Orientación - Domingo 18 de Diciembre 2022

alabras del Arzobispo Principales Compromisos de Monseñor José Luis Escobar Alas, Arzobispo de San Salvador 28 de noviembre al 11 de diciembre de 2022

EUCARISTÍAS EN CAPILLA DEL ARZOBISPADO AUDIENCIAS VARIAS SANTA MISA CON JÓVENES DEL PRESEMINARIO SANTA MISA DE ACCION DE GRACIAS POR LA ERECCIÓN CANÓNICA DEL INSTITUTO RELIGIOSO DE LAS SIERVAS DE LA MISERICORDIA DE DIOS CONFIRMACIONES EN PARROQUIA SAN PEDRO APÓSTOL MISA EN CATEDRAL METROPOLITANA Y CONFERENCIA DE PRENSA CONFIRMACIONES EN PARROQUIA SAN JACINTO REUNIÓN DE VICARIOS FORÁNEOS ENTREVISTA CON LOS SEMINARISTAS ARQUIDIOCESANOS CONFIRMACIONES EN PARROQUIA JESUCRISTO SUMO Y ETERNO SACERDOTE

El lunes 28 así como es costumbre de todos los días, a las 7:00 a.m. presidí la santa Misa en la Capilla del Arzobispado, concelebró conmigo el Padre Erick Ramos, contamos con un buen número de personas de misa diaria y se transmite por la televisión católica.

El martes 29 y durante los demás días de la semana, recibí la visita de un buen número de sacerdotes, hermanas religiosas y varios hermanos laicos, que con tanta bondad habían pedido venir a hablar con este servidor

Ese mismo día por la tarde, visité el Seminario San José de la Montaña, para presidir la Eucaristía, con los jóvenes que participan este año en el Preseminario y quienes a lo largo del año se han reunido mensualmente para cultivo de su vocación y prepararse de esta manera para ingresar al Seminario el próximo año. Concelebraron conmigo e Padre Oscar Oviedo y el Padre Marvin Funes, encargados de la pastoral vocacional.

El miércoles 30, presidí la solemne Misa de acción de gracias por la Erección Canónica del Instituto Religioso de las Siervas de la Misericordia de Dios y dentro de ella hizo su Profesión de Votos Perpetuos la hermana Reina Angélica Zelaya Díaz, concelebraron conmigo Su Eminencia Reverendísima Cardenal Gregorio Rosa Chávez, el Ilustrísimo Mons. Edward Karaan, Encargado de Negocios a.i. de la Nunciatura Apostólica, el Excelentísimo Obispo de San Miguel, Mons. Fabio

Colindres, el Excelentísimo Obispo Emérito de Chalatenango Mons. Luis Morao y un buen número de sacerdotes

El sábado 03 de diciembre, a las 10 a.m., visité la querida Parroquia San Pedro Apóstol, en Teotepeque, para presidir la santa Misa y dentro de ella conferir el sacramento de la Confirmación a un grupo de 64 jóvenes que durante el año recibieron su catequesis de preparación, concelebró conmigo el Párroco, Padre John Ostrowski. Fue una celebración muy linda, contó con una gran participación de la comunidad parroquial en un ambiente de mucha alegría y fe.

El domingo 04, presidí la santa Misa de las 8:00 a.m. en nuestra Catedral Metropolitana. Al terminar la Eucaristía, tuvimos la acostumbrada conferencia de prensa con los señores de la prensa, radio y televisión.

Por la tarde de ese domingo visité la querida Parroquia San Jacinto, para presidir la santa Misa de las 5:00 p.m. Concelebró conmigo el Párroco, Padre Francisco Ramos, dentro de la santa misa conferí el Sacramento de la Confirmación a un numeroso grupo de jóvenes que durante el año había recibido su catequesis

El martes 06, visité Suchitoto para reunirme con los Miembros del Consejo de Vicarios Foráneos, para hacer una evaluación del trabajo pastoral durante el año, fue una reunión muy importante, de mucho fruto para la atención pastoral de nuestra diócesis, entre otras cosa se habló de la conveniencia de celebrar un Sínodo diocesano para la

Misión en nuestra Arquidiócesis. Nos coordinó la reunión el Padre Octavio Cruz, Vicario Episcopal de Pastoral.

