Antilha REVISTA LATINOAMERICANA DE HISTORIA, ARTE Y LITERATURA
Año 2
N°4
Enero-Abril 2013
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Antilha REVISTA LATINOAMERICANA DE HISTORIA ARTE Y LITERATURA
Editores
El contenido de los artículos y opiniones ex-
América Malbrán Porto
presadas en Antilha son responsabilidad
Enrique Méndez Torres
exclusiva de sus autores. Antilha es una publicación cuatrimestral edi-
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tada y publicada por el Centro de Estudios
América Malbrán Porto
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Portada, cenefa y viñeta: Juguetero en el Centro Cultural Rosario Castellanos, Comitán, Chiapas. Foto. América Malbrán Porto. 3
Antilha REVISTA LATINOAMERICANA DE HISTORIA ARTE Y LITERATURA
Comité Editorial Dr. Jorge Angulo Villaseñor
DEA-INAH, México.
Dra. María Elena Ruiz Gallut
IIE-UNAM, México.
Dr. Enrique Tovar Esquivel
INAH, México.
Dra. Lourdes Budar Jiménez
Universidad Veracruzana, México
Dr. Daniel Schávelzon
CAU-UBA, Argentina
Dra. Ana Igareta
UNLP, Argentina.
Mtra. América Malbrán Porto
FFyL-UNAM, México.
Mtro. Alfredo Feria Cuevas
INAH-México.
Antrop. Alejandra Gómez Colorado
INAH, México.
Arqlgo. Enrique Méndez Torres
ENAH, México.
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Antilha REVISTA LATINOAMERICANA DE HISTORIA ARTE Y LITERATURA
CONTENIDO P. 7
Editorial
Andrés Ambrosio de Llanos y Valdés. Andanzas de un difunto que fue obispo y hoy polvo es Enrique Tovar Esquivel P. 9 Origen y extinción de una sacralidad. Breves reflexiones acerca de la pérdida del “aura” en el arte. José Alejandro Vega Torres P. 27 Inmortalizados en barro, el ejercito del emperador Qin. Enrique Méndez Torres
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P. 42
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Antilha REVISTA LATINOAMERICANA DE HISTORIA ARTE Y LITERATURA
EDITORIAL Empezamos nuestro segundo año con tres artículos sumamente interesantes: abre nuestra revista Enrique Tovar Esquivel, quien, de una manera singular y amena nos narra las peripecias por las que pasó el cadáver del Obispo Andrés Ambrosio de Llanos y Valdés, en 1799, desde Santillana, Colonia del Nuevo Santander (Abasolo, Tamaulipas), hasta el lugar donde encontraría su definitivo descanso en la catedral de Monterrey. Alejandro Vega nos plantea dos posturas antagónicas del siglo XIX respecto a la sacralidad de algunos objetos que se han catalogado como artísticos, y así pasamos de piezas de arte y esculturas, hasta la llegada, en el siglo XIX el invento de una caja que capturaba imágenes de un momento en el tiempo. Sin lugar a dudas la inventiva del hombre ha influenciado sobre distintos puntos de vista de cómo se aprecian los objetos con el paso del tiempo. Cierra este número Enrique Méndez Torres recordándonos la grandeza de la gente para elaborar obras maestras, tanto en arquitectura como en cerámica, retomando la historia del hombre que pudo unir los reinos chinos, Zheng, del estado de Qin, nombrado como Qin Shihuangdi pero mejor recordado, inmortalizado, por su sublime ejército de terracota ubicado en la provincia de Xin, China.
Los Editores
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ANDRÉS AMBROSIO DE LLANOS Y VALDÉS. ANDANZAS DE UN DIFUNTO QUE FUE OBISPO Y HOY POLVO ES Enrique Tovar Esquivel1
E
l título elegido ha sido una suerte de metáfora, la persona que nació, que fue bautizada y nombrada como Andrés Ambrosio de Llanos y Valdés, con el tiempo creció, se educó y decidió no multiplicarse por abrazar la vida religio-
sa, ahí seguiría ejerciendo su vocación hasta que fue electo obispo de Linares y así como cualquier otro ser humano, un buen día, mientras viajaba y sin decidirlo, se murió. Y he aquí que empieza la presente historia, justo en…
La hora de su muerte Su fallecimiento ocurrió “a las nueve y tres cuartos de la mañana” del día 19 de diciembre de 1799 en Santillana, Colonia del Nuevo Santander (Abasolo, Tamaulipas). Villa que en aquellos días contaba con cerca de 500 habitantes ¿Quién de ellos habrá dado con semejante precisión la hora de su muerte? Imposible saberlo, pero dos días antes (17 de diciembre de 1799), en la villa de San Carlos Borromeo, capital de la dicha Provincia (San Carlos, Tamaulipas), el relojero José Dionisio Cordero enviaba a la villa de Santillana, a través del señor Borrego, una “petaquita” con cinco relojes que había arreglado y cuyos propietarios eran el señor Gaspar, el “reverendo padre de las misiones”, uno de oro que no especificaba propietario, el reloj de don José María Barberena, alférez de la Compañía de Nuevo Santander, y el del capitán Juan Manuel Lores Noriega, a quien remitía la carta-esquela, y aunque éste último tenía domicilio en San Carlos, para esas fechas se encontraba en la villa de Santillana al pendiente de la salud del obispo. En todo caso ¿Alguno de esos cinco relojes habrá estado presente marcando la hora del fallecimiento del obispo Llanos y Valdés? 1. Dr. investigador del Centro INAH Nuevo León. 9
su compostura ¿A qué se refería con días malos? ¿Era una referencia climática, personal o una alusión a la deteriorada salud del obispo? Dicho reloj nada tendría de particular a no ser porque su propietario era el obispo Andrés Ambrosio de Llanos y Valdés, que durante el curso de su enfermedad lo dejó para el “cuidado de su compostura” al capitán Juan Manuel Lores. Los doce pesos que había solicitado el relojero Cordero para su reparación le fueron dados pero éste no entregó el reloj, acaso creyó que la muerte del obispo le eximía de su devolución. Nunca lo pensó de esa manera el albacea del obispo quien, inventario en mano de los bienes del difunto, solicitó al gobernador del Nuevo Reino de León,
Retrato del obispo Andrés Ambrosio de Llanos y Valdés. Que hizo Ignacio María Barreda, 1793.
don Simón de Herrera y Leyva, extendiera una carta pidiendo la devolución
En la misma carta-esquela, el relojero
del preciado instrumento de medición
Cordero mencionaba al capitán Lores
del tiempo. Así lo procuró el gobernador,
que el reloj “de repetición” de oro no lo
y en carta del 11 de febrero de 1800 re-
mandaba “porque lo malos días no me
quirió al capitán Juan Manuel Lores la
han permitido el componerlo, ni he queri-
devolución del mismo, pues fue la per-
do por esta causa exponerme a una
sona encargada de su cuidado, éste últi-
contingencia; lo verificaré cuanto no
mo, obedeciendo, cruzó la plaza de San
haya estos obstáculos”, pero que pedía
Carlos, que lo separaba de la morada
le fueran enviados los doce pesos para
del relojero Cordero, para pedírselo y al 10
no encontrarlo, entró a su casa para
bre al licenciado José Vivero, goberna-
“extraer dicho reloj”. Ya en sus manos, lo
dor del Obispado, donde escribía con
mandó en una valija al gobernador
pesar que acababa “de expirar nuestro
Herrera y Leyva, el 7 de marzo, pidiendo
muy amado amo”. Apenas corrió un mes
a su vez, le fueran remitidos los 12 pesos
del fallecimiento y el bachiller Chamorro
de la compostura que había pagado de
se fue de Monterrey, aduciendo que le
su peculio.
era “indispensable el regresarse a su
¿A qué reloj se refería el capitán Lores?
patria, por haber fallecido su tío el ilustrí-
En el inventario de los bienes del obispo
simo señor doctor don Andrés Ambrosio
Llanos y Valdés escrito en 1793 se ano-
Llanos y Valdés”.
taron dos relojes “de repetición” de oro,
La muerte y la vida en aquellos días so-
uno era de marca inglesa y el otro de
lía constatarse por medio de la respira-
manufactura francesa. Acaso nunca lo
ción, pues era el registro del aliento que
sabremos, de cualquier manera, dicho
“a través de la boca o de la nariz” mani-
reloj “de repetición” de oro no lo acom-
festaba su ausencia (muerte) o presen-
pañó en sus últimos momentos, pues
cia (vida). Creencia antigua que llevó en
también se encontraba “muerto” al mo-
muchas ocasiones a colocar un frasquito
mento de que el obispo Llanos y Valdés
de vidrio justo en los orificios nasales
exhaló…
con el objeto de atrapar el último suspiro, y acaso, cuando la Gaceta de México
Su último suspiro
señalaba que otro de los presentes, el
Quienes sí lo acompañaron fueron don
capellán del obispo don Clemente de
Ignacio y Nicolás, ambos de apellido Eli-
Elizondo, “recogió sus últimos suspiros
zondo, quienes junto con el juez, cuyo
en la villa de Santillana”, no hayan pre-
nombre se ignora, reconocieron el cadá-
tendido poetizar su muerte con una
ver del obispo en Santillana. También
metáfora, sino que se hayan ajustado
estuvo presente el bachiller Francisco
literalmente a la realidad y que dicho
María
frasco haya parado hasta...
Chamorro,
quien
fue
Pro-
secretario de Cámara y familiar del obispo, él mandó una carta el 19 de diciem11
Villa de San Carlos, Nuevo Santander. No. 3. Casa del relojero José Dionisio Cordero. No. 11. Casa del capitán Juan Manuel Lores Noriega.
12
El lugar de su temporal entierro
to.
Antes del mediodía del miércoles 19, día
Era la mejor casona de Santander, pose-
del fallecimiento del obispo, éste fue lle-
ía torreones en sus esquinas y muros de
vado de la villa de Santillana a la de San-
“calicanto” la rodeaban, con dos manza-
tander (Jiménez, Tamaulipas), y mientras
nas de extensión, era la casa más gran-
el cuerpo inerte recorría los poco más de
de de la región, había sido levantada en
20 kms que separaban a una población
1756 por el entonces difunto fundador de
de otra, la casa donde sería expuesto su
la Colonia del Nuevo Santander, Conde
cadáver era dispuesta para recibirlo, en
José de Escandón y Helguera (Actual-
realidad no hicieron demasiado movi-
mente Museo del INAH), recibiéndola en
miento al respecto, pues la propiedad
herencia, su hijo el 2º. Conde de Sierra
contaba con un oratorio, sitio bastante
Gorda, teniente coronel Manuel Ignacio
propicio para colocar el cuerpo del difun-
de Escandón y Llera, que era en esos
Casa construida por el conde de Sierra Gorda José de Escandón y Helguera en 1756. Hoy Museo del INAH. Foto del autor. 13
momentos el gobernador del Nuevo San-
les de su párroco don Mariano Solar y
tander y un hombre disoluto, a decir de
Llera, “con la pompa y magnificencia que
sus vecinos, pues era de todos conocido
permite este lugar”. Después de los ofi-
que el 2º. Conde gustaba de las mujeres,
cios de difunto, el cuerpo del obispo fue
siendo su última conquista y a la que
enterrado en un túmulo al interior de la
heredaría una propiedad, una mujer de
iglesia parroquial construido en el lado
22 años llamada Dominga Flores Guerre-
del Evangelio (lado izquierdo). Así lo se-
ro, quien debió estar presente, como to-
ñala el libro de entierros Nº 4, en el cual
da la servidumbre de la propiedad, cuan-
se apuntó que fue depositado “en una
do el cuerpo del obispo llegó a la casa
bóveda que se hizo” para él.
mortuoria.
