, en lo oscuro… Porque todo habla. Solo es mirar un poco más allá de nuestro desespero. Somos la geografía del silencio que sueña.

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Separata

Regi贸n descentrada, (detalle), escultura, 2010 Orlando Morillo Santacruz.

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Revista del Taller de Escritores GLADIS DE LA CRUZ GÓMEZ

Licenciada en Ingles-Francés, Universidad de Nariño. Integrante del Grupo de Teatro “La Guagua” de Pasto.

“Si, es necesario padecer, Aun en vano, Para no vivir en vano.” Antonio Porchia

CULPABLE Culpable es la memoria Cuando te anida en mis días, Culpables son tus ojos Que viven en los míos, Y culpables son tus risas Porque mueren en mi llanto.

ECOS Mis pasos son el eco, De una vida que se ufana De veranos congelados, Con flores huérfanas, Arcoíris sin duendes y Aromas de nostalgia, Mis pasos, Descansa en tu pecho Cuando mi alma llora.

DESTIEMPO Tu existencia desvanece Los días con reloj, Las cartas sin finales, El silencio abrumador, El café sin azúcar. Tu existencia, Grita mi nombre, Desde el inútil muro Que permite toda cercanía.

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Revista del Taller de Escritores

AL MORIR EL DIA Lluvia de media noche. Sorprendes mi verdad, Con afiladas gotitas de vino, Miserable corazón, Aun no dejas de cantar Bajo lluvia de su nombre.

DISTANCIAS Tu: encantamiento inconcebible. Yo: ciegas madrugadas. Tu: destinos perdidos. Yo: eternos instantes. Tu: cadenas rotas. Yo: mariposa sin alas. Tu: vida vacía. Yo: frio de verano. Tu y Yo besos irreales.

REALIDADES Entre sombras Aquí estamos los dos, Entonando palabras prohibidas, Cuéntame tus silencios, Amordázame con tu verdad, Y Anúnciame el fin Con tu beso de puñal.

VIDA MÍA Mueres corazón, Con sutil crueldad Espera… Ponte tu mejor gala y Recibe el prolongado adiós.

HOY Hoy no es día, Para reír bajo el árbol con elfos escondidos. Hoy no es día, Para que los pies danzantes lloren lagrimas rojas.

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Revista del Taller de Escritores Hoy no es día, Para cantar en los sitios con olor a callejón. Hoy, El lugar que no fue esta cubierto de lunas.

PLEGARIA La habitación Está Condenada A sus pasos ahogados en silencio, La cama muere de frío, Las cartas son lapidas talladas El abrazo se consagran al vacío y Los besos son oraciones jamás pronunciadas.

SE AMA Se ama Hasta decir adiós eternamente, Con infinito recuerdo, Con abrazos suspendidos. Con miradas rechazadas, Con el alma acabada, Con besos hablados, Con almas nocturnas y Con poemas perdidos.

MELANCOLÍA El aroma que habita este lugar, Es el recuerdo de tu cansada presencia, De tus ojos llenos de frialdad, Que con paciencia esperan El Inevitable día… Este aroma del silencio, Hoy son tus voces, Que como espinas Se refugian en mi memoria.

OCULTO La suavidad de tu nombre Es música que abraza Mis momentos… Eres el lugar perfecto

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Revista del Taller de Escritores

Para morir, Y ser tú imborrable recuerdo. Eres el amor que no ha de ser Que de sueños e ideas nutre Mi imperfecta realidad.

¿QUÉ ES EL AMOR? Testigo del dolor desgarrador, Sombra de la muerte, Noche abrazadora, Palabras silenciosas, Locura y tristeza, Abismos del alma, Respiración anormal, Alucinación perpetúa, Un tú y yo, Beso definido, Despedida insospechada.

VACÍO Miro alrededor, a ese espacio, mi refugio, Mi habitación húmeda y fría, Cosas viejas que conforman mi pasado y mi presente. Libros leídos una y otra vez, Cálidas pinturas, Las miradas de Edith Piaf y de un Grotowsky que cuestionan mi silencio Y mis múltiples ausencias… Miro una vez más, Y aún estás aquí, Aún estoy aquí Sin más ganas de escuchar la voz de tu silencio. Así, miro y todo es nada, Pero en la nada vivo, En la nada me pierdo, En la nada soy…

AUSENCIA A mi vida llegaste un día, Estrechándome en tus brazos, Dejé ser libre a mi soledad Y así, sin miedo mi corazón, latió junto al tuyo Y un minuto fue una eternidad.

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Revista del Taller de Escritores Hoy nuevamente, la soledad estrecha mi alma, Me lleva de la mano y me conduce Una y mil veces hacia la sombra De nuestros imborrables recuerdos.

AGONÍA Aquella rosa muerta que dejaste aquel día, Hoy se desvanece en el abismo desnudo de mi alma. Me besa, me abraza Y me atrapa en absurdo silencio Que vacía toda necesidad de amar, Toda necesidad de existencia.

MI CUERPO ESCENA Mi cuerpo escena es, Un cuerpo que no tiene límites, Es el encuentro del yo reflexivo Y el deseo de llegar a ser ese alguien inconcebible… Mi cuerpo escena es Mi autorrealización, Es un cuerpo que jamás Nadie podría habitar, salvo yo, Nadie más lo existirá como yo misma.

DESTINO Una sala de hospital, Ocho agonizantes, Uno de ellos, mi padre. Un sólo lugar, que soporta distintas existencias Profundos lamentos, Lágrimas que descansan En tristes sabanas Que presencian la cotidiana batalla Entre la vida y la muerte… Múltiples diagnósticos Ocho realidades para un solo dolor.

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Impresión y Encuadernación MUNDIGRAFICAS DE NARIÑO Carrera 21 No. 14-02 Esquina Teléfono 7207373 Pasto, Nariño, Colombia Diseño y Diagramación: Daniela Delgado. Este libro se terminó de imprimir en el mes de Junio de 2015 Impreso y hecho en Colombia Printed and made in Colombia UNED Editorial Universitaria Universidad de Nariño



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