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yogur helado El caliente negocio del
Colombia ingresa al negocio del helado de yogur con propuestas diseñadas para franquiciar a través del modelo self-service y con modelos single unit de servicio a la mesa, propuestas que enriquecen la oferta de bebidas lácteas en el país.
Helados de yogur I Alimentos y bebidas
El primer helado de yogur del mundo, curiosamente, no fue desarrollado por un artesano fanático del helado, sino por una gran compañía estadounidense ansiosa de innovar sus productos. En 1968 Danone presentó al mundo el primer helado de yogur con sabor a vainilla, fresa y limón, llamado Dany Freez.
Lo que inició como uno de los postres favoritos del mundo, se ha transformado en un negocio que gira alrededor del concepto del helado “delicioso, saludable y divertido”. Muchas empresas después de Danone, desarrollaron productos para el retail pero sólo después de una década, el helado de yogur tomó el papel protagónico en los establecimientos, los cuales no tardaron mucho tiempo en convertirse en grandes marcas.
Actualmente el mundo conoce el helado de yogur en todas sus presentaciones, artesanales e industriales, y Colombia no es la excepción. Con un mercado gastronómico en auge y con las cifras del consumo fuera del hogar a favor, empresas nacionales e internacionales han hecho sus propuestas en el mercado.
Del helado soft al helado de yogur
Una de las empresas colombianas pioneras en el helado de yogur es Woodys, quienes desde hace 14 años se dedican a la producción de helados, su primer producto fue el helado soft con el que lograron establecer 20 puntos de venta al paso en Bogotá.
Después de varios años innovando con helados soft y gelatto duro, en el 2010 decidieron incursionar en el helado de yogur, “Fue un riesgo apostar por un nuevo producto, un helado premium, con fibra, estudiamos el éxito que había tenido el producto en Estados Unidos y la eficiencia del modelo de autoservicio de alimentos coreana” afirma Viviana Castillo, gerente de Franquicias de Woodys. Un riesgo que resultó certero, pues en solo tres años lograron 24 puntos, de los cuales 17 son franquicia; la marca se proyecta a la apertura de una nueva tienda cada 22 días en este año. Woodys funciona gracias a su planta de producción de tecnología alemana ubicada en Bogotá, la cual distribuye el helado de yogur a cada una de las máquinas dispensadoras dispuestas en los locales; así, en el momento que el cliente lo sirve, el producto se encuentra 100% listo.
Después de elegir el sabor del helado, el comensal pasa al mostrador para agregar los toppings, que pueden ser dulces o naturales, dependiendo de su dieta. El valor de cada vaso es de 25 pesos por gramo y es calculado al finalizar el turno.
Según Viviana Camelo, la marca cuenta con dos características diferenciales: la primera, es que los helados de yogur son naturales, no contienen conservantes ni colorantes, no utilizan azúcar sino fructosa y contiene todos los beneficios propios del yogur (pro bióticos, fibra, etc,) la segunda, es que la gente prepara su propio helado y vive su propia experiencia, el resultado será lo que el cliente haya determinado.
Para Viviana, este es un nicho que apenas se empieza a explorar en el país y que aún tiene muchas posibilidades: “mientras en Estados Unidos una persona consume 18 L. de helado de yogur al año, en Colombia apenas se consumen 2 L., a esto hay que sumar que lamentablemente aún se concibe el producto como una golosina y no como un alimento”, agrega.
Enamorados del helado de yogur.
Mamayuú es un negocio que arrancó con el helado de yogur como razón de ser, después sus propietarios buscaron el mercado ideal para su desarrollo, Marta Ramos y Juan Álvarez, recorrieron varios países hasta llegar a Colombia. “Recogimos información de varias partes y cuando hicimos el estudio, el país salió apto, sobre todo porque hay una marcada influencia de los Estados Unidos en los hábitos de consumo” afirmó Marta.
El nombre del negocio proviene de un viaje a la Guajira y del encuentro con la cultura Wayuú, de allí también tomaron la inspiración para su logo, un espiral que representa una vida larga y saludable, justamente la experiencia y los valores que desean transmitirle al consumidor.
“La experiencia Mamayuú es todo un ambiente, con música, un sitio agradable para disfrutar el helado. Lo desarrollamos en un local, porque en los centros comerciales no hay espacio para nuestro concepto, creemos que es algo diferente a lo que existe en Colombia”, agrega.