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LUIS COBELO Venezuela
Por Lucía Rey. Académica e investigadora independiente (Chile)
Representado por Building Bridges Art Exchange
La fotografía de Luis Cobelo está nutrida de una intención etno(bio) gráfica con elementos estéticos de narrativas populares, que podrían vincularse a los territorios vividos en su infancia. Esta serie de imágenes parecieran portar un inter-texto (semi-visible) que, por una parte, quiere re-tocar los temas amorosos de las historietas de antaño y, por otra (como una forma otra de “re-cordar”), practica en su creación una especie de inmersión performática que habría de transformar la propia consciencia.
El primer y los dos últimos dípticos pertenecen a la serie llamada Te amo de los años 2020-23. Así, en el inicio, podemos ver dos retratos, el del niño tiene un acercamiento frontal y en el lugar de los ojos lleva unas viñetas rectangulares con un texto tipo historieta (collage) que da cuenta de un abandono, una dependencia emocional y un mandato masculino. Dice sobre el espacio de un ojo: “te quiero, te adoro. No me vuelvas a dejar solo, es horrible la vida sin ti” y sobre el espacio del otro ojo: “Además uno como hombre debe enfrentarse a todos los riesgos de la vida”. Aunque el rostro retratado pertenece al mismo autor en su infancia, un rostro que sonríe, el texto que muestran sus ojos parece ser de un adulto, como si aludiera a un evento traumático. Luego, en el siguiente retrato, vemos un acercamiento oblicuo, en donde el rostro es visto desde el mentón. En el lugar de los ojos, la niña, porta (físicamente) trozos triangulares de espejos que reflejan hacia arriba, encima de estos, el autor coloca también un texto tipo viñeta, que dice en uno: “el amor…” y en el otro “yo te quiero!”, los textos funcionan como hilo conductor entre ambos retratos. Esta niña fotografiada es la hija del mismo autor, y se puede encontrar un matiz sutil de un peligro, en la colocación del espejo quebrado irregularmente con tres puntas y puesto sobre los ojos de la niña, que no sonríe tanto como el niño.
Narrative photographs performed from memories
Luis Cobelo’s photographs are nurtured by an etno(bio)graphic drive with aesthetic elements of popular narratives connected to his childhood experiences. This series of images seem to carry a (semi-visible) inter-text that, on the one hand, seeks to revisit love-related issues in comics from yesteryear, and, on the other, serves as a way of “re-membering”, his creation being a sort of performance immersion intended to transform awareness.
The first and last two diptychs are from the series Te amo, created between 2020 and 2023. At a glimpse, we can see two portraits. First, a frontal close-up of a boy with rectangular speech bubbles in comic-style text as a collage. This piece brings awareness to abandonment, emotional dependence and the ruling gender role for men. Above one eye, it reads (in Spanish): “I love you; I adore you. Don’t leave me alone again, life without you is horrible,” and on top of the other it says: “Besides, as men, we have to assume all the risks in life.” Even though the smiling face in the portrait is the author himself as a child, the text on his eyes appear to come from an adult, seemingly alluding to a traumatic event. In the next portrait, the angle is slanted, with the face seen from the perspective of the chin. In place of eyes, the girl has triangular mirror shards reflecting light upward, though this time not as a collage, but actual physical mirror shards. On top of them, the author also places a speech-bubble type text that reads on one eye “Love...” and “I love you” on the other. These texts serve as the common thread between the portraits. The girl in the photograph is the author’s daughter, so the piece alludes to a subtle nuance of danger, which becomes evident in the placing of the irregular three-point broken mirror shards on the girl’s eyes, who is not smiling as much as the boy. There is a considerable lapse of time between both portraits.
Hay un intervalo de tiempo considerable entre ambos retratos. Una imagen junto a la otra, como díptico, pareciera indicar “oblicuamente”, un cierto trabajo personal y tal vez generacional en torno a las proyecciones psicológicas y los condicionamientos aprendidos como mandatos masculinos y femeninos en la vida afectiva.
When placed next to each other, as a diptych, this seems to indirectly indicate that there has been work done on a personal level, and perhaps trans-generational as well, to address the psychological implications and conditioning of male and female gender roles in our emotional lives.
Remember: from Latin rememoran, re (again) and memorari (be mindful of).
Las imágenes de la segunda página tituladas Chas Chas, son parte de una serie fotográfica que refieren a un lugar específico de Buenos Aires: el parque Chas, y está inspirado en unas historietas argentinas leídas en la infancia del autor, estas historietas indicaban que el barrio tenía un misterio que hacía que quien deseara pudiera recuperar ahí todo lo antes perdido. El lugar fue inspiración de diferentes escritores argentinos de narrativa fantástica (Sábato, Borges, entre otros). Este barrio conformado por esta mítica narrativa, tiene una arquitectura fundacional compuesta de un diseño laberíntico, algo atrapante, de mucha calma y aislamiento del ruido. Cobelo realiza allí una serie de fotoperformance, en donde hace vivir la presencia de un personaje de fantasía que sería su hermana “real”, y ésta, performada/dramatizada por el mismo autor. Una especie de alter ego fantástico, en donde Cobelo plasma una versión “femenina” de sí mismo cargada de sarcasmo, pero tal vez, en la búsqueda de un sentido crítico en torno a la mirada de antiguas generaciones que observan con extrañeza el acelerado mundo actual a través del obturador de la cámara y en esta poética locación que rememora un pasado indeterminado. De esta manera, el personaje va vestido conservadoramente, lleva el cabello largo (una peluca), se tapa el rostro con una mano, con lo que parece cubrirse ante lo que le espanta, su mirada es de desconfianza, no frontal, sin gran búsqueda de algún tipo de “seducción femenina” en sus gestos.
