Antilha N°30

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REVISTA LATINOAMERICANA DE HISTORIA, ARTE Y LITERATURA

Año 10

N°30

Septiembre-Diciembre 2021


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Antilha REVISTA LATINOAMERICANA DE HISTORIA ARTE Y LITERATURA

Antilha publica artículos originales e inéditos. El contenido de los artículos y opiniones ex-

Editores

presadas en Antilha son responsabilidad

América Malbrán Porto

exclusiva de sus autores.

Ana Igareta

Antilha, Revista Latinoamericana de Historia, Arte y Literatura es una publicación cuatri-

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mestral editada y publicada por el Centro de

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misión Certificadora de Publicaciones y Revistas Ilustradas, Secretaría de Gobernación, números ( en trámite ) , ISSN ( e n trámite ) .

Portada, cenefa y viñeta: Baile de campesinos, litografía en Costumbres neogranadinas, Ramón Torres Méndez, 1973, Bogotá.

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Antilha REVISTA LATINOAMERICANA DE HISTORIA ARTE Y LITERATURA

Comité Editorial Dr. Jorge Angulo Villaseñor

DEA-INAH, México.

Dr. Daniel Schávelzon

CAU-UBA, Argentina

Dra. Ana Igareta

UNLP, Argentina.

Dr. Víctor Ortega León

Centro INAH Chihuahua, México.

Mtra. América Malbrán Porto

Centro INAH Chihuahua, México.

Mtro. Alfredo Feria Cuevas

Centro INAH Baja California Sur, México.

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Antilha REVISTA LATINOAMERICANA DE HISTORIA ARTE Y LITERATURA

CONTENIDO Editorial

P. 7

Un caso de bacterias reductoras de sulfato en procesos corrosivos de material arqueológico ferroso Angélica Guerriere y Liliana Berardo

P. 9

Los conchos en el siglo XVI: adaptación y cultura Sofía Estrada Beltrán

P. 21

Prodigios y milagros en torno a los caminos reales Novohispanos América Malbrán Porto

P. 41

La Escuela Internacional de Arqueología y Etnografía Americanas y las primeras excavaciones estratigráficas en México Víctor Ortega León

P.57

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Antilha REVISTA LATINOAMERICANA DE HISTORIA ARTE Y LITERATURA

EDITORIAL

E

n este final del 2021, Antilha llega a su número 30. Cerramos este segundo año de pandemia con la convicción de que el trabajo académico y la investigación científica deben continuar, y de que la difusión cultu-

ral es cada vez más necesaria. Aprovechamos para dar la bienvenida a tres nuevas autoras: Angélica Guerriere, Liliana Berardo y Sofía Estrada Beltrán que nos deleitarán con sus propuestas. El primer artículo, “Un caso de bacterias reductoras de sulfato en procesos corrosivos de material arqueológico ferroso”, de Angélica Guerriere y Liliana Berardo, constituye un claro ejemplo del papel que ocupan actualmente los estudios arqueométricos en los estudios sobre el pasado. El análisis minucioso sobre las condiciones de corrosión de materiales ferrosos procedentes del sitio Parque Aguirre, de la ciudad de Santiago del Estero en Argentina, permite a las autoras identificar algunas de las condiciones contextuales que explican el grado de alteración que han sufrido los materiales de ese yacimiento, aportando así al conocimiento sobre el biodeterioro de los metales arqueológicos. En “Los conchos en el siglo XVI: adaptación y cultura”, Sofía Estrada Beltrán nos sitúa en el territorio del Estado de Chihuahua, México, durante el siglo XVI, para tratar de identificar las características culturales de uno de los grupos indígenas más conocidos, pero menos estudiados del norte del país. Valiéndose de las fuentes históricas producidas durante las primeras entradas de los conquistadores españoles a la región, la autora destaca tres aspectos relacionados con los sistemas de organización social y política, las estrategias de supervivencia y los

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sistemas de creencias atribuidos a los habitantes de la cuenca fluvial más grande del Estado. En el tercer artículo, “Prodigios y milagros en torno a los caminos reales novohispanos”, América Malbrán Porto nos muestra diversos testimonios históricos que aluden a la manera en que, durante el proceso de colonización del norte mexicano, sus protagonistas interpretaban algunos sucesos como hechos sobrenaturales de factura divina que los ayudaban a fortalecer y expandir su fe en los territorios sobre los que iban avanzando. Cargados de simbolismo, muchos de estos supuestos milagros dejan entrever también la herencia del discurso religioso europeo trasladado a tierras americanas. Finalmente, en “La Escuela Internacional de Arqueología y Etnografía Americanas y las primeras excavaciones estratigráficas en México”, Víctor Ortega León revisa con detalle algunos de los supuestos relacionados con los protagonistas de las excavaciones arqueológicas realizadas en 1911 en Atzcapotzalco y Culhuacan, bajo el auspicio de la EIAEA, consideradas por la tradición como las primeras realizadas en México siguiendo un método estratigráfico, y atribuidas a Manuel Gamio. Algunos datos presentados apuntan hacia una duda razonable en cuanto a dicha autoría. Deseamos que el paso al 2022 sea muy afortunado para todos nuestros lectores, y que en el nuevo ciclo soplen vientos más propicios para todos.

Los editores

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CESUA

UN CASO DE BACTERIAS REDUCTORAS DE SULFATO EN PROCESOS CORROSIVOS DE MATERIAL ARQUEOLÓGICO FERROSO Angélica Guerriere1 y Liliana Berardo2 Artículo recibido 10/10/2021 Artículo aceptado 19/11/2021 Resumen El alto grado de mineralización detectado en materiales ferrosos de origen colonial recuperados en un sitio de la ciudad de Santiago del Estero, Argentina, llevó a la realización de estudios específicos orientados a explicar tal situación. Para ello, se seleccionó una pieza como caso de estudio y se caracterizaron sus depósitos, productos de corrosión superficiales y sedimentos asociados. El hallazgo de sulfuro de hierro (FeS) en la muestra sugirió la presencia de bacterias reductoras de sulfato (SRB), hipótesis que fue luego confirmada al ser detectadas por cultivo. Tales resultados contribuyeron a evaluar la participación de SRB como agente de deterioro de piezas metálicas arqueológicas enterradas y corroídas por más de dos siglos en contextos anóxicos. Palabras clave: Metales ferrosos; Arqueología colonial; Bacterias reductoras de sulfato; Corrosión; Biodeterioro. Abstract High degree of mineralization observed in archaeological ferrous material from a colonial site in Santiago del Estero (Argentina), led to specific studies to analyze this condition. One piece was selected as a case of study to characterize its superficial deposits and corrosion products as well as its associated sediments. The finding of iron sulfide (FeS) suggested the presence of Sulfate Reducing Bacteria (SRB), later detected by cultivation. Such results contributed to assess the participation of SRB as an agent of deterioration of archaeological metallic materials buried and corroded in anoxic environments for more than two centuries. Keywords: Ferrous metals; Colonial archaeology; Sulphate reducing bacteria; Corrosion; Biodeterioration. 1 CIC- Instituto Historia Teoría y Praxis de la Arquitectura y la Ciudad, Facultad de Arquitectura y Urbanismo, Universidad Nacional de La Plata. La Plata, Buenos Aires, Argentina. anchugue@gmail.com 2 Instituto Nacional de Tecnología Industrial, San Martín, Buenos Aires, Argentina. liliana.berardo@gmail.com Antilha 10 (30) 2021:9-20 9


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CESUA Guerriere y Berardo

bordes del río siguieron afectando todo

Introducción

L

os trabajos de excavación rea-

el sector, al igual que diversas acciones

lizados entre los años 2009 y

antrópicas tales como tendido de cañe-

2013 en el sitio Parque Aguirre

rías de agua, de cloacas e instalación de

de la ciudad de Santiago del Estero3

cableados eléctricos que impactaron di-

(provincia de Santiago del Estero, Ar-

rectamente en su subsuelo.

gentina) (Figs.1 y 2) permitieron recupe-

Los restos recuperados durante la inter-

rar un variado registro material. El sitio

vención arqueológica incluyeron frag-

corresponde al de la primera fundación

mentos de piezas ferrosas severamente

de la ciudad, realizada a la vera derecha

afectadas

del río Dulce por exploradores ibéricos

deposicionales. El 87% del total del ma-

en el año 1553. Algunos años después,

terial de este conjunto perdió su morfolo-

la población se fue alejando del curso de

gía original y, al extraerlo, presentaba el

agua para evitar los efectos de las recu-

aspecto de concreciones amorfas que

rrentes inundaciones y el área fundacio-

hizo inviable su clasificación tipológica y/

nal quedó abandonada, sin evidencias

o funcional.

en superficie que dieran cuenta de su

El estudio de la corrosión de materiales

uso original; en el siglo XX el espacio

arqueológicos ferrosos aporta informa-

fue transformado en Parque como espa-

ción para comprender el comportamien-

cio recreativo (Igareta, 2012). Los des-

to de dichos restos en contextos enterra-

por

procesos

post-

dos (Bertholon, 2007; Ciarlo, 2006; Nord, 2002; Rañi, 2019). La corrosión

3 Proyecto “Ciudades que ya no están: arqueología del periodo colonial temprano”. Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) - Facultad de Ciencias Naturales y Museo (FCNyM), Universidad Nacional de La Plata (UNLP). Dirección Dra. Ana Igareta.

del hierro y su relación con las bacterias sulfato reductoras (SRB) ha sido exten-

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Un caso de bacterias reductoras de sulfato...

Matthiesen, 2013). Estudios precedentes demostraron que la combinación de distintas técnicas analíticas resulta indispensable para profundizar y optimizar el

análisis de productos y depósitos de corrosión (Grevey et al., 2020; Neff, Dillmann, Bellot-Gurlet y Beranger, 2005). Materiales y métodos Para obtener datos directos del material, se seleccionó un ejemplar como muestra representativa en cuanto a tamaño, nivel de profundidad y aspecto superficial del deterioro de las once concrecioFig. 1. Santiago del Estero, Buenos Aires, Argentina. Gráfico F. Chechi

nes más grandes halladas en el sitio. Se estimó que éstas podían corresponder a

samente abordada en el campo de la

fragmentos de armas y/o herramientas

industria, la extracción de petróleo y en

de labranza y cuyo tamaño oscila entre

los estudios de reservorios nucleares

12 cm - 16 cm de ancho y 18 cm - 22 cm

(Ilhan-Sungur, Cansever y Cotuk, 2007;

de largo. El conjunto proviene de un ni-

Rémazeilles et al., 2017). También han

vel en el que se hallaron restos ferrosos

sido de interés en el campo del patrimo-

coloniales, a una profundidad de 75 cm -

nio arqueológico para su preservación y

140 cm.

posibles tratamientos (Daldorff, 1987;

La selección de la pieza a estudiar

Saheb, Neff, Dillmann, Descostes y

(Fig. 3) se realizó posterior a la obten-

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CESUA Guerriere y Berardo

Fig. 2 Detalle del área del sitio Parque Aguirre donde se concentraron los hallazgos de material ferroso. Tomado de Google Earth.

ción y análisis de imágenes de Rayos X

tras de óxidos y depósitos de las superfi-

realizadas en el Instituto Nacional de

cies de la concreción seleccionada; lue-

Tecnología Industrial (INTI), con un equi-

go se realizó un desbastado mecánico

po Balteau, de 300 kV máximo, con los

controlado en sectores puntuales y se

siguientes parámetros para ensayo: 100

retiró una capa delgada de sedimentos.

kV, 1 mA, 10 s. La radiografía de la pie-

El resultado del procedimiento puso a la

za reveló su silueta y puso en evidencia

vista masas frágiles y delaminadas en

la ausencia de núcleo metálico conser-

su estructura, con intersecciones de se-

vado en su interior (Fig. 4).

dimento en su interior y con un estado

Se decidió entonces utilizar las imáge-

alto de mineralización.

nes de RX como guía para tomar mues-

Por otra parte, se procedió a obtener y

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Un caso de bacterias reductoras de sulfato...

Fig.3. Pieza seleccionada, estado previo a los análisis. Foto, A. Guerriere.

Fig. 4. Radiografía perfil derecho y anverso de la pieza de estudio. Radiografía INTI, Argentina.

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CESUA Guerriere y Berardo

caracterizar una muestra del sedimento

energía (EDX) y por medio de espec-

que se hallaba adherido a la pieza (cuyo

troscopía de difracción (DRX) y fluores-

hallazgo se había producido a 100 cm

cencia (FRX) de Rayos X (INTI, equipos

de profundidad) y otras muestras de

Philips,

suelos tomadas a diferentes profundida-

PW2400).

des (75 cm, 115 cm, 135 cm, 155 cm y

Para el cultivo se procedió a la toma de

175 cm). Su observación bajo lupa este-

muestras del exterior de la concreción

reoscópica (INTI, equipo WILD M3C con

con productos de oxidación del hierro

magnificación de 5X a 10X), comple-

(Fig. 5) a) dos de los depósitos, b) dos

mentado con un ensayo de tipo a la gota

que corresponden al sector en el que se

con ácido clorhídrico 10 % (V/V), com-

había detectado óxido férrico (Fe2O3)

probó la presencia de carbonatos en los

por medio de DRX, y c) cuatro del sector

niveles de sedimento limo-arenoso don-

depósitos-óxidos,

de se hallaron los restos arqueológicos

restos con leve magnetismo localizado y

coloniales (75 cm-140 cm), y su ausen-

presencia de óxidos de hierro magnéti-

cia en niveles superiores e inferiores.

cos

Los depósitos removidos de la superficie

(CaCO3), oxido férrico (Fe2O3) y, en

de la muestra fueron estudiados median-

algunos sectores, señales asociadas a

te microscopía óptica y microscopía

sulfuro de hierro (FeS). Las muestras se

electrónica en el Instituto de Tecnología

tomaron luego de descartar la capa su-

Minera - Servicio Geológico Minero Ar-

perficial, para evitar una posible conta-

gentino (INTEMIN-SEGEMAR), con un

minación o modificación de los com-

equipo Philips, modelo XL 30 ESEM.

puestos por contacto con el aire. Luego

Asimismo, fueron analizados mediante

se colocaron en un medio de cultivo PgB

espectroscopia de rayos X dispersiva en

(7.0) con tapón de butilo, sellado con

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modelos

(Fe3O4),

PW

1730/10

correspondientes

carbonato

de

y

a

calcio


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Un caso de bacterias reductoras de sulfato...

Fig. 5. Toma de muestras en sectores a), b) y c). Foto, A. Guerriere.

virola mecánica, y se incubaron a 30º C

Resultados y discusión

durante 7 días (Postgate, 1963). Esta

En lo que respecta a la conservación de

actividad se desarrolló en el Centro de

material arqueológico ferroso, se ha es-

Investigación y Desarrollo en Fermenta-

tablecido que los suelos arcillosos y cal-

ciones Industriales (CINDEFI).

cáreos resultan menos agresivos que los suelos arenosos y ácidos (Gerwin y

Baumhauer, 2000). Teniendo en cuenta Antilha 10 (30) 2021:9-20 15


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CESUA Guerriere y Berardo

tal observación, y la presencia de carbo-

posibilidad de que el extremo deterioro

natos en el sedimento que corresponde

que muestra el material ferroso recupe-

al nivel del cual fue obtenida la muestra,

rado responda a la acción de bacterias

era esperable que las piezas ferrosas

reductoras de sulfato presentes en el

presentaran cierto grado de deterioro

sitio. Los suelos anaeróbicos, con conte-

pero no al nivel detectado radiológica-

nidos de sulfato y pH neutro son esce-

mente. Para comprender el proceso co-

narios propicios para el crecimiento de

rrosivo deben ser consideradas tanto las

SRB (Sánchez del Junco, Moreno, Ran-

condiciones del medio y del suelo como

ninger, Ortega-Calvo y Sáiz-Jiménez,

el proceso de fabricación, la metalurgia

1992).

de la pieza y la composición química del

En la República Argentina no fue posible

metal (Groysman, 2010; Jegdić, Polić-

localizar trabajos que hayan considera-

Radovanović,

2012;

do a este tipo de bacterias como agen-

Kibblewhite, Tóth y Hermann, 2015). Si

tes involucrados en el deterioro de pie-

bien el estudio de dicho proceso es com-

zas ferrosas de origen arqueológico. Las

plejo e implica abordar múltiples facto-

referencias publicadas sobre los efectos

res, en este caso se puso énfasis en la

de estos microorganismos sobre mate-

caracterización e identificación de los

riales del patrimonio cultural correspon-

productos de corrosión. Se trata de una

den en su totalidad a análisis de piezas

primera aproximación cualitativa, no re-

cerámicas halladas en sitios terrestres y

presentativa a nivel estadístico, cuyos

a materiales metálicos recuperados en

resultados se espera ampliar en futuros

sitios subacuáticos (Ciarlo, 2006, 2014;

estudios.

