0004

Page 1



. Enfasls ,

Ajustes culturales Así como el filósofo Claude Levi Straus, con su sentencia de que lo natural es lo que se hace y lo cultural cómo se hace, zanjó el debate sobre la universalidad de la cultura, Silvia Torres-Saillant, con su afirmación en este número de Global de que "si la cultura salvara alos pueblos, ya todos los pueblos se habrían salvado, dado que no existe pueblo sin cultura", pone fin ala confusión acerca de la función de la cultura, función que el Estado dominicano había oficializado usando como divisa la frase del pensador Pedro Henríquez Ureña, "sólo la cultura salva a los pueblos", pero sacándola fuera de su ineludible contexto. Asimismo son pertinentes las críticas del profesor de la Universidad de Syracuse -y uno de los líderes de la diáspora dominicana- al Estado que fomenta una política apoyada en concepciones culturales excluyentes y que oculta la hibridación de los valores ycomportamientos que conforman lo dominicano. Mientras "el espacio cultural de la Cofradía de los Congas del Espíritu Santo de Villa Mella" es exaltado por la Unesco -¡en la primera proclamación de patrimonio intangible que hace esta institución en 2001!- a obra maestra del patrimonio oral e inmaterial de la humanidad, el Teatro Nacional de la República Dominicana aún no se honra y enorgullece llevando a sus escenarios el trepidar de los palos de Pío Brazobán y Sixto Minier. Bienvenidas sean por igual la confianza y la esperanza de Torres-Saillant en queel Estado dominicano, después de la segunda mitad de 2004, haya comenzado apracticar una política cultural más inclusiva, en la cual lo nacional esté lleno de toda su heterogeneidad. Hay que advertir, sin embargo, que para que esto sea posible no basta con que los nuevos regentes del Estado convengan con esa nueva concepción; es preciso que los escogidos para ejecutarla estén de acuerdo con ella y dispuestos a realizarla. Quienes creen que la cultura es estática y que su patrimonio es sólo lo tangible, lo monumental, no pueden ejecutar unos lineamientos que entiendan que la cultura se transforma y que su patrimonio se nutre también de lo intangible: de las tradiciones, de los valores, de los comportamientos ... de la gente. Quienes creen que la cultura nacional se reduce ala contribución de una etnia, pueblo onación, no pueden poner en práctica unas posturas que reconozcan que la cultura nacional es un híbrido resultado de varios aportes.

Carlos Dore Cabral


IDO 4-Cultura: La actualización de un concepto Por Silvio Torres-Saillant Todavía predomina en los círculos de la sociedad dominicana consagrados a la "promoción cultural" una lógica que reduce la noción de cultura a las letras, las "bellas artes" y la erudición. Este artículo propone, muy al contrario, difundir un concepto libre de los protocolos de exclusión fomentados hasta ahora para llegar a un concepto: el que dice que una cultura será eficiente en la medida en que prepare a una población para lidiar efectivamente con las exigencias que le presenta su hábitat.

12-EI Estado dominicano del siglo XX Por Leopoldo Artiles Este trabajo sostiene la hipótesis de que el Estado dominicano fue construido como una estructura política de carácter patrimonialista, clientelista yautoritario. Con el paso del tiempo, esta estructura mantiene una relación tensa con la democracia, obstaculizando su potencial y bloqueando las posibilidades de construir un Estado más coherente con los principios constitucionales e impidiendo un desarrollo de formas de representación más eficaces y auténticas.

26-Migración haitiana y Ciencias Sociales Por Carlos Dore Cabral Este no es un artículo sobre la presencia haitiana en la República Dominicana, sino una breve historia de cómo los científicos sociales dominicanos han estudiado este fenómeno. Para hacerla se ha procedido de la forma que aconsejaba uno de sus más importantes cultores, Isaiah Berlin, "adentrándose en las mentes y puntos de vista de las personas que las sostuvieron, así como en los contextos sociales y culturales de los que formaban parte". 2 GLOBAL

38-EI merengue, símbolo de identidad nacionál Por Darío Tejeda La trayectoria del merengue ilustra una de las grandes paradojas de la historia dominicana y, en gran medida, latinoamericana: aquella en que un fenómeno que al principio fue aborrecido por la elite intelectual, terminó convirtiéndose en un emblema de la identidad nacional. Hoy se cumplen 150 años de la primera aparición en un medio de comunicación de un escrito relativo a este género.

48- El modelo europeo para el Norte del Hemisferio Occidental Por Bernardo Vega La idea de crear la comunidad de América del Norte, que incluiría a Canadá, Estados Unidos y México, ya ha sido planteada anteriormente. Esta nueva contribución trata de ensanchar el concepto para incluir a Centroamérica y el Caribe. Como modelo, la Unión Europa, y como resultado, la Comunidad del Norte del Hemisferio Occidental (CNHO).

INFORME ESPECIAL Aportes del Foro de Biarritz a la gobernabilidad Global recoge tres trabajos sobre la relación entre forma de gobierno y gobernabilidad, presentados en elll-Encuentro del Grupo de Biarritz, organizado por Funglode. Estos textos abren un debate al presentar tres aportes muy significativos, dos con posturas opuestas, pero ambos provenientes de experiencias personales en el ejercicio del poder desde el Estado, y el tercero referido al poder creciente de los medios de comunicación y de la información sobre la gobernabilidad. Introducción de Rafael Toribio.


60-Cien años del Bloomsday Por Frank Báez Rosario El 16 de junio de 2004 se festejó el centenario del Bloomsday, celebración del día en que está basada la novela Ulises, de James Joyce. Este artículo hace un recorrido de la efeméride, desde las rimbombantes festividades de la conmemoración hasta el origen de la fecha de la cita amorosa entre el escritor irlandés y la que después sería su futura esposa.

68-Los Estados árabes contra Palestina Por Miguel Ángel Bastenier Los palestinos nunca han visto con entusiasmo la fundación en su seno de un Estado verdaderamente independiente y mucho menos que corriera el riesgo de ser democrático. Hoy, con la desaparición del fundador del hecho mitológico palestino, Yasir Arafat, esto es tan cierto como lo era en 1948, cuando paralelamente a la proclamación formal del Estado de Israel nació la reivindicación nacional del pueblo refugiado y guerrillero.

74-Universidad y desarrollo humano en un contexto global Por Inmaculada Madera Desde la perspectiva de la complejidad, esta reflexión pretende ser una aproximación pro positiva a los fenómenos sociales en general y a la Universidad dominicana en particular, analizando sus procesos intrínsecos de evolución y su interacción con el entorno, así como su impacto actual y potencial en el desarrollo humano.


LA ACTUALIZACIÓN DE UN CONCEPTO Por Silvio Torres-Saillant Fotos: Pedro Jaime Fernández

Todavía predomina en los círculos de la sociedad dominicana consagrados a la IIpromoción cultural" una lógica que reduce la noción de cultura a las letras, las "bellas artes" y la erudición; noción que hoy ha perdido vigencia. La cultura criolla -en la expresión amplia de su complejidad, riqueza y variedad - permanece desconocida por los estamentos oficiales formalmente responsables de promoverla. Este trabajo trata de difundir un concepto libre de los protocolos de exclusión, fomentados por los regímenes anteriores, para llegar a un concepto: el que dice que una cultura será eficiente en la medida en que prepare a una población para lidiar efectivamente con las exigencias que le presenta su hábitat. 1 estribillo que reza "Qué cultura va a tener si nació en los carbonales", en un vallenato titulado "La gota fría" popularizado por el cantante colombiano Carlos Vives, recoge la tesis de que mientras más humilde la procedencia de la persona, menor su grado cultural. El vocablo latino cultura, derivado del verbo colere, tiene originalmente un significado religioso y otro agrícola. Se rinde culto a tal o cual divinidad así como se cultiva la tierra (Corominas y Pascual 1980:228-89). Temprano en la lengua española la acepción agrícola engendró metafóricamente una asociación con el esmero social o intelectual y el refinamiento del individuo. Así lo regis-

4

GlOBAL

tra el Diccionario de Autoridades publicado por la Real Academia en 1726 (Real Academia 1964:699). Se hizo común la definición de cultura como el "mejoramiento de las facultades físicas, intelectuales y morales del hombre" (Casares y Sánchez 1963:245; Moliner 1966:841) y "el cultivo del espíritu" por vía de "las creaciones del lenguqje, la literatura, el arte, la ciencia, la filosofía, la moral, el derecho, la sociedad y el Estado" (U.T.E.R.A. 1951 :833). Al asociarse al perfeccionamiento individual mediante la erudición, dicha definición abrió un esquema cuantitativo que estipulaba el nivel cultural de una persona a partir de su mayor o menor formación intelectual.



Una mujer concentrada en un video-juego en la comunidad de Mata los Indios. Página anterior: hermano de Sixto Miniere con la Cofradía del Espíritu Santo portando un crucifijo, en lacomunidad de Mata los Indios, en VillaAltagracia.

Es decir, una persona con educación universitaria aventajaba en cultura a quien apenas hubiera cursado la primaria. Como los humildes carecen de los recursos para costear una buena instrucción, bien se podía dudar de la cultura que pudiera tener un individuo nacido "en los carbonales". El esquema antes descrito daba a la minoría ilustrada, en base a su presunta elevación espiritual, un rango superior al del grueso de la cuidadanía. Legislaba que a la élite docta le tocaba dirigir la sociedad o por lo menos ocupar en ella una posición de privilegio. Confería a los cultos la potestad de dictarles pautas al resto de la población, a la cual no le reconocía condición cultural. Afincado en su medular prejuicio de clase, llegó a señalar "la irrupción de las masas en la sociedad" como una causa de la "la crisis de la cultura en nuestra época" (U.T.E.R.A. 1951 :834). Este esquema elitista también promovía el etnocentrismo y el autodesprecio, pues el mismo raciocinio que postulaba la superioridad de la minoría docta con respecto al ciudadano común también se extendía a la superioridad de las sociedades occidentales con res pecto a aquellas que gozaban de menor prestigio en el plano de la erudición y las artes a escala internacional. De ahí que todavía hoy cualquier persona dominicana, sin excluir a los doctos, acepta que la cultura europea supera a la suya. Se trata de una herencia colonial que inculca el autodesprecio e induce a aceptar axiomáticamente la superioridad cultural de sus antiguos amos.

Sin vigencia Con el surgimiento de la culturología en las Ciencias Sociales y más recientemente la rama interdisciplinaria llamada estudios culturales, ya la visión elitista y etnocéntrica de la cultura ha perdido vigencia. Se entiende que todo pueblo tiene cultura y que no existe la superioridad de una cultura con respecto a otra. En su definición académica actual, cultura no significa erudición. Compuesta tanto por elementos materiales como inmateriales, la cultura consiste en "los patrones de vida complejos desarrollados por los humanos y transmitidos a través de las generaciones", incluyendo "las normas, las costumbres, los hábitos, el lenguaje y los artefactos" (Raque 1994:443). Una cultura será eficiente en la medida en que prepare a una población para lidiar efectivamente con las exigencias que le presenta su hábitat.

6

GLOBAL

Desde que el antropólogo británico Edward Burnet Tylor, hace ya más de 130 años, describió la cultura como un "complejo entero que incluye conocimientos, creencias, arte, moral, ley, costumbres y todas las otras capacidades y los hábitos adquiridos por el ser humano como miembro de la sociedad", las definiciones sucesivas han recalcado insistentemente su complejidad. (Tylor 1958:1). Un texto divulgador de lo que se ha venido a llamar "teoría cultural" explica que la cultura "comienza en el punto en que los humanos sobrepasan los límites de la herencia natural que les ha sido dada" (Edgar y Sedwick 1999:101-02). La cultura, entonces, se cimenta sobre la base de la coexistencia material y psicológica de los individuos que constituyen una sociedad. Se ubica en la especificidad histórica de un conglomerado humano en su lugar y tiempo determinados pero sin atribuirle cualidades eternas ni transcendentales. Se sabe "por los records prehistóricos e históricos que los patrones culturales de toda sociedad están constantemente cambiando" (Vogt 1968:554). La cultura entonces es fluida. Su naturaleza cambiante se hace aún más patente en la era de las computadoras, las telecomunicaciones, Internet y las demás tecnologías que acortan las distancias y subrayan la textura transnacional de la vida moderna. La cultura urbana de nuestros abuelos poco se asemeja a la de


Fieles ante el altar de la Virgen de la Altagracia en la comunidad de Mata los Indios.

nuestros hijos. Se podría decir otro tanto de la rural. Las sociedades política y económicamente dependientes, como la dominicana, se hacen necesariamente porosas a las influencias externas. Hospitalaria a lo extranjero, la República Dominicana depende económicamente del turismo, las remesas monetarias de los emigrados y las zonas francas, tres fuentes que por su naturaleza colocan al país en contacto ineludible con fuerzas culturales externas. Vale agregar la práctica ya común de vender las empresas del Estado y grandes trechos del territorio nacional a inversionistas foráneos, añadiendo variables a la mutabilidad de los procesos culturales.

En desuso Ha caído en desuso la visión que presentaba la cultura como un proceso de refinamiento a través del cual el individuo se hacía superior a sus compatriotas. También se volvió obsoleta la noción que equiparaba la cultura con el bien, un conjunto de saberes y preceptos que ennoblecían a la persona. En la novela El asesino ciego (2001 ), que le mereció a la canadiense Margaret Atwood el prestigioso premio Booker, la narradora rememora la idea de cultura de su abuela Adelia: "Ella procuraba la cultura, lo que le daba cierta autoridad moral. Ahora ya no; pero para entonces la gente creía que la cultura te hacía mejor - una mejor persona ... Todavía no habían visto a Hitler en el teatro de la opera" (Atwood 2001: 59).

Para los especialistas resulta ingenuo atribuir rectitud moral a todo lo relacionado con la cultura. La cultura no es inherentemente buena. Su textura moral dependerá del contexto particular que la produzca. También hay que mirar con cautela la supuesta unidad cultural que normalmente atribuimos a las sociedades. Muchas veces, detrás de la apariencia de unidad se esconde un prontuario de crueldad. Si los mayas en Quintana Roo, Península de Yucatán, comparten con el Distrito Federal los patrones generales de una cultura mexicana unitaria, la homogenización que creó esa unidad no se dio sin grandes cuotas de violencia. Hoy los dominicanos viven el merengue como una expresión cultural intrínseca de la identidad nacional, pero los estudiosos enseñan que ese ritmo le debe su vigencia a una cruenta dictadura. Si yo miro con sospecha a un pretendiente de mi hija a quien se le conoce cierta predilección por lo gallos, mi reacción responderá al impacto que tuvo en los gustos de la población la ocupación norteamericana de 1916 a 1924, cuando el béisbol favorecido por los invasores efectivamente reemplazó a la gallera como pasatiempo favorito del país. Debido a que las élites tienen el poder para legitimar las formas culturales de su preferencia, en ocasiones grupos pertenecientes a los estratos menos privilegiados de la sociedad necesitan luchar para legitimar sus expresiones con el fin de aumentar su aceptación. El éxodo dominicano hacia los Estados Unidos, que ha incrementado el poder adquisitivo de comunidades marginales poseedoras de formas culturales anteriormente menospreciadas, ha logrado inyectar vigor a la música de palos, al gagá y a la bachata. Estos y otros ritmos asociados a poblaciones rurales y mayormente negras, han ganado el favor colectivo de la población gracias al influjo de los emigrados. En fin, no tiene nada de nítido el origen de las formas culturales que hemos llegado a reconocer como propias de nuestro "carácter nacional".

¿Cultura que salva? La fachada del edificio central de la Secretaría de Estado de Cultura de Santo Domingo despliega un rótulo de gruesas letras que forman el lema "Sólo la cultura salva a los pueblos". Sacado fuera de su imprescindible contexto en un escrito de Pedro Henríquez Ureña, dicho postulado constituyó un credo para el primer funcionario que ocupó el puesto de Ministro de Cultura de la República

7


Dominicana. He aquí un juicio típico del mismo: "La cultura es un elemento fundamental de liberación, reafirma la identidad y fortalece el espíritu. Sin cultura ninguna nación puede salir adelante" (Raful 2003 :8). Vale la pena hurgar en estas extrañas afirmaciones porque la idea de cultura que tenga un ministro habrá de impactar directamente en las políticas culturales promovidas por su gestión. A final de cuentas, será la población quien pague las consecuencias de dicha idea. Si la cultura salvara a los pueblos, ya todos los pueblos se habrían salvado dado que no existe pueblo sin cultura. Pero aparte de eso, poca gente sensata se atreverá a darle a la cultura ese monopolio salvador. La sobriedad analítica más bien se inclinaría por fortalecer la economía, la ley, la justicia social, los servicios de salud, la educación y los demás renglones constatables del mejoramiento social colectivo. También valdría la pena averiguar de qué nos salvaría la cultura y si tal cosa tiene precedente verificable. La cultura española, con su cante jondo, sus zarzuelas, su Siglo de Oro y su Arcipreste de Hita no se salvó de la Inquisición, la perversidad colonialista o la barbarie franquista. La cultura dominicana con toda su riqueza, desde el lirismo de Salomé Ureña hasta la suculencia del sancocho, no nos evitó la masacre de 1937, la violencia generalizada de la dictadura ni el envilecimiento colectivo de los 12 años. Ni Beethoven, ni Goethe, ni Novalis, ni Rilke le ahorraron a los alemanes la desgracia de delinquir contra la humanidad durante el período nazi. Tampoco la poesía de la PU~iade, ni el espíritu de joie de vivre, ni el cinéma verité, ni el nouveau roman ayudaron a Francia a abstenerse del oprobio colonial o de colaborar con la depravación hitleriana. La grandeza cultural de Italia, que lideró el llamado Renacimiento y la comedia del arte y el prodigio culinario de las pastas, no cerró las puertas al advenimiento del fascismo . En fin, nos falta noticia del primer pueblo cuya cultura lo haya salvado del crimen, la indignidad y la deshumanización. Denunciando la caducidad y la perversidad del concepto que circunscribe la cultura a la erudición y el supuesto refinamiento, Antonio Gramsci decía en 1916: "Hay que perder la costumbre y dejar de concebir la cultura como saber enciclopédico en el cual el hombre no se contempla más que como un recipiente que hay que llenar con datos empíricos, con hechos en bruto e inconexos que él tendrá luego que encasillarse en el cere8

GLOBAL

bro como en las columnas de un diccionario para poder contestar, en cada ocasión, a los estímulos varías del mundo externo. Esa forma de cultura es verdaderamente dañina, especialmente para el proletariado. Sólo sirve para producir desorientados, gente que se cree superior a los demás porque ha amontonado en la memoria cierta cantidad de datos y fechas que desgrana en cada ocasión para levantar una barrera entre sí y los demás" (Gramsci 1970:15).

Sus males La cultura ni nace al margen de la sociedad que la produce ni se exime de sus valores. Retrato de una formación social determinada, refleja sus correspondientes males. La sociedad hebrea de la época de Moisés era misógina y esclavista. Por eso en el décimo de los mandamientos recogidos en el "Deuteronomio" Jehová sólo habla a los varones, declara a la hembra propiedad del varón y legitima la esclavitud. Dirigiéndose al varón libre, le ordena: "No codiciarás la mujer de tu prójimo, ni desearás la casa de tu prójimo, ni su tierra, ni su siervo, ni su sierva, ni su buey, ni su asno ni cosa alguna de tu prójimo" (Deuteronomio 5.21). A! carecer la sociedad hebrea antigua, milenios atrás, de la sensibilidad que sociedades contemporáneas hemos venido desarrollando acerca de la dignidad humana de los discapacitados, sus textos culturales reflejan desprecio por las personas con limitaciones físicas o mentales como queda claro en el libro de "Levítico". La cultura recoge los prejuicios, las pequeñeces y las imbecilidades de la formación social de cuyo seno emerge. En su ensayo El espíritu y las maquinarias, el texto de donde sale la frase usada en el rótulo arriba mencionado, Henríquez Ureña afirma: "Sigo impenitente en la arcaica creencia de que la cultura salva a los pueblos", haciendo gala de su sobriedad intelectual al admitir el arcaísmo de su juicio. Pero no se queda circunscrito al pensamiento anticuado. Aunque no llegara a modernizar su concepto de cultura, por lo menos se alejó del juicio que le atríbuía virtud al añadir: "Y la cultura no existe, o no es genuina, cuando se orienta mal, cuando se vuelve instrumento de tendencias inferiores, de ambición comercial o política" (Henríquez Ureña III:308; Collado 2002:33). Leídas en su adecuado contexto, estas palabras nos revelan su desinterés en presentarnos la cultura como algo externo a la sociedad que la


El "colmadón" tambiénforma parte de la cultura dominicana.

produce. Se desprende del párrafo recién citado una consideración que condiciona la cultura a las fuerzas sociales que la pueden afectar y hasta desvirtuar. En su informe sobre desarrollo humano para el año 2004, el PNUD (Programa de la Naciones Unidas para el Desarrollo) plantea lo siguiente: "Si el mundo desea lograr los Objetivos de Desarrollo del Milenio yerradicar definitivamente la pobreza, primero debe enfrentar con éxito el desafío de construir sociedades inclusivas y diversas en términos culturales; esto no sólo es necesario para que los países puedan dedicarse a otras prioridades, tales como el crecimiento económico y la prestación de servicios de salud y educación para todos los ciudadanos, sino porque permitir la expresión cultural plena de toda la gente es en sí un importante objetivo del desarrollo" (PNUD 2004: v). El concepto de cultura que abrace el Estado Dominicano podrá aliarse o reñirse con las exhortaciones del PNUD. El primer líder de la Secretaría de Cultura en ese momento se dejaba guiar por una lógica enemiga de los preceptos adelantados por el PNUD. Ello se deduce hasta de las evidencias que aducía para defender su gestión: "Nosotros hemos presentado espectáculos en el río Masacre. Muchos dicen que son los más grandes presentados en esos lugares. Eso quiere decir que vemos a la fro ntera como un sitio donde debe florecer la cultura" (Raful 2003:9). Evidentemente es grande el pavor que provoca la premisa que traslucen las citadas palabras. Al jactarse

de llevar conciertos a la frontera para que allí florezca la cultura, nos está definiendo la zona como un lugar, igual que los carbonales de Carlos Vives, desprovisto de cultura. Despliega de esa manera su convicción de que para haber cultura en la frontera debe ser traída, como en paracaídas, desde la capital. Dicha convicción lastima potencialmente a los grupos diferenciados étnica o socialmente en la población como los habitantes de los barrios marginados, los dominico-haitianos, los dominican-yorks y aquellos a quienes las instituciones oficiales históricamente han relegado al fondo de la escala social. La misma se ciñe a la nefasta presunción de que la cultura reside en la masa encefálica de escritores, artistas y funcionarios, ubicando a la ciudadanía en la categoría de mera receptora. Además, reedita el superado esquema compuesto por una minoría productora de cultura y una mayoría que pasivamente la consume. Peor aún, al partir del postulado de que ciertas zonas del país no tienen cultura, se pierde lastimosamente la oportunidad de averiguar qué manifestaciones se dan en ellas y de qué manera podrían integrarse al saber existente sobre las diversas regiones donde dominicanos de distintos colores y orígenes sociales inventan día a día lo que necesitan para hacerse "el mundo vivible y la muerte afrontable", citando la definición de cultura articulada hace poco por Aímé Césaire en conversación con Maryse Candé (Louis 2004). Es decir, de nuevo se derrocha la ocasión de completar el cuadro cultural de la nación toda y se refuerza

9


un modelo cultural excluyente que muy poco tiene de nacional. Así, la cultura dominicana -en la expresión amplia de su complejidad, riqueza y variedad- permanece desconocida por los estamentos oficiales formalmente responsables de promoverla. Confiamos en que, con la llegada de nuevas autoridades el 16 de agosto de 2004, se haya inaugurado la difusión de un concepto de cultura dominicana libre de los protocolos de exclusión fomentados por los regímenes anteriores. Esperamos que cobre vigencia, como en otras partes del Caribe, el estudio de nuestra hibridación como consecuencia de la compleja historia de donde surgimos después de experiencias de conquista, dominación colonial, cruce interracial y constantes movimientos poblacionales de emigración e inmigración. Apoyo con énfasis de aquellos estudiosos que aconsejan adentrarnos en nuestro proceso difuso y pleno de criollización en el que ninguno de los componentes de nuestra constitución étnica se puede rastrearverticalmente hacia un comienzo puro. Nos vendría bien la metáfora deleuziana del rizoma -una serie de ramificaciones horizontales que se multiplican en el contacto con cada nueva rama- según la ha adoptado el novelista, pensador y poeta martiniqués Edouard Glissant al rechazar la noción de mezcla que se imagina como un punto medio entre dos extremos puros (Glissant 1997 140). Lejos de plantearse el rastro vertical hacia un fondo originario, el esquema rizomático contempla la infinitud de interconexiones que desata el proceso de criollización. Pero, independientemente de la estrategia analítica que se adopte, importará la medida en que el Estado dominicano se comprometa con una idea de cultura que no agreda conceptualmente a la población que intenta describir. Su éxito residirá en dar con un lenguaje y una práctica distanciadas de la lógica excluyente que tradicionalmente se ha enseñoreado sobre las instituciones encargadas de la promoción cultural. Tampoco hay que reinventar la rueda. Se puede comenzar por hacerle algún caso al dinamismo que ha adquirido el pensamiento actual sobre la cultura en el ámbito internacional.

la Universidad Municipal de Nueva York, sirve en la Junta de Directores del New York Council for the Humanities y el Proyecto de Recuperación de la Herencia literaria Hispana en Norteamérica de la Universidad de Houston, además de co-dirigir el Comité de la MLA sobre las Literaturas de la Gente de Color en los Estados Unidos y Canadá.

Bibliografía ATWOOD, MARGARE!'. The Blind Assassin. New York : Anchor Books, 2001. CASARES y SÁNCHEZ, JULIO. Diccionario ideológico de la lengua espa¡io/a. 2da. Ed. Barcelona: Editorial Gustavo Gilí, SA, 1963.

COLIADO, MIGUEL, Ideario de Pedro Henríquez Ureña. Comisión Permanente de la Feria del Libro. Santo Domingo: Ediciones Ferilibro, 2002. COROMINAS, JOAN,

y

JÓSE A. PASCUAL. Diccionario crítico etimológico

castellano e hispano. Vol. 2. Madrid : Editorial Gredos, 1980.

EDGAR, ANDREW AND PETER SmwlcK. Key Concepts in Cultural Theory. London and New York: Routledge, 1999.

GRAMSCI, ANTONIO. Antología. Ed. Manuel Sacristán. México, D.F.: Siglo Veintiuno Editores, S.A., 1970. 14-17. HAQUE, MAZHARUL. "Culture and Technology." Survey of Social Science. SocioJogy Series. Vol. 2. Ed. Frank N. Magill. Pasadena,

California, and Englewood Cliffs, New Jersey: Salem Press, 1994. 443-449 . HENRÍQlJEZ UREÑA, PEDRO. Obras completas vol. 3. Ed. Juan Jacobo de Lara. Santo Domingo: Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña, 1976-80. MOLlNER, MARÍA. Diccionario de uso del espaiíol. Vol 1, Madrid: Editorial Gredos, 1966. [PNUD] Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo. Informe sobre desarrollo humano 2004: La libertad cultural en el mundo diverso de hoy. Madrid: Ediciones Mundi-Prensa, 2004.

RAFUl., TONY. "Esto se está convirtiendo en un espectáculo depresivo". Entrevista por M. Caballero y C. Venegas. Pasiones. El Caribe, 13 de julio de 2003. 8-9. Real Academia Española. Diccionario de Autoridades. Edición Facsímil. Tomo 1, Madrid :Editorial Gredos, 1964. Santa Biblia. Versión Reina-Valera. Rev. 1960 Nueva York: Socie-

dad Bíblica Americana, 1960. 158. TY1.ER, EDWARD BURNH. 1871. The Origins of Culture. New York: Harper, 1958. U.T.E.HA Diccionario Enciclopédico de U. T.E.H.A. Vol. 3. México,

Silvio Torres-Saillant

es catedrático Asociado del Departamento de Inglés y Director del Programa de Estudios Latinoamericanos de la Uni-

VOGT, EVON. Z. "Culture Change': International Encyclopedia of

versidad de Syracuse y funge como subdirector de la revista Latino Stu-

the Social Sciences. Vol. 3. Ed. David L. Sills. New York: The Mac-

dies. Fundador y ex director del Instituto de Estudios Dominicanos de

Millan Press and The Free Press, 1968. 554-58.

10 GlOBAL

D.F.: Unión Tipográfica Editorial Hispano Americana, 1951.


CLAVESDELMUNDO • Las propuestas más innovadoras • Los análisis más profundos • Los temas de hoy En la página que Funglode publica en el periódico Hoy Los trabajos de un extenso y cualificado grupo de colaboradores que proceden de las más diversas áreas del conocimiento Yen la web:www.funglode.orgldavesdelmundo

/


dominicano del siglo XX Por Leopoldo Artiles

Este trabajo sostiene la hipótesis de que el Estado dominicano fue construido como una estructura política de carácter patrimonialista, clientelista y autoritario, con liderazgos de tipo tradicional y caudillista, y que rasgos básicos de esta estructura se han ido transformando en el tiempo para adaptarse a incrementos de complejidad de la estructura administrativa del Estado y al desarrollo del proyecto democrático más amplio. Estas fornlas patrimoniales y neopatrimoniales mantienen una relación tensa con la democracia, obstaculizando el potencial de ésta y, al final, bloqueando las posibilidades de construir un Estado más coherente con los principios constitucionales que constituyen la base legal de su legitimidad, e impidiendo por ende un desarrollo de formas de representación más eficaces y auténticas. La primera parte de este trabajo versa sobre el siglo XIX, revista Globol NO.-2 de julio-septiembre 2004, pp. 44-53.

12 GLOBAL


13


Rafael Leónidas Trujillo Molina saliendo de su automóvil, detráslo aco mpañaJoaquín Balaguer. Foto: Arch ivo de la Nación.

e puede afirmar que las características del Estado dominicano durante los primeros 15 años del siglo XX fueron una derivación de las del siglo XIX en su forma más madura: la desarrollada durante la dictadura de Lilís. En términos generales mostró todas sus debilidades ante el empuje de la hegemonía norteamericana contra los poderes europeos. En efecto, el endeudamiento externo del Gobierno y la fragilidad de sus instituciones crearon las condiciones para una creciente intervención del Gobierno de los Estados Unidos en las finanzas dominicanas, a partir de los Protocolos del 31 de enero de 1903 y el del 7 de febrero de 1905, el primero para resolver las diferencias con la Santo Domingo Improvement Company, acreedora del Gobierno desde las administraciones de Ulises Heureaux, y el segundo para poner bajo el control del gobierno de Estados Unidos la administración de las deudas interna y externa del gobierno dominicano, a través del control de las aduanas. A estos protocolos se le sumó la Convención firmada por ambos gobiernos el 8 de febrero del año 1907, que prohibía al gobierno dominicano incrementar su deuda pública o modificar su régimen arancelario sin la aprobación de las autoridades de Estados Unidos. Con ello se afianzó el control casi absoluto de las finanzas dominicanas (Espinal, ob.cit., p.94-95).