El miércoles 07, día dedicado a la atención de los sacerdotes, quienes en buen número tuvieron la bondad de visitarme para abordar diversos temas de interés pastoral.

El jueves 08, por la mañana recibí a los jóvenes aspirantes a ingresar al Seminario San José de la Montaña, ellos a los largo del año han realizado su proceso de Preseminario en la Pastoral Vocacional de nuestra Arquidiócesis. Les entrevisté a todos ellos y admitimos un grupo de 12 nuevos seminaristas.

El viernes 09, por la mañana recibí a los jóvenes del Seminario San José de la Montaña que están cursando el área de Filosofía y los jóvenes de 1º y 2º de Teología, la entrevista es para leerle a cada uno el informe del Equipo Formador y animarles en su trabajo formativo.

El sábado 10, a las 3:00 p.m., visité la querida Parroquia Jesucristo Sumo y Eterno Sacerdote, para presidir la santa Misa y dentro de ella conferí el Sacramento de la Confirmación a un grupo de 29 jóvenes que durante el año habían recibido su catequesis de preparación, concelebró conmigo el Párroco, Padre Gonzalo Enrique Ortega. Fue una celebración muy hermosa, con una excelente participación litúrgica.

PRIMER MANDAMIENTO (V)

Amarás al prójimo como a ti mismo (Mt 22, 39)

San Salvador, 18 de diciembre de 2022

Esta última catequesis del Primer Mandamiento, la dedicaremos a la segunda respuesta que el Señor dio cuando fue preguntado sobre cuál era el mayor mandamiento, me refiero al precepto: Y a tu prójimo como a ti mismo (Mt 22, 39). Santo Tomás de Aquino ofrece cinco consideraciones útiles para observar este amor.

En primer lugar, amar al prójimo verdaderamente como a nosotros mismos1. Esto implica dos actitudes. Uno, nunca amarlo por la utilidad que representa porque a nadie le gustaría ser amado por el bien útil que representa y ser despreciado cuando esa utilidad desaparece: Hay amigos que acompañan en la mesa y no aparecen a la hora de la desgracia; cuando te va bien, están contigo, cuando te va mal, huyen de ti, si te alcanza la desgracia te dan la espalda (Si 6, 10-12). Dos, nunca amarlo por el deleite que produce porque como toda pasión ese deleite que produce en algún momento termina y la persona es abandonada. Por algo lo aconseja el Sirácida de esta forma: No caigas víctima de tu pasión porque encenderá tus fuerzas contra ti, comerá tus hojas, arrancará tus frutos y te dejará como árbol seco (Si 6, 2-3).

En segundo lugar, se debe amar al prójimo ordenadamente. Eso significa que la persona debe ser amada en su justa medida: ni más que a Dios ni tanto como a Dios. Por ejemplo, no se puede idolatrar a las personas porque nadie es superior a Dios: ¡Esta es voz de dios, no de hombres! (Hch 12, 21), gritó alguien del pueblo con lo cual deificaba al rey Agripa, y el rey dejando hacerlo, olvidó dar gloria a Dios. En consecuencia, murió comido de gusanos (cf. Hch 12, 23) por lo que se ve que deificar no es hacer un bien al prójimo ni a uno mismo porque se coloca a un ser mortal en el lugar exclusivo de Dios. Lo dijo Jesús: El que ama a su padre o a su madre más que a Mí no es digno de Mí y el que ama a su hijo más que Mí no es digno de Mí (Mt 10, 37). Entonces, el amor a las personas también necesita un orden como Jesús lo señala.

En tercer lugar, el prójimo debe ser amado de manera eficaz; en primer lugar, procurando su bien no tanto de palabra sino con obras: No amemos de palabra y con la boca, sino con obras y de verdad (1Jn 3, 18); y, en segundo lugar, dejando de lado la hipocresía porque es pecado desagradable a Dios el que una persona dañe a otra en este sentido: En tu presencia su boca es toda dulzura, admira tus palabras, por detrás cambia de lenguaje y procura cazarte en tus palabras (Si 27, 23-24).

