Reflexiones sobre el problema estructural y el futuro de la Universidad Pública

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Presentación Desde hace mucho tiempo los directivos, los estudiantes, los profesores, los egresados, los jubilados y pensionados —la comunidad universitaria toda—, le han venido reclamando a los gobiernos de turno recursos para que las universidades públicas puedan cumplir con sus cometidos misionales, en el entendido de que los aportes de la nación no solo resultan insuficientes, sino que menguan año tras año, por aplicación de la Ley 30 de 1992, entre muchas otras razones. Ese panorama, el del déficit histórico y estructural de las instituciones de educación superior públicas, es uno de los motivos por los cuales los universitarios mantienen desde agosto el SOS por la universidad pública, que no es otra cosa que el reiterado llamado al gobierno nacional para que se ponga al día con las finanzas de las instituciones de educación superior estatales y para que defina una política pública clara que le señale un horizonte cierto y sustentable a las universidades. En este documento, los universitarios —en su mayoría profesores de distintas áreas del conocimiento— reflexionan sobre el problema estructural, las motivaciones y las pautas que han caracterizado el movimiento universitario, los antecedentes remotos y las perspectivas. Resaltan, en sus observaciones, el carácter pacífico, creativo, pedagógico de las masivas marchas y protestas, pero también el rol protagónico de las mujeres en la organización y coordinación de las iniciativas, la participación de los estudiantes de las universidades privadas y el apoyo de amplios sectores sociales a las demandas de los universitarios por más presupuesto para la educación; además del papel central de la comunicación digital en la actual movilización. Otras reflexiones apuntan a diferenciar entre la educación como servicio y la educación como un derecho fundamental de las personas; abordan las problemáticas asociadas a la situación laboral de los docentes —vinculación, salarios, pensión, reforma tributaria—; señalan la importancia de trascender la coyuntura y propiciar escenarios de discusión que permitan pensar en otros ámbitos de igual relevancia para el futuro de la universidad y de la sociedad como la ciencia, la paz y el desarrollo equitativo. Este documento es una iniciativa de los profesores de la Universidad de Antioquia, con el apoyo de la Dirección de Comunicaciones.

Nota: el contenido de los artículos es responsabilidad exclusiva de los autores y el alcance de sus afirmaciones solo a ellos compromete


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Carta al universitario “indiferente” Por Osvaldo Jiménez

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Una lectura en barrido Por Rubiela Arboleda, Laura Hernández

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Las románticas del movimiento Por Fabio Zuluaga Ángel

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¡Hemos logrado despertar, ahora avancemos! Por Lina María Carrillo Bonilla

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La pedagogía vuelve a la calle Por Selen Arango Rodríguez

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SOS universidades públicas: la revolución sí será digitalizada Por Paula Restrepo

Contenido

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Los otros protagonistas de las grandes marchas por la Universidad Pública Por María E. Osorio

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Las universidades privadas también nos movilizamos Por Mauricio Vargas González

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Inadecuada financiación de las universidades públicas Por Manuel José Morales M.

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La educación, ¿derecho o privilegio? Por Juan Carlos Arenas Gómez

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Por una educación superior para todos, por un pensamiento crítico y por el desarrollo de la ciencia en Colombia Por Jorge Aristizábal Ossa

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Subsidios a la demanda: nudo crítico de la política social Por Román Orlando Restrepo Villa

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Que la movilización nacional empezó por el estómago… ¿y por qué no? Por Sara Yaneth Fernández Moreno

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Desfinanciación e inequidad laboral. Decretos y realidades Por Álvaro Casas Orrego

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Panorama desalentador en materia de derechos laborales para los profesores de universidades públicas: a propósito de una posible reforma al Decreto 1279 de 2002 Por Sandra Patricia Duque Quintero

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Reforma tributaria de 2016, el impuesto que sí o sí usted tendrá que pagar Por Carlos Alberto Duque Echeverri

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¿Y… qué tiene que ver la financiación de la educación superior pública con mi pensión de vejez? Por María Isabel Lopera Vélez

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Mirando atrás sin detenerse, sobre la movilización universitaria en Colombia hoy Por Rafael Rubiano Muñoz

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SOS universidad pública Por Luis Alfredo Atehortúa Castro

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Prospectiva del actual movimiento universitario Por Jaime Álvarez de Moya

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Papeleta E Por María Rocío Bedoya Bedoya SOS universidades públicas. El grito que se volvió coyuntura Por Jorge Eduardo Suárez Gómez


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Carta al universitario “indiferente” Por Osvaldo Jiménez Profesor del Instituto de Educación Física osvaldo.jimenez@udea.edu.co

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en estas condiciones no significa que debamos sene dirijo a la comunidad universitaria desde tarnos a lamentar tan atroz hecho. Te propongo que el fragor de la lucha propuesta por la dejuntos, desde cada una de nuestras perspectivas y fensa de la educación pública colombiana. desde cada uno de nuestros contextos, nos animeMe dirijo a ti universitario “indiferente”, me dirijo a ti mos, nos ayudemos a entregarla en una mejor condesde el profundo respeto que me mereces, me dirijo dición a aquellos a quienes la historia, el momento y a ti desde la diferencia que nos congrega, me dirijo el tiempo nos indiquen… a ti desde la inclusión que el momento histórico de la universidad colombiana amerita y demanda. Me Pública por siempre y para siempre dirijo a ti colega, compañero, conciudadano, con la En ese sentido, quiero compartirte ese hermoso esperanza de que esta lucha, que espero construcántico que a viva voz lanzamos en aquella inolvidayamos y fortalezcamos colectivamente, nos lleve a ble marcha por la defensa de la universidad pública estrechar nuestros lazos. colombiana de ese memorable 11 de septiembre de Me dirijo a ti, 2018: Docente universitario (independiente de la modaNo la dejes nooooooo, lidad contractual). No la dejes nooooooooo, Me dirijo a ti, No la dejes privatizaaaaaarrrrrr. Estudiante universitario (independiente de la reMe dirijo a ti, para invitarte a que, en los diferengión donde lo seas). tes momentos, foros, debates, asambleas, marchas y Me dirijo a ti, demás, nos cuentes por qué estás indiferente a ésta Empleado universitario (independiente del cargo que también es tu lucha. ¿O acaso no lo sabes? que desempeñes). Me dirijo a ti, Tú también estás afectado por la reforma tributaMiembro del equipo rectoral, del Consejo Superior ria de 2016, que nos obligó a pagar en promedio cerUniversitario y del Sistema Universitario Estatal. ca de una mesada salarial y según cálculos extensaMe dirijo a ti, mente difundidos por el profesor Carlos Duque, con Padre de familia (independiente del nivel de conla propuesta de otra reforma tributaria, serán entre cientización y compromiso que tengas con nues2,5 y 4 salarios mensuales. tra causa, que es tu causa). La reforma al decreto 1279 de 2002 también afecMe dirijo a ti, ta tu situación laboral, te afecta en términos econóCiudadano de nuestro hermoso país. micos, en términos de estabilidad laboral, pero sobre Me dirijo a ti, para invitarte a que unamos fuerzas todo te afecta en tu dignidad profesional. ¿Acaso eso para afrontar y defender uno de los legados y capino te importa? tales más lindos e importantes ¿Por qué con tu indiferenque hemos recibido de nuescia permites que los escasos ¿Por qué con tu indiferencia pertros antepasados... el acceso a recursos obtenidos histórimites que los escasos recursos obla universidad pública de calicamente, en grandes luchas tenidos históricamente, en grandes dad. La historia nos ha convogremiales, se desvíen a otros cado y fuimos elegidos por ella luchas gremiales, se desvíen a otros perversos programas como como los defensores de lo que perversos programas como Ser pilo Ser pilo paga, Icetex y demás?, resta de la universidad pública paga, Icetex y demás? beneficiando en gran medida colombiana (que no es mua los emporios económicos cho). En lo personal, la recibo nacionales e internacionales en parcialmente pública y en muchos de sus procesos detrimento de la clase más desfavorecida de nuestro y programas totalmente privada (según datos recopaís? Tú, amigo indiferente, tienes mucho que aporgidos en los diferentes foros y debates, en el el caso tarnos: tus ideas, tu mirada cómplice, tu permanenparticular de la Universidad de Antioquia, en 2018 se cia, tu apoyo, tu grito, tu arenga, tu pedagogía en tus autofinancia en un 60%), pero el hecho de recibirla


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entornos, tu aliento en esta gran batalla es importantísima para el logro de los objetivos, los cuales todos se resumen en lo planteado desde el inicio… la defensa de la educación pública colombiana. ¿Por qué no unes tu hombro al mío para que luchemos y exijamos la reforma a la Ley 30 de 1992 de educación superior, que posibilite una financiación adecuada para la educación pública? Anímate, te invito, independientemente de tu raza, color, creencia religiosa, filiación política o estrato social. Para mí

eres alguien muy valioso y con quien quiero contar para que luchemos por aquello que parece imposible de lograr, pero que con el fortalecimiento del movimiento profesoral y estudiantil vamos a lograr. No es más mi amigo universitario indiferente, espero que nos veamos pronto en estas batallas (porque la de hoy no será la única). Respetuosamente, ¡Un amigo universitario que no es indiferente¡

Una lectura en barrido Por Rubiela Arboleda1 Profesora del Instituto de Educación Física ursula59@hotmail.com Laura Hernández2 Profesora del Instituto de Educación Física laurahernandezlop@hotmail.com

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pósitos comunes y no por lógicas partidistas. Este on muchos adjetivos se ha caracterizado el aspecto, resulta vinculante a diferencia de los arraimovimiento en torno a la defensa de la edugos ideológicos, que necesitan de un enemigo para cación pública, que se viene gestando desde existir, más que de un horizonte común. Trazo que el 23 de agosto de 2018: pacifista, masivo, festivo e resuena con la perspectiva de Arendt “La política trahistórico, entre otros. Se trata aquí de plantear una ta del estar juntos, los unos con los otros diversos” interpretación más, desde dos rasgos que nos han (1950, p. 45), y en palabras de Lazzarato “El arte de asaltado, en una mirada rápida. gobernar ya no sólo como una estrategia del poder, El primero, la estética como dispositivo político diincluso biopolítico, sino como acciones de los sujeverso, que con prácticas como teatro, baile, literatura, tos sobre ellos mismos, sobre los otros” (2004, p. 6). comics, imágenes y música, mediadas por la inforAquí, lo político exhibe dos matices, de un lado, está mática, ofrece contenidos críticos y reflexivos, que inscrito en una contemporaneidad local, marcada no sólo convocan sino que invisten de agencia a los por la fragmentación social y, de otro, está investido distintos actores de la escena social. por la búsqueda colectiva, esperanzada en un vivir Estas expresiones de color, forma, letra, sonido, bien, amparada en los derechos fundamentales. luz y movimiento, parecen conformar toda una retóLa estética como dispositivo político, y la adherenrica —en términos de embellecimiento del discurso—, cia motivada por una intención colectiva, son aristas para las demandas públicas. Este ornato actualiza y que, en nuestra opinión, se suscriben en el contexto hace inteligibles los debates, a grupos poblacionadel posacuerdo, que marca la historia reciente del país. les dispares; así, estudiantes y profesores, jóvenes y Acudir a manifestaciones como: danza maorí, recreaadultos, comunidad académica y civil, le hacen eco, ción del universo macondiano, performance clown, en calles y redes, a estas maneras de decir. Estetizancos y mimos, carteles, murales y pasacalles, con zación que podría asociarse a una suerte de feminicolores y frases creativas; expresarse zación de las estrategias, entendida a través de memes, fotos y moncomo “un goce (…) que persigue tajes; parodiar a Lady Gaga o rea... lo histórico de este moviser colmado más allá de cuallizar un video clip de reggaetón miento por la defensa de la quier restricción o prohibición. parrandero, son estrategias que educación pública con calidad, Goce innombrable que escapa a representan una proclividad hala regulación y al sentido común. no se define solo por el número cia las formas de experimentar la La lógica con la que opera el ser de simpatizantes, sino porque vida en común unión, desde lo lúhablante para establecer el lazo sus formas son correlato de dico, lo carnavalesco, lo armónico, social” (Nel, 2013, p. 5). Condición una Colombia otra, que emerge lo solidario, la celebración del enno solo adscrita a las mujeres. en los últimos dos años, y de la cuentro. Y habla también del harUn segundo trazo, que dibuja cual es emblemática la votatazgo con la violencia, la agresión, este movimiento, es la participación de 11,671.420 personas, en lo bélico. En suma, un trueque de ción masiva, animada por procontra de la corrupción. tragedia por comedia.


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Con consignas como, “No más plomo, sí más plumas”, “¿Y qué tal si esos 3 billones pa’ la defensa aérea, se los damos a la educación pública, para bombardear la ignorancia?”, “No hay legalidad sin alfabetización”, “¿Y pa’ la guerra sí hay plata?”, se explicita la preocupación por la formación de un sujeto ideal, como patrimonio sociocultural. Paradójicamente, el Estado colombiano no ha logrado interpretar este giro en las ciudadanías, y anuncia una gran inversión en la guerra.

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Así las cosas, lo histórico de este movimiento por la defensa de la educación pública con calidad, no se define solo por el número de simpatizantes, sino porque sus formas son correlato de una Colombia otra, que emerge en los últimos dos años, y de la cual es emblemática la votación de 11,671.420 personas, en contra de la corrupción. Otra causa. Quizá, esta vez como diría Canetti, “La historia le pone los cuernos a los poderosos” (2007:38).

