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TANIA GONZÁLEZ

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NELSON HERNÁNDEZ

NELSON HERNÁNDEZ

G Mez

Por Elisa Massardo. Lic. en Historia y Estética (Chile)

Representada por Factoría Santa Rosa

Alos9 años comienza la historia de Tania González, cuando el esoterismo y las ciencias ocultas comenzaron a manifestarse en ella y a ser el foco de sus intereses. Desde ahí parte su investigación, los motivos para crear y para repensar la historia de la región en base a aquellas brujas que acá habita(ba)n.

Y es en ese cruce de oficios, de estudios y creencias donde se generan las nociones de su obra, ya que: “a través del arte podemos trascender interdisciplinariamente en otros campos del saber”, lo que nos permite “crear obra, entendiendo a la brujería como una forma de dialogar entre mundos”, señala. Lo anterior la ha llevado a reflexionar sobre los “procesos de interacción entre el rescate de archivos hechiceriles y ancestralidades, con el acto de justicia, memoria y reparación, como un espacio de observación hacia nosotras las mujeres, brujas, hacia la sociedad en que vivimos y construimos desde las condiciones que nos son otorgadas y nos ofrecen como un espacio de cuestionamiento al poder y a la trascendencia”.

¿Cómo definirías la brujería?

Es un conjunto de creencias y prácticas ancestrales, que han sido condenadas, arrebatadas y desaparecidas forzosamente, por distintos sistemas de control social en nuestra historia.

No puedo dejar de mencionar que me es urgente poder definir con mayor profundidad este concepto y levantar un cuerpo de obra que cruce arte, brujería y mujeres, utilizando las causas de fe que proporcionan los archivos o textos existentes y contrastarlas con los saberes ancestrales de las mujeres tildados de prácticas brujeriles, exponiendo a la ignominia y el menoscabo y buscar desde la resignificación mecanismos para subsanar las carencias o precariedades a las que estaban/estamos expuestas. Desde esta definición, es que desprendo la idea de la mujer como protagonista y contenedora de la historia, que instala una serie de mecanismos sobre nosotras como instrumento de dominación y castigo, para establecer relaciones que vienen a poner sobre la mesa discusiones sobre cómo, por ejemplo, la religión católica permitió que fémina provenga de fe y minus, “menos fe en la palabra de dios…”

El acceso a esta parte de la historia, que muchas veces ha sido omitida o ridiculizada, le ha permitido comprender Latinoamérica desde otra perspectiva, generando a través de sus trabajos un rescate patrimonial que incluye contenidos, imágenes, archivos y textos, así, logra “desentrañar el efecto de la transculturación occidental vinculada a la brujería, o entender cómo la Inquisición arrasó con saberes propios de la región de forma intencional para el control social, particularmente en Chile y Perú”, explica.

Al estudiar las prácticas de hechiceras, además, se ha encontrado con los motivos de sus encarcelamientos, juicios y sentencias -judiciales o sociales-, que, en muchas ocasiones, las llevaron a la muerte. Por esta razón, le interesa “reinterpretar el pensamiento masculino propio de los siglos modernos y cómo éste las convirtió en seres transgresoras e, incluso, demoníacas”.

Atthe age of 9, Tania González’s story began when esotericism and occult sciences started to blossom in her and to become the focus of her interests. From there, her explorations began, and her motives for creating and rethinking the history of the region based on the witches who inhabit(ed) it started to take shape.

The concepts behind her work stem from that intersection of crafts, studies and beliefs, as: “Through art, we can transcend disciplines into other areas of knowledge,” which allows us to: “create artwork by understanding witchcraft as a form of dialog between worlds,” she states. This has led her to reflect on the “the processes of reclaiming witchcraft and ancestral archives, which interact with acts of justice, memory and reparation, as a space to reflect on us women, witches, on the society in which we live and where we build within the conditions that are set for us. These processes are offered to us as a space for questioning power and transcendence.”

How would you define witchcraft?

It is a set of ancestral beliefs and practices that have been forcefully condemned, stripped away and vanished by different social control systems in our history. I cannot fail to mention that, for me, it is crucial to define this concept in greater depth and create a body of work that intersects art, witchcraft and women. The goal is to use the causes of faith provided in existing archives or texts and contrast them with women’s ancestral knowledge, which has been branded as witchcraft, exposing the humiliation and diminishing of these practices and seeking reparations for the damage and precariousness women were/are exposed to through mechanisms that redefine this history.

With this new definition, I propose the idea that women are protagonists and keepers of a history that has inflicted a series of dominating and punishing mechanisms on us, which leads to encourage discussion on how, for instance, Catholicism allowed the Latin word “femina” to derive from “fe” and “minus” , as in “the one with lesser faith.”

Access to this often-disregarded o ridiculed part of history has allowed the artist to understand Latin America through a different lens. Through her work, she manages to salvage heritage including contents, images, archives and texts to “unravel the effect of Western transculturation on witchcraft, or to understand how the Inquisition intentionally wiped out the region’s own knowledge for social control, particularly in Chile and Peru,” she explains.

During her research of witches’ practices, she has also found the reasons behind their incarcerations, trials and sentences –be them judicial or social– which often led to their demise. For this reason, she is interested in “reinterpreting the male thinking of modern age and how it made women be regarded as transgressors or even demonic.”

De los conocimientos a la visualidad

En 2020, Tania González realizó una importante exposición individual, Lo que ha de morir. En ella, una serie de gabinetes brujeriles, con diversos objetos en su interior, exponían algunos materiales que fueron considerados de hechicería hace décadas y siglos atrás.

¿Cómo surgió la idea de los gabinetes?

De la vinculación de elementos provenientes de mi formación artística y museográfica, junto a mi especialización en taxidermia.

Estas obras transitan dentro de un espacio de cuestionamiento al poder, la perpetuidad y la trascendencia, y con ello surgen preguntas que son interesantes de reflexionar ¿Qué objetos son “dignos” de ser rescatados y mostrados?

¿Es posible que la suma de objetos en un espacio, provenientes de distintos imaginarios y territorios armen un cuerpo de obra que re-signifique prácticas impuestas al olvido? ¿Qué perpetuamos? Con respecto a la trascendencia, es crucial la construcción visual de gabinetes que contienen réplicas de objetos peculiares que utilizaban las brujas latinoamericanas para hacer hechizos, conjuros, amarres, entre otros.

La investigación surge de la escasa información que existe sobre los objetos y ajuares de trabajo que utilizaban las maestras. Por eso la necesidad de que el contenido se reúna de forma análoga, apegada a las fuentes, oratorias y reconstrucción de otras verdades, a través de la búsqueda de objetos donados o encontrados, réplicas, imágenes y técnicas presentes en nuestra vida. Esto permite elaborar un pensamiento crítico sobre la relación entre la visualidad latinoamericana, la brujería, sus métodos y cómo estos inciden en un rol, más que silencioso, es prácticamente protagónico en la historia de las sociedades y sin olvidar el hilado estético de nuestras antepasadas. Los elementos que la componen son taxidermias realizadas por mí o donaciones privadas de instituciones públicas, como museos de historia natural nacionales e internacionales, como Bolivia; elementos orgánicos tratados; acumulación personal; y representación, bajo la premisa de perpetuar y replicar a través de moldes una y otra vez, hasta capturar su esencia como un mantra sagrado que se recita para invocar la divinidad, su divinidad.

¿De qué manera la visualidad es importante para los discursos detrás de tu trabajo?

Desde una perspectiva crítica y situada es que trato de rescatar una visualidad a través de prácticas y oficios, medios “viejos y nuevos” que se funcionan para otorgar un discurso que visibilice distintos sistemas de sobrevivencia, en específico lo que tiene que ver con la mujer y sus luchas históricas. Una contravisualidad carnal, visceral, plástica, sacrificable, decolonial, del horror, que al mismo tiempo contenga, una visualidad colectiva, justa, luminosa, del fuego, de lo sagrado, del volver…

Cuéntame un poco sobre la serie CORDE, Corazón de zorra y qué buscas con esta investigación.

