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Quinto aniversario Con este número la revista Global arriba a su quinto aniversario, Cinco años durante los cuales, en los primeros momentos, se fue variando su tiempo de salida hasta estabilizarla en seis números al año; luego se comenzó la sección "tripleta" que, cuando es posible, se combina con el Informe Especial y con el Énfasis para convertir cada una de sus ediciones en una especialización, Su diseño se supera a sí mismo en cada nueva salida y su contenido no ha hecho más que mejorar, Siendo esto último lo más importante, hemos sabido -ya es una práctica común- hacer de tripas corazón para, cada dos ~~ses de trabajo, traer al lector aquella cosa que resulta más importante, se produzca aquí o fuera de aquL En las páginas de Global no hay límites, aunque predominan en ella los temas sociales, económicos, políticos y culturales, y no solo no hay límites en cuanto a temática, sino también en cuanto enfoque, Basta con que se entienda lo que se quiera decir, Por eso no extraña a nadie familiarizado con Global encontrar en las páginas del número anterior (26) artículos tan variados como "La inmunodeficiencia humana y la deficiencia de la humanidad", "Hacia políticas culturales: la economía creativa" y "Crisis financiera mundial, recesión e implicaciones para la Republica Dominicana", y entre quienes han escrito en sus páginas contamos a Hamlet Hermman, Andres L, Mateo y Miguel Ceara Hatton, connotados opositores al actual Gobierno, Eso es lo que perseguimos precisamente crear en la República Dominicana: un medio de expresión no solo para dominicanos y no solo para el disfrute de aquellos con quienes coincidimos en opiniones, sino que estamos abiertos a todas las formas de pensamiento, tal y como lo demostramos a diario, Deberíamos alegrarnos todos los dominicanos (y también aquellos que no lo son) de contar con un medio abierto a todas las formas de pensamiento,

Carlos Dore Cabral


CONTENIDO 04 Los periódicos dominicanos ante el reto de la tecnología Elina María Cruz Los diarios impresos dominicanos luchan por sobrevivir en medio de una crisis que tiene gran parte de sus raíces en el auge de Internet. La realidad que enfrentan tiene en los jóvenes del país un factor clave. El trabajo incluye una entrevista al director del periódico Hoy, Bienvenido Álvarez Vega, y un artículo del director de periódico Clave Digital y del semanario Clave, Fausto Rosario Adames.

14 La independencia de América Latina en la obra de Juan Bosch Eurídice González Navarrete Al profesor Juan Bosch no le fue posible sustraerse al influjo del tema de las guerras de independencia latinoamericanas. Durante su v ida escribió sus preocupaciones por los problemas políticos latinoamericanos, que planteaba a partir de su posición antiimperialista y su inclinación personal a relacionar la política y la historia. Muestra de ello son dos libros: Bolívar y la guerra social y De Cristóbal Colón a Fidel Castro.' El Canbe, frontera imperial

26 Entrevista a Juan Marichal FrankBáez "Empecé a interesarme por el béisbol en el año 47, que fue cuando yo conocí a Bombo Ramos, quien sería la inspiración para cambiar mi posición de shortstop a lanzador". Una conversación con la leyenda mundial del béisbol Juan Marichal.

52 Los presupuestos y las implicaciones filosóficas del pensamiento -y de las Cienciasde la Complejidad Pedro Luis Sotolongo El denominado pensamiento -y las Ciencias- de la Complejidad presentan como pathos e ideal de uno u otro Saber el trascender la comprensión, cada vez más percibida como "simplificadora" , puesta en juego por las ciencias tradicionales y por el tipo de pensamiento generalizado a que éstas dieron lugar, no obstante sus múltiples y reconocidos logros.


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62 Género, identidad nacional y poder en La historia de la Monja Alférez escrita por ella m.ism.a Arturo Victoriano La monja alférez e s uno de los personajes más interesantes de la conquista del Nuevo Mundo y, como obra literaria, de la literatura española en general. En ella se mezclan el género, la identidad nacional y el poder, constituyéndose en una figura representativa del conquistador español y convirtiéndose en un caso digno de análisis y escrutinio. En este artículo se intenta ofrecer una visión lo más abarcadora posible del personaje.

72 De econom.ías y deseconom.ías urbanas: el caso de la Gran Área Metropolitana de Costa Rica Arlette Pichardo Muñiz El artículo tiene como objeto dilucidar la naturaleza del e stilo de crecimiento y expansión urbana de la Gran Área Metropolitana de Costa Rica, principal espacio económico costarricense, y plantear los impactos del mismo en términos de deseconomías urbanas (externalidades negativas) que afectan la competitividad territorial, la sostenibilidad ambiental y la calidad de vida de las personas. La hipótesis central es que de no revertirse los efectos de tales tendencias, el país podría desandar el camino recorrido.

Informe Especial Dom.esticar al tíguere, propuestas para la construcción de ciudadanía

Una revisión de los derechos hum.anos 36 La econom.ía m.u ndial y los derechos hum.an os em.ergentes Eduardo Jorge Prats El impacto de la economía mundial y el respeto a los derechos fundamentales, desd e una perspectiva que integra el discurso de los derechos humanos emergentes con la dogmática de los derechos fundamentales en el derecho constitucional y en el derecho internacional de los derechos humanos , todo ello en el contexto de los cambios globales y e l proceso de reforma constitucional en la República Dominicana.

42 La identidad cultural y el derecho a la identidad cultural Vielka Polanco Aunque existen muchas leyes escritas sobre la protección de los grupos m inoritarios, la propia Unesco ha hablado de la diversidad cultural a través de la Declaración de los Derechos Humanos, primero, y luego de la Convención, como un valor humano a ser respetado. La práctica demuestra que la multiculturalidad continúa siendo un tema pendiente y que la diversidad cultural basada en la convivencia es todavía hoy un gran reto del futuro.

48 Medio am.biente y derechos hum.anos

Gonzalo Contreras, CarIo Coppola, Rodolfo Lazarich Gener, Diana López-Castañeda y Felipe Martín

Luis Carvajal

Este trabajo, realizado por un grupo de estudiantes de la diplomatura en Desarrollo Humano de la Universidad Católica de Santo Domingo y el Programa de las Naciones Unidas para el Des arrollo trata de proporcionarnos una visión foránea de las particularidades culturales y sociales de la población dominicana a través del tlgueraje y de definir si estas particularidades constituyen una limitación para el desarrollo humano y para la construcción de la ciudadanía en la República Dominicana.

Una de las áreas más peculiares a discutir dentro del derecho es la de los derechos ambientales, sobre todo si se tratan en el marco de la nueva visión de los derechos humanos emergentes. Con el presente artículo, se persigue demostrar que hay toda una serie de trabas conceptuales que nos llevan a entender de forma errónea dónde radica la esencia de lo ambiental, o sea, lo ambiental como fenómeno social, como fenómeno histórico, como fenómeno de identidad.

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Los periódicos don1.inicanos ante el reto de la tecnología Los diarios impresos dominicanos luchan por sobrevivir en medio de una crisis que tiene gran parte de sus raíces en el auge de Internet. Con sus portales informativos, apuestan por ganar la batalla, aliados a la tecnología que los amenaza. La realidad que enfrentan tiene en los jóvenes del país, el principal mercado y el nicho a conquistar, un factor clave, porque estos, como los de toda Latinoamérica y el mundo desarrollado, prefieren la red para informarse y comunicarse. Además del análisis realizado por la directora del Instituto de Investigación de la Comunicación de Funglode, Elina María Cruz, el trabajo incluye una entrevista al director del periódico Hoy, Bienvenido Álvarez Vega, y un artículo del director de periódico Clave Digital y del semanario Clave, Fausto Rosario Adames.


esde el pasado año, la sociedad de lectores dominicanos es testigo de una abierta competencia entre los dia rios impresos, los cuales buscan a mpliar su lectoría a través de sus respectivas webs informativas. La renovación p eriódica del diseño de los portales de los principales dia rios de pago y gra tuitos ha traído consigo un aumento de las visitas de los cibernautas y, con ello, de la publicidad. Pero el proceso ap enas comienza. La lucha se libra en varios frentes. Por un lado, con la contratación d e empresas especializad as, los rediseñas se enfocan en mejorar los contenidos con la integración de m ás recursos audiovisuales y la actualización cada vez m ás frecuente de las informaciones. Al mismo tiempo, las agencias publicitarias multiplican a paso lento la inversión en publicidad digital, mientras se pla ntean mecanismos de medición de visitas que les p ermita n establecer con fi abilidad la fuerza de venta de los medios en línea pa ra ga ra ntizar la rentabilidad de las colocaciones. D etrás de todos estos esfuerzos está el hecho inocultable de que la prensa tradicional dominicana se enfrenta, como la de todo el mundo, al auge de Internet. Porque los dominicanos prefieren cada vez más entera rse de lo que sucede en su entorno más inmediato y más allá de sus fronteras a través de la red. En el cambio ta mbién pierden terreno la televisión y la radio.

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Las cibercifras dominicanas En diciembre de 2008, el Instituto D ominicano de las Telecomunicaciones (1 DOTEL) registraba 340,322 cuentas de Internet en el país, una cifra muy rela tiva cua ndo se advierte que una cuenta d a cabida a un a cantidad indeterminad a de usua rios. D e a hí que resulta n m ás significativas las estadísticas que establecen que el nivel de penetración de la red en el país alcanzaba a finales del pasado a ño el 26. 7%, con más de 2.5 millones de usuarios. Ta nto o m ás impacta saber que los cibernautas locales diaria mente descargan un promedio de 20,000 vídeos, lo que se traduce en unos 600,000 al m es y m ás de 7,000,000 al año. El dato habla de una integración extraordina ria a

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la red y remite a la pregunta de qué segmentos p oblacionales del país está n más vinculados al fenómeno y en qué medida se puede establecer su perfil generacional. Johnny M atos, director pa ra Latinoamérica y el C aribe de Omnicom M edia Group, comparte las cifras que su empresa registra dentro del contexto regional y local como parte de su ta rea diaria, que busca, entre otros objetivos, establecer los p erfiles de grupos poblacionales en función de los medios que prefieren pa ra comunicarse, entretenerse e informa rse. Nos dice que la p enetración de los p eriódicos se sitúa entre el 10% y el 15% de la población, lo que indica que la p enetración de Internet al menos la duplica. Las indagaciones explor an el segmento población m ás gra nde del país, los j óvenes con menos d e 30 a ños, que suman el 65% del total. H ablam os de cerca de 6.5 millones de dominicanos que en investigaciones sistemáticas confirma n su predilección mayoritaria por Internet: el 47% dice que prefiere informarse a través de la red , mientras el 25% m a ntiene la fidelidad a la prensa tradicional. C ua ndo a los j óvenes se les pregunta cuál es el medio que más le entretiene, Internet se sitúa muy encima de la radio, la televisión y la prensa escrita . La respuesta a favor de la red se multiplica cua ndo se pregunta sobre el medio sin el cual el entrevistado no podría vivir. Es necesario resaltar que los comporta mientos que muestra n los j óvenes dominicanos en el contexto de la cultura digital se corresponden con la tendencia que se verifica en el conjunto de la región latinoamericana . M a tos pa rte de la realidad local que estudia pa ra subrayar que los medios de comunicación dominicanos tienen que dirigirse al medio digital p ar a sobrevivir, pero que tienen que hacerlo como pa rte de una conversión digital plena, que dé respuesta a las dem a ndas del m ayor grupo poblacional, los j óvenes. Un grupo al que, hay que puntualizar, no le atraen las noticias negativas; que es m ás frívolo y prefiere lo que le entretiene e informa a la vez; lo que no le aburre y le permite sentirse actualizado. Es el mismo conjunto de potenciales lectores que quiere ver sus opiniones en


La pregunta se impon e: ¿h asta dónde los medios digita les loca les derivados de l as ediciones impresas están dando r espu esta a l as necesidades de los lectores jóvenes?

las páginas que lee y quiere producir información porque entiende que un editor de una página no es el único dueño de la verdad.

