S • E • M • A • N • A • R • I • O Año LXIV Nº 5920
ÓRGANO OFICIOSO DEL ARZOBISPADO DE SAN SALVADOR. 14 de agosto de 2016
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A un año del centenario por el natalicio del Beato Oscar Romero – 15 de agosto de 2016 - 15 de agosto de 2017 –
Misa en conmemoración del 99º aniversario del natalicio del Beato Oscar Romero 15 de agosto • Catedral Metropolitana • 5:00 p.m. El 15 de agosto de 2017 nuestro país será anfitrión de un evento histórico, el centenario del nacimiento del Beato Oscar Romero. Originario de Ciudad Barrios, fue el segundo de ocho hermanos, todos hijos de Don Santos Romero y Doña Guadalupe Galdámez (fotos insertas), quienes les inculcaron desde niños la oración diaria y los valores cristianos
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IGLESIA LOCAL
“Contemplar a Cristo transfigurado en el Tabor debe llevarnos a una fe auténtica” – Homilía de Mons. José Luis Escobar Alas, Arzobispo de San Salvador, durante la Solemnidad de la Transfiguración del Señor. Catedral Metropolitana de San Salvador. 6 de agosto de 2016 – Excmo. señor Nuncio Apostólico de Su Santidad, Mons. Léon Kalenga, Queridos hermanos Obispos de la Conferencia Episcopal, Honorables Autoridades Estatales, Ilmos. Monseñores, Queridos Sacerdotes, Diáconos y Seminaristas, Queridas Hnas. Religiosas y Hnos. Religiosos, Amadísimos hermanos y hermanas en Cristo Jesús Ante todo quiero expresarles de corazón un sincero saludo de felicitación con ocasión de estar celebrando con tanta fe la Solemnidad del Divino Salvador del Mundo, patrono de esta nación. Nos congratulamos todos y pedimos al Señor vea con ojos de misericordia a esta nación y a todos sus hijos, a todos los salvadoreños, tanto los que vivimos dentro de las fronteras patrias, como todos los que viven más allá de nuestras fronteras. Que el Señor nos bendiga a todos. Nos congratulamos también hoy por ser la apertura del Año Jubilar en honor a nuestro amadísimo Beato Monseñor Oscar Romero, con ocasión de su centenario de natalicio. Es esta una actividad de la Iglesia en todo El Salvador. Inauguraremos este Año Jubilar en honor a Monseñor Romero el próximo 15 de agosto; exactamente el día de su nacimiento. Pero desde ya abrimos este Año Santo Jubilar en su honor. Ta m b i é n q u e r e m o s d a r gracias al Divino Salvador por concedernos el don de elección de nuestra Centro América como sede de la próxima Jornada Mundial de la Juventud en Panamá, concretamente. Es una gracia especial que nos concede el Divino Salvador del Mundo por intercesión de Monseñor Romero. Gracias también al Papa. Celebramos hoy el misterio de la Transfiguración del Divino Salvador. Los apóstoles Simón Pedro, Santiago y Juan son los testigos de la transfiguración. San Juan Pablo II, en la celebración de esta fiesta en 1999 nos dijo: “La invitación que el Padre dirige a los discípulos, testigos privilegiados del extraordinario acontecimiento de la Transfiguración de Jesús, resuena de nuevo hoy para nosotros y para toda la Iglesia. Como Pedro, Santiago y Juan, también nosotros estamos invitados a subir al Monte Tabor junto con Jesús y a quedar fascinados por el resplandor de su gloria” (San Juan Pablo II, en la fiesta de la Transfiguración de 1999). Esto es amadísimos lo que estamos haciendo, ayer en La Bajada y el día de hoy en esta Santa Misa, estamos en compañía del Señor, invitados a este misterio santo. Santo Tomás de Aquino comenta que en la
Transfiguración «apareció toda la Trinidad: el Padre en la voz, el Hijo en el hombre, el Espíritu en la nube luminosa» (S.th. 3, q. 45, a. 4, ad 2). La presencia de Moisés y Elías en la escena, tiene gran importancia. Moisés se encuentra en los orígenes del judaísmo y Elías era esperado al final de los tiempos, para preparar la llegada del Mesías. Representan «la Ley y los profetas» (expresión común en la Sagrada Escritura para referirse a toda la Biblia) y dan un testimonio concorde de que Jesús cumple las esperanzas de Israel, que Él es el Mesías. San Lucas señala que Jesús, Moisés y Elías “hablaban de su muerte que iba a consumar en Jerusalén” (Lc 9, 31). En su diálogo con el Padre, con la Ley y los profetas, se confirma que Jesús es el siervo de YHWH, que debe pasar por la cruz para llegar a la gloria. La Biblia (Moisés y los profetas) testimonia que su muerte es un éxodo, un paso de este mundo al Padre. Así, quedará demostrado que la verdadera oración consiste en unir nuestra voluntad a la de Dios.
Por eso, la Transfiguración en el Tabor está íntimamente unida con la agonía del Getsemaní. De acuerdo con los Santos Padres de la Iglesia, la liturgia ve en la transfiguración un anticipo de la Resurrección de Jesús: «Cristo, después de anunciar su muerte a los discípulos, les mostró en el monte santo el resplandor de su gloria, para testimoniar, de acuerdo con la ley y los profetas, que la pasión es el camino de la resurrección» (Prefacio del domingo II de Cuaresma). Podemos decir que, en ese momento, en la cara de Jesús brillaba la luz divina que Él tenía en su interior y que resplandecerá plenamente el día de la Resurrección. Si la Transfiguración de Cristo es anticipo de la resurrección de su cuerpo mortal, también revela nuestro destino final, ya que es anuncio de la futura glorificación de nuestros cuerpos individuales y de su cuerpo místico, que es la Iglesia. Simón Pedro intenta quedarse contemplando al Señor en su gloria… Ahí tiene lugar la voz
del Padre: Este es mi hijo muy amado, a Él escúchenle. Como confirma San Juan de la Cruz, Cristo es la única palabra que Dios tiene, por medio del cual nos habla. Nos dice: «Porque en darnos, como nos dio a su Hijo, que es una Palabra suya, que no tiene otra, todo nos lo habló junto y de una vez en esta sola Palabra [...]; porque lo que hablaba antes en partes a los profetas ya lo ha hablado todo en Él, dándonos al Todo, que es su Hijo”. (San Juan de la Cruz, Subida del monte Carmelo 2, 22, 3-5). A este punto San Agustín va a insistir en la urgente necesidad del Apostolado después de haber contemplado a Jesús, en el Monte Tabor. En un artificio literario, a la distancia de tres siglos, el Obispo de Hipona le dice al Apóstol: “Baja, Pedro: tú, que deseabas descansar en el monte, desciende y predica la palabra, insiste a tiempo y destiempo, debate y exhorta, increpa con toda longanimidad y doctrina. Trabaja, suda, padece algunos tormentos, a fin de llegar por el brillo y hermosura de las obras hechas en caridad a poseer eso que simbolizan los blancos vestidos del Señor” (San Agustín, Sermón 78). Amadísimos hermanos, esto aplica a nosotros, pueblo y pastores. Contemplar a Cristo transfigurado en el Tabor, debe llevarnos a una fe auténtica para testimoniar a Cristo como los Apóstoles, con una vida justa y misericordiosa, como nos lo ha mandado con tanta insistencia el Papa Francisco en este Año Santo de la Misericordia, invitándonos a ser misericordiosos como el Padre. Por tanto, es nuestro deber como cristianos trabajar por establecer el Reino de Dios en nuestro país, reino de justicia, de misericordia y de paz. Sin embargo al contemplar la realidad que vive nuestro país nos entristece de sobremanera. La presencia del Divino Salvador nos interpela; pues el grito de nuestros hermanos que sufren desesperadamente a causa de la violencia y la pobreza sube al Cielo. La PNC informó que en el mes de julio recién pasado fueron 374 personas asesinadas en nuestro país, o sea 12.5 personas asesinadas diariamente. El lamento de las personas extorsionadas, el dolor de la emigración forzada debe cuestionarnos y comprometernos. Los obispos latinoamericanos reunidos en Aparecida nos dijeron: las causas de la violencia en América Latina son múltiples: la idolatría del dinero, el avance de una ideología individualista y utilitarista, el irrespeto a la dignidad de cada persona, el deterioro del tejido social, la corrupción incluso en las fuerzas del orden, y la falta de políticas públicas de equidad social (DA 78). Tristemente, este escenario aplica también en nuestra nación.