Grosso, 2006; Soto, Guiamet y Callega-

La detección de sulfuro de hierro en la

ri, 2017).

Ristić

y

Alil,

muestra analizada llevó a considerar la Antilha 10 (30) 2021:9-20 16


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Un caso de bacterias reductoras de sulfato...

El resultado del cultivo de la muestra re-

firman la presencia de las SRB, estos no

cuperada en Parque Aguirre confirmó

permiten estimar el nivel de impacto que

cualitativamente el desarrollo de SRB a

la misma habría tenido en relación al de-

través de la aparición de un precipitado

terioro de las piezas de hierro. Sin pre-

negro de sulfuro de hierro (FeS), por lo

tender desestimar la detección de fases

que se deduce que estos microorganis-

no halladas por el análisis DRX, ya sea

mos capaces de reducir metabólicamen-

por su naturaleza amorfa y/o existencia

te los iones sulfato están en los produc-

de iones en concentraciones no repre-

tos de corrosión y sedimentos. Luego

sentativas para las condiciones explora-

pueden ser responsables de la presen-

das en el enterramiento (Jegdić et al.,

cia tanto de los iones de sulfuro detecta-

2012), en próximos trabajos se requiere

dos entre los compuestos carbonatados

avanzar complementando con otras téc-

como de las capas de óxido, participan-

nicas de estudio.

do de los procesos corrosivos de los materiales ferrosos (Rémazeilles et al.,

Consideraciones finales

2017; Sánchez del Junco et al., 1992).

Si bien se trata del primer análisis de

Cabe destacar que el carbonato de hie-

una única muestra, el resultado obtenido

rro que forma parte de los productos de

del estudio de la pieza hallada en el sitio

corrosión debería actuar como barrera

Parque Aguirre dio cuenta de la impor-

protectora, evitando o postergando que

tancia de considerar el accionar de bac-

las especies sulfuro alcancen la superfi-

terias sulfato reductoras entre las posi-

cie metálica y aceleren el proceso de

bles causas de deterioro de materiales

corrosión (Rémazeilles et al., op. cit.).

ferrosos. El resultado obtenido en esta

Sin embargo, debe tenerse en cuenta

experiencia preliminar aportó informa-

que si bien los estudios realizados con-

ción relevante para evaluar la participa-

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CESUA Guerriere y Berardo

ción de SRB en los procesos corrosivos

ranger, P. Piccardo y H. Matthiesen (Eds.), Corrosion of metallic heritage artefacts. Investigation, conservation and prediction for long- term behavior, Woodhead Publishing, pp. 31-40

de artefactos arqueológicos ferrosos semejantes hallados en excavaciones realizadas en la región, particularmente de

Ciarlo, Nicolás C. 2006 “Metodología de estudio de artefactos ferrosos corroídos en un medio subacuático. Un caso de estudio: las concreciones del sitio Hoorn” en La Zaranda de Ideas, Revista de jóvenes investigadores en Arqueología, N°2, Asociación de Arqueólogos Profesionales de la República Argentina, pp.87-106.

aquellas piezas con ausencia de restos metálicos o con un grado avanzado de mineralización. Cabe esperar que la realización de este tipo de análisis sobre muestras más extensas y procedentes de distintos sitios arqueológicos del país permita obtener resultados que amplíen

2014 Arqueometalurgia de un naufragio del siglo XVIII: la corbeta de guerra HMS Swift (1770), Puerto Deseado, provincia de Santa Cruz (Patagonia). Oxford, Archaeopress.

las posibilidades de diagnóstico y comprensión del estado de conservación de los restos recuperados en contextos de enterramiento.

Daldorff, S. A. 1987 “Microbial corrosion and museum iron objets”. Trabajo presentado en la 8th Triennial Meeting del International Council of Museums Committee for Conservation. Sydney, Australia.

Agradecimientos Las autoras agradecen al Lic. Fabio Luna (INTI) por los aportes efectuados en la caracterización del terreno, a la Dra. Ana Igareta por facilitar el material de estudio y a la Arq. Florencia Chechi por la colaboración con la gráfica.

Gerwin, W. y Baumhauer, R. 2000 “Effect of soil parameters on the corrosion of archaeological metal finds” en Geoderma, the global journal of soil science, Vol. 96, Netherlands, pp.63-80.

Bibliografía Bertholon, R. 2007 “Archaeological metal artefacts and conservation issues: long-term corrosion studies” en P. Dillmann, G. Bé-

Grevey, A. L., Vignal, V., Krawiec, P., Ozga, P, Peche-Quilichini, K., Rivalan, A. y Mazière F.

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CESUA

Un caso de bacterias reductoras de sulfato...

2020 “Microstructure and long- term corrosion of archeological iron alloy artefacts” en. Heritage Science, N°8, SpringerOpen, pp. 1-19.

Kibblewhite, Mark; Gergely Tóth y Tamás Hermann 2015 “Predicting the preservation of cultural artefacts and buried materials in soil” en Science of The Total Environment, Vol. 529, Elsevier B.V., pp. 249-263.

Grosso, M. G. 2006 Arqueología de naufragios. Estudio de procesos de formación naturales en el sitio, HMS Swift (Puerto Deseado, Santa Cruz). Tesis de grado, Facultad de Filosofía y Letras, Universidad de Buenos Aires, Argentina. Grosysman, A. M. 2010 Corrosion for everybody. York, Springer Netherlands.

Neff, Delphine; Philippe Dillmann, P., Ludovic Bellot-Gurlet y Beranger G. 2005 “Corrosion of iron archaeological artefacts in soil: characterization of the corrosion system” en Corrosion Science, N°2, Vol.47, Elsevier B.V., pp.515-535.

Nueva

Igareta, Ana 2012 “Arqueología de Santiago del Estero colonial: historia de varias ciudades” en J. Buján (Eds.), Ciudades y territorio en América del Sur - Del siglo XV al XVII, La Plata, Argentina, Nobuko, pp. 235-263.

Nord, Anders G. 2002 “On the deterioration of archaeological iron artefacts in soil” en Fornvännen, Jurnal of Swedish Antiquarian Research, N° 97, Vol. 4, Estocolmo, Suecia, Arts and Humanities Research Council, pp. 298-300.

Ilhan-Sungur, E., Cansever, N. y Cotuk, A. 2007 “Microbial corrosion of galvanized steel by a freshwater strain of sulphate reducing bacteria (Desulfovibrio sp.)” en Corrosion Science, N°3, Vol. 49, Elsevier Ltd., pp.1097-1109.

Postgate, John R. 1963 “Versatile medium for the enumeration of sulfate-reducing bacteria” en Applied Microbiology, N°3, Vol.11, American Society for Microbiology, Washington, DC, pp.265-267.

Jegdić, Bore; Suzana Polić-Radovanović, Slavica Ristić y Ana Alil 2012 “Corrosion of archaological artifact made of forged iron” en Metallurgical and Materials Engineering, N°3, Vol.18, Association of Metallurgical Engineers of Serbia, pp.233-240.

Rañi, M. 2019 Análisis y modelización del comportamiento de los metales arqueológicos en un contexto bélico ribereño, la batalla de Vuelta de Obligado (1945), Provincia de Buenos Aires. Tesis de grado, Facultad de Filosofía y Letras, Universidad de Buenos Aires, Argen-

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CESUA Guerriere y Berardo

tina. Rémazeilles, Celine; D. Neff, J. A. Bourdoiseau, René Sabot, Marc Jeannin y Philippe Refait 2017 “Role of previously formed corrosion product layers on sulfide-assisted corrosion of iron archaeological artefacts in soil” en Corrosion Science, N°129, Elsevier B.V., pp.169-178. Saheb, M., Neff, D., Dillmann, P., Descostes, A. y Matthiesen, H. 2013 “Long-term anoxic corrosion of iron” en P. Dillmann, D. Watkinson, E. Angelini y A. Adriaens (Eds.), Corrosion and conservation of cultural heritage metallic artefacts, Woodhead Publishing. pp. 260-284. Sánchez del Junco, A., Moreno, D. A., Ranninger, C., Ortega-Calvo, J. J. y SáizJiménez, C. 1992 “Microbial induced corrosion of metallic antiquities and works of art: a critical review” en International Biodeterioration & Biodegradation, (29), pp.367-375. Soto, D. M., Guiamet, P. S. y Callegari, A. B. 2017 “Biodeterioro de cerámica arqueológica de superficie por microrganismos de climas áridos y semiáridos en el valle de Antinaco Central, La Rioja” en A. Rocchietti, F. Ribero y D. Reinoso (Eds). Investigaciones Arqueométricas: técnicas y procesos, Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Argentina, Aspha, pp.121-137.

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CESUA

LOS CONCHOS EN EL SIGLO XVI: ADAPTACIÓN Y CULTURA Sofía Estrada Beltrán1 Artículo recibido 20/08/2021 Artículo aceptado 19/10/2021 Resumen: Durante la colonización de lo que en la actualidad es el estado de Chihuahua, la mayor parte de los grupos indígenas de esa región sufrieron un proceso de aculturación, en el que se mezclaron con la sociedad colonial norteña y, en otros casos, hubo un proceso de opresión de los grupos al grado de desaparecerlos. En este trabajo se realiza una caracterización cultural de los grupos étnicos que han pasado a la historia bajo la denominación genérica de «conchos», que habitaron gran parte de lo que en la actualidad es territorio del estado de Chihuahua, durante el siglo XVI, los cuales terminaron asimilándose a la sociedad novohispana en los siglos posteriores. Dicha caracterización se llevó a cabo a través de las fuentes de los exploradores españoles que pasaron por la «conchería» durante esa época. Palabras clave: conchos, siglo XVI, cultura, adaptación. Abstract: During the colonization of what is now the state of Chihuahua, most of the indigenous groups of that region suffered a process of acculturation, in which they mixed with the northern colonial society, and in other cases, there was a process of oppression of the groups to the point of disappearing them. This paper provides a cultural characterization of the ethnic groups that have gone down in history under the generic name of «conchos», who inhabited a large part of what is now the territory of the state of Chihuahua during the sixteenth century, and who ended up assimilating into the novo-Hispanic society in the following centuries. This characterization was carried through the sources of the Spanish explorers who passed through the «concheria» during that period. Key words: conchos, 16th century, culture, adaptation.

1 Pasante de la licenciatura en arqueología por la Escuela de Antropología e Historia del Norte de México (EAHNM) y pasante de la licenciatura en historia por la Universidad Autónoma de Chihuahua (UACH). Antilha 10 (30) 2021:21-40 21


Antilha

CESUA Sofía Estrada Beltrán

Introducción

D

entro del área que en la actualidad ocupa el estado de Chihuahua se desarrollaron

diversos grupos étnicos, de los cuales algunos tuvieron un acercamiento con los primeros exploradores españoles que atravesaron dicho territorio. Los conchos, nombre bajo el cual se denominaron varios grupos humanos, fue una de éstas etnias, la cual se encontraba dispersa en las inmediaciones del río Conchos y alrededor de sus afluentes, cuyo territorio abarcaba lo que actualmente es Namiquipa a Ojinaga, y hasta

Fig. 1. Ubicación territorial de los grupos conchos en el Estado de Chihuahua durante el siglo XVI. A partir de Guevara, 1985: 17.

Santa Bárbara en el sur (Fig. 1). Sin embargo, poco se sabe de este grupo ya que las dos gramáticas que se elaboraron por franciscanos: «Arte y vocabulario del idioma conchos» de Fray Juan de

pectos del lenguaje y de las característi-

Espinoza y el «Arte y vocabulario de la

cas culturales de los conchos (Servín,

lengua concho» de Fray Alonso de la

2018: 7-8). Además, el interés por parte

Oliva, desaparecieron por las guerras y

de los académicos se ha centrado en

levantamientos indígenas, por lo que

otros grupos étnicos como los Tarahu-

aún se desconocen muchos de los as-

maras y Pimas, por lo que no existe un

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Antilha

CESUA

Los conchos en el siglo XVI

buen número de investigaciones sobre

en la que se desarrollaron. Esta hipóte-

los conchos. Por consiguiente, el objeti-

sis parte de los postulados de la teoría

vo de esta investigación es caracterizar

de la Ecología Cultural, que «estudia la

culturalmente a los conchos a través de

relación entre hábitat y cultura a partir de

las relaciones de los exploradores espa-

lo que dice y hace el hombre en contex-

ñoles que convivieron con ellos durante

tos específicos en el espacio y en el

el siglo XVI.

tiempo» (Sánchez, 1996: 51). Así, los

Entendiendo «cultura» como el conjunto

aspectos culturales de este grupo esta-

de creencias, saberes y pautas de con-

rán influenciados por el río Conchos y la

ducta de un grupo social, se plantea la

región árida.

siguiente pregunta: ¿cuáles son los ras-

La importancia de esta investigación tie-

gos culturales que definieron al grupo

ne su justificación en que acerca de los

nativo denominado «conchos» que habi-

grupos humanos que se desarrollaron en

tó el territorio chihuahuense en el siglo

el centro y sur de lo que ahora es territo-

XVI? Dicha pregunta se pretende con-

rio mexicano han sido objeto de muchas

testar a través de tres aspectos: sistema

investigaciones a tal grado que están de-

de organización social y política, estrate-

talladamente caracterizados. En contras-

gias de supervivencia y sistemas de

te, su contraparte norteña no ha gozado

creencias de los conchos. La hipótesis

de la misma atención, sino que, por el

que guía este trabajo gira en torno al

contrario se les ha encasillado en térmi-

vínculo entre seres humanos y naturale-

nos generales como el de «chichimeca»,

za, por lo que los atributos culturales

mismo que no solo posee una fuerte car-

que caracterizaron a los conchos estu-

ga peyorativa, además produce el efecto

vieron influenciados por su relación con

de uniformar cultural y socialmente a co-

el entorno natural de la región ecológica

munidades humanas en las que pode-

Antilha 10 (30) 2021:21-40 23


Antilha

CESUA Sofía Estrada Beltrán

mos encontrar estrategias de organiza-

cales. De modo que comenzaron los

ción política y cultural de muy variada

procesos de conquista en lo que ahora

índole.

es territorio mexicano, los cuales se ex-

Por lo tanto, consideramos que con esta

tendieron por todo el siglo XVI.

investigación se puede hacer un aporte

La primera ciudad importante que cayó

valioso al conocimiento protohistórico e

en manos de los españoles fue Tenoch-

histórico temprano del territorio que aho-

titlán en 1521, debido a las tácticas mili-

ra constituye el estado de Chihuahua, y

tares de Hernán Cortés y sus acompa-

sobre todo de su componente social da-

ñantes. El éxito de estos procesos espe-

do que, mientras más avancemos en el

cíficos de conquista y colonización en

conocimiento de los grupos originarios

dicha área se debió a que la resistencia

mejor comprenderemos la complejidad

indígena se sofocó fácilmente, ya que

de los procesos de colonización de los

los pueblos estaban acotados geográfi-

siglos posteriores.

camente, y el sistema colonial se impuso sobre las instituciones prehispánicas

El siglo XVI en el norte de México: ex-

dentro

ploradores europeos

administrativa desarrollada ya existente

A partir del encuentro de dos continen-

(Rosati, 1995-1996: 393). Poco después

tes que habían permanecido separados

de la conquista del centro del país, Cor-

por muchos siglos, hasta 1492, se inició

tés impulsó una serie de expediciones a

una expansión europea vertiginosa tanto

las costas del océano Pacífico; fueron

política como económica y cultural. La

los miembros de la segunda expedición

corona española envío empresas con el

de 1533, quienes llegaron hasta una

fin de recorrer el territorio, someter a los

bahía que bautizaron como la Paz, des-

habitantes y apropiarse de las tierras loAntilha 10 (30) 2021:21-40 24

de

una

estructura

político-


Antilha

CESUA

Los conchos en el siglo XVI

cubriendo la península de Baja Califor-

te de México y de la franja costera del

nia (Ortega, 1999: 86).

