Orientación - Domingo 16 de Octubre 2022

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octubre de 2022 Año LXX Nº 6184 $ 0.30
ÓRGANO OFICIOSO DEL ARZOBISPADO DE SAN SALVADOR.
de

alabras del Arzobispo Principales Compromisos de Monseñor José Luis Escobar Alas, Arzobispo de San Salvador 26 de septiembre al 09 de octubre de 2022

EJERCICIOS ESPIRITUALES FIESTA PATRONAL PARROQUIA SAN FRANCISCO DE ASÍS EUCARISTÍA DE ACCIÓN DE GRACIAS POR LA LABOR EN NUESTRO PAÍS DE MONS. SANTO ROCCO GANGEMI, NUNCIO APOSTÓLICO MISA DE ANIVERSARIO DEL MONASTERIO DULCE NOMBRE DE JESÚS CONFIRMAS EN EL COLEGIO EXTERNADO SAN JOSÉ PARROQUIA LA SAGRADA FAMILIA: 150 AÑOS DE LA FUNDADCIÓN DE LA CONGREGACIÓN MISIONEROS DE SAN JOSÉ Y LAS HNAS. JOSEFINAS

Del lunes 26 de septiembre al 01 de octubre, estuve en mis Ejercicios espirituales.

El lunes 3, así como los demás días de la semana, a las 7.00 a.m. en la Capilla San Oscar Romero de nuestro Arzobispado presidí la Santa Misa, como es costumbre. El Padre Erick concelebró conmigo.

El martes 04, a las 6:00 p.m. visite la parroquia San Francisco de Asís en Mejicanos, para presidir la Santa Misa en honor a las fiestas patronales de dicha parroquia. Los Padres Pasionistas y los jóvenes estudiantes de teología, fueron muy amables, me acompañó el Padre Erick Ramos Linares. Concelebraron conmigo, el Padre Carlos San Martín y un sacerdote miembro del Consejo de gobierno de la Congregación que les visitaba, estaban también los frailes misiones teólogos, encargado de la Liturgia; y una gran cantidad de fieles. Fue una celebración muy hermosa, con una linda participación litúrgica. Felicitamos de corazón esa querida parroquia de San Francisco por sus fiestas patronales y por la hermosa labor pastoral que desarrollan. Agradecemos de corazón a los Padres Pasionistas la gran labor pastoral que realizan en medio de nosotros, especialmente en favor de los más pobres.

El miércoles 05, lo dediqué a recibir a los sacerdotes, quienes en buen número nos visitaron, siempre es motivo de alegría el encontrarnos para tratar con ellos diversos temas de interés pastoral o personal

El jueves 06, a las 5:00 p.m., en nuestra Catedral, se llevó a cabo la Solemne Eucaristía de acción de gracias por la labor realizada por Su Excelencia Reverendísima, Mons. Santo Rocco Gangemi, como Nuncio Apostólico en nuestro país, nos presidió el mismo Señor Nuncio Apostólico,

concelebramos todos los Miembros de la Conferencia Episcopal, este servidor estuvo encargado de la Homilía. Concelebraron con nosotros, el Ilmo. Mons. Edward Karaan, Secretario de la Nunciatura Apostólica y un buen número de sacerdotes. Estuvieron presentes los seminarios de la Arquidiócesis tanto los Equipos formadores, como los seminaristas. Y, una gran cantidad de fieles. Al final de la santa Misa el Excmo. Señor Nuncio, Mons. Santo Rocco Gangemi nos dirigió un precioso discurso de despedida y agradecimiento. Fue una celebración muy hermosa y llena de fe.

El viernes 07 de octubre, a las 10:00 a.m. visité a las Hermanas Carmelitas Contemplativas del Monasterio Dulce Nombre de Jesús, para presidir la Eucaristía en la celebración de Nuestra Señora del Rosario y además el IX Aniversario de la fundación de su Monasterio. Me acompañó y concelebró conmigo el Rvdo. Padre Erick, administrador de nuestra Curia. Participó la Comunidad de Hermanas Carmelitas Contemplativas y algunas personas invitadas. Fue una celebración muy linda. En la que pudimos agradecer a Dios y a María Santísima las inmensas gracias que nos ha concedido a lo largo de estos 9 años con la presencia de las queridas Madres Carmelitas Contemplativas. Y, a la vez fue ocasión propicia para agradecer a las Madres su ferviente oración que elevan continuamente en favor de todos y de la Iglesia.

El sábado 08, a las 09:00 a.m., visité el colegio Externado San José, para presidir la Santa Misa y en ella conferí el sacramento de la Confirmación a un grupo de 60 jóvenes que se habían preparado para recibir el sacramente debidamente, con la debida catequesis. Concelebraron conmigo el Rvdo.

Padre Jaime Parras S.J., Rector del Colegio Externado San José y el Padre Gerardo Alas S.J., exalumno del mencionado Colegio y colaborador el Padre Jaime. La hermosa Capilla del Colegio estaba totalmente llena con la presencia de los confirmandos, sus Padres y su Padrinos; además de las personas invitadas. El ambiente fue de mucha fe y a la vez de alegría y fraternidad, fue una celebración muy linda y de mucho fruto espiritual. Felicitamos y agradecemos a los Sacerdotes Jesuitas su inmensa labor pastoral que realizan en medio de nosotros.

El domingo 09, a las 09:00 a.m., en la parroquia La Sagrada Familia, presidí la solemne Eucaristía con la que celebramos la conclusión del Año Santo de la Congregación de los Padres Misioneros Josefinos y las Hermanas Josefinas, por su 150 Aniversario de Fundación. Que tuvo lugar el 19 de septiembre de 1872, por el Siervo de Dios, el Padre José María Villaseca. Y, a la vez la celebración del 64 aniversario de la fundación de la parroquia de la Sagrada Familia en San Salvador. La celebración fue muy hermosa concelebraron conmigo, el Superior Provincial, el Rvdo. Padre Daniel Artero, el Sr. Párroco, Rvdo. Padre Darío Jiménez; y todos los Sacerdotes Josefinos, que están en esta arquidiócesis, también estaban las Hermanas Josefinas y los Laicos Josefinos. Fue una celebración muy linda con una Liturgia muy participada, y, todos vivían ese feliz acontecimiento con mucha fe y mucha alegría. Felicitamos de corazón a los Padres Josefinos y a las Hermanas Josefinas por la celebración de su 150 Aniversario de Fundación, y, les agradecemos de corazón la inmensa labor pastoral que llevan a cabo de la mejor manera, con tanta generosidad de su parte. Dios les pagará con creces.

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Cartas del Obispo

LA VIDA CONSAGRADA ( II )

La vida consagrada totalmente al servicio y al amor a Dios aparece ya entre los siglos III y IV d. de Cristo. La Iglesia reconoció prontamente que algunos de esos grupos caían en exageraciones necesarias de corregir. Es así como San Pacomio y San Antonio Abad son considerados los primeros monjes cristianos cuyas comunidades vivieron bajo una Regla. En la actualidad, la Iglesia reconoce que: La vida consagrada por la profesión de los consejos evangélicos es una forma estable de vivir en la cual los fieles, siguiendo más de cerca a Cristo bajo la acción del Espíritu Santo, se dedican totalmente a Dios como a su amor supremo, para que entregados por un nuevo y peculiar título a su gloria, a la edificación de la Iglesia y a la salvación del mundo, consigan la perfección de la caridad en el servicio del Reino de Dios y, convertidos en signo preclaro en la Iglesia, preanuncien la gloria celestial1 (cf. CIC 916).