S

14 GLOBAL

Hubo a seguidas muchos signos de inestabilidad política, como en 1911 el asesinato por sus rivales políticos del presidente Ramón Cáceres (quien había participado en el atentado que puso fin a la vida del dictador Ulises Heureaux en 1899), sucesivos gobiernos y golpes de Estado y luchas entre caudillos regionales, culminando con el derrocamiento del presidente limenes por el jefe de las Fuerzas Armadas, general Desiderio Arias, hechos que evidentemente precipitaron la ocupación norteamericana del país el 16 de noviembre de 1916, un año después de la ocupación militar de Haití. Esta ocupación tuvo claras consecuencias para la materialidad institucional del Estado dominicano, pues los norteamericanos acometieron una reorganización que incluyó: 1) modernización del servicio civil; 2) reorganización y profesionalización de las Fuerzas Armadas ; 3) construcción de un sistema de comunicación interregional mediante la construcción de caminos que unieron las regiones del país; 4) establecimiento de una Ley de Registro de Tierra; 5) asiento de las bases para la creación de oficinas o ministerios encargados de organizar la educación, la salud y las relaciones laborales, con el establecimiento de las leyes que habilitarían estos aparatos estatales. Más allá del carácter positivo que podamos verle a estas transformaciones, los norteamericanos las impusie-


El Presidente Joaquin Balaguer paseando por el Parque del Mirador en 1982, en SantoDomingo. Foto: Archivo de la Nación. Página anterior. El Ejército Dominicano (1904-1906) antes delaintervención norteamericana. Foto: Archivo de la Nación. Abajo, una unidad de Caballería de laInfanteriade Marina pasandopor una de las puertas coloniales de laciudad de Santo Domingo. Foto: Archivo de la Nación.

ron de manera autoritaria, dándole un papel estelar a la Guardia Nacional (el nuevo ejército) en este proceso, lo cual no sólo contribuiría a reforzar la "tradición autoritaria" invocada por Oviedo (1986), sino que contribuiría a crear el sujeto que plasmaría en su persona y sus acciones dicha tradición: el general Rafael Leonidas Trujillo. Este artículo no va a explayarse en lo que significó la ocupación en cuanto a los cambios de la estructura económica y de clases; basta decir, citando a José Oviedo, lo siguiente: "El carácter no nacional de la economía agro-exportadora, la limitación prácticamente total del capital productivo al capital transnacional, junto a la apropiación del Estado por parte de Estados Unidos, no pueden verse sino como un bloqueo a la industrialización y a la expansión del mercado interno, que a su vez bloqueó la expansión de la burguesía industrial y comercial, así como la clase media emergente, limitando la clase obrera al capital productivo azucarero. La ocupación norteamericana, si bien impulsó una relativa modernización, no alteró el carácter predominante del campesinado, sino que más bien consolidó al capitalismo como dominante pero a base de la consolidación del nexo Capitalismo-Precapitalismo. La escasa expansión de la producción y del mercado capitalistas permitió la continuidad de la economía de subsistencia como una actividad fundamental a través de todo el territorio

social, colocó el horizonte social de las mayorías a nivel del bohío-aldea ..... (Oviedo, 1986:111-112). Con el fin de la ocupación norteamericana no terminó la influencia de esta nación; por el contrario, continuó con la renovación de la Convención de 1907, con la firma de un acuerdo con el Gobierno norteamericano por parte del primer presidente electo en el período de la post-ocupación, Horacio Vásquez. El gobierno de Vásquez se registra como uno de relativa estabilidad social y económica, pero sus maniobras políticas y constitucionales y las de sus aliados para lograr la reelección inmediata chocaron con una fuerte resistencia de la oposición, apoyada tácitamente por Trujillo, el jefe del Ejército. Cuando una conspiración llamada "Movimiento Cívico del 23 de Febrero", encabezada por Rafael Estrella Ureña, líder del Partido Republicano, fuerza la renuncia y el exilio de Vásquez, deja el camino allanado para que Trujillo acompañe su candidatura presidencial con la de Estrella Ureña como vicepresidente, marcando el inicio de la llamada "Era de Trujillo". Pronto el primero se desembarazaría del segundo e iniciaría una dictadura con características prácticamente totalitarias: la pobre distinción entre lo público y lo privado siguió teniendo el matiz de la apropiación privada de lo público, permitiéndole a Trujillo amasar, tanto por la fuerza como por medios legales, una gran fortuna personal, la mayor que dominicano alguno haya hecho hasta esos momentos, compuesta de propiedades en tierra, industrias y firmas comerciales l ; pero a la vez, lo "público", encarnado en el Estado trujillista, se tragó, por así decir, la vida privada de los ciudadanos, que casi no guardó secretos alojo avizor y vigilante del Estado a través de las nuevas tecnologías de poder activadas por el partido único: Partido Dominicano (nótese que el nombre es el del gentilicio nacional), los servicios policiales y de espionaje, el control del tránsito (o control de la circulación de los cuerpos mediante el monopolio estatal de los pasaportes internacionales y los permisos internos) y el sistema de registro y documentos de identidad2 • Durante su régimen se desconocieron los derechos ciudadanos fundamentales, la prensa estaba firmemente controlada, se eliminó la oposición política y el uso de la represión sirvió como instrumento de sometimiento, 15


aunque se deben también reconocer los elementos de hegemonía cultural e ideológica que el régimen construyó por medio de las publicaciones, el control de las escuelas, de los medios de comunicación masivos existentes y el constante ritual de legitimación del régimen y de la persona del dictador. Durante este régimen, que duró 31 años, no sólo se reescribió la historia nacional para hacerla coincidir con el período del trujillato, sino que se hizo una intensa propaganda en tomo a la recuperación de la "soberanía financiera" de la nación con la readquisición del control de las aduanas por parte del Estado dominicano y el pago de la deuda externa. Estos logros se concretaron a raíz del "Tratado Trujillo-Hull", firmado el 24 de septiembre de 1940 y ratificado el 15 de febrero de 1941. Con ello, Trujillo lograba como jefe del Estado unas dimensiones míticas que fueron creadas y reforzadas por la sistemática propaganda del Estado y el culto a la persona del dictador. Se solía comparar el período del régimen con los períodos anteriores de caos financiero, político y social, como una forma de resaltar la excepcionalidad del dictador.

procesos competitivos de elección periódica de autoridades. En consecuencia, el patrón de dominación neopatrimonialista entra en una relación tensa con la democracia, imprimiéndole al régimen la preeminencia de cuatro prácticas fundamentales: 1) el conflicto político no se puede definir fácilmente en términos ideológicos o programáticos, sino más bien en términos de quién queda fuera o dentro de la distribución del botín político; 2) el presidencialismo puede convertirse fácilmente en un patrón de dominación presidencialista, reforzando los atributos del régimen patrimonial; 3) la oposición política usualmente enfoca la conducta en términos legales en un esfuerzo de ganar el poder, sin embargo, una vez en el poder, esta fuerza se fragmenta en torno

Cuatro prácticas fundamentales Se ha estilado el uso de la categoría de neopatrimonialismo para identificar el tipo de dominación que caracteriza regímenes como el de Trujillo. El politólogo norteamericano Jonathan Hartlyn atribuye al neopatrimonialismo dos características: ".. .la centralización del poder en manos del gobernante, quien busca reducir la autonomía de sus seguidores generando lazos de lealtad y dependencia, regularmente a través de complejos vínculos de patróncliente, y al mismo tiempo confundiendo los intereses públicos y privados en la administración. En el nivel ideal típico, los regímenes neo patrimoniales pueden distinguirse claramente de aquellos basados en la autoridad racional-legal y en la ley impersonal, así como de los regímenes que se legitiman con medios ideológicos" (Hartlyn, 1998: 14-14, trad. LA). Más adelante, este autor identifica el término neopatrimonialismo, siguiendo la terminología de Max Weber, con el de neosultanismo. Lo problemático de este tipo de dominación o de régimen es que puede coexistir tanto con regímenes francamente autoritarios como con regímenes democráticos, entendiendo estos últimos fundamentalmente como los basados en la soberanía del pueblo delegada a través de 16 GLOBAL

Manifestantes en laFortaleza Ozama durante la Guerra de Abril de1963. Foto: Bernard Diederich.

al dilema de orientar la conducta desde el patronazgo hacia la ideología o hacia el imperio de la ley, y 4) el neopatrimonialismo inhibe el efectivo ejercicio de la ley, no sólo en relación al funcionamiento de la burocracia estatal, sino ampliamente con respecto al acceso a la justicia y a la protección de los derechos del acusado. De esta manera, el neopatrimonialismo y la democracia coexisten de manera inestable y crítica, constituyendo regímenes híbridos no-consolidados (Ibid, p.15). Esto último nos ayuda a entender las características más sobresalientes del régimen de Trujillo, considerán-


dolo como una forma fundamentalmente neopatrimoni alista de régimen autoritario. De fundamental importancia para el régimen de Trujillo era el control que el caudillo tenía del aparato del ejército, un poder que fue heredado de la ocupación norteamericana. Esto explica, en gran medida, la acelerada, muchas veces ilegal y violenta concentración de la riqueza en la persona del dictador durante los 32 años que duró su dictadura: "Desde un principio el régimen de Trujillo fue un régimen de rapiña. Su ambición sin límites lo llevó a buscar el control de todos los negocios que había en el país en el momento de su llegada al Poder y, finalmente, terminó consiguiéndolo." (Moya Pons, 2002:514).

agrícola y de obras públicas iniciada por los gobiernos anteriores. Tal como dijeron sus panegiristas a lo largo de los 32 años de su régimen, el Gobierno de Trujillo llevó a cabo el más grandioso plan de obras públicas y de construcciones jamás realizado en la República Dominicana hasta entonces." (Ibid., p.515) Este esfuerzo de creación y concentración de riqueza fue paralelo al esfuerzo por fortalecer las estructuras administrativas del Estado. En este sentido, la dictadura de Trujillo representó un incremento considerable de la complejidad administrativa del Estado dominicano en comparación, por ejemplo, con lo logrado en este terreno durante la dictadura de Ulises Heureaux. Es este el dato que lleva a muchos analistas a considerar que con la ocupación norteamericana y el trujillato se conforma lo que se conoce como el "estado moderno" dominicano. Por otra parte, si juzgamos el régimen por su creación de agencias estatales, tendremos que supera por 6 al período de mayor crecimiento institucional en el siglo XIX, 1844-1855. Es más, el total de instituciones creadas antes de 1930 suman 25, superando sólo en tres las creadas durante el trujillato.

Un Estado más complejo

El ex-presidente Juan Boschhablaasusacólitosdurante unaactividad políticaen SantoDomingo, en 1965. Asu derecha el coronel Francisco Caamaño, líder delaRevolución de Abril.

Ahora bien, este afán de riqueza desmedido produjo como consecuencia el desarrollo de una forma peculiar de "capitalismo", el cual se levantó sobre el desfalco, el monopolio forzoso de actividades productivas básicas, dando lugar sin embargo a la necesidad que tenía la riqueza personal del dictador de desarrollar también la riqueza nacional: "Ahora bien, en su afán por aumentar su riqueza personal, Trujillo tenía frente a sí la enorme tarea de desarrollar la riqueza nacional pues la suya necesariamente debía provenir de ésta. y de ahí su vigoroso empeño por continuar con la política de fomento

Cuando el régimen de Trujillo colapsa en 1961 a raíz del ajusticiamiento del dictador, del aislamiento internacional del régimen por su reiterada violación de la norma internacional (el atentado contra el presidente Rómulo Betancourt figura entre los hitos de la irreversible decadencia del trujillato), y por la larga recesión económica provocada por bajos precios en el mercado internacional para las exportaciones del país, y agravada por el embargo impuesto por la Organización de Estados Americanos, quedará un Estado mucho más complejo en términos administrativos, con una base económica incrementada por la expropiación de las cuantiosas propiedades del dictador, pero frágil en cuanto a legitimidad, debido a la inhabilitación, temporal al menos, de sus recursos de gobernabilidad. La inexistencia de un sistema de partidos después de la desaparición del que fuera partido único, el Partido Dominicano, dificultó durante el período 1961-1966 la constitución de una clase política capaz de hegemonizar políticamente el país. Los breves siete meses del primer gobierno libremente elegido después de más de 17


30 años, el de Juan Bosch, tuvieron poco efecto en materia institucional, aunque sí un efecto significativo en la constitución de una conciencia política democrática que eclosionó en la insurrección constitucionalista de abril del 1965, frustrada por la segunda ocupación norteamericana del siglo XX. El pacto que puso fin a la insurrección de abril de 1965 y que tuvo como consecuencia inmediata la ascensión al poder del doctor Joaquín Balaguer, líder del Partido Reformista (PR), tras ganar las elecciones acordadas con las fuerzas de ocupación y la Organización de Estados Americanos (OEA) al profesor Juan Bosch, líder del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), dio lugar a la aparición y lento desarrollo de una democracia de carácter neopatrimonial. Ya conocemos las consecuencias de la vinculación del neopatrimonialismo con la democracia: se inhibe el desarrollo y la protección de los derechos ciudadanos y el respeto inequívoco a la ley y su forma más sintética, la constitución; se refuerza un patrón de dominación presidencialista que a su vez se apoya en un sistema de partidos con liderazgos personales que se alimenta del clientelismo, el mismo que a su vez permea el Estado privilegiando a los grupos cercanos al poder presidencial y al poder del partido, excluyendo así a la mayoría; y, finalmente, los conflictos no se definen en términos programáticos ni ideológicos. En el tenor de las claves conceptuales que se están manejando, se podría considerar pues, en principio, el balaguerato (término con el cual designamos el régimen de Balaguer fundamentalmente en sus primeros 12 años, 1966-1978), como la transición de un régimen neopatrimonialista autoritario, como fue el de Trujillo, a un régimen neopatrimonialista de carácter democrático. Haciendo, claro está, la salvedad de que en este período el componente democrático estaba fuertemente subordinado al componente patrimonialista y autoritario (herencia del trujillato, pues algunas de sus prácticas así como de sus personeros sobrevivieron en el régimen de Balaguer), representado por un liderazgo presidencialista y carismático, significativamente apoyado en el poder militar, y sustentado en una estructura estatal cuyos poderes legislativo y judicial eran sólo nominalmente independientes. Pero, en contraste con el trujillato, durante el balaguerato hubo cierto desarrollo de instancias de la sociedad civil y el Estado que marcan grandes diferencias entre

18 GLOBAL

el segundo y el primero. En primer lugar, en virtud de la profundización del proceso sustitutivo de importaciones, se constituyó un empresariado industrial significativo, que creció en conjunto con el empresariado comercial y financiero, y según algunos autores, subordinado a éste. Por otro lado, bajo el balaguerato se estableció una vinculación fuerte entre el empresariado nativo y el capital extranjer0 3 . Si bien se puede aducir que este desarrollo fue de alguna manera dependiente del Estado, que no sólo contribuyó con el marco legal que le dio viabilidad, sino que también aportó las divisas necesarias por vía del control de casi un 70% de la producción y exportación de azúcar, convirtiéndolo en cliente de muchas de las actividades y ramas desarrolladas por el empresariado, lo cierto es que esta situación está muy lejos del control monopólico sobre la economía ejercido por el trujillato, el cual, así como desarrolló la riqueza nacional para el provecho de Trujillo, su familia y sus pocos asociados, también castró el desarrollo de un empresariado nacional relativamente independiente. Por otra parte, aún con la tensión existente entre las instancias estatal y social, durante el balaguerato se desplegó significativamente el espacio de lo público como lugar de deliberación; en otras palabras, la opinión pública, mediante el creciente ejercicio del derecho a la libre expresión y la libertad de prensa consagrados constitucionalmente. Repetimos que este desarrollo no estuvo libre de tensiones y de frecuentes intentos de acallar a la prensa e inclusive de asesinatos de connotados periodistas que desdicen de la impresión de que existiese un ejercicio de la libertad de expresión y de prensa libre de peligros. Pero de nuevo, las diferencias con el trujillato en este dominio son tajantes, pues éste ejercía un absoluto control sobre la prensa y reprimía las diferencias de opinión implacablemente.

Terreno político En el terreno político, a pesar de la fuerte represión contra los partidos de la izquierda política (aunque no sólo limitada a ésta), que tenían conculcado su derecho a la asociación política legal y, por lo tanto, a su participación legal en el sistema político; a pesar de la escasa credibilidad de las instituciones del sistema electoral, que puestas al servicio del régimen y sumadas al apoyo


De izquierda aderecha: José Francisco Peña Gómez, Salvador Jorge Blanco, Antonio Guzmán Fernández yJacobo Majluta, en 1979. Foto: Archivo de laNación.

militar, lograron dos reelecciones consecutivas a base del aislamiento forzoso de las fuerzas de la oposición legal; co n todo yeso, es evidente que durante el balaguerato se logró constituir una oposición política que, al fi n del período, inauguraría, con el ascenso del PRD al poder en 1978, la emergencia de un sistema multipartidista con tendencia a la bipolarización (Jiménez Polanco, 1999:189- 198). Mientras, en términos de la gestión administrativa, el balaguerato se caracterizó por un estilo de manejo presupuestario altamente centralizado por el presidente de la República, sin que los términos del presupuesto constituyeran límite alguno a sus decisiones de transferir fon dos de una cuenta a otra, o de incumplir lo presupuestado para algunas instituciones. El presidente Balaguer encabezó una administración muy austera, que sacrificaba las necesidades de aumento salarial del funcionariado para economizar recursos al máximo. Estos recursos se destinaban a sus siempre cuantiosos planes de inversión en infraestructura, los cuales manejó sin los debidos concursos abiertos, apelando al llamado criterio de "grado a grado" para conceder los contratos de construcción . En virtud de que Balaguer legitimó su autoridad a través del mantenimiento de redes clientelistas, y esto se combinaba con la vulnerabilidad ética de una burocracia mal pagada y crecientemente poco profesionalizada, la corrupción en gran escala hizo presa de su

administración, tanto en el plano civil como el militar. A! final de su tercer período de Gobierno, la corrupción

era un mal que la población rechazaba abiertamente, convirtiéndose inclusive en tema de campaña electoral. En el terreno social se evidenció un crecimiento impresionante de la clase media, en virtud de los resultados del proceso sustitutivo de importaciones, el amplio gasto estatal en obras de infraestructura y la expansión del comercio. Si tenemos en cuenta las teorías de la ciencia política que atribuyen a la clase media efectos democratizadores aunque no radicales en la sociedad (sirviendo como "colchón" entre las dos clases que presuntamente representan los extremos rico y pobre en la estratificación), podemos concluir que el crecimiento de ésta es tanto un recurso de estabilización del balaguerato en su clímax, como un elemento de su desplazamiento político. Esto se evidenció en la coyuntura de las elecciones de 1978, cuando el Gobierno de Balaguer, con la colaboración de las fuerzas militares, intentó suspender el conteo de los votos, al hacerse evidente claramente la victoria del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), con su candidato Antonio Guzmán.

Ascenso del PRO Se puede decir que con el ascenso del PRD al poder en 1978 empieza a completarse el modelo de democracia neopatrimonial, pues sin renunciar a los elementos patrimoniales típicos ya señalados, las administraciones 19


perredeístas cumplen la tarea de restituir, de manera fáctica más que de principio, las libertades ciudadanas violadas por el balaguerato. La primera administración del PRD, encabezada por el hacendado Antonio Guzmán, se destacó por liberar a los presos políticos, introducir cambios en el aparato militar tendentes a su despolitización y la legalización de todos los partidos de izquierda (Balaguer había iniciado este proceso con la legalización del Partido Comunista Dominicano-PCD). El gobierno de Guzmán es un ejemplo de los límites que impone la forma neopatrimonial a una administración que había ascendido al poder con la promesa de robustecer la democracia. Su administración se caracterizó desde un principio por el nepotismo, desengañando las expectativas de que un gobierno del PRD introduciría criterios técnicos y de mérito para la escogencia de los funcionarios. Por otro lado, nada se hizo sustancialmente para modernizar la estructura administrativa del Estado, sino que más bien se amplió la red clientelista y el uso de los recursos del Estado para integrar a la nómina pública a simpatizantes de su tendencia en el partido. Fue así como la administración había nombrado 8,000 nuevos empleados antes del primer año de Gobierno. El número total de la nómina aumentó de 129,161 empleados a 201,301. Esto se combinó con una cuenta de gastos corrientes que consumía un 85% de los ingresos del gobierno, impidiendo que quedaran suficientes recursos para la inversión pública y para la contrapartida de los numerosos préstamos que tomó el Gobierno (Moya Pons, ob. cit., p.552-553). Por otro lado, en la administración de Guzmán se evidenció el mal que tanto se había criticado al balaguerato: la corrupción que el mandatario, en su discurso de inauguración, había jurado combatir allí donde surgiese. La aparición de ese problema arrojó una lección importante: que no es suficiente invocar la honradez de los individuos para reducir la corrupción, siendo como es el resultado de una estructura estatal que funciona sobre la base del tratamiento de la cosa pública como privada (patrimonialismo) y del intercambio de acceso a los recursos públicos a cambio de favores políticos, llámese militancia partidaria, colaboración a la campaña, donaciones a la Presidencia, etcétera. La segunda administración del PRD, encabezada por el doctor Salvador Jorge Blanco, que se proyectaba

20 GLOBAL

como el gobierno que haría reformas sustanciales para promover la "democracia social", se vio empantanada por la crisis fiscal que, en gran parte, había sido provocada por la administración anterior, y tuvo que encarar lo que en Latinoamérica vino a conocerse como los procesos de estabilización y ajuste estructural impulsados por el Fondo Monetario Internacional, con el fin declarado de convertir a las economías y estados latinoamericanos en agentes capaces de pagar sus cuantiosas deudas externas. Pero este proceso fue más lejos, pues el discurso económico-político de entonces, que fue denominado neoliberalismo, propugnaba una transformación de la relación entre el Estado y la economía que acabaría dando fin al proteccionismo estatal que había impulsado por décadas los llamados procesos sustitutivos de importaciones. Se planteó como necesaria la apertura de los países al mercado mundial para integrarse en un sistema de libre competencia donde cada nación debía maximizar sus ventajas comparativas dándole poder al sector privado. Esto implicaba sacar al Estado del ámbito de la asignación-distribución de recursos y erigir el mercado como principio regulador de los intercambios económicos. Se "decretó" el fin del intervencionismo estatal, se proclamó a los cuatro vientos la necesidad de empequeñecer el Estado haciéndolo más eficiente en la parte concerniente a la regulación legal y garantía de la propiedad y las transacciones. Más tarde, cuando la retórica del libre mercado puro probó ser insuficiente en un campo limitado de políticas sociales que se concentrarían en la reducción focalizada de la pobreza, se apostó por el fortalecimiento de los servicios públicos de salud y el apoyo a la educación, convirtiendo esta disposición en la panacea para combatir la pobreza, siguiendo el modelo de capital humano construido por el economista norteamericano Gary Becker.

Reducción de protagonismo Para el Estado dominicano, la era de los ajustes estructurales significó la reducción de su protagonismo en el área económica, sobre todo en lo tocante a la propiedad de empresas propias -la mayoría de ellas prácticamente quebradas- y su retirada definitiva del negocio del azúcar, y por tanto, una no muy querida aceptación de los proyectos de privatización de las empresas estatales que el neoliberalismo global estaba predicando


El ex-presidente dominica no Juan Bosch, a laderecha, da la mano al candidato presidencia l del Partido de la Liberación Dominicana, Leon el Fernández, durante las actividades de cierre de campañaen mayo de 1996

en el mundo. Esto dio como resultado un Estado más débil, dada la circunstancia de que, como se vio en los dos períodos siguientes de Balaguer (1986-1990, 1990-1 994) Y finalmente en el período bajo la administración del PLD encabezada por el presidente Leonel Fernández Reyna (1996- 2000), el Estado dominicano, al tiempo que perdía sus fuentes propias de extracción de recursos y divisas (como lo fue el Consejo Estatal del Azúcar durante mucho tiempo, y en segundo término las empresas reunidas en la Corporación Dominicana de Empresas Estatales y la Corporación Dominicana de Electricidad), no reemplazaba de manera proporcional esa pérdida con mayor presión impositiva, la cual inclusive en su mejor momento, bajo la administración de Fernández, no pasó de un 15% sobre el PIE, cuando lo recomendable sería por lo menos un 18%. En cuanto a las transformaciones institucionales que el Estado dominicano debía experimentar a tono con la llamada "segunda generación de reformas", fue muy poco lo que se logró con el llamado proceso de reforma y modernización del Estado, debido al reducido nivel de acuerdo entre las élites políticas dominicanas. La administración de Fernández Reyna, que había llegado al poder en virtud de las alianzas que permitían el sistema de doble vuelta, propuso una extensa agenda de modernización del Estado. Para llevar a cabo este proceso se requería introducir una profunda refor-

ma fiscal consensuada con todos los partidos, pero las Cámaras Legislativas, en las que el partido del Gobierno estaba en minoría, la bloquearon. No obstante, hubo cambios en la estructura del Estado que acontecieron durante este período. Los principales fueron el nombramiento de los miembros de la Suprema Corte de Justicia según los términos de la reforma de la Constitución en 1994, que creaba el Consejo Nacional de la Magistratura 4 , que hizo de la elección de los jueces un proceso más plural y abierto, y acrecentó la independencia del Poder Judicial cumpliendo con una demanda muy sentida de la sociedad civil y buena parte de la sociedad política dominicanas; la promulgación y aplicación de la Ley de Reforma de la Empresa Pública, que abrió así el camino de la capitalización-privatización de las empresas estatales, fundamentalmente CDE, CORDE, CEA y los aeropuertos; y la eficientización de los servicios a la ciudadanía en el campo de la expedición de pasaportes, de la cédula de identidad, y del pago de impuestos. Se destaca aquí la creación de una Dirección de Impuestos Internos que engloba oficinas que antes estaban dispersas, haciendo así más eficaz la recaudación. Asimismo, la administración de Fernández organizó múltiples instancias de debate sobre temas de modernización a través de la Comisión Presidencial de Modernización y Reforma del Estado (COPRYME).

21


Sin embargo, la limitación que tuvo este Gobierno por su escasa representación en el Congreso no le permitió avanzar en la conformación de un Estado que lo habilitara para encabezar los procesos de desarrollo y modernización del país, que deben ser llevados a cabo para adaptarlo a las demandas y condiciones del siglo XXI.

Intento reeleccionista El paso a una nueva administración del Partido Revolucionario Dominicano (PRD) en el año 2000 revelaría que el espíritu de la reforma tenía mucho por delante para vencer. El ascenso de esta organización, la mayor en términos de votantes en el país, después de haber estado 14 años en la oposición y tras la muerte de su líder histórico días antes de las elecciones legislativas y municipales de 1998, José Francisco Peña Gómez, representó para muchos una esperanza de dar continuidad y mejorar lo logrado en los últimos años, no sólo en el plano del crecimiento económico, sino en e! plano del desarrollo institucional del Estado. El hecho de que el ingeniero Hipólito Mejía fuera el presidente, y contara con una larga experiencia empresarial, y que la doctora Milagros Ortiz Bosch fuera la vicepresidenta (primera en la historia del país, que contaba con una larga experiencia política como militante importante de su partido y senadora con un ejercicio muy bien valorado por diversos sectores políticos y civiles, e incluso no poca experiencia empresarial y gerencial), inspiraba la confianza en la continuidad y mejoria de las reformas y e! crecimiento, en la medida en que ambos no parecían representar e! "populismo" que había caracterizado al PRD en sus anteriores administraciones 5. Aún reconociendo que ese rasgo populista, en consonancia con el neopatrimonialismo, no es exclusivo del PRD, e! caso es que por ser un partido masivo de fuerte poder de interpelación de los sectores populares de la nación, en su administración no sólo incrementó la nómina pública para integrar a parte de sus activistas al tren estatal, sino que también incrementó e! nivel de endeudamiento del Estado dominicano. Pero lo más preocupante ha acontecido en el terreno institucional, pues reformas clave logradas en el año 1994, como la de las elecciones generales mediante el sistema de colegios cerrados y la prohibición de la reelección sucesiva, fueron eliminadas por el Congreso de mayoría perredeísta en 2002.

22 GLOB.A.L

Debe apuntarse que este hecho no tuvo el consenso absoluto del PRD, pues muchos de sus líderes y voceros más importantes se manifestaron de manera abierta en contra de la segunda contrarreforma, en virtud del principio anti-reeleccionista que dicho partido ha ostentado históricamente a pesar de no tenerlo, en ese momento, incorporado en sus estatutos. Este fue el "huevo de la serpiente" que se manifiesta como una de las mayores crisis de! Partido Revolucionario Dominicano, cuando al final se ha evidenciado que, tras estas contrarreformas, anidaba el proyecto reeleccionista de! presidente Hipólito Mejía. Esto prácticamente dividió al partido, que tras una larga lucha interna que determinó la separación temporal de sectores importantes del mismo, y tras pasar por dos primarias convocadas por grupos en pugna, uno de ellos, el del propio presidente Hipólito Mejía -el Proyecto por Hipólito-PPH- (quien resultó ser de nuevo su candidato), fue derrotado convincentemente por e! Partido de la Liberación Dominicana y su candidato, e! ex presidente Leone! Fernández Reyna, con un 57% de los votos computados. No se pueden ignorar como factores de esta derrota del PRD los efectos del manejo de la crisis bancaria que explotó en 2003. Quedará como tarea pendiente para analistas futuros el dilucidar las verdaderas causas de las decisiones que la administración tomó en los momentos más graves de la crisis, como fue la de devolver todos los depósitos de la mayor entidad bancaria envuelta en la crisis, el Baninter, y los fuertes compromisos asumidos por el Banco Central para reducir el aumento del circulante resultante ocasionando el llamado "déficit cuasi-fiscal ". Pero todavía más difícil será dilucidar la causa de la decisión que terminó sepultando las aspiraciones de la administración de Mejía de repetir en el poder, que fue la re-estatización de las dos terceras partes del sistema de distribución eléctrico, dando al traste con un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional y provocando una aceleración de la devaluación de la moneda hacia límites nunca antes vistos y extremadamente perniciosos para la economía. La interrogante de Oviedo (2001) sobre si el Estado dominicano de hoyes un Estado del siglo XIX para las circunstancias del siglo XXI es altamente pertinente. Como él mismo ha afirmado en un artículo periodístico en 2003, reiterando de manera más general el argumen-


Felipe González, ex-presidente español, en el centro, es aplaudido por el presidente electo de República Dominicana, Leonel Fernández, a la izquierda, y el presidente dominicano Hipólito Mejía, luego de una conferencia en el Senado de la República, en 2004.

to de la primera publicación sobre la persistencia del clientelismo, dice: "En la República Dominicana actual, las expectativas de acceso privilegiado a cargos y recursos del Estado a través de la política dominan la política, activadas en distintos grados por los partidos". En este país no se entiende, como lo señala el autor, que allí donde ha habido desarrollo se ha limitado el clientelismo. De la misma manera se puede decir que donde ha habido desarrollo se han dejado atrás las peores fo rmas patrimonialistas de organizar el Estado, dando paso a reformas que refuercen la independencia de los po deres, que mejoren las relaciones de representación y que afiancen los debidos procesos de ley. Como hemos visto, sólo el poder judicial ha experimentado una reforma profunda que, sin embargo, se ve frec uentemente amenazada por una regresión al estado anterior. En este trabajo se ha sostenido la hipótesis de que el Estado dominicano desde sus inicios fundacionales en el siglo XIX, fue construido como una estructura política de carácter patrimonialista, clientelista y autoritaria, con liderazgos de tipo tradicional y caudillista, y que rasgos básicos de esta estructura se han ido transformando en el tiempo para adaptarse a incrementos de complejidad de la estructura administrativa del Estado, y para adaptarse al desarrollo del proyecto democrático más amplio. Se ha mantenido, siguiendo el razonamiento como Hartlyn, Oviedo y Brea, que estas formas patrimoniales y neopatrimoniales mantienen una relación tensa con la demo cracia, obstaculizando el potencial de ésta y, al

final, bloqueando las posibilidades de construir un Estado más coherente con los principios constitucionales que constituyen la base legal de su legitimidad, e impidiendo por ende un desarrollo de formas de representación más eficaces y auténticas. Es por ello que a inicios del siglo XXI no podemos hablar en la República Dominicana de la existencia de una burocracia racional y eficiente ni de una carrera administrativa en el Estado invulnerable a los cambios de administración. Tampoco podemos hablar de un Estado con capacidades institucionales y coherencia suficiente para enfrentar retos como el de la reducción de la pobreza, el analfabetismo y los bajos índices de salud, por no haber asimilado aún los recientes modelos de gestión pública basados en la evaluación de los resultados. Asumir modelos como los de agendas estratégicas y evaluación por resultados implica también aceptar que el Estado, en su estructura administrativa, debe operar con el principio de la separación entre lo político y lo administrativo, y que la selección del personal, lejos de hacerse siguiendo la lógica de la distribución del "botín político", debe seguir el principio del mérito y la igualdad. De todo ello se desprende el corolario de que los servicios sociales que brinde el Estado deben beneficiar a todos los ciudadanos independientemente de cuál sea la bandería política que ostenten. Esto sugiere que los estudios sobre el Estado que se elaboren en el futuro inmediato tienen que orientar su interés hacia la evaluación de los progresos hechos en las instituciones particulares en estos aspectos, y establecer las oportunidades y ries-

23


gas que se presentan al reduplicar los casos exitosos en otras instituciones. También estos estudios debieran tomar en cuenta la naturaleza y evolución de la clase política dominicana. Aunque en este trabajo este punto no se tocó, resulta evidente para muchos (incluyendo al autor de esta monografía) que la clase política dominicana presenta un grave retraso su visión de la política en el marco del Estado moderno, con respecto a la clase económica y los grupos organizados de la sociedad civil. Aquélla es una clase que parece no poder concebir la política al margen del clientelismo y del patrimonialismo, porque inclusive considera que comportarse de manera contraria a estos patrones podría significar su muerte política. En la medida en que ésta sea una creencia ampliamente compartida, esta clase política no podrá apostar, ni aunque lo formule en un discurso de deseo, por una modernización seria del Estado dominicano con todo su engranaje. Los estudios sobre el Estado dominicano debieran considerar y ponderar, pues, escenarios de cambio de la mentalidad de la clase política, junto con los escenarios de cambio institucional, aplicando los modelos que la sociología política y la ciencia política pone a nuestra disposición, como serían, por ejemplo, el modelo del interés público, el de la elección racional, así como, en otra vertiente, los modelos de cambio identitario y cambio de valores. En otro orden, los análisis también debieran considerar el peso de las demandas y condiciones que están forzando al Estado dominicano al cambio, so pena de caer en situaciones de ingobernabilidad grave. Entre estas condiciones y demandas están: • Institucionalización definitiva del servicio civil y la carrera administrativa, los cuales ya están planteados como proyecto y que, sobre todo la segunda, cuenta con unos niveles de realización incipientes aunque precarios. • Reformas que establezcan mecanismos de rendición de cuentas a la ciudadanía sobre la debida ejecución presupuestaria y la definición y ejecución de los proyectos estatales en diálogo con la ciudadanía. • Reformas que introduzcan niveles prudentes de descentralización de las decisiones ejecutivas, de modo que se reduzca la dependencia en el Ejecutivo y, por lo tanto, el presidencialismo. 24 GlOBAL

• Dotar al Estado de capacidades institucionales adecuadas para diseñar y ejecutar políticas de reducción de la pobreza a través de la mejora de los servicios de salud y de educación, que deben pasar a ser prioridad en la agenda político-social. Se trata pues de contribuir a la construcción de un Estado que sirva a los propósitos de potenciar el ejercicio de los derechos civiles, políticos y sociales que siguen definiendo, a pesar de los contratiempos, los fines de la política como actividad a la vez racional y responsable.

