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postres
Por Juliana Atxuri
Alrededor del helado se han construido una serie de mitos que lo descalifican como una fuente alimenticia de alto valor. La verdad es que además de caer bien en cualquier ocasión y ser el rey indiscutido de los postres, se lleva los aplausos en la cocina de última generación.
Este postre ha sido estigmatizado como un producto dañino para la salud por su alto contenido calórico y por el azúcar refinado que se cuenta entre sus ingredientes; lo cierto es que cualquier alimento en exceso es dañino para la salud, pero un helado de vez en cuando además de aportar proteínas de la leche, glucosa, sodio, potasio, calcio, fósforo y vitamina A, es una excusa para pasar un rato amable.
Con las preocupaciones actuales por la figura es normal que hayan surgido helados igualmente sabrosos, bajos en grasa y en azúcar. Pero hay que tener en cuenta que en algunos casos, al eliminar la grasa lo que se logra es subir los índices de glicemia en la sangre. Así que es mejor comerse un helado normal de vez en cuando que uno bajo en grasa todo los días.
En la cocina de última generación este postre se ha convertido en un elemento interesante para la cocina dulce. Ya encontramos helados de pan integral y azúcar moreno, o de vino tinto, de aceite de olivas y miel, de aceitunas negras y guisantes, de cerveza negra y cardamomo, de queso, de aguacate, de chiles, de tocino o de albahaca. Todos se utilizan para acompañar ensaladas, entradas frías y calientes o vegetales de guarnición en platos principales.
Por esto, el helado no puede faltar en su menú, bien sea como complemento a tortas de chocolate (el más sencillo de los postres, pero quizá el más popular es el brownie caliente con una bola de helado de vainilla encima), o bien con un recurso independiente para el cierre de las comidas. ❖
Tenga En Cuenta
Se tiende a pensar que el helado artesanal está con pocos recursos. En realidad el helado artesanal está hecho con materias primas frescas, crema de leche, leche, frutas, chocolates, nueces y esencias naturales, y no con sabores artificiales. Lo componen productos naturales de altísima calidad y no ingredientes sintéticos. Su producción se vale de máquinas batidoras y congeladoras tan sofisticadas como las de otro tipo de helado, así que es artesanal sólo en cuanto sus ingredientes.