Semanario Orientación 14 de octubre de 2018

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S • E • M • A • N • A • R • I • O Año LXVI Nº 6027

ÓRGANO OFICIOSO DEL ARZOBISPADO DE SAN SALVADOR. 14 de octubre de 2018

$ 0.25

San oscar

Romero

El Papa lo ha canonizado

En páginas centrales. Poster con imagen oficial de San Oscar Romero


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14 de octubre de 2018

Palabras del Arzobispo

Celebración

Reunión de Planificación Pastoral. Ordenación presbiteral. del 60 aniversario de la presencia de los Misa de envío en Catedral.

franciscanos.

– 420 – Los días martes 2, miércoles 3 y jueves 4 de octubre, en la Parroquia San José de la Montaña tuvimos una Jornada Pastoral para la planificación del nuevo Plan Pastoral, en la que debíamos participar todos los sacerdotes de la diócesis y dos agentes de pastoral de cada una de las parroquias. Gracias a Dios y gracias a todos tuvimos, una muy buena asistencia y una gran participación en las distintas actividades; esto garantiza que el nuevo Plan Pastoral sea asumido por todos, ya que es obra de todos y contiene la riqueza de sus aportes.

Rosa Chávez y varios sacerdotes. Tuvimos la presencia de un gran número de peregrinos. El majestuoso templo catedralicio se llenó completamente de fieles y todos participaron de con gran fe en la celebración, al final hicimos el rito de envío, presidido por nuestro Cardenal. A continuación me reuní con los señores de la prensa, radio y televisión, nacionales e internacionales, en nuestra acostumbrada conferencia de prensa.

El viernes 5, estuvimos atendiendo y despachando los documentos ordinarios y la correspondencia que se debe contestar, además algunos sacerdotes que nos visitaron. El sábado 6, en el templo parroquial de San José Guayabal, Cuscatlán, conferí el Sacramento del Orden Sacerdotal al Diácono José Ángel Rivera Alemán, originario de ese Municipio. La ordenación tuvo lugar dentro de una solemne Eucaristía que inició a las 10:00 a.m. y finalizó después de las 12:00 m. Concelebró la santa Misa un buen número de sacerdotes, estuvieron presentes los seminaristas, un buen número de hermanas religiosas y una gran cantidad de fieles. Aproveché el momento para felicitar a la comunidad parroquial porque uno de sus hijos en ese momento se ordenaba sacerdote, felicité su familia y por supuesto al nuevo sacerdote, deseándole toda bendición de Dios. A las 6:00 p.m. del mismo sábado, mi visita fue a la Parroquia San Antonio de Padua, de la Colonia América, para celebrar la Eucaristía conmemorativa de los 60 años de la fundación de esa querida parroquia. Fue una celebración solemnísima y con gran participación de todos. Concelebraron conmigo, el Rvdo. Fray José Grigoli, OFM párroco de esa jurisdicción, el Fray Tomás O’Nuannain, OFM y el Padre Nelson Salgado, CM, párroco de San Jacinto y Vicario Foráneo de la Vicaría Nuestra Señora de Candelaria. Contamos con la presencia de una gran cantidad de fieles, y en todos se irradiaba la alegría y gran fe. El domingo 7, en nuestra Catedral Metropolitana celebramos la Misa de envío de los peregrinos que viajan a Roma para participar presencialmente en Solemne Canonización de nuestro amado Obispo, Profeta y Mártir, San Oscar Arnulfo Romero, que tendrá lugar el domingo 14 de octubre. Este servidor presidió la santa Eucaristía, concelebraron, el señor Cardenal, Mons. Gregorio

Durante la Misa de envío de los peregrinos que viajaron a Roma, el señor Arzobispo Metropolitano, Monseñor José Luis Escobar, dio lectura a un comunicado de prensa preparado para el 7 de octubre. Le acompaña S.E Card. Gregorio Rosa (2º desde la izq.)

Me complace compartirles a continuación algunas ideas sobre la Liturgia de este Vigésimo Octavo Domingo del Tiempo Ordinario: Los textos escriturísticos de este domingo giran en torno al valor de la sabiduría en oposición a la riqueza como inmensamente preferible a ella, la Primera Lectura (Sb 7, 7-11) reproduce el elogio de la sabiduría puesto en boca de Salomón, que la pide a Dios sobre todo otro bien. «Supliqué y se me concedió un espíritu de sabiduría. La preferí a los cetros y a los tronos, y en su comparación tuve en nada la riqueza. No le equiparé la piedra más preciosa, porque todo el oro a su lado es un poco de arena» (ib 7-9). La riqueza es un valor puramente terreno y, por tanto, caduco; la sabiduría, en cambio, posee un «resplandor que no tiene ocaso» (ib 10), que permanece eternamente. Es claro que no se trata de la sabiduría humana, sino de la que procede de Dios, irradiación de su sabiduría infinita. La sabiduría divina se comunica a los hombres por medio de la palabra de Dios que es su vehículo seguro y cuyas prerrogativas presenta la Segunda

Lectura (Hb 4, 12-13). «La palabra de Dios es viva y eficaz, más tajante que espada de doble filo, penetrante hasta el punto donde se dividen alma y espíritu... Juzga los deseos e intenciones del corazón» (ib 12). El que quiere dejarse guiar por la sabiduría divina, debe meditar la Palabra de Dios, debe aceptar que ésta escudriñe su corazón para iluminarlo y purificarlo, para juzgarlo y espolearlo y hacerle desprenderse de todo lo que no está conforme con ella. Es imposible permanecer indiferentes ante la Palabra de Dios; ella fuerza al hombre a declararse en pro o en contra y, por ende, a revelarse tal cual es en su interior. El E vangelio (Me 10, 17-30) da un paso adelante y presenta la encarnación de la sabiduría, primero en Jesús, Sabiduría del Padre, y luego en sus enseñanzas. Un joven que asegura haber guardado los mandamientos y, por lo tanto, haber vivido sabiamente según la Palabra de Dios «desde pequeño» (ib 20), se presenta al Maestro deseoso de hacer más aún. «Jesús se le quedó mirando con cariño y le dijo: Una cosa te falta: anda, vende lo que tienes, da el dinero a los pobres –así tendrás un tesoro en el cielo–, y luego sígueme» (ib 21). Jesús le propone la sabiduría suprema: renunciar a todos los bienes terrenos para seguirle a Él, sabiduría infinita. No es una obligación, sino una invitación concreta a «estimar en nada la riqueza» en comparación con los bienes eternos y del seguimiento de Cristo. La Palabra del Señor penetra en el corazón del joven y lo aboca a una crisis; pero, por desgracia el joven no se pronuncia afirmativamente: «frunció el ceño y se marchó triste, porque era muy rico» (ib). También Jesús parece entristecerse y comenta: «¡Qué difícil les va a ser a los ricos entrar en el Reino de Dios!» (ib 23). Aquí como en otros pasajes del Evangelio, aparece la riqueza como un obstáculo casi insuperable para la salvación. No porque sea mala en sí misma, sino porque el hombre por desgracia puede atarse a ella hasta el punto de preferirla a Dios. La idolatría del dinero, tan condenada por San Oscar Romero. Aquí radica la exigencia evangélica de la justicia como un imperativo de salvación, más aún la virtud de la caridad para hacer buenas obras, más allá de la justicia. ¡Que Dios nos ayude a hacer buen uso del dinero! Que sea ocasión de salvación nuestra y no de condenación. † Mons. José Luis Escobar Alas Arzobispo Metropolitano de San Salvador