En cuarto lugar, amarlo con perseverancia, o sea, tanto en la desdicha como en la dicha: Alégrense con los que están alegres y lloren con los que lloran (Rm 12, 15). No será fácil; pero, Santo Tomás de Aquino aconseja practicar las virtudes de la paciencia y la humildad para soportar al lado de la otra persona en todo tipo de circunstancias2. Y, finalmente, amar al prójimo justa y santamente de suerte que no lo amemos para pecar porque ni a ti has de amarte así porque así perderás a Dios3 .

Sin embargo, este precepto pide al ser humano trascender amando no sólo al amigo sino al enemigo: Amen a sus enemigos, hagan el bien a quienes los odian (Mt 5, 44); agregado al perdón que deberá dárseles cada vez que lo pidan porque así lo reza cada uno en el Padrenuestro (cf. Mt 6, 12). Y más aún, no basta con no desearle el mal al enemigo ni con perdonarlo, sino que, además, hay que desearle el bien: a saber, su enmienda y la vida eterna4 Por otra parte, el perdón hace mucho bien a quien lo ejercita. La ignorancia de los beneficios que este produce impide a las personas ponerlo por obra. He aquí algunos de sus bondades:

• El que perdona muestra y conserva su dignidad de hijo/hija de Dios: Amen a sus enemigos, oren por sus perseguidores. Así serán hijos de su Padre del cielo (Mt 5, 44-45).

• El que perdona obtiene la victoria sobre el mal: No te dejes vencer por el mal por el contrario vence el mal haciendo el bien (Rm 12, 21).

• El que perdona obtiene ventajas como el procurarse amigos: Quien busca amistad disimula la ofensa, quien la recuerda, aleja al amigo (Pr 17, 9).

• El que perdona alcanza que Dios escuche sus plegarias más fácilmente.

• Y, por último, el que perdona, del pecado escapa5 No en vano, el Señor recomendó: Bienaventurados los misericordiosos porque ellos alcanzarán misericordia (Mt 5, 7). Entonces, en esto consiste, a grandes rasgos, dar cumplimiento al precepto: Y a tu prójimo como a ti mismo (Mt 22, 39).

1Santo Tomás de Aquino, Los Mandamientos, n. 49.

2Cf. Ibidem, n. 54.

3Cf. Ibidem, n. 55.

4Ibidem, n. 60.

5Beneficios tomados de: Santo Tomás de Aquino, Los Mandamientos, nn. 61-65.

José Luis Escobar Alas, Arzobispo de San Salvador

La Voz del Papa

Madre del verdaderísimo Dios por quien se vive

homilía del santo Padre Francisco en la Santa Eucaristía de Nuestra Señora de Guadalupe Lunes 12 de diciembre de 2022 - Basílica de San Pedro, Ciudad del Vaticano

Nuestro Dios conduce la historia de la humanidad en todo momento, nada queda fuera de su poder, que es ternura y amor providente. Se hace presente a través de un gesto, de un acontecimiento, de una persona. No deja de asomarse a nuestro mundo, necesitado, herido, ansioso, para asistirlo con su compasión y su misericordia. Su modo de intervenir, de manifestarse, siempre nos sorprende, y nos llena de gozo. Nos provoca estupor, y lo hace con estilo propio.

“uno de nosotros”, cercano, amigo, igual a nosotros en todo, menos en el pecado.

Y algo así, con este estilo, sucedió hace casi cinco siglos, en ese momento complicado y difícil para los habitantes del nuevo mundo, el Señor quiso transformar la conmoción que suscitó el encuentro entre dos mundos diversos en recuperación de sentido, en recuperación de dignidad, en apertura al Evangelio, transformarla en encuentro. Y lo hizo enviando a María, su Madre, en la lógica que el Evangelio de hoy nos recuerda: después del anuncio del ángel, «María partió y fue sin demora a un pueblo de la montaña» (Lc 1,39). La Virgen apresurada. Así llegó a las benditas tierras de América nuestra Señora de Guadalupe, presentándose como la “Madre del verdaderísimo Dios por quien se vive” (cf. Nican Mopohua); y vino para consolar, para atender las necesidades de los más pequeños, sin excluir a nadie, para arroparlos como madre solícita con su presencia, su amor y su consuelo. Es nuestra Madre mestiza.

los otros, ir al encuentro de los hermanos y hermanas olvidados y descartados por nuestras sociedades consumistas y apáticas, nuestros hermanos y hermanas dejados de lado. Y lo hace sin demora: es la Madre apurada, apresurada, la Madre solícita.