1. Doctora en estudios científicos sociales. 2. Antropóloga Bibliografía Arendt, H. (1950) ¿Qué es la política? Barcelona: Paidos Canetti, E. (2007). Apuntes II. Debolsillo - Random House Mondadori Lazzarato, M. (2004). Del biopoder a la biopolítica. Recuperado de: www http://sindominio.net/arkitzean/otrascosas/lazzarato.htm Nueva Escuela Lacaniana (2013). Lo femenino no sólo es asunto de mujeres. Comunicado VIII Jornadas Nueva Escuela Lacaniana. Recuperado de: www.https://nellimablog.com

Las románticas del movimiento Por Fabio Zuluaga Ángel Profesor del Instituto de Química fabio.zuluaga1@udea.edu.co

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stas masivas movilizaciones en defensa de la universidad pública tienen características que jamás vi en los años que llevo de profesor desde el año de 1975, cuando ingresé al entonces Departamento de Química de la Universidad de Antioquia, hoy Instituto, donde continúo laborando. Desde entonces he podido estar presente en cuanto movimiento estudiantil y profesoral ha transcurrido, como miembro de la Asociación de Profesores, que aún defiende los derechos del profesorado de esta Universidad. Voy a señalar algunos hechos singulares de estas movilizaciones. El primero, nadie lo ignora, lo multitudinarias. Nunca vi tanta gente marchando por una causa. El segundo, lo pacíficas; ni una bomba, ni un encapuchado, ni un grafitis en la marcha de Medellín del 10 de octubre. Un hecho hermosísimo es que cuando pasamos frente a los establecimientos comerciales del centro de la ciudad y la policía les dijo a los dueños que cerraran los locales porque venía la marcha, la profesora que desde el furgón la dirigía micrófono en mano les dijo: “No cierren que no somos terroristas, somos profesores, estudiantes y padres; esta es una marcha pacífica en defensa de la universidad pública para sus hijos”. Los comerciantes colocaban a un lado la varilla metálica en forma de gancho con que bajan las persianas y con ella dejaban el pánico

ante esa multitud y se quedaban en la puerta viéndonos pasar y muchos aplaudiendo. Otro aspecto nuevo es que las consignas no han sido contra nadie ni abajos en contra de persona alguna sino por la defensa de la universidad pública. El carácter de fiesta, la poética con las puestas en escena de los estudiantes de Artes, la alegría que le imprimió esta juventud actual comprometida con la causa. Este hecho se vivió días antes cuando en los corredores de todas las facultades de esta universidad, los jóvenes en grupos creaban las pancartas en medio de música, risas, cartulinas, telas, pinturas, brochas, pinceles y ollas humeantes por el calor de la leña. Pude comprobar algo que he observado durante estos numerosos años en esta noble vocación de profesor universitario: todo movimiento estudiantil o profesoral iniciado en esta Universidad de Antioquia adquiere trascendencia nacional, pero la diferencia es que hoy con las redes sociales es en tiempo récord. Cuando empezamos este movimiento hace apenas dos meses muchos, entre ellos yo, dudábamos de la fuerza que pudiera tener. Yo expresé mis temores personales porque en mi Facultad de Ciencias Exactas y Naturales los que apoyábamos la asamblea permanente éramos cuatro o cinco y podríamos


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tener problemas por la terminación del semestre. Pero lo más maravilloso, lo más sorprendente, lo más admirable, lo que jamás vi en toda mi vida y que es el objetivo de este artículo, lo que me motiva a escribirlo, pues lo dicho arriba lo puede comprobar todo el que quiera, es lo que paso a relatar. Resalta la participación de algunas compañeras profesoras de esta universidad, que desde la primera asamblea se apropiaron de las distintas comisiones de trabajo y cuya labor asumieron con toda responsabilidad, compromiso, prontitud, organización, laboriosidad y logística de trabajo. Ya desde la segunda asamblea la comisión jurídica formada por dos de esas mujeres presentaron una propuesta estructurada y coherente en acciones y objetivos, que además concluía con una bella canción para corear en las marchas. Fuimos muchos los sorprendidos con esa inusual mezcla teórico jurídico musical, que llevó a un profesor de mi generación a expresar: “Ve, se volvieron románticas”. Pero esas románticas organizaron un “estampatón” para proveernos de camisetas alusivas a la defensa de la causa y para ser usadas durante las marchas. Fue perfecta la organización; uno se acercaba a la mesa de trabajo, dejaba el dinero, la talla y el nombre y a las dos horas se la tenían lista, marcada en un papel con el nombre. Otra comisión de ellas contrató furgón, equipo de sonido, baterías, seleccionó la música, y ellas mismas se parapetaron en el camión, micrófono en mano, arengando y gritando las consignas durante las cinco horas que duró la pacífica marcha. Además, en un acto del más puro romanticismo, ellas llevaron ramos de flores como plan b para arrojar a la policía en caso de que arremetieran contra nosotros. Otra de esas románticas profesoras de Artes se encargó de organizar las presentaciones artísticas

Marcha por la educación pública superior, Medellín, 2018

durante las marResalta la participación de chas. Otro grupo de algunas compañeras profeesas creativas musoras de esta universidad, jeres románticas se que desde la primera asamapropió del manejo blea se apropiaron de las de las redes sociadistintas comisiones de trales, creando mabajo y cuya labor asumieron ravillosos videos con toda responsabilidad, que se han vuelto compromiso, prontitud, ya virales. Con su organización, laboriosidad y organizado trabalogística de trabajo. jo contribuyeron a que el movimiento alcanzara rápidamente resonancia nacional e internacional. Además organizaron cursos para que los profesores no familiarizados con esos medios aprendiéramos a crear y difundir historias para expandir el movimiento. La joven comunicadora de la Asociación se apropió del registro fotográfico tradicional. No contentas con esto, otro grupo de ellas se desplazó a Bogotá desde la víspera para marchar en la capital en representación nuestra. Felicitaciones, admiración, agradecimientos románticas mujeres de la primera mitad del siglo veintiuno; intelectuales, profesoras, madres, esposas, amas de hogar, amantes, investigadoras, combatientes comprometidas con la causa y trabajadoras incansables que se comprometen con la tarea y la cumplen. Gracias Linas, Rocis, Alejas, Marces, Paulas, Sandras, Martas; gracias a las María Cecilia, María Eugenia, Isabel Cristina, Angela María y a todas las que pueda omitir; románticas del siglo veintiuno. Con mujeres como ustedes unidas a nosotros los hombres, tradicionales protagonistas, ganaremos cualquier movimiento.

Foto: Elizabeth Cañas


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¡Hemos logrado despertar, ahora avancemos! Por Lina María Carrillo Bonilla Profesora de la Facultad de Ciencias Agrarias lina.carrillo@udea.edu.co

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espués de haber conseguido esta euforia en “defensa de la universidad pública” debemos sentarnos a discutir por qué es importante su defensa, qué es lo que debemos defender o simplemente nos quedaremos en un movimiento de marchantes, que tiene un gran valor en sí, pues después de una larga letargia ha permitido reconocer la necesidad de reunirnos y movilizarnos como principal forma para defender los mínimos derechos en un sociedad de consumo, capitalista. La desfinanciación nos pone de frente y al frente con el riesgo de la existencia misma de la universidad pública. Sin embargo, este no es el único ataque y peligro al que se ve enfrentada; existen otros riesgos más soterrados e incluso naturalizados que hacen que la misma pierda el papel que le corresponde en la sociedad. Es aquí donde debe darse la construcción del pensamiento crítico, el disentimiento, ser centro del debate de las ideas, y la transformación social. Esta dinámica no se da en forma espontánea por ser universidad; se da y le corresponde a la universidad pública dada su base social. Así como las mujeres son quienes se abanderan de la lucha contra el patriarcado, pues son las que lo sufren en cada momento de su vida (sin que quiera decir que es una lucha solo de ellas), es más fácil entender la necesidad de la transformación de la sociedad, cuando falta un plato de comida o quinientos pesos para un tinto en la universidad. La mayoría de los estudiantes de la UdeA lo sabe; viven el día a día con menos de dos mil pesos y más del 80% son de estratos 1, 2 y 3. La universidad pública no solo debe ser gratuita, debe ser de calidad, medida en la capacidad de transformación cualitativa de un mundo en donde la verdad ha perdido su valor y el fascismo ... es necesario que los profesoha ganado el res seamos capaces de transtimón de imformar nuestro narcisismo al perios podeservicio del consumo, por ser rosos como seres más políticos, más espiEstados Unirituales, más felices, revoluciodos y ahora en narnos nosotros mismos para riesgo Brasil. no seguir formando jóvenes en La univerobediencia, como le diría Fousidad pública cault, ni de rendimiento como no puede ser lo describe Byung-Chul Han. el escenario en donde simple-

mente se difundan ideas científicas o técnicas; debe ser el taller en donde se moldee el pensamiento científico, que permita un análisis correcto de la realidad, pero ante todo la posibilidad de cambiarla. Es por esto que su defensa no solo corresponde a la posibilidad de educar a las masas pobres para facilitar el ascenso social; corresponde en mayor medida a la defensa de un nicho donde la intelectualidad puede discernir si otro mundo es posible. Este movimiento universitario necesita profundizarse, tanto con miras a la negociación con el Estado, pues no debe conformarse solo con 500 mil millones, 3.2 billones o 4.5 billones de pesos; debe luchar por generar una política de Estado que garantice su sobrevivencia a las nuevas generaciones. Además, debe profundizarse y de manera más importante sobre el quehacer universitario de las últimas décadas y cómo queremos que siga siendo. El mundo no solo necesita médicos, ingenieros, veterinarios... los necesita preparados para asumir la realidad con enfoque científico, sensibles a los problemas sociales, asumiendo su papel como intelectuales, solidarios, empáticos, con la capacidad de anteponer los intereses del colectivo sobre los individuales y dispuestos a luchar por una realidad diferente para la mayoría de las personas del mundo, que sufre los vejámenes de un sistema económico injusto hasta el tuétano. Y esto no se soluciona automáticamente si llega más dinero. Pero, para lograrlo, es necesario que los profesores seamos capaces de transformar nuestro narcisismo al servicio del consumo, por ser seres más políticos, más espirituales, más felices, revolucionarnos nosotros mismos para no seguir formando jóvenes en obediencia, como le diría Foucault, ni de rendimiento como lo describe Byung-Chul Han. Es claro que la carga laboral que tenemos los profesores vinculados y más duramente los profesores de cátedra, dada su forma de contratación, no ayuda, pero si logramos por lo menos comenzar a discutirlo, replantear lo que hacemos y cómo lo hacemos, como un ejercicio dialéctico necesario y obligatorio en nuestra labor docente, comenzaremos a caminar hacia adelante. Estamos frente a un hecho histórico, hemos logrado pararnos, cualifiquemos la euforia, y ahora demos pasos hacia adelante. ¡Que los libros hablen del movimiento de 2018, como el movimiento que no solo pidió lo imposible, sino que lo logró!


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La pedagogía vuelve a la calle

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Por Selen Arango Rodríguez Profesora de Pedagogía y Literatura selen.arango@udea.edu.co

a pedagogía siempre se movilizará por una Tres siglos después, el balance de Rodríguez sigue educación para la libertad. Sus transformaciovigente. No solo el Estado, sino también la mayoría de nes a lo largo de la historia se deben a esta inla población colombiana, desconocen la utilidad e imquietud, por lo que no dudará en salir a la calle para portancia de la educación. La educación que no busca exigir la educación pública como un medio indispenla autonomía de las personas, es una educación centrasable para lograr la formación de todas las personas da en la producción de subjetividades cuyo interés es sin excepción de género, sexo, clase o etnia. A contiser subsidiario del dinero fácil. La educación es el único nuación, propongo un recorrido a través de algunas tesoro que no puede comprarse con dinero. Con el diescenas de la pedagogía en la calle. nero, se puede comprar lo visto en los videos musicales como ropa, accesorios, casas y autos lujosos, más no la En el siglo XVIII, Simón Rodríguez, luego de un recolibertad de pensamiento. rrido personal, hizo un balance del estado de las escuelas de primeras letras en Caracas. Entre sus hallazgos Un siglo más adelante de la generación de Freire, la evidenció que las poblaciones no estiman ni encueneducación bancaria se ha instaurado en Latinoamérica tran útil la educación. Como consecuencia de ello, probajo el nombre de gerencia educativa. La gerencia edupuso una educación popular interesada en eliminar la cativa entiende a la educación formal pública como una lógica esclavo y amo, y en lograr la autonomía econóempresa cuya labor está dirigida a lograr su autososmica e intelectual de un pueblo mediante el desarrollo tenimiento mediante el cobro de matrículas, el seguide un pensamiento pedagógico latinoamericano. A su miento de currículos y estándares nacionales (educavez, encuentra urgente educar a los niños y las niñas ción básica) y el desarrollo de la extensión universitaria juntos, para que los primeros aprendan a respetar a mediante la oferta de cursos y la venta de patentes las mujeres y para que las segundas, al crecer, “no se desarrolladas en grupos de investigación de “ciencias prostituyan por necesidad y hagan del matrimonio una duras”. A la educación bancaria no le sirven la literatura, especulación para asegurar su subsistencia” (Simón la filosofía, la pedagogía, la sociología, la antropología, Rodríguez, Sociedades americanas, 1828). el trabajo social y las ciencias políticas. En el siglo XX, Paulo Freire plantea la educación El pasado 10 de octubre participamos de la última como una práctica libertad cuyo interés sea derrotar la incursión de la pedagogía en la calle. En Cali, Bucaraeducación bancaria. La educación bancaria entiende a manga, Manizales, Armenia, Popayán, Florencia, Girarlas personas como bancos para depositar conocimiendot, Tunja, Montería y Medellín, la pedagogía ocupó las tos. Así, al final de su curso por el sistema educativo calles a la manera propuesta de bell hooks. Las pancarformal (el que otorga diplomas y certificaciones), a cada tas, consignas y tambores fueron el tablero en donde persona le tocará saber qué hace con esescribimos y cantamos la lección del día: En el siglo XX, Pautos conocimientos para solucionar sus la educación pública sí es útil e imporlo Freire plantea la problemas, pues solo aprendió a utilizartante. Cuando pasamos por las plazas de educación como una los para transacciones bancarias, esto es, comida, nos felicitaron los hombres que práctica libertad cuyo cargan los alimentos, cuando caminapara trabajar y proporcionarle más dinero interés sea derrotar la mos por los vecindarios, una mujer nos a su amo. A la educación bancaria solo le educación bancaria. interesa que seamos soldados o nos desmiraba como una madre orgullosa de empeñemos en las fábricas de los amos. La educación bancaria que su hija luche por ser una profesional, En este sentido, no le proporciona al sol- entiende a las personas cuando transitamos por los sectores codado herramientas para identificar que como bancos para de- merciales aparecieron arreglos de fiesta su muerte no le interesa al Estado pues positar conocimientos. para celebrar que marchamos hacia una es reemplazado inmediatamente por uno educación para la libertad. nuevo, y a la obrera le niega el conocimienHace unos días, la pedagogía volvió a to de sus derechos con el fin de que no pueda organila calle, se tomó las plazas de las ciudades y volverá zarse para mejorar sus condiciones laborales, acceder a las aulas hasta lograr un justo financiamiento de la a su tiempo de ocio y no convertirlo en tiempo para su educación pública. En las instituciones de educación hogar, su segunda jornada laboral no remunerada. pública aprendimos que el conocimiento se construA mediados de los 90’s, bell hooks1 nos propone ye en diálogo con el otro y que su transformación es permanente. En sus aulas, se forma nuestro carácter ocupar la pedagogía y allanarla con nuestra propia exy logramos una cita con nuestra singularidad entre la periencia. Este llamado lo dirige al profesorado, el cual multitud diversa. Y al ingresar a sus bibliotecas, comdebe reflexionar si su práctica aún reproduce la lógica prendemos que la educación pública es el proyecto de esclavo y amo, y cómo reconoce la diversidad semás valioso de la humanidad. xual, cultural y étnica de colegas y estudiantado.

1. A Gloria Watkins le gusta ser llamada bell hooks, en minúsculas, para honrar a su abuela y para que nos centremos en su obra.


