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ÓRGANO OFICIOSO DEL ARZOBISPADO DE SAN SALVADOR. 21 de octubre de 2018
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“Dichosos al contemplar al amadísimo Padre de nuestro pueblo (…) elevado a los altares” – Agradecimiento al Santo Padre • Pág. 11 –
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Palabras del Arzobispo
Desde Roma – 420 –
Amadísimos hermanos y hermanas, les saludo desde la ciudad de Roma con gran estima, cariño y aprecio fraternal. Quiero en esta ocasión dirigir desde aquí mis palabras para ustedes en este momento tan especial por la Canonización de nuestro amado Monseñor Romero. Mi primera palabra es de felicitación para todos por este gran acontecimiento, por tan inmensa gracia que Dios nos ha concedido, nuestro gran santo Monseñor Romero, pero también mis felicitaciones por la forma en que se ha participado en dicha Canonización. Hemos visto con gran satisfacción el gran testimonio de fe y a la vez de amor para con Monseñor Romero al celebrar en El Salvador su Canonización de la manera más fervorosa y alegre posibles. La gran Vigilia de la Catedral de San Salvador ha sido un hermoso testimonio de fe para el mundo, pero también todas las vigilias en los templos del país, el repique de las campanas y todas las manifestaciones religiosas y culturales en honor a Monseñor Romero; es muy lindo en verdad. Por nuestra parte, los peregrinos, por distintos grupos nos fuimos reuniendo en Roma la semana pasada y hemos participado en los distintos actos culturales y religiosos que en honor a Monseñor Romero se han realizado, por eso quiero referirme de modo especial a los tres actos más importantes: La Canonización, la solemne Eucaristía de Acción de Gracias y la Audiencia Especial con el Santo Padre para agradecerle por la Canonización de Monseñor Romero. El día domingo 14 del presente mes, a las 10:00 a.m. tuvo lugar la gran celebración de la Canonización de Monseñor Romero y otros 6 santos más, Pablo VI, Francesco Spinelli, Vincenzo Romano, María Caterina Kasper, Nazaria Ignazia de Santa Teresa de Jesús March Mesa y Nunzio Sulprizio. A las 6:00 a.m. este servidor llegó a la Plaza de San Pedro y ya una gran cantidad de personas estaban esperando se abriese el acceso para ingresar. La mayoría de dichas personas eran salvadoreñas que con sus distintivos propios de la peregrinación y con gran alegría cantaban y gritaban consignas en honor a Monseñor Romero, mientras con gran paciencia esperaban para ingresar a la plaza de la Basílica donde sería el evento. La inmensa plaza se llenó de feligreses y no cupieron; se llenó también buena parte de la Vía de la Conciliación. Concelebraron muchos sacerdotes venidos del mundo entero, pero principalmente de El Salvador, concelebraron los Cardenales, que casi estaban todos los del mundo, pues estaban también participando del Sínodo y los Obispos, éramos un gran número, todos los participantes del Sínodo, pero también muchos que habíamos llegado expresamente para participar en la Canonización. De El Salvador estaba nuestro Cardenal Rosa Chávez y la Conferencia Episcopal en pleno. Participaron muchas hermanas religiosas y muchos religiosos, seminaristas, los hermanos de Monseñor Romero y sus familiares, la Familia Rivas que recibió el milagro de Monseñor Romero. Había muchas delegaciones de estados, entre ellas el Presidente de El Salvador y la Reina emérita doña Sofía de España.
Romero (…) para – Homilía de Su Santidad
El Papa al presidir la celebración lo hizo con tanta bondad y con la gran sabiduría que le caracteriza, su homilía fue linda invitándonos a vivir el Evangelio con radicalidad como lo han hecho los santos. Todo fue muy lindo, un regalo del Cielo verdaderamente especial. El momento de la Canonización fue verdaderamente impresionante e increíble, ver a Monseñor Romero junto al Papa Pablo VI en medio de los demás Santos presidiendo la celebración desde lo alto del frontispicio de la gran Basílica de San Pedro, nos causó un gozo en el alma verdaderamente indescriptible. Los 7,000 salvadoreños peregrinos hemos vivido una experiencia inolvidable e increíble que nunca terminaremos de agradecer a Dios, la Canonización de Monseñor Romero. El siguiente día, 15 de octubre, en el Aula Pablo VI, dentro del Vaticano, a las 9:30 a.m. más de 5,000 peregrinos tuvimos la alegría de participar de una solemne Misa de Acción de Gracias a Dios. Dicha celebración fue presidida por nuestro querido Cardenal Gregorio Rosa Chávez y concelebró S.E. Cardenal de Honduras, Mons. Oscar Andrés Rodríguez Maradiaga, todos los Obispos de El Salvador y buen número de Obispos de otros países, entre ellos el Arzobispo de Panamá. También concelebró una gran cantidad de sacerdotes de El Salvador y de otros países. El señor Cardenal nos regaló una homilía muy sentida sobre la figura y la doctrina de Monseñor Romero invitándonos a poner en práctica lo que el Santo nos enseñó. Acto seguido tuvo lugar la Audiencia Especial que nos concedió el Papa Francisco. Fue un momento memorable, el Papa entró saludando a los presentes, luego este servidor en nombre de todos dirigió unas palabas al Papa, con ellas principalmente di las gracias al Santo Padre por la Canonización de nuestro muy amado Monseñor Romero. En segundo lugar le pedí declarara Doctor de la Iglesia a San Oscar Romero y en tercer lugar le invité a que viniera a El Salvador a visitar a Monseñor Romero y a beatificar al Padre Rutilio Grande. Finalicé asegurándole nuestras oraciones y pidiéndole su bendición para todos los salvadoreños y para nosotros los peregrinos allí presentes. También en nombre de todos los salvadoreños entregué al Papa Francisco una pintura de Monseñor Romero. El Papa por su parte se vio muy contento con todos y yo pude ver que nuestras peticiones las recibió con alegría y beneplácito, aunque en su mensaje no dio respuesta a ninguna de mis peticiones, pero bien sabemos que eso obedece a que todo requiere procesos, por eso la respuesta viene después. Pidamos a Dios para que Monseñor Romero sea declarado Doctor de la Iglesia, también para que la visita del Papa a El Salvador sea una realidad y para que tenga lugar muy pronto la beatificación del querido Padre Rutilio. Que por intercesión de San Oscar Romero Dios les bendiga abundantemente, Fraternalmente,
† Mons. José Luis Escobar Alas Arzobispo Metropolitano de San Salvador
