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Nuestro cielo. Qué pasa cuando muere una estrella, por J. Salamero

¿Qué pasa cuando muere una estrella?

JUANJO SALAMERO

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Las estrellas tienen una vida muy larga comparándola con la de las personas. Cien años son segundos en la vida de una estrella. Para ellas tarda, aproximadamente hasta la impresionante cantidad de once mil millones de años en acabar su función vital, que es la de fusionar átomos de hidrógeno principalmente, luego lo hará con el helio, el carbono, flúor, etc., así elemento tras elemento cada vez más pesado hasta llegar al hierro.

Esta acción de fusionar la materia que tienen las estrellas las convierte en el objeto principal que existe en el Universo, que es capaz de crear elementos nuevos y más pesados. De este modo hacen posible la aparición de nuevos tipos de aglomeración de elementos en escena como son los planetas y todo lo que estos pueden contener y/o permitir evolucionar, incluyendo a los seres vivos como nosotros.

La vida de las estrellas es más o menos acelerada y tienen un final muy diferente dependiendo de la masa que tienen en el momento de empezar a fusionar el hidrógeno. Cabe decir que antes de llegar a este momento inicial, todas las estrellas pasan por una primera etapa que la llamamos proto-estrella, durante la cual una nube de hidrógeno empieza a crecer debido a la acreción causada por la gravedad que en el transcurso de millones de años hará que dicha nube crezca más y más, rotando cada vez más rápido haciendo así aumentar la temperatura. Este proceso seguirá así, adquiriendo más hidrógeno, helio y polvo de los alrededores y elevando velocidad de rotación y temperatura hasta que en el núcleo de la nube protoestelar, esta llegue a la de la fusión del hidrógeno, que es de quince millones de grados.

Llegados a este punto la estrella se dice que nace y empieza a brillar, iniciando así su largo proceso de fusión que durará toda su vida. Esta será tranquila, lenta y estable durante muchos millones de años en estrellas de poca masa como el Sol. Nuestra estrella inició su fusión hace cinco mil quinientos millones de años y seguirá así durante otros tantos años. Sin embargo en estrellas de ocho o más veces la masa solar, debido a su mayor fuerza de gravedad, el proceso se acelera y su vida se acorta.

En la imagen de la izquierda vemos una imagen real de la muerte de una estrella tipo solar, una nebulosa planetaria llamada delesquimal. A la derecha imagen real del resto de supernova generado por la explosión de una estrella gigante en el año 1054, llamada la nebulosa del cangrejo.

En el Universo hay tantas estrellas que las hay de todas las masas y tamaños posibles, pero la gran mayoría se concentra en dos tipos de vida y muerte estelar. Estos dos modelos son las llamadas de tipo solar (o estrellas pequeñas), que como hemos mencionado tienen hasta siete veces la masa de Sol y las estrellas gigantes que sobrepasan las ocho masas solares.

Las primeras, cuando llegan a la etapa de fusión del hierro ya no pueden fusionar elementos más pesados debido a que la fuerza de gravedad de la estrella no da para más. En ese momento el núcleo se comprime muchísimo y el resto de capas, con todos los elementos creados se hinchan, convirtiendo a la estrella en una gigante roja. En el caso del Sol, alcanzará un tamaño similar al de la órbita del planeta Marte, fundiendo y dejando en su interior los planetas Mercurio, Venus y la Tierra. Al final la estrella disipa todas las capas externas al espacio circundante, impregnándolo de materiales para la creación de futuros planetas en futuras estrellas. El núcleo superdenso se queda en el centro pasando a denominarse enana blanca, la cual irá perdiendo brillo durante millones de años hasta dejar de brillar y acabar siendo una enana negra.

Las estrellas gigantes generarán muchos más elementos y se inflarán al estado de súper gigantes rojas. Cuando su radiación no pueda frenar la enorme gravedad, esta vencerá y aplastará todo su material hacia el centro, el cual no soportará la presión y

estallará en una gigantesca explosión llamada supernova impregnando el espacio circundante con todos los elementos de la tabla periódica. La gravedad aplastará con tal fuerza el núcleo que generará una estrella de neutrones o un agujero negro.

Nuestro planeta, con toda su riqueza en elementos químicos de la tabla periódica, nació de una nube de gas y polvo contaminada con los productos de supernovas que estallaron hace muchos millones de años. Realmente estamos hechos de polvo de estrellas.

¿Alguna curiosidad sobre astronomía?

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