S • E • M • A • N • A • R • I • O Año LXVIII Nº 6114
ÓRGANO OFICIOSO DEL ARZOBISPADO DE SAN SALVADOR. 21 de marzo de 2021
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La memoria de los mártires – Lea Editorial • Pág. 5 –
Este 24 de marzo se cumplirán 41 años del martirio de San Oscar Arnulfo Romero. Siempre se necesita retomar, refrescar y revivir la memoria de los mártires para que su mensaje sea siempre actual
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IGLESIA LOCAL
Palabras del Arzobispo Principales
actividades realizadas a finales de febrero y marzo
– 491 – Gracias a Dios, las actividades diarias se van normalizando cada vez más. La comunidad se reúne presencialmente con mayor normalidad, siempre guardando las normas de seguridad sanitaria, el uso del termómetro, el distanciamiento social, el lavado frecuente de las manos y el uso del alcohol gel. Todos los días tenemos la santa Misa con asistencia de fieles, en nuestra capilla del Arzobispado dedicada a San Oscar Arnulfo Romero. Preside este servidor y concelebra el Padre Erick Ramos y siempre, antes de la Santa Misa estamos rezando el Santo Rosario con la comunidad y también confesando a los que lo desean hacer. El día martes 23 de febrero, por la mañana atendía a las personas que nos visitaron y las cosas de la Curia. Por la tarde visité el Seminario San José de la Montaña y presidí la Santa Misa, en la que tuve la oportunidad de animar en su vocación a todos nuestros seminaristas, pues estaban reunidos tanto el seminario mayor ‒compuesto por el área de filosofía y el área de teología‒ y también el seminario propedéutico. El miércoles 24 de febrero, un buen número de sacerdotes vino a visitarnos. Es muy agradable y satisfactorio escuchar directamente de los sacerdotes, la inmensa labor pastoral que en cada parroquia se realiza. El sábado 27 de febrero a las 8:00 p.m. tuvo lugar una entrevista que me hicieron los hermanos Terciarios Franciscanos sobre nuestra cuarta Carta Pastoral sobre la praxis política, para transmitirla en las redes sociales, en su programa “Café Franciscano”. Fue muy interesante ver cuánto interés existe por la carta, hicimos un breve análisis sobre sus principales puntos y ahondamos más sobre el gran tema del diálogo, magistralmente expuesto por el Papa Francisco en su encíclica Fratelli Tutti. Saludo con mucho cariño a mis hermanos Terciarios franciscanos, con quienes me complace compartir la misma espiritualidad. El día 28 de marzo, fue el día de las elecciones municipales y parlamentarias
en nuestro país, como todos sabemos. A las 8:00 a.m. me dirigí al Centro de votación instalado en la escuela Joaquín Rodezno, a pocas cuadras del Arzobispado. Me dio gusto hacer fila con todas las personas, algunas de ellas me saludaron con mucha alegría y otros se me acercaron para platicarme, muy contentos todos. Era una verdadera fiesta democrática todo se realizaba en perfecta normalidad, y todos se veían contentos de participar en el evento. El martes 2 de marzo, a las 9:00 a.m. en San José de la Montaña, tuvimos de manera presencial la reunión de Clero, esta vez nuestra reunión tuvo como principal punto el acto penitencial, presidido por nuestro Cardenal, Mons. Gregorio Rosa Chávez. Otro punto también importante fue la conferencia del Dr. Eduardo Menéndez Leal, quien nos habló magistralmente de la realidad nacional. Hubo además la oportunidad para dar instrucciones para la celebración de la Semana Santa en este momento histórico de pandemia. Fue una reunión intensa de trabajo, pero de mucho provecho para todos. El miércoles 3 de marzo, como todos los miércoles estuve dedicado a recibir los sacerdotes, cada visita de ellos es muy importante para animar la pastoral que realizan. El viernes 5 de marzo a las 9:00 a.m. nuestra primera reunión de Consejo Presbiteral en este año, el Consejo presbiteral es un organismo muy importante en una diócesis, pues ayuda directamente al gobierno de esa diócesis. Entre otras consultas, tuvo lugar esta vez una sobre la conveniencia o no de la erección de una nueva parroquia en la colonia Santa Fe, de San Martín, que se llamaría “Parroquia de la Divina Misericordia”. Unánimemente el Consejo aprobó la nueva erección para bien de toda esa zona pastoral. Es un territorio de 24 colonias, densamente pobladas, que primero Dios, pronto serán atendidas directamente por un párroco que vivirá en la comunidad. El martes 9 de marzo, por la mañana estuve atendiendo en la oficina de la Curia todas las diligencias que normalmente se deber realizar y, por la tarde, tuvimos la reunión con los Obispos miembros del Consejo Permanente de la CEDES, para tratar diversos temas pertinentes y
preparar la Agenda de la reunión de la Conferencia Episcopal que tuvo lugar el día 11 de marzo. El miércoles 10 de marzo, estuvimos recibiendo los sacerdotes, como de costumbre. El jueves 11 de marzo, durante todo el día, tuvo lugar la reunión de nuestra Conferencia Episcopal, siempre es una reunión intensa de mucho trabajo, pero a la vez de gran satisfacción. En dicha reunión desarrollamos aspectos muy importantes para la Pastoral de nuestra Provincia, El Salvador. Entre esos tratamos el tema de las próximas beatificaciones: La del Padre Rutilio Grande y sus dos compañeros; y la del Padre Cosme Spessotto, que temporalmente se han detenido a causa de la pandemia, pero nos preparamos para tal evento, que primero Dios, se realizará dentro de poco, cuando el Santo Padre lo decida. Oremos para que pronto tengamos en los altares a esos cuatro mártires, juntamente con nuestro amado santo, Monseñor Romero. El viernes 12 de marzo, a las 9:00 a.m. tuvimos la reunión de Clero Joven, fue una feliz oportunidad para reflexionar sobre la Semana Santa, como una hermosa oportunidad de apostolado y al mismo tiempo un tiempo santo que debemos vivir también los sacerdotes. Además, reflexionamos sobre nuestra cuarta Carta Pastoral “Escúchenlo”. Fue una reunión muy formativa. Por la tarde ese mismo día viernes, visité El Paisnal para presidir la solemne eucaristía del 44 Aniversario del Martirio del Padre Rutilio Grande y sus acompañantes, el señor Manuel Solórzano y Nelson Rutilio Lemus. La santa Misa tuvo lugar a las 4:00 p.m. en un ambiente de mucha alegría y fe, un clima de oración. Concelebraron conmigo Mons. Miguel Morán, obispo de Santa Ana; Mons. Constantino Barrera, obispo de Sonsonate; Mons. Oswaldo Escobar, obispo de Chalatenango, Mons. Luis Morao: el párroco del lugar, padre Juan Carlos Palacios, un buen número de sacerdotes de todo el país y cuatro sacerdotes jesuitas. Fue una especial oportunidad para reflexionar sobre la grandeza del Padre Rutilio y dar gracias a Dios por nuestros mártires, además, para tomar conciencia de la necesidad de dar también nosotros auténtico testimonio de nuestra fe. † Mons. José Luis Escobar Alas Arzobispo Metropolitano de San Salvador
Invitación
Mons. Oswaldo Escobar, ocd, Obispo de Chalatenango; invita a la presentación de su libro
Romereando por Chalate
Valiosa recopilación de anécdotas de las visitas de san Oscar Romero a diferentes ciudades de Chalatenango. Parroquia San Francisco • 24 de marzo • 9:00 a.m
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44º aniversario del martirio del padre Rutilio Grande y compañeros
Este 12 de marzo, conmemoramos el 44 aniversario de la muerte martirial del Siervo de Dios, padre Rutilio Grande, y sus acompañantes, Nelson Rutilio Lemus y Manuel Solórzano. En la parroquia San José El Paisnal, de El Paisnal, se llevó a cabo la mayoría de actividades; por la mañana, los sacerdotes de Vicaría “Rutilio Grande” visitaron el lugar de la masacre, conocido como las ‘tres cruces’ y celebraron una Eucaristía que presidió el Vicario foráneo, Pbro. Roque Regalado (sobre estas líneas, al micrófono). Por la tarde, el señor Arzobispo de San Salvador, Mons. José Luis Escobar,
Retiro Cuaresmal 2021
presidió una Eucaristía solemne en la que acompañaron concelebrando Mons. Miguel Morán, Mons. Oswaldo Escobar, Mons. Constantino Barrera, entre otros sacerdotes.