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SOS universidades públicas: la revolución sí será digitalizada Por Paula Restrepo Profesora de la Facultad de Comunicaciones paula.restrepo@udea.edu.co

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l título de este artículo es también el hashtag que más se ha usado durante la movilización de estudiantes, profesores y rectores por la financiación de la universidad pública en Colombia: #SOSUniversidadesPublicas. Este hashtag ha sido una excusa para que los profesores hablemos sobre objetos propios de la comunicación digital. Y nos ha puesto en el escenario de unas formas de comunicación que ya muchos movimientos y campañas han incorporado a sus lenguajes, pero que desde algunas reivindicaciones colectivas siguen siendo, en el mejor de los casos, ideas desconocidas y, en el peor, la encarnación del demonio manipulador de la comunicación. Anastasia Kavada (2016)1 afirma que la comunicación digital en los movimientos sociales no es un tema tangencial que pueda ser estudiado o entendido al margen de sus acciones más fundamentales, sino que constituye el núcleo mismo de los movimientos. Y no la ve como un elemento acabado que se articula en la difusión de los contenidos producidos por las acciones colectivas, sino como un proceso continuo en el que aquella va transformando y constituyendo a estas, al mismo tiempo que se van descentralizando y caotizando sus estrategias. La palabra hashtag nos dio entrada a una discusión y unas maneras de hacer comunicación en los movimientos sociales que debe trascender la de la difusión en los medios tradicionales, generalmente cooptados o en manos de grandes poderes que se niegan sistemáticamente a visibilizar y aportar a las luchas de la ciudadanía, si esas luchas van en contra de los intereses económicos y políticos del momento. Su introducción desde el principio en las luchas del movimiento SOS Universidades Públicas, nos ha mostrado la importancia fundamental de una comunicación digital y descentralizada, ya no en la difusión del movimiento sino en la constitución del mismo. A mi juicio, las características de la agencia digital que se ha ido estableciendo en el movimiento por la educación pública actual son: 1. La diferenciación de discursos para diferentes públicos: lo que nos ha permitido apelar a sensibilidades distintas, mostrándole así a diferentes sectores de la sociedad que sin educación pública o con

una educación pública deSin una comunicabilitada perdemos todos, ción fuerte, articuno sólo los profesores, eslada, organizada, tudiantes y trabajadores que aplique todo el que estamos directamente conocimiento que se relacionados con ella. ha ido constituyendo 2. Diferenciar discursos por años, nuestras implica acudir a herramienluchas no serán tas narrativas y estéticas nunca amplificadas y que no se pueden restrintenidas en cuenta. gir a la razón logocéntrica. El uso del humor, el melodrama, la razón visual y las estéticas pop han sido grandes aliados en nuestra lucha. 3. Diferenciación por plataformas. Cada plataforma digital ha ido constituyendo un lenguaje particular y un público que suele ser el más implicado en ella, así como unos formatos específicos que hacen que una pieza funcione mejor en unas que en otras plataformas. 4. El hipertexto. El hashtag, los links, los tags y un sinnúmero de herramientas propias de las estructuras hipertextuales de la comunicación digital permiten que el texto digital se vaya articulando en una red que puede ser fácilmente rastreable a través de múltiples plataformas. 5. La relación entre lo digital y lo análogo. En lugar de excluirse o reñir, lo digital y lo análogo se retroalimentan y se constituyen mutuamente. En conclusión, en tiempos del hashtag, el tag, el link, Lady Gaga, Los juegos del hambre, el Hitler de Bruno Gangz, Netflix, Instagram, Telegram, Facebook o Twitter, no podemos seguir confiando únicamente en lo analógico para hacer crecer los movimientos y amplificar las reivindicaciones justas de la ciudadanía. Y no podemos seguir confiando en revivir los mismos personajes, generalmente serios varones, occidentales, para conquistar adhesiones. Y, sobre todo, no podemos seguir pensando que la comunicación es en primera instancia logocéntrica y en segunda instancia una herramienta divulgativa. Sin una comunicación fuerte, articulada, organizada, que aplique todo el conocimiento que se ha ido constituyendo por años, nuestras luchas no serán nunca amplificadas y tenidas en cuenta.

1. Kavada, A. (2016). Social movements and political agency in the digital age: a communication approach. Media and communication, 4(4), 8-12.


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Los otros protagonistas de las grandes marchas por la universidad pública Por María E. Osorio Profesora de la Facultad de Comunicaciones meugenia.osorio@udea.edu.co

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odos coincidimos: las recientes marchas por la educación pública no tienen precedentes inmediatos en la historia del país. La masiva participación de estudiantes, profesores y ciudadanos es una de las razones que las han hecho únicas, pero muy especialmente el espíritu poético, artístico que las ha guiado, así como la intención pacífica bajo la cual se han gestado y desarrollado. Muchos, como yo, nos hemos quedado sin palabras para nombrar el regocijo y la sensación de que no somos los únicos indignados ante la indiferencia del gobierno. Ese leve movimiento en el alma también lo ocasiona las nuevas expresiones contra la política educativa de Iván Duque y su ministra de Educación, Martha Angulo, y que leemos en las pancartas educativas que acompañan las protestas: no a la guerra, sí a la educación pública; cuanto más leamos menos disparamos; (ustedes) nos quieren disparando y no estudiando. Como integrante del estamento afectado por la aguda crisis que atraviesa la educación pública en Colombia, me conmueve profundamente las formas de accionar de los jóvenes que están asumiendo el compromiso con su futuro y con el de la educación pública en Colombia. Es una generación contundente y, por supuesto, soñadora. Llevan a cuestas sus consignas con la certeza y la sensibilidad de mensajes como estos: “Desgraciados los pueblos donde la juventud no haga temblar el mundo y los estudiantes sean sumisos ante el tirano”. Hay una gran fuerza, creatividad y dinamismo en la denuncia contra el gobierno y somos varios los que nos hemos asombrado con la claridad política e ideológica de los comunicados y las respuestas de los estudiantes al llamado de la Ministra de Educación, cuyo deseo es fracturar el movimiento. Todo lo anterior es admirable; sin embargo, quisiera llamar la atención sobre otra participación, también masiva en las marchas. Otros protagonistas menos visibles pero cuyo apoyo es imprescindible. La lista es larga, aunque solo aludiré a unos pocos registros que han quedado como el testimonio de esa solidaridad silenciosa y altamente valiosa. Al paso de los entusiastas jóvenes, dos mujeres emergen, borrosamente, detrás de la ventana de un apartamento en Bogotá. Una de ellas, ya anciana, levanta

una mano en señal de saludo y, mientras sostiene la otra al lado izquierdo de su pecho, se lee en su rostro la emoción y el gesto de aprobación. La otra mujer, que bien puede ser la hija de la primera, saluda a los marchantes haciendo una señal de victoria con ambas manos y batiendo su brazos en señal de “¡Adelante, van a triunfar!”. Ya en la ciudad de Medellín, nos ha quedado otra imagen no menos conmovedora que la anterior. Se trata de un joven que sostenía un cartel al lado de la marcha: “Soy trabajador, no tuve la oportunidad, pero los apoyo”. Esta imagen es, a mi juicio, una de las más poéticas que ha dejado el movimiento. En ella se condensa el significado esencial de la lucha: educación pública y de calidad. Este mensajero nos otorga otros sentidos y otras dimensiones de la lucha por la defensa de la educación: el sueño de que sea pública, gratuita y, recogiendo el lema de otra de las consignas, en relación con el servicio militar, obligatoria. La última imagen a la que puedo referirme es sutil e igualmente simbólica. Miles de pequeños papelitos blancos descienden lentamente desde los balcones y desde las ventanas por donde los manifestantes van pasando. Pequeñas banderitas blancas van recobrando su forma y su tamaño a medida que se acercan a las cabezas de los pasantes. Son la bienvenida y evocan el espíritu pacífico que alberga el movimiento. Una paz que, al igual que la educación, clama por la inversión y por deslindarse del inflado presupuesto para la guerra. En el alto piso de una gran mole en construcción surge un torso, hermosamente torneado por el trabajo físico, en sus Estos otros participantes brazos una bandera en el movimiento por la improvisada de un educación pública, un costal de estopa es poco más invisibles y batida fervientemenanónimos que el conglote, no escuchamos lo merado de estudiantes y que dice, pero tamprofesores que marcha poco hace falta. con una identidad proEstos otros parpia, son protagonistas. ticipantes en el moAsí lo sentimos en la vevimiento por la eduhemencia que despierta cación pública, un su solidaridad y participoco más invisibles

pación.


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y anónimos que el conglomerado de estudiantes y profesores que marcha con una identidad propia, son protagonistas. Así lo sentimos en la vehemencia que despierta su solidaridad y participación. Los marchantes se detienen y, mediante un lenguaje de señas creado para la ocasión, los llaman a integrar-

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se. No es posible, entendemos, un jefe y sus labores los esperan, o quizá sus piernas, como decía la madre de uno de los colegas profesores: se les duermen y ya no pueden caminar. Si no fuera por eso, marcharían con la seguridad de que esta lucha la vamos a ganar.

Las universidades privadas también nos movilizamos Por Mauricio Vargas González Estudiante de Derecho de la Uniremington Medellín

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elebramos la participación de los estudiantes de las universidades privadas en las pasadas marchas por la educación, en Medellín la Universidad Pontificia Bolivariana, la Corporación Universitaria Minuto de Dios, la Corporación Universitaria Lasallista, Uniremington, la Universidad San Buenaventura, la Universidad Católica de Oriente, la EAFIT, y a nivel nacional la Universidad de Manizales, la Universidad del Rosario, la Universidad Javeriana, la Universidad Libre y la Universidad de Los Andes, entre otras. Los créditos del Icetex tienen asfixiados a miles de estudiantes de universidades privadas: más de 50 mil familias se encuentran endeudadas por créditos educativos con esta entidad1 y 1.500 han sido ya embargadas. Y de un total de 225.000 beneficiarios, entre 2011 y 2016, 14.000 abandonaron sus estudios quedando con la deuda vigente y con el problema de la dificultad para su pago. El 33 por ciento se encuentra en mora superior a 90 días2. Según Stefanía Upegui, representante estudiantil de la Universidad Javeriana, el 50 por ciento de sus compañeros están endeudados. El presidente Duque pretende pasar de 50.000 a 200.000 créditos anuales, eliminando la restricción legal para otorgar créditos a instituciones no acreditadas. Es evidente que esto iría en detrimento de la calidad de la educación en el país, al ahondar el proceso de mercantilización. Es aberrante que se utilicen estos nuevos créditos para endeudar a las familias colombianas sin ninguna garantía de que los jóvenes puedan culminar sus estudios satisfactoriamente.

El ánimo de lucro amenaza la calidad académica, pues aleja a estas instituciones de su misión fundamental y las equipara a empresas o maquilas donde su único objetivo es producir rentabilidad y altas tasas de ganancia. Recientemente, el Ministerio de Educación ha impartido 78 sanciones a instituciones de educación superior privadas por cuenta de este énfasis en la ganancia. Según Manuel Esteban Acevedo, presidente del Icetex, hay 398.000 jóvenes con una cartera de 5.4 billones, y según el informe del SUE, hay 600 mil estudiantes inscritos en líneas de créditos de esta entidad, créditos que recibieron un desvío de 600 mil millones en razón del aumento del impuesto al valor agregado, IVA, que debieron llegar a las instituciones de educación superior públicas. Así mismo, al programa Ser pilo paga se están destinando 3.5 billones para 40 mil estudiantes, mientras que para las universidades públicas, que atienden unos 600 mil se destinan apenas 3 billones. Es absolutamente injusto, inmoral y falto de ética que se desvíen los recursos públicos de las universidades estatales a estos programas y fondos cuyos destinatarios son las universidades privadas y al Icetex, que ha incrementado sus recursos desde el año 2008 a la actualidad, en más del 1.700 por ciento3. Según Fernando Calao, de la Asociación de usuarios de créditos educativos, las empresas de cobranza se han ganado 7.500 millones4 a costillas de los estudiantes endeudados del Icetex. Y si a esto le sumamos la ineficiencia, los errores, la inestabilidad financiera, jurídica y el cobro de intereses sobre intere-


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ses, vemos cómo se ha venido Nuestra participación en Es absolutamente injusto, inmoral configurando una verdadera esta lucha nacional por la eduy falto de ética que se desvíen los exacción sobre los estudiantes cación colombiana quiere porecursos públicos de las universiy las familias colombianas. ner sobre la mesa las terribles dades estatales a estos programas y inequidades que se viven en Varios hechos debieran fondos cuyos destinatarios son las las instituciones de educación merecer la atención del gouniversidades privadas y al Icetex, superior privadas y sobre todo bierno nacional. Es demasiado que ha incrementado sus recursos respecto a ese leonino fongrave que el 33 por ciento de do llamado Icetex, por lo que desde el año 2008 a la actualidad, estudiantes de instituciones esperamos un análisis crítico en más del 1.700 por ciento. de educación superior se resobre el papel de esta entidad tiren en el primer semestre de en obstaculizar la educación formación y 71 por ciento, en de los colombianos y en la expoliación financiera a la el décimo5. Igualmente preocupa el alza progresiva que someten a los ciudadanos que buscan educarse. de la matrícula de las universidades privadas que ya ronda los 9 millones por semestre en promedio, Finalmente, celebramos el acuerdo de unidad entre como también que hoy se pague 20 por ciento más la Unión Nacional de Estudiantes de Educación Supeen matrículas que hace 20 años, empujando al enrior, Unees, la Asociación Colombiana de Represendeudamiento a numerosos colombianos de a pie. tantes de Educación Superior, Acrees, y la Federación Una parte muy importante de la responsabilidad Colombiana de Representantes Estudiantiles de Edurecae en los gobiernos neoliberales que, apoyados cación Superior, Fenares, conformando un gran frenen la Constitución Política y la Ley 30 de 1992, han te amplio estudiantil que, apoyado en los profesores, terminado por patentar la educación como negocio, trabajadores, rectores y sus organizaciones sindicales han impedido una correcta financiación de la educomo ASPU, Sintraunicol, Asoprudea y Fecode logre cación pública de calidad, forzando a los jóvenes a arrancarle a este gobierno negligente con la educación buscar formación en las privadas ante la escasez de de los colombianos una mayor financiación a las unicupos en las universidades estatales. versidades públicas, la eliminación de Ser pilo paga, y una profunda reforma al Icetex.