La actualización vende La pregunta que se impone, entonces, es ¿hasta dónde los medios digitales locales derivados de las ediciones impresas están dando respuesta a las necesidades de los lectores j óvenes? Los contenidos multimedia siguen siendo limitados, salvo excepciones. En varios de estos medios reformulado s se han incluido blogs, a cargo de periodistas de su plantilla, y todos han creado espacios para que los lectores comenten sus contenidos; pero hay brechas evidentes, porque la impresión general es que siguen siendo medios tradicionales colgados en la web. La actualización de las informaciones, que demanda un personal a tiempo completo, es un servicio que pocos ofrecen, a pesar de que su impacto es verificable casi al cien por ciento y, por tanto, se convierte en una poderosa arma de venta. Gina Lovatón, vicepresidenta de Mercadeo del Grupo Omnimedia, empresa editora del gra-

tuito Diario Libre y de Diariolibre.com, certifica la relevancia de la actualización en la atracción de lectores con las cifras obtenidas por el medio que comercializa. El pasado año, el número de visitantes de este portal informativo se incrementó en 10 millones. Pasó de 37 millones en 2007 a 47 millones en 2008. La ej ecutiva atribuye el crecimiento a la estrategia que han utilizado para hacer más atractivo el portal. El equipo que integra busca mantener una g ran cuota del mercado con las múltiples herramientas tecnológicas que permiten acercarse más al lector y conseguir su adhesión. Una iniciativa reciente, el registro de usuarios - lanzada en febrero de este año- , ofrece a sus lectores un servicio informativo actualizado con las informaciones que prefiere recibir en su dirección electrónica. Con las predilecciones identificadas por el usuario, el diario está en capacidad de darle un contenido personalizado. Simultáneamente, como otros diarios, han hecho los ajustes técnicos para que las informaciones en línea lleguen, a través de los celulares, con mayor calidad.

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En el país aún se registra el fenómeno global de que la publicidad en medios impresos sigue financiando la circulación de sus versiones digitales.

Lovatón sostiene que los cambios que producen crecimientos exponenciales en el mercado de los medios en línea dominicanos pronto se traducirán en un desplazamiento de la publicidad tradicional a la red.

De las tiradas a los clics Los cambios que arrastra el aumento de las visitas a los portales informativos remiten a las tiradas de las ediciones impresas y la colocación publicitaria que se deriva de la lectoría. Aunque el tema de la publicidad requiere de un análisis amplio que no puede agotarse en esta entrega. La prensa escrita dominicana nunca se ha sometido a mecanismos de certificación que permitan establecer la tirada real de cada medio. Son empresas de estudios de mercado, que, mediante encuestas, determinan la lectoría de los diarios para que las publicitarias establezcan sus prioridades de colo cación. Si se acepta que el crecimiento de la lectoría de los diarios en línea provocará un vuelco de atención de las empresas publicitarias en algún momento, el impacto de la medición de visitas que facilitan herramientas como Google Analytics marcará otro cambio relevante en el perfil del negocio mediático dominicano. La penetración de los medios dejaría de ser un secreto muy preservado. El proceso es complejo. Aunque en el país se registra el fenómeno global de que la publicidad

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en medios impresos sigue financiando la circulación de sus versiones digitales, el incremento de las visitas ha provocado la búsqueda de mecanismos que permitan establecer el número de clics que registran los portales informativos. En la actualidad, los dueños de medios, las agencias publicitarias y los anunciantes dominicanos buscan ponerse de acuerdo para establecer un medio oficial mediante el cual puedan certificar la circulación o visita al medio digital. Desde que Google Analytics ofrece en forma gratuita información a l día sobre el tráfico de un sitio web, las posibilidades de saber con exactitud qué medios tienen mayor influencia en los diferentes públicos son infinitamente mayores, y muy precisas . La herramienta del mayor buscador de Internet permite, como lo dice su promoción, obtener más información sobre la procedencia de los u suarios que visitan el sitio y cómo interactúan con él. Esta posibilidad constituye, sin embargo, un arma de doble filo para un mercado poco acostumbrado a las certificaciones de circulación . Si a lgo queda claro en el panorama actual de la prensa escrita dominicana es que no escapa a la crisis global que enfrenta la industria de la comunicación tradicional. Con el auge de Internet, está tan amenazada como los medios de los países desarrollados, aunque el número de usuarios de la red no guarde las . . mismas proporcIOnes.


tendencias que se entiende dominarán un futuro que no está lej ano. Creo que, como ocurrió con la radio y con la televisión, los medios coexistirán. La lectura de medios impresos siempre h a sido h ábito propio de una minoría, frente a la radio y la televisión, y lo seguirá siendo m ás ahora con la fuer za que cada día toma la red de Internet.

Bienvenido Álvarez Vega, director del periódico Hoy: "El periodista tiene que hacerse lo que ahora se llama un periodista convergente".

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s una realidad que los periódicos dominicanos de gran circulación apuestan por la tecnología. Con las renovaciones de sus diseños digitales han mejorado su contenido multimedia y acceso a las informaciones. ¿Considera que ese es el futuro de los medios impresos del país? D esde 1989, con la salida de El Siglo, los diarios dominicanos han estado poniéndose al día en materia tecnológica. D esde entonces, todos los periódicos h a n introducido cambios drás ticos en su proceso de producción, impresión y distribución. Estos cambios están presentes en las redacciones, en los depa rta m entos de diseño, en pre-prensa y en la impresión. T ambién en fotografía, infografía y áreas similares. La última noved ad de los últimos años h a sido la apertura de portales o p áginas digitales. Se trata de una respuesta de las empresas periodísticas a los cambios tecnológicos, a las nuevas oportunidades y a los retos de la red Internet. Constituye, además, un paso empresarial de car a a las

¿Cree, corno algunos analistas plantean, que los diarios dominicanos tradicionales están condenados a la desaparición, por lo menos en sus versiones impresas, o que sobrevivirán con las adaptaciones que ya desarrollan? La visión apocalíptica que habla de la desaparición de los diarios en papel responde a un concepto estático de la vida y de la historia. Es una visión, además, que carece de antecedentes históricos. Lo que la historia nos muestra es que todos los ámbitos de la producción, periodística y de otros tipos, se readecúan constantemente para responder a las nuevas tecnologías. Unas veces con m ás lentitud o rapidez que en otras, pero siempre se produce la puesta al día. Si no se hace, la muerte es el resultado, o la atrofia. Desde la aparición de las nuevas tecnologías hemos estado viendo cómo los inventores las ha n estado adaptando a la industria p eriodística y cómo los m edios , los impresos y los electrónicos, las han estado utiliza ndo. Como consecuen cia de estas nuevas tecnologías, la R ed se ha añadido como otro medio . ¿Qué h a n h echo la radio, la televisión y la prensa escrita? Competir utilizando los nuevos recursos que las nuevas tecnologías po nen a su disposición. La convergencia mediática implica aprender a redactar de forma diferente , porque no es lo mismo escribir para una versión digital que hacerlo para una edición escrita. ¿Están las empresas de comunicación locales en capacidad de enfrentar la inversión en formación que requiere su plantilla en todos los niveles? La convergencia no sólo implica una nueva redacción. También implica que el periodista tiene

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Si algo queda claro en el panorama actual de la prensa escrita dominicana es que su proceso no se da aislado del fenómeno global.

que hacerse lo que ahora se llama un periodista convergente. ¿Qué quiere decir? Un periodista que sea capaz de buscar la información utilizando los métodos tradicionales y los "modernos", como las cámaras, las filmadoras, redactar, más que una noticia un libreto noticioso, y editar. También se reclama un periodista más creativo, capaz de sugerir infografías y dibujos animados, y aportar los datos para la infografía y para la animación. Es obvio que los periodistas tenemos que someternos a un proceso de re adecuación o aggiornamento. Yo creo que los medios de comunicación han estado invirtiendo en estos cambios. Recuerden todo el entrenamiento previo que recibió el cuerpo periodístico de El Siglo; el entrenamiento del Listín Diario, cuando se sometió a un rediseño con una empresa española; el entrenamiento de

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El Caribe, cuando inició su rediseño y su proceso de convergencia; y, más recientemente, el periódico Hqy fue sometido a un rediseño profundo que también implicó un entrenamiento de sus redactores, de sus ejecutivos, de sus fotógrafos, de sus diseñadores y hasta de los ingenieros responsables del Departamento de Informática. Lo mismo ha estado ocurriendo con el diario gratuito El Día. También el entrenamiento previo a la salida del Diario Libre y la revista Rumbo, así como los entrenamientos previos a los cambios posteriores registrados en ese medio gratuito. Es decir, la inversión ya se ha hecho, y se tendrá que seguir haciendo cada vez que sea necesario. Y ya no sólo es un entrenamiento sobre la escritura, sino sobre otros aspectos igualmente importantes en el ejercicio del periodismo de nuestros días.


¿Piensa que será un proceso lento y que, corno ahora, los medios harán la transición poniendo énfasis, sobre todo, en las herramientas (vídeos, fotografías, enlaces, audio)? Yo diría que a la prensa dominicana le hace falta esta transición, que se me ocurre que será una segunda transición. Lo que no me atrevo a decir en estos momentos es cuándo será necesario iniciar esa segunda transición. Porque la prensa por Internet, entre nosotros, necesita tiempo. Por dos razones: el déficit digital todavía es muy amplio en el país y parece que lo será por mucho tiempo; y porque los medios por Internet todavía no son lo suficientemente atractivos para la publicidad. En palabras de hoy: no sabemos cuándo los medios digitales (portales, website) serán rentables. Pero cuando la Red sea

"Ha sido tradición de la prensa ocultar los datos de su circulación, y esa lIlala costulllbre la han transferido a l a Internet."

atractiva para la publicidad dominicana, cuando sea negocio tener un portal periodístico, entonces esa transición se dará y los empresarios de la industria periodística harán las inversiones necesarias. ¿El diario Hoy hace mediciones para saber cuántos lectores lo leen a través de Internet y cuántos lo hacen adquiriendo sus páginas impresas? Claro, esas mediciones son rutinarias. Debo observar lo siguiente: los productos periodísticos de todas nuestras empresas, incluida Editora Hoy, son más vistos y leídos ahora que antes. Porque no hemos perdido lectores. Hemos sumado lectores, por vía de la Red, y muchos lec-

tores del periódico impreso han emigrado hacia la Red. No es aventurado afirmar que todos los diarios dominicanos han duplicado sus lectores como consecuencia de Internet. ¿Coincide conJoaquín Estefanía, directivo del periódico español El País, en el sentido de que los medios de comunicación y los periodistas "tradicionales" han perdido su monopolio en la función de informar? ¿Considera que los blogs desplazan el interés del lector en las fuentes noticiosas tradicionales o constituyen un complemento que satisface sus necesidades de lector de la era digital? Pienso que hace tiempo que los medios perdieron el monopolio de la función de informar. Mucho antes de la aparición de la Red. La primera institución en romper este monopolio fue la Iglesia (el conjunto de iglesias). Esta siempre ha tenido sus maneras de informar a sus feligresías y también las ha dotado de filtros para calibrar las informaciones que reciben por otras vías. Los partidos políticos por igual, etc. Ahora, la Red constituye una gran competencia, pero la Red no ha podido, todavía, sustraerse del periodismo tradicional. Fíjese que han llegado a complementarse. Pero están surgiendo otras formas de la gente informarse o darse cuenta de lo que ocurre. Es una forma alternativa, sin los requerimientos y las exigencias del periodismo tradicional. Los blogs forman parte de esta otra forma de informarse. Pero también los grupos y los foros y, en mayor medida, buscadores como Yahoo, Google, y enciclopedias como Wikipedia. Yo estoy convencido de que el periodismo profesional fue incapaz de responder a las necesidades nuevas de sus lectores. Es un periodismo muy acartonado, muy rígido, muy dogmático, hecho muy al margen de los cambios filosóficos que se han registrado y que han cambiado la visión, la forma de pensar, los valores, las necesidades, las expectativas, etc. Todavía ese periodismo cree que la prensa está para informar, formar y entretener.

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Un nuevo m.odelo de negocios Fausto Rosario Adames *Director de periódico Clave Digital y del semanario Clave.

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reo que la Internet es un nuevo m odelo de negocios p a ra los medios impresos tradicion ales y que su desplazamiento hacia las nuevas tecnologías, con diseños renovados de portales, es sólo una opción de trabajo, que no invalida ni detiene la historia ni el ej ercicio periodístico impreso. El futuro de los medios impresos seguirá siendo el mismo, aunque adaptándose a la competencia que representa la televisión, la radio, Internet y revistas enfocadas en nichos de mercado muy específicos, como la moda, la economía, la tecnología o el sector fin anciero. No creo que se h aya dictado ninguna sentencia de desaparición de los dia rios tradicionales.

Ese argumento se utiliza con frecuencia en los p aíses desarrollados, con alta conectividad y con una población joven en a umento. Sin embargo, las situaciones no se pueden extrapolar. En los países desarrolla dos, la lectoría en Intern et sup eró a la lectoría de los principales p eriódicos impresos . E l volumen del negocio publicitario, aunque aumenta en Internet, sigue teniendo su grueso en la p arte impresa. El problema de los p eriódicos locales en Internet será cómo ofrecer versiones impresas frescas, con más profundidad, que sean diferentes a las informaciones que se ofrecen en Internet. En cuanto a la formación, la tradición ha sido que los p eriódicos dominicanos no han invertido lo necesario en la formación de su personal. Las escuelas de comunicación han formado a los profesionales que los m edios de comunicación han requerido. Sin embargo, se siente el desfase. R ecuerdo que el primer periódico que computa rizó su redacción fue El Siglo, en 1989, y debió formar

La prensa tradicional dominicana se enfrenta, como la de todo el mundo , al auge de Internet.

