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microalgae power
LA COSMÉTICA NATURAL ES MUCHO MÁS QUE UNA MODA, QUIZÁ UNA NECESIDAD. CUIDAR LA PIEL CON PRODUCTOS ELABORADOS CON INGREDIENTES NATURALES Y PROCESOS QUE RESPETEN TANTO AL INDIVIDUO COMO SU ENTORNO SE HA CONVERTIDO EN UNA REGLA DE VIDA Y CONSUMO PARA UN ELEVADO PORCENTAJE DE CONSUMIDORES. EN ESTA DINÁMICA, ALSKIN MA- RINE SCIENCE SKIN CARE NACE BAJO EL RETO DE CONTRIBUIR A LA BELLEZA A TRAVÉS DEL INAGOTABLE POTENCIAL QUE OFRECEN LAS MICROALGAS, FUENTE DE NUTRIENTES Y ACTIVOS PARA LA PIEL.
COMPROMETIDO DESDE HACE AÑOS CON LA SOSTENIBILIDAD, Y CONVENCIDO DE QUE NO SE
TRATA DE ALGO ACCESORIO, FIDEL DELGADO, CEO DE NEOALGAE, EMPRESA DE LA MARCA DE COSMÉTICA NATURAL A BASE DE MICROALGAS MARINAS, ALSKIN COSMETICS, OFRECE SU PUNTO DE VISTA SOBRE ESTE SECTOR. UN TRABAJO EN UN MERCADO COMPLEJO Y EXIGENTE PARA EL QUE OFRECEN UNA COSMÉTICA EFICAZ Y SOSTENIBLE.
¿Cuándo, cómo y por qué surge Alskin?
En Neoalgae llevábamos muchos años estudiando las aplicaciones de diferentes microalgas para varios proyectos europeos de innovación y descubrimos las increíbles propiedades que tenían, especialmente cuando se incluían en formulaciones cosméticas. A raíz de ahí empezamos a trabajar para lanzar una marca de cosmética natural que incluyera todos nuestros hallazgos del laboratorio. En Alskin creemos que el mundo está cambiando: cada día hay más personas que quieren consumir de una manera más responsable y sostenible, no solo alimentos y ropa, sino que van más allá para buscar nuevas marcas comprometidas en todos los sectores, incluido el cosmético. Nuestra marca representa lo que el nuevo consumidor busca en términos de sostenibilidad, ciencia, resultados, productos naturales, laboratorios locales… Todo eso está en nuestro ADN y estamos seguros de que nos llevará a estar cada día más presentes en los hogares y las tiendas.
¿Cómo definiría la marca?
Alskin es una marca de cosmética natural marina certificada que utiliza todo el potencial de las microalgas y de extractos botánicos para hacer productos naturales que transportan la frescura del mar a tu piel. Se inspira en la cosmética coreana, transformándola en una rutina de belleza específica de la marca con siete pasos y diferentes productos para cada uno que van desde la limpieza, mascarillas, tonificación, contorno de ojos, sérum, hidratación y protección.
¿Qué aporta este tipo de cosmética frente a la propuesta de otras marcas convencionales?
Entendemos que, gracias a la ciencia, no se puede producir cosmética de otra forma que no sea sostenible. Puede parecer una frase hecha, pero la verdad es que nos estamos jugando nuestro futuro en todos los aspectos. Necesitamos dejar a nuestros hijos un planeta mejor que en el que nos encontramos y marcas como la nuestra aportan sostenibilidad. Creemos que esto, en este momento, no debería ser un valor añadido, sino que debería serlo todo.
Son pioneros en la utilización de las microalgas marinas en cosmética. ¿Qué supone este ingrediente para sus fórmulas?
Sí, es así. Gracias a nuestro equipo multidisciplinar estamos siendo capaces de trasladar nuestros descubrimientos a los productos cosméticos de una forma directa, sin intermediarios. Esto hace de Alskin una marca distinta en el mercado cosmético. Las microalgas aportan múltiples efectos a la piel, de entrada, con sus capacidades antioxidantes, muy elevadas. Además, tienen propiedades nutritivas, suavizantes, reafirmantes, estimulantes y antiedad.
Alskin es una marca de cosmética ecológica, vegana y sostenible. ¿Es difícil asumir este reto en tiempos de crisis?
La situación económica no acompaña mucho, pero, aun así, creemos mucho en lo que hacemos. El consumidor es muy inteligente y sabe diferenciar los buenos productos, y ahí es donde tenemos que empujar y hacernos fuertes, escuchando a los clientes y atendiendo a sus demandas. Esto es lo que nos hará crecer de forma sostenible.
