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MAFIA Y PERIODISMO

Inspirada en la historia del periodista estadounidense Jake Adelstein, se estrenó Tokyo Vice, la serie de drama y crimen protagonizada por Ansel Elgort. Allí interpreta a un joven apasionado por su profesión y los asuntos policiacos en una ciudad empapada de neón, donde lo único seguro es que nada ni nadie son realmente lo que parecen.

POR MARIO P. SZÉKELY FOTOS JUANKR ESTILISMO SALVADOR COSIO

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Un día

con Ansel Elgort

Página anterior: total look, Salvatore Ferragamo; zapatos, Versace. En esta página: suéter, Fendi; lentes, Carrera NO ES COMÚN VER A ANSEL EGORT rodeado de silencios, pero en la escena que observamos hasta el sonido del golpe de los hielos dentro de un vaso puede crisparlo. Frente a él, el embajador del más poderoso grupo de mafa de Japón le exige entregar su pluma de periodista a cambio de la vida. Alrededor de ellos, está la cámara del director Michael Mann (Heat). Las palabras que salen de sus bocas vienen de las memorias de un periodista de la vida real, Jake Adelstein, ahora convertido en protagonista del argumento de la miniserie Tokyo Vice para HBO.

Elgort, de 1.93 centímetros de estatura (Nueva York, 14 de marzo 1994) ha forjado una carrera escabulléndose a la costumbre de ser clasifcado. Lo vimos en la cinta de adolescentes azotados The Fault in Our Stars (2014) y también huyendo del remake de Carrie un año atrás, o en 2017, perderse en el ritmo de sus audífonos al ser un asaltante de bancos en Baby Driver, recibiendo nominaciones al Globo de Oro.

Esto fue sufciente para que Steven Spielberg detuviera la cacería en la búsqueda de quien sería su estrella masculina en West Side Story (2021), tornando a Ansel como un renegado pandillero de Nueva York que encuentra al amor de su vida, mientras sus piernas y canto denuncian la inevitabilidad del destino.

Tras disfrutar el hecho de aprender salsa con varios de sus compañeros latinos en la adaptación del musical de Broadway, Elgort, de 28 años recién cumplidos, ha aflado la voz gruesa que lo distingue, hablando en un perfecto japonés en la adaptación de la vida de Adelstein para, con libreta en mano, llevarnos como audiencia al submundo de la mafa en la moderna capital del país del sol naciente.

Los ocho episodios de Tokyo Vice comenzaron a emitirse a partir de la primera semana de abril y el detonador de los mismos resulta el realizador nominado al Oscar, Michael Mann, quien si algo sabe es contar historias supervisuales con hombres que no dependen solo de la testosterona para voltear a verlos. Al Pacino, Robert De Niro y Daniel Dey-Lewis son algunos ejemplos. Ahora le toca la exigencia a Elgort. Esta serie podría ser ese rito de iniciación para que Hollywood lo considere de ahora en adelante para roles serios.

El legendario Ken Watanabe y Rinco Kikushi, ambos nominados al Oscar, son sinodales de la transición de Ansel, quien muestra aquí la obsesión de un joven periodista con raíces en Estados Unidos que se vuelve el primer extranjero en la redacción del diario más importante de Japón, cubriendo la sección policiaca y atrayendo enemigos por doquier, incluso en la misma redacción.

Relajado, responde nuestro interrogatorio, mientras posa tranquilo y divertido para la sesión que acompaña estas páginas en The Moxy Chelsea, de Nueva York.

Esquire: ¿Por qué resulta tan importante para ti Tokyo Vice?

Ansel Elgort: Ya había visitado Japón antes de flmar la serie. La ciudad me afecta de muchas maneras, tanto cultural como visualmente, así que la idea de trabajar en Tokyo se me hizo interesante por lo que íbamos a hacer y el proceso de producción.

Esquire: ¿Cómo te preparaste para representar al periodista Jake Adelstein y con qué retos te encontraste?

Elgort: Jake habla un japonés fuido y practica artes marciales en su tiempo libre, sumado a que es un periodista de investigación. Fue complicado manejar estos tres retos como actor, pero una vez que abracé los desafíos, me encantó dedicarme a aprender nuevas cosas para mi vida, teniendo como excusa mi papel. El director Michael Mann me motivó poniéndome en contacto con expertos en cada uno de estos temas, gracias a los cuales adquirí, por lo menos para la pantalla, varias habilidades.

Por ejemplo, para vivir todo lo que hace un periodista, acompañé a un reportero del L.A. Times. Hice entrevistas a ofciales de policía en la Central del Sur de Los Ángeles, platicando con ellos sobre crímenes que estaban investigando en ese momento y fue muy enriquecedor.

Me dieron la oportunidad de hacer mi propia investigación sobre un robo en Hollywood. Realicé entrevistas y obtuve citas textuales para dar un panorama de la escena del crimen que la policía estaba trabajando en su informe. Aprendí que los periodistas de investigación son muy importantes para darle seguimiento a los casos policiacos. Creo que juegan un rol integral en el proceso de la aplicación de la ley, especialmente cuando hay casos de corrupción en la policía, pueden ayudar a resolver los casos en el marco de la ley.

Esquire: Michael Mann es un director muy visual, ¿cómo describirías su estilo de trabajo en el set de rodaje?

