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¿Estamoslistos? ¿Estamoslistos?

Por Nicolás Holguín

MEJORÓ SUSTANCIALMENTE

PARA LOS CAPITALINOS.

PERO EL DEBATE APENÁS COMIENZA.

El 6 de agosto de 2002 la “Hora Zanahoria” salió de los relojes de los bogotanos para dar paso a la denominada “Hora Optimista”, un proyecto de la Alcaldía Mayor de Bogotá que involucra el concepto de “rumba segura” basado en la autorregulación, la corresponsabilidad y la solidaridad. Así el horario de los rumberos se extendió de la una a las tres de la mañana por un periódo de prueba de seis meses. Según Hugo Acero, subsecretario de seguridad de la Secretaría de Gobierno, adoptar esta medida fue posible debido a que el horario de la una de la mañana ya había cumplido su misión de reducir la accidentalidad; el alcalde Antanas Mockus vio que la gente cogió juicio para irse a dormir temprano y también por el acelerado crecimiento de los llamados after parties así como de los clubes que proliferaron a raíz de la expedición de la hora zanahoria. “Se quería acabar con esos lugares y con las rumbas ilegales que en muchas ocasiones eran las que causaban los accidentes. Una persona podía salir embriagada de un bar para montarse en un carro y dirigirse a estos lugares, lo cual crea un factor de riesgo tanto para esa persona como para los demás”, aclaró Acero. Además la “hora zanahoria” había perdido fuerza desde hacía un tiempo debido a este fenómeno en donde varios locales buscaban cambiar su formato original de “bar” por el de “club” en donde continuaban con la venta de licor mientras buscaban esquivar la norma.

Pero los mismos dueños y administradores de los establecimientos son concientes de las desventajas de la medida. Jairo Romero, gerente del bar “Abbott y Costello”, declaró que aunque la “Hora Optimista” incrementa las ventas de su negocio y genera más empleo, muchos de los clientes no se concientizan del riesgo que corren al excederse en la bebida. Julio Cesar Castro, gerente del bar “Postigo” coincidió en su respuesta añadiendo que “la gente, los consumidores, no miden sus tragos y por esto llegan a causar inseguridad en las calles”.

Castro se mostró en desacuerdo con la medida ya que el bar, aunque se mantiene, no ha mejorado significativamente sus ventas. “Lo positivo que le veo es la libertad que tienen las personas para rumbear”, aclaró. Por su parte Julio Jiménez, de “Café y Creppes”, se mantiene escéptico: “La gente está acostumbrada a rumbear hasta lo que solía ser la Hora Zanahoria. Después de las 12 de la noche no entra nadie”.

Mirando la situación desde otro ángulo, el subsecretario de seguridad de la Secretaría de Gobierno estableció que los dueños de bares y restaurantes están satisfechos con la medida, mientras que los dueños de clubes y organizadores de after parties no la encuentran atractiva.

Teniendo en cuenta que fueron los mismos propietarios y usuarios de los establecimientos nocturnos los que en buena medida propiciaron la creación de la “hora optimista”, la asesora de comunicaciones de la Secretaría de Gobierno, Claudia Rincón, recalcó la importancia de que unos y otros

Por otro lado se ve una recuperación significativa del espacio público así como una prevención del robo de vehículos haciendo que las personas estacionen en parqueaderos autorizados.

“Se busca prevenir que la gente maneje embriagada y que les roben el carro”, dijo Acero.

En un seguimiento realizado por la Alcaldía Mayor de Bogotá a la “hora optimista” se encontró un factor positivo: del 7 de agosto de 2001 al 6 de septiembre de 2002 la variación de homicidios comunes se redujo en cuatro casos y las muertes accidentales se redujeron en tres casos. Como factor negativo de la medida se encuentra que las muertes por accidentes de tránsito aumentaron en siete casos. En este periodo las muertes por accidentes de tránsito aumentaron en un 43% (se pasó de 41 casos a 73 casos), mientras que en el horario de la 1 a las 5 de la mañana del 7 de agosto al 6 de septiembre de 2002, comparado con el mismo periodo en 2001, no hubo ninguna variación en el número de muertes violentas (un total de 41).

Al hablar del futuro de la hora optimista, el subsecretario de seguridad de la Secretaría de Gobierno piensa que la situación se estabilizará:

“Las personas dejarán de desplazarse a las rumbas clandestinas por tener la posibilidad de rumbear hasta las tres de la mañana. Se espera que la accidentalidad disminuya así como los crímenes”. Por su parte el gerente del bar “Abbott y Costello” aborda la medida como algo favorable para el negocio mientras que Jiménez, de “Café y Creppes” afirma que aunque el ramo se puede beneficiar por la “hora optimista”, la gente aún no está preparada para asumir esa responsabilidad. ✱ en día Crepes & Waffles es una empresa familiar en la que cada ‘miembro’ tiene su rol específico.

“A su vez la empresa ha buscado crecer constantemente con las personas que hacen parte de ella. La magia y el compromiso de todas y cada una de las personas que trabajan con nosotros son ventajas intangibles. Es importante trabajarle a las personas que están con nosotros en cuestión de formar gente buena en todo sentido”. En cuanto a lo que se podría definir como la filosofía del negocio según Macías, se resume en la frase Keep it simple (manténlo simple). “En Crepes & Waffles trabajamos de corazón. Acá no se hacen estudios de marketing ni tampoco estudios de población. El feeling del negocio y los aportes de los clientes han moldeado las personalidad del sitio”.

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