La lectura de la carta a los Gálatas nos ofrece una indicación precisa que ayuda a contemplar, con agradecimiento, su plan para redimirnos y hacernos sus hijos adoptivos: «cuando se cumplió el tiempo establecido, Dios envió a su Hijo, nacido de una mujer» (Gal 4,4).

Y es así, la venida del Hijo en carne humana es la suprema expresión de su método divino en favor de la salvación. Dios, que tanto amó al mundo, nos envió a su Hijo, «nacido de una mujer», para que «todo el que crea en él no muera, sino que tenga Vida eterna» (Jn 3,16). Así, en Jesús, nacido de María, el Eterno entra en la precariedad de nuestro tiempo, se hace para siempre, de forma irreversible “Dios-con-nosotros” y camina a nuestro lado como hermano y compañero. Vino para quedarse. Nada de lo nuestro le es extraño porque es como

Y este año celebramos Guadalupe en un momento difícil para la humanidad. Es un período amargo, repleto de fragores de guerra, crecientes injusticias, carestías, pobreza, sufrimiento. Hay hambre. Y aunque este horizonte aparezca sombrío y desconcertante, con presagios de mayor destrucción y desolación, todavía la fe, el amor y la condescendencia divinas nos enseñan y nos dicen que también este es un tiempo propicio de salvación, en el que el Señor, a través de la Virgen Madre mestiza, sigue dándonos a su Hijo, que nos llama a ser hermanos, a dejar de lado el egoísmo, la indiferencia y el antagonismo, invitándonos a hacernos cargo «sin demora» los unos de

Hoy como ayer, Santa María de Guadalupe quiere encontrarse con nosotros, como un día con Juan Diego en el cerrito del Tepeyac. Quiere quedarse con nosotros. Nos suplica que le permitamos ser nuestra madre, que abramos nuestra vida a su Hijo Jesús y acojamos su mensaje para aprender a amar como Él. Ella vino para acompañar al pueblo americano en este camino tan duro de pobreza, explotación, colonialismos socioeconómicos y culturales. Ella está en medio de las caravanas que buscando libertades caminan hacia el norte. Ella está en medio de ese pueblo americano amenazado en su identidad por un paganismo salvaje y explotador, herido por la predicación activa de un ateísmo práctico y pragmático. Y Ella está allí. “Soy tu Madre”, nos dice. La Madre del amor por quien se vive.

Hoy, 12 de diciembre, se inicia en el continente americano la Novena Intercontinental Guadalupana, camino que prepara a la celebración del V Centenario del Acontecimiento Guadalupano en 2031.

Continúa en la siguiente pág.

Exhorto a todos los miembros de la Iglesia que peregrina en América, pastores y fieles, a participar en este camino celebrativo. Pero, por favor, que lo hagan con verdadero espíritu guadalupano. Me preocupan las propuestas de tinte ideológico-cultural de diverso signo, que quieren apropiarse del encuentro de un pueblo con su Madre, que quieren desmestizar, maquillar a la Madre. Por favor, no permitamos que el mensaje se destile en pautas mundanas e ideológicas. El mensaje es simple, es tierno: “¿No estoy yo aquí, que soy tu Madre?”. Y a la Madre no se la ideologiza.

Que Jesucristo, el deseado de todas las naciones, por intercesión de Nuestra Madre de Guadalupe, nos conceda días de alegría y serenidad, para que la paz del Señor habite en nuestros corazones y en el de todos los hombres y mujeres de buena voluntad.

Fiesta a Nuestra Señora de Guadalupe en nuestro país

Estrella de la evangelización de los pueblos, apoyo de los indígenas y de los pobres. El pueblo de los fieles implora humildemente su ayuda sobre el cerro del Tepeyac. Es la Bienaventurada María Virgen de Guadalupe en México que llevó el Evangelio a América. En el pasado lunes 12 de diciembre celebramos a Nuestra Señora de Guadalupe patrona de América, les compartimos fotografías de como lo vivieron en distintas parroquias e Iglesias de nuestro país.

