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YOUNG PUNKS
from MX_uqse_05_22_uqseMX
by aquiaqui33
JÓVENES
PUNK
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44 años después de su gran implosión, THE SEX PISTOLS, su música, moda y actitud siguen vigentes. Este año, una serie cuenta la increíble historia de la banda: Pistol, de FX, estará disponible para México en Star+. El elenco nos presume los nuevos trajes del verano, demostrando que actualmente NO HAY NADA MÁS PUNK QUE VESTIRSE BIEN.
THE SEX PISTOLS NO INVENTARON EL PUNK ROCK, ese gran honor pertenece a las bandas americanas de CBGB, pero los Pistols merecen –y aceptan con orgullo– la culpa de haberlo traído a las masas. Cuando un adolescente aparece con el pelo peinado en picos, un collar de perro y una chamarra de cuero, la pregunta siempre es: “¿Quién eres, The Sex Pistols?”. Es un término genérico, como Xerox o Kleenex. La banda pavimentó el camino y lo hizo con un lanzallamas.
Las actitudes antisistémicas de los Pistols provienen de su crianza en la clase obrera. Steve Jones era un ladrón prolífco quien dice haberse robado el equipo de David Bowie para empezar su propia banda. Paul Cook estaba destinado a estar en el mercado eléctrico. A principios de los 70, los dos amigos de la infancia frecuentaban una tienda londinense de ropa llamada Let It Rock. Sus dueños, los diseñadores Vivienne Westwood y Malcolm McLaren, vieron la moda como un método de expresión individual y disrupción cultural, y ayudaron a posicionar a los Pistols. También encontraron a sus compañeros de banda, John Lydon –pronto se convertiría en Johnny Rotten– quien atrapó la mirada de McLaren porque usaba una playera de Pink Floyd con la frase “I HATE” escrita encima con plumón. Westwood descubrió a John Simon Ritchie –después se convertiría en Sid Vicious– en un desfle de clientes de la tienda. No sabía tocar el bajo pero se veía muy bien: pálido, perdido y con un collar de cuero con un candado ajustado alrededor de su cuello.
El auténtico genio McLaren, quien se convirtió en el mánager de los Pistols, usaba a la banda para burlarse de la industria de la música. Pasaron por tres disqueras en menos de un año. Poco después del estreno de su primer sencillo, “Anarchy in the U.K.” en 1976, aparecieron en el programa de televisión Today, de Thames. El anftrión los provocó para decir un número de groserías –“You dirty fucker”, le dijo Jones– emisión que llegó a las salas de los hogares de Inglaterra. El encabezado más famoso al día siguiente decía “The Filth and The Fury!”. La policía cerró los pocos shows locales en vivo que los gobiernos no habían prohibido. “Le declararon la guerra a cualquiera que se pareciera a los Sex Pistols”, fue lo que escribió Jones en sus memorias, Lonely Boy: Tales from a Sex Pistol, obra en la que se basó Danny Boyle para dirigir la serie de FX, Pistol. Su llegada al suelo norteamericano arrasó con los encabezados. Cada adolescente y sus padres sabían qué era el punk. Los asesores escolares comenzaron a preguntarles a los estudiantes si deseaban cortarse el pecho con una navaja –técnica favorita de Sid– cuando lo único que querían hacer era escuchar su música.
Eso es lo que la gente suele olvidar acerca de los Pistols: las canciones eran grandiosas: “Anarchy”, “God Save the Queen” y “Pretty Vacant” son verdaderos himnos. Los opositores repiten obstinadamente que no sabían tocar sus instrumentos. La música era ruidosa, las letras brutales y su canto agresivo, pero lo mismo aplica para el primer álbum de Led Zeppelin. La instrumentación no era vanguardista; Jones y Cook eran fanáticos de The Faces y The Who. Hasta tenían solos de guitarra. 45 años más tarde, nada del álbum Never Mind the Bollocks suena anticuado.
Los Pistols se desintegraron en 1978 antes de convertirse en parodia. El capitalismo absorbió su legado, suavizando sus aspectos emblemáticos y convirtiéndolo en géneros como el pop punk, emo, rock alternativo y grunge. Ahora puedes comprar en el súper el collar de perro que Sid Vicious usaba gracias a que los Pistols abrieron camino entre disturbios. Los miembros de la banda continuaron rebelándose contra el sistema. Cuando se les otorgó acceso al Salón de la Fama del Rock & Roll en 2006, rechazaron el premio con una nota que decía: “No vamos a ir. Obviamente no han puesto atención”.