1. Informe de Gestión 2017 del Icetex. 2. https://www.elespectador.com/opinion/icetex-acabarlo-versus-reformarlo-columna-794691 3. http://www.eje21.com.co/2018/10/283422/ 4. https://www.vice.com/es_co/article/gq7anb/el-icetex-es-malo-e-ineficiente-fernando-calao 5. https://www.eltiempo.com/economia/finanzas-personales/alza-de-costo-para-entrar-a-la-universidad-encolombia-186776

Marcha por la educación pública superior, Medellín, 2018

Foto: Luis Javier Londoño Balbín


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Inadecuada financiación de las universidades públicas

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Por Manuel José Morales M. Profesor de la Facultad de Comunicaciones manuel.morales@udea.edu.co

as universidades públicas han vuelto a expresarse en las calles de diferentes ciudades de Colombia, conscientes de que es fundamental la exigencia de la adecuada financiación por parte del estado colombiano, para poder cumplir las actividades académicas, investigativas y de extensión, propias de su función institucional y social. Una de las causas del déficit acumulado se debe a que la Ley 30 de 1992 determinó transferencias anuales a las universidades públicas, según el índice de precios al consumidor, IPC, desconociendo la política de incremento de cobertura que año tras año ha exigido el estado colombiano. Según análisis estadísticos, el déficit totaliza la suma de 18.2 billones de pesos (15 billones por déficit acumulado y 3.2, para terminar el presente año, 2018). Esto ha hecho que para las universidades públicas se congelara por muchos años la ampliación de planta profesoral, se redujeran sus gastos en mantenimiento de planta física, investigación y otros asuntos. Las universidades públicas no se han quedado de brazos cruzados. Han acudido a estampillas prouniversitarias, contratos de consultorías, asesorías y extensión, pero esto apenas funciona como paños de agua tibia sobre la herida. De los dineros girados para las universidades públicas se han deducido los que se han dirigido al programa “Ser pilo paga”, programa educativo del expresidente Juan Manuel Santos, para apoyar la meritocracia de estudiantes de bajos recursos económicos, los cuales se enviaron a universidades privadas. Ignacio Álvarez, especialista del Banco Interamericano de Desarrollo, BID, plantea que “la inversión en Ser pilo paga, que cubre a 40.000 estudiantes, equivale a las transferencias totales que realiza el gobierno nacional para cubrir 600.000 estudiantes en la educación superior pública”1 El día de la marcha del 10 de octubre, la ministra de Educación, María Victoria Angulo, indicó que “el gobierno aprobó la adición de 500.000 millones de pesos (223.000 millones para inversión en infraestructura, 55.000 millones para funcionamiento, 121.000 millones para gratuidad y finalmente 101.000 millones para línea de excelencia), además de los 3.9 billones que ya estaban en el presupuesto de esa cartera. Sin embargo, el anuncio está lejos de disipar ese sentimiento popular generado el pasado miércoles”2. Desde hace varios años se ha denunciado desde las universidades públicas, el desgano y desinterés de los gobiernos para crear una política de fondo para la educación pública y en específico para las universidades públicas. Los análisis históricos del presupuesto

colombiano muestran que la educación y la salud han jugado el papel de las cenicientas de la sociedad colombiana. La investigadora colombiana Diana Lucía Bonilla Escobar, partícipe del equipo de investigación sobre el cáncer, dirigido por el doctor James P., Allison, recientemente premiado con el Nobel, por la Academia Sueca, expresó lo siguiente: “No hubiese podido estudiar, sin las posibilidades que brinda la universidad pública… Es lamentable que se recorten recursos de educación y ciencia. Esto impide que avancemos. Yo creería que es en la educación en lo que se debe invertir y más en las universidades públicas, pues es la forma en que la gente que no tiene grandes recursos puede tener acceso a educación de calidad”3. En tal sentido, debe proyectarse la consigna por la creación de una política integral para la educación superior. Una lectura de las multitudinarias marchas realizadas en el país, muestra el surgimiento de una nueva juventud estudiantil y profesoral, con aspectos interesantes para profundizar su análisis: 1. Gran participación de estudiantes y profesores, no solo de universidades públicas, Fecode y del Sena, sino también de universidades privadas. 2. Se generó un acuerdo ágil y consensuado sobre la defensa por la adecuada financiación de la educación pública y, específicamente, por la universidad pública. 3. Compromiso de estudiantes y profesores en la creación de pasacalles, pancartas, carteles, coreografías y algunas canciones que recogen la filosofía de la actual movilización. 4. Nuevas rutas de recorrido de las marchas, lo cual favoreció la adhesión de estudiantes y profesores de las universidades situadas sobre la ruta. 5. Sentido carnavalesco, artístico y cultural. 6. Los cánticos y el buen diseño de carteles, pasacalles y demás recursos, ilustró adecuadamente a quienes observaban la marcha. 7. Lo que más impactó al público, fue el ambiente pacífico de la misma. Ante conatos de desorden de pequeños grupos, integrantes de la marcha se encargaron de neutralizarlos de forma no violenta. La marcha del 10 de octubre de 2018 pasará a la historia del movimiento estudiantil y profesoral como un signo según el cual la sociedad colombina está desarrollando conciencia sobre el papel fundamental de la educación y de la universidad pública, en calidad de derecho fundamental, apoyado por la Constitución Nacional, no como privilegio, a la manera como se ha manejado la educación en Colombia. Ello debe animar a la formación de profesionales que sean ciudadanos con visión integral del mundo, con alto nivel de conciencia personal y social, que luchen por el diseño de una política nacional sobre la educación pública.

1 Controversia. “El grito de la universidad pública”, en: Semana, revista, edición 1902, Bogotá, octubre 14 de 2018, p. 31. 2 Ibid. 3 Cortés Gómez, Helena. “De la universidad pública a trabajar con un Nobel”, en: El Colombiano, 14 de octubre de 2018, P. 40.


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La educación, ¿derecho o privilegio? Por Juan Carlos Arenas Gómez Profesor del Instituto de Estudios Políticos juan.arenas@udea.edu.co

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ay situaciones que nos obligan a aprender, que nos ponen en contacto con los otros, nos sacan de la comodidad, recordándonos que tenemos que esforzarnos para preservar la educación pública en condiciones dignas. Esto significa lograr que ella siga siendo el camino para pensar, preservar la libertad y progresar individual y colectivamente. Lo bello de la situación, en medio de la adversidad que supone el desfinanciamiento, es que las calles, las cafeterías y los bares, los parques y las casas de cada uno de nosotros han ido tomando la forma de un gran espacio educativo y, por la fuerza de las circunstancias, estamos en todos esos lugares haciendo lo que la Universidad nos ha enseñado: pensar con otros, esforzarnos por poner en evidencia lo que otros quieren ocultar e insistir en el carácter público de este patrimonio en riesgo. En la base de esta preocupación está una serie de principios que resulta justo defender en una sociedad democrática. Uno de esos principios reza que la educación, incluida la universitaria, es un derecho y que el Estado debe asumir su protección, garantizando el libre acceso en condiciones dignas y de calidad. Una sociedad profundiza sus desigualdades, naturalizándolas, cuando el acceso a la educación es un privilegio, algo que pocos merecen o pueden pagar, configurando una sociedad dividida entre los “pilos” y aquellos que no se adaptan a dicho estándar. Para sociedades así, la educación cambia su estatus de derecho para asumir el carácter de servicio. Y bajo esa lógica, los responsables gubernamentales refuerzan el sentido mercantil y agencian un Estado que asume el rol de “regulador”, bajo la premisa de que la garantía que le corresponde proveer es aquella de vigilar la “calidad” de la oferta y tomar algunas decisiones con miras al encuadramiento “adecuado” de la demanda. Cuando los ciudadanos no disfrutan de un derecho sino que acceden a un servicio, la pregunta clave es si pueden cubrir el valor que le asigna el mercado a este bien. Por eso el complemento lógico de esta mutación es la “bancarización” de los recursos públicos que deben financiar la educación y la correlativa contracción de los presupuestos destinados a mantener una adecuada oferta pública. Al individualizar la responsabilidad por los costos, destinando los recursos públicos a subsidiar la demanda, se traslada la carga a las familias que tienen que asumir las angustias de respaldar un crédito de grandes magnitudes, crédito que es, a la vez, un corsé para muchachos y muchachas que han perdido la posibilidad de dudar sobre su futuro. Estudiar ha supuesto, entonces, quedar atado a una beca-crédito, ante lo cual,

la promesa de graduarse a tiempo y de mejorar los contactos para la vida laboral son un atractivo difícil de eludir cuando se está ante la angustia personal del fracaso que supone no poder pagar una deuda con el Icetex. Lo anterior está ligado a la otra dimensión de la bancarización que no debemos pasar por alto. Ha servido para fortalecer el músculo financiero de las instituciones universitarias privadas, que han tenido la oportunidad de oro para invertir grandes cantidades de recursos públicos en la mejora de sus instalaciones y en el posicionamiento de su marca en el mercado educativo. Esto les ha permitido escalar el precio de las matrículas conforme ganan prestigio y mejoran su “oferta” privada con el respaldo estatal, lo que a la vez les asegura la posibilidad de captar un volumen mayor de recursos públicos. Como correlato de esta oportunidad de oro para las instituciones privadas está el deterioro progresivo de las bases para una adecuada financiación de las inversiones y funcionamiento de las instituciones públicas de educación superior. El país ha acumulado políticas públicas que refuerzan esta concepción hace mucho más de tres décadas. Y durante este lapso, cada gobierno ha promovido alguna reforma, promulgado algún decreto y reforzado un giro dramático que pone a las instituciones públicas en un trance difícil respecto a los recursos básicos para formar, investigar y tener un contacto fluido con las comunidades. Este estancamiento de los aportes del Estado no ha impedido que las universidades estatales cumplan con creces sus metas de cobertura, desarrollen proyectos de investigación que las ubican entre las mejores del país y vinculen docentes más Una sociedad profuncalificados a sus programas de pregrado y diza sus desigualdades, para atender la creciennaturalizándolas, cuando te oferta de maestrías y el acceso a la educación doctorados. Pero este es un privilegio, algo que esfuerzo necesario y pocos merecen o pueden legítimo, ha significado pagar, configurando una un gigantesco hueco sociedad dividida entre presupuestal que, por los “pilos” y aquellos ser acumulativo, ha ido que no se adaptan a erosionando las finandicho estándar. Para zas de las instituciones sociedades así, la educaeducativas compromeción cambia su estatus de tiendo su horizonte en derecho para asumir el el mediano plazo.

carácter de servicio.


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Por una educación superior para todos, por un pensamiento crítico y por el desarrollo de la ciencia en Colombia Por Jorge Aristizábal Ossa Profesor de la Facultad de Ingeniería jorge.aristizabal@udea.edu.co

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estudios de maestría y doctorado en sus respectivas poyo y respaldo la actual lucha por la defensa áreas, financiados totalmente por el Estado a condide la universidad pública con una financiación ción de su dedicación exclusiva y de tiempo completo estatal adecuada por las siguientes tres razones: al estudio de su especialidad y con la contraprestación Primera: el cumplimiento del derecho fundamende unas horas semanales dedicadas tal a la educación a todo nivel para a la docencia y a la extensión. Solo todos los colombianos, en particular Las políticas estatales de con el estímulo adecuado a esa élipara los provenientes de los estratos las últimas décadas, para te de intelectuales destacados en más bajos o desfavorecidos de la acabar con la mentalidad todas las áreas del conocimiento sociedad; es una obligación insoscrítica, han recortado los humano será posible desarrollar en layable. La educación superior de contenidos de los progranuestro país, en forma autónoma, la calidad para ellos solo será posible si mas, eliminando aquello ciencia a su más alto nivel, la técnica el Estado la otorga, la subvenciona que consideran superfluo o en todas sus facetas y la cultura en y la financia a través de las instituinnecesario en la formación todas sus formas. Para desarrollar ciones estatales, para garantizar la al país hay que invertir en la creaimparcialidad de su adjudicación. El ción de una verdadera comunidad Estado debe cubrir no solo el valor de científica de alto nivel. Y los organismos más idóneos las matrículas, sino también el sostenimiento del espara esta formación avanzada son las universidades tudiante mientras culmina sus estudios. públicas con una adecuada y oportuna financiación. Segunda: el fomento a la formación de una menPero esos tres objetivos de educación para todo el talidad crítica, bien argumentada, respecto de los mundo, la formación de una mentalidad crítica y el dediversos problemas de la sociedad colombiana y en sarrollo de una ciencia propia no le interesan ni le sirven particular de la aplicación de la ciencia, la técnica o al imperialismo, ni a las multinacionales, ni a las instila cultura, de acuerdo con la formación que recibe tuciones financieras internacionales, que son las que el estudiante, para la solución de dichos problemas. apuntalan la dominación neocolonial de nuestro país. Solo en las universidades públicas se puede inducir y La ciencia de avanzada, la técnica de avanzada, la estimular esta conciencia crítica de la sociedad para cultura de avanzada la quieren seguir monopolizanlos estudiantes y egresados, por los valores de igualdo los países desarrollados, principalmente los Estadad, justicia, solidaridad, fraternidad, entre otros, que dos Unidos. la universidad pública representa y promueve. Los egresados así formados podrán contribuir al estaLa creación de una sociedad libre, autónoma, inblecimiento de relaciones más equitativas y armónidependiente, desarrollada al más alto nivel que se cas entre los colombianos. derivaría de la implementación de esos tres objetivos mínimos en nuestra nación, no lo van a permitir Las políticas estatales de las últimas décadas, que se dé nuestros dominadores y subyugadores, para acabar con la mentalidad crítica, han recortado el imperialismo norteamericano y sus instituciones los contenidos de los programas, eliminando aquefinancieras, sociales y políticas. Junto a ellos, otros llo que consideran superfluo o innecesario en la forenemigos del progreso social son la educación privamación, pero que necesariamente conducen a dicha da, el aparato educativo estatal sujeto a las políticas mentalidad, como las asignaturas complementarias imperialistas para América Latina, el gobierno pro de historia, humanidades, sociales, medio ambiente, norteamericano en su conjunto y las minorías liberal derechos humanos y sociedad. Se ha impulsado la y conservadora, agentes del imperio que detectan el deshumanización de las asignaturas, la formación poder del Estado y son a su vez dueñas del sector por competencias, los cursos exclusivamente técnifinanciero, de la gran industria, del gran comercio y cos, el currículo para el trabajo. de la tierra en Colombia. Contra todos ellos, el impeTercera: requerimos del necesario desarrollo de la rialismo y sus lacayos, es que apunta la actual lucha ciencia en nuestro atrasado país. Una minoría de los del estudiantado y profesorado colombiano. La lucha egresados de la universidad pública, aquellos más cano será fácil. Bienvenida sea. paces intelectualmente, deberán ser favorecidos con


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Subsidios a la demanda: nudo crítico de la política social Por Román Orlando Restrepo Villa Profesor de la Facultad Nacional de Salud Pública roman.restrepo@udea.edu.co

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as expresiones subsidios a la demanda y subsidios a la oferta hacen referencia a la vía por medio de la cual se asigna el gasto social en un país. Los subsidios a la oferta fueron la forma típica de asignación del gasto social en el denominado Estado de Bienestar, y sustentaron las políticas universalistas que lo caracterizaron. Así, los recursos estatales se dispusieron en las instituciones prestadoras de servicios de salud, de educación o de seguridad social, encargadas de generar condiciones de accesibilidad sin restricciones a la población. En contraste, los subsidios a la demanda son dispuestos en cabeza de las personas, los demandantes de tales servicios. En Latinoamérica, son la forma de asignación representativa de las políticas de “ajustes estructurales del Estado”, AEE, emanadas del denominado Consenso de Washington (acuerdos suscitados entre el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional y el Congreso de los Estados Unidos, diseñadores de las políticas para salir de la crisis de capitales y de la deuda externa de la década de los 80), que representa la política global que sustenta el modelo neoliberal y la ola actual de globalización. Su objetivo ha sido mejorar el crecimiento económico a través de la estabilidad macroeconómica y la eliminación de las distorsiones del mercado.1 Justamente, asignar los recursos públicos del gasto social vía demanda, implica una decisión política previa, proveer los servicios sociales bajo condiciones de mercado. De hecho, los subsidios a la demanda soportan la participación privada en la provisión de los servicios y requieren a la vez de un mecanismo previo, alternativo a la universalización, la denominada focalización. Focalización, subsidios a la demanda y descentralización son los instrumentos básicos de la política social. De esta manera, los subsidios Un elemena la demanda convierten el to central de las servicio en mercancía, las políticas menciopersonas en clientes, las insnadas es la redetituciones del Estado en emfinición del papel presas y el propósito social del Estado hacia se confunde con el afán de una disminución lucro del sector privado y su de sus responsapropósito de reproducción bilidades frente a del capital. los ciudadanos, un abandono de su papel proveedor de bienes y servicios sociales en favor del sector privado, el ejercicio de un papel regulador de las

relaciones de mercado resultantes y la reorientación del gasto social a los más pobres mediante la focalización sustentada en un sistema de identificación de dicha población pobre, llamada también vulnerable.2 Dado el carácter de las necesidades y los servicios sociales y la dificultad para asimilarlos a mercancías, este tipo de mercados se han denominado cuasimercados, donde el precio no se fija en la relación entre la oferta y la demanda, sino por un acuerdo público de un valor per cápita que resulte atractivo para el sector privado y así generar las condiciones de competencia entre las prevalentes instituciones públicas y las emergentes empresas privadas.3 Al reducir el gasto social y enfocarlo hacia la población pobre y vulnerable, el Estado se libera de la responsabilidad frente a los que presuntamente tienen capacidad de pago, en general es la población asalariada e independiente quienes deben costearse ellas mismas los servicios sociales, como sucede hoy en nuestro país con la seguridad social y particularmente con el régimen contributivo del sistema de salud. Lo que hacen entonces los subsidios a la demanda dirigidos a los pobres es soportar el mercado, otorgándole capacidad de demanda a quien por su situación de pobreza no la tiene, para que pueda comprarse los servicios utilizando una supuesta capacidad de elección que el subsidio le otorga. Nuestro sistema de salud en el régimen subsidiado provee en buen ejemplo para entender su funcionamiento. Estos subsidios, per cápita del gasto social no se entregan individualmente, sino a través de nuevas instituciones privadas, las aseguradoras que reciben estos recursos que, dado el volumen de población, son enormes y además por anticipado, asumen la prestación de los servicios para lo que negocian con los prestadores de servicios, imponiéndoles además su poder económico en el mercado. De esta manera, los subsidios a la demanda convierten el servicio en mercancía, las personas en clientes, las instituciones del Estado en empresas y el propósito social se confunde con el afán de lucro del sector privado y su propósito de reproducción del capital. Se trata de un modelo donde los recursos públicos (que leídos en pesos son enormes) obtenidos mediante impuestos, se entregan al sector privado para aumentar el crecimiento económico, mientras que la población que contribuye con esos impuestos obtiene con dificultad (v.gr. las tutelas) algunos servicios básicos y las instituciones públicas (v.gr. hospitales públicos) mueren sin recursos.


