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Lo que ofrecen las escuelas
Nuevos escenarios aparecen en el horizonte para el sector de la hospitalidad. El reto de las universidades y escuelas, es proponer programas que preparen a la gente para habitarlos.
En los últimos 10 años han proliferado en el país cientos de restaurantes, hoteles y complejos turísticos que cambiaron la cara del sector de la hospitalidad, convirtiéndolo en una de las puntas de lanza de la economía y por supuesto en una fuente de empleo mucho más relevante.
A la par con este crecimiento, reconocidas escuelas internacionales de gastronomía y administración han puesto sus ojos en Colombia. Primero las argentinas, como el Gato Dumas o la Mariano Moreno y recientemente la tradicional Escuela de Hostelería Bilbao, que inauguró este año una imponente sede en el norte de Bogotá.
"Estamos aquí porque la hostelería necesita de una formación y sabemos que en Colombia, por el ritmo al que crece el sector, esta será una demanda masiva en los próximos años", asegura Francisco Orobitg, director de la Escuela de Hostelería Bilbao. "Hace un tiempo se pensaba que cualquier persona empírica podía trabajar en este sector, hoy sabemos que no puede seguir siendo así", sostiene.
Los colombianos no se han quedado atrás y mientras la Escuela Gastronómica de Occidente ha puesto frente a sus cátedras a los más reconocidos chefs nacionales, la academia Verde Oliva ofrece un enfoque cada vez más especializado en la gastronomía colombiana, que incluye trabajo de investigación sociocultural y un laboratorio gastronómico que pretende encontrar nuevas formas de preparar y presentar los platos, respetando la esencia de la cocina tradicional.
Para Carlos Pabón, director de la Academia Verde Oliva, el momento por el que atraviesa la industria de la hospitalidad y en especial la gastronomía, es perfecto para fomentar la cocina colombiana. “Necesitamos más cocineros interesados en promover nuestra gastronomía. En los cientos de hoteles que se abren en distintos lugares del país, los turistas llegan buscando comida nacional. Nadie llega a Francia buscando comida mexicana. Es por eso que el objetivo de la industria debe
Nuevas escuelas I Operaciones
ser promover nuestros valores culturales en todos los ámbitos”
El boom de la hospitalidad ha llegado a interesar también a universidades de tradición como La Sabana o el Externado de Colombia, que han diseñado programas enfocados en la concepción y puesta en marcha de proyectos empresariales como cadenas hoteleras y de restaurantes con grandes posibilidades de expansión en el sector. Otras instituciones educativas como Unitec, han optado por un perfil emprendedor, preparando a sus alumnos para desempeñarse como empresarios y asesores de nuevos proyectos.
En otro ámbito, programas como los de la Fundación Universitaria del Área Andina y el Servicio Nacional de Aprendizaje, SENA, enfocan sus esfuerzos en formar profesionales y técnicos que se desempeñen con destreza en los diferentes cargos de cocina y salón, haciendo de la restau- ración una forma de vida que permita escalar posiciones, obtener mejores salarios y optar también por la docencia.
"La oferta educativa para el sector de la hospitalidad es mucho más grande y completa que lo que había hace 10 años, cuando empezamos como colegio de cocina", cuenta Carolina Parra, directora del colegio de gastronomía, Gato Dumas. "Profesionalización, es la palabra que predomina en el sector y las diferentes opciones que se han abierto nos llevan a diversificar en programas, horarios y tarifas para lograr un cubrimiento integral del sector”, asegura la ejecutiva.
Lo cierto es que ser un chef o un empresario de hoteles o restaurantes, que antes era un sueño difícil de realizar para alguien con recursos limitados y sin opción de estudiar en el exterior, hoy puede hacerse realidad sin salir de casas y a costos mucho menores.