Primer Santo


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Monseñor Romero y Pablo VI –Mensaje de Su Eminencia Cardenal Gregorio Rosa Chávez, Obispo Auxiliar de la Arquidiocesis de San Salvador– “Ahora no es Monseñor, hoy es el Santo Romero...” En esta noche histórica para el país, S.E Cardenal Gregorio Rosa Chávez hace sentir su cercanía enviándonos desde Roma un saludo para todos los salvadoreños que estamos viviendo la experiencia de la ceremonia de canonización de

nuestro Obispo y Mártir Oscar Romero. En él destaca la figura de San PabloVI a través del libro escrito por Monseñor Leonardo Sapienza, prefecto de la Casa Pontificia, quien hace referencia al encuentro entre el recordado pontífice y nuestro santo.

Hoy domingo 14 de octubre , en la madruga asistimos en R da de El Salvad oma a una ex or, p er iencia inolvid de la fachada able: en el ce de la basílica, n tr u o n enorme cuadro y a su derech a, nuestro “San de San Pablo VI; Romero del m nombró obisp undo”. El prim o de San Salv ero le ador en 1970 María, en 19 ; obispo de Sa 74; y arzobis ntiago de po, contra to 1977. Pablo V d os los pronóst I creyó en Mo icos, en nseñor Romer y lo sostuvo en o, le indicó el los momentos camino difíciles. Fue ¡Qué alegría también su m ver juntos, co aestro. mo un model pastores exce o para el mun pcionales! do, a dos Uno de los escr itores que mej or conocen a Pa Leonardo Sap blo VI es Monse ienza, prefect o ñor d e la Casa Pon hombre a qu tificia, es dec ien hay que ir, ac el udir para obte personal con ner una audie el Papa. Cuan ncia do le visité en el borrador del septiembre m libro que esta e mostró ba a punto de también varias publicar. Me cartas que Mo mostró nseñor Romer audiencia. Y m o escribió par e hizo sentir q a pedir u e su amor por y que merecía Romero era pro una reparació fu ndo n de parte de nuevamente el la Santa Sede. martes 9 y me Le visité regaló el libro VI y Monseño , cuyo título es r Romero”. Lo “Pablo he leído casi d compartir con e un solo tirón y ustedes algun quiero as de sus afirm aciones: “El Papa Fran cisco ha dich o en diversas él Pablo VI es ocasiones que un ‘mártir’ po para r todo lo que Iglesia. Y en cu h a debido sufrir anto a Romero por la , él también h la Iglesia, de p a tenido que su arte de sus her frir por manos obispo incomprensió s de El Salvador n en la Curia R y por la o mana”. Son p sinceras de un alabras fuerte o de los cercan s y muy os colaborado continuación res del Santo Pa Monseñor Sap dre. A ienza afirma: “E Francisco une n esta ocasión en la misma ca el Papa n o nización a M Concilio y a R ontini, el Papa omero, ‘el pri del m er mártir del C de emoción le oncilio’”. Me er esto porqu ll ena e me recuerd Urioste, que ll a a Monseñor amó a Monse Ricardo ñor Romero, “m Como ven, un ártir del magis a bella sorpre terio”. sa. La otra sorp enorme interé resa es constat s que ha desper ar el tado el docum Romero titulad ental sobre Mo o “Pastor segú n se ñor n el corazón de fueron tomad Cristo”. Las im as hace casi ág en cuarenta año es televisión suiz s por un equ a, pero la narra ipo de la ción estaba en impedía escuch alemán y casi ar la voz de nu siempre estro santo. Pe hablado todo ro en este docum en español y cu ental, yo guión tuve el honor de es cribir, se

escucha la voz del pastor sin ninguna interferencia. Y gracias a Dios ahora podemos conocer exactamente qué respondió a las dos preguntas que más se han discutido. Se las dejo para que demos gracias al Señor por el inmenso regalo que nos ha dado. Estas son las preguntas que le formuló el periodista suizo: ¿Usted se ha convertido de un obispo conservador en un obispo progresista? “Yo no creo que ha habido un cambio sustancial. Ha habido mas bien una evolución, de acuerdo con las circunstancias. Mi ideal de sacerdote ha sido ser siempre fiel a la vocación al servicio de la Iglesia y del pueblo. Y no había habido una circunstancia tan violenta como la que me tocó al llegar al Arzobispado, que cuando yo llegué estaban expulsando sacerdotes y, al mes siguiente de mi llegada, mataron al Padre Rutilio Grande. Él, que participó en los primeros diálogos con el clero, me dio mucho ánimo sobre todo cuando él ya no era un colaborador sino un ejemplo de fidelidad hasta la muerte. El impulso, pues, de él, por una parte, y la necesidad de defender en una Iglesia tan perseguida hasta el asesinato del sacerdocio me impulsaron a una pastoral con más sentido de fortaleza en defensa de los derechos de la Iglesia y de los derechos del hombre”. ¿Tiene miedo de que lo maten como mataron al Padre Rutilio Grande? “Pues miedo propiamente no… Cierto temor prudencial, pero no un miedo que me inhiba, que me comprima de trabajar; al contrario. Muchos me dicen que debo de cuidarme un poco, que no ande exponiéndome. Pero yo siento que mientras camine en el cumplimiento de mi deber, que me desplace libremente a ser un pastor de las comunidades, Dios va conmigo y si algo me sucede, estoy dispuesto a todo”. Por eso no sólo el pueblo sino también la Iglesia, lo hizo santo. ¡Que viva San Romero del mundo!