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Fiestas patronales en honor a Santo Domingo de Guzmán
Ordenados dos diáconos en Catedral
Auxiliar de la Arquidiócesis, Mons. Gregorio Rosa Chávez, para presidir la acción de gracias. También se invitó a todos los sacerdotes de la Vicaría “Inmaculada Concepción” que aglutina a nueve parroquias del centro y sur del departamento de La Libertad. Durante su homilía, Monseñor destacó de Santo Domingo su espiritualidad y aquella actitud caritativa que tenía, misma que debemos imitar.
Este 8 de agosto, en el marco del Año Jubilar Dominicano, la Orden de Predicadores celebró la fiesta de su fundador, Santo Domingo de Guzmán. Junto a la comunidad parroquial de El Sagrario (conocida como Iglesia El Rosario) el párroco, Fray Gustavo Villalobos, OP, presidió la acción de gracias de la que participaron seminaristas, misioneros y frailes de la congregación. Primero incensó el crucifijo y las imágenes de Santo Domingo de Guzmán y Santa Catalina de Siena (foto arriba). También se destacó la memoria de Santa Rosa de Lima, patrona de América Latina y laica dominica (que celebraremos el 30 de agosto). Fiesta patronal en Chiltiupán La parroquia Santo Domingo de Guzmán, en Chiltiupán, también celebraba su fiesta patronal ese mismo lunes. Por ello el párroco, Pbro. José Martín Sánchez, tuvo a bien invitar al señor Obispo
Mons. Gregorio Rosa Chávez, Obispo Auxiliar de San Salvador, preside la Misa patronal en Chiltiupán
Nuevo presbítero para la Arquidiócesis La Arquidiócesis de San Salvador ha recibido abundantes bendiciones estos meses. Este 30 de julio, el diácono Julio Eduardo Escobar Baldizón, recibió el segundo grado del sacramento del Orden Sacerdotal, por imposición de manos de Mons. José Luis Escobar, Arzobispo de San Salvador.
Dios elige a sus ministros y los ha elegido para que sean sus servidores y servidores de sus hermanos. Así iniciaba su homilía el señor Arzobispo de San Salvador, Mons. José Luis Escobar, durante la ordenación de dos nuevos diáconos para nuestra Arquidiócesis. Este tres de agosto, los seminaristas Juan Carlos Cuéllar y Jorge Alberto Alvarenga recibieron, en Catedral Metropolitana, el sacramento del Orden Sacerdotal, en su primer grado. “La palabra diácono viene de Diakonia, que en griego significa servicio”, explicó Monseñor durante su homilía. Al presentarlos al Obispo, explicó, “el gesto de llamarlos a que suban al Presbiterio es una expresión del llamado de Dios. Él en su gran bondad ha elegido a algunos para que sean sus ministros”. “Cristo Jesús elige a sus apóstoles y este es un don inmensamente grande”, finalizó. A pesar de ser bastante amplia, la nave central de Catedral Metropolitana resultó ser justa para la cantidad de familiares, seminaristas, amigos, religiosas y religiosos que acompañaron a los nuevos diáconos.
el Ordinario del lugar. Luego durante su homilía felicitó al ordenando, su familia e incluso su comunidad, ya que es un gran don el que han recibido. “Dios es quien elige a la familia, la capacita, le da las cualidades necesarias para luego, de esa familia, elegir la persona que va a consagrar”. Destacó el papel del ministro y además la Primera Lectura del libro de Jeremías, donde el profeta habla de su misión. Mons. José Luis Escobar, Arzobispo de San Salvador, lleva a cabo el rito de ordenación. De rodillas, Jorge Alberto Alvarenga (imagen arriba) y Juan Carlos Cuéllar
Dicha ceremonia de ordenación sacerdotal convocó a un gran número de feligreses, familiares y amigos que llenaron la nave central de la parroquia Inmaculada Concepción, en el Puerto de La Libertad. Al inicio de la Eucaristía, Monseñor saludó al párroco de dicha localidad, Pbro. Paul Schindler, y a los demás sacerdotes invitados; así como a los religiosos, religiosas, diáconos, seminaristas y autoridades municipales presentes. Luego de las lecturas y el Evangelio, se realizó la presentación del candidato al sacerdocio ante
DIRECTORIO
Pbro. Simeón Reyes DIRECTOR
El señor Arzobispo de San Salvador, Mons. José Luis Escobar, unge las manos del ordenado
Pbro. Carlos Chavarría SUBDIRECTOR
Roger Herrera EDITOR EN JEFE
Efraín Caravantes
Efraín Caravantes
CORRECCIÓN Y DISEÑO
DISEÑO DE PORTADA
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VOZ DEL PAPA
“Jubileo: inagotable tesoro de la misericordia de Dios” Papa en Catequesis “Estemos seguros que, ante la Puerta Santa, el Señor se acerca para encontrar a cada uno de nosotros, para llevar y ofrecer su poderosa palabra consoladora: ‘¡No llores!’. Ésta es la Puerta del encuentro entre el dolor de la humanidad y la compasión de Dios”, con estas palabras el Papa Francisco explicó en la Audiencia General del segundo miércoles de agosto, el significado de la misericordia de Jesús hacia una mujer que había perdido al marido y que ahora acompaña al cementerio a su único hijo. Continuando su ciclo de Catequesis sobre la misericordia en la Sagrada Escritura, el Obispo de Roma reflexionó sobre el milagro que Jesús realizó en la ciudad de Naím, al resucitar a un joven muerto y restituirlo a su madre. “Sin embargo, dijo el Papa, el corazón de esta narración no es el milagro, sino la ternura de
Papa denuncia falta de voluntad de poderosos para poner fin a la guerra de Siria Durante el rezo del Ángelus, el Papa Francisco lamentó que los civiles, en especial los niños, sean las víctimas que más sufren la guerra en Siria. También hizo una fuerte denuncia: “Por desgracia, desde Siria continúan llegando noticias de víctimas civiles de la guerra, en particular de Alepo. Es inaceptable que tantas personas inermes, también tantos niños, tengan que pagar el precio del conflicto, el precio de la cerrazón de corazón y de la falta de voluntad de paz los poderosos”.