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a los p eriodistas en el m a nejo de los programas que se utilizaría n. Lo mismo tuvo que h acer el semanario Clave cua ndo surgió en 2006: convocó a todo su p erson al y lo entrenó dura nte cinco sem a n as con profesionales de alta formación traídos al país. Los nuevos medios son los que normalmente invierten en su person al. Los m edios tradicionales no lo h an hecho sistem áticamente, al m a rgen

no admiten comentarios en sus informaciones ni en sus a r tículos o editoriales . E s decir, no se h a n acogido a la nueva tendencia de h orizontalizar la información. L a tecnología lo p ermite. Algunos m edios comen zaron aceptando opiniones y luego cerraron esa posibilidad. Otros se niegan a acepta r opiniones en algunos textos, lo cu al m e p a rece ridículo. En el país este proceso ser á lento. L ocalmente el m ercado de Internet sigue siendo muy reducido. Por otra p ar te, las informaciones sobre circulación se ofrecen muy fal"Pienso que hace tieIllpo que los sead as en la R epública D ominicana. H a sido tradición de la prensa ocultar IIledios perdieron el IIlonopolio los dato s de su circulación, y esa m ala de la función de inforIllar. Mucho cos tumbre la h a n tra nsferido a Internet, con el agr ava nte de que distorantes de la aparición de la Red." sionan las informaciones, apoyándose en que el público carece de los d a tos y de la forma d e buscarlo. En Clave y de aprovechar becas otorgadas por gobiernos o Clave D igital h emo s actuado en base a los p a r ám etros internacionales . Los medios en Internet institucionales internacionales como las becas se miden p or la cantidad de lectores únicos que de Frederich Ebert o algunos cursos del C entro Franklin. Estoy seguro que las empresas están en tien en cad a m es. Clave D igital tiene 180,000 leccapacidad de asumir esa inversión de formación tores únicos cada m es, con m ás de 3 millones de necesaria de su p ersonal. p áginas vistas y un a productividad de 3 p ágin as vistas p or sesión. Sobre el sem a n a rio Clave, Creo que el ej ercicio p eriodístico está infravalorado p or la m ayor pa rte de los propieta rios nuestra circulación neta es de 63, 000 ej emplade los medios. No se trata de invertir en el camres . Y eso puede ser consta tado en la imprenta Editora T aller, que nos ofrece el ser vicio. bio de m entalidad de los p eriodistas, sino de invertir en su formación integral. L os p eriodistas Contrario al fenómeno que se registra en p aíses desarrollados, en la R epública D ominican a hem os tenido la disposición, la h abilidad y la los p eriodistas siguen teniendo el m onopolio de entrega p a r a forma rnos, la m ayor pa rte indiviinforma r. Y los blogs todavía no se expa nden en dualmente, como un desafío intelectual privado, nuestra blogosfer a. person al. El cambio de m entalidad debe producirse en los principales propieta rios de m edios de comunicación, que deben asumir el costo de Elina María Cruz es licenciada en Comunicación la formación técnica de los periodistas p a ra que Social, egresad a de la Universidad Autónom a d e Sansus empresas tengan mej ores productos inform ato Domingo. Dir ige el Instituto de Investigación de la tivos en el mer cado. Comu nicación de la Fundación Global Democracia y Desar rollo (Funglode). Ha sido je fa d e redacc ión de L a tra nsición de los diarios en su integración plena a la Internet es un proceso lento, empuDiario Libre y de la revista Rumbo ; reportera investigadora de la revista Rumbo y de la sección dominical j ado p or un cambio importa nte y r ápido de las nuevas tecnologías. En el p aís h ace menos de del d iario Última Hora. Formó p a rte d e l e quipo fundador del d iario El Siglo, donde se especializó en la dos a ños que los p eriódicos tr adicionales admicobertura del sector turístico. Durante seis años editó tieron que tení a n que integrar se a la Internet. la revista Aquí Santo Domingo. La mayor p a rte de los p eriódicos tradicionales

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Eurídice González N avarrete

La independencia de Aní.érica Latina en la obra de Juan Bosch Al profesor Juan Bosch no le fue posible sustraerse al influjo del tema de las guerras de independencia latinoamericanas. Durante su vida escribió sus preocupaciones por los problemas políticos latinoamericanos, que planteaba a partir de su posición antiimperialista y su inclinación personal a relacionar la política y la historia. El profundo interés por explicar y divulgar la extraordinaria importancia de las luchas de los pueblos latinoamericanos y caribeños por su independencia frente al dominio colonial condujo a Bosch a dedicar algunos de sus textos a este tema. Muestra de ello son dos libros Bolívar y la guerra social y De Cristóbal Colón a Fidel Castro: El Caribe, frontera imperial.


l año 1808 constituye un momento esencial en el proceso de independencia de América Latina y el Caribe. Ya se había producido la Revolución haitiana, pero el inicio del ciclo emancipador de las colonias hispanoamericanas se relaciona de manera directa con la invasión napoleónica a la península Ibérica y la firme lucha del pueblo español contra los ocupantes franceses. Corresponde, en el marco del país donde nació, recordar el centenario del nacimiento del dominicano Juan Bosch, escritor que ha dejado un importante número de obras entre cuentos, ensayos y artículos, que mantienen plena vigencia. Su dedicación a la política lo llevó a vivir parte de ella en la emigración, donde se mantuvo profundamente comprometido con su patria y su pueblo. En la emigración y durante su estancia en países hermanos como Cuba, Venezuela, Costa Rica, Chile y Puerto Rico, escribió varias de sus obras exponentes de su vocación de historiador y sociólogo. Profundamente influido por el tiempo que le tocó vivir y aún más, en el tiempo en que desarrolló su vida profesional y su amplia carrera política, a Bosch no le fue posible sustraerse al influjo del tema de las guerras de independencia latinoamericanas. Durante su vida no abandonó sus preocupaciones por los problemas políticos latinoamericanos, que planteaba a partir de su posición antiimperialista y su inclinación personal a relacionar la política y la historia. Su particular visión de la historia se relaciona también con el interés en el significado de la emancipación de los pueblos latinoamericanos y caribeños en la conformación de nuestras patrias y naciones. l El profundo interés por explicar y divulgar la extraordinaria importancia de las luchas de los pueblos latinoamericanos y caribeños por su independencia frente al dominio colonial condujo a Bosch a dedicar algunos de sus textos a este tema. Muestra de ello son dos libros: B olívar y la guerra social y De Cristóbal Colón a Fidel Castro: El Caribe) frontera imperial. 2 No son obras dedicadas a la historia de su país, al cual, como se sabe, amó y dedicó sus fuerzas de intelectual aun en los largos años de exilio. Tampoco son obras escritas con el propósito de

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polemizar. En estos dos textos, Bosch se proponía objetivos amplios, de vocación latinoamericanista, y al mismo tiempo, muy precisos: abordar las luchas sociales en el contexto histórico del Caribe, aproximarse al estudio y sistematización de las manifestaciones de las luchas políticas que se desencadenaron entre 1808 y 1825, pero con un carácter más divulgativo y político. Ciertamente, en lo que se refiere al tema de la independencia, su atención se concentra en Haití y en Venezuela, por las características radicales que tuvieron las luchas sociales en ambos lugares. Es una selección justa, pues fue allí donde la vio lencia de los más humildes contra los poderosos no dejó espacio a negociaciones entre los diversos sectores y clases sociales. 3 Concede una gran importancia histórica al año 1808 y a los sucesos que impulsaron el inicio de la "revolución que convirtió en repúblicas a las colonias españolas en América" y por eso afirma que en España y sus dominios, el siglo XIX "nació en 1808".4 Y es que, verdaderamente, los sucesos de Bayona en mayo de 1808 determinaron que se creara el vacío político y administrativo que interrumpió el funcionamiento del imperio y, como muy bien escribe Bosch, fue entonces que "sobrevino la conmoción revolucionaria que trastornó el orden antiguo y dio nacimiento al orden nuevo". 5 Sin embargo, a pesar de que Bosch conoce y expone la relación entre factores externos e internos, afirma que "los acontecimientos que se desarrollaron en España a partir de esa hora p ertenecen a la historia de España, no a la de América, pues España y América tomaron cursos diferentes en esa encrucijada histórica". 6

Las luchas sociales Bolívar y la guerra social es, en primer lugar, un libro dedicado al tema de las luch as sociales, que siempre lo apasionó como escritor y político; pero en este caso se acerca al estudio del fenómeno en Venezuela, la patria de Bolívar. Aunque Bosch explica que este libro fue escrito en el exilio puertorriqueño, "sin tener a mano las obras necesarias para ampliar a sus últimas posibilidades la tesis que en él se expone", hace gala de

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la interpretación histórica, no de simples hechos aislados, sino del proceso en sí mismo. Las notas habían sido meticulosamente escritas y conservadas desde su exilio venezolano, desde donde se compenetró más con la figura de Bolívar y se detuvo en la importancia que tuvieron las fuerzas de esclavos, peones y mestizos de esa región suramericana en las luchas de América toda. Bosch se había propuesto entonces escribir una biografía del Libertador. 7 La concepción en la cual descansa la estructura de Bolívary la guerra social es, sin duda, la de un historiador contemporáneo y crítico. Por eso desde el principio determina su análisis y establece que "los hijos de América conocemos cuatro tipos de guerra: las coloniales, las de independencia, las internacionales y las civiles".8 Comparte el criterio de otros autores en cuanto a que las guerras americanas se gestaron desde el siglo de oro americano -siglo XVIII- hasta la independencia,9 que él define como "rotura de los vínculos", y que todo ello forma parte de un complejo proceso histórico político, es la idea rectora en este libro, para detenerse en Venezuela, que es el centro de su interés en este caso. Ello le permite enlazar de forma lógica los acontecimientos latinoamericanos en el contexto de la historia universal. D e igual manera, inscribe las guerras de independencia en un marco amplio: las relaciones coloniales, los cambios promovidos por la metrópoli a finales del siglo XVIII, las luchas contra el orden establecido y codificado por la monarquía. 10 Enmarca las luchas por la independencia de América Latina en el contexto del desarrollo del capitalismo a nivel mundial. Resalta la participación decisiva de la colonización para el desarrollo del capitalismo a escala mundial: "Las riquezas americanas habían tenido una participación notable en el desarrollo de la sociedad europea y por tanto habían contribuido en mucho a la formación de ese fenómeno social de fuerza arrolladora llamado capitalismo".ll Así explica cómo las guerras europeas afectaron siempre a las colonias americanas. Igualmente suscribe el criterio de que en las últimas décadas del siglo XVIII las medidas de tipo liberal que adoptaron los borbo-

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nes en España afectaron a América y avanza más cuando afirma que las rebeliones que provocaron algunas de ellas contribuyeron a "crear el espíritu de nacionalidad de nuestros pueblos".12 Bosch apunta con exactitud que muchas veces las guerras provocaban cambios de soberanía, como sucedió con la ocupación de La Habana por los ingleses en 1762 y con las particiones de territorios coloniales entre potencias enfrentadas. Sin embargo, el escritor dominicano destaca que al calor de las guerras en las cuales se enfrentaban las metrópolis europeas en los territorios americanos fue ascendiendo el sentido de pertenencia, el sentido de ser "criollo" y "americano", así como el amor a la "Patria Chica", a partir del cual se formaría la conciencia "nacional" que estuvo en la base de la formación de nuestras naciones. Todo ello en medio de conflictos y luchas contra el orden colonial, mucho antes de 1808. 13 Bosch concede una extraordinaria importancia histórica a los sucesos del año 1808, que impulsaron el inicio de la revolución y considera que fue la revolución que "convirtió en repúblicas a las colonias españolas en América".14 De ahí que afirme que en España y sus dominios el siglo XIX comenzó en ese año. Y señala muy acertadamente que los sucesos de Bayona, en mayo de ese año, determinaron que se creara el vacío político y administrativo que interrumpió el funcionamiento del imperio y fue entonces que "sobrevino la conmoción revolucionaria que trastornó el orden antiguo y dio nacimiento a l orden nuevo".1 5 Al mismo tiempo, defiende la idea de que los acontecimientos que se desarrollaron en España a partir de esa hora pertenecen a la historia de España, no a la de América, pues "España y América tomaron cursos diferentes en esa encrucijada histórica". Por eso encuadra su explicación en los antecedentes de la lucha que deviene social y suscribe el enfoque histórico del proceso cuando menciona los primeros levantamientos contra la situación creada en 1808, que en un primer momento identificara las lealtades de las colonias al monarca español, para luego radicalizarse y pasar a la fase independentista. Hoy existe un consenso historiográfico en cuanto a la determinación de que la ruptura de los lazos


colonia les no h abía sido un proyecto p atriótico con cebido desde a ntes en las colonias esp a ño las. La r ea cción inicial de los criollos contra la ocupación fra ncesa de E spaña no se orien taba a la forma ción de repúblicas indep endientes, que resultó de la ausencia de r eformas que no aceptó promover la m etrópoli. 16 A unque los primeros intentos juntistas tuvieron p or escen ario a Nueva Esp añ a, La H abana y Caracas, en el propio 1808, en estas dos últimas capitales el movimiento no resultó exitoso frente a la resistencia de las autorida des tradicionales y peninsula res, que fueron confirma das por la recién creada Junta C entral metropolitana. Ello se derivó de la radicalización de las acciones de un grupo importa nte de aquellos que fueron sus protagonistas , cu a ndo a la par de las luch as se transformaron los mismos ideales y program as. E s por eso que en muchos lugares los

obj etivos p olíticos p or los cuales se leva ntaron en arm as en los primeros momentos, en 1808, resultaron super ados por la presión de los sectores sociales más radicales y activos en las ca mpañas militares en las fases p osteriores a 1810.

