IndĂgenas del Uruguay De la prehistoria a Salsipuedes
Diego Bracco
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Pintura rupestre. Foto cortesĂa de AndrĂŠs Florines.
CAPĂ?TULO 1
La prehistoria
A
ntes, Uruguay no existía como lo conocemos
Se saben algunas cosas del pasado remoto, pero la mayoría per-
ahora. La costa, el campo, las plantas y los animales eran muy diferentes. No existía nuestro país y las fronteras ac-
manecen ignoradas. Historiadores y arqueólogos actúan como detectives para conocerlas. A veces, les parece que nunca sabrán lo sucedido. Así, es muy difícil imaginar que alguna técnica nos permita conocer el o los idiomas que se hablaban en este territorio hace cinco mil años.
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Sin embargo, gracias al progreso
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de la ciencia, se ha ido demostrando lo que antes parecía imposible. Por ejemplo, quienes investigaban un crimen en la épo-
des novedades. Algunas permitirán que los arqueólogos del futuro descubran mucho de lo que hoy es imposible saber. Pero vol-
ca de Artigas no sabían que las huellas digitales permiten iden-
vamos al carbono 14, porque nos dice desde cuándo hay pobladores en nuestro territorio.
quienes estudiaban el pasado antes del año 1950 empleaban el carbono 14, que permite establecer la antigüedad de fósiles. El carbono 14 está presente en todos los seres vivos y, en un laboratorio, sirve para determinar en qué época murieron.
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Niños, huesos y una punta de lanza Tras un invierno lluvioso hubo una gran sequía. Los ríos y arroyos que se habían desborda-
Uno de los niños estiró la mano, pero no llegó a tocarla, como si le causara miedo. Otro tomó su
do, en el verano quedaron casi sin agua. Algunas barrancas se desmoronaron y dejaron al descubierto lo que había estado enterrado durante muchísimo
lugar, pero un tercero preguntó: –¿Y si estamos rompiendo algo importante?
tiempo. Unos niños jugaban en el agua y les llamó la atención blanco. Se acercaron con la pre-
la maestra. Así, los niños hicieron un gran aporte a la investigación (los detectives en historia y arqueología suelen llamarse inves-
caución de quien se aproxima a un tesoro. Ya a un metro de distancia vieron que se trataba del esqueleto de un animal muy
tigadores). Fuera de su sitio, la punta de piedra no habría indicado que nuestro territorio estaba habitado por seres humanos
grande. Nunca habían visto unos huesos como aquellos. Además, entre dos grandes costillas había una piedra. Se acercaron más y no les quedó duda: era una pun-
desde hacía tanto tiempo.
ta hecha en piedra, posiblemente de una lanza.
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todo como estaba y preguntar a
No existen procedimientos directos para establecer la antigüedad de una piedra, aunque
Foto cortesía de Roberto Bracco.
cada por el hombre. En cambio, gracias al carbono 14 fue posible saber que el animal había muerto hacía muchos miles de años. Y así comprobar que en este territorio había cazadores en esa época. Sabemos que la punta de lanza mató al animal porque al estar junto al hueso debió atravesar piel y músculos. Cualquier pequeño movimiento podría borrar ese dato fundamental. Por eso los arqueólogos excavan con mucho cuidado y frecuentemente emplean pinceles para remover la tierra.
Cada cosa en su lugar Cualquier cambio en la escena de un crimen hace difícil o imposible la tarea de los detectives. Igual ocurre con la investigación en arqueología. Vasijas de si no las hemos movido, pueden darnos muchas pistas sobre el pasado.
