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TU LECTURA DEL JUEVES

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Para saber más

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Jesús entró por las puertas de Jerusalén mientras todo el mundo lo aclamaba como a un rey. De allí se fue directamente al Templo. La Biblia nos cuenta que en aquellos días había unos hombres griegos que sintieron curiosidad por ese hombre que acababa de entrar en la ciudad rodeado por la multitud. No sabemos si eran judíos que vivían en Grecia o eran turistas o comerciantes griegos que aprovecharon los días de la fiesta para visitar Jerusalén. Estos hombres fueron a ver a Felipe, un discípulo de Jesús, y le dijeron: —Señor, queremos ver a Jesús (Juan 12:21).

• Coloca cada palabra de la petición de los griegos (el texto de arriba) en el crucigrama.

Jesús aceptó hablar con ellos. A Jesús no le importaban si eran griegos, judíos o romanos; nunca rechazó a nadie y mucho menos por ser de distinto país o de distinta raza. Él había venido a enseñar el amor de Dios por cada uno de los seres humanos. Y para Dios todos, judíos, griegos o egipcios, todos eran sus hijos. Y esos griegos, cuando volvieran a su casa contarían a todo el mundo que habían conocido a Jesús.

• Descubro la Biblia... y encuentro a Jesús.

Tu Lectura Del Viernes

Mientras todavía hablaba con los griegos, Jesús oró y dijo: «Padre, glorifica tu nombre».

Glorificar significa mostrar el cariño que le tienes a alguien, aunque en la actualidad solo usamos la palabra glorificar cuando hablamos de Dios. Jesús estaba pidiendo a Dios que mostrase alguna señal. Y entonces ocurrió algo. (Puedes leerlo en Juan 12:28). Dios estaba reconociendo otra vez que Jesús era su Hijo, que era el Mesías prometido.

¿Puedes recordar en qué otros momentos de la vida de Jesús se oyó una voz del cielo? La primera fue con ocasión de su bautismo. La segunda en el momento en que aparecieron Elías y Moisés en el monte Tabor. Ahora, en el templo, todo el mundo pudo oír algo. Pero no todos oyeron lo mismo, o no quisieron oír lo mismo. ¿Qué oyeron unos y otros? (Lee Juan 12:29)

Seguramente entre los que oyeron la voz de un ángel estaban los griegos que hablaban con Jesús. Aquellos hombres fueron testigos de cómo Dios reconocía a Jesús como su Hijo y creyeron en él. Al contrario que muchas otras personas que, a pesar de todas las señales, de todos los milagros y de todas las enseñanzas de Jesús, nunca creyeron.

Pero no podemos decir que los judíos en general no creyeron en Jesús. La gente que se reunía para escucharle sí que creía en Jesús. Incluso personas importantes de la sociedad creyeron en Jesús. (Lee Juan 12:42). Pero tenían miedo de que los sacerdotes y los fariseos pudieran hacerles daño y lo guardaban en secreto.

• Sigue los caminos para saber qué es lo que escuchó cada pareja de personas.

Para los padres

Lo que ocurrió con la voz que se oyó del cielo ocurre hoy también. Hay personas que pueden ver la mano de Dios en el diseño de una flor y otras personas no le dan importancia. Para escuchar la voz de Dios en los detalles más pequeños de la vida debemos tener un oído entrenado. Ayuda a tus hijos a ver las maravillas de los pequeños detalles de la vida como un regalo de Dios.

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