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EN EL MUNDO
Invitó a los peregrinos a tener un momento de silencio para pedir a Dios por el pueblo sirio. Después todos juntos rezaron un Avemaría. El Papa también explicó que muchas veces el mal
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Jesús hacia la madre de este joven. Es este gran dolor de una madre que conmueve a Jesús y lo induce al milagro de la Resurrección”. Durante este Jubileo, afirmó el Santo Padre, sería una buena cosa que, al pasar por la Puerta Santa, la Puerta de la Misericordia, los peregrinos recordaran este episodio del Evangelio, sucedido en la puerta de Naím. “La palabra poderosa de Jesús puede levantarnos y obrar también en nosotros el paso de la muerte a la vida”. Su Palabra nos hace revivir, dona esperanza, consuela los corazones cansados, abre a una visión del mundo y de la vida que va más allá del sufrimiento y de la muerte. Antes de concluir su Catequesis, el Papa Francisco recordó que: ¡En la Puerta Santa esta esculpido para cada uno el inagotable tesoro de la misericordia de Dios! (Cf. News.va 10 ago 2016)
se desata cuando una persona se cree dueña de la vida de la otra. “Tantas injusticias, violencias y maldades cotidianas nacen de la idea de comportarnos como ‘señores’ de la vida de los demás”, expresó el Santo Padre. Recordó que en esta vida no tiene sentido apegarse a las cosas materiales o al dinero porque no nos servirán después de muertos. Dijo que se deben emplear para servir a los demás. Por último aseguró que el hecho de que Dios prometa la vida eterna no significa que no haya que trabajar por mejorar las condiciones de vida de este mundo, en especial, para los más débiles. (Cf. Romereports.com 8 ago 2016)
“Un signo de fraternidad y de paz para el mundo” “Polonia hoy recuerda a toda Europa que no puede haber futuro para el continente sin sus valores fundantes, los cuales a su vez tienen al centro la visión cristiana del hombre”, lo dijo el Papa Francisco en la Audiencia G e n e r a l del primer miércoles de agosto, donde reflexionó sobre el Viaje Apostólico realizado a Polonia, con ocasión de la Jornada Mundial de la Juventud. En su Catequesis, el Obispo de Roma recordó los momentos más sobre salientes de su visita a Polonia, como el encuentro jubilar con los jóvenes, la visita al Santuario de la Madre del pueblo polaco, y el gran silencio de la visita a Auschwitz-Birkenau que ha sido, dijo el Papa, el signo más elocuente ante la violencia que atraviesa nuestro tiempo. Además, el Santo Padre precisó que esta Visita Apostólica se realizó con ocasión de la JMJ, a 25 años de aquella histórica celebrada en Częstochowa poco después de la caída de la “cortina de hierro”. En estos 25 años, afirmo el Pontífice, Polonia ha cambiado, ha cambiado Europa y ha cambiado el mundo, y esta JMJ se ha convertido en un signo profético para Polonia, para Europa y para el mundo. La nueva generación de jóvenes, herederos y continuadores de la peregrinación iniciada por San Juan Pablo II, dijo el Papa, han dado la respuesta a los desafíos de hoy, han dado un signo de esperanza, y este signo se llama fraternidad. (CF. News.va 3 ago 2016)
Obispos aseguran que Jornada Mundial de la Juventud 2019: Panamá “ideología de género Tras el anuncio de que Panamá será la sede Panamá “será un bálsamo para los jóvenes de la próxima Jornada Mundial de la Juventud América Central”, una región en la que “la gran destruye a la sociedad” de en 2019, los obispos que estuvieron presentes en mayoría de los jóvenes viven en la pobreza y El Cardenal Rubén Salazar Gómez, Arzobispo de Bogotá, ha expresado su rechazo a las orientaciones que el Ministerio de Educación pretende realizar a los manuales de convivencia en los colegios. El purpurado aseguró que “la ideología de género destruye a la sociedad”. Asimismo, precisó que “nosotros rechazamos la implementación de la ideología de género en la educación en Colombia, porque es una ideología destructora, destruye al ser humano, le quita el contenido fundamental de la relación complementaria entre varón y mujer”. El Cardenal subrayó que la Iglesia Católica no está en contra de la revisión de los manuales de convivencia. “Los manuales de convivencia deben estar revisados permanentemente para actualizarlos de acuerdo a la realidad que se está viviendo, lo que no es válido y a lo que nos oponemos –en nombre no de la fe, sino del ser humano– es que se implante en esa revisión la ideología de género”, afirmó el purpurado. (Cf. Zenit.org 10 ago 2016)
Cracovia expresaron gran alegría, asegurando que Panamá está a la altura de organizar la JMJ.
El Arzobispo de Panamá, Su Exc. Mons. José Domingo Ulloa, en su breve discurso, dijo que la próxima Jornada de la Juventud en
con el riesgo de la migración, del tráfico de drogas y de la violencia. Por eso, la JMJ será un incentivo para que los jóvenes de América Central sean capaces de encontrar el camino hacia Dios”.
(Cf. Fides.org 1 ago 2016)
Iglesia en Nicaragua celebrará el Congreso Nacional de Vida y Familia Nicaragua celebrará el Congreso Nacional de Vida y Familia del 19 al 21 de agosto en la ciudad de León, según explicó en rueda de prensa Monseñor Bosco Vivas Robelo, Obispo presidente del área Vida y Familia de la Conferencia Episcopal de ese país. El congreso abordará los temas centrales de la Encíclica “La alegría del Amor”, del Papa Francisco, de acuerdo a las realidades del país centroamericano. “Este documento será base
central para analizar y reflexionar los diversos aspectos de la vida de la familia” anotó. Este Congreso Nacional de la Pastoral familiar, tiene el propósito de ofrecer una luz y una orientación a las familias. Para concluir se presentará un resumen de los desafíos y líneas de acción, presentadas por todos los grupos de trabajo. Habrá exposiciones, conversatorios, conferencias, foros, plenarias para la discusión y el análisis. (Cf. Radiovaticana.va 9 ago 2016)
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ditorial Servidor abrumado por el cariño del pueblo El 15 de agosto la Iglesia celebra la Asunción de la Virgen María al cielo. Es la proclamación que hizo el Papa Pio XII, en 1950: “La Virgen Inmaculada, preservada inmune de toda mancha de pecado original, terminado el curso de su vida en la tierra, fue asunta en cuerpo y alma a la gloria del cielo y enaltecida por Dios como Reina del universo, para ser conformada más plenamente a su Hijo”. El 15 de agosto es también la fecha del nacimiento del Beato Oscar Romero. Desde hace un par de años nos preparamos como Iglesia salvadoreña para la celebración del primer centenario de su nacimiento, que será el 15 de agosto de 2017. El “trienio” de preparación fue aprobado por la Conferencia Episcopal de El Salvador para profundizar en el conocimiento del mártir salvadoreño bajo tres dimensiones: hombre de Dios, hombre de Iglesia y servidor de los pobres. Una fiesta mariana y una memoria martirial marcan el calendario en la mitad de agosto. La Virgen María no abandonó su misión salvadora, sino que continúa procurándonos con su múltiple intercesión los dones de la salvación eterna, y los mártires aparecen en nuestro camino como un recuerdo de entrega sin límites por el amor a Jesucristo. La vida del Beato Romero estuvo marcada por la presencia de la Virgen María. Siendo sacerdote en San Miguel buscó incansablemente promover la devoción a la Reina de la Paz. En la homilía del 15 de agosto de 1977, siendo Arzobispo en San Salvador, explicaba los sentimientos que acompañan esta celebración de la Virgen: “sentimos hoy la alegría profunda de que María realmente
está en el cielo, no solo con su espíritu, como están todos nuestros muertos, sino con su cuerpo glorificado ya en esta forma definitiva en que también nosotros vamos a ser glorificados, cuando se cumpla ese dogma de nuestro credo: creo en la resurrección de la carne, en la resurrección de los muertos”. En medio de las pruebas del caminar de cada época, la celebración de la Asunción motiva la esperanza de los hombres. Monseñor Romero se alegraba cuando los fieles le expresaban que en la predicación de la Iglesia encontraban un mensaje de esperanza. Esa esperanza, decía, la recibe de la Virgen María. En la citada homilía decía: “María y la Iglesia saben que esa esperanza viene de la redención de Cristo, porque María no ha subido al cielo por sus propios méritos, como la Iglesia tampoco trabaja por sus propias fuerzas. Es que tanto la Iglesia como María no son más que los instrumentos, los reflejos bellísimos, de la redención de Cristo”. Renovemos nuestra memoria y hagamos un lugar especial este 15 de agosto para agradecer al Señor por la vida de nuestro pastor y mártir Oscar Romero. Siendo Arzobispo experimentó el cariño de su pueblo, hasta el punto de sentirse “abrumado”. Con agradecimiento comentaba el día de su cumpleaños: “todo este gesto tan amable de su presencia y sobre todo de su oración, por este servidor de ustedes, a quien abruma este cariño del pueblo y por el cual estoy dispuesto a seguir dando los años que el Señor me conceda”. Ahora Monseñor Romero está en el cielo, participando de la gloria de los redimidos por la sangre del Cordero. Allá contempla con alegría a la Madre de Cristo, asunta en cuerpo y alma.