The images on the second page are part of a photoseries entitled Chas Chas, which references a place in Buenos Aires: Parque Chas. The series is inspired by Argentinian comics the author read in his childhood, which suggested the neighborhood had a certain mystique that made it possible for anyone who wished to recover something lost to be able to do so. This neighborhood served as a source of inspiration for many Argentinian fantasy authors (Sábato and Borges, among others). Shaped by this mythical narrative, the neighborhood’s base architecture is composed of a maze-like layout, somewhat enthralling, with great calm and isolation from all the noise. There, Cobelo performs a series of photoperformances, in which he brings to life a fantasy character. The character represents what he imagines his “real” sister would be, but performed/dramatized by the author himself. As a kind of fantastic alter ego, Cobelo shapes a “female” version of himself loaded with sarcasm, but perhaps aiming to pursue a critical perspective on the way older generations observe the current fast-paced world quizzically through the shutter of the camera, in this poetic location reminiscent of an undetermined past. The character is dressed conservatively, has long hair (a wig), and she covers her face with one hand, seemingly in horror. Her gaze is distrustful, and non-confrontational, and she seeks no “feminine seduction” with her gestures.
El díptico aquí mostrado está unido por el ícono de naipes de “dos de corazones” superpuestos, aludiendo posiblemente a alguna traumática amargura amorosa.
En la siguiente página aparece la fotografía a cuerpo completo en donde se puede apreciar una esquina típica del pueblo. Allí ella aún mira con desconfianza, al sesgo. La repetición del nombre: Chas chas, alude a una irrupción, a algo que sucede en el momento, como puede ser la aparición y desaparición de este personaje femenino “de ficción”, que tendría en el espacio expositivo su propia leyenda escrita y performativamente vivenciada por el autor.
Los últimos dos dípticos, de la serie Te amo, consisten en un trabajo de collage con una imagen de acercamiento a una puerta que esta cerrándose con la palabra “plaf” escrita encima. En la foto que está a su lado aparece el mismo autor justo en el acto de recibir una bofetada y se nota que es de una mano femenina. Junto a este díptico está un cuadro con muchas viñetas con igual forma rectangular y en distintos tamaños y posiciones, que dicen “te amo”, unas siete veces. Junto a ella, en su díptico hay una imagen de nubes oscuras en el cielo, que pareciera indicar un paisaje interior en donde se avecina una tormenta.
El trabajo fotográfico que aquí Cobelo nos presenta tiene una trama conductora, o podríamos decir un “drama” conductor, que es presentado como historieta gráfica de los años 70, donde él mismo parece mirarse con distancia. Es una fotografía que se enfoca en los relatos, experiencias y preguntas surgidas a partir de realidades protagonizadas por Cobelo. Este trabaja con elementos irónicos sobre la realidad, y pareciera que toma protagonismo en su obra, no solo para componer imágenes narrativas, sino que también para experimentar el arte como posibilidad autorreflexiva y/o performativa (del propio recuerdo), que emerge cuando se atraviesan las barreras de la ilusión y se hace carne.
The diptych shown here is joined by superimposed cards –the two of hearts–, possibly alluding to some bitter trauma in love. The next page has a full-length photograph that shows a typical corner of the village. There, she still looks with suspicion, with bias. The repetition of the name Chas chas, alludes to an irruption, something that happens in the moment as if this “fictional” female character appeared and disappeared, a character that would have her own name in the exhibition space and who would be brought to life in a performance by the author.
The last two diptychs, from the series Te amo consist of a collage with a close-up image of a door that is closing and the word “plaf” written over it. The photo next to it captures the artist himself receiving a slap, and it is evident that the slap comes from a female hand. Next to this diptych is a painting with many rectangular speech bubbles in different shapes and positions that read “I love you”, about seven times. The following diptych shows an image of dark clouds in the sky, which seems to allude to an inner landscape, with a storm approaching.
The photographic work that Cobelo presents here has a guiding thread, or we might even say a guiding “drama”, presented as a graphic comic in the style of the 70s, where the artist seems to look at himself from a distance. His photographs focus on the stories, experiences and questions that arise from realities where Cobelo is the protagonist. He works with the irony of reality, and he seems to take center stage in his own work, not only to compose narrative images, but also to experience art as a self-reflective exercise and/or the possibility to enact memories, which emerge when they cross the boundaries of illusion and is performed in the flesh.