de El Salvador


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ditorial La Canonización de Monseñor Romero: un tiempo de gracia Hemos llegado al acontecimiento tan esperado: la canonización de Monseñor Romero. Se trata de algo histórico para El Salvador y para la Iglesia salvadoreña. Nuestra Iglesia local contará con su primer santo. Nuestra mirada se dirige a Roma, la Ciudad de los mártires, allí el papa Francisco, el primer Papa latinoamericano, ha presidido la solemne celebración eucarística. La Iglesia Universal nos ha entregado a un santo, que ha traspasado las fronteras eclesiales hasta alcanzar un reconocimiento mundial. Poco a poco su legado fue reconocido por más personas. Ahora, que ha sido canonizado, tenemos la certeza que sus opciones y sus preocupaciones fueron siempre conformes al Evangelio, inspiradas en la fe, motivadas por su amor a Dios. Nadie puede dudar más de eso. Al ser canonizado, la Iglesia nos invita a mirar su vida y su enseñanza. Elevarlo a los altares, como muchas veces se ha repetido, no significa alejarlo de la gente, ni tenerlo distante o quitarle la fuerza de su compromiso con los más pobres. Al contrario, significa mirar su vida para inspirar un camino nuevo en aquellos que lo aman, que lo admiran, que lo llevan en su corazón. Tener a Monseñor Romero como santo es una dicha y un compromiso. Es un don que exige una respuesta. En estos días Monseñor Romero ha estado en la opinión pública de una manera especial. Muchos medios han hecho eco de las actividades y han aprovechado para recordar algunos aspectos de su vida. Se ha sentido su presencia entre nosotros, podríamos decir. A nivel eclesial fuimos convocados para estar “despiertos”, en vigilia. Se trataba de una noche especial: reunidos en las parroquias y muchos, desde sus casas. La madrugada da paso a una aurora nueva. La luz ha disipado las tinieblas. Pero hay que ir un poco más allá. No podemos quedarnos solamente con la foto de la Canonización ni con su estampa en nuestras casas. Hay que pedirle a Dios que nos ayude a discernir qué significa para cada uno de nosotros la respuesta de fe que hizo Monseñor Romero en las circunstancias que le tocaron vivir. También nosotros estamos llamados a responder a Dios en el día a día. Tener un santo como Monseñor Romero nos interpela en la autenticidad de la fe cristiana, en el compromiso para con los demás, en las consecuencias de la profesión de fe. Como en aquella ocasión en que a Jesús le preguntaron: “¿quién es mi prójimo?” y para que todos pensaran de una manera diferente quiso contarles la parábola del Buen Samaritano. Una situación del diario vivir. La fe no debe volverse ciega ante las circunstancias que viven los demás. La auténtica fe en Dios no significa pasar de largo, no puede vivirse como una dimensión privada. Nuestro Arzobispo, Monseñor José Luis Escobar Alas, anunció la publicación de su tercera Carta Pastoral con motivo de la Canonización del Beato Oscar Arnulfo Romero enfocada en el Sacramento de la Eucaristía. Esperemos que todos podamos vivir con más autenticidad este misterio de fe. Hace un par de días concluyó la Asamblea Arquidiocesana del Plan Pastoral. De todas las parroquias nos reunimos para llevar adelante la pastoral organizada de nuestra diócesis. Allí también se recordó que estamos en un tiempo de gracia y que Monseñor Romero puede animar nuestra Pastoral Ordinaria. Pidamos a Dios que san Oscar Romero nos ilumine para ser el fermento de Cristo aquí y ahora. ¡Que viva San Romero!

Documento

Queridos salvadoreños, hermanos y hermanas: Pocos días nos separan de aquello que podemos, desde ya, considerar como el gran acontecimiento de la historia de nuestro país −si me permiten a mí también de llamarlo “nuestro”, a pesar de haber llegado desde hace poco tiempo, pero desde el primer momento me he sentido uno de ustedes−: la Canonización de Monseñor Oscar Romero. Un hijo de esta tierra será elevado a los honores de los altares, transcendiendo de esta manera las angostas fronteras del país para ser patrimonio de todos, Patrimonio de la humanidad siempre en busca de maestros, de testigos, de profetas que como el Sólo y verdadero Profeta y Maestro puedan dar respuesta “a quien les pida cuenta de su esperanza” (1Pe 3,15). Muchas son, han sido y serán las actividades que nos han preparado a esta cita y que nos acompañarán por los días venideros. Muchos han viajado para vivir este acontecimiento en Roma, corazón mismo de la cristiandad, y otros lo viviremos aquí, en nuestros hogares, en nuestra Patria, uniéndonos a los miles, o mejor dicho a los millones, que desde cada rincón del mundo se desplazarán espiritualmente hasta la Plaza de San Pedro para un día decir “¡yo estaba allí!”. ¿Qué les puedo decir yo, que acabo de llegar, que ya no les hayan dicho? Parafraseando unas palabras del Santo Pontífice León Magno, quiero repetirles algo que llevo en mi corazón: En estos días “no puede haber lugar para la tristeza... Nadie tiene por qué sentirse alejado de la participación al gozo”, nadie tiene que vivir con temores, rencores, odios, miedo. Entonces, les invito, envueltos en el júbilo de estos acontecimientos, a presentar también nosotros un regalo al nuevo Santo, al primer Santo salvadoreño, a san Oscar Arnulfo Romero. No les pido de presentar “cosas”, que con el pasar del tiempo se deterioran, descomponen y desaparecen, sino que les pido algo más personal y profundo: les pido, como Nuncio y me atrevo a decirles con la misma voz del Santo Padre, que estos días que nos separan y los que vienen por lo menos hasta la gran celebración del 28 de octubre −y ojalá que fuera para siempre− que en El Salvador se vivan días pacíficos y tranquilos, días de concordia, amistad y fraternidad. Es la corona de flores que queremos espiritualmente depositar sobre la tumba de nuestro Santo: estará entretejida de las rosas de nuestro gozo; de las violetas de nuestros dolores y sufrimientos; de las azucenas de nuestras vidas limpias y comprometidas; del romero de nuestras buenas obras, del izote de nuestras esperanzas, de nuestros sueños y del hondo empeño de cambiar nuestra actitud frente a los demás. Estas flores las ponemos a los pies de nuestro salvadoreño Santo, de san Oscar Arnulfo Romero, para que él mismo las deposite a los pies del Salvador y nos haga orgullosos del nombre que llevamos, no sólo de palabra, sino de verdad. San Salvador, El Salvador, C.A. Jueves 11 de octubre de 2018.