Quizás de la vida consagrada, los más conocidos – al menos en nuestro país – son los institutos de vida religiosa; y usualmente existen confusión al reconocer una Orden Religiosa de una Congregación. Brevemente: Las Órdenes Religiosas son aquellas que fueron fundadas antes de la segunda mitad del siglo XVII; y hacen votos solemnes. Las Congregaciones Religiosas fueron fundadas posteriormente a las Órdenes y emiten votos simples ya sea temporales o perpetuos. Ejemplos de Órdenes son: los canónigos regulares (C. R. de S Agustín, premostratenses), el monacato (benedictino y cartujo en el Occidente; y, paulino, antoniano y basiliano en el Oriente); los mendicantes (franciscanos menores, menores conventuales, capuchinos, Tercera Orden Regular franciscana, agustinos ermitaños, agustinos recoletos, agustinos descalzos, carmelitas, carmelitas descalzos, trinitarios, mercedarios, mercedarios descalzos, siervos de María, mínimos, betlemitas), y los clérigos regulares (jesuitas, somascos). Ejemplos de Congregaciones son: Congregación Francesa del Oratorio, Congregación de la Misión, Congregación de los Hermanos Maristas, etc. Muchas de estas Órdenes y, Congregaciones también, dedican parte de su apostolado a la oración y actividades de enseñanza (en grados menores y universitarios); salud (como el caso de los hospitalarios); o al servicio de los pobres y abandonados (a través de comedores, orfanatos, ancianatos, etc.). Es un tipo de vida entregada totalmente al Señor. En el caso de los Monasterios si bien es cierto que, dedican gran parte de su vida a la oración; realizan otras obras como la preparación de hostias, vino, o la confección y bordado de manteles y ornamentos para las iglesias; casullas, albas, dalmáticas, etc. Su vida entera, en fin, está al servicio del Reino.

El segundo tipo de instituciones es el de los institutos seculares definido como un instituto donde los fieles viviendo en el mundo, aspiran a la perfección de la caridad y se dedican a procurar la santificación del mundo (CIC 928). Sus miembros pueden vivir en las circunstancias ordinarias del mundo, ya solos, ya con su propia familia, ya en grupos de vida fraterna, de acuerdo con las constituciones2. Ejemplo de este tipo de instituciones son los: Apóstoles del Sagrado Corazón; las Cooperadoras de la Familia; Cooperadoras Oblatas Misioneras de la Inmaculada; Instituto de las Siervas de los Pobres; Instituto Siervas del Sagrado Corazón de Jesús; Siervas de la Divina Misericordia, entre otras.

Un tercer tipo son los institutos de vida Apostólica llamados antes – según el Código de Derecho Canónico de 1917 – Sociedades de hombres o de mujeres que viven en común sin votos. En el actual, Derecho Canónico se lee que: A los institutos de vida consagrada se asemejan las sociedades de vida apostólica, cuyos miembros, sin votos religiosos, buscan el fin apostólico propio de la sociedad y, llevando vida fraterna en común, según el propio modo de vida, aspiran a la perfección de la caridad por la observancia de las constituciones3. Se considera que, San Felipe Neri puede ser considerado el padre de las Sociedades de vida apostólica masculina; mientras que San Vicente de Paúl, de las Sociedades femeninas4

La vida eremítica es el siguiente tipo de vida consagrada que existe. Como en la antigüedad viven en apartamiento estricto del mundo, en el silencio de la soledad, orando, haciendo penitencia, alabando a Dios y rogando por la salvación del mundo (cf. CIC 920). El Catecismo de la Iglesia explica que la vida del eremita es predicación silenciosa de Aquél a quien ha entregado su vida (CIC 921). Por último, están las Vírgenes Consagradas y las Viudas Consagradas. Son mujeres consagradas enteramente al servicio del Señor. En el caso de las Vírgenes, que son consagradas por el Obispo Ordinario, celebran desposorios místicos con Jesucristo y se entregan al servicio de la Iglesia. La Virgen Consagrada es imagen escatológica de la Esposa del Cielo y de la vida futura (CIC 923). Vive en el mundo orando, haciendo penitencia, sirviendo a los demás y haciendo el trabajo apostólico encomendado según los carismas recibidos (cf. CIC 923). En cuanto a las Viudas consagradas, el Santo Padre Francisco ha dicho que son: un regalo que el Señor le da a su Iglesia para recordar a todos los bautizados que el poder de su amor misericordioso es un camino de vida y santidad, que nos permite superar las pruebas y renacer a la esperanza y a la alegría del Evangelio5 En suma, diversas formas de vida consagrada puestas al servicio del Reino como don gratuito provisto por el Señor.

1Código de Derecho Canónico. Libro II. Parte III. Sección I. Tít. I. Can. 573. §1.

2Código de Derecho Canónico. Libro II. Parte III. Sección I. Tít. III. Can. 714.

3Código de Derecho Canónico. Libro II. Parte III. Sección I. Can. 731 § 1.

4https://www.vatican.va/roman_curia/congregations/ccscrlife/documents/rc_con_ccscrlife_profile_sp.html

5https://www.vaticannews.va/es/papa/news/2018-09/papa-viudas-consagradas-discurso-desafio-amor-dios-jovenes-pobre.html

3 16 de octubre de 2022
− LXXXVI −
San Salvador, 16 de octubre de 2022 José Luis Escobar Alas, Arzobispo de San Salvador

“Te doy gracias Señor de todo corazón”

Excelentísimo Señor Nuncio Apostólico, Santo Rocco Gangemi, Eminentísimo Señor Cardenal, Mons. Gregorio Rosa Chávez, queridos hermanos obispos, queridos sacerdotes, queridos seminaristas, queridas hermanas religiosas, queridos hermanos religiosos, amadísimos hermanos y hermanas en Cristo Jesús, todos los que están aquí en el templo como también todos los que nos ven a través de los medios de comunicación social que también están con nosotros participando de la Santa Misa.

Hoy jueves 6 de octubre, estamos celebrando esta Santa Misa de Acción de Gracias por la grandiosa labor realizada por el Excelentísimo y Reverendísimo Mons. Santo Rocco Gangemi. Las palabras del profeta Isaías que hemos escuchado en la primera lectura, vienen muy bien a esta ocasión: Voy a recordar las misericordias del Señor, las alabanzas del Señor: todo lo que hizo por nosotros el Señor, sus muchos beneficios a la casa de Israel, lo que hizo con su compasión y con su gran misericordia (Is 63, 7). Quiero recordar las misericordias del Señor, para con nosotros: 1º. De manera rápida quiero hacer memoria de unos pequeños datos históricos; y es que, las relaciones diplomáticas entre El Salvador y la Santa Sede reiniciaron en abril de 1921; es decir, hace casi

100 años (101 siendo exactos), con la llegada de un internuncio; me refiero al Excelentísimo Mons. Juan Marenco que frente a las autoridades del país dijo: Me considero como el primer eslabón de la venturosa cadena, que prolongue en los siglos esta feliz unión; y mientras tenga el honor de ser Internuncio nada omitiré para que sea siempre firme y eficaz (Así consta en nuestros archivos). Sus palabras se han cumplido. Larga ha sido la cadena de nuncios que desde 1932 se han ido sucediendo uno tras otro. O sea que, El Salvador ha conocido a dieciséis nuncios antes que a nuestro querido Mons. Santo Rocco Gangemi; como, por ejemplo Mons. Giuseppe Beltrami que participó en el Primer Congreso Eucarístico de 1942 aquí en esta diócesis; o Mons. León Kalenga, de santa memoria, quien tan activamente trabajó por la canonización de nuestro amado San Oscar Arnulfo Romero Galdámez; e impulsó la Causa de Beatificación de nuestros cuatro queridos Beatos. La canonización de San Oscar Romero y la beatificación de nuestros mártires constituye una gran bendición de Dios para nuestro país.

en esta ocasión, (con nombramiento del 12 de septiembre del presente año) al país de Serbia donde no dudamos hará un excelente trabajo.