Por Pbro. Simeón Reyes, Director de Semanario Orientación
Necesitamos más humildad y menos soberbia Según el diccionario que tengo a la mano, “humilde es la persona que reconoce sus propios defectos o limitaciones y no presume de sus cualidades”. Por lo Sigfrido Munés contrario, “soberbio tioziggi@hotmail.com es aquel que se cree superior a los demás y actúa de manera arrogante y despreciativa”. Si nos vamos a dos ejemplos, encontramos en el extremo de la humildad a una monjita morena al servicio de los necesitados y los enfermos, atenida a la Divina Misericordia para poder atenderlos y sacarlos de los más miserables
rincones de la gran ciudad de Calcuta. Se llamaba Teresa y con el arma de la humildad conquistó el corazón de las gentes de los más diversos credos. En el otro extremo, el de la soberbia, se desintegra la popularidad del multimillonario que pretende gobernar a su país y al mundo, desde su propio rascacielos en la gran ciudad de Nueva York, blandiendo la amenaza de levantar muros y derribar puentes. La historia ya ha puesto su nombre en el escaparate del miedo. Las personas valen por lo que son y por sus obras, no por lo que tienen. Al examinar nuestro momento y circunstancias, podemos constatar que no todos los humildes, ni todos los soberbios, están lejos de nosotros. Estos últimos son los que generan las más execrables
formas de violencia y desintegración social. Para que haya paz se necesita mucha humildad, materia prima de la convivencia y del respeto a la dignidad de la persona humana. Cuando el más grande nació en Belén, lo hizo en un modesto pesebre y para señalar pecadores dirigió su índice hacia los soberbios. Su prédica capturó mentes y conciencias por su sencillez y su Palabra no pasará. Hagamos un examen de conciencia y procuremos borrar todo rastro de soberbia en nuestro ser y proceder… y seamos humildes aunque nos cueste. Ante el Señor todos somos iguales. En Él confiamos.
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JMJ Cracovia 2016
Jóvenes visitan el Vaticano tras la JMJ La JMJ terminó pero los jóvenes de todo el mundo aprovecharon el viaje para conocer el Vaticano. Un grupo de panameños en la Plaza de San Pedro se mostraron contentos porque la próxima JMJ será en su país: “En realidad no me lo esperaba pero es algo importante, es algo muy gratificante porque los jóvenes de Panamá creímos en el Papa, creímos en la juventud y creímos que la Jornada Mundial era algo extraordinario, algo fuera de serie”. También una delegación de alrededor de 40 jóvenes salvadoreños participó de la Audiencia General, este 3 de agosto. En esta aprovecharon para obsequiar una camiseta de El Salvador y una estampa del Beato Oscar Romero al Santo Padre. (Cf. Romereports.com 7 ago 2016)
“¿Cómo te pagaré, oh Señor, todo el bien que me has hecho?” Erick Durán Palomo tiene 30 años y Cracovia fue la primera Jornada Mundial de la Juventud en la que participó como parte de Peregrinos de la Paz, grupo de jóvenes que organizó Radio Paz para asistir a la Jornada Mundial.
Asegura que en la Jornada se vive “un Pentecostés, donde las diferentes lenguas se unen”. “Ver la fraternidad de los jóvenes de diferentes países, escuchar cómo alaban a Dios desde la juventud que vivimos y comprender todo lo que dicen es genial”, afirmó.
Erick resume su experiencia en este evento mundial citando el Salmo 116: ¿Cómo te Por todo esto agradece a pagaré, oh Señor, todo el bien Dios por su infinito amor, a que me has hecho?. “Dios sus padres, a Radio Paz por ha sido tan misericordioso permitirle ser un peregrino conmigo, desde el momento “y a todos aquellos que, en que permitió que pudiera durante estuve en la JMJ, inscribirme y poder ser un oraron por mí”. peregrino. Ir a Cracovia Asimismo hace una siempre había sido un sueño, Erick Durán Palomo (derecha) posa invitación “a todos los pues me considero muy devoto junto a un peregrino brasileño jóvenes, para que se animen de la Divina Misericordia; estar a participar de la JMJ en Panamá. Talvez no será en la tierra de San Juan Pablo II y Santa Faustina Kowalska me ha hecho sentirme un apóstol más fácil reunir fondos pero estamos más cerca y de la misericordia, don que no merezco, pero con podemos peregrinar hasta ese país. Dios no nos abandonará”. el cual me comprometo”, expresó el joven.
Papa pide a jóvenes: “¡memoria, coraje, futuro, esperanza!” El Papa se despidió de los voluntarios muy espontáneamente. Como en muchas otras ocasiones, Francisco sorprendió a los jóvenes dejando los papeles de su discurso y haciendo lo que mejor sabe: hablar con el corazón. En sus últimas palabras a los jóvenes les dio una tarea: “memoria, coraje, futuro, esperanza”. “Preparé un discurso un poco aburrido, cinco páginas, lo entrego”. A continuación, improvisando, en español, y en medio del aplauso general de los jóvenes, calificó la Jornada Mundial de la Juventud como una “aventura”, con “generosidad”, y agradeció a todos los que trabajaron para que fuera posible.