DIRECTORIO

Roger Herrera EDITOR EN JEFE

Pbro. Simeón Reyes Pbro. Carlos Chavarría DIRECTOR

SUBDIRECTOR

Karen Terezón

Roger Herrera

CORRECCIÓN Y DISEÑO

DISEÑO DE PORTADA

Primer Santo


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Mons. Romero: piedra de tropiezo Pbro. Rodolfo Cardenal, SJ Director del Centro Mons. Romero, de la UCA El político salvadoreño, en general y en particular, el diputado se caracterizan por la desfachatez. Mienten con tal tranquilidad que caen en el cinismo sin inmutarse. En las campañas electorales, se prodigan en hacer promesas aun a sabiendas de que no las cumplirán. La promesa de transparencia de la recién pasada campaña electoral no ha pasado la primera prueba seria. La puja de los partidos por asegurarse puestos en la Corte Suprema de Justicia ha llevado a las dirigencias a negociar sus fichas en secreto sin sonrojarse. Tampoco la promesa de servir al pueblo ha pasado la prueba. Los diputados se resisten a declarar el agua y el saneamiento bienes públicos no privatizables para favorecer la inversión privada y a cerrar las posibilidades de la corrupción. Inesperadamente, Mons. Romero los ha avergonzado y los ha hecho recapacitar. Los diputados que se habían apuntado en la misión oficial que asistirá a su canonización han renunciado. El vacío dejado por el presidente de la Asamblea Legislativa quien, prudentemente, declinó formar parte de la delegación oficial, fue llenado por tres diputados. Pero la presión social los obligó a desistir. Uno de ellos argumentó, con aparente sensatez, que la canonización es un acto confesional, reñido con la naturaleza laica del Estado. Si bien eso es correcto, los diputados suelen legislar con la Biblia abierta, en contravención con la laicidad del Estado. Otro, un antiguo vicepresidente, impuesto por el fundador de Arena, no juzgó conveniente asistir a la exaltación de la víctima más prominente de su patrocinador. Durante la discusión legislativa, una voz protestó indignada que la gente los mira aviesamente cuando abordan el avión, porque piensa que lo hacen con el dinero de los contribuyentes, lo cual, aclaró, no siempre es así. Esa indignación evidencia que la presión social es eficaz, si se ejerce de manera amplia y sistemática. Así, pues, un rechazo social más claro y más universal tiene potencial para forzar a los funcionarios a actuar más sensatamente. De todas maneras, dada la afición de los diputados a los viajes, la actitud de los tres que renunciaron a ir a Roma con dinero público es notable. Pero ese es solo el comienzo. La coherencia y la honradez 1

Citas tomadas de la edición de UCA Editores

de El Salvador

debieran llevarlos a prescindir de la pléyade de asesores y ayudantes, que cada partido se receta. Si fueran tales, la legislación sería más oportuna y ágil. Pero esa no es su función. Una buena proporción del presupuesto legislativo se destina a recompensar, bajo la formalidad de salario, la lealtad al partido respectivo. Mientras tanto, todas las dirigencias se lamentan del elevado déficit fiscal y del volumen de la deuda. La retractación de los diputados muestra cómo Mons. Romero sigue incidiendo en la realidad nacional. El gesto es pequeño dado todo lo que habría que hacer para sanear la gestión pública, pero ha tenido lugar en uno de los sectores sociales más inconsciente. En el contexto actual, la presencia de esos diputados en su canonización hubiera sido una hipocresía más. La canonización es un acto abierto y todos son bienvenidos, incluso los pecadores, tal como afirma con agudeza humorística la caricatura de un diario digital, si hay arrepentimiento y deseo sincero de conversión. Mons. Romero tiene pendiente aún este milagro difícil. También tiene pendiente la unidad de la sociedad salvadoreña. La división siempre es maligna, pero la unidad no se impone desde arriba. La unidad solo es real cuando supera aquello que divide. En este caso, la enorme brecha que separa a la reducida minoría que acapara la mayor parte del ingreso nacional de la inmensa mayoría que debe conformarse con las sobras. La unidad se configura alrededor de realidades unificadoras, en concreto, la igualdad económica, la solidaridad y la fraternidad. La inspiración que la santidad de Mons. Romero pueda infundir nunca reemplazará la colaboración humana. Por eso, los llamados cada vez más frecuentes a una unidad no especificada deben ser tomados con cautela. La unidad real y la paz verdadera, según Mons. Romero, se fundamentan “en la justicia, en la equidad, en el plan de Dios […] No es un pequeño grupo el que Dios ha escogido, sino a todos los salvadoreños. Todos tenemos derecho a participar en nuestro propio destino, en nuestro propio bien común. No cabe entonces ninguna exclusión. Es derecho humano” (14 de agosto de 1977, 1,256) 1. Sin embargo, la paz siembran división, “porque no

todos comprenden la profundidad de [la] justicia donde están las raíces de la paz y solo quisieran una predicación muelle, suavecita, que no ofenda y que predique una falsa paz” (9 de abril de 1978, 2, 401). Mons. Romero nos invita a ser constructores de “la civilización del amor”, la cual “condena las divisiones absolutas, las radicalizaciones. Creo que este es el gran mal de nuestra sociedad. Nos hemos polarizado, nos hemos radicalizado en dos extremos. Y los que están en el extremo derecho miran que todo lo de la izquierda es vituperable, es comunismo, es terrorismo, y hay que acabar con ello, hay que reprimirlo. Y no es cierto […] Hay muchas voces de justicia, de reivindicaciones necesarias, urgentes, que hay que oírlas. No todo reclamo de justicia social es comunismo ni es terrorismo. Tengamos oídos con ética de discernimiento, del amor, para saber oír, en la voz del campesino que se muere de hambre, no un terrorista, sino un hermano que está necesitando la voz, la ayuda del que le puede dar” (12 de abril de 1979, 4, 376). En consecuencia, Mons. Romero llamó “a todas las clases sociales [a tomar] como propia la causa del pobre”. La invitación no es “demagogia, no es una división que queremos hacer, una lucha de clases”, porque esa causa es la “causa de Cristo” (18 de noviembre de 1979, 5, 353). Mientras la invitación de Mons. Romero cobra cuerpo, su martirio denuncia el pecado de división, que mantiene en guerra a las sociedad salvadoreña consigo misma. Su profecía y su llamado a la conversión al reinado de Dios y su justicia son muy actuales. Al igual que el evangelio, Mons. Romero no puede hacer otra cosa que dividir, mientras la sociedad no se encamine hacia la igualdad socioeconómica, la convivencia pacífica y la renuncia al egoísmo. Si la división es tan dolorosa y la unidad nacional tan necesaria, tal como claman los nuevos predicadores de la unión, por qué sus decisiones políticas no apuntan en esa dirección. A veces, pareciera que aspiran a una unidad sin contenido y, en consecuencia, piden aceptar resignadamente la desigualdad predominante. La unidad será realidad cuando caigan los muros que separan a la sociedad salvadoreña.


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“Yo esperaba que sucediera porque lo conocí como un santo”

San Oscar Arnulfo Romero: Su testamento pastoral

– Entrevista con don Gaspar Romero, hermano del nuevo Santo –

– “La dimensión política de la fe desde la opción por los pobres” –1

• Cómo era la relación con su hermano Oscar. ¿Cómo se refería a él? Don Gaspar Romero. Era una relación común como cualquier hermano, el respeto debido pero como cualquier hermano. Cuando estábamos solos nos tratábamos de vos, cuando él estaba en su oficina o en sus funciones, yo decía: ¿está aquí Monseñor?

Preparado por Luis Alonso Coto, Pbro. y Dr.

Nos comunicábamos muy a menudo, [incluso] mi esposa le compraba su ropa. • Describa por favor las cualidades principales de la personalidad de Oscar Romero. Don Gaspar Romero. Las cualidades principales desde pequeño es la humildad, una transformación que hacía ya cuando era sacerdote, se transformaba. Le gustaba estar con la gente humilde en los cantones y cuando él llegaba, venía aquí a estas oficinas [de gobierno] que lo invitaban, yo recuerdo que una vez lo invitaron de las Naciones Unidas, aquí teníamos una reunión y después de que veníamos de allá del “monte”, llegamos aquí y el habló desde el estrado, pero era con una oratoria increíble. • ¿Antes de entrar al Seminario Monseñor tuvo muchos amigos o amigas? ¿Existió quizá alguna amistad que supiera usted que fue muy especial? Don Gaspar Romero. A él lo quería mucho la gente, mujeres y hombres, tuvo un gran amigo con quien se quería mucho, Monseñor Rafael Valladares, estuvieron juntos en Roma y allá en Roma se graduaron (se ordenaron) de sacerdotes y se vinieron juntos. • ¿Usted percibió en él un cambio claro durante sus etapas de vida: de joven, como seminarista, ya sacerdote o como obispo? Don Gaspar Romero. Como joven era común y corriente como todo joven, le encantaba ir a la iglesia, como seminarista, excelente, becado en dos veces, una de San Miguel acá y otra de aquí al Vaticano donde se ordenó como sacerdote humilde y excesivamente generoso.

Discurso de Mons. Oscar Arnulfo Romero al recibir el doctorado honoris causa por la Universidad de Lovaina, pronunciado el 2 de febrero de 1980

Quisiera presentar un documento, que a lo mejor ya lo conocen los que leerán estas líneas, pero que podría considerarse como el “Testamento Pastoral de Monseñor Romero”. Es su discurso cuando él fue invitado por la Universidad de Lovaina, Bélgica, donde recibiría el Doctorado Honoris Causa y lo tituló “La dimensión política de la fe desde la opción por los pobres”. El contexto social y político en el país iba cada día peor, después del golpe de Estado del mes de octubre de 1979. Es más, Monseñor Romero dudó en asistir personalmente para recibir el Doctorado Honoris Causa que la Universidad de Lovaina le otorgaba. ¿Cómo se presentó Monseñor Romero ante las autoridades de esa prestigiosa universidad europea? Estas son sus primeras palabras: “Vengo del país más pequeño, país de la lejana América Latina. Vengo trayendo en mi corazón de cristiano salvadoreño y pastor, el saludo, el agradecimiento y la alegría de compartir experiencias vitales”. Y al presentar el tema de su discurso dice: “Sencillamente voy a hablarles más bien como pastor, que, juntamente con su pueblo, ha ido aprendiendo la hermosa y dura verdad de que la fe cristiana no nos separa del mundo,2 sino que nos sumerge en él, de que la Iglesia no es un reducto separado de la ciudad, sino seguidora de aquel Jesús que vivió, trabajó, luchó y murió en medio de la ciudad, en la ‘polis’”.

• ¿Conoció algunas de sus aficiones o pasatiempos? Don Gaspar Romero. En San Miguel le gustaba salir por las tardes a visitar enfermos y salir con los seminaristas. • Antes de ser martirizado ¿Cuándo fue la última ocasión que habló con Monseñor? Don Gaspar Romero. Lo vi la última vez el viernes antes del lunes que lo mataron. • Después de su martirio, qué pasó ¿Cómo vivió su familia los años luego de ese triste hecho? Don Gaspar Romero. En lo personal sentí el dolor de perder a un ser querido. Segundo el país perdió a un gran salvadoreño ilustre. Me dolió y me duele la forma cobarde como lo mataron. • ¿Para usted personalmente qué significa la Canonización? ¿Qué sintió cuando supo que se aprobó el milagro que lo llevaría a los altares? Don Gaspar Romero. Para mí una alegría, un gran honor para la familia y para El Salvador. Yo esperaba que sucediera porque lo conocí como un santo.

Lo que hará entonces Monseñor Romero es presentar la realidad del país y lo que la Iglesia y él como pastor, hacen en cuando a ese planteamiento de ir aprendiendo la “hermosa y dura verdad de que la fe cristiana no nos separa del mundo. Y retomando lo que dice el Concilio Vaticano II, en Lumen Gentium, N° 8, donde se expresa que la “esencia de la Iglesia está en su misión de servicio al mundo, en su misión de salvarlo en totalidad, y de salvarlo en la historia aquí y ahora… que está para solidarizarse con las esperanzas y gozos, con las angustias y tristezas de los hombres. La Iglesia es, como Jesús, para ‘evangelizar a los pobres y levantar a los oprimidos, para buscar y salvar lo que estaba perdido”. ¿Qué dirá entonces Monseñor Romero ante lo que dice este texto? Estas son sus palabras de pastor: “Mi aporte consistirá en poner carne concreta a esas hermosas declaraciones desde la propia situación de un pequeño país latinoamericano, típico de lo que hoy se llama Tercer Mundo. Y para decirlo de una vez y en una palabra que resume y concretiza todo, el mundo al que debe servir la Iglesia es para nosotros el mundo de los pobres”. (pasa a la página siguiente) 1

Discurso con motivo del Doctorado Honoris Causa conferido por la Universidad de Lovaina, Bélgica. 2 de feb.de 1980. Presento aquí sólo la primera parte. La segunda parte es más la presentación teológica de la opción pastoral. Aquí resumimos y comentamos brevemente su testamento pastoral.