Parroquia Nuestra Señora de Guadalupe, Col. Guatemala - San Salvador

Basílica Nuestra Señora de Guadalupe, La Ceiba - Antiguo Cuscatlán

Parroquia San Sebastián, Cojutepeque - Cuscatlán

Catedral Nuestra Señora de los Pobres, Zacatecoluca - La Paz

Iglesia Nuestra Señora de Lourdes, San Francisco Chinameca - La Paz

Parroquia El Señor de las Misericordias, Aguilares - San Salvador

¿Quién nos causa tanta alegría? ¡La Inmaculada Concepción de María!

Las fiestas patronales de Ciudad Arce iniciaron el 29 de noviembre y finalizaron el 8 de diciembre en honor a la Inmaculada Concepción de María. Toda la novena inició con las mañanitas y el rezo del Santo Rosario en el templo parroquial, culminando con la Santa Misa en los sectores urbanos de la parroquia. El 8 de diciembre se llevó a cabo una procesión desde la parroquia Inmaculada Concepción de María hasta el polideportivo la Joyita donde tuvo lugar la Santa Misa Patronal, la cual fue presidida por Mons. Constantino Barrera, Obispo de la diócesis de Sonsonate, quien al mismo tiempo celebraba sus 32 años de vida sacerdotal. En los sectores rurales de la Parroquia Inmaculada Concepción de María es la primera vez que participaron activamente de las fiestas patronales, realizando una Pre-Novena durante el mes de noviembre.

De Izquierda a derecha: Pbro. Edgardo Reyes Párroco; Mons. Constantino Barrera, Obispo de la diócesis de Sonsonate; Pbro. Héctor Cruz, Vicario.

Realización de mañanitas y santo rosario en la Parroquia Inmaculada Concepción de María

Comunidad Floresta recibe imagen de la Inmaculada Concepción de María como su nueva patrona

Feligreses de la Comunidad Floresta recibieron con mucha devoción y alegría una imagen de la Inmaculada Concepción de María, acogiéndola como su nueva patrona, dicha comunidad pertenece a la Parroquia Nuestras Señora de la Luz en San Salvador. En este contexto el padre Adonay Orellana presidio la primera Santa Misa patronal junto a su nuevo diácono Walter Retana, destinado a esa parroquia como colaborador pastoral. ¡Muchas Felicidades a la comunidad Floresta por sus Fiestas Patronales a la Inmaculada Concepción de María!

Santa Misa en honor a la Inmaculada Concepción de María

Navidad, identidad y fechas

La identidad de cada uno depende en muchos aspectos de las fechas. Ellas nos recuerdan el inicio de nuestra vida y nuestra propia historia con el cumpleaños, nuestra profesionalidad el aniversario de nuestra titulación, nuestra entrega al amor en el matrimonio, nuestro compromiso eclesial y religioso con las fechas de sacramentos, comunión, confirma, ordenación sacerdotal o votos religiosos. De la misma manera, nuestra fe está vinculada a fechas. La Navidad, la Semana Santa, algunos domingos especiales como Pentecostés y otros nos recuerdan aspectos fundamentales de lo que creemos y nos invitan a reflexionar sobre ello. En este mes de Diciembre en particular, vivimos, desde la piedad sencilla y también desde la reflexión profunda, una fecha clave. Clave para la historia cristiana de la salvación y también para la reflexión humana cordial: Vemos en la Navidad la ternura del nacimiento de un niño que desde la pobreza y la sencillez se vuelve signo de reconciliación y paz universal. Los cristianos celebramos en ese día la encarnación de Dios; “la Palabra se hizo carne y habitó entre nosotros”, que dice Juan en su Evangelio, y nos alegramos profundamente sabiendo que Dios nos “amó hasta el extremo” (Jn 13, 1). Pero al mismo tiempo celebramos la dignidad humana y nos comprometemos a respetarla, viendo a Dios hecho carne en el Niño pobre para cuyo nacimiento no había sitio en el mesón. Él da plenitud a nuestra dignidad y a nuestra identidad. Por Él llegamos a ser hijos de Dios.