El Papa animó de nuevo a los jóvenes a hablar con sus mayores y, emprendiendo un coloquio con los asistentes, los cuestionó: “¿Me prometen que para preparar Panamá van a hablar más con los abuelos? Y si los abuelos ya se fueron al cielo, ¿van a hablar con los mayores? Pregúntenles; son la sabiduría de un pueblo”. Además, les exigió para el presente: “¡Tener coraje, tener coraje, ser valiente! ¡no asustarse!”. Concluyó: “Yo no sé si voy a estar en Panamá, pero les puedo asegurar una cosa: que Pedro va estar en Panamá”. (Cf. Krakow2016.com 31 jul 2016)
El Papa recuerda a los jóvenes el amor de Dios Papa en Czestochowa El sol salió en la Santa Misa de clausura de la Jornada Mundial de la Juventud de Cracovia, así como las sonrisas en cada uno de los presentes en el Campus Misericordia. “Cuando en la vida sucede que apuntamos bajo en vez de a lo alto, nos sirve de ayuda esta gran verdad: Dios es fiel en su amor y hasta obstinado. Nos ayudará pensar que nos ama más de lo que nosotros nos amamos, que cree en nosotros más que nosotros mismos, que está siempre de nuestra parte, como el más acérrimo de los ‘hinchas’”, señaló el Santo Padre Francisco, quien exhortó a los jóvenes a tener presente la Misericordia en sus vidas. Francisco recordó a los jóvenes de todo el mundo que Dios siempre nos espera con esperanza, “incluso cuando nos encerramos en nuestras tristezas, rumiando continuamente los males sufridos y el pasado”. Pero aseguró que complacerse en la tristeza no es digno “de nuestra estatura espiritual”. Dios por el contrario, aseguró, es obstinadamente esperanzado: “siempre cree que podemos levantarnos y
no se resigna a vernos apagados y sin alegría”. Al terminar, Francisco pidió a los jóvenes que en silencio hagan memoria de este encuentro, custodien el recuerdo de la presencia de Dios y de su Palabra, reaviven en ellos la voz de Jesús que llama por el nombre de cada uno. Así pues, “recemos en silencio, recordando, dando gracias al Señor que nos ha traído aquí y ha querido encontrarnos”, finalizó el Santo Padre. (Cf. Krakow2016.com 31 jul 2016)
El 28 de julio, el papa Francisco visitó Jasna Góra, lugar sagrado en Czestochowa. Ahí fue aclamado por cientos de miles de jóvenes católicos. Ahí celebró una Santa Misa para conmemorar el aniversario 1050 de la conversión de Polonia. La homilía del Papa Francisco estuvo enfocada en la figura de María, en su humildad y en el proyecto concreto de Salvación Divina: “María es una madre que toma los problemas de la gente con el corazón y actúa. Ella reconoce los momentos de dificultad y los maneja de forma discreta, eficaz y con decisión. Ella no es imperiosa ni intrusa, pero sí es una madre y una esclava”. El papa Francisco habló sobre humildad, pequeñez, simplicidad y concreción, e invitó a los fieles a poner su confianza en María. En ella, asegura, “encontramos conformidad completa con el Señor. María es ese espacio conservado libre del pecado donde Dios decidió reflejarse. Ella es la escalera que Dios tomó para descender y acercarse a nosotros”. (Cf. Krakow2016.com 28 jul 2016)
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“Señor, que tu misericordia venga sobre nosotros como lo esperamos de ti” – Homilía de Mons. Gregorio Rosa Chávez, Obispo Auxiliar de la Arquidiócesis de San Salvador, en las Vísperas de la Solemnidad de la Transfiguración del Señor. Basílica del Sagrado Corazón de Jesús. 5 de agosto de 2016 – Muy queridos hermanos y hermanas en el Señor: Misericordiosos como el Padre. Este es el lema del Año Santo de la Misericordia, proclamado por el Papa Francisco. Me acerco a esta cátedra sagrada con un gran peso sobre mis espaldas: el peso del dolor de un pueblo agobiado por la pobreza inmerecida, por la violencia que se vive dentro y fuera de los hogares, por la emigración forzada hacia otros países o dentro del territorio nacional; y por tantas heridas que todavía siguen sangrando. Traigo el peso de tanta gente que ya se dio por vencida, que piensa que la violencia terminará ganando la batalla y que sólo nos toca resignarnos y esperar el golpe mortal. Traigo, sobre todo, el peso de las innumerables víctimas de tanta barbarie: las madres que lloran a sus hijos asesinados, las familias cruelmente masacradas, las innumerables víctimas de las extorsiones, las niñas y los niños víctimas del terror; y esa lista interminable de salvadoreños y salvadoreñas que ya no pueden vivir en paz. Con este sentimiento que invade mi corazón miro a mi alrededor y repito lo que dice el salmo 55, en el versículo10: Veo en la ciudad violencia y discordia. Así ha titulado nuestro arzobispo su carta pastoral sobre la violencia, dada a conocer el 24 de marzo del presente año, con ocasión del aniversario del martirio del beato Oscar Romero. Allí aprendemos que desde los orígenes. El Salvador ha sido un país violento. Una violencia que comenzó con los conquistadores y siguió creciendo cuando los indígenas perdieron sus tierras y los campesinos se convirtieron en colonos, viviendo muchas veces en condiciones infrahumanas. Se trata de un espectáculo aterrador. Pero, después de mirar tanta iniquidad, subo a la montaña de la transfiguración. En el camino me detengo brevemente y veo ante mis ojos la otra cara de la realidad: contemplo con emoción tantas regiones del país que son verdaderos oasis de paz, donde los niños juegan alegres y seguros en las calles, donde los jóvenes pueden soñar un futuro diferente, donde las familias pueden tomar sus alimentos en una atmósfera de armonía y serenidad.
como lo enseña el Papa San Juan Pablo. ¿ Q u é h e descubierto? Que, antes de ser obispo, en 1963, cuando la provincia eclesiástica de El Salvador cumplía cincuenta años, el virtuoso sacerdote migueleño fue invitado por Monseñor Luis Chávez y González a predicar en la fiesta de la transfiguración. El Padre Romero dijo en esa ocasión –en pleno desarrollo del Concilio Vaticano Segundo- que los evangelios no nos dicen cómo se llamaba el monte de la Transfiguración, aunque la tradición lo ha identificado con el monte Tabor. Su interpretación es muy sugestiva. Dijo el Padre Romero:
Y Cristo me dice: “Tienes que hablar distinto de como se hablaba hace cuatro siglos, en la Edad Media, en los primeros años. Soy Cristo, que va contigo. Necesito tu boca para predicar a los hombres de 1977 el lenguaje que ellos necesitan.
La misma circunstancia de no mencionar el nombre propio de ese ‘monte elevado’parece ideada como una delicadeza para con nuestro pueblo. Para que abstrayendo del concepto geográfico, imagináramos nuestra propia geografía como el místico escenario del relato evangélico.
Sí, hermanos y hermanas, la Iglesia peregrina en la historia. Y la historia presente de El Salvador lleva el signo de la violencia bestial y despiadada que arrebata cada día vidas humanas. El dato oficial correspondiente al mes de julio nos dice que hemos tenido un promedio de doce homicidios por día.
