6 minute read

EL ESTRÉS Y LA SALUD MENTAL DURANTE LA PANDEMIA

P S I C O L O G Í A / S A L U D

Estamos a unos días de cumplir dos años del primer caso oficialmente registrado del virus SARS-CoV-2 el cual causa la enfermedad del COVID-19, ya que este se detectó en México el día 27 de febrero de 2020, incrementándose exponencialmente el 30 de abril, 64 días después del primer diagnóstico oficial, alcanzando un total de 19,224 casos confirmados.

Advertisement

Posteriormente, surgieron variantes alpha, beta, gamma, delta y hasta el día de hoy la más reciente ómicron, lo cual ha traído consigo inestabilidad emocional, ocasionando trastornos psicológicos adversos que es necesario considerar; si bien durante las diversas etapas de la vida del ser humano la estabilidad emocional no es una constante, la situación generada por el virus SARSCoV-2, incrementa potencialmente diversos trastornos emocionales y conductuales que se deberá atender con prioridad, ya que las consecuencias pueden ser devastadoras incluso en casos extremos conductas suicidas y/o suicidio consumado.

El Director General de la Organización Mundial de Salud TEDROS ADHANOM GHEBREYESUS, menciona “El impacto de la pandemia de la COVID-19 se sentirá durante décadas, especialmente entre los grupos más vulnerables, cuanto más se prolongue la endemia, peores serán esos impactos” lo anterior fue mencionado en la rueda de prensa del día 7 de febrero 2022.

En la actualidad la COVID-19 es una emergencia social, debido a su afectación en la salud pública, pero sobre todo en la salud mental la cual es el principal reto que deberán asumir las autoridades en todos los niveles de gobierno, consecuencias en primer término por la cuarentena y el aislamiento social, recordemos la frase del Filósofo Aristóteles (384-322 a de C.) ¨" …El hombre es un ser social por naturaleza... ”

Debido a las cuarentenas y el aislamiento social las consecuencias psicológicas se exacerban de manera gradual e impredecible afectando la estabilidad emocional, ocasionando trastornos de ansiedad, depresivos, obsesivo-compulsivo, estrés, disociativos, síntomas somáticos, alimenticios, del ritmo circadiano, disfunciones sexuales, relacionados con las sustancias y las adicciones, neurocognitivos, personalidad, duelo no resuelto e inclusive en casos extremos el suicidio consumado.

El estrés es un factor fundamental en la estabilidad emocional

El estrés es inherente al ser humano y forma parte de nuestra vida evolutiva, es la respuesta a los factores externos nos prepara para hacer frente a las amenazas que ponen en peligro nuestra supervivencia. Para nuestros antepasados, suponía una clara ventaja, pero hoy las circunstancias han cambiado.

Estamos viviendo en un mundo de variadas y altas demandas, laborales y familiares con un ritmo que supone un desafío constante. Aunado a lo anterior hay que añadirle el momento excepcional que estamos viviendo como consecuencia de la COVID-19, una situación que genera incertidumbres sobre el presente, el futuro, la salud, la situación laboral y económica.

Como lo mencione el estrés es inherente al ser humano, sin embargo, en exceso el estrés afecta nuestra salud mental y física, lo sabemos y hoy en día lo hemos experimentado en las circunstancias que estamos afrontando desde hace unos meses por la pandemia de la Covid-19.

Diversas teorías sobre el estrés señalan como variables la duración de la cuarentena, afirmando que el incremento del tiempo de cuarentena conlleva a un mayor riesgo de estrés postraumático y a una reducción de los comportamientos que implican proximidad física, de ahí que planteen que una cuarentena superior a 10 días, incrementa los síntomas de trastorno de estrés postraumático, de igual manera indican el miedo a contagiarse de la COVID-19 origina elevados niveles de ansiedad y estrés, este temor se manifiesta tanto con

relación al propio contagio como a la posibilidad de infectar a familiares y seres queridos.

Existen factores potencialmente estresantes como son la incertidumbre, frustración y el aburrimiento, factores que durante los últimos meses se ha incrementado la pérdida de las rutinas diarias, la reducción del contacto social son causas frecuentes de frustración, se plantea la existencia de un aumento sostenido de estas manifestaciones en la medida que se incrementa la duración de la cuarentena. Otra variable recurrente generadora de estados de ansiedad, ira y estrés es el ocasionado a los abastecimientos inadecuados e insuficientes, esta manifestación se encuentra entre las más frecuentes mundialmente, es causa de elevados niveles de ansiedad que se mantienen entre 4 y 6 meses posteriores al fin de la cuarentena.

Por todo lo antes mencionado, en la actualidad es fundamental aprender estrategias que nos permitan mantener una estabilidad emocional. Hoy en día la tecnología es una herramienta que nos permite seguir conectados con el mundo exterior a pesar del distanciamiento social. Utilizar las tecnologías adecuadamente favorece la disminución de los factores psicológicos negativos, buscar tutoriales de respiración, meditación y relajación coadyuvara hacer menos estresante estos tiempos de incertidumbre.

Las consecuencias psicológicas del estrés serán manifestadas en todas las edades, sin importar el género esto dependerá de tres factores fundamentales:

La percepción sobre el evento.

Los recursos emocionales personales.

La capacidad de afrontamiento y reacción ante el mismo.

Consideraciones para afrontar adecuadamente los efectos secundarios del estrés por la COVID-19 I. Mantenerse informados de las causas y consecuencias del estrés antes, durante y después de la pandemia, ya que existen síntomas asociados a trastornos psicológicos. II. Establecer una comunicación asertiva, básicamente adoptar una actitud personal positiva a la hora de relacionarse con los demás, consiste en expresar las opiniones y las valoraciones, evitando descalificaciones, reproches y enfrentamientos. III. Realizar estrategias, por ejemplo, horarios en casa, debido a que durante el confinamiento los horarios previamente establecidos fueron alterados o nulificados, por ejemplo, Juegos de mesa que permitan interactuar con la familia asimismo fomentar la cohesión familiar. IV. El bienestar de la madre y padre de familia es fundamental, ya que es un filtro a través del cual la disrupción social, se puede infiltrar en la dinámica familiar, debido a los cambios en las relaciones maritales, parentales y de hermandad. V. Establecimiento de una nueva organización familiar, (adaptabilidad, conexión, y acceso a recursos sociales, económicos, sistema de creencias, realización de significado, esperanza y espiritualidad). VI. Favorecer la comunicación constructiva, la resolución de conflictos y las habilidades en la solución de problemas son procesos mediadores para el enlace entre el estrés, la calidad y estabilidad personal. VII. Establecer rutinas que enfaticen el funcionamiento pragmático, así como los rituales. VIII: Incrementar en el significado familiar y aumentar la unidad familiar, así como los valores compartidos. IX. Los rituales predicen la seguridad en el apego y la cohesión familiar (por ejemplo, comer a un horario establecido sin distractores como dispositivos digitales). X. Buscar apoyo emocional, en estos tiempos de incertidumbre, la mayoría de las personas hemos percibido el incremento de factores que favorecen el estrés, por lo que es importante establecer diversas estrategias de afrontamiento y practicar la empatía es decir ponerse en el lugar del otro, recordar que no todos tenemos los mismos recursos emocionales de afrontamiento; El coronavirus y el distanciamiento social es algo que nos está afectando a todos de manera distinta, por ello es importante buscar el apoyo emocional adecuado.

La pandemia ocasionada por el virus SARS-CoV-2, ha cimbrado a la humanidad debido a sus repercusiones en diversos aspectos, no solo el económico, político y social, la salud sobre todo la salud mental; desde una perspectiva humanista las crisis invariablemente nos llevan a una reflexión y hoy día esta reflexión debe estar enfocada a la transformación personal y espiritual.

S o b r e e l A u t o r : H É C T O R M A N U E L R A M O S G Ó M E Z .

Capitán 2/o. Psicólogo del Ejército Mexicano. Licenciado en Piscología. Maestro en Administración.

This article is from: