Capítulo 6 carnada

Page 1

Voces Disonantes – 6

Pági na |1


Voces Disonantes – 6

Pági na |2

Capítulo 6: Carnada. La siguiente semana llegó rápidamente, y otra nueva jornada de clases comenzaba el lunes con el consejo de curso. Emilie consideraba que los fines de semana eran sagrados para su descanso y desestrés, pero desde que se había hecho amiga de Noemi el último viernes, ésta había pasado a tomar una pequeña parte de su tiempo libre. Aquella mañana de lunes el ambiente completo estaba extraño, el aire estaba frio, y sin embargo, la relación entre Artemis, Noemi y Emilie se sentía más cálida. Eleanor, desde lejos, los contemplaba con envidia conversar tan amenamente. Para ella, la aversión que sentía hacia Emilie había dejado de ser algo casual y pasajero, para solidificarse en un odio permanente: le hacía enfadar su actitud desafiante, y su constante perseverancia por llevarle la contra, pero sin lugar a dudas, lo que más le enfadaba de Emilie era su capacidad para mostrarse honesta y transparente, sin tapujos, sin sonrisas falsas, y aun así, tener todo lo que ella quería. La odiaba, sin lugar a dudas, y quería sacarla de alguna forma de su camino. Eleanor estaba lista para darle inicio a un nuevo plan que alejaría a Emilie de sus amigos, y que si resultaba bien, la llevaría a dejar la escuela voluntariamente. Así, la chica se acercó hasta el profesor que presidía el consejo de curso para dar marcha a la acción. ―Profesor... ―Se acercó suavemente Eleanor― ¿Trajo las encuestas para los estudiantes que le solicité la semana pasada? ―Aich.... Eleanor ―la miró el profesor con ojos de cachorro― ¡Lo lamento, olvidé traerlas! Pero si vas al salón de profesores, deberían estar en mi escritorio... ―Pero profesor... ―se excusó Eleanor― No puedo ir, ya va a iniciar el consejo de curso ¿Y si le pide a alguien más que vaya? ―Buena idea... ¿Quién podría ir? ―divagó el profesor. ―Que tal Emilie Evans ―rió un poco― se ve muy animada conversando ―Tienes razón ―dijo el profesor poniéndose de pie― ¡Señorita Evans, necesito un favor! ―Ah, sí.... ―respondió Emilie poniéndose de pie para dirigirse hasta adelante ―Ten cuidado Emilie ―le advirtió Artemis, recordándole las consecuencias que había vivido anteriormente por caer en una trampa similar. Emilie se dirigió hasta dónde estaba el profesor, quién le pidió efusivo que fuese a buscar un sobre café que estaba en su escritorio en el salón de profesores, y que lo trajese a la brevedad. Emilie muy seria aceptó, y salió cuidadosamente de la sala. Esta vez no caería en la trampa de Eleanor, iría, tomaría el sobre y regresaría rápidamente al salón. Emilie caminó rápidamente por el corredor hasta llegar al salón de profesores. Todo estaba muy silencioso, sólo sus pasos se oían en los pasillos. Pero cuando se propuso acercarse a la puerta del salón, ésta se abrió sorpresivamente, haciendo que Emilie retrocediera asustada, acción que


Voces Disonantes – 6

Pági na |3

acabó con ella pisando el pie de alguien que se encontraba atrás. Asustada al sentirse rodeada por alguien de quién no advirtió presencia alguna, se volteó violentamente para enfrentar a la persona.

Para sorpresa de Emilie, la persona que había recibido el pisotón era un chico alto, pero no más que Artemis, de cabello negro corto, piel pálida y ojos amarillos como los de un gato. Era alguien a quien nunca había visto antes, a pesar de que llevaba sólo tres semanas en la escuela. Confundida por la situación, se volteó de nuevo para ver que quien había abierto la puerta era sólo una auxiliar de aseo que estaba limpiando el salón.