20º aniversario de parroquia Jesucristo Sumo y Eterno Sacerdote La parroquia Jesucristo Sumo y Eterno Sacerdote, ubicada en Mejicanos, celebró 20 años de fundación, este 14 de marzo. El párroco, Pbro. Gonzalo Ortega, tuvo a bien invitar al señor Nuncio Apostólico en nuestro país, Mons. Santo Rocco Gangemi, para presidir la Eucaristía. La primera Misa en esta comunidad parroquial fue celebrada un 17 de febrero del año 2001, por Mons. Fernando Sáenz Lacalle, Arzobispo Emérito de San Salvador.
El 15 de marzo, el personal del Arzobispado de San Salvador y la Vicaría de Promoción Humana-Cáritas, participaron de un retiro cuaresmal que se desarrolló bajo la temática “De la miseria a la misericordia”. El retiro culminó con la celebración de la Santa Misa, presidida por Mons. José Luis Escobar Arzobispo de San Salvador
Celebremos la memoria de San Oscar Arnulfo Romero Se invita a celebrar el 41º aniversario de San Oscar Romero con una Santa Eucaristía. Día: Miércoles 24 de marzo de 2021 Lugar: Catedral Metropolitana de San Salvador Hora: 12:00 m.
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VOZ DEL PAPA
Con el Espíritu Santo hay amor y alegría En su catequesis de la audiencia general del 17 de marzo, el Papa Francisco se refirió al Espíritu, "primer don de toda existencia cristiana". Y recordó que todos son iguales “por dignidad, pero también únicos en la belleza que el Espíritu ha querido que se liberase en cada uno de los que la misericordia de Dios ha hecho sus hijos ". Al reanudar su catequesis sobre la oración, también en esta ocasión desde la Biblioteca del Palacio Apostólico, el Santo Padre Francisco reflexionó acerca de la oración y la Trinidad. A modo de introducción se leyó un pasaje de Juan (14,15-17.25-26) sobre la promesa del Espíritu Santo: “Si me aman, guarden mis mandamientos. Y yo rogaré al Padre, y les dará otro Consolador, para que esté con ustedes para siempre: el Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque no le ve, ni lo conoce; pero ustedes lo conocen, porque mora con ustedes, y estará en ustedes. Les he dicho estas cosas estando con ustedes. Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él les enseñará todas las cosas, y les recordará todo lo que yo les he dicho”. Santo Padre también explicó que así como Abrahán, “que dando hospitalidad a tres viajeros, encontró a Dios, Trinidad de amor, también nosotros estamos llamados a abrirnos a su presencia y a acogerlo en nuestra vida”. “El Espíritu Santo nos transforma y nos hace experimentar la alegría de sabernos amados y habitados por Dios. Es la experiencia que vivieron los discípulos de Jesús, y que nos relata el Evangelio. Y es también la experiencia que vivieron tantos orantes, hombres y mujeres que el Espíritu Santo formó a la medida del Corazón de Cristo” Además, el Pontífice invitó a no pensar “que los orantes son sólo los monjes o los eremitas”. Y destacó: “Cuántas personas comunes han encontrado a Dios en el Evangelio, en la Eucaristía y en los hermanos, y cada día dan testimonio humilde de misericordia, de servicio y de oración”. Y concluyó diciendo: “Nuestra misión como cristianos es mantener vivo el fuego que Jesús trajo a la tierra, es decir, el amor de Dios. Sin este fuego del Espíritu la tristeza
reemplaza a la alegría, el servicio se convierte en esclavitud y la rutina sustituye al amor” El Papa Francisco, antes de bendecirlos, les dejó una invitación:“Pidamos al Señor que inflame con el fuego del Espíritu Santo nuestros corazones. Que nuestra vida sea como la lámpara encendida junto al sagrario, que se consuma en la alabanza a Dios y el servicio a los hermanos, siendo testigos alegres de su presencia en medio del mundo” Año de la Familia Amoris Laetitia A los fieles polacos el Santo Padre les recordó que con el llamamiento mariano especial de mañana, y con la Eucaristía celebrada en Jasna Gòra en la solemnidad de San José, comenzarán las celebraciones del Año de la Familia Amoris Laetitia. Y formuló su deseo de que María, “Reina de Polonia, obtenga para las familias la visión evangélica del matrimonio, en la comprensión mutua y en el respeto por la vida humana”. Mientras al bendecir de corazón a todos ellos su intención fue de modo especial a cuantos participarán en las iniciativas emprendidas con motivo de las celebraciones del mencionado Año. Llamamiento por Paraguay Antes de rezar el Padrenuestro y de impartir su bendición apostólica a cuantos participaron en esta audiencia general a través de los medios de comunicación, el Papa dijo: “Durante esta semana me han preocupado las noticias que llegan desde Paraguay. Por intercesión de Nuestra Señora de los Milagros de Caacupé, pido al Señor Jesús, Príncipe de la Paz, que se pueda encontrar un camino de diálogo sincero para hallar soluciones adecuadas a las actuales dificultades, y así construir juntos la paz tan añorada. Recordemos que la violencia siempre es autodestructiva. Con ella no se gana nada, sino que se pierde mucho” Llamamiento por Myanmar A continuación, el Papa dijo: “Una vez más y con gran tristeza siento la urgencia de evocar
la dramática situación de Myanmar, donde tantas personas, especialmente jóvenes, están perdiendo la vida para ofrecer esperanza a su país”. “Yo también me arrodillo en las calles de Myanmar y digo: ¡que cese la violencia! También yo extiendo mis brazos y digo: ¡que prevalezca el diálogo!” Mientras al saludo a los fieles de lengua italiana el Santo Padre recordó que pasado mañana celebraremos la solemnidad de San José. Por esta razón el Papa señaló el ejemplo de este gran Santo a quienes invitó a confiarle su existencia. “Sean sabios como él, dispuestos a comprender y a poner en práctica el Evangelio” Por último, el pensamiento del Papa si dirigió a los ancianos, a los jóvenes, a los enfermos y a los recién casados con las siguientes palabras: En la vida, en el trabajo, en la familia, en los momentos de alegría y de dolor, San José buscó y amó constantemente al Señor, ganándose el elogio de la Escritura como hombre justo y sabio. Invóquenlo siempre, especialmente en los momentos difíciles que puedan encontrar. ¡A todos mi bendición! Recordemos que en el país asiático, desde el 1 de febrero, día del golpe militar que destituyó del poder la líder, la Premio Nobel de la Paz Aun San Suu Kyi, se ha producido una escalada de violencia contra los manifestantes pacíficos que reclaman el retorno del Estado de Derecho, incluyendo huelgas y protestas callejeras. Al menos 150 personas murieron, según las ONG.A la "consternación" expresada por la ONU" y a los llamamientos de la comunidad internacional se ha unido desde el principio la acción silenciosa y contundente de la Iglesia: el pasado lunes, durante la Jornada Mundial de Oración, el último llamamiento del cardenal Charles Bo, arzobispo de Yangon, que volvió a hacer un llamamiento al diálogo y a la justicia. (Cf. Vaticannews.va 17 mar. 2021)
Llamamiento del Papa por Siria: decidido compromiso para poner fin a la crisis Tras el Ángelus, Francisco lanzó un nuevo llamamiento a la comunidad internacional en favor de la "amada y martirizada Siria", diez años después del inicio del conflicto, para dar esperanza a la "población exhausta". El compromiso de todas las partes implicadas, dice, debe ser "constructivo y solidario" para que se silencien las armas, se pueda "recomponer el tejido social y comenzar la reconstrucción y la recuperación económica". “Renuevo mi más sentido llamamiento a las partes en conflicto para que den muestras de buena voluntad, a fin de que se abra un resquicio de esperanza para la población exhausta”: fueron las palabras del Papa Francisco tras finalizar la oración del Ángelus, en la vigilia del décimo
aniversario del inicio del “sangriento conflicto de Siria, que ha provocado una de las más graves catástrofes humanitarias de nuestro tiempo”. “También espero un decidido y renovado compromiso constructivo y solidario por parte de la comunidad internacional, para que, una vez depuestas las armas, se pueda recomponer el tejido social y activar la reconstrucción y la recuperación económica.” El Pontífice recuerda también los sufrimientos de la “amada y martirizada Siria”: “Un número incalculable de muertos y heridos, millones de refugiados, miles de desaparecidos, destrucción, violencia de todo tipo y un inmenso sufrimiento para toda
la población, especialmente para los más vulnerables, como los niños, las mujeres y las personas ancianas.” Y finalmente invita a orar al Señor “para que tanto sufrimiento en la amada y martirizada Siria no caiga en el olvido, y para que nuestra solidaridad reavive la esperanza”. (Cf. Vaticannews.va 14 mar. 2021)
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ditorial
La memoria de los mártires Se cumplen 41 años del martirio de San Oscar Arnulfo Romero. Siempre se necesita retomar, refrescar y revivir la memoria de los mártires para que su mensaje sea siempre actual. Acabamos de celebrar al padre Rutilio Grande SJ y dos laicos que le acompañaban. Aún cuando no sepamos la fecha de su beatificación, sabemos que el proceso de ellos ha finalizado. Esta semana, con mucha alegría, vamos a recordar a “Monseñor Romero”. Reconocemos que muchas personas de nuestra comunidad eclesial no conocen a nuestros mártires. Probablemente han escuchado sobre ellos, pero están lejos de cultivar una verdadera devoción que conduzca a tomarlos como fuentes de inspiración. Algunas veces, se piensa, que su palabra era válida solamente para aquellos momentos que vivía nuestra sociedad. Sin embargo, su herencia espiritual debe permanecer siempre viva y al alcance de todos.
Hoy tenemos a nuestro alcance la posibilidad de escuchar sus homilías, su Diario, sus apuntes espirituales. Hoy se nos hace más fácil acceder a los materiales que se publican sin tener el riesgo de ser señalados o amenazados por mostrar simpatía, afecto o admiración a su persona. Hoy la Iglesia lo reconoce como un santo. Nosotros tenemos un santo que nos invita a vivir la fe con autenticidad y no como algo accesorio o superficial. La fe actúa por la caridad. “Por fe, Romero hablaba de reconciliación, amaba a los pobres y pedía justicia social. Por fe, invitaba a la conversión e indicaba el pecado de sus contemporáneos. Por confianza en el Evangelio no se puso a cubierto de las amenazas, no abandonó a los fieles, no se retiró, sino que aceptó la muerte, que consideraba ya segura”, escribe Roberto Morozzo, autor de una recomendada biografía sobre San Oscar Romero.
Cada domingo, San Oscar Romero, daba un valor enorme a la celebración de la Santa Misa. Los fieles esperaban con gusto este momento de encuentro con su pastor. Allí tenía la oportunidad de compartir la Palabra de Dios –leída, meditada y aplicada– a la realidad que se vivía en el país. Era una palabra “encarnada”, que hablaba a la vida y de la vida de su pueblo. No está demás recordar, el tiempo prolongado que dedicaba a preparar su predicación. Allí estaba el magisterio de la Iglesia que le permitía tener una solidez y autoridad para hablar de lo que estaba pasando en el país. También tenemos que mencionar su decisión de visitar y acompañar las diversas comunidades parroquiales que estaban bajo su cuidado pastoral. La gente supo descubrir que era un pastor muy cercano y preocupado de sus problemáticas.
También quiero mencionar que en días recientes se ha publicado un libro titulado “Romerando por Chalate”. Su autor es el obispo de Chalatenango, Mons. Oswaldo Escobar Aguilar, OCD. Allí nos ofrece un acercamiento a la figura de San Oscar Romero por las tierras chalatecas: su persona es mundialmente conocida no solo entre los católicos sino entre todos los que luchan por transformaciones sociales y se encuentran comprometidos en la lucha por los derechos humanos y la dignificación de la persona. A Romero urge entenderlo en su realidad concreta, se santificó orando pero también en las calles y en las visitas a los cantones. Se santificó en la escucha atenta de centenares que llegaban a contarle los sufrimientos de asesinatos y desapariciones de sus seres queridos.
Por Pbro. Simeón Reyes, Director de Semanario Orientación
El Papa Francisco en la Mesopotamia La antigua Mesopotamia, entre los ríos Tigris y Eúfrates, es considerada también la tierra del Edén e históricamente brilló como la Sigfrido Munés antigua Babilonia. tioziggi@hotmail.com En nuestros días es Irak, tierra lastimada por una guerra cruel y conflictos vigentes, donde el peligro asoma cada mañana o se esconde en la oscuridad de sus noches, mismas que dieron lugar a las leyendas orientales apiladas precisamente en la obra “La Mil y Una Noches”, donde el califa
DIRECTORIO
Pbro. Simeón Reyes DIRECTOR
Harúm Al-Raschid impartía justicia y vigilaba personalmente a su pueblo en Bagdad, conforme a las normas estrictas del Islam. En años recientes el país fue gobernado por un dictador extremo, conocido por su crueldad: Sadam Hussein, cuyos monumentos fueron derribados por el pueblo después de su aparatosa caída. El problema fue que también cayeron las normas estrictas de unidad impuestas por el autócrata, en un país tendiente a la segregación, volviéndose entonces en escenario de luchas internas entre facciones políticas y religiosas, que dieron lugar a la persecución de cristianos y destrucción de templos. Y la situación no termina de estabilizarse. El Sumo Pontífice Francisco ha demostrado
Pbro. Carlos Chavarría SUBDIRECTOR
Roger Herrera EDITOR EN JEFE
la fuerza de su fe, el amor a sus hermanos y su valor personal al visitar Irak, país tan necesitado de solidaridad y comprensión, que invitó oficialmente al Papa para esta visita y le ha atendido cariñosamente… A veces entre las ruinas dejadas por la violencia. Gracias a la televisión pudimos también asomarnos a las bellezas del arte y la cultura de una de las civilizaciones más antiguas del planeta. El Santo Padre e Irak han pregonado al mundo el valor de la fraternidad en el esfuerzo sostenido por la paz, bajo la protección del Altísimo. En Dios confiamos.
Jacqueline Arriaza CORRECCIÓN Y DISEÑO
Roger Herrera DISEÑO DE PORTADA
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Algunas orientaciones pastorales para la celebración de la Semana Santa –Arquidiócesis de San Salvador– Esta Semana Santa será celebrada, nuevamente, en el marco de la pandemia del Covid-19, cuyo drama exige condiciones sanitarias y protocolarias que hacen imposible que todos los fieles participen presencialmente, con libertad en las celebraciones litúrgicas. Así, pues, hacemos llegar algunas orientaciones pastorales giradas por Mons. José Luis Escobar, para las distintas celebraciones litúrgicas de la Semana Santa que se avecina.
Domingo de Ramos. - La bendición de los ramos no debería realizarse como comúnmente se hacía. - Lo más oportuno sería que se bendiga los ramos a la entrada. - Una vez bendecidos, se distribuyan los ramos a los fieles, para luego proceder a la celebración de la Misa. - Procurar que haya suficientes servicios religiosos, a fin de que la mayor cantidad de fieles participe del Domingo de Ramos. - Podría dejarse en la entrada d e l Te m p l o Parroquial una imagen del Nazareno adornado con palmas, para que los fieles puedan visitarlo y llevar de recuerdo palmas bendecidas.
Jueves Santo. - Misa Crismal (Catedral Metropolitana • 10:00 a.m.). Invitados sacerdotes de la Arquidiócesis. Puede acompañarles, únicamente, un miembro de su Comunidad Parroquial.
Comentarios sobre el Padre Rutilio Grande S.J. Internacional “ – II
En el funeral de cuerpo presente, Monseñor Romero comenzó su predicación con estas palabras: “si fuera un funeral sencillo hablaría aquí, queridos hermanos, de una relaciones humanas y personales con el P. Rutilio Grande a quien siento como un hermano. En momentos muy culminantes de mi vida él estuvo muy cerca de mí; y esos gestos jamás se olvidan” 4 . Usted seguramente debió sentir gran afinidad con él por sus caracteres e historias personales, un tanto afines. El Padre Rodolfo Cardenal, SJ. en varios de sus escritos afirma que: “Mons. Romero no se comprende sin Rutilio Grande”. Rutilio terminó violentamente su ministerio, en marzo de 1977, precisamente cuando Mons. Romero comenzaba el suyo como Arzobispo de San Salvador, en febrero de 1977. Incluso el día en que estuvimos en Roma, en octubre de 2015, para agradecer al Papa Francisco la Beatificación de Monseñor Romero, nos comentó Rodolfo que el Papa le preguntó si ya había algún milagro del Padre Rutilio Grande y ante su respuesta negativa, el Papa le dijo que sí había un milagro y con alegría le comento: “Es Monseñor Romero”. Estos son un poco de mis recuerdos sobre Usted, Padre Rutilio Grande. Mire qué privilegio el mío, Usted me recibió en el seminario menor, Monseñor Romero me ordenó sacerdote y Dios ha querido que haya trabajado en las causas de canonización de ambos. Esto desde luego me plantea siempre un desafío para mi vida sacerdotal: “ser como Jesús”, aunque no sea un jesuita, porque sé que sí se puede. Ustedes me han mostrado el camino hacia la santidad sabiendo que Jesús me invita a caminar la historia con la misma fe de los santos y de los mártires, con el convencimiento que Él combate junto a mí mis batallas; y aunque camine por cañadas oscuras, sé que ningún mal temeré por Él va conmigo y que su vara y su callado me sostienen. Además, tengo muy en mi corazón tantos buenos recuerdos de los padres Jesuitas que nos enseñaron a dar los primeros pasos en los ideales de la santidad. Ellos eran ya viejos curtidos en los senderos de caminar en pos de Jesús. Bendito sea Dios. Ahora permítame contarle que yo conocí a Monseñor Romero en febrero de 1970, yo era un adolescente de 17 años, estaba terminado la educación media, y él llegó al seminario menor a invitarnos a su consagración episcopal, que sería en mes de abril. Yo estuve presente en es consagración episcopal, recuerdo que Usted fue el maestro de ceremonia. Al terminar ese año tuve que irme a estudiar a la ciudad de Guatemala y, entonces, también le perdí la pista a Monseñor Romero y volví a saber de él hasta el 7 de febrero de 1977 cuando dieron la noticia de su nombramiento como Arzobispo de San Salvador y tomó posesión de la diócesis el 22 de febrero del mismo año. Pocos días después de la toma de posesión, el 12 de marzo de 1977, lo asesinaron a Usted y a dos de sus acompañantes mientras iba a celebrar una Misa a El Paisnal. Ese evento martirial, en medio del dolor fraterno, le abrió los ojos y el corazón a Monseñor Romero a una nueva llamada del Señor a ejercer el oficio del Buen Pastor que no abandona a las ovejas cuando ve venir al lobo, y de nuevo volvió su rostro a Dios para que Él guiara sus pasos por el sendero hacia donde quería conducirlo, que no fueron los mismos a los que él estaba acostumbrado. Fueron aquellos momentos, de pasión y de oración intensa, los que agudizaron su olfato de Buen Pastor, para percibir que la persecución a la Iglesia estaba llamando a su puerta. No se trataba solo de su asesinato Padre Rutilio, sino que la Iglesia ya era vista con recelo y sospechas. Predicar el Evangelio de Jesucristo a juicio de los poderes de este mundo era un peligro que atentaba contra su seguridad y había que perseguir a la Iglesia y hacerla callar a toda costa, olvidándose que la
Notas al pie: (Continúa en página siguiente)
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Cfr. P. Salvador Carranza SJ, o.c. pág. 22.
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y San Oscar Arnulfo Romero en el Seminario “La Santidad en el Siglo XX” Entrega – Monseñor Rafael Urrutia Postulador Diocesano de la Arquidiócesis de SS. (Octubre 17 de 2020)
Palabra de Dios no está encadenada. La voz de Monseñor Romero resonó en nombre de aquellos que nunca fueron escuchados, que nunca tuvieron voz, “porque nada hay tan importante para la Iglesia como la vida humana, como la persona humana, sobre todo la persona de los pobres y oprimidos, que además de seres humanos son seres divinos, por cuanto dijo Jesús, que todo lo que con ellos se hace, Él lo recibe como hecho a Él, porque son hechos que tocan al corazón mismo de Dios” (cfr. Homilía 16 de marzo 1980). Fue en este contexto donde Monseñor debió vivir su ministerio episcopal, en medio de las persecuciones del mundo y los consuelos de Dios y, por encima de todo, optó por ser fiel a Dios y a su pueblo. Dios fue su único confidente, en Él encontró siempre serenidad para su alma y la paz que su corazón necesitaba para seguir predicando según el corazón de Dios, se dejó guiar por sus inspiraciones porque la santidad siempre fue su meta. Y fue en ese sendero donde un día Dios lo sorprendió con el don del martirio y, en su infinito amor, transformó su vida en una hostia viva y lo unió a su Hijo en la cruz. Yo no estaba al lado de Monseñor Romero aquel atardecer cuando una bala muy certera le proporcionó la inestimable fortuna de morir como “testigo de la fe al pie del altar”; pero aun en medio del intenso dolor que sumió mi corazón en la soledad, tenía la certeza de que Monseñor Romero a lo largo de su vida vivió habitualmente en santidad y que el don del martirio que Dios le había regalado aquella tarde era la plenitud de una vida santa. Y fue entonces cuando encontré consuelo frente a su cuerpo inerte, cuando acepté que su evento martirial era voluntad de Dios. Entonces me gocé pensando que Dios lo eligió para su misión martirial porque encontró en Monseñor Romero a un hombre según su corazón. Y fueron estos pensamientos los que iluminaron mi noche oscura y me dije: “Dios encontró a Oscar, lleno de gracia” y, entonces yo también supe perdonar a sus verdugos. Mons. Romero, Usted lo sabe mejor que yo Padre Rutilio, fue un hombre humilde y tímido, pero que poseído por Dios logró hacer lo que siempre quiso hacer: grandes cosas, pero por los caminos que el Señor le tenía señalados, caminos que fue descubriendo en su intensa e íntima unión con Cristo, modelo y fuente de toda santidad y el cuidado de nutrirse siempre de la fidelidad a sus tres amores: Jesús Sacramentado, la Virgen María Reina de la Paz y la figura del Papa. Es claro que Usted y Monseñor Romero siguen teniendo detractores. Eso es normal en una sociedad politizada y polarizada, incluso a nivel eclesial. Yo siempre suelo decir, cada vez que tengo la oportunidad, que para comprender o aproximarse al Padre Rutilio Grande y a Monseñor Romero, solo podemos hacerlo desde Jesucristo, desde el Evangelio y la fe, desde el Magisterio de la Iglesia y desde su fidelidad al pueblo, solo así se les puede comprender y amar. Querer verlos desde la ideología y la política es ubicarlos en la oposición o a mi favor, y eso corrompe su figura. Yo creo que Monseñor Romero está siendo hoy lo que siempre ha sido: un Obispo, el amor de Cristo a los pobres hecho Buen Pastor en Romero. Lo seguirán amando los pobres y los que lo quieran conocer desde la fe y el evangelio y aquellos que no lo ven como Buen Pastor, lo seguirán teniendo como ellos quieran, hasta que su corazón se vuelva a Jesús. Usted y Monseñor Romero con sus vidas siguen siendo una llamada a la conversión para todos los cristianos. Para nosotros los sacerdotes son una llamada a ser Pastores al estilo de Jesús, pastores con experiencia de Dios, con el Evangelio en las manos, dentro del corazón y en los labios, pero con la fidelidad de Jesús hacia los pobres. A veces suelo decir que, a mí, me ha tocado trabajar en medio de la sangre de los mártires. Usted siempre fue un hombre de Dios y un regalo de Dios para los campesinos y los pobres, el apóstol de la misión permanente. Y me ha tocado llevar su causa de canonización y lo he hecho con un gran amor junto con el Padre Edwin Henríquez, el Padre Rodolfo Cardenal, S.J. y también otros sacerdotes jóvenes con quienes constituimos un equipo de trabajo. Sabe Padre Rutilio, es un privilegio que me haya tocado trabajar entre la sangre de mártires, lo digo porque ahora soy párroco de la parroquia San Oscar Arnulfo Romero y fui Postulador Diocesano de su Causa. En la parroquia donde estoy, también su párroco sufrió una muerte martirial, el Padre Alfonso Navarro junto a Luisito Torres, un acólito de 14 años. Cuando las monjas americanas sufrieron su muerte martirial, yo viajaba con ellas en el mismo vuelo y tenía que viajar con ellas en el mismo automóvil en el que las secuestraron y luego asesinaron. No era mi hora y solo me salvé, como dice la gente, porque un amigo me esperaba en el aeropuerto. Por eso digo: “a mí me ha tocado trabajar entre la sangre de mártires” y pido al
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- Misa de la Cena del Señor. Como está mandado por la Congregación para el Culto Divino, el rito del lavatorio de los pies se “omite”. - Si se realiza la procesión final con el Santísimo Sacramento debe hacerse dentro del templo. - Si no habrá Adoración en el Monumento, puede dedicarse unos minutos al terminar la Misa de la Cena del Señor, y reservarlo posteriormente en el Sagrario. - Al celebrar en cada parroquia la Misa de la Cena del Señor, recemos por la santificación y fidelidad al Señor en su ministerio de los sacerdotes. Recemos también por los Sacerdotes que han muerto y por el aumento de las vocaciones sacerdotales.