Leopoldo Artiles es sociólogo por la UNPHU (1978), maestría en Ciencias Sociales, Flacso-México (1982), ydoctorado por la Universidad de Minnesota (2002). Ha publicado sobre temas de educación, comunicación y análisis del discurso, ideologías empresariales y políticas, y movimientos sociales. Ha enseñado sobre resolución de conflictos y mediación. Es profesor de la Escuela de Sociología de la Universidad Autónoma de Santo Domingo e investigador del Centro Poveda.

Notas J

"El crecimiento del imperio económico de Trujíllo llegó a ser tan

grande, que al final de su vida controlaba cerca de un 800/0 de la producción industrial y sus empresas daban ocupación a un 45% de la mano de obra activa en el país, lo que unido a su control absoluto del Estado, que empleaba a un 15% de la población activa, hacía que un 600/0 de las familias dominicanas dependieran de una manera o de otra de su voluntad. Todo esto, unido a un sistema de impuestos y las ' contribuciones del Gobierno, cuyos fondos él manejaba absolutamente, hace verosímil la observación de un testigo que llegó a decir que durante su Gobierno se llegó al extremo de que los dominiCanos no podían comer, calzar, vestir o alojarse sin que de alguna manera Trujillo o su familia resultaran beneficiados. Desde un principio, el Gobierno Dominicano fue una maquinaria al servicio de su engrandecimiento personal y la reconstrucción del Estado fue un pretexto para el enaltecimiento de su gloria." (Moya Pons, 2002:5 J 8). 2

Se puede decir que el control que el régimen de Trujillo ejercía

sobre el discurso privado y público revistió caractelÍsticas totalitarias. Esta vigilancia era tan fuerte en la ciudad como en las zonas rurales: "Los campesinos recuerdan con temor el control opresivo del Estado sobre el habla, los elaborados mecanismos de vigilancia, y las honibles consecuencias que podía tener el menor lapso lingüístico. No sólo expresiones de oposición política, sino cualquier ocurrencia verbal podía tener consecuencias tristes. Quizás más desconcertante aún era el conocimiento de que los conocidos, amIgos, vecinos y aún anteriores esposos(as) podrían


denun ciar a uno, quizás con falsa información, para obtener

5

Asumimos aquí una noción de populismo muy lata, referida

beneficios del régimen o simplemente debido a celos o animosi-

principalmente a un patrón de gastos por parte del Estado que

dad. La vigilancia era, según se dice, más intensa en los pueblos,

no respeta los principios de la disciplina tlscal para satisfacer

renejando la mayor presencia del Estado allí, la facilidad con que

demandas históricamente pospuestas de las masas pobres de un

se implantaban espías (por .::jemplo, como mend igos, limpiabotas

país. Reconocemos los límites de esta detlnición que, sin embargo,

o emplea dos de compai1ías), y la mayor frecuencia de manifes-

para e! caso que nos ocupa, cumple el cometido de describir un

taciones y reuniones políticas controladas por el Estado. Otras

patrón de gestión tlscal y de gastos del Estado. (Ver Dore Cabral,

manifestaciones opresivas de control discursivo bajo Trqjillo eran

] 999:pp.45)

las vinualmente obligatorias placas, fotografías y botones con la imagen de Trqjillo que podían encontrarse probablemente en la

Bibliografía

mayoría de los hogares dominicanos durante el régimen. Muchos

BREA, RAMONINA , Ensayo sobre la formación del Estado capitalista

la República Dominicana y Haití. Editora Taller. Santo Domin-

dicen que si un guardia veía que no había manifestación algu-

1'/1

na de este tipo en tu hogar, tú podrías ser sospechoso." (Turits,

go, J\epública Dominicana,] 983.

2003 :228- 229, traducción de! autor)

DORE CABRA!"

l ... ..

tras el reformismo, desde el Estado se estimuló u n proceso de

C Af~LOS,

Problemas sociológicos de .fin de siglo, FLAC-

SO -República Dominicana, 1999.

relativa modernización de la burguesía tradicional dominicana,

EsPINAL, FLAVIO, Cotlstituciol1Cllismo y Procesos Políticos en la Repú-

que determinó un cambio en sus patrones de comportamiento

blica Dominicana, PUCMM, República Dominicana, 200 1.

político y económico. Al esti mular la industri ali zación sobre las

Hi\RTLYN, JONATIIAN, The struggle for Democra tie Poli/ies in the

premisas referidas, el Estado facilitaba la estructuración de un sec-

Dominican Republic, The University of North Carolina Press Cha-

tor industrial relativamente importante, aunque éste mantuviera

pel Hill and London, 1998.

su dependencia del capital come rcial y de! gran capital internacio-

JIM(,NEZ POLANCO, JACQUELlNE, Los Partidos Políticos en la República

nal." (Lozano, 1985:107)

Dominicana. Actividad Electoral y Desarrollo Organizacional, Edi-

4

El Co nsej o Nacional de la Magistratura está integrado por siete

tora Centenario, Santo Domingo, República Dominicana , 1999.

miembros: 1) el Presidente de la República, 2) el Presidente del

LOlANO, WILFREDO, El Reformislno Dependiente (Estado, Clas es

Senado, 3) un sen ador de un partido di stin to aI del P residente

Sociales y Acumulación de Capital en República Dominica -

del Senado, 4) el Presidente de la Cámara de Diputados, 5) un

na: 1966-78), Ediciones de Taller, República Dominicana, 1985.

diputad o distinto del anterior, 6) el Presidente de la Suprema

MOYA PONS, FRAI'JK, 1Vfal1ual de Historia Dominicana, Caribbean

Corte de Justici a, 7) un Magistrado de la Suprema Corte quien

Publ ishers. Santo Domingo, 2002 (13a. edición).

actuaría como Secretario . Distinto a como fuera en la Consti-

OVIEOO, Josi,: La Tradición Autoritaria, Investiga ción realizada

tución ante rior a la reformada de 1994, este Consejo es el que

para el Instituto Tecnológico de Santo Domingo (lNTEC), ]986

tiene .la atribución de elegir a los miembros de la Suprema Cor-

(Mimeo) .

te de Justicia, en vez de ser la atrib ucion del Senado, como lo

¿ Un Estado del siglo XIX para el siglo XX!?: la gestión pública

era en la Constitución de ] 966, haciendo de la Suprema Corte

JI el reto dominican o, Participación Ciudadana. Programa de

de Justicia un órgano sometido a la voluntad del Senado. Por

Transparencia de la Gestión Pública. Santo Domingo, República

otro lado, se co nsagró la inamovilidad de los jueces. La reforma

Dominicana, 200!.

de 1994 también le confirió a la Suprema Corte de Justicia la

"La respuesta clientelista", Periódico El Caribe, ] 5/09/03 , p.lO.

c.,

atribució n de designar los jueces a nivel nacional. Esto defini -

SALCEDO

tivamente sacaba los nombramientos de la jud icatura del botín

jueces de la Suprema Corte de Justicia de la República Dominica-

CARLOS R., "La transparencia en la elección de los

político (S alcedo, 2002). Puede dec irse que esta fue una de las

na", en In iciativas de la Sociedad Civil para la Transparencia en

reformas más si gnitlcativas (tal vez la más significativa) becha a

el Sector Judicial, Fundación para el Debido Proceso Legal-Due

uno de los poderes del Estado con sentido republicano y liberal,

Process of Law Foundation, 2002. RICHARD LEE, Foundations oI Despotism. Peasa nts, the

contrario a la lógica del neopatrimonialisl11o. Sin embargo, esta

TIJRITS,

lógica aún en este aspecto sigue presente como se evidenció en

Trujillo Regime and Moderni ty in DominicUl! HislOry. Stanford

la elecci ón de los jueces para cubrir tres vacantes en septiembre

Uni versi ty P ress.

de 2001, y los intentos desde el Senado para recortar la indepen-

WEBER, MAx, ECOlwmía y Sociedad, Fondo de Cultura Económica .

dencia del poder judicial (Ibid., pp.53-58) .

México, 1977.

25


~

MIGRACION HAITIANA y CIENCIAS SOCIALES Por Carlos Dore Cabra!

Este no es un artículo sobre la presenCIa haitiana en la República Dominicana, sino una breve historia de cómo los científicos sociales dominicanos han estudiado este fenómeno. Si se estuviese obligado a ubicarla disciplinariamente se diría que pertenece al área de la historia de las ideas. Y para hacerla se ha procedido de la forma que aconsejaba uno de sus más importantes cultores, Isaiah Berlin, "adentrándose en las mentes y puntos de vista de las personas que las sostuvieron, así como en los contextos sociales y culturales de los que formaban parte". 26 GLOBAL



a búsqueda hecha conforme al procedimiento berliniano nos habla de varios períodos. El primero se inicia en la década de 1930 y culmina en la de 1940 y se caracteriza en su primer lustro por el interés de alertar al Estado y la población sobre los peligros de haitianización y en el último por la misión de justificar el genocidio de 1937. El segundo corre de la década de 1940 a la de 1960 y es aquella etapa en que se crea y consolida la ideología anti-haitiana y racista antinegra. El tercero se mueve de la década de 1960 a la de 1980 y su signo es revisar y desmontar uno por uno los elementos que constituyen esa ideología. El cuarto comienza en la década de 1980 y llega hasta fines del siglo XX, en el cual ya la revisión de los conocimientos pasados no es el norte de las investigaciones, sino más bien el interés de una descripción explicativa de esa presencia tal y como se comporta en los momentos en que los estudios tienen lugar. Al final de este ensayo cualquier experto en el tema migratorio advierte que las Ciencias Sociales dominicanas están atrasadas en el estudio de este fenómeno, pues aún no salen decididamente de sólo ver y estudiar elementos relacionados con su faceta de inmigración laboral, sin fijar su atención en otras áreas del mismo fenómeno que son predominantes en los estudios modernos sobre migración, como son la identidad y la integración, la comunidad étnica, la segunda y tercera generaciones, el retorno, el capital social, la transnacionalidad, las relaciones Estado-inmigración y Estado-emigración, las asociaciones de migrantes ... Pero quizás la encuesta nacional de la población haitiana en la República Dominicana con que probablemente se inicia un quinto período de estos estudios, sea la base para la modernización de las Ciencias Sociales dominicanas que bregan con la migración haitiana.

L

El inicio de los estudios Los estudios sobre la presencia haitiana en la República Dominicana se inician en el siglo XX, aunque este fenómeno social es anterior al inicio de esa centuria. Investigaciones históricas, socio-históricas y de historia económica realizadas el siglo pasado (Cassá, Moya Pons, Peña Batlle, Silié) ofrecen datos e indicios sobre flujos poblacionales de la parte oeste hacia la parte este de la Isla Hispaniola, desde mucho antes de que éstos comenzaran a indagarse. Asimismo, los archivos de secretarías 28 GLOBAL

de Estado como las de Agricultura e Inmigración, de Relaciones Exteriores, de Justicia y de instituciones como la Policía Nacional y de los ayuntamientos e iglesias de provincias fronterizas anteriores a 1900, contienen informes, sentencias, querellas, registros, estadísticas, que sugieren frecuentes salidas de nacionales de Haití a la República Dominicana y regresos de éstos a Haití e incluso de asentamientos en tierras dominicanas de nacionales haitianos, anteriores (y diferentes) a los llamados bateyes azucareros y cafetaleros 1. El momento en que se iniciaron esos estudios puede ubicarse en la tercera década del siglo XX2. En el primer lustro del decenio de 1930 se hicieron indagaciones y publicaciones muy discretas, que no sólo estaban movidas por el interés de conocer cómo se comportaba la presencia haitiana de antes y de ese momento. Aunque esos trabajos se apegaban a las rigurosidades técnicas e intelectuales prevalecientes en aquellos tiempos, sus fines eran de carácter político e ideológico. Intelectuales como Ramón Emilio Jiménez, a la sazón secretario de Estado de Educación, Vicente Tolentino Rojas, entonces director General de Estadísticas, y Manuel Arturo Peña Batlle, quien todavía no estaba incorporado al régimen de Rafael 1. Truj illo , a no ser como miembro de comisiones relacionadas con la cuestión fronteriza, fueron las mentes y las plumas más destacadas de ese primer momento. Los trabajos de Jiménez y de Tolentino Rojas buscaban poner en conocimiento del Gobierno y de la población cuál era la magnitud presente y en perspectiva de los asentamientos de haitianos en el país. Para esos fines, desde la Secretaría de Estado de Educación se envío a los inspectores de esa cartera un cuestionario para determinar el estado de la presencia de nacionales de Haití en las escuelas fronterizas dominicanas 3 • Además, en los boletines o anuarios de esa Secretaría se daba cuenta de los procesos de dominicanización de la educación en la frontera: nuevas escuelas, cambios de nombres de los poblados y creación y difusión de poesías, canciones e himnos de carácter patrióticos que se difundían en las zonas cercanas a Haití. La Dirección General de Estadísticas realizaba estudios demográficos, cuyas fines eran determinar la significación de los haitianos en la población de la República Dominicana, en aquel entonces y en el futuro. Era también el momento en que Peña Batlle producía algunas


de sus interpretaciones históricas sobre el papel jugado por Haití en el destino de la nación dominicana. En el segundo lustro de la década de 1930, los trabajos sobre la presencia de haitianos estuvieron condicionados por el genocidio de 1937 llevado a cabo contra los nacionales del país vecino asentados en la frontera. La mayoría de esos estudios perseguía justificar esa acción. En ese momento hay un intelectual que destaca por encima de todos los que se dedicaron a esa labor a través de artículos de periódicos y folletines: Joaquín Balaguer, quien pronuncia charlas y publica ensayos al respecto en el país y en el extranjero, tarea que concluye en su obra La realidad dominicana, publicada con posterioridad, en la década de 1940. En las dos décadas siguientes, la labor intelectual realizada en el país sobre Haití estuvo dirigida a crear las bases y desarrollar los elementos nodales de la ideología anti-haitiana y racista anti-negra que aún pervive y predomina. Únicamente se conoce un trabajo publicado en esa época en el país que difiere de esas ideas. Es una carta escrita por Juan Bosch a Héctor Inchaústgui Cabral,

Emilio Rodríguez Demorizi y Ramón Marrero Aristy, que fue publicada con su respuesta en forma de folleto por una editora de La Vega, bajo el título de Dos cartas para la Historié. El resto de ese tipo de escritos publicados durante esos 20 años servia al propósito de establecer el "otro", antagónico y diferenciador, que se entendía necesario para el desarrollo y fortalecimiento de la identidad cultural y nacional. El primer trabajo de importancia en esa línea, después de terminada la década de 1930, fue el discurso pronunciado por Peña Batlle, con motivo de la fundación de la provincia San Rafael, en 1941; especie de clarinada y de programa, que sirvió de inspiración y orientación a quienes lo siguieron en esa labor. En ese lapso se desarrollaron estudios que cubrían los distintos aspectos a través de los cuales se vertebra esa forma de pensar la cuestión dominico-haitiana. Los elementos jurídicos, políticos e históricos de la frontera, los culturales, que se focalizan en el lenguaje y en las costumbres, los religiosos, los raciales y los puramente históricos, que no sólo se encontraban en exposiciones

29


dedicadas a ellos sino también en textos que explican los avances del régimen trujillista en sus esfuerzos por contrarrestar los efectos sobre el país de la presencia haitiana y en las polémicas de autores dominicanos con los del país vecinoS.

Los estudios post-Trujillo Después de la desaparición de la dictadura de Rafael L. Truj illo , a inicio de la década de 1960, se produce un cambio que modifica radicalmente el sentido de los estudios sobre los vínculos de Haití y sus pobladores con la República Dominicana. La producción que había tenido lugar durante las dos décadas anteriores se somete a una revisión despiadada que desmonta uno por uno los pilares que sostenían la ideología reciamente articulada en aquel tiempo, no dejando nada en pie y conformando sobre sus despojos una suerte de contra ideología no anti-haitiana y no racista anti-negra. Esta transformación encuentra su explicación no sólo en razones intelectuales y técnicas, sino también políticas e ideológicas. La desaparición de la dictadura de Trujillo creó un ambiente político en el que las críticas a cualquiera de los elementos de su sistema parecian ciertas, justas y progresistas -lo fuesen o no-, lo cual estimuló y sostuvo ese quehacer y el nivel de su radicalidad. Además, esa guerra intelectual, político-ideológica, aparentaba desenvolverse contra posturas del pasado, que no se desarrollaban más allá de aquel día en que el régimen dictatorial cayó, que lucían muertas para siempre. La realidad era que esas ideas seguían permeando y siendo predominantes en la sociedad, sólo que en ese entonces nadie las defendía. Lo que sucedía era que sus creadores, aún vivos, sus sostenedores o simples seguidores estaban colocados a la defensiva. Era como si entendieran que en un contexto socio-histórico y político-cultural tan adverso no tenía sentido librar esa batalla o temían hacerlo. Lo importante de ese hecho a los fines de este artículo, es que esa revisión crítica y recreación de nuevas posiciones político-ideológicas no se daba en el marco de un debate que permitiera reflexionar a ambas partes sobre los argumentos del contrari0 6 • Los realizadores de esa tarea eran en su mayoríajóvenes (y algunos no tan jóvenes) historiadores, sociólogos y de otras disciplinas sociales adscriptas o cercanas, en términos teórico-metodológicos, al marxismo. Este es 30 GLOBAL

otro elemento que explica que las variables políticoideológicas estuviesen presentes en la labor intelectual que desarrollaban. Por aquel entonces, ser marxista difícilmente se reducía a una postura frente al conocimiento, sino que implicaba normalmente una militancia más global frente a las distintas esferas de la sociedad y del mundo. O sea, que la revisión crítica y la reconstrucción teórica e ideológica que realizaban eran sólo una parte de una lucha más general nacional e internacional. No se trataba pura y simplemente de demostrar equivocado el viejo pensamiento y establecer uno nuevo. Era más lo que se buscaba. Se perseguía contribuir desde ahí con un proceso de cambio más general de la sociedad, donde el todo socioeconómico y político-cultural fuera removido. Eran así de radicales los términos de las confrontaciones, de las que no escapaba el frente de las ideas 7 • Durante los 20 años que dura ese proceso hay muchas desigualdades en los momentos de la incorporación y en las señas intelectuales y políticas de sus participantes, en las orientaciones y en las calidades de las obras que se realizan, en la continuidad de los trabajos que parten de ellos; pero ninguna de esas diferencias anula el propósito común -intencional o de hecho- de revisar lo escrito en los 20 años anteriores y suplantarlo. Durante la primera de esas dos décadas, la generalidad de los profesionales o estudiosos o intelectuales que se dedican a esa labor proceden del exilio político a que obligó el régimen de Trujillo a sus opositores. La convulsión política que signó el primer lustro de la década de 1960 lo convierte prácticamente en perdido para los fines de esta evaluación, a menos que se fije la atención en obras ya realizadas y divulgadas en esos primeros cinco años por los dos únicos sobrevivientes intelectuales y políticos de ese exilio, que fueron Juan Bosch y Pedro Mir8 , y, en la discreta pero significativa labor realizada en ese mismo período por Hugo Tolentino Dipp. Me refiero, en el caso de los dos primeros, a obras históricas que no estaban dedicadas al tema haitiano, pero que sí hacían un inmenso ruido a elementos nodales del compacto armazón ideológico que sobre la identidad nacional y cultural se había creado a lo largo de las décadas de 1930, 1940 Y 1950. Los juicios de Bosch acerca de la revolución haitiana y de su líder Toussaint Loverture, uno de los tres genios políticos que ha producido América, como decía ese


auto r, distan mucho de los que se podían encontrar en la bibliografía histórica del período mentad0 9 • El libro Tres leyendas de colores de Mir se publica después de 1965, pero su contenido son las mismas charlas que dictaba a cientos de jóvenes que, en grupos más pequeños, se reunían con él en la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), no en sus aulas ni en sus salones de conferencias, sino entre las matas de mangos de solares aledaños al pequeño edificio donde se alojaban la Escuela de Sociología, la Escuela de Idiomas y el Instituto de Sismología de esa institución; charlas en las que exponía una interpretación de las participaciones raciales en la historia de Santo Domingo muy distinta a las conocidas en los textos de los 30 años anteriores. Tolentino Dipp, de su lado, escribe y publica en ese primer lustro sus apuntes biográficos de Gregorio Luperón, con el que ganó el concurso organizado por el gobierno de Juan Bosch con motivo del primer centenario de la Restauración, pero, quizás más importante que eso, pronuncia y publica una charla sobre la nación dominicana en la Universidad Autónoma de Santo Domingo. En ambos textos replantea muchos de los énfasis históricos que se habían hecho hasta entonces sobre el proceso, lento y doloroso, como lo califica, de formación de la nacionalidad dominicana 10. En el segundo lustro de la década de 1960, después de los aco ntecimientos de Abril de 1965, un grupo de figuras política e intelectualmente menores comienza una labor que se hace sistemática acerca de elementos importantes de la predicha ideología. El mismo Tolentino Dipp, Federico Henríquez Vásquez, Emilio Cordero Michell y Franklyn Franco Pichardo dan los primeros pasos en las revisiones históricas, que durante toda la década de 1970 continuarán, desde la Historia misma, desde la Sociología y desde otras Ciencias Sociales. Asimismo, a finales de los 60 y a principios de los 70 aparecen tres textos, que son los primeros antecedentes de un tipo de estudio distinto, que intenta establecer, mediante procedimientos estadísticos y sociológicos, la realidad de la presencia haitiana de ese momento. Se trata de un primer esfuerzo por cuantificar la mano de obra haitiana en el mercado laboral dominicano realizado por la Oficina Nacional de Planificación (ONAPLAN), de los trabqjos de campo y consiguientes análisis realizados acerca de la industria azucarera, por un equipo de sociólogos encabezado por André Corten y constituido por Isis

Duarte y Magda Acosta y de la encuesta que, sobre la inmigración haitiana hacia la República Dominicana, realizó el equipo del Instituto Dominicano de Estudios Aplicados, dirigido por Frank Marino Hemández. Pero es en la segunda parte de ese período, en la década de 1970, en la que se crean las condiciones intelectuales y político-ideológicas que hacen de esa revisión y reconstrucción críticas del pensamiento sobre la nación una labor más consciente y más en consonancia con los elementos heurísticos de la época. En ese momento retoma al país un grupo de jóvenes que había adquirido su formación básica bajo el régimen de Trujillo y que antes, durante o después de la Revolución de Abril de 1965, decide realizar o completar su educación superior en Latinoamérica y Europa.

El grupo Roberto Cassa, Rubén Silié, Lil Despradel, José del Castillo y Walter Cordero son los nombres más destacados de los miembros de ese grupo que, durante ese período, se dedican a tratar temas directamente relacionados con la presencia haitiana 11. El primero hace una lectura crítica de la historia nacional, a la vez que produce ensayos con la intención de desvelar cómo se constituye la ideología anti haitiana y racista anti-negra. Silié aplica los principios de la escuela de los Anales al siglo XVIII del Santo Domingo español en un contrapunteo -más en el proceso de investigación, que en el proceso de exposición- con lo que sucedía en esa misma época en el Santo Domingo francés, haciendo explícitos los movimientos poblacionales que ya se producían de un lado a otro de la isla. Despradel elabora una periodización del antihaitianismo dominicano, que aún mantiene su validez, y del Castillo hace estudios definitivos sobre la contratación de braceros cocolos 12 y haitianos a principios del siglo. Cordero es quien más lejos llega entonces, y todavía, en desentrañar el carácter universal, no sólo anti-haitiano, del racismo en la República Dominicana. Pero todavía en esta etapa se escriben y publican cuatro trabajos, los cuales son una suerte de transición entre este período y la creación de un nuevo tipo de búsqueda, que aparentemente se conforma con describir y explicar cómo se desenvuelven los procesos de desplazamientos humanos de la parte oeste a la parte este de la Isla Hispaniola. 31


Dos de esos estudios ya han sido citados. Ellos son el de José del Castillo sobre la contratación de braceros a principios del siglo XX y el de José Israel Cuello sobre la matanza de haitianos de 1937. En ambos casos se trata de una escrupulosa presentación de informaciones inéditas sobre esos temas encontrados en los archivos de esas épocas, de tal forma expuesta que parecen ser los datos por sí mismos, más que los autores, los que construyen y narran esas realidades. Los otros dos trabajos son las tesis de grado de Sociología de Frank Báez y Wilfredo Lozano, luego publicadas como libros. El primer texto es una explicación sociológica de la industria azucarera dominicana y el segundo de la primera intervención militar de los Estados Unidos de América a la República Dominicana entre 1916-1924, lapso imposible de estudiar sin bregar con el tema de la producción de azúcar de caña. Los datos que contienen son de carácter secundario, pero expuestos en un marco teórico-metodológico que los convierten en obras originales y novedosas. Su interés primero y único, al menos expresamente, en el caso de Báez, era ofrecer una descripción de la evolución socioeconómica y política de la industria azucarera en la República Dominicana, y, en el caso de Lozano, dar una explicación del significado de esos ocho años de ocupación militar americana en el tipo de desarrollo capitalista de este país.

Cambios de fin del siglo En las dos últimas décadas del siglo XX se producen cambios que se orientan en dos sentidos diferentes. Uno que altera varios de los elementos que habían caracterizado los estudios inmediatamente anteriores. Primero, la revisión y reelaboración críticas de la producción anterior a 1960 sobre ese tema dejan de ser el propósito principal de los investigadores, que ahora están más interesados en una descripción explicativa de esa presencia tal y como se comporta en los momentos en que los estudios tienen lugar. Segundo, la Historia y la Critica Histórica dejan de ser las disciplinas predominantes de esos estudios, para ocupar su lugar la Sociología y la Antropología. Tercero, mientras la generalidad de los resultados de los estudios anteriores a la década de 1980 servían para reforzar la nueva forma de analizar la relación con Haití y la presencia de sus nacionales en tierra dominicana, los resultados de los que se ejecutan después de iniciado 32 GLOBAL

ese decenio se podían utilizar para orientar el trazado de políticas relacionadas con esa presencia. En el otro sentido, esos cambios tienen que ver con el surgimiento de una contra critica dirigida a revisar la producción que tiene lugar en las décadas de 1960 y 1970. Esta labor se refuerza con la decisión de grupos editoriales de volver a publicar parte de la producción que sobre el tema se había elaborado o publicado bajo el régimen de Truj illo , sobre todo los libros de Peña Batlle. La maduración de dos procesos, uno político y otro intelectual, hacen posible esos cambios. El fin del Gobierno termidoriano de los 12 años de Joaquín Balaguer, con el triunfo electoral del Partido Revolucionario Dominicano en 1978, es un momento importante para los afanes nacionales de una sociedad más abierta y, en consecuencia, más adecuada al surgimiento y a la difusión de nuevas ideas, al planteo y desarrollo de cualquier tipo de debate, y al uso de los conocimientos científicos en la elaboración de políticas sociales y económicas. La década de 1980 puede considerarse aquella en que se comienzan y se terminan los estudios sociológicos y antropológicos de la presencia haitiana en los ingenios azucareros de la República Dominicana. Sus metas son crear conocimientos técnicamente aplicables a los cambios que se requieren en la industria del azúcar de caña, a la vez que establecer su significado en el conjunto , social y cultural de la nación. Este primer proyecto lo realizaron varios equipos de investigación e investigadores individuales. De ellos destacan tres grandes trabajos: el realizado por el Fondo para el Avance de las Ciencias Sociales, bajo el título de El Batey y dirigido por Frank Moya Pons, con un equipo de analistas sociales constituido por Fernando Ferrán, Martín Murphy y Carlos Dore Cabral; la investigación de Frank Báez Evertsz, Braceros haitianos en la República Dominicana y la investigación de Martín Francis Murphy, Historical and Contemporary Labor Utilization Practices in the Sugar Industries 01 the Dominican Republic. El primero de estos trabajos se hizo por encargo del Cons{jo Estatal del Azúcar en 1983, con un financiamiento del Banco Interamericano de Desarrollo. El segundo fue la tesis que presentó el autor para aspirar a doctor en Sociología en la Universidad Nacional Autónoma de México y su primera edición data de 1984. El tercero fue


hijos nacidos en este país, ya sea de parejas de haitianos, de partjas de haitianos y de dominicanos, e incluso de parejas de descendientes de haitianos, o sea, de parejas de dominicanos de ascendencia haitiana. Carlos Dore Cabral ha sido el único de los especialistas mencionados que se ha dedicado, de manera continua y sistemática, a estudiar a los dominicanos de ascendencia haitiana, que han sido colocados, a diferencia de otras descendencias de extranjeros, en la condición del único grupo étnicocultural que forma parte de la población dominicana. En cuanto al otro tipo de investigación que se produce en las décadas de los 80 y los 90, que consiste en una contra crítica de aquellos trabajos que se elaboran y publican en las dos décadas anteriores y que sólo cuenta con una obra realmente importante. Me refiero a El ocaso de la nación de Manuel Núñez, que se publica a inicios de 1990. Antes de ella, algunos articulistas, en exposiciones de menos monta, se habían ocupado de

la tesis que presentó el autor para optar al título de doctor en Antropología en la Columbia University, en 1986. Estos tres trabajos se complementan entre sí, siendo el que dirigió Moya una minuciosa investigación de las condiciones socio-económicas existentes en los bateyes de los ingenios del Consejo Estatal del Azúcar; el de Báez se focaliza en estudiar la lógica de la migració n laboral de Haití hacia la República Dominicana, y el de Murphy establece una comparación entre el uso de la mano de obra haitiana en los ingenios del Estado, de las empresas privadas dominicanas y las empresas privadas extranjeras. Existen otros estudios menores realizados por las instituciones mismas del sector azucarero, por las ONG que se ocupan de trabajar con los inmigrantes y refugiados haitianos en el país y por estudiosos, cuyos ensayos encontraban cabida en revistas que se pueden considerar como especializadas en es.e tipo de temas, como es Estudios So ciales l3 •

Preguntas sin contestar A los finales del decenio de 1980 y a lo largo de la década de 1990, los estudios aludidos van dejando preguntas sin contestar que son asumidas por algunos de esos especialistas. Se producen dos direcciones básicas de investigación a partir de esas cuestiones. Una que tiene que ver con las otras áreas de la economía nacional a que se va extendiendo la mano de obra haitiana en dimensiones significativas. Así, los estudios sobre la presencia haitiana salen de los ingenios azucareros y se dirigen, primero, hacia la producción cafetalera, con los resultados de una encuesta realizada y analizada por Wilfredo Lozano y Frank Báez. Más adelante, el mismo Lozano, en el marco de sus estudios sobre los jornaleros agricolas, se dedica a desentrañar en una nueva encuesta y consecuente análisis, las características de la presencia haitiana en el arroz. Finalmente, en esa línea, Rubén Silié y Carlos Segura comienzan a estudiar los conglomerados de haitianos .? en las zonas urbanas, sobre todo los que se con, centran en la industria de la construcción. La otra línea de investigación tiene que ver Con la extensión de la presencia haitiana, pero no en términos de la estructura geográfica o económica de la República Dominicana, sino de la extensión de los haitianos a través de sus

.

j

,


aspectos relacionados con la inmigración de haitianos, pero ninguno de esos artículos periodísticos ni todos juntos, llegaba a lo que podría considerarse una crítica consistente de los estudios en las décadas de 1960 y 1970. Es más, ni siquiera eran una crítica correctamente articulada a uno solo de los aspectos de esos estudios. El libro de Núñez es diferente, pues consiste básicamente en eso, en una crítica exhaustiva de todo lo que se había escrito en aquel período y aún después sobre el tema, tanto en términos de revisión crítica de la literatura anterior a la década de 1960, como en términos de unas Ciencias Sociales que crean conocimientos técnicamente aplicables y que desvelan el significado del fenómeno que estudian. La debilidad de ese otro tipo de estudios consiste en que se trata de un solo estudio y que este se reduce a una crítica, a partir de la cual no se elabora un nuevo conocimiento que sea capaz de explicar, desde su propia óptica teórica e ideológica, los nuevos fenómenos que comporta la presencia de haitianos en la República Dominicana a principios del siglo XXI. Esto no lo logra la obra de Núñez ni en su segunda edición, ampliada y corregida, donde revisa las críticas que había formulado hace 10 años e incorpora las que hace a los trabajos que se producen en las décadas de 1980 y de 1990. Después de esta última edición de El ocaso de la nación, se han publicado algunos ensayos de cierta importancia por otros autores que se mueven en la misma línea de pensamiento que él, pero reducidos al área legal y tratando un aspecto específico de la cuestión, que es el de la nacionalidad de los descendientes de haitianos nacidos en la República Dominicana. A pesar de esas limitaciones, es necesario tenerlos en cuenta si se quiere tener una idea exhaustiva de los así llamados estudios sobre la presencia haitiana en la República Dominicana. Sus autores son prestigiosos juristas, como Lupa Hernández Rueda y Peligrín Castillo.

