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Crónicas del futuro: Cómo hablar

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El desconcertante

El desconcertante

EXPLORER CRÓNICAS DEL FUTURO

AlterEgo es un aparato que se ajusta a la cara. Servirá para que podamos comunicarnos en silencio con diversos dispositivos y con otras personas.

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DE CÓMO HABLAR CON LAS MÁQUINAS SIN ABRIR LA BOCA

NOLEELAMENTE,PEROTAMPOCOLONECESITA.ALTEREGO ES UN DISPOSITIVO QUE DETECTA PEQUEÑOS MOVIMIENTOS EN LOS MÚSCULOS INVOLUCRADOS EN EL HABLA PARA AVERIGUAR QUÉ QUIERE DECIR LA PERSONA QUE LO UTILIZA.

l pasado mes de agosto, el

Efamoso empresario estadounidense Elon Musk anunció que Neuralink, una de sus compañías, había desarrollado un avanzado implante cerebral. Según Musk, el invento –que ya analizamos en esta sección– revolucionará pronto la forma en que controlamos las máquinas. Es un pequeño disco del que salen miles de POR ÁNGEL JIMÉNEZ DE LUIS finísimos electrodos

@angeljimenez

que implanta en el cerebro un robot quirúrgico de alta precisión: leen la actividad cerebral y permiten usarla para manejar todo tipo de dispositivos, incluidas las prótesis de quienes tengan ciertas discapacidades. No es una idea nueva, pero Neuralink promete hacerlo de forma más rápida y eficiente de lo que era posible.

Sin embargo, en el Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT) no tienen ganas de esperar. Puede que hayan encontrado una solución más efectiva y que no requiere implantar electrodos en el cerebro, un procedimiento complejo y costoso, aunque se automatice. El proyecto del MIT no busca exactamente el mismo objetivo que el de Elon Musk, pero si funciona –y por ahora parece que lo hace– nos permitirá controlar diferentes dispositivos sin darles órdenes orales. Más o menos.

Estamos hablando de AlterEgo, una interfaz neuronal periférica no invasiva y portátil –puedes verla en las fotos–, que permite a las personas conversar en lenguaje natural con máquinas o asistentes virtuales sin necesidad de abrir la boca. Simplemente hay que articular las palabras internamente, como pensando en lo que se quiere decir... sin decirlo.

CUANDO HABLAMOS ‘EN SILENCIO’, EL CEREBRO ENVÍA LOS IMPULSOS

necesarios para mover la mandíbula, la lengua y las cuerdas vocales, aunque optemos por no expresarnos en voz alta. No es exactamente lo mismo que pensar en las palabras, pero también puede hacerse de manera imperceptible y silenciosa, moviendo solo ligeramente la lengua y los órganos implicados en el habla, y manteniendo los labios sellados.

Los responsables del proyecto lo explican así: “¿Recuerdas cuando aprendiste a leer? Al principio decías en voz alta las

MIT MEDIA LAB

palabras que veías, pero luego aprendiste a expresarlas interna y calladamente. El habla silenciosa consiste en un esfuerzo consciente por decir palabras, caracterizado por movimientos sutiles de los órganos internos del habla, pero sin llegar a pronunciarlas”. AlterEgo capta estas señales neuromusculares y las interpreta, de forma que entiende lo que queremos y envía nuestra petición a un aparato. Así suple la necesidad de comunicarse en voz alta con un altavoz inteligente o con el teléfono móvil, por ejemplo.

El sistema no lee la mente, solo interpreta los impulsos que el cerebro manda a los diferentes músculos, pero en muchos casos basta para comprender lo que el usuario pretende decir. Según los inventores del dispositivo, el hecho de que este no registre directamente los impulsos en el propio cerebro añade un extra de privacidad al asunto.

Cuando AlterEgo quiere comunicarse con su usuario también lo hace de forma silenciosa para oídos ajenos: usa la conducción ósea, una técnica que emplean algunos auriculares disponibles en el mercado. Consiste en transportar los sonidos a través de la mandíbula y otros huesos del cráneo. Las vibraciones acústicas se propagan por ellos hasta el oído, de forma que se puede escuchar música o una llamada telefónica sin bloquear el sonido del mundo exterior, como sí ocurriría con unos cascos convencionales. Es un sistema utilizado por los militares por esa misma razón: no disminuye la capacidad auditiva de los soldados.

LO QUE SE LOGRA CON TODO ESTO ES UNA INTERACCIÓN HUMANO-MÁQUINA que se experimenta como algo interno. Es un poco como hablar con uno mismo, y en teoría nos permitirá comunicarnos con diversos dispositivos sin dejar de prestar atención al entorno. Podremos caminar por la calle mientras dictamos un mensaje o consultamos el correo, pero sin dar instrucciones en voz alta como las que necesitan los actuales asistentes virtuales. Y la cosa puede ir mucho más allá: los de-

ESTE APARATO PODRÍA AYUDAR A QUIENES HAN PERDIDO EL HABLA, Y HASTA PERMITIR UNA

ESPECIE DE TELEPATÍA

sarrolladores de AlterEgo creen que en un futuro este tipo de dispositivos ayudarán a las personas con trastornos del habla, incluidas las que padecen esclerosis lateral amiotrófica (ELA) o esclerosis múltiple. Podría incluso permitir una aproximación a la telepatía, con dos personas manteniendo una conversación en silencio.

Hasta la fecha, el sistema ha sido probado con un pequeño repertorio de palabras y frases cortas, y ha alcanzado más de un 92 % de precisión cuando se utiliza con un vocabulario específico para una aplicación determinada. La cifra es muy prometedora, aunque aún estamos hablando de un prototipo de laboratorio, y que en su estado actual también requiere de un entrenamiento previo del usuario para lograr un funcionamiento eficaz. El objetivo de los responsables del proyecto es que en el futuro sea el propio sistema el que se adapte a la persona, lo que hará que tal aprendizaje resulte más corto.

El mayor obstáculo al que se enfrenta AlterEgo tal vez sea estético. Ahora es una especie de cinta muy visible, que se adhiere a la mandíbula y va de la oreja a la barbilla, aunque incluye pocos electrodos. Los investigadores del MIT piensan que podrían mejorar notablemente la precisión del reconocimiento de las señales neuromusculares si se repartieran más electrodos a lo largo de la mandíbula, pero aún están buscando cómo hacerlo de forma más discreta y eficiente.

LORRIE LEJEUNE

Arnav Kapur, ingeniero del MIT, prueba el dispositivo AlterEgo, que ha contribuido a crear.

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