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Medio ambiente

Una ciudad ecológica es una ciudad saludable.

CIUDADES Verdes Colaborador: Andrés Velásquez

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¿Recuerdas la última vez que pensaste que tu ciudad era un lugar grandioso y que no habría un mejor lugar para vivir? Ese es un efecto duradero que logran las ciudades verdes. Una eco-ciudad o ciudad verde es "un asentamiento humano inspirado en la estructura y función auto-sostenible y resistente de los ecosistemas naturales", según lo definido por Ecocity Builders. En otras palabras, son ciudades que están pensadas en torno al bienestar de los ciudadanos y la sociedad, aprovechando los recursos que brinda la naturaleza, optimizándolos y protegiéndolos para el beneficio de las siguientes generaciones. Sus ciudadanos tienen un alto nivel de consciencia respecto al cuidado del medio ambiente y su importancia en la calidad de vida, por eso, logran fusionar el cemento de la ciudad con el verde de la naturaleza, adaptando prácticas ecológicas no solo en los espacios, sino también en sus prácticas cotidianas.

Características de las Ciudades Verdes:

Superficies Verdes: Hablamos de techos verdes, superficies con forraje vegetal y parcelas agrícolas que incorporen naturaleza en cada espacio donde sea posible. Mejoran la calidad del aire, el clima y disminuyen las concentraciones de calor en el caso de los techos verdes. Las parcelas agrícolas o huertas urbanas facilitan el acceso a los alimentos de origen vegetal y estimulan la soberanía alimentaria.

Conservación energética: Implementan fuentes de energía sostenibles, como turbinas eólicas, paneles solares o depósitos de biogás creado a partir de aguas residuales, con el objetivo de disminuir el uso de energía eléctrica o de fuentes no renovables como carbón, petróleo, gas o energía nuclear.

Transporte y movilidad: Espacios que fomenten el hábito de caminar, al igual que la infraestructura de ciclo-rutas para el uso de la bicicleta u otros medios de transporte no contaminantes, que a su vez son saludables, económicos y sostenibles.

Las ciudades verdes le apuestan a un servicio de transporte público ecológico y de calidad, que pueda usarse frecuentemente y de la mejor manera.

¿Cómo puedo contribuir a que mi ciudad sea ecológica?

Haz huertas en tu casa. Siembra plantas de forraje o pequeños árboles frutales en el techo de tu casa o terrenos cercanos. Dona tiempo o dinero individual o colectivo para mantener parques de tu barrio. Hazte voluntario de ONG’s que impulsen parcelas agrícolas en tu localidad. Si tu presupuesto familiar lo permite, instala sistemas de energía solar o eólica y si te sobra energía, dónala o véndela a tus vecinos. Camina o vete en bicicleta de tu casa al trabajo o de regreso, deja el carro o la moto en tu casa y usa el transporte público de vez en cuando. Si vas a usar carro, procura compartirlo con personas que compartan tu ruta. Si tu empresa o tus jefes te lo permiten, haz teletrabajo. Edúcate a ti mismo y a tu gente cercana en torno a temas de adopción de prácticas verdes, internet está lleno de recursos. Exígele a los políticos locales que rechacen inversiones de infraestructura civil o energética que no sea sostenible.

Consumo sostenible un compromiso con el planeta tierra

Nuestros hábitos de consumo de hoy se verán reflejados en el futuro. El tema de la ecología, el reciclaje y la reutilización no es nuevo, pero por más información que haya al respecto aún las acciones no son suficientes. La ONG Footprint Network asegura que hacen falta 1,6 planetas Tierra más

Aproximadamente un tercio para satisfacer la demanda de consumo de la humanidad, por lo que los de todos los alimentos recursos renovables a un año se están agotando mucho antes, esto indica producidos a nivel mundial que el gasto de los bienes naturales no es sostenible, afectando el equilibrio se pierden o se desperdician. del medio ambiente.

Los alimentos que nunca Definitivamente el consumo responsable es una necesidad y un se consumen también deber que cada ser humano tiene con su hogar, y por hogar nos representan un desperdicio referimos al planeta. Para ponerlo en práctica es imprescindible el de recursos como la tierra, el análisis consciente de nuestras necesidades. ¿Realmente estamos agua, la energía, el suelo, las consumiendo únicamente lo que necesitamos? semillas y otros insumos para El Manual de Educación para un Consumo Sostenible de la UNESCO – su producción. Organización UNEP ofrece valiosas pautas para adaptarnos a un estilo de vida, cuyo de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura - FAO. objetivo es “asegurar que se satisfagan las necesidades básicas de la comunidad global en su conjunto, se reduzcan los excesos y se evite el daño ambiental”. Siempre que puedas consume bebidas y alimentos lo más sanos posible: más alimentos frescos y menos con aditivos y procesados.

Se estima que el Océano Atlántico tiene 17 millones de toneladas de plástico y otros residuos. A esto se suman 21 millones de toneladas de micro plásticos invisibles, que según la revista Nature Communications, están en estas aguas.

Prefiere productos de cuidado personal y aseo que tenga componentes naturales y biodegradables, evitando sustancias químicas altamente contaminantes. Para distancias cortas prefiere caminar, desplazarte en bicicleta o patines. Reduce tus residuos con las 5R’s:

Rechaza los empaques innecesarios.

Retorna las botellas y empaques reutilizables.

Reutiliza tanto como puedas. Artículos como sobres, botellas y bolsas de plástico pueden reusarse. Dona la ropa que ya no uses y esté en buenas condiciones.

Repara lo averiado en lugar de desecharlo.

Recicla el papel, cartón y envases de plástico, latas y tetra pack. Elabora compost con los residuos orgánicos. Aprovecha adecuadamente los recursos naturales como el agua y la energía: Prefiere bañarte en ducha en lugar de bañera. Opta por sanitarios y electrodomésticos que usen menor cantidad de agua. Nunca arrojes por el desagüe sustancias químicas de uso doméstico, como aceite de cocina y disolventes. Riega tus plantas en la noche para que el calor del día no evapore el agua con mayor rapidez. Compra bombillos ahorradores y apaga las luces en habitaciones vacías. Desconecta los electrodomésticos que no estés usando, ya que pueden consumir una cuarta parte de la energía que emplearían si estuvieran encendidos.

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