Domingo 18 de septiembre 2022

COMUNICADO DE L A CONFERENCIA EPISCOPAL DE EL SALVADOR

La Conferencia Episcopal de El Salvador presenta ante la sociedad salvadoreña y ante los medios de comunicación social, la siguiente noticia: Su Santidad El Papa Francisco ha nombrado al Excelentísimo y Reverendísimo Mons. Santo Rocco Gangemi, hasta ahora Nuncio en nuestro país, como Nuncio Apostólico en Serbia. Noticia que hemos recibido a través de la Nunciatura Apostólica en El Salvador.

Agradecemos profundamente la excelente labor realizada entre nosotros por el Excelentísimo y Reverendísimo Mons. Santo Rocco Gangemi, como Nuncio Apostólico en nuestro país Pedimos a Dios le recompense con creces su gran bondad, le asista y le bendiga siempre

San Salvador, 12 de septiembre de 2022

Muy respetuosamente,

Mons. José Luis Escobar Alas Presidente de la CEDES Arzobispo de San Salvador

Mons. Willam Ernesto Iraheta Rivera Secretario General de la CEDES Obispo de Santiago de María

Adjuntamos: Nota recibida de la Nunciatura Apostólica

Ubicación geografía del país de Serbia

Cartas del Obispo

SACRAMENTO EL ORDEN SACERDOTAL (II)

San Salvador, 18 de septiembre de 2022

En la catequesis anterior fueron mencionados los tres grados del ministerio eclesiástico: Episcopado, presbiterado y diaconado; sobre los cuales, el Código del Derecho Canónico establece que los dos órdenes que han recibido la misión y facultad de actuar en la persona de Cristo Cabeza son el episcopado y el presbiterado1. El diaconado; en cambio, está habilitado para servir al pueblo de Dios en la diaconía de la liturgia, de la palabra y la caridad2. Consideraciones a las cuales se pueden agregar algunas otras.

Diaconado: la figura diaconal fue vivida en perfección por Jesús quien se hizo servidor; es decir, “diácono” para servir a todos (cf. Mc 10, 45), y estableció este servicio como norma entre los suyos para ser el primero entre todos: Quien entre ustedes quiera llegar a ser grande que se haga servidor de los demás (Mc 10, 45). Este servicio, en la actualidad, consiste en asistir al obispo o a los sacerdotes en la celebración de los sacramentos de la Eucaristía y el matrimonio; así como, proclamar y predicar el Evangelio, presidir las exequias y otros servicios de la caridad (cf. CIC 1570). Mientras realiza esta misión, el diácono seguirá recibiendo una esmerada preparación, a tenor del derecho3 hasta que sea ordenado presbítero. La duración del servicio diaconal será determinada por el Obispo o el Superior mayor competente4

Presbiterado: los presbíteros son cooperadores de los obispos y reciben la misión de realizar adecuadamente la misión apostólica confiada por Cristo (cf. CIC 1562). Pertenecen al sacerdocio de la Nueva Alianza, a imagen de Cristo, sumo y eterno sacerdote (cf. CIC 1564) dedicándose al anuncio del Evangelio y a la celebración del culto. Son los únicos que pueden celebrar el Sacrificio eucarístico; sacrificio del cual saca su fuerza para vivir bien su ministerio sacerdotal (cf. CIC 1566). El sacerdote no está solo. Junto con su obispo y el resto de ordenados forman un único presbiterio (cf. CIC 1567). Esto significa que, el sacerdote únicamente ejerce su ministerio en dependencia del obispo y en comunión con él (cf. CIC 1567). No otra cosa significa la promesa de obediencia que éste hace al Obispo en el momento de la ordenación y el beso de paz al terminar la liturgia de la ordenación. En virtud de esto, el Obispo los considera: colaboradores, hijos, hermanos y amigos (cf. CIC 1567). Esta unidad queda manifiesta en la costumbre de imponer manos después del obispo durante el rito de ordenación (cf. CIC 1568).

