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El cable TV en inglés: ¿Una pérdida de tiempo?
Emily Krasinski
Emily Krasinski Colón es catedrática retirada del Departamento de Inglés de Humanidades de la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras. Es lingüista especialista en la adquisición de lengua. Actualmente se desempeña como consultora de inglés en varias escuelas.
Hace un tiempo atrás conocí a dos hermanas. Una tenía 16 años, la otra, 11. Ninguna de las dos hablaba inglés, por las razones que fueran. Pasaron algunos años sin verlas y un día me encontré con la mayor. Surgió el tema del inglés, no recuerdo por qué, y le pregunté por su hermana. “Ay”, me dijo la mayor, “mi hermana habla mucho inglés ahora”. Me intrigó y le pregunté cómo lo había logrado. ¿Será que tomó cla ses privadas? ¿Será que estaba en un colegio donde sólo se hablaba inglés? ¿Será que pasó varios veranos en los Estados Unidos? Ninguna de las anteriores –se gún su hermana– aprendió mirando Cable TV. Me era difícil creerlo, pues, como especialista en la adquisición de lengua, tanto primera como segun da, creía firmemente, según sostiene la Hipótesis de la Interacción (Long, 1996), que adquirir fluidez oral en una segunda lengua requería mucha interacción ver daderamente comunicativa con hablantes nativos o casi-nativos de la lengua en cuestión. No me parecía que una actividad tan pasiva como mirar televisión en una lengua que apenas se dominaba podría resultar en fluidez en la misma. Cuando asumí el cargo de coordinadora del com ponente de cursos de Inglés como Segunda Lengua en el Departamento de Inglés de Humanidades de la UPR, Río Piedras (desde 1995 hasta 2007), tuve la
oportunidad de entrevistar a cientos de estudiantes para confirmar su nivel de inglés y así ubicarlos en los cursos apropiados. Cuando aparecía un estudiante con bastante fluidez en inglés y buena pronunciación y su formación no parecía explicarlo (no se crió en el área metropolitana donde hay más exposición al in glés, no estudió en colegio privado en inglés, ni en escuela bilingüe, ni vivió en los Estados Unidos, etc.) le preguntaba a qué se debía. Pensaba un poquito y me decía algo como: “Bueno, tuve una buena maestra en décimo…”. Como yo sabía que eso no lo explicaba todo, seguía con la pregunta: “¿Miras o mirabas mu cho cable TV?”. Casi siempre me contestaban: “¡Siii!”. De hecho, hay estudios que indican que NO se puede aprender una segunda lengua a través de la te levisión (Snow, van Eden and Muysken, 1981). En el artículo del internet, “Can I Learn English by Watching Television?”, la contestación a la pregunta es categó ricamente “No… anything, probably, is better for you than watching television.” Si es que tengo razón en que esos estudiantes lo graron fluidez en inglés a través de cable TV, ¿qué, entonces, lo explica? ¿Cómo es que una actividad tan pasiva, sin ninguna interacción, pueda conseguir que su observador llegue a dominar el inglés? Hay que considerar varios factores: 1. ¿Cuánto inglés ya sabe a través de otros medios? 2. ¿Cuánto puede comprender del programa que mira? 3. ¿Cuánto tiempo pasa mirando cable TV? 4. ¿Cuánta motivación tiene para mirarlo?
1) Considerando la primera pregunta, ¿cuánto in glés ya sabe a través de otros medios?, me pregunto lo siguiente: ¿Es posible aprender una lengua por televisión a partir de cero, sin haber tenido ningún otro medio de exposición? Obviamente, depende de cuán ta semejanza haya entre la lengua que se escucha en la televisión y la lengua nativa. Por ejemplo, me pare ce que uno sí podría comprender algo de programas italianos sin haber estudiado el italiano, simplemente por ser hablante nativo de español, pues el español y el italiano comparten ciertas estructuras y vocabu lario por ser ambas lenguas romances. Sin embargo, no creo que sería lo mismo con programas rusos, o chinos. Y tampoco hay mucha similitud entre el inglés y el español, ya que el inglés es un idioma germánico y el español romance. No obstante, en el caso de Puerto Rico, existe un continuo de diferentes dominios de inglés, ya que to dos los estudiantes han estudiado inglés aunque los resultados sean muy diversos – desde aquel que no habla nada ni lo entiende hasta aquella que se puede considerar casi-nativa. Otro puede leer un poco pero no entiende nada oral, etc. Ningún puertorriqueño ha carecido totalmente de exposición al inglés, aunque fuera solamente en clases mal enseñadas. 1 Esto significa que, aunque sea poca en muchos casos, todos los puertorriqueños tienen alguna base de inglés.