POR CARYN ROSE FOTOS ROGER DECKKER ESTILISMO DAVID BRADSHAW
De izquierda a derecha, en Anson Boon: saco, playera y pantalones, Alexander McQueen; botas, Underground; gafas, Jacques Marie Mage. En Sydney Chandler: saco, blusa, pantalones y shorts, Versace. En Thomas Brodie-Sangster: saco y pantalones, Valentino; playera vintage , Helmut Lang (propiedad del estilista); botas vintage , Calvin Klein (propiedad del estilista).
Toby Wallace
¿Un momento que Toby Wallace (abajo) jamás olvidará? “La primera lección de guitarra que tomé fue con Steve Jones”, recuerda. “Yo era de lo peor, por cierto”. Wallace, de 26 años, ganó un premio revelación en el Festival de Filme de Venecia en el 2019 por su papel en el éxito independiente BabyTeeth; ahora es el protagonista de Pistol, interpretando al extrovertido guitarrista. Jones fue un miembro fundador de los Sex Pistols, y su autobiografía, Lonely Boy, es la inspiración detrás de la serie. Durante la pandemia, Wallace solía caminar por horas en Beverly Hills con Jonesy, escuchando sus recuerdos del movimiento punk. ¿Otro momento increíble que se quedará en la mente de Toby Wallace por siempre? Cuando el roquero de sesenta y tantos años sintió ganas de ir al baño y decidió orinar en una de las calles más sofsticadas de Los Ángeles. Sintiendo la necesidad de mantenerse fel al hombre que interpreta en la serie, naturalmente Wallace decidió unírsele. -Perfles de Olivia Ovenden
Opuesta; arriba de izquierda a derecha, en Sydney: camiseta vintage, disponible en The Society Archive; pantalones, Gucci; collares, The Great Frog; brazalete, The Cast NYC. En Thomas: playera, Tagfree by Kervin Marc; pantalones vintage, Richard James; collar, Underground. En Anson: playera vintage, disponible en The Society Archive; pantalones, Givenchy; collar, Vivienne Westwood. En Jacob: suéter vintage, Dior Homme, disponible en The Society Archive; playera vintage, Prada (propiedad del estilista); pantalones, Bianca Saunders; anillo usado como corbatín, The Great Frog. En Toby: playera, disponible en The Vintage Showroom; pantalones, Dolce&Gabbana; collar, Underground Opuesta, abajo, de izquierda a derecha, en Anson: abrigo, Carlota Barrera; pantalones, Alexander McQueen; botas, Underground; boina, The Cast NYC. En Thomas: abrigo vintage, Katherine Hamnett (propiedad del estilista); pantalones, Valentino; botas vintage, Calvin Klein (propiedad del estilista). En Toby: abrigo vintage, Adolfo Dominguez (propiedad del estilista); pantalones, Celine Homme by Hedi Slimane; botas, Underground. En Jacob: abrigo, Salvatore Ferragamo; pantalones vintage, Versace; botas, Dr. Martens. Esta página: zapatos vintage, Dr. Marttens; pantalones, Dolce&Gabbana. En Toby: saco, Dolce&Gabbana; camiseta vintage, disponible en The Society Archive; collar, Underground; collar cadena, The Great Frog
Sydney Chandler
La verdadera audición para interpretar a Chrissie Hynde fue en el hogar londinense de la mismísima e icónica cantante de Pretenders, cuando Hynde invitó a Sydney Chandler de 26 años, a su casa a compartir sus memorias de aquellas épocas cuando convivía mucho con los Sex Pistols. “Pensé: ‘Si puedo interpretar sus canciones frente a ella, entonces me irá bien en el set’”, confesa Chandler. “No tiene nada de ego y me gusta pensar que fui capaz de mantener algo de esa cualidad conmigo”. La hija del actor Kyle Chandler recién terminaba su primer proyecto, Don’t Worry Darling, un thriller psicológico de Olivia Wilde, protagonizado por Harry Styles y Florence Pugh, cuando recibió la llamada para interpretar a Hynde en Pistol. “Mi mamá canta ‘My City Was Gone’ todo el tiempo, así que mis papás estaban saltando de emoción cuando se enteraron”, cuenta Chandler. “Es un gran voto de confanza, pero cuando Danny Boyle te dice que puedes hacer algo, simplemente le crees y aceptas todo”.
