BAGUIRA Y ANA
Baguira y Ana salen de paseo juntos, como cada tarde. Ana le cuenta a Baguira otra de sus muchas historias vividas durante sus viajes. Baguira se divierte mientras observa a Ana con admiración.
¡Qué valiente eres, Ana! Ojalá yo pudiera ir de viaje para contarte muchas historias también.
Las aventuras que viví me hicieron valiente. ¿Por qué no vas de viaje, Baguira? Siempre has querido ver el mar, y podría ser una buena oportunidad para enfrentarte a tu miedo al agua. Yo puedo ayudarte a llegar allí.
La playa…, eso suena genial, pero ¿cómo vas a ayudarme?
Prepararemos juntos tu mochila y la ruta que tendrás que seguir para poder llegar hasta la playa.
¡Genial! Gracias por ayudarme, Ana. Eres una buena amiga.
Baguira y Ana regresan de su paseo muy emocionados. Preparan juntos la mochila para el viaje y planean la ruta hasta la playa.
Bueno, Baguira, ya está todo listo para que mañana puedas salir de viaje.
¡Qué ganas tengo de empezar la ruta!
Al día siguiente, por fin, Baguira comienza su aventura.
¡Adiós, Baguira! Disfruta del viaje, nos vemos a la vuelta.
¡Adióóós!
BAGUIRA CONOCE A LIS
Baguira lleva varias horas caminando por el sendero del bosque que Ana le ha indicado en el mapa, ya le queda poco para llegar a la estación de trenes, donde tiene que coger un tren hasta el siguiente destino que le acercará más a la playa. Baguira sigue caminando y, de repente, escucha a una niña llorar. Se acerca, preocupado, y ve a la niña llorar sentada encima de una roca.
¡Hola! Me llamo Baguira, ¿necesitas ayuda?
La niña no responde a Baguira, y él cree que tal vez no lo haya escuchado con el llanto, así que prueba a tocarle en el hombro para que levante la cabeza, y así pueda verle. Al hacerlo, la niña se asusta y se cae hacia atrás. No lo había visto venir.
¡Hola! Me llamo Baguira, ¿necesitas ayuda?
La niña de nuevo no contesta a Baguira, pero le señala una etiqueta en su mochila. En la etiqueta pone Lis.
¡Oh! Te llamas Lis, entendido. Oye, Lis, ¿qué haces aquí sola llorando?
Lis no contesta a Baguira, le señala la oreja mientras le dice que no con la cabeza.
No puedes oírme, ¿eso quieres decirme?
Lis asiente con la cabeza.
Lis, si no puedes oírme, ¿cómo has entendido lo que te acabo de decir?
Lis se ríe, se acerca a Baguira y le toca los labios mientras se señala los ojos.
¡Guau! Puedes leer mis labios.
Lis asiente de nuevo.
¿Qué haces aquí sola, Lis?
Lis siempre lleva encima una cámara de fotos instantáneas. Abre su mochila para sacar la cámara y le enseña unas fotos a Baguira. En las fotos sale su familia y el bosque en el que están. Lis llora mientras le enseña las fotos a Baguira.
Has venido con tu familia al bosque, pero no están aquí, así que… ¿te has perdido, Lis?
Lis asiente con la cabeza y le enseña una foto de un merendero, que es el lugar al que tiene que ir, pues allí estará su familia. Baguira busca el lugar en su mapa y ve que está lejos de la ruta que tiene que seguir para llegar al tren.
Lis, voy a ayudarte a llegar hasta tu familia. Iremos juntos por el bosque hasta que la encontremos, no te dejaré sola.
Lis sonríe y se acerca corriendo a Baguira para darle un gran abrazo como señal de agradecimiento.
Oye, Lis, tú me lees los labios para poder entenderme, pero ¿cómo puedo entenderte yo?
Lis le enseña a Baguira la lengua de signos y le cuenta que usa sus fotos para comunicarse con quienes no saben signar.
¡Increíble, Lis! Tal vez podamos aprovechar el camino para que me enseñes un poco. Me gustaría mucho poder aprender a comunicarme de otras formas.
Lis sonríe.
Después de caminar durante un rato, por fin Baguira y Lis llegan al merendero de la foto de Lis. Ella sale corriendo al ver a su familia y les da un gran abrazo. Baguira se acerca a ellos y toda la familia abraza a Baguira. Gracias por haber traído a Lis hasta aquí, eres un buen amigo.
Lis también es una buena amiga, me ha enseñado muchas cosas durante el camino. Gracias a ella he aprendido que puedo comunicarme sin palabras, los gestos y las fotografías me han enseñado que no hay barreras para comunicarse. ¡Gracias, Lis!
Lis saca su cámara y le pide a su madre que le haga una foto con Baguira.
Lis le regala a Baguira la foto para que se acuerde de ella. Lis y su familia se despiden de Baguira, que se dirige a la estación de trenes.
¡Adióóós!