Voces Disonantes – 6

Pági na |4

―Lo lamento ―dijo intentado calmarse― no sabía que estabas ahí ―agregó cortante para entrar rápidamente al salón a buscar el sobre. ―No te.... ―intentó responder el muchacho, sin lograr mantener una conversación con la chica que entró velozmente al salón. Ante esto el chico entró igual de rápido, y salió tras Emilie― ¡Hey! ¡Espera! ―la detuvo el chico― ¿no eres Emilie Evans? La chica que siempre anda con Artemis ―Sí, soy yo ―respondió cortante― Te agradecería que no te refirieras a mí de esa manera, ligándome con Artemis. ―Jajajaja ―rió el chico― me gusta tu actitud, además eres muy bonita, con razón Artemis se ha empeñado tanto contigo y con mantenerte en la escuela.... ―Jajajaja ―rió igualmente la chica― ¿Te parezco bonita? ―continuó riendo― Disculpa mi atrevimiento... pero tienes un pésimo sentido de la belleza ― ¿Eh? P-pues.... ―mencionó avergonzado por la risa burlona de la joven― pues.... Igual Artemis, ¿no? Después de todo tu sales con él ―Jamás saldría con un cabeza hueca, superficial y ególatra como él ―reprochó rotundamente Emilie ― ¿Es enserio? ―preguntó un poco emocionado el muchacho― Es bueno saberlo, Evans ―Puedes llamarme sólo Emilie ―Eso lo haré en otro momento...―Bajó la voz y se detuvo frente al salón del tercero B para entrar ―Espera ―lo detuvo Emilie― No me has dicho tu nombre aún ―Soy Aslan Mandler ―respondió sonriente― pregúntale a Artemis por mí, él te contará más ―agregó para darse vuelta y entrar al salón. Emilie se quedó pensativa un momento para luego dirigirse hasta la puerta de su salón e ingresar. Una vez ahí entregó el sobre al profesor y se retiró a su banco silenciosamente, a su vez, Eleanor confirmaba con satisfacción que su plan había tenido un inicio exitoso. Emilie contuvo sus palabras durante un momento, necesitaba serenarse pues le confundía un poco la situación ¿le molestaba la actitud del chico, o más bien le agradaba? aún estaba lejos de descubrirlo, pero sabía que no lograría aguantar más la curiosidad. ―Artemis... ―inició la charla― ¿Conoces a Aslan Mandler, del tercero B? ―¿Aslan? ¿Que sí lo conozco? ―pensó un momento Artemis― sí, conozco a ese cabrón mentiroso, manipulador, misógino y violento.


Voces Disonantes – 6

Pági na |5

―Ah... ya veo que lo conoces ―respondió Emilie con cara de incredulidad ante las palabras de su amigo ―¿Por qué pones esa cara? ¡Es cierto lo que te digo! ―exclamó defendiéndose el chico― Si hay alguien peor que Eleanor y de quién debas cuidarte más, es de Aslan ―Uhm.... ya veo... ―dijo mirando al frente― Es una lástima... justo parecía muy de mi tipo... -suspiró ―¿Qué? ¿¡Perdón!? ―exclamó enfadado― ¡Debes estar bromeando! ¡Y además tienes un pésimo gusto! Jamás, jamás debes salir con Aslan ―Lo sabía ―lo miró muy seria― Estás siendo celoso y aprehensivo, por eso no quieres que hable con Aslan ¿verdad? ―¡Claro que no! Lo digo porque lo conozco desde antes que tú, y he vivido situaciones complicadas en las que él ha estado involucrado ―¿Ah, sí? ¿Podrías darme un ejemplo? ―preguntó insistente la chica. ―N-no... ―bajó la voz Artemis― No puedo decírtelo.... no aún –agregó inseguro ―Oigan...―interrumpió Noemi en ese momento― ¿Podrían dejar su pelea de tortolitos para después? ¡Ya va a sonar el timbre, y quiero comer algo dulce! ―¡NO es una pelea de tortolitos! ―la regañó Emilie― Y tu ―agregó mirando a Artemis― Si tú no quieres decirme, quizás vaya y le pregunte directamente a él ―acto seguido Emilie se puso de pie y salió del salón cuando sonaba el timbre. ―Vaya... ya arruinaste todo lo que habías avanzado con ella, Artemis ―se burló Noemi. ―No es gracioso... ―se enfadó el chico― Noe, Emilie se está interesando en alguien muy complicado… ―¿No son esos celos?, asume que si no haces nada por gustarle a Emilie, ella se interesará en otra persona ―Sonrió entre bromista y malvada Noemi. ―No entiendo por qué sigues pensando en eso… ―Dijo Artemis bajando la voz― Aslan es una persona en la cual no se puede confiar… pero Emilie no va a creerme hasta que ella misma lo compruebe ― ¿Te refieres a Aslan Mandler? ―preguntó curiosa― ¿El que está confinado a no salir del internado hasta graduarse? ― Sí, ese mismo ¿Lo conoces? ¡Entonces debes saber que es muy peligroso! ―No lo conozco personalmente… pero claro que lo es ―Mencionó tranquilamente― Lo encerraron en el internado, porque junto a un grupo de pandilleros quemaron dos de las cinco fábricas de las que es dueño su padre.


