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PABLO VALENZUELA Chile
La obviedad como género interpretativo se ha extendido en nuestra sociedad como ortiga en jardines y bosques chilenos. No es inherentemente negativa ni perjudicial, pero enceguece. El trabajo artístico-visual del fotógrafo chileno Pablo Valenzuela opone una refrescante propuesta interpretativa de la identidad natural e idiosincrática chilena, a los embates de la generalización y mimetización cultural latinoamericana.
Se piensa en Latinoamérica como un territorio de rasgos y características en común, como un todo. Se habla de Patagonia asumiendo en toda ella, la presencia de grandes glaciares, naturaleza prístina, espacios abiertos y vastos paisajes. Se refiere a la ciudad como un lugar de población hacinada, resignada y dogmatizada por el reloj y así, sucesivamente se generaliza mucho y se individualiza poco. La analogía de lo inmediato ha adquirido una suculenta y, a ratos, arrolladora envergadura, que sin damnificar ni falsear en su prevalencia, deja al margen, acorralado en esquinas prácticamente subcutáneas al pensamiento crítico o al zoom experiencial. ¿Qué es todo eso a lo que confina? Pues todo aquello que hace posible las “Big Pictures”, pero aún más importante, todo lo que las hace diferentes al profundizar en ellas.
El trabajo de Pablo Valenzuela opera en el microscopio del paisaje chileno. Lejos del paneo, su apuesta es un acercamiento identitario, cualitativo y auténtico. Podría describirse como un primer plano alternativo y con carácter. Esta reinterpretación visual que obtiene con sus registros fotográficos, revela las verdades de los subterfugios, aquellos elementos subyacentes que distinguen las representaciones sobrepobladas de información, para que el ojo que observa sin contemplar, se encuentre igualmente con ellas. En los últimos años, su atención y móvil artístico se ha trasladado. El destino le ha sorteado su parada en grandes ciudades fuera de su país natal, donde nace y crece su trayectoria fotográfica y ha removido su inquietud por el patrimonio histórico y arquitectónico universal. Su última serie Ciudades del mundo , acompaña estas líneas mostrándonos cómo su obra evoluciona y siempre vuelve a sus tierras. “Encuentro esencial el ampliar la mirada hacia afuera para jerarquizar, apreciar, valorar y cuidar lo que tenemos acá en Chile”, explica.
Lecture on the intangible heritage and territory
Obviousness as an interpretative genre has spread in our society like nettles in Chilean gardens and forests. It is not inherently negative or damaging, but it is blinding. However, the visual artistic work of Chilean photographer Pablo Valenzuela brings a refreshing interpretative proposal of Chilean identity and idiosyncrasy to contrast the onslaught of Latin American cultural generalization and mimetization.
Latin America is regarded as a land with common features and characteristics, as if it were a unit. Patagonia is spoken of assuming the presence of large glaciers, pristine nature, open spaces and vast landscapes. Cities are referred to as places with a population that is overcrowded, indifferent and controlled by the clock. Thus, generalizations abound, but individualization is scarce. The power of immediacy has taken on a luscious and sometimes overwhelming dimension that, showing no sign of impairing or distorting its prevalence, leaves critical thinking or experiential insights on the sidelines, trapped in practically subcutaneous corners. So, what is it all confining? Well, anything that makes it possible to think about the big picture, but, more importantly, everything that is different upon a closer look.
Pablo Valenzuela’s work specifically focuses on Chilean landscapes. Far from panoramic view, his approach bets on identity, qualitative aspects and authenticity. His artwork might be described as an alternative close-up full of character. This visual reinterpretation he gets from his photographs reveal the truths in ploys and the underlying elements that distinguish representations overflowing with information, so that the eye that just looks without truly observing can also find these truths. Over the last few years, his artistic interests and drives have shifted. Fate has arranged for him to stop in large cities outside his native country, where his photographic career began and developed, which has stirred his interest in the world’s historical and architectural heritage. His latest series, entitled Ciudades del mundo , follow this theme and show how his work has evolved, but always returns to his native land. “I find it essential to broaden perspective outward in order to prioritize, appreciate, value and take care of what we have here in Chile,” he explains.
Su sello artístico distingue y propone que, desde la arquitectura de los elementos y el aire que acogen sus enmarques, el descubrimiento de lo implícito es inminente y, de pronto, estamos frente a aquello que arraiga el ADN de lo chileno, desde su territorio y quienes lo habitan.