Com.plejidad Consciente de la complejidad del problem a histó rico e historiográfico , Bosch apunta que es muy difícil hacer una clasificación de conjunto p orque "algunas se definieron desde el primer momento com o luch as p a ra lograr la indep endencia , otras comenzaron como movimientos defensivos contra la agresión napoleónica, otras se iniciaron como guerras civiles, en a lguno o a lgunos de los varia dos m atices que presenta n las contiendas civiles". Sin embargo, a dvierte que dado que esas guerras se distinguen en la historia de cada país porque termin aron produciendo el establecimiento de un

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nuevo Estado, y p or eso se conocen como guerras de indep endencia. 17 La expresión m ás alta de las guerras sociales, la m ás complej a, de acuerdo al criterio de Bosch, es H aití, pues allí a fines del siglo XVIII y p rincipios del X IX tuvo todas esas características: "Guerra social, de esclavos contra am os; guerra racial, de negros contra bla ncos; guerr a de independen cia, de h aitia nos contra fra nceses; guerra colonial defensiva, de haitia nos con tra ingleses; y guerra civil entre facciones caudillistas ... ".18 Bosch afirma que de las guerras de indep endencia, la que m ás h a atraído la atención, no sólo de los historiadores, sino de escritores, poetas y pintores, a juicio de Bosch , es la de Venezuela: " La presencia de Simón Bolívar a la cabeza de la legión a m ericana; otra es la participación , en la fil a de los libertadores, de figuras militares tan atractivas como el m ariscal Sucre y el general Páez - para m en cion a r sólo dos de la legión de j efes que toma ron p a rte en la guerra- ; otra es el amplio escena rio en que se libró la la rga ca mpañ a milita r y otra es el fruto que dio: cinco repúblicas libres por acción directa y varias m ás p or acción indirecta". 19 Convencido de la obra del prócer nacido en Venezuela, admira al Libertador y, así, comienza por presentar la situación allí en los primeros momentos y especifica que en Venezuela "lo que comenzó siendo en 1810 una decla ración de autonomía de la provincia de Venezuela y se convirtió en julio de 1811 en decla ración de independencia y en el establecimiento de un estado federal", p ara p asar en 1812 a "guerra social que fue creciendo en intensidad, en crueldad y en capacidad destructora". En ello radica lo que él llam a "la razón oculta" de la vasta acción libertadora de Bolívar. 20 Bosch insiste en destacar el contenido social de las luchas en Venezuela y entr a en el capítulo que m ás le interesa: lo que él denomina "la guerra social venezola n a", entre 1812 y 1814, en el m a rco de la luch a por la independencia. D eterm ina que los acontecimientos que se sucedieron en esos casi tres a ños en este p aís tuvieron resultados inmediatos y ta rdíos. En el primer caso, explica, significó la destrucción física de la nobleza criolla, los m a ntua nos,

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que proclam a ron la independencia . L os segundos resultaron los m ás inesperados, pues fueron los mism os hombres que a niquila ron a los independentistas de Venezuela los que hicieron, b aj o el mando de Bolívar, la independencia en ese p aís y en varios m ás. A sí argumenta la relación entre la revolución política y la revolución social que se desarrolló en las colonias a merican as, pero destacando la violencia precipitad a que tuvo lugar en la propia patria de Bolívar. En este sentido, resulta original y coherente con los documentos utilizados p or él, su tesis de que "fue el miedo de Bolívar a que la guerra social venezola n a se rep roduj era en Venezuela lo que le llevó h asta el Potosí y lo que le hubiera llevado, de permitirlo la situación política internacional, h asta Cuba y Puerto Rico".21 y sigue afirmando: "Bolívar libertó media A mérica porque les buscó ocupación en lugares lej a nos a los hombres que p odían resucita r en Venezuela la guerra social; esto es, convirtió en libertadores de Nueva Gra n ada, de E cuador, Perú y Bolivia a los lla neros de Boves y M orales, y faltó poco p ara que los llevara a las islas espa ñolas del M a r C a ribe, por miedo a que hiciera n de nuevo lo que ya habían hecho una vez".22 E s conocida la violencia extrem a que h abía n desatado el asturiano J osé Tom ás Boves y el can ario Fra ncisco Tom ás M or ales, cuyas acciones se apoyaron en el odio a ncestral a los m a ntua nos. Verdaderamente, la luch a en Venezuela pasó p or las complejidades de la 1 R epública, o " m antuan a", carente de éxito debido esencialmente a la ausencia de un progra m a social. E s que en Venezuela en una primera etapa los realistas pudieron m a nipula r a los sectores m ás humildes contra la a ristocracia criolla, a quien se identificaba como la clase opresora, debido a lo cual fue posible el fracaso de la 1 R epública. En la II R epública, la presencia de Bolívar no pudo evitar la acción de los españoles, que m a nipula ron la guer ra social y contribuyeron a que se manifestara n fuertes rasgos de a n arquía, la terrible amenaza de la sublevación de esclavos y lla neros cuyos odios fueron atizados por Boves, el "antibolívar", com o Bosch lo califica. "Bolívar p ensaba y actuab a en tér m inos de sociedad , p or


eso su lucha se dirigía a la creación de un Estado"; mientras "Boves sentía y actuaba en términos de masa y esa masa se hallaba en guerra contra la sociedad de la cual había sido parte".23 y es que en el criterio de Bosch, la destrucción del mantuanismo fue la vía utilizada para lograr la igualdad social entre los hombres, para profundizar el cambio social, diríamos hoy. Así, la dimensión de Bolívar -como el Libertador de Venezuela y de América- la estudia Bosch, al afir-

leccionado Bosch de una carta al General Páez que data de 1825: "Por Caracas he servido al Perú; por Caracas he servido a Venezuela; por Caracas he servido a Colombia; por Caracas he servido a Bolivia; por Caracas he servido al Nuevo Mundo y a la libertad, pues debía destruir a todos sus enemigos para que pudiera ser dichosa: mi primer deber es hacia ese suelo que ha compuesto mi cuerpo y mi alma de sus propios elementos, y en calidad de hijo debo dar mi vida y mi alma misma por mi madre".29 Pero Bosch intenta ir más lejos en su valoración de la acción libertadora Su perspectiva histórica es tnás de Bolívar; por eso se refiere de maneintegral en el que es, sin duda, su ra particular en este libro - lo que no libro tnás conocido, hará en el otro- al proyecto de liberar a Cuba y Puerto Rico. Pero los máximos anhelos del Libertador están presentes en América Latina, como había apuntado Nuestro José Martí, al decir que "Bolívar tiene que hacer en América todavía". 30 Como es conocido, en el m ar: "Entregado a su idea de un Estado nacional Congreso de Panamá quedaron sin solucionarse, creado en lucha contra España ... para él el enemiaunque propuestos, los planes de enviar fuerzas go estaba constituido por la representación oficial conjuntas por la independencia de Cuba y Puerde España, sin importar el nombre que llevase". 24 to Rico, que son ideas que datan en realidad de Logró por eso "convertir a la masa del ejército, la Carta de Jamaica,31 pero que Bosch relaciona pasar este a las filas republicanas, comandarla con los esfuerzos del Libertador en lo relativo a y realizar la obra que había soñado, porque esa evitar el desborde social y la anarquía que tuviemasa se integró en la sociedad nueva".25 ron lugar en los terribles años de 1813 y 1814 en Venezuela. De la fuerza del Libertador, continúa más adelante: "Bolívar se movía, organizaba, combatía y El componente racial, específicamente la suvencía sólo merced a la monstruosa energía que perioridad numérica de la población esclava en desplegaba ... arrastraba a jefes, soldados y ciudaCuba, le hace pensar en la posibilidad de que la danos a la lucha y a la muerte, con la fuerza de un lucha sea semejante en violencia a la lucha de los huracán histórico al que nada podía oponerse".26 esclavos en Haití. De hecho, la relación entre el En la original interpretación de este aspecto proceso de Saint Domingue con el del resto de radica, a mi juicio, el aporte a los criterios histoAmérica Latina está determinada por la profunriográficos más conocidos en torno a la extensión da y compleja influencia que tuvo la Revolución 27 de la guerra y las propias campañas militares. haitiana en las colonias hispanoamericanas, sobre Consciente del liderazgo de Bolívar, resalta su todo en las del Caribe. Ciertamente fue el motor origen y el amor por su patria chica, que siemimpulsor de la revolución y de la radicalización pre lo caracterizaría y por eso Bosch afirma: "El de la independencia. Al mismo tiempo, constituía amor a Caracas mantenía en Bolívar el miedo a un freno a ella. Esta especie de doble impacto se la guerra social".28 Es ese digno sentimiento el debe a que en muchos de los lugares donde la luque se evidencia en estos fragmentos que ha secha alcanzó desbordes sociales, incluso en lugares

De Cristóbal Colón a Fidel Castro: El Caribe, fro ntera imperial.

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donde las proyecciones socioeconómicas eran similares a Saint Domingue, la influencia de la Revolución haitiana era ejercida directamente sobre la masa de esclavos, con lo cual se aceleraba el malestar en las plantaciones y se sentaban las bases de la sublevación. En Venezuela, los mantuanos se atemorizaban ante la posibilidad de que tuviera lugar un proceso de participación esclava como había tenido lugar en Saint Domingue y los propios esclavos se sentían tentados a levantarse contra los amos. Así ocurrió durante el periodo de las dos primeras repúblicas (1811-1814). Los sectores realistas, por su parte, utilizaban la referencia como amenaza a los plantadores durante la primera república de Venezuela (1811-1812). De manera que el peligro de una rebelión negra fue un común denominador durante esa etapa en las colonias del Caribe. Así Bosch, cuando cita fragmentos de cartas escritas por Bolívar, lo hace sobre la base de una selección que privilegia concretamente la situación existente en Cuba, donde predominaba la población de negros esclavos sobre los propietarios blancos. Acerca de las dotes políticas del Libertador también escribe Bosch como "inclinación de Bolívar a pasar de la amenaza con fines políticos a la acción con otros fines si la amenaza no surte efecto . . .". y muestra que desde 1824 aquel había escrito que "le parecía bien que el gobierno de Colombia ... intimase a la España que si en tanto tiempo no reconocía la independencia de Colombia y hacía la paz, esta mismas tropas irían inmediatamente a La Habana y Puerto Rico". 32

Maniobra política y concluye con la idea de que Bolívar sólo pensaba entonces en amenazar a España, no era una disposición real de hacerlo, sino una maniobra política. Al mismo tiempo advierte que sería capaz de enviar a Sucre y a Páez con fuerzas militares suficientes hacia ambas islas, pero no es su intención inicial, incluso según parece, conociendo de los anhelos de cubanos que, desde el continente, aspiraban a la independencia de Cuba. Cita a Bolívar cuando reitera la referencia a Cuba: "La Habana independiente nos daría mucho que hacer. .. " y dice que tenía las mismas