Asignaturas pendientes Si la situación de los estudios de la presencia haitiana en la República Dominicana, descrita y explicada hasta aquí, es la que existe a principios del siglo XXI, cualquier conocedor de las teorías de las migraciones puede darse cuenta que las Ciencias Sociales dominicanas están muy atrasadas en el conocimiento global del fenómeno de la inmigración haitiana hacia la República Dominicana. 34 GLOBAL

En realidad no se ha pasado, después de tantos años estudiándolo y con tan variadas formas de estudiarlo, de lo que se puede considerar la primera parte o etapa de ese conocimiento, que consiste en validar que el proceso migratorio tiene lugar y establecer la naturaleza y la lógica de la inserción de esa fuerza de trabajo en la economía dominicana. No se ha ido mucha más allá, si exceptuamos los estudios sobre los dominicanos de ascendencia haitiana y la situación de la mujer haitiana y dominicana de ascendencia haitiana. Es que modernamente los estudios migratorios siguen teniendo como base esa primera etapa sin la cual es imposible avanzar hacia otros niveles, pero sus preocupaciones centrales hoy día son otras, como los procesos de identidad e integración de los migrantes y sus descendientes, los negocios étnicos, las del capital social, el papel de las remesas al país de origen, el transnacionalismo, las organizaciones de los migrantes, las relaciones entre los inmigrantes con el Estado que lo recibe y las relaciones de los emigrados con el Estado desde dónde salen. En ninguno de estos y otros posibles aspectos específicos generados por los procesos migratorios han incursionado las Ciencias Sociales dominicanas, en el caso de la presencia haitiana en la República. Sólo en el recién iniciado siglo XXI se ha realizado la primera encuesta de carácter nacional y con vocación de representatividad entre los haitianos que viven y trabajan en la República Dominicana, a través de la que se pueda dar cuenta de cuál es su realidad completa, no parcial, como ha sido hasta ahora. Este estudio fue realizado por la sede dominicana de la Facultad de Ciencias Sociales de América Latina (FLACSO) y dirigido por Rubén Silié con la participación de Antonio Morillo, Brígida García y Carlos Dore Cabral. De este esfuerzo sin precedentes en los estudios migratorios llevados a cabo en la República Dominicana sólo se ha publicado un informe preliminar y muy rudimentario de los resultados. La base de datos que se construyó con esa investigación, sin embargo, puede contribuir a que las Ciencias Sociales dominicanas acometan estudios sectoriales mucho más a tono con la actual evolución de las investigaciones sobre los desplazamientos poblacionales en el mundo y que ofrezca un saber más profundo sobre lo que ha significado y significa la presencia de los nacionales de la parte este de la Isla Hispaniola en la República Dominicana.


Carlos Dore Cabral es secretario de Estado, director de la Dirección de Información, Análisis y Programación de la Presidencia (DIAPE). Licen-

ca nos, cuya rebeldia contra el régimen era conocida , flleron enviados a

ciado en Sociología, es especialista en estudios políticos, sociología de las

puestos en la judicatura situados en la frontera. Una de sus misiones era

de los aliados en Yalta y Tehe rán, varios abogados e intelectuales domini-

migraciones y procesos de urbanización. Ha sido durante 15 años profesor

escribir textos periodísticos, ensayos o folleto s sobre sus observaciones de

universitario, ha hecho aportes de interés sobre la cuestión rural en la Repú-

aquellas zonas. Dos de los jóvenes intelectuales de aquella época que se

blica Dominicana y ha escrito varios libros, entre los que destacan The Urban

vieron obligados a hacerlo fu eron Freddy Prestol Castillo y Nesto r Caro .

Caríbbean: Trol1sitiol1 to the New Global Economy y Problemas sociológicos de

En esas circunstancias se conciben y probablemente se escriben la novela

fin de siglo.

El Masacre se Pasa a pie del primero y los cuentos Ba/sié del segundo.

Notas

década de 1970. Otras ohras literarias también sirven al conocimiento de

El senti do críUco de la primera di o lugar a que sólo se conociera en la

Antes de la inmigración laboral haitiana hacia la República Dominicana

las características de la presencia baitiana en el país, como las novelas de

y COllcom Ítantemente con ésta, hubo fluj os sign itlcativos de nacionales

Ramón Marrero Aristy Ova y la de Francisco Moscoso Puello, Cmías y

de Hai tí , a los cuales la teoría de la migración llama asentamientos de

bueyes, así corno el famoso cuento de Juan Bosch, Luis P ie.

1

Los períodos de conforma ción de la ideología y la contra ideología naciona-

colonización y que sud en producirse entre pa ises que tienen la misma

6

lrontera . Este parece haber sido un movimiento poblacional incesante

les referentes a Haití y a la presencia haitiana en la República Dominicana se

desde tiempo no establecido y que sólo detuvo, momentá neamente, el

dan en ambientes políticos intelectualmente cen'ados, independientemente de

genocidio de 1937.

las diferenci as de razones que los provocan. Lo mismo que se dice en el texto

, Hay estu dios importa ntes sobre la cuestión dom inican o-ha it ian a ante-

con relación a las limitaciones del periodo de las décadas de 1960 y 1970, se

riores a 1930, pero que se refieren sobre todo a la cuestión de los límites

puede decir con reladón al período de las décadas de 1940 y 1950.

fronterizo s y a los procesos histó ricos comunes a ambos países, sin entrar

'1

1"11 los aspectos que tienen que ver con los movimientos poblacio11ales

lizar los ma tices y a reconocer las áreas comu nes existe nt es entre uno y otro de los puntos de vista en pugna.

entre las dos naciones. J

En una situación de esa naturaleza era muy difícil detenerse a ver y ana-

Este cuestiona rio fue mostrado por el autor a un inspecto r de educaci ón

s La idea es de .losé Isra el Cuell o en conversaciones privada s con el

que residía en el municipio de Las Matas de Farfán y a quien entrevistaba

autor de este artíc ulo.

en la segunda mitad de los 80, con el propósito de conseguir información

" Igua l efec to p ro ducia la lectura de su cuento Luis Pie, cuando se

privilegiad a acerca de los movimientos oficiales en los años anteriores al

relaci onaba con el trata miento que oficia lmente se les ofrecía a los

genocid io. Ese cuestionario circul ó, según el infonnante .Y según lo que el

picadores de caña haitianos.

auto r pudo establecer en el Arcbívo General de la Nación, tamb ién

él

través

lO

Este autor ya bahía escrito en 1959 su tesis para alcanzar el grado de

de los inspectores del Parüdo Dominicano. Aparentemente ese instrumento

Doctor en Derecbo de la Universidad de París, sobre los orígenes históri cos

se estuvo aplicando durante el lustro de 1930- 1935 y en los primeros años

y jurídicos de los estados haitiano y dominicano. En la década de 1970

del lustro 1935-1940 y sus preguntas perseguían medir el nivel de haitia-

in icia un trabiUo que promete monumental sobre el papel de la raza en la

niz ación de las escuelas de la frontera .

histo ria de Santo Domingo, pero del mismo, hasta ahora, sólo ha publica-

4

La versión más socorrida sobre los orígenes de esa carta y su respuesta, es

do el primer tomo en 1974. Hay otros autores que no reúnen todas las características predichas

que en ocasión de un Congreso de periodistas que hubo en La Hahana en la

11

década de J 940, Trujillo envió esa delegación, que más que de periodistas,

en el texto para ser considerados miembros de ese grupo, pero que sí

era de funci onarios, porque allí se concentraba la más fuerte oposición a

expusieron nuevas ideas y sacaron a la luz nuevas informaciones sobre

su régimen y eran necesarias mentes y voces con suficiente inÍ()mlacÍón y

el tema de Haití y su presencia en el país, como es el caso de los historia-

talento para defenderlo, pero, además ellos todos eran amigos o conoci dos

dores forma dos en Estados Unidos, Frank Moya Pons y Antonio Lluberes

del famoso cuentista domin icano. Se asegura que se reun ieron esa noche

Navarro y el antropólogo asimismo formado en ese pais Fernando Ferrán;

y que alguna propuesta le hicieron ellos a Bosch, pues de otra forma no se

también es d caso de José Israel Cuello y Carlos Dore Cabral, quienes

explica que éste d~jara su posici ón por escrito, en la que es claro que no

habían adquirido su fo rmació n, hasta ese momento, en el país, el prime-

tenía intención de volver al pais, del cual se sentía tan It::ios, expresa en la

ro trabiUó los arch ivos de Julio Ortega Frier sobre los acontecimientos

cana, como un hombre de Alaska. Se ha llegado a decir que en aquella oca-

fronterizos que se produjeron en el aiío de 1937 y el segundo sobre la

sión se le ofreció, al ya dirigente del PRD, la Presidencia de la Repúbl ica.

iden tidad nacional y cultural de los dominicanos, Además, es en esa déca-

Durante la segunda parte de la década de 1940, en los inicios de la Gue-

da que se desarrollan nuevas líneas de investigación en diversas áreas

rra Fría que sigue al momento de apertura propiciado por los acuerdos

cuando contribuyen directamente con ese proceso de revisión : las inves-

5

35


tigaciones en musicología de Fradique Lizardo y Dagoberto Tt:jada, en

DESl'RADEL, LIL, Las etapas del antihaitillnismo en la República Dominica-

religiosidad popular de June Rosenberg, Geo Ripley, Martha E!len Davies

na en Política y Sociología en Haití y la Repúbl ica Domin icana, UNAJ\¡l,

y Carlos Esteban Drive y en arqueología social y antropología social

Ciudad de México, 1974.

de Marcio Veloz Maggiolo, Renato Rimolí y Fernando Luna Calderón.

DORE CABRAL, CARLOS, Los dominica/lOs de origen haitiano y /a segregación

Además, entonces se publican algunos textos claves al respecto, como el

racial en la República Dominicana, Estudios Sociales, Santo Domingo, 1986 -------------, "l.os domin icanos de ascendencia haitiana", 1, JI,

Código Negro Carolingio. J2

Es la denominación que se aplica en la República Domínicana para n'fe-

lIJ, IV y V, El Siglo, Santo Domingo, 1999.

rirse a los nativos de las isl as del Caribe del Este que migraron al país a

FRANCO, FRANKLYN, Los negros, los mulatos y la nación dominicana, Editora

inicio del siglo XX y a sus descendientes que nacieron en este país.

Nacional, Santo Domingo, 1976

13

Entre éstos hay que destacar porque se trata de la continuidad de una

HERNANDEZ, FRANK MARINO, La inmigración haitiana, Editora Taller, Santo

línea de investigación iniciada por los mismos autores, el libro de José

D0lJ1ingo,1973

Israel Cuello acerca de los contratos de braceros posteriores a 1937 hasta

FERR.4.N, FERNANDO, La presencia haitiana en la República Dominicana ,

los últimos realizados bajo el gobierno de Joaquín Balaguer .Y los estudios

Ciencia y Sociedad, Santo Domingo, 1986.

de José del Castillo sobre el significado del crecimiento físicos de los

LOZANO, WILFREOO

ingenios azucareros durante y después de la intervención norteamericana

economía cafetalera, FLACSO, Santo Dom ingo, 1985.

de 1916-1924. Y los dos tomos de Bernardo Vega sobre Trujillo y Haití,

MOYA PONS, FRANK, La dominación haitiana, UCMM, Santiago, 1972

donde recoge o glosa importantes documentos de los primeros siete aüos

MOYA PONS, FRANK, CARLOS DORE CABR!\L, FERNANDO

de la dominación tnüillista relacionados con el tema haitiano. En su caso

MURl'HY, El Batey, Fondo para el Avance de las Ciencias Sociales, Santo

y

BÁEZ Evmnsz, FRANK, Aligra ción internacional y

FERRÁN y

MAlUIN

no se trata de la continuidad de una línea de investigación, como en el

Domingo, 1986.

de Cuello y del Castillo.

MURPflY, MARTÍN, Sel11t:janws y diferencias e/1 la utilización de mano de

obra en las plantaciones azucareras de la República Dominicana, Estudios

Bibliografía

Sociales, Santo Domingo, 1984.

BAEZ Evnnsz, FRANC, Braceros haitianos en la República Dominicana, Ins-

ROSENBERG, JUNE, El gagá. Religión y sociedad de un cl/lto dom inicano. Un

tituto de Investigaciones Sociales, Santo Domingo, 1986.

estudio comparativo, UASD, Santo Domingo, 1979.

BALAGUER, JOAQuíN, La realidad dominicana, Ferrari Hermanos, Buenos

SILlÉ, RUBÉN , Economía, esclal'itud y población: ensayos de interpretación

Aires, 1947.

histórica del Santo Domingo espaliol en el siglo XVIII, UASD, Santo

BOSCH, JUAN, Trujillo: causa de una tiran ía sin (:jemplo, 6ta. Edición, Edito-

Domingo, 1976.

ra Alfa y Omega, Santo Domingo, 1994.

SILlE, RusícN, CARLOS SEGURA

BOSCH, JUAN, HÉcrOR INCflMJSTEGUl CABRAL, EMUlO RODRíGUEZ DLMORIZl

y

y

CARLOS DORE, La nueva inmigración haitiana,

FLACSO, Santo Domingo, 2002.

RAMÓN MARRERO ARISTY , Dos cartas para la historia, La Vega, 1940.

TEJADA ORTlZ, DAGOBERTO, Cultura y Folklore en Sanwl1lÍ, Alfa y Omega,

CA SS Á, ROBERTO, República Dominicana. Dos Siglos de Historia, Editora

Santo Domingo, 1984.

Santillana, Santo Domingo, 1998.

TOLEN'fTNO, HUGo, Raza e Historia en Santo Domingo, UA SD, Santo Domin-

CORDERO MICHEL, EMILIO, La revolución Iwitilma y Santo Domingo, 1844-

go, 1974.

1899, Editora Nacional, Sa nto Domingo, 1975.

VEGA, BERNARDO, Trujillo y Haití 1, Sociedad Cultural Dominicana, Santo

CORDERO, WAI:fER, La discriminación racial: orígenes y manifestaciones,

Domingo, 1988.

Serie educación ciudadana, 12, PUCMM!CUEPS, Santo Domingo, 1998.

---------- Tn(jillo y HaitÍ 11, Sociedad Cultural Dominicana, Santo

CORTEN, ANDRES, MAGDA ACOSTA, ISIS DUARTE y CARLOS MA. VllAS, Azúcar y polí-

Domingo, 1995.

tica en la República Dominicana, Editora Taller, Santo Domingo, 198 1.

Crecimiento de la población entre el 13 de mayo de 1935, fecha de la

CUW.D, Josi' ISRAH, Documentos del conflicto dominico-haitiano de 1937,

ejecución del censo nacional y el 31 de diciembre de 1936, Sección de

Editora Taller, Santo Domingo, 1985.

Publicaciones de la Dirección de Estadísticas 1937, Ciudad TnÜillo.

DAVIS, MARrHA EU.EN, "The Old time religion" en Cultura y Folklore en

LWBERES NAVARRO, La industria azucarera en la República Dominicana

Samaná , Alfa y Omega, Santo Domingo, 1984.

1870-1930, George Washinton University, 1981, Washington.

DEIVE, CARLOS ESTEBAN, Vodú y magia en Santo Domingo, Museo del Hom-

MIR PEDRO, Tres leyendas de colores, 3ra. edición, Editora Taller, 1984,

bre Dominicano, Santo Domingo, 1975.

Santo Domingo.

DEL CASTILLO, JOSÉ, La inmigración de braceros aZlIcareros en la República

Boletín Informativo 1935, Sec r('laría de Estado de Educación (dirigida en

Dominicana, Cuadernos del Cendia, UASD, Santo Domingo, 1978.

ese momento por Ramón Emilio Jiméncz).

36 GLOBAL


ros para un estreno aportes para el avance temas para el progreso propuestas para la cultura

INDUSTRIAS CULTURALES Retos para el desarrollo cultural -~.; "") --, \

,;j "7

, 1

Identidad y proyecto de nación

. .... ,

I

Cuatro pensadores desentrañan el tema como el inicio de un proceso permanente y continuado de reflexión sobre tan relevante cuestión.

"

I1lNDACJONCLOBAL DEMOCRACIA y DESARROLLO

Industrias culturales: retos para el desarrollo cultural Cinco expertos analizan la importancia de la industria cultural, sus implicaciones como ente de desarrollo en sentido general y sus aplicaciones prácticas en áreas como el turismo, la artesanía los medios audiovisuales.

LIteratura dominicana en los Estados Unidos Historia y t rayectoria de la diáspora Intelectual

FUNDACION GLOBAL DEMOCRACIA Y DESARROLLO

Literatura dominicana en los Estados Unidos El fruto de un seminario que reunió en Funglode aun notable grupo de escritores, agentes culturales, profesores universitariosyprofesionales de diversas ramas interesados en el enfoque histórico y evaluación objetiva del rol de nuestros connacionales residentes en Estados Unidos en el desarrollo y auge de la literatura dominicana.


eren~ue Símbolo de identidad nacional Por Daría Tejeda (Imágenes cedidas por el autor)

La trayectoria del merengue ilustra una de las grandes paradojas de la historia dominicana y, en gran medida, latinoanlericana: aquella en que un fenómeno que al principio fue aborrecido por la elite intelectual tern1inó convirtiéndose en un emblema de la identidad nacional. La primera aparición de un testimonio escrito relativo al merengue se produjo hace 150 años. Esto implica reconocer que es un ritmo más antiguo que el bolero, el son, el tango, el jazz y el blues; motivo suficiente para que sea considerado como patrimonio musical de la humanidad. 38 GLOBAL


39


Julio Alberto Hernandez

Juan Francisco Garcia.

ué gran contraste: mientras que cuando nació el ritmo era aborrecido como peste diabólica por la intelligentia de la llamada sociedad de primera, 150 años después las muchachas de la burguesía piden a sus padres celebrar sus bodas con el merengue. y no sólo eso: es un fresco y activo producto de exportación cultural del país, tan sabroso y pegajoso que la carismática figura del jet set latinoamericano Emilio Azcárraga Jean -una de las personas más ricas del continente- , ha celebrado en México sus dos nupcias a ritmo del género musical más emblemático de los dominicanos. Se puede mencionar, de paso, que en el último tercio del siglo XX el merengue pasó a ser, también, una nueva fuente de hacer fortuna. La trayectoria del merengue ilustra una de las grandes paradojas de la historia dominicana y, en gran medida, latinoamericana: aquella en que un fenómeno que al principio fue aborrecido por la elite intelectual, terminó convirtiéndose en un emblema de la identidad nacional. Nada como esto puede ilustrar mejor la tradicional separación entre elite y pueblo. Le correspondió a un poeta, Eugenio Perdomo - por demás nacionalista a carta cabal, hasta morir en el patíbulo por defender la patria amada-, dar la primicia: el merengue existía y estaba enraizándose en el pueblo.

Bajo el seudónimo El Ingenuo y en un periódico fechado el 26 de noviembre de 1854, publicó en la entonces naciente República Dominicana el primer testimonio conocido sobre el género, y se refirió a él como "una confusión, un laberinto continuo", para terminar llamándolo "maldito merengue". Por su parte, uno de los más conspicuos intelectuales del país, guarecido bajo el seudónimo de Emmanuel, lo llamó "hijo digno del diablo". Fue nada más y nada menos que Manuel de Jesús Galván (autor, a posteriori, de la famosa novela romántiea Enriquillo). Lo tildó de "torpe merengue aborrecible", y a seguidas propugnó "que el bárbaro merengue desaparezca". Esa fue, tal vez, una de las pocas coincidencias entre El Ingenuo y Emmanuel, pues, por lo demás, eran políticamente contrarios: el primero, liberal; el segundo, conservador. Pocos años después de la aparición publica del ritmo, durante el breve lapso de la anexión del país a España, el primero murió fusilado defendiendo la causa nacional; el segundo estaba en el bando contrario. Pero no nos extrañe esta coincidencia: los intelectuales tanto conservadores como liberales opusieron resistencia al merengue durante los períodos llamados de la Primera y la Segunda República, hasta 1916. A otro pensador de la sociedad de primera, identificado

Q

40 GLOBAL


El merengue se ha asentado profundamente en las bases de la cultura popular. Pรกgina 45: Pareja de bailarines, con atuendos ti picos dominicanos.

41


Detalle de la obra La fiesta del centenario, de Julio Senior (1944).

Una pareja bailando merengue de salón en 1955.

El merengue se impuso en el pueblo dominicano y de la más humilde sala de bachata pasó triunfalmente al salón aristocrático

Jiménez, en tono idílico, consideró en 1953 que "en sus notas y en el rito de sus actitudes danzantes, vive hecho aromas de sueño, el espíritu nacional". El prolífico historiógrafo Emilio Rodríguez Demorizi testimonió en los años 70 del siglo XX lo que hacía mucho tiempo era un hecho: "El merengue se impuso en el pueblo dominicano y de la más humilde sala de bachata pasó triunfalmente al salón aristocrático". El destacado escritor y pianista Manuel Rueda escribió: "La acusación de indecencia deseaba anular su posibilidad de cuestionamiento. A nombre de la moral se trataba de imponer silencio a una clase explotada en exceso; y lo curioso era que dicha acusación de indecencia no provenía de la Iglesia, sino de los políticos. La vulgaridad y el desenfreno en el merengue vendrían después, desde esas mismas clases que lo condenaban y comenzaron a usarlo para influir de una manera directa en el pueblo que lo había creado e impuesto".

con el seudónimo de Heliodoro, los bailes de merengue le parecieron "faltas de decencia, de decoro y de miramientos", considerando un "detestable baile de tan poco gusto", que propuso desterrarlo. Varios le hicieron coro, con términos autoritarios, propios de la ideología conservadora. Pero Ulises Francisco Espaillat, sin duda uno de los grandes civilistas dominicanos y a quien nadie osaría acusar de autoritario, llegó más lejos : a mediados de los años 70 del siglo XIX, planteó que "lo expulsáramos por completo del país", y no sólo de la buena sociedad, aunque admitía que el merengue era "el favorito" en la pujante provincia Santiago, capital de la Banda Norte. Todavía en 1939, Flérida de Nolasco lo consideró "una danza pobre y de invención vulgar", y dudó de su originalidad. No fue hasta casi un siglo después de su primera mención en el país cuando empezaron a aparecer algunas plumas defendiéndolo. Ramón Emilio 42 GLOBAL

Carta de ciudadanía Por diversas fuentes y hechos sabemos que el merengue se conoció en distintas partes del Caribe durante el siglo XIX, lo que en cierto modo le daba una dimensión regional. En Cuba se menciona en 1847 en un escrito de Bartolomé José Crespo titulado Las habaneras pintadas


Grupo de jovenes baila animadamente en uno de los loca les de la capital.

por sí mismas en miniaturas (Imp. De Oliva, La Habana). Pero por una u otra razón, el ritmo no se desarrolló en Cuba. En Puerto Rico se mencionó en 1849 en un bando del gobernador de la isla, Juan de la Pezuela, en el cual se prohibía que fuera tocado en las fiestas. Tampoco en la Isla del Encanto el merengue pudo desarrollarse como una expresión de su cultura nacional. En Haití, a su vez, el merengue o meringa adquirió su propio estilo, llegando incluso a ser considerado como una danza nacional, según indica el historiador haitiano Jean Fouchard en su libro La Meringa, danse nacionales d'Haiti, publicado en Canadá en 1976. Pero al día de hoy, sabemos que los rastros del merengue que quedan en ese país vecino son las influencias que el ritmo dominicano ejerció a mediados del siglo XX en la conformación del kompa, el género musical más popular en Haití en la actualidad. Sin lugar a dudas, donde el merengue sí adquirió carta de ciudadanía fue en la República Dominicana, estableciendo en nuestro territorio su sede indiscutible. Para eso debió, primero, asentarse profundamente en la cultura popular. Los registros más antiguos sitúan su presencia tanto en la Banda Sur como en la Banda No rte, que era como se subdividía políticamente el territorio nacional durante el siglo XIX. En la primera está

Su nivel de aceptación popular fue tal que, incluso, en el transcurso del tiempo surgieron distintas variantes regionales de merengue, a medida que éste fue adaptándose a las condiciones, usos y costumbres locales. documentado en lugares como Santo Domingo y Baní, y en la segunda en Santiago de los Caballeros, Puerto Plata, Moca y Bonao. Así, transmitiéndose como se transmite toda tradición, de generación en generación, su nivel de aceptación popular fue tal que, incluso, en el transcurso del tiempo surgieron distintas variantes regionales de merengue, a medida que éste fue adaptándose a las condiciones, usos y costumbres locales. Fradique Lizardo y otros investigadores reportaron estilos tales como el cibaeño, el liniero (de la Linea Noroeste), el redondo (en Samaná), el ocoeño, el de atabales, y el pri-pri o palo echao, cada uno con ciertas características rítmicas, instrumentales y danzarias propias. Así las cosas, el merengue se convirtió en un símbolo nacional dominicano. Desde finales del siglo XIX, 43


en un contexto de inestabilidad política, disputas caudillistas y luchas nacionalistas, surgieron músicos populares como Francisco (Ñica) Lora, Antonio (Toña) Abreu, Lolo Reynoso, y otros, que se hicieron famosos en la composición de merengues, especialmente por su dominio del acordeón, instrumento que sustituyó a las cuerdas en la época post-restauradora, durante el último tercio de la citada centuria.

El símbolo patriótico Entre los años 1916 y 1924, durante la primera ocupación estadounidense, el merengue se constituyó en un arma simbólica de la nacionalidad usurpada. Muchos sintieron expresados en él sus sentimientos patrióticos. Surgió un grupo de músicos nacionalistas que dejaron saber su oposición a la Ocupación a través de la música. El merengue fue bienvenido en los salones de la aristocracia, lo que se relaciona con el furor nacionalista desatado por la presencia de las tropas extranjeras. Frente a éstas, el merengue devino en un símbolo generalizado de unificación e identificación nacional, un ente de exaltación patriótica. Desde entonces, principalmente, el ritmo se hizo una tradición vinculada a la identidad dominicana, un símbolo de la nacionalidad. Músicos de carrera como Esteban Peña Morell, Juan Francisco (Pancho) García, Pablo Campos, Juan Bautista Espínola, Rafael Ignacio y Julio Alberto Hernández, produjeron un cambio importante al asumir el merengue como elemento de composición de la música académica y al componer piezas con sus conocimientos profesionales. Ellos iniciaron la modernización del género. Julio Alberto Hernández, uno de los pilares de este proceso, indicó que los músicos nacionalistas quisieron "perpetuar los giros autóctonos del país, utilizándolos como base de nuestras composiciones, buscando con ello crearle a nuestro pueblo una voz propia que lo diferenciara de las demás culturas de América, para que el mundo, a través del merengue típico, llegara a conocer el alma festiva de los dominicanos". Lo paradójico del caso fue que también los marines estadounidenses utilizaron el merengue en sus celebraciones, lo que dio como resultado el nombre de pambiche para una variedad del ritmo ya conocida -pues su estructura se corresponde con el estilo denominado merengue liniero- y que era de su preferencia por su

44 GLOBAL

Francisco (Nico) Lora, músico popular definales del siglo XIX.

lentitud y suavidad. J. M. Coopersmith afirmó que "a los infantes de marina estadounidenses se les hacía muy difícil bailar el rápido merengue".

En la cultura de masas Otros factores de indudable preponderancia de la vigencia, difusión e internacionalización del merengue han sido el nacimiento del disco, la radio y la televisión durante el siglo xx. La llegada del disco y del fonógrafo a Dominicana encontró al ritmo ya asentado en la cultura popular. La radio sirvió para que la audiencia se ensanchara en proporciones inéditas. Esta fue la base social para el nacimiento del espectáculo y del mercado de la música, con lo cual el merengue se anotó un doble triunfo: se insertó en la sociedad de consumo y entró en la llamada cultura de masas. Por otro lado, está claro que el poder político ejerció un papel insoslayable en la consolidación del merengue en la sociedad. La costumbre del dictador Rafael 1. Trujillo de bailarlo en las fiestas donde acudía y de promoverlo apoyando las grandes orquestas, que sir-


"Fiesta campestre", mural de Jase Vela Zanetti (1950), en el Salan de la Cultura de la Universidad APEe.

vieron muy bien a su imagen grandilocuente y a sus estrategias propagandísticas, aceleró su difusión en los salones aristocráticos. Lo lamentable es que, hasta ahora, Trujillo constituye el referente político de los merengueros, pues los mandatarios demócratas no se han identificado tanto con el género como lo hizo aquél. Sin embargo, el ritmo ha jugado -y sigue jugando- un papel político relevante en la cultura popular, a tal punto que en las recientes elecciones nacionales, un tema de merengue se convirtió en el eslogan de campaña del doctor Leonel Fernández, sobrepasando en acogida el lema oficial de campaña. La cultura popular se impuso.

Un símbolo cultural Dos fenómenos recientes, la diáspora e Internet, se han sumado a los vectores que han contribuido a darle al merengue una mayor magnitud social, dirección tecnológica y sentido de pertenencia. El proceso de dispersión de la población dominicana por el mundo, con el disco a mano, ha llevado el merengue a los lugares más

remotos, a tal punto que si al principio la música africana lo influyó, hoyes él el que influye en África. La red de redes ha permitido la conexión instantánea con el ritmo, especialmente útil en lugares donde las emisoras de radio no lo tocan o donde la diáspora y sus descendientes no pueden tener a las bandas de merengue amenizando fiestas periódicamente. No hablemos ya de grandes escenarios fuera de la isla, pues hace rato que el merengue estrenó el Paladium, el Radio City Hall y el Madison Square Garden de Nueva York, y campos de fútbol de casi todas las capitales de Latinoamérica y de España. La trayectoria musical de Puerto Rico, Venezuela y Haití en el siglo XX no puede explicarse sin hacer referencia al merengue y a sus cultores. Decir que el merengue cumple 150 años de aparición pública implica reconocer que le lleva en antigüedad al bolero, al son, al tango, al jazz, al blues, y que supera en por lo menos un siglo al rack y a la salsa; motivos más que suficientes para que sea considerado como un patrimonio musical de la humanidad.

45


Juan Luis Guerra ha exportado el merengue agran partedel mundo.

Como expuse en mi libro La paslOn danzaria, un ritmo que inicialmente fue rechazado por la élite que concentraba propiedades, poder y status privilegiado, finalmente fue interiorizado por los diversos grupos étnicos y sociales que históricamente conformaron la sociedad dominicana, y con ello atravesó todas las fronteras de clase, etnia y género, y pasó triunfante la prueba del tiempo, para formar parte del conjunto de prácticas que tipifican la cultura dominicana y ser un símbolo eficaz de la identidad nacional. 46 GLOML

Darío Tejeda estudió Ciencias Políticas (Universidad Autónoma de Santo Domingo), postgrado en Historia y Geografía del Caribe (Universidad Católica Santo Domingo), y maestría en Artes con especialidad en Estudios Caribeños (Centro de Estudios Avanzados de Puerto Rico y el Caribe). Galardonado con el Premio Internacional de Musicología Casa de las Américas (La Habana 2001) por La pasión danzaria. Premio nacional de Ensayo (Universidad UCE 2001) por La escritura múltiple. Director del Centro Nacional de Documentación Musical y del Instituto de Estudios Caribeños.


Informe especial

GOBERNABILIDAD TRES APORTES DEL FORO DE BIARRITZ

Introducción de Rafael Toribio Es consustancial al régimen democrático que todo gobierno tenga que enfrentar problemas para mantener la estabilidad y el favor de la ciudadanía, concretada en el respaldo a sus ejecutorias. Unas veces estos problemas se originan en el ámbito político institucional, pero en otras ocasiones están determinados por factores económicos o sociales. Son los llamados problemas de gobernabilidad. Recientes acontecimientos ponen en evidencia la existencia de una profunda crisis de gobernabilidad en los sistemas políticos de la región. Se está haciendo cada vez más frecuente que gobernantes surgidos de un gran apoyo popular, al poco tiempo vean reducido ese apoyo de forma drástica. Algunos tienen dificultad para terminar el período para el que fueron electos, y todos tienen que enfrentar permanentemente conflictos de estabilidad política y descontento social porque la ciudadanía siente que sus expectativas y sus demandas no son satisfechas de manera adecuada y oportuna. La gobernabilidad, para ser comprendida en su justa dimensión y, sobre todo, enfrentada con éxito, tiene que ser asumida como una situación que depende del funcionamiento adecuado de los actores e instituciones más importantes del sistema político , aunque normalmente esté referida al resultado de las relaciones entre Gobierno y Congreso, es decir, entre el Po der Ejecutivo y el Poder Legislativo. Surgida en cualquiera de los ámbitos , político, institucional, social o económico , se manifiesta en la capacidad del gobierno de producir resultados. Por eso se da esa asociación entre forma de gobierno y gobernabilidad, en el entendido de que la manera en que


Informe especial

se organiza y distribuye el poder y se relacionan el Ejecutivo y el Congreso tiene mucho que ver con la última. Aunque la forma de gobierno preponderante desde la independencia de cada país en nuestra región ha sido el Presidencialismo, no es menos cierto que el modelo parlamentario siempre se ha visto como un referente del cual se pueden adoptar algunas fórmulas que contribuyan al fortalecimiento de la gobernabilidad. La mirada hacia el Parlamentarismo se ha hecho más intensa en la medida de que nuestros gobiernos, organizados baj o el sistema presidencialista, tienen cada vez más dificultad de asegurar la estabilidad política y la satisfacción de expectativas y demandas de la población. En este número de Global se recogen tres trabajos sobre la relación entre forma de gobierno y gobernabilidad, presentados en el 11 Encuentro del Grupo de Biarritz, organizado por la Fundación Global Democracia y Desarrollo, celebrado en agosto pasado en el país. Aunque el tema tendrá que seguir discutiéndose, estos trabajos representan tres aportes muy significativos, dos con posturas opuestas, pero ambos provenient es de experiencias personales en el ejercicio del poder desde el Estado, y el tercero referido al poder creciente de los medios de comunicación y de la información de los ciudadanos sobre la gobernabilidad El ex presidente de Colombia Ernesto Samper, después de fundamentar las dificultades cada vez más crecientes que experimenta el presidencialismo para asegurar la gobernabilidad, se muestra inclinado a incluir algunas instituciones del sistema parlamentario. No propone la sustitución del presidencialismo por el Parlamentarismo, sino la introducción de elementos del segundo para fortalecer la capacidad de gobernabilidad del primero. Por su parte, otro ex presidente, Patricio Aylwin , en esta caso de Chile, realiza una argumentada defensa del presidencialismo sobre el parlamentarismo, precisamente porque a su juicio tiene mayor capacidad de asegurar la gobernabilidad, además de ser el que se corresponde con nuestra tradición y cultura políticas. El tercer trabajo, de la firma Newlink Political Consulting & Research, nos presenta las contribuciones de la comunicación y los medios de información a la gobernabilidad, partiendo de un concepto amplio de ésta, que no se agota en las relaciones entre el Ejecutivo y el Legislativo. Estos trabajos, además de adelantar posiciones, quieren representar una invitación a que se asuma en el país este interesante debate.

Rafael Torib io es licenciado en Ciencias Políticas,director del Centro de Gobernabilidad de INTEC yex-rector de esta misma institución.


PRESIDENCIALISMO, PARLAMENTARISMO Y GOBERNABILIDAD Por Aylwin Azócar Ex presidente de Chile

Presidencialismo, parlamentaris-

2 e Nuestros países tienen una cultu-

partidos políticos -sólo dos, o dos

mo y gobernabilidad es, sin duda,

ra "presidencialista" que conduce

importantes y uno o dos de me-

un tema de enorme interés tanto

a que -generalmente- se profese

nor relevancia- y en que tales

teórico como práctico, que se abor-

especial consideración a quien

partidos son fuertemente disci-

da a menudo con pasión por poli-

desempeña la Presidencia de la

plinados y con liderazgos claros y

tólogos y por políticos.

República y que, por lo mismo, es

estables. Es el caso del Reino

Permítanme hacer mi modesto

"Jefe del Estado", del que se es-

Unido, de la República Federal

aport e a este debate desde el pun-

pera la solución de los problemas

Alemana y de la España posterior

to de vista de mi experiencia como

colectivos y al que se le recono-

a Franco .

parlamentario y gobernante en

ce -en algunos casos- el carácter

Es evidente que estas caracterís-

Chile. Aunque, sin duda, lo que pa-

de líder de las esperanzas nacio-

ticas no se dan en la gran mayo-

so a exponer ha sido pensado sobre

nales y -en otros- el de arbitro

ría de nuestros países latinoame-

la base de esa experiencia y no tie-

superior de los conflictos que di-

ricanos, donde generalmente el

ne pretensiones de universalidad,

viden al país;

régimen de partidos no se carac -

creo que responde a criterios gene-

3° A lo largo de la historia de cada

teriza por su solidez y los hábitos

rales y confío que merezca vuestra

una de nuestras naciones -en

de la vida política están marca-

benévola consideración.

unas más, en otras menos- se ha

dos por los lideratos personalis-

Anticipo desde luego y sin rodeos

tendido a personalizar los ideales

taso En Chile hay actualmente

mi conclusión, para luego f ormular

de los pueblos en los líderes que

siete partidos políticos: cuatro

las razones en que la fundo.

los encarnan. Lo que ha ocurrido

forman la coalición de Gobierno,

Al parecer contra la corriente

en los inicios con los grandes cau-

dos la Alianza opositora y el sép-

predominante, soy un decidido par -

dillos que encabezaron la lucha

timo es el Partido Comunista.

t idario"del régimen presidencialista

por la independencia, ha seguido

Puede argüirse que esta no es la

para nuestros países de América

ocurriendo -con modalidades y

regla general en Latinoamérica .

La ti na . Fundo esta posición en las

grados diferentes - en la evolu-

Es cierto, pero también lo es que

si guientes consideraciones:

ción política de nuestras nacio-

en la mayoría de nuestros países

1° El presidencialista es el régimen

nes. En algunos de nuestros paí-

los partidos políticos carecen de

que corresponde a la tradición

ses o en determinados casos,

una sólida tradición de disciplina

histórica de nuestras naciones

esos personajes se han converti -

y suelen exhibir fracciones inter-

desde su nacimiento como esta-

do en dictadores; en otros, han

nas y lideratos personalistas que

dos soberanos. En el caso de Chi-

cumplido la misión de orientar o

debilitan su capacidad de asegu-

le, es el que han consagrado to -

dirigir sus procesos de reformas

rar a sus países gobiernos esta-

das las Cartas Fundamentales,

sin caer en dictaduras ni caudi-

bles y eficientes.

desde la Constitución de 1818

llismo;

En nuestros hábitos políticos -lo

hasta la de 1980, pasando por las

4° La experiencia del régimen par-

digo por Chile y estoy seguro que

de 1833 y 1925, que han regido la

lamentario en el mundo muestra

vale para casi todos nuestros paí -

mayor parte de nuestra vida in-

que ha sido eficaz y durable en

ses- las faltas de un parlamenta-

dependiente;

naciones en que existen pocos

rio a la discipli na partidaria casi


nunca son sancionadas: senado-

der de una tendencia u orienta-

presidencialistas como en regí-

res y diputados se sienten casi

ción de Gobierno, es al mismo

menes parlamentarios y que

dueños de su sillón parlamentario

tiempo el Presidente de todos sus

hay más posibilidad de que

y no entienden que se lo deben a

compatriotas.

ocurran en estos últimos;

su partido. Un Primer Ministro o

6 Es frecuente oír severas criticas

c) No me parece justa la opinión

Jefe de Gobierno cuya perma-

al régimen presidencialista, al

de que el sistema presidencia-

nencia dependiera del apoyo dis-

que se acusa de autoritario o ce-

lista impida "el libre juego de

ciplinado de su mayoría parla-

sarista y se le atribuyen las prin-

alternativas de gobierno y de

mentaria estaría permanente-

cipales falencias de nuestra de-

oposición que son la esencia

mente expuesto a ser objeto de

mocracia. No comparto esas crí-

misma de la democracia". Tan-

presiones provenientes de secto -

ticas. En efecto:

to el sistema presidencialista

res de su propia base de susten-

a) Pienso que nada justifica atri-

como el parlamentario son es-

tación política y, en consecuen-

buir mayor legitimidad demo-

pecies de regímenes democrá-

o

cia, carecería de la independen-

crática al Parlamento que al

ticos de gobierno, que se ge-

cia necesaria para gobernar co-

Jefe del Estado, si ambos son

neran libremente a través del

mo se debe.

elegidos por sufragio univer-

sufragio universal. La expe-

5 Creo muy difícil que en nuestros

sal. El hecho de que el Congre-

riencia histórica de nuestros

países -desde luego en Chile- pu-

so sea representativo tanto de

países demuestra que en los

diera darse una convivencia pací-

la mayoría como de la minoría

regímenes

fica, constructiva y sin serios

-carácter propio de su compo-

imperantes, muchas veces go-

conflictos, entre un Presidente

sición colegiada y de su natu-

biernos de un signo político

de la República elegido por el

raleza deliberante y aconseja-

han sido sucedidos por gobier-

pueblo y un Primer Ministro o Je-

ble para el buen ejercicio de

nos de tendencia opositora. Si

fe de Gobierno que no dependie-

su función legislativa- no le

en alguna parte u ocasión se

ra de aquél, aun cuando fueran

concede mayor legitimidad de-

ha vulnerado la libre expresión

del mismo partido.

mocrática que la que al Presi-

de la voluntad popular, ello no

Pienso que el cargo de Presiden-

dente de la República otorga

puede atribuirse al régimen

te de la República imprime ca -

el voto de la mayoría absoluta

político, sino a abusos o defec-

o

presidencialistas

rácter e impone a quien es elegi-

de sus conciudadanos, puesto

do para desempeñarlo un com-

que la democracia consiste

d)Tampoco considero justo decir

promiso existencial con el desti-

precisamente en el gobierno

que en el régimen presidencia-

no de la patria. Tan alta respon-

de la mayoría -sobre la base

lista la elección del Presidente

sabilidad requiere independen-

del respeto a los derechos de

de la República sea "un juego

cia. Es bueno y necesario que el

la minoría-y la función ejecu -

de todo o nada: el que gana se

gobernante escuche las distintas

tiva requiere, por su naturale-

queda con todo y quien pierde,

opiniones, de amigos y adversa-

za, fácil y oportuna capacidad

lo pierde todo". No sé si hay al-

rios; pero en definitiva es él

de decisión;

gún ordenamiento constitucio-

tos ajenos a éste; y

quien debe adoptar las decisio-

b) No me parece debidamente

nal que así lo establezca; pero

nes importantes, conforme a los

fundamentado, ni menos jus-

si así ocurriera, es evidente

dictados de su propia conciencia.

to, vincular las crisis de gober-

que tal régimen no sería de-

Es esa su responsabilidad supe-

nabilidad al régimen presiden-

mocrático. Pero eso no es de la

rior como Jefe de Estado. Nunca

cialista . Creo que ellas pueden

naturaleza del régimen presi-

debe olvidar que si bien es el lí-

producirse tanto en regímenes

dencialista, que para ser de-


mocrático supone una equitati-

te. Entre otras, he propuesto las si-

tucional son muy importantes para

va distribución de los poderes

guientes:

el buen funcionamiento de una so-

entre el órgano ejecutivo y el legislativo. Las consideraciones precedentes en apoyo al régimen presiden-

1 Hacer coincidir el periodo presi -

ciedad. Pero ninguna Constitución

dencial con el parlamentario.

ni ley pueden suplir lo que me

0

Creo que el mejor sería un perio-

atrevería a llamar la cultura políti-

do común de cuatro años;

ca de una nación, constituida fun-

cialista de gobierno para nuestros

2 o Robustecer y regular las atribu-

damentalmente por su espíritu de-

países -lo que yo defiendo en el

ciones fiscalizadoras de la Cáma-

mocrático y participativo, su res-

mío- no significan ni expresan plena

ra de Diputados, para hacerlas

peto a las instituciones, sus hábi-

satisfacción con el sistema impe-

más expeditas y eficaces; y

tos de comportamiento y su dispo-

ran te en Chile, ni en cada uno de

3 o Otorgar al Senado la facultad de

sición al entendimiento o los con -

realizar debates y acordar suge-

sensos. Los mecanismos constitu-

En el caso de mi patria -no me

rencias o recomendaciones, sin

cionales y legales pueden favore -

corresponde opinar sobre naciones

fuerza obligatoria , sobre asuntos

cer o estimular estas virtudes, pe-

hermanas- soy partidario de intro-

importantes de interés nacional.

ro en ningún caso reemplazarlas .

ducir a nuestro actual sistema pre -

Para concluir, permítanme una

El problema, más que jurídico, es

sidencialista algunas reformas para

observación final. Sin duda el régi-

hacerlo más democrático y eficien -

men polítlco y su regulación insti-

nuestros países.

de cultura colectiva.


PARLAMENTARI SMO: ¿UNA SALIDA A LA CRISIS DE GOBERNABILIDAD DE AMÉRICA LATINA? Por Ernesto Samper Ex presidente de Colombia y presidente de la Corporación Escenarios

América Latina atraviesa por una

cracias latinoamericanas . Las pro-

mercado y de los estados populistas

seria crisis de gobernabilidad. Des-

testas sociales se han converti do

de antaño a los estados impopula-

pués de largos esfuerzos por rede-

en el común denominador de lo

res contemporáneos. En síntesis, la

mocratizar sus sistemas políticos, la

que podría denominarse "democra-

crisis del sistema representativo y

región enfrenta tres grandes ame-

cia callejera", que ha llegado in-

del presidencialista enmarcan la

nazas para su estabilidad política:

cluso a producir cambios de go-

crisis política latinoamericana.

la que resulta de la presencia de

biernos elegidos democráticamen -

ciertos riesgos asociados con la glo-

te, como sucedió recientemente

balización, como la corrupción, el

en Ecuador y Bolivia.

narcotráfico, el terrorismo y el ar-

Partidos, congresos y gobiernos

La crisis del sistema representa tivo El sistema representativo permitió

mamentismo; una que surge de las

se han visto desbordados por estas

durante el siglo XIX estructurar una

tensiones y rupturas sociales resul-

manifestaciones patológicas de la

forma de acción política basada en

tantes de la aplicación del modelo

globalización y las rupturas sociales

el funcionamiento de los partidos,

neoliberal de desarrollo, y una ter-

resultantes de la crisis del modelo.

intermediarios entre la ciudadanía

cera que nace de la propia incapa-

Puede decirse que por estos desa-

y el Estado. El representativismo

cidad de los actuales sistemas polí-

justes no asimilados la democracia

hizo crisis al terminar el siglo XX co-

ticos latinoamericanos para enf ren-

latinoamericana se está bloquean-

mo consecuencia del debilitamien-

tar los desequilibrios resultantes de

do; la idea según la cual bastaba

to de los partidos, la transforma-

sólo un poder Ej ecutivo fuerte para

ción del Estado y la sustitución del

Por los mismos canales abiertos

manejar estas situaciones comienza

concepto del individuo como desti-

de ~ globalización por donde hoy

a ser cuest ionada a medida que los

natario último de la acción política

circulan libremente bienes, servi-

poderes propios de los regímenes

por el de una sociedad civil consti -

cios , informaciones y hallazgos

presidencialistas vigentes muestran

tuida por organizaciones no guber-

tecnológicos, también lo hacen,

su incapacidad para gobernar.

namentales que, sin asumir ninguna

las dos anteriores.

con dinami smo inusitado, drogas,

Como resultado de esta impoten-

armas, corruptos, terroristas, bie-

cia, de la burocratización de los

ron a reem plazar a los partidos en

nes y servicios ilegales, cuyos mer-

cuadros políticos, la fragmentación

su función intermediadora.

cados conforman el cuadro crítico

de los partidos, la ineficiencia de

También influyó la progresiva

de una "patología de la globaliza -

las políticas públicas y la inflación

desnaturalización del rol de cada

ción," que afect a a todos los países

legislativa, han resurgido el popu-

rama del poder público: las funcio-

lati noamericanos. Se tra t a de una

lismo y el autoritarismo típicos de

nes se han venido confundiendo a

nueva forma de i nseguridad hemis -

mediados del pasado siglo.

costa del espacio asignado original-

fé ri ca que no respeta fronteras. La

La sustitución del concepto de

responsabilidad política, comenza -

mente al poder legislativo. En ef ec-

incapacidad del modelo neoli beral

vo luntad ciudadana por el del po-

to, el Poder Ejecutivo recibió facul-

de desarrollo iniciado en los años

der del mercado y el cambio corre-

tades constitucionales o excepcio-

80 produjo tensiones y conflictos

lativo del concepto de ciudadano

nales para expedir normas, poderes

que dificultaron la redistribución

por el de consumidor, llevó del po-

reactivos para vetarlas y proactivos

del ingreso en las renovadas demo-

pulismo de Estado al populismo de

para proponerlas al Congreso de


manera excluyente y exclusiva.

nalización de la política no es aca-

ficultades actuales. Algunos justifi-

(Shugart, 1997).

bar con los partidos, ello no signifi-

can el presidencialismo en la necesi-

La crisis del sistema representati-

ca que estos no deban asumir su

dad de contar con un ejecutivo fuer-

vo es también la crisis de la política

cuota de culpabilidad en el abando-

te para poder combatir las desigual-

en un medio donde, paradójicamen-

no de los espacios que hoy son ocu-

dades. Las cifras sobre las condicio-

te, cada día hay más democracia y

pados por estos nuevos actores po-

nes actuales de inequidad hacen

menos política. Entre los factores

líticos, en la medida en que las vie -

irrelevante cualquier comentario.

que afectan la vigencia de los parti-

jas identidades partidistas han sido

Otros analistas sitúan los oríge-

dos se encuentran el auge de la vi-

reemplazadas por nuevas afinida-

nes del presidencialismo latinoame-

deo política , la generalización de la

des religiosas, ecológicas, étnicas e

ricano en los primeros gobiernos de

antipolítica y el aparecimiento de la

incluso deportivas.

corte militar y aut ori tario que ca gobierno de nuestras repúblicas.

za entre lo mediático y lo político;

El sistema presidencialista la tinoamericano

Convertidos en gobernantes, los mi-

se trata de la proliferación de vi-

La historia del presidencialismo lati-

litares ganadores de las guerras de

deocandidatos que desarrollan vi-

noamericano es la de una reiterati-

la independencia habrían encontra-

deocampañas a través de las cuales

va cadena de refrendaciones y con-

do en esta manera centralizada de

inundan a los ciudadanos de mensa-

tradicciones, de presidentes que os-

ejercer su poder la forma más efec-

denominada subpolítica. La videopolítica plantea la alian-

racterizaron las primeras formas de

jes con un fuerte impacto visual y

cilan entre la omnipotencia y la im-

tiva de asegurar su permanencia.

muy poco contenido. El fenómeno

potencia. (O'Donnell, citado por J.

Orden, militarismo y presidencialis-

de la antipolítica se genera cuando

Linz en Linz y Valenzuela, 1994).

mo forman parte de esta trilogía tí-

la estrategia se fundamenta en la

Cuando los presidentes caen en des-

picamente latinoamericana de con -

descalificación de "los políticos" y

gracia, reaparece la necesidad de

cebir gobernabilidad y política.

de "la política" y se apela al resen-

buscar formas más parlamentarias

El caudillismo latinoamericano y

timiento de la gente por la política

de gobierno y cuando los mandata-

sus distintas formas de expresión,

tradicionaL El discurso emocional

rios son populares surgen las pro-

como el mesianismo o las dictadu-

de lo antipolítico, basado en dividir

puestas para reforzar sus poderes y

ras populistas, encuentran antece-

el mundo entre buenos y malos, ha

reelegirlos de manera inmediata. La

dentes válidos en estas primeras

venido reemplazando el discurso bi -

permanencia del modelo presiden-

formas de gobierno republicano. En

nario de la guerra f ría. La subpolíti-

cialista en América Latina es mate-

la génesis del presidencialismo lati -

ca, finalmente, es ejercida por la

ria de examen permanente a medi-

noamericano queda claro que este

sociedad civil, a través de sus orga-

da que la tendencia universal, clara

tiene más que ver con la etiología

gubernamentales

y definida, se orienta hacia la con-

de la autoridad presidencial que

nizaciones

no

(ONG) o sociales (ONS) que repre-

formación de nuevos regímenes par-

con las reglas institucionales para

sentan una caótica gama de intere-

lamentarios. En una muestra de 43

ejercerla (A. Valenzuela, en Linz y

ses no articulados.

democracias consolidadas

Valenzuela, 1994).

entre

Estas tres formas alternativas a

1979 y 1989 se encontró que 34 de

Algunos encuentran el origen del

la política representativa tradicio-

ellas habían optado por un sistema

sistema presidencialista latinoame-

nal comparten la característica co-

parlamentario y apenas cinco por

ricano en la influencia del propio

mún de no estar acotadas por nin-

uno presidencialista.

sistema presidencialista norteame-

guna forma de responsabilidad para

El examen de los posibles oríge-

ricano. Las discusiones sobre presi-

qUienes las ejercitan. A pesar que

nes del presidencialismo latinoame-

dencialismo y parlamentarismo han

el remedio para esta desinstitucio-

ricano puede explicar sus propias di -

oscilado entre los extremos del sis-


tema presidencialista de los Esta-

las facultades del Congreso o impi-

legislativas; esta legitimidad dual

dos Unidos y el parlamentarista del

diendo la continuación del mandato

asegura en la mayoría de los casos

Reino Unido. En Europa el debate

presidencial a través de juicios de

que los presidentes sean elegidos

distingue entre el sistema británico

carácter político.

con congresos enemigos.

de parlamentarismo puro, el del

El desarrollo no controlado del

Al contrario del pensamiento co-

"voto constructivo" de Alemania y el

sistema presidencialista ha impedi-

mún según el cual los grandes lide-

semi presidencialismo francés de la

do la conformación del libre juego

razgos para los momentos de crisis

V República .

de alternativas de gobierno y de

se consolidan a través del modelo

El sistema presidencialista lati-

oposición que son la esencia misma

presidencialista, existen ejemplos

noamericano, inspirado de alguna

de la democracia. La dinámica per-

mundiales de líderes surgidos del

manera en el de los Estados Unidos,

versa del presidencialismo atenta

modelo parlamentario como Wins-

presenta diferencias de fondo; no

contra la alternatividad democráti-

ton Churchill, Willy Brandt, Marga-

cuenta con el sistema de "frenos y

ca. Todo está dispuesto para que el

ret Thatcher o Felipe González.

contrapesos" del régimen federal

partido que gana las elecciones,

El término fijo e inmodificable

norteamericano que balancea el

con el presidente a la cabeza, se

del período presidencial se encuen-

poder presidencial, la presencia de

aplique sistemáticamente a desdi-

tra en la raíz misma de la crisis pre-

una Corte de Justicia que unifica su

bujar, minimizar o debilitar a los

sidencialistas; por cuenta de esta

partidos perdedores.

inflexibilidad muchos presidentes

jurisprudencia y congresos que representan los intereses concretos

El presidencialismo inhibe la ne-

deben esperar la terminación de su

de la sociedad. El presidencialismo

cesaria confrontación de proyectos

período sin contar con apoyo políti-

latinoamericano se ejerce a través

alternativos que oxigenan la demo-

co suficiente para gobernar. La ine-

de esquemas territorialmente cen-

cracia a través del juego dialéctico

xistencia de mecanismos institucio-

tralizados de poder y apelando a

entre opciones legítimas de gobier-

nales para resolver este tipo de

Congresos cuyos miembros ejercen

no y oposición. A diferencia del sis-

conflictos -como la disolución del

de manera personalizada unos man-

tema parlamentario, la elección

Congreso, la convocatoria anticipa-

datos mediatizados por la interfe-

presidencial es un juego de todo o

da de elecciones o el voto de cen-

rencia presidencialista que juega

nada: el que gana se queda con to-

sura constructivo- ha llevado a que

con sus lealtades partidistas. Los

do y el que pierde, lo pierde todo,

las crisis latinoamericanas se re-

presidentes latinoamericanos ejer-

empezando por su credibilidad co-

suelvan a través de expedientes au-

cen una serie de facultades presi-

mo alternativa política.

toritarios como las dictaduras mili-

denciales, empezando por la regla-

En la raíz de la crisis por la que

mentación de las leyes, que no tie-

atraviesa el sistema presidencialista

ne el presidente norteamericano.

tares o las explosiones populares de descontento.

se encuentra el conflicto entre la

La historia demuestra que cuan-

Como consecuencia de este desa-

legitimidad resultante de la elec-

tas veces se ha presentado este ti-

juste institucional, América Latina

ción providencialista y plebiscitaria,

po de enfrentamientos de poderes,

ha sufrido en la segunda mitad del

por mayoría absoluta, del Presiden-

el impasse se ha tratado de solucio-

siglo pasado un enfrentamiento de

te de la República y la del Congreso

nar iniciando juicios políticos parla-

sus poderes ejecutivo y legislativo

por mayorías proporcionales o rela-

mentarios contra el presidente o a

(Pérez-Liñán,

tivas. El problema es cómo combi-

través del cierre, por parte de este

2003). Se trataría de verdaderos

nar la estabilidad que aseguran las

último, del Congreso.

cada

14

meses.

"choques de trenes institucionales"

mayorías absolutas con la equidad

Directamente asociado con el

que en no pocas ocasiones se han

implícita en las reglas de proporcio-

problema del período fijo se en-

tratado de solucionar cercenando

nalidad aplicadas a las elecciones

cuentra el de la reelección presi-


dencial en los sistema presidencia-

peso legítimo del presidencialismo

unos intereses nacionales que siem-

listas. La figura de la reelección in-

de Washington. La realidad es que

pre coinciden con los de las elites

mediata, que en la práctica equi-

el presidencialismo de los Estados

de las capitales dominantes.

vale a una extensión plebiscitaria

Unidos nació del federalismo. La

del período presidencial, desequili-

Constitución de Filadelfia fue en la

Cuatro etapas

bra de manera peligrosa el juego

práctica un acuerdo entre estados

Es posible identificar cuatro etapas

democrático convirtiéndolo en una

soberanos para que un delegado

en la evolución de los partidos en

apuesta peligrosa de un solo actor

presidencial administrara, desde

América Latina. Un período que

fuerte contra otros candidatos des-

Washington, temas comunes como

comprende desde la época de su

protegidos .

el comercio y la defensa. Estas ra-

nacimiento en el siglo XIX hasta

La figura de la reelección choca

zones explican por qué los regíme-

mediados del XX, que puede identi -

con las posibilidades de una verda -

nes parlamentarios no deben iden -

ficarse como la fase del "caudillis-

dera renovación política que permi-

tificarse apelando a las relaciones

mo"; la etapa ideológica de los años

ta a las nuevas figuras competir en

históricas entre presidencialismo y

60, cuando nuestras colectividades

igualdad de circunstancias con pre-

federalismo, con los regímenes po-

se dividieron alrededor de los polos

sidentes que detentan todo el poder

líticos centralizados al estilo lati-

ideológicos de la Guerra Fría; la era

político. En el sistema parlamenta-

noamericano; al contrario, el parla-

reformista de los años 70 y 80, in-

rio este problema se resuelve supe-

mentarismo permite una expresión

fluida por el patrón modernizador

ditando la reelección del ejecutivo

mucho más orgánica de los intere-

de las tecnocracias partidistas, has-

a la supervivencia democrática de

ses regionales a través de las coali -

ta llegar a los años 90, cuando bus-

la coalición que lo apoya. En tales

ciones parlamentarias. Alemania es

caron ponerse a tono con los proce-

circunstancias lo que facilita la ree-

un buen ejemplo de un sistema

sos redemocratizadores.

lección no son las condiciones per-

fuerte federal y parlamentario.

El problema de los partidos lati-

sonales del mandatario sino su ca-

En América Latina nos estamos

noamericanos es que cada día se

pacidad para relegitimar su progra-

quedando con lo peor del sistema

parecen más a la idea que la gente

ma y su equipo de gobierno.

presidencialista norteamericano. Y

tiene de ellos: la opinión pública

La prohibición absoluta de la

aunque es claramente entendible el

piensa que no se preocupan por el

reelección presidencial puede re-

papel unificador del presidente en

bienestar general y, en no pocas

sultar tan conveniente en la lógica

países donde los enfrentamientos

ocasiones, es cierto. La fragmenta-

de un sistema presidencialista que

regionales, étnicos o religiosos com-

ción, desideologización, polariza -

se caracteriza por el apego al "con-

prometen la unidad nacional, Amé-

ción y volatilidad de los partidos la-

tinuismo" y la propensión de mu-

rica Latina no confronta este tipo

tinoamericanos conforma hoy un

chos dirigentes a quedarse en el

de realidades desestabilizadoras.

cuadro de crisis que abarca desde

poder, como antidemocrática a la

América Latina ha funcionado

luz de un sistema parlamentario

como una verdadera fragua étnica

tema de partidos brasileño hasta el

donde lo que se reelige no son las

donde se funden las diferencias ra-

derrumbe de las dos grandes colec-

personas sino los programas y los

ciales. Existen situaciones de con-

tividades partidistas venezolanas,

equipos para desarrollarlos.

flicto pero ninguna de ellas alcanza

pasando por el anquilosamiento

los grados de exacerbación nacio-

ideológico del los regímenes parti-

la anarquía multipartidista del sis-

Federalismo, presidencialismo y parlamentarismo

nalista de los países balcánicos. El

distas colombiano y costarricense.

presidencialismo ha sido utilizado

Con el esquema de que "quien gana

El federalismo norteamericano ha

en América Latina para debilitar las

se queda con todo", el presidencia-

sido considerado como un contra-

regiones y sojuzgarlas en aras de

lismo redujo el juego político.


La literatura política reciente

Algunas personas se preguntan ,

greso y sacarla de su inestable de-

muestra claramente que una de las

con cierta razón, si la solución

pendencia de la capacidad de líde-

consecuencias negativas del excesi-

frente a las deficiencias de los par-

res mesiánicos o carismáticos. La

vo poder presidencialista es que

tidos propias de los actuales regí-

adopción de formas parlamentarias

tiende a debilitar los partidos en la

menes presidencialistas de América

de gobierno ha sido la condición

medida en que la política se hace

Latina es evolucionar hacia unos

del éxito de procesos de transición

través del poder ejecutivo y -en un

sist emas parlamentarios que insti -

entre regímenes autoritarios y de-

número significativo de oportunida-

tucionalizarían y fortalecerían el

mocracias incipientes, como suce-

des- a espaldas de los congresos

esquema que precisamente se criti -

dió en la transición española re-

respectivos.

ca. Esta crítica envuelve una para-

ciente.

La demostrada capacidad de un

doja que debe aclararse. Es eviden-

América Latina podría ensayar

presidente, en un sistema presi-

te que estamos ante un círculo vi-

un nuevo esquema de semipresi-

dencialista, para interferi r la disci -

cioso: los partidos no son fuertes,

dencialismo manteniendo los atri-

plina de los partidos, puede ser

transparentes ni dinámicos porque

butos propios del presidencialismo

contrarrestada con un sistema de

el sistema presidencialista está di-

en ciertas materias como el control

listas cerradas con voto preferente

señado precisamente para debili-

del orden público, la negociación

y umbrales mínimos de votación

tarlos, corromperlos y anularlos. En

internacional, el manej o de la polí-

que obligan a la con formación de

la medida en que se garantice que

tica criminal y la iniciativa, no ex-

alianzas estratégicas propias de los

puedan regresar a su condición de

cluyente, en mat erias fiscales y de

sist emas parlamentarios más pu-

interlocutores válidos de la políti-

planeación. Es una apuesta difícil

ros. El fortalecimiento de unos po-

ca, necesariamente tendrán que

pero insoslayable para preservar su

cos partidos permite convertir las

volver a disciplinarse, moralizarse

futuro político que, lamentable-

elecci ones

y fortalecerse .

mente , no se observa despej ado.

sulta popular el libre juego de fac-

El semi parlamentarismo:

lamentarios y presidencialistas no

ciones y mat ices dentro de las

¿una salida?

es en la práctica tan nítida. Cada

fuerzas partidistas.