Viernes Santo. - A las 10:00 a.m. puede hacerse el Vía Crucis en cualquiera de estas dos maneras: 1) Rezarlo dentro del Templo con los fieles que según el protocolo quepan, ubicados en las bancas, y quienes lo rezan van por cada una de las estaciones o rezarlo desde el ambón, con la debida devoción. 2) Hacerlo fuera del Templo en procesión, sólo con un pequeño grupo dirigiendo: el párroco, quienes llevan el Crucifijo y dos cirios, dos o tres lectores y dos o tres cantores, un cortejo de unas diez personas. Las familias que viven en las calles por las que pasará el Vía Crucis acompañan desde su casa. No deben unirse más personas a la procesión - A las 3:00 o 4:00 p.m. se celebra en el templo parroquial la Pasión del Señor. Durante la Oración Universal, además de las existentes, prepárese una oración especial por los enfermos afectados por el Covid-l9, por los migrantes perdidos y por los difuntos en esta pandemia. - En la adoración de la Cruz, el beso se limita únicamente al celebrante y distribúyase la comunión a los fieles. Recuérdese la colecta para los Santos Lugares.
Vigilia Pascual. - Se celebra únicamente en el Templo Parroquial con los fieles que quepan dentro del mismo. - El párroco o vicario parroquial con un muy reducido número de acólitos y ministros pueden realizar la liturgia del fuego inicial y entrar en procesión únicamente ellos - En la liturgia bautismal puede celebrarse un bautismo por aspersión y luego hacerla a la asamblea presente. Después se celebrará la liturgia eucarística como es habitual hasta el final.
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EN EL MUNDO
Paraguay: Año Eucarístico Nacional abre con la Semana Santa La Conferencia episcopal Paraguaya presenta subsidió para la celebración del año dedicado a la eucaristía, el cual tendrá su culmen en el Congreso Eucarístico Nacional que tendrá lugar el 16 y 17 de octubre de este año 2021. Bajo el lema “Lo reconocieron al partir el pan”, el Año de la Eucaristía convocado por la Conferencia episcopal de Paraguay, (CEP) para este año 2021, arranca con la celebración d la Semana Santa. Para ello, la Comisión Episcopal de Liturgia, dirigida por monseñor Amancio Benítez, obispo de la Diócesis de Benjamín Aceval publicó un material de subsidio para que las diócesis y vicariatos del país, entren en sintonía en las celebraciones e intenciones en parroquias, capillas, oratorios, centros catequísticos y grupos de oración, pero también para la formación de los laicos de las diversas comunidades cristianas. El material está compuesto de cuatro momentos con herramientas básicas y útiles para preparar, celebrar y vivir este magnífico acontecimiento. En un primer momento se busca aprovechar la Semana Santa, en particular el Triduo Pascual: El Jueves Santo, en la Cena del Señor, Institución de la Eucaristía, interpelarse sobre cómo reconocer al Señor; el Viernes Santo, en la Cruz, en su Muerte, en contemplación con del misterio del Sacrificio del Calvario; y el Sábado Santo, día de silencio y de reflexión, contemplando junto al silencio de María, a Jesús depositado en el sepulcro, esperando la Resurrección.
La siguiente cita importante del Año de la Eucaristía se celebrará en la Solemnidad de Cuerpo y la Sangre de Cristo. El 6 de junio, donde las comunidades y fieles a nivel parroquial podrán encontrarse con Jesús presente entre como verdadero alimento para saciar el hambre y sed de Dios y poner a Cristo Eucaristía en el centro de la vida comunitaria, de donde surge el verdadero crecimiento espiritual El tercer momento tendrá lugar el domingo 29 de agosto en la conmemoración del martirio de San Juan Bautista con la celebración del Congreso Eucarístico Diocesano y por último, el Congreso Eucarístico Nacional, que bajo el tema la “Eucaristía, la Iglesia y el sacerdocio”, tendrá lugar el 16 y 17 de octubre, en la Catedral Basílica y Santuario de Caacupé con representantes de cada diócesis. En la presentación del subsidio, monseñor Benítez invita a es aunar esfuerzos y unidos para que en verdad sea un año para vivir intensamente la presencia de Jesús en este gran Sacramento. (Cf. Vaticannews.va 17 mar. 2021)
Fragmentos bíblicos hallados en Israel, un tesoro único Fueron escritos hace unos dos mil años, en su mayoría, en griego, revelando partes de los doce profetas menores. El valor y la historia de este excepcional hallazgo en palabras de Marcello Fidanzio, profesor de Medio Ambiente Bíblico en la Facultad de Teología de Lugano y director del Instituto de Arqueología y Cultura de las Tierras Bíblicas. Se trata del descubrimiento arqueológico de pergaminos bíblicos más emocionante y sensacional de los últimos 60 años. En el desierto de Judá, el territorio que se extiende entre el Estado de Israel y Cisjordania, gracias a una compleja operación de excavación llevada a cabo por la Autoridad de Antigüedades de Israel, han salido a la luz nuevos fragmentos de pergaminos bíblicos que datan de hace 2.000 años. Los hallazgos están escritos principalmente en griego y contienen porciones de los doce profetas menores, en particular Zacarías y Naum. En la operación también se descubrió un alijo de monedas raras de la época de Bar-Kokhba, el líder judío que dirigió la revuelta contra los romanos entre el 132 y el 135 d.C.; un esqueleto infantil de 6.000 años de antigüedad, probablemente femenino, envuelto en tela y momificado; y una gran cesta intacta que data de hace 10.500 años, probablemente la más antigua del mundo. Marcello Fidanzio, profesor de ambiente bíblico en la Facultad de Teología de Lugano
y director del Instituto de Arqueología y Cultura de las Tierras Bíblicas, opinó sobre el significado de este sensacional descubrimiento: “Durante las dos revueltas -dice Fidanzioalgunos refugiados se escondieron en las cuevas porque eran perseguidos por los romanos. En este caso concreto nos referimos a una cueva con un nombre dramático, se llama la Cueva de los Horrores”. ¿Por qué este nombre? "Unos 40 hombres, mujeres y niños murieron aquí de hambre y sed. En este lugar, durante su huida, habían traído algunos de sus objetos más preciados: posesiones, utensilios de la vida cotidiana y textos escritos: documentos y textos bíblicos". La reciente misión arqueológica de la Autoridad de Antigüedades de Israel, que comenzó en 2017, descubrió 20 pequeños fragmentos de pergaminos bíblicos.