3º. Deseo referirme al paso del Señor Nuncio Apostólico por nuestro país. Agradecemos inmensamente al Papa Francisco el habernos enviado al Excelentísimo Mons. Santo Rocco Gangemi, como su Nuncio Apostólico en nuestro país. Llegó a esta tierra martirial de Mons. Romero, el 13 de septiembre de 2018, precisamente a las puertas de la Canonización a celebrarse en Roma. Recuerdo que algunas de sus palabras fueron: Yo tengo la dicha de llegar aquí cuando la Iglesia ha declarado ya Santo a Mons. Oscar Arnulfo Romero. Y yo creo que todos tenemos una dicha, porque todos cuando nos decimos salvadoreños tenemos que pensar de donde viene este nombre (Semanario Orientación, 23 de septiembre de 2018, p. 1). Mientras andábamos en la ceremonia de la Canonización de Mons. Romero; Mons. Gangemi se quedó acompañando al pueblo salvadoreño y publicó una pequeña Carta donde nos dio un hermoso mensaje del cual retomo las siguientes palabras: Les invito, envueltos en el júbilo de estos acontecimientos, a presentar también nosotros un regalo al nuevo Santo, al primer Santo salvadoreño,

2º. Deseo presentar algunos datos biográficos sobre nuestro muy querido Excelentísimo Mons. Rocco Gangemi. Nació en la ciudad de Messina, en Sicilia, Italia, el 16 de agosto de 1961. Sintiendo el llamado de Dios ingresó al Seminario y fue ordenado sacerdote el 28 de junio de 1986. El 27 de enero de 2012, el Papa Benedicto XVI, lo nombró arzobispo Titular de Umbriatico y Nuncio Apostólico en las Islas Salomón. Es especialista en Historia Eclesiástica. Comenzó su servicio diplomático de la Santa Sede el 1 de julio de 1991. Ha trabajado en varias representaciones pontificias como Nueva Guinea, Mali, Rumania, Chile, Francia, España, entre otras. Ahora cuenta en su lista nuestro país; y va a una nueva misión,

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Homilía de S.E.R. Mons. José Luis Escobar Alas, Arzobispo de San Salvador • Misa de Acción de Gracias a Dios por el Señor Nuncio Apostólico, Monseñor Santo Rocco Gangemi • Catedral Metropolitana de San Salvador • 06 de octubre de 2022
(Continúa en pág.
siguiente)
Mons. José Luis Escobar Alas, Arzobispo de San Salvador

a san Oscar Arnulfo Romero. No les pido de presentar “cosas”, que con el pasar del tiempo se deterioran, descomponen y desaparecen, sino que les pido algo más personal y profundo: Les pido, como Nuncio y me atrevo a decirles con la misma voz del Santo Padre, que estos días que nos separan y los que vienen por lo menos hasta la gran celebración del 28 de octubre – y ojalá que fuera para siempre –que en El Salvador se vivan días pacíficos y tranquilos, días de concordia, amistad

ha presidido y acompañado en tantas ocasiones como: Las Jornadas Mundiales de la Paz, las fiestas del Divino Salvador; las Fiestas de Nuestra Señora de la Paz; Ha estado siempre con nosotros en nuestras asambleas de la CEDES. Nos ha presidido tantas fiestas patronales confirmándonos en la fe; en el tiempo de la pandemia, no detuvo su trabajo, presidió la Fiesta en honor a la Virgen de Candelaria (Semanario Orientación, 9 de febrero de 2020, p. 7); Dio posesión al nuevo

tantos sacerdotes, religiosas y religiosos que por uno u otro motivo regresaron a la casa del Padre. También, este año, nos sentimos conmovidos por sus palabras de agradecimiento para con nuestro Cardenal Rosa Chávez, ahora que ha sido admitida su renuncia al cargo de Obispo auxiliar de San Salvador, expresó: Pienso interpretar los sentimientos del Señor Arzobispo de San Salvador y Presidente de la CEDES, de todos los Ordinarios salvadoreños de los sacerdotes, religiosos, religiosas y de todos los hombres y mujeres de buena voluntad para expresar agradecimiento al Señor por la larga, sabia, generosa y discreta labor del Cardenal Rosa Chávez para el progreso espiritual y material del pueblo salvadoreño. Palabras muy efusivas y bondadosas que le agradecemos mucho.

Estas son sólo algunas de sus acciones, pues son tantas que no es posible enumerar todas en su inmensa labor que ha realizado entre nosotros, le agradecemos por todas ellas, nunca le podremos pagar tanta bondad, pero suplicamos a Dios le recompense con creces. Y le pedimos a Usted, Excelentísimo Señor Nuncio, por caridad nos lleve en sus oraciones, y en sus recuerdos, y esté seguro que nosotros lo haremos por usted. Estaremos siempre unidos en la oración, a eso nos invita el Evangelio que se nos ha proclamado hoy al decirnos:

y fraternidad (Semanario Orientación, domingo 14 de octubre de 2018 p. 4).

El Excelentísimo Mons. Santo Rocco Gangemi, desde su llegada invitó a este sufrido pueblo, a dar a Mons. Romero una ofrenda no de cosas materiales sino días de concordia, amistad y fraternidad; es decir, le invitó a dejar atrás la violencia fratricida que tanto ha desangrado a la nación. Quiera Dios que la paz se concretice para siempre y este pueblo no sufra lo que hasta ahora ha padecido, expresó. Agradecemos, esa paternal solicitud por este su pueblo a Mons. Santo Rocco Gangemi.

A partir de ese momento, Monseñor Santo Rocco Gangemi ha caminado en las diferentes Diócesis de esta Provincia Eclesiástica de El Salvador, con una actitud tan cercana y bondadosa. Nos

Administrador del Ordinariato Militar y Policial, Pbro. Francisco Javier Morán (Semanario Orientación, 1 de marzo de 2020, p. 9); y al finalizar la pandemia, regresó como el resto del pueblo, a la nueva normalidad, impulsando con mucho interés la Causa de Beatificación del Padre Rutilio, don Manuel Solórzano y el joven Nelson Rutilio Lemus, cuya Beatificación fue celebrada este año, el pasado 22 de enero. Muy grande fue el aporte del Señor Nuncio para que esa Beatificación tuviera lugar. Pronto iremos a Roma, para agradecer al Santo Padre, el Papa Francisco la Beatificación de nuestros Mártires. El Excelentísimo Señor Nuncio Mons. Santo Rocco Gangemi ha estado muy con nosotros en la partida a la Casa del Padre, de nuestros Obispos Mons. Sáenz Lacalle, Mons. Orlando Cabrera; y en la partida de

Pedid y se os dará, buscad y encontrareis, llamad y se os abrirá; porque quien pide recibe, quien busca encuentra y al que llama se le abre. (Mt 7, 7).

Al dar gracias a Dios por concedernos tan extraordinario don en la persona del Señor Nuncio Santo Rocco Gangemi, deseo concluir con las palabras del Salmista: Te doy gracias Señor de todo corazón… daré gracias a tu nombre: por tu misericordia y tu lealtad, porque tu promesa supera tu fama; cuando te invoqué me escuchaste… canten los caminos del Señor, porque la gloria del Señor es grande (Sal 137, 1-2ª. 2bc-3.4-5)

Gracias una vez más, amadísimo Señor Nuncio, Mons. Santo Rocco Gangemi muchas gracias, Dios le pague.

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Palabras de Despedida del Señor Nuncio Apostólico Su Excelencia Santo Rocco Gangemi

Un anciano padre jesuita, mi antiguo profesor de Epistemología y Ética filosófica, a los alumnos que se encontraban en dificultad frente a sus preguntas durante los exámenes -que llamábamos pericula (peligros)- y que se excusaban diciendo: “Padre no encuentro las palabras”, les contestaba: “lo lamento; tú no tienes las ideas", después de tantos años, tengo que desmentir rotundamente sus afirmaciones.

En estos años de mi permanencia en El Salvador nunca, y subrayo el nunca, me había encontrado con tanta dificultad para buscar palabras adecuadas y para meterlas en orden para hacer un discurso con sentido lógico, como me ha pasado en estos días preparando estas reflexiones que les dirijo. Mis amigos me reprochan que a veces, frente a situaciones o acontecimientos -hasta complicados y muy serios- soy un poco irónico, lo reconozco; pero no en mi defensa, debo reconocer también, que lo soy conmigo mismo.