Es claro que la combinación de un

sistema político incorpora elemen-

La política de "puestos y recursos

presidencialismo fuerte con multi-

tos propios de uno y otro régimen .

públicos" es la forma más socorrida

partidismo fraccionado, indiscipli-

Se trata entonces de sugerir las re-

en los regímenes presidencialistas

na partidista y federalismo no re-

formas que permitirían acercar los

para asegurar las lealtades políti-

gulado está afectando seriamente

sistemas políticos latinoamericanos

cas. Esta atomización lleva a que

las posibilidades de gobernabilidad

a la realidad según la cual más del

los legisladores tienden a refugiarse

en América Latina. Se impone una

80% de los ciudadanos viven en de-

en la representación de sus intere-

revisión de sus regímenes políticos.

mocracias parlamentarias. O el he-

ses locales o regionales en desme-

La pregunta es : ¿podría el semi par-

cho de que 28 de los 30 países en el

dro de los compromisos nacionales.

lamentarismo ser una salida vi a-

mundo con mejores registros de

Una muestra reciente sobre sis-

ble? Trataremos de responder este

comportamiento económico estén

temas políticos en América Latina

interrogante en la última parte de

siendo gobernados por sistemas

determinó, para más de dos terce-

este ensayo .

parlamentarios.

legislativas

en

una

oportunidad para someter a con-

La división entre regímenes par-

ras partes de los partidos analiza-

En la esencia de la recomenda -

Existen elementos sustanci ales

dos, que existe una relación inver-

ción parlamentaria se encuentra la

que definen cada modelo. El es-

samente proporcional entre poder

lógica incontestable de devolver la

quema presidencialista puro se ca-

presidencial y partidos fuertes.

política a su foro natural del Con-

racteriza por la existencia de un


Jefe de la Rama Ejecutiva que ac-

empezar a aplicar el parlamentaris-

en 1980 propone un presidente ele-

túa, simultáneamente, como Jefe

mo en América Latina. El presiden-

gido democráticamente por mayo-

de Estado y Jefe de Gobierno a tra -

te es elegido por un período fijo

rías simples que responde ante un

vés de un presidente, elegido por

que garantiza la continuidad. Si la

órgano legislativo elegido de mane-

un período fijo y quien nombra de

coalición mayoritaria es adversa al

ra diferente. Otros autores men-

manera absolutamente libérrima a

presidente, este acepta "compartir"

cionan como elementos de este sis-

su Gabinete. En el sistema parla-

con la oposición el gobierno a tra-

tema híbrido la dependencia del

mentario, por el contrario, están

vés de lo que se conoce como la co-

propio gabinete de la coalición par-

separadas las funciones del presi-

habitación. Cuando las mayorías

lamentaria (Sartori, 2001).

dente y el jefe de Gobierno. Mien-

presidenciales coinciden con las

La idea, generalmente aceptada

tras el primero es elegido de mane-

parlamentarias, el sistema opera

por una parte considerable de la

ra directa, el segundo es nombrado

como un régimen presidencialista,

opinión pública latinoamericana

por el presidente y ratificado por el

cuando difieren funciona como uno

según la cual, aunque el sistema

Congreso o directamente nombrado

de corte parlamentarista.

parlamentario presenta evidentes ventajas institucionales, el presi-

por éste. Congreso y presidente son

Es claro que en América Latina

elegidos en elecciones concurren-

las prácticas parlamentarias po -

dencialismo

tes. El jefe del Ejecutivo puede ser

drían ser introducidas manteniendo

arraigado por razones tradiciona -

reemplazado en cualquier momen-

algunos elementos del presidencia-

les que nacen de nuestra propia

to por una nueva coalición de go-

lismo (Linz y Valenzuela, 1994). En

idiosincrasia, está cambiando en la

bierno que lo legitima. Es caracte-

cualquier caso, el nuevo sistema

medida en que las cada día más

rística también del sistema parla-

debería mantener las dos formas de

frecuentes crisis de gobernabilidad

mentariola consagración de instru-

representación, el sufragio propor-

en el área, provenientes de los

mentos institucionales para la su-

cional para garantizar el acceso de-

conflictos sociales resultantes de

peración de crisis políticas que in-

mocrático de las minorías en la

la quiebra del modelo de desarro-

cluyen la posible remoción del jefe

conformación del congreso y el de

llo y de la expresión violenta de las

de Gobierno a través del voto de

mayorías simples para la elección

patologías globales, aconsejan una

censura, la posibilidad de anticipa-

de presidente de la República. Las

revisión a fondo de los sistemas

ción de las elecciones generales y

dos elecciones deberían ser concu-

políticos presidencialistas que han

la consiguiente disolución anticipa-

rrentes el mismo día para garanti-

demostrado su total incapacidad

da del Congreso para relegitimar

zar la sincronía entre el gobierno y

para gobernarnos. El semiparla-

los mandatos vigentes.

la oposición que lo fiscaliza.

mentarismo podría ser una salida a

El sistema parlamentario de

El modelo semi presidencialista

Francia podría ser un modelo para

acuñado por el profesor Duverger

está

esta difícil coyuntura.

fuertemente


~

COMUNICACION y MEDIOS DE INFORMACION, ¿ALIADOS DE LA GOBERNAB ILI DAD O RES PONSABLES DE LA INGOBERNABILIDAD? Por Newlink Political Consulting & Research

Es más que evidente que América

En la nueva realidad latinoame-

de apoyo. Se trata de desarrollar

Latina atraviesa en la actualidad

ricana, la gobernabilidad ya no es

además relaciones armoniosas con

por una seria crisis de gobernabili-

simplemente cuestión de contro-

la sociedad civil y sus organizacio -

dad. Hasta hace poco la goberna-

lar el parlamento. Implica además

nes, que cada día demandan res-

bilidad se definía como la necesi-

lidiar con aquellos grupos que ase-

puestas inmediatas a los reclamos

dad de establecer una relación

guran "gobernar desde las calles".

de los ciudadanos que defienden.

compa t ible entre parlamento y

En algunos casos se han producid o

Conservar esta nueva gobernabili-

poder ejecutivo, a través de coali-

situaciones en las que gobiernos

dad es el desafío más grande al

ciones que garantizaran apoyo le-

elegidos democráticamente en las

que se enfrentan los gobiernos de

gislativo. 1 Los problemas de go-

urnas y con apoyo parlamentaria

la región.

bernabilidad eran serios, ya que el

han sido derrocados por movi-

multipartidismo y complejas leyes

mientos

callejeros. 2

La compleja situación que mina la posibilidad de lograr la goberna-

electorales afectaban el funciona-

En resumen, varios de nuestros

bilidad en la región se ha visto

miento de sistemas presidencialis-

gobiernos se encuentran práctica-

afectada aún más por el papel que

tas. No sólo resultaba difícil con-

mente maniatados; la debilidad de

vienen cumpliendo los propios par-

seguir mayorías, sino también for-

nuestras instituciones es notoria y

tidos políticos y los medios de co-

mar coaliciones de apoyo al poder

los ciudadanos pierden día a día

municación.

ejecutivo.

confianza en la clase política y en

En muchos de nuestros países,

Si bien lograr la gobernabilidad

el propio sistema democrático. Los

los partidos son estructuras viejas

en ese contexto de presidencialis -

resultados del más reciente estudio

que no han sabido avanzar al mismo

mo y sistemas multipartidarios era

realizado por el PNUD sobre la de-

ritmo que lo hacen las organizacio-

compleja, la situación actual es

mocracia en nuestra región son ver-

nes de la sociedad civil. Son mu-

más difícil por la explosión de or-

daderamente preocupantes.

chos los dirigentes que aún no lle-

ganizaciones de la sociedad civil y

Lograr hoy gobernabilidad en

gan a comprender que las decisio-

por el rechazo generalizado hacia

América Latina y el Caribe implica

nes políticas no se originan ya en

los part idos políticos.

mucho más que formar coaliciones

los comités políticos de los parti-

1 El presidencialismo en América Lati na se ha caracterizado en las últimas dos décadas por un forceje o constante e ntre el ejecutivo y el legislativo , pa rticularmente en aque llos países donde el poder ejecutivo no lograba una mayoría o cuya mayoría era relativa . La característica multipa rtida ria de la democracia en la región dificulta aun más la posibilidad de una colaborac ión estable entre estos dos poderes . Por otra pa rte, casi todas las instituciones políticas se vieron afectadas por este multipartidismo ; por ejemplo, los nombramientos al sistema ju dicial se vieron comprometidos por la constante necesidad de "cuotear" todos los cargos públicos para obtener apoyo . En algunos casos extremos como el boliviano en el 2003 , se dio la paradójica situación -a pesar de que el Ejecutivo logró controlar dos tercios del Parlamento a través del "cuoteo"- en que el Gobierno carecía de poder para gobernar. 2 Esto describe la situación sucedida en Arge ntina, Bolivia y Ecuador, pero que podría ocurrir en otros lugares precisamente por el aparente divorcio entre partidos y sociedad civil y por la debilidad de las instituciones tradicionales de la democracia latinoamericana. La fuerza de la movilización callejera se ha visto especialmente favorecida por la debilidad de las fuerzas policiales afectadas tanto por la corrup ción y la falta de entrenamiento como por la preocupación constante por los derechos humanos . En este contexto, los presidentes carentes de fortaleza institucional y en algunos casos apoyados simplemente por la popularidad en las encuestas , han cedido las calles al desorden a cambio de mantenerse en el poder.


dos, sino que hoy nacen de las ex-

tearnos algunas ideas y conceptos

controlar la forma de informar so-

pectativas y las exigencias de los

para que los medios de comunica-

bre cualquier gestión gubernamen-

ciudadanos. De ahí la necesidad de

ción en la región contribuyan a la

tal. El resultado es un balance o

mantener una línea de comunica-

gobernabilidad democrática.

acomodo extraño entre los medios

ción de doble vía entre partidos y

Para analizar el papel de los me-

de comunicación y los gobiernos.

electores; entre gobierno y gober-

dios en la región en lo que a la

En el contexto norteamericano,

nados.

construcción de la gobernabilidad

los medios se convirtieron en una

En algunos países, además, los

democrática se refiere, debemos

de las instituciones más temidas

medios de comunicación han sido

primero evaluar el desarrollo de las

por los políticos, porque el acceso

acusados de promover el descré-

comunicaciones a partir de:

fácil a la información amenaza la

dito de los partidos y del sistema

• El papel que éstas vienen desem-

necesidad de la clase política de

político . En otros los medios han

peñando en países democráticos.

controlar el flujo de información.

contribuido a legitimar las de-

• La aparición de la televisión en

mandas de grupos de la sociedad

los años 50.

Esta situación se ha acentuado aún más con el desarrollo de nuevos

civil. Algunos inclusive argumen-

• El avance vertiginoso de la tec -

medios vía Internet, donde ya no

tan que los medios de comunica-

nología y los sistemas de infor-

son sólo los periodistas los que ac-

ción se han convertido en agentes

mación.

ceden a información antes restrin-

de desestabilización. Sin embargo, los medios de comunicación también han jugado un papel im-

• La importancia creciente del periodismo de investigativo. La observación más importante se-

gida, sino también cualquier ciudadano. Hoy vivimos en un mundo con ciudadanos más y mejor infor-

portante que los ha llevado a asu-

ría que los medios y los avances

mados. Los acontecimientos se su-

mir roles que impulsan la transpa-

tecnológicos recientes han modifi-

ceden en tiempo real y es en tiem-

rencia en la gestión pública. En

cado la forma de hacer política, ya

po real que los habitantes del

otras palabras, los medios de co-

no sólo en América Latina, sino en

mundo se informan, se comunican

municación se han tomado en se-

el mundo entero.

y definen sus percepciones acerca

rio el papel de ser el cuarto poder

En Estados Unidos, gobiernos,

del Estado, muchas veces impul-

candidatos y políticos se han visto

de la realidad, hasta convertirlas en la realidad misma .

sando investigaciones de actos de

afectados por investigaciones pe-

Pero volvamos al análisis inicial

corrupción que, sin su denuncia,

riodísticas en los últimos 40 años.

para entender el papel de los in-

queda rían impunes. Desde cual-

La prensa escrita jugó un papel cla-

terlocutores políticos frente al

qUier punto de vista, lo cierto es

ve en la renuncia de Richard Nixon,

desarrollo de los medios.

que los medios en América Latina

cuando dos periodistas del Was-

Quienes nunca consideraron que

han jugado un papel importante

hington Post detallaron los porme-

la televisión llegaría a influir de

que impacta la gobernabilidad.

nores de las actividades ilícitas de

manera fundamental sobre el acon-

El objetivo de este breve ensayo

la campaña de reelección de ese

tecer político, por considerarla so-

es el de responder a la pregunta:

presidente, en el escándalo del

fisticada y costosa, jamás imagina-

¿Son la comunicación y los medios

Watergate. 3

El papel jugado por los

ron ver antenas de televisión y de

de información aliados de la gober-

medios llevó también al desarrollo

cable en medio de las poblaciones

nabilidad o, por el contrario, res-

de mecanismos de respuesta, como

empobrecidas en nuestros países.

ponsables de la ingobernabilidad?

el llamado "spin control".

Hoy esos mismos líderes son incré-

Analicemos algunos antecedentes

En otras palabras, la mayor capa -

dulos antes las posibilidades de una

que nos permitirán contextualizar

cidad de los medios ha producido

nueva transformación de la políti-

el debate. Luego podremos plan-

toda una industria para influir o

ca, pese a ser testigos de la expan -


FUNGLODE FUNDACIÓN GLOBAL DEMOCRACIA y DESARROLLO



Integración económica

El modelo

eur

pa ra el Norte del Hem isferio Occidenta I Personalidades como el profesor Robert Pastor, quien trabajó en la Casa Blanca para el Presidente Carterr o Jorge Castañeda, el ex canciller mexicano, plantearon una idea similar: la creación de la comunidad de América del Norte, que incluiría a Canadá, Estados Unidos y México. Esta nueva contribución trata de ensanchar el concepto para incluir a Centroamérica y el Caribe. Como modelo, la Unión Europa, y COlll0 resultado, la Comunidad del Norte del Hemisferio Occidental (CNHO). Por Bernardo Vega

M

uchas dirán que el planteamiento que se hace en este artículo es puramente teórico, de realización imposible, que representa una sugerencia no realista, un sueño, una utopía. Una quijotada. Sin embargo, ¿quién hubiese dicho en 1945, al finalizar la II Guerra Mundial, que después de dos guerras entre sí, con apenas 20 años de distancia entre ellas, surgiría el libre comercio y la libre movilidad de la mano de obra y del capital entre Francia y Alemania? ¿Quién hubiese pensado que hoy día en una Unión Europea que se acaba de ampliar para incluir a los antiguos países de Europa del Este, existiría un Banco Central Regional, una moneda común que sustituiría al marco, al franco y a la peseta, un Parlamento y una legislación comunitaria que implican que toda Europa ha aceptado ceder soberanía nacional para que aspec48 GLOBAL

tos fundamentales de su vida sean decididos no a nivel nacional, sino a nivel de la comunidad? ¿Quién hubiese dicho hace 40 años, en 1964, que en nuestro país el turismo representaría el sector más importante de todos, con un 18% del PIE Y que la agropecuaria bajaría para apenas significar un 5%? ¿O que nos convertiríamos en una economía de servicios, y no de producción primaria? ¿Quién hubiese imaginado en 1964 que un país que vivia del azúcar, el café y el cacao, 40 años después, dependería del turismo, las remesas y las ensambladoras? ¿O quién hubiese conjeturado en 1945 que las colonias británicas del Caribe no sólo serían países independientes, sino que conformarían una comunidad económica basada en el libre comercio y también una coinunidad política? ¿Y quién, en 1974, hubiera sospe-



Las telarañas de los tratados actualmente en vigencia no son las formas adecuadas de promover el libre comercio en nuestro hemisferio. chado que el comunismo en Europa caducaría debido a una implosión interna? la respuesta es que nadie hubiese pensado que todo eso era posible, por lo que se pide indulgencia ante esta propuesta. Se trata de algo que no ocurrirá ni en el corto ni en el mediano plazo. Yo, personalmente creo que no lo veré, quizás mis hijas y con toda probabilidad mis nietas, pues es algo no sólo plausible, sino política y económicamente conveniente a esta región en que los canadienses, americanos, mexicanos, centroamericanos y caribeños nos ha tocado vivir.

Proceso de integración los economistas que han desarrollado y propagado la teoría del libre comercio y los que concibieron los principios de la integración económica, plantearon un proceso de integración que tendría esencialmente 4 etapas: 1. El libre comercio de mercancías entre un grupo de países, eliminándose los aranceles, las cuotas y otras trabas. Es lo que hoy día se conoce como Tratados de Libre Comercio (TlC). Es el caso de Canadá, México y Estados Unidos (el NAFTA) y el recién firmado acuerdo entre República Dominicana, Centro américa y Estados Unidos, así como los acuerdos bilaterales entre nuestro país y Centroamérica y nuestro país con CARICOM. 2. Unión Aduanera. la adopción por un grupo de países de un arancel común externo. El grupo de naciones que ya firmó el libre comercio posee un mismo arancel único con respecto a productos que provengan de terceros países. En esta unión aduanera los productos de terceros países llegan a la región por cualquiera de sus países, pues pagan el mismo impuesto, no importa por donde entren. los ingresos aduaneros son compartidos entre los miembros de la unión. Es el caso de la Unión Aduanera Centroamericana. 3. En el Mercado Común, se permite el libre movimiento de la mano de obra entre los países de la región,

50 GLOBAL

así como del capital. Es el caso del Mercado Común Europeo, donde un portugués podía decidir vivir y trabajar en Alemania, por ejemplo. 4. En la Unión Económica, se adopta una moneda común, el caso del euro, se armonizan las políticas económicas, fiscales y sociales y se decide ceder soberanía a favor de organismos regionales, como el caso del Parlamento Europeo. Ese proceso puede eventualmente terminar en una unificación política al estilo de una Federación o Confederación de Países, como es el caso de Estados Unidos, México y Suiza, donde una serie de estados se confederaron para crear un solo país, manteniendo cada uno, sin embargo, cierta autonomía política. la teoría económica plantea que el libre comercio entre países ricos y pobres puede provocar un proceso de polarización de los beneficios a favor de los primeros. Con la unificación política de Estados Unidos, después de su Guerra Civil, por ejemplo, el distanciamiento económico entre el Sur agrícola y el Norte industrializado se acentuó, en vez de reducirse; y lo mismo ocurrió con la unificación política entre el Norte y el Sur de Italia. Esa misma teoría plantea la necesidad de que exista simultáneamente la libre movilidad no sólo de bienes, de servicios y de capital, sino también de la mano de obra, para que así se beneficien todos los países. Para evitar esa polarización se han establecido varios mecanismos de compensación que, desde el principio, fueron adoptados por la UE: 1. Una menor velocidad por parte de los países pobres en lo referente a su obligación de abrir sus economías al comercio regional. Es lo que en nuestro hemisferio los países pequeños del Caribe han denominado tratamiento diferenciado y asimétrico y que insisten debe de existir dentro del ALCA, es decir, en el acuerdo que eventualmente crearía el libre comercio desde Canadá hasta la Argentina. En Europa recibieron ese tratamiento Grecia, España, Portugal y Turquía. 2. Creación de un fondo, con recursos de los países más ricos de la comunidad, para ser invertido en obras de infraestructura física en las naciones menos desarrolladas. Con recursos alemanes, franceses, etcétera, se financiaron carreteras y otras obras públicas en España, país que condicionó su incorporación a la comunidad a que se estableciese el "Fondo de Cohesión"


El grupo defirmantes del TLC en 1992, encabezado por el presidentede Estados Unidos, George Bush, depie en el centro. Página anterior: Escultu ra del Euro en el Banco Central Europeo, Frankfurt/Main, Alemania central.

para obras de intraestructura. De ese fondo también se nutrieron Grecia, Irlanda y Portugal. 3. Utilización de fondos parecidos para programas de educación vocacional en los países menos desarrollados. Aplicando estos principios, la Unión Europea se ha convertido en el único proceso exitoso de integración económica hasta la fecha. No sólo la región ha crecido, sino que la distancia entre países pobres y ricos se ha reducido, de forma tal que los miles de españoles, turcos y griegos que se fueron a trabajar a Alemania en los añ os 70 han vuelto a sus respectivos países, encontrando empleo bien remunerado. El miedo a la migración masiva dentro de la comunidad económica, que prevaleció cuando se firmó el

Tratado de Roma en el año 1957, ha desaparecido. La migración, legal o ilegal, se reduce y hasta se revierte como resultado del acercamiento entre los niveles de salarios e ingresos de los países miembros. En la Unión Europea de hoy día tan sólo un 2% de la población busca empleo en otro país de la comunidad. En los Estados Unidos un 10% de la población busca empleo en otro Estado de la Unión. John Kenneth Galbraith, economista nacido en Canadá y profesor de Harvard recordaba: "Me crié en el Suroeste de Ontario donde se nos enseñó que el patriotismo canadiense no debería de aguantar más de un diferencial salarial de cinco dólares. Si era mayor, nos íbamos a trabajar a Detroit". Los dominicanos que toman la yola no han oído hablar de Galbraith, pero siguen su consejo. 51


La Unión Europea se ha convertido en el único proceso exitoso de integración económica del mundo hasta la fecha. No sólo la región ha crecido, gracias a su integración, sino que la distancia entre países pobres y ricos se ha reducido sustancialmente. Puerto Rico es un buen ejemplo de cómo el libre movimiento de la mano de obra, junto con aportes económicos federales para promover la educación y la infraestructura física e incentivos fiscales, recrearon en el Caribe la experiencia de la integración económica europea. Allí hasta ha tenido lugar, al igual que en Europa, un flujo migratorio al revés, desde el continente americano hacia la isla.

Sólo la etapa inicial En contraste, en la parte Norte del hemisferio occidental no se han seguido los principios de la teoria económica antes expuesta. Tan sólo se han puesto en vigencia acuerdos de libre comercio; es decir, la etapa inicial, mas no las posteriores. En Europa, desde la firma del Tratado de Roma se plantearon los objetivos de las etapas ulteriores. En nuestra región, Estados Unidos mantuvo una política de apertura comercial exclusivamente a escala mundial, es decir a través del GATT y la OMC hasta 1982, cuando por primera vez creó privilegios regionales por medio de la Iniciativa de la Cuenca del Caribe (CBI) y luego firmó su TLC con Israel. Más tarde surgió el TLC entre Canadá y Estados Unidos, luégo un acuerdo tripartito entre estos dos países y México; más tarde un acuerdo entre Canadá y Costa Rica y entre México y Centro américa y, finalmente, un Tratado de Libre Comercio entre Centroamérica, República Dominicana y Estados Unidos. Cuando Washington y Ottawa negociaron con México, el tratamiento diferenciado y asimétrico fue muy débil en lo que se refiere a una menor velocidad para que México se abriese al libre comercio. El NAFTA fue el primer acuerdo importante de libre comercio entre países ricos y uno pobre y ese principio apenas se apli52 GLOBAL

có. Aunque en el NAFTA existe el Banco de Desarrollo de Norteamérica, éste no cuenta con recursos para construir obras públicas en México o invertir allí en la educación, pues está limitado a proyectos medioambientales en la frontera. El presidente Salinas, para convencer al Congreso norteamericano sobre las bondades del NAFTA, planteó que la opción norteamericana era crear posibilidades de empleo para los mexicanos en México, o sufrir aumentos en la migración ilegal. Pero en realidad, y a pesar del NAFTA, la emigración ilegal por la frontera mexicana, lejos de reducirse, ha aumentado durante los primeros 10 años de su implementación. Los pequeños campesinos productores de maíz del Sur, por ejemplo, no pudieron competir con las importaciones norteamericanas y optaron por emigrar. Los estudios serios que se han efectuado sobre el impacto del NAFTA sobre México durante sus primeros diez años (de 1994 a 2004) indican! que aunque los beneficios para México exceden las pérdidas, y aunque el comercio regional (México-Canadá-Estados Unidos) ha crecido enormemente y el propio NAFTA ha contribuido a la mejoría del sistema político mexicano, no es menos cierto que, como ya era anticipable por lo que indica la teoría económica, ha aumentado la distancia entre los niveles salariales de México y Estados Unidos. Además, mientras entre los años 1994 y 2002 surgieron en México 500,000 nuevos empleos industriales, muchos de ellos gracias al NAFTA, en la agricultura se perdieron 1.3 millones de empleos. El aumento de la productividad tampoco se ha reflejado en el nivel real de sueldos. La migración ilegal ha aumentado, el medio ambiente se ha degradado y la deforestación ha crecido. El NAFTA, además, ensanchó la brecha entre los niveles de ingreso de los Estados del Sur y los del Norte de México. Se supone que el ALCA sustituirá los ya múltiples acuerdos sub-regionales, como el NAFTA y como el de Centro américa y nosotros con Estados Unidos, pero todavía se desconoce el contenido real del ALCA y su fecha de puesta en vigencia es también muy incierta. Además, el propio ALCA no pasará de ser un simple tratado de libre comercio a escala hemisférica, sin las antes referidas etapas posteriores de integración económica. En conclusión, las telarañas de Tratados de Libre Comercio actualmente en vigencia no son las formas


Patio interior del Parlamento Europeo, en Estrasburgo.

adecuadas de promover el libre comercio en nuestro hemisferio, como ya lo demuestran los 10 años de experiencia de México.

La propuesta La propuesta de este artículo es que aprendamos de los europeos y establezcamos la Comunidad del Norte del Hemisferio Occidental (CNHO), que estaría integrada por Canadá, Estados Unidos, México, Centro américa (incluyendo Panamá), República Dominicana, Cuba, Haití y los países del Caribe angloparlante. Esta no es una idea nueva y ni siquiera totalmente mía. Ya personalidades como el profesor Robert Pastor, quien trabajó en la Casa Blanca para el Presidente Carter, ha planteado la creación de la comunidad de América del Norte 2 , pero que incluiría tan sólo a Canadá, Estados Unidos y México. Jorge Castañeda, el ex canciller mexicano, también ha planteado una idea similar. Mi contribución es la de ensanchar ese concepto para incluír a Centro américa y el Caribe. En esta Comunidad del Norte no sólo existiría el libre comercio de bienes (sujeto al tratamiento diferencial y asimétrico), el libre comercio de servicios y capitales, sino que prevalecería también el libre movimiento de mano de obra, o por lo menos un tratamiento migratorio muy especial para los mexicanos, centroamericanos y caribeños por parte de Canadá y Estados Unidos y que

podría incluir programas de trabajadores temporeros y la legalización de los indocumentados. Nótese que la AFL-CIO, el principal grupo sindical norteamericano, ha cambiado de actitud y ahora favorece la migración. Existiría un arancel común externo y eventualmente se adoptaría el dólar como moneda regional en base a que todos compartiríamos proporcionalmente los beneficios del señoreaje, a pesar de la tendencia secular del dólar canadiense de depreciarse con relación al dólar americano. El profesor Herbert Gruber de Canadá ha propuesto la adopción de una nueva moneda, al estilo del euro y que se denominaría "amero". Canadá y Estados Unidos aportarían recursos para mejorar la infraestructura física y la educación del resto de la comunidad, fondos que podrían ser administrados por el BID. Dado que actualmente la oposición a este esquema es muy fuerte tanto en Canadá como en Estados Unidos -la misma oposición que existía en Europa hace 50 años en torno a las mismas ideas- y dada la gran cantidad de recursos que tanto Estados Unidos como Canadá tendrían que transferir al resto de la región, es lógico que esta comunidad tenga limitaciones geográficas, pues mientras más regiones y países abarque, más difíciles serían los problemas a resolver. Pero además existen otros factores adicionales para justificar esta selección y esta limitación geográfica.

53


l. La cercanía geográfica. Se trata de todos los países que componen el Norte del hemisferio occidental. 2. Factores geopolíticos. México, Centroamérica y el Caribe son considerados como el backyard (el jardín de atrás) de Estados Unidos, como dicen los académicos norteamericanos. No es éste un concepto inventado recientemente por un político dominicano en viaje por Europa. También se nos considera la "blanda barriga" de Norteamérica y, además, constituimos la segunda y tercera frontera de Estados Unidos. En términos militares y geopolíticos es una zona muy estratégica para Washington. No es una coincidencia que absolutamente todas las intervenciones militares norteamericanas en nuestro hemisferio han tenido lugar en México, en dos países centroamericanos, en Cuba, en Haití (tres veces), en la República Dominicana (dos veces) y en Granada. 3. Estados Unidos posee bases militares en Guantánamo y Puerto Rico. Esta última isla, parte de las Islas Vírgenes y Navassa son parte integral del territorio norteamericano. 4. Si nos olvidamos de las Islas Malvinas, los únicos países en este hemisferio que junto con Canadá han sido y son parte de la Mancomunidad Británica, con una vieja tradición de vinculación a Inglaterra, están en el Caribe. 5. En todo nuestro hemisferio los países cuya mayor proporción de población reside en Canadá y Estados Unidos, son los del Caribe, Centro américa y México. Muchos de estos emigrantes ya son ciudadanos canadienses o norteamericanos con derecho a votar en esos países. Ese voto es importante en Montreal, Miami, California y Nueva York, para citar sólo algunos lugares. Son muchos los oficiales electos en Canadá y Estados Unidos que son de origen caribeño, centroamericano o mexicano. 6. En comparación con el resto del hemisferio occidental, la mayor proporción del comercio de Estados Unidos y Canadá es precisamente con el Caribe, Centro américa y México, y esa proporción tiende a aumentar con el tiempo. 7. Los mayores flujos turísticos de Canadá y Estados Unidos son con México, Centro américa y el Caribe. 8. De la misma forma que en Europa se inició la integración con la creación de la comunidad del carbón, poco después del fin de la Segunda Guerra Mundial, 54 GLOBAL

un plan energético de la Comunidad podría abarcar los recursos de Canadá, Estados Unidos, México y Trinidad y Tobago. Bajo este esquema de la Comunidad del Norte del Hemisferio Occidental (CNHO), el libre comercio realmente beneficiaría a todos. No bajo el ALCA, o bajo una telaraña de acuerdos sub-regionales como los que ya han firmado Canadá, Estados Unidos y también México con Centro américa y el Caribe. Lo que hay que hacer es profundizar la integración económica y no seguir ampliándola geográficamente, pues mientras más países estén envueltos, más difícil será la profundización, es decir, el paso de simples TLC a una comunidad económica. En Europa los siete países fundadores profundizaron su integración hasta crear la Comunidad Europea y sólo recientemente auspiciaron la ampliación para incluir a 12 países de Europa del Este. El ALCA no es incompatible con la Comunidad del Norte del Hemisferio Occidental, pero mientras más se atrase la comunidad y más se adelante el AL CA, más difícil será crear la primera. Reiteramos que somos los primeros en reconocer la oposición a estas ideas tanto en Estados Unidos como en Canadá, no sólo parlamentaria, sino también de la opinión pública. En Canadá hay más cohesión social que en Estados Unidos y existe el bloque quebecois, pero Europa ha demostrado que la identidad cultural puede mantenerse. En Estados Unidos se teme que la migración hispana dé al traste con la identidad nacional. En Canadá y México se teme al dominio americano, no sólo cultural, sino también de sus recursos naturales. La política externa de Canadá es diferente a la de Washington y ésta de la de México. Ni en nuestro tratado con Centro américa y Estados Unidos ni en el ALCA existe una cláusula democrática y esa debe de existir en la Comunidad, como existe en la OEA. Pero hay que tener visión de futuro y comenzar a convencer a la gente de que éste es el verdadero camino a seguir. lean Monnet, el padre de la integración europea, sugería que había que dar varios pasos colectivos que provocasen una reacción en cadena, donde un cambio induciría a otros cambios. Yo quisiera pensar que he contribuido con un pequeño paso individual. * Versión corregida de una conferencia pronunciada ante la

Cámara de Comercio Domínico-Canadiense en agosto de 2004.


WORLD TRADE ORGANIZATlON ORGANl ATlON MONDlALE DU COMMERCE ORGANIZACIÓN MUNDIAL DEL COMERCIO

Sede de la Organ ización Mundial del Comercio, en Ginebra, Suiza.

Bernardo Vega es licenciado en Economía por el Wharton School de la

Notas

Universidad de Pennsylvania. Es Miembro numerariode la AcademiaDomini-

ICarnegie Endowment for International Pea ce, NAFTA's Promi -

cana de Historia, y principal ejecutivo de la Fundación Cultural Dominicana.

se and Reality, 2004.

Es autor de más de 40 libros, la mayor parte de ellos sobre historia domini-

2

cana, aunque también ha escrito novela, análisis económicos y obras sobre

te for International Economics. Washington, 2001.

Pastor, Robert, Toward a North American Community, Institu-

Arqueología. Fue embajador dominicano ante la Casa Blanca y director del periódico El Caribe.

55



las palabras

2 OO5, El Quijote el año de

Por J. R. Lantigua

"Y así, por mis valerosas, muchas y cristianas hazañas he merecido andar ya en estampa en casi todas o las más naciones del mundo: treinta mil volúmenes se han impreso de mi historia, y lleva camino de imprimirse treinta mil veces de millares, si el cielo no lo remedia': (Quijote, TI, 16). n enero de 1605 se publicó la primera parte de El Quijote. Algunos cervantinos creen que su autor pensó inicialmente escribir una novela corta. Otros, sin embargo, son del parecer de que desde el principio Miguel de Cervantes Saavedra se propuso la realización de una novela extensa. Poco importan ya estos pareceres. El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha fue estableciéndose, al paso de los años y los siglos, como una de las grandes obras maestras "de cuyo espíritu la humanidad vive eternamente sin saciarse" (P.Hazard). Su autor ha quedado consagrado definitivamente como el más genial escritor de las letras españolas y una de las cumbres, quizá el que más, de las letras universales, muy a pesar de que Dámaso Alonso afirmara, con razón, que El Quijote es un lib ro muy español y, por tanto, localista, pero la historia de sus aventuras plantea un cuadro de virtudes y utopías que permite que la obra termine siendo "la más sagaz indagación en el corazón inmutable del ser humano". Cuatrocientos años se cumplen ahora de esta memorable efemrh ide literaria. y por tal motivo este 2005, que apenas iniciamos, es en todo el orbe hispánico el Año de El Quijote. Para celebrarlo a todo lo grande, el presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, convocó en octubre pasado un encuentro en Madrid a todos los ministros de Cultura hispanohablantes, que por disposición del Rey Juan Carlos fueron designados miembros del Comité de Honor de la celebración. De esta manera, la Declaración de Madrid, firmada por los responsables de Cultura de los países de habla

hispana (incluyendo Guinea Ecuatorial, que tiene el español como lengua madre), establece que El Quijote sea considerado Invitado de Honor de todas las ferias internacionales del libro de Iberoamérica durante el año 2005, expresando en la referida declaración "su satisfacción por la continuidad y brillantez de la creación literaria en español que se reconoce El Quijote como una de sus obras esenciales, pero que recoge en la actualidad la enorme diversidad de culturas de nuestros pueblos y en esa diversidad fundamenta su riqueza". Los ministros de Cultura han invitado a todas las culturas del planeta a celebrar los 400 años de El Quijote y a releerlo una vez más para que continúe formando parte de nuestro patrimonio colectivo y para seguir aprendiendo de sus tan humanas aventuras, de modo que sea un punto de referencia de los valores que nos unen.

Las publicaciones La avalancha de reediciones de El Quijote, con distintas variantes, pueblan desde el último trimestre del año recién transcurrido las librerías de España, y la fiebre cervantina ha comenzado a cubrir toda Hispanoamérica, esperándose que aumente la incidencia editorial de este gran clásico universal en los meses del presente año. Entre esas tantas ediciones, mostremos a los lectores de Global la realizada conjuntamente por el Instituto Cervantes, el Centro para la Edición de los Clásicos Españoles, la Sociedad Estatal de Conmemoraciones Culturales y Galaxia Gutenberg/Círculo de Lectores, quienes han unido esfuerzos y conocimientos para ofrecer la que consideran edición definitiva de la inmortal obra de Cervantes.

57


La edición está dirigida por Francisco Rico, experto en la literatura del Siglo de Oro y una de las máximas autoridades en la obra de Cervantes. Esta reimpresión permite al lector disfrutar de este libro fundamental, presentado en dos volúmenes y con las siguientes características: • Texto rigurosamente fijado y establecido. • Las anotaciones resuelven todos los problemas y aportan toda la información para una perfecta comprensión del texto. • Contiene más de 100 láminas con la indumentaria del Siglo de Oro, mapas, itinerarios, reproducciones de los libros de Don Quijote, y planos de la venta. • Es una verdadera enciclopedia cervantina a cargo de más de un centenar de especialistas. • Comentario capítulo por capítulo. • Repertorio comentado de refranes. Otra edición que circula es la de Editorial Crítica, igualmente cuidada por Francisco Rico. La edición viene precedida de un estudio preliminar del fenecido filólogo Fernando Lázaro Carreter (Las voces del Quijote), y prólogos de Jean Canavaggio, Sylvia Roubaund y Anthony Clase. Trae las siguientes particularidades: • Texto crítico y anotado, con índice completo. • Edición en el formato de la princeps, con los grabados de la primera edición española ilustrada. • CD/ROM con texto informativo y base de datos exhaustiva con una guía de uso. • Carpeta con las dos únicas ilustraciones de Gaya al Quijote reproducidas a su tamaño con calidad de original (La aventura del rebuzno y Visión de Don Quijote). Los Ministros de Cultura hispanohablantes que asistieron a Madrid para preparar los fastos conmemorativos de este cuarto centenario de El Quijote recibieron una edición especial limitada titulada El Pequeño Quijote,

58 GLOBAL

con los capítulos del uno al siete, en edición especial de sólo 500 ejemplares ordenada por la Presidencia de España, la cual fue entregada personalmente por el jefe del gobierno Rodriguez Zapatero (Prólogo de Manuel Ramos, Ilustraciones de Ramón Pérez Carrió, Ediciones Linteo, 2003; 91 pp). Por otro lado, la Real Academia de la Lengua presentó en el recién celebrado Congreso Internacional de la Lengua, efectuado en Rosario, Argentina, el pasado noviembre, una edición asequible y popular de El Quijote, que cuenta con un prólogo de Mario Vargas Llosa, estudios a cargo de Martín de Riquer, Francisco Ayala, José Manuel Blecua, Guillermo Rojo, José Antonio Pascual, Margit Frenk y Claudia Guillén, además de las notas al texto de Francisco Rico, infaltable en todas las ediciones que se hacen de El Quijote. Contiene un glosario general con más de 7,000 entradas de palabras, locuciones, proverbios y refranes propios de la obra cervantina. El Quijote ha sabido conquistar al mundo entero y es quizá, junto con la Biblia, la obra que se ha traducido a mayor cantidad de idiomas. Todos los grandes escritores han rendido homenqje a esta novela que relata las andanzas de un hidalgo castellano. Don Quijote y Sancho Panza encarnan los dos tipos del alma española: el idealista y soñador que va en pos de imposibles quimeras y el práctico y fatalista. Releer El Quijote, difundir sus valores y establecerlo en los dominios de nuestras querencias mas entrañables, es la tarea común de este 2005, el Año de El Quijote, en el cuarto centenario de su primera publicación. Recomendamos como lectura adicional la obra Refranes, dichos y sentencias del Quijote, de J. Leyva, una selección comentada de los proverbios que se encuentran diseminados en el Quijote (Ediciones Libro-Hobby, España: 2004; 319 pp).


Publicaciones FUNGLODE La Fundación Global Democracia y Desarrollo apoyando su rol de investigación, análisis, producción y difusión del conocimiento, presenta a la sociedad nacional e internacional su acervo editorial, resultados de investigaciones, proyectos, actividades y trabajos realizados por grupos profesionales de la institución e instituciones aliadas.

FUNGLODE FUNDAC I ON GLOBAL D EMOC RACIA y DESARROLLO

NUEVAS PUBLICACIONES:

Literatura dominicana en los Estados

Identidad y Proyecto de Nación

Unidos, historia y trayectoria de la

Josefina Záiter, Federico Henríquez

for Development: Dominican Republic

diáspora intelectual. Fran klin Gutiérrez.

- New York State

Marianela Medrano, Héctor Amarante y Pedro

Gratereaux, León D avi d y Manuel M eceiras Fafián • Prólogo de David

Antonio Valdez, 2004.

Álvarez Mar tín. 2004.

Building Strategic Partnerships

PUBLICACIONES ANTERIORES: tNOUSTI<!A';,CULT URA!t;:5 ....... f"".oI,~.,,¡,..,.,¡:

La s zonas francas en el Siglo XXI: opciones estratégicas para competir globalmente María Elizabeth Rodríguez, 2004. República Dominicana: estrategia nacional de desarrollo y competitividad. Joaquín Vial· Pró logo de Jeffrey

Industrias Culturales: retos para el desarrollo cultural. Carlos Santos, 2004.

Sach,,2004.

Unacárn:to.l testigo de la historia

Encuesta sobre

HÁBITOS DE LECTU RA en República

Una cámara testigo de la historia: el recorrido dominicano de un cronista

extranjero 1951-1966. Bernard Diederich, 2003.

Do",;"i c. ,, ~

La República Dominicana: preparación para el mundo interconectado. Geoffrey

Encuesta sobre hábitos de lectura en República Dominicana, 1003

Kirkman, 2004.

Islam, terrorismo y los conflictos del Medio Oriente, Gema Martín Muñoz, Waleed

La construcción de una alianza estratégica: República Do minicana ~ Estado de la Florida, 2002.

Sa led Alkalifa 2003.

Democracia en el siglo XXI: experiencias y desafíos de Iberoaméric~ 1001.

El petróleo y su incidencia en la economía y el desarrollo de la República Dominican~ 2003.

_ .... \

PUBLICACIONES PERIÓDICAS Foreign Policy, en español, 2004. Madrid: Fundación para las Relaciones Internacionales y el Diálogo Exterior (FRIDE). Foreign Policy es la revista más

reconocida sobre políticas, economías, e ideas globales. Su misión es difundir la d inám ica del mundo

internacional, en particular, cómo el proceso de integración global está

Revista Global

reformando las naciones, instituciones, cul turas, y, fundamenta lmente, nuestro diario vivir.

Foreign Affairs en español. 2004. México: Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM).

Cada número consiste de trabajos originales escritos especialmente para esta revista, y con artícu los publ icados en números recientes de Foreign Aflairs traducidos al español.


len ,.., anos del

BLOO

SDAY

Por Frank Báez Rosario

El 16 de junio de 2004 se festejó el centenario del Bloomsday, celebración del día en que está basada la novela Ulises de James Joyce. Este artículo hace un recorrido de la efeméride, desde las rimbombantes festividades del centenario hasta el origen de la fecha centrada en una cita amorosa entre el escritor irlandés y su futura esposa. ¿Qué inspira a un genio a desarrollar su obra de arte? ¿Cuál es la vigencia del Ulises? ¿A qué se debe la admiración suscitada por figuras tan disímiles como Marilyn Monroe y John Cage? Con los años, el Bloomsday ha traspasado las fronteras literarias y el 16 de junio se ha convertido en una de las fechas primordiales de la contemporaneidad cultural. 60 GLOBAL



Arriba, James Joyce. A la derecha, la estatua del autor de Ulises en Q'Connell St., apodada "Prick with the Stick". Página anterior, tumba de Joyce en Zurich, por lan MacCandless ..

E

l 16 de junio pasado se celebraron los cien años del Bloomsday. Para los que están familiarizados con la novela Ulises, esta fecha debe resultar tan memorable como para un físico la tarde en que le cayó a Newton la manzana en la cabeza. El Bloomsday es la celebración del día en que se sitúa todo el desarrollo de la novela Ulises, del escritor irlandés James Joyce, una de las obras que más ha influido la literatura de todas las lenguas. Las técnicas empleadas en cada capítulo han sido adoptadas por cientos de escritores y se han incorporado a la música, al teatro, al cine y a la cultura popular. El Bloomsday -día de Bloom- se festeja desde hace casi 50 años. Se le llama así por el apellido del protagonista del Ulises, Leopold Bloom, aunque también se trata de un juego de palabras que involucra Doomsday -que significa día del juicio final- y Bloomsday -que traducido literalmente significa día del florecer-o Este año pasado, admiradores de la novela celebraron masivamente el centenario. De un evento sencillo que incluía rituales tales como beberse una cerveza en el hotel Ormond 1 o emprender la lectura de la novela, se ha pasado a un evento multitudinario, que en esta ocasión incluyó estrenos de películas, documentales, simposios, puestas en escena de obras, exposiciones itinerantes y reediciones del libro. En Dublín la celebración comenzó el 1 de abril y finalizó el 30 de agosto. En la mañana del 16 de junio los organizadores ofrecieron un desayuno gratis, en la calle O'Connell, para 10,000 turistas procedentes de todo el mundo. Durante el transcurso del día se dictaron entu62 GLOBAL

siastas conferencias y se leyeron pasajes de la obra. La presidenta de Irlanda, Mary McAleese, asistió a una de estas lecturas. Figurantes ataviados como los personajes de la obra se paseaban entre la multitud que aprovechaba para fotografiarlos y aplaudir sus representaciones. Además, las calles, los edificios municipales y los monumentos que se mencionan en la obra fueron restaurados y adornados con elementos alusivos a la época. De noche, en una pantalla gigante ubicada sobre el río Liffey, se presentaron imágenes de Joyce y poco después la película Ulises, de Joseph Strick. Con los años, la fama del Ulises ha aumentado considerablemente. Se han vendido millones y millones de ejemplares, ventas inicialmente estimuladas primero por prohibiciones y censuras, y posteriormente hasta por el visto bueno de personalidades y artistas influyentes. Los artistas y los intelectuales de renombre siempre suelen colocar al Ulises entre sus cánones literarios. Hay cientos de biografías y estudios lingüísticos realizados por mentes tan lúcidas como la de Carl Jung o la de Umberto Eco. Al parecer, resulta de buen gusto y signo de intelectualidad evidente colocar Ulises en una biblioteca, aunque haya sido en el pasado un libro acusado de obscenidad. Tan sólo hay que pensar en las 721,620 libras esterlinas (casi un millón y medio de dólares) que se pagaron hace poco por una carta original de Joyce, o en las últimas películas referentes a sus obras que han sido protagonizadas por astros del cine 2 • Ante todo esto, la pregunta obligatoria es ¿se está leyendo el libro o el libro es un pretexto para impulsar



toda una industria? La respuesta es ambigua. Por ejemplo, una de las organizadoras del Bloomsday responde que comenzó su lectura, pero que se le hizo complicado continuar. Esta repuesta es común, no solamente en los lectores, sino también en críticos y escrítores reconocidos. Esto tiene antecedentes anecdóticos en una conferencia que el autor pronunció sobre Ibsen cuando tenía 18 años. Al concluir su ponencia, se oyó gritar: "¡Joyce, ha sido espléndido, pero estás loco de remate!"3. Aquellos que le aplauden y le celebran no lo hacen por propia convicción, sino más bien por un respeto que es similar al que se siente frente a una figura de poder. Acerca del Ulises, Joyce le escribió a un amigo: "He metido tantos enigmas y rompecabezas que tendrá atareados a los profesores durante siglos discutiendo sobre lo que quiere decir, y ese es el único modo de asegurarse la inmortalidad."4 Esta profecía fue expresada de manera irónica y, como se puede observar, se ha impuesto. La intención del Ayuntamiento de Dublín es loable. Con este evento millonario se trata de incentivar la lectura del Ulises en un público acostumbrado a consumir novelas compradas en supermercados y películas de Hollywood. Una de las autoridades locales de la capital irlandesa decía que con estas actividades se trataba de recuperar el legado de uno de sus genios. Decir esto es acertado e inteligente, pero los escritos de Joyce muestran una dirección menos oficialista. Sus trabajos, y sobre todo el del Ulises, se fundamentan en críticas abiertas al nacionalismo, al catolicismo y a la mentalidad regional de sus contemporáneos irlandeses. Por esta razón resulta paradójico lo que hoy en día se ha convertido el Bloomsday, y la misma figura de Joyce.

Primera cita Como génesis de estas celebraciones se halla un encuentro amoroso de vital importancia: la primera cita de Nora Barnacle con James Joyce. La cita tuvo lugar el jueves 16 de junio de 1904, día en que se desarrolla el Ulises. Pero elaboremos esto un poco. En el año 1904, Joyce cuenta con 22 años, acaba de retornar de París y ha comenzado la redacción de la novela Stephen Hero 5 • Anteriormente había realizado dos viajes a París donde había pasado la mayor parte del tiempo leyendo en bibliotecas. Durante la segunda estadía recibe la noticia de que su madre está al borde de la muerte. Ésta, después de una larga agonía, muere el 13 de agosto del 64 GLOBAL

año 1903. Como se observa en los primeros capítulos del Ulises, la muerte de Mary Jane Joyce afectaría notablemente al escritor, aunque no sólo lo haría de manera sentimental, sino también en otros planos existenciales; hasta se podría decir que su muerte se vincula a una crisis que Joyce estaba padeciendo en ese momento y que hallaría su resolución en el exilio. A lo largo de todo el Ulises se nota esa desorientación en Stephen Dedalus, el alter ego de Joyce (el apellido Dedalus hace referencia a dédalo o laberinto). El 10 de junio conoce a Nora Barnacle, una joven camarera de pelo cobrizo que provenía de una región irlandesa llamada Galway. Joyce la vio cuando ella caminaba sola por la calle Nassau. Se acercó tímidamente y le dirigió la palabra. Joyce llevaba puesta una gorra de navegante; ella, al ver ese detalle y sus ojos azules, supuso que se trataba de un marinero sueco. Acuerdan salir el 14 de junio, pero ella no asiste a la cita y deja plantado a Joyce en la esquina de Merrion Square. Al día siguiente el escritor le envía la siguiente nota: "Debo estar ciego. Estuve mirando mucho rato una cabeza de cabellos rojo oscuro, pero llegué a la conclusión de que no eras tú. Me fui a casa completamente desconsolado. Me gustaría encontrarme contigo, pero tal vez no lo deseas. Espero que tengas la amabilidad de aceptar la cita ¡si es que no te has olvidado de míl"6. Finalmente, Nora accede a salir. Se citan entonces el jueves 16 de junio de 1904. ¿Qué pasa el 16 de junio de 1904? ¿Por qué esa fecha es tan determinante para Joyce? Bueno, Joyce se enamora. Pero no sólo se enamora, sino que se siente correspondido y comprendido en un Dublín que cada día se le hacía más difícil de soportar. En su biografía sobre Joyce, Richard Ellmann anota: "Situar el Ulises en esa fecha fue el tributo más elocuente -aunque indirecto- que Joyce rindió a Nora: era un reconocimiento del efecto determinante que tuvo sobre su vida su relación con ella. El 16 de junio entró en contacto con el mundo que le rodeaba dejando atrás la soledad que siempre sintió desde la muerte de su madre. Más adelante le diría a Nora: Tú hiciste de mí un hombre'. El 16 de junio fue el día que separó a Stephen Dedalus, el joven rebelde, de Leopold Bloom, el marido complaciente."7 Desde ese día saldrían constantemente por las calles de Dublín. Nora, en los tiempos en que vivía con su tío en Gal\.vay, se vestía de hombre para encontrarse con


La fa miliaJoyce en Feldkirch: James, Lucía y Nora Joyce.

un muchacho del que estaba enamorada. No llegaría a esos extremos con Joyce, pero eso da a entender lo versátil y resuelta que era. Al recibir las pasionarias cartas que le mandaba el escritor, ella intentaba responderle co n ingenio y en cierta ocasión lo hizo con una carta copiada de algún manual de correspondencias. Dicha carta fue analizada por Joyce y un amigo hasta que se percataron del engaño. Hay un pasaje del Ulises que transcurre en una cima denominada Howth, la cual ofrece una vista panorámica del mar, la ciudad y la bahía. Seguramente Nora y Joyce estuvieron durante esos días en ese sitio, y ese evento fue elaborado posteriormente en la novela. El pasaje es el siguiente: "Escondidos bajo los helechos salvajes en Howth. Debajo de nosotros, bahía, cielo dormido. Ni un ruido. El cielo. La bahía violeta hacia la punta Lion. Verde junto a Drumleck. Verdiamarilla hacia Sutto n. Campos submarinos, las líneas de un leve pardo en la hierba, ciudades sepultadas. Haciendo almohada de mi chaqueta ella tenía el pelo, tijeretas en las matas de brezo mi mano bajo su nuca me vas a desarreglar to da. ¡Oh prodigio! Blandafresca de lociones su mano me tocó, me acarició: sus ojos en mí sin apartarlos. Arrebatado yací sobre ella, sus carnosos labios abiertos, besé su boca. Ñam. Suavemente me dio en la boca la galleta de anís caliente y masticada. Pulpa nauseabunda que su boca había mascado dulce y agria con saliva. Alegría: la comí: alegría. Vida joven, sus labios que me

dio en hociquito. Labios blandos, calientes, pegajosos, gelatinogomosos. Flores eran sus ojos, tómame, ojos aceptadores. Unos guijarros cayeron. Ella siguió tumbada. Una cabra. Nadie. Arriba entre los rododendros de Ben Howth andaba una cabra con paso seguro, dejando caer sus pasas. Emboscada tras helechos ella se rió en caliente abrazo. Locamente yací sobre ella, la besé: los ojos los labios, el cuello estirado, latiendo, pechos de mujer llenando su blusa de velo de monja, gruesos pezones erguidos. Caliente la lamí. Me besó. Fui besado. Cediendo toda me alborotó el pelo. Besada, me besó."8 Durante esos meses Nora procuraba reiterarle que estaba interesada en él, pero Joyce generalmente actuaba de manera excéntrica y le enviaba cartas donde con una sinceridad desaforada explicaba que rechazaba todo el orden social de la época. Nora hasta llegó a preguntarse si su novio estaba loco; sin embargo, siempre contestaba sus cartas afirmativamente. Estos reiterativos sí tendrían un valor sin precedentes en Joyce y en su obra, como por ejemplo en el último capítulo del Ulises -el famoso monólogo de Molly Bloom- que finaliza de la siguiente manera: "Y luego le pedí con los ojos que lo volviera a pedir sí y entonces me preguntó si yo quería sí decir sí mi flor de la montaña y primero le rodeé con los brazos sí y le atraje encima de mí para que él que me pudiera sentir los pechos todo perfume sí y el corazón le corría como loco y sí dije sí quiero Sí."9 De esta manera acaba el Ulises, repitiendo los sí de Molly Bloom que se aseme-

65


jan a los de Nora Barnacle en esos días, y mucho más aún si se piensa en el sí de mediados de septiembre, cuando Joyce le preguntó en una carta si estaba dispuesta a abandonarlo todo y partir al exilio con él. Francesca Romana Río, en su libro Vida y obra de James Joyce, comenta esta situación: "Cuando hacia mediados de septiembre Joyce propuso a Nora huir con él hacia las tierras del exilio, no le propuso al mismo tiempo pasar también por el ayuntamiento y por la parroquia antes de partir. Se sobreentendía que Nora aceptaba seguirlo libremente sin consagración ni legalización de un lazo que para Joyce era tanto más fuerte y válido cuanto más libre y contrastado. Su manera de actuar, de hecho, suscitó muchas críticas en un Dublín católico y victoriano. Nora fue considerada una mujer de baja estofa y él un desvergonzado presuntuoso."IO Antes de su partida, Joyce le escribía a Nora cartas de este estilo: "Anoche. Mientras te esperaba, me sentí aún más inquieto. Me parecía estar librando por ti una batalla contra todas las fuerzas sociales y religiosas de Irlanda, y sentí que no tenía en qué apoyarme salvo en mí mismo. No hay vida aquí, ni moralidad, ni honestidad. La gente vive toda su vida bajo el mismo techo y al final están tan separados como siempre ... El hecho de que puedas elegir así y ponerte a mi lado en mi azarosa vida me llena de orgullo y alegría. Permíteme, queridísima Nora, decirte lo mucho que deseo que compartas cualquier felicidad que me aguarde, y asegurarte mi gran respeto por ese amor tuyo que deseo merecer y corresponder."!! A finales de septiembre el viaje estaba decidido, aunque en alguna parte de su corazón Joyce pensaba que Nora, al igual que Evelin (protagonista de uno de los relatos de Dubliners), no se atrevería a subir al barco. Llega entonces el ocho de octubre, día en que la pareja abandona Dublín. Joyce logró reunir dinero suficiente para los pasajes de barco, pidiendo la colaboración de amigos y hasta de reconocidas figuras literarias. Como Joyce no quería que su padre supiera que se estaba escapando con una mujer de clase social inferior, deciden subir al barco por separado. Primero sube Joyce y al rato sube Nora. Richard Ellmann comenta lo que sucede después: "La pareja llegó a Londres. Ninguno de los dos confiaba plenamente en el otro. Cuando llegaron a la ciudad, Joyce dejó a Nora en un parque para ir a visitar a Arthur Symons. Ella creyó que nunca volvería. Pero no sólo volvió sino que, para sorpresa de sus amigos y 66 GLOBAL

tal vez de sí mismo, se quedó con ella para siempre. En cuanto a Nora, iba a ser tan sólida como una roca por el resto de sus días."! 2

¿Mil años del Bloomsday? Cada persona se define para siempre en un momento especial de su vida. Para San Agustín fue el momento en que entró a la fe cristiana. Para William Burroughs el disparo accidental con que mató a su esposa, luego de que ésta se pusiera un vaso en la cabeza y él fallara la puntería. Para James Joyce y Nora Barnacle fue el encuentro del 16 de junio de 1904. Por cierto, esta cita se relaciona con otro encuentro real que la literatura ha mitificado: el encuentro de Dante Alighieri con Beatriz dei Bardi. El poeta italiano la vio por primera vez cuando ésta tenía nueve años. Quedó enamorado, y cuando Beatriz murió se propuso decir de ella lo que jamás fue dicho de ninguna. Y lo hizo. Al igual que lo hizo Joyce en el Ulises y en diversos textos con respecto a Nora. ¿Perdurará el Ulises? ¿Se continuará leyendo en los próximos milenios? ¿O simplemente se quemará en un fuego tan voraz como el de la librería de Alejandría? Responder a esta pregunta es, más que todo, un ejercicio de fe o una apuesta. En el tercer capítulo del Ulises, Stephen Dedalus medita sobre la posteridad y observa el proceso: "Cuando uno lee esas extrañas páginas de uno que desapareció hace mucho uno se siente uno con uno que una vez."!3 Por más que se reconozcan las innovadoras técnicas y el carácter enciclopédico, hay un humanismo que recorre de extremo a extremo las 783 páginas del libro. Ulises está llamado a perdurar y a ser enriquecido con los entusiastas lectores de cada nueva generación. Se puede tomar una tijera y recortar el libro, extrayendo el virtuosismo, las referencias personales y colectivas, los artificios de cada párrafo, y todavía se mantendrá una historia arquetípica y representativa de nuestra civilización. Con respecto al Bloomsday, creo que las conmemoraciones van a continuar por un largo tiempo, pero que con los años los joyceanos, como los conocemos hoy, van a ser cada vez menos, hasta extinguirse. El libro va a presentar otra perspectiva y se abrirá a nuevas posibilidades y a otros enfoques e interpretaciones. Yo apuesto a que Ulises va a perdurar más que Dublín. Yo apuesto al tiempo circular. Así como yo he de volver a escribir este artículo, Joyce y Nora van a volver a pasear juntos por las calles del Dublín de 1904.


Frank Báez Rosario es poeta, narrador y psicólogo. Ha publicado dos libros: Jarrón y otros poemas y Lola, además de una serie de cuentos, poemas, ensayos y traducciones tanto en revistas nacionales como internacionales. Trabaja en el área de la investigación social.

G

James Joyee, Richard Ellmann, p. 179.

"/ Ibid. B

Ulises, James Joyce, p. 248.

9

¡bíd., p. 788.

10

James Joyee. Vida y obra, Francesca Romana Paci, p. J 24.

11

James Joyce, Richard Ellmann, p . 200.

En el bar del Hotel Ormond es donde transcurre el cap ítulo

12

Ibíd., p . 204.

11 del libro. En este lugar el protagonista de la novela, Leopold

13

Ulises, James Joyce, p. J 10.

Notas 1

Bloom, come y bebe sidra. 2

Ewan McGregor, reconocido actor escocés, hace el papel de

James Joyce en la película Nora de Pat Murphy, de 2000. 1

Citado en James Joyee, Vida y obra, de Francesca Romana Paci,

Bibliografía CHOZA, JACINTO y CHOZA, PILAR, Ulises, un arquetipo de la existencia

humana, Editorial Ariel, S.A., Barcelona, 1996.

p. 63; ver también Centenary Bis/ory of ¡he literGly and historieal

ELLMANN, RICJlARD, James Joyee, Ed itorial Anagrama, Barcelona, 2002.

society.

JOYCl', JAMES, Ulisses, The Moder libraly, New York, 1992.

4

Carta a Benoist-Méchin. Citado en el estudio introductorio del

JOYCE, JAMES, Ulises, Editorial Lumen, Tusquet editores, 1996.

Ulises, J. Joyce, Editorial Lumen, Tusquet editores, 1996, p. 790.

JOYCE, JAMES, A portrail of Ihe artist as a Young man, Dover Publi-

s Esta novela es el borrador de A Portrait of the Artist as a Young

cations, inc., New York, 1994.

manoJoyce contaba que había arrojado el manuscrito al fuego , en

JOYCE, JAMES, Dubliners, Dover Publications, inc., New York, 1992.

un momento de rabia, dejando para la posteridad las páginas que

ROMANA PAel, FRANCESCA, James Joyee. Vida y Obra, Ediciones

Nora pudo rescatar. Este texto fue publicado en 1944.

Nexos, 1987.

67


,

LOS ESTADOS ARAB S CON

Por Miguel Ángel Bastenier

Al contrario de lo que mucha gente cree, que juzga únicamente la situación a partir de la retórica al uso y el sentimiento sincero e indiscutible de la opinión pública de los Estados árabes del Machrek -Oriente en árabe-, los vecinos de Palestina nunca han visto con entusiasmo la fundación en su seno de un Estado verdaderamente independiente y mucho menos que corriera el riesgo de ser democrático, porque veían en el mismo un atentado contra su seguridad y, especialmente, una enmienda a la totalidad contra su estructura oligárquica y autoritaria. Y hoy, con la agónica desaparición del fundador del hecho mitológico palestino, Yasir Arafat, ello es tan cierto como en 1948, cuando paralelamente a la proclamación formal del Estado de Israel, puede sostenerse que de una manera explícita y autónoma nació la reivindicación nacional del pueblo refugiado y guerrillero. 68 GLOBAL


PALESTIN


El presidente Bill Clinton caminajunto al Rey Hussein de Jordania, el Premier israelí Yitzhak Rabin, el líder palestino Yasser Arafat, y el presidente egipcio Hosni Mubarak, durante las conversaciones de paz en la administración Clinton. Página anterior. Arribaizquierda, soldados israelíes patrullan un camino durante la guerra de 1948-49. Derecha, Nasser con mandos del ejército egipcio. Abajo izquierda, Faisal AI-Husseini, cuando era un niño, junto asushermanos y su tío Farid. Derecha, acuerdo de Camp David, 1978.

n la madrugada del 15 de mayo de 1948, el líder sionista David Ben Gurion leía por la radio en un museo de Tel Aviv la proclama fundadora del Estado de Israel. Las hostilidades entre los inmigrantes judíos y la población autóctona habían estallado meses antes, tras la aprobación el 28 de noviembre de 1947 en la asamblea general de la ONU del plan de partición de Palestina. Un 55% de los 25.000 kilómetros cuadrados de la Palestina bajo mandato británico se asignaba a los sionistas y el resto, con la salvedad de Jerusalén -que habría de quedar bajo control de la propia organización internacional-, debía conformar el Estado árabe. Esa proclamación, que coincidía con la expiración del mandato británico y la retrocesión a la ONU de toda responsabilidad sobre el territorio, era la señal para que los ejércitos de los países árabes limítrofes -Egipto, Siria, Líbano, y Transjordania, más los de Irak y Arabia Saudí que no tenían frontera con Palestina- invadieran el país; junto a ellos operaba una fuerza irregular palestina, cuyos objetivos escasamente coincidían con los de los Estados árabes. Ninguno de los contendientes, salvo esa escuálida guerrilla local, quería que llegara a existir el Estado palestino. Los atacantes pretendían asegurarse el control del territorio más extenso posible,

E

70 GLOBAL

o, mejor, negar a los demás ese acceso. Irak lo hacía, en cambio, desde una cierta subordinación a los intereses de Amman, basada en la solidaridad hachemí de sus familias reinantes.

La derrota Sólo cuando la guerra acabó en catástrofe -nakba, en árabe- con la derrota de todos los invasores, se le ocurrió al rey Faruk de Egipto inventarse un Gobierno provisional palestino en la franja de Gaza, que milagrosamente retenía sus tropas, dirigido por Amin al Huseini, el antiguo gran muftí de Jerusalén. Así quedaba claro el carácter totalmente subsidiario que la creación de Palestina podía tener para el mundo árabe. De igual forma, los 700,000 u 800,000 refugiados que originó el conflicto tuvieron que ser alojados en zonas fronterizas de los países limítrofes, en campos miserables a cargo de la ONU, que creó en 1949-1950 una nueva agencia al efecto. Esa población, para la que los campos se han convertido hoy en gigantescas ciudades de latas, en algunos casos de cientos de miles de habitantes, se cifra ya en cerca de cuatro millones de desplazados. Y, salvo Jordania, que ha concedido la nacionalidad a los así instalados, el resto de países


El ministro de defensa israelĂ­, Moshe Dayan, ala derecha, yel general Rehavam Zeevi en la villa Banias, 1967.

71


El general del ejército israelí Ariel Sharón, enel centro, y altos oficialesllegan a la basedel ejército en el Desiertodel Neguev, en junio de 1967.

árabes ha mantenido desde entonces en sus alojamientos de fortuna a los refugiados, para que constituyeran una acusación y condena permanentes contra el Estado judío, del que gran parte se había visto obligada a huir. El refugiado palestino era un spot de publicidad política, antes que una persona. La creación en el año 1964 de la Organización para la Liberación de Palestina (OLPj, la entidad llamada a representar al pueblo palestino, no fue sino un expediente del presidente egipcio Abdel Nasser. El Irak nuevamente revolucionario, que había derrocado a la monarquía en el mes de julio de 1958, tonteaba con la idea de crear un Gobierno palestino en el exilio, y al presidente egipcio de ninguna manera podía convenirle perder la mano. Esa OLP existía para que no ocupara su lugar otra organización que pudiera tomarse en serio el hecho palestino, como competidor de las formaciones estatales árabes. y sólo la guerra de 1964, con una catástrofe de proporciones ya incalculables -la derrota en seis días de Egipto, Siria y Jordania frente al nuevo Israel de los militares-, podría hacer de la OLP un agente político independiente. Yasir Arafat fue el responsable de que Palestina fuera capaz de rescatar su destino. La OLP, en razón de su mismo éxito popular, tenía marcado un rumbo de colisión con el Estado que desde 1950 había cambiado su nombre de Transjordania -más allá del Jordán- a Jordania porque en la guerra de 1948 había adquirido, con la anuencia de Israel, el territorio 72 GlOBAL

de Cisjordania, de unos 5.000 kilómetros cuadrados, más la Jerusalén árabe. Ambas partes coincidían en su apreciación de lo nacional palestino, si bien cada una con acento muy diferente. El rey Hussein entendía que los palestinos formaban parte de su nación, y la OLP de Arafat, que era Jordania la que pertenecía a su mundo. Ese mal encuentro de voluntades de ecumenismo incompatible estalló en septiembre de 1970 con la masacre y expulsión de la guerrilla del país jordano, y su precaria recolocación en Líbano, donde faltaba materia prima nacional para oponérsele. Es probable que en los conflictos de Jordania y Líbano, en este país sobre todo de mano siria, hayan muerto más palestinos que en todos los enfrentamientos terroristas o militares con Israel. Ha sido la revancha geopolítica del Estado contra el movimiento. Cuando Siria y Egipto desencadenaron la guerra de octubre de 1973, lo hicieron tanto para recuperar el territorio perdido en 1967 como para devolver el protagonismo político internacional a los Estados sobre los movimientos. A finales de los años 70, el presidente egipcio Anuar el Sadat negociaba con Israel en nombre de los palestinos sin preguntarles a éstos qué opinaban. Jerusalén, por su parte, gobernada por el ultra Menajem Beguin,reforzaba el aislamiento de la OLP accediendo tan sólo a tratar lo bilateral con Sadat de forma que Israel abandonara el Sinaí en el periodo 1979-1982, a cambio de un tratado de paz que retiraba a Egipto del frente contra el Estado sionista. Arafat sabía que ya no


El presidente de los EstadosUnidos, Bill Clinton, firma el Tratado de Pazdel Medio Oeste conel Primer Ministro israelí, BenjamínNetanyahu, yel líder palestino Yasser Arafat.

cabía pensar en medirse militarmente con Israel. Sólo podía quedar la política. Enjunio de 1982, Israel invadía el Líbano con el propósito público de liquidar a la OLP, y aunque obtenía el éxito militar previsible, fueron las dos superpotencias quienes impidieron el descabello. Arafat era evacuado con 12.000 guerrilleros perdiendo sus bases en el país, sin que los Estados árabes mostraran mayor desasosiego, apenas alterado por fuertes descargas retóricas, ante las bajísimas horas de la organización palestina.

Indiferencia Pasividad y retórica han sido las constantes del conflicto, porque la opinión pública del mundo árabe obiigaba a sus líderes a proclamar la palestinidad esencial de sus sentimientos, unida a la imposibilidad galopante de mover un dedo. y así seguiría siendo ante una primera y segunda Intifada y con el permanente chorreo más que goteo de colonos en Cisjordania y Jerusalén Este, que vulneran varias convenciones de Ginebra y un largo etcétera de resoluciones de la ONU. La decrepitud de la autonomía palestina, deplorada en lo humano por Mubarak de Egipto, Asad de Siria, Abdalá de Jordania y hasta en su día Sadam Husein de Irak, sirve a los intereses geoestratégicos de los Estados vecinos, y en especial de Egipto, la potencia regional siempre aspirante a una hegemonía que nunca puede alcanzar del todo. Un Estado palestino, y peor aún si fuera democrático, es lo que no quieren los árabes adya-

centes por temor al pluralismo al que, con todas las dificultades y teniendo que sobrevivir entre ruinas, está más acostumbrado el pueblo palestino que cualquiera de las sociedades árabes limítrofes. Arafat no sufría por la falta de democracia, pero no por ello fue menos elegido en unas verdaderas elecciones y no hay por qué dudar de que su sucesión se haga con las aportaciones necesarias de luz y taquígrafos como para inquietar a algunos. Pero el mayor aliado de esos Estados árabes es el Israel ultra del primer ministro Ariel Sharon. Su negativa a negociar (mil veces expresada en declaraciones apenas maquilladas, como tantos otros harían en su lugar) nada que no sea la rendición del pueblo palestino, al que sólo ofrece retal es de país con los poderes de un municipio en bancarrota, es la mejor garantía de que nunca habrá un Estado árabe en Cisjordania dotado de auténtica soberanía. y pese a tanto enemigo, o supuesto amigo con designios no confesados, el movimiento palestino, hoy huérfano de su inventor, Yasir Arafat, no parece, sin embargo, en trance de desaparecer. Eppur si muove.

Miguel Ángel Bastenier es licenciado en Historia y en Derecho por la Universidad Central de Barcelona, grado en Lengua y Literatura Inglesa por Cambridge, y grado en Periodismo por la Escuela Oficial de Periodismo de Madrid. Desde 1994 se ocupa de la subdirección de Relaciones Internacionales de El País. Experto en Política Internacional, es autor de los libros La guerra

de siempre, Palestina-Israel: la Casa de la Guerra (ambos sobre el conflicto de Próximo Oriente) y El Blanco Móvil. Curso de Periodismo.

73


Qutopolesls Universidad y desarrollo huma

no en un

lob ol contexto 9

Por Inmaculada Madera Imágenes fractales: Pedro Jaime Fernández

Trasmitir, resguardar y desarrollar el saber universal es misión fundamental de la universidad. Como fenómeno social, esta organización reproduce los sistemas complejos de la sociedad, caracterizados por ser abiertos. Desde la perspectiva de la complejidad, esta reflexión pretende ser una aproximación propositiva a los fenómenos sociales en general y a la universidad dominicana en particular, analizando sus procesos intrínsecos de evolución y su interacción con el entorno, así como su impacto actual y potencial en el desarrollo humano. 74 GLOBAL


\ 75


n la "era virtual", las nuevas relaciones mundiales han develado la complejidad creciente de la sociedad global. Así, fenómenos contradictorios conviven en interacción dialéctica, generando realidades impredecibles: al tiempo que surgen oportunidades, se profundizan brechas y dicotomías. Esta realidad hace del presente un espacio de retos e incertidumbres. La equidad -en todos los órdenes- sigue siendo el mayor desafío. Hoy, descifrar nuevas secuencias para el desarrollo humano, de la sociedad y de sus organizaciones, es objeto de estudio impostergable de las Ciencias. El desarrollo social está condicionado por la satisfacción de las necesidades humanas en un contexto de carácter sostenible. En lo particular, este desarrollo va a depender del grado de oportunidades, competencia y libertad de cada ser humano para transformar sus circunstancias (Amartya Sen, 2000), construir una nueva realidad que satisfaga sus necesidades y compartir ese conocimiento con otras personas y comunidades. Para esto, el hombre toma la cultura 1 como medio, a fin de operar desde ella, sobre ella y en ella, construyéndola y construyéndose. Trasmitir, resguardar y desarrollar ese saber universal, catalizador principal del desarrollo, es misión fundamental de la Universidad. Como fenómeno social, esta organización reproduce los sistemas complejos de la sociedad, caracterizados por ser sistemas abiertos. Está compuesta por múltiples elementos objetivos y subjetivos, que al combinarse en forma intencional o aleatoria, definen su naturaleza. Al mismo tiempo, está sometida a la influencia constante de las necesidades sociales y a la dinámica propia del mundo contemporáneo. Desde la perspectiva de la Complejidad 2 , esta reflexión pretende una aproximación propositiva a los fenómenos sociales en general y a la Universidad en particular, analizando sus procesos intrínsecos de evolución, su interacción con el entorno, así como su impacto actual y potencial en el desarrollo humano.

E

La complejidad: una nueva visión Para comprender y transformar la multidimensionalidad de la realidad universitaria, resulta útil interpretarla a partir de paradigmas inherentes a los sistemas complejos y el caos 3 que los acompaña. Investigaciones como las de Ilya Prigogine -Premio Nóbel 1977- propician un marco teórico para este análisis. Estos estudios han 76 GLOBAL

develado que el mundo del determinismo es tan común como el mundo del indeterminismo. La inestabilidad reina en la naturaleza y en la sociedad como referente de su estabilidad. Caos y homeostasis, entropía y autopoiesis, son factores transversales al desarrollo de los sistemas naturales y sociales, a sus procesos y organizaciones. La Universidad, en tanto sistema social, comparte similares características, condicionantes y dinámicas (Portuondo, 2003). De acuerdo al segundo principio de la termodinámica, en todo sistema aislado -donde no entra ni sale materia 4 ni energía- la entropíaS tiende a un máximo, hasta alcanzar el equilibrio termodinámic0 6 • Sin embargo, en el Universo, sistemas heterogéneos sobreviven, conviven y se desarrollan. ¿Qué hace factible trascender el juego de la entropía? Hay sistemas capaces de auto-organizarse, manteniéndose alejados del equilibrio termodinámico: las estructuras biológicas, sociales y psicológicas. Esto es posible porque no son estructuras aisladas, son sistemas abiertos que se desarrollan gracias a su constante intercambio con el medio. El ser humano, la sociedad y sus organizaciones se comportan como sistemas abiertos: mantienen intercambio de materia, energía e información con el entorno, construyendo permanentemente sistemas de comunicación basados en redes. Prigogine y Stengers explican el proceso de autoorganización: en circunstancias particulares, ocurre una leve excitación en la estructura y organización del sistema, la cual se amplifica, originando una gran


fluctuación (fenómeno no lineal), que se estabiliza por los intercambios con el entorno. Estas pequeñas desviaciones aparecen en puntos denominados críticos o de bifurcación, alterando la uniformidad del sistema y determinando su evolución (Prigogine y Stengers, 1990; Prigogine, 1993). En estos puntos el sistema se comporta caóticamente, entendiendo el caos no como lo antagónico del orden - que corresponde al desorden-, sino como la negociación del orden (Munné, 1994). Al tratarse de fenómenos no lineales, el caos presente no es absoluto, lo que hace posible el reordenamiento del sistema. Se experimenta un desarrollo a partir de la secuencia orden-ciclos-caos-orden, que prepara las condiciones óptimas para su auto -transformación y autoorganización: "La aparición espontánea de nuevas estructuras y de nuevos modos de comportamiento en sistemas lejos del equilibrio"(Capra, 1996). Visto de este

modo, el hombre, los fenómenos sociales, las instituciones y organizaciones, evolucionan a partir interacciones dinámicas dadas por contradicciones generadas al interior del sistema mismo y su relación e intercambio con el entorno. Virtualmente, existe una infinidad de soluciones posibles para su estabilización, pero el sistema privilegia un grupo reducido y en torno a ellas se estabiliza: los atractores. Prigogine advierte que en los puntos críticos (donde el caos se genera) también suelen aparecer los llamados atractores extraños (Sanz B, 2002). Estos presentan una forma geométrica extremadamente compleja, normalmente fractal. Descubiertos por el matemático Benoit Mandelbrot, los fractales 7 son figuras de forma irregular, interrumpida o fragmentada, que presentan la misma morfología cualquiera que sea el nivel de

Fractal basado en laformu lade Mandelbrot. La imagenanterior es un acercamiento y las tres posterioresson al ejamientos del misma fractal. Páginaanterior, fractal basadoen la formula deMandel.

77


análisis con que sean observados (Mandelbrot, 1987). En el contexto social, pueden corresponderse con realidades sistémicas, cuya naturaleza y características se reproducen en todas las escalas del fenómeno, tales como la cultura, el conocimiento y la propia sociedad.

El conocimiento: atractor fundamental La vida es un proceso continuo de aprender y de aprender a aprender. Esta realidad conduce el desarrollo humano a través de la Historia. Al observar el devenir del hombre como fenómeno complejo, se hace posible identificar el "atractor dominante" en la auto -organización progresiva de los sistemas sociales. Hace unos 400,000 años, entre las especies en evolución se verificó una diferenciación esencial en determinados organismos: su capacidad de aprender, transformar su entorno y transferir el conocimiento construido. La Antigüedad conoció fenómenos fundamentados en saberes compartidos y difundidos a lo largo y ancho de la tierra conocida: el mundo helénico, el mundo romano. La Edad Media engendró la "Universitas",

78 GLOBAL

expresión primigenia del saber universal organizado. La búsqueda sostenida del hombre moderno redimensiona los límites del planeta, revoluciona los esquemas de relaciones y pensamiento, estableciendo el culto a la ciencia y la razón. La post-modernidad teoriza la impermanencia y la construcción del conocimiento como paradigma transversal a la dinámica económica, social y cultural. En todos los casos, un binomio común hilvana el desarrollo de las sociedades a lo largo de siglos: el conocimient0 8 compartido como base de la cultura universal y el carácter universal de la cultura. Los grandes aciertos y desaciertos de la humanidad se han caracterizado por su naturaleza global y su vínculo con el conocimiento. Esta realidad evidencia el atractor dominante de la organización humana: el conocimiento objetivo y consciente -sus manifestaciones y aplicaciones en los distintos órdenes de la vida- , que impulsa el desarrollo del ser, de la cultura, de la sociedad. Son hechos de carácter cognitivo, espontáneos o inducidos, los que alteran la uniformidad de un sistema social, dando origen a su


proceso de auto-transformación. En su intercambio con un entorno plural (local, regional, global), el sistema se estabiliza en un nuevo estadio de realización, generando saberes que propiciarán futuros desarrollos. Así, el conjunto "conocimiento-cultura" en el hombre, la organización, la comunidad local, la sociedad global, las generaciones, representan una circularidad ascendente, con características de fractal analizado a dife rentes niveles de su morfología. La Universidad, po r su origen y misión, se inscribe dentro de esa espiral, como organización social con capacidad de autoorganización, auto-desarrollo y perpetuación a partir del conocimiento y la cultura.

Sistemas sociales complejos Para completar una visión de los sistemas sociales desde la perspectiva de la complejidad, conviene conocer los resultados de estudios realizados por Humberto Maturana y Francisco Varela. En su obra De máquinas y seres vivos (1994), explican la autopoiesis como la cualidad propia de sistemas abiertos cuya función

esencial es la de reproducirse a sí mismos de forma recurrente (comportamiento fractal). Esta teoría refiere exclusivamente fenómenos de la naturaleza viva, mas resulta interesante observar la realidad social a partir de sus principios. Los sistemas autopoiéticos, por su carácter abierto y homeostático, cuando se encuentran alejados del equilibrio maximizan su capacidad de procesar informació n, auto -organizándose. Mantienen su individualidad, autonomía y autogobierno respecto al entorno, al tiempo que utilizan sus redes de intercambio de información para recibir las señales externas e identificar regularidades. Así orientan favorablemente sus procesos de cambio, creando modelos de actuación sobre el mundo real en forma endógena y proactiva. Si realizan cambios conservativos, sólo se modifican las relaciones entre sus componentes. Si son innovadores, cambian los componentes y la forma de auto-reproducción, verificándose la evolución (Diegoli, 2003). Como resultado de una historia de interacciones recurrentes, el sistema se desarrolla en

79


forma congruente con su medio como fenómeno complejo adaptativo, logrando su "acoplamiento estructural" (Maturana y Varela, 1994). Podría decirse que no sólo el ser humano, también los grupos, organizaciones e instituciones sociales se comportan como sistemas con propiedades auto-poiéticas y auto-organizativas, con potencial de auto-producción, auto-transformación y aut6destrucción. Lo significativo es que, al ser sistemas creados de forma artificial, resultaría necesario definir e imponer desde el exterior restricciones de no-equilibrio que incidan sobre la estructura y la organización del sistema y permitan su acoplamiento estructural (Portuondo, 2003). De este modo puede inducirse una transformación orientada por criterios que propicien el desarrollo a todos los niveles. En el caso particular de la Universidad, las restricciones de no-equilibrio que permitan actualizar su potencial transformador, precisan como referentes tanto su propia misión histórica, como las tendencias y desafíos del entorno.

De lo local y lo global , En este recorrido a través del paradigma de la complejidad se han extrapolado cualidades propias de sistemas complejos autopoiéticos a los fenómenos sociales. Desde este punto de vista, la Universidad sería entendida como una red de interacciones sociales que se producen y reproducen (fractal) a través del tiempo y el espacio, evolucionando y generando evolución (atractor). Resultaría necesario, entonces, comprender la configuración interna de la Universidad, la complejidad de sus relaciones, e identificar el elemento que en su reproducción permanente la caracteriza, confiriéndole cualidad de atractor potencial del desarrollo. Durante mucho tiempo el aprendizqje ha sido considerado como factor clave en este proceso. Pero el aprendizaje no requiere necesariamente de la construcción de conocimiento, sino más bien de su reproducción. Los procesos básicamente reproductivos tienen escasa relación con el desarrollo. La evolución de las sociedades y las organizaciones tiene que ver con la capacidad del ser humano de comprender y apropiarse de la naturaleza, de su realidad, y transformarla, a la vez que se transforma a sí mismo. Por lo tanto, una "sociedad del conocimiento" se construye con algo más que aprendizajes: es necesaria la producción de saberes compartidos.

80 GLOBAL

Producir saberes significa penetrar la esencia de la realidad objetiva, convertirla en un modelo abstracto de carácter semiótico y hermenéutico, creando nueva cultura. Esta acción describe una de las funciones sustantivas de la Universidad: la investigación, la cual se articula a la docencia y la extensión, a fin de transmitir y dar aplicación práctica al saber construido. Estos procesos se particularizan en tres sujetos dinámicos: profesores, estudiantes y administrativos, quienes interactúan entre sí y con el entorno, en un constante aprender y enseñar. La complejidad del sistema, sus relaciones internas y externas, así como los recursos que precisa para su funcionamiento, requieren considerar como función primordial una gestión innovadora. Este conjunto de componentes e interacciones en convivencia dialéctica y evolutiva definen la configuración de la Universidad como sistema complejo autopoiético. Como señalan los teóricos de la complejidad, un sistema autopiético, en este caso la Universidad, aprehende cualidades vida-vida tales como inteligencia, intencionalidad, auto-corrección y auto-preservación, y admite condicionamientos externos que guían su desarrollo, generan cambios y oportunidades. Este potencial transformador sólo se hace efectivo cuando, de manera intencional, la institución universitaria define y orienta su configuración interna y sus relaciones con el entorno, tomando en cuenta criterios de pertinencia, equidad y calidad, de cara a la excelencia. Dados los desafíos del presente y el rol potencial de la Universidad en su resolución, se impone analizar las condiciones que presenta la Universidad dominicana y su contexto actual.

Entropía En este país, al igual que en otros de la región, los sistemas universitarios presentan características entrópicas: la gestión reducida a funciones administrativas, investigación científica escasa o nula y una actividad estudiantil memorística, con ausencia de creación de saberes. El docente privilegia el conocimiento de la ciencia que imparte, con frecuencia obsoleto, y el trabajo metodológico de los aprendizajes es obviado: no se le enseña al estudiante a aprender. La atención a las relaciones y la comunicación entre los actores es mínima y la vinculación universidad-sociedad se pier-


de, debido a una práctica de extensión poco articulada y una pertinencia cuestionable. Existe, además, una alta resistencia al cambio y las acciones innovadoras y pro-activas son poco frecuentes. Desde el punto de vista de la Teoría de Fractales, la problemática de la Universidad dominicana es una representación a escala de debilidades fundamentales en su sociedad. Estudios recientes resumen las actuales condiciones socio económicas, resaltando su crisis generalizada. Entre otros factores, un creciente nivel de desempleo, escasas posibilidades de generación de ingresos, la devaluación de la moneda, la inflación, las consecuencias transversales del decrecimiento económico y una deuda externa amplificada, matizan la atmósfera del país. Se destaca la pérdida de competitividad de la República Dominicana a nivel mundial en distintos renglones. Se acentúa el efecto de la entrada de competidores extranjeros intra y extra región, o el impacto de la crisis internacional (Martínez, 2004). Mientras tanto, la realidad devela la ausencia de planes mixtos, colaborativos, integradores y estratégicos para organizar el desarrollo general y establecer focos de excelencia. La atención habría de centrarse en renglones clave de la economía, que garanticen el posicionamiento en áreas de fortaleza, eleven el nivel de "co mpetencias-país" y propicien el Estado de Bienestar.

Estos factores del entorno inciden en el desarrollo de la Universidad y ésta, a su vez, dinamiza la autoorganización y el desarrollo social, en virtud de sus competencias y cualidades como sistema complejo autopoiético. Si el entorno carece de elementos que enriquezcan y estimulen el desarrollo del sistema Universidad, su dinámica autorreguladora mantendrá un carácter conservador: no habrá cambio . Esto se agudiza ante un claro vacío de restricciones externas dirigidas a liberar intencionalmente su potencial transformador. En una perspectiva ampliada, la Universidad del Siglo XXI recibe la influencia de un contexto geográfico y cultural que integra y trasciende el espacio local: la aldea global. Esta condición incide en sus procesos de autopoiesis con intensidad creciente, imponiendo nuevas regularidades. La actual estructura mundial está regulada por las leyes de un mercado desigual, donde el concepto "Sociedad del Conocimiento" destaca como signo de los nuevos tiempos. En su carácter auto-reproductor, el conocimiento y su universalidad se redescubren como "atractor dominante" del desarrollo, asumido con frecu encia en calidad de mercancía. Este escenario presenta nuevas condiciones a las universidades : la redefinición de las fronteras del planeta; el valor económico otorgado al conocimiento, la ciencia y la tecnología (capital humano); el desarrollo de las 81


comunicaciones y la información; nuevos modelos de producción basados en las "nuevas tecnologías", y el fuerte impacto del desarrollo sobre el medio ambiente. Son también significativos los cambios cualitativos y cuantitativos del panorama demográfico mundial, las nuevas relaciones de género y la reestructuración de las relaciones entre los países, originando la internacionalización de la justicia, de la economía, de la guerra y el terrorismo, el "mercado mundial del conocimiento y la información", lo que conlleva la internacionalización de la educación y la cooperación. El "paradigma de la globalización" pretende generalizar la expresión de estos factores en todos los continentes. La realidad es su impacto desigual en países de distinto nivel de desarrollo y entornos culturales diferentes. Estas particularidades se expresan en los ámbitos político, social, económico, cultural y educativo. Se espera que los países periféricos se inserten con

Fractal basado en lafórmulade Karl Geigl.

82 GLOBAL

cierto éxito en el mundo globalizado, que sus poblaciones accionen en entornos complejos y diversos, que sean más que consumidores dependientes de la aldea global y alcancen nuevos niveles de desarrollo.

Una nueva reflexión La Universidad juega un papel fundamental en ese proceso y para ello precisa reorientar sus valores y modos de actuación. Esto requiere una nueva reflexión, una visión integradora de su compromiso con el desarrollo nacional, dentro de una perspectiva global. Su responsabilidad con los sujetos sociales exige impulsar procesos formativos -a lo largo de toda la vida- que propicien competencias profesionales y humanas, que favorezcan la criticidad y la tolerancia, la creatividad y la investigación, la flexibilidad y la capacidad de adaptación, el emprendedurismo y la auto gestión, la habilidad para aprender a aprender y también


la posibilidad de resolver problemas, condiciones imprescindibles en el presente. La necesidad de cambios llega hasta la forma en que la Universidad asume su misión histórica y realiza su oferta de servicios. Es fundamental la transformación de los esquemas institucionales hacia modelos flexibles, adaptables, tanto en la gestión como en la currícula, la incorporación de las tecnologías de información y comunicación a sus funciones y el incremento de los niveles científicos y la producción de conocimiento que favorezca el desarrollo. De igual modo, la manera en que se comunica la Universidad al interior y con el entorno requiere de innovaciones que generen comunidades y redes, alianzas, liderazgos, procesos de colaboración y sinérgicos en todas direcciones. Las restricciones que impone el entorno actual suponen desafíos complejos para los países en desarrollo :

¿está preparada la Universidad dominicana para dar respuesta a este reto? La Universidad es un sistema capaz de auto-reproducir la cultura y el desarrollo, de auto-organizarse y contribuir a la auto-organización social. Esto acontece en un contexto dicotómico -lo local y lo global- en espacios concretos y abstractos -lo real y lo virtual-, y en sociedades contradictorias y complementarias -el mundo central y el periférico-o En todos los casos, existen oportunidades, capacidades y competencias que, estratégicamente articuladas, favorecen el cambio. En general, el sistema universitario dominicano requiere una mayor conciencia y nuevas competencias para poder actuar eficaz y eficientemente como atractor del desarrollo. El entorno global y la realidad nacional han impuesto restricciones que obligan a las instituciones de Educación Superior a realizar transformaciones. Se han identificado las principales deficiencias de la Universidad

Otro fractal basado en lafórmula de Karl Geigl.

83


en el ámbito local y mundial. La globalización, en su proceso de divulgación de principios y "neovalores", demostró la eficacia de las TIC en los procesos de información y formación. Sus dicotomías han permitido transparentar la brecha del desarrollo. Se ha humanizado su concepto y promovido la cooperación local, regional e internacional. Como respuesta a los procesos globales, las universidades en el mundo han desarrollado mecanismos de internacionalización y cooperación interinstitucional. Esto ha permitido a las instituciones y países hacer uso de una globalización solidaria y, desde lo local, apropiarse de las competencias que le permitan desplazarse desde un paradigma educativo centrado tradicionalmente en intereses nacionales a uno contemplando la sociedad mundial. El Sistema de Educación Superior Dominicano cuenta con un organismo y un marco regulador que permite su organización. Se dispone de instituciones de educación superior públicas y privadas ubicadas en todo el territorio nacional y el país posee una joven población de estudiantes, docentes y administrativos universitarios, con experiencias para compartir y un gran potencial de desarrollo. Esta reflexión ha pretendido validar la importancia del conocimiento y la cultura en el desarrollo humano, así como papel fundamental que en ello juega la Universidad. Para lograr una trasformación del sistema social, sería preciso introducir cambios sustantivos en la educación dominicana, cuya discusión sería objeto de otro análisis. En lo que respecta a la Educación Superior, sería oportuno llevar a cabo -tanto en el sistema en general como en las universidades en particular- acciones que operen como restricciones de no-equilibrio que impulsen: • El avance de la integración vertical del Sistema Educativo Nacional, propiciando una mayor sinergia. Las universidades precisan implicarse en este desafío, tomar iniciativas y ofrecer soluciones. • La profundización del compromiso estatal con la Educación Superior como sistema universitario, propiciando su desarrollo colectivo y el de las instituciones. Las universidades requieren un mayor respaldo técnico y financiero. • El fortalecimiento del rol del la Secretaría de Estado de Educación Superior, Ciencia y Tecnología, como 84 GLOB.A.L

organismo promotor del desarrollo del Sistema Nacional de Educación Superior, con énfasis en la investigación, la apropiación de la Ciencia y la Tecnología, la gestión del conocimiento, así como la creación y mantenimiento de una cultura de colaboración, innovación, pertinencia y calidad. Para esto es importante la implementación de planes y proyectos en forma organizada, sistemática e inclusiva. Una nueva actitud de las universidades, reconociendo su rol en el proceso de desarrollo y conciliando intereses individuales con los de la sociedad en general. Se impone la reconceptualización de la misión histórica de la Universidad, armonizada con las misiones particulares de las instituciones. La transformación del discurso y la práctica centrada en la competitividad de las instituciones que componen el Sistema Nacional de Educación Superior, evolucionando hacia prácticas que propicien la elegibilidad y acciones colaborativas, que articulen las fortalezas propias y del conjunto, y permitan un desempeño superior, más calidad y un mayor impacto en el desarrollo nacional e internacional. La formulación de proyectos pedagógicos institucionales, orientados a la pertinencia, la calidad, la equidad y la inclusión, con enfoque local, regional y global de la realidad educativa y profesional. El desarrollo de focos y centros de excelencia, grupos de reflexión y equipos de desarrollo al interior de las universidades y proyectos de cambio. Las universidades necesitan identificar sus fortalezas y recursos (tecnológicos, humanos y de conocimiento) y articularlos para el desarrollo de mejores prácticas compartibles. La incorporación de la dimensión internacional (internacionalización), la cooperación y las relaciones interinstitucionales en la práctica universitaria. Es esta estrategia la que garantiza la integración de las universidades en la dinámica global, participar de redes y fondos para el desarrollo, a la vez que recibe y transfiere experiencia y conocimiento. El establecimiento de la investigación como un eje transversal del proceso educativo y como parte de su misión, enfatizando las áreas fundamentales en la dinámica nacional (por ejemplo, Educación, Salud, Turismo, Telecomunicaciones). Esto implica el mejoramiento de la infraestructura tecnológica.


..... ....... '

Fractal basadoen fórmulas de Polinomios.

La integración de las Tecnologías de Información y Comunicación (TIC), los entornos y comunidades virtuales, a la vida institucional, académica, administrativa y de servicios, privilegiando los procesos, no los medios. Es recomendable, además, una aproximación a los métodos de Educación a Distancia, para favorecer la cobertura, la equidad y la inclusión de poblaciones en condiciones especiales. • La implantación de procesos de capacitación docente, fundamentados en la cooperación, el uso de las TIC y el componente investigativo, operando como atractor del proceso evolutivo institucional. • La redefinición de los sistemas de gestión, incorpo rando nuevas competencias y reordenamientos estructurales y de organización que permitan la óptima apropiación de los procesos de desarrollo ins-

titucional. Esto incluye la auto gestión y el trabajo colaborativo. • La creación de sistemas de calidad dentro de las instituciones. • El desarrollo de nuevas relaciones y formas de comunicación e intercambio con los estudiantes, los egresados, el entorno local, regional e internacional. La Universidad, "ayuntamiento de maestros y escolares que es fecho en algún lugar con voluntad e entendimiento de crear saberes" (Alfonso X, El Sabio, Siglo XIII), expresa una dimensión particular y única del fractal clave de la autoorganización social: el conocimiento; y el presente reclama comunidades de saberes orientadas a la excelencia humana, capaces de equilibrar el caos y de trascender la entropía: universidades para el desarrollo humano en un entorno global.

85

••• 4 • • ••• • ••


/ -( , , Ia de Mande!. Otro fractal basado en la formu

86 GLOBAL


Inmaculada Madera es licenciada en Educación, menciones Ciencias Sociales y Orientación por la UNPHU. Estudió Gestión y Liderazgo Universita-

va ningún cambio en sus propiedades termodinámicas, es decir,

rio en el Centro IGLU Brasil (OUI), postgrado en Alta Gestión Empresarial y

eventual destrucción.

Maestría en Gerencia y Productividad, en la Universidad APEC y postgrados en Planificación y Gestión de Proyectos de Desarrollo, en la UNED, España e Inte-

de partida para el desarrollo de la lógica difusa.

gración Regional y Relaciones Económicas Internacionales, en la Universidad de Barcelona. Es vicerrectora para Asuntos Internacionales de la Universidad APEe. Actualmente desarrolla su tesis doctoral en Ciencias Pedagógicas, en el

el sistema no intercambia calor. Esto significa su parálisis y su

7

I!

Su ausencia de frontera y límite real les han convertido en punto

Conocimiento entendido como un concepto y muItidimensional,

saberes construidos a partir de la integración de la experiencia mental, emocional y sensorial de los seres humanos.

marco de la Teoría de la complejidad y el desarrollo de la Educación Superior.

Bibliografía Notas 1

A lo largo de este articulo la cultura es entendida en su senti-

do más amplio, como la manifestación y resultado de la acción

CAPRA, FRrrJOF (1996). La trama de la lJida . Barcelona: Anagrama, 1998. DIEGOLl, SAMANTHA (2003). Tesis Doctoral.

humana en la transformación de la naturaleza y de la huma-

MANDELBROT, B., Los objetos fractales: forma azar y dimensión,

nidad misma, por lo que incluye la ciencia, la tecnología y el

Barcelona, Tusquets. 1987

arte. Refiere a elementos espirituales, materiales y psicológicos,

MATURANA, HUMBERTO R. y VARELA, FRANCISCO J. (1973). De máquinas

valores, creencias, sentimientos, así como la expresión de impre-

y seres vivos: Autopoiesis, la organización de lo vivo. Santiago de

siones y sensaciones que el ser humano recibe en su relación

Chile: Editorial Universitaria (4" edición), 1994.

con el entorno .

MATURANA, HtJMBERTO R. (I995). La realidad: ¿O~jetilJa o cons-

2

La complejidad se refiere a la condición en la que el cosmos

- a pesar de que el principio cuántico (todo interactúa con todo)

truida? L Fundamentos biológicos de la realidad. Barcelona: Anthropos.

lo integra en una realidad única - es demasiado rico y variado

MATURANA, HUMBERTO R. (1996). La realidad: ¿Objetiva o cons-

como para ser entendido por rutas lineales simples, que no con-

truida? JI. Fundamentos biológicos del conocimiento. Barcelona:

ducen ni a novedades ni a asombros. Algunas porciones del

Anthropos.

cosmos se entienden mediante dichas rutas, pero los fenómenos

MARTÍNEZ, EDDY (2004) . "Un Nuevo Modelo Exportador y de

más intrincados sólo se pueden entender por sus patrones gene-

Desarrollo Económico". Artículo publicado en la Revista Global,

rales, pero no en detalle. La teoría de la complejidad, dentro de

Volumen ¡-No. 2- julio-septiembre, 2004.

la mecánica estadística (capítulo de la física), se preocupa del

MUNNÉ, FREDERIC (1994). "Comph~jidad y caos: Más allá de una

estudio de los atractores asociados a sus dinámicas y de la teo-

ideología del orden y del desorden". En M. Montero (Coord.):

ría de la innovación, de la auto-organización, del aprendizaje,

Conocimiento, realidad e ideología. Caracas: Avespo.

de la adaptación, de los sistemas disipativos (relacionados con

OUSPENSKY, P. D. Fragmentos de una El1Se¡ianza Desconocida.

la segunda ley) y no-lineales, de las transiciones de fase (en

Ganesha, Venezuela, 2001.

especial las que ligan la fase caos con la fase orden), de las

PORTUONDO, R., Educación y Complejidad. Memorias del Congreso

roturas de simetría en condiciones alejadas del equilibrio, de

de Educación y Cultura, La Habana, 2003.

la emergencia de nuevos fenómenos a partir de redes y de inte-

PRIGOGINE 1., ¿Tan solo una ilusión? Una exploración del Caos al

racciones. Para entender muchos fenómenos hasta ahora mal

Orden. Tusquets Editores SAo Barcelona, 1993.

explicados, la ciencia se inclina hacia la teoría del caos, de los

PRIGOGINE 1., El Fin de las certidumbres. Editorial Andrés Bello.

fractales y a de la complejidad (Glosario von der Becke, 1999).

Santiago, 1997.

] Caos, en la mitología posterior a la época griega, es la materia

SANZ B., "Procesos de Autoorganización en Sistemas Sociales: La

informe de la que fue creado el cosmos u orden armonioso (Enci-

Estructuración Social del Cuerpo Humano". Revista Mad. No.6.

clopedia Microsoft Encarta, 2002).

Mayo 2002. Departamento de Antropología. Universidad de Chile.

4

Téngase en cuenta que materia aquí se refiere a sustancia,

2002.

dado que la energía es materia también, pero se pretende pre-

SEN, AMARTYA, 2000. Capacidad y Bienestar. (Paper)

sentar la teoría según sus autores.

TORRES NAFARRETE, JAVIER (1995). "Introducción. Invitación a la

'i Ú

Puede entenderse como el grado de desorganización.

lectura de la obra de Maturana". En H. Maturana, La realidad:

Un sistema está en equilibrio termodinámico cuando no se obser-

¿Objetiva o construida?

87


FOREIGN AFFAIRS EN ESPAOOL Foreign Affairs presenta trabajos originales y artículos publicados en números recientes de la versión inglesa, traducidos al español. En menos de dos años, la revista está reconocida como un nuevo e influyente foro internacional por toda Latinoamerica y España. Nacida en diciembre de 2000, Foreign Affairs es una plataforma que da espacio a un debate aplazado dentro de Alll1érica Latina y que fomenta el diálogo ibero e interamericano con el mundo globalizado. Sin privilegiar un enfoque coyuntural o noticioso sino uno de largo alcance, esta tribuna sirve para reflexionar sobre la proyección de América Latina hacia el mundo y la visión que éste tiene de ella.

Distribu ida en República Dominicana por

FUNDAcrON GLOBAL DEMOCRACIA y DESARROLLO




Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.