Voces Disonantes 5
P รกg i na |1
Voces Disonantes 5
P ág i na |2
Capítulo 5: Contraataque ―¡Mily! ―Llamó Noemi a su nueva compañera, quién se encontraba sentada al otro lado de Artemis― ¿Podrías explicarme esta parte de la ecuación? ―¿Por qué tiene que preguntarme a mí? ―se quejó molesta Emilie― Explícale tú, ¿quieres? ¡Estás más cerca! ―Le ordenó Emilie a Artemis. ―No... Te preguntó a ti ―respondió simplón el chico― además, te hará bien convivir con otra chica, no puedes tener solo chicos como amigos para siempre.... ―Traidor... ¡apuesto a que te embelesa tanto la belleza de esa chica, que te apena hablar con ella! ―se burló. ―Nada de eso ―le detuvo― una chica comprometida pierde todo el encanto para mi ― ¿Ah, sí? ¿Lo dices tú, el que estuvo con otra chica mientras estabas con Eleanor? ― ¿Eh? ―se sorprendió Artemis―.... ¿También oíste eso? ― ¡Y-Yo...! ―exclamó nerviosa al recordar que no debía mencionar aquello ―¡Oigan! ―les llamó Noemi― ¿Me explicarán o no? ―insistió cortando la tensión del ambiente alrededor de los chicos. Noemi era despistada, pero había notado varias cosas en los dos días que llevaba, que le hacían sentirse ansiosa. Al término de aquella clase, Emilie, Artemis y Noemi tomaron sus cosas para dirigirse hasta los vestidores cerca del gimnasio. Emilie le mostró el camino, llegando rápidamente hasta el vestidor, dónde una muy enojada Eleanor les esperaba. ― Hasta que llegaron mis invitadas especiales! ―Dijo Eleanor acompañada de un grupo de chicas que la rodeaban, mientras se acercaba a Emilie y Noemi― ¿Decidiste regresar porque me extrañabas, eh? ―¿Qué sucede? ―preguntó extrañada Noemi al ver como el grupo de chicas comandadas por Eleanor las encerraban en un círculo ―¿Crees que estaría tan loca como para extrañarte? ¡Nadie lo haría! ni siquiera este grupo de chicas cobardes a tu mando ―le respondió desafiante Emilie, mientras se paraba frente a Noemi― Noemi, no te asustes.... pero si es necesario, puedes escapar cuando te lo indique. ― ¡Espera, yo te conozco! ―saltó hacia adelante Noemi, quedando al lado de Emilie― ¡Eres la hija de los Blanchette's! Te he visto en las reuniones de la directiva. ―¿Eh? ―hizo una mueca de desagrado Eleanor― No hables tan a la ligera de mi familia con tu sucia boca ―hizo un gesto de asco― ¡Yo jamás te he visto en mi vida! ―¿Ah, no? ¡Eres tan maleducada! ―exclamó casi burlonamente Noemi― ¡Soy la prometida del próximo director de Royal Sun, y la futura dueña de las propiedades que tu familia tiene en esta escuela! ―Sonrió dulcemente, mientras Emilie se sentía estupefacta al ver como la cara llena de confianza de Eleanor se deformaba en un gesto de horror e inseguridad.
Voces Disonantes 5
P ág i na |3
―Grr...―gruñó enojada Eleanor, sin saber qué decir durante un momento―... ¡Imposible! imposible que alguien de la casa de los Mc'Gregors se haya comprometido con alguien sin clase ni linaje como tu.... ―¿Dudas del amor que me une a mi prometido? ―rió Noemi― No seas infantil...No creo que de verdad quieras comprobar lo que acabo de decirte.... ―sonrió, mientras la cara de Eleanor palidecía, puesto que sabía que no sería muy inteligente de su parte tentar al destino hasta el extremo.