Así que, mientras pensaba en aquello que tenía que decir, cómo había que decirlo y la dificultad que encontraba para decirlo, me volvía poderosamente a la mente la experiencia de Lorenzo, uno de los personajes fundamentales de la Novela

italiana Los Novios, de Alejandro Manzoni, el cual, frente a la desesperación de no encontrar a su novia, hasta el temor que hubiera podido estar muerta por la peste, se dirige hacia una capilla y hace una plegaria que bien puede describir mi actual estado de confusión. Dice el escritor italiano: “… dirigió a Dios una súplica o por mejor decir, un baturrillo de palabras inconexas, frases interrumpidas, exclamaciones, quejas...”

¡Me perdonarán, por tanto, si en mi discurso todos estos elementos confusos estarán presentes!

Eminencia, Excelencias, Reverendísimo Administrador del Ordinariato Militar, Sacerdotes, Religiosos y Religiosas, hermanos y hermanas, en fin, queridos amigos y amigas, utilizando de tal manera la misma expresión de la cual se servía Jesús dirigiéndose a los suyos más próximos, a sus discípulos: ¡Queridos amigos!

El sabio Cohélet (3,1.5) nos ilumina en momentos como éste y nos recuerda que “Hay un momento para todo y un tiempo para cada cosa bajo el sol… un tiempo para abrazarse y un tiempo para separarse”.

Por supuesto que, estos tiempos distintos, son caracterizados por distintos sentimientos.

La llegada está siempre llena de trepidación; se viene a un lugar nuevo, en mi caso a un continente nuevo, con su historia, sus

tradiciones, sus dificultades y muchas incógnitas. En fin, delante se abre todo un mundo por conocer que, además de curiosidad y estudio, te pide entusiasmo, empeño y trabajo.

El cambio llegó de manera repentina e inesperada. Ya había planeado los meses venideros y me imaginaba que me iban a trasladar al cumplimiento de mis cinco años en El Salvador, es decir, el próximo verano.

¡Así no fue!

Y como ya saben, el Santo Padre me pide continuar mi trabajo como Nuncio Apostólico en Belgrado, capital de la Serbia, en Europa.

¡Estoy feliz por estar más cerca de mi tierra; estoy triste por alejarme de esta tierra!

Pero no duden, “caelum non animum mutant, qui trans mare currunt” (Quinto Orazio Flacco, Epistulae I,11,v.27), es decir: ¡Cambio de tierra, cambio de mar, pero no cambian mis sentimientos!

Les aseguro, sin hipocresía, que amé esta tierra desde el primer momento; desde aquella tarde desde el 13 de septiembre de 2018 cuando me han recibido a mi llegada en el Aeropuerto.

Desde el principio he percibido cariño y afecto y en estos cortos cuatro años, he buscado de devolverles ese cariño a todos (Continúa en pág. siguiente)

6 16 de octubre de 2022
Palabras de Despedida de S.E.R Mons. Santo Rocco Gangemi • Misa de Acción de Gracias a Dios por el Señor Nuncio Apostólico, Monseñor Santo Rocco Gangemi • Catedral Metropolitana de San Salvador • 06 de octubre de 2022 Mons.

ustedes cada vez que les he encontrado en las distintas situaciones, tanto religiosas, cuanto civiles o, sencillamente, casualmente durante un paseo.

La tristeza y la nostalgia envuelven esta celebración, hay sentimientos encontrados de este momento, pero, manifestándolos en una celebración eucarística son al mismo tiempo sentimientos de agradecimiento.

El momento apremia también que haga un rápido y brevísimo balance de mi misión, lo hago con temor y tremor de olvidar algo, mientras se repiten a mis oídos las palabras del profeta Daniel: "… tú has sido pesado en la balanza y hallado falto de peso" (Dn 5,27) y espero que el peso que me haya faltado no sea demasiado.

Me permito leer estos acontecimientos como signos de las gracias de Dios y de su providencia que se despliega y manifiesta en los pliegues de hechos casuales.

Estoy cierto que sus intercesiones me han acompañado en este arco de tiempo y me han impedido de hacer tonterías.

¡Estos dos acontecimientos han sido tiempo de gracia! Nadie se ha quedado indiferente y, ha marcado una fuerte unidad e identidad nacional.

Estos Mártires que de tesoro nacional se han convertido en patrimonio de la humanidad, siguen llamando, no sólo a los cristianos, más bien a todos los hombres y mujeres de buena voluntad a dejarse iluminar, envolver y regocijarse por la luz que emana de su mensaje de plena y total adhesión a Cristo.

¡He encontrado una Iglesia comprometida y en muchas situaciones heroica! Que no ahorra esfuerzo para hacer llegar el mensaje de Cristo hasta los rincones más apartados y con muchas dificultades infraestructurales.

He encontrado una Iglesia que sabe mancharse las manos tocando marginalidad y pobreza; una Iglesia acogedora que busca vivir en pleno las obras de misericordia que brotan de la perenne enseñanza evangelio.

He encontrado una Iglesia que, por medio de sus estructuras educativas, tanto primarias cuanto universitarias, se esfuerza de conjugar lo mejor posible evangelización con promoción humana, nunca olvidando que Jesús vino a salvar al hombre completo, alma y cuerpo, inteligencia y corazón.

He encontrado una Iglesia sinodal y abierta a los nuevos carismas que el soplo perenne del Espíritu no se cansa de suscitar universal y particularmente.

Podría todavía largamente continuar, pero esta es en general la Iglesia que dejo; la Iglesia que me he esforzado de servir según el mandato del Papa Francisco y respetando mis competencias, una Iglesia profética . No puedo ni siquiera olvidar y callarme, sobre el tiempo difícil que ha vivido El Salvador y por supuesto también la Iglesia, me refiero a esta crisis sanitaria con la cual todos nos hemos enfrentado, que ha sembrado miedo, sufrimiento y luto, quitando la vida a muchos salvadoreños y, entre ellos a algunos sacerdotes, religiosos y religiosas, a pesar de la inmediata máquina sanitaria que ha sido puesta en marcha por el Gobierno.

Dejo una Iglesia, o mejor dicho un El Salvador, en el cual no se ha apagado la luz de la esperanza para un nuevo progreso religioso, civil y social.

San Oscar Romero escribía que “El salvadoreño que va marcado con el bautismo de Cristo, que es Espíritu y es fuego, tiene que ser un salvadoreño de esperanzas eternas; no se debe dejar vencer por el pesimismo… tiene que flotar por encima de todas desesperanzas…”.

Mirando el tiempo transcurrido debo confesar que, he vivido días maravillosos, marcados por el calor humano de los salvadoreños. No quiero decir, sería mentiroso, que no he tenido dificultades y decepciones, pero todo lo he podido afrontar y superar con la mirada fija en Aquel que sólo nos puede dar una palabra de esperanza y de aliento.

En la única tierra del mundo que lleva el nombre del Salvador, en El Salvador siempre he encontrado respuestas.

Además, mis años, como lo ha dicho el Señor Arzobispo han sido marcados por dos gracias, casi a inaugurarlos y concluirlos: la Canonización de Mons. Oscar Arnulfo Romero, a pocos días de mi llegada, el 14 octubre de 2018, y la Beatificación del P. Rutilio Grande, S.J., Fray Cosme Spessotto, O.F.M., Nelson Rutilio Lemus y Manuel Solórzano, el 22 de enero pasado, a pocos meses de mi nombramiento en Serbia.

He encontrado una Iglesia que reza; pide por sus vocaciones, persistentemente pocas, frente a las cotidianas y siempre nuevas necesidades que se presentan en el campo de Dios; una Iglesia que sabe traer de su tesoro cosas nuevas sin despreciar y abandonar las cosas antiguas como la riqueza de la tradición popular, que purificada se transforma en un enorme tesoro de evangelización.