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razones políticas para no devolver a Venezuela las tropas venezolanas, que las que tenía para no libertar a Cuba: el número de esclavos negros en La Habana, de lanzarse contra los españoles podrían hacer de la isla "una nueva Haití". 33 Sin embargo, en el criterio de Bolívar, con Puerto Rico no ocurriría lo mismo y hacia allí se preparó para enviar soldados en 1827. En este país la proporción de esclavos no era tan alta como en Cuba y, según él, no había peligro de que se desatara una guerra social. Con estas palabras, Bosch define el carácter radical que tomó la lucha de clases en Venezuela, hasta que Bolívar logra someter el caudillismo extremo en 1816 y la desorganización de sus hombres de armas y, dice Bosch "dar a la guerra que él quería hacer el sentido nacional que había tratado de darle, en vano desde 1813".34 Es interesante su interpretación del sentir del prócer venezolano porque toma a Venezuela para explicar las profundas contradicciones de clase que hicieron que fuese tan particularmente sangrienta la lucha allí y de ahí proyecta a Bolívar como caraqueño y venezolano ante todo el conflicto de los criollos por la independencia. Su perspectiva histórica es más integral en el que es, sin dudas, su libro más conocido, De Cristóbal Colón a Fidel Castro: El Caribe,jrontera imperial (reeditado varias veces en diferentes países).35 Escrito poco tiempo después de Bolívar y la guerra social en Venezuela, en este vuelve al tema de la independencia, a Venezuela y al Libertador. Aquí demuestra en toda su plenitud su original interpretación de la historia de los países caribeños, a partir de un enfoque de la historia universal, en el cual la lucha entre los imperios evidencia el interés de estos por apoderarse de las riquezas de los pueblos. Son dos los procesos en los cuales concentra la atención Bosch en este. "Había en el Caribe dos puntos en los cuales se iniciarían las luchas de los territorios españoles por su independencia; uno, la Capitanía General de Venezuela, y el otro, el virreinato de Nueva Granada".36 En esta obra se pone de manifiesto su comprensión de la historia latinoamericana en el contexto de los procesos mundiales, aunque ciertamente es la historia de los pueblos del Caribe


en relación con las crecientes apetencias de los imperios coloniales, lo que constituye el centro de su interés. Así, para explicar el proceso de independencia de Haití, en particular la sublevación de los esclavos, establece primero los antecedentes, entre los cuales caracteriza la situación explosiva desde el siglo XVIII y dice que las rebeliones negras que precedieron a la haitiana eran "expresiones inequívocas de una lucha de clases ... de carácter muy violento que se hacía más compleja debido a la serie de circunstancias que diferenciaban social, económica, física y cultural mente a los adversarios".37 Pero Bosch no se refiere a Haití, sino que muestra la sucesión de levantamientos de negros esclavos en las islas del Caribe a todo lo largo del siglo XVIII contra los amos blancos. Precisamente entre ellos aparece el que califica como el caso más interesante de las rebeliones de negros del siglo XVIII el de los cimarrones del Bahoruco, ese lugar montañoso situado en el sur de la frontera entre las colonias española y francesa de la isla de Santo Domingo, cuyo levantamiento logró extenderse desde 1702 hasta 1785. En ese explosivo contexto, la Revolución Francesa llegó a conmover el escenario en las colonias: dice Bosch que "sacudió el orden en las colonias de Francia en el Caribe en sus propias raíces y alcanzó los caracteres de un terremoto social de proporciones gigantescas".38 El enfoque histórico profundiza también en la explicación de la situación social existente en las colonias caribeñas y caracteriza la composición social con respecto a la de las m etrópolis europeas. Es aquí donde explica ampliamente el contenido social y la dinámica de la Revolución en Haití. Bosch argumenta que durante un tiempo, es ta "se limitaría a ser una lucha de apariencia racial, una lucha entre blancos y mulatos que se hallaban en niveles económicos iguales o muy parecidos, pero diferentes en status sociales y políticos; luego pasaría a ser una guerra social, de esclavos contra amos, y a la vez racial, porque los esclavos eran negros y los amos eran blancos y mulatos, y en esa etapa sería a l mismo tiempo una guerra contra la intervención de es-

pañales e ingleses, p ero, sobre todo, contra estos últimos que ocuparon durante años varios puntos del país y, por último, sería una guerra de independencia, de colonia contra una metrópoli, o, lo que es lo mismo, de haitianos contra fran ceses, agudizada en esa etapa por sus aspectos de guerra social".39 En el texto amplía los orígenes de las juntas americanas, explica que el pueblo español estaba en armas y sin embargo no había ninguna auto ridad central que dirigiera la lucha. Por ese mo tivo, de acuerdo con Bosch, al llegar al Caribe las noticias de lo que estaba ocurriendo, los pueblos españoles de la región imitaron lo que estaba haciéndose en la metrópoli y cada uno formó también su junta ... pero seguidamente precisa que en virtud de las características diferentes acá en el Caribe las juntas estuvieron " desde el primer momento formados por las personas de más rango, lo que significa que pertenecían al grupo dominante de cada lugar . . .".40 Así, define el carácter de clase en la fase inicial, que no era efectivamente todavía una lucha por independizarse del dominio colonial. Se refiere a la dirección del movimiento juntista por los elementos más conservadores de la sociedad . De esa forma, al llegar la orden del Consejo de Indias para que se reconociera aJosé Bonaparte como rey de España a La Guaira, la aristocracia de Caracas - los mantuanos- se lanzó a la calle y encabezó lo que él califica como "una serie de manifestaciones y se vivió un día de extrema pasión monárquica", porque entre la burguesía francesa, tan radical, y los reyes borbónicos, que "no perseguían a la nobleza, ni la despojaban de sus bienes, los mantuanos de Caracas preferían al rey Borbón".41 Efectivamente, el origen, los intereses y las aspiraciones de la aristocracia venezolana, en particular, situaban la cuestión en términos de lealtad. Pero así mismo sucedía con los criollos que se beneficiaban por doquier de los beneficios de las leyes metropolitanas en el resto de América hispana; no podían entonces dejar de defender a Fernando VII. Con un sentido analítico y comparativo, Bosch destaca que sería en Santo Domingo donde la

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reacción de los grupos dominantes fue más inmediata frente a los acontecimientos de 1808 en España. Y es que en Santo Domingo estaban los "hateros", grandes latifundistas esclavistas, que "continuaban siendo españoles en su corazón". Ello sucedía, entre otras razones, porque el Gobierno español respetó siempre de manera absoluta sus propiedades en tierras, sus derechos de amos de esclavos y el lugar que ocupaban en la jerarquía social. En los últimos años habían padecido los rigores del generalJean Louis Ferrand, representante del Gobierno francés. Con los españoles habían estado a salvo sus privilegios, propiedades de tierras, sus derechos de amos de esclavos y su importancia social. De manera que las conspiraciones contra Francia allí ya se habían iniciado desde antes, así que cobraron fuerza en 1808. 42 En Venezuela, el inicio de las luchas fue inmediato "porque allí las contradicciones entre las clases sociales eran más violentas" y puede decirse que, incluso aparentemente, las posiciones políticas en un inicio parecían tener un carácter contradictorio. Este aspecto lo explica Bosch cuando señala que aunque los mantuanos conformaban la minoría, aspiraban al poder político para consolidar sus privilegios a toda costa ante a la amenaza burguesa que provenía de los franceses. Por eso se apuraron a formar la junta en Caracas y de esa forma evitar que otro sector se les adelantara, para lo cual en noviembre de 1808 redactaron un manifiesto de acuerdo a lo que solicitaba la Junta Central de Sevilla. La acción tempestuosa del batallón de pardos, ante el cual los mantuanos no podían presentar una fuerza militar, frenó la acción de los mantuanos y resultaron apresados aquellos que habían firmado el manifiesto, con lo cual desde el inicio ya se anunciaba la gravedad de los conflictos que se iba a producir entre ambos sectores, como muy certeramente apunta Bosch. y explica que la burguesía francesa era entonces una clase progresista, de hecho " la más avanzada del mundo y los mantuanos temían a esa burguesía tanto como un banquero norteamericano del año 1965 podía temer a Fidel Castro",43 con lo cual demuestra una vez más

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que su interés por la política lo lleva a la histona y VIceversa. Por otro lado, contrasta con los sucesos que tuvieron lugar en Santa Fe de Bogotá, capital de Nueva Granada. Allí los acontecimientos de la península llegarían a conocerse más tarde; como bien apunta Bosch, en el año 1808 se proclamó el apoyo a Fernando VII, sin derramamiento de sangre. Sólo en 1810 se crearía la junta de Cartagena y otras en territorio neogranadino, todas leales a España. 44

Napoleón en Madrid De manera directa, el autor dominicano apunta que la entrada de Napoleón en Madrid, en diciembre de 1808, marcó el cambio desfavorable para el pueblo español. Se decretó que las posesiones españolas de América eran parte del reino y, por tanto, debían enviar delegados, todo lo cual decidió en Caracas que los mantuanos presos fuesen liberados, al tiempo que se extendían las juntas criollas frente a las imposiciones de los españoles. Pero, precisa él, que a diferencia de lo que sucedía en Bogotá, "en Caracas los mantuanos manipularon al pueblo y lo usaron como instrumento de presión sobre el representante español, Emparán; en Bogotá, los jefes de las tropas se negaron a disparar contra el pueblo o se unieron a él de manera espontánea".45 Y observa que " la marcha de los acontecimientos tenía el ritmo loco de los torrentes en días de grandes lluvias", con lo cual " la crisis española entraba en su fase aguda en los territorios del Caribe".46 Bosch no distingue etapas de la independencia, pues no constituye un objetivo trazado por él, pero se infiere de sus valoraciones de los cambios que se producen a lo largo del proceso. Resultan muy ricos los pasajes dedicados al lugar que ocupa Bolívar en las luch as por la independencia de Venezuela. Destaca a Bolívar como lo identificamos los latinoamericanos de hoy: el Libertador, pero hace un paréntesis importante para reiterar lo que ya había escrito en Bolívar y la guerra social, en cuanto a definirlo como quien "trató de darle sentido de lucha por la independencia a la guerra social".47


Es muy crítico al referirse al año 1813, cuando analiza que, aunque el prócer logró disponer de un ejército suficiente y leal, que había dado pruebas repetidas de su capacidad p a ra triunfar, para alcan zar la victoria, en el contexto de la g uerra se h abía llegado al momento en el cu a l era ya imprescindible a rrinconar a Boves, por lo que representaban las tropas de este lla nero , quien contaba el ej ército realista m ás fiero: miles de lla neros y de hombres que procedí a n del pueblo, que lo había n buscado para "gan ar posiciones, bienes, ascensos" a l decir de Bosch . Por eso m ismo no se detenían a nte nada y lograron convertirse en el mayor castigo para las tropas independentistas. Insiste en estudiar esos años intermedios, de 1813 y 1814, los más complicados y crueles en la guerra en tierras venezolanas. Principalmente en el año de 1814 la g uerra llegó a un punto en que parecía que la independencia se p erdía en Venezuela y Nueva Granada. Precisamente a partir de ese momento, es cuando Bolívar empieza a transi-

tar el camino h acia la organización militar y traza una estrategia que incluía el factor socia l como base de las operaciones militares en el continente, asegura la conversión del proceso violento hacia la independencia desde Venezuela y Nueva Granada hasta el Perú . La idea central en esta parte del libro es justamente que la independencia es " un momento de la historia del Caribe que está lleno de lecciones para todos los pueblos del mundo".48 Así, cuando en el año 1816 Bolíva r se concentra en reorganizar la luch a desde Haití, estaba consciente de que " había dejado encendida una hoguera que ya nadie podría apagar ".49 En Haití, como se conoce, Bolívar quedó impresionado, pues él entonces era uno de los muchísimos criollos que, p erseguidos por las fuerzas realistas, había sido recibido en la república negra que h abía abolido la esclavitud. Presidida entonces por Petion , esta era la única socied ad de hombres libres en el Caribe y en América Latina. L a estancia en Haití influyó p oderosamente en el pensamiento de Bolívar y, por tanto, en su dirección durante la siguiente etap a de luch a. Aunque, según el criterio del dominicano, Bolívar todavía era un "mantuano" que creía que sólo el poder milita r decidiría la luch a en Venezuela; pero en este libro Bosch resaltó las car acterísticas tan p a rticulares que as umió la pa rticipación social allí. Por ello, va presentando una exposición bastante detallada de los sucesivos avances y retrocesos en territorio venezolano y neogra n a dino y, en general, durante los años de 18 16 hasta fines de 1823, resaltando las extraordinarias cualidades de estratega y táctico del prócer, cua ndo a dvierte que apenas se refiere a " los episodios principales, entre los cuales los m ás importantes fueron ej ecutados por Bolívar ".5o Bosch ded ica un espacio importa nte a la victoria de Bolívar en Boyacá (7 de agosto de 1819) y la ubica justamente por su importa ncia en la campaña mi litar, en tanto abrió a los patriotas el camino a Bogotá. Escribe que ya entonces Bolívar "había aprendido ... que en las guerras de liberación cuenta m ás el resp aldo del pueblo que el poder de las armas". Continúa la misma idea cua ndo afirm a que en agosto de 181 9, como en