La base de casi toda actividad espiritual consiste en rescatar, reproducir y utilizar materialidades del ser, al igual que en los gabinetes, que por medio de la imitación y reproducción “vuelvo a mirar” para fundirme en ellos. Imitar la revelación divina de los objetos nos permite re-conocer y así rescatar lo que se considera sacrificable, pero que es trascendente. Así nace esta obra, en que el corazón de una zorra chilena es protagonista de un discurso artístico, político-feminista, a partir de la concepción de un órgano considerado “desecho” para la taxidermia. CORDE, título de la obra, alusivo a la raíz latina de la palabra “corazón”, agrupa réplicas del molde del corazón de una zorra, extraído durante el proceso de disecado del animal ya inerte, vaciada en materiales y dimensiones variables, que representa a mujeres y disidencias que han perdido su vida y sacrificado su corazón por culpa de la violencia patriarcal, pero a su vez, por intermedio de la magia, honrar y hacer posible lo imposible, no olvidar.

From knowledge to visuals

In 2020, Tania González held an important solo exhibit, Lo que ha de morir. In it, a series of witches’ cabinets, with different elements on the shelves, showcased some of the materials regarded as witchcraft decades and centuries ago.

How did the idea of the cabinets come about?

From relating aspects from my art and museum training with my expertise in taxidermy.

These pieces occupy a space for questioning power, perpetuity and transcendence, which begs interesting questions to ponder, such as: What objects are worthy of being salvaged and showcased? Is it possible for a set of objects in a single place, coming from different imageries and territories, to build a body of work that gives new meaning to forgotten practices? What do we perpetuate? In regard to transcendence, it is crucial to build the visuals of the cabinets with replicas of peculiar objects used by Latin American witches to cast spells, incantations, and moorings, among others.

The research comes from the scarce information on the objects and utensils used by the witch masters. Hence the need for the content to be gathered manually, to be close to sources, oral traditions and reconstruction of other truths, through the search for donated or found objects, replicas, images and techniques present in our lives. This enables a critical perspective on the relationship between Latin American visuals, witchcraft, its methods and how these affect a role that, rather than being silent, is practically protagonic in the history of societies, without forgetting the aesthetic thread connecting us to our female ancestors.

The elements comprising this proposal are taxidermy pieces created by me; private donations from public institutions like national or international natural history museums from countries like Bolivia; repurposed organic elements; personal collections; and replicas that aim to perpetuate and reproduce using molds over and over again, until capturing the essence of the object almost like a sacred mantra that is recited to invoke divinity, its divinity.

How are visuals important for the concepts behind your work?

I try to reclaim visuals from a well-founded critical perspective, through “old and new” practices and crafts fused together to create a discourse that brings light to other survival systems, specifically on what has to do with women and their historical struggles. They are carnal, visceral, plastic, sacrificial, decolonial counter-visuals of horror, which, at the same time, consists of the collective, just and luminous visuals of fire, of the sacred, of a resurgence...

Tell me a bit about the series CORDE, Corazón de zorra and what you are seeking with this exploration.

The basis of most spiritual activities is to reclaim, reproduce and use materials of the self. Just like with the cabinets, I use imitation and reproduction and I “redefine” to merge myself into them.

Imitating the divine revelation of objects allows us to re-learn and thus reclaim something that is considered sacrificial, but which is in fact transcendent. This is how this work was conceived, in which the heart of a Chilean zorra (a vixen) is the protagonist of an artistic, political-feminist discourse, based on an organ considered as “waste” in taxidermy. CORDE, the title of the piece, alludes to the Latin root of the word “heart”. In it, I gather replicas of a mold of a female fox heart, which was extracted during the process of dissecting the already inert animal. Cast in different materials and sizes, the hearts represent women and dissidents who have lost their lives and sacrificed their hearts because of patriarchal violence, but reinterpreted through magic, honoring and making the impossible possible, not forgetting.

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