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Los primeros pobladores y el paisaje
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La utilidad del carbono 14 En la playa hay muchas valvas, pero están mezcladas las de animales que murieron en distintas épocas. Adheridos a algunas rocas que dan al mar, hay mejillones vivos. Si el agua retrocediera, ese lugar se secara y el polvo lo tapara, quedarían como están. Mucho tiempo después encontraríamos ambas valvas. Podríamos
Gigantes de otros tiempos
someterlas a un análisis mediante
En nuestro territorio vivieron animales enormes. Se cree que se extinguieron
carbono 14 y sabríamos cuándo
hace unos diez mil años, quizás porque no pudieron defenderse de los seres
murieron. También, la época en
humanos que los cazaban. En el Museo Nacional de Historia Natural se conser-
que ese lugar se secó y empezó a
van restos de algunos de esos animales.
ser cubierto por el polvo.
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Los cerritos de indios y el ascenso de las aguas
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Excavación arqueológica en cerrito de indios. Foto: Cortesía de Roberto Bracco.
Desafíos para nuevos investigadores En Uruguay hay miles de cerritos de indios. Gracias al carbono 14 se sabe que empezaron a ser construidos hace más de 5.000 años. En algunos se han encontrabo objetos procedentes de Europa y eso indica que hubo actividad en ellos hace menos de 500 años. Hay muchos misterios en torno a los cerritos de indios, que tal vez nuevos arqueólogos, con nuevas técnicas, puedan esclarecer.
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Los documentos
¡90 millones de hojas escritas a mano! Una de las instituciones que conserva más documentación sobre nuestro pasado es el Archivo General de Indias, de la ciudad de Sevilla, en España. Solo en ese archivo hay más de noventa millones de hojas manuscritas, muchas de las cuales aún guardan secretos para los historiadores.
Archivo General de Indias, en la ciudad de Sevilla.
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Pérdidas y hallazgos Algunos documentos muy importantes se han destruido, por ejemplo durante incendios. Otros han desaparecido sin que se conozca la causa, como el diario que llevaba Juan Díaz de Solís. Ojalá en el futuro se encuentren. A veces reaparecen manuscritos muy interesantes. Por ejemplo, desde hace poco está en nuestro Archivo General de la Nación el diario de una embajada de paz que se creía perdido. Ese documento, conocido como “diario de Ifran”, relata el viaje que se hizo en el año 1800 para de las hostilidades a charrúas y guenoa-minuanos. En su portada puede leerse: “Diario llevado por mí, don Juan Bentura Ifran durante la expedición que hice a los campos de la otra banda del río Uruguay [...] para tratar de paces con las naciones incharrúas y minuanes”.
Pintura rupestre. Foto cortesía de Andrés Florines.
Los documentos Antes de la llegada de los europeos, los indígenas de nuestro territorio no conocían la escritura. Por lo tanto, de ese largo período solo sabemos lo que puede deducirse de los restos materiales. Por ejemplo, a través de lo encontrado alrededor de los fogones conocemos qué comían. También sabemos que al parecer no mataban determinados animales, como el carpincho. En otras partes del territorio se han ubicado decenas de pinturas y miles de grabados realizados sobre rocas. No se ha determinado con exactitud cuándo fueron hechos, pero las pinturas podrían tener unos mil años y los grabados quizás cuatro mil. Sin embargo, aunque hay diversas hipótesis, no es posible
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La fauna de nuestro territorio era muy variada y en algunos casos atemorizaba a los reciĂŠn llegados. Por ejemplo, en un libro publicado en el aĂąo 1686 puede leerse: -
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Cabeza de toro, dibujo del viajero inglĂŠs William Toller que estuvo en
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condiciones de vida en nuestro territorio. Los indígenas obtuvieron caballos para desplazarse y vacas para alimentarse. Los primeros en venir a buscar ganado a este territorio fueron los guaraníes que vivían en unos pueblos de carácter religioso llamados reducciones jesuíticas. Dirigiendo a los guaraníes venían religiosos jesuitas, que anotaron en mapas y otros documentos lo que veían. Numerosos de nuestro país tienen nombre guaraní debido a que los jesuitas anotaban los lugares con el nombre que empleaban estos indígenas.
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