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enero de 1959, el pueblo de Nueva Granada y el pueblo de Cuba representaban la fuerza real de Bolívar y de Guevara". Así, Bosch logra otra de sus referencias puntuales fieles a la contemporaneidad caribeña, al referirse a la entrada del Che Guevara a La Habana 140 años después, contando con el apoyo del pueblo de la capital cubana, aun cuando en los cuarteles se encontraban miles de soldados de la tiranía. 51 La importancia de la victoria en la batalla de Carabobo, el 24 de junio de 1821, es resaltada acertadamente como el momento en que "el poder militar realista quedaría práctica m ente deshecho en Colombia, por lo menos como fuerza capaz de representar un peligro mortal para el país", y termina afirmando que aunque "Colombia había nacido en Angostura un año antes de la batalla de Carabobo .. . su vida quedó asegurada en esa batalla ... " Enseguida destaca la importancia política del hecho cuando dice: "Después de Carabobo, España no trataría de recuperar su poder en el Caribe".52 En lo que se refiere a la independencia de América C entral y Santo Domingo es categórico: " En los movimientos de independencia de Venezuela y Nueva Granada participaron grandes núcleos de pueblo, más en el primero que en el segundo, debido a que en aquel se injertó una guerra social que, de manera directa e indirecta afectó a todo el mundo; pero en los de América Central y Santo Domingo no sucedió nada parecido. En estos actuaron sólo las minorías latifundistas y un grupo compuesto por funcionarios civiles y religiosos, profesionales y algún que otro comerciante". 53 Pero, como bien apunta Bosch , los sectores centroamericanos que menciona no tenían vínculos, ni estaban interesados en atraer al pueblo, a las m ayorías. De ahí que las minorías, las élites interesadas en mantener sus privilegios históricos trazaran una estrategia conservadora, que les garantizaba, en sentido general, retrasar el avance de las luchas por la independencia.

noamencana. En ellas, a la manera apasionada de este importante escritor dominicano, se profundizan aspectos de la historia del Caribe, atendiendo sobre todo al factor social, a las luchas de las mayorías insertas en las campañas milita res y deja clara su posición: son los pueblos los que protagonizan la historia que se escribe en el transcurso de la gesta independentista en el ciclo de 1808 a 1825. El significado del año 1808 en la historia de nuestros pueblos, en la historia de la formación de nuestras naciones, a partir de lo cual se radicalizó gradualmente el levantamiento contra la ocupación napoleónica del trono español, es colocado en lugar esp ecial en la obra de Bosch. La capacidad de interpreta r los hechos y procesos históricos en el contexto de la historia mundial, en relación estrecha con las contradicciones y las rivalidades de los imperios que se impusieron en el Caribe, p ero también en el continente, hacen de estos libros fuentes valiosas para entender la contemporaneidad. Este texto fiJ e presentado en el coloquio internacional "Repensar la Independencia desde el Caribe en el Bicentenario de la Revolución Española, 1808-2008", organizado por la Academia Dominicana de la Historia, Funglode, la Cátedra Jua n Bosch, el D epartamento de Historia de la Universidad de La Habana y la Universidad Autónoma de Santo Domingo. Eurídice González Navarrete es profesora auxi-

liar d e l Departamento de Historia de la Facultad de Filosofía e Historia de la Univers idad de La Ha b a na y profesora colaboradora de la Fac ultad Latinoame-

ricana de Ciencias Sociales (FLACSO) , Cuba. Doctora en Ciencias Históricas en la Unive rsidad de La Habana, es autora de diversos trabajos especializados e n te mas de historia d e América Latina . Es miembro de ADHILAC, de la Cátedra Juan Bosch y presidenta de la Cátedra Libertador José de San Martín de la Universidad de La Habana ; asesor a de la revista brasileña Veredas do dereito, del Colegio Helder de Cá -

Conclusiones

mara, Belo Horizonte, y coordinadora d e la Sección

Ambas obras, escritas con una diferencia de pocos años entre sí, evidencia n el interés del escritor dominicano en el tem a de la independencia lati-

de América Latina en el Depa rtamento de Historia

24 GLOBAL

y presidenta de la Comisión Nacional de Carrera de

Historia.


Notas

24

Consultar Roberto Cassá: Historiogrqfia de la República

25

Dominicana; Ecos; Universidad Autónoma de Santo Domingo; 1993; N. 1.

27

1

2Juan

Bosch: Bolívary la guerra social, Alfa y Omega, Repú-

blica Dominicana, 1977 y De Cristóbal Colón a Fidel Castro:

Ibid; p. 11 5.

Ibid; p. 119. 26 Ibíd. Ver, en particular la excelente biografia de Indalecio

Liévano Aguirre: Bolívar; Caracas; 1988. 28 Juan Bosch : Ob. cit., p. 183. Interesante la relación que

El Caribe, .frontera imperial; Ciencias Sociales; La Habana;

establece Bosch entre los acontecimientos en Venezuela.

2003. Del primero se conocen al menos ocho ediciones;

D escribe antes la violencia que caracterizó las acciones de los patriotas haitianos contra los franceses y contra los

del segundo, cuatro. Véase comentarios en Sergio Guerra Vilaboy: El dile-

esclavistas para tomarla de referencia y entender la vio-

ma de la independencia: Las luchas sociales en la emancipación

lencia en una primera fase, contra los poderosos mantua-

latinoamericana (179 0-1826); Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, México, 1993. <1 Bosch; Ob. cit.; p. 63.

nos; mientras más tarde ya se levanta otros jefes realistas

3

5

Ibíd.; p.63.

vos y llaneros m ediante promesas exaltadas.

6 Ibíd.; p. 68.

29 Ibíd.; p. 183.

Se refiere a Simón Bolívar: Biogrqfia para escolares; Distri-

7

que contribuyeron, con Boves a extender la lucha contra los m antuanos manipulando la participación de los escla-

buidora Escolar; s.a.; C aracas.

30

Discurso pronunciado en la Sociedad literaria Hispa-

no-Americana en honor a Simón Bolívar el 28 de octu-

8

Bosch; Ob. cit. ; p.11.

bre de 1893.

9

Este es un criterio de amplio consenso entre historiado-

31

res hoy. Véase: Germán Carrera D amas (Editor): " Cri-

32

Bosch ,].: Ob. cit., p. 185.

sis del régimen colonial e independencia"; en Historia de

33

Ibíd. ; p. 190.

Simón Bolívar: Carta de Jamaica, M éxico, UNAM, 1978.

América Andina; V 4; Universidad Andina Simón Bolívar;

34

Ob. cit., p. 199.

Ecuador; 2003.

35

La m ás reciente edición es la que ap areció en La H a-

10

Véase John Lynch : Las revoluciones hispanoamericanas

1808-1826; Ariel; Barcelona; 1973. 11 Bosch,].: Ob. cit., p. 21. 12 Ibíd. ; pp.22, 30.

bana, Ciencias Sociales en el año 2003. Las referencias que se encuentran en el presente trabajo corresponden a la edición de Casa de las Américas, Colección Nuestros Países; La H abana; 1981 .

Ver Ricaurte Soler: Idea y cuestión nacional latinoamerica-

36

Ibíd.; p. 389.

nas, de la independencia a la emergencia del imperialismo; Siglo XXI; México; 1980. 14 Bosch,].: Ob. cit., p. 63. 15 Ibíd .; p. 63.

37

Ibid; p. 184.

Véase: Historia de Iberoamérica, M anuel Lucena Salmoral

(Coordinador) Ediciones Cátedra; Madrid; 1989; Véase

42

Ver Roberto Cassá: Historia socialy económica de la República

Francois-Xavier Guerra: Modernidad e independencia:

Dominicana; Santo Domingo; Editora Alfa y Omega; 1979. 43 Bosch,].: Ob. cit. p. 233.

13

16

ensayos sobre las revoluciones hispánicas, Madrid,

MA-

38

Ibid; p. 185.

39

Ibid; p. 196.

40

Ibíd. ; p. 232.

41

Ibíd.; p. 232 .

Historia

44

"Historia de América andina", Ob. cit., p. 150.

de América Andina, U niversidad Andina Simón Bolívar; Ecuador; 2003, entre otras. 17 Bosch,].: Ob. cit., p. 12. 18 Ibíd.; p. 13. 19 Ibíd .; p. 13.

45

Bosch,]. : Ob. cit., p. 235.

46

Bosch,].: Ibid, p . 235.

47

Bosch,]. : Ibid. p. 240.

PFRE, 1992; Germán Carrera Damas (Editor):

48

Ibíd., p. 250.

49

Ibíd ., p. 254.

20

Ibíd.; pp. 14-1 5.

50

Ibid, p. 255 .

21

Ibíd. ; p. 15 .

51

Ibid., p. 259.

22

Ibid .; p. 14.

52 Ibid; p. 262.

23

Ibid; p. 111.

53

Ibid. p. 264.

25



Icen que una Imagen vale más que mil palabras. Aunque no estoy de acuerdo con esto, cada vez que trato de describir la manera de lanzar de Juan Marichal no tengo m ás remedio que aceptarlo. D esde la primera vez que lanzó en Grandes Ligas, sus peculiares movimientos a la hora de pitchear se popularizaron al extremo de que en los sesenta, en pleno apogeo de su carrera, el New York Times le dedicó una portada a la secuencia de su lanzamiento. En los sesenta, su estilo de lanzar fue bautizado por comentaristas y jugadores como: High Leg Kick. Hank Aaron lo describió como si alguien te pusiera el pie en la cara mientras estás listo para batear. Un estilo que recordaba más a la estrella del kung-fu Bruce Lee que a cualquier otro lanzador. Si a mí me preguntan cuál sería la postal perfecta de la República Dominicana, yo diría que la deJuan Marichal a punto de hacer un lanzamiento. Si a mí me preguntan cuál sería la gran película dominicana, yo diría que una basada en la vida deJuan Marichal (por lo menos el afiche de la película desde ya augura éxitos). Hace unos años, el cronista deportivo Bob Stevens se refirió a la forma de lanzar de Marichal de la siguiente manera: "Si colocas todos los lanzadores de la historia de las grandes ligas detrás de una cortina, en donde sólo sea posible ver su silueta, el lanzamiento de Juan sería el más sencillo de identificar. Élllevó al montículo: belleza, individualidad y clase". Desde hace poco, en el exterior del estadio AT&T de los Gigantes de San Francisco, se puede aprecia r una estatua que eterniza ese famoso y particular estilo

de lanzar del dominicano. Dicha estatua, realizada por William Behrends, es un homenaje que le ha hecho el equipo de los Gigantes de Sa n Francisco y la fa naticada de la ciudad que lo vio triunfar. No obstante, aparte del Higlz Leg Kick, de ser miembro del salón de la fama de Cooperstown y de ser el lanzador que ganó más partidos en las Grandes Ligas durante los sesenta; aparte de haber lanzado un no hitter, de haber realizado 227 lanzamientos en unjuego de 16 entradas, d e su valiosa labor como comentarista y de su apoyo al deporte nacional, yo me pregunto cuánto conoce sobre el gran astro dominicano la fanaticada actual. Usemos la imaginación y pensemos en Juan Marichal como el lanzador que acaba de hacer su último lanzamiento, que entra al dogout y de ahí a los vestidores. Piensen que aún está sudado y que en vez de entrevistarlo en su casa, lo estoy entrevistando en los vestidores cuando ya se han apagado las luces del estadio. Concentrémonos en lo que tiene que decir. Elllpecelllos desde el prIncIpio. Nació en Laguna Verde en 1937. ¿A qué edad elllpieza a interesarse por la pelota? Como señalas, nací en un campito bastante atrasado llamado Laguna Verde que queda en la misma carretera Duarte. Es una zona arrocera. A mi padre nunca lo conocí; tenía tres años cuando falleció. Solita, mi madre crió a cuatro hijos: tres varones y una hembra. Nunca se volvió a casar. Y yo creo que hizo un buen trabajo en la crianza de cuatro muchachos, lo que en esa época no era nada fácil.