Este resultado se ha conseguido "con una cadena de rastreo llevada a cabo por una Autoridad de Antigüedades que ha trabajado metódicamente y que ha permitido salvar antigüedades como textos bíblicos, un cesto con tapa de hace 1.500 años, quizá el más antiguo encontrado hasta ahora, o el esqueleto de una niña depositado allí, envuelto en una tela de lino hace más de seis mil años". (Cf. Vaticannews.va 17 mar. 2021)
Día de San Patricio. Líderes de las Iglesias: “En Cristo caminamos juntos”
Con ocasión de la Fiesta de San Patricio, los líderes de las Iglesias de Irlanda han publicado una declaración conjunta en la cual expresan, junto a los lideres civiles, su “compromiso en la labor de construcción de la paz para el futuro" del país. "En Cristo caminamos juntos" es el título del mensaje publicado conjuntamente por los líderes de las Iglesias de Irlanda para la festividad de hoy, en la cual se celebra la Fiesta de San Patricio. Según se informa en la página web de la Conferencia Episcopal Irlandesa, en el documento, las Iglesias de Irlanda unidas "exploran cómo la fe cristiana y la ética social cristiana pueden contribuir a la curación de las relaciones y ofrecer una visión de esperanza para el futuro". Al elegir publicar este mensaje conjunto en el día de San Patricio, pretenden destacar y abrazar el modo en que este ex esclavo, que encarnaba esta interconexión entre pueblos, ha llevado el cristianismo a Irlanda hace unos 1500 años. "En nuestra aproximación al pasado, tenemos la responsabilidad moral de reconocer el impacto corrosivo de la violencia y de las palabras que pueden llevar a la violencia –han afirmado los Líderes de las Iglesias– es necesario enfrentarnos a verdades difíciles sobre los fallos del liderazgo de las Iglesias en la labor de paz y reconciliación". A menudo hemos sido Iglesias prisioneras; no prisioneras de la Palabra de Dios, sino de los ídolos del Estado y de la nación". Los Líderes de las Iglesias comparten hoy este mensaje como invitación al diálogo: "Como discípulos de Jesucristo, compartiendo la gracia de su redención y el amor inquebrantable del Padre por su Creación, hemos estado reflexionando juntos sobre los acontecimientos desde 1921 en esta isla. Deseamos compartir algunas de nuestras reflexiones mientras continuamos estas conversaciones y mientras caminamos juntos a lo largo del año". (Cf. Vaticannews.va 17 mar. 2021)
“Derechos Humanos en la Amazonía venezolana” "Dar voz propia a los pueblos de la Amazonía para que puedan defender los derechos que les están siendo negados", fue uno de los temas tratados en el foro organizado por la Universidad Católica Andrés Bello Extensión Guayana (UCAB Guayana) bajo el nombre “Derechos Humanos en la Amazonía venezolana”. Visibilizar la realidad de los habitantes de la Amazonía venezolana, promover el fortalecimiento de los pueblos originarios respetando su cultura, religión, creencias y estructura, darles voz propia para que puedan defender los derechos que les están siendo negados: fueron algunos de los temas tratados en el foro “Derechos Humanos en la Amazonía venezolana”. (Cf. Vaticannews.va 17 mar. 2021)
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Coronilla Eucarística de San Oscar Romero
Por: Carlos X. Colorado
“Los santos”, escribía el Papa Benedicto, “han adquirido su capacidad de amar al prójimo de manera siempre renovada gracias a su encuentro con el Señor eucarístico y, viceversa, este encuentro ha adquirido realismo y profundidad precisamente en su servicio a los demás”. («Deus Caritas Est», 18.) Una Coronilla inspirada en San Oscar Romero nos ilustra este hecho. Introducción: En su Tercera Carta Pastoral, «La Santa Misa Llevada a la Vida Diaria», que trata sobre la Eucaristía, el Arzobispo de San Salvador Mons. José Luis Escobar Alas llama a Mons. Romero el “Mártir de la Eucaristía” («La Santa Misa», 1). Mons. Romero no sería todo lo que es, argumenta el Arzobispo, “si antes no hubiese sido mártir; y si antes, no hubiese sido mártir in odium fidei ni excelente pastor sin la Eucaristía: Sacramento Fontal de donde obtuvo la fuerza y el valor para cumplir con su misión de Pastor”. (Op Cit.) Ese es también el mensaje de la Coronilla de San Oscar Romero, que busca situar a nuestro santo en su lugar adecuado. Por muchos años, el nombre “Oscar Romero” fue discurso político en El Salvador. San Oscar Arnulfo Romero fue tergiversado y politizado en su patria. La primera politización fue a manos de la derecha, que lo acusó –falsamente– de promover odio de clases y violencia. La segunda tergiversación fue de la izquierda, que lo reclamó – también deslealmente– como su propio partidario y portavoz. La última palabra la tuvo la Iglesia al canonizarlo, y es la palabra que recoge la Coronilla, aprobada por el Arzobispado después de la beatificación, que sigue la marcha de Romero hacia su inevitable martirio a través de cinco momentos eucarísticos que marcaron su vida: 1. La Primera Misa Solemne de San Oscar Romero 2. La “Misa Única” de Mons. Romero para el padre Grande 3. La Misa de Reparación para recuperar la Iglesia de Grande después de una ocupación militar 4. Las Horas Santas de Romero en un hospicio de cuidados paliativos para pacientes con cáncer 5. Su martirio mientras celebraba la Misa. Una coronilla es típicamente una variación del Santo Rosario y la Coronilla Romero se reza casi exactamente como un Rosario con los siguientes cambios: los Misterios son reemplazados por estas “Maravillas Eucarísticas”; se sustraen las oraciones auxiliares, quedando únicamente el Credo, Padre Nuestros, Ave Marías y Glorias, en la secuencia tradicional; y la Salve Regina final se sustituye con el Magnificat. Se puede cantar otro Himno Mariano como festivo final (por ejemplo, en El Salvador, el Himno a Nuestra Reina de la Paz). I. Unicidad e indivisibilidad: La primera misa solemne del padre Romero ilustra el papel único de la Eucaristía para cimentar la coherencia universal de la Iglesia. Primero, el trasfondo histórico: Romero fue elegido para el sacerdocio después de que los líderes de su remota aldea natal de Ciudad Barrios lo identificaran como apto candidato. La escuela local solo llegaba al cuarto grado, pero Romero fue señalado como merecedor de una educación superior. Cuando el obispo llegó al pueblo, señalaron que el pequeño Oscar pasaba todos los días en la iglesia del pueblo, barriendo y rezando. Romero ingresó al seminario a la tierna edad de trece años y ganó un concurso para ser enviado a Roma a estudiar. Pasó seis años en la Ciudad Eterna, viendo desde primera fila los imponentes pontífices de la época de la guerra, Pío XI y Pío XII. Años más tarde, recordaría el astuto juicio y coraje de Pío XI al enfrentarse a Hitler y Mussolini para defender a la Iglesia: “La Iglesia no hace política” – Romero recordaría a Pío XI haber dicho – “pero cuando la política toca su altar, la Iglesia defiende su altar”. En cuanto a Pío XII, Romero recordaría su lema, Pax Opus Iustitiae: que la paz es producto de la justicia. Así, cuando el Padre Romero regresó a Ciudad Barrios y ofreció su Primera Misa Solemne por la protección del Romano Pontífice, estaba defendiendo la universalidad de la Iglesia y el primado del Ministerio Petrino. En palabras del cardenal Ratzinger, la unicidad e indivisibilidad del Cuerpo eucarístico del Señor implica la unicidad de su Cuerpo místico, que es la Iglesia una e indivisible ... También por esto, la existencia del ministerio Petrino, fundamento de la unidad del Episcopado y de la Iglesia universal, está en profunda correspondencia con la índole eucarística de la Iglesia. [Congregación para la Doctrina de la Fe, Carta a los Obispos, 28 de mayo de 1992 — Ratzinger, Prefecto]. El joven Padre Romero ejemplificó este principio en su Primera Misa Solemne y su dedicación a la protección del Romano Pontífice. Romero también adelantó el espíritu de su futuro lema episcopal, “Sentir Con La Iglesia” al destacar desde el principio su “apego incondicional a la Jerarquía” (Semanario “Chaparrastique”, 16 de enero de 1965, no. 2981, Pág. 1).
II. “Pregustando la Liturgia del Cielo”: La innovación eucarística pionera de Romero fue la “Misa Única” después del martirio del pbro. Rutilio Grande, según cual la única misa dominical una semana después del asesinato fue la misa de Romero en catedral. La idea fue controvertida, pero Romero apostó a que centraría la atención en el sacrilegio nacional. Cien mil fieles asistieron y una atenta audiencia de radio nacional estuvo pendiente de cada palabra de Romero, permitiéndole predicar a una histórica asamblea nacional que estableció a Mons. Romero como el primado de la Iglesia salvadoreña. En otras misas después que otros sacerdotes fueron asesinados, Romero diría que una Eucaristía con cuerpos de sacerdotes asesinados en el altar nos hace “pregustar … la liturgia del cielo” porque esos cadáveres “no están muertos, sino que son peregrinos que ya van llegando a la vida verdadera, para que nosotros, comunidad que todavía peregrina, afiancemos todavía más esa esperanza” en la vida eterna. (Homilía del 21 de enero de 1979). A pesar de la controversia en torno a la Misa Única, esta fue un ejemplo adelantado de lo que hoy llamaríamos “sinodalidad”. La forma de la “misa única” había surgido en los vicariatos o regiones pastorales de la Arquidiócesis de San Salvador para denunciar atropellos. De hecho, la última “misa única” había sido celebrada por el mismo Pbro. Grande—en que pronunció su famoso “Sermón de Apopa”. Por eso, al retomar el formato, Romero daba un voto de confianza a sus sacerdotes. Según el Papa Francisco, “Una Iglesia sinodal es una Iglesia de la escucha … Es una escucha reciproca en la cual cada uno tiene algo que aprender. Pueblo fiel, colegio episcopal, Obispo de Roma: uno en escucha de los otros; y todos en escucha del Espíritu Santo”. (Discurso en el 50º aniversario del Sínodo, 17 de octubre de 2015). La “Misa Única” de Romero, se basó en esa Iglesia sinodal, de la escucha. III. El “doble cáliz”: Después del asesinato del P. Grande, el ejército sitió su pueblo e hizo de su iglesia su cuartel. Los soldados rompieron el Tabernáculo a machetazos y pisotearon las hostias consagradas esparcidas. Romero viajó a Aguilares para ofrecer una misa de desagravio, un episodio dramatizado en la película “Romero” de 1989. Raúl Julia interpreta a un arzobispo tímido que inicialmente se retira del lugar, pero se envalentona al ver a los campesinos reunidos y decide retomar la iglesia. En la actualidad, Romero organizó una procesión de Corpus Christi con el Santísimo Sacramento alrededor de la plaza principal, lo que dio esperanza a la comunidad desmoralizada. Dijo a los fieles reunidos: “Hoy, me toca venir a recoger esta Iglesia y este convento profanado, un Sagrario destruido y sobre todo un pueblo humillado, sacrificado indignamente”. (Homilía del 19 de junio de 1977). La nota distintiva del gesto de Romero es reconocer la equivalencia entre el honrar a Cristo y servir a los pobres. En un famoso poema, el obispo brasileño Pedro Casaldáliga escribió que Romero supo “beber el doble cáliz del Altar y del Pueblo, con una sola mano dedicada al servicio”. (“San Romero de América, Pastor y Mártir Nuestro”, 1980.) El “doble cáliz” de la Eucaristía no es un concepto novedoso. San Juan Crisóstomo (349-407 d.C.) una vez preguntó: ¿Deseas honrar el cuerpo de Cristo? No lo desprecies, pues, cuando lo contemples desnudo en los pobres, ni lo honres aquí, en el templo, con lienzos de seda, si al salir lo abandonas en su frío y desnudez ... ¿De qué serviría adornar la mesa de Cristo con vasos de oro, si el mismo Cristo muere de hambre? Da primero de comer al hambriento, y luego, con lo que te sobre, adornarás la mesa de Cristo. (En Evangelium S. Matthaei, homilía 50: 3-4.) El Papa Benedicto XVI confirmó: “Una Eucaristía que no comporte un ejercicio práctico del amor es fragmentaria en sí misma”. («Deus Caritas Est», 14.) Y el Papa Francisco predica que la Eucaristía es “Sacramento de comunión, que nos hace salir del individualismo para vivir juntos el seguimiento” del Señor. (Misa en Santa Cruz de la Sierra, Bolivia, 9 de julio de 2015) IV. La cumbre de la vida espiritual: Como San Basilio, que vivió en una institución que albergaba a los pobres, Romero vivía en una casita en el campus de un hospicio de cuidados paliativos para pacientes con cáncer. Su sencillez y frugalidad le dieron gran credibilidad para desafiar a la sociedad sobre su falta de compromiso con los que sufren. Realizó Horas Santas en la capilla del hospitalito e invitó a los fieles a acompañarlo. “Junto a los enfermos, podemos al mismo tiempo que hacer un acto de fe en la presencia real de Cristo en la Eucaristía”, exhortaba, “hacer un acto de caridad - que nos manda el Catecismo entre las obras de misericordia - visitar a los enfermos”. (Homilía del 1 de enero de 1978). (Continúa en página 10)
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Santidad y política Pbro. José María Tojeira, S.J.