La segunda lectura nos ha dicho que «la palabra de Dios es viva y eficaz, más tajante que espada de doble filo» (Hb 4,12). Es así: la palabra de Dios no es un conjunto de verdades o una edificante narración espiritual; no, es palabra viva, que toca la vida, que la transforma. Allí, Jesús en persona, que es la palabra viva de Dios, nos habla al corazón. El Evangelio, en particular, nos invita a encontrarnos con el Señor, siguiendo el ejemplo de ese «uno» que «se le acercó corriendo» (cf. Mc 10,17). Podemos identificarnos con ese hombre, del que no se dice el nombre en el texto, como para sugerir que puede representar a cada uno de nosotros. Le pregunta a Jesús cómo «heredar la vida eterna» (v. 17). Él pide la vida para siempre, la vida en plenitud: ¿quién de nosotros no la querría? Pero, vemos que la pide como una herencia para poseer, como un bien que hay que obtener, que ha de conquistarse con las propias fuerzas. De hecho, para conseguir este bien ha observado los mandamientos desde la infancia y para lograr el objetivo está dispuesto a observar otros mandamientos; por esto pregunta: «¿Qué debo hacer para heredar?». La respuesta de Jesús lo desconcierta. El Señor pone su mirada en él y lo ama (cf. v. 21). Jesús cambia la perspectiva: de los preceptos observados
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(…) dejó la seguridad del mundo, entregar su vida según el Evangelio el Papa Francisco en ceremonia de Canonización de Monseñor Romero. Plaza de San Pedro, Roma. 14 de octubre de 2018 – (viene de la página 2) para obtener recompensas al amor gratuito y total. Aquella persona hablaba en términos de oferta y demanda, Jesús le propone una historia de amor. Le pide que pase de la observancia de las leyes al don de sí mismo, de hacer por sí mismo a estar con él. Y le hace una propuesta de vida «tajante»: «Vende lo que tienes, dáselo a los pobres […] y luego ven y sígueme» (v. 21). Jesús también te dice a ti: «Ven, sígueme». Ven: no estés quieto, porque para ser de Jesús no es suficiente con no hacer nada malo. Sígueme: no vayas detrás de Jesús solo cuando te apetezca, sino búscalo cada día; no te conformes con observar los preceptos, con dar un poco de limosna y decir algunas oraciones: encuentra en él al Dios que siempre te ama, el sentido de tu vida, la fuerza para entregarte. Jesús sigue diciendo: «Vende lo que tienes y dáselo a los pobres». El Señor no hace teorías sobre la pobreza y la riqueza, sino que va directo a la vida. Él te pide que dejes lo que paraliza el corazón, que te vacíes de bienes para dejarle espacio a él, único bien. Verdaderamente, no se puede seguir a Jesús cuando se está lastrado por las cosas. Porque, si el corazón está lleno de bienes, no habrá espacio para el Señor, que se convertirá en una cosa más. Por eso la riqueza es peligrosa y –dice Jesús–, dificulta incluso la salvación. No porque Dios sea severo, ¡no! El problema está en nosotros: el tener demasiado, el querer demasiado sofoca nuestro corazón y nos hace incapaces de amar. De ahí que San Pablo recuerde que «el amor al dinero es la raíz de todos los males» (1 Tm 6,10). Lo vemos: donde el dinero se pone en el centro, no hay lugar para Dios y tampoco para el hombre. Jesús es radical. Él lo da todo y lo pide todo: da un amor total y pide un corazón indiviso. También hoy se nos da como pan vivo; ¿podemos darle a cambio las migajas? A él, que se hizo siervo nuestro hasta el punto de ir a la cruz por nosotros, no podemos responderle solo con la observancia de algún precepto. A él, que nos ofrece la vida eterna, no podemos darle un poco de tiempo sobrante. Jesús no se conforma con un «porcentaje de amor»: no podemos amarlo al veinte, al cincuenta o al sesenta por ciento. O todo o nada. Queridos hermanos y hermanas, nuestro corazón es como un imán: se deja atraer por el amor, pero solo se adhiere por un lado y debe elegir entre amar a Dios o amar las riquezas del mundo (cf. Mt 6,24); vivir para amar o vivir para sí mismo (cf. Mc 8,35). Preguntémonos de qué lado estamos. Preguntémonos cómo va nuestra historia de amor con Dios. ¿Nos conformamos con cumplir algunos preceptos o seguimos a Jesús como enamorados, realmente dispuestos a dejar algo para él? Jesús nos pregunta a cada uno personalmente, y a todos como Iglesia en camino: ¿somos una Iglesia que solo predica buenos preceptos o una Iglesia-esposa, que por su Señor se lanza a amar? ¿Lo seguimos de verdad o volvemos sobre los pasos del mundo, como aquel personaje del Evangelio? En resumen,
¿nos basta Jesús o buscamos las seguridades del mundo? Pidamos la gracia de saber dejar por amor del Señor: dejar las riquezas, la nostalgia de los puestos y el poder, las estructuras que ya no son adecuadas para el anuncio del Evangelio, los lastres que entorpecen la misión, los lazos que nos atan al mundo. Sin un salto hacia adelante en el amor, nuestra vida y nuestra Iglesia se enferman de «autocomplacencia egocéntrica» (Exhort. ap. Evangelii gaudium, 95): se busca la alegría en cualquier placer pasajero, se recluye en la murmuración estéril, se acomoda a la monotonía de una vida cristiana sin ímpetu, en la que un poco de narcisismo cubre la tristeza de sentirse imperfecto. Así sucedió para ese hombre, que –cuenta el Evangelio– «se marchó triste» (v. 22). Se había aferrado a los preceptos y a sus muchos bienes, no había dado su corazón. Y aunque se encontró con Jesús y recibió su mirada amorosa, se fue triste. La tristeza es la prueba del amor inacabado. Es el signo de un corazón tibio. En cambio, un corazón desprendido de los bienes, que ama libremente al Señor, difunde siempre la alegría, esa alegría tan necesaria hoy. El santo Papa Pablo VI escribió: «Es precisamente en medio de sus dificultades cuando nuestros contemporáneos tienen necesidad de conocer la alegría, de escuchar su canto» (Exhort. ap. Gaudete in Domino, 9). Jesús nos invita hoy a regresar a las fuentes de la alegría, que son el encuentro con él, la valiente decisión de arriesgarnos a seguirlo, el placer de dejar algo para abrazar su camino. Los santos han recorrido este camino. Pablo VI lo hizo, siguiendo el ejemplo del apóstol del que tomó su nombre. Al igual que él, gastó su vida por el Evangelio de Cristo, atravesando nuevas fronteras y convirtiéndose en su testigo con el anuncio y el diálogo, profeta de una Iglesia extrovertida que mira a los lejanos y cuida de los pobres. Pablo VI, aun en medio de dificultades e incomprensiones, testimonió de una manera apasionada la belleza y la alegría de seguir totalmente a Jesús. También hoy nos exhorta, junto con el Concilio del que fue sabio timonel, a vivir nuestra vocación común: la vocación universal a la santidad. No a medias, sino a la santidad. Es hermoso que junto a él y a los demás santos y santas de hoy, se encuentre Monseñor Romero, quien dejó la seguridad del mundo, incluso su propia incolumidad, para entregar su vida según el Evangelio, cercano a los pobres y a su gente, con el corazón magnetizado por Jesús y sus hermanos. Lo mismo puede decirse de Francisco Spinelli, de Vicente Romano, de María Catalina Kasper, de Nazaria Ignacia de Santa Teresa de Jesús y también nuestro joven abruzzese-napolitano, Nunzio Sulprizio: el santo joven, valiente, humilde que supo encontrar a Jesús en el sufrimiento, en el silencio y en el ofrecimiento de sí mismo. Todos estos santos, en diferentes contextos, han traducido con la vida la Palabra de hoy, sin tibieza, sin cálculos, con el ardor de arriesgar y de dejar. Que el Señor nos ayude a imitar su ejemplo.