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El subrayado fue agregado.

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(viene de la página anterior)

San Oscar Arnulfo Romero: Su testamento pastoral ¿Cómo lo plantea Monseñor Romero este gran proyecto pastoral, el cual ya es una realidad y una práctica en la Iglesia Arquidiocesana? En un primer momento, dirá Monseñor Romero que la Iglesia arquidiocesana ha ido viviendo estas etapas, importantes sin ninguna duda, de un proceso pastoral, siendo esto su experiencia personal y pastoral. ¿De qué manera? Veamos. a) Encarnación. Partiendo de un texto clave de Exodo 3, 9: “He oído el clamor de mi pueblo, he visto la opresión con que le oprimen”. Monseñor dice: “Estas palabras de la Escritura nos han dado nuevos ojos para ver lo que siempre ha estado entre nosotros, pero tantas veces oculto, aun para la mirada de la misma Iglesia”. ¡Qué importante es saber ver! Una Iglesia verdaderamente encarnada en la realidad y enviada al mundo de los pobres. b) Anunciadora. Si esta Iglesia está verdaderamente encarnada tiene la misión de anunciar la buena nueva a los pobres. Ciertamente es un Kairos. Que la Iglesia ahora tiene una buena noticia que anunciar a los pobres y dice Monseñor Romero: “Aquéllos que secularmente han escuchado malas noticias y han vivido peores realidades, están escuchando ahora a través de la Iglesia la palaba de Jesús: “El Reino de Dios se acerca… Es una novedad en nuestro pueblo que los pobres vean hoy en la Iglesia una fuente de esperanza y un apoyo a su noble lucha de liberación… La esperanza que predicamos a los pobres es para devolverles su dignidad y para animarles a que ellos mismos sean autores de su propio destino”. c) Comprometida. De esa misma convicción profética, de ser anunciadora de buenas noticias y con la capacidad de denuncia, viene como consecuencia un compromiso serio en la defensa de los pobres. La Iglesia, en palabras de Monseñor Romero “se ha comprometido firmemente en su defensa”. Retomando así lo más puro del profetismo del Antiguo Testamento. Ciertamente, ese discurso en Lovaina fue una clara denuncia profética de lo vivía el país en esos momentos. Podríamos decir que esas palabras de Monseñor Romero son siempre actuales e iluminadoras de un realidad donde cada vez hay más pobres y empobrecidos. d) Perseguida. Como resultado de ese caminar de la Iglesia que pastoreó Monseñor Romero, vino la persecución y el martirio. Por defender a los pobres la Iglesia entró en conflicto con los poderosos del país. Persecución no sólo en contra de los sacerdotes, sino también de muchos agentes de pastoral, como de obreros y campesinos, etc. Por eso dirá Monseñor Romero: “La verdadera persecución se ha dirigido al pueblo pobre, que es hoy el cuerpo de Cristo en la historia. Ellos son el pueblo crucificado, como Jesús, el pueblo perseguido como el siervo de Yahvé”. e) La dimensión política de la fe. Aquí entramos en lo que Monseñor Romero llama: “La verdadera opción por los pobres, de encarnarse en este mundo, de anunciarles una buena noticia, de darles una esperanza, de animarles a una praxis liberadora, de defender su causa y de participar en su destino. Esta opción de la Iglesia por los pobres es la que explica la dimensión política de su fe en sus raíces y rasgos más fundamentales”. Pero podríamos preguntarnos ahora: ¿Qué consecuencias pastorales trajo para la Iglesia todo este actual eclesial, teniendo

de El Salvador

como guía y pastor a Monseñor Romero? El mismo Obispo mártir nos lo dirá en tres puntos en la segunda parte de su discurso: a) Que hay una conciencia más clara del pecado. Es decir una ofensa a Dios que provoca la muerte del hombre. Es lo que está pasando en El Salvador, no solo ayer sino también hoy. Y la Iglesia que ha sabido ver esas estructuras de muerte ha aprendido “en su inserción en el mundo real y político a conocer y profundizar en la esencia del pecado. En ese mundo se desvela la más profunda esencia del pecado como la muerte de los salvadoreños”. b) Una mayor claridad sobre la encarnación y la redención. La experiencia eclesial de esta encarnación la sitúa en el plano de lo preferencial y la parcialidad. Es decir, es una opción clara por los pobres. ¿Por qué? Dirá Monseñor Romero: “El mundo de los pobres nos enseña cómo ha de ser el amor cristiano, que busca ciertamente la paz, pero desenmascara el falso pacifismo, la resignación y la inactividad; que debe ser ciertamente gratuito pero debe buscar la eficacia histórica…El mundo de los pobres nos enseña que la liberación llegará no sólo cuando los pobres sean puros destinatarios de los beneficios de los gobiernos o de la misma Iglesia, sino actores y protagonistas ellos mismos de su lucha y de su liberación”. c) Fe más profunda en Dios y en Cristo. En este sentido se trata de una opción mucho más profunda y donde no puede haber neutralidad: “Con gran claridad vemos que en esto no hay posible neutralidad. O servimos a la vida de los salvadoreños o somos cómplices de su muerte. Y aquí se da la mediación histórica de lo más fundamental de la fe: o creemos en un Dios de vida o servimos a los ídolos de la muerte”. En Monseñor Romero no hubo duda en cuanto a su opción y corrió los riesgos de esta opción hasta las últimas consecuencias. Su discurso lo termina diciendo: “La gloria de Dios es el pobre que vive”. Treinta y ocho años después, y al alegrarnos y celebrar su canonización este 14 de octubre de 2018, vienen una serie de preguntas: ¿Cómo hemos asumido estos pasos de un proceso o vivencia de la fe cuando hablamos hoy de Conversión Pastoral? O bien: ¿Por qué se da de manera tan profunda esa separación entre la fe y la vida? O ¿Por qué hemos reducido la fe al ámbito del culto y de las devociones dejando de lado el compromiso por transformar la realidad? ¿Qué nos dice San Oscar Romero hoy?