Empecé a interesarme por el béisbol en el año 47, que fue cuando conocí a Bombo R a mos, quien sería la inspiración para cambiar mi posición de shortstop a la nzador. En esa época, yo jugaba en el campocorto y cuando vi a Bombo Ramos la nzar cambiaron todas mis intenciones de ser campocorto por las de lanzador. Se convirtió en uno de mis ídolos. Fue uno de los que falleció en la tragedia del 11 de enero del 48 en Río Verde. ¿Recuerda el lllOlllento exacto en que hizo su prilller lanzallliento? Sí, recuerdo un campito donde jugábamos. Jugábamos contra distintas secciones y comunidades de esa región, como Villa Vásquez, Laguna Salada, El Rincón , Copey, Manzanillo. Así surgió Juan Marichal en ese campito, gustándole el béisbol desde muy niño. Era loco con el béisbol. Siempre tuve diferencias polémicas con mi madre, porque ella me decía que tenía que dedicarme a la escuela. Y yo salía a la escuela, pero me quedaba en el play jugando pelota. En el 55, ya siendo un jovencito, jugué para Montecristi. Fuimos campeones nacionales. Ganamos todos los juegos. En el 56 me reclutaron y me llevaron a Manzanillo. También fuimos campeones. Lanzándole un juego a la Aviación, le gané dos carreras por una. Eso fue el domingo, y el lunes por la mañana tocaron la puerta y me presentaron un telegrama que decía: "Repórtese inmediatamente a la Fuerza Aérea Dominicana". Estaba firmado por Rafael Leonidas Trujillo hijo, Ramfis. Así que me cambio nervioso y arranco a Laguna

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Verde. Mi madre no lo VIO con buenos ojos. Estaba disgustada. A las cuatro de la tarde se presentó el mismo teniente con otro telegrama . Mi m a má me dijo: "Mira, a esa gente no se le puede d ecir que no. Al día siguiente salí p a ra San Isidro y m e engan charon a la gu ardia". Había una gira en México con el equipo juvenil, en la que quedamos en segundo lugar, pero no ganamos porque los á rbitros fueron muy rígidos con nosotros. Después fui a Puerto Rico para jugar con la Base Aérea Americana, luego a Aruba y a Curazao. El 16 de sep tiembre del 57, un señor que ta m bién jugó béisbol, don Horacio Martínez, junto al señor Paquito Alba M artínez, fueron a la base aérea a firmarme para los Gigantes de San Francisco y p ara El Escogido. Así m e voy yo a E l E scogido en el 57. D ebuté en un partido que estaba p erdiendo El Escogido por muchas carreras. El manager parece que me quería ver, y m e puso a lanzar una entrada. Y tuve suerte, ponché a los tres bateadores. En ese año, juego con El E scogido y, al a ño siguiente, viajo por primera vez a los Estados Unidos. En el 58 vaya Sanford, Florida, al campo de entrenamiento de los Gigantes, donde m e asignaron a la ciudad de Michigan y ahí gané 23 partidos y perdí ocho, y fui líder en toda la estadística de pitcheo. Logré la triple corona. y regreso acá, después de esa temporada, y m e convierto en lanzador regular de El Escogido. En esa época, el papaJuan XXIII estab a de moda, y un n arrador cubano me bautizó con el nombre de Juan XXIII. Ese año gané ocho juegos para El Escogido. Fue un gran año tanto allá como acá.

28 GLOBAL

¿De donde prOVIene el apodo de DOlllinican Dandy? Me lo dio un p eriodista americano: H a rry Jupiter. No sé a qué se debió. Pero ese nombre se ha hecho famosí simo. Ahora cuando participo en una actividad o en un show de autógrafos, casi siempre tengo que escribir mi nombre y debajo poner dominican dandy. ¿Cuándo elllpieza a jugar con los Gigantes de San Francisco? Después de ese gran año, llego en el 59 a Springfield, Massachussets. Y de clase A m e llevan a triple A en Tacoma, Washington. D espués de haber lanzado un partido a Sacramento, en la liga de la costa del Pacífico, a las 12 de la noche recibo la noticia de que m e han subido a Grandes Ligas. Al otro día llego a San Francisco, el 10 de junio del 60, y el dirigente me dice que no iba a la nzar de una vez, sino que yo sólo iba a ser un observador dura nte nueve días. Entonces el día 19 de julio lanzo un partido en grandes ligas contra los Philips de Filadelfia. Ahí empieza Juan Marichal su carrera en las grandes ligas . Intento ponerllle en la posición de uno de esos espectadores que presenciaron su debut en las Grandes Ligas. Y esto lo digo por la lllanera tan peculiar que tiene de lanzar la pelota. Hank Aaron dijo al respecto: "Tienes el pie en la cara, yeso es lllalo. Entonces viene a la carga COlllO un jugador de football. Rápido desde el lllontículo. A veces hasta tropieza por la fuerza del envío. Con toda esa confusión de lllovillliento es un problellla

ver la pelota. Pero su control es enorllle. Puede lanzar todo el día en ese espacio de dos pulgadas, adentro, afuera, arriba, abajo. Nunca vi a nadie tan bueno." ¿Cuándo elllpezó a lanzar alzando la pierna izquierda tan alto? R esulta que yo aprendí a lanzar imitando a Bombo Ramos, que era un lanzador que tiraba por el lado del brazo. Al la nzar por el lado del brazo no se levantan las piernas. Cuando Bombo Ramos se viraba, el bateador podía ver el número cuatro de su uniforme. Además, siempre tiraba un bombazo a la goma. Yo quería imitarlo. Yo quería la nzar así. L a ncé así en la Aviación y en clase B. Antes de acabar la temporada en el 59, en Springfield, el dirigente me llama y me pregunta por qué la nzo así. La verd ad es que la pregunta me sorprendió, porque él ya tenía dos años viéndome lanza r. Le respondí que había aprendido a h acerlo de esa form a . Entonces m e pregunta si nunca m e había dolido el brazo. Le digo que vi un lanzador dominicano que la nzaba así, y que quería imitarlo, y que por eso la nzaba así. ¿No te gusta ría lanzar por encima del brazo?, me pregunta. Tú serias más efectivo para los bateadores zurdos , me dice. Cuando me dijo eso, enseguida dij e: "Sí, yo quiero aprender". M e llevó al bullpen con dos b olas y un catclzer. Ahí comen cé a tratar, porque nunca lo h abía hecho. Cuando estoy tratando de tirar por ahí, com o que se me h acía imposible h acerlo sin levantar la pierna, y todo eso dellzigh leg kicking, de levanta r la pierna al lanzar, em pezó aquel d ía. y de ahí en adelante sentí que podía tirar un poquito


m ás duro, con el mismo control, y me enamoré del estilo. Acabo de participar en un desfi le de los inmortales del Hall of Fame, que se hizo en Nueva York p ara el juego de Estrellas. Cuando desfilábamos, todos íbamos en un a camioneta Chevrolet gigante. Se calcula que h abía un millón de fanáticos desde la Avenida 6 hasta el Parque Ce ntral. A cada ra to, los fanáticos me voceaban que levante la pierna. Y para no defraudarlos, lo hacía.

Arribó a los Estados Unidos en una época de draIlláticos caIllbios sociales. ¿COIllO fueron recibidos usted y los otros jugadores latinos por los fanáticos en los estadios? ¿Sufrieron el IllisIllO tipo de discriIllinación que sufrían los grupos de latinos y de negros en los Estados Unidos? Bastante duro al inicio. Había un problema racial bastante grande en los Estados Unidos. Nunca había vivido esa situación en mi país. Y

eso me extrañó muchísimo cuando yo llegué ahí y veía que los blancos estaban separados de los negros y de los latinos. Pero yo tenía tanto interés de ser pelotero que eso no m e afectó en nada. Si m e hubiera afectado, regreso al país de inmediato. Yo recuerdo a nuestro manager de clase B . Lo recuerdo como un padre. Íbamos en un bus viajando desde Sanford a Michigan City, en un viaje de veinte y pico horas. Cuando llegábamos a una parada, nosotros no podíamos entrar por la puerta del frente, así que ese manager nos llevaba por detrás, por la cocina. Se aseguraba que recibiéra mos alimento. A mí nunca se me ha olvidado el trato que nos dio ese señor a cuatro latinos y a tres negros que había en el equipo. Fueron momentos bastante difíciles para un latino que no conocía esa parte de la vida de un país tan avanzado como los Estados Unidos. Ya en Grandes Ligas, en Houston, en la Liga Naciona l, había un g rupo de fanáticos que se sentaba detrás de nuestro dogout, y cuando íbamos del terreno del juego a l dogout, nos voceaban: " Ustedes son los niños de K ennedy, los K ennedy Boys". Los escuchábamos y nos metíamos tranquilos en la cueva. En Houston, también, cuando salió aquella película fa mosa: Cleopatra, con Liz Taylor y Richard Burton. Orlando Cepeda m e dice: "Vamos a ver la p elícula de Liz T aylor". Como en algunas cosas yo era m ás maduro que Orlando, le digo: " Orlando, estamos en Texas. Estamos en Houston". Y él m e responde: "Tú siempre con esas cosas de racismo". L e digo: " Esa es la realidad. Eso no se puede ocultar". " Pues tú te quedas y yo m e voy",

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me dijo. Y se fue. Éramos compañeros de habitación. Como a los 45 minutos siento que tocan la puerta, pensaba que era la mucama, y cuando abro la puerta me encuentro con el rostro de Orlando con dos lágrimas. Y yo no pude aguantarme la risa, y me eché a reír. Y el se disgustó muchísimo y me dijo que cómo me iba a reír de eso. No lo dejaron entrar al cine. Y te estoy hablando a nivel de Grandes Ligas, y todavía existían esos problemas. Cuando llegué a los Estados Unidos yo no sabía que se podía ganar dinero jugando pelota. Yo le prometí a mi madre que iba a ser pelotero. Y ella me decía: "Pero mijo, y cuando tú seas grande y te cases y tengas tu familia , ¿cómo tú la vas a mantener jugando pelota?" y lo único en que yo pensaba era en el equipo nacional, en aquel equipo

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que falleció en la tragedia de Río Verde y en representar al país en un equipo como ese. A eso es a lo que yo aspiraba. Por suerte, mi sueño se hizo realidad. No solamente llegué a ser pelotero nacional, sino que llegué a las Grandes Ligas, permanecí 16 años y terminé en Cooperstown. Difícil de llegar a ese lugar. Ahora mismo, tan sólo hay 64 miembros vivos. Así que yo creo que el Señor me vio con buenos ojos y me dio la fuerza y el valor para sobrepasar todos esos problemas raciales. A IllÍ Ille parece que de alguna forIlla todos esos jugadores latinos de esa época con su talento y su deterIllinación abrieron los portones a los jugadores latinos actuales. Cada vez que yo veo un dominicano triunfar me siento orgulloso.

Cuando estábamos a nivel de clase A, nosotros ganábamos 300 dólares y nos daban tres dólares de dieta. y lo que más comíamos era chili beans y mucha sopita Campbell, para que rindieran los tres dólares. Cuando nos reunimos toditos - Mateo Alou, Manuel Mota, Orlando Cepeda, Felipe Alou- empezamos a hablar y no nos lo creemos. A veces recordamos cuando éramos jóvenes y podíamos comer hasta piedras y nada nos hacía daño. Y ahora que podemos comer bien, no podemos, porque los doctores nos lo tienen prohibido. San Francisco, a diferencia de otras ciudades, sieIllpre ha sido abierta y tolerante ... Es una ciudad que estaba llena de salvadoreños, nicaragüenses y muchos mexicanos. Inmigrantes de todas partes.


