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Laudato si´
Dos conferencias de la ONU. Una oportunidad
Los cristianos de todo el mundo celebramos el Tiempo de la Creación que comenzó el 1 de septiembre y finalizará el 4 de octubre, el día de la fiesta de San Francisco de Asís.
Nuestra casa común y nuestra familia común están sufriendo. La emergencia climática está provocando el aumento o disminución del nivel de mares y océanos, un planeta más cálido y eventos climáticos más extremos. Está devastando las vidas de nuestros hermanos y hermanas más pobres y ecosistemas imprescindibles para la vida.
Al mismo tiempo, los biólogos estiman que estamos llevando a las especies a la extinción a un ritmo entre 100 y 1.000 veces superior al habitual. “No tenemos derecho” (Laudato Si’ 33). “Porque todas las criaturas están conectadas, cada una debe ser valorada con afecto y admiración, y todos los seres nos necesitamos unos a otros” (LS 42).
Tenemos una oportunidad como ninguna otra.
En la Conferencia de las Naciones Unidas sobre la Biodiversidad (COP15), que se celebrará en octubre, los líderes mundiales tendrían que establecer los objetivos necesarios y suficientes para proteger la creación. En noviembre, en la 26ª Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP26), los países anunciarán sus planes para cumplir los objetivos del Acuerdo de París.
Antes de esas reuniones, desde el movimiento del Tiempo de la Creación han puesto en marcha la iniciativa denominada “Planeta Sano, gente sana”. En la Diócesis de Bilbao se clausurará este Tiempo, con una celebración ecuménica, a las 19:00 h. en la parroquia de San Francisco de Irala. Habrá diversos testimonios sobre hospitalidad en nuestras comunidades •
El cardenal Pedro Barreto, en Bilbao
En el marco de las celebraciones del Año Ignaciano 2021-2022, que conmemora el quinto centenario de la conversión de Ignacio de Loyola, el cardenal Pedro Barreto S.J, ofreció una conferencia en Deusto bajo el título “Actualidad de Ignacio de Loyola en el hoy de la Iglesia”. El arzobispo metropolitano de Huancayo, primer vicepresidente de la Conferencia Episcopal Peruana y presidente de la Red Eclesial Panamazónica (REPAM) desde 2020, disertó sobre la renovación de la Iglesia en clave sinodal y ministerial. En su visita a la Diócesis, tuvo un encuentro con el obispo Mons. Segura, con el que comparte amistad desde hace años. Habló para Alkarren Barri en torno a la situación de la Amazonía tras el Sínodo.
¿Ha cambiado algo la situación?
No sé si ha cambiado, pero, por lo menos, la Iglesia sí, en el sentido de preocupación. Además, el Papa ha utilizado también a Laudato Si´ para realzar la amazonía. Sobre todo, la ha puesto en valor. El problema ahora allí es la pandemia si´ y el problema ahora allí es la pandemia, que ha agudizado más la situación de maltrato a la naturaleza, asesinato a líderes amazónicos... Solamente en 2020 cada dos días asesinaron a un líder amazónico.
¿Qué mimbres dispone la Iglesia en esta situación?
La Iglesia católica desde el principio de la evangelización ha estado presente en la Amazonía. Pero lo más importante ahora es que, a través de la creación de la red eclesial panamazónica, se han articulado todos los esfuerzos dentro de la pastoral social, derechos humanos, cuidado de la naturaleza, la interculturalidad… Se han ido potenciando todos estos aspectos. De hecho, la Amazonía son 8 millones de kilómetros cuadrados de 9 países. Antes la Iglesia católica hacía lo que podía en cada país. Ahora ya es hablar de un bioma, y la articulación de 9 países, que es bastante complicado, pero al mismo tiempo, se está haciendo.
En realidad, es una de las experiencias más importantes de articulación, no solamente desde la Iglesia católica, sino también de las comunidades originarias, de los pueblos originales. Y es increíble ver cómo en la pluriculturalidad, con sus diferentes idiomas y sus dificultades, se da una riqueza muy grande. El problema es que, en este tiempo de pandemia, ha habido una incidencia muy fuerte en la explotación de los recursos naturales, de la de forestación, asesinatos... Y este 2021 esto ha continuado, lo que nos hace tomar conciencia que tenemos que trabajar mucho el eje de derechos humanos.
Ha venido a Bizkaia para hablar de “San Ignacio de Loyola hoy”. ¿puede darnos tres claves?
La primera clave es escuchar. De hecho, Ignacio nos enseña a escuchar a Dios, fundamentalmente es eso: la escucha de Dios, escucha de la gente, escucha también el clamor de la naturaleza.
Y hay algo clave de Ignacio que es el discernimiento espiritual. La búsqueda de lo que Dios quiere que nosotros, hoy, podamos hacer.
Y actuar, como Iglesia, como comunidad.
Esto me parece es el camino que hoy la Iglesia está viviendo: Escuchar, discernir y actuar •