He encontrado una Iglesia sufrida y herida por algunas situaciones de infidelidad que busca, como nos recuerda el maravilloso relato del Buen Samaritano, de volcarse sobre las llagas de los padecimientos para encontrar las adecuadas curas; una Iglesia siempre dispuesta a la escucha y la acogida; una Iglesia que no teme levantar la voz para condenar siempre el pecado, la maldad, el escándalo, la delincuencia y al mismo tiempo ser misericordiosa y justa con el pecador.

Estas palabras quiero dejárselas como mi legado y al mismo tiempo, les pido que esta esperanza me pueda acompañar a mí también.

No duden que, cada día al rezar el Rosario me voy a acordar de todos ustedes, rezaré por sus intenciones y por el bienestar de esta linda y acogedora tierra y le pediré al Divino Salvador, por intercesión de la Reina de la Paz, de San Oscar Arnolfo Romero, del P. Cosme Spessotto, del P. Rutilio Grande y sus Compañeros Mártires, para que siempre tengan su mano abierta y llena de bendiciones.

A ustedes, si algo de bien he podido hacer, pido que recen también por mí, porque adonde me envía la voz del Papa pueda siempre propagar el buen olor de Cristo. Amén.

7 16 de octubre de 2022

Meditaciones

Camino del Éxodo II

Miró a un lado y a otro y, viendo que no había nadie, mató al egipcio y lo enterró en la arena.

Al día siguiente salió y encontró a dos hebreos riñendo y dijo al culpable: «¿Por qué golpeas a tu compañero?».

Él le contestó:

«¿Quién te ha nombrado jefe y juez nuestro? ¿Es que pretendes matarme como mataste al egipcio?».

Moisés se asustó y pensó: «Seguro que saben lo ocurrido».

Cuando el faraón se enteró del hecho, buscó a Moisés para matarlo. Pero Moisés huyó del faraón y se refugió en la tierra de Madián.

Lo llamó Moisés, pues lo había sacado del agua; cuando ya era mayor, fue a donde estaban sus hermanos Lectura del libro del Exodo (Ex 2, 1-15)

En aquellos días, un hombre de la tribu de Leví se casó con una mujer de la misma tribu. Ella concibió y dio a luz un niño. Viendo que era hermoso, lo tuvo escondido tres meses. Pero, no pudiendo tenerlo escondido por más tiempo, tomó una cesta de mimbre, la embadurnó de barro y pez, colocó en ella a la criatura y la depositó entre los juncos, junto a la orilla del Nilo.

Una hermana del niño observaba a distancia para ver en qué paraba todo aquello. La hija del faraón bajó a bañarse en el Nilo, mientras sus criadas la seguían por la orilla del río. Al descubrir ella la cesta entre los juncos, mandó una criada a recogerla. La abrió, miró dentro y encontró un niño llorando. Conmovida comentó: «Es un niño de los hebreos». Entonces la hermana del niño dijo a la hija del faraón: «¿Quieres que vaya a buscarle una nodriza hebrea que críe al niño?». Respondió la hija del faraón: «Vete». La muchacha fue y llamó a la madre del niño. La hija del faraón le dijo: «Llévate al niño y críamelo, y yo te pagaré». La mujer tomó al niño y lo crió. Cuando creció el muchacho, se lo llevó a la hija del faraón, que lo adoptó como hijo y lo llamó Moisés, diciendo: «lo he sacado del agua». Pasaron los años. Un día, cuando Moisés ya era mayor, fue a donde estaban sus hermanos y los encontró transportando cargas. Y vio cómo un egipcio mataba a un hebreo, uno de sus hermanos.

Meditación

El pasaje que se nos propone en este ocasión nos presenta los orígenes del que sería constituido como liberador del Pueblo de Israel. Moisés ciertamente personifica de alguna manera la historia misma de este Pueblo, el Señor en sus orígenes les proveyó todo lo que necesitarían para poder crecer y desarrollarse, fueron bendecidos por Él, incluso el entrar en la casa de los Egipcios, como Moisés en la casa del Faraón, fue en un primer momento una ocasión que debió ser aprovechada para el bien, sin embargo, más tarde aquellos que les ofrecieron refugio y protección, sería quienes les perseguirían. En sentido Moisés a semejanza de los profetas vive de alguna manera aquello que un día anunciará, sin embargo, hay varios matices que nos enseñan alguna otra lección.

Quizás una de las grandes lecciones que nos enseña la adultez de Moisés es que él no fue indiferente ante la situación de sus hermanos israelitas, el haber sido criado providencialmente por su propia madre aunque hubiera sido asumido en adopción por la hija del faraón, le permitió conocer de primera mano la situación de su Pueblo así como las costumbres de la corte del Faraón, Moisés al ver la dureza de los egipcios hacia los israelitas buscará auxiliar a su hermano oprimido, sin embargo el medio utilizado, el asesinato del egipcio, le será contraproducente, habría de esconder el cadáver, situación que ya lo ponía en apuros, puesto que le llevaría a ocultarse perdiendo la libertad con la que andaba anteriormente.

Por otro lado, buscará ayudar también en la convivencia a sus hermanos hebreos que ve reñían, el evento anterior le jugará en contra puesto que lo desautorizaría por completo. Moisés quiere ayudar a su pueblo a salir de la opresión y convivir mejor, sin embargo, haciéndolo en sus solas fuerzas no es capaz, antes bien, deberá huir al desierto de Madián para ocultarse debido a las acciones que había cometido.

En ocasiones también a nosotros nos pasa lo mismo, cuando en nuestras acciones no consideramos a Dios, cuando nos movemos muchas veces por nuestras propias opiniones (o incluso algunas veces por caprichos) las cosas nos salen mal, incluso podríamos llegar a caer en el falso de querer justificar una acción mala por un fin bueno, lo cúal es inadmisible, puesto que el bien debe ser integral, tanto en el objeto del acto, como en su intención y circunstancias.

Sabemos, ciertamente, que no todo está acabado en la historia de Moisés, el Señor le llamará, purificará su corazón, y le hará ayudar a sus hermanos a salir de aquella opresión y a tener buenas relaciones entre sí, constituyendose Pueblo de Dios. Moisés será el elegido del Altísimo, así en el libro del exodo veremos como cuando es el Señor el que interviene, cuando es el Señor el que envía, la historia es diferente. Las miras de Moisés eran muy cortas, el plan de Dios era muchísimo más grande.

En este día roguemos al Señor nos conceda la gracia de saber salir de las estrecheces de nuestras miradas a veces demasiado cortas y terrenas, y dejémonos transformar por la fuerza de su misericordia para saber discernir en su voluntad, aquel horizonte vasto y amplio en el que Él quiere llevarnos a descubrir las maravillas que obra el poder de su amor.

8 16 de octubre de 2022
Pbro. Juan Carlos Cuéllar Párroco de la Parroquia Santa Alicia

La vocación Francisco de asís

Francisco de Asís fue un joven normal y alegre, con grandes sueños como todo joven futurista de hoy en día, muy querido por sus amigos y compañeros de fiestas; pero Cristo toma la iniciativa y toca su corazón moviéndole a preguntar ¿Señor qué quieres que haga? Recibiendo de Jesús la respuesta “Francisco Repara mi Iglesia que amenaza a ruinas”. la Iglesia que no estaba en su mejor momento, pero es Dios quien va actuar en este joven para que se dé la restauración del templo vivo. La vocación de Francisco es un proceso muy singular en donde se entrelazan la iniciativa de Dios y la respuesta decidida del joven, estamos ante una de las vocaciones más grandiosas de la historia humana que puede estimular de manera especial a la juventud actual.