En nuestros países latinoamericanos, a pesar de los muchos sufrimientos de nuestra historia, la celebración de la Navidad es un patrimonio de un valor especial. Nos recuerda nuestra propia familia, muchas veces con problemas de pobreza y migración como la del Niño Jesús. Nos habla de reconciliación y paz. Nos invade de alegría y nos prepara para iniciar de nuevo una vida mejor. De hecho, a los siete días de la celebración navideña comenzamos un año nuevo. Y la Iglesia, además de celebrar en

esa fecha a María como a Madre de Dios, ratificando así la plena humanidad de su Hijo, nos invita ese mismo día a celebrar la Jornada Mundial por la Paz. Con ello nos invita a ser constructores de paz en todas nuestras actividades y dimensiones. Paz sin que los jóvenes sean perseguidos por ser jóvenes, pues merecen ser constructores de un mundo mejor. Paz sin que los adultos quieran dominar por la violencia tanto al medio ambiente como a todo tipo de relación social. Paz defendiendo la plena igualdad en dignidad de todos los seres humanos sin que el machismo, el racismo, la xenofobia o la aporofobia trunquen e impidan la fraternidad cristiana.

Nuestros países centroamericanos han sufrido demasiada violencia en su historia. Incluso en este mes de Navidad han sufrido golpes demasiado duros. En Guatemala la masacre de Las Dos Erres y en El Salvador la de El Mozote, o el asesinato de las monjas norteamericanas, se llevaron a cabo en Diciembre y destruyeron el deseo de Navidad y paz de mucha gente. Pero nuestros pueblos continúan anhelando esa paz que es fruto de la justicia. Y los cristianos estamos llamados a trabajar por ella para poder ser llamados hijos de Dios (Mt 5, 9). El Concilio Vaticano II insistía hace ya más de 50 años que quienes desearan participar en política lo hicieran

Pbro. José M. Tojeira

olvidándose de su propio beneficio e interés y luchara pacíficamente “contra la injusticia y la opresión, contra la intolerancia y el absolutismo de un solo hombre o de un solo partido político” y que se consagraran “con caridad y fortaleza política al servicio de todos” (G.S. 75). La responsabilidad de convivir fraternal y solidariamente es tarea de todos. Consolidar la paz y la solidaridad entre los seres humanos, impulsar siempre lo verdadero, lo bueno y lo bello de las actitudes y actividades humanas, construir un mundo cada día más fraterno y más pendiente y comprometido en la lucha contra el sufrimiento, es tarea cristiana que en Navidades adquiere un eco especial. El descanso y la fiesta, unidos en fe al nacimiento del Niño Dios, nos dará la fuerza para emprender la tarea de ser testigos y constructores de paz en el mundo en que vivimos.

Concierto Catequético en la parroquia San Cristóbal

La parroquia San Cristóbal en Jayaque y la Orquesta Sinfónica Misionera del Camino Neocatecumenal de El Salvador, OSMICAES. Realizado un concierto sinfónico Catequético de adviento llevado a cabo por la tarde del domingo 4 de diciembre.

Al siguiente domingo, 22 niños recibieron Sacramento de la Sagrada Comunión donde es un día muy especial y enormemente deseado pues se recibe por primera vez el corazón de Dios.

Iniciar el Año Nuevo con la Providencia Divina

Cada primero de enero, nuestra acción de gracias se dirige a la Divina Providencia, tanto por el año que ha terminado, como por el año que estamos iniciando, pues el ser agradecido es una puerta abierta para recibir nuevos beneficios. Agradeciendo al Señor por sus bondades iniciamos el año y le suplicamos que su Misericordia se extienda por todos nuestros días y a la vez somos testigos de que Dios realiza esta obra en nuestras vidas. Por esta razón cada primer día de cada mes nos encomendándonos a la Providencia Divina y con más razón al inicio de cada año le pedimos que bendiga el año que estamos comenzando. Esta hermosa tradición se la debemos a nuestros mayores, pues nos enseñaron a que nuestra suplica confiada la dirijamos a la “Divina Providencia para que se extienda en cada momento, y nunca nos falte: casa, vestido, sustento, ni los santos Sacramentos en el último momento”.

Continúa en la siguiente pág.

Escrito por: Pbro. Guillermo Palacios Vicario de Catedral Metropolitana de San Salvador.

Suele pasar que con el año nuevo nos hacemos buenos propósitos, pues con nuestra oración y acción también le pedimos al Señor que no falte el “amor” en nuestras familias, trabajos, comunidades parroquiales, así, tomando del amor de Dios podemos entonces ser capaces de dar amor a aquellos con los que somos hermanos por el bautismo.