Durante muchos años pensábamos en la santidad como una aventura personal, llena de caridad hacia el prójimo, de esfuerzo personal por seguir las huellas de Nuestro Señor Jesucristo, y por supuesto con una actitud impregnada de una enorme confianza en Dios nuestro Padre. El tema político parecía ajeno a la santidad y se desconfiaba de él. Y más cuando la experiencia de muchos buenos cristianos era que en la política se practicaba un enorme fariseísmo: se hablaba siempre de valores, pero se practicaba, a veces de un modo masivo, la corrupción y el abuso. San Oscar Romero, los ya reconocidos como beatos Rutilio, Nelson y Manuel, una mujer ejemplar como Marianela García Villas, o los que podríamos llamar mártires anónimos de la masacre del río Lempa, todos ellos asesinados en el mes de marzo de diferentes años, críticos e independientes respecto a las políticas imperantes de su época, nos enseñaron a valorar un nuevo modo de relación entre la santidad a la que todos estamos llamados y la política, en su sentido amplio de construcción y defensa del bien común. Sin embargo, desde el principio del culto a los santos, la santidad tuvo relaciones con la política. En efecto, durante las persecuciones habidas en el Imperio Romano a los mártires se les perdonaba la vida a condición de que reconocieran al emperador como ‘Señor de la historia’. Pero los cristianos sabían que el único Señor de la historia era Jesús, muerto y resucitado. Y muchos fueron ejecutados por negarse a unir esas dos palabras, señor de la historia, con el emperador. Aunque las razones de las persecuciones fueron diversas, la dimensión política que implica no reconocer el señorío absoluto de la historia al emperador fue sin duda una de las razones del odio imperial a los cristianos. En nuestra época la denuncia de la explotación, de las idolatrías del dinero y del poder, tenían también su dimensión política. Incluso el anuncio y compromiso de la fraternidad cristiana con la justicia y el desarrollo de los pobres les parecía una actitud política reprochable a quienes asesinaron a nuestros mártires y tantas otras víctimas.
Ellos siguieron el pensamiento de la Iglesia que pide a los cristianos que la caridad, además del apoyo individual al necesitado, suscite nuevos modos de “afrontar los problemas del mundo de hoy y renovar profundamente desde su interior las estructuras, organizaciones sociales y ordenamientos jurídicos. En esta perspectiva la caridad se convierte en caridad social y política” (Compendio de doctrina Social de la Iglesia n° 207). Por eso en este mes de marzo, e incluso como preparación para la Semana Santa, debemos recordar a nuestros mártires y su ejemplo: Amaron individualmente a todos y cada una de las personas que se fueron cruzando en su existencia, y al mismo tiempo amaron a la comunidad social salvadoreña, insistiendo en que se organizara y estructurara “la sociedad de modo que el prójimo no tenga que padecer la miseria” (Compendio n° 208). Hoy, en una sociedad en la que hay un índice alto de pobreza, donde se atenta contra el medio ambiente, o donde se impulsa un individualismo egoísta que refuerza la desigualdad y la corrupción, nos corresponde a los cristianos desarrollar esa caridad social y política de la que nos habla la Iglesia y de la que nos dieron ejemplo nuestro santo Romero y otros tantos mártires salvadoreños. Nuestra misma Constitución pone como objetivo estatal la justicia social. El Evangelio, más allá de la justicia, nos pide amar a nuestros prójimos en esa doble dimensión: amor samaritano a quien encontramos tirado en el camino de la vida y amor político que busca siempre el bien común de todos y todas desde las estructuras sociales. Entre los dichos populares se usa con frecuencia la frase “por la verdad murió Cristo”. Pero la gran verdad que Cristo nos enseñó es que “Dios es amor” y que “quien no ama a su hermano a quien ve no puede amar a Dios a quien no ve” (ambas frases en el capítulo 4 de la primera carta de Juan). La Semana Santa con la muerte y resurrección del Señor, nuestros mártires y víctimas que se unieron a la muerte y resurrección del Señor, dan testimonio de esa verdad y nos invitan a nosotros a amar personal y socialmente a todos nuestros prójimos.
Invitación
La Arquidiócesis de San Salvador y la familia Mártir Rodríguez, invitan: A la Ordenación presbiteral del díacono:
Francisco Antonio Mártir Rodríguez Por imposición de manos y oración consecratoria de Mons. José Luis Escobar Alas, Arzobispo de San Salvador Día: Jueves 25 de marzo Hora: 10:00 a.m.