Aludiendo siempre a su ánimo de escapar a la obviedad para adentrarse en un sistemático proceso indagatorio visual y personal, el fotógrafo chileno deconstruye una imagen para exhibir en ella el valor gestual y expresivo de la timidez de un contexto de gran envergadura, o bien, el silencio de un espacio donde prima la superposición de sonidos o el ruido como agente distractivo e imperante.
Y llega entonces el aclamado “menos es más” que minimalistas y conceptualistas enaltecen como principio esclarecedor de vida y como mecanismo técnico de conjugación de la realidad.
Pablo rescata el origen de la luz de un plano en que ella todo lo abarca, o la textura basal de la materia que todo lo construye, o la forma individual que compone innumerables iteraciones de una macrovisión.
No hay mejor aliado, ni uno más elocuente para esto, que el monocromo. Desprendido de todo afecto y efecto incidente en la interpretación final, la jerarquía de la percepción en su trabajo se ciñe únicamente a revalorizar lo inadvertido, el rescate de lo cimental. Lo que el átomo es al cuerpo, lo que la hoja es al bosque. Sumido en una honda y apasionada atracción por los paisajes chilenos, el fotógrafo chileno crea el concepto al que denomina Geometría del instante, que define una estética y una particular mirada sobre el paisaje de su país natal. Un registro intuitivo, pero decidor de sus raíces y cultura. Una bandera de aliento al compromiso por lo propio.
Y cuesta. No es que al espectador le resulte obvia la conjetura; esta reestructura de lo concebido, esta imagen alternativa, le desafía a contemplar una visualidad que le incomoda por su demanda reinterpretativa, cuyo ánimo es sugerir lo que le pertenece, la semejanza en la simpleza, la geometría de la idiosincrasia, las líneas de una captura como símil a las de su mano. Pero bastan instantes para conseguir una asociación límpida que cobra fuerza al arraigarse, no solo desde lo visual, sino también desde lo conceptual, en una concepción que coincide en la autopercepción de nuestro entorno y sus raíces. La manifestación de lo propio a partir de sus elementos rudimentarios, el enaltecimiento de lo invisible como constructor de sentido, un marco cerrado, que inicia la decodificación personal de esa continuidad estética infinita que nos resume y reúne en torno al territorio y quiénes lo habitan.
From the architecture of the elements and the air surrounding them, his artistic signature proposes and highlights that discovering the implications is imminent and, suddenly, we find ourselves before the DNA of Chilean identity, from its land to its inhabitants.
Always alluding to his desire to escape from the obvious in order to delve into a systematic visual self-exploration process, the Chilean photographer deconstructs an image showcase value of the gesture and expression of shyness in a large-scale context, or rather the silence of a space where the overlapping sounds or noise are distracting and prevailing agents.
Then comes the proclaimed “less is more” that minimalists and conceptualists revere as the enlightening principle of life and a technical mechanism of building reality.
Pablo brings attention the origin of light in a plane where light touches everything, or the basal texture of the matter comprises everything, or the individual shape that composes countless iterations of a macro-vision.
To do so, there is not better or more eloquent ally than monochrome. Devoid of all incidental effects in the final interpretation, the hierarchy of perception in his work is limited only to the revaluation of the unnoticed, the redemption of the foundation. What atoms are to bodies, what leaves are to forests. Submerged in a profound and passionate fascination for Chilean landscapes, the Chilean photographer created the concept he calls Geometría del instante, which defines a particular aesthetic view of the landscape of his native country. His photographic records are intuitive, but representative of his origins and culture; an encouraging sign of his commitment to his roots.
And this comes at a cost. It is not the viewers find the proposal obvious. This restructured concept and new alternate image challenge him to behold an uncomfortable vision because it demands reinterpretation. The purpose of reinterpreting landscapes is to suggest what truly belongs there, that there is similarity in simplicity, that they represent the geometry of idiosyncrasy, the lines in the images resembling those in his hand.
Just a few moments are enough to achieve a clear association that is strengthened when rooted, not only visually but also conceptually, in a coincidental understanding of the perception of our environment and roots. His work is a manifestation of our idiosyncrasy that uses rudimentary elements and glorifies the invisible as being capable of building meaning. With a close frame, the personal decoding of that infinite aesthetic continuity begins, one that summarizes and brings us together around the territory and those who inhabit it.