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Miedo al Ejercicio: Superarlo es posible

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NOTA EDITORIAL

NOTA EDITORIAL

Reumatólogo, PNI e Instructora de Zumba

Dra. Eugenia Benzaquén @doctorabenzaquen @mueveteconladoc www.doctoraeugeniabenzaquen.com

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Quizá hasta los momentos no has concientizado la razón por la cual no haces ejercicio. Muchos dicen: “no es para mí”, “no sirvo para eso”, “no me gusta”, “me aburre”, “no tengo tiempo”. Pero detrás de eso puede esconderse algo más común: Miedo a moverse.

El miedo es una emoción básica, que permite al ser humano protegerse de estímulos amenazantes y adaptarse al entorno en el que vive

Y así como hemos definido el miedo, quiero definir el dolor (de lo cual tú sabes perfectamente porque lo has experimentado).

El dolor es un experiencia sensorial desagradable ante un estímulo, potencialmente dañino.

Las emociones son un factor determinante en la intensidad de dolor que se percibe. Muchas investigaciones actuales sobre dolor crónico, apuntan a que este se origina o empeora principalmente por factores psicológicos, como la ansiedad, el catastrofismo y la kinesiofobia.

¿Kinesio qué?

Sí, Kinesiofobia. Es el término oficial de miedo al movimiento. Es una condición definida como miedo excesivo e irracional al movimiento físico y la actividad, que es resultado de una sensación de vulnerabilidad debido a una lesión dolorosa previa, pero en realidad se considera un factor central para que el dolor agudo se cronifique por largo tiempo.

El Modelo Cognitivo de Evitación del Miedo, describe que cuando una experiencia dolorosa se interpreta como amenazante, puede generar cogniciones catastróficas y esa actividad resultará en más dolor y lesión recidivante. Al volverse continua, esta puede conducir a un comportamiento de evitación, que a largo plazo causa discapacidad, desuso y depresión, así como un paciente atrapado en un ciclo de mayor miedo de dolor, más dolor y discapacidad. Hacer ejercicio es sumamente importante en personas con dolor relacionado a enfermedades reumáticas, para mantener la movilidad, funcionalidad, reducir estrés y el dolor. Quiero contarte cómo el ejercicio reduce ese estrés y dolor, a través de las secreción de endorfinas y las moquitas. El término endorfinas proviene de las raíces griegas “endo”, que significa “dentro”, y “morfina”, de Morfeo, Dios griego de los sueños en la mitología griega. Las endorfinas son proteínas endógenas que funcionan como neurotransmisores.

Es decir, intervienen en la comunicación de una célula nerviosa con otra. Son producidas en el sistema nervioso central, y una vez liberadas producen en nuestro cerebro sensaciones parecidas a los opiáceos (como la morfina, el opio o la heroína), pero sin sus efectos dañinos. Producen también analgesia, es decir, que calman dolor. Estimulan los centros de placer, que nos dan sensaciones felices gracias a la conexión existente entre en sistema nervioso central y el sistema inmunológico (eje neuroinmunológico). Protegen contra microrganismos ajenos a nuestro cuerpo como los virus y las bacterias. También a nivel muscular se segregan unas moléculas mágicas llamadas mioquinas, que tienen un poder altísimo de reducir inflamación. Cuando hablamos de mioquinas, hacemos referencia a esas citoquinas (mediadores del sistema inmunológico), expresadas por el tejido muscular, que cumplen acciones múltiples actuando como hormonas.

Las mioquinas tiene funciones importantes en todo el cuerpo. La mayoría de ellas son expresadas con la propia contracción muscular ejerciendo funciones positivas en todos los aspectos. Incluso algunas citoquinas a priori inflamatorias como la IL-6 cuando la expresa el tejido muscular ejerce acciones antiinflamatorias. También se estudian otras moléculas llamadas “exerquinas” que son proteínas que el tejido muscular emite cuando nos movemos. Después de una 1 hora de ejercicio, se observa un aumento en la circulación de más de 300 proteínas, micro-ARN, fosfolípidos, que componen exosomas y vesículas pequeñas. frente a un espejo, si lo deseas en otras posiciones en las cuales no creas sentir dolor en una primera instancia, y obsérvate, de esta forma tu cerebro comenzara a perderle el miedo a ese movimiento.

• Practica Mindfulness (meditación) para control de la ansiedad y visualizaciones del movimiento que deseas hacer.

• Mejora tus horas de sueño.

• Está demostrado el uso de la música durante la realización de ejercicios reduce la ansiedad, la kinesiofobia y por ende el catastrofismo.

Consejos para empezar un programa de ejercicio si tiene un diagnóstico relacionado con dolor musculoesquelético

¿Cómo perder el miedo a moverme?

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