Su Eminencia el Papa Francisco al inicio de la Santa Misa
El Papa incienza las reliquias de los nuevos santos, colocadas a los pies de la imagen de la Virgen Santísima
Mons. Angelo Becciu, Prefecto de la Congregación de las Causas de los Santos, lee biografías de los siete santos, en presencia de sus respectivos Postuladores
Sacerdotes concelebrantes de la ceremonia se preparan para el momento de la Eucaristía
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ditorial San Oscar Romero: un Pastor Insigne La mañana del 14 de octubre, ante la mirada del mundo entero y El Salvador en vigilia, el Papa Francisco presidió la solemne Eucaristía en la que se proclamaba la santidad de Pablo VI, de Monseñor Romero y otros cinco más: “En honor de la Santísima Trinidad, para el crecimiento de la vida cristiana… los inscribimos en el Catálogo de los santos y establecemos que en toda la Iglesia sean devotamente honrados entre los santos”.
gente, con el corazón magnetizado por Jesús y sus hermanos”. Los santos han traducido con la vida la Palabra sin tibieza, sin cálculos, con el ardor de arriesgar y de dejar.
Por primera vez colgaba de la fachada de la Basílica de San Pedro un lienzo que llevaba la imagen de un salvadoreño. Es el reconocimiento de la Iglesia a la vida entregada de un pastor salvadoreño del siglo XX. El Obispo Mártir fue admirado en todo el ¡Monseñor Romero es santo! Será invocado como San Oscar mundo en la medida que se conocían las circunstancias en que le Romero de ahora en adelante. En Roma, desde muy temprano, tocó desarrollar su ministerio episcopal. En El Salvador no siempre cuando aún estaba de madrugada los salvadoreños se dieron cita en se le percibió en su verdadera dimensión porque se antepuso una la Plaza de San Pedro. No importaba el frío de la mañana o el fuerte cortina de falsedad –de mentiras y calumnias– que ocultaron la sol a medida que avanzaba el día. Aquella mañana era histórica. Los grandeza de su corazón de pastor. Pero poco a poco fue emergiendo que habían viajado hasta el Vaticano lo hicieron con la ilusión y la su verdadero lugar, su auténtica motivación, la fuente de su entrega esperanza de vivir un acontecimiento que marca la historia eclesial y la razón de su predicación. A todo esto contribuyó el proceso de de El Salvador e ilumina el caminar de nuestra sociedad. canonización. Un estudio detallado de su vida y de su enseñanza. Por primera vez acudían tantos salvadoreños a la Plaza de San En todo se comprobó que caían por tierra las malintencionadas Pedro. Sin duda que muchos más hubieran querido estar allí presentes. acusaciones hechas en su contra y apareció el testimonio de un Pero los que asistieron, en su mayoría, fueron hombres y mujeres pastor insigne. “de a pie”, que hicieron un verdadero esfuerzo para emprender este El mensaje de san Oscar Romero va dirigido a todos sin excepción, viaje. Lo que les movía era un auténtico amor a Monseñor Romero. grandes y chicos, para todos. La fuerza de la fe es la fuerza del Pueblo Lo podrá contar mejor cada uno de los que estuvieron allí presentes. de Dios. Él, Oscar Romero, repetía con fuerza que cada católico ha de Los santos fueron descritos por el Papa como personas que ser un mártir, porque mártir quiere decir testigo, es decir, testigo del aceptaron la llamada radical de Jesús a darlo todo. “Monseñor mensaje de Dios a los hombres, así lo dijo el Papa Francisco durante Romero dejó la seguridad del mundo, incluso su propia incolumidad, la audiencia concedida a los salvadoreños. ¡Que siga resonando para entregar su vida según el Evangelio, cercano a los pobres y a su entre nosotros la memoria vida de nuestro primer santo salvadoreño! Por Pbro. Simeón Reyes, Director de Semanario Orientación
Un santo de los salvadoreños Monseñor Romero, modelo de sencillez y entrega, buscó a los humildes y luego los humildes lo buscaron a él, identificándolo como su profeta y protector. A aquel santo varón le tocó Sigfrido Munés tioziggi@hotmail.com enfrentar aquella época de secuestros y reclutamientos forzosos, de violaciones a los derechos humanos de parte de ambos contendientes, de tomas de templos e inclusive del Arzobispado, y del luto y dolor que llegaron a tocar directamente a sus queridos hermanos sacerdotes, en el colmo de una vorágine de violencia irracional. Usar la figura del santo como bandera política no será nunca aceptable por los católicos que de tal manera son ofendidos e irrespetados. A esta situación se ha referido S.E. Monseñor Santo Rocco Gangemi, representante del Papa Francisco en nuestro país, diciendo:
DIRECTORIO
Pbro. Simeón Reyes DIRECTOR
“Cuidado a no transformar a San Oscar Romero en una bandera, él ha sido puesto por la Iglesia para que alumbre a la sociedad como una antorcha; no ha sido levantado sobre un mástil (asta). Lo digo porque en estos dos días han pasado cosas que no me han gustado. Lo veo con ojos de quien viene de afuera”. Tuve la honra de tratar de cerca a Monseñor Romero, quien estuvo en nuestra casa más de una vez. La Providencia quiso que Julita, mi esposa, le conociera cuando él era asesor espiritual de Cursillos de Cristiandad, movimiento donde ella participaba. Allí también tuve mi primer contacto personal con él. En la medida en que lo fui conociendo mejor y le escuchaba, descubría su erudición y autenticidad. Era sumamente fácil encariñarse con él. Dice mi esposa que nunca vio que Monseñor Romero perdiera la suavidad de su carácter, excepto un día que celebrábamos un cumpleaños en nuestra casa y que un grupo de izquierda se había tomado el Arzobispado, alojado por entonces en el edificio del Seminario Mayor.
