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FASHION CULTURE

Wanderlove es una marca de ropa nacida en Asturias inspirada en las culturas del mundo y la naturaleza que apuesta por el diseño y la fabricación propia de forma sostenible. En su apuesta, no olvida la tradición de las familias de sastres de la India con las que trabaja, priorizando el trabajo digno, fuera de la explotación. Es el gran ejemplo del “slow fashion” y la reutilización de tejidos.

Esta marca de prendas holísticas da su primer salto en dos mil trece, momento que llega después de un viaje por Asia de sus fundadoras en pro de conocer el trabajo textil que en el continente se realiza. Es entonces cuando deciden sacar al mercado una pequeña colección de prendas muy especiales y limitadas, bajo una inspiración cultural y de amor por el entorno natural. No era en vano el tiempo dedicado: la firma no ha parado de crecer y lo ha hecho bajo los citados valores que la diferencian, destacando su voluntad por reciclar tejidos antiguos, apostar por telas de origen natural y producir de manera artesanal. “Preferimos invertir más en mano de obra que en crear nuevos tejidos cuando ya existen”, apunta Natalia Fernández, CEO de la marca.

Producen piezas únicas, como polares inspirados en trajes de baile tradicionales asturianos o una colección en plata con mantras indios. Destaca también en su marca la calidad y el buen precio, características que han llevado a un numeroso público a adquirir sus productos y apostar por ella en sus compras. Tras su inicio con complementos, ha conseguido crear una comunidad que “aporta un contenido en redes, tratando temas no solo relacionados con la moda sino también con el bienestar, el crecimiento personal o las culturas del mundo”, señalan quienes mejor la conocen.

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