Voces Disonantes 5
P ág i na |4
―Fuiste muy inteligente, Emilie ―dijo Eleanor mirando a la muchacha boquiabierta presenciando todo lo ocurrido― hacerte amiga de una chica así, sólo porque tiene el suficiente ímpetu para oponerse a mí.... ¡Eres igual de despreciable! ―Ah... sí.... claro ―respondió estupefacta aún Emilie. ―¡No se quedará así! ¿Entendieron? ―Amenazó finalmente Eleanor, para dar media vuelta y retirarse con su grupo de matonas. Emilie no podía creer la manera en que Noemi, aun siendo pequeña y delgada, había tenido la entereza suficiente para enfrentarse a Eleanor. ¿Acaso Noemi era demasiado inteligente, tanto que ella no lo había notado? ¿O tal vez era la enviada de la justicia para equilibrar las cosas? ―Eres sorprendente, Noemi ―sacó finalmente el habla. ―¿¡Qué tal estuve!? ―preguntó emocionada la pequeña― ¡¡Siempre había querido enfrentarme a alguien así!! ―…¿Me estás diciendo que para ti fue un juego? ―preguntó nuevamente confundida, mientras pensaba "Definitivamente no es demasiado inteligente" ―¡¡Es que nunca había visto una chica como esa!! ―rió mientras comenzaba a cambiarse― ¡Una matona que no se ensucia las manos! ―Es un hecho.... estás loca... ―suspiró Emilie mientras se cambiaba también. Al inicio de la clase de deportes, Emilie sintió como las miradas de odio se clavaban sobre ella y Noemi, aunque esta última parecía no notarlo. La profesora les indicó que aquella clase debían dividirse en dos grupos y jugar a "Los quemados". Emilie temía que las primeras en ser quemadas serían ellas dos, y que incluso las de su mismo equipo las atacarían. Sin embargo, Noemi se veía confiada en sus habilidades. ―Dime Mily.... ―inició Noemi― ¿La haz pasado muy mal hasta ahora, no? ¿No tienes ganas de desquitarte? ―sonrió, esta vez no tan dulce. ―Pues... sí.... Pero no tengo el valor suficiente para hacerlo ―respondió de inmediato. ―No tengas susto ―dijo Noemi al tiempo que tomaba un balón― Estoy de tu lado... ― ¿Eh? ―exclamó confundida. ―Conocí a Eleanor hace unos dos años atrás.... ―empezó Noemi― era una chica hermosa, rodeada de un aura muy dulce a su alrededor....―hizo una pausa― La admiré de inmediato... y decidí convertirme en una dama de altura como ella. Pero por alguna razón... unos seis meses después volví a verla, y su semblante había cambiado totalmente a como es ahora... ― ¿Y sabes qué ocurrió en tan poco tiempo? ―curioseo Emilie. ―Lo ignoro.... ―respondió Noemi serenamente―...aquella vez en que la volví a ver, fue cuando estaba siendo acusada de haber agredido a una chica.... Eleanor lo negó, y por sus influencias logró que esa chica fuese expulsada...
Voces Disonantes 5
P ág i na |5
―Ya veo... ―suspiró Emilie. ―En cuanto me enteré de que habías estado ausentándote, supe que tenía algo que ver con Eleanor... ―miró sonriente Noemi a Emilie― quería ayudarte.... y ayudar a Eleanor.... Aunque no te voy a mentir, no creí que justamente tú serías mi compañera de banco... ―¿Me estás diciendo que no tenías nada mejor en qué perder tu tiempo? ―preguntó nuevamente sorprendida Emilie― ¡N―no....No termino de sorprenderme contigo! ―Jajajajaja ¡Eres graciosa! ―se burló Noemi― Sólo te echaré una mano...siempre y cuando estés dispuesta a ser mi amiga ―la miró de reojo― sino, puedo expulsarte de la escuela... ―¿T-tu.... harías eso? ―preguntó asustada Emilie ―¡Claro que no! ―rió nuevamente― Ahora, dime... ¿crees que puedo darle a Eleanor con esta pelota? ―No. Todas las chicas saltarán a cubrirla ―Respondió segura Emilie. Acto seguido Noemi lanzó el balón en dirección a Eleanor, golpeándola directamente en el hombro derecho, y cayéndose sobre sí misma. ―¿Qué dices ahora? ―Se engrandeció de su acto. ―Digo que estás loca.... ―Respondió Emilie, viendo como una enorme avalancha de balones se venían sobre ella y Noemi, dejándolas fuera del juego automáticamente. Noemi rió despreocupada, mientras Emilie se cuestionaba si realmente podría confiar en alguien que había admitido abiertamente que admiró a Eleanor en algún momento: no tenía otra opción, debía confiar incluso si salía traicionada. Eleanor, por su parte, al ver al par de chicas riendo, sabía que ello no era más que una declaración de guerra a la que ella estaba dispuesta a responder. Al término de la clase, Emilie y Noemi se encontraron camino al comedor con Leo, quién se sorprendió enormemente al ver a Emilie conviviendo con otra chica. ―¡¡Emilie!! ―le llamó Leo quién venía desde atrás. ―Leo, ¿Qué sucede? ―preguntó alegre Emilie ― ¡Eh! Luces feliz…. –sonrió Leo― me alegra mucho verlo…¿No has tenido problemas con “ya sabes quién”? ―A decir verdad –comenzó avergonzada Emilie― Esta pequeña de aquí me ayudo… ―¿Quién? ―preguntó Leo, quien apenas notó la presencia de la chica― ¡Uwa! ¡Lo siento mucho, no te vi! ―No te preocupes ―rió Noemi despreocupada― Soy Noemi Barnwell, me transferí a esta escuela el martes, mucho gusto.