En 19 de febrero de 1800, el Cabildo
Ahí permaneció el cuerpo del obispo
agradecería los servicios de Solar y Lle-
hasta el domingo 23 de diciembre, cuan-
ra, por atender y velar al difunto obispo,
do fue llevado a la parroquia de los Cinco
ofreciéndole ayudarlo en lo que necesi-
Señores para recibir los oficios sepulcra-
taré para el futuro. Tres meses más tar-
Iglesia de los Cinco Señores, Jiménez, Tamaulipas. Foto del autor 14
de, le tocaría hacer lo mismo por el 2º Conde de Sierra Gorda, quien moriría a los 60 años de edad en circunstancias similares a las del obispo, pues murió “por calenturas” en Soto la Marina, lejos del lugar donde sería su última morada. Cuando fue trasladado a la iglesia de los Cinco Señores, el 2º Conde de Sierra Gorda fue enterrado en el mismo lado donde estaba sepultado el cuerpo del obispo, en el lado del Evangelio, donde todavía permanece; no así el cuerpo del obispo, pues sólo estuvo en ese lugar
Lápida del 2º. Conde de Sierra Gorda, Manuel Ignacio de Escandón y Llera.
por el lapso de cinco años, hasta que…
Ya estaba seco y sin mal olor Al cabo de cinco años, el padre fray
Cinco días más tarde, el Cabildo deter-
Francisco de las Heras, cura de Santan-
minó “conducir desde la iglesia parro-
der, consideró que ya se cumplían las
quial de Santander” a la catedral de
condiciones necesarias para su traslado
Monterrey el cadáver del obispo para se-
a la catedral del Nuevo Reino de León,
pultarlo en ella, comisionando al bachiller
por lo que avisó al Lic. José Vivero, alba-
José Antonio Gutiérrez de Lara para tra-
cea del difunto obispo, que éste último
er el cuerpo y solicitando además al Doc-
podía “ya caminar sin riesgo de desbara-
toral Miguel Ignacio de Zárate, el permi-
tarse”. Por lo que el 4 de febrero de
so para su exhumación el 9 de febrero.
1805, el Lic. Vivero notificó al Deán y Ca-
El obispo del Nuevo Reino de León, el
bildo Catedralicio que era posible cumplir
Sr. Primo Feliciano Marín de Porras,
con la última voluntad testamentaria del
quien se encontraba realizando su Visita
difunto: ser enterrado en la catedral de
General al Arzobispado, también fue avi-
Monterrey.
sado de las intenciones de la traslación 15
del cuerpo. Asintió con gusto la noticia y
tander, al tiempo que el carpintero Pedro
lamentó no poder estar presente en las
de la Garza se encargaba de hacer un
exequias por encontrarse en la villa de
cajón para llevar la mencionada cera,
Mier, pero pedía se celebrasen “sus hon-
también trasladarían 11 faroles “en que
ras con la solemnidad que corresponde”.
ponen lutos para el cadáver” y 5 varas
Fue así como el bachiller José Antonio
de bayeta negra “de Castilla” comprada
Gutiérrez de Lara, después de recibir la
al canónigo Juan Isidro Campos para cu-
certificación de depósito y llave del ataúd
brir el ataúd donde hiciera “mansión”. To-
en que estaba el cadáver, emprendió el
do ello implicaba el empleo de al menos
largo camino a Santander.
dos carrozas, no se tiene el dato preciso,
Es muy probable que el bachiller Gutié-
lo único cierto es que pagó 28 reales a
rrez de Lara haya partido el 16 de febre-
los mozos y cocheros que lo llevaron de
ro, un día antes le pagaban al cerero
Monterrey a Linares.
Francisco Tomás de Iglesias la hechura
No obstante haber recibido 300 pesos
de 18 cirios que serían llevados a San-
para gastos, sus bastimentos y asisten-
16
cia personal fue de un costo muy reduci-
so para comprar un peso de plátanos,
do, apenas 5 pesos y un real, porque lo
gasto nada despreciable cuando esa fue
demás se lo franquearon sus amigos,
la cantidad que pagó a sus tres mozos el
parientes y otras personas, “que mien-
21 de febrero, por lo que pensamos que-
tras caminé me obsequiaron con gusto
la compra debió ser compartida con su
las comodidades de sus casas”.
grupo.
Atravesó por Guadalupe, Cadereyta, va-
El bachiller Gutiérrez de Lara, al empren-
lle del Pilón (Montemorelos), donde se-
der nuevamente su marcha, realizó un
guramente durmió. Llegó a Linares hacia
todavía inexplicable rodeo pues en vez
el 17 de febrero, ese mismo día pagaría
de encaminarse directamente a la villa
la hechura de un ataúd y compró a Ci-
de Santander, se fue a un rancho llama-
priano Arizpe dos arrobas de algodón (23
do San Nicolás, acaso ese rodeo tenía
Kg. aprox.) con el fin de que sirviera de
por objeto el pasar a la villa de San Car-
elemento estabilizador al cuerpo del
los para presentarse con el gobernador
obispo mientras lo transportaba, “para
Manuel de Iturbe e Iraeta, pero nada hay
que con el movimiento no se maltrate el
al respecto, sólo que en San Nicolás
cadáver”.
compró zacate para las bestias y con-
Fue en Linares donde le proporcionaron
trató un potrero para “velar las mulas”, lo
el coche que llevaría el cuerpo del obis-
que indica que pasó al menos una noche
po, además, se contrataron tres coche-
en ese sitio.
ros, uno de ellos, Pablo, fue empleado
Finalmente, para el 24 de febrero, Gutié-
por 22 días. También se contrataron los
rrez de Lara ya se encontraba en San-
servicios de tres mozos para tareas di-
tander, donde siguió comprando piezas
versas: Faustino Muñoz, Jacinto y Mar-
para adornar el ataúd, que por cierto, le
celo Hernández.
quedó grande al obispo, por lo que tuvo
Para el 20 de febrero, el bachiller Gutié-
que ser recortado por el carpintero del
rrez de Lara ya se encontraba en el cerro
lugar .
de Santiago donde pagó los servicios de
Al día siguiente, el juez extendió el pliego
un carpintero y un herrero para reparar el
autorizado en que dio la certificación de
coche, en tanto, aprovechaba el descan-
la exhumación del cuerpo y la identidad 17
del cadáver, que al parecer, se llevó a
po, “procurando que vengan del mejor
cabo el uno de marzo, día en que coloca-
modo [las] cuatro luces ardiendo”. En es-
ron el cuerpo del obispo en ataúd nuevo
ta ocasión, fueron directo al Real de
porque el anterior ya estaba podrido. En-
Borbón (Villagrán, Tamaulipas) llegando
seguida se ofrecieron dos misas y vigilias
el 3 de marzo, donde fue recibido el cor-
cantadas, y al término de éstas, el ataúd
tejo por el cura y la población, hubo do-
se “acomodó en un coche con cuatro fa-
ble de campanas, cruz alta y ciriales
roles”, iniciando…
(esto se verificó en todas las poblaciones donde llegó), finalmente lo depositaron
El traslado del difunto obispo
en la iglesia del lugar con la cera ardien-
A partir de ese momento, la cera adquiri-
do toda la noche. Ahí descansarían por
da en Monterrey comenzaron a usarla
una noche los viajeros, que no el difunto,
con el objeto de colocarlas dentro de los
pues éste ya llevaba cinco años descan-
faroles de hoja de lata en las esquinas
sando. Al día siguiente, después de la
del carro donde venía el cuerpo del obis-
misa, continuó su camino acompañado
18
de la tropa del Real de Borbón hasta los
tar la iglesia del Sagrado Corazón. De
límites con Linares y Provincia del Nuevo
cualquier manera, aunque la iglesia
Reino de León. Al llegar a la ciudad fue
“quemada” estaba arruinada, otorgó el
recibido con “esmero y amor de honrar-
servicio de guardar el cuerpo del obispo
lo”, dice la Gaceta de México, y de la
en 1805, encontrándose de pie todavía
misma forma lo despidieron, pues el
en 1817, así se observa en el detalle del
cuerpo del obispo no pasó la noche en
“Plan del valle del Pilón”, elaborado en
ese lugar. Gutiérrez de Lara aprovechó
ese año .
el paso sólo para contratar a tres mozos
Una vez más, el bachiller José Antonio
más: José Marcelo, José María Pérez y
Gutiérrez de Lara reconocería en algu-
José Luciano de la Garza. El difunto con
nos de los vecinos del valle del Pilón a
la comitiva fueron escoltados hasta los
sus amigos, quedándose por una noche
términos del valle del Pilón, donde fueron
los viajeros, mientras un mozo se ade-
recibidos por los milicianos de ese lugar.
lantaba para avisar de su llegada al día
Su entrada al pueblo fue de lo más agra-
siguiente a la población de Cadereyta.
dable. En las orillas le esperaban el cura
En la mañana del 5 de marzo, la comitiva
José Ignacio Báez de Benavides y los
partió del pueblo del Valle del Pilón. Sus
vecinos llevando en sus manos innume-
milicianos los acompañaron a los confi-
rables velas para iluminar el camino. For-
nes de Cadereyta, donde fueron releva-
maron procesión con los coches es-
dos de su tarea por la Compañía de Mili-
coltándolos hasta la iglesia de San Ma-
cias de este último poblado. Era su cura
teo del Pilón, donde el cuerpo del obispo
interino al antiguo capellán del obispo
fue depositado, cabe señalar que la vis-
difunto, don Clemente de Elizondo, quiso
tosidad de la procesión pretendía disimu-
halagar con gran recibimiento al cuerpo
lar las malas condiciones de la iglesia de
del difunto, creyéndose con derecho a
San Mateo, ya que ésta, se había
ello, sin embargo, sólo pudo realizar lo
“inundado de fuego” en 1802, así lo re-
que en otros pueblos se había verificado,
cordaba Pedro de Berrio en carta del 29
y al día siguiente, partiría nuevamente la
de agosto de 1805 y no tuvieron iglesia
comitiva con el cuerpo del difunto…
hasta 1817 en que se comenzó a cimen19
Población vieja de Montemorelos. “Iglesia Quemada” de San Mateo. Detalle del “Plan de Montemorelos”, Autor: José Antonio Gutiérrez de Lara, 1817.
20
“Plan de Montemorelos” (Nº 5), Autor: José Antonio Gutiérrez de Lara, 1817.
21
Brevísimos datos biográficos de José Antonio Gutiérrez de Lara Nació en la villa de Revilla (Guerrero, Tamaulipas) en cuna de familia acomodada. Aprendió las primeras letras en su pueblo natal y adolescente pasó al Seminario de Monterrey, donde se recibió de bachiller y se ordenó sacerdote. Con 35 años de edad recibió la comisión del traslado del obispo por la cual se le gratificó con 200 pesos, terminada ésta, regresó a la villa de Revilla. Fue simpatizante de las fuerzas insurgentes siendo perseguido por algún tiempo. El comandante Joaquín Arredondo y el obispo Primo Feliciano Marín de Porras le concedieron el indulto en lo civil y en lo eclesiástico el 31 de marzo de 1814; por lo que decidió pasar un tiempo en el valle del Pilón, tiempo que aprovechó para levantar un plano del lugar, ya que por orden del gobernador interino Froilán de Mier, se ordenó la delineación del Nuevo Repueble el 2 de mayo de 1815. Así lo manifestó el Ayuntamiento de ese lugar: “Hizo el delineamiento conforme a ordenanzas y con todas las formalidades del derecho el sabio señor bachiller don Antonio Gutiérrez [de Lara] y se aprobó en la Superioridad el Plan (No. 5) que tenemos archivado y nos sirve de gobierno en todo”. Se conserva el testimonio de un vecino que señala que el plano se levantó en 1817, siendo el bachiller José Antonio Gutiérrez, quien “trazó y delineó”. Representó a la Provincia del Nuevo Santander ante el Primer Congreso Constituyente. A su regreso fue nombrado Presidente de la Asamblea Legislativa de Tamaulipas en 1824. Aunque le tocó estar presente en el caso de Agustín Iturbide acusado de traición, denegó su voto anteponiendo su estado religioso antes que político. Fue confesor de Iturbide y lo acompañó a su fusilamiento el 19 de julio de 1824. Escribió numerosas cartas y proclamas, entre ellos: Proyecto de Colonización; Exposición a don Agustín de Iturbide (1822); Proclama a los habitantes de Santander (1822); Exposición al Muy Ilustre Ayuntamiento y demás ciudadanos de Revilla (1825); Se desea felicidad (1842). Murió en 1843.
