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Belleza
la piel de tu rostro CÓMO ESTÁS CUIDANDO
Colaboradora: Margarita Gómez – Cosmetóloga
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La piel es el órgano más extenso y visible del cuerpo. Es protagonista en el cuidado de la salud, al ser la primera defensa ante los factores externos. Cumple cinco funciones básicas: proteger, controlar la sensibilidad, regular la temperatura corporal, expulsar y absorber sustancias y sintetizar la vitamina D. La salud de la piel tiene un alto impacto en nuestra autoestima, influye en la manera en la que nos percibimos y nos relacionamos con los demás. Cuando está sana nos sentimos cómodos y confiados. Cuidar el rostro según las necesidades de cada edad es fundamental para nuestro bienestar psicológico y físico, así lo afirma la cosmetóloga experta en el cuidado de la piel, Margarita Gómez, quien recomienda hacer del cuidado facial un hábito diario. “ La clave para mantener una piel saludable está en la rutina de cuidado básico de acuerdo a tu cutis. Debe realizarse en las mañanas y en las noches, con productos de excelente calidad y que preferiblemente contengan principios activos naturales, éstos no necesariamente deben ser los más costosos, pero si deben contar con el respaldo de una marca responsable”, agrega. Hay pieles con necesidades específicas que requieren de un paso adicional en la rutina básica para su tratamiento, como manchas, bolsas,
Rutina mañana
Limpiar + Tonificar + Humectar o Hidratar + Protección Solar.
Rutina noche
Desmaquillar + Limpiar + Tonificar + Crema Nutritiva.
ojeras, resequedad en los labios, flacidez, entre otras, para esto debemos emplear productos que aporten este cuidado especial. Las características de nuestra piel cambian con el paso de los años, el envejecimiento es inevitable, pero depende de factores como la genética, el tipo de alimentación y los hábitos saludables, que sea más lento y sus efectos menos drásticos en la apariencia del rostro, aclara Margarita.
Estas son las características de nuestra piel según la edad:
20 – 30 años: La actividad de las glándulas sebáceas todavía no se ha regulado por lo que puede presentar exceso de grasa, granitos o periodos de resequedad. La piel empieza a hacerse más frágil y necesita mantenerse protegida ya que aparecen las primeras líneas de expresión en ojos y comisura de labios. 30 - 40 años: Los niveles de colágeno, elastina y ácido hialurónico comienzan a descender, éstos son primordiales en la hidratación y elasticidad. La piel pierde un litro de agua al día, lo que causa oxidación y la aparición de arrugas, manchas e imperfecciones, por lo que es necesario intensificar los cuidados externos para corregir, iniciando con la aplicación de productos hidratantes que contrarresten la pérdida de líquido. 40 – 50 años: Se pierde firmeza en los contornos faciales debido al adelgazamiento de la piel, por lo que se debe complementar la hidratación con cosméticos especializados para esta edad. Presenta aparición de arrugas más profundas, perdida de elasticidad, resequedad y aspecto fatigado. 50 en adelante: Los cambios hormonales provocados por la menopausia generan nuevos signos de la edad específica para pieles maduras. Se reduce en casi un 50% la renovación celular, la piel se torna más fina y retiene menos agua. Hay pérdida de elasticidad y de las estructuras que soportan la piel, ocasionando pliegues, mayor flacidez y manchas oscuras en rostro y manos. Es en este punto donde se evidencian los cuidados que se han aplicado en los años anteriores. Principios activos naturales más empleados en el cuidado de la piel de acuerdo a necesidades específicas:
Aloe vera Caléndula Manzanilla Árbol de té Romero Ginseng Miel Avena Pepino Vitaminas antioxidantes como la A, C y E Ácido hialurónico
El colágeno es una proteína importante en toda la piel para dar estructura y fuerza a la dermis. Promueve un adecuado anclaje del cabello, haciéndolo más resistente a la caída.
Que la caída del cabello la cabeza no te haga perder
Colaboradora: Mónica Lorena Cárdenas - Dermatóloga
El cabello es un elemento protagonista en la imagen de cada persona, por eso cuando empieza a caerse causa preocupación tan solo con pensar que en la cabeza no quede ni un pelo. Son muchas las causas que pueden ocasionar la pérdida de cabello, el estrés físico o emocional, la pérdida de peso, la gestación y el postparto, anemia, déficit de vitamina D (visita la página 18 si quieres conocer más sobre esta vitamina), factores genéticos como la alopecia androgenética femenina o masculina (calvicie común), patologías inflamatorias del cuero cabelludo, alteraciones hormonales como trastornos tiroideos, ovarios poliquísticos o hiperandrogenismo, entre otras. La caída del cabello indica, sin lugar a dudas, que algo no está funcionando como debería en el organismo, y para realizar un correcto tratamiento es importante consultar con un dermatólogo de confianza, que realice un análisis del cuero cabelludo y un diagnóstico del estado de salud general. Esta condición puede afectar tanto a hombres como a mujeres en igual medida, la diferencia radica en las regiones de la cabeza que más se afectan en cada uno. En el caso de los hombres, en su mayoría se manifiesta con la pérdida en la región frontal, parte superior (parietal) y coronilla, con preservación de cabello en la parte posterior del cuero cabelludo (occipital) y a los lados (temporal). En las mujeres, hay disminución en todas las áreas, de forma difusa, sin pérdida de la línea frontal o formación de lo que comúnmente se conoce como “entradas”.
Si ya estás atravesando por un caso de pérdida de cabello es muy importante que consultes con un especialista en salud capilar, que determine las causas e indique el tratamiento indicado para evitar su progresión. Evalúa si estás sometiéndolo a demasiados agresores externos, como químicos, alisadores, secadores y planchas, y suspende su uso. Para el tratamiento existen shampoos suaves con propiedades anti caída, que pueden ayudar a que el cuero cabelludo no se irrite ni se reseque. Éstos se pueden complementar con productos acondicionadores y mascarillas hidratantes, que sellen la cutícula y fortalezcan el tallo piloso.
¿Qué puedo hacer para evitar la caída del cabello?
Evitar la aplicación de químicos, ya que pueden dañar la estructura capilar y tienen efectos tóxicos en el organismo.
Mantener una alimentación balanceada, rica en proteínas, frutas y verduras que aporten nutrientes esenciales.
Dormir lo suficiente. Durante el sueño ocurren todos los procesos de reparación de nuestro organismo.
Conserva una higiene adecuada, con productos aptos para tu tipo de cabello. Si tienes un cuero cabelludo graso o sudas con frecuencia, puedes lavarlo a diario, de lo contrario, opta por hacerlo día de por medio o cada dos días. Vitaminas y minerales para tu salud capilar
Hierro Zinc Selenio Vitamina D
Biotina Vitamina C Silicio Cobre