Pbro. Carlos Chavarría SUBDIRECTOR
Roger Herrera EDITOR EN JEFE
Uno de los asistentes a la reunión, al ver la indignación del santo Arzobispo, se atrevió a decirle “Pero Monseñor, si ha sido una toma pacífica” a lo que el prelado le corrigió: “Cómo va a ser pacífica, si entraron armados y pusieron en el suelo y boca abajo a las personas que allí se encontraban…” Es que para Monseñor Romero no era aceptable de ninguna manera la violencia, sobre todo si era ejercida por gente armada contra personas indefensas. Julita de Munés nos dice que “le duele el corazón, cuando inclusive algunos católicos se han expresado contra el apostolado de San Oscar Arnulfo Romero, particularmente porque él recibía las quejas de quienes eran atropellados y luego hacía públicas las denuncias correspondientes”. Ella estuvo a su lado en algunas ocasiones en que fue buscado por las víctimas. ¿Qué otra cosa podría esperarse de aquel santo tan cristianamente solidario con el prójimo y que ahora seguirá velando por todos los salvadoreños? En Dios confiamos.
Karen Terezón
Roger Herrera
CORRECCIÓN Y DISEÑO
DISEÑO DE PORTADA
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Monseñor Romero ha sido canonizado Sábado 13 de octubre
Obispos de la Conferencia Espiscopal posan en la Plaza de San Pedro
Cardenal Gregorio Rosa Chávez en acto de develación de estatua en honor a Monseñor Romero, acompañado de autoridades italianas y salvadoreñas
Las personas se prepararon para la ceremonia de canonización con testimonios sobre Pablo VI, con el Padre GianPaolo Salvini, SJ; y sobre Mons. Romero con S.E. Card. Gregorio Rosa
Vigilia de preparación para la canonización de Monseñor Romero en la iglesia Santa María in Campitelli
La Plaza Divino Salvador del Mundo fue el punto de reunión para peregrinar hacia Catedral Metropolitana y participar de la vísperas de la Canonización de Monseñor Romero
El Pbro. José María Tojeira, SJ (foto inserta) presidió la Eucaristía con que inició la vigilia Oscar Romero. Concelebraron muchos sacerdotes de todo el país
Escultura en honor a San Romero en Jardín El Salvador ubicado en el Parque el Egeo, de Roma
Con fervor y alegría feligreses participaron de la Santa Eucarístia con que dio inicio la vigilia en espera de la Canonización de San Romero
Vigilia realizada en la Plaza Gerardo Barrios, que finalizó con la transmisión en pantallas de la ceremonia de Canonización de Monseñor Romero y otros seis santos desde el Vaticano
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Domingo 14 de octubre
Desde las 5:30 a.m. algunos peregrinos salvadoreños ya esperaban en las calles aledañas a la Plaza de San Pedro para poder ingresar a la ceremonia de Canonización de Monseñor Romero
Don Tiberio Romero (primer plano) junto a su familia aguardaban en la Plaza esperando el inicio de la Misa de Canonización
El Papa saluda a los asistentes a la ceremonia desde el Papamóvil a su llegada a la Plaza de San Pedro
Grupos de peregrinos de diferentes lugares del país participaron de la gran celebración que nos dio el primer santo salvadoreño
Peregrinos de Ciudad Barrios, la ciudad natal de Monseñor Romero, también acompañaron al ahora Santo
La celebración de la ceremonia de Canonización, presidida por el Papa Francisco, inició exactamente a las 10:10 a.m.