En Sydney: camiseta vintage, disponible en The Society Archive; collar y cadena, The Great Frog. En Anson: playera vintage, disponible en The Society Archive; collar, Vivienne Westwood
Puede que hayas visto a Thomas Brodie-Sangster (derecha) en The Queen’s Gambit, de Netfix, caminando en Westeros con Bran the Broken en Game of Thrones, o corriendo en el aeropuerto Heathrow como el enamoradizo Sam en Love Actually. Pero Pistol es un nuevo territorio. “Hay que lidiar con problemas sociales así que es completamente distinto a todo lo que he hecho hasta ahora”, confesa Brodie-Sangster respecto al proyecto, en donde es irreconociblemente libertino interpretando al mánager de la banda, el infuyente músico Malcolm McLaren. “Esa energía y la clara audacia de algunas de las letras... hoy en día no podrías salirte con la tuya diciendo ni la mitad de las cosas que ellos dicen en sus canciones”. Como un amante del estilo que recientemente caminó en la pasarela de Prada, Brodie-Sangster, de 31 años, disfrutó vestirse con un traje de tartán de Vivienne Westwood que usó para una de las escenas más memorables de Pistol. “Realmente disfrutaba estar en contra del sistema”, dice respecto a McLaren. “Era un chico malo, malo y quería que todos a su alrededor fueran igual”.
Anson Boon
Cuando se habló de interpretar al vocalista Johnny Rotten de Sex Pistols, Anson Boon (opuesta) estaba ansioso porque quería evitar que el revolucionario anárquico pareciera una caricatura. “La banda tiene una imagen por la cual todos ven a sus integrantes como demonios”, dice. “Pero también estaba interesado en el John Lydon que amaba a su mamá, iba a la cama con un vaso de leche y trabajaba en un centro juvenil para niños desamparados”. A los 22 años de edad, Boon ha trabajado con los nombres más reconocidos de Hollywood, incluyendo a Kate Winslet y Susan Sarandon en Blackbird y con el director Sam Mendes en 1917. Para Pistol, Boon aplicó un poco El Método, replicando en su vestidor el graffti de las paredes del lugar donde ensayaba la banda y se obsesionó con las distintas pelucas que usó. “Investigué todo y sabía hasta cuál anillo era el adecuado”, dice orgulloso. “Quería rendirle el tributo que tanto merece”.
vintage ; suéter, pantalones y botas, Prada (propiedad del estilista) En Thomas: saco, Prada; suéter cárdigan,
Jacob Slater
Jacob Slater (opuesta) recuerda haber quedado sorprendido a sus 15 años de edad al ver Trainspotting de Danny Boyle. Más tarde, cuando trabajaba como instructor de surf en Cornwall, en la punta del sur de Inglaterra, un amigo le dijo acerca de las audiciones para una serie de The Sex Pistols. ¿El director? El mismísimo hombre que había hecho brillar al Reino Unido en los 80 en otra historia acerca de un grupo de hombres, sus excesos y demonios. “Siempre había escuchado a los Pistols y música punk cuando era más joven”, dice Slater, de 24 años, quien formó la banda Dead Pretties y ahora es parte de Wunderhorse. Este es su primer papel, canalizando el tiempo que pasó en el escenario como un músico para interpretar al baterista Paul Cook. Slater incorporó un pequeño consejo que Cook le dió cuando el baterista los visitó en el set. “Me dijo: ‘Deja de juguetear con la batería entre canciones porque jamás hice eso’, y pensé que sí, tenía razón”.
Opuesta, en Jacob: traje y camisa, Giorgio Armani; corbata, Title of Work; botas, Dr. Martens. Arriba, de izquierda a derecha, en Thomas: traje vintage, Richard James (propiedad del estilista); camisa, Tagfree by Kervin Marc; mocasines vintage, Prada (propiedad del estilista); collar y broche, Underground. En Anson: saco y pantalones, Givenchy; playera, disponible en The Society Archive; zapatos, Underground; collar, Vivienne Westwood. En Sydney: saco y pantalones, Gucci; camiseta vintage, disponible en The Society Archive; brazalete, The Cast NYC; collares, The Great Frog. Derecha, en Sydney: chamarra, The Cast NYC; vestido, Et Ochs; botas, Celine by Hedi Slimane