Voces Disonantes – 6

Pági na |6

―¿¡Qué!? ¿¡Esa es la razón por la que Aslan está confinado al internado!? ―Se sorprendió Artemis― Espera…. ¿Cómo sabes eso tú? ― Estoy comprometida con el director… ¿Recuerdas? ―Sonrió la muchacha. ― ¡Con más razón deberías detener a Emilie! ―Exclamó serio Artemis ―¿Por qué? Los chicos peligrosos son por lejos los más atrayentes para las chicas ―Rió mientras Artemis respondía con una mirada asesina, lo que llevó a la chica a ponerse en marcha para encontrar a Emilie― ¡Está bien, está bien! Voy a rescatar a tu princesa, Artemis ―Se despidió saliendo del salón, mientras el chico se quedaba pensativo en su puesto. Emilie por su parte, había salido en búsqueda de alguien que le diera una opinión certera respecto a la situación, sin influencias como la de Artemis, y ese era Leo. Caminó hasta el lugar dónde solía encontrarlo, en el jardín central de la escuela, cerca de una pequeña banca blanca, sin embargo Leo no estaba ahí, así que se propuso regresar a su salón. Fue ahí que lo volvió a encontrar. ―Evans ―la llamó el chico de cabello negro ―Tú de nuevo ¿Me estás siguiendo? ―lo interrogó molesta. ― ¡Lo siento, lo siento! ―se disculpó bromista- olvidaba que no puedo acercarme a la propiedad privada de Artemis. ―Muérete, ¿quieres? ―le ordenó Emilie. ―Jajajaja, me gusta tu actitud ―rió nuevamente― Dime ¿ya te habló Artemis acerca de mí? ―Más bien yo le hablé de ti ―contestó seria. ― ¿Enserio? Eso suena muy interesante.... ―respondió coqueteando. ―Sí, le pregunté por ti, y Artemis dijo que eres un cabrón mentiroso, manipulador, misógino violento, y que era mejor que me alejara de ti. ―Vaya... ―miró disconforme― él sí que supo cómo presentarme... ―Aslan ―le llamó seria Emilie, lo que hizo que el chico se sobresaltara un poco― ¿Me dirías lo que pasó entre Artemis y tú en el pasado? la verdad, nunca te había visto... y él nunca te había mencionado antes. ―Pues.... ―Se detuvo abruptamente al oír que una chica llamaba el nombre de Emilie. ―¡¡Emilie!! ―llamó enérgicamente Noemi buscando a su amiga. ―Estoy aquí Noemi ―respondió fuerte, para luego mirar nuevamente a Aslan― ¿y bien?


Voces Disonantes – 6

Pági na |7

―Te contaré ―sonrió― pero sólo si aceptas almorzar conmigo hoy ―se detuvo para mirar a Noemi, quién se les acercaba― solos tú y yo ¿me explico? ―Está bien ―respondió sin cambiar su actitud para luego mirar a Noemi ― ¿Qué ocurre? ―Ah, Emilie... ―se detuvo Noemi a mirar a Aslan, quien se daba media vuelta para marcharse. ―Nos vemos, Evans ―se despidió sereno― Adiós enana ―se despidió de Noemi al pasar junto a ella, alejándose rápidamente. ―¿Ese era Aslan Mandler? ¿De verdad? ―preguntó sorprendida Noemi― ¡No se ve tan mal como los rumores dicen! ―¿Tú también lo conoces? ―curioseo Emilie. ―Solo de nombre ―respondió tranquila Noemi, para luego cambiar su expresión a una muy juguetona― ¡Dime Emilie! ¿No te gusta ni un poquito? él parecía querer impresionarte. ―Pues... ―empezó Emilie con una cara que dejaba ver un leve embelesamiento― no sé por qué tendría que decirte eso a ti.... ―¡Oh, vamos! soy tu amiga ―rió Noemi― Además, no me pondré paranoica como Artemis porque te guste alguien como Aslan... No debería juzgarlo sin conocerlo. ―¿Tú también piensas que actuó de forma exagerada, no? sobreactúa demasiado... ―Es cierto... actuar tan celoso si ni siquiera se esfuerza en dar un paso más contigo ―rió Noemi― sólo imagina cómo se pondrá Artemis si salieses con Aslan ―¡Basta, no es gracioso! ―le reprochó Emilie― y Por cierto...hoy almorzaré con él. ―¿¡Eh!? ¡Que rápida eres Emilie! ―brillaron los ojos de Noemi― ¡Retocaré tu rostro y arreglaré tu cabello! ―exclamó llevándola al baño poco antes de que sonara la campana que iniciaba la clase. La clase que vino a continuación se le hizo muy larga a Emilie, quien más que estar ansiosa por ver a Aslan, quería saber qué había ocurrido entre él y Artemis. Las ansias de la chica acabaron cuando sonó nuevamente la campana que anunciaba el almuerzo. Emilie miró entonces a Noemi, quién le guiñó un ojo dándole la señal para que saliera del salón mientras ella distraía a Artemis. Emilie se encontró de inmediato con Aslan fuera del salón esperando por ella, y la invitó a seguirlo amablemente hasta el comedor. Una vez ahí, se sentaron en una mesa para dos frente a frente, alejada del resto de las otras. Las intenciones de Aslan eran claras: reírse, comer, y hacer como si nunca le hubiese prometido contar nada. La paciencia de Emilie estaba por agotarse. ―Bien ¿Me dirás o no qué fue lo que ocurrió? ―le preguntó directamente la chica. ―Tranquila... ―respondió sereno― ¿Tanto te interesa ese chico? antes deberíamos comer...