Sí, amados hermanos y hermanas, somos una tierra de lagos y volcanes. El Tabor puede ser cualquier volcán o montaña de nuestro maravilloso país; incluso la más diminuta colonia puede convertirse en el Tabor cuando buscamos el rostro del Señor. Lo buscamos intensamente en este Año Santo de la Misericordia.
Esta es la realidad que todos debemos empeñarnos en cambiar: nosotros los pastores, pero también los laicos y laicas, los religiosos y las religiosas; todos los que nos profesamos discípulos del Señor transfigurado.
1. Guiados por el beato Oscar Romero
Monseñor Romero, ya como arzobispo, sacará las consecuencias de esta imagen, al presentar, el 6 de agosto de 1977, apenas cinco meses después de haber tomado el timón de esta Iglesia particular, su segunda carta pastoral. Esta tiene un título muy original: La Iglesia, cuerpo de Cristo en la historia. El objetivo de esta carta pastoral era defenderse de las graves acusaciones de que era objeto y dar criterios de discernimiento a quienes buscaban sinceramente la verdad.
Para preparar este mensaje he meditado atentamente las homilías pronunciadas por nuestro profeta, pastor y mártir Monseñor Romero, buscando en sus palabras la luz y la fuerza que nuestro pueblo necesita para no desfallecer en el arduo camino hacia la paz con justicia; esta justicia que desemboca en el perdón ofrecido y recibido,
Viene del Concilio Vaticano II, viene de los cambios necesarios de una Iglesia que, precisamente por ser el cuerpo de Cristo en la historia, tiene que preguntarle a Cristo: “¿Cómo quieres que hable en esta hora de la historia?”
Tomo este bello pensamiento de ese histórico documento:
El Papa Francisco nos dio la fórmula, cuando habló a los jóvenes en Cracovia: hay que tener memoria, y en el presente hay que tener valentía y coraje para que el futuro sea un futuro de esperanza. Somos un pueblo sin memoria. Por eso no sabemos quiénes somos, de dónde venimos ni a dónde vamos. La memoria nos recuerda, según los datos históricos más confiables, que en 1524 se fundó la ciudad de San Salvador. Monseñor Romero vivió una realidad todavía más cuenta y dolorosa que la nuestra. Y encontró en el Divino Salvador del Mundo la luz y la fuerza para acompañar a este pueblo crucificado. En una célebre homilía, afirmó con dolor: Parece que mi vocación es ir recogiendo cadáveres. 2. Hacer presente a Cristo misericordioso hoy y aquí Ahora somos nosotros los que debemos asumir los desafíos que la historia nos presenta en el año 2016, Año Santo de la Misericordia. Nosotros los pastores. Y ustedes, a quienes el Papa Francisco llama “el santo pueblo de Dios”. Cuando Monseñor Romero fue beatificado, el Santo Padre, que tanto ama a Monseñor Romero, envió una carta a la Iglesia que peregrina en El Salvador. En ella afirmó que su beatificación -y cito al Papa- es motivo de gran alegría para los salvadoreños y para cuantos gozamos con el ejemplo de los mejores hijos de la Iglesia.
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“Contemplar a Cristo transfigurado en el Tabor debe llevarnos a una fe auténtica” En nuestra Arquidiócesis en la carta pastoral “Veo en la Ciudad Violencia y Discordia”, que publicamos en ocasión del aniversario de la beatificación de Monseñor Romero, teniendo en cuenta lo dicho en Aparecida, hemos hecho un análisis sobre las causas de la violencia en nuestro país señalando, tal vez, como las principales: La idolatría del dinero, el individualismo, la exclusión social y la impunidad (N° 49-59). Es necesario que luchemos hasta vencer estos flagelos: la exclusión social, la idolatría del dinero, el individualismo y la impunidad.
en nombre de Dios y de nuestro sufrido pueblo salvadoreño alzo la voz para pedir al CIADI “Centro Internacional de Arreglo de diferencias relativas a Inversiones”, que no castigue a este país por no permitir la explotación de sus minas. Una sentencia condenatoria para El Salvador sería muy injusto, pues literalmente sería quitarle el pan a un pueblo pobre y, a la vez, permitir que le contaminen el agua que bebe. Además sería quitarle el oro y la plata de sus minas, sería consecuentemente un gravísimo atentado contra la vida y la salud de las personas, los animales y las plantas que viven en este país, pues contaminarían nuestros pocos mantos acuíferos, lo que constituiría una gravísima violación a los derechos humanos más elementales de este pueblo: el derecho a la vida y la salud. Por otra parte reconocemos los esfuerzos que el Estado en sus distintos Órganos: Ejecutivo, Judicial y Legislativo para avanzar en la democracia, la justicia y la equidad; pero hace falta hacer mucho
más. Nos alegra el debate sobre el salario mínimo, y ojalá se establezca un salario más justo, menos indignante y para todos. Nos alegra que hayamos entrado a la Corte Internacional de Justicia, firmando el Estatuto de Roma, como miembros para garantizar no más violaciones a los derechos humanos. Instamos al Estado, eso así, a seguir invirtiendo a seguir invirtiendo en la parte social, a trabajar con el mejor espíritu, a dictar las mejores leyes para tener una sociedad verdaderamente justa, reconciliada y en paz. Es tarea de toda la sociedad, todos debemos ser artesanos de la paz, como nos indicó el Papa San Juan Pablo II cuando personalmente nos visitó en 1983. Que el Divino Salvador del Mundo, por intercesión de la Reina de la Paz y de nuestro amadísimo Monseñor Oscar Romero nos conceda construir juntos una sociedad en paz, mediante la verdad, la justicia y el perdón. Que Dios nos bendiga a todos.
Por otra parte, palpamos también el dolor de las víctimas de la guerra civil porque siguen sangrando sus heridas. Felizmente el 13 de julio recién pasado se derogó la ley de Amnistía del 1993. Reitero hoy el llamado que los obispos recientemente hicimos a la honorable Asamblea Legislativa para que cree las disposiciones legales que permitan la justicia transicional para los casos atroces de violación a los derechos humanos, crímenes de lesa humanidad y para que haya la debida justicia restaurativa en favor de las víctimas. También pido muy respetuosamente a la honorable Asamblea Legislativa emita una ley que prohíba la explotación minera en nuestro país, usando Cianuro, por ser un veneno sumamente letal. Ojalá cuanto antes tengamos esta ley. Y
(viene de la página anterior)
“Señor, que tu misericordia venga sobre nosotros como lo esperamos de ti” Monseñor Romero, que construyó la paz con la fuerza del amor, dio testimonio de la fe con su vida entregada hasta el extremo. A renglón seguido, en una afirmación atrevida, el Santo Padre lo compara con Moisés: El Señor nunca abandona a su pueblo en las dificultades, y se muestra siempre solícito con sus necesidades (…). Igual que un día eligió a Moisés para que, en su nombre, guiara a su pueblo, sigue suscitando pastores según su corazón, que apacienten con ciencia y prudencia su rebaño. En la parte final de su carta, el Papa Francisco nos deja una tarea, una tarea que está pendiente, hermanos: A esto está llamada hoy la Iglesia en El Salvador, en América y en el mundo entero: a ser rica en misericordia, a convertirse en levadura de reconciliación para la sociedad.