22
Al pueblo de Guadalupe
mantuviesen ardiendo las seis luces.
El seis de marzo, siendo las cuatro de la
Velación y vigilancia quedó a cargo de
tarde, la población de Guadalupe recibió
los naturales del pueblo de Guadalupe
el cuerpo del difunto obispo conducién-
mientras estuvo depositado en su igle-
dolo en procesión hasta la iglesia donde
sia, en tanto que hubo los clérigos nece-
ya se encontraba una mesa dispuesta
sarios para que todos los días cantasen
con seis blandones de plata que ilumina-
misa y vigilia, encargándose el Cabildo
ban con igual número de luces el espacio
de proporcionarles a dichos religiosos
religioso.
pan, carne y demás comestibles del 6 al
Tanto el bachiller Antonio Gutiérrez de
12 de marzo. ¿Y los mozos de Guadalu-
Lara como el tesorero José María
pe que velaron el cuerpo del obispo du-
Gómez, quien también había acompaña-
rante las noches? ¡También fueron ali-
do al cuerpo del obispo desde Linares,
mentados! Cuatro libras de chocolate y
abrieron en presencia de los comisiona-
un peso de pan! ¡Cuánta generosidad!
dos el ataúd con pretensión de vestirlo
Tal vez la oración era más desgastante
con nuevos pontificales. ¡Cuál no sería
que la velación.
su sorpresa que ya se habían introducido
Mientras tanto, a una legua de distancia,
“sabandijas y ratones [que] le comieron
en la ciudad de Monterrey, se acordaba
la piel de la cabeza, el cuello, manos y
el día de la entrada, las exequias y el
pies, cuyos huesos sin este abrigo se
entierro.
desunieron fácilmente!”.
El doce de marzo, los Comisionados lle-
No faltó quienes propusieran armar los
varon un ataúd de madera fina, buenas
huesos y darle “figura de vivo”, pero se
cerraduras, forrada de damasco mora-
negaron a semejante propuesta pues no
do, equipada de galón de oro, ese sería
se pretendía “divertir al público con una
el último reposo del cuerpo. A las seis
escena de teatro ni muerto de pantomi-
de la tarde de ese día salió en procesión
mo, sino honrar con el respeto y decoro
de la iglesia a las afueras del pueblo,
debido las cenizas de un Prelado”.
llevado en primoroso coche flanqueado
Decidieron dejar cerrado el féretro con la
de cuatro lacayos a pie con sendas
debida custodia día y noche, cuidando se
hachas (velas grandes y gruesas que en 23
ocasiones llegaban a pesar hasta 5 kilos
ron al público “que correspondió con
aprox.). La luz que prodigaban tales ve-
lágrimas y sollozos que se advirtieron
las aumentaba gracias a la que llevaban
discurrir aun por los rostros de muchos
los vecinos de la ciudad de Monterrey y
que parecía no habían sido en vida tan
del pueblo de Guadalupe quienes ilumi-
afectuosos al Ilmo. Sr. Difunto”. Fue lle-
naron su camino hasta...
vado a la Sala Capitular donde colocaron el ataúd “sobre una gran mesa cu-
La catedral de Monterrey
bierta de un hermoso tapiz de terciopelo
La procesión final estuvo compuesta, en
carmesí, seis blandocillos de plata y lu-
orden de aparición, por cuatro batidores
ces de cera del peso de una libra y cirios
(soldados guías), seguidos del coche del
de seis libras. Ardieron sin intermisión
Comisionado; atrás, el coche del obispo
día y noche en los cuatro [días] que es-
difunto custodiado por la Compañía de
tuvo el cuerpo sin sepultarse”: Ahí entre-
Dragones del valle de San Pedro, conti-
garon el cuerpo al Cabildo que, recono-
nuaban finalmente los coches de los cua-
ciendo ser el obispo, ordenaron cerrar el
tro capellanes y los cantores; mientras
ataúd nuevamente.
tanto, en los extremos del camino y
El día 13 celebraron misa en los cuatro
haciendo valla, innumerables personas
altares, el 14 hizo lo mismo el cura del
de a pie y caballo, apenas llegada la no-
Sagrario, el 15 lo hizo el padre guardián
che impresionaba el camino lleno de tan-
fray Miguel de Reyna y en la tarde se
tas luces. A la entrada de la ciudad de
realizó una segunda procesión hacién-
Monterrey esperaban la llegada del cor-
dose cinco posas.
tejo el deán y cabildo, el gobernador
Al regresar a la catedral, el ataúd se co-
Simón de Herrera y Leyva, el Colegio
locó “sobre el último cuerpo de los cinco
Seminario, la comunidad de San Francis-
de que se componía la vistosa y bien
co, “la nobleza y la plebe” que aparecían
adornada Pira, puesta en la nave princi-
en las calles, por puertas, ventanas, bal-
pal, en el cuarto de Mitra sobre una al-
cones y azoteas.
mohada de terciopelo carmesí, guarne-
Al llegar el carro del difunto obispo, saca-
cida de galón de oro, en el segundo de
ron el ataúd y sobre hombros lo mostra-
ellos y su circunferencia ardían a más 24
de 24 cirios y muchas luces de diferentes tamaños” que, distribuidos “en la más ordenada simetría, formaban una majestuosa y agradable perspectiva”. Ahí se continuaron los rituales mortuorios, hasta que el 16 de marzo, después de la misa y oraciones, se bajó el ataúd de la pira, siendo conducido por cuatro señores capitulares a la sacristía, lugar donde se tenía preparado…
Su sepulcro Éste fue construido por los albañiles Juan de Dios, Faustino, Hipólito, José María y Dionisio, ocupando 33 sillares y una carretada de piedra de laso y otra de losas. El albañil Juan de Dios también se encargó de labrar las piedras necesarias
El 1er. Nivel del monumento funerario corresponde al obispo Andrés Ambrosio de Llanos y Valdés.
para hacer las bases y columnas, enlosando al final el sepulcro con ayuda de dos mozos, seis días les llevó realizar la obra; misma que miraba su frente a la
José Antonio Bermúdez se encargó de
Sacristía, quedando al centro de una de
grabarlo. Al final, José Fernando Bos-
las paredes laterales del presbiterio.
ques se encargó de pintar el sepulcro.
El cuerpo fue colocado al centro de los
En años subsecuentes otros fueron en-
intercolumnios, se le cubrió de losas y al
terrados en ese monumento agregando
frente se fijó una lápida de alabastro,
pisos al mismo. El epitafio original ya no
también llamada piedra fina. Pedro Melo
existe pero quedó publicado en la Gace-
se había encargado de escribir en papel,
ta de México. Su largo viaje terminaría
dibujar y señalar el epitafio, mientras que
con su entierro ese 16 de marzo de 25
1805, ahí descansaría por 159 años más, hasta que nuevamente fueron reubicados sus restos en una capilla funeraria bajo el piso del presbiterio de la catedral de Monterrey.
Bibliografía Archivo General de la Nación, Indiferente Virreinal. Archivo General del Estado de Nuevo León, Asuntos Eclesiásticos. Archivo Histórico Municipal, Protocolos. Archivo Histórico de la Arquidiócesis de Monterrey. Gaceta de México, Monterrey 1805 del martes 14 de mayo de 1805 t. XII, núm. 34, p. 286.México. González Salas, Carlos 1990 “Geografía Misional y Eclesiástica de Tamaulipas”, en Cartografía Histórica de Tamaulipas, Ciudad Victoria, Gobierno del Estado de Tamaulipas. Monumentos Históricos Inmuebles. Tamaulipas 1986 SEP-INAH-Gobierno del Estado, t. I., México. Martínez Perales, José de Jesús 1993 Montemorelos. Anales de su Historia, Talleres de Grafo Print Editores, Monterrey.
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ORIGEN Y EXTINCIÓN DE UNA SACRALIDAD. BREVES REFLEXIONES ACERCA DE LA PÉRDIDA DEL “AURA” EN EL ARTE José Alejandro Vega Torres1 Ustedes son la mayoría -número e inteligencia - por lo tanto ustedes son la fuerza; quien es la justicia. Unos sabios, otros propietarios; un día radiante vendrá donde los sabios serán propietarios, y los propietarios sabios. Entonces su poder será completo… (Charles Baudelaire. A los Burgueses. Salón de 1846)
Introducción
E
l Renacimiento, con las ideas de Marsilio Ficino, preparó la aureola de los objetos artísticos; es decir, la sacralidad del objeto inspirado, único e irrepetible. Sin embargo, tras siglos de una concepción de objetos artísticos únicos e
irreproducibles; ésta es destronada ante la forma moderna de entender al arte implantado por el poeta y crítico de arte francés Charles Baudelaire (1821-1867); pese a su gran crítica de la fotografía como medio de reproducción sin alma y destructor del arte único. La concepción de un “arte santificado” caería por la borda y su “aureola” aparentemente no se volverá a edificar; con el surgimiento de los estados totalitarios en los años veintes del siglo pasado. El “gran experimento” de masificación, ayudado con otros medios de reproducción como la radio y el periódico, prepararía una cultura dirigida y
1. Arqueólogo por la Escuela Nacional de Antropología e Historia y Maestro en historia del arte por la
Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México. Docente de la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH). Profesor-investigador del CESUA S. C. catedra77@yahoo.com.mx 27
digerible a las masas, dándose una cul-
encuadraba un atisbo o un remanente
tura, en términos de Horkheimer y Ador-
de la obra de Dios y de la que los crea-
no (1988), homogénea y barata. Pero la
dores o maestros de talleres gremiales,
cultura de las actuales masas ¿No pro-
no considerados como artistas en nues-
pondrá nuevos conceptos, nuevas aureo-
tros términos modernos, imitaban la
las de un arte santificado y actual? Y de
obra de Dios. Con la adaptación de los
ser así ¿Cómo se constituyen, en térmi-
postulados del Neoplatonismo, la obra
nos de Baudelaire, las nuevas aureolas
se convierte en: “La justificación de la
del arte? La institucionalidad vertida en la
belleza del mundo a partir de la belleza
crítica del arte y en el espacio sagrado
del Dios creador…” (Jiménez, 2000:
por antonomasia; el museo, juegan un
107). Sin embargo, a pesar de que la
papel muy importante en ello.
obra es el reflejo de lo perfecto divino en la tierra; el crear (opus naturale) y el
De santidades y aureolas. A manera
hacer (opus artificiale) son dos cosas
de preámbulo
diferenciables para la mentalidad del
Si de alguna manera hemos de hablar de
Medioevo, no así para el mundo rena-
objetos o elementos permeados de
centista2, en que como veremos, el artis-
“sacralidad”; es importante esbozar qué
ta ya es capaz de crear y traer en el ob-
fue la obra de arte, cómo se le consideró
jeto que crea los principios divinos mate-
en tiempos pasados antes de lo que se
rializados en la obra misma, tal y como
conoce como el desarrollo de la industria
Dios lo ha hecho en su vasta creación
cultural; concepto analizado y trabajado
(Vid. Von Ruster, 2005:47).
en muchos documentos tanto de Teodoro Adorno como de Max Horkheimer 2. En tiempos renacentistas quienes podían imitar y aplicar los principios de armonía tenidas como procedentes de Dios; en distintas disciplinas como la arquitectura hasta aplicarlos a la astrología y en la pintura, se consideraba a estos como “magos”; es decir, aquellos que podían materializar estos principios en sus obras, en este sentido, el artista es considerado ya no como un hacedor si no como un creador (Vid. Von Ruster, 2005).
(Vid. Adorno y Horheimer, 1988). Sin menospreciar el rastreo del concepto de obra de arte en épocas más remotas, si buscamos la noción de santidad o sacralidad en la obra de arte, ésta debe rastrearse desde la Edad Media; la cual 28
Pero el hombre del Renacimiento daría
material, no solamente es copia de las
un gran giro; pues la categoría “obra de
ideas divinas, sino su vivo testimonio…
arte” se apropiaría del concepto, impen-
ya que desde la piedra más insignifican-
sable durante los siglos medievales, de
te hasta el propio ser humano, cuenta
obra como creación (concepción en la
con un alma y un espíritu que expresa y
que el artista comparte con Dios su po-
comparte lo divino” (Von Ruster, op.cit.:
der creador) desplazando el término
43).
hacer como una imitación meramente
Ahora el hombre divinizado, quien com-
cercana a lo divino. Para José Jiménez,
prende la acción y la creación de la Divi-
es Marsilio Ficino, sacerdote, médico,
nidad Suprema, es a su vez capaz de
filósofo y astrólogo quien, en sus Proe-
crear objetos con capas de divinidad;
mios, sacados de sus Comentarios a
únicos y especiales. “Puesto que el
Platón, expresa al mundo como una teo-
hombre ha visto el orden del movimiento
fanía y como una manifestación de Dios,
de los cielos, su progresión y sus pro-
estas ideas fueron vertidas de la siguien-
porciones o sus resultados, ¿Cómo
te forma:
podría negarse que posee casi el mismo
“Ahora bien si el mundo se considera
ingenio que el autor de los cielos y que
como un fruto de la acción divina y el
podría, en cierta medida, hacer cielos, si
hombre es capaza de llegar a com-
encontrara instrumentos y una materia
prender esta acción; entonces hay en
celeste?” (Marsilio Ficino, citado por
el propio hombre una dimensión divi-
Jiménez, op.cit.:109). De esta manera,
na, que tiene la máxima expresión en
vemos de forma clara que la concepción
su inteligencia y en su alma” (Jiménez,
de la obra humana, de la obra de arte en
op.cit.:108,109).
su noción de operación creativa, es
En efecto, el hombre ahora es capaz de
equiparable desde entonces a la obra de
participar de la labor creadora de Dios
Dios a partir de la comparación del inge-
porque le ha sido transmitida a su alma e
nio divino y el humano como revelación
intelecto: “La concepción de Ficino del
y espejo de las ideas de lo superior.
universo es una unidad y armonía, de
El crear ahora tiene el poder de emular
relaciones y equilibrios, donde el mundo
a la acción creadora divina; así, la activi29
dad artística está permeada por un halo
4. La obra de arte tiene sus propios
espiritual del “genio”; este “genio creati-
límites y fronteras, es un mundo en
vo” se distingue de otras actividades co-
sí mismo y por ello es cerrada.
munes, se distingue de otras actividades
5. La obra de arte es única e irrepe-
cotidianas y mundanas. Por lo tanto y por
tible, tiene carácter en cuanto a
muchos siglos, el “aura” de la obra sacra-
que es una unidad completa y aca-
lizada estaría compuesta por los siguien-
bada: “De ahí deriva la argumenta-
tes elementos que Jiménez enumera en
ción sobre su carácter único e irrepe-
su texto Teoría del Arte (ídem:111-113):
tible, o sobre el valor del original
1. La obra de arte es un objeto pro-
frente a la copia, con el halo especial
ducido por el hombre, cuya habilidad
o aura que distingue a la obra de a r -
particular es cuestión de unos cuan-
te auténtica”.
tos no de todos los hombres; de esta
Según el ya citado Jiménez, esta condi-
forma, volvemos al problemas del
ción de la obra de arte con las carac-
“genio creativo”.
terísticas
2. Aunado a lo anterior, junto a esta
hasta muy entrado el siglo XX (Ídem.:
única habilidad de transformar pro-
110). Sin embargo, como veremos más
digiosamente la materia, a ésta se
adelante, es Charles Baudelaire, padre
le imprime un contenido espiritual
del Modernismo, quien enuncia el vatici-
que va más allá de un valor mer-
nio sobre el resquebrajamiento de la
cantil inmediato; idea que, incluso
santidad y de la aureola del objeto artís-
la estética de tendencia marxista, res-
tico tradicional como lo son la pintura, la
cataría al considerar que el arte no es
escultura y otras de las bellas artes.
mencionadas
trascendería
una actividad enajenante; es decir, no es una actividad que entrase en un
El Profeta Charles Baudelaire y el va-
proceso de producción común y en un
ticinio sobre la caída del aura en el
mercado.
arte
3. La obra de arte tiene un carácter
Para hablar de Charles Baudelaire, es
definido, siempre tiene un principio y
necesario referirse al término de moder-
un fin. No hay obras inacabadas.
nidad. Visionario y cultivador del arte 30
nidad. Visionario y cultivador del arte que
ma, el artista moderno es hijo de su pro-
debe hacerse moderno, Baudelaire des-
pio tiempo, abre los ojos a su contempo-
truye la indiferencia hacia los acontece-
raneidad sin mirar los tiempos pasados,
res cotidianos de su propia actualidad; la
es un observador de los acontecimien-
vida cotidiana, la de las calles con todos
tos que le son contemporáneos: “El pin-
sus horrores y bellezas y el arte moderno
tor (novelista o filósofo) de la vida mo-
propuesto con base a considerar esta
derna es aquél que concentra su visión
cotidianidad; son sin duda los huéspedes
y su energía en sus modas, su moral,
importantes que aparecen en varios de
sus emociones…” (Berman, op.cit.:131).
sus escritos: “La modernidad, la vida mo-
Además de lo anterior, el artista moder-
derna, el arte moderno, son términos que
no debe ser crítico en el uso de los ele-
aparecen incesantemente en la obra de
mentos del pasado, debe buscar la origi-
Baudelaire y dos de sus grandes ensa-
nalidad de su tiempo. “Nos sorprende la
yos, el breve Heroísmo en la vida moder-
tendencia general entre los artistas a
na y el más extenso El pintor de la vida
vestir todos sus temas con los ropajes
moderna… fijaron el programa de todo
del pasado. La fe estéril en que gestos y
un siglo de arte y pensamiento” (Berman,
vestidos arcaicos producirán verdades
2003:130). Sin embargo, ¿Qué es ser
eternas, deja al arte francés atascado en
moderno para Baudelaire? Sin duda la
un abismo de belleza abstracta, indeter-
concepción de lo moderno para el poeta
minada
y crítico francés es contradictoria, escu-
dad…” (op.cit.:131).
rridiza y difícil de apuntalar. A pesar de
Es claro que Baudelaire buscará en to-
ello Baudelaire propone su concepto de
dos los hombres, no sólo los del artista,
qué es el artista moderno. Es un flaneur
que abran sus ojos a su propio y original
es decir; un viajero, alguien que recorre
tiempo; que desabran la belleza de su
la vida cotidiana y las calles, en ella en-
propia modernidad. A pesar de ello,
cuentra a sus verdaderos héroes, desde
Baudelaire en su intento de promover al
los vendedores y prostitutas, los vagos y
arte entre los poderosos de su tiempo,
bohemios de taberna; los verdaderos
los burgueses, a los cuales llama en su
“héroes” están en las calles. De esta for-
Salón de 1846, conminándolos a la de31
y
lo
priva
de
originali-
fensa y florecimiento del mismo; automá-
“Baudelaire es perfectamente razonable
ticamente su buena intención se convier-
al luchar contra la confusión entre pro-
te en una terrible visión. Tanto los mono-
greso material y espiritual, confusión
polios comerciales como los mismos bur-
que persiste en nuestro siglo y resulta
gueses destruirán el espíritu creador
particularmente visible en los periodos
que, paradójicamente, Baudelaire de-
de expansión económica” (Ibíd.:137).
fendía a pesar de su visión de un tiempo
La caída del aura en la labor artística
vanguardista.
comienza con la posibilidad de la repro-
Así como los monopolios institucionaliza-
ducción en serie de la misma, de su ma-
dos son (presuntamente) un lastre para
sificación, con la destrucción del para-
la vida y las energías económicas, así
digma de los objetos únicos e irrepeti-
también los aristócratas del pensamien-
bles. La mecanización posible en este
to, los monopolistas de las cosas de la
proceso es en Baudelaire el enemigo
mente sofocarán la vida del espíritu y pri-
temido, el cual se encarna con el surgi-
varán a la burguesía de los ricos recur-
miento de la fotografía; contradicción sin
sos del arte y el pensamiento modernos.
duda en Baudelaire, ya que al ponderar
La fe de Baudelaire en la burguesía pasa
la adaptación del artista a las posibilida-
por alto las posibilidades más oscuras de
des de su contexto, de su tiempo, a la
sus
vez pareciera que el arte debe seguir
impulsos
económicos
y
públi-
cos…” (Ibíd.:133).
produciéndose como antaño. Una vez
Más la interacción del arte con las políti-
más el poeta francés parece ponerse el
cas económicas vaticinan a lo artístico
manto de profeta, pues la modernidad
una construcción sobre los pilotes del
trae consigo la reproductibilidad y la fo-
espectáculo y la banalidad dentro de la
tografía es un comienzo de ello: “Puesto
gran industria cultural. Sin temor a equi-
que la fotografía tiene la capacidad de
vocarme creo que a Baudelaire se le
reproducir la realidad con más precisión
puede considerar como un vaticinador de
que nunca -demostrar la “verdad”- este
lo que teóricos como Walter Benjamín,
nuevo medio es el enemigo mortal del
Teodoro Adorno y Max Horkheimer trata-
arte y en la medida que el desarrollo de
ron en sus posteriores textos:
la fotografía es producto del progreso 32
tecnológico, la poesía y el progreso son
por decretos de su tiempo sino de las
como dos hombres ambiciosos que se
instituciones, como son las academias
odian mutuamente” ( Ibid:139)3.
de arte: “Así la perdida de una aureola
De esta forma, el artista y el poeta mo-
resulta ser una declaración de algo ga-
dernos, se han ensuciado del fango, se
nado, una dedicación de las capacida-
han despojado de su investidura de se-
des del poeta a una nueva clase de ar-
res inalcanzables, son artistas de lo coti-
te” (Ibíd.:160).
diano. Hasta aquí podemos distinguir que la pérdida de la “aureola” está en
El aura en tiempos de la masifica-
función de la búsqueda de la propia per-
ción
sonalidad dentro de lo moderno. En parti-
En Baudelaire la pérdida de la aureola
cular, la caída de la aureola y la moderni-
está vaticinada en la primera forma de
dad que la envuelve, en Baudelaire se
masificación: la fotografía. Sin embargo,
maneja como un decreto de independen-
alrededor de este evento, la modernidad
cia de lo anteriormente impuesto, no sólo
trajo también consigo otros medios que contribuyeron a la masificación: el desarrollo del diseño aunado a la publicidad y
3. Quizá sea pertinente reflexionar que la fotografía no siempre reproducía “la verdad”; si bien existió una fotografía científica, también existió una fotografía de divertimento. Es preciso mencionara algunos ejemplos de lo anterior; por ejemplo, la fotografía espiritista que surgió en las últimas décadas del siglo XIX con William Mumler. Dicha fotografía pretendía ser un método científico de comprobación de la vida en el más allá; sin embargo, pronto se vio que el “fotógrafo médium“ manipulaba las placas científicas provocando una sobre exposición en una placa ya usada, dicha manipulación obtenía como resultado la “aparición del fantasma”. El hecho ya de manipular una placa para obtener un resultado de ello es ya un artificio artístico, como en cualquiera de las artes. Por lo cual es posible que hasta en tiempos de la mecanización, estos medios puedan ser manipulados para obtener objetos de expresión artística aprovechando dichos medios y haciendo surgir nuevos valores culturales en la misma sociedad que dictará sus nuevos parámetros de lo artístico válido (Vid. Cheroux, 2004).
los medios posteriores como el cine y la radio. Ya en el siglo XIX, la difusión de los diversos diarios, gacetas y periódicos a las grandes masas que podían ver dibujos y fotografías ahí impresas; contribuyeron a la velocidad con la que el hombre cambió la visión de su propio entorno: “Dentro de grandes espacios históricos de tiempo se modifican, junto con toda la existencia de la colectividad humanas, el modo y la manera de su percepción, se organiza el medio en el que acontecen, están condicionados no 33
sólo
natural,
sino
históricamen-
también el aura del arte, aparentemen-
te” (Benjamin, 1989:23).
te, comenzaba a resquebrajarse. Los
Por lo tanto, la visión de la tradición, del
objetos artísticos únicos, espiritualmente
“arte anterior” se modifica; sin embargo,
inspirados, manualmente irrepetibles co-
la fotografía es el primer paso a la repro-
menzarían a ver su rostro desmantela-
ductibilidad; es ésta una nueva manera
do, desarticulado y cuestionado; ese
de producir imágenes de forma distinta a
“aquí y ahora” de la obra determinada
las otras artes tradicionales como la es-
por la tradición como auténtica, termi-
cultura, la pintura o el dibujo, las cuales
naría de hundirse en aquel fango de ma-
eran santamente apreciadas debida a
cadam. Sin embargo, para Benjamin, la
que intervenían el cerebro y directamen-
reproductibilidad, aún las más exacta,
te las manos del artista, no dependían de
no transmitirá “el aquí y el ahora” de las
un medio mecánico. Con la fotografía la
verdaderas y antiguas obras, cuyo con-
imagen del objeto producido por el artista
tenido transmitían una verdadera espiri-
“quedaba derribada”: “Al irrumpir el pri-
tualidad, una verdadera destreza del ar-
mer medio de reproducción de veras re-
tista: “Incluso en la reproducción mejor
volucionario, a saber la fotografía… el
acabada falta algo: el aquí y el ahora de
arte sintió la proximidad de la cri-
la obra de arte, su existencia irrepetible
sis…” (Ibíd.:26). A lo anterior, agrega
en el lugar en el que se encuentra. En
Jiménez acerca de la fotografía: “Pero
dicha existencia singular y en ninguna
esa exigencia de una techné, está filtra-
otra cosa, se realizó la historia a la que
da por la máquina, por la cámara. De es-
ha estado sometida en el curso de su
te modo, su aparición implicaba un cues-
perduración” (Benjamin, op.cit.:20).
tionamiento profundo a la fábula del artis-
El tono melancólico de Benjamin llama
ta genial y de la idea del arte basado en
la atención; pareciera que el arte debe
una destreza eminentemente manual,
rescatarse, es aquel hecho a la manera
corporal” (Jiménez, op.cit.:192).
del pasado, pareciera sugerirse un re-
La reproductibilidad ya estaba lista, tenía
greso a la valoración de las obras per-
su velocidad puesta en la fotografía; pero
meadas de su antigua aureola; a dife-
también el aura del arte, aparentemente,
rencia de Baudelaire que ya había criti34
cado a la imitación o sobrevaloración de
expresiones tales como la música swing,
las obras del pasado: “Desgraciado
y se dicta a las masas lo que cultural,
aquel que en la antigüedad estudie otra
política y artísticamente debe ser consu-
cosa que el arte puro, la lógica, el méto-
mido. El tiempo de las dictaduras y del
do general (Baudelaire, citado por Benja-
“gran experimento” heredaron su expe-
min, óp.cit:100). Ahora la valoración del
riencia y carácter alienable a las socie-
pasado, de lo que tenía su “aquí y ahora”
dades capitalistas de la posguerra; en
se confronta con la producción de ma-
éstas la reproductibilidad causada en su
sas. Esta posición también es asumida
origen por la fotografía no sería el único
por Max Horkheimer como veremos más
medio imperante, a ella se sumaban
adelante.
otros medios de masificación: el cine y
El primer “gran experimento”, como lo
la radio. Al haber ocurrido todo esto,
llama José Jiménez (op.cit.:201), hacia la
¿estamos ante la muerte total del aura
experiencia de la gran industria cultural,
del arte en verdad? ¿Acaso las socieda-
de la producción para las masas; se pre-
des modernas no han construidos nue-
sentó durante las grandes dictaduras de
vas “aureolas” para el arte de su propio
los treinta, como es sabido, con el nazis-
contexto histórico cultural, nuevos valo-
mo y el estalinismo. Ambos gobiernos
res cultuales?
dictatoriales promovieron la conformación de un arte oficial que se alienara ba-
¿Hacia nuevos valores de culto?
jo una construcción política. La búsqueda
Al tener un arte dictado y políticamente
de la uniformidad, de una cultura digeri-
estructurado y por lo tanto aceptado por
da, tuvo como resultado la estetización
la institución del arte representado por
de las masas las cuales “no cuestionan”,
las academias, museos y la critica dirigi-
como entes sonámbulos, a los productos
da; acaso ¿Este arte alienado podrá ins-
que esta industria de la uniformidad pro-
taurar un nuevo tipo de aura, una nueva
ducen. El “gran experimento” es el tiem-
tradición dentro de la modernidad capi-
po de la Entartete Kunst o arte degene-
talista? ¿Será posible la construcción
rando, en donde se discrimina lo que no
ahora de un “aura” construida por la alie-
es arte, lo judío preferentemente y otras
nación institucional en una sociedad de 35
arte que es posible reproducir?
la inglesa de Arts and Crafts de William
El problema siempre ha consistido en
Morris, el cual también buscaba producir
qué es lo que llamamos arte y en qué se
objetos bellos pero cotidianos; es así
le expide a las masas como tal4. Por lo
que en ambas corrientes buscaban ge-
general el arte que se masifica tiende,
nerar objetos estéticos pero reproduci-
según Horkheimer, a inmiscuirse en la
bles e incluso mezclados no solo como
cotidianidad donde ésta pierde su fun-
contemplación sino que fuesen incluso
ción: “En épocas más recientes, la escul-
funcionales, desde una casa hasta una
tura y la pintura fueron perdiendo su fun-
simple cuchara. Vemos entonces ya
ción en la configuración de ciudades y
ejemplos de una nueva faceta del arte
edificios, siendo relegadas a un formato
en tiempos de la reproductibilidad; inclu-
que
so a la par del desarrollo de la fotogra-
se
adecua
a
cualquier
inter-
ior” (Horkheimer, 1973:115). Pareciera
fía.
que para este teórico el arte debe seguir
De esta forma, ante el horror de la re-
en su tradicional recinto: el museo o la
producción de la obra artística, Max Hor-
galería. Es importante mencionar que el
kheimer (Ibíd:115) propone, en su artí-
arte de la segunda mitad del siglo XIX,
culo Arte Nuevo y cultura de masas, que
ya estaba proponiendo un arte que se
el hombre debe despojarse de su capa
masificara, que fuera estético pero a la
social, observar a la obra como fenóme-
vez que saliera del museo y formara par-
no en sí mismo, ver en ella lo puro sin
te de la cotidianidad de los ciudadanos;
ningún interés: El sentimiento estético
recordemos los ejemplos del Art Noveau
puro es la reacción del sujeto particular
surgido en la propia Francia y Bélgica;
convertido en un átomo…La definición
así y como antecedente anterior a esta
de lo bello como algo que es objeto de
corriente de diseño recordemos la escue-
complacencia desinteresado se remonta a estas conclusiones. El sujeto se expresa en el juicio estético haciendo caso
4. Pienso sobre todo en aquellas expresiones artísticas callejeras, tenidas así por no ser valoradas como parte de la gran institución cultural llamada museo o academia de arte; cuando mucho a estas simplemente se les conoce con el término peyorativo de expresiones callejeras.
omiso de valores y objetos sociales”. Como hemos notado esta definición de lo que debe ser el arte, tiene mucha afi36
nidad con la definición kantiana de lo su-
Miguel Ángel o bien la reproducción de
blime; pues debemos sentirnos átomos,
una figurilla de época prehispánica o
muy pequeños ante la belleza que nos
una postal de la Mona Lisa; pues estos
sobrepasa; además, de acuerdo con lo
objetos aunque no sean los originales
expresado con el Horkheimer, nuestro
nos recuerdan el valor que sí tienen la
gusto debe ser desinteresado: “el gusto
piezas originales, marcan una identidad,
por lo bello es un placer libre y desintere-
valores de culto y en cierta medida traen
sado…” (Kant, 1983:53).
al hogar algo del “aura” de dichas piezas
De alguna manera pareciera que Hor-
gracias a su reproducción. Con respecto
kheimer regresa a la “vieja aura” del arte
a esto Adorno reconoce que en la admi-
anterior a la reproductibilidad. La pro-
nistración de la cultura se origina una
puesta de este teórico, se asemeja en el
contradicción: “se le perjudica si se le
concepto de cultura que propone Teodo-
planea y administra; pero si se le aban-
ro Adorno (2003:185) en su texto Cultura
dona a sí misma, no sólo queda amena-
y Administración; en él dice que la cultu-
zado todo lo cultural con la pérdida de la
ra: “…tendría que ser lo más alto y puro,
posibilidad de ejercer un efecto, sino con
lo que no esté manoseado y aderezado
la pérdida de la existencia” (op.cit.:186).
mediante ninguna consideración técni-
De lo anterior, puedo proponer que exis-
ca…La cultura sería la manifestación de
te una reproductibilidad positiva; que in-
la esencia humana pura…”.
dependientemente del valor de entrete-
Sin embargo, ¿Cómo poder garantizar la
nimiento que a la masificación se le ha
permanencia de la obra de arte a través
dado; la reproductibilidad es un hecho
de todos los tiempos; si no es a través
que hace efectiva la perduración como
del papel que la reproductibilidad de
genera una nueva manera de ver, cono-
nuestras sociedades modernas puede
cer y concebir el objeto artístico.
ofrecer? ¿Cómo expandir el valor de cul-
Hoy en día la reproductibilidad se ha in-
to de las obras de arte en una sociedad
filtrado en el quehacer artístico y la mo-
de alta reproducción? No es ajeno a no-
dernidad, como en todos los tiempos, ha
sotros, encontrar en casa una pequeña
envuelto a estas obras con nuevos valo-
reproducción a escala de la Piedad de
res de culto. Aunado a dichos valores de 37
culto. Aunado a dichos valores, la institu-
empieza sino después de la muerte de
ción del arte acoge en sus recintos, el
la obra” (Duchamp, 1994:16). Se puede
recinto sagrado por antonomasia del arte
decir que cuando las obras mueren en
consagrado, tanto a las obras de “aura
sus contextos de creación y uso origina-
de tiempos anteriores” como “a los de-
les, estas pasan a ser aceptadas por la
tractores modernos”; vanguardistas, mi-
institución del arte, el museo o la galer-
nimalistas, creadores del arte pop, su-
ía. La reproductibilidad de las mismas
rrealistas, son todas estas expresiones
bien puede garantizar la permanencia
que han atravesado el umbral de una
tanto de obras antiguas como las más
nueva santidad ( la galería o el museo) y
modernas; por lo tanto es ahora la insti-
que en general nos anuncian que el arte
tucionalidad quien permite y da su au-
en general produce nuevas aureolas con
reola a estas obras.