5. Con el Evangelio

6. Con los Hermanos.

Francisco materialmente lo tiene todo, pero hay un vacío que ninguna riqueza de este mundo lo va a llenar sino únicamente Cristo Jesús, importante es que éste joven en esa búsqueda de felicidad deja que Dios le hable al corazón, reconoce la necesidad de despojarse de todo incluso de su familia para dedicarse a la restauración que Cristo de San Damián le encomienda, al despojarse se da el encuentro consigo mismo y deja que Dios actúe en él, Francisco se refugia en una oración constante donde descubre el proyecto Dios en su vida, una vez dado el encuentro, se le hace más fácil contemplar a Cristo en los pobres, en los enfermo, en la sagrada escritura, en sus hermanos.

La vocación es un llamado al seguimiento más de cerca a Cristo, comprometidos, a vivir un estado de vida muy particular, en el caso de los religiosos/as a través de la vivencia de los votos de pobreza, castidad y obediencia por amor al reino de los cielos son llamados consejos Evangélicos porque fueron predicados por Nuestro Señor en el Evangelio.

La respuesta que Francisco dió al Señor se desarrolló en seis momentos muy significativos y determinantes en su proceso vocacional estos son:

1. Encuentro consigo mismo

2. Con los pobres

3. Con el leproso

4. Con el Crucifijo

Hoy El señor necesita jóvenes y señoritas valientes que se dejen encontrar, que habrán con mucha decisión su corazón para sumarse a restaurar la Iglesia en medio de un mundo donde muchos no quieren saber de Dios. ¡Dios te llama, y a ejemplo de Francisco de Asís Síguele!

Jóvenes reciben el sacramento de confirmación en Jayaque

El pasado 8 de octubre en la Parroquia San Cristóbal, en el municipio de Jayaque, se llevó a cabo la Santa Eucaristía en motivo de celebrar el sacramento de la confirmación.

La celebración fue presidida por su Excelencia Cardenal Gregorio Rosa Chávez, y concelebrada por los presbíteros Javier Mela, administrador parroquial, Hugo Lemus, vicario parroquial y Vinicio, vicario de la parroquia de Tepecoyo.

La confirmación es el sacramento en el que una persona bautizada recibe los dones especiales del Espíritu Santo, el párroco Javier Mela detalló que 28 jóvenes recibieron dicho sacramento y que el próximo 29 de octubre se confirmarán 35 nuevos jóvenes.

9 16 de octubre de 2022

Monseñor

José Luis ESCOBAR ALAS Arzobispo de San Salvador

Presidente Conferencia Episcopal de El Salvador

Estimado Hermano.

Con gran alegría recibimos en el mes de julio la Reliquia auténtica de primer grado de San Óscar Arnulfo Romero, Obispo y Mártir, y que te agradecemos de corazón por el enorme significado que tiene para el CELAM.

El pasado 22 de agosto se llevó a cabo la Eucaristía de colocación de las reliquias de San Óscar Romero, Obispo y Mártir, en el altar de la Capilla de la sede nueva del CELAM. Fue una emotiva celebración de la cual participó todo el personal y estudiantes del programa presencial del CEBITEPAL, que nos permitió poder contar con dos estudiantes Religiosas y un docente también de CEBITEPAL procedentes de El Salvador.

Junto con este comunicado encontrarás mi homilía y algunas fotografías de ese bonito encuentro

Encomiendo tus intenciones y las de la Iglesia Salvadoreña bajo la protección de María de Guadalupe, Madre y Patrona del pueblo latinoamericano.

Cordialmente en el Señor,

Arzobispado de San Salvador

Apartado Postal N° 2253, Av. Dr. Emilio Álvarez y Calle Dr. Max Bloch, Colonia Médica San Salvador, El Salvador, C. A. PBX: (503) 2234 – 5300, Fax: (503) 2226 – 4979 www.arzobispadosansalvador.org

16 de octubre de 2022 S.G./N. 0048 – 2022 Bogotá,
septiembre 26 de 2022
D.C.,
† P Jorge Eduardo Lozano Arzobispo de San Juan de Cuyo, Argentina Secretario General del CELAM Mons. Jorge Eduardo Lozano, Arzobispo de San Juan de Cuyo, Argentina Secretario General del CELAM

Homilía de la Santa Misa de colocación de las reliquias de San Óscar Romero, obispo y mártir, en la Capilla de la sede nueva del CELAM.

Homilía de S.E.R. Mons. Jorge Eduardo Lozano, Arzobispo de San Juan de Cuyo, Argentina - Secretario General del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM)

• Eucaristía de colocación de las reliquias de San Óscar Romero, Obispo y Mártir •

• Capilla de la sede nueva del CELAM • 06 de octubre de 2022 •

la Iglesia, a la que amó profundamente. El Cardenal Eduardo Pironio fue un amigo que le brindó aliento y consuelo en momentos difíciles. En una oportunidad —octubre de 2015— Francisco se refirió a que lo mataron dos veces; una con las balas, otra con las calumnias: “una vez muerto fue difamado, calumniado, ensuciado. Su martirio se continuó incluso por hermanos suyos en el sacerdocio y el episcopado”. Se le siguió “lapidando con la piedra más dura que existe en el mundo: la lengua”.

Pero así son los santos, factores de unidad y comunión aun ante el odio de los enemigos. Dan ganas de imitar su entrega y claridad. Hoy acariciamos y besamos su reliquia, su memoria y su vida. Ante su sepultura en la cripta de la Catedral Metropolitana de San Salvador se combinan en especial armonía dolor, silencio, unción, lágrimas, música, danza, fiesta. Expresiones de amor del pueblo por su Pastor que entregó la vida por amor a ellos.

a la meditación de la Palabra de Dios y a contarle al Señor de los rostros con los que se había cruzado. “Hemos de incorporar este valor de la oración, a la promoción Humana, porque si no hacemos oración, miramos las cosas con mucha miopía, con resentimientos, con odios, con violencia; y es solo hundiéndose en el corazón de Dios donde se comprenden los planes de Dios sobre la historia, solo hundiéndose en momentos de oración íntima con el Señor es cuando aprendemos a ver en el rostro del hombre, sobre todo el más sufrido, el más pobre, el más harapiento, la imagen de Dios y trabajamos por él.” (16/10/77)

De esta contemplación del misterio del dolor humano y la hondura del Amor de Dios hablaba nuestro pastor Romero. Por eso su homilía era esperada cada domingo como luz que alumbra el camino a seguir y como bálsamo fuente de esperanza y consuelo.

Poco antes de las 18.30 de aquella tarde del lunes 24 de marzo de 1980 Monseñor Romero celebraba como todos los días la misa en la capilla del hospital "La Divina Providencia" que atiende a enfermos de cáncer. Había dedicado la predicación a meditar acerca del sentido de la vida y de la muerte. Promediando la celebración, en el momento de ofrecer el pan y el vino, un francotirador desde la altura de la puerta del templo le disparó al corazón provocando su muerte. Enseguida cubrieron su cuerpo con unas sábanas; un retazo de esa tela ensangrentada es lo que colocaremos hoy como reliquia en nuestro altar. Agradecemos de manera especial a nuestros hermanos obispos de la Conferencia Episcopal de El Salvador por acoger nuestra solicitud.

La palabra “mártir” es de origen griego, y traducida significa “testigo”, y San Óscar Romero lo es de la muerte y resurrección de Jesucristo. El martirio es el punto culminante pero no debemos dejar de valorar su vida y su obra.

Al ser designado obispo en 1970, eligió como lema de su consagración episcopal "sentir con la Iglesia". Y así lo hizo. Le dolió

Hace unos años escuché decir al Cardenal Gregorio Rosa Chaves que “una Iglesia martirial es una Iglesia atractiva, fascinante”. Como arzobispo dedicaba buena parte de su tiempo a recorrer los barrios más pobres, visitar las familias, comunidades religiosas. Sus zapatos conocieron el barro de las periferias de la ciudad, impregnándose del olor de los caminos que transitan los pobres. Como decimos entre nosotros, preparaba su predicación “pateando la calle”. Es bello lo que él mismo nos cuenta acerca de cómo maduraba en el corazón lo que luego enseñaba: "...Por eso le pido al Señor, durante toda la semana, mientras voy recogiendo el clamor del pueblo y el dolor de tanto crimen, la ignominia de tanta violencia, que me dé la palabra oportuna para consolar, para denunciar, para llamar al arrepentimiento, y aunque siga siendo una voz que clama en el desierto, sé que la Iglesia está haciendo el esfuerzo por cumplir con su misión". (23/3/80, el día anterior a su martirio)

Romero también era un hombre de profunda oración. Todos los días se levantaba temprano y dedicaba un buen rato

Su predicación y sus gestos siempre expresaban cercanía ante quienes se sienten que son nada. Su alma supo del dolor por el desprecio a la vida que se palpa en cada guerra. Su pueblo estaba padeciendo en esos años enfrentamientos armados. Se afligía su corazón cuando se anoticiaba de las torturas, de las matanzas de campesinos por reclamar sus derechos. Sufría con la violencia fratricida. "Ojalá me estuvieran escuchando hombres que tienen sus manos manchadas de homicidio. ¡Son muchos, por desgracia! Porque también es homicida el que tortura (...) Nadie puede poner la mano sobre otro hombre porque el hombre es imagen de Dios. ¡No matarás!" (18/3/79)

11 16 de octubre de 2022
Mons. Jorge Eduardo Lozano, Arzobispo de San Juan de Cuyo, Argentina
(Continúa en pág. siguiente)

Romero señalaba y cuestionaba sin realizar una descripción aséptica de la realidad. Denunciaba con firmeza y claridad, sin lenguajes ambiguos o elípticos. Lo suyo no era la “equidistancia” sino la cercanía con los más débiles, los vulnerables vulnerados, los pobres, los campesinos explotados y oprimidos.

Se reconocía profundamente amado por Jesús y en esa certeza apoyaba su esperanza. "A lo largo de la historia nadie conoce un amor, diríamos, tan loco, tan exagerado: de darse hasta quedar crucificado en una Cruz." (23/3/78) Ese amor de Jesús no lo hacía vivir en las nubes, sino que sacudía

el adormecimiento de lo que Francisco llama “conciencia aislada” de unos pocos cristianos que llevaban una vida de lujo y despilfarro, indiferentes al hambre y la miseria de los campesinos y trabajadores explotados. Por eso enseñaba que "una religión de misa dominical pero de semanas injustas, no gusta al Señor. Una religión de mucho rezo pero con hipocresía en el corazón no es cristiana". (4/12/77)

Son muchos los temas que abordó en sus catequesis: familia, ancianos, niños, misión de la Iglesia, reforma agraria, oración... A él le gustaba ser llamado "el catequista de la diócesis" (16/9/79). Me contaron que cuando

el arzobispo llegaba a un barrio humilde — como una villa o asentamiento— quienes primero salían corriendo a recibirlo eran los niños. Él tenía una debilidad particular hacia ellos. Una vez predicó: “¡Cuánto vale más para mí que un niño me tenga la confianza de sonreírme, de abrazarme y hasta de darme un beso a la salida de la Iglesia, que si tuviera millones [en dinero] y fuera espantable a los niños!”. (23/9/79)

Siempre buscó la paz y la justicia, y tuvo una firme opción de condena a la violencia. Dirigiéndose al ejército, a la guardia nacional, a la policía, predicó el domingo antes que lo mataran: "En nombre de Dios, pues, y de este sufrido pueblo cuyos lamentos suben hasta el cielo cada día más tumultuosos, les suplico, les ruego, les ordeno en nombre de Dios: ¡Cese la represión...!". (23/3/80)

Su muerte no fue casual ni al voleo. Quisieron acallar su voz. Y Monseñor Romero no evadió la hora que le tocó afrontar. Contemplando a Jesús sabía que el buen pastor da la vida por el rebaño, no escapa cuando ve venir al lobo. Él sabía lo exigente del seguimiento de Jesús: "Amor a Dios hasta el exceso de dejarse matar por Él; y amor al prójimo, hasta quedar crucificados por los prójimos". (3/7/77)

Demos gracias a Dios por este Pastor que vivió a fondo el Evangelio, y animémonos a mirarnos en el espejo de su vida.

Papa Francisco: Redescubrir el Concilio para volver a lo esencial y superar divisiones

El Papa Francisco presidió este martes 11 de octubre una Misa en la Basílica de San Pedro con motivo del 60 aniversario del inicio del Concilio Vaticano II, donde aseguró que “ni el progresismo que se adapta al mundo, ni el tradicionalismo que añora un mundo pasado son pruebas de amor, sino de infidelidad”. Antes de que comenzara la Celebración Eucarística a las 17:00 p.m. (hora local), se leyó ante los fieles presentes algunos de los textos del Concilio. Además, el cuerpo de (Continúa en pág. siguiente)

12 16 de octubre de 2022
DIRECTORIO Daniel González Diseño y Corrección Pbro. Simeón Reyes Editor Pbro. Carlos Chavarría Colaborador Pbro. Edwin Henríquez Director

San Juan XXIII se veneró junto al Altar de la Confesión de la Basílica.

El Santo Padre llegó hasta el altar minutos antes de que diera comienzo la Misa y más tarde los sacerdotes y obispos entraron en procesión solemne para conmemorar la misma procesión que abrió el Concilio aquel 11 de octubre de 60 años atrás.

En su homilía, el Papa Francisco recordó que “la Iglesia, por primera vez en la historia, dedicó un Concilio a interrogarse sobre sí misma, a reflexionar sobre su propia naturaleza y su propia misión. Y se redescubrió como misterio de gracia generado por el amor, se redescubrió como Pueblo de Dios, Cuerpo de Cristo, templo vivo del Espíritu Santo”.

“Preguntémonos si en la Iglesia partimos de Dios, de su mirada enamorada sobre nosotros. Siempre existe la tentación de partir más bien del yo que de Dios, de anteponer nuestras agendas al Evangelio, de dejarnos transportar por el viento de la mundanidad para seguir las modas del tiempo o de rechazar el tiempo que nos da la Providencia de volver atrás”, advirtió el Santo Padre.

Ante esto, defendió que “ni el progresismo que se adapta al mundo, ni el tradicionalismo que añora un mundo pasado son pruebas de amor, sino de infidelidad”.

“Son egoísmos pelagianos, que anteponen los propios gustos y los propios planes al

amor que agrada a Dios, ese amor sencillo, humilde y fiel que Jesús pidió a Pedro”, explicó.

Una Iglesia alegre

El Papa Francisco invitó también a reencontrarnos y a renovar la pasión del Concilio, y a trabajar por una Iglesia en la que viva la alegría.

“Si no se alegra se contradice a sí misma, porque olvida el amor que la ha creado. Y, sin embargo, ¿cuántos entre nosotros no logran vivir la fe con alegría, sin murmurar y sin criticar? Una Iglesia enamorada de Jesús no tiene tiempo para conflictos, venenos y polémicas”, aseguró.

“Volvamos al Concilio”

En esta línea, el Papa defendió que el Concilio nos enseñó a estar “en el mundo con los demás y sin sentirnos jamás por encima de los demás, como servidores del Reino de Dios”.

“Qué actual es el Concilio, nos ayuda a rechazar la tentación de encerrarnos en

los recintos de nuestras comodidades y convicciones, para imitar el estilo de Dios”, aseguró.

Más tarde, el Papa Francisco pidió que “volvamos al Concilio, que ha redescubierto el río vivo de la Tradición sin estancarse en las tradiciones; que ha reencontrado la fuente del amor no para quedarse en el monte, sino para que la Iglesia baje al valle y sea canal de misericordia para todos. Volvamos al Concilio para salir de nosotros mismos y superar la tentación de la autorreferencialidad”.

El engaño diabólico de la polarización Lamentó también las veces en las que se prefirió ser “hinchas del propio grupo” más que “servidores de todos, progresistas y conservadores antes que hermanos y hermanas, ‘de derecha’ o ‘de izquierda’ más que de Jesús; erigirse como ‘custodios de la verdad’ o ‘solistas de la novedad’, en vez de reconocerse hijos humildes y agradecidos de la santa Madre Iglesia”.

