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Donejakue Bidea
De Gernika a Bilbao
1. El peregrino deja atrás Gernika con el ascenso al monte Bilikario, superando un desnivel de 260 metros. Tras cruzar el barrio de Pozueta en Muxika, el camino pasa por la ermita juradera de San Esteban de Gerekiz (Morga), una de las parroquias más antiguas de Bizkaia. Más adelante se accede al barrio de Goikoelexalde de Larrabetzu, donde se puede visitar la imponente iglesia de San Emeterio y San Celedonio del siglo XVI.
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2. Siguiendo el camino, los pasos llevarán al caminante hasta Lezama, en cuya iglesia de Santa María del siglo XIII, tiene lugar todos los viernes a las 18:30 horas una oración por los peregrinos que al pasar inscriben su nombre en la puerta de la parroquia. Muy cerca de la iglesia destaca el humilladero del Santo Cristo, uno de los más bellos ejemplos de humilladero barroco y del que se tiene noticia ya desde mediados del siglo XVI.
3. Dejando atrás Lezama, un paseo totalmente urbano nos lleva hasta Zamudio, en cuyo barrio de Arteaga se encuentra la majestuosa iglesia de San Martin, templo barroco del siglo XVI. A partir de allí, el último obstáculo a salvar para llegar a Bilbao es la subida al Monte Avril, siguiendo parte de la calzada de los Zamudianos, antiguo camino real procedente de Bermeo. Coronado este, la recompensa es la vista panorámica de la muy Noble y Muy Leal e Invicta Villa de Bilbao.
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5. A través de las Calzadas de Mallona, junto a las que se ubicó el primer cementerio de la villa, se accede al casco viejo. Pasando frente a la iglesia de los Santos Juanes, que cuenta con un altar dedicado al Sagrado Corazón único en el mundo, se accede al corazón de las siete calles. Allí se encuentra la catedral de Santiago, templo edificado entre finales del siglo XIV y principios del XVI en estilo gótico y joya del recorrido compostelano en Bilbao. Este edifico alberga el único claustro gótico, junto con el del Convento de San Francisco de Bermeo, que se conserva en Bizkaia •
4. A Bilbao se accede a través de barrio de Begoña, en el que se ubica el santuario mariano más importante de Bizkaia, edificado exactamente en el punto en el que la tradición afirma que la Virgen exclamó “bego oña!”, manifestando su voluntad de permanencia. En este templo de estilo gótico tardío la amatxu lleva años recibiendo tanto a los peregrinos de paso hacia Santiago de Compostela como a los que cada año, con motivo de la fiesta de su asunción a los cielos, peregrinan desde sus hogares para rendirle homenaje. Nuestra Señora de Begoña fue proclamada patrona del Señorío de Vizcaya por la Diputación General un año después de un curioso acontecimiento: el primero de noviembre de 1737 y estando la villa anegada por las lluvias torrenciales caídas desde la víspera, las gentes subieron a Begoña para pedir al párroco que les dejara sacar y bajar la imagen hasta el convento de la Cruz; milagrosamente las aguas comenzaron a descender a medida que la procesión avanzaba. La declaración canónica de la Santa Sede no llegaría hasta 1903 de la mano de Pio X.
