• Mientras es propio de la edad descubrir las cosas a través de la boca, los padres deberán poner especial cuidado en evitar riesgos tales como: tragar objetos pequeños o ingerir sustancias toxicas, entre otros. • A medida que la movilidad aumenta, corren el riesgo de sufrir algún accidente ya que todavía no controlan el peligro. En este sentido, recordaremos que los padres deberán prestar la máxima atención, para evitar que el niño se acerque a enchufes, objetos frágiles, estufas u otros objetos que puedan suponer un riesgo para ellos. Algunos consejos para asegurar la salud de vuestros hijos en la atención diaria de sus necesidades: Baño: • Preparar los útiles del baño antes de empezar para tenerlos siempre a mano. • Asegurarse de que la temperatura del agua es correcta para que ésta no le impresione. • Agarrar al bebé con seguridad, evitando accidentes que le asusten y hagan aparecer temores a la hora del baño. • Limpiar y secar bien los pliegues de la piel, donde se suele acumular suciedad • Hablarle con dulzura mientras se le baña y cambia. • Cambiar el pañal con frecuencia para evitar que se escueza. Sueño: Para que el bebé adquiera independencia y buenos hábitos de sueño, conviene que cuanto antes disponga de una habitación propia para dormir bien ventilada y con temperatura agradable. • Asegurarle las horas de sueño que necesita y mantener regularidad, teniendo en cuenta que estas van disminuyendo con la edad. • Evitar malos hábitos a la hora de dormir como dormirlo en brazos meciéndole, o meterlo en la cama de los padres... • Procurar que el momento de acostarse sea lo más agradable y tranquilo posible. Paseo: Es aconsejable sacar todos los días al bebé a pasear un ratito y, en lo posible por ambientes saludables (parque, jardines, calles con poco tráfico, etc.)