38 COLABORACIÓN ENTORNO VALDIZARBE
Los órganos de Santiago y San Pedro de Puente la Reina ÁLVARO CÍA MINA
Puente la Reina es conocido por la confluencia de las dos vías más importantes del Camino de Santiago, que son la procedente de Roncesvalles y la procedente de Somport. De igual manera, en el arte organístico confluyen dos estilos históricos bien diferenciados: el barroco y el romántico. El órgano de San Pedro es una joya entre los órganos barrocos de Navarra. Fue construido en 1762 en Pamplona por el organero Ramón de Tarazona. Este organero desciende de la escuela de organeros de Lerín, la cual tuvo una gran influencia en el modelo de construcción de estos instrumentos en España durante los siglos XVII y XVIII. En el interior de este pequeño órgano, resguardados por su caja barroca con algún resto renacentista hay más de 400 tubos agrupados por familias que se hacen sonar mediante el teclado manual y las 9 pisas de madera para los pies.
Órgano de San Pedro Una de las características principales de los órganos ibéricos es su teclado partido, esto es, que podemos conseguir diferentes sonoridades usando un solo teclado. Para ello disponemos a ambos lados del teclado de unos tiradores que nos permiten seleccionar qué registros (o familias de tubos) queremos que suenen en cada una de las mitades del teclado. El órgano, tras varios años abandonado por su deterioro, fue magníficamente restaurado en 1991 por Robert Chauvin siguiendo un cuidadoso proceso para no alterar su esencia de órgano ibérico. Además, hace unos pocos meses, se hizo necesaria una intervención al detectarse un importante ataque de carcoma en los tubos de madera. La parroquia, al no encontrar apoyo en las instituciones, pese al incalculable valor histórico del instrumento, tuvo que costear una reparación urgente para evitar un deterioro mayor. Esta consistió en la construcción de 8 tubos de madera a imitación estricta de los afectados, los cuales ya no sonaban. Pese a su reducido tamaño posee un sonido brillante y de gran potencia. Tanto es así que la trompetería de batalla, que son los tubos horizontales que se aprecian en la fachada, pueden producir un sonido de más de 100 decibelios. Además de esto, alberga otras curiosidades. Por ejemplo, una de las pisas de madera hace sonar dos grandes tubos de madera
que producen un efecto de “trueno”, el cual era usado el día de Pentecostés y en los Maitines de Semana Santa. Y también posee un mecanismo de ecos. Consiste en una caja de madera en cuyo interior se sitúan los tubos de la familia del llamado clarín de ecos. La tapa de esta caja se puede abrir y cerrar desplazando una anilla de metal con el pie, modificando la intensidad del sonido y generando un efecto de eco. En la restauración de 1991 se instaló un ventilador eléctrico para alimentar el fuelle, pero se mantuvo el mecanismo que permite hacerlo manualmente. Como algunos vecinos recordarán, antiguamente era necesario contar con una persona que accionase los fuelles mientras el organista tocaba. En este órgano se grabó en el año 2005 el disco “De órganos y facistoles”, en el cual el organista D. José Luis Echechipía y la schola “ad hoc” recrean una misa de órgano de los siglos XVI al XVIII. También está disponible en Youtube un vídeo en el que se hace un pequeño recorrido por el instrumento y se puede escuchar una obra de Antonio de Cabezón.
Capilla de música. Detalle de la fachada del órgano de San Pedro. El hecho de que hoy muchos órganos permanezcan mudos durante días seguidos o incluso meses hace difícil imaginar la intensa actividad musical para la que fueron concebidos. Los organistas tenían un papel fundamental en la vida cultural de los pueblos: en una época en la que no existía ni la radio ni la televisión, el órgano era el único acceso que tenía el pueblo a la música culta. Y frecuentemente estos organistas tenían la obligación de enseñar música a un grupo de niños de la localidad. De esta enseñanza han
Órgano de San Pedro, una joya entre los órganos barrocos de Navarra
O O O “Antiguamente era necesario contar con una persona que accionase los fuelles mientras el organista tocaba” salido grandes maestros de capilla y compositores en España. Uno de ellos fue el puentesino José de Vaquedano (1642-1711): Se formó con Simón de Huarte, maestro de capilla de la parroquia de Santiago y llegó a ser maestro de Capilla de la catedral de Santiago de Compostela. Se conservan más de cien obras compuestas por él y es calificado como “sumo representante del Barroco musical español”. En la parte frontal del órgano se encuentra representada una capilla de música formada por el maestro de capilla, cantores e instrumentistas. Esta pintura de estilo popular es muy interesante desde el punto de vista iconográfico, ya que muestra una capilla de música similar a las documentadas en varias iglesias de Navarra entre los siglos XVII y XVIII. En estas épocas la polifonía vocal solía ser apoyada por diversos instrumentos como el órgano o el bajón. En iglesias navarras se ha documentado también el uso en la música religiosa de flautas, chirimías, cornetas, sacabuches, arpas y guitarras.