Voces Disonantes 5
P ág i na |6
―Ah….Y-yo… Soy Leonard Hale… Soy del segundo B, mucho gusto ―Se presentó sonrojado. ―¿Eh? Tú también caíste, Leo ―Se burló Emilie al ver sonrojado al chico. ―¡No es eso! ―Se sobresaltó― Es que…. De verdad no la había notado…. ―Debes sentirte muy feliz de al fin encontrar alguien que es más bajita que tu ¿no? ―se rió Emilie. ― ¡E-Emilie! Artie tiene razón, eres muy mala ―le reclamó molesto el chico. ― Jajajaja, no te enojes Leo ―se disculpó la chica. ―Leo ―Le llamó Noemi― ¿Nos disculpas? Debemos ir a clases ―le dijo, al tiempo que tomaba a Emilie por el brazo y se despedía con un gesto. ―Ah…. Sí… Adiós…. ―se despidió Leo estupefacto por la actitud de la chica que apenas empezaba a conocer, sintiendo algo de desconfianza hacia Noemi por la constante sonrisa que rememoraba a la misma Eleanor. Sin embargo, estaba dispuesto a confiar en el criterio de Emilie, incluso si eso implicaba tenerle un ojo encima todo el tiempo. Por su parte, Noemi estaba complacida de conocer más amigos en su tercer día, ya que en los anteriores no había logrado avance alguno. El viernes acabó temprano y todos pudieron volver contentos a sus casas, particularmente Emilie, quién había sufrido otra vuelta de cabeza en su vida, y que a pesar de todo sabía que pronto Noemi se convertiría en una gran amiga. Por otro lado, aquellos que residían en los dormitorios del internado de Royal Sun HS, debían mantenerse en sus dormitorios hasta la hora de la cena. Sin embargo, Eleanor sabía que existía alguien que difícilmente se encontraría obedeciendo las reglas, y era la persona perfecta para hacer caer a Emilie. Así, Eleanor se internó en la residencia de chicos hasta llegar a la parte trasera del edificio, solo para encontrar a un muchacho de cabello negro sentado tras el muro fumando. ―Aslan, Aslan, siempre arruinando tus pulmones ¿eh? ―lo saludó Eleanor. ―Vaya... ¿Que no es la princesa de los simios? ¿Cómo estás? ―Dijo Aslan volteándose a saludar a Eleanor. ―No me llames así ―reprochó Eleanor― Nunca podré congeniar con una escoria como tú. ―Eso dices ahora ―rió el muchacho― De todas formas, a mí tampoco podría agradarme una cínica y manipuladora como tu.... ―Quizás pueda agradarte... ―dijo coquetamente Eleanor, mientras se agachaba para hablarle frente a frente al chico― Tengo un trato para ti... ―¿Sí? ―preguntó curioso el chico, apagando el cigarro― Te escucho...
Voces Disonantes 5
P ág i na |7
―¿Quieres conseguir que te suelten del internado, no? Yo puedo ayudarte... pero tendrás que ayudarme primero ―sonrió malévola― ¿Conoces a Emilie Evans? ― ¿La nueva presa de tu ex? Todo el mundo la conoce ―se burló el chico. ―Pues.... encárgate de ella, y yo me encargaré de ti... ―los ojos de Eleanor brillaron― Esto es lo que haremos... ―comenzó a hablar con el muchacho, llegando rápidamente a un acuerdo. Emilie no podría ver venir lo que tendría que vivir durante el siguiente mes.