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Los estudios realizados sobre la aplicación de estura para hacerlas más atractivas a la elección de los tas políticas demuestran que las políticas universapilos, a costa de la desfinanciación de las públicas, listas son más redistributivas, son más incluyentes; condenadas por ello a mantener sin renovar las sua la vez que los mecanismos de asignación vía oferta yas, lo que genera unas condiciones evidentemente son más progresistas y que los asimétricas de competencia en sistemas de participación prifavor de las privadas, condeSer pilo paga es la aplicación de los vada son más costosos. nando a la muerte lenta a las universidades públicas del subsidios a la demanda a la eduSer pilo paga es la aplicación país. cación superior. Representan los rede los subsidios a la demanda cursos del gasto social que antes se a la educación superior. RepreEsta situación es acentuada giraba a las universidades públicas sentan los recursos del gasto por una perversidad mayor en y hoy se entregan a las universidasocial que antes se giraba a las Ser pilo paga, al reconocer unas des privadas, las cuales con ellos universidades públicas y hoy seis veces más el per cápita a la se entregan a las universidades universidad privada de lo que pueden mejorar su infraestructura privadas, las cuales con ellos el mismo Estado reconoce a la para hacerlas más atractivas pueden mejorar su infraestrucuniversidad pública.

Referencias 1. Breman, A. Y Shelton, C. “Structural Adjustment and Health: A literature review of the debate, its role-players and presented empirical evidence Paper No. WG6: 6”. Comission on Macroeconomics and .Health – OMS. June 2001 2. Hecht, R. Musgrove, P. Redefinición del papel del gobierno en el sector salud. Finanzas y Desarrollo. Septiembre de 1993. Pp. 6-9 3. Sojo, A. Reformas de gestión en salud en América Latina. Revista de la CEPAL 74. Agosto 2001. 139-157.

Que la movilización nacional empezó por el estómago… ¿y por qué no? Por Sara Yaneth Fernández Moreno Profesora de la Facultad de Ciencias Sociales y Humanas sara.fernandez@udea.edu.co

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ue las movilizaciones sociales más grandes estén ligadas a las necesidades más básicas de la población no debería extrañarnos, ninguna de las actuales conquistas laborales: salarios, días de descanso, compensatorios, vacaciones, incapacidades, horarios, jornadas de trabajo, bonificaciones, seguridad en el trabajo, seguros para la actividad en su conjunto, constituyen conquistas obreras y laborales que se han luchado en las calles y se han conquistado con la movilización social de sectores completos de la población. Nada ha sido dado, todo ha sido peleado, luchado y disputado. Cuando este año nos toma de sorpresa una reforma tributaria aprobada en 2016, que literalmente representa el pago de impuestos de entre uno y tres salarios mensuales de los quince que el profesorado universitario devenga al año, y se nos avisa —según proyecciones— que el año entrante con las modificaciones del actual gobierno,

este pago puede ascender de tres a cinco salarios mensuales; no se esperaría menos que la indignación y la movilización profesoral. Si a ese aspecto le agregamos que los gastos de representación que amparaban la mitad de nuestro salario de la declaración de impuestos, en virtud de un artículo constitucional que contemplaba que salud, educación, justicia y defensa constituyen ramas garantes de derecho y que quienes trabajamos en ellas requerimos ese alivio tributario como reconocimiento a nuestra labor; y hoy, nos enteramos que ya no contamos con ello y que se nos grava todo el ingreso, entendemos claro que nuestro salario se verá no solamente reducido, sino el año entrante seriamente afectado por las modificaciones de la reforma tributaria que el Ministro de Hacienda acaba de anunciar. Estoicos han resultado nuestros esfuerzos asumidos de forma colectiva para enfrentar la progresiva desfinanciación de nuestro sector, producto


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de WhatsApp, el celular con datos con capacidad de la Ley 30 de 1992 que nos condena a la paupermanente y otros adelantos que en parte son latina desaparición. La deuda acumulada lo dice, provistos por nosotros mismos. mientras los gastos aumentan exponencialmente los ingresos disminuyen sistemáticamente: heTampoco toquemos las horas dedicadas a la mos hecho de todo, prescindimos de personal de docencia, la investigación y la extensión, que no se apoyo, aumentamos cobertura, reducimos insumiden ni en los obsoletos planes de trabajo de nomos de trabajo, aumentamos trabajo, redujimos vecientas horas que el sistema nos hace registrar costos, aportamos parte de nuestro ingreso para de forma electrónica, ni en las clásicas ocho horas sostener nuestro trabajo, para solventar gastos diarias por cada día de la semana, ya que las clases de equipos que estamos formando para nuestras las podemos iniciar a las 6:00 a.m. y terminar a las líneas de investigación, para la formación de jó8:00 o 9:00 p.m.; podemos estar en regionalizavenes en la investigación, la extensión y la pución fines de semana con jornadas de doce horas blicación; esfuerzos y trabajos no siempre recointensivas de viernes a sábado o de sábado a donocidos ni por Colciencias ni por los sistemas de mingo para mantener los pregrados y posgrados indexación y clasificación de publicaciones que no que ofrecemos tanto en región como en las sedes siempre valoran el uso y pertinencia de nuestros centrales de Medellín. La situación empeora cuanescritos por la población con la que trabajamos do la docencia, uno de los ejes misionales claves localmente sino que traen mediciones externas, de la universidad, lo sostienen el 75% de profesoajenas a nuestra realidad para medirnos con ella. res de cátedra y profesores ocasionales, aún más precarizados y con derechos restringidos. Nuestra lucha, además de ser estructural, en defensa de la educación como derecho, es legíNo dejamos de ser docentes cuando no damos tima; aspirar a un salario digno clase, seguimos siéndolo en cobra importancia en la actual la calle, en la marcha, el fin coyuntura nacional y vamos Nuestra lucha, además de ser de semana, en la noche, en a movilizarnos masivamenestructural, en defensa de la eduel día, no dejamos de vivir, te, a defender la universidad cación como derecho, es legítima; sentir y amar la universidad, con mayor ahínco porque aspirar a un salario digno cobra la universidad pública donde estamos convencidos de que nos hicimos y a la cual nos importancia en la actual coyuntura nuestra causa es justa. debemos; lo menos a lo que nacional y vamos a movilizarnos podemos aspirar es a contar, Nada más material y conmasivamente, a defender la univercomo cualquier integrante de creto para el trabajo hoy en sidad con mayor ahínco porque esla clase obrera, altamente cadía que el salario: mediante tamos convencidos de que nuestra lificada, pero pésimamente él se pagan cuentas, se cucausa es justa. remunerada, al respeto, rebren las necesidades básicas conocimiento y dignificación y se garantiza ante todo los de nuestra labor, que no es otra que garantizar medios materiales de la producción, los libros, el derecho de la educación sin distinción de clamarcadores, memorias, archivos, copias, escáner, se, raza o condición a cualquier ciudadano o ciucuadernos, tablets, entre otras. Nuestro salario dadana que pase el examen de admisión y sea la financia de hecho nuestro trabajo, si en nuestro persona privilegiada que acceda a un cupo en la trabajo no tenemos los medios materiales nouniversidad pública entre las y los miles de aspisotros los tenemos que procurar y cubrirlos inrantes que tuvieron que aplazar su sueño… sueño directamente con archivos, carpetas on line, codel que nosotros, profesores universitarios, quepias, conexión a internet, uso del wi fi de casa, la remos seguir siendo parte. banda ancha, el Skype, el Google Talk, los grupos Marcha por la educación pública superior, Medellín, 2018

Foto: Luis Javier Londoño Balbín


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Desfinanciación e inequidad laboral. Decretos y realidades Por Álvaro Casas Orrego Profesor del Departamento de Historia alvaro.casas@udea.edu.co

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l Decreto 1444 de 1992 dictó las disposiciones en materia salarial y prestacional, y estableció un sistema de puntaje salarial para los profesores de las universidades del sistema público estatal, sobre factores como títulos de estudios universitarios, la categoría del escalafón docente, la experiencia calificada, la productividad académica y actividades de dirección académico administrativas. La consecuencia inmediata de aplicación del 1444 fue un aumento significativo de los salarios de los profesores, en virtud de la valoración en puntos de la trayectoria acumulada a la fecha, en todos los factores de puntaje estipulados en el decreto. Nadie advirtió la verdadera proyección de dicho decreto y mucho menos las implicaciones, ideológicas y políticas, que en el mediano plazo tendría para el financiamiento de las universidades públicas la vigencia de la Ley 30 de 1992. La euforia y la feria de puntos que vivieron las universidades públicas tuvieron consecuencias, a mi modo de ver, totalmente contrarias al fortalecimiento de las comunidades académicas en las diversas áreas del saber y catastróficas para la institucionalidad de lo público en el país. El establecimiento de un régimen salarial y prestacional, determinado por “los puntos que a cada cual corresponda”, constituyó el comienzo del desfogue hacia el más abierto individualismo profesoral y generó un ambiente de competencia por los recursos. Se rompió el espíritu de estamento y el fin de los acuerdos colectivos gremiales que antes reclamaban “un salario digno” y “alza general de salarios”. El Decreto 1444 de 1992, o su expresión modificada, el Decreto 1279 de 2002, abrieron las puertas a la más aberrante inequidad salarial para los profesores, en un ámbito justificado por “el derecho” que se gana en la libre competencia individual. A partir de ese momento, la categoría de los profesores en su carrera docente se mediría por el número de puntos, coligados a una presunta calidad y experiencia. No más profesores “asociados” o “titulares”; a partir de entonces serían profesores de puntaje —como se reconocen hoy— profesores de cinco millones o profesores de treinta y cinco millones de pesos mensuales. La sana competencia generó la más completa inequidad salarial, vista como algo normal desde la perspectiva de las dinámicas del mercado del mundo neoliberal. De ahí que el creciente aumento de la contratación de profesores en la modalidad de cátedra se considere también algo normal y necesario en la carrera individual por la acumulación de puntos salariales.

El ambiente laboral en las universidades públicas se convirtió en el más inequitativo, jamás visto, en el que unos pocos acumuladores, se convierten en el modelo de las ilusiones inalcanzables de la gran mayoría, ilusiones inalcanzables bajo el régimen de los reconocimientos y categorizaciones impuestos por Colciencias a los procesos de formación profesional de alto nivel y los procesos de producción de conocimiento. De ahí que el justo reclamo de los profesores de cátedra, por la obtención de condiciones laborales dignas y equitativas, no puede suponer su ingreso al régimen de inequidad impuesto en los decretos 1444 de 1992 y 1279 de 2002. Sería pasar de una inequidad por contratación a otra inequidad por competencia. La ilusión de un aumento progresivo del salario individual cegó la mirada frente a un problema legal que condujo a las universidades públicas por el camino de la privatización. La búsqueda desenfrenada de puntos salariales no solo dejó en segundo plano a las comunidades académicas y el espíritu científico, sino que involucró el esfuerzo, individual o de grupo, en la consecución de una importante forma de “gestión de recursos” para financiar las instituciones de educación superior, hasta el hecho de constituir este en más del 50% por ciento de los recursos de la base presupuestal, soportando de esta manera el mayor peso del sostenimiento financiero, que pareciera no interesar a los gobiernos, frente a la responsabilidad y obligatoriedad que tienen de garantizar los dineros necesarios para el funcionamiento de la universidad, en el cumplimiento de sus misiones sociales de formación profesional, desarrollo de investigaEl ambiente laboral en las ción y proyección con universidades públicas se extensión. convirtió en el más inequiTodos los profesotativo, jamás visto, en el res de las universidaque unos pocos acumudes públicas estatales ladores, se convierten en debemos formar un el modelo de las ilusiones solo bloque de lucha inalcanzables de la gran por transformar las actuales condicio- mayoría, ilusiones inalcanzables bajo el régimen de nes de inequidad (por competencia o por los reconocimientos y catecontratación), hacia gorizaciones impuestos por un futuro de la educaColciencias a los procesos ción superior pública de formación profesional en donde el saber y la de alto nivel y los procesos formación ocupen los de producción de conociespacios de la dignimiento. dad y la libertad.


