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TU LECTURA DEL LUNES
Simón era una persona importante en Betania y seguramente habría muchos otros invitados. Imagínate la escena. Una gran mesa baja llena de comida. Los hombres reclinados cómodamente en alfombras o en asientos bajos mientras hablaban de cómo Jesús había cambiado sus vidas. Las mujeres comían en otra sala y algunas de ellas servían la comida en la sala de los hombres. Era una fiesta muy especial.
Marta, la hermana de Lázaro, estaba, como siempre, dispuesta a ayudar. Ella era mujer y no la dejaban sentarse a la mesa con los hombres, pero sí que podía ayudar preparando comida y sirviendo la mesa. Esa era su forma de agradecer todo el amor que Jesús había mostrado a su familia. Esa era la forma en la que ella podía estar cerca de Jesús, y, entre plato y plato, escuchar sus enseñanzas.
¿Y María? ¿Dónde estaba María? María también quería mostrar su agradecimiento a Jesús, pero eligió otra forma de hacerlo. María prefirió hacerle un regalo. ¿Qué le podría gustar a Jesús? Decidió comprar un perfume de nardos.
En los tiempos de Jesús los perfumes eran muy caros y se utilizaban solo en ocasiones muy importantes. Algunas mujeres solo se ponían perfume el día de su boda. También se utilizaba para envolver el cuerpo de una persona muerta antes de enterrarla. Un perfume era un regalo tan especial que María decidió que quería dárselo a su Maestro. Le daría una sorpresa.
Para los padres
Enseñad a vuestros hijos que hay muchas formas de mostrar agradecimiento. Decir «gracias» con el corazón, una sonrisa o un beso son suficiente. Pero acostumbradles a ser agradecidos siempre.
• ¡Vaya desorden! ¿Puedes encontrar el bote de perfume de María en este batiburrillo?
Para los padres
No permitáis que vuestros hijos aprendan de esta historia que solo los regalos caros son los mejores regalos. María no compró el perfume por ser caro sino porque era algo muy especial.
Tu Lectura Del Martes
María entró en la sala donde estaban los hombres sin decir nada. Se acercó hasta donde estaba Jesús y se sentó a sus pies como tenía por costumbre. De momento todo estaba bien. Parece que nadie se había dado cuenta de que estaba allí.
Entonces, con cuidado abrió el frasco de perfume y lo derramó sobre los pies de Jesús. Esa era otra forma más de mostrar agradecimiento a Jesús. Y Jesús aceptó el regalo con alegría.
Pero enseguida todo el mundo se dio cuenta de que María estaba allí porque la sala se llenó con el perfume. Todo el mundo se puso a buscar a ver de dónde venía el olor y descubrieron a María a los pies de Jesús.
Jesús sonreía, pero los demás hombres estaban enfadados. Primero, porque una mujer había interrumpido la conversación de los hombres. Eso les parecía de muy mala educación. Pero a Jesús no le importaba; todo lo contrario, estaba contento.
Entonces buscaron otra razón para regañar a María. El perfume era carísimo. ¿Cuánto podía costar? (Lee Marcos 14:5 y lo sabrás).
¡300 denarios! Eso era el dinero que ganaba un hombre en el campo durante todo un año. ¡María estaba derrochando el dinero!
¡Pobre María! Ella que quería darle una sorpresa a Jesús y ahora todo el mundo la regañaba. Pero Jesús se levantó y les dijo a los demás que se callaran. A él le gustaba que María le hiciera ese regalo (ver Marcos 14:6)
• Descubro la Biblia... y encuentro a Jesús.