Junto a Monseñor Romero fueron canonizados Pablo VI, Vicenzo Romano, Franceso Spinelli, Nunzio Sulprisio, María Caterina Kasper y Nazaria Ignacia March
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Domingo 14 de octubre
La Misa fue concelebrada por el Arzobispo de San Salvador, Mons. José Luis Escobar Alas; el Obispo Auxiliar, S.E. Card. Gregorio Rosa Chávez; el Arzobispo de Madrid, Cardenal Carlos Osoro; el Obispo de Potosí (Bolivia), Mons. Ricardo Centellas; el Arzobispo de Nápoles, Cardenal Crescenzio Sepe, entre otros
Durante la ceremonia el Papa vistió una reliquia de Mons. Romero: el cíngulo que usó el día en que fue asesinado en San Salvador y que está manchado de su sangre
Miles de personas, salvadoreñas y de diversas nacionalidades, participan de la ceremonia de Canonización de sus santos, logrando un lleno total de la Plaza San Pedro
En la fachada de la Basílica de San Pedro se ubicaban los estandartes de los nuevos santos
A los pies de la Virgen Santísima estaban las reliquias de los siete nuevos santos
Misal con la imagen de San Romero que contenía en varios idiomas las lecturas y cantos utilizados en la Misa
Durante su homilía Su Santidad dijo que “es hermoso que junto a él y a los demás santos y santas de hoy, se encuentre Monseñor Romero, quien dejó la seguridad del mundo, incluso su propia incolumidad, para entregar su vida según el Evangelio, cercano a los pobres y a su gente, con el corazón magnetizado por Jesús y sus hermanos", de igual manera destacó que "todos estos santos, en diferentes contextos, han traducido con la vida la Palabra de hoy, sin tibieza, sin cálculos, con el ardor de arriesgar y de dejar”
Estandartes de San Oscar Romero y San Pablo VI decoraban la fachada de la Basílica a la vista de todos los asistentes
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Lunes 15 de octubre
Foto de La Prensa Gráfica
El señor Arzobispo de San Salvador, Mons. José Luis Escobar (der.), antes de participar de la acción de gracias por la canonización de Mons. Romero
S.E. Cardenal Gregorio Rosa muestra una de las ofrendas presentadas durante la Eucaristía que presidió antes de la Audiencia Especial
Cecilia Flores y Alejandro Rivas, beneficiados con el milagro de San Oscar Romero, a la espera de la audiencia con el Papa Francisco en el Aula Pablo VI
Con alegría sacerdotes y feligreses saludan al Santo Padre al inicio de la Audiencia Especial donde brindó un mensaje a todos los salvadoreños
Durante la audiencia el Papa Francisco agradeció a los salvadoreños por acompañar a Romero y de manera especial, a Angelita Morales, quien fue asistente de Monseñor Romero durante ocho años
Don Gaspar Romero, hermano del único santo salvadoreño, fue recibido en audiencia privada con Su Santidad el Papa
“Santo Padre, esto es hecho con las manos de los salvadoreños” Eunice Rojas de Bello, quien coordinó el grupo “Peregrinos de la Paz” que viajaron a Roma, fue entrevistada por nuestros hermanos de Radio Paz, acerca de su experiencia en la Audiencia Especial con el Papa, en el aula Pablo VI. “Yo estaba a tres filas de ese lugar donde pasó el Santo Padre”, recuerda. Sobre el lugar donde pudo interactuar con Su Santidad comentó “estaba reservado para diplomáticos y algunas religiosas, pero me cedieron ese puesto”. Es en el mismo lugar donde previamente S.E. Card. Gregorio Rosa Chávez había oficiado la Misa, junto a los señores Obispos de la Conferencia Episcopal, ahí surgieron los 58 segundos más inesperados. Entre regocijo y emociones encontradas, Eunice ve llegar al Papa quien saluda al Presidente de la República, algunos diplomáticos que estaban allí, luego se va caminando hacia los primeros de la fila donde ella estaba. En ese momento mentalmente planeó “primero le pongo el gafete y después le voy a poner el sombrero, porque si le pongo el sombrero después no le voy a poder poner el gafete… después le voy a dar la camándula y el cuadro”. Justo cuando Eunice Rojas vio a Su Santidad acercarse extendió su mano entre los presentes y colocó el sombrero en la cabeza del Santo Padre. Sonriendo le manifiesta lo siguiente: “esta es una muestra de los sombreros de nuestros campesinos
que trabajan la tierra en nuestro país”. El Papa le mira fijamente y pregunta: “¿esto es mío?”. Ella le externa emocionada que sí, y simultáneamente le entregó una camándula con la imagen de Mons. Romero. “Santo Padre, esto es hecho con manos de artesanos salvadoreños, al igual que este cuadro. Es un regalo para usted”. Horas antes, y previo a salir del lugar de descanso, Eunice fue abordada por una de las religiosas peregrinas, quien le sugiere
la idea de darle un cuadro al Papa. Por otro lado, el equipo de Radio Paz había preparado también un gafete exclusivamente para el Papa, que lo acreditaba como Peregrino de la Paz. Luego de ese icónico encuentro, el Papa Francisco se aleja y continúa su saludo con otros salvadoreños que se encuentran dentro del salón. Este encuentro tan inigualable fue capturado por la prensa Vaticana, y replicado en las agencias de noticias internacionales.
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“El recuerdo de San Oscar Romero es una oportunidad excepcional para lanzar un mensaje de paz” - Discurso del Santo Padre Francisco a los peregrinos de El Salvador con ocasión de la Canonización de Monseñor Romero. Aula Pablo VI. 15 de octubre de 2018 Queridos hermanos y hermanas: Buenos días y muchas gracias por estar aquí. La canonización de Mons. Oscar Romero, un pastor insigne del continente americano, me permite tener un encuentro con todos ustedes, que han venido a Roma para venerarlo y, al mismo tiempo, para manifestar su adhesión y cercanía al Sucesor de Pedro. Muchas gracias Saludo en primer lugar a mis hermanos en el Episcopado, los obispos de El Salvador, venidos a Roma acompañados de sus sacerdotes y fieles, y tanta monja, ¿no? San Oscar Romero supo encarnar con perfección la imagen del buen pastor que da la vida por sus ovejas. Por ello, y ahora mucho más desde su canonización, pueden encontrar en él un «ejemplo y un estímulo» en el ministerio que les ha sido confiado. Ejemplo de predilección por los más necesitados de la misericordia de Dios. Estímulo para testimoniar el amor de Cristo y la solicitud por la Iglesia, sabiendo coordinar la acción de cada uno de sus miembros y colaborando con las demás Iglesias particulares con afecto colegial. Que el santo Obispo Romero los ayude a ser para todos signos de esa unidad en la pluralidad que caracteriza al santo Pueblo fiel de Dios. Saludo también con especial afecto a los numerosos sacerdotes, religiosos, religiosas que están aquí y los que quedaron en la Patria. Ustedes, que se sienten llamados a vivir un compromiso cristiano inspirado en el estilo del nuevo santo, háganse dignos de sus enseñanzas, siendo ante todo «servidores del pueblo sacerdotal», en la vocación a la que Jesús, único y eterno sacerdote, los ha llamado. San Oscar Romero veía al sacerdote colocado en medio de dos grandes abismos: el de la misericordia infinita de Dios y el de la miseria infinita de los hombres (cf. Homilía durante la ordenación sacerdotal, 10 diciembre 1977). Queridos hermanos, trabajen sin descanso para dar cauce a ese anhelo infinito de Dios de perdonar a los hombres que se arrepienten de su miseria, y para abrir el corazón de sus hermanos a la ternura del amor de Dios, también a través de la denuncia profética de los males del mundo. Quiero también dirigir igualmente un cordial saludo a los numerosos peregrinos venidos a Roma para participar en esta canonización, y también a los miembros de la comunidad salvadoreña de Roma. El mensaje de san Oscar Romero va dirigido a todos sin excepción, grandes y chicos, para todos. Me impresionó al entrar una abuela de noventa años que gritaba y aplaudía como si tuviera quince. La fuerza de la fe es la fuerza del pueblo de Dios. Él, Oscar Romero, repetía con fuerza que cada católico ha de ser un mártir, porque mártir quiere decir testigo, es decir, testigo del mensaje de Dios a los hombres (cf. Homilía en el I Domingo de Adviento, 27 noviembre 1977). Dios quiere hacerse presente en nuestras vidas, y nos llama a anunciar
Como una muestra de afecto a El Salvador, Su Santidad el Papa Francisco concedió una Audiencia Especial a los peregrinos llegados desde nuestro país para la canonización
su mensaje de libertad a toda la humanidad. Solo en Él podemos ser libres: libres del pecado, del mal, libres del odio en nuestros corazones –él fue víctima del odio–, libres totalmente para amar y acoger al Señor y a los hermanos. Una verdadera libertad ya en la tierra, que pasa por la preocupación por el hombre concreto para despertar en cada corazón la esperanza de la salvación. Sabemos bien que esto no es fácil, por eso necesitamos el apoyo de la oración. Necesitamos estar unidos a Dios y en comunión con la Iglesia. San Oscar nos dice que sin Dios, y sin el ministerio de la Iglesia, esto no es posible. En una ocasión, se refería a la confirmación como al «sacramento de mártires» (Homilía, 5 diciembre 1977). Y es que sin «esa fuerza del Espíritu Santo, que los primeros cristianos recibieron de sus obispos, del Papa…, no hubieran aguantado la prueba de la persecución; no hubieran muerto por Cristo» (ibíd.). Llevemos a nuestra oración estas palabras proféticas, pidiendo a Dios su fuerza en la lucha diaria para que, si es necesario, «estemos dispuestos también a dar nuestra vida por Cristo» (ibíd.). También desde aquí envío mi saludo a todo el pueblo santo de Dios que peregrina en El Salvador y hoy vibra por el gozo de ver a uno de sus hijos en el honor de los altares. Sus gentes tienen fe viva que expresan en diferentes formas de religiosidad popular y que conforma su vida social y familiar: la fe del santo pueblo fiel de Dios. A los sacerdotes, a los obispos les pido: «Cuiden al santo pueblo fiel de Dios, no lo escandalicen, cuídenlo». Y
no han faltado las dificultades, el flagelo de la división, el flagelo de la guerra; la violencia se ha sentido con fuerza en su historia reciente, pero ese pueblo resiste y va adelante. No son pocos los salvadoreños que han tenido que abandonar su tierra buscando un futuro mejor. El recuerdo de San Oscar Romero es una oportunidad excepcional para lanzar un mensaje de paz y de reconciliación a todos los pueblos de Latinoamérica. El pueblo lo quería a mons. Romero, el Pueblo de Dios lo quería. Y ¿saben por qué? Porque el Pueblo de Dios sabe olfatear bien dónde hay santidad. Y acá entre ustedes, yo tendría para agradecer a tanta gente, a todo el pueblo que lo ha acompañado, que lo ha seguido, que estuvo cerca de él. Pero, ¿cómo hago para agradecer? Así que elegí a una persona, una persona que estuvo muy cerca de él, y lo acompañó y lo siguió; una persona muy humilde del pueblo: Angelita Morales. En ella pongo la representación del Pueblo de Dios. Yo le pediría a Angelita si puede venir [aplausos y cantos mientras se acerca la Sra. Morales]. Junto a la alegría de todos ustedes, pido a María, Reina de la Paz, que cuide con ternura a todos los habitantes de El Salvador y quenuestro Señor bendiga a sus gentes con la caricia de su misericordia. Y, por favor… –¿Ustedes pagaron entrada para entrar acá, o no? [Responden: «¡No!»]–. Bueno, ahora van a tener que pagar, y el precio es que recen por mí. Rezamos a la Virgen antes de recibir la bendición. Ave María… San Oscar Romero [R: Ruega por nosotros], y los bendiga Dios Todopoderoso...
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Estos son los 7 nuevos santos de la Iglesia
1. Pablo VI El Beato Pablo VI es el Papa autor de la Humanae Vitae, la visionaria Encíclica sobre la defensa de la vida y la familia en la que advirtió los problemas a causa de la mentalidad anticonceptiva. Este Pontífice fue además quien llevó a término el Concilio Vaticano II, iniciado en 1962 por San Juan XXIII. Giovanni Battista Montini nació en Lombardía (Italia) el 26 de septiembre de 1897. Fue elegido Papa el 21 de junio de 1963. Luego de 15 años de pontificado, falleció el 6 de agosto de 1978. La reliquia de San Pablo VI fue una camiseta que usó cuando sufrió un atentado en Manila, que tenía algunas manchas de sangre a causa de las dos puñaladas que recibió en el aeropuerto a su llegada a Filipinas el 27 de noviembre de 1970. 2. Nazaria Ignacia de Santa Teresa de Jesús Nació el 10 de enero de 1889 en Madrid (España). Después de algunos años dentro de las Hermanitas de los Ancianos Desamparados, fundó en 1927 una nueva congregación: las Hermanas Misioneras Cruzadas de la Iglesia, con la que sirvió a los más necesitados y a las mujeres en Bolivia. En 1938 visitó también Argentina donde promovió varias instituciones a favor de los jóvenes y los pobres. Murió en Buenos Aires en 1943. Se le considera la primera santa de Bolivia. La reliquia de Santa Nazaria Ignacia March Mesa, era un mechón de cabellos. 3. Pbro. Vincenzo Romano Vincenzo Romano fue un sacerdote diocesano, nació el 3 de junio de 1751 en Torre del Greco, Italia. Recibió la ordenación sacerdotal en 1775. Trabajó en la reconstrucción de Torre del Greco, ciudad que quedó casi totalmente destruida luego de la erupción del volcán Vesubio en 1794. Además inventó la “rastreadora”, una estrategia misionera
Misa solemne de acción de gracias por la Canonización de San Oscar Arnulfo Romero
para reunir, con el crucifijo en la mano, a grupos de personas o transeúntes, improvisar una predicación, y luego acompañarlos a la iglesia u oratorio más cercano para rezar juntos. A menudo se convirtió en un mediador entre los dueños de los corales y los marineros que enfrentaban los riesgos y la fatiga de la pesca. Murió el 20 de diciembre de 1831. La reliquia de San Vincenzo fue una vértebra. 4. María Caterina Kasper Nació el 26 de mayo de 1820. En 1845 comenzó su vida religiosa junto con algunas compañeras y en 1848, en el día de la Asunción, abrió su hogar a los pobres del país. A la nueva asociación dio el nombre de Esclavas Pobres de Jesucristo. La madre María Caterina siguió la formación de novicias y la apertura de nuevas casas, incluso en el extranjero, para ayudar a los inmigrantes alemanes. Murió el 2 de febrero de 1898. La reliquia de Santa María Caterina Kasper fue un hueso de la espina vertebral. 5. Francesco Spinelli Nació en Milán el 14 de abril de 1853, fue ordenado sacerdote en 1875, comenzó su apostolado entre los pobres en la parroquia de su tío don Pietro. En 1882 conoció a Caterina Comensoli, que deseaba convertirse en religiosa de una congregación cuyo propósito sea la Adoración Eucarística. Entre miles de vicisitudes se llega a la fundación de un instituto que debía dividirse. La Madre Comensoli estableció la Congregación de las Hermanas Sacramentinas, y Francesco la de las Hermanas Adoratrices de las Santísimo Sacramento.
6. Nunzio Sulprizio Inicialmente estaban programadas seis canonizaciones para este 14 de octubre, según anunció el Vaticano 19 de mayo de este año. Sin embargo, el 19 de julio el Papa Francisco decidió que Nunzio Sulprizio, fallecido a los 19 años de edad, sea también declarado santo en el marco del Sínodo de los Jóvenes que se realiza en el Vaticano hasta el 28 de octubre. Nunzio Sulprizio nació en Pescosansonesco (Italia) el 13 de abril de 1817. Durante su infancia padeció las consecuencias de la pobreza, la enfermedad y el maltrato; especialmente de su tío materno. Desde que sus padres fallecieron, su tío lo obligó a trabajar como herrero en condiciones inhumanas, las cuales le habrían provocado el tumor óseo que lo llevó a la muerte el 5 de mayo de 1836. La reliquia de San Nunzio Sulprizio, el santo más joven de este grupo ya que falleció a los 19 años, fue un hueso de un dedo de una de las manos. 7. Monseñor Oscar Romero El Arzobispo de San Salvador nació en la Ciudad de Barrios, El Salvador, el 15 de agosto de 1917 y murió mártir por odio a la fe el 24 de marzo de 1980, asesinado cuando celebraba la Misa en medio de una naciente guerra civil entre la guerrilla de izquierda y el gobierno dictatorial de derecha. Según las investigaciones, la autoría del asesinato apunta a un grupo de aniquilación vinculado a la dictadura militar, que creía que Mons. Romero era cercano a la guerrilla marxista debido a su preocupación por los pobres, una acusación alejada de la realidad.
Promovió a los marginados, rechazados, y estableció escuelas, oratorios, asistencia a los enfermos o ancianos solitarios. Murió el 6 de febrero de 1913.
En su lucha por los más pobres y en sus denuncias contra la dictadura, el ahora santo estuvo respaldado por los papas Pablo VI y San Juan Pablo II.
La reliquia de San Francesco Spinelli era un hueso de uno de los pies.
La reliquia de San Oscar Romero que fue llevada a la Plaza de San Pedro, era una parte de una costilla.
Fundación para la Educación Experiencial Pablo Tesak invita a las obras con títeres Monseñor habla a la niñez de hoy Sábado 27 de octubre 9:00 a.m.
Domingo 28 de octubre 9:00 a.m. Catedral Metropolitana de San Salvador Invita: Conferencia Episcopal de El Salvador
Las tentaciones de Monseñor (recomendada para jóvenes y adultos) HOY domingo 21 de octubre 3:00 p.m.
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San Romero de “Dichosos al contemplar al Centroamérica, amadísimo Padre de nuestro el mundo te pueblo (…) elevado a los altares” recibe con gozo - Agradecimiento al Santo Padre, el Papa Francisco, Mons. Oscar A. Romero, recientemente declarado santo junto a 6 santos más, forma parte fundamental del corazón de todos los latinoamericanos. Centroamérica, sin duda, vivió el 14 de octubre como una fecha histórica. Ejemplo de ello la Arquidiócesis de Managua, S.E. Card. Leopoldo Brenes presidió una Eucaristía en la que pidió a San Oscar Romero “que acompañe a El Salvador y a nosotros [Nicaragua], para que interceda ante nuestro buen Dios para que todos podamos ser verdaderos promotores de una cultura de paz, de una cultura de diálogo”. Señaló además que “Monseñor Romero fue un obispo bueno. Fue bueno porque tenía a Cristo en el corazón. Todos tenemos que ser buenos por Cristo. Él nos hace bueno, la gloria no es nuestra”. Por otro lado los Obispos de México felicitaron al pueblo de El Salvador por la canonización de San Óscar Arnulfo Romero. Manifestaron su sentir a través de su cuenta de Twitter: “Felicidades a todo el pueblo salvadoreño, y a su Iglesia, por la canonización de Monseñor Oscar Arnulfo Romero. Nos alegramos grandemente con ustedes y bendecimos a Dios por este maravilloso don que nos concede”. Además, la Arquidiócesis de Panamá ofreció una Eucaristía en la Basílica Menor Don Bosco, que fue presidida por Mons. Uriah Ashley, Obispo Auxiliar de la Arquidiócesis. Durante la Acción de Gracias estuvo presente la reliquia de monseñor Romero, misma que permanecerá durante la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ 2018), por ser copatrono de este inmenso evento. Asimismo, en el Santuario de San Pedro Claver, de Cartagena, en Colombia, se celebró la canonización del Obispo mártir “voz de los sin voz” con un Cine foro, una exposición de arte y una acción de gracias. La iglesia Anglicana, en Inglaterra, celebrará un acto conmemorativo por la santificación de Romero, en la abadía de Westminster hasta en noviembre.
S.E. Card. Leopoldo Brenes observa una imagen de Mons. Romero en la Catedral de Managua. Durante la Eucaristía Su Eminencia utilizó una mitra que lleva escrito el lema espiscopal de San Oscar Romero: “Sentir con la Iglesia”
por la Canonización de Monseñor Oscar Arnulfo Romero El señor Arzobispo de San Salvador, Monseñor José Luis Escobar Alas, externó la gratitud de todo el pueblo salvadoreño a Su Santidad el papa Francisco este 15 de octubre, luego de una acción de gracias que concelebraron los obispos de la Conferencia Episcopal por la canonización de Monseñor Romero. Durante su mensaje, Monseñor agradeció al Santo Padre por ser el instrumento que Dios utilizó para este fin y reiteró su invitación a que visite nuestro país el año próximo. A continuación el texto completo.
C o n fe r e n c ia
E p is c o p a l d e E l S a lv a d o r
Beatísimo Padr e, En nombre de nuestra Prov incia Eclesiás sacerdotes, re tica, mis herm ligiosas, religio anos obispos, sos y del pueb complace expr lo salvadoreñ esarle nuestr o en general, o más profun que ha hecho me do agradecim en favor de la iento por todo Causa de Can Obispo, Pastor lo onización de , Profeta y M nuestro amad ártir, San Osc palabras que su ís im o ar A rnulfo Romer ficientemente o. No tenemos puedan expres nuestros cora ar lo zones de tant s sentimientos a alegría y jú que embargan dichosos al co bilo, nos sent ntemplar al am imos verdader adísimo Padre de gloria y el amente de nuestro pu evado a los al tares. Bien sa eblo, revestid de la bondad be o mos que este divina, que es es un don espe un inmenso re de celebrar un ci al galo de Dios, a solemne Eu por eso acabam caristía de Acc también sabe os ión de Gracias mos que Crist o al Señor; pero ha que ha sido U actuado media sted Santo Pa nte su Vicario dre el instrum en la tierra y tan amado M ento del Seño onseñor Rom r para que nu ero haya sido nuestra gratitud estro tan altamente para con Usted glorificado, po es eterna y nu grande bondad r eso nca vamos a po recibida de Su der pagar tan Persona, sólo creces tanta bo D ndad de su pa ios sabrá reco rte para con no mpensar con sotros y para co Deseo hacer n nuestro pueb propicia la o casión para lo. pastores y el pu suplicarle en eblo de Dios, nombre de lo a Usted Santo humilde y re s Padre, de la m spetuosa, teng anera más aten a a bien acep la apertura de ta , ta r nuestra solicit l debido Proc ud de ordena eso para que declarado Doc r Sa n Oscar Arnul tor de la Igle fo Romero se sia, pues esta Magisterio y a mos seguros su testimonio qu e su valiosísimo d e al m u n d o ac vida será un tu al , q u e tr is faro de luz q te m en te p ad ue iluminará falta de fe, y, ec e o sc u ri d ad por otra, grav , p o r es u n a p ar te , injusticias so violaciones de ciales que ca los Derechos usan gravísim Humanos y de as En nombre de to la dignidad de dos los salvador las personas. eños, le reitero a nuestro país, nuestra cordial a visitar a Mon invitación a visi señor Romero Tener a Su Sant tar y Beatificar al idad con noso Padre Rutilio G tros será otra in rande. mensa gracia pa Finalmente en ra nuestro pueb este momento lo. Iglesia, expres de turbulenci a que atravies amos a Usted a la nave de la Santo Padre, nu total apoyo y estra absoluta puede estar se fidelidad, nues guro de nuestr y Su Ministeri tro a continua orac o Petrino. Incl ió n por Su Person inados a Usted imparta su be a con reverencia ndición para , suplicamos no nuestro pueb todos los pere lo s en grinos. El Salvador y para nosotros † Mons. José Lu is Escobar Ala s Presidente de la CEDES. Arzobispo Met ropolitano de Sa n Salvador
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21 de octubre de 2018
21 de octubre de 2018 ¡Colaboremos con la evangelización del mundo entero!
“Cada hombre y mujer es una Misión, y esta es la razón por la que se encuentra viviendo en la tierra”
omero en el arte
Gothy López ha inspirado su obra en la persona de Monseñor Romero, a través de ella ha querido transmitir su esencia y su luz, es por ello que su imagen parece salir en primer plano dejando atrás las sombras que representan ese período de oscuridad de nuestra historia salvadoreña en donde San Romero supo transmitir luz con su prédica y ejemplo.
Artista: Gothy López Título: “Romero” Técnica: Óleo sobre tela Medidas: 150 x 100 cms. Año: 2016 Ubicación: Iglesia Santísimo Sacramento de Tor de Schiavi de Roma, Italia
Las obras presentadas en esta sección están expuestas en el Salón de Honor de la Cancillería, en el Ministerio de Relaciones Exteriores, hasta el 31 de octubre.
IGLESIA LOCAL
El 37% de la Iglesia católica lo constituyen territorios de misión, un total de 1,100 circunscripciones eclesiásticas que dependen de la ayuda personal de misioneros y de colaboración económica de otras iglesias para realizar su labor. Tu donativo ayuda al sostenimiento de los misioneros y sus colaboradores, construcción de iglesias y capillas, formación cristiana, desarrollar proyectos sociales, educativos y sanitarios etc.