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Comunicado de prensa

Documento

Arzobispado de San Salvador 1. Todo está preparado para la Canonización de Monseñor Romero a realizarse el próximo 14 de octubre en Roma, la presencia de los salvadoreños será entorno a los 7,000 peregrinos. Este día hemos celebrado una solemne Eucaristía de envío de los peregrinos, para pedir a Dios les lleve con bien durante esta misión de fe que realizarán. El próximo domingo será la canonización y el siguiente día el lunes 15 a las 9:30 a.m, en el Aula Paulo VI, tendremos una solemne eucaristía de acción de gracias. Ese mismo día a las 12:00 m. Su Santidad el Papa Francisco nos recibirá en audiencia especial, siempre en el Aula Paulo VI. Tanto a la Canonización, como a la Misa de acción de gracias y a la audiencia especial con el Santo Padre podremos asistir todos los peregrinos. Aquí en el Salvador se vivirá la canonización en cada parroquia del país con solemnes vigilias y habrá una muy grande frente a nuestra Catedral de San Salvador, a la que estamos invitados todos. Habrá actos desde la tarde, a las 10:00 p.m. se hará la Santa Misa, y a las 2:00 a.m. se verá la transmisión de Ia Canonización en vivo en pantalla gigante. El día domingo 28 de octubre tendremos la solemne Eucaristía de acción de gracias por la Canonización de Monseñor Romero, a la que podremos participar todos tanto los peregrinos como los que celebraron aquí la canonización. 2. El recién pasado 27 de septiembre, en una gran concentración y marcha ciudadana, convocada por la Iglesia Católica y las la iglesias históricas llevamos 200,000 firmas a la Asamblea Legislativa, en una primera entrega; exigiendo a los señores diputados se apruebe el Proyecto de la Ley General de Aguas, que garantice el acceso al agua y el saneamiento a todos los salvadoreños y además que se apruebe la reforma constitucional reconociendo el derecho humano al agua. Esperamos que los señores diputados escuchen el clamor del pueblo y que lejos de privatizar el agua promulguen una Ley de Aguas justa que garantice el derecho a ese vital líquido a todos los salvadoreños. 3. A partir del 2 de octubre recién pasado ha iniciado la campaña de elecciones presidenciales. Es de desear que los institutos políticos realicen una campaña de altura, respetuosa y honesta. Ojalá sea una campaña limpia de la tristemente famosa pinta y pega, forma de campaña totalmente incivilizada, irrespetuosa y ofensiva a la sociedad. La sociedad está cansada de la violencia y la injusticia, no es conveniente el mal trato a nadie, sino el juego limpio, para obtener el mejor resultado en las urnas. Es importante que el pueblo esté vigilante y que haga uso de su derecho ciudadano para elegir a los mejores gobernantes posibles. Que Dios nos bendiga a todos. 7 de octubre de 2018

Mons. José Luis Escobar Alas Arzobispo de San Salvador

A nuestros lectores

El agua es vida y un derecho universal “[…] el acceso al agua potable y segura es un derecho humano básico, fundamental y universal, porque determina la sobrevivencia de las personas, y por lo tanto es condición para el ejercicio de los demás derechos humanos.” (Papa Francisco. Encíclica Laudato Sí, n.30)

Sres. y Sras. Diputados: San Romero; hace 39 años, en una de sus homilías nos dijo: “[…] Es espantoso oír por todas partes que […] el aire se está corrompiendo, que no hay agua, que hay regiones […] donde el agua apenas llega por minutos y a veces nada, que los mantos de agua se están secando, que ya aquellos ríos pintorescos de nuestras montañas han desaparecido. La alianza del hombre con Dios no se está cumpliendo porque el hombre es el Señor de la naturaleza y se está convirtiendo en un explotador de la naturaleza”. (Homilía 3/06/1979 Mons. Romero) Providencialmente; haciendo reflexión sobre lo que hace ya tantos años nos dijo nuestro Santo; al encontrarnos, este 27 de septiembre de 2018, en la gran concentración por la defensa del agua, venimos ante ustedes como pueblo desde los distintos rincones del país, venimos convocados por la Iglesia Católica, iglesias históricas, iglesias evangélicas, organizaciones sociales, universidades, comunidades, y parroquias, unidos y unidas por la defensa del agua. Desde hace más de una década el pueblo les ha exigido la urgente necesidad de que se apruebe la Ley General de Aguas y que se garantice el derecho humano al agua y al saneamiento reconociéndolo en la Constitución de la República. El pueblo salvadoreño ya está cansado de su falta de compromiso y voluntad para legislar sobre el agua. Como saben, nuestro país atraviesa una profunda crisis medioambiental que impacta directamente en una crisis del agua; crisis reconocida y científicamente documentada que nos afecta a todos los salvadoreños, pero mucho más a las personas en condiciones de pobreza, especialmente las mujeres, niños, niñas y ancianos. Como parte de nuestro compromiso ético, político y cristiano y ante la exhortación de nuestro Señor “Pidan y se les dará, busquen y hallarán, toquen y se les abrirá” (Mateo 7,7), venimos a presentarles miles de firmas en las que la población se ha expresado para que se reconozca al agua como un derecho humano y para que ustedes, como referentes del Estado, escuchen este clamor y lo plasmen de una vez en el artículo 2 de la Constitución de la República. En el nombre de Dios y del soberano pueblo salvadoreño, en una sola voz, les pedimos que aprueben la propuesta de Ley General de Aguas presentada en el 2012 por el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales. Esta propuesta de ley recogió la propuesta del movimiento social, que garantiza el enfoque de cuenca y que el agua se administre sin fines de lucro. Pedimos también que se incorpore al anteproyecto del MARN la propuesta de institucionalidad presentada por la UCA, el Arzobispado de San Salvador y la Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos en agosto de 2017, que garantizaría que el agua esté en manos del Estado y propicie la participación ciudadana. No dejen que nuestro pueblo muera de sed. Sí así lo hacen el pueblo los premiará y si no lo hacen, será este mismo pueblo quien los demandará y juzgará por haber atentado contra sus derechos más fundamentales para la vida y la paz. Diputados y diputadas: ¡Cumplan con su deber!

Esperamos sus sugerencias, comentarios o avisos de actividades parroquiales a los números:

2298-6268 o 7737-3760, y su correspondencia a: 1a. Calle Poniente Nº 3412, Col. Escalón, S.S. o bien al correo electrónico:

orientacion.semanario@gmail.com

Primer Santo


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Pastoral Juvenil realiza su Asamblea Arquidiocesana Este 30 de septiembre cientos de jóvenes participaron en la Asamblea Arquidiocesana, organizada por la Pastoral Juvenil, iniciando con una peregrinación desde la Plaza Divino Salvador del Mundo hasta el Liceo Salvadoreño.

También se contó con la participación del Ministerio de Alabanza Unción de Cristo y Alto Mando es el Señor.