el tiempo y su absorción por lo institucional es su carta de naturalización. Los
Conclusión
ready mades de Marcel Duchamp son
Durante muchos siglos la obra de arte
posibles hoy de observarse en una gale-
se había concebido como algo único e
ría o en una revista que reproduce sus
irrepetible. La obra como producto del
formas; de alguna forma el objeto artísti-
genio creador; era entendida como un
co pasa por varias fases hasta su acep-
don que sólo algunos podían tener y
tación final en el recinto del Museo; pri-
desarrollar. Es con Marsilio Ficino en
mero son creaciones reaccionarias, fuera
donde el objeto artístico toma su primera
de lo institucional, no reconocidas y final-
investidura de “santidad” y su aureola
mente debe morir a su vieja condición
comparando la obra del hombre con la
para que una santificación la envuelva:
de Dios; así el hombre y la divinidad
“una obra de arte, vive y muere exacta-
creaban. De esta manera, el aura de la
mente como nosotros, es decir, vive en
obra en un primer momento tenía una
el momento en que es concebida y crea-
equiparación con lo divino. El artista era
da… después muere. Y es entonces
considerado como un “mago”; es decir,
cuando se convierte en historia del arte.
quien conocía los principios divinos de la
Luego entonces, la historia del arte no
obra de Dios y los podía materializar en 38
objetos concretos sensibles; ya sea la
fía como un nuevo recurso artístico, en
arquitectura, la pintura u otras artes co-
pocas palabras, moderno.
mo la música.
Como lo han expresado Adorno o Hor-
Es con Charles Baudelaire en cuya obra
kheimer, la modernidad traería con el
crítica, concretamente su Salón de 1846
ascenso de los estados totalitarios el
y su poema el Fango de Macadam, es
uso y la manipulación de la prensa, la
donde conmina a los burgueses a inmis-
radio o el cine; que en suma traen men-
cuirse en las nuevas expresiones de la
saje y cultura dirigida y digerida hacia
modernidad; busca el apoyo para la nue-
las masas de lo que debe ver, creer o
va cara de una época que busca encon-
consumir. La reproductibilidad trae apa-
trar la belleza en la calle, en lo más ordi-
rentemente una cultura homogénea y
nario, salir del circulo de belleza dictada,
falta de valores, esa es la tarea peligro-
destruir la base en el viejo arte como úni-
sa de una sociedad cuyos objetos han
ca posibilidad de la nueva creación artís-
perdido su aura. Sin embargo; la moder-
tica; la modernidad debe dictar sus nue-
nidad y sus actuales sociedades no han
vos cánones de arte, sin embargo Bau-
dejado de proponer e institucionalizar
delaire estaría peleado con el uso de la
los nuevos valores de culto que deben
mecanización, de la reproducción por
tener las obras de arte acorde con sus
medios mecánicos que es la fotografía,
contextos actuales. Creo que existe den-
considerada como un medio falto de
tro de la reproductibilidad una fase posi-
espíritu, en la que la destreza humana no
tiva, en donde tanto las obras de tiem-
se hallaba involucrada; idea ésta, por su-
pos pasados como las nuevas, se ven
puesto que es contradictoria en el poeta
beneficiadas por la misma reproductibili-
francés; ya que el manipular una cámara,
dad, difundiéndolas, conservándolas y
como cualquier instrumento de produc-
aún más, cuyo valor como expresión de
ción artística, implica el intelecto y la des-
la cultura es compartida por piezas que
treza de quien la manipula, no sólo eso,
las reproduce fielmente y entran dentro
si bien había que abandonar la manera
de la cotidianeidad de la casa, pues
de hacer arte como en antaño; Baudelai-
éstas representan el gran valor que la
re no pudo entender el uso de la fotogra-
original tiene. Aunado a lo anteriormente 39
original tiene5. Aunado a lo anteriormente
Benjamin, Walter 1989 Discursos interrumpidos 1. Filosofía del arte y de la historia. Ed. Taurus. Argentina.
expresado, es preciso destacar que para que una obra de arte en la modernidad obtenga su aura; ésta debe morir primero
Berman, Marshall 2003 Todo lo sólido se desvanece en el aire. La experiencia de la modernidad. Siglo XXI Editores. México.
para pasar a formar parte de la Historia del Arte universal, cuando esto sucede la Institución del arte representada por el
Cheroux, Clement 2004 “El caso de la Fotografía espiritista” en: Troisieme Oiel. La potographie et l´oculte. Gallimard. París.
museo, la galería y la crítica las acoge en sus umbrales santos dándoles a dichos objetos su carta de naturalización, su nueva aura.
Horkheimer, Max 1973 “Arte nuevo y cultura de masas” en Teoría crítica. Barral Editores. España.
Bibliografía Adorno, Theodor 2003 “Cultura y administración” en: Cultura y civilización. El pensamiento crítico alemán contemporáneo. Universidad Autónoma Metropolitana, Azcapotzalco. México.
Horkheimer, Max y Adorno, Theodor 1988 “La industria cultural. Iluminismo como mistificación de masas” en: Dialéctica del Iluminismo. Editorial Sudamericana. Buenos Aires, Argentina.
Baudelaire, Charles 1943 “Salón de 1846” en Críticos e historiadores del arte. Charles Baudelaire. Editorial Poseidón. Buenos. Aires. Argentina.
Jean, Antoine 1994 “La vida es un juego; la vida es arte” Entrevista a Marcel Duchamp en Saber ver. Lo contemporáneo del arte. Fundación Televisa, julioagosto. México. Jiménez, José 2002 Teoría del Arte. Tecnos- Alianza. España.
5. No entraremos en la discusión de si tener estas reproducciones de obras de arte en casa es una actitud de obtener objetos kitsch o de mal gusto; basta mencionar que incluso los museos e instituciones de cultura gubernamentales difunden y alientan la reproducción de obras artísticas para ser compradas y llevadas a los hogares.
Kant, Imanuel 1993 Crítica del juicio. Editorial Losada. Buenos Aires. Argentina. 40
Sáiz von Ruster, Daniel 2005 “Filosofía mágica. La astrología en el pensamiento de Ficino” en: Pensamiento y arte en el Renacimiento. Primero Coloquio sobre Arte y Renacimiento. Colección Jornadas. Facultad de Filosofía y Letras. Universidad de Guadalajara. México.
41
INMORTALIZADOS EN BARRO, EL EJÉRCITO DEL EMPERADOR QIN Enrique Méndez Torres1
L
os chinos tienen un período de suma importancia dentro de su historia, el final de la dinastía Zhou, 1066-256 a.C., que predominó por 800 años junto con otros seis reinos feudales. En este período conocido como Zhanghuo (Reinos
Combatientes), 476-221 a.C., eran comunes las guerras, anexiones y alianzas, que no siempre se respetaban. El final de esta época se le conoce como Las Cien Escuelas, que abarcó los siglos IV al II a.C., pues una serie de profesionales desarrollaron conocimientos en el arte de la guerra, la agricultura, la diplomacia y sobre todo el arte de gobernar. Iban de Estado en Estado y los gobernantes los adoptaban dando como resultado la proliferación de diversas escuelas, lo que suscitó el surgimiento de críticas y contracríticas, así, el confusionismo, mohismo y daoísmo lograron un notable desarrollo (Yinxi, 1987). En los siglos VII y VIII a.C., el estado de Qi, que estaba situado en el extremo oriental de la Llanura del Norte de China, en lo que hoy en día son las provincias de Shandong y Hebei, empezó a extender su territorio y logró sextuplicar la superficie bajo su mandato, al incorporar muchas zonas que, previamente, habían sido consideradas “bárbaras”. Además, bajo el gobierno del semi-legendario príncipe Qi Huangong y su famoso consejero Guan Zhong, se instituyó un sistema de impuestos uniforme, se creó un ejército central y se formaron monopolios estatales de producción de sal y hierro. Al mismo tiempo, empezó a crecer una burocracia centralizada, que se basaba en el talento y no en el rango hereditario. Aunque todos estos cambios no fueron únicamente propios de Qi, este fue el primer estado que los instituyó de forma completa. Como resultado de ello, Qi empezó a dominar la mayor parte de la China propiamente dicha. En el año 651 a.C., convirtió a los pequeños estados de la zona en una liga, que tuvo
1. Profesor-investigador del CESUA S.C. vengati@hotmail.com 42
éxito al rechazar las invasiones de los
se creía que estas ideas beneficiarían al
regímenes semi-bárbaros del norte y el
pueblo (Yinxi, 1987).
sur. Aunque de esta forma Qi se hizo con
En el año 247 a.C. se entroniza a la
la hegemonía de China, su poderío no
edad de trece años Zheng, de Qin, y al
duró mucho. Tras la muerte de Qi Huan-
cumplir la mayoría de edad implanta las
gong, los desórdenes internos provoca-
ideas del daoísta Han Fei, quien lo lle-
ron la pérdida de liderazgo de la nueva
varía a la conquista de toda China hacia
confederación (Botton, 2008).
el 221 a.C. (Fig.1) cuando adopta el títu-
Posteriormente se desarrollaría un Da-
lo de un gobernante absoluto, Huangdi.
oísmo temprano, esta filosofía daría im-
Así, al primer emperador se le conoce
portancia a los ritos, la música, la educa-
como Qin Shihuangdi (Yinxi, 1987;
ción, etc. (Botton, 2008), partiendo de la
Schinz, 1996:104) (Fig.2).
base de que el gobierno es responsable
Los diez primeros años de su gobierno
del bienestar de los gobernados. Surge
se caracterizarían por guerras para ter-
entonces una escuela denominada lega-
minar de unificar su imperio. Inclusive no
lista, la cual abogaba por la centraliza-
faltaron quienes conspiraron y contrata-
ción del poder en manos del monarca,
ron asesinos para eliminarlo, uno de es-
estas ideas fueron bien recibidas por los
tos intentos quedó registrado en el año
gobernantes, quienes encontraron un
227 a.C. (Schinz, op.cit.:102).
justificante en la transformación de la so-
Para una buena administración dividió
ciedad y del estado (Yinxi, 1987).
su territorio en 36 comandancias o pro-
De esto se desprendieron tres máximas.
vincias, deportó a 120,000 familias de
El gobernante debía poseer un poder
oposición, se confiscaron armas, se
que infundiera temor, la segunda daba
construyó una red de caminos de 50 pa-
importancia a las técnicas administrati-
sos de ancho para movilizar al ejército
vas y la tercera hacía hincapié en la ley,
por todas las comandancias y para cen-
2. El Daoísmo se desarrolló a partir de un sistema filosófico basado en las escrituras de Lao Zi. El texto escrito por Lao-Tzu o Lao-Tse es el Dao De Jing o Tao Te King. El objetivo fundamental de los Daoístas es alcanzar la inmortalidad, si bien, a veces no se entiende ésta literalmente, sino como longevidad en plenitud. De la misma manera, se decía que las personas que vivían en armonía con la naturaleza eran inmortales (Díaz Mastellari, 2008). 43
Fig. 1. Territorio conquistado por el emperador Qin Shihuangdi. Dibujó: Enrique Méndez Torres, 2010.
tralizar el poder uniformó pesos, medidas y escritura. Se destruyeron las murallas que había entre los estados y para protegerse de los nómadas mandó construir una nueva uniendo otras viejas desde Gansu, al este del río Laio (Yinxi, op.cit.) (Fig.3). En el año 246 a.C. mandó a construir su mausoleo en secreto (Yinxi, ibíd.) con una extensión de 2.13 kilómetros cuadrados (Fig.4) al norte del monte Li y al este Fig. 2. El emperador Qin Shihuangdi. Foto Enrique Méndez, 2007.
de
su
región
metropolitana,
Xianyang; utilizando para ello la fuerza 44
Fig. 3. Murallas anteriores a Qin Shihuangdi y La Gran Muralla que mandó construir para protección de invasiones. Dibujó Enrique Méndez, 2010.