Dur ante su carrera, ¿cuál fue el b a teador que le resultó m.ás tem.ible? Yo diría que varios. Pete R ose, Felipe Alou, Roberto Clemente. Uno no les tenía miedo, pero sí respeto. Pero de todos esos, había uno que no era ese gran bateador, p ero contra mí era el mejor: Tony González . Usted h a dicho en vanas entrevist as que durante toda su carrer a e n las Grandes Ligas, t an s ólo tuvo un episodio neg ativo. Se trata del incidente c on J o hnny Roseboro, el 22 d e Ago sto de 1965, durante el p artid o frente a los Dodgers d e Los Ángeles. Según he leíd o, b a teando contra Sandy K oufax, e n el tercer inning, s intió q ue a l enviarle de vuelta l a pelot a a l pitcher, el catcher J o hnny Roseboro había lanzad o la p e lota tan cerca que casi le roza una oreja. Discutieron y usted term.inó golpeando c on el b a te a Roseboro. Se han e s crito h asta libros acerca de e s te suc eso. Cada vez que un cronista dep ortivo publica un lib ro sobre el béisbol de los s e senta, tiene un capítulo ded icado al incidente. Puede refe r irse un poco a este. La verdadera historia sobre el caso la sab en Johnny Roseboro, Sandy Koufax, Orlando C eped a, M ateo A lou y un coaclz de bateo. Fue algo a nte lo que me lamenté y p edí excusas. Me hice a migo de R o eboro. Yo lo invité a l p aís con su esposa y su hija. A lgo que le agradecí toda su vida, porque ya falleció. Como desapareció, no me gusta revivir esa parte. Fui a su fu-

neral en Los Ángeles. D esde que nos hicimos amigos m a ntuvimos una buen a relación . Actualmente, mantengo una bonita relación con su hija y su viuda. ¿Cuál considera que fue su m.ejor partido? ¿Aquel en que debutó con Los Gigantes jugando contra Filadelfia, en el 63, cuando lanzó un juego sin hits ni carreras o en el 65 cuando fue seleccionado el jugador m.ás valioso del juego de estrellas? Yo lancé un juego de 16 entradas contra una leyenda: Warren Spahn. ¡16 innings! Ningún lanzador haría eso ahora. Bueno, me costó un disgusto con el dirigente. Porque yo desobed ecí sus instrucciones. El m e quería sacar para protegerm e. Desde el noveno me quería sacar. Yo le rogab a que me dejara una entrada m ás. Lo convencí. Ya el juego va por el inning 14. Y vuelve donde mí y m e dice: " Mira, ya está bueno, ya no puedes seguir lanzando". " Mis ter D a rk - se llamaba Alvin D a rk-, u sted ve ese señor que está la nzando, ese señor tiene 42 a ños, mientras ese señor se m a ntenga en el montículo nadie me saca". Se molestó, se puso rojo, se puso colora do. M e dejó una entra d a m ás. Cuando regr eso del montículo en la entrada numero 15 (éramos Izomeclub), le digo: " Ya, se acabó, ya no vaya la nza r m ás". El dirigente manda un pitclzer a calentar a l bullpen. ¿Qué p asa? En esa misma entrada, en la segunda parte de la entrada 15, Warren Spahn saca los tres ba teadores. Cuando veo que

nos h acen ese cero tan rápido, tan sólo miro mi g uante y mi gorra, y agarro el guante y la gorra, y m e emba lo a fuera. Y ese fue otro motivo p a r a que D a rk se molestara. D e regreso al montículo, m e quedo retrasado, esperando a Willie Mays, y cuando va por la línea de primera, le paso el brazo y le digo: "Chico -como él le decía a todo el mundo- ; Alvin Dark es tá furioso, m e quier e sacar. Y Willie M ays m e dice: "Chico, yo vaya ganar el juego por ti". Era el segundo ba teador de esa entrada, en el primer la nza miento ¡pa m! p egó un jonrón. D e ese juego es del que m ás se habl a . No se habla del no Izitter, ni de mi debut en las Grandes Ligas. Es d e ese. ¿C uá ntos lanzamientos tú crees que yo hice? 227 lanza mientos. Si tuviera la posibilidad de cam.biar algo en su vida, ¿qué sería? Una vez un periodista m e preguntó: " Si u sted pudiera vivir su vida de nuevo, ¿volvería a ser p elotero?" Yo le respondí que no, que sería golfista. "¿Cómo tú vas a decir eso? Tu eres un Izall iffome», se pronunció mi esposa. Yo le dij e que sí, que quiero ser golfista. ¿Por qué? Porque en el golf eres tú solo contra el campo, tú juegas contra varios jugadores, p ero a quién tú tienes que vencer es al campo. En el b éisbol, tú dep endes de much os jugadores que te están ayudando a ganar, p ero que también te pueden llevar a p erder, y además un á rbitro puede equivocarse o el dirigente tomar una mala decisión. En el golf, si tú jugaste bien vas a salir en prim era p ágina, sí no , no vas a salir. Y una de las p ersonas que m ás me

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gusta presenciar jugando es a Tiger Woods. Cada tiro que ese hombre hace yo lo vivo. ¿CÓlllO elllpieza esa pasión? En el campo de entrenamiento de los Gigantes, ellos construyeron un pueblo llamado Casa Grande en Arizona, un hotel y un campo de golf. En periodo de entrenamiento yo veía jugar al coach. Alquilaba un carrito para ir a verlos jugar. Me interesé tanto en el juego que comencé a jugar. R ecibí unas doce lecciones de Chichi Rodríguez, ese gran campeón puertorriqueño, amigo mío. Así comenzó a metérseme esa fiebre del golf y ayuda muchísimo, porque a mí me encanta caminar. Cuando juego golf, yo no uso los carritos ... porque así me mantengo en un estado físico agradable. Sigo como siempre enamorado de la pelota, y no soy de las personas que siguen un juego y se duermen. Ahora que tiene lllás de 70 años y puede sentarse a analizar toda su vida, ¿qué considera que ha

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sido la clave de su exitosa carrera en las Grandes Ligas? El trabajo. A veces yo estoy dándole charlas a los niños y ellos me miran como si yo fuera un extraterrestre, y yo les digo: "No hay nada imposible. Si tú piensas en donde yo nací, donde me crié, cómo llegué a la capital, a los Estados Unidos y luego a Grandes Ligas y terminé en Cooperstown. y si yo pude, cualquiera puede hacerlo". Hay muchas cosas difíciles, pero no imposibles. Si tú te dedicas a una cosa, si trabajas, te sacrificas, te disciplinas, tú puedes llegar. Todo el mundo puede llegar. En cualquier rama. Todo es posible cuando se trabaja. Yo sé que la suerte y el señor me acompañaron. Cuando empecé a ser pitcher, yo quise ser el mejor. y si no llegué a ser el mejor, estuve bastante cerca. A mí me pasó algo a los 14 años. Esta historia no la sabe mucha gente. No creo que esté en ninguna biografía. Mi región es una zona arrocera. Los operadores de tractor que preparaban la tierra para el cultivo se iban de parran-

da a beber los sábados. Desde esa edad yo sabia operar un tractor, porque yo me montaba con ellos mirando y preguntando hasta que aprendí. Los sábados, esos operadores, para irse a parrandear, me daban cinco pesos, para que yo les trabajara de 6 de la tarde del sábado a 6 de la mañana del domingo. Ellos m e dejaban el tractor con 55 galones de combustible. Eso era para trabajar la noche entera. Engrasadito, lavadito. Todo limpiecito. Yo comenzaba a las 6 de la tarde y a las 6 de la mañana paraba. y tenía que dejarlo igualito, tenía que echarle 55 galones de gasoil, engrasarlo y lavarlo, y dejarlo parado ahí. Me metía en una rigola, me bañaba, me ponía mi ropa y salía a la carretera. Yo caminaba cuatro kilómetros para la casa. Mi mamá me daba un peso para tomar un carro de ahí a Montecristi para ir a jugar pelota. Fíjate que yo no h e dormido. Cuando yo llegaba al play, el juego de la mañana estaba en el séptimo u octavo inning. A veces me metían y yo hacía una o dos entradas. Abría el juego en la tarde y lo lanzaba completo. Acabábamos de noche. Así yo me hice pelotero. Frank Báez es escritor, psicólogo e

investigador social con estudios de postgrado en la University of Illinois at Chicago. Ha publicado los libros

jarrón y otros poemas (Editorial Betania, Madrid, 2004), Págales tú a los psicoanalistas (Editorial Nacional, Santo Domingo, 2007) y Postales (Casa de Poesía, Costa Rica, 2008). Es editor de la revista virtual de poesía Ping Pong: <www. revistapingpong.com>. Coordina el Instituto de Opinión Pública (INOP) de Funglode.


AWARDED

~pbrilll~S REPUBLlCA DOMINICANA

2008



( I

Una revisión de los derechos humanos En octubre del pasado año, Funglode celebró, en cooperación con la Unesco, un seminario sobre derechos humanos emergentes en la República Dominicana, a propósito de la conmemoración del 60 aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos. De entre las exposiciones que se realizaron, Global presenta tres: la de Eduardo Jorge Prats, quien explica el impacto de la economía mundial y el respeto a los derechos fundamentales desde el punto de vista de los derechos humanos emergentes, en el contexto de los cambios globales y el proceso de la reforma constitucional en la República Dominicana; la de Vielka Palanca, quien enfatiza la importancia de que un Estado aspire a una democracia multicultural y la fortalezca a través de la unión de los esfuerzos de la sociedad civil y de los sectores gubernamentales más conscientes y la de Luis Carvajal, quien concluye que hay que articular un poder social capaz de declarar lo ambiental como un derecho para todos.


La economía mundial y los derechos humanos emergentes Este artículo habla del impacto de la economía mundial y el respeto de los derechos fundamentales, desde una perspectiva que integra el discurso de los derechos humanos emergentes con la dogmática de los derechos fundamentales en el derecho constitucional y en el derecho internacional de los derechos humanos, todo ello en el contexto de los cambios globales y el proceso de reforma constitucional en la República Dominicana.


a economía mundial impacta directamente en todo lo que tiene que ver con el respeto y la efectividad de los derechos fundamentales. Ya nadie hoy, seriamente, afirma que puede haber un ordenamiento jurídico donde se garanticen los derechos y las libertades al margen de lo que es el funcionamiento de la economía. Hoy sabemos que la economía impacta directamente en la efectividad de los derechos fundamentales, pero al mismo tiempo, los economistas y el discurso económico están abiertos a la idea de que no solamente las leyes económicas importan para la economía, sino que también una política de derechos fundamentales incide directamente en las posibilidades que tiene un país de desarrollarse sostenida y sosteniblemente. Es decir, hoy, tanto del lado de los economistas como del lado de los juristas, se admite que la esfera económica o el subsistema social económico impacta directamente en el subsistema jurídico, y viceversa. Acudiendo al lenguaje sistémico de Niklas Luhmann, podemos afirmar que el derecho y la economía son autosistemas que, sin embargo, no están aislados uno del otro sino que se interrelacionan. Específicamente, la economía mundial o la económica globalizada parten del hecho de que los países no son sistemas aislados de su entorno, de la región, del mundo, por lo que los derechos internos están condicionados por los factores económicos locales o internos y por los factores económicos globales. D e hecho, digamos que los factores económicos globales inciden a veces mucho más que los factores económicos internos. Y es que la

L

economía de hoyes una economía interconectada. La prueba más clara es el desplome de las bolsas a consecuencia de la crisis crediticia de las hipotecas en los Estados Unidos. Es decir, hay un impacto directo, y este impacto no es solamente en el nivel de satisfacción de las necesidades sociales básicas - de lo que son los derechos sociales, que son una conquista del Estado social que se logra fundamentalmente a partir de la Segunda Guerra Mundial-, sino que la economía mundial influye directamente en el cumplimiento también de los derechos individuales. Por eso, en la actualidad se afirma que las transnacionales, las megacorporaclOnes, tienen una responsabilidad que cumplir en el plano de los derechos humanos. Conocido es el caso de empresas de las que se ha demostrado que, en un momento, han manufacturado sus productos a partir del trabajo infantil o de la explotación del trabajo de inmigrantes ilegales sometidos a explotación, y tras ser conocido por la opinión pública, se han visto mermadas las ventas, porque el mercado es más sensible a este tipo de denuncias en los países desarrollados. Así, se afirma que los derechos humanos, los derechos fundamentales, vinculan no únicamente a los estados, sino que obligan también a los poderes privados, lo que Luigi Ferrajoli ha denominado los poderes salvajes o macro poderes económicos, que son tan o más importantes que los propios poderes públicos. Se habla entonces de la eficacia horizontal de los derechos fundamentales. Es en este contexto donde surge el nuevo paradigma de los de-

rechos humanos emergentes. Estos derechos humanos emergentes, ¿qué son frente a los derechos humanos tradicionales? La respuesta es sencilla: mientras el paradigma de los derechos humanos parte de la idea de una separación entre los derechos de la primera, segunda y tercera generación, el paradigma de los derechos emergentes afirma que esa separación ya no es válida, que no podemos separar los derechos en una esfera individual o una esfera social o colectiva, o una esfera económica, una esfera social, una esfera cultural, liberal, sino que los derechos, como lo vienen admitiendo la gran mayoría de la jurisdicciones de derechos humanos supranacionales, están interconectados, son interdependientes. Todos los derechos humanos fundamentales deben ser, en consecuencia, interpretados socialmente.

¿Derechos efectivos ? Esa idea vieja -pero presente todavía en la actualidad en los discursos de los juristas y de los hacedores de políticas públicas- consiste en afirmar que los derechos económicos, sociales y culturales no eran derechos efectivos porque un Estado que no tuviera o que no invirtiera recursos no podía satisfacer esos derechos, mientras que los derechos individuales, como lo único que exigen del Estado es una abstención de no interferir con mi vida privada, con mi libertad, sí son verdaderos derechos. Pues bien, ese paradigma de la primera mitad del siglo xx ya no es válido. ¿Por que? Porque se reconoce hