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TU LECTURA DEL MIÉRCOLES
Después de que Jesús explicara a los discípulos qué era la muerte, se dieron cuenta de lo que iba a suceder. Jesús había dicho que Lázaro dormía y en realidad estaba muerto; entonces si Jesús iba a despertarlo era que... ¡lo iba a resucitar!
Y eso no se lo querían perder. Se pusieron en camino hacia Betania inmediatamente.
Debieron tardar como dos días en llegar. Cuando llegaron se encontraron con una malísima noticia. (Puedes leerla en Juan 11:17).
Aunque hacía ya cuatro días que habían enterrado a Lázaro, todavía quedaban muchas visitas en casa de Marta y María (ver Juan 11:19). Lázaro debía ser una persona muy querida y los vecinos, los amigos y otras personas que habían venido desde Jerusalén no querían dejar solas a las hermanas.
Antes de que Jesús llegara a la aldea, alguien avisó a Marta. Y Marta no pudo esperar más. Salió corriendo a buscarlo. Cuando Marta vio a Jesús lo abrazó. ¡Lo había echado tanto de menos! (Lee sus palabras en Juan 11:21,22).
Marta confiaba en Jesús. Sabía perfectamente que el poder de Jesús podía haber sanado a su hermano. Pero a pesar de que su hermano ya había muerto, Marta sigue estando segura del poder de Dios.
• Ayuda a Marta a llegar hasta Jesús.
Para los padres
No debemos reprimir nuestros sentimientos de tristeza cuando alguien muere. Algunas personas asocian la tristeza que produce una pérdida con la falta de fe. Es normal que la muerte de un ser querido produzca dolor y un vacío que solo puede llenarlo Jesús. No ocultéis esos sentimientos a vuestros hijos. Explicadles la razón de vuestra tristeza, como la que ellos sienten cuando un amigo se va a vivir a otra ciudad, y durante un tiempo no van a poder disfrutar de su compañía. Aprovechad esa situación para enseñarles a tener esperanza en la resurrección.
Para los padres
Haced reflexionar a vuestros hijos sobre la importancia de poseer el fruto del Espíritu no solo para ser felices sino para hacer felices a los demás. Cómo cuanto más amamos más felices somos.
Tu Lectura Del Jueves
Jesús estaba contento por la fe de Marta ¿Qué le prometió? (Lee Juan 11:23) Marta estaba segura de que Lázaro resucitaría. Estaba segura de que, cuando Jesús vuelva otra vez, Lázaro resucitará con todas las personas que vayan a vivir para siempre en la Tierra Nueva. También sabía que, si era la voluntad de Dios, Jesús podía resucitar a su hermano en ese mismo día.
Entonces Jesús pronunció unas palabras que han sido repetidas muchísimas veces por todos los cristianos de la historia. (Puedes leerlas en Juan 11:25).
Luego le preguntó a Marta: ¿Crees tú en esto?
En ese momento, Marta comprendió lo que Jesús iba a hacer: iba a resucitar a su hermano.
Y llena de agradecimiento reconoció que Jesús es el Mesías, el Hijo de Dios (ver Juan 11:27)
Luego Marta mandó llamar a María en privado, para que pudiera hablar con Jesús antes de que llegara todo el mundo.
María salió corriendo de la casa sin decir nada. No podía esperar a ver a su querido Jesús. Pero la gente que estaba en la casa, pensando que iba al cementerio la siguió. ¡Cuál fue su sorpresa al ver a María abrazando a Jesús!
Cuando todos se habían acercado, ¿qué preguntó Jesús? (Lee Juan 11:34).
• Encuentra en la sopa de letras las siguientes palabras que aparecen en la lectura de hoy:
Marta Mar A L Zaro Jes S Resurrecci N Cementerio Agradecimiento Mes As Dios
• Descubro la Biblia... y encuentro a Jesús.
Tu Lectura Del Viernes
Jesús pidió que le llevaran al lugar donde estaba enterrado Lázaro. Cuando llegaron al lugar, seguramente mucha gente se pondría a llorar. Echaban de menos a Lázaro y el dolor de las personas que lo acompañaban se hizo más fuerte. Jesús no desea vernos sufrir. Cuando nosotros sufrimos, él sufre. (Lee cuáles fueron los sentimientos de Jesús en Juan 11:35. Por cierto, este es el versículo más corto de la Biblia).
Luego pidió algo que sorprendió a todos. Pidió que abrieran el sepulcro y le obedecieron.
En aquellos tiempos, los sepulcros de la gente adinerada eran como habitaciones que se excavaban en piedra o bajo tierra y se tapaban con una gran losa de piedra.
Jesús oró. Cuando terminó de orar dio una orden en voz alta y clara. (Tú puedes leerla en Juan 11:43). Se hizo un gran silencio. Todo el mundo había estado pendiente de Jesús, pero ahora todos miraban a la entrada de la tumba. Al momento vieron algo que se movía dentro y que se asomaba por la entrada: ¡era Lázaro! ¡Se movía! ¡Estaba vivo! Todos estaban tan sorprendidos que nadie se atrevía a acercarse a Lázaro hasta que Jesús les dijo que fueran a ayudarle a quitarle las vendas y las telas con las que lo habían envuelto.
Marta y María por fin pudieron abrazar de nuevo a su hermano. Y esta vez estaba vivo y sano. ¡Qué alegría!
Nunca nadie había visto algo así. Jesús había resucitado a otras personas, pero nunca a un muerto que llevaba cuatro días enterrado. ¿Qué ocurrió entonces? (Lee Juan 11:45)
Para los padres
Ante la muerte de un familiar o amigo vuestros hijos pueden preguntaros por qué Jesús no resucita a esa persona como lo hizo con Lázaro. La mejor respuesta es que eso solo lo sabe Dios y algún día lo comprenderemos cuando estemos en la Tierra Nueva. Es muy cruel darle al niño respuestas que se acostumbran a oír: «Si ha muerto era porque era lo mejor para él, o porque Dios lo ha querido». Dios es un Dios de vida y no de muerte. Le entristece el sufrimiento humano y por eso quiere