Una característica especifica de los cristianos, es la “unidad”, si tú te consideras cristiano, pues entonces estás llamado a vivir en la unidad, no solamente con aquellos más cercanos, sino también con aquellos con los que compartes tu trabajo, con los hermanos de tu comunidad, y así serás un signo vivo del amor de Dios en el mundo. Si este año no has entrado en unión con los demás; este puede ser un buen propósito para el año venidero.

Una forma muy importante de iniciar el año también es iniciarlo de la mano de la Santísima Virgen, no es mera casualidad que también abramos el año con la Solemnidad de Santa María Madre de Dios, ya que es la misma Madre que con su amor nos conduce al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, ella con amor y mirada maternal, es

la principal interesada de que vayamos a su Hijo, Nuestro Señor Jesucristo, confiando en que su providencia no nos abandonara durante todo el año.

Es por tanto, el momento para realizar un balance en nuestras vidas de las obras buenas que hemos realizado, de las metas

que cumplimos, de cuanto nos hemos acercado al Señor, y si en nuestro balance resulta desigual la medida, es momento para recomenzar y retomar nuestros propósitos de confianza en el Señor, amor y unidad entre los que nos rodean.

Feliz Navidad y Prospero 2023

La iglesia doméstica, primer sujeto de la

sinodalidad

El Papa Francisco, refiriéndose al tema de la sinodalidad, afirma: “Solo en la medida en que estos organismos permanezcan conectados con la base y partan desde la gente, de los problemas cotidianos, puede comenzar a tomar forma una iglesia sinodal”. Esta afirmación retomada en el documento de la Comisión Teológica Internacional, nos lleva a proponer la comunidad familiar como núcleo que está a la base de la sinodalidad de la Iglesia Particular. (CT 77)

De aquí surge la necesidad de una capacitación de las familias para que promuevan la escucha, la posibilidad de proponer, el ejercicio del discernimiento comunitario y la posibilidad de coordinar y ejecutar los propósitos y las acciones de forma conjunta. Esto exige, por tanto, una espiritualidad de comunión y una sensibilidad a valores humanos como la empatía, la acogida, la solidaridad y la donación de cada uno en favor de los demás. En otras palabras, las familias son la primera escuela de la sinodalidad.

La Exhortación Apostólica, Amoris laetitia, del Papa Francisco, pide a la Iglesia un cambio de ritmo y de estilo.

La Iglesia no podrá realizar la tarea que le ha sido asignada por Dios para con la familia si no incluye a las familias en esta misma tarea, según el estilo de Dios, y, por consiguiente, sin asumir ella misma los rasgos de una comunión familiar.

La familia, por lo tanto, no puede ser considerada solamente como destinataria

de una acción formativa, de una acción pastoral o sacramental. Ha de ser reconocida como “sujeto de la acción pastoral mediante el anuncio explícito del Evangelio y el legado de múltiples formas de testimonio, entre ellas: la solidaridad con los pobres, la apertura a la diversidad de las personas, la custodia de la creación, la solidaridad moral y material hacia las otras familias, sobre todo hacia las más necesitadas, el

Escrito por: Pbro. Jesús Octavio Cruz. Vicario de Pastoral.

compromiso con la promoción del bien común, incluso mediante la trasformación de las estructuras sociales injustas, a partir del territorio en el cual la familia vive, practicando las obras de misericordia corporal y espiritual(AL 290). Esta esencial eclesiología de la familia es la inspiración que recorre todo el texto, el horizonte hacia el que el Papa quiere conducir el testimonio cristiano en esta nueva era. Dicha trasformación pide un modo nuevo, familiar, de percibir y de vivir la Iglesia en este período de transición.

La Exhortación nos pide una nueva forma de ser Iglesia, entendida como Familia de Dios. Se nos pide no solo una reorganización de la pastoral familiar. Toda la pastoral ha de ser “familiar”, o más concretamente, “toda la Iglesia ha de ser familiar”.

El tema pastoral que el Papa llama a vivir con decisión no es tanto la “lejanía” de muchos del ideal y de la práctica de la verdad cristiana del matrimonio y de la familia, sino más bien el tema de la “cercanía” de la Iglesia para con todos: presentar de manera convincente la

bendición de los vínculos familiares a las nuevas generaciones, y hacerse puente de la gracia que redime, reanima y cura la debilidad humana. El vínculo indisoluble de la Iglesia con sus hijos es el signo más transparente del amor fiel y misericordioso de Dios.

(Tomado de “La sinodalidad y los desafíos de la familia”. Monseñor Vicenzo Paglia. 30 marzo 2022. Parroquia de Santa Isabel – Wyckoff)

El Papa Francisco celebra 53 años de ser ordenado sacerdote

El 13 de diciembre de 1969, solo cuatro días antes de cumplir 33 años de edad, el jesuita Jorge Mario Bergoglio -quien hoy es el Papa Francisco-, fue ordenado sacerdote por el Arzobispo Emérito de Córdoba (Argentina), Mons. Ramón José Castellano.

Ese 13 de diciembre de hace 53 años fue sábado, vísperas del tercer domingo de Adviento. En la liturgia de la Iglesia este día es conocido como el Domingo de Gaudete o de la Alegría, para muchos el sello del pontificado del Papa Francisco junto con la misericordia.

Según el libro “El jesuita: Conversaciones con el cardenal Jorge Bergoglio”, Francisco descubrió su vocación al sacerdocio mientras estaba en camino a celebrar el Día de la Primavera.

Cuando pasó por la iglesia del barrio bonaerense de Flores para confesarse, recibió una especial inspiración del sacerdote que lo acogió.

En otra oportunidad el Santo Padre contó que inicialmente su madre no apoyó su

decisión de entrar al sacerdocio, a pesar de que era una católica devota. Sin embargo, cuando el hijo fue ordenado, la madre aceptó su llamado y le pidió la bendición al final de la ceremonia.

Fuente: AciPrensa

Cuando regresó a Argentina sirvió como profesor en la Facultad de Teología de San José en la localidad de San Miguel (en las afueras de la ciudad de Buenos Aires), rector del Colegio y el 31 de julio de 1973, a la edad de 36 años, fue designado provincial de Argentina de los jesuitas.

El 20 de mayo de 1992 San Juan Pablo II lo nombró Obispo Auxiliar de Buenos Aires y recibió la consagración episcopal el 27 de junio de ese año de manos del Arzobispo local, Cardenal Antonio Quarracino. Mons. Bergoglio fue nombrado Arzobispo Coadjutor de Buenos Aires el 3 de junio de 1997. Asumió el gobierno pastoral de la Arquidiócesis en febrero de 1998, a la muerte del Cardenal Quarracino.

Luego, en el consistorio del 21 de febrero de 2001, fue creado cardenal por el Papa San Juan Pablo II.

Jorge Mario Bergoglio prosiguió su formación como jesuita entre 1970 y 1971 en España. El 22 de abril de 1973 emitió sus profesiones perpetuas en la Compañía de Jesús.

Como cardenal participó en el cónclave que eligió a Benedicto XVI en abril de 2005 y el 13 de marzo de 2013 fue elegido sucesor de Pedro, asumiendo el nombre de Francisco.

DIRECTORIO

Daniel González Diseño y Corrección

Pbro. Simeón Reyes Editor

Pbro. Carlos Chavarría Colaborador

Pbro. Edwin Henríquez Director

Santo Evangelio según San Mateo 1, 18-24 del Domingo 4º de Adviento Ciclo A

Cristo vino al mundo de la siguiente manera: Estando María, su madre, desposada con José, y antes de que vivieran juntos, sucedió que ella, por obra del Espíritu Santo, estaba esperando un hijo. José, su esposo, que era hombre justo, no queriendo ponerla en evidencia, pensó dejarla en secreto. Mientras pensaba en estas cosas, un ángel del Señor le dijo en sueños: "José, hijo de David, no dudes en recibir en tu casa a María, tu esposa, porque ella ha concebido por obra del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo y tú le pondrás el nombre de Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados".

Todo esto sucedió para que se cumpliera lo que había dicho el Señor por boca del profeta Isaías: He aquí que la virgen concebirá y dará a luz un hijo, a quien pondrán el nombre de Emmanuel, que quiere decir Dios-con-nosotros.

Cuando José despertó de aquel sueño, hizo lo que le había mandado el ángel del Señor y recibió a su esposa.

Crucigrama de Adviento