Cardenal Gregorio Rosa Chávez (der.) en Santa Misa de la Asamblea Arquidiocesana

Finalizando con una Santa Misa presidida por el Cardenal Gregorio Rosa Chávez y concelebrada por el señor Nuncio Apostólico en El Salvador, Mons. Santo Gangemi, el encargado de la Pastoral Juvenil Pbro. Santos Belisario Hernández, entre otros sacerdotes invitados.

Gloria Amaya Urioste, sobrina de Monseñor (3ª de der. a izq.), asistió para recibir la distinción

Diputados de la Asamblea Legislativa otorgaron el 3 de octubre un reconocimiento como Hijo Meritísimo de El Salvador post mortem, a Monseñor Ricardo Urioste. Arriba: Las congregaciones compartieron información sobre sus carismas con los invitados. Izq.: Jóvenes de la arquidiócesis en peregrinación previo a la Asamblea Arquidiocesana

Ordenación del Padre José Ángel Rivera

El 6 de octubre recibió el sacramento de Orden Sacerdotal el Padre José Ángel Rivera Alemán, en la Parroquia San José, de San José Guayabal. La Santa Misa fue presidida por el Arzobispo de San Salvador, Monseñor José Luis Escobar Alas. Entre los concelebrantes estuvieron el Párroco, Pbro. Ricardo Amílcar Martínez y el Rector del Seminario San José

El Presidente de la Asamblea, Norman Quijano, destacó que “gracias a la evangelización y aporte dado se ha decidido otorgar a tan ilustre salvadoreño el reconocimiento”, quien además hizo mención de sus méritos personales y eclesiástico. El reconocimiento fue entregado por las autoridades a su sobrina, Gloria Amaya Urioste, el Diputado, Raúl Beltrán, agregó que “cuando los hechos de los hombres trascienden después de la vida, la nación debe reconocer el valor de quien deja huella”. Monseñor Urioste fue promotor de la Fundación Monseñor Romero. Además, a lo largo de su ministerio sacerdotal, desempeñó varios cargos en la Arquidiócesis de San Salvador: Canciller, Vicario General, Moderador de la Curia, y párroco de las iglesias San Francisco y Cristo Redentor.

El Padre José Rivera al momento de la consagración de las especies

de la Montaña, Pbro. Edgardo Reyes.

Monseñor José Luis Escobar impone sus manos sobre el nuevo presbítero de El Salvador

Con mucho amor y alegría la familia del Padre José asistió a la eucaristía, de igual manera, los feligreses de la Parroquia San Antonio, Soyapango, que lo acompañaron durante su vida de seminarista, fueron parte de la fervorosa celebración.

Monseñor Ricardo Urioste (Q.D.D.G.) junto a una pintura de Monseñor Romero

IGLESIA LOCAL

Este año la asamblea fue titulada Monseñor Romero: Profeta valiente, ejemplo de santidad, lema que se hizo notar en cada una de las actividades que se realizaron, entre las cuales destacaron porras, dinámicas y dramas enfocados en la vida de Monseñor Romero.

El Legislativo otorga distinción post mortem para Monseñor Ricardo Urioste


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14 de octubre de 2018

Vivamos juntos la Vigilia y la Canonización del Beato Oscar Romero 13 DE OCTUBRE 4:00 p.m. Homilía del Cardenal Angelo Amato tomada de la Beatificación 5:00 p.m. Peregrinación a Catedral desde la Plaza Divino Salvador del Mundo 6:00 p.m. Milagro de Monseñor Romero. Explicado por Cecilia de Rivas 6:50 p.m. Reportaje sobre Monseñor Romero 7:00 p.m. Cápsulas y Cantos de Mons. Romero 8:00 p.m. Santa Misa de inicio de la vigilia desde el atrio de Catedral de S.S. 11:30 p.m. Película “Romero”

Durante toda la transmisión habrá enlaces en vivo desde el Hospitalito La Divina Providencia, Cripta de Catedral Metropolitana y diferentes lugares de todo el país Retransmisión de la Solemne Eucaristía de Canonización: TVCa: 6:30 a.m., 12:00 m. y 9:00 p.m. Ágape TV Canal 8: 9:00 a.m. y 6:00 p.m.

Sintoniza el medio católico de tu preferencia a través de la televisión, la radio o internet y sé parte de la gran celebración por el primer santo salvadoreño

omero en el arte Artista: Isaías Mata Título: Santo Oscar Arnulfo Romero Técnica: Acrílico sobre tela Dimensiones: 152x102 cms.

Sus homilías proféticas, nos siguen convocando a la construcción de la justicia social, de trabajar solidariamente por los más necesitados del mundo, por unir nuestras manos y mente, a profundizar en el pensamiento crítico, de reflexionar de la necesidad realizar cambios sustantivos y significativos a favor de la vida. De construir sobre la base de las sombras, las luces de la convivencia con equidad e igualdad articulando el pasado con el presente para un futuro con esperanza. La imagen, su vida y humildad de Monseñor Romero, que muy pronto será nuestro santo, el Santo de América, que desde su martirio ha sido fuente de inspiración para los creadores de los distintos géneros del arte que lo han recreado en la senda por la paz, la fe, la esperanza, la justicia e identidad del imaginario colectivo e identitario; este gesto estético lo ha empoderado no solo los creadores de este pueblo, sino muchos creadores de pueblos hermanos latinoamericanos y del mundo. No es azaroso que su expresión sigue siendo aún más viva, su imagen y vida es narración abierta y franca, referente teológico, filosófico, socio cultural y ejemplo de vida que trasgredió los tiempos y los espacios, desde su martirio es símbolo e icono popular y universal que el pueblo de artesanos y artistas del mundo lo recrean y asumen su pensamiento y su voz, esa voz que irrumpió el silencio fuera de los patrones sistémicos, su palabra continuará siendo un bastión de solidaridad y liberación, que nos enseña como él lo expreso que, “no debemos callarnos frente a la injusticia”, es así que, su voz se ha convertido en un viento de esperanzas, su voz y palabra es renacida como un ejemplo vivo a favor de la humanidad, de la historia, que nos indica a resignificar la vida. Las obras presentadas en esta sección están expuestas en el Salón de Honor de la Cancillería, en el Ministerio de Relaciones Exteriores, hasta el 31 de octubre.

IGLESIA LOCAL

14 DE OCTUBRE 1:00 a.m. Antesala a la Misa de Canonización. Cápsulas, voz de Monseñor Romero 1:20 a.m. Video traslado restos de Mons. Romero a la Cripta de Catedral 1:50 a.m. Cápsula de Pablo VI y Mons. Romero 2:10 a.m. Santa Misa de Canonización desde Roma


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