2) ¿Cuánto puede comprender del programa
que mira? Concuerdan muchos investigadores que, para progresar en la adquisición de una lengua, es im prescindible estar expuesto a lenguaje comprensible (e.g., Krashen 1985, Long, 1996, O’Grady 1997, 2003). Pero uno se puede preguntar, ¿qué es lo que hace que un lenguaje sea comprensible si ese ‘input’ lingüístico contiene lenguaje que no se conoce? En una conversación entre dos interlocutores, se usa la estrategia llamada ‘negociación de significado’ (negotiation of meaning) (Long, 1983). Uno de los in terlocutores malentiende o no comprende algo y entre los dos se llega a la interpretación correcta. Sin em bargo, esta estrategia obviamente no se puede utilizar mientras se mira un programa de televisión. ¿Cómo se llega al significado?
Además de utilizar lo que ya se sabe cuando se procesa el input lingüístico del programa, también se utilizan todas las señales visuales del contexto extralingüístico y del lenguaje corporal para llegar a una comprensión de la interacción televisada (Fallahkhair, Masthoff, y Pemberton 2004). 3) ¿Cuánto tiempo pasa mirando cable TV? La frecuencia con que se escucha, se lee, o se usa un elemento lingüístico (estructura, frase, expresión, vo cabulario) es un factor importante en su adquisición (Ellis, 2002). La joven que aprendió inglés con cable TV ¡se pasaba un promedio de 6 horas diarias mirándolo!
1. Sin embargo, llegan a Puerto Rico inmigrantes y estudiantes de países latinoamericanos que nunca han estudiando ni han tenido exposición alguna al inglés. Son casos muy diferentes.
Frecuentemente veía los mismos programas repetidos, y también miraba películas en video una y otra vez. 2 4) ¿Cuánta motivación tiene para mirarlo? Me parece que aquí está la clave. En general, la televisión se mira para disfrute propio. Se mira cable TV en inglés para uno entretenerse. O sea, hay mucha motivación para entender el idioma de los programas en inglés, no con la intención de aprender inglés, sino con la in tención de disfrutarlos (Fallahkhair, Masthoff, y Pemberton 2004). No es un inglés obligado, sino un inglés para entretenimiento. El subsiguiente desarrollo de in glés es un subproducto. Para volver a la pregunta de cómo es posible que una actividad tan pasiva como mirar televisión en in glés resulte en su dominio, hay que llegar a la conclusión que NO es una actividad pasiva, sino un proceso psicolingüístico activo que constantemente trata de descifrar el significado de la lengua que no se conoce a plenitud. Se basa en la estrategia de utilizar el cono cimiento previo como herramienta para forjar nuevas conexiones de significado y forma, con la ayuda de señales visuales del contexto extra-lingüístico. ¿Es una pérdida de tiempo? Por un lado, definiti
2. Entrevista personal, marzo, 2013.
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vamente no, ya que el resultado, además de disfrute, es el desarrollo de inglés. Por otro lado, ¿es necesario dedicarle 6 horas diarias? Es una pregunta abierta….
Referencias
Ellis, N.C. (2002). Frequency Effects in Language Acquisition: A Re view With Implications for Theories of Implicit and Explicit Language Acquisition. Studies in Second Language Acquisition, 24, 143-88. Englishspeaker.com (2013). Can I learn English by watching televi sion? (http://www.englishspeaker.com/general/P comment 01.html) Fallahkhair, S., Masthoff, J. & L. Pemberton. (2004). Learning Lan guages from Interactive Television: Language Learners Reflect on Techniques and Technologies. En Procee dings of EdMedia 2004, 4336-43. Krashen, S.D. (1985). The Input Hypothesis: Issues and Implica tions. New York: Longman. Long, M.H. (1983). Native Speaker/non-native Speaker Conver sation and the Negotiation of Comprehensible Iinput. Applied Linguistics, 4(2), 126-41. Long, M.H. (1996). The Role of the Linguistic Environment in Se cond Language Acquisition. En W.C. Ritchie and T.K. Bathia (eds.), Handbook of second language acquisi tion. New York: Academic Press, 413-68. O’Grady, W. (1997). Syntactic development. Chicago: University of Chicago Press. O’Grady, W. (2003). The radical middle: Nativism without universal grammar. En C.J. Doughty and M.H. Long (eds.), The handbook of second language acquisition. Malden, MA: Blackwell, 43-62. Snow, C., van Eden, R., and Muysken, P. (1981). The interactional origins of foreigner talk. International Journal of the So ciology of Language, 28, 81-92.