¿Cómo producen? ¿Tienen laboratorio propio?
Todo lo producimos en Asturias, en concreto, en Gijón, desde el cultivo de las microalgas, pasando por la realización de extractos, los productos cosméticos y el envasado, hasta llegar al producto final. Ahora, además, hemos abierto una tienda en el centro de esta capital que nos permite estar más cerca de nuestros clientes y entender mejor lo que buscan.
¿Han encontrado dificultades en su trayectoria?
La verdad es que las mayores dificultades van relacionadas con la crisis actual, problemas de suministros de materias primas, envases, etc. Junto a ello está todo el trabajo relativo a las certificaciones BIO y veganas, que llevan muchísimo trabajo interno y que obligan a la excelencia en todo lo que haces.
Cada vez hay más marcas de cosmética eco. ¿Cuál es su propuesta de valor?
¿Qué les hace destacar frente a la competencia?
Nuestro elemento diferenciador son las microalgas. Eso nos hace únicos y es realmente nuestro punto fuerte. También nos distingue nuestra clara vocación científica. Ciencia y microalgas es un binomio perfecto para destacar.
¿Cuál cree que serán las tendencias ecológicas clave en los próximos años?
Sin duda alguna, la tendencia ecológica en el presente y futuro son y serán las microalgas. Estoy convencido de que el concepto ecológico evolucionará a un concepto más local: no tiene sentido traer productos ecológicos de otra parte del planeta. Al final tendremos que convivir y consumir lo que se haga cerca de nuestra casa.
Se posicionan como cosmética de lujo, pero sus precios son muy competitivos. ¿Cuál es el perfil de sus clientes?
El secreto de nuestros precios está en que todo está unificado en una instalación: equipos, personas, recursos… Esto nos permite tener unos precios ajustados al alcance de cualquier bolsillo. Tenemos clientes de todo tipo, aunque evidentemente nuestro público es mayoritariamente femenino. Nuestra línea es unisex y cada vez más hombres consumen nuestros productos. Sobre la edad no hay ningún límite, tenemos un rango muy diverso. El nexo de unión entre todos es el gusto por la cosmética natural.
¿Cómo consiguen fidelizar a sus clientes?
Nuestra forma de fidelizar es escuchar y dar respuesta a sus inquietudes y dudas, ayudándoles a utilizar nuestros productos de la mejor manera para que así puedan ver los efectos en la piel al momento de usarlos.
¿Cuál es el producto estrella de Alskin?
Revisando ventas, el producto estrella, y del que nos sentimos más orgullosos, es “Spilanthol Vegan Botox Facial Cream”, uno de nuestros últimos lanzamientos. En esta crema hemos mezclado ingredientes marinos y un botánico único cultivado a pocos kilómetros de nuestros laboratorios. Gracias a este ingrediente, hemos creado un extracto botánico único en el mercado que aporta a la piel un efecto miorelajante y que permite que el resto de principios activos penetren en capas más profundas de la piel. Es una crema antiedad única.
¿Cuál ha sido el mayor reto que han afrontado hasta la fecha?
Todo va muy relacionado con el mercado. Dar a conocer una marca nueva es muy difícil y hacerse hueco en los lineales de las grandes cadenas es un proceso complicado. Pero, poco a poco, lo vamos consiguiendo.
¿Qué lanzamientos tienen previstos? Háblenos de los planes de expansión de la marca.
El futuro lo vemos “muy verde”, en el sentido de que estamos convencidos de lo que hacemos y nuestra filosofía se asienta en unos pilares muy sólidos que el consumidor entiende bien. Esto nos hará crecer. Por otro lado, antes de que acabe el año vamos a lanzar una nueva mascarilla facial con un color azul único, utilizando de principio activo la ficocianina (extracto de la Spirulina). Dirigiremos nuestros esfuerzos a preparar bien las campañas del Black Friday y de Navidad de cada año que, comercialmente, son muy importantes para nosotros.
¿Cuál es la parte más gratificante de su trabajo? ¿Y la más complicada?
La parte más gratificante de nuestro trabajo es todo lo relacionado con el contacto con el cliente. Descubrir su satisfacción al utilizar todos nuestros productos nos hace sentir muy orgullosos. Versus esto, la parte más complicada es trasladar todos nuestros hallazgos de laboratorio a nuestros productos cosméticos. Los extractos de las microalgas son muy sensibles a cambios de temperatura y conservar intactas todas sus propiedades supone un gran reto, sumamente complicado. Pero cuando lo consigues y lo logras también resulta súper gratificante.