“Superemos las polarizaciones y defendamos la comunión, convirtámonos cada vez más en ‘una uno solo’, como Jesús suplicó antes de dar la vida por nosotros (cf. Jn 17,21)”, pidió el Pontífice.

“Líbranos del engaño diabólico de las polarizaciones. Y nosotros, tu Iglesia, con Pedro y como Pedro te decimos: ‘Señor, tú lo sabes todo; tú sabes que te amamos’”, concluyó el Papa.

13 16 de octubre de 2022

El Papa Francisco pide que Scalabrini “nos contagie el deseo de ser santos”

En el Aula Pablo VI del Vaticano, el Papa Francisco recibió en Audiencia a los peregrinos reunidos para la Canonización de Juan Bautista Scalabrini, que tuvo lugar ayer domingo 9 de octubre.

El Papa Francisco destacó la belleza de la diversidad del grupo de peregrinos, bromeando que se trataba de una hermosa “ensalada de frutas”.

A continuación, el Santo Padre ensalzó el apostolado del nuevo santo en favor de los emigrantes italianos: “Se preocupó, con gran caridad e inteligencia pastoral, de proporcionarles una asistencia material y espiritual adecuada”, recordó el Papa.

“Aún hoy -continuó el Papa-, las migraciones constituyen un reto muy importante. Destacan la necesidad urgente

de anteponer la fraternidad al rechazo, la solidaridad a la indiferencia”.

En esta línea, defendió que “cada bautizado está llamado a reflejar la mirada de Dios hacia sus hermanos emigrantes y refugiados -que son muchos-, a dejar que su mirada amplíe la nuestra, gracias al encuentro con la humanidad en movimiento, a través de una proximidad concreta, siguiendo el ejemplo de Scalabrini”.

“Hoy estamos llamados a vivir y difundir la cultura del encuentro, un encuentro en igualdad de condiciones entre los emigrantes y la gente del país de acogida. Se trata de una experiencia enriquecedora, ya que revela la belleza de la diversidad”, explicó el Santo Padre.

A continuación, aseguró que “la fe, la esperanza y la tenacidad de los emigrantes pueden ser un ejemplo y un estímulo para quienes quieran comprometerse en la construcción de un mundo de paz y bienestar para todos”.

“Por eso os exhorto, misioneros scalabrinianos, a dejaros inspirar siempre por vuestro Santo Fundador, padre de los

migrantes, de todos los migrantes”, dijo el Papa.

“Que su carisma renueve en vosotros la alegría de estar con los emigrantes, de estar a su servicio, y de hacerlo con fe, animados por el Espíritu Santo, en la convicción de que en cada uno de ellos nos encontramos con el Señor Jesús”, pidió más tarde.

Además, animó a los presentes a no “escatimar recursos físicos y económicos para promover a los migrantes de manera integral”.

“Que la santidad de Juan Bautista Scalabrini nos contagie el deseo de ser santos, cada uno de manera original y única, como la infinita imaginación de Dios nos ha hecho y quiere que seamos”, dijo el Papa Francisco.

Por último, pidió que “que su intercesión nos alegre, nos dé la esperanza de caminar juntos hacia la Nueva Jerusalén, que es una sinfonía de rostros y pueblos, hacia el Reino de la justicia, la fraternidad y la paz”, concluyó.

14 16 de octubre de 2022
Fuente: AciPrensa

La Voz del Papa

ÁNGELUS

Plaza de San Pedro Domingo, 9 de octubre de 2022

Antes de concluir esta celebración eucarística, saludo y agradezco a todos los que han venido a honrar a los nuevos santos. Saludo a los Cardenales, a los Obispos, a los sacerdotes, a las personas consagradas, especialmente a los Misioneros y Misioneras de San Carlos Borromeo y a los Hermanos Salesianos Coadjutores. Saludo con gratitud a las Delegaciones oficiales.

Hoy, en Fabriano, será beatificada María Costanza Panas, monja clarisa capuchina, que vivió en el monasterio de Fabriano desde 1917 hasta 1963, cuando partió al cielo. Acogía a todos los que llamaban a la puerta del monasterio, infundiendo serenidad y confianza a todos. En sus últimos años, gravemente enferma, ofreció sus sufrimientos por el Concilio Vaticano II, cuyo 60º aniversario de inicio se cumple pasado mañana. Que la Beata María Constanza nos ayude a ser siempre confiados en Dios y acogedores con el prójimo. ¡Un aplauso para la nueva beata!

A propósito del inicio del Concilio, hace 60 años, no podemos olvidar el peligro de guerra nuclear que en aquel entonces

amenazaba al mundo. ¿Por qué no aprender de la historia? También en aquella época había conflictos y grandes tensiones, pero se eligió la vía pacífica. Está escrito en la Biblia: «Así habla el Señor: “Deténganse sobre los caminos y miren, pregunten a los senderos antiguos dónde está el buen camino, y vayan por él: así encontrarán tranquilidad para sus almas”» (Jer 6,16).

Aseguro mis oraciones por las víctimas del demencial acto de violencia ocurrido hace tres días en Tailandia. Con conmoción confío al Padre de la Vida, en particular, a los niños pequeños y a sus familias.

Y ahora dirijámonos a la Virgen María para que nos ayude a ser testigos del Evangelio, animados por el ejemplo de los santos.

Papa Francisco participará en Encuentro de Oración por la Paz en el Coliseo de Roma

El director de la Oficina de Prensa del Vaticano, Matteo Bruni, confirmó este martes que el Papa Francisco participará en el Encuentro de Oración por la Paz que tendrá lugar en el Coliseo romano el próximo 25 de octubre.

El encuentro, presentado hoy en el Vaticano, ha sido organizado por la Comunidad de San Egidio bajo el título “El Grito por la Paz” y en él participarán políticos y representantes religiosos de todas partes del mundo.

Del 23 al 25 de octubre tendrá lugar en Roma este encuentro internacional, que será clausurado con la ya tradicional oración en el monumento más emblemático de la capital italiana.

Se trata de la edición número 36 de este evento, que vuelve tras la pandemia de la mano de la Comunidad de San Egidio, en un contexto marcado por la guerra que

desde hace meses sufre el pueblo ucraniano. La guerra, la crisis medioambiental y los refugiados serán los temas principales que se trataran en dicho encuentro, que contará también con la presencia del presidente de Francia, Emmanuel Macron, con el presidente italiano, Sergio Mattarella y con

el presidente del Níger, Mohamed Bazoum.

El último encuentro se realizó en octubre de 2021, y contó con la participación del Gran Imán de Al Ahzar (Egipto), Ahmad Al-Tayyeb, con quien el Papa Francisco firmó en febrero de 2019 el documento de la fraternidad en Abu Dabbi.

15 16 de octubre de 2022
Fuente: ACIPrensa

Crucigrama

Santo Evangelio según San Lucas 18,1-8 del Domingo XXIX del Tiempo Ordinario

En aquel tiempo, Jesús decía a sus discípulos una parábola para enseñarles que es necesario orar siempre, sin desfallecer.

«Había un juez en una ciudad que ni temía a Dios ni le importaban los hombres.

En aquella ciudad había una viuda que solía ir a decirle: “Hazme justicia frente a mi adversario”.

Por algún tiempo se estuvo negando, pero después se dijo a sí mismo:

“Aunque ni temo a Dios ni me importan los hombres, como esta viuda me está molestando, le voy a hacer justicia, no sea que siga viniendo a cada momento a importunarme”».

Y el Señor añadió:

«Fijaos en lo que dice el juez injusto; pues Dios, ¿no hará justicia a sus elegidos que claman ante él día y noche?; ¿o les dará largas? Os digo que les hará justicia sin tardar. Pero, cuando venga el Hijo del hombre, ¿encontrará esta fe en la tierra?».

16 16 de octubre de 2022

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