Pacífico (Del Río, 2009: 9-10). Cabe

Contemporáneos al proceso cortesiano,

destacar que el proceso de conquista

hubo otros, movidos por los mismos mo-

guzmaniana, fue brutal y violento contra

tivos y ambiciones, que se adentraron

las tribus nativas en un intento de lograr

en tierra firme en busca de ciudades si-

la pacificación del área (Palacios, 2010:

milares a Tenochtitlán, por su riqueza y

49).

organización, o ciudades míticas pre-

A la par que Nuño de Guzmán, la expedición

sentes en el imaginario colectivo euro-

comandada por Pánfilo de Narváez, que te-

peo. Uno de los casos es la exploración

nía por finalidad la exploración y coloniza-

que emprendió Nuño Beltrán de Guz-

ción de la Florida iniciada en 1527, fue frustrada por diversos factores como fuertes tor-

mán en el occidente y noroeste del ac-

mentas, enfermedades, ataques de los nati-

tual territorio mexicano durante la déca-

vos, entre otros. Solo hubo cuatro sobrevi-

da de 1530, «exacto ejemplo del con-

vientes que eran Álvar Núñez Cabeza de

quistador del siglo XVI—audaz, dinámi-

Vaca, Andrés Dorantes, Bernardino del Cas-

co y valiente—era por añadidura sangui-

tillo Maldonado y el negro Estebanico, los

nario» (Arteaga, 1932: 481). Fundó la

cuales atravesaron el suroeste de Estados

Nueva Galicia en 1532, incluso antes de

Unidos y el Norte de México en busca de

la fundación de la Nueva España. El

algún

principal objetivo de sus expediciones

2009: 17). De esta travesía se desprendie-

fue extender sus conquistas de mar a

ron relatos sobre ciudades llenas de minera-

mar, de modo que al norte de la Nueva

les como el oro y de más riquezas, que avi-

asentamiento

español

(Hurriaga,

varon los mitos de las Siete Ciudades de oro

España se formara un gran reino abierto

como, de las que se contaba que habían si-

a la expansión, que al final fue confor-

do encontradas por siete obispos portugue-

mado por algunas regiones del Occiden-

ses en su escape hacia el Atlántico durante

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Antilha

CESUA Sofía Estrada Beltrán

la invasión de la Península Ibérica por parte

Además, la «pacificación» que logró Nu-

de los musulmanes, tales ciudades incluso

ño de Guzmán con los indios de las zo-

se dibujaban en los mapas del siglo XVI,

nas facilitaba las expediciones. Por esto,

pues se encontraban en el imaginario colec-

se puso en marcha otra excursión en

tivo de aquella época (Weber, 2000: 45)

1540 a cargo de Francisco Vázquez de

(Fig. 2).

Coronado, cuyo objetivo era encontrar

A causa de las noticias recibidas de par-

las ciudades ricas y poblar donde fuera

te de Cabeza de Vaca y sus acompa-

adecuado (Del Río, 2009: 11). Al aden-

ñantes, se estimuló el interés por reco-

trarse en la región, las grandes urbes

rrer y conquistar los territorios del norte.

jamás aparecieron. Sólo se pudo com-

Fig. 2. Las siete ciudades de Cíbola. Fragmento del mapa de la costa occidental de México y América del Norte, Japón y parte de la costa de Asia, Joan Martines, 1578; Harley MS 3450, British Library, ff. 10v-11r.

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CESUA

Los conchos en el siglo XVI

probar que «Quivira no era sino un terri-

2010: 52). Este fue el antecedente de la

torio poblado por gente que se dedicaba

Guerra Chichimeca que se efectuó du-

a la cacería de bisontes, que no sabía

rante los últimos cincuenta años del siglo

nada de metales preciosos y que ni si-

XVI, en la provincia de los chichimecas

quiera sembraba la tierra» (Ibíd.: 12),

que se ubicaba al occidente de Queréta-

por lo que emprendieron el camino de

ro, hacia el norte de Michoacán y hacia

regreso a la Nueva España, mientras las

el noroeste desde Guadalajara (Powell,

esperanzas de encontrar riquezas em-

1985: 20).

pezaron a desvanecerse.

No obstante, para 1546, hubo un avance

Mientras tanto, el descontento de los

en la frontera septentrional por parte de

grupos indígenas generado por la vio-

los ganaderos, algunos misioneros que

lencia, destrucción y esclavitud en la zo-

se aventuraban a lo desconocido, y las

na que ocasionó Nuño de Guzmán pro-

expediciones militares formadas por eu-

dujo la llamada «Guerra del Mixtón»,

ropeos con experiencia en las luchas

cuando los indígenas caxcanes se le-

con los nativos. Se formaron pequeños

vantaron en una sangrienta rebelión

núcleos españoles en los límites del te-

contra los asentamientos españoles y la

rritorio chichimeca sin mucho optimismo,

expansión hispánica, entre 1541 y 1542,

siempre con el miedo de alguna rebelión

en territorios de la

Nueva Galicia

chichimeca (Ibíd.: 25). Fue en ese año

(Medrano, 2015: 786). La intensidad del

que un grupo de exploradores comanda-

enfrentamiento requirió la presencia del

do por Juan de Tolosa y algunos misio-

Virrey Antonio de Mendoza que acudió a

neros, salieron en otra travesía y acam-

la pacificación, sin embargo, los españo-

paron al pie de un gran cerro, al que lla-

les y sus aliados estuvieron a punto de

maron «de la Bufa», en el cual encontra-

ser derrotados en esta lucha (Palacios,

ron un yacimiento de plata, mineral pre-

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Antilha

CESUA Sofía Estrada Beltrán

ciado por los europeos, en el territorio

dos de la seguridad de los viajeros, y

que actualmente es Zacatecas. Diego de

facilitó el establecimiento de comunida-

Ibarra, por su parte, aprovechó esté

des españolas en aquellas regiones de

avance, así como los primeros asenta-

«barbaros». Asimismo, inició una nueva

mientos europeos en la zona y la ganan-

etapa de exploradores españoles en el

cia derivada de la explotación de los ya-

norte.

cimientos, para financiar exploraciones

Esta

al norte que estuvieron en manos de su

«Guerra Chichimeca», mencionada an-

sobrino Francisco de Ibarra (Ibíd.: 27).

teriormente, la cual fue la continuación

Así pues, el descubrimiento de las minas

de las agresiones perpetradas por parte

de plata en territorio zacatecano dio pa-

de las tribus indígenas del norte, y de

so a una nueva etapa en la conquista

las luchas durante la «Guerra del Mix-

del norte de México durante la segunda

tón», contra la creciente población euro-

mitad del siglo XVI, caracterizada por su

pea, a la que embestían, y destruían los

enfoque en objetivos concretos y mate-

campos mineros, ranchos de ganados,

riales preciosos existentes, y no sólo

entre otros. Esta clase de ataques fue-

guiados por mitos o esperanzas, a pesar

ron aumentando hasta que se convirtie-

de encontrarse en un contexto de guerra

ron en una guerra constante. A medida

permanente contra los naturales de la

que pasó el tiempo las hostilidades se

zona. Además, se construyó un camino,

volvieron más violentas (Powell, 1945:

el cual conectaba la capital de la Nueva

315). El conflicto fue muy difícil para la

España y una creciente Zacatecas, lla-

administración española, y no fue hasta

mado el Camino de la Plata (Rodríguez,

1590 que se logró una relativa paz en la

2013: 56), que fomentó la edificación de

frontera chichimeca, gracias a los méto-

presidios a lo largo de la ruta, encarga-

dos misionales. La derrota militar espa-

Antilha 10 (30) 2021:21-40 28

fase

estuvo

marcada

por

la


Antilha

CESUA

Los conchos en el siglo XVI

ñola contra los chichimecas se debió a

Del fruto de su travesía se fundó el

la falta de armamento y también la pre-

Reino de la Nueva Vizcaya en 1574

sencia de soldados pobres, así como

(Porras, 1967: 15). Fue Ibarra, quien

una mala organización y la poca aten-

inició y desarrolló el trabajo de conquis-

ción virreinal a la lucha. Además, era

ta, colonización y catequización de la zo-

más complicado conquistar a un indio

na, transformándola en poco tiempo. Los

nómada, conocedor de grandes regio-

territorios conquistados iban desde Za-

nes, experto en arco y flecha en las em-

catecas hasta el río Conchos, cerca de

boscadas (Powell, 1945: 316-317). Esta

éste se fundaría el mineral de Santa Bár-

guerra fue la razón del inicio de los pre-

bara, y por el occidente hasta la Sierra

sidios y misiones como instituciones bá-

Madre que separa Durango de Sinaloa.

sicas de la frontera, así como de algu-

En éste último territorio reconquistó la

nos poblados defensivos, sin los cuales

región de Chiametla, conquistada por

hubiera sido más complicada la coloni-

Nuño de Guzmán años antes (Saravia,

zación del área.

1967: 246-247).

Hacia 1554, Francisco de Ibarra, a la

La finalidad de Ibarra, desde el inicio de

edad de 15 años, se aventuró a las re-

su travesía, fue la organización de los

giones norteñas de Zacatecas. Sus ex-

poblados que descubría para facilitar el

ploraciones duraron más de dos déca-

asentamiento de los españoles recién

das, y su resultado fue la configuración

llegados, así sería menos complicado el

de la provincia más lejana que llevaría

comienzo de la producción para el soste-

por nombre «Nueva Vizcaya» (Powell,

nimiento de los europeos. Por lo tanto,

1985: 72). Recorrió los actuales estados

buscaba los sitios más favorecidos para

de

Zacatecas,

la vida futura, fijándose principalmente

Chihuahua, Sonora, Sinaloa y Coahuila.

en los lugares con yacimientos minera-

Durango,

parte

de

Antilha 10 (30) 2021:21-40 29


Antilha

CESUA Sofía Estrada Beltrán

les, asegurando el interés de las perso-

más lejanos del norte dado que fueron

nas y de la administración colonial (Ibíd.:

los últimos religiosos en llegar al conti-

248).

nente americano. Hacia 1590 se asenta-

El último explorador del siglo XIV que

ron los primeros frailes en Zacatecas y

transitó por las regiones desérticas del

Durango por orden del obispo de Gua-

norte novohispano, fue Juan de Oñate.

dalajara, en diferentes puntos de la Nue-

El encargado de conquistar las tierras de

va Vizcaya (Saravia, 1978: 226). Sin

Nuevo México, salió de Santa Bárbara

embargo, en lo que hoy es el estado de

hacia el norte, por lo que también tuvo

Chihuahua, comenzaron a tener contac-

contacto con grupos indígenas del terri-

to con tarahumaras y tepehuanes, así

torio.

como la fundación de las misiones, ape-

En cuanto a los conquistadores del alma

nas a principios del siglo XVII (Ibíd.: 61).

y espíritu, es decir, los misioneros, éstos

Para finalizar, los desarrollos coloniales

acompañaron las expediciones desde un

desde los últimos años del siglo XV has-

principio. Sin embargo, los primeros en

ta la totalidad del siglo XVI se pueden

asentarse en la Nueva Vizcaya, fueron

dividir en tres momentos importantes: el

los frailes de la provincia del Santo

primero en el que se llevaron a cabo,

Evangelio de México, pertenecientes a

por un lado, el descubrimiento del conti-

los franciscanos en 1562, al sur de Du-

nente americano y el inicio de los prime-

rango. Pero no fue sino hasta 1574 que

ros procesos de conquista en la parte

se fundó la primera misión en territorio

centro, sur y occidente del territorio me-

chihuahuense a mano de los francisca-

xicano, y por el otro, los primeros en-

nos (Bargellini, 1997: 23).

cuentros y desencuentros de los explo-

Por otro lado, a la orden jesuita le tocó

radores en el norte de México dirigidos a

establecer sus misiones en los lugares

esas tierras inhóspitas por cuestiones

Antilha 10 (30) 2021:21-40 30


Antilha

CESUA

Los conchos en el siglo XVI

mitológicas y de ambición; otro momen-

ron en diferentes polos: la resistencia y

to ocurrió durante la segunda etapa del

el sometimiento, entre estos estaban los

siglo XVI en el que se presentaron pro-

conchos.

cesos de conquista y colonización guia-

dos por el descubrimiento de yacimien-

Los conchos a través de las relacio-

tos mineralógicos; y por último, el tercer

nes de exploradores españoles

momento, durante los últimos años del

Uno de los mayores obstáculos al mo-

siglo, con el establecimiento de misio-

mento de historiar el norte novohispano

nes a cargo de las órdenes religiosas.

es la clasificación de los grupos indíge-

Además, el proceso de colonización nor-

nas que habitaban estas regiones antes

teño, a diferencia de la conquista, fue

de la llegada de los europeos, y durante

dirigido directamente por la gestión de la

el periodo histórico temprano, es decir,

Nueva España, y no por la corona espa-

los primeros encuentros entre los grupos

ñola, lo que indica un diferente status

nativos americanos y los exploradores

administrativo en el manejo de las ex-

extranjeros. Cuando los españoles arri-

ploraciones en el norte.

baron a tierras norteñas en el siglo XVI

En definitiva, el siglo XVI estuvo lleno de

en su mayoría encontraron asentamien-

dinamismo y de cambios profundos que

tos pequeños y disgregados, sin niveles

transformarían completamente el desa-

sociales ni económicos organizados y

rrollo de Europa y América, así como la

completamente

visión que se tenía del mundo y de la

2000: 381). O por lo menos así les pare-

sociedad. Esto fue una consecuencia de

cía, pues lo comparaban con lo visto en

los procesos de colonialismo que trans-

el centro y sur del virreinato.

formó las culturas de todos los grupos

Los «conchos», fue el nombre genérico

sociales que participaron y se relaciona-

bajo el cual los españoles agruparon al-

Antilha 10 (30) 2021:21-40 31

diferenciados

(Deeds,


Antilha

CESUA Sofía Estrada Beltrán

rededor de veinticinco grupos humanos

verano. La vegetación que lo cubre es,

que se encontraban dispersos en un

en su mayoría, matorral xerófilo, dentro

gran territorio de lo que hoy es el Estado

de un ecosistema desértico. Estos mato-

de Chihuahua, en las inmediaciones del

rrales son resistentes a la sequía, y con

río Conchos (con una longitud aproxima-

la posibilidad de almacenar agua en sus

da de 900 kilómetros), y alrededor de

raíces. También hay pastizales, de los

algunas de sus afluentes. Se les deno-

cuales muchos de ellos son comestibles.

minó con ese nombre por la cantidad de

Además del río Conchos, hay otras

moluscos que había en el río, llamándo-

fuentes de agua como las lagunas, en

le el «río de las conchas» y por lo tanto

las que habita fauna acuática. También

a los indígenas «conchos» (AAVV, 1871:

predominan coyotes (Canis latrans), zo-

566). Su territorio se ubicó al norte de la

rrillos (Memphitis macroura), víboras de

provincia de Santa Bárbara, en el actual

cascabel (Crotalus scutulatus), tortugas

municipio de Santa Bárbara, primer

del desierto (Terrapene ornata), entre

asentamiento español fundado en terri-

otros animales característicos de los

torio chihuahuense. Este grupo además

ecosistemas desérticos (Guevara, 1985:

convivió con otros nativos como los

11-12).

«tarahumaras» al oeste, «tobosos» en el

Sobre los conchos hay descripciones

sureste y «tepehuanes» en el sur, entre

heterogéneas que se contradicen entre

otros grupos esparcidos por el norte del

ellas, quizá por la cantidad de subgru-

territorio concho (Griffen, 1979: 8).

pos dentro de tan gran territorio. Sin em-

La región en la que se desarrollaron los

bargo, hay coincidencias en cuanto a los

conchos, es una extensión sumamente

modos de vida. Entre las descripciones

árida con un clima seco y extremoso,

generales que proporcionan los explora-

cuya temporada de lluvias es durante el

dores, se encuentra la de Baltasar de

Antilha 10 (30) 2021:21-40 32


Antilha

CESUA

Los conchos en el siglo XVI

Obregón, quien decía que «los conchos

Es posible que esta contradicción se de-

son bárbaros, sucios, mal inclinados,

ba a la diferencia entre nativos que se

bestiales y mal atestados; llaman al

encontraban en dicho río, mostrando que

maíz sanate, del agua bate» (Obregón,

no todos se comportaban de la misma

1924: 248), haciendo alusión a su origen

forma. No obstante, otros testimonios

chichimeca, cuya barbarie era el sello

muestran

de distinción de estos grupos, e induda-

«conservadores» y «civilizados», dado

blemente no podían faltar esta clase de

que mencionan grupos cercanos a Santa

concepciones al enfrentarse con indíge-

Bárbara que andaban vestidos, recha-

nas cuya forma de vida era sumamente

zando la visión del chichimeca desnudo:

distinta de los encontrados en el sur co-

«adelante de la Governación de Diego

lonial. A pesar de esto, en otra sección

de Ibarra, habia cierta poblacion de in-

de su obra, menciona que

dios que tenían algodon y hacian mantas

a

los

nativos

más

…fueron marchando sesenta le-

de que se vestian» (AAVV, 1871: 82). Es

guas por las tierras y gente que

comprensible que los naturales portaran

nombran los conchos que asisten

indumentaria para su protección contra

en el río de Conchas, los cuales

el intenso clima y los rayos solares.

son bautizados y se comunican

Con respecto de las estrategias de su-

con cristianos, por cuya causa reci-

pervivencia, entendidas como cualquier

bieron de paz a los descubridores,

actividad realizada con el fin de obtener,

sirviéronlos y diéronles los basti-

transformar o almacenar algún recurso o

mentos que tenían de buena gana

materia prima, como fauna y flora, para

(Obregón, 1924: 246).

su aprovechamiento, los Conchos son descritos, por un lado, como nómadas, y por el otro como agricultores sedenta-

Antilha 10 (30) 2021:21-40 33


Antilha

CESUA Sofía Estrada Beltrán

rios; posiblemente las diferentes bandas

maneras, y hacían una conserva muy

se hayan dedicado a una u otra de estas

dulce de nombre «mascale» hecha a

actividades, o hayan alternado las dos

partir de pencas de lechuguilla (De Es-

según sus necesidades. Algunos gru-

pejo, 2004). Lo anterior como resultado

pos, realizaban la caza y recolección,

de un conocimiento profundo del ecosis-

cuyos miembros andaban desnudos, se

tema en el que se desenvolvían. Adicio-

mantenían de raíces y otras cosas del

nalmente, De Espejo menciona que el

campo (AAVV, 1871: 83), y en contraste

río, les proporcionaba sal: «tienen sali-

se menciona que:

nas de lagunas de agua salada, que en

…adelante de la dicha gobernación

tiempos del año, se viene a cuajar y a

de Francisco y Diego de Ibarra,

hacer sal como la de la mar» (De Espe-

muy lejos della, abia muy grandes

jo, 2004), por lo que se aprecia la diver-

oblaciones de indios […] que se

sidad de recursos de los que podían

sustentaban de maíz e gallinas de

echar mano.

la tierra, y frisoles y calabazas, y

Baltasar de Obregón, por su parte,

carne de vaca (AAVV, 1871: 89).

menciona dos grupos nativos llamados «pasaros» y «rayados», que se encon-

Por lo que había agricultura. Según An-

traban en las inmediaciones del río Con-

tonio de Espejo, se mantenían de la ca-

chos, los cuales tenían una

za de conejos, liebres y venados, por su

…manera de vivir de indios silves-

gran abundancia; de frutas como los me-

tres, son desnudos, no siembran

lones de castilla y las sandias que sem-

maíz, sustentándose de mezquite,

braban, labraban y cultivaban; aprove-

tuna dátil, caza y pescado del río;

chaban su cercanía al río y sus afluentes

serán malos de superar porque no

para alimentarse de pescado de muchas

tienen casas de asiento y sus co-

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Antilha

CESUA

Los conchos en el siglo XVI

marcanos los imitan en el modo de

con paja, localizadas no a mucha distan-

vivir (Obregón, 1924: 247).

cia entre cada una. Se organizaron con base en cacicazgos, que se distinguieron

Por lo tanto, los conchos tenían las dos

por no presentar una división social de

formas de subsistencia más comunes: la

clases pero tampoco eran igualitarias,

caza-recolección y la agricultura, ya que

pues existía una jerarquía entre los indi-

la riqueza del entorno se los permitía.

viduos (Sarmiento, 1986, 35), por lo que

Pues al estar cerca de una fuente de

los caciques tenían el poder en cada

agua podían realizar cosechas, o por la

ranchería y estaban comunicados entre

misma diversidad de la región podían

ellos. Además, se menciona que había

vivir sólo de frutos y de las especies que

una buena traza en los pueblos (De Es-

habitaban en ella. Asimismo, otra forma

pejo, 2004). Dentro de estos grupos

de acceso a recursos era el intercambio

existía una organizada sociedad estratifi-

entre comunidades, Cabeza de Vaca

cada con un cacique, como cabeza de

menciona que en uno de los asenta-

autoridad, convirtiendo a la sociedad en

mientos indígenas habían encontrado

una subdivisión política dentro del con-

maíz, a pesar de que ellos no lo sem-

junto regional, lo cual ayudó a la buena

braban, sino que lo conseguían en don-

planificación dentro de los pueblos, que

de el sol se ponía (Núñez Cabeza de

se vio reflejada en la forma de organiza-

Vaca, 1906: 115), por lo que es posible

ción de las viviendas. Cabeza de Vaca

que fuera sembrado por otro grupo, y

hace mención de que los indígenas que

posteriormente se realizara un trueque

vivían a lo largo del río Conchos no eran

entre bandas.

precisamente

Los «conchos», se agrupaban en ran-

«dijéronnos también que entretanto que

cherías, es decir, en conjunto de jacales

nosotros fuésemos por el río arriba, iría-

Antilha 10 (30) 2021:21-40 35

amigables

entre

ellos:


Antilha

CESUA Sofía Estrada Beltrán

mos siempre por gente que eran sus

ñor, y les da lo que tienen (De Es-

enemigos y hablaban su misma len-

pejo, 2004).

gua» (Núñez Cabeza de Vaca, op. cit.: 116), a pesar de tener afinidad cultural

Por otro lado, Baltasar de Obregón indi-

por el idioma, así como un territorio en

ca que los nativos les decían a los ex-

común, no había una buena relación en-

ploradores que pasaban por sus tierras

tre todas las rancherías.

que

Con relación a los sistemas de creen-

…habían bajado del cielo y que

cias, es decir, el conjunto de ideas y

eran hijos de el sol, hacían señales

concepciones que conforman la religión

hacia el cielo, ceremonia que usan

que profesaban estos grupos, Antonio

a manera de respeto y reconoci-

de Espejo menciona que «no les halla-

miento del sol a quien adoran por

mos que tuviesen ídolos ni que hiciesen

su dios (Obregón, 1924: 252).

sacrificios algunos» (1582). A pesar de esto, unas pocas leguas, delante de

Por consiguiente, los grupos conchos

donde De Espejo se percató de la falta

tenían al menos un dios, el Sol, y que a

de ídolos, todavía dentro del territorio

diferencia de los grupos mesoamerica-

concho, refiere que

nos, no practicaban ningún tipo de sacri-

…estos indios tienen al parecer

ficio humano, ni tenían imágenes de dio-

alguna lumbre de nuestra santa fe

ses a cuales venerar. También De Espe-

católica, porque señalan a Dios

jo explica que unas leguas arriba sobre

Nuestro Señor mirando al cielo, y

el río del Norte, en otra nación de indios,

le llaman Apalito, en su lengua, y

se hacen danzas y fiestas (1582), por lo

que él es a quien conocen por Se-

que es posible que se ofrezcan a algún dios, y a su vez, que los conchos hayan

Antilha 10 (30) 2021:21-40 36


Antilha

CESUA

Los conchos en el siglo XVI

tenido una práctica similar. En cuanto a

para indicar a su dios, pudiéndose referir

su incipiente fe católica, no se puede

al Sol o a otro astro celeste, esto toman-

comprobar que tuvieran la misma noción

do en cuenta la región ecológica desérti-

de Dios como los españoles.

ca y semidesértica en la que prospera-

ron caracterizada por la aridez, y el calor Consideraciones finales

extremo, por lo que, es probable que su

En conclusión, los diferentes grupos que

deidad más importante esté relacionada

en conjunto fueron llamados conchos,

con el Sol, o tenga alguna vínculo con

tuvieron diferencias ocasionadas por la

los aspectos del entorno.

variedad de formas con las que aprove-

Lamentablemente, la información propor-

charon su medio ambiente. Lo anterior

cionada por las fuentes es limitada para

es más evidente en cuanto a los tipos

articular la razón de su forma de organi-

de subsistencia que practicaban, ya que

zación política y social con el ambiente

a pesar de que todos los grupos se

en el que se desarrollaron. Sin embargo,

desarrollaron en las cercanías del río

se demuestra un nivel avanzado de je-

Conchos, su forma de adaptación al am-

rarquización con una formación de caci-

biente fue diferente, y podemos encon-

cazgo, y un agrupamiento de personas

trar tanto cazadores-recolectores como

dentro de límites establecidos, a diferen-

grupos sedentarios y seminómadas, por

cia de lo que se cree por considerarse

ende, una alimentación rica en nutri-

grupos chichimecas.

mentos. A su vez, hay similitudes en los sistemas

Bibliografía

de creencia, en los cuales no se encon-

AAVV 1871 [1582-1583] «Testimonio dado en Méjico sobre el descubrimiento de doscientas leguas adelante, de las minas de Santa Bárbola, goberna-

tró algún templo o lugar de adoración, sino que los indígenas realizaban señas Antilha 10 (30) 2021:21-40 37


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PRODIGIOS Y MILAGROS EN TORNO A LOS CAMINOS REALES NOVOHISPANOS América Malbrán Porto1 Artículo recibido 20/10/2021 Artículo aceptado 19/10/2021 Resumen: No debieron ser escasos los relatos de prodigios en torno al Camino Real de Tierra Adentro, o a otros caminos ignotos de la Nueva España. Caminantes, viajeros, frailes misioneros, soldados, y arrieros alimentaron la idea de lo fantástico en torno a los caminos, hallazgos y lugares visitados, probablemente en parte por temor a lo desconocido, a lo largo del recorrido o en agradecimiento después de un percance, tan comunes entre los siglos XVI y XIX, ya sea a manos de bandoleros o indios rebeldes. Algunos de estos relatos se perdieron en el tiempo, otros quedaron plasmados en escritos y unos más fueron llevados a la realidad al construir capillas o iglesias prometidas tras la salvación. Este trabajo recorre algunos de esos derroteros desentrañando estas historias, relacionadas con caminos novohispanos a partir de la revisión de crónicas y relatos de viajeros. Palabras clave: viajeros, Camino Real, prodigios, apariciones, evangelización. Abstract: The stories of prodigies around the Camino Real de Tierra Adentro, or other unknown roads of New Spain should not have been rare. Walkers, travelers, missionary friars, soldiers, and muleteers fed the idea of the fantastic around the roads, finds and places visited, probably in part out of fear, of the unknown, along the way or in gratitude after a mishap. So common between the 16th and 19th centuries, whether at the hands of bandits or rebellious Indians. Some of these stories were lost in time, others were recorded in writing and some more were brought to reality by building chapels or churches promised after salvation. This work covers some of these paths unraveling these stories, related to New Spain roads from the review of chronicles and traveler’s stories. Keywords: travelers, Camino Real, prodigies, apparitions, evangelization. 1 Profesor investigador Centro INAH Chihuauha. Actualmente desarrolla el Proyecto de Arqueología Histórica Camino Real de Tierra Adentro, Chihuahua. Antilha 10 (30) 2021:41-56 41


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CESUA América Malbrán Porto

los recorridos, sobre todo al norte de la

Introducción

L

as historias de prodigios, ma-

Nueva España, lugar habitado por indios

ravillas y aparecidos en torno

bárbaros y rebeldes que no se habían

a los caminos reales de la

sometido a la Corona española. Aque-

Nueva España no debieron ser escasos

llos que tenían la posibilidad económica,

en estas tierras recién conquistadas. Ca-

en agradecimiento de los auxilios pres-

minantes, viajeros, frailes misioneros,

tados durante la travesía, terminaron por

soldados y arrieros alimentaron la idea

mandar a construir capillas o iglesias

de lo fantástico y sobrenatural en torno a

prometidas tras la salvación.

los caminos, hallazgos y lugares visitados; probablemente en parte por temor a

Los Caminos Reales en la Nueva Es-

lo que pudiera suceder a lo largo del re-

paña

corrido; a lo que se escuchaba sobre su-

Después de la conquista, a lo largo de

cesos que les habían ocurrido a otros

toda América, y siguiendo los preceptos

viajantes; en agradecimiento después de

de la Corona Española, se estableció

algún percance, tan comunes entre los

una extensa red de Caminos Reales;

siglos XVI y XIX, ya sea a manos de

que eran aquellos subvencionados por

bandoleros o indios rebeldes; o bien

la Corona. A este respecto la Recopila-

simplemente para tener algo fabuloso

ción de Leyes de los Reinos de las In-

que contar.

dias (1681) instruía que:

Algunos de estos relatos se perdieron en

Los Prefidentes ordenen lo que más

el tiempo, otros quedaron plasmados en

convenga a la buena gobernación y

escritos y crónicas de los mismos frailes

policia de las Ciudades y poblaciones

y viajeros quienes se encomendaban a

de fus diftritos, y los Oidores no impi-

los santos para protegerse a lo largo de

dan á los Cabildos y Concejos el cui-

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CESUA

Prodigios y milagros en torno a los caminos...

dado de entender con los Efpañoles,

 Camino

e Indios en hazer fuentes, puentes,

de los Reyes que corría de

San Agustín (Florida) a México;

calçadas, alcantarillas, falidas de las

 Camino

Real de California, la vía de

calles para las aguas […] empedrar,

comunicación terrestre que unía las

taffar mantenimiento, aderezar cami-

misiones de la Baja California con la

nos, y hazer las demás cofas que de-

Alta California.

ven proveer para fu confervacion

 Camino

(Recopilación de leyes de los reinos

Real de los Tejas que unía

Tejas con Luisiana.

de las Indias…, 1681:215v).

 Camino

Real de Tierra Adentro que

unía la Ciudad de México con Santa En el caso del Virreinato de la Nueva

Fe, actualmente en Estados Unidos.

España los Caminos más importantes que se trazaron, muchas veces siguien-

Milagros y aparecidos en el camino

do rutas prehispánicas ya conocidas,

El avance de los caminos, más allá de la

fueron:

capital de la Nueva España, estuvo

 Camino

Real de México-Veracruz

acompañado por algunos eventos sobre-

 Camino

Real de México-Acapulco

naturales. De hecho este tipo de suce-

 Camino

Real a Tehuantepec, pa-

sos se da desde el momento mismo de

sando por Oaxaca  Camino

la ocupación española, cuando los con-

Real de Chiapas que unía

quistadores adoptan en las batallas, san-

México con Guatemala.  Camino

tos guerreros, como Santiago cuya

Real (Yucatán), ruta abierta

«simbología reconquistadora comparte

desde el siglo XVI entre las pobla-

su lugar de honor con san Hipólito (ya

ciones de Mérida, Yucatán y San

que en su día, 13 de agosto, fue tomada

Francisco de Campeche (México).

la ciudad de México-Tenochtitlan) y con

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CESUA América Malbrán Porto

san Miguel, fuerza celeste que vence al Demonio, patrono de las idolatrías y esencia de los dioses antiguos» (Rubial García, 1999:15).

Probablemente Santiago Caballero fue quien, a lo largo de diversas batallas, se manifestó en mayor número de ocasiones: catorce, de acuerdo a Rafael Heliodoro Valle (1946:19-20). Una de las más destacadas tal vez sea la aparición que lo relaciona con la fundación de la ciudad de Querétaro, en el cielo de Sangremal hacia 1531, donde se llevó a cabo una batalla que parecía no inclinarse para bando alguno, hasta el momento en

Fig.1. Alegoría de la fundación de Querétaro, mural en el templo de la Santa Cruz de los milagros. Tomado de El Adobero, 2016.

que asomaron en el cielo la cruz y el apóstol Santiago, la visión de ambas imágenes decidió el curso de la lucha en

cha reñida, peleando sin armas a

contra de los llamados bárbaros (Fig.1).

brazo partido y sin dejar de herirse a

Este prodigio fue registrado por el fran-

puño cerrado cuerpo a cuerpo. Re-

ciscano Isidro Félix de Espinosa, en

sonaban entre tanto las cajas y clari-

1746, de la siguiente manera:

nes, y dispararon los que quedaron a

Afrontados cristianos y gentiles, y

la vista a carga cerrada los fusiles a

puestos en fila con orden numérico,

lo alto, pues sin armas se había pac-

se trabó de una y otra parte una lu-

tado el conflicto; y con la polvareda

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CESUA

Prodigios y milagros en torno a los caminos...

que levantaron los pies y las voces

Muchos de los eventos, aunque no nece-

que resonaban al aire, a que se jun-

sariamente sobrenaturales, fueron toma-

taba el humo de la pólvora y las fle-

dos como tales por conquistadores y frai-

chas disparadas al viento, se obscu-

les, un ejemplo de ello nos lo da Palou

reció el día con tal opacidad que

(1990) sobre el recorrido desde Veracruz

congojaba los ánimos de unos y

a la ciudad de México, realizado por Fray

otros combatientes (pudo causar es-

Junípero Serra quien, en 1749, decidió

ta melancólica luz algún eclipse) […]

hacer a pie dicho camino y fue acompa-

cuando en medio de la densa obscu-

ñado por otros misioneros recién llega-

ridad que observaron, no sólo los

dos a la Nueva España. En palabras de

que venían de conquistadores sino

Palou, no pasó mucho tiempo para que

los mismos gentiles al tiempo) de la

los caminantes experimentaran «la sin-

refriega que dejamos escrita, vieron

gular asistencia del Todopoderoso».

todos una claridad tan activa que les

En una de las jornadas, que fue más

robó las atenciones, y en el centro

larga de lo que pensaban (después

una cruz refulgente como de cuatro

de muy entrada ya la noche), llega-

varas, entre blanca y roja, suspensa

ron a la orilla de un río, que según

en el aire y a su lado una imagen

les habían noticiado, tenían que pa-

que les representaba al Patrón de

sar antes de llegar al pueblo donde

las Españas Señor Santiago, casi

habían de parar: reconocieron luego

perpendicularmente sobre el centro

lo crecido que era el peligro que

donde se colocó después la Cruz de

amenazaba al que intentase pasarlo

Piedra

sin conocimiento del único vado que

(De

Espinosa,

1964:103-

105).

tenía. Estos motivos, lo tenebroso de la noche y la absoluta falta de quien

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CESUA América Malbrán Porto

les enseñase el vado, fueron la ré-

dio de cenar y camas en que dormir

mora que detuvo a nuestros cami-

pero cuando por la mañana salieron

nantes para entrar en el agua y es-

de la casa para la iglesia a decir mi-

perando del cielo el socorro de aque-

sa, y en todo el camino no pisaron

lla necesidad, se pusieron a rezar la

más que hielo por el mucho que

Benedicta a nuestra Señora; conclu-

aquella noche había caído, desde

yéronla, y luego les pareció que mi-

luego conocieron el beneficio tan

raban (al lado opuesto) un bulto que

grande que Dios les había hecho de

se movía; pero para cerciorarse fray

proporcionarles abrigo por medio de

Junípero de si era cierto o no, dijo en

aquel bienhechor, pues sin él hubie-

voz alta estas palabras «ave María

ran perecido al inclemente rigor del

santísima: ¿hay algún cristiano a la

frío (Palou, 1990: 23).

otra banda del río?» respondiéndole que sí y qué se ofrecía dijeron que

Al día siguiente los frailes continúan su

deseaban pasar el río y no sabían el

camino hacia la ciudad de México, y tras

vado; y diciéndoles que subiesen por

haber andado un buen trecho, nueva-

la orilla hasta que les avisase, cami-

mente se hallaban cansados y molestos

naron un gran trecho, y luego la

por el calor y el sol, cuando vuelve a

guía, que no veían, les dijo que ya

aparecer su salvador, quien les dijo:

podían pasar; hiciéronlo sin peligro

…«Venerables religiosos, vendrán

alguno, y hallaron al que les habla-

cansados y sedientos; tomen una

ba, que era un

hombre español,

granada y los refrescara algo». Dio a

bien vestido, muy atento y de pocas

cada uno una granada y habiéndose

palabras el cual los llevó para su ca-

despedido siguió él su camino y los

sa, sita a gran distancia del río, les

padres el suyo. Comieron éstos

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CESUA

Prodigios y milagros en torno a los caminos...

aquella pequeña fruta, la que no so-

te con la cristiandad. A este respecto

lamente los refrescó y apagó la sed

Chevalier nos recuerda que:

que padecían sino que les dio fuer-

…san Juan de la Cruz ve en los gra-

zas para seguir su jornada sin dema-

nos de la granada el símbolo de las

siada fatiga hasta la hacienda donde

perfecciones divinas en sus efectos

iban a parar… (Ibíd.: 23).

innumerables; a lo que añade la redondez del fruto como expresión de

La gran mayoría de estos relatos están

la eternidad divina, y la suavidad del

cargados de simbolismos, en este caso

jugo como la del gozo del alma que

no solamente se trata de la respuesta

ama y que conoce. Así pues la gra-

divina a partir de la oración; es enviado

nada representa finalmente “los mis-

un salvador que es una persona común

terios más altos de Dios, sus juicios

y en ningún momento se hace alusión a

más profundos y sus más sublimes

que sea de otra manera. Sin embargo,

grandezas” (Chevalier, 1986: 538).

al día siguiente, tras haberlo dejado en la casa y avanzar ellos largo trecho

Otro evento singular ocurrió al mismo

vuelven a encontrarlo, cuando más ago-

Fray Junípero Serra en las cercanías al

tados estaban, y les ofrece oportuna-

camino Real en la Huasteca, nuevamen-

mente granadas a cada uno. En la re-

te Palou refiere:

gión en que se encontraban, semitropi-

Concluidas sus apostólicas tareas,

cal, el extraño podía haber ofrecido mu-

se retiraba para el colegio y era una

chos otros frutos, tal vez autóctonos y

jornada a tiempo que ya se ponía el

desconocidos para los recién llegados,

sol, ignoraban dónde irían a parar

sin embargo el mero hecho de entregar

aquella noche, dando por cierto que

una granada está vinculado directamen-

lo harían en el campo. Esto conside-

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CESUA América Malbrán Porto

raban cuando vieron a poca distan-

Jesús, María y José, reflejando no

cia y cerca del camino real una ca-

solo en el aseo y limpieza de la ca-

sa, donde entrando a pedir posada,

sa (aunque pobre) y el cariño afec-

hallaron un hombre venerable con

tuosos con que los habían hospeda-

su esposa y un niño, quienes muy

do y regalado, sino en el consuelo

gustosos los hospedaron y dieron

interior y extraordinario que allí ha-

de cenar con especial aseo y cariño.

bían

Despedidos los padres por la maña-

(Palou, 1990: 43).

sentido

sus

corazones…

na y dando las gracias a sus bienhechores, siguieron su jornada, donde

Este será un relato frecuente entre frai-

a poco trecho encontraron unos

les que pretenderán emular a San Fran-

arrieros que les preguntaron dónde

cisco a quién se le aparece la Sagrada

habían parado aquella noche. Y di-

Familia. Por otro lado se trata de una

ciéndoles que en la casa inmediata

metáfora del modelo de la familia cristia-

al camino: “¿qué casa? (dijeron los

na que se trataba de imponer en las

arrieros), en todo el camino que an-

nuevas tierras.

duvieron ayer, ni hay casa ni rancho

La vida de las misiones y presidios esta-

ni en muchas leguas”. Quedaron los

blecidos en el Septentrión novohispano

padres admirados mirándose unos a

estuvo llena de este tipo de eventos.

otros, y los arrieros ratificándose en

Uno de estos milagros ocurrió en el Río

lo dicho de que no había tal casa en

Colorado, con la nación de indios yu-

el camino. Los misioneros atribuye-

mas, en la actual California, quienes ata-

ron a la Divina Providencia el haber-

caron una de las misiones, la incendia-

los favorecido con el hospicio, y que

ron y asesinaron al comandante, al sar-

sin duda serían los que lo habitaban

gento y a todos los soldados de Monte-

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Prodigios y milagros en torno a los caminos...

rrey, así como a los vecinos y los cuatro

bos ceñidos con sus cilicios, los que

padres misioneros. Uno de los pocos

mantenían sin haberse consumido…

soldados que se pudo esconder y que, a

(Palou, 1990: 170-171).

pesar de estar herido, logró escapar al

primer presidio de Sonora, donde infor-

El prodigio no solo fue este, ya que a

mó de lo sucedido. Al enterarse el coro-

partir de ese momento al caer la noche,

nel Pedro Fages, quien más tarde sería

en el lugar donde había estado la misión

gobernador de Las Californias, reunió

comenzó a verse:

una tropa y se encaminó a defender la

…una procesión de gente vestida

misión. Al llegar, los soldados se sor-

toda de blanco, todos con velas en

prendieron por el gran desastre, tras el

las manos encendidas y delante su

incendio y al no encontrar los restos de

cruz con ciriales, y daban vueltas

los sacerdotes pensaron que se habían

alrededor del recinto en donde ha-

salvado, sin embargo:

bía estado la misión y que cantaban

Repararon los soldados de la expedi-

no saben y qué después de haber

ción que iban recogiendo a los difun-

dado muchas vueltas desaparecían,

tos en un tramo de tierra que estaba

y que esto lo vieron muchas noches

verde (entre la demás quemada) toda

no solo los cristianos, sino también

vestida de zacate verde y matizada

los gentiles y que esto les causó tal

de flores de varios colores, las unas

horror e infundó tal temor, que

conocidas y las otras no: había entre

desampararon sus tierras y se mu-

ellas la manzanilla y otras. Mandó el

daron como ocho leguas más abajo,

comandante cavar allí, y hallaron a

también a la orilla del río; que allí

los benditos padres, cuyos venera-

llevaron los cautivos cristianos, aun-

bles cuerpos estaban juntos, y am-

que a éstos no causó dicha visión ni

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CESUA América Malbrán Porto

horror ni temor, sino alegría (Palou,

Tiempo después, la imagen fue en-

1990: 171).

contrada muy cerca de las márgenes del río Aguanaval “por unos sol-

En este caso la intervención divina ter-

dados escolteros”, en un árbol lla-

mina provocando tal temor a los culpa-

mado mezquite, “en donde dicen lo

bles de la masacre que los obliga a dejar

visitaba una india”. Se entiende que

sus tierras.

la india era cristiana pues “veneraba

No solamente ocurren este tipo de mila-

la efigie de Cristo, señor nuestro y

gros, también son comunes, a lo largo

titulado de Mapimí”. Los escolteros

de la América hispana, y vinculados con

trasladaron la imagen “a la parro-

los caminos, los relatos de imágenes de-

quia de Cuencamé”, llegando ahí el

vocionales, cruces y vírgenes que deci-

6 de agosto de 1715 para no irse

den quedarse en un lugar donde quieren

nunca, “extendiendo sus brazos de

que se les haga una capilla o santuario.

su

Uno de estos casos ocurrió:

obrando muchos milagros”, según

misericordia,

favoreciendo

y

En el año de 1715, un Jueves San-

expresan los pobladores. Cuenta la

to, en que los españoles del Real de

leyenda que a pesar de los intentos

Mapimí realizaban una procesión

de los pobladores de Mapimí por

cargando la imagen, sufrieron el

recuperar su cristo no pudieron lo-

más devastador ataque de tobosos

grarlo porque cada vez que se pre-

y cocoyomes. Un grupo de soldados

tendía moverlo se hacía pesado,

logró escapar con la imagen hacia la

imposibilitaba su movimiento, lo que

población de Parras, atravesando la

se interpreta como que el Señor de

sierra de Jimulco, sitio donde halla-

Mapimí no desea salir de Cuenca-

ron un lugar propicio para ocultarla.

mé (Sánchez Garza, 2006:196-197).

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Prodigios y milagros en torno a los caminos...

Otro de estos eventos milagrosos es el

de Cristo y de su Madre: está con un

que ocurrió en Durango tras el alza-

hachazo al parecer en el rostro, cuya

miento de los tepehuanes, en 1616,

cicatriz aun persevera hoy dia, sin

quienes incendiaron el convento y la

que haya admitido composicion algu-

iglesia de San Francisco del Mezquital y

na, pues luego arroja la encarnación

vandalizaron las imágenes que en ella

que sobre la cicatriz ó rotura le han

se conservaban. Interesante es el hecho

puesto algunos diestros en el arte. La

de que la imagen venerada no deseaba

imágen de Jesus crucificado estaba,

quedarse en el lugar, del cual no se po-

y aún permanece, con un flechazo en

día mover por su peso, sino que estaba

la espinilla, de que salió una gota de

esperando a la persona indicada, un

sangre, que aún hoy la registra la vis-

franciscano, para que entonces la trasla-

ta: viendo los españoles suceso tan

dara al convento de San Antonio de Du-

horroroso, llorosos y compungidos,

rango. Aquí el relato:

trataron traer á la ciudad de Durango

Despues que los indios tepeguanes

los divinos simulacros. Echó mano

ultrajaron las sagradas imágenes y

del santo Cristo un devoto sacerdote,

quemaron los templos, matando á

para colocar en la iglesia catedral

cuantos cristianos podían haber á

una imagen tan prodigiosa; pero por

las manos, se juntó alguna gente es-

mas que se esforzó á levantarle del

pañola, y acompañada de algunos

suelo, no pudo ni moverle del sitio en

sacerdotes seculares, y el ministro

que se hallaba: hicieron varios la

de doctrina de nuestro convento de

misma diligencia; pero la sagrada

Durango, pasaron al Mezquital, don-

imágen estaba fija como una roca.

de el estrago fué mayor, y hallaron

Viendo que el Señor á todos se hacía

en su abrasado templo las imágenes

inmoble, suplicaron al ministro de

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nuestro convento, que pues era

en el Museo de Arte sacro, galería epis-

aquella imágen perteneciente á la

copal de Durango (Fig.2).

religión Seráfica, probara á levantar al Señor para colocarle en su casa:

¡cosa rara y maravillosa! Lo mismo fué poner nuestro ministro la mano, que levantar al Señor en el aire, como si fuera de paja; y conociendo todos el divino beneplácito, trataron de traerle procesionalmente á la iglesia de nuestro convento de Durango, donde es de todos venerado, hallando la devoción en esta sagrada imágen el alivio en sus desconsuelos (Arlegui, 1851: 56-57). Esta imagen ha sido rastreada con éxito, por Vallebueno Garcinava quien ha identificado que el Cristo de caña que se encontraba en la parroquia del Santo Niño

Fig. 2. Señor del Mezquital. Figura de pasta de caña polícroma de finales del siglo XVI, probablemente de manufactura michoacana. Foto Museo de Arte Sacro/Galería Episcopal de Durango.

de Atocha es el que corresponde al Señor del Mezquital, una de las pocas imágenes del siglo XVI que se encuentran en el norte de México (Vallebueno Garcinava, 2000: 258) y que hoy se localiza Antilha 10 (30) 2021:41-56 52


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Prodigios y milagros en torno a los caminos...

Muchas veces el milagro consistía solo

que fueron fieles al templo hasta fi-

en conservar la vida, y aquellos fervien-

nes del siglo XIX, en que la cons-

tes religiosos que se habían encomen-

trucción de adobe, ubicada en la es-

dado a un santo en particular para que

quina de las calles Degollado y 15ª,

los librara de los asaltantes, indios o pe-

colapsó… (Márquez Terrazas, 2010:

ligros del recorrido, prometían en agra-

86).

decimiento, fundar capillas u otros establecimientos religiosos. Es así que Már-

Fue tan importante esta capilla que la

quez Terrazas relata como:

calle donde se encontraba recibía el mis-

Los carros que traían mercancías

mo nombre, hecho que se puede apre-

desde Puebla y México en su viaje a

ciar en algunos planos de la ciudad co-

Santa Fe, hacían un descanso en la

mo el de Larrea de 1884 (Fig.3). Desco-

Villa de San Felipe de Chihuahua.

nocemos qué sucedió con la venerada

Algunos productos y comerciantes

imagen de la capilla de Chihuahua. Sin

procedían de Guatemala, de donde

embargo existe una capilla, en la cate-

venía el chocolate y otros géneros.

dral de Chihuahua, donde se halla un

Uno de estos mercaderes, milagro-

nicho con la imagen del Cristo Negro de

samente, pudo salvar la vida en una

Mapimí, que se dice perteneció al primer

emboscada que le tendieron los

templo de la ciudad ubicada en este mis-

apaches cerca de Samalayuca, y en

mo lugar.

gratitud le dedicó una capilla en

Por otro lado el Cristo que se conserva

Chihuahua y otra en Nuevo México

en el santuario de Chimayó en Nuevo

al Santo Señor de Esquipulas.

México está envuelto en una variedad de

La devoción a esta imagen caló pro-

leyendas, pero ninguna se corresponde

fundamente en los chihuahuenses,

con la del mercader guatemalteco.

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CESUA América Malbrán Porto

Fig.3. Detalle del plano de la Ciudad de Chihuahua en el que se observa el lugar en el que se encontraba la capilla del Señor de Esquipulas y la calle del mismo nombre, hacia 1884. Plano de Pedro Larrea.

Palabras finales

vanas o se aprovechaban de los viajeros

Es indudable que muchos de los viajeros

solitarios, muchas veces terminando con

vivieron en carne propia los peligros del

sus vidas. El terror a lo desconocido,

recorrido, al adentrarse por caminos que

provocó que surgieran una cantidad de

se desdibujaban a medida que se aleja-

relatos donde la salvación se daba a

ban de las ciudades importantes y don-

partir de la intervención divina y estos

de frailes, viajantes y comerciantes que-

eventos se volvían más y más portento-

daban a merced de los indios bárbaros y

sos al pasar de boca en boca e ir avan-

de los bandidos que atacaban las cara-

zando por los mismos derroteros.

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Prodigios y milagros en torno a los caminos...

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LA ESCUELA INTERNACIONAL DE ARQUEOLOGÍA Y ETNOGRAFÍA AMERICANAS Y LAS PRIMERAS EXCAVACIONES ESTRATIGRÁFICAS EN MÉXICO Víctor Ortega León1 Artículo recibido 20/11/2021 Artículo aceptado 6/12/2021 Resumen Hoy, a más de cien años distancia, tradición y oficialidad coinciden en reconocer a Manuel Gamio como el primero en aplicar, en 1911, el método estratigráfico en la arqueología no solo mexicana sino, incluso, americana; sin embargo, un análisis detallado de algunos de los primeros informes de la Escuela Internacional de Arqueología y Etnografía Americanas relacionados con los hechos nos lleva a reconsiderar el asunto. Palabras clave: Arqueología, Excavaciones estratigráficas, Escuela Internacional de Arqueología y Etnografía Americanas. Abstract Today, more than a hundred years away, tradition and officiality coincide in recognizing Manuel Gamio as the first to apply, in 1911, the stratigraphic method in not only Mexican but also American archeology; however, a detailed analysis of some of the first reports of the International School of American Archeology and Ethnography related to the events leads us to reconsider the matter. Keywords: Archeology, Stratigraphic Excavations, International School of American Archeology and Ethnography.

1 Profesor investigador Centro INAH Chihuahua. Antilha 10 (30) 2021:57-81 57


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CESUA Víctor Ortega León

miento arqueológico poco vinculado con

Introducción

A

inicios del Porfiriato, se reali-

la investigación científica de campo y

zó la primera gran síntesis de

con una gran carga de diletantismo.

historia mexicana, en la mag-

Al año siguiente, el 8 de octubre de

na obra titulada México a través de los

1885, fue creada la Inspección y Con-

Siglos (1884), cuya dirección editorial

servación de Monumentos Arqueológi-

corrió a cargo de Vicente Riva Palacio.

cos, dependencia de la Secretaría de

Obra nacionalista y evolucionista que,

Justicia, Fomento e Instrucción Pública,

en palabras de Edmundo O’Gorman, re-

fundada, esta última, por decreto juarista

presenta «la solución que ofrece la his-

en 1861 (Lombardo de Ruiz, 1988:66).

toriografía del liberalismo triunfante al

La Inspección permaneció asignada a la

viejo dilema sobre el ser del mexi-

misma Secretaría aún y cuando esta

cano» (O’Gorman, 1962:196). En el pri-

cambiara de nombre a Secretaría de

mer tomo, Historia antigua y de la Con-

Justicia e Instrucción Pública, en 1891, y

quista, bajo la responsabilidad del abo-

Secretaría de Instrucción Pública y Be-

gado, literato y político mexicano Alfredo

llas Artes, en 1905 (Vázquez León,

Chavero, se incluía buena parte del sa-

1993:4). Su primer Inspector General, el

ber arqueológico de la época referente

arqueólogo y militar Leopoldo Batres,

al territorio nacional (Cf. Chavero, 1884).

inició su gestión con la publicación del

Pero este conocimiento provenía, princi-

Cuadro Arqueológico y Etnográfico de la

palmente, de archivos y bibliografía, de

República Mexicana en el que conden-

anticuarios y viajeros que publicaban

saba una lista de los principales sitios

sus hallazgos, colecciones y, por su-

arqueológicos de México conocidos has-

puesto, sus propias interpretaciones. Sin

ta ese momento, un itinerario para visitar

desmerecer por ello, era este un conoci-

estos sitios y una lista de los idiomas

Antilha 10 (30) 2021:57-81 58


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CESUA

La Escuela Internacional de Arqueología y Etnografía Americanas...

que se hablaban en varias partes del

se echa de ver, en toda su obra, la forma

país hasta esa fecha (Cf. Batres, 1885).

en que se realizaba la arqueología oficial

Poco después, en 1888, publicará su

en México.

obra Arqueología mexicana: Civilización

Otra institución relacionada con este

de algunas de las diferentes tribus que

campo, y existente desde la segunda dé-

habitaron el territorio, hoy mexicano, en

cada del siglo XIX, fue el Museo Nacio-

la antigüedad, en la que incluía una Car-

nal, resguardo de un gabinete de historia

ta Arqueológica de la República Mexica-

natural, archivos históricos y monumen-

na, fechada en 1886, que es la primera

tos arqueológicos. Se fundó, por iniciati-

de su tipo en nuestro país, y donde con-

va del entonces Ministro de Relaciones

signa “los lugares donde existen los

Interiores y Exteriores, el historiador Lu-

principales monumentos arqueológicos

cas Alamán, con el fin de comenzar a

conocidos hasta la fecha en que formé

ejercer algún tipo de control sobre el sa-

dicho plano, lo mismo que las tribus que

queo de los bienes culturales y naturales

habitan actualmente en los lugares

del país, practicado, con intereses tanto

adonde hay ruinas” (Batres, 1888:95).

científicos como económicos, por nume-

Actualizada por él mismo en 1910, la

rosos exploradores y anticuarios extran-

Carta arqueológica de los Estados Uni-

jeros. Hasta después del Segundo Impe-

dos Mexicanos menciona un mayor nú-

rio mexicano (1863-1867), el museo que-

mero de sitios, aunque no todos los de

dó organizado en tres departamentos: el

la carta anterior. No están claros los cri-

de Historia Natural, el de Arqueología e

terios usados por Batres para incluir o

Historia y la Biblioteca; y hacia finales de

excluir algunos sitios en las diferentes

siglo, comenzaría a ofrecer cursos sobre

versiones de dichas compilaciones, pero

las materias de su competencia. Poco

Antilha 10 (30) 2021:57-81 59


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CESUA Víctor Ortega León

después, empezaría a organizar excur-

Seler, 1911), aunque el proyecto había

siones a lugares de interés, mientras sus

sido presentado desde septiembre de

profesores, como Genaro García, Nico-

1910 en el marco de la segunda sesión

lás León y Jorge Engerrand, darían

del XVII Congreso Internacional de

inicio a algunas investigaciones con fi-

Americanistas2 (Cf. Grant MacCurdy,

nes didácticos donde involucrarían alum-

1910), a instancias de Franz Boas

nos (Cf. Vázquez, 1993,1994).

quien, apoyado por su corresponsal en

Así pues, a principios del siglo XX, se

México desde 1901, la norteamericana

realizaban en el territorio mexicano va-

Zelia Nuttall, desde varios años antes

rios tipos de arqueología. Por un lado, la

había estado interesado en la creación

oficial liderada por la Inspección y Con-

de una escuela de antropología en

servación de Monumentos Arqueológi-

nuestro país (Cf. Parmenter, 1966). Sin

cos; por otro, las investigaciones del Mu-

embargo, la empresa no era sencilla ya

seo Nacional. A estos, hay que añadir

que el ámbito antropológico y arqueoló-

los trabajos de estudiosos como Zelia

gico nacional estaba controlado enton-

Nutall y Hermann Beyer, entre otros, que

ces por el mencionado Leopoldo Batres,

tenían un interés personal por la historia

protegido de Porfirio Díaz y a quien Nut-

antigua del país. A fines del Porfiriato, se

tall no veía con buenos ojos, al parecer

sumará el proyecto de la Escuela Inter-

debido a su discutible «metodología» de

nacional de Arqueología y Etnografía

investigación, entre otros asuntos. No

Americanas (en adelante EIAEA) bajo la

era la única, además, que discrepaba

batuta de Franz Boas y Eduard Seller (Cf. García del Cueto, 1988). La Escuela comienza oficialmente sus

2 La primera sesión se llevó a cabo en Buenos Aires, Argentina, del 7 al 23 de mayo de ese mismo año (Cf. Warren Currier, 1910).

actividades el 20 de enero de 1911 (Cf. Antilha 10 (30) 2021:57-81 60


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La Escuela Internacional de Arqueología y Etnografía Americanas...

No obstante, siendo, a la sazón, uno de

rio a perpetuidad del Comité Directivo.

los antropólogos más destacados a nivel

En su discurso inaugural, Seler expuso

mundial y auspiciado por los gobiernos

los que serían los lineamientos de la ins-

de Alemania (Prusia), Francia y Estados

titución recién fundada: (1) la investiga-

Unidos, Boas logra obtener el apoyo del

ción lingüística, (2) la investigación etno-

gobierno mexicano para la creación de

gráfica, y (3) la investigación arqueológi-

la Escuela y, además de la colaboración

ca (Cf. Seler, op. cit.).

de las universidades de Harvard y

De ésta última, que es la que aquí nos

Pennsylvania, ofrece la participación de

interesa, a la que llama «the ethnology of

la Universidad de Columbia, institución a

the races and peoples that no longer

la que se hallaba adscrito y desde la

exists», cliché muy extendido en la épo-

cual irradiaba su enorme influencia. Así,

ca, dice que, en primer lugar, debe estu-

el 20 de enero de 1911, el mismo Don

diar lo monumentos existentes haciendo

Porfirio cortaba el consabido listón y de-

comparaciones y tratando de interpretar-

claraba

la

los a la luz de los «escritos antiguos dig-

EIAEA, ante un selecto grupo de intelec-

nos de confianza» y por medios que

tuales, ministros de estado y embajado-

puedan

res, tanto nacionales como extranjeros.