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Marcha por la educación pública superior, Medellín, 2018

Foto: María Eugenia Osorio

Panorama desalentador en materia de derechos laborales para los profesores de universidades públicas

A propósito de una posible reforma al Decreto 1279 de 2002

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Por Sandra Patricia Duque Quintero Profesora de la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas spatricia.duque@udea.edu.co

i bien no se conoce el borrador de la reforma impulsada por el Ministerio de Educación al Decreto 1279 de 2002 que define el régimen salarial y prestacional de los docentes de las universidades estatales, sí fue difundido el Conpes (borrador 2, del 23 de marzo de 2018) para el “Fortalecimiento financiero de las instituciones de educación superior públicas”. Este Conpes, en el apartado diagnóstico de la sostenibilidad de las instituciones de educación superior públicas (IESP), establece en su numeral 3.1 como un factor que incide en la insuficiencia de recursos para cumplir con las metas de cobertura y calidad de la educación superior: el incremento del número de docentes y su cualificación, ya que esto, ha generado un aumento progresivo en los gastos de nómina, no sólo por la necesidad de aumentar los salarios ante el mayor nivel académico sino por la forma en el que está establecido el régimen salarial y prestacional de los docentes de las universidades públicas. Así se establece como objetivo general de la política, mejorar las condiciones de financiación de las IESP hasta el año 2030. ¿Y qué define el gobierno para el logro de ese objetivo de financiación? En su plan de acción establece que para controlar el crecimiento de los costos docentes de las IESP, el Ministerio de Educación Nacional presentará una

propuesta para modificar el régimen salarial y prestacional docente. Esta propuesta, establece el Conpes, irá encaminada a: principalmente a reconocer la productividad académica y científica a través de bonificaciones, similares a las existentes en IES privadas, donde se establecerá un monto máximo anual en la asignación por bonificación, de forma tal que no hagan parte constitutiva del salario y se privilegie la calidad más que la cantidad de los productos académicos y de investigación. Esta reforma buscará, también incrementar el salario de enganche de los docentes para contribuir a una mayor competitividad de las IES del sector oficial frente a las privadas. Asimismo, con el fin de asegurar la calidad de los profesores, la propuesta buscará promover la creación de evaluaciones periódicas. Los resultados de estas serán determinantes dentro de la definición del salario del docente. Además, el Ministerio de Educación Nacional propondrá a las IES fortalecer la carrera docente a través de modificaciones al actual escalafón profesoral. Dado que el escalafón docente cae bajo la autonomía de estas instituciones, el ministerio elaborará un documento de lineamientos al respecto, en el cual se buscará ampliar las diferencias en términos salariales entre categorías docentes,


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preferente la jurisprudencia de la Corte Constitudándole mayor importancia a las actividades acacional. Dentro de los propósitos constitucionales démicas dentro de la definición del salario. Este que orientan la actividad de todas las autoridades documento deberá estar listo al finalizar la vigenpúblicas se encuentra cumplir con las finalidades cia 2018 (pág. 32) (negrita fuera del texto original). constitucionales del Estado de Derecho y garantizar Por otro lado, la propuesta del Sistema Universila efectividad de los principios, derechos y deberes tario Estatal (SUE) sobre sostenibilidad financiera de consagrados en la Carta. El hecho de que la Conslas universidades públicas realizado por la comisión titución establezca que las autoridades del Estado técnica de vicerrectores administrativos y financieestán encaminadas a garantizar los principios y deros, específicamente sobre el alcance y financiación rechos constitucionales tiene repercusiones fundadel Decreto 1279 de 2002, señala: mentales respecto de la interpretación constitucioAnalizar el alcance y financiación del sistema sanal, del alcance de las potestades de las autoridades larial y prestacional docente, el cual impacta el estatales y, por tanto, también de la forma como dipresupuesto de las universidades oficiales, al no chas autoridades deben ejercer sus funciones. Pretener límites de crecimiento anuales ni a lo largo cisamente, para la creación de nuevas normas, los de la carrera docente. órganos del Estado deberán optar por aquellas inAsí las cosas, suponiendo un escenario en el que terpretaciones que mejor desarrollen los derechos, estos lineamientos incidan en las reglamentaciones principios y valores constitucionales.1 futuras, se prevé un panorama desalentador en maY es que el gobierno no puede seguir culpando a teria laboral para los profesores de universidades los profesores del desfinanciamiento de la univerpúblicas, ya que las mismas se enmarcan en medisidad pública. Sobre este punto son relevantes esdas regresivas que inciden en la asignación salarial y tudios como el de Quimbay y Villabona (2017), que el trabajo en condiciones dignas y justas. desmienten esa premisa: Una norma es regresiva cuando limita, restringe o …el desfinanciamiento de las universidades estale impone al ejercicio de un derecho condiciones que tales en Colombia se asocia directamente con: (i) con anterioridad no debían sortearse, es decir, cuanla disminución relativa y progresiva de los apordo es menos favorable para el titular del derecho tes de la Nación a los presupuestos de funciona(Courtis, 2006). Sin lugar a dudas, reconocer la promiento e inversión de estas universidades, cuyo ducción científica como bonificación, la cual no hará efecto acumulado implicó que estos aportes fueparte constitutiva del salario, estableciendo además ran reducidos con respecto al total de gastos del un monto anual y privilegiando “la calidad” (cuando Gobierno Nacional en un 44,4%, durante el pese supone la producción ya ha pasado por un proceríodo 1993-2015; (ii) la desvalorización relativa y so de evaluación por pares), es un asunto restrictiprogresiva del punto salarial que define el salario vo. Adicionalmente, querer promover la creación de de los empleados públicos docentes, lo cual conevaluaciones periódicas, que serán determinantes dujo a que el punto salarial fuera depreciado con dentro de la definición del salario del docente, son respecto al salario mínimo en un 32,2% durante el asuntos abiertamente en contra del principio de properíodo 1995-2017, dando lugar a una disminugresividad y no regresividad en materia laboral. ción relativa en el mismo porcentaje de los salaPara definir el principio de progrerios de los profesores de carrera dosividad y no regresividad en materia cente en las universidades estatales Para definir el principio laboral, se debe partir del artículo 53 durante este período. Encontramos de progresividad y no de la Constitución Política de Colomque los salarios promedio mensual regresividad en materia bia, el cual señala que “…La ley, los y de enganche promedio de estos laboral, se debe partir contratos, los acuerdos y convenios profesores, medidos en unidades del artículo 53 de la de trabajo, no pueden menoscabar de salario mínimo, se mantuvieron Constitución Política la libertad, la dignidad humana ni aproximadamente constantes dude Colombia, el cual los derechos de los trabajadores”. El rante el período 2003-2013, lo cual último inciso del mencionado artícuseñala que “…La ley, los se presentó gracias especialmente lo constitucional hace alusión a que contratos, los acuerdos al aporte de los puntos salariales toda normatividad, acuerdo o cony convenios de trabajo, asignados por formación de postrato creado, no pueden vulnerar en no pueden menoscabar grado y por producción académilos trabajadores su libertad, dignidad la libertad, la dignidad ca. También encontramos que los y derechos; por ende, toda ley que humana ni los derechos puntos salariales asignados por sea creada debe ir en pro de las meproducción académica no fueron de los trabajadores”. joras de sus principios mínimos funla causa del desfinanciamiento de damentales. las universidades estatales ya que En este punto, es importante la solo un porcentaje relativamente aplicación y reconocimiento de los derechos conpequeño de profesores lograron incrementar su sagrados en la Constitución Política y en las decisalario mensual por tener una alta productividad siones jurisprudenciales, dada la obligación para las académica. Para los profesores que tuvieron una autoridades administrativas de aplicar de manera producción académica baja durante el periodo uniforme, en las decisiones que sean de su com1995-2017, posiblemente sus salarios mensuales petencia, las definiciones de contenido y alcance vistos en unidades de salario mínimo disminude los derechos, que se deriven de las sentencias yeron de forma real, a pesar de la asignación de de unificación del Consejo de Estado y de manera puntos salariales causados por los demás facto-


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res salariales (p. 3,49) El Decreto 1279 de 2002 consagra como factores que inciden en la modificación de los puntos salariales los títulos, categorías dentro del escalafón, productividad académica, direcciones académico-administrativas, desempeño destacado en actividades de docencia y extensión y experiencia calificada, y si bien la productividad académica ha sido un factor que ha mejorado la asignación salarial de algunos profesores, y que debe mantenerse, es importante igualmente la redignificación de la docencia y la extensión a partir de formas que permitan valorar

estas importantes tareas del profesor universitario, para que tengan una adecuada incidencia en la asignación salarial. Por último, dado que aun el Conpes citado está en fase de elaboración, igual que la reforma al Decreto 1279 de 2002, es importante participar de manera crítica y propositiva en este asunto, que tiene que ver con la dignificación de la labor del profesor universitario, la reivindicación del derecho fundamental al trabajo en condiciones dignas y justas y la aplicación del principio de progresividad y no regresividad en materia laboral.

1. Ver sentencias Corte Constitucional C-634 de 2011 y C- 539 de 2011. Referencias Christian Courtis (2006). La prohibición de regresividad en materia de derechos sociales: apuntes introductorios”. En: Ni un paso atrás, La prohibición de regresividad en materia de derechos sociales, Christian Courtis (Comp.), Buenos Aires, CEDAL – CELS. Quimbay, C. y Villabona, J. (2017). El desfinanciamiento de las universidades estatales en Colombia y su efecto en el salario de los profesores de carrera docente. Documentos. Escuela de Administración y Contaduría Pública. FCECID. No. 30.

Reforma tributaria de 2016, el impuesto que sí o sí usted tendrá que pagar Por Carlos Alberto Duque Echeverri Profesor del Instituto de Física carlos.duque1@udea.edu.co

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o existe en Colombia un gremio que haya sido golpeado con más fuerza por la reforma tributaria de 2016 que el de los profesores vinculados a las 32 universidades públicas del país. Desde el 9 de agosto de 2018 se han venido cumpliendo las fechas para que las personas naturales presenten sus declaraciones de renta. Este proceso, que empezó con cédulas terminadas en los números 99 y 00, cerró su calendario el 19 de octubre con cédulas terminadas en 01 y 02. Está terminando un proceso en el cual los docentes de las 32 universidades públicas colombianas recibieron enormes sorpresas. La ley 1819 de 2016, conocida como reforma tributaria de 2016 (RT 2016), cambió de manera sustancial la forma en que los docentes universitarios tributaban ante el Estado. Entre los cambios más importantes que trajo la RT 2016 fue la implementación del tope del 40% para las exenciones, establecido en el artículo 336 de dicha ley. Considerando el ingreso total percibido por un docente durante 2017 y descontando los valo-

res correspondientes a salud, pensión y solidaridad, después de hecha la resta, la persona solo puede descontar un máximo de 40% del valor sobre el cual se tributa. Esta regla es válida para más del 98% de los profesores y profesoras de las 32 universidades públicas, pues el salario promedio mensual no supera los 8 millones de pesos. Llegar a ese 40% se logra de manera relativamente simple considerando que el numeral 10 del artículo 206 del Estatuto Tributario, que dice que de entrada las personas naturales pueden descontar un 25% de la base gravable (BG). El otro 15% que falta para llegar al tope de 40% se obtiene con deducciones por concepto de dependientes, intereses por préstamos de vivienda, pagos por medicina prepagada, seguros privados de salud y gravamen a los movimientos financieros, conocido éste último como el cuatro por mil. Una vez conocido el valor sobre el cual debe tributar el docente universitario, que en promedio es el 54% de sus ingresos totales durante la vigencia de 2017, se procede a calcular el valor total del impues-


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to de renta. Para ello se hace uso del artículo 241 de la RT 2016. Allí se presenta la tabla que regula los montos a tributar, dependiendo del valor de la renta gravable. La figura presenta la interpretación de los artículos 336 y 241 de la RT 2016 asumiendo que la persona natural, o sea el docente universitario en este caso, logra descontar un total del 40% de la BG. En el eje horizontal aparece el valor total de los ingresos durante el año 2017 sobre el cual se aplica el impuesto, esto es, después de haber restado la parte correspondiente a salud, pensión y solidaridad. En el eje vertical se presenta el total del impuesto a pagar por la vigencia 2017. De la línea negra se observa que una persona cuya BG en 2017 fue de 300 millones está pagando por impuestos un total de 41.4 millones. Una persona de 200 millones de BG en 2017 paga 22.1 millones y, finalmente, que no deben pagar impuestos las personas que en 2017 tuvieron una BG menor o igual a 55 millones. Esto, traducido a salarios equivalentes, significa que un docente cuyos ingresos son del orden de 30 millones mensuales debió tributar en 2017 el equivalente a 2.5 salarios y para la persona de 20 millones mensuales una tributación equivalente a dos salarios. Considerando que el salario promedio de los docentes de las 32 universidades públicas en Colombia está alrededor de 7 millones mensuales, la figura muestra que en promedio los 12 mil profesores universitarios han tenido que pagar el equivalente a 1.5 salarios por la vigencia 2017. El Estatuto Tributario en el numeral 7 del artículo 206 considera como rentas exentas los gastos de representación de los rectores y profesores de universidades oficiales hasta por un valor del 50% de la BG. La norma sigue vigente, pero con el límite de 40% a las exenciones establecido por el artículo 336 de la RT 2016, los Gastos de Representación perdieron su efectividad y ya no representan ningún beneficio para los docentes. En la figura, la línea azul representa lo que un docente universitario hubiera pagado por la vigencia 2017 en caso de que se hubiese respetado el beneficio de los gastos de representación. Traducido en salarios equivalentes, el docente de 30 millones mensuales hubiera pagado el equivalente a un salario y el de 20 millones una tributación de 0.7 salarios. Marcha por la educación pública superior, Bogotá, 2018

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Impuesto para personas naturales en la vigencia 2017 en función del ingreso total durante el año (después de haber restado los rubros correspondientes a salud, pensión y solidaridad). La línea superior corresponde a lo que está reglamentado por la RT 2016. La línea inferior corresponde a lo que pagaría un docente universitario en el supuesto de que se le reconozcan plenamente los gastos de representación regulados por el numeral 7 del artículo 206 del Estatuto Tributario.

Lo que hubiese sido un beneficio para los 12 mil profesores universitarios, cuyos salarios promedio son de 7 millones; ellos habrían tenido que tributar una suma inferior al millón de pesos. Lo anterior significa que la RT 2016 trajo cambios tan grandes sobre el impuesto de los 12 mil docentes de las universidades públicas que implicaron incrementos en la tributación que rondaron entre el 400% y el 3.600%. Por ello, sin la menor duda, se puede decir, como se plantea al inicio de este texto, que no existe en Colombia ningún otro gremio que haya sido afectado en forma más extrema por la RT 2016 que el de los profesores y profesoras de las 32 universidades públicas. Foto: María Eugenia Osorio


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¿Y… qué tiene que ver la financiación de la educación superior pública con mi pensión de vejez?

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Por María Isabel Lopera Vélez Profesora de la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas mloperavlez@gmail.com

oy mujer y profesora universitaria de cátedra desde hace 25 años en la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas de la Universidad de Antioquia, hago parte del 80% de los profesores de cátedra que soportan el pregrado, es decir, la razón de ser de la formación universitaria pública. Desde 1996 la Corte Constitucional, mediante la sentencia C-006, le ordenó a las IES que me reconocieran salario y prestaciones sociales. Desde la fecha de vinculación me aplican las mismas categorías salariales, pues nunca se han transferido recursos suficientes a la universidad pública con la intención de formalizar mi condición de cátedra, a pesar que he acompañado con dedicación, responsabilidad y constancia procesos académicos como el diseño de nuevos cursos, elaboración y revisión de micro currículos; participado en procesos de acreditación y de renovación de registros calificados, ya que pertenezco a una universidad y a un programa acreditados en alta calidad; he presentado ponencias en congresos nacionales e internacionales, escrito artículos que han sido publicados en revistas indexadas; coordino semilleros

Foto: Luis Javier Londoño Balbín

Marcha por la educación pública superior, Medellín, 2018

de investigación, asisto a las reuniones que programa el área, la decanatura, la asamblea general de profesores y el sindicato de docentes de cátedra. Ninguna de estas actividades aumenta mi salario significativamente, pues el presupuesto para el funcionamiento de la U apenas sí se incrementa en el IPC anual. En esta medida, aporto a un fondo privado de pensiones que, al cumplir los 57 años de edad, me ha informado que, como mi cotización fue sobre 2 smlv no tengo acumulado el capital necesario para el reconocimiento de una pensión de vejez, que eventualmente, tendré derecho a una garantía de pensión mínima, siempre y cuando acredite que no tengo otros ingresos como honorarios o rentas; incluso me plantea que para poderla recibir, tengo que dejar de devengar el salario de la U. Es decir, engrosaré las filas de profesionales paupérrimos en su vejez en Colombia, aunque decida quedarme hasta la edad de retiro forzoso, es decir, los 80 años de edad. Por esta razón, entre otras, reivindico los derechos de todos los profesores universitarios, pues lo que pasa con mi salario y mi pensión también afecta a muchos docentes de tiempo completo que como consecuencia del Decreto 1279 de 2002, que les exigió doctorarse y publicar para mover su salario, hoy tienen como respuesta del Estado que no se cuenta con presupuesto para garantizar sus condiciones laborales y prestacionales dignas. Y, si además se encuentran afiliados a un fondo privado de pensiones, su pensión de vejez no será mayor a un 25% del valor de sus ingresos. Esta es la situación pensional de los profesores universitarios afiliados al Régimen de Ahorro Individual, que hoy se resuelve en los estrados judiciales y define la calidad de vida, no sólo de una persona que ha prestado sus servicios a la educación pública, sino además de un grupo familiar, que intenta sobrevivir con unos ingresos proporcionales a sus esfuerzos laborales. Por ello, los derechos y garantías mínimas de las profesoras y los profesores tienen que hacer parte de la “canasta universitaria pública”, que no se sostiene sólo con el incremento anual al presupuesto sobre el IPC, que necesita los recursos que se han destinado al inequitativo programa “Ser pilo paga”, que requiere fortalecerse para ampliar su cobertura en las regiones con programas pertinentes para el desarrollo rural y, así, apostarle seriamente a un país reconciliado y en paz.