Episcopado: es este ministerio, el que ocupa el primer lugar; y quienes son consagrados obispos reciben la plenitud del sacramento del Orden (cf. CIC 1557). Es normal, entonces, que entre los nombres asignados a este Orden está el de “sumo sacerdocio” o “cumbre del ministerio sagrado” (cf. CIC 1557). En virtud de la consagración episcopal, el Espíritu Santo que han recibido ha hecho de los obispos los verdaderos y auténticos maestros de la fe, pontífices y pastores (CD 2), por lo que deberán ejercer su tarea de Maestro, Pastor y Sacerdote. Por otra parte, una vez recibida la consagración episcopal, el obispo pasa a formar parte del Colegio donde dicha colegialidad está en comunión con el Papa: Más el orden de los Obispos, que sucede al Colegio de los Apóstoles en el magisterio y régimen pastoral, y en el cual se continúa el cuerpo apostólico, juntamente con su Cabeza, el Romano Pontífice, y nunca sin El, es también sujeto de suprema y plena potestad en toda la Iglesia, potestad que ciertamente no pueden ejercer sin el consentimiento del Romano Pontífice (CD 4). Por esta razón, la Eucaristía celebrada tiene un significado muy especial porque es expresión de la Iglesia reunida en torno al altar bajo la presidencia del obispo, o sea, de quien representa visiblemente a Cristo (cf. CIC 1561).

Tres grados del Sacramento del Orden sacerdotal que sirven al pueblo de Dios cada uno desde donde su misión lo exige. Tres grados a los cuales el pueblo de Dios desde sus primeros tiempos ha mostrado respeto según las enseñanzas de los Padres de la Iglesia, como es el caso de San Ignacio Mártir, quien en su Carta a los Tralianos aconseja: Todos habéis también de respetar a los diáconos como a Jesucristo. Lo mismo digo del obispo, que es figura del Padre, y de los ancianos, que representan el senado de Dios y la alianza o colegio de los Apóstoles, quitados éstos, no hay nombre de Iglesia5. Mismo cariño y respeto que el pueblo católico sigue manifestando por sus pastores que, son tomados de entre ese pueblo de Dios al cual sirven desde la ordenación.

Ordenación, precisamente sobre la cual, estaremos tratando en la siguiente catequesis.

José Luis Escobar Alas, Arzobispo de San Salvador

1Código de Derecho Canónico, Lib. IV. Parte I. Tít. VI. n. 1009, §3.

2Ibidem, n. 1009, §3.

3Código de Derecho Canónico. Lib. IV. Parte I. Tít. VI. Capítulo II. Art. 1. n. 1027.

4Ibidem. Lib. IV. Parte I. Tít. VI. Capítulo II. Art. 1. n. 1033, §2.

5San Ignacio Mártir, “Carta a los Tralianos”, III, 1. En: Daniel Ruiz Bueno, Padres Apostólicos y apologistas griegos (s. II), p. 396.

Palabras del Arzobispo Principales Compromisos de Monseñor José Luis Escobar Alas, Arzobispo de San Salvador

05 al 11 de septiembre de 2022

El martes 6 y el miércoles 7, en la Parroquia San José de la Montaña, se realizó una Jornada de Pastoral, con la participación del clero de nuestra Arquidiócesis, estuvo con nosotros el Señor Cardenal Gregorio Rosa Chávez, nos coordinó el Padre Octavio Cruz, Vicario episcopal de pastoral.

El día martes 6 estuvo dedicado a la Pastoral familiar. Los hermanos laicos responsables de dicha pastoral a nivel diocesano, tuvieron una gran participación interactuado con el clero para definir la mejor manera de llevar adelante la pastoral familiar ante los desafíos de este momento históricos.

El día miércoles 7, estuvo dedicado al gran tema de la sinodalidad, principalmente en lo referente a las Instancias diocesanas, vicariales y parroquiales para la mayor participación posible, de modo que caminemos juntos en la misión de la Iglesia,

nos iluminó en esta temática el Padre Roque Regalado.

Fueron jornadas muy intensas, pero muy bien aprovechadas, que sin duda darán abundantes frutos.

Los días jueves 8 y viernes 9, recibí la visita numerosa de sacerdotes, religiosas, laicos y personas particulares que nos visitaron para tratar diversos temas de interés pastoral o personal, pero es siempre un gusto muy grande el recibirles e intercambiar impresiones, con el mejor deseo de ayudar.

El sábado 10, a las 9:00 a.m. visité el Colegio la Sagrada Familia para celebrar la Eucaristía y conferir el Sacramento de la Confirmación a un grupo de 50 jóvenes que previamente habían recibido la debida catequesis de preparación para recibir el sacramento.

La santa misa fue muy solemne y participada, con la connotación de ser dentro del marco de las grandes celebraciones de los 100 años de fundación de la Congregación de las Hermanas Oblatas al Divino Amor, a quienes felicité por tal motivo y les agradecí el inmenso bien que nos hacen con su trabajo pastoral.

También felicité a los 50 jóvenes que con tanta alegría y gran fe recibieron el sacramento de la Confirmación. Les acompañaban sus Padrinos y sus familiares, el auditórium del Colegio estaba colmado de personas y todas ellas participaban con gran devoción en la Eucaristía y en el Sacramento de la Confirmación que recibían los mencionados jóvenes, a quienes animé a vivir auténticamente su fe.

Recuperar nuestra dignidad de hijos de Dios

Homilía del Domingo XXV Tiempo Ordinario - Ciclo C

El texto de la primera lectura nos presenta al profeta Amós, que dirige palabras de denuncia en contra de la codicia humana, contra el afán de lucro. Termina el profeta recordándoles que nada pasa inadvertido al Señor. Él pedirá cuentas al que no se comporte solidariamente con el hermano, especialmente con el más desfavorecido: “El Señor no olvidará jamás nuestras acciones”.

También a nosotros estas palabras del profeta nos interrogan. Son actuales en nuestra realidad contemporánea: ¿Somos hoy mejores que en tiempos de Amós? No es fácil escapar a la seducción del dinero. Hemos de reconocer que muchas veces nos volvemos a los ídolos, rompemos la Alianza con Dios, ponemos nuestro corazón en las riquezas.

Dice el salmo responsorial de este domingo: “El Señor saca al pobre del lugar más bajo para sentarlo entre los príncipes, los príncipes de su pueblo”. Esta acción de Dios, tiene hoy un término bien concreto: Dignidad humana”. No basta ayudar materialmente a los pobres, hay que devolverles su dignidad, hacer de ellos seres libres, seres nobles.

En el Evangelio se alaba la actitud del hábil gerente que mira al futuro y lo prevé sabiendo negociar con su actual situación. Pero la astucia del discípulo en Jesús no consiste en prepararse una salida exitosa en lo económico, sino en renunciar a los bienes materiales para entrar en el reino de Dios: “No pueden servir a Dios y al dinero”. Esta es la obra que está haciendo Jesucristo con nosotros a través de su Iglesia: Devolvernos nuestra dignidad, ser señores del dinero y no ser esclavos de las riquezas. Hacernos capaces de gobernar el dinero, para utilizarlo para el bien de los demás.

Pbro. Adonay Orellana

Párroco de la Parroquia Nuestra Señora de la Luz

Festividad de la Natividad de María

Conociendo a Nuestros Mártires: Padre Ignacio Ellacuría, Sacerdote Jesuita

Ustedes también darán testimonio, porque han estado conmigo desde el principio - II Carta Pastoral Mons. José Luis Escobar Alas Arzobispo de San Salvador

En 1989, la tragedia volvió a repetirse: Seis sacerdotes fueron masacrados, el 16 de noviembre en la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas (UCA).

En 1989, la tragedia volvió a repetirse: Seis sacerdotes fueron masacrados, el 16 de noviembre en la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas (UCA).

Nacimiento y vida

El Padre Ignacio Ellacuría S.J., nació el 9 de noviembre de 1930, en Portugalete, España, en el seno de una familia de cinco hijos varones; de los cuales era el cuarto. Ingresó al Seminario el 14 de septiembre

de 1947; y dos años después, siendo novicio llegó a nuestro país, junto con otros cinco jóvenes, con la misión de fundar el noviciado de la Compañía de Jesús en Santa Tecla. Fundación que traería bien a nuestro país. El 26 de julio de 1961 fue ordenado sacerdote en Innsbruck, Austria; y profesó en la Compañía, en Portugalete, el 2 de febrero de 1965. Teniendo una inteligencia preclara incursionó en distintos ámbitos y tareas: Sacerdocio, filosofía, teología, historia, análisis de temas políticos, formador en el seminario, rector de la universidad, docente universitario, miembro de la Junta Directiva de la UCA, promotor del diálogo y negociación del conflicto armado, mediador entre la guerrilla y el gobierno; por mencionar algunas. Si bien es cierto, que algunos afirman que el Padre Ellacuría amaba la verdad filosófica, es aún más cierto, que amaba y murió por la Verdad.

Pasión martirial

Sus escritos evidencian una concepción cristológica que le llevó a morir por la

fe y el amor a la Verdad. No es que deseara la muerte. Desearla no sería normal. Estaba convencido de que el auténtico seguidor de Cristo puede terminar en la cruz. Se limitó a imitar a Jesús. Tres puntos al respecto menciono en un intento por clarificar lo aquí sostenido, tomándolos de un estudio de su autoría muy conocido, escrito en 1977. En primer lugar, explica: La acción de Jesús, aun pretendiendo ser primariamente un anuncio del reino de Dios, era de hecho y necesariamente una amenaza contra el orden social establecido, en cuanto éste estaba estructurado sobre fundamentos opuestos a los del reino de Dios. Jesús predicaba la no violencia, el amor, la solidaridad, la fraternidad, la renuncia de los bienes, la verdad, la justicia, y más, valores y actitudes contrarias a los practicados por los potentados de este mundo: El acaparamiento, la envidia, el egoísmo, la injusticia, la mentira que encubre sus delitos, la violencia, el asesinato, y así, sucesivamente. En segundo lugar, considera

(Continúa en pág. siguiente)

en relación con esto: Jesús no predica un reino de Dios abstracto o puramente transterreno, sino un reino concreto, que es la contradicción de un mundo estructurado por el poder del pecado; un poder que va más allá del corazón del hombre y que se convierte en pecado histórico y estructural.

Ir tras el seguimiento de Jesús, llevó al Padre Ellacuría a denunciar el pecado, a luchar contra él; a anunciar la Buena Nueva, optando por los pobres no para ser un pobre más, sino para ayudarles en la promoción humana y la defensa de sus derechos. No fue tarea fácil. Sufrió exilio, persecución, difamación, tergiversación

de su mensaje, incomprensiones, soledad, y enfermedades. Su biógrafo comenta: Ellacuría llevaba tres años muy cansado y padeciendo quebrantos de salud. Antes de su muerte, se encontraba en España; pero fue llamado para intervenir como mediador en una delicada situación del conflicto. Su amor por este pueblo, su deseo de alcanzar la paz a través del diálogo, le hicieron regresar, pese al temor de morir. Un temor no incierto. Los enemigos, cansados de oír su voz, le asesinaron ese histórico 1989.

El lago Güija y el río Lempa amenazados por la contaminación de la mina del Cerro Blanco en Guatemala

El pasado viernes 09 de septiembre se llevó a cabo una conferencia en el salón “Luis Chávez y González” en el Arzobispado de San Salvador. Estuvieron presentes el Cardenal Gregorio Rosa Chávez, Mons. Samuel Bolaños, presidente de Caritas El Salvador, La Red Centroamericana por la Defensa de las Aguas Transfronterizas (RedCAT) y la Red Eclesial Ecológica Mesoamericana (REMAM). Donde expresaron su preocupación por el proyecto minero Cerro Blanco que está localizado en el Municipio de Asunción Mita, departamento de Jutiapa en la República de Guatemala.

Mons. Bolaños expreso “Para nosotros las consecuencias serían gravísimas, sobre todo para el Río Lempa, que podría ser tremendamente afectado a través de las aguas que de la mina llegarían al río. Hacemos un llamado a toda la población salvadoreña, pues toda la población de San Salvador va a ser afectada”.

El señor Cardenal Gregorio Rosa Chávez, expreso en la conferencia: "Estamos tratando un tema de vida o muerte, las aguas contaminadas que lleguen al lago de Güija y al río Lempa (por la actividad de la mina Cerro Blanco) es un tema grave. Hasta el momento no hay ningún acuerdo sobre este tema”. Haciendo referencia a los gobiernos de El Salvador y Guatemala para hablar sobre la contaminación que genera la minería del Cerro Blanco.

San Mateo Apóstol

San Mateo, hijo de Alfeo, vivió en Cafarnaún, en el lago de Galilea. Es llamado Leví por los evangelistas San Marcos y San Lucas. Fue un publicano, es decir, un colector de impuestos para los romanos. Cuando Jesús lo ve sentado a la mesa de recaudación de impuestos lo llama para que sea uno de los Doce (Mt 9,9ss).

El mismo episodio lo narran también los otros Evangelios sinópticos (Mc 2, 14ss, Lc 5, 27ss). San Mateo es el octavo en la enumeración de los Hechos de los Apóstoles (Hch 1, 13) y en la del mismo Mateo (Mt 10,3), que cuando se nombra a sí mismo se llama "Mateo, el publicano", y el séptimo en la lista de San Marcos y San Lucas (Mc. 3, 13; Lc 6, 12). Debido a su profesión provienen los atributos con los cuales se le representan: una bolsa de dinero o un tablero de contar.

Después de la ascensión del Señor, San Mateo predicó varios años en Judea y en los países cercanos hasta la dispersión de los apóstoles. Poco antes de esta dispersión escribe su Evangelio, siendo el primero de los cuatro, tal como lo atestigua Papías, obispo de Hierápolis, el cual es citado en la Historia Eclesiástica por Eusebio: "Mateo

ordenó (compuso) las palabras (logia) del Señor en lengua hebrea, y cada uno las interpretó (tradujo) luego como pudo". Su Evangelio fue escrito en arameo y dirigido sobre todo a los judíos. El Apóstol San Bartolomé llevó una copia a la India y la dejó ahí.

Según varias fuentes apócrifas, que no siempre coinciden en todos los detalles, luego de predicar en Judea, fue a predicar entre los partos y los persas, pero sobre todo en Etiopía, donde venció a dos magos que se hacían adorar como dioses y a los dragones que los acompañaban. Después resucitó a la hija del rey Egipo (o Hegesipo). Fue martirizado por oponerse al matrimonio del rey Hirciaco con su sobrina Ifigenia, la cual se había convertido al cristianismo por la predicación del Apóstol.

Fue muerto a filo de espada cuando estaba orando al pie del altar después de misa, lo cual le vale otro de los atributos de su iconografía: la espada, que a veces se cambia por alabarda o hacha.

San Mateo, en cuanto evangelista, es representado con un libro o rollo de modo genérico. Pero cada uno de los cuatro evangelistas tiene un símbolo especial, inspirado en la visión de los "Cuatro Vivientes" que nos trae el profeta Ezequiel (Ez. 1, 5ss) y que recoge el Apocalipsis (Ap. 4, 6-11) en el Nuevo Testamento.

Por comenzar a narrar la genealogía humana de Jesús, a Mateo le

DIRECTORIO

Fuente: AciPrensa

corresponde el "rostro humano" del tercer Viviente (Ap. 4, 7), por ello un hombre alado es el símbolo de su Evangelio. Este simbolismo fue fijado por San Jerónimo. La Liturgia aplica a San Mateo las siguientes palabras del libro de Esdras: "Este maestro, muy instruido en la Ley dada a Moisés por Yavé, Dios de Israel (...) sobre él estaba la bondadosa mano de su Dios. (...) se había dedicado con todo su corazón a poner por obra la Ley de Yavé y a enseñar a Israel sus mandamientos y preceptos." (cfr. Esd. 7, 6-10).

Pbro. Edwin Henríquez Director

Pbro. Carlos Chavarría Colaborador

El hecho de haber tenido como invitado al Señor a su mesa, y el trabajo al que se dedicaba cuando fue llamado por el Señor se aluden en la liturgia de su fiesta. En la oración colecta se señala que Dios, "inexpresable misericordia", se dignó "elegir a san Mateo para convertirlo de recaudador de impuestos en un apóstol". En la oración postcomunión se hace referencia al "gozo salvífico que experimentó san Mateo cuando recibió en su casa como comensal al Salvador". Y en el himno de Laudes, "Præclara Qua", rezamos: "Oh Mateo, ¡qué riquezas tan grandes te prepara el Señor, que te llamó cuando estabas (...) apegado a las monedas! / A impulsos de tu amor ardiente te apresuras a recibir al Maestro (...)".

San Mateo es patrono de los banqueros, y su fiesta se celebra el 21 de septiembre.

Pbro. Simeón Reyes Editor

Daniel González Diseño y Corrección

Viaje apostólico: El Papa se reunió con el Presidente de Kazajistán

Este martes 13 de septiembre, a su llegada a Kazajistán, en su primer evento oficial, el Papa Francisco realizó la Visita de cortesía al presidente de la República, el Señor Kasim-Yomart K. Tokaev, en el Palacio Presidencial “Ak Orda”. En el encuentro privado, el Pontífice regaló una medalla conmemorativa del viaje al Presidente de la República.

Un encuentro privado

El Palacio “Ak Orda”, inaugurado oficialmente el 24 de diciembre de 2004, surge en la orilla izquierda del rio Ishim, y fue construido con el objetivo de simbolizar el poder y el dinamismo de un país en rápido crecimiento. Además, es el mayor complejo arquitectónico de la ciudad, realizado con las más modernas técnicas de construcción. Este enorme complejo arquitectónico fue el marco en el cual se desarrolló la Visita de cortesía del Pontífice al Presidente de la Republica. Tras la foto oficial de las delegaciones, el Santo Padre y el Presidente se reunieron de forma privada en la East Hall del Palacio presidencial. Al final del encuentro, el Señor Kasim-Yomart K. Tokaev y el Santo Padre se dirigieron a la “Sala de Conciertos Qazaq” para el Encuentro con las Autoridades, la sociedad civil y el Cuerpo Diplomático.

Medalla Conmemorativa del Viaje

Durante el encuentro privado, el Santo Padre regaló al Presidente de Kazajistán, una “Medalla conmemorativa” de su 38 Viaje Apostólico. La medalla, realizada por la artista italiana Amalia Mistichelli, representa a la derecha, a la Virgen María saliendo del Lago de la Misericordia, donde vierte los peces que le entrega el Niño Jesús a quien sostiene en sus brazos. La efigie está vinculada al Santuario de Oziornoje, en el norte de Kazajistán, símbolo de la salvación y la fe del pueblo kazajo desde 1941. En el centro de la medalla, se observa a la paloma de la paz entrando en una vivienda típica de Kazajistán -la yurtaparcialmente representada y rodeada de adornos típicos tradicionales. Mientras que, en el círculo de la medalla, se lee la inscripción en latín del viaje y la fecha, en la parte inferior el año.

Fuente: VaticanNews

Crucigrama del día de la independencia

Santo Evangelio según San Lucas 16,1-13

del Domingo XXV del Tiempo Ordinario

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Un hombre rico tenía un administrador, a quien acusaron ante él de derrochar sus bienes. Entonces lo llamó y le dijo: “¿Qué es eso que estoy oyendo de ti? Dame cuenta de tu administración, porque en adelante no podrás seguir administrando». El administrador se puso a decir para sí: “¿Qué voy a hacer, pues mi señor me quita la administración? Para cavar no tengo fuerzas; mendigar me da vergüenza. Ya sé lo que voy a hacer para que, cuando me echen de la administración, encuentre quien me reciba en su casa”.

Fue llamando uno a uno a los deudores de su amo y dijo al primero: “¿Cuánto debes a mi amo?”. Este respondió: “Cien barriles de aceite”. Él le dijo: “Toma tu recibo; aprisa, siéntate y escribe cincuenta”. Luego dijo a otro: “Y tú, ¿cuánto debes?”. Él contestó: “Cien fanegas de trigo”. Le dice: “Toma tu recibo y escribe ochenta”.

Y el amo alabó al administrador injusto, porque había actuado con astucia. Ciertamente, los hijos de este mundo son más astutos con su propia gente que los hijos de la luz.

Y yo os digo: ganaos amigos con el dinero de iniquidad, para que, cuando os falte, os reciban en las moradas eternas. El que es fiel en lo poco, también en lo mucho es fiel; el que es injusto en lo poco, también en lo mucho es injusto. Pues, si no fuisteis fieles en la riqueza injusta, ¿quién os confiará la verdadera? Si no fuisteis fieles en lo ajeno, ¿lo vuestro, quién os lo dará? Ningún siervo puede servir a dos señores, porque, o bien aborrecerá a uno y amará al otro, o bien se dedicará al primero y no hará caso del segundo. No podéis servir a Dios y al dinero».