«contemporáneas de los tiempos paga-

El primer director de la Escuela fue el

nos» o de aquellas hechas no mucho

alemán Eduard Seler, quien ya contaba

después de la Conquista. Destaca, sin

con un extenso trabajo en el America-

embargo, que los monumentos mayas

nismo, por lo cual se hizo acreedor al

son un problema aparte debido a la exis-

apodo de «patriarca de los congresos

tencia de su muy desarrollada escritura,

de americanistas» (Cf. Warren Currier,

por lo cual constituyen un difícil reto para

op. cit.), quedando Boas como secreta-

la Escuela (Ibíd.).

formalmente

inaugurada

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extraerse

de

las

pinturas


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CESUA Víctor Ortega León

En segundo lugar, menciona lo que con-

«Teotihuacanos», por mencionar solo

sidera como el principal trabajo al que

algunas, no podía dilucidarse la suce-

debe abocarse el departamento de Ar-

sión cultural entre éstas, por lo que la

queología de la Escuela: la búsqueda de

profundidad temporal de las culturas

nuevo material y la selección de lugares

americanas permanecía, en esta época,

apropiados para el estudio y la conser-

como una incógnita. Por esto, Seler hizo

vación «autorizados»; descubrir, medir,

hincapié en el estudio estratigráfico:

estudiar lo que se encuentre; fotografiar

At the same time, we must not forget

y dibujar monumentos enteros y detalles

to study the cultural strata to see if

especiales; abrir entierros y asegurar su

there be in some place some means

contenido en los museos de la nación.

of arriving at a classification or

En pocas palabras, el registro de sitios y

chronological order in which the civi-

la recolección de artefactos se convier-

lizations followed one another, a his-

ten en la metodología para «completar»

tory that we have not been able to

la imagen que las pocas fuentes escritas

establish up to this day (Ibíd.:402).

nos brindan de las diferentes culturas que habitaron el territorio nacional en

Vemos pues que, desde su inicio, los

tiempos

Hasta

fundadores de la Escuela habían consi-

aquí, todo pinta como un anticuarismo

derado en su agenda el estudio de la

tomado en serio. Pero tanto Seler como

estratigrafía como una metodología in-

Boas eran conscientes de que la Escue-

dispensable para solucionar el problema

la debía afrontar el problema de la cro-

de la cronología y la secuencia cultural.

nología ya que, aunque para estas fe-

Para el XVIII Congreso Internacional de

chas podían diferenciarse culturas como

Americanistas, celebrado en Londres del

prehispánicos

«Aztecas»,

(Ibíd.).

«Mayas»

y

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La Escuela Internacional de Arqueología y Etnografía Americanas...

27 de mayo al 01 de junio de 1912,

dio del tepecano, que resultó ser un

Boas (1912a) pudo presentar resultados

dialecto del Pima, siendo los pueblos

de la aplicación del método estratigráfi-

que lo hablan; muy semejantes á los

co aludiendo a las excavaciones realiza-

Coras y Huicholes, y otras investiga-

das en una ladrillera de San Miguel

ciones relativas á antiguas tradicio-

Amantla, cerca de Atzcapotzalco, en los

nes; todo lo cual demuestra lo impor-

entonces alrededores de la Ciudad de

tante de la obra emprendida por la

México. En su informe, Pruneda resume

Escuela Internacional de Arqueología

así la participación de Boas:

y Etnología Americanas, en el último

Trabajos de la escuela Internacional

año (Pruneda, 1912:155).

de Arqueología y Etnología Americanas, por el Dr. Franz Boas. En esta

Dichas excavaciones, las de Atzcapotal-

interesante memoria, ilustrada con

co, le habían sido encomendadas por

proyecciones, el autor relata las in-

Boas a un tal «Sr. Gamio», alumno de la

vestigaciones llevadas á cabo por la

Escuela (Cf. Boas, 1912a; Seler, 1912),

institución referida, durante el año en

razón por la cual la historia oficial atribu-

que fué su Director: los trabajos so-

ye a Manuel Gamio las primeras excava-

bre la alfarería de Atzcapotzalco y de

ciones estratigráficas en México.

Culhuacán; el estudio de los dialec-

Sin embargo, sabemos que Manuel Ga-

tos mexicanos y de las relaciones

mio había partido hacia Nueva York el 5

entre ellos y las lenguas del Norte de

de noviembre de 1909, gracias a la reco-

México; la formación de un mapa lin-

mendación de Zelia Nuttall, quien era

güístico del Estado de Oaxaca, basa-

entonces una de sus maestras en el Mu-

do en el estudio de los vocabularios

seo Nacional de México. A mediados de

recogidos por el Dr. Peñafiel; el estu-

1910, formó parte de una de las expedi-

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CESUA Víctor Ortega León

ciones al Ecuador que organizara Mars-

las excursiones del museo y agregado a

hall H. Saville, respaldadas por el Museo

la Inspección, el 1° de agosto de 1911

del Indio Americano y la Universidad de

(Ibíd.:36). Cabe mencionar, que dicho

Columbia. A su regreso de Sudamérica

puesto no existía previamente, y llama la

a Nueva York, concluyó sus estudios

atención que días más tarde, en agosto

presentando como tesis una investiga-

11, Isabel Ramírez de Castañeda renun-

ción que realizara, en 1908, en Alta Vis-

ció al puesto de ayudante del Profesor

ta, Zacatecas. Así, a mediados de 1911,

de Arqueología (Ídem), quedando en su

obtuvo el grado de Master in Arts por la

lugar el alumno Porfirio Aguirre quien,

Universidad de Columbia. Sus biógrafos nos dicen que regresó a México a finales de 1911, como él mismo admite (Cf.

3 Situación que, a todas luces, no fue de su agrado, según se nota en la crítica negativa que haría poco después al programa de Arqueología del Ing. Galindo y Villa: «Hay que hacer mención de que el primer programa de esta materia corresponde al señor Ing. Jesús Galindo y Villa, pues habiendo sido él quien inauguró el primer curso formal de Arqueología en el Museo Nacional en el año de 1906, escribió para ese curso un programa en 1905. En diciembre de 1906, el señor Lic. Ramón Mena escribió un programa para el curso de 1907, lo mismo para el año de 1908. En 1912, fue adoptado en el Museo el programa de 1906, lo que motivó una crítica del Inspector General de Monumentos Arqueológicos y una réplica del autor, señor Galindo y Villa. Fue la primera polémica de carácter técnico acerca de un programa de Arqueología» (Herrera Martínez, 1927:279-280). La crítica y su respuesta pueden verse en Galindo y Villa, 1912:164-177. Es notable que, en dicha crítica, Gamio se pronuncia en contra del puesto que él mismo ocupara y Galindo y Villa a favor.

González Gamio, 1987 y 2002; Cf. Gamio, 1942). En efecto, a finales de este mismo año, Manuel Gamio aparece adscrito al Museo Nacional de Arqueología, Historia y Etnología como Profesor de Arqueología Práctica. Previamente, había obtenido el nombramiento de Profesor de Arqueología el 21 de junio y renunciado al mismo el 1° de julio en favor del Ing. Jesús Galindo y Villa (AAVV, 1911:8)3. De hecho, obtuvo el nombramiento como Profesor de Arqueología Práctica, encargado de Antilha 10 (30) 2021:57-81 64


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La Escuela Internacional de Arqueología y Etnografía Americanas...

junto con Rosaura Delgado (auxiliar),

encontraban guardadas en las bode-

ayudaba a Galindo y Villa en diversas

gas; este inventario se encuentra en-

tareas. En diciembre de ese mismo año,

teramente listo y pasado en limpio,

en su Informe de los trabajos ejecutados

sólo falta revisarlo, y dentro de breves

en los departamentos de Historia y Ar-

días tendré la honra de remitir á Ud.

queología, durante los meses de agosto,

un

septiembre y octubre de 1911, Galindo y

1911:105).

ejemplar

(Galindo

y

Villa,

Villa refiere el asunto de la siguiente manera:

No hace alusión alguna de Gamio ni de

Con fecha 11 de agosto, la Srita. Isa-

su puesto de nueva creación como Pro-

bel Ramírez Castañeda renunció su

fesor de Arqueología Práctica, lo cual no

empleo de Ayudante de Arqueología,

deja de ser notorio.

y en su lugar fué nombrado por la

Por otro lado, se nos informa que «Por

Secretaría de Instrucción Pública el

falta de profesor de Arqueología, la Srita.

Sr. D. Porfirio Aguirre, que desempe-

Isabel Ramírez Castañeda presidió las

ña su cargo con puntualidad y esme-

clases que se dieron durante el curso,

ro. La Dirección al digno cargo de

excepto los meses que estuvo dicha se-

Ud., tuvo á bien nombrar auxiliar de

ñorita en excursión». Tales excursiones

mi departamento á la Srita. Rosaura

fueron las que realizara con Boas y Seler

Delgado, que también ha concurrido

como alumna de la EIAEA (Robelo,

con puntualidad y tiene bastante em-

1912a:212-213). Se entiende, que antes

peño. Estos dos ayudantes han for-

de ser Ayudante del Profesor de Arqueo-

mado, bajo la inspección del subs-

logía, Isabel Ramírez había estado a

cripto, el inventario de 60 cajas llenas

cargo de las clases de arqueología del

de objetos arqueológicos, y que se Antilha 10 (30) 2021:57-81 65


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CESUA Víctor Ortega León

Museo, hasta que fue nombrado Galindo

y, con el fin de que pudiera aceptar la

y Villa en julio de 1911.

beca que le ofrecían para la Universidad

Gamio tampoco figura en el informe

de Columbia, Genaro García, director

anual de las actividades llevadas a cabo

del Museo, le mantuvo sus sueldo de

por el personal del museo durante 1911

profesor aunque no estuviera ejerciendo

(Cf. Robelo, 1912a). Sin embargo, en

como tal desde finales de 1909 hasta

enero de 1912, se le considera todavía

finales de 1911 (Cf. González Gamio,

como parte del personal del museo, si-

1987).

tuación que termina el 31 del mismo

Queda claro, que Manuel Gamio fue

mes «por cambio de empleo» (Ibíd.:

alumno y profesor auxiliar del Museo

180). En febrero de 1912, ocupó el car-

Nacional y, posteriormente, alumno de

go de Inspector General y Conservador

la Universidad de Columbia, y que, a su

de Monumentos Arqueológicos, suce-

regreso, a finales de 1911, volvió a ocu-

diendo al Ing. Francisco M. Rodríguez,

par un cargo de profesor, esta vez de

quien lo ocupara desde el 1° de julio de

Arqueología Práctica, en el Museo, mi-

1911 puesto en el que Gamio permane-

grando, en febrero de 1912, a la Inspec-

cería hasta 1917 (Cf. González Gamio,

ción de Monumentos. Carece de senti-

1987 y 2002; Vázquez León, 1993 y

do, entonces, la afirmación de algunos

1994). Si bien, resulta confuso afirmar

de que Manuel Gamio fue alumno de la

que Gamio no se encontraba en México

Escuela Internacional pues, ¿por qué

durante la mayor parte de 1911, mien-

razón se inscribiría como alumno cuan-

tras aparecía como personal del Museo,

do recién regresaba con su Master de

esto se debe a que, como comenta Án-

Estados Unidos y fungía como profesor

geles Gamio, desde 1907 era, además

en el Museo? ¿Quién, entonces, fue el

de alumno, profesor auxiliar de Historia Antilha 10 (30) 2021:57-81 66


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CESUA

La Escuela Internacional de Arqueología y Etnografía Americanas...

alumno de la EIAEA que realizó las ex-

Posteriormente, en la sección dedicada

cavaciones en San Miguel Amantla?

a la arqueología, Tozzer hace el recuen-

Vayamos por partes. Alfred M. Tozzer,

to de las excavaciones auspiciadas por

director de la Escuela en el periodo de

la Escuela de la siguiente forma: «The

1913-1914, presenta en su informe al

Director [Boas] and Mr. Gamio, one of

Comité Directivo una lista tanto de los

the Mexican Fellows, investigated two

miembros de dicho Comité como de los

sites in the village of San Miguel Amantla

miembros de la escuela. De esta última,

from

menciona los siguientes:

view...» (Ibíd..: 394). Más adelante, tras

Director:

Professor

Alfred

M.

Fellows:

Señor

stratigraphical

point

of

dejar clara la importancia de la investiga-

Tozzer, nominated by Harvard University.

a

ción, escribe:

Rodrigo

I am glad to state that through the ini-

Gamio, nominated by the Gover-

tiative of Señor Manuel Gamio, the

ment of Mexico. Señorita Isabel

Inspector of Ruins, the excavations

Ramirez y Castañeda, nominated

have been taken over by the Gover-

by the Goverment of Mexico. Doctor

ment of Mexico and made a «national

Max Leopold Wagner, nominated

monument» (Ídem).

by the Goverment of Prussia and the Hispanic Society of America.

Por último, y asentando la necesidad de

William H. Mechling, A. M., nomi-

realizar una investigación sistemática del

nated by the University of Pennsyl-

gran número de montículos artificiales

vania. Clarence L. Hay, A. M., nom-

dispersos en el Valle de México, asegura

inated

que:

by

Harvard

University

(Tozzer, 1914)4.

As a beginning of this work Señor Rodrigo Gamio is at work upon a map of

4 Cursivas nuestras. Antilha 10 (30) 2021:57-81 67


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CESUA Víctor Ortega León

the Valley with the sites already ex-

bargo, resulta obvio, por el informe de

plored by the Goverment and by the

Tozzer, que no se limitó a las letras. De

School and those awaiting explora-

hecho, publicó un libro de poesía titula-

tion (Ibíd.: 394-395)5.

do Los Sonetos Heráldicos (Gamio,

1919), una de cuyas secciones, de nomTozzer deja en claro que está refiriéndo-

bre Tenoch bizarra y florida, dedicó a su

se a dos personas distintas: por un lado,

hermano Manuel, a quien parece retra-

Rodrigo Gamio, «Mexican fellow» de la

tar en el siguiente soneto llamado El

EIAEA, quien realizó las excavaciones

hombre del Pedregal:

estratigráficas junto a Boas y quien co-

La volcánica lava lo rodea,

menzara a elaborar, además, el mapa

el sílex de Copilco tiene encima,

arqueológico del Valle de México; y, por

y en el hondo silencio de la sima

otro lado, Manuel Gamio «Inspector of

en holganza perene se recrea

Ruins», Inspector de Monumentos, fun-

***

cionario del gobierno mexicano, quien

Tal vez añora los paisajes llenos

continuaría y daría cierre a las excava-

de nieve, que de niño recorría,

ciones aludidas de manera oficial.

y el peludo congénere que hacía

Pero ¿quién era Rodrigo Gamio? Her-

un festival con médula de renos

mano mayor de Manuel Gamio, Rodrigo

***

también se inclinaba hacia la investiga-

Encerrado prosigue en su mutismo.

ción y la cultura, aunque sus intereses

Es un snob silente. En el abismo

tendían más hacia la literatura; sin em-

se formó su arqueológico nirvana… *** ¡Tal vez lleno de polvo viva a gusto y se oiga en el sarcófago vetusto

5 Cursivas nuestras.

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La Escuela Internacional de Arqueología y Etnografía Americanas...

la risa de sus dientes de obsidiana!

rector of Antiquities, that the site in

(Gamio, 1919:CXXII).

question was selected, and it was due to his official permission and to his

Pero Rodrigo Gamio murió joven, el 25

courtesy and aid that the work was

de noviembre de 1920 (Cf. González

carried on. To his brother, Señor Ro-

Gamio, op cit.), y no sabemos hasta

drigo Gamio, Mexican Fellow of the

cuándo siguió vinculado con los queha-

School, my thanks are due for long

ceres arqueológicos; aunque parece

continued and faithful assistance in

que se mantuvo en la Escuela, por lo

the excavation, and to Clarence L.

menos, hasta 1914.