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Mirando atrás sin detenerse, sobre la movilización universitaria en Colombia hoy Por Rafael Rubiano Muñoz Profesor de la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas rafael.rubiano@udea.edu.co

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n 1928, justamente hace noventa años la prestigiosa Revista Universidad (1921-1931), creada por Germán Arciniegas, publicó un manifiesto titulado: “Universidad y patria”1, en la que se exigía al gobierno conservador de Miguel Abadía Méndez (1926-1930) y al Congreso de Colombia la creación de las universidades “departamentales”; demandaban erigir un “plan” donde, a nivel regional, se fundaran universidades en las provincias. Noventa años han transcurrido de la misiva que entre otras fueron firmadas por los intelectuales (liberales y de izquierda) más prestigiosos y quienes reclamaban del Estado educación en las regiones. Para los años veinte, nuestra nación experimentaba la sacudida de la masificación y la presión de sectores obreros y en parte campesinos (en estos años las ideologías socialistas surgen in crescendo, lo que se puede corroborar con la creación del PSR de la mano de María Cano y de Ignacio Torres Giraldo) los que irrumpían en la aparente “paz” de las ciudades adormecidas por la herencia de la colonia hispánica, apaciguada preferentemente por la mentalidad católica. El país era manejado por unas elites “enquistadas” en el Estado y la administración pública, las cuales, con sus reminiscencias, aparentaban democracia y modernidad, cuando lo que pretendían era cristalizar en el alma de los colombianos una “nostalgia” reverencial que miraba atrás, deteniéndose y congelándose en el siglo XIX. Esos años veinte fueron (y para el observador de hoy son) fascinantes, ya que fue la era en nuestra tierra donde las demandas por derechos ya no requerían los llamados a las “armas”, porque las que se esgrimían se hacían mediante la cultura oral y escrita, la calle o la movilización, actitudes políticas que alimentarían después, el proyecto gubernamental de la Revolución en Marcha (1934.1938), liderado por Alfonso López Pumarejo. Las exigencias de derechos, laborales, educativos y hasta ideológicos o políticos constituían la normal respiración de una ciudadanía, anhelante y expectante, que aspiraba romper con la “modorra corrosiva” de un país todavía anclado en el siglo XIX. Por fortuna, esos años fueron sacudidos por la movilización ciudadana y por la inferencia de ideologías foráneas, entre ellas, provenientes de la Revolución

Rusa y el modernismo latinoamericano, lo que poco a poco arrinconó y fue agrietando el dominio de las elites y castas que habían monopolizado el poder desde 1885 con la Regeneración y de paso confrontó a una generación política que compuso lo que se llamó la hegemonía conservadora, con otra activa y candente, mucho más impulsiva. En el ambiente individual y colectivo se alentó el inconformismo y el sentimiento de injusticia, la denuncia y, ante todo, la exposición pública contra la arbitrariedad, el despotismo y la “tiranía” de un régimen que se prolongó durante décadas, y estas actitudes se constituyeron en referentes de no pocas luchas e idearios de emancipación que le dieron un giro significativo a la vida del país entrado el siglo XX, como lo ha mostrado de modo excepcional María Tila Uribe2. Los años veinte fueron los años de la movilización estudiantil y junto a ella se propició una era de cambios y transformaciones en nuestro contexto (incluido el latinoamericano), en la que a las demandas por derechos y por las garantías estatales, se sumaron las nuevas ciudadanías que emergieron en el trasfondo de sociedades impactadas por la urbanización, la industrialización y la proletarización, además por la sensibilidad ante una nación irritada por la desigualdad social y económica, por las escasas libertades, por la arbitrariedad de los usos jurídicos y constitucionales, por los monopolios de unas clases que en la “cultura de viñeta” y en la placidez de su confort y de sus comodidades pretendía mirar atrás, detenida y petrificada. Estas movilizaciones y luchas llevaron a un nivel la presión y la tensión entre ciudadanías y Estado, lo que indujo a las elites políticas del país a proponer una solución en la que, por un lado, el Estado interviniera en el sentido de “incluir”, no de “apaciguar” lo que en ese tiempo se llamó “la problemática social”, o “los problemas sociales”. En 1936, con una reforma constitucional y bajo la Revolución en Marcha, se dieron pasos agigantados por garantizar una educación secular y moderna, mejorar el ámbito laboral, se garantizó el sindicalismo, y las ideas o ideologías de izquierda tuvieron campo y espacio en el hermético y polarizado cielo


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ción que no tuviera la adversidad o el obstáculo de de la sociedad colombiana. Pero variados factores gobiernos de turno que la revocaran o la retrajeran, confluyeron en esos logros (el inconformismo, el deque empujaran esos avances y progresos jurídicos y seo de democracia, las luchas sociales y ciudadanas políticos al abismo de la indiferencia o del descuido y una mirada al mundo interno y exterior) que, años premeditado. después, en los variados nudos políticos o procesos políticos del país, fracasaron con aquellos otros De todos modos, al cabo del tiempo, del empuje que miraban atrás detenidos, es decir, los sectores o progresivo y de revolución, el país se contrajo y de grupos conservadores y de derecha, los cuales, con modo sucesivo no solamente instaló la reacción, que la “pausa” de Eduardo Santos, el asesinato de Jorge produjo una contrarrevolución que se incrustó de Eliécer Gaitán el 9 de abril de 1948 (hace 70 años) 1957 hasta el día de hoy. enclaustraron a Colombia y la retrajeron, primero a En la misiva “Universidad y Patria”, citada arriba un régimen falangista ultracatólico con Laureano en la Revista Universidad, se dijo ya comenzando el Gómez en 1949 y con un golpe militar en 1953 por año de 1928 que la universidad es un asunto político el militar Gustavo Rojas Pinilla, quien censuró, pery lo político es un asunto de la universidad, quiere siguió y cerró periódicos y, por lo demás, realizó una decir, educativo y, por tanto, toda problemática social masacre estudiantil en 1954, en las cercanías de la involucra ineludiblemente los asuntos universitarios. plaza de toros de Bogotá. ¿Cuáles van a ser las condiciones educativas que Mirando atrás, ya sin detenerse, bajo el espíritu de podrán soñar todos esos sectores vulnerados y vulla Reforma de Córdoba y de un profundo anhelo de nerables del país que no pueden acceder a la educambio y transformación, de luchas y de movilizacación de mercado, impuesto hace años mediante la ciones empujadas por el inconformismo, se sacudieeducación privada? En las marchas del 10 de octubre ron las “telarañas” que se habían fijado desde el siglo del presente año, no solamente regocija la cantidad y XIX en los techos de las mentalidades que dirigían el compromiso de los estamentos universitarios, es y lideraban al país. Lo que en últimas quería decir, de celebrar la constancia, vigencia, talento y resisque el papel de la universidad y de sus pensadores tencia de los estamentos en los derechos exigidos. e intelectuales —fue la época en que se demandaba Sorprende, acaso no debería ser así, la vinculación de los librepensadores o de los liberales una senside minorías de las universidades privadas bilidad hacia lo social— fue crucial, y que se sumaron al inconformismo. De hay que notar que muchos liberales y Pese a lo corrosivo igual manera es de celebrar la inclusión algunos pocos conservadores empudel país y a otras code muchos otros sectores vulnerados y jados por las “problemáticas sociales” marginados, que en medio de esta imrrosiones que desean se volvieron socialistas o comunistas e plosión política del país, quiere decir, goy buscan acabar la incluso anarquistas. bierno neoliberal y de derecha, antepouniversidad pública, En esos tiempos, el primero que llanen el mercado a la conciencia política. las movilizaciones mó la atención de la transición del libedan cuenta que hay Pese a lo corrosivo del país y a otras ralismo al socialismo fue el pensador corrosiones que desean y buscan acaantídotos y que la antioqueño Baldomero Sanín Cano, bar la universidad pública, las movilimejor manera de quien desde Madrid conminó a los zaciones dan cuenta que hay antídotos defender la universiprogresistas del país, sin importar el y que la mejor manera de defender la dad pública es unir bando ideológico, a asumir posiciones universidad pública es unir a las mara las marchas de los ideológicas y políticas más radicales, chas de los sujetos la marcha de las sujetos la marcha de más consecuentes con los retos y las ideas. Las ideas también marchan en las ideas. encrucijadas del país. las calles y eso ha mostrado el 10 de ocEfectivamente, no pocos, bajo el intubre pasado. La exigencia de dignidad conformismo, se lanzaron a las aguas del y de justicia no es solamente un asunto socialismo o del comunismo en los años sucesivos. ciudadano, es de educación y política. Como se recordará entonces, universidad y camMirando atrás, sin detenerse, las movilizaciones bio social fue un binomio que, alentado por la onda demandando educación pública, financiación, coexpansiva Reformista de Córdoba de 1918, permibertura, ciencia e investigación, docencia y extensión tió al menos momentáneamente algunas reformas con calidad y con solidez, hace noventa años, por lo y transformaciones en la esquelética y cristalizada menos siguen a la espera de una política planificasociedad colombiana. Y no obstante los resultados, da a largo plazo, o para decirlo con la ciencia políen esa época, más que respuestas a las exigencias tica de hoy, una política pública racional, sostenida de derechos y soluciones momentáneas y fugaces y sin plazos ni programas momentáneos y fugaces. o efímeras, se buscó, se batalló pensar (y hacer) al A marchar también con las ideas, mirando atrás sin largo plazo, mejor, exigir en el caso de la educación detenerse. En noventa años las deudas han sido muy pública, planificarla estatalmente y con una proyecabismales.

1. Carta “Universidad y patria”. En: Revista Universidad. No. 56. Bogotá, noviembre 19 de 1927 2. Tila Uribe, María. Los años escondidos. Sueños y rebeldías en la década del veinte. Bogotá: Cestra-Cerec. 1994.


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SOS universidad pública Por Luis Alfredo Atehortúa Castro Profesor de la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas luis.atehortua@udea.edu.co

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as recientes movilizaciones en el país, en defensa de la universidad pública, tienen tres repertorios de interpretación necesarios para identificar de dónde vienen y para dónde vamos. Se trata de los actores, las causas y las implicaciones, en un escenario que empieza a anticipar, posiblemente, que se trata de las movilizaciones más grandes en la historia de este país, hasta ahora. Como profesor y egresado de la universidad pública, asumo el compromiso y el convencimiento de la necesidad y de la importancia de las movilizaciones, como expresión de la democracia substantiva, esa de la que habla el politólogo argentino Guillermo O’Donnel (2007) en algunos de sus más importantes trabajos, es decir, esa democracia que no se agota en los procesos electorales, sino que además vincula el respeto, la libertad de pensamiento, el derecho a la protesta y la posibilidad de decir todo lo que necesitamos decir, en términos de reclamo y de exigibilidad de derechos. Los actores de las recientes movilizaciones en defensa de la universidad pública son los profesores y los estudiantes, pero también padres de familia, egresados, rectores, decanos, personal administrativo y otros directivos que han aparecido en las fotos de las marchas; otro actor sorpresivo han sido los jóvenes y estudiantes de muchas universidades privadas, que como en Medellín y en Bogotá, marcharon como colombianos, pidiendo más recursos para la universidad pública. Las causas de las movilizaciones nacionales, que empezaron el 11 de septiembre y fueron creciendo de manera contundente el 10 de octubre, están motivadas por las denuncias y las movidas institucionales que, para el mes de agosto de 2018 se vieron expresadas. Para el caso de los profesores, en los altos rubros de retención a los ingresos de los profesores de las universidades públicas de parte de la DIAN. Este fue un factor detonante, en dos sentidos: primero, porque se eliminó de tajo, en la reforma tributaria de 2016 (ley 1819), con efectos recientes, los gastos de representación (exentos de retención) equivalentes a un 40% de los ingresos de los profesores, que existían como estímulo y dignificación docente en las universidades públicas, es decir, una reforma traslapada, a escondidas, de espaldas al profesorado y como expresión regresiva en materia de derechos laborales adquiridos; segundo, porque se constató por estos mismo días, que para 2018, el déficit acumulado de las 32 universidades públicas agrupadas en el Sistema Universitario Estatal, SUE, asciende aproximadamente a 18 billones de pesos desde 1992.

Dado lo anterior, los profesores de la Universidad de Antioquia se declararon en asamblea permanente el 23 de agosto, para denunciar y para incidir en los espacios de decisión, como son la administración de la Universidad, el Congreso de la República y el Ministerio de Educación. Una semana después, los estudiantes se declararon en asamblea permanente en solidaridad con el profesorado, e incorporando otros puntos de reivindicación propios de sus intereses. Este escenario salió de Medellín y de la Universidad de Antioquia y se propagó por todo el país, a través de las distintas expresiones organizativas de los estudiantes y de los profesores, generando un movimiento por la defensa de la universidad pública del orden nacional. Las implicaciones de estas movilizaciones son varias. A continuación, dado el límite de espacio, se aludirá sólo a algunas de ellas. En primer lugar, la expresión de la democracia en las calles y el interés institucional de deslegitimarlas en un primer momento de parte del ministro de Defensa, Guillermo Botero, al afirmar que las marchas y movilizaciones estaban siendo promovidas y financiadas por grupos al margen de la ley; algo espantoso como afirmación, nada más alejado de la realidad y generando un riesgo inminente, en términos de seguridad para los líderes de las movilizaciones. En segundo lugar, se generó un posicionamiento de las movilizaciones en las agendas periodísticas de medios masivos de comunicación, esto porque en el primer mes, el cubrimiento fue escaso o nulo de parte de muchos medios. En tercer lugar, como implicación y dado el crecimiento de los actores, cada vez más, se ha generado la necesidad de afinar los grupos y mesas de coordinación nacional de parte de profesores y de estudiantes, que permitan seguir movilizándose pacíficamente y consolidar la unidad para la negociación con el gobierno nacional. Es prioritario, que exista una sola mesa de negociación en unidad entre profesores y estudiantes con los representantes del Ministerio de Educación nacional y con los otros representantes del gobierno para acordar salidas negociadas y razonables, que permitan dignificar la Universidad y poder sostener una educación pública superior de calidad, accesible para mayor cantidad de jóvenes de escasos recursos y a la altura de las necesidades de un país con deseos de una paz real, duradera y estable.

Referencias —O´Donnel, G. (2007). Disonancias. Críticas democráticas a la democracia. Buenos Aires: Prometeo.


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Prospectiva del actual movimiento universitario Por Jaime Álvarez de Moya Profesor jubilado de la Universidad de Antioquia

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n este 2018 se han cumplido importantes efemérides del movimiento estudiantil en diferentes latitudes. Aunque se podría pensar que sus períodos estarían signados por los arcanos mayores y las alineaciones planetarias en ciclos de cincuenta años, realmente han sido hitos históricos como óperas primas seguidas por nuevas sinfonías. Así, el 9 de septiembre de 1918 la Federación Universitaria de Córdoba en Argentina asumió la dirección de la Universidad de Córdoba, dentro del movimiento autodenominado político-pedagógico permanente generado por el Manifiesto Liminar o Manifiesto de Córdoba, que fue el preludio de una sonata ininterrumpida de movilizaciones estudiantiles y universitarias en toda Argentina y Suramérica. Sus exigencias centrales eran la autonomía y la participación efectiva en el gobierno universitario. Medio siglo después, en mayo de 1968, en la Universidad de Nanterre en Francia, se dio el inicio de movilizaciones estudiantiles que tuvieron por slogan: “sed realistas, pedid lo imposible” y “prohibido prohibir”, como tocata inicial de un movimiento que convocó al proletariado francés y a todas las fuerzas progresistas alrededor de sus demandas y propuestas que conllevaban una crítica a la sociedad de consumo, al control social de la vida cotidiana, a las guerras imperialistas y coloniales (Argelia y Vietnam), a la racionalidad instrumental y a la mercantilización del mundo. Pero por su espíritu contestatario y antireformista, no tuvo propuestas de construcción de nueva sociedad. Mayo del 68 fue la obertura para una sinfonía de movimientos estudiantiles en todo el mundo. Desde Europa hasta América (Tlatelolco 1968), los movimientos y demandas estudiantiles fueron el nuevo fantasma que recorrió el mundo. El estudiantado y sus expresiones, como nuevo ser social, escapaba a los esquemas de la izquierda tradicional proto-industrial o fordista en sus visiones, que no acertaba a encasillarlo y se reducía a considerarlo como una capa social “pequeño-burguesa” que debía seguir la guía del “proletariado” y la “vanguardia de la revolución”. No alcanzaba a percibir que, como consecuencia de la concentración y masificación de los estudiantes y de la socialización del saber en los nuevos campus universitarios, este ser social, surgía con unas particularidades dadas por su relación contradictoria con el saber, pues es poseedor de unos saberes colectivos, al estar al tanto de las últimas innovaciones científicas y tecnológicas, pero a la vez es despojado por los amos

de sus medios de producción. Un nuevo ser social que no está controlado en sus funciones porque la actividad intelectual no lo permite, pero al que se le imponen cárceles psíquicas para castrar su mente, y por ello reclama su espacio en condiciones de libertad, solidaridad, transversalidad y respeto por su subjetividad y deseos y que ha encontrado su verdadero nicho ecológico en las nuevas tecnologías de la información de la actual sociedad del conocimiento. Pero el movimiento estudiantil no era el único trabajador del saber (en formación) que era socializado y concentrado. Otros sectores sociales que tienen con el estudiantado como elemento común la formación y/o el trabajo con insumos relacionados con el conocimiento, como el magisterio, los sectores judiciales, los trabajadores bancarios y otros, han tenido una gran movilidad social ascendente. En conjunto conforman un sector social que Franco Berardi ha denominado el cognitariado y su accionar ha sido la base social de movimientos como “los indignados” y los grupos anticapitalistas o alter-globalización que han protestado contra el FMI, el Banco Mundial y el G8, entre otros. En Colombia, con posterioridad a Mayo del 68, este cognitariado se ha expresado a través de diferentes movimientos no solo estudiantiles, también magisteriales, judiciales y bancarios. Sectores del estudiantado y del profesorado universitario impulsaron durante 1971 el Programa Mínimo para las universidades públicas, con el eslogan de Universidad nacional, científica y de masas, que además retomó las consignas del cogobierno del Manifiesto de Córdoba, al cual se sumaron también importantes sectores de universidades privadas. El movimiento universitario actual, que ha tenido como bandera central la financiación ... este movimiento debe total de la univerenrutarse teniendo como sidad pública y el verdadero escenario de cuestionamiento a futuro la reforma de la Ley la Ley 30 de 1992, 30 de 1992 y, sobre todo, la ha puesto contra estructura de poder en la las cuerdas al actual universidad pública y la gobierno, que ha redefinición de la misión de pretendido desmolas universidades regionavilizarlo con un pales, en el sentido de comliativo de $500.000 prometerse con la construcmillones, siendo la ción de territorios de paz y deuda real con las

regiones autónomas...


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universidades públicas del orden de $18.2 billones (gastos operativos más la deuda histórica), mientras coquetea con una conflagración con Venezuela y deja en el limbo la implementación de los Acuerdos de Paz, deberes que debe asumir como Estado, independiente de su ideología y si está o no de acuerdo con este proceso. Sin embargo, compartiendo estos objetivos, creo que este movimiento debe enrutarse teniendo como verdadero escenario de futuro la reforma de la Ley 30 de 1992 y, sobre todo, la estructura de poder en la universidad pública y la redefinición de la misión de las universidades regionales, en el sentido de com-

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prometerse con la construcción de territorios de paz y regiones autónomas, máxime en el contexto del post-acuerdo, como lo está realizando magistralmente la Universidad de Nariño a través de las asambleas constituyentes universitarias y no someterse a los dictados de la actual globalización signados por el neoliberalismo. Los diez puntos básicos del Manifiesto de Córdoba, los cuestionamientos a la sociedad de consumo realizados en Mayo del 68 y las propuestas del Programa Mínimo de 1971 siguen aún vigentes. Nuestro compromiso es hacerlos realidad. ¡Seamos realistas, hagamos lo que parece imposible!

Papeleta E Por María Rocío Bedoya Bedoya Profesora de la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas maria.bedoya@udea.edu.co

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n 1990, en medio de una profunda crisis de las instituciones y del Estado colombiano expresadas en múltiples formas de violencia, la sociedad civil colombiana se movilizó para exigir con la séptima papeleta la convocatoria de una asamblea constituyente que transformara radicalmente las instituciones políticas heredadas de la Constitución de 1886. Luego, en 1997, el mandato nacional por la paz movilizó diez millones de personas a las urnas para expresar la necesidad de los acuerdos políticos de paz. Y más recientemente, en 2018, la consulta anticorrupción movilizó casi doce millones de personas. La actual coyuntura de las formidables movilizaciones de estudiantes, profesores y rectores de las universidades públicas y privadas en defensa de la educación pública, es una continuidad de movilizaciones históricas que podemos remontar a las luchas estudiantiles del 4 y 5 de junio de 1954 en defensa de la autonomía universitaria, la libertad y la democracia que fue reprimida por la dictadura de Rojas Pinilla con la masacre de diez estudiantes de universidades públicas de Bogotá, en la carrera séptima, a solo una cuadra de la Plaza de Bolívar donde hoy, sesenta y cuatro años después, la grandiosa movilización social del 10 octubre reivindica nuevamente el derecho y las necesidades de la educación superior pública. Ese mismo lazo histórico nos conduce a las jornadas del movimiento estudiantil colombiano de 1971 por un programa mínimo universitario que reclamaba autonomía, financiación y laicidad de la educación

pública. A propósito de esta ultima y grandiosa movilización, nuestra universidad ha reconocido la memoria de Luis Fernando Barrientos, estudiante de economía de la Alma Máter caído en estas luchas, nombrando nuestra plazoleta central con su nombre.Las más recientes movilizaciones por la educación pública tienen que ver con la lucha estudiantil encabezada por la MANE (2011) que logró derrotar en las calles y plazas la reforma privatizadora de la educación pública propuesta por el gobierno de Santos. Los retos del actual momento tienen que ver en cómo traducir la dinámica de esta acción colectiva desde una expresión de los anhelos de los actores educativos frente a la educación a transformaciones reales en el sistema educativo colombiano. Estos anhelos parten de reconocer el papel de la educación en una sociedad como derecho fundamental de la persona y como servicio social del Estado que permita a los educandos el acceso a los bienes simbólicos comunes, la opción de movilidad social ascendente, y que crea las condiciones para la reproducción simbólica de la sociedad, sus valores y su cultura para el mejoramiento de la sociedad en su conjunto. En la realidad colombiana, la educación pública también debe jugar un papel frente a la consolidación del proceso de paz, la profundización de la democracia y la superación de la violencia y las desigualdades. En cambio, durante las últimas décadas la ofensiva neoliberal ha pretendido la privatización y mercantilización de la educación al servicio de inte-


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reses del capital privado y asumiéndola no como un sentativa, sino que recurren a la democracia directa derecho ni un servicio sino como un bien transable en momentos cruciales como el actual. en la economía de mercado. Por ello, la propuesta de la papeleta educativa Por todo lo anterior, el camino a seguir después que se ha hecho en la Asamblea General de Prode las grandes jornadas de movilización a las que fesores de la Universidad de Antioquia se refiere estamos asistiendo es evaluar las enseñanzas de a la necesidad de una constituyente por la educalas anteriores luchas por la educación pública para ción pública colombiana sobre la base de un mosuperar sus carencias, limitaciones y errores; caracvimiento social y político de carácter nacional que terizar adecuadamente la correlación de fuerzas del logre que en las próximas elecciones territoriales movimiento social frente a un gobierno autoritario de 2019, exprese en una papeleta particular —PAy engañoso, y fortalecer la unidad de los actores de PELETA E—, la exigencia de una asamblea consla educación superior pública y de la sociedad cotituyente por la educación pública colombiana lombiana en defensa de la educación pública, para que se ocupe de formular un proyecto de reforma evitar que todo este movimiento termine difuminaintegral de la educación, más allá de su financiado por el cansancio, la cooptación, miento, que la conciba como un la división, y que la respuesta a las derecho fundamental inherente En la realidad colombiana, necesidades del sector educativo a la dignidad humana y no como la educación pública tamsea reducida a una negociación buuna mercancía, que se ocupe de bién debe jugar un papel rocrática con el gobierno o con un los ejes misionales de la docencia, frente a la consolidación del congreso mayoritariamente clienla investigación y la proyección proceso de paz, la profuntelar. Por tanto, debemos recurrir social y que incorpore un modelo dización de la democracia y a los mecanismos de participación educativo de inclusión y no de exla superación de la violendemocrática más profundos, que clusión programada, como el que cia y las desigualdades. no se limitan a la democracia repretenemos actualmente.

Marcha por la educación pública superior, Medellín, 2018

Foto: Luis Javier Londoño Balbín


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SOS universidades públicas. El grito que se volvió coyuntura Por Jorge Eduardo Suárez Gómez Profesor de la Facultad de Ciencias Sociales y Humanas jorge.suarez@udea.edu.co

“Si la apariencia fenoménica y la esencia de las cosas coincidieran totalmente, la ciencia y la filosofía serían superfluas” J.O.

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esde una perspectiva basada en las apariencias, el anuncio hecho por el presidente y los rectores el 26 de octubre ha tenido dos interpretaciones. Una es la que afirma la claudicación de los rectores ante el gobierno y el otro es la benevolencia del gobierno frente a las universidades públicas. Ambas visiones maximizan la responsabilidad o los méritos de quien no los tiene o al menos no completamente. Lo anunciado el pasado viernes es el punto de llegada de una serie de procesos que devinieron en coyuntura, en la medida en que se juntaron problemáticas de mediana duración con algunos acontecimientos. La problemática de desfinanciación de las universidades públicas es un proceso de décadas. La forma que la Ley 30 de 1992 calculó las transferencias del Estado a las universidades públicas aseguró la crisis futura. Lo rectores de ese periodo (con algunas honrosas excepciones) prefirieron buscar recursos en el mercado para solventar la crisis en vez de exigir recursos adecuados por parte del Estado. Algunos le atribuyeron la crisis al salario de los profesores. La crisis crecía, sin embargo, la comunidad universitaria no parecía alarmarse. El 23 de marzo de 2017 en el periódico El Espectador, quien para ese momento era rector de la Universidad Pedagógica Nacional, UPN, Adolfo León Atehortúa, diagnosticaba así la crisis financiera de las IES públicas: “Mientras el incremento promedio de los gastos de funcionamiento e inversión del SUE en las últimas cinco vigencias supera el 10%, el incremento promedio de los recursos de la nación solo llega a la mitad de dicho crecimiento”. Hacía un llamado al gobierno anterior para que girara en ese momento “una suma que haga posible recuperar al menos una mínima porción de la deuda acumulada por las universidades; un aliciente que ayude a enfrentar la crisis ya estructural.” Sin embargo, nada pasó. La comunidad universitaria y la opinión pública seguían eclipsadas por otros temas. ¿Qué pasó un año y medio después para que la evidente crisis deviniera bandera de un nutrido movimiento nacional por la educación pública? Inicialmente los profesores de la Universidad de Antioquia llamaron la atención de la comunidad universitaria regional y nacional sobre la grave situación

financiera de las universidades públicas y la pérdida de salarios de los profesores vía aplicación de la nueva reforma tributaria. A partir de esa chispa iniciaron más de dos meses de creativa, enérgica y pacífica movilización universitaria nacional. Con algunos acentos regionales, los profesores, estudiantes y hasta los rectores del país han desplegado todo un repertorio de acciones colectivas que han sido desde masivas marchas hasta performances, pasando por huelgas de hambre e intervenciones en el Congreso. Toda esta movilización encontró eco. El grito de “SOS Universidades Públicas” fue tan fuerte y alegre que los medios de comunicación, la sociedad en general y el nuevo gobierno no pudieron obviarlo. Esa suma “mínima” que pedía el profesor Atehortúa y no le fue concedida en 2017 fue conseguida parcialmente en 2018, no por benevolencia presidencial o claudicación rectoral. Fue una victoria del movimiento social que creamos para que nos escucharan y vieran lo que venimos haciendo bien hace años con presupuestos recortados: investigación, docencia y extensión de calidad. Muchos afirman que no es suficiente (3,3 billones adicionales entre recursos de funcionamiento, inversión y regalías). Es cierto. Estos recursos, aunque le dan un “respiro” a las universidades públicas, no son suficientes para solucionar el problema de mediano y largo plazo. De lo demandado en el movimiento, en el acuerdo sólo se concede el 34% para funcionamiento y el 8% para inversión. Nada se habla de la problemática de los deudores del Icetex, del reencauche de Ser pilo paga ahora llamado “Generación E” y nada se dice de la sobrecarga tributaria de los profesores universitarios. Consideramos que debe discutirse una política de Estado para la educación superior pública que no esté al vaivén del gobierno de turno. La discusión del Plan Nacional de Desarrollo será De lo demandado en el moviuna buena opormiento, en el acuerdo sólo se tunidad para ello. concede el 34% para funcionaLos profesores miento y el 8% para inversión. y estudiantes Nada se habla de la problemáestán maduros tica de los deudores del Icetex, para eso. El padel reencauche de Ser pilo paga pel que tuvieron ahora llamado “Generación E” en esta puja por y nada se dice de la sobrecarla financiación ga tributaria de los profesores así lo demostró.

universitarios.


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