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TU LECTURA DEL LUNES
Jesús habló de muchas «señales» o situaciones que pasarían. Jesús avisó que habría falsos mesías y falsos profetas (ver Marcos 13:6,21,22)
Siempre ha habido personas que se hacían llamar profetas y que hacían milagros, pero que no venían de parte de Dios. Hoy en día, de vez en cuando, aparecen noticias de personas que dicen que son Jesús, que ya ha vuelto y que todo el mundo le tiene que obedecer. Y hay personas que se lo creen. Y también hay personas que dicen que son profetas, que adivinan el futuro, que dicen tener mensajes de Dios o de los santos o que hacen milagros en el nombre de Dios. Jesús nos dijo que no nos dejemos engañar.
La Biblia nos dice que un verdadero profeta es el que predica lo mismo que lo que dice la Biblia (ver Isaías 8:20 y en Apocalipsis 19:10). Si no, no hay que hacerle caso. Eso no quiere decir que Dios no envíe a ningún profeta. Solo que hay que saber cuál es verdadero y cuál es falso.
Para los padres
• Con la ayuda de tus padres colorea cada frase de verde o naranja según lo diría un profeta verdadero o un profeta falso.
Enseñad a vuestros hijos que los adventistas del séptimo día creemos que Dios envió a una profetisa, Ellen G. White, para ayudar a su pueblo antes de que Jesús regrese. Ellen G. White siempre dijo que la Biblia era la Palabra de Dios y que todo lo que creemos debe estar en la Biblia. Ella fue una gran ayuda para comprender la Biblia.
Para los padres
Recordad a vuestros hijos que las profecías no están hechas para dar miedo ni como un castigo. Las profecías no explican la voluntad de Dios. La voluntad de Dios viene marcada por las promesas. Dios tampoco nos dio las profecías para que juguemos a intérpretes o a adivinos. Las profecías son como un escaparate, avisos de lo que puede suceder, para estar preparados y, sobre todo, «os lo he dicho antes de que suceda, para que cuando suceda, creáis» (Juan 14:29); para que creamos en las promesas de vida que hay después de todo lo malo de este mundo.
Tu Lectura Del Martes
Jesús avisó a sus discípulos de que hasta que él regresara habría momentos de grandes peligros. ¿Qué pasaría? (Lee Marcos 13:7)
Desde el principio de este mundo, desde que entró el pecado, ha habido luchas y guerras. La gente malvada odia a sus vecinos y por eso se pelean. Cuando un país quiere hacerse más grande y más rico le declara la guerra a otro. Todo es por culpa del egoísmo. Por eso, Jesús les advierte que, mientras haya pecado, siempre habrá guerras. Pero eso no tiene que desanimarles. Jesús regresará para que nunca más haya dolor, enfermedad y muerte.
La Biblia habla de hambre, enfermedades y terremotos. Dios no desea que eso ocurra. Todo lo contrario. Él vendrá para acabar con todas esas cosas que producen tanta tristeza.
Los cristianos podemos ayudar un poco cuando esto ocurre. Podemos ser solidarios con los que tienen menos y compartir nuestras cosas con aquellos que lo necesitan. Podemos ser cariñosos con las personas que están enfermas o tienen problemas.
Jesús les dijo a sus discípulos, y nos dice a nosotros, que tengamos confianza y paciencia, que algún día todo esto terminará.
• Encuentra en la sopa de letras las palabras en negrita del texto de Lucas 21:10,11 en la versión Palabra de Dios para todos.
• «También les dijo: Peleará nación contra nación y reino contra reino. Habrá grandes terremotos, y en algunos lugares habrá épocas de hambre y epidemias. Pasarán cosas horribles y vendrán grandes señales del cielo».
• Descubro la Biblia... y encuentro a Jesús.