Sintonice
Mons. José Luis Escobar Alas, Arzobispo de San Salvador, preside la Misa Patronal de nuestro país
Señor Jesús transfigurado: cada año escuchamos la voz del Padre que nos dice: Ipsum audite, a él tienen que escuchar. Nos ponemos en actitud de escucha todos nosotros: los pastores para entender nuestra misión, sobre todo junto a las víctimas de la violencia, de la injusticia y de la marginación. Reconocemos humildemente, Señor, que estamos en deuda con tantos hermanos y hermanas que tienen derecho a que nos acerquemos a ellos y ellas para tocar allí tu carne sangrante y allí también servirte. Y también se pone en actitud de escucha el santo pueblo de Dios reunido hoy aquí y el que está unido a nosotros mediante la televisión y la radio. El pueblo de Dios congregado en profunda comunión, en este templo santo donde tantas veces predicó Monseñor Romero, para que el rostro de cada compatriota se ilumine con la luz que viene de ti y que nos transforma a todos, pastores y los demás fieles, en hombres y mujeres transfigurados llamados a llevar esperanza al mundo del sufrimiento y del dolor. Monseñor Romero terminó su homilía del 6 de agosto de 1978 con este mensaje: Dios ha creado para el hombre la conciencia, como un santuario íntimo donde El baja para platicar a solas con el hombre y donde el hombre
decide su propio destino (…). Ojalá, hermanos, que nuestro pueblo, devoto del Divino Salvador del Mundo, sepa comprender esta grandeza; este designio por el cual Dios nos ha creado con capacidad para entenderlo, para platicar con él y, sobre todo, comprender el deseo que Dios tiene de platicar con nosotros y de compartir su vida con nosotros. Así concluye su oración, que hacemos nuestra esta tarde: Señor, yo no quiero ser rémora en el progreso de mi patria. Señor, lejos de mí pertenecer a las bandas de los asesinos salvadoreños (…). Señor, ten misericordia de tantos criminales intelectuales y materiales. Señor, cambia el corazón de los que gobiernan y de los gobernados; cambia, Señor, el corazón de la patria, renuévanos dentro con la justicia y la santidad. Así rezaba Monseñor. Nos unimos a la plegaria de nuestro amado beato en vísperas del inicio del año preparatorio al centenario de su natalicio. Digamos juntos el lema de esta solemnidad del Divino Salvador del Mundo: “Señor, que tu misericordia venga sobre nosotros como lo esperamos de ti”. Alabado sea Jesucristo.
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Fiesta de la semana
Fiesta de Nuestra Señora de la Asunción − 15 de agosto − Explicación de la fiesta La Asunción es un mensaje de esperanza que nos hace pensar en la dicha de alcanzar el Cielo, la gloria de Dios y en la alegría de tener una madre que ha alcanzado la meta a la que nosotros caminamos. Este día, recordamos que María es una obra maravillosa de Dios. Concebida sin pecado original, el cuerpo de María estuvo siempre libre de pecado. Era totalmente pura. Su alma nunca se corrompió. Su cuerpo nunca fue manchado por el pecado, fue siempre un templo santo e inmaculado. También, tenemos presente a Cristo por todas las gracias que derramó sobre su Madre María y cómo ella supo responder a éstas. Ella alcanzó la Gloria de Dios por la vivencia de las virtudes. Se coronó con estas virtudes. La maternidad divina de María fue el mayor milagro y la fuente de su grandeza, pero Dios no coronó a María por su sola la maternidad, sino por sus virtudes: su caridad, su humildad, su pureza, su paciencia, su mansedumbre, su perfecto homenaje de adoración, amor, alabanza y agradecimiento. María cumplió perfectamente con la voluntad de Dios en su vida y eso es lo que la llevó a llegar a la gloria de Dios. En la Tierra todos queremos llegar a Dios y en esto trabajamos todos los días. Esta es nuestra
esperanza. María ya ha alcanzado esto. Lo que ella ha alcanzado nos anima a nosotros. Lo que ella posee nos sirve de esperanza. María tuvo una enorme confianza en Dios y su corazón lo tenía lleno de Dios. Ella es nuestra Madre del Cielo y está dispuesta a ayudarnos en todo lo que le pidamos. Un poco de historia El papa Pío XII definió como dogma de fe la Asunción de María al Cielo en cuerpo y alma el 1 de noviembre de 1950. La fiesta de la Asunción es “la fiesta de María”, la más solemne de las fiestas que la Iglesia celebra en su honor. Este día festejamos todos los misterios de su vida. Es la celebración de su grandeza, de todos sus privilegios y virtudes, que también se celebran por separado en otras fechas. Este día tenemos presente a Cristo por todas las gracias que derramó sobre su Madre, María. ¡Qué bien supo Ella corresponder a éstas! Por eso, por su vivencia de las virtudes, Ella alcanzó la gloria de Dios: se coronó por estas virtudes. María es una obra maravillosa de Dios: mujer sencilla y humilde, concebida sin pecado original y, por tanto, creatura purísima. Su alma nunca se corrompió. Su cuerpo nunca fue manchado por el pecado, fue siempre un templo santo e inmaculado de Dios. En la Tierra todos queremos llegar a Dios y por este fin trabajamos todos los días, ya que ésa
es nuestra esperanza. María ya lo ha alcanzado. Lo que ella ya posee nos anima a nosotros a alcanzarlo también. María tuvo una enorme confianza en Dios, su corazón lo tenía lleno de Dios. Vivió con una inmensa paz porque vivía en Dios, porque cumplió a la perfección con la voluntad de Dios durante toda su vida. Y esto es lo que la llevó a gozar en la gloria de Dios. Desde su Asunción al Cielo, Ella es nuestra Madre del Cielo. Sugerencias para vivir la fiesta Tener una imagen de la Virgen María en el momento de la Asunción y poner junto de ésta un florero para repartir una flor con un letrero de una virtud propia de la Virgen para que cada uno medite en esta virtud y deposite la flor. “Coronar a la virgen María poniéndole una corona y explicando al mismo tiempo porque llegó al Cielo en cuerpo y alma.” Llevar y ofrecer flores a la Virgen. Rezar el Rosario en familia con mucha devoción.” Cantar una alabanza a la Virgen María
Desde este espacio enviamos un fraterno saludo a todas las comunidades que, con tanto amor, conmemoran el dogma de la Asunción de nuestra Madre Santísima, pero en especial en la Arquidiócesis a las parroquias Nuestra Señora de la Asunción, de Mejicanos, de colonia Flor Blanca, y de Barrio Paleca, en Ciudad Delgado. ¡Muchas felicidades!
Felicitación
Ricardo Rafael Lazo Dios Padre nuestro, que, con admirable providencia gobiernas el mundo, atiende nuestros ruegos por la Patria, para que la sabiduría de sus autoridades y la honestidad de sus ciudadanos robustezcan la concordia y la justicia, y podamos vivir en paz y progreso constante. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.
La Arquidiócesis de San Salvador se regocija junto a la familia Lazo Nuila por la ordenación sacerdotal del diácono
recibida por imposición de manos y plegaria de ordenación de S.E.R. Mons. José Luis Escobar, Arzobispo de San Salvador, ayer 13 de agosto, en la parroquia San Sebastián, de la ciudad de Cojutepeque, a las 10:00 a.m. Año Jubilar de la Misericordia 2016
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Acción de Gracias 7:30 a.m. Desfile
Concurso de coreografías
Festival gastronómico
Lugar:
Concurso de pintura
Concurso de bandas Mariachi Guadalupano
Muchas sorpresas más...
Informe de resultados por Vicaría Colecta 2015
A nuestros lectores
Esperamos sus sugerencias, comentarios o avisos de actividades parroquiales a los números:
2298-6268 o 7737-3760, y su correspondencia a: 1a. Calle Poniente Nº 3412, Col. Escalón, S.S.
o bien al correo electrónico: orientacion.semanario@gmail.com
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La Palabra de Dios para cada semana Jr 38, 4-6. 8-10; Sal 39, 2-4. 18; Heb 12, 1-4; † Lc 12, 49-53 Preparado por:
Pbro. Patxi Loidi cirsol6@integra.com.sv
Domingo 14 de agosto de 2016 • Vigésimo Domingo del Tiempo Ordinario • Ciclo “C” • Año II (par)
He venido a traer fuego a la tierra y ¡cuántas ansias tengo de que arda! Hermoso Evangelio el de hoy. Pero breve y polémico, que dice verdades, que no nos gustan. He venido a traer fuego. Pase. Tengo que sufrir una prueba terrible. Pase, aunque nos duela. He venido a traer división y guerra. No pasa. ¿No nos regaló la paz por dos veces en la tarde de Resurrección? Jesús no es hombre de guerra, sino de paz. Cierto. Pero mejor será escuchar el Evangelio. Ojalá nos cale profundamente. Feliz día. Queridas amigas y amigos: el pasaje de hoy, una suma de textos diferentes, suscita perplejidad, sobre todo los dos últimos versículos. Debemos avanzar párrafo a párrafo. ¿Qué es el fuego que ha traído Jesús a la tierra para incendiarla? Puede referirse a la purificación que opera la buena noticia de Jesús, quemando la escoria y mostrándonos lo auténtico. Puede ser además un instrumento de discernimiento, que separa lo verdadero de lo falso; la apuesta por la construcción de un mundo justo, dejando en la cuneta los valores dominantes de esta sociedad corrompida. Podría referirse también al fuego del Espíritu Santo, que transforma los corazones y las estructuras del mundo. Todos ellos son significados p o t e n t e s . Todos ellos son significados que nos llevan a una vida renovada y a un enérgico apostolado, religioso y social. Y ¿ese bautismo del que habla Jesús? Es la metáfora de la derrota por una catástrofe. Se refiere a su lucha por llevar a cabo el Reino de Dios, enfrentando con firmeza la oposición de sus enemigos, hasta la cruz. Es la derrota que será la gran victoria. Finalmente, las referencias a la división, en vez de la paz, son más que sorprendentes, sobre todo por la redacción en primera persona: he venido a traer división. Jesús quiere decirnos
que no vale la paz a cualquier precio, sobre todo a costa de la fe. El Evangelio puede traer división. El caso extremo es la división entre las personas de la misma familia: algunas veces, por ser de religión diferente; otras, porque una hija decide comprometerse con la gente empobrecida. Son cosas que se dan. Probablemente estos versículos reflejan también una realidad que ya se daba en las últimas décadas del siglo primero, cuando se escribió este Evangelio. Pero sobre todo reflejan la división que sufrió él mismo en su propia familia; que no lo aceptó como profeta; que fue a buscarlo por loco, incluso su madre. Si echamos ahora una mirada de conjunto a estos versículos, sentimos que son impresionantes. Expresan la lucha apasionada de Jesús por el Reino de Dios, con el fuego del Espíritu, un fuego que purifica y que entusiasma; su decisión por encima de todos los obstáculos y sufrimientos; la clarificación de la verdadera paz, que no es un pacto de no agresión, sino la fidelidad al Evangelio, incluso por encima de la propia familia. Esta es la gran experiencia de Jesús y la de mucha gente que le ha seguido, como Monseñor Romero o los tres mil sacerdotes, la mayoría católicos, del campo de concentración de Dachau –el mayor “monasterio” del mundo– tan heroicos y tan poco recordados.
Lecturas de la Semana
• Del 15 al 20 de agosto de 2016 • Lunes 15: Apo 11, 19a; 12, 1. 3-6a,10ab; Sal 44, 11-12. 16; 1 Cor 15, 20-27a; † Lc 1, 39-56 Martes 16: Ez 28, 1-10; Sal: Dt 32, 26, 36; † Mt 19, 23-30 Miércoles 17: Ez 34, 1-11; Sal 22, 1-6; † Mt 20, 1-16 Jueves 18: Ez 36, 23-28; Sal 50, 12-15, 18-19; † Mt 22, 1-14 Viernes 19: Ez 37, 1-14; Sal 106, 2-9; † Mt 22, 34-40 Sábado 20: Ez 43, 1-7a; Sal 84, 9-14; † Mt 23, 1-12
Plegarias La gloria de Dios ¿Dónde está Dios? “En el dinero y el poder, en la prosperidad”, aúllan los predicadores nuevos de trompeta. ¿Dónde hallamos su gloria? En el cielo, pregona el salmo. La gloria del Señor los cielos la proclaman. Pero Jesús añade: Allá donde no hay gloria. Donde el horror está cuidado con amor y la miseria es acogida con cariño. Donde el bien no hace ruido. Donde el poder no es Dios ni el dinero ni la prosperidad, sino que solo Dios es Dios y la misericordia, el rey.
Las lágrimas Viniste a enaltecer las lágrimas, dijo el poeta de la maldición. Y las lágrimas son la gloria del Señor. Y también el amor que está empezando, pero sigue y prosigue, dando vida con lágrimas y se muere llorando… Y la paz que se ha roto por no pactar con el “demonio”. Y el oleaje caudaloso que vence a quienes quieren pasar a la otra orilla. Y la impaciencia ansiosa de prender fuego a las escorias, para purificar el oro. Gloria de Dios es el Señor crucificado y quienes van con Él, cojeando, llorando y entonando los cantos de la Resurrección.
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Fiesta patronal del Divino Salvador del Mundo 1
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1. Mons. Gregorio Rosa Chávez, Obispo Auxiliar de San Salvador, predica su homilía luego del rezo de Vísperas, en la Basílica del Sagrado Corazón. 2. El anda del Divino Salvador sale de la Basílica del Sagrado Corazón. 3. Mons. José Luis Escobar Alas, Arzobispo de San Salvador (esquina inferior derecha) acompaña la procesión del Divino Salvador. 4. El señor Arzobispo da su mensaje a la nación durante la representación de la Transfiguración de nuestro Señor, conocida como “La Bajada”. 5. La actividad del 5 de agosto finaliza con la aparición de la imagen de Jesús Transfigurado y una vistosa quema de pólvora. 6. Mons. José Luis Escobar predica su homilía durante la Misa patronal en honor al Salvador del Mundo, este 6 de agosto, en el atrio de Catedral Metropolitana. 7. El pueblo de Dios participó en gran número de la Eucaristía. 8. Gran cantidad de sacerdotes concelebraron la Santa Misa. 9. Los Obispos de todo el país, el Nuncio Apostólico y su Secretario concelebran la Eucaristía en honor al Santo Patrono de la nación
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IGLESIA LOCAL
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