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ENTRE EN SALUD MENTAL

LA COVID-19 Y EL ESTRÉS POSTRAUMÁTICO

Con cierta frecuencia recibimos pacientes que han pasado por situaciones emocionales severamente traumáticas, tales como la dama que no podía manejar, ella había tenido un accidente de automóvil una mañana mientras llevaba a su única hija de siete años al colegio, resultando ambas con algunas heridas. Ella decía que, cuando subía al auto, era como si viviera el accidente de nuevo y sentía un miedo intenso que la paralizaba; por este motivo estuvo a punto de perder su trabajo en un banco. FOTO: SHUTTERSTOCK

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DRA. MIRCIA PACHECO

PSIQUIATRA-TERAPEUTA FAMILIAR

PARA CONTACTAR A LA DOCTORA: CEL. 809-497-5556 CONS. 829-433-8484 CENTRO MEDICO GAZCUE AVE. BOLIVAR ESQ. LEOPOLDO NAVARRO CONSULTORIO 127 SANTO DOMINGO, REP. DOMINICANA

El trastorno de estrés postraumático, también denominado TEP, lo padecen aquellas personas que han experimentado o vivido acontecimientos de alto impacto emocional, estresantes y traumáticos, que reviven continuamente ese infierno interior a través de pensamientos recurrentes de los que no se pueden distanciar, que se instalan en la vida diaria, en nuestros sueños y nos impiden tener una vida normal.

La COVID-19 viene a ser una condición nueva y amenazante que nos produce miedo a sufrir dolor, enfermedad y muerte, donde la ansiedad se dispara debido a la incertidumbre. La COVID-19 ha producido un trauma psicológico general, nos ha cambiado de estructura y de vida social: separación de los miembros de la familia, destrucción de recursos o servicios básicos, desintegración de las redes sociales de apoyo, destrucción de las estructuras comunitarias, entre otras.

Para la Organización Mundial de la Salud (OMS) se hace necesario establecer protocolos de apoyo psicológico adaptativo para los diferentes grupos, sin olvidar la importancia que la familia y los grupos sociales de referencia tienen en este proceso para paliar el impacto y restablecer una situación adaptativa efectiva. Los trastornos psicológicos, en relación con los problemas vinculados a la salud mental derivados de esta pandemia adquirirán, muy probablemente, un mayor protagonismo con el paso del tiempo

Después de un evento traumático

Muchos sobrevivientes de eventos traumáticos, por ejemplo, niños, veteranos de guerra o socorristas, se recuperan por su cuenta con la ayuda de familiares, amigos y entornos seguros. Otros, sin embargo, pueden tener reacciones psicológicas y físicas por semanas, meses e incluso años. De acuerdo al Manual de Diagnóstico de los Trastornos Mentales, DSM 5, los síntomas asociados son múltiples, tanto en especificidad como en intensidad y frecuencia; y si tenemos que destacar algunos de los más habituales, cabría señalar los problemas físicos, somatización, taquicardia, problemas gastrointestinales, sudoración, insomnio, pesadillas, dolores de cabeza, cansancio crónico, tristeza permanente, miedo intenso, agorafobia, depresión, ansiedad y angustia, falta de concentración, labilidad emocional, pérdida de interés general, aislamiento social, desorientación e incluso una pérdida por el sentido de la vida. No todas las personas reaccionamos ni interpretamos la situación de alto riesgo de esta naturaleza de igual forma. Al comprender mejor el estrés traumático, las personas cercanas al sobreviviente pueden manejar mejor las situaciones y ayudarle a recibir tratamiento.

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