Hay, Esq., Harvard Fellow, I owe

De que Rodrigo Gamio, hermano de

many valuable suggestions in ca-

Manuel, fue alumno de la EIAEA y cola-

rrying on the work, and I also thank

boró en las excavaciones de la misma

him for aiding me in the general su-

mientras Manuel Gamio era Inspector de

pervision of the excavations. Dr. Her-

Monumentos, lo deja muy claro Tozzer

bert J. Spinden has given me some

en su obra Excavation of a site at San-

suggestions regarding the nomencla-

tiago Ahuitzotla, D.F. Mexico, de 1921,

ture

en la cual dice:

(Tozzer, 1921:5)6.

of

the

pottery

classification

The investigation described in the following paper was undertaken by the

Más adelante, el mismo Tozzer destaca

writer as Director of the International

la importancia de dichas excavaciones y

School of American Archeology and

del importante papel jugado por la Es-

Ethnology, Mexico, in the winter of

cuela y sus directores en las mismas:

1913-14. It was due to a suggestion from Señor Don Manuel Gamio, Di-

6 Cursivas nuestras.

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CESUA Víctor Ortega León

Among the first to undertake careful

Por su parte, Franz Boas, en el discurso

excavations here [en Atzcapotzalco]

que pronunció, el 8 de abril de 1912, con

was the International School under

motivo de la clausura de la exposición

the successive directorships of Pro-

de trabajos de la EIAEA, durante el año

fessors Seler and Boas, Dr. Enge-

de 1911, en el Museo Nacional de Ar-

rrand, and the author. The most im-

queología, Historia y Etnología, mencio-

portant archeological problem for the

na:

past years has been the investigation

El señor Profesor Eduardo Séler, Di-

of the various strata in this area as

rector de la Escuela, en el año pasa-

showing the succession of cultures

do, llamó la atención á este proble-

which have been called, respectively,

ma, para cuya solución se necesita-

the Archaic (tipo de montaña and tipo

ba una excavación cuidadosa, para

de cerro), Toltec 1 (pre Aztec or Teo-

averiguar las condiciones geológi-

tihuacan), and Aztec. The importance

cas. Este trabajo se encargó al

of this study upon the general ar-

alumno Señor Manuel Gamio (Boas,

cheological problems of Mexico and

1912b:191).

the greater part of Middle America can not be overestimated (Ibíd.: 13).

Lo cual nos lleva a confusión si recordamos que Manuel Gamio no solo no era

Y después, afirma que: «The first of

alumno de la EIAEA, sino que, además,

these mounds to be excavated was one

trabajaba como Profesor de Arqueología

near San Miguel Amantla. The work was

Práctica en el Museo cuando comenzó

carried out by Señor Manuel Gamio un-

este proyecto, desde el 1 de agosto de

der the auspices of the International

1911 hasta el 31 de enero de 1912 (vid

School» (Ibíd.: 14).

supra). Al parecer, podemos suponer un

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La Escuela Internacional de Arqueología y Etnografía Americanas...

lapsus calami por parte de Boas o del

Manuel Gamio presentará un informe de

transcriptor pues, antes, en ese mismo

dicho trabajo, firmado el 30 de noviem-

discurso, Boas alude a Gamio como

bre, en el Boletín del Museo Nacional de

«Sr. Inspector General de Monumentos

ese mismo mes (Gamio, 1911:83-85). En

Arqueológicos» (Ibíd. 180).

noviembre de 1911, entonces, mientras

El 14 de noviembre de 1911, Manuel

el alumno Rodrigo Gamio de la EIAEA

Gamio efectuó, como Profesor de Ar-

efectuaba las excavaciones en San Mi-

queología Práctica del Museo, un reco-

guel Amantla, el Profesor de Arqueología

nocimiento en la Hacienda de Zavaleta:

Práctica del Museo, Manuel Gamio, rea-

El Sr. Dr. José Guillermo Salazar

lizaba un reconocimiento en Chalco, Es-

me indicó la existencia de unos ves-

tado de México.

tigios de origen pre-hispánico en la

Y solo para no confundirnos, Manuel Ga-

Hacienda de Zavaleta, Distrito de

mio sí efectuó excavaciones en Atzca-

Chalco, Estado de México. Con tal

potzalco, pero estas se realizaron poste-

motivo dispuse se efectuara un re-

riormente, después de 1911, según él

conocimiento en terrenos de la men-

mismo afirma: «tengo también entre

cionada hacienda, el cual fué hecho

ellos, la colección completa que se sacó

por el Profesor de Arqueología

en las excavaciones que hice en Atzca-

Práctica Sr. Manuel Gamio, en com-

potzalco, durante el tiempo que fungió

pañía del Ayudante de la Secretaría,

como

Sr. Virgilio Enríquez Toledo y del

rrand» (Apud De la Peña, 1996:60). Co-

Fotógrafo Sr. Antonio Carrillo, el 14

mo sabemos, George Engerrand ejerció

de noviembre (Robelo, 1912b:31).

la dirección de la EIAEA después de Se-

director

el

señor

Enge-

ller, esto es, en el periodo de 1912 a 1913. Antilha 10 (30) 2021:57-81 71


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CESUA Víctor Ortega León

Lo anterior, parece contradecir lo dicho

de la EIAEA, al menos no durante 1911

por el propio Manuel Gamio en su po-

y 19128, aunque esta idea ha sido repe-

nencia al XVIII Congreso Internacional

tida hasta el cansancio en la mayoría de

de Americanistas, efectuado en Londres

las publicaciones relacionadas al tema

del 27 de mayo al 1 de junio de 19127:

(Cf. De La Peña, 1996; Vázquez León,

Durante el mes de noviembre del año

1993, 1994; Matos Moctezuma, 2012).

próximo pasado el doctor Franz

Dada la información precedente, pode-

Boas, director de la Escuela Interna-

mos suponer que las excavaciones de

cional de Arqueología y Etnología

noviembre de 1911 en San Miguel

Americanas, observó que, aunque

Amantla las realizó Rodrigo Gamio, Fe-

los tipos culturales de la región eran

llow de la escuela, bajo la supervisión de

conocidos, se ignoraba la sucesión

Boas y Engerrand, y no Manuel Gamio,

de culturas y me encomendó que,

quien a la sazón se encontraba apenas

como miembro de aquella Escuela,

de regreso en la Ciudad de México fun-

llevara a cabo investigaciones metó-

giendo como profesor de Arqueología

dicas que tendieran a determinar di-

Práctica en el Museo Nacional, y que se

cha sucesión (Gamio, 1972:54).

dio una inadvertida suplantación de nombres en los escritos posteriores, in-

Pero Gamio, de acuerdo con todo lo que

fluenciada por el inmediato nombramien-

ya hemos revisado, nunca fue alumno

to de Manuel como Inspector de Monu-

7 En el que participaron también, sin asistir, como el propio Gamio, Franz Boas e Isabel Ramírez de Castañeda. De hecho, ninguna de las tres ponencias se leyó en el congreso debido a la ausencia de sus autores, aunque Boas se presentó para un homenaje y alguna junta de trabajo sobre la EIAEA (Cf. Pruneda, 1912).

8 De acuerdo con una carta enviada a Boas, Gamio esperaba ser pensionado como alumno hacia finales de 1912 para tener su «presupuesto cubierto» (Cf. De La Peña, 1996:75), es decir, sumar ese ingreso al que ya recibía como Inspector de Monumentos.

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mentos en febrero de 1912. El mismo

us most valuable aid in the geological

Gamio admite haber participado en tra-

interpretation of the strata investigat-

bajos y excavaciones con Boas, pero

ed» (Boas, 1912:530).

hasta después de haber regresado a

Debemos anotar también, que el mismo

México y, sobre todo, durante los fines

Engerrand, en su informe sobre el perio-

de semana y que, por el incansable rit-

do de 1913-1914 en que fungió como

mo de trabajo del primero, terminó decli-

director de la Escuela, atribuye todo el

nando sus invitaciones para el trabajo

mérito de las excavaciones a Boas sin

de campo (Cf. Gamio, 1942).

hacer mención de ningún otro nombre:

Independientemente de lo anterior, de-

«Tout le mérite en reviendra à ceux qui

bemos recordar que la planeación y su-

l’ont posée et tout spécialement à F.

pervisión de las excavaciones estuvie-

Boas» (Engerrand, 1914:240). Las rela-

ron a cargo de Seler y Boas, no de Ga-

ciones entre Engerrand y Gamio nunca

mio, y que el método estratigráfico se

fueron las mejores, pero para este mo-

planteó como necesario desde la funda-

mento ya se habían desgastado al extre-

ción de la Escuela. Así las cosas, el ver-

mo, según se desprende del intercambio

dadero mérito se lo debemos otorgar a

epistolar entre Engerrand y Boas: «Estoy

Seler, Boas y Engerrand, este último

harto de Gamio, que para mi ha sido un

con formación en Geología y quien, en

castigo de cada instante. No ha hecho

realidad, hacía las interpretaciones es-

otra cosa que intrigar para conseguir un

tratigráficas de las excavaciones de la

empleo y su trabajo ha sido eternamente

Escuela. Al respecto, el mismo Boas, en

nulo. Es un elemento pésimo y no quie-

1912, dice: «I wish to express here my

ro, en ningún caso, tenerlo otra vez con-

thanks to M. Jorge Engerrand for giving

migo» (Apud, De La Peña, 1996:54, No-

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CESUA Víctor Ortega León

ta 20).

Striking evidence of the ocurrence of

Pero, aunque en aras de la tradición na-

such

cionalista insistiéramos en otorgarle el

Culhuacan and in Texcoco, and for

mérito a Manuel Gamio, deberíamos,

this reason special attention was paid

entonces, en justicia, otorgárselo tam-

to the accurate determination of the

bién a otro de los estudiantes de la Es-

local type of pottery of Culhuacan.

cuela quien, en el mismo periodo de

This work has been largely in the

1911-1912, realizó de manera simultá-

hands

nea el mismo tipo de excavaciones en

Castañeda. During the second year

Culhuacán, cerca del Cerro de la Estre-

[1912-1913, bajo la dirección de

lla, siguiendo los mismos lineamientos

Engerrand] indications were found

estratigráficos propuestos por Seler y

that in Culhuacan the same succes-

Boas. Nos referimos a la ya mencionada

sion of civilizations occurred; but, ow-

Señorita Isabel Ramírez y Castañeda

ing to the character of the soil, the

quien, junto con Rodrigo Gamio, era uno

evidence was not conclusive, and the

de los estudiantes subvencionados por

investigation was carried on during

el gobierno mexicano o mexican fellows.

the following year [1913-1914, bajo la

De sus excavaciones nos dan cuenta

dirección

tanto Boas y Engerrand como Tozzer en

1915:386).

local

of

types

Miss

de

was

Isabel

Tozzer]

found

in

Ramirez

(Boas,

los informes mencionados; sin embargo, solo aluden a ellas como complemento

Así pues, sea por sesgo genérico, sea

de las de Amantla. No obstante, Isabel

por lo «no concluyente» de sus datos

Ramírez continuó haciendo excavacio-

debido al «carácter del suelo», sea por

nes, según resume Boas:

el peso y la sombra política de Manuel Gamio (que no por su iniciativa, pues él

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La Escuela Internacional de Arqueología y Etnografía Americanas...

mismo menciona su trabajo), el papel de

quetados en el discurso oficial como

Isabel Ramírez en las excavaciones pio-

«precursores», reservándose el título de

neras llevadas a cabo por la Escuela ha

«pionero» para Manuel Gamio. Y el aná-

quedado relegado en la historia de la

lisis de la construcción de este discurso

disciplina como un ejemplo más de lo

no es, de ningún modo, ocioso ni pres-

que

llamado

cindible habida cuenta de sus efectos

«excluded past» (Stone y MacKenzie,

posteriores (Cf. Joyce, 2002). Si algo

1990).

puede atribuírsele a Gamio, además de

No cabe imputarle a Manuel Gamio es-

su ingente labor, más antropológica que

tos descuidos, por supuesto, sino al

arqueológica, es el haber usado su in-

miope nacionalismo de la política cultu-

fluencia política posterior para proponer

ral posrevolucionaria ávida de héroes y

y aplicar, matizadas por su propio nacio-

al sesgo genérico que permea la historia

nalismo evolucionista, tanto el programa

de la Antropología Mexicana dejando de

antropológico como las ideas de Boas en

lado el aporte de pioneras tales como

México y América Latina.

Carmen Alessio Robles, Zelia Nutall,

El estallido de la I Guerra Mundial, a me-

Florencia Müller, Antonieta Espejo y la

diados de 1914, tuvo entre sus innume-

propia Isabel Ramírez, entre muchas

rables repercusiones, el rompimiento de

otras.

las relaciones diplomáticas entre varios

Por otro lado, construyendo la leyenda

de los países involucrados. Por esta ra-

arqueológica de Gamio se obscurece

zón, y por el evidente cambio de priori-

también la influencia real de verdaderos

dades, los benefactores de la EIAEA

impulsores de la Arqueología en México.

suspendieron su patrocinio y tutela, lo

Seler y Boas, principalmente, pero tam-

que constituyó un duro golpe a la institu-

bién Engerrand y Tozzer han sido eti-

ción y mermó enormemente sus activida-

algunos

autores

han

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CESUA Víctor Ortega León

des y alcances.

marina estadounidenses, desde el 21 de

Por otro lado, la inestable situación polí-

abril hasta el 23 de noviembre de 1914,

tica nacional dificultaba la continuidad

llevaron las relaciones binacionales a un

del proyecto. Aunque la Escuela había

estado de guerra inminente. Pero la de-

contado con la venia del porfirismo y el

rrota del ejército federal, en agosto de

maderismo, a partir del golpe de estado

ese mismo año, a manos del ejército

huertista, en 1913, la situación se tornó

constitucionalista encabezado por Ve-

cada vez más insostenible pues este he-

nustiano Carranza, aliviaría enormemen-

cho dio pie a numerosos levantamientos

te la tensión al contar, este último, con el

armados en diversas partes del país.

reconocimiento de Wilson. Pero el daño

Los hilos de la Decena Trágica, empero,

estaba hecho.

forman parte de una red más amplia.

La Escuela Internacional de Arqueología

Es sabido que los Estados Unidos apo-

y Etnología Americanas vivió mientras

yaron la llegada al poder de Victoriano

no empezó la Primera Guerra Mundial.

Huerta a través del llamado Pacto de la

A pesar de haber sido fundada casi al

Embajada; sin embargo, el cambio de

inicio de la Revolución Mexicana, pudo

régimen en el vecino del norte, con la

mantenerse en pie, aunque con dificulta-

llegada de Woodrow Wilson a la presi-

des, en medio del caos revolucionario y

dencia, volvió las tornas en contra de la

el cambio del régimen porfirista al made-

dictadura militar encabezada por el usur-

rista, precisamente porque no dependía

pador, lo que propició un clima de ani-

exclusivamente de México y, por la mis-

madversión

naciones.

ma razón, su dependencia del extranje-

Eventos como el llamado Incidente de

ro, se vino abajo. Los países que la ali-

Tampico, y la posterior ocupación del

mentaban, entraron casi todos en guerra

puerto de Veracruz por el ejército y la

internacional (como EE UU, Alemania,

entre

ambas

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La Escuela Internacional de Arqueología y Etnografía Americanas...

Francia, e Inglaterra) o interna (como

Entre

este

año

y

1917,

Gamio

México y Rusia).

«sobrevivió» con ayuda de su familia y

En este sentido, el primer golpe que re-

escribiendo para periódicos (Cf. De La

cibió, y del que no alcanzaría a levantar-

Peña, 1993), lo que explica con mayor

se del todo debido al conflicto bélico in-

claridad su obra nacionalista Forjando

ternacional, fue la invasión norteameri-

Patria, en la cual se nota la prisa por ar-

cana de Veracruz, en 1914, lo que creó,

mar una carta de presentación ad hoc

o terminó de crear, un fuerte sentimiento

para la facción vencedora de la Revolu-

xenofóbico en el país y, siendo los direc-

ción, los carrancistas. La Escuela, para

tores de la Escuela todos extranjeros9,

entonces, ya había cerrado sus puertas,

al salir del país éstos, sus fundadores,

y tendrían que pasar veinte años para

junto con las instituciones que los finan-

que pudiera consolidarse un nuevo pro-

ciaban, no hubo quien se encargara de

yecto académico similar con la fundación

la Escuela dando seguimiento al proyec-

de la Escuela Nacional de Antropología

to original, quedando en manos de Ma-

e Historia (ENAH), bajo la égida de Al-

nuel Gamio quien, como vimos, ya era

fonso Caso.

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