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MANIFIESTO ESQUIRE El cambio climático

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YOUNG PUNKS

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EL EQUIPO EDITORIAL DE ESQUIRE Y EL CAMBIO CLIMÁTICO _______________________________________________________

TOMÓ MUCHO TIEMPO LLEGAR HASTA AQUÍ. Como tú, hemos sentido cómo los niveles de ansiedad del síndrome del confnamiento pueden irse por los cielos cuando alguien es lo sufcientemente atrevido para decir que el cambio climático no está en un futuro lejano, sino que es una realidad que nos respira en la nuca. Incendios incontrolables, olas de calor mortales, niveles del mar hundiendo ciudades costales, megasequías, monzones, ciclones, inundaciones, verdaderas plagas de chapulines... El director de las Naciones Unidas lo llama “Código rojo para la humanidad”. Wow! Entendemos... Entonces, ¿qué podemos hacer?

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La solución es engañosamente simple: no pelees, acéptalo. De la misma manera en que nos lo han enseñado desde que teníamos cuatro años y medio: el cambio es bueno. De hecho, el cambio climático probablemente es lo mejor que nos ha pasado. Así que los demás pueden quedarse con su pequeño Nissan Leaf, nosotros seguiremos con nuestra pick up F-150 para el camino diario al trabajo, sin ningún acompañante. Al demonio, incluso volveremos a usar el carbón.

Ya te sientes mejor, ¿no? Piénsalo. Las ventajas del cambio climático —al menos para incentivar a las personas con grandes fortunas y poder— son diversas. Una infalible dieta encriptada: los desabastos de comida ocasionados por el clima nos pondrán en un plan nutricional mucho más austero. Y ¿no te acabas de quejar del peso que no puedes perder desde hace dos años? Espera, con cuidado. ¿No debería la agricultura interesarse en reducir sus emisiones de efecto invernadero –reduciendo su ganado, por ejemplo– y prevenir las peores interrupciones en el sistema de alimentación? Afortunadamente para nosotros, el ministro de Justicia en Estados Unidos ha invertido sumas impresionantes en fnanciar a jueces receptivos de ambos partidos para implementar una regulación y mantener el statu quo. Empieza a reajustar la talla de tus jeans.

La prosperidad de las bienes raíces: un mercado altamente predecible es un benefcio para el inversionista conocedor. Sabemos lo que ocurrirá. Estudia los mapas topográfcos y usa las referencias de las ejecuciones de tasas en comunidades montañosas consternadas. La ecuación es sencilla: metros a nivel del mar x tasa local de desempleo = punto de elección. De nada.

Récords de todo: ver las desgarradoras estadísticas no por lo que son sino por lo que pueden ser hiper superlativos que causarán orgullo. Cada año un anuncio nuevo: “Las temperaturas más altas en existencia, ¡de nuevo!”, “La mayoría de incendios que hemos tenido en una temporada”, “Probablemente nos estamos acercando a la sexta extinción masiva. Literalmente histórico”. ¿Por qué quedarse solo con esos? Es hora de ponerse creativos. Ciencia: todos somos participantes de uno de los experimentos escolares más gigantescos y nunca antes presenciados. Y ¿a quién no le gusta una feria escolar? No detengamos el cambio climático hasta estar absolutamente ciertos de que ocurre. No podemos dejar que una papa se pudra hasta que finalmente la veamos y le creamos. ¿El pingüino Adelie sobrevivirá a una pelea? ¿Realmente estamos cambiando los ejes rotacionales de la tierra? Piensa una y otra vez en todas las posibilidades. Estamos bastante seguros de que hay una palabra en alemán para ello: esa sensación agradable y acogedora que sentimos cuando revelamos las hipocresías de aquellos estridentemente exigiendo acción climática desde las sillas de cuero en sus jets privados. ¿Billgatesgefallenfreude? ¿Bezoshassenvergnügen? ¿Leoschmerz? Señalarlos nos absuelve al resto y ¿a poco no se siente bien? Ciudades lotería: como con las Olimpiadas y la Copa Mundial, los países ambiciosos pueden apostar unos contra otros para ser anftriones de la siguiente conferencia internacional de cambio climático, mejorando las economías locales y su perfl en el medio turístico. Mientras los gobiernos sigan aceptando peticiones que no los obliguen a nada –y que no haya consecuencias– así no habrá fn para esas festas. ¿Quién sigue? Bangladesh, un país casi por completo a nivel del mar, probablemente podría usar una ventaja para lo que se ve venir. Después de todo, ¿qué tienen por perder?

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