6 minute read
ARCHIVOS DIOR
from MX_uqse_05_22_uqseMX
by aquiaqui33
Reviviendo la historia
Sin perder de vista su esencia, Christian Dior enaltece su existencia con la última colección masculina de Kim Jones. Visitamos en exclusiva los archivos de la maison en el centro de la capital francesa. Aquí las imágenes y nuestra crónica.
Advertisement
POR IKERNE MESTRE FOTOS CARLOS VICTIMO
FUE EN ENERO DE ESTE AÑO cuando asistimos en París a la presentación de la colección masculina Invierno 2022-2023 de Dior Men. Un festejo en toda la extensión de la palabra, donde se recreaba de manera espectacular el emblemático Pont Alexandre III, ubicando la moda masculina en el centro del escenario, no como una postdata a las colecciones femeninas.
El cambio de luz refejaba el paso del tiempo, lo mismo que los looks, puentes entre el pasado, el presente y el futuro de la casa; el cambio de lo femenino a lo masculino, de femme fleur a homme feur, una historia viva en movimiento constante, un homenaje a su patrimonio. Kim Jones conversando con Monsieur Dior.
El 12 de febrero de 1947, este último presentaba su primera colección y su New Look que cambiaría la moda para siempre. La temporada de este año, en el marco del 75 aniversario de la casa, su director creativo masculino retomó los elementos escenciales de los archivos de la marca, diseñando sacos para hombre teniendo en mente la icónica Bar Jacket, sin duda una reinterpretación audaz, no solo por el hecho de cruzar de un género a otro, sino por tratarse de una pieza tan signifcativa históricamente en el mundo de la moda.
Como siempre, todos los detalles estaban perfectamente cuidados. Aunque quizá el foco eran los sacos, cada look traía un sinnúmero de elementos –las cadenetas y la joyería, las bolsas, el cannage, el leopardo, el lirio de los valles, las esperadas Birkenstock, los zapatos Derby con ornamentaciones, los sombreros impecables cortesía de Stephen Jones. Por suerte, hoy en día se pueden ver las fotos, los videos y repasar los momentos una y mil veces…
Para nuestra fortuna, no solo asistimos al desfle, sino que fuimos invitados al archivo histórico de la marca en el centro de París, para conocer de primera mano las referencias e inspiraciones que utilizó Jones para la colección, algo que para cualquier persona que aprecie la moda es un verdadero privilegio. Allí, cientos de repisas repletas de cajas blancas cubiertas con papel de China guardan sus tesoros más cotizados. Podríamos describirlo como una bóveda en donde se conservan artículos preciosos, como un museo privado con piezas invaluables.
“QUERÍA MIRAR EL ARCHIVO, LA PUREZA DE LOS COMIENZOS DE LA CASA, SU IMPULSO ORIGINAL. MIRAMOS LAS COLECCIONES INICIALES Y NOS ENFOCAMOS EN LA ARQUITECTURA, TOMANDO ESTOS ELEMENTOS Y TRANSFORMÁNDOLOS CASI INSTINTIVAMENTE EN UNA FORMA MASCULINA PARA HOY, MANTENIENDO SIEMPRE LA ALEGRÍA DE VIVIR EN EL CORAZÓN DE LA ROPA DE CHRISTIAN DIOR” –KIM JONES
Con la reverencia de quien entra a un lugar sagrado, vimos como se retiraban las capas de crujiente papel de China para revelar, en primera instancia, la inspiración de uno de los sacos más especiales de la colección. Era la chaqueta de un conjunto con vestido de la línea Corolle de 1947, con las aparentes pinceladas del Trompe l’oeil. El forro en sí es una absoluta obra de arte, tan bien cosido por dentro como por fuera. Este fue la inspiración para el look 26, un saco gris claro de doble vista con bordes marcados y doble capa, gabardina de lana, con una camisa debajo con bordados que recuerdan las pinceladas primaverales del conjunto que lo inspiró. En la pasarela el saco y el look completo tienen mucho movimiento. Un derroche de tela, evocando la abundancia que tanta polémica causó en su momento con el New Look. El print es claramente evocativo del original con las delicadas fores, y si bien la paleta de colores es otra, resulta otra clara referencia a la historia.
El look 12 es un príncipe de gales gris oscuro, inspirado en la Bar Jacket, con las alforzas muy marcadas y visibles para recordar las fechas y la rigidez de la silueta del New Look. En este caso, las fechas acentúan las líneas rectas de la silueta masculina, en oposición a las curvas del modelo inicial. Nos sorprende el bordado sobre fondo oscuro, tributo al Trompe l’oeil y a las fores de la colección Corolle.
Las referencias son muy obvias. Los prints muy parecidos, los detalles evocativos. Sin embargo, como todas las creaciones de Dior, las notas son sutiles, nada estridentes. Solamente aquel que sepa lo que busca, encontrará entre líneas al New Look. De otra forma, verá una propuesta nueva y elegante, con sufciente fuerza para hacerse notar por sí misma. Dior es símbolo de clase e innovación, siempre en un marco de buen gusto, vivacidad y optimismo. Su fundador no se durmió en los laureles después de crear algunas de las pasarelas más icónicas de su tiempo, sino que buscó siempre seguir dando novedades, sin caer en la comodidad de ser repetitivo, ni tampoco pretendiendo ser tan avant garde como para perder continuidad y piso.
Dior no era un desconocido. No llegó ahí de pronto. Llevaba años trabajando y diseñando moda para otras casas. Las restricciones de la Segunda Guerra Mundial en cuanto a la disponibilidad de las telas dictaban el diseño de la ropa en gran medida, por lo que, al término de la guerra, cuando tuvo oportunidad de poner su propio negocio a pesar de que varias casas de moda le ofrecieron las posiciones más importantes, decidió diseñar ropa que compensara la abstinencia forzada a la que se había sometido a la mujer por la falta de telas. Nombró a su colección Corolle, refriéndose a la corola de la for, el conjunto de los pétalos. Se refería no solo a la silueta sino también a la hiperfeminización de la imagen. El acento en las curvas, la cintura muy marcada, los corpiños ajustados con mucho soporte, las faldas amplias que dan movimiento... El exceso de tela utilizado fue muy criticado, pero también era una manera de regocijarse en la nueva abundancia después de tantas limitaciones. Una moda completamente frívola, divertida y estética y un éxito tremendo. El público buscaba olvidarse de las privaciones, celebrar la vida y no tener libretas de raciones ni vestirse “con lo que haya”.
Durante muchos años, la ropa de hombre ha estado relegada a la practicidad, considerándose poco masculino el apartarse de ciertas líneas clásicas, salvo en contadas excepciones. Las colecciones que hacían historia y que llamaban la atención y marcaban tendencia eran especialmete las femeninas. Hoy en día, las líneas que distinguen los géneros se vuelven cada vez son más difusas. Las colecciones de hombre vienen con todo, rompiendo esquemas y empujando los límites.
La nueva propuesta Dior Homme nos enamoró por completo. Kim Jones se anotó un triunfo con esta colección. Logró recordarnos los orígenes de la casa, festejar los 75 años del New Look y a la vez mostar una propuesta innovadora. También le dio a Stephen Jones su lugar por los 25 años creando sombreros para la marca. Lograr un balance entre estos elementos suena fácil, pero no. Es fácil caer en el mal gusto al querer innovar de más La línea resulta muy delgada y es la que separa a los genios de la gente común.