(Viene de página 9) El consejo de Romero de vincular nuestros actos de caridad al acto de fe en la adoración eucarística refleja la enseñanza de la Iglesia: “Los demás sacramentos, como también todos los ministerios eclesiales y las obras de apostolado, están unidos a la Eucaristía y a ella se ordenan” (Catecismo de la Iglesia Católica, 1324 — énfasis agregado.) Igual de importante, Romero no redujo a los pacientes del hospital a objetos de piedad o mera lástima, sino que los invitó a una comunión de oración, donde ofrecieran su sufrimiento por la Iglesia y la nación. Romero les decía: “Ustedes son el Cristo sufriente y su cama es la Cruz”. (“Las hermanas del Hospitalito recuerdan a Monseñor”, Carta a las Iglesias, Año XX, Nº.443-444, 1-29 de febrero de 2000.) V. El sacrificio de la Iglesia: La mayor enseñanza eucarística de Romero puede haber sido su regalo final. Dio su vida, en palabras de San Juan Pablo II, “mientras celebraba el sacrificio del perdón y reconciliación”. (Palabras en la Catedral de San Salvador, 6 de marzo de 1983.) “Su sangre”, dijo el Cardenal Angelo Amato, Prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, “se mescló con la sangre redentora de Cristo”. (Homilía de beatificación, 22 de mayo de 2015.) “Por tanto”, dijo el Papa Benedicto, su muerte fue “una muerte verdaderamente ‘creíble’, de testimonio de la fe”. (Rueda de prensa durante el vuelo a Brasil, 9 de mayo de 2007.) Inmediatamente antes de su martirio, Romero entonó una perorata a su homilía para pivotar a la Liturgia de la Eucaristía: Con fe cristiana sabemos que en este momento la hostia de trigo se convierte en el cuerpo del Señor que se ofreció por la redención del mundo y que en ese cáliz el vino se transforma en la sangre que fue precio de la salvación. Que este cuerpo inmolado y esta Sangre Sacrificada por los hombres nos alimente también para dar nuestro cuerpo y nuestra sangre al sufrimiento y al dolor, como Cristo, no para sí, sino para dar cosechas de justicia y de paz a nuestro pueblo. Segundos después, el disparo irrumpió la quietud del santuario y penetró en el torso del arzobispo cerca de su corazón. Romero se convirtió en el tercero de tres obispos santos matados ante el altar (junto con Santo Tomás Becket y San Estanislao de Cracovia), cumpliendo las palabras del Papa Benedicto: “El cristiano que ofrece su vida en el martirio entra en plena comunión con la Pascua de Jesucristo y así se convierte con Él en Eucaristía”. («Sacramentum Caritatis», 85.) La muerte de Romero nos recuerda que “El sacrificio de Cristo presente sobre el altar da a todas las generaciones de cristianos la posibilidad de unirse a su ofrenda”. (Catecismo, 1368.) La muerte de Romero también refuerza ese punto porque la misa de Romero quedó inconclusa. El desaparecido obispo Ricardo Ramírez expuso esa idea: Muchos ven la “Eucaristía inconclusa” de Romero como un símbolo de lo que aún queda por hacer en El Salvador, en América Central y del Sur, y en todos los lugares donde la gente sufre en su lucha por la liberación. ¿Quién terminará la Eucaristía? (“La Eucaristía inconclusa: El legado espiritual de Mons. Romero”, The Canadian Catholic Review, enero de 1991). Conclusión: Entre la beatificación de Romero en 2015 y su canonización en 2018, la Coronilla se rezó todos los domingos en la cripta de su tumba. Desde el año pasado, se reza en la parroquia San Óscar Romero en Eastvale, California, a través de conferencias por Zoom. Lo que encuentro más sorprendente es cuánto he aprendido sobre la fe de Romero, y la mía, de esta pequeña y modesta oración.
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21 de marzo de 2021
La Palabra de Dios para cada semana Domingo Domingo21 21de defebrero marzo de de 2021 2021 •• Quinto Primer Domingo de Cuaresma. Ciclo “B” • Año I (impar) Preparado por:
Pbro. Nelson Díaz
Liturgia de la Palabra: Jer 31, 31-34; Sal 50; Heb 5, 7-9; † Jn 12, 20-33
“Ha llegado la hora de que sea glorificado el Hijo del Hombre” Quinto Domingo de Cuaresma llamado Domingo de Pasión, porque ya el próximo domingo celebraremos el Domingo de Ramos. El Evangelio es introducido por la petición de unos griegos a Felipe ¡Queremos ver a Jesús!. Deseo que parece no ha sido atendido por el Maestro; pero el evangelista Juan no pierde oportunidad de hacernos entrar en el Corazón de Jesús y de revelar las intenciones de los corazones rectos. Los griegos no quieren ver a Jesús por fuera sino por dentro, no quieren escuchar desde lejos sino de cerca, entrar en el círculo mas cercano al corazón del Maestro. Se acerca la Pasión y la pregunta es interesante porque nos invita a asumir la actitud correcta de vivir la Pascua en este año 2021: Vivir con Jesús la Pasión, la Muerte y la Resurrección. Y para eso hay que entrar al círculo de los discípulos para poder preguntarle a Jesús cómo lleva la Pasión, quó dolores siente ante la indiferencia humana o la crueldad de los más cercanos a Él. Qué sentido le dio a la persecución de los políticos, de las autoridades religiosas, a la incongruencia de algunos de sus discípulos; y también Juan quiere que le preguntemos por sus afectos y sensaciones interiores, que no nos quedemos lejos dentro del Corazón de Jesús. Jesús responde con una palabra clave: ‘ha llegado la hora de que sea glorificado el Hijo del Hombre... para esta hora he venido’. Palabra transversal que cruza todo el evangelio de Juan y que ahora debemos atender. Jesús es consciente que ha venido para dar la vida, por todos los presentes, por todos los seres humanos, por los pecadores que un día serán santos. ‘A mí nadie me quita la vida, tengo poder para darla y tengo poder para
recuperarla’. Jesús es consciente que todo lo que vive en esta semana de pasión, Él lo vive por encima de las circunstancias en que ocurrieron los cosas. Él está dando la vida, de este modo nos da la lección a nosotros: unidos a Él, no solo debemos recibir la vida que nos da sino también dar la vida por el bien de los demás, por la salvación de sus almas. Así, nadie puede decir: yo porque soy pobre, o yo que estoy enfermo o estoy anciano la vida se me va… Tomando el ejemplo de Jesús podemos decir: nadie me quita la vida, yo la entrego con libertad. Y al primero que se la doy es a Jesús que me amó primero y se entregó por mí; y las circunstancias no me lo impedirán e igual que Jesús ofrezco mi vida por la salvación del mundo. Pues ‘Si el grano de trigo no muere queda infecundo, pero si muere dará mucho fruto’. Esta es la ley de la redención, la ley de la cruz que esta aconteciendo en la vida de todos nosotros. En los evangelios sinópticos se narra el episodio de la transfiguración de Jesús en el monte Tabor, y lo escuchamos el segundo domingo de cuaresma; pero san Juan no se cuenta este episodio del cual el escritor fue uno de los protagonistas. Los evangelios sinópticos también cuentan el episodio del Getsemaní, donde el Señor siente angustia que lo llevó a sudar sangre, y san Juan tampoco lo cuenta. En san Juan esos dos acontecimientos, el de gloria y de máxima humillación de Jesús se unen en este evangelio que acabamos de escuchar; porque para san Juan estos dos acontecimientos están unidos en uno solo misterio. Cuando dice: ‘mi alma esta angustiada, Padre líbrame de esta hora’, nos recuerda al Getsemaní. En ese momento Jesús se repone y dice: ‘para esta hora he llegado...’ y una
voz del cielo se escucha: ‘lo he glorificado y volveré a glorificarlo’, nos recuerdan al monte Tabor. Para el evangelio de san Juan la gloria y el abajamiento son parte del mismo misterio. La gloria y la cruz son un solo misterio desplegado en dos momentos distintos pero unidos en Cristo. La sabiduría de la liturgia hace que después de la Consagración de las especies del Pan y del vino el ministro proclame: este es el misterio de nuestra fe, al cual el pueblo debe responder: anunciamos tu muerte y proclamamos tu Resurrección. Ven Señor Jesús. Los dos acontecimientos del misterio se contienen en el misterio de la Eucaristía. Son dos dimensiones de la misma realidad y en nosotros está aconteciendo, pasión y gloria. En la hostia consagrada y elevada encontraremos la fuerza para amar en medio de cualquier dificultad. Queremos ver a Jesús y Jesús quiere que le contemplemos con una mirada de fe: en el crucificado y en Resucitado, en la Eucaristía y en los acontecimientos felices y en los momentos tristes de cada día.
Lecturas de la Semana
• Del 22 al 27 de marzo de 2021 •
Lunes 22: Dn 13,1-9.15-17.19-30.33-62; Sal 22, 1-6; † Jn 8, 1-11 Martes 23: Num 21,4-9; Sal 101,2-3.16-18.19-21; † Jn 8,21-30 (Feria) 2Tm 1, 13-14;2, 1-3; Sal 95, 1-2a. 2b-3. 7-8a. 10; † Mt 9, 35-38 (Memoria)
Miércoles 24: Dn 3,14-20.91-92.95; Sal: Dn 3,52.53.54.55.56; † Jn 8, 31-42
Jueves 25: Is 7, 10-14;8, 10; Sal 39, 7-8a. 8b-9. 10. 11; Heb 10, 4-10; † Lc 1, 26-38 (Solemnidad)
Viernes 26: Jer 20, 10-13; Sal 17, 2-7; † Jn 10, 31-42
Sábado 27: Ez 37,21-28; Sal: Jr 31,10.11-12ab.13; † Jn 11, 45-57
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21 de marzo de 2021
Reunión extraordinaria de los Obispos
IGLESIA LOCAL El 11 de marzo los Obispos de la Conferencia Episcopal participaron de la primera reunión extraordinaria de este 2021 De izq. a der.: Mons. Oswaldo Escobar, Pbro. Francisco Morán, Mons. William Iraheta, Mons. Miguel Morán, S.E. Card. Gregorio Rosa Chávez, S.E. Mons. Santo Rocco Gangemi, Mons. José Luis Escobar, Mons. Elías Rauda, Mons. Elías Bolaños, Mons. Fabio Colindres, Mons. Constantino Barrera y Mons. Luis Morao
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