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Wine & Forno (WAF)
from BeatHey Mag #11
by BeatHey
POR MIGUEL WARLIES
Diego Colacioppo, poeta, amante de la gastronomía y de los buenos sabores y sobre todas las cosas, una persona excepcional, nos conocemos hace mucho tiempo. Este año conocí gracias a las redes sociales la existencia del ciclo WAF (Wine & Forno), me agarró curiosidad. Descubrí que es su nuevo emprendimiento junto con Maxi Hotastegui. En esta entrevista quiero compartirles sobre la experiencia WAF, by Diego & Maxi.
¿Cómo describirías WAF en una frase?
Wine and Forno (WAF) se trata de unir y reunir. Maxi Hotasegui y yo unimos su técnica de amasado con mi fascinación por capturar historias de vinos hechos en nuestro país. Desde esa unión se alcanza la reunión de otras personas que demuestran interés por descubrir junto a nosotros un modo descontracturado de coquetear con lo epicúreo.
¿Qué particularidad tiene el ciclo WAF?
Cada ciclo WAF consta en la presentación de 4 o 5 etiquetas de vinos argentinos ante un grupo de 20 a 25 personas. A cada vino se lo marida con entrantes y variedad de pizzas, todo ello realizado con masa madre.
Se abona un ticket de único importe que integra bebida, hidratación, comida y postre para pasar una velada de 3 hs a puro disfrute. WAF es un ciclo itinerante que pulula por diferentes espacios no convencionales del AMBA.
¿Quiénes llevan adelante la iniciativa?
Desde febrero de 2023 junto a Maxi Hotasegui llevamos adelante los ciclos WAF. Maxi experto en masa madre y desde el horno napolitanos y las diferentes panificaciones italianas, y yo pinchando diferentes vinos argentinos, en su mayoría de viñedos sin tanto renombre comercial.
¿Cómo tomaron la decisión de realizar el primer encuentro y cuando fue?
La decisión se tomó desde un eje emocional, no hubo una estratificación ni un plan a corto o largo plazo. La base madre de WAF es nuestra intención de compartir nuestro idilio por el buen beber y el buen comer. Dicha intención determina al unísono la autenticidad de nuestras acciones sobre los comensales que participan de cada ciclo WAF. Fue después de ser campeones mundiales, el último verano.
Para nosotros emprender es revolucionar, generar nuevas alternativas que aporten valor a la comunidad. ¿Coinciden? ¿Cuál es su revolución?
Coincidimos plenamente, en tanto desde WAF tenemos como propósito la resignificación de plenitud en cada una de las personas que ingieren nuestros platillos y beben los vinos que seleccionamos con absoluta delicadeza y el poder de las historias que se acumulan en la creación de vinos y en la tertulia de cada reunión.
Si tuvieras que explicar en palabras la esencia que los motiva, ¿cómo sería?
La esencia que nos motiva trafica sensibilidad en cada intercambio, en el rol de anfitriones: nuestra tendencia es valorar la percepción diferente a la nuestra y no caerles con ningún dogma al momento de descorchar botella o servir un sabor con textura distinta a las habituales.
Pensando a futuro, ¿cómo les gustaría que evolucione WAF?
El faro de WAF es nuestra alegría, si nos reímos y no de nervios, estamos evolucionando. El nervio se activa cuando sos presa de la totalidad social (de donde sos, cuál prepaga tenés, etc)
¿Cuál les gustaría que sea la emoción que despierte en la gente cuando escuchen el nombre WAF?
Sí se dejan alumbrar por nuestro faro (la alegría) estamos más que satisfechos.
La música y la gastronomía generalmente comparten caminos. Los invitamos a que dejen en este espacio un mensaje directo a los lectores de BeatHey Mag.
Somos 2 padres de más de 40 años, ya reversionamos recetas de abuelas propias y madres ajenas para alimentar a nuestros hijos, y en cada una de esas reversiones prima el respeto a la identidad y amor propio por nuestras capacidades (confianza). Respeto y confianza para convivir y celebrar la vida: lo que pasa cada vez que alguien elige qué comer y qué escuchar, casi un boceto de nuestra cultura.