Voces Disonantes – 6

Pági na |8

―Me harté ―lo interrumpió enfadada ― no quiero comer contigo, no me hace gracia tu actitud ―anunció poniéndose de pie. ―¡Está bien, está bien! ―la detuvo Aslan antes de que se fuese del lugar― te contaré qué ocurrió con Artemis ―dijo sentándose en su lugar― ¿Has oído hablar de cuando Eleanor empujo a Alicia de la escalera? ― ¿Alicia? ―preguntó confundida. ―Sí, Alicia, la otra novia de Artemis, ya debes conocerla ―rió― bueno... aquella vez Eleanor se enteró por rumores que ellos salían a escondidas, pero no tenía idea de dónde encontrarlos, así que recurrió a mí. ― ¿Por qué sabías tu dónde encontrarlos? ―Cuando alguien lleva tanto tiempo en este instituto, sabe dónde las parejas van a intimar a solas ―sonrió Aslan, a lo que Emilie respondió con una gran cara de desagrado― El caso es que Eleanor me dio bastante lástima, lloraba como una niña, así que decidí llevarla y esperar con ella hasta que llegaran ―hizo una pequeña pausa para tomar jugo y continuar― cuando llegaron comenzaron a besuquearse de inmediato, por lo que contuve a Eleanor antes de salir de nuestro escondite. Alicia le hablaba con voz muy melosa ¿sabes? me llamaba mucho la atención esa voz de... ―Aslan ―lo interrumpió Emilie― ¿podrías obviar esos detalles? ―Claro, claro ―se disculpó― Alicia le preguntó a Artemis cuándo dejaría a Eleanor, a lo que él respondió que no podía dejarla aunque ya no la amara, puesto que necesitaba agradar a la familia Blanchette ―Aslan miró fijamente a Emilie― Te imaginarás lo que es entrar a estudiar ingeniería o leyes bajo el amparo de la familia de Eleanor, ¿no? Artemis le explicó que necesitaba seguir con ella por su bien, y agregó que si continuaban así, procuraría que parte de los beneficios de salir con Eleanor también amparasen a Alicia. ― ¿Eso dijo Artemis? ―se sorprendió Emilie. ―Síp ―respondió simplón― Artemis quería colgarse de Eleanor para beneficiarse a sí mismo y a Alicia, fue en ese momento que todo explotó. Eleanor enfadada salió de dónde estábamos escuchando y enfrentó a Artemis. Claro que ella creyó hasta el final en su inocencia y culpó a Alicia de manipularlo, forcejearon, y Alicia cayó de la escalera. Artemis siempre me culpó a mí por llevar a Eleanor ahí, pero yo sólo hice lo que me pareció más justo. ―... ―Emilie se encontraba asombrada ante la historia que estaba escuchando ¿Era esa la razón por la que Artemis siempre evitaba el tema con ella? ¿Por estar utilizando a Eleanor? Las piezas empezaban a encajar poco a poco, y comprendía las acciones de Eleanor y Artemis. ―Y bien ―le miró con una sonrisa resplandeciente de maldad― ¿Qué piensas ahora de tu querido Artemis?


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.