Candela Vega
Como en un bosque de patas, feliz y protegida, vivía una jirafa muy buena, que Felipa por nombre tenía. En un país de veranos calurosos e inviernos muy fríos. Cuando ella en su bosque estaba, siempre se preguntaba por qué no tenía largas patas como los demás tenían. A Felipa esto le preocupaba, pero enseguida se le olvidaba cuando se iba a bañar.
En los días calurosos,
El pulpo le daba abrazos
y aunque no sabía nadar,
con cuidado y con esmero.
a ella le encantaba
Ocho abrazos cada día:
saltar y chapotear.
eran un regalo del cielo.
Y lo que más le maravillaba
El caballito de mar
era ver lo que pasaba
era un gran vigía,
en el fondo del mar.
ayudaba a la jirafa evitando que el flotador
El pez globo la miraba
se fuera con una ráfaga.
fijamente y sin recelo, a la vez que el pez martillo
En un agua cristalina
golpeaba su trasero.
querían vivir todos los peces, por eso el pez sierra, la medusa y el cangrejo recogían la basura muchas veces.
Así pasó el verano
Rauda y veloz,
hasta que llegó el otoño.
así como os digo,
Y de pronto un buen día
Felipa salió
el viento no vino solo,
a buscar abrigo.
sino que trajo compañía: nubes mojadas,
En su moto cantarina
el sol se escondía,
con su paraguas y su bolso,
hojas viajeras
y unas monedas de más
y el agua muy fría.
para comprarse un antojo. Se encaminó a la ciudad para allí poder encontrar unos calcetines calentitos, con los cuales sus pies abrigar.
¡Madre mía! ¡Qué lío
Rumbo al centro y sin complejos,
le esperaba en la ciudad!
sin idea y sin concierto,
Carteles había en gran cantidad.
empezó a caminar con la esperanza de pronto
Desdobló su gran mapa
sus calcetines encontrar.
y lo miró como con lupa. Parecía un laberinto,
Y en la primera tienda que vio,
no se aclaraba,
muy decidida, allí se coló.
todo aquello era distinto.
El equilibro de Morfeo i
Un camino largo que se hace corto. ISBN 978-84-19106-14-8
9 788419
106148