Fig. 4. A la distancia el mausoleo, sepultado por una gran cantidad de tierra, que a simple vista da la apariencia de un ligero promontorio. Foto Enrique Méndez, 2007. 45
laboral de más de 700,000 sentenciados
ducción de siembra de alimentos.
a castración y otros a muerte (Schinz,
Qin Shihuangdi murió en el séptimo mes
op.cit.:105).
del año 208 a.C. cuando realizaba un
En el 213 a.C. mandó quemar escritos y
viaje por sus provincias. Sus enemigos
libros que no fueran oficiales y acorde a
aprovecharon esto y quemaron su pala-
sus ideas (Schinz, op.cit.; Jin Yinxi,
cio, se dice que el incendio duró tres se-
op.cit.) quienes después de esta orde-
manas. Se ha estimado que la población
nanza fueron capturados con libros
para esa época era de 20,000,000 de
prohibidos eran tatuados y condenados a
habitantes en todo su reino.
trabajar en su nueva muralla (Schinz, op.cit.:105.), mandó matar magos y con-
Una muralla de barro y piedra
fusianos que criticaban sus acciones, y
Desde el siglo VII a.C., los pequeños
su heredero que también protestaba por
estados envolvieron el territorio en cons-
su política fue desterrado a la frontera
tantes luchas, lo que obligó como estra-
norte
tegias militares defensivas a crear barre-
(Schinz,
op.cit.;
Botton
Beja,
op.cit.:103-106).
ras aprovechando la geografía local e ir
Para sustentar su gobierno formó un po-
levantando murallas, valiéndose de los
deroso
Dong
materiales locales, a lo largo de sus
Zhongshu comenta que las guardias
fronteras. Estas mismas murallas sirvie-
fronterizas y servicios de trabajos au-
ron más tarde para protegerse de inva-
mentaron treinta veces y los muchachos
siones y saqueos por parte de los nóma-
que alcanzaran el metro y medio ya deb-
das del norte (Zewen, 1983:2).
ían prestar sus servicios (Yinxi, op.cit.).
Con la intención de proteger su reino,
Se menciona que este ejército llegó a
Qin mandó unir parte de las anteriores
tener más de un millón de soldados, no
murallas de las ciudades fronterizas que
muy común para la época (Schinz,
gobernaba y así formar una sola. Mu-
op.cit.:105). Para sostener y alimentar a
chos ejércitos se frenaron y fueron repe-
su ejército fue necesario también imple-
lidos gracias a esto; y sus súbditos en-
mentar grandes y novedosos sistemas
contraron refugio al interior de sus mu-
de irrigación que repercutirían en la pro-
ros.
ejército,
el
filosofo
46
El sistema de murallas de adobe con to-
Muralla no reflexiona en la cantidad de
rreones de madera fue un eficaz medio
gente que murió en su construcción, en
para contener a los ejércitos enemigos
su defensa o en su intento por tomarla,
turcos, mongoles y de hunos (Fossati,
pero sin lugar a dudas la primera muralla
1990:24). Sin embargo una sola muralla
no lucia como actualmente la conoce-
no siempre fue suficiente, hay espacios
mos. En algunas secciones del desierto
que llegaron a tener hasta tres de ellas
aún se pueden ver secciones de la mura-
separadas por más de un kilómetro.
lla de adobe erosionadas por el paso del
Para algunos habitantes esto representó
tiempo (Figs.5 y 6).
un símbolo de seguridad, para los sen-
En China es conocida como la Gran Mu-
tenciados a muerte esclavitud hasta por
ralla de Diez Mil “i”, que se relaciona con
10 años y para los invasores la línea a
su longitud de 10,000 “li”, que correspon-
superar. Es indudable que una muralla
de a 5,000 kilómetros, este fue un núme-
responde a una estrategia táctica en la
ro simbólico que hace referencia a la dis-
guerra. La muralla de Qin cambió con el
tancia entre el actual distrito de Minxian
tiempo según las necesidades defensi-
hasta la provincia de Liaoning. A la fecha
vas de las expansiones de los nuevos
la longitud de todas las murallas suman
reinos. El adobe y los torreones de ma-
más
dera se sustituyeron por la piedra.
op.cit.:1-2).
La muralla no solo es una barrera sino
En la actualidad se puede apreciar en
tiene un sistema estratégico de andado-
sus sillares escritura incisa, alguna se
res donde se podían colocar guerreros
debe consecuencia de las largas horas
sino que dan la apariencia que algunos
de espera y custodia en sus pasillos y
llevan a algún lugar y continua tras una
torreones, se trata pues de los nombres
colina, por su efecto visual, pero no con-
de soldados que se ha mezclado con los
ducen a ningún lado, esto servía para
nombres de distintas personas que han
engañar al enemigo que en algunas oca-
visitado la muralla a lo largo del tiempo y
siones llegó a caer en esas trampas-
donde también se pueden apreciar ya
andador y quedaban capturados.
grafismos latinos (Fig.7).
Hoy en día, la gente al visitar la Gran 47
de
50,000
kilómetros
(Zewen,
Fig. 5. Una sección de la muralla y sus torreones. Foto Enrique Méndez, 2007.
Fig. 6. Otra sección de la muralla. Foto Enrique Méndez, 2007. 48
El propósito original de la muralla no tuvo la intención de ser un elemento paisajístico decorativo ni mucho menos turístico. Ante los largos tiempos de “paz” ha caído en desuso y destrucción, excepto aquellos tramos que se han reutilizado para el turismo y que hoy forman parte integral del paisaje, ya sea en el campo o en algunas ciudades (Fig.8). Fig. 7. Detalle de muro con ventana, todos los sillares se encuentran grafiteados con nombres de personas, algunos de ellos son los nombres de soldados que permanecían en vigía. Esto se puede apreciar por la antigua caligrafía. Foto Enrique Méndez, 2007.
El barro antropomorfizado De manera similar a otros reyes el emperador fue enterrado en una tumbamausoleo real que él mismo había mandado construir.
Fig. 8 Una sección de una muralla absorbida por la ciudad de Xian, que ha sido adecuada a las necesidades propias de esa ciudad y circulación vial. Al fondo y los costados grandes edificios modernos. Foto Enrique Méndez, 2007 49
dado construir. Sin embargo, este gober-
bre se inició desde finales de la Edad de
nante, que creía ser inmortal, no viajó
Bronce y se les conocía como ming qi,
solo al inframundo, se hizo acompañar
que se traduciría como “objetos lumino-
de su poderoso e invencible ejército
sos útiles para los espíritus de los difun-
hacia la eternidad. En la actualidad han
tos en el lugar de las tinieblas” (Fossati,
subsistido cada uno de sus guerreros y
op.cit.:36).
con ellos la fama de su rey. Al menos así
Desde la dinastía Shang se acostumbra-
lo atestiguan las figuras de barro que se
ba sacrificar a la servidumbre, concubi-
están encontrando en la actual provincia
nas y animales de los gobernantes para
de Xian (Fig.9) y que poco a poco se van
que los acompañaran en la otra vida,
descubriendo, restaurando, consolidando
pero esta actividad se redujo en la épo-
y exponiendo.
ca de los Estados Combatientes. Es pro-
En la China antigua era habitual el colo-
bable que los guerreros de terracota
car piezas antropomorfas de barro mode-
hayan sustituido esa práctica (Schinz,
ladas, de entre 30 o 40 cm, esta costum-
op.cit.:107).
Fig. 9. Formación de una parte del ejército de barro cocido del emperador Qin. Foto Enrique Méndez, 2007. 50
Se han encontrado otras figuras antropo-
en terminarla y para ello se trasladaron
morfas talladas en madera de mayores
30,000 familias quedando exentas de
dimensiones que evidentemente cum-
impuestos y pago alguno. El mausoleo
plían la misma función que las anterio-
consistió en dos hileras de murallas en
res; pero modeladas en barro a escala
tierra prensada con una longitud de nor-
natural solo se han encontrado hasta
te a sur de 2,173 metros y de ancho, de
ahora las pertenecientes a la tumba del
este a oeste de 974 metros. Esta tumba
emperador Qin Shihuangdi.
quedó protegida por el silencio y des-
Es el historiador Sima Qian (1993), en su
pués de 200 años se comenzaron a es-
registro de la Gran historia de China, es-
cribir
crito entre los años 109 a.C. y 91 a.C.,
Shihuangdi hasta convertirse en un mito,
quien describe la tumba y parte de la
al grado de que se creía que tanto su
construcción, en su historia de China,
mausoleo como su ejército de terracota
nos comenta que se llevaron diez años
eran inexistentes (Figs.10 y 11).
historias
referentes
al
primer
Fig. 10. Mural contemporáneo que ejemplifica parte de los trabajos realizados para la magna obra, en la parte superior se aprecian guerreros y carruajes ya colocados. Foto Enrique Méndez, 2007. 51
Fig. 11. Otro ejemplo de la representación delas labores de transporte de la madera. Foto Enrique Méndez, 2007.
Contrario a las normas de las tumbas im-
y cae el mito para dar parte a la reali-
periales, en las que la entrada debería
dad. Al intervenir los arqueólogos y am-
de estar al sur, en esta se encuentra al
pliar las excavaciones se delimitó un es-
este. Según el mismo Qian, algunos arte-
pacio de 230 por 62 metros de ancho a
sanos recibieron la orden de construir
una profundidad el piso de hasta 5 me-
ballestas y flechas mecánicas por si al-
tros, denominado por ellos el Pozo 1
guien deseaba violar la tumba. También
(Tregear y Shelagh, 1993; Xiaoneng,
se dice que asesinaron a los artesanos y
1999). Aquí se hayan más de 8,000 re-
obreros por conocer los secretos de la
presentaciones de guerreros de pie, ca-
disposición de la tumba y de los tesoros
rros de batalla y caballos (Fig.12).
colocados.
En la actualidad se pueden visitar tres
Es hasta 1962 que se descubre por acci-
amplias unidades de excavación (Figura
dente una parte del ejército de barro y
13), cerca del Pozo 1 (P1) se localiza el 52
Fig. 12. Distribución de carros de batalla con sus caballos y algunos soldados de a pie. La línea roja señala los pozos para sondear la distribución de éstos. La razón por la que no se descubren es porque se cree que están mejor conservados enterrados. Foto Enrique Méndez, 2007.
Fig. 13. Distribución de los pozos abiertos al público en relación a la tumba de Qin. Dibujo Enrique Méndez, 2010. 53
Pozo 2 (P2), el cual es un espacio exca-
También se han encontrado más de 500
vado irregularmente y abarca 6,000 m2
tumbas en los derredores del territorio
aproximadamente, aquí se encontró el
donde pareciera que fueron enterradas
cuartel general de los jefes militares,
algunas concubinas, sirvientes y parece
donde también se localizaron caballeri-
ser que algunos fueron sacrificados por
zas,
el emperador Quin II incluidos algunos
carros,
infantería
y
arqueros,
además de una infinidad de armas.
constructores y artesanos.
El Pozo Nº3 (P3) es un espacio más pe-
Lo que se aprecia en la unidad de exca-
queño, de unos 500 m2, donde se loca-
vación P1 es una infinidad de figuras ela-
lizó un carro y 68 guardias además de
boradas en barro, a tamaño natural, de
gran variedad de armas; los investigado-
hombres. Los cuerpos fueron elaborados
res creen que fue parte importante del
en moldes al igual que las cabezas de-
cuartel general.
jando sólo el rostro para terminarlo de
Obviamente no son las únicas unidades
manera artesanal, de esta forma nos en-
de excavación que se han llevado a ca-
contramos con personajes de rasgos fa-
bo, sino más bien, las que están expues-
ciales diferentes, es decir, que fueron
tas al público, aunque todavía no están
personalizados. Estudios de los rostros
excavadas en su totalidad. En algunas
han hay llevado a señalar que hay hasta
secciones sólo se ha profundizado hasta
ocho diferentes tipos faciales, especulan-
donde estuvo la techumbre de madera y
do que se pueden sugerir el tipo de etnia
se pueden ver algunos pozos de sondeo
al que pertenecían (Kesner, 1995) donde
realizados con la finalidad de ir conocien-
la altura promedio es de 1.80 metros
do los trazos de algunos muros.
(Figs.14, 15 y 16).
En los derredores del gran mausoleo se
Las figuras representan a los guerreros
han hecho pozos de sondeo donde se
del ejército de Qin en formación, listos
han encontrado entierros de animales y
para salir al campo de batalla en el inte-
personas de barro postradas de rodillas
rior de un gran cuartel, separados por
mirando hacia el Este. Especulando que
diez muros. En cada pasillo hay cuatro
están representando parte de su jardín y
filas de soldados, un carro de batalla con
sus sirvientes.
cuatro caballos y arqueros. 54
Fig. 14. Distintos rostros, todos con personalidad propia. Peinados y tocados han servido para identificar rangos militares. Fotos Enrique MĂŠndez, 2007.
55
Fig. 15. Lo distintivo de los rostros ha permitido distinguir hasta ocho tipos faciales. Fotos Enrique Méndez, 2007.
Este espacio no se trata de una mera re-
de un modo y los generales de otro.
presentación, sino de una reproducción
Un aspecto que no se aprecia, salvo en
en su totalidad, fiel a la realidad. Todos
contadas esculturas, es que todas esta-
los personajes están vestidos con sus
ban decoradas con pintura sobre una ba-
armaduras, la cual es una reproducción
se en blanco (Fig.16). Este detalle ha re-
apegada a la que se usaba en ese mo-
sultado todo un reto de conservación,
mento, pero elaborada en barro. Muchos
pues no todas las figuras se encuentran
detalles en su manufactura fueron cuida-
completas y se tiene que restaurar para
dos, al grado de que también se les co-
su exposición. El mayor problema a su-
locó el tipo de peinado que debían llevar
perar es que al momento de excavar las
de acuerdo a su rango, con tal realismo
esculturas y exponerlas a la intemperie lo
que se han diferenciado diversos peina-
colores se degradan y se velan.
dos y adornos; gracias a ello se ha ob-
Los arqueólogos han procurado tomar
servado que los soldados se peinaban
precauciones ante este fenómeno sin 56
Fig.16. Rostro de un guerrero con restos de una base en color blanco sobre la que posteriormente se le aplicó pintura. Foto Enrique Méndez, 2007.
embargo aún no es posible controlar la
solidando las diversas figuras para resti-
pronta degradación de la pintura. Las
tuirlas a sus lugares originales por lo que
ampliaciones de las excavaciones avan-
la excavación y liberación de espacios es
zan conforme se van restaurando y con-
muy lento (Fig.17). 57
Fig.17. Espacio destinado a la restauración de las figuras de arcilla cocida. Foto Enrique Méndez, 2007.
La recreación de cuarteles fue tan ape-
se distinguen cenizas y secciones de las
gado a la realidad que debieron elaborar-
vigas quemadas, lo que provocó que se
se los pisos y muros que resguardarían
colapsaran y que algunas de las esta-
este fabuloso ejército de figuras cocidas,
tuas de barro se destruyeran (Fig.9).
siendo protegidas en la parte superior
El Pozo 2 ha expuesto una arquitectura
por una techumbre de vigas de madera,
que se piensa es el cuartel general de
algunas de las cuales se han degradado
los jefes militares. Aquí la distribución de
con el paso del tiempo mientras que
los espacios es diferente a la de las
otras sufrieron un incendio en fechas tan
otras secciones. No hay soldados ali-
inciertas como su probable causa (Fig.
neados en hileras de cuatro, en este ca-
18). Esta evidencia se puede apreciar
so la formación consiste en cuatro gru-
gracias al meticuloso trabajo de las exca-
pos de ataque. El primero es una forma-
vaciones arqueológicas, en ciertas partes
ción de carros de batalla tirados por cua58
Los
Fig.18. Vista general del cuartel con algunos pozos de sondeo para corroborar información. Foto Enrique Méndez, 2007. tro caballos, cada uno de una altura de
la tierra de la gran techumbre de made-
1.70 mts por 2 de largo; después se en-
ra. Solo se han realizados pozos es-
cuentra una formación de infantería y
tratégicos para valorar la continuidad y
carros de batalla; a un costado un agru-
extensión de cada escuadrón. Del mis-
pamiento de caballería, y delante de es-
mo modo los espacios arquitectónicos
tos tres grupos, una formación de arque-
fueron construidos y se pueden observar
ros de pie y otros con una rodilla en el
detalles de muros que no se aprecian en
piso.
el Pozo 1 (Figs.18 y 19). Se ha calcula-
Debido a que los investigadores han
do que aquí debe haber 1,300 figuras,
considerado innecesario exponer toda
entre guerreros y caballos.
esta formación, los espacios liberados
El tercer Pozo (P3) consiste en los cuar-
son menores, mostrando las huellas en
teles generales donde al parecer hay 59
Fig.19. Vista del cuartel general apreciándose las marcas de la viguería de madera en la tierra, la parte obscura del centro al fondo corresponde a ceniza de maderas quemadas, en primer plano y al centro figuras destrozadas por el colapso del techo. Foto Enrique Méndez, 2007. guardias especiales y algunos objetos
las líneas de batalla enemigas, por últi-
que eran usados por los comandantes
mo cargaba la infantería.
(Fig.20). En suma, lo que podríamos apreciar al
Conclusiones
admirar este ejército es la formación em-
Es indudable que éste primer empera-
pleada por el emperador Qin para sus
dor, al igual que todo gran gobernante,
luchas, donde los arqueros gozaban de
tuvo un poderoso ejército para garanti-
unas poderosas ballestas con un alcan-
zar el control de su pueblo, las insurrec-
ce estimado de 300 metros, después se
ciones y repeler al enemigo con la inten-
empleaban los carros de ataque (Fig.
ción de garantizar la paz. Así mismo de-
21) y la caballería seguía para romper
be haber sido necesario incentivar a tan60
Fig.20. Pozo 3 donde se observa la distribución diferente de la guardia. Foto Enrique Méndez, 2007.
Fig.21. Un bello ejemplo de un carro de guerra con sus caballos, los cuales muestran adornos que no han sobrevivido al tiempo, pero subsistieron sus herrajes. Foto Enrique Méndez, 2007. 61
ta gente para que pelearan por él y por
los rasgos distintivos de cada soldado lo
su nación no dando pie a insurrecciones.
que debió de haber demandado un ma-
Quizás una de las promesas cumplida
estro artesano con esa habilidad espe-
del Emperador pudo haber sido garanti-
cial de duplicar un rostro humano.
zar la eternidad de cada guerrero inmor-
Por otro lado fue indispensable la adqui-
talizándolo con una efigie propia en barro
sición de madera y su almacenamiento
cocido y asegurarles un espacio en el
no solo para la gran techumbre, sino
mausoleo a su lado.
también para para alimentar los hornos,
En tiempos de guerra es necesaria una
los cuales debieron de ser de mayores
organización para dotar de servicios a
dimensiones que los normales para el
los pobladores, pero también es impor-
cocimiento, no sólo de las figuras antro-
tante tener bien alimentados a los com-
pomorfas, sino también para la de los
batientes, para lo cual es imprescindible
caballos, que son de una sola pieza, pe-
valerse de una mano de obra sostenedo-
ro también se emplearon varios moldes
ra. Así como debió de haber habido una
en su elaboración.
buena cantidad de gente trabajando en
Una vez cocidas las figuras debieron ser
los campos de cultivo, otra trabajó en la
almacenadas las que estuvieran en bue-
elaboración de las figuras de terracota, lo
nas condiciones y desechando las mal
que conlleva a una cadena operativa.
horneadas, si es que las había, pues
Aquellos encargados de extraer el mate-
una mal horneada seria una gran pérdi-
rial necesario de los bancos de arcilla;
da de materia prima y esfuerzo. El si-
transportarla hasta el lugar indicado para
guiente paso debió haber sido el de dar-
ser mezclada con los desgrasantes ne-
les un baño de un elemento en blanco
cesarios; la obtención de éstos últimos.
que servía como base para después pin-
La energía gastada en el amasado y al-
tarlas.
macenado, e ir usando las cantidades
La construcción de un gran cuartel ge-
necesarias para elaborar las figuras en
neral demandó la intervención de arqui-
molde. Secarlas en espacios a la som-
tectos, albañiles y artesanos. La te-
bra. Un proceso paralelo debió de haber
chumbre de madera no soportó el paso
sido la de personalizar cada rostro con
del tiempo y su función de proteger a las 62
piezas de terracota y demás objetos co-
de un buen ejército es garantía de paz
locados fue cumplida en los primeros
mientras se les trate de manera justa.
años, quedando este espacio hueco bajo
Gracias a las ideas reformistas de Qin
el suelo y conforme se fue llenando de
no solo unificó lenguaje y medidas, sino
tierra dejo el contexto que se puede
un gran reino que hoy es la República
apreciar ahora en dos grandes domos.
Popular de China y se le reconoce como
El gran techado de madera implicó el
su primer emperador.
empleo de taladores, carpinteros, gente y
Si bien es cierto que buscó la inmortali-
bestias que trasladaron estas pesadas
dad, y hay diversos escritos acerca de él
vigas hasta su último destino. Toda esta
(Qian, op. cit. 1993), al hacerse acompa-
cantidad de personas estaban organiza-
ñar a “la otra vida” inmortalizó a cada
da, quizás algunos especialistas trabaja-
integrante de su ejército, desde asisten-
ron por sueldo y otros artesanos por obli-
tes de soldados hasta sus generales, y
gación pagando una condena como lo
continúan ahí, mudos e impávidos testi-
relata Sima (1993) pero debió de haber
gos en espera del enemigo para prote-
existido un encargado de organizar al
ger a su rey.
personal. Toda esta obra tiene un baño de sudor y sangre en su manufactura
Bibliografía
que difícilmente se aprecia, pero que es-
Botton Beja, Flora
taba encaminada a representar en el pla-
2008 China: su historia y cultura hasta
no de la muerte a personas y objetos re-
1800. Centro de Estudios de Asia y
ales elaborados en arcilla.
África. El Colegio de México. Méxi-
De Qin Shihuangdi hay historiadores que
co.
lo alaban y otros lo detractan, pero lo que es indudable es que bajo ciertas condi-
Díaz Mastellari, Marcos
ciones el gobernante debe de tomar ac-
2003 “El Daoísmo Filosófico de Lao Zi”
ciones a favor de un pueblo implantando
en Pensar en Chino, Ed. Hel, Bo-
reformas, aunque en el intento la clase
gotá, Colombia.
sostenedora deja su vida sin un reconocimiento. Es claro también que el apoyo 63
Fossati, Gildo
Yang, Xiaoneng
1990 China. Grandes Civilizaciones. Ed.
1999 The golden age of Chinese Ar-
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Tregear, Mary y Shelagh Vainker 1993 Tesoros artísticos en China. Editorial Patria. México.
64
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