Elgort: Fue muy divertido intentar nunca perderle el ritmo a Michael. Él siempre te está inspirando. Incluso, todo el tiempo registraba

todo en una grabadora de cassette diciéndonos: “Si no lo grabas o lo escribes de inmediato, nunca sabrás cómo alguien dijo algo”. Al flmar pasamos mucho tiempo con un periodista de investigación japonés, quien nos dijo: “Espero algún día ser parte pequeña de su historia”. Michael recordó esa aseveración y la incluyó en uno de los diálogos de las escenas en que el personaje llamado Samantha (Rachel Keller), le pregunta a Jake: “¿Qué es lo que deseas obtener de todo esto?”.

Esquire: ¿Qué aprendiste de Japón después de esta inmersión en su cultura?

Elgort: Haz algo al 100% o no lo hagas para nada. Hazlo todo con el mejor espíritu atrás. Esa es la manera en que los padres en Japón instruyen a sus hijos desde pequeños. Se llama Ki, o Chi en chino. En inglés es spirit (“espíritu” en español). Se trata de hacer todo, incluso los detalles más pequeños con el más fuerte espíritu o si no, mejor no lo haces.

Esquire: ¿Cómo fue trabajar al lado de Ken Watanabe (The Last Samurai, Inception) y la nominada al Oscar, Rinko Kikuchi (Babel, PacifcRim)?

Elgort: Ken es un actor legendario. Resulta técnicamente perfecto y sus expresiones y voz son magnífcas; algunas veces te asusta, otras te ríes y en otras más es muy misterioso. Estoy muy honrado de haber trabajado con Ken en Tokyo Vice. Rinco Kikushi también es una fabulosa actriz. Más de una vez tras flmar una escena, yo pensaba: “Esta toma estará en la versión fnal”, porque era magnífca. Ella es muy talentosa y a la vez humilde. Habla japonés, coreano e inglés en la serie.

Esquire: Aún cuando ya habías producido tu primer disco, Unite, en el 2014, fue dos años después en el flme Baby Driver cuando nos atrapó tu imagen urbana con unos audífonos puestos, bailando por la ciudad y en el camino a ayudar a robar un banco como chofer de un auto. ¿Es esta imagen fel a tu personalidad?

Elgort: Amo cantar y bailar. Incluso sin los audífonos puestos, puedo escuchar música golpear mi mente y sí… ¡esa es la imagen correcta!

Esquire: ¿Qué tipo de música, cantantes o grupo llevas en tu playlist ahora?

Elgort: He estado conviviendo mucho con mi padre (el fotógrafo de moda Arthur Elgort) quien siempre me sugiere fguras del jazz clásico, como Count Basie. Amo su simplicidad y qué tan bien lidera su banda, haciendo pequeñas exclamaciones con el piano que inyectan energía sin tomar control sobre la melodía. Errol Garner es también alguien sorprendente de escuchar. Y mi nuevo artista favorito es Ckay. Mi reciente

Izquierda: gabardina y shorts, Hermés; zapatos, Hereu; calcetines, Falke Derecha: traje y camisa, Valentino; lentes, David Beckham

Top, Saint Laurent por Anthony Vaccarello; suéter, Hermès; lentes, David Beckham

obsesión de los últimos años es Prince, quien nunca deja de inspirarme y sorprenderme. Vi su película Purple Rain tres veces el año pasado.

Esquire: Posees un tono de voz fuerte y grave. ¿La consideras un instrumento para transmitir la personalidad de tu personaje en pantalla?

Elgort: Intento no escucharme a mí mismo, más bien permito que las emociones de la escena decidan cómo me escucho y cómo digo las cosas.

Esquire: La vida es una combinación entre lo que sueñas y lo que debes hacer como trabajo. ¿Cómo te ves a ti mismo en ese sentido?

Elgort: Siempre estoy viendo hacia adelante lo que la vida tiene que ofrecerme, bueno o malo, nunca sabes lo que está por llegar, pero tienes que abrazarlo. Lo interesante de ser un artista es sentir que es realmente maravilloso estar vivo al final del día, que hayas tenido una nueva experiencia trabajando duro, enfrentando la adversidad. Así el éxito ya es parte de tu historia. Y sí, amo vivir.

Esquire: ¿Cómo eres en términos de moda y estilo?

Elgort: Me encanta vestirme con atuendos formales. Algunas veces llevo colores alocados y ropa con diseños curiosos, por ejemplo cuando me monto en mi bicicleta y salgo por las calles de Nueva York durante el invierno. También visto ropa holgada con mi capucha tipo hood en gris y negro, cuando voy a jugar basketball, para sumarle misterio e “intimidar a mis oponentes”. También, por ejemplo, a veces me pongo un traje para ir a cenar. Me gusta usar distintos estilos todo el tiempo y amo cómo cada outft te hace sentir completamente diferente.

Esquire: ¡Gracias por compartir tu tiempo con nosotros, Ansel!

Elgort: ¡Gracias a ustedes por este día, lo disfruté mucho! ¡Espero verlos pronto en la Ciudad de México, trataré de estudiar mi español!

Total look, Dolce&Gabbana Agradecemos especialmente a Moxy Chelsea NY por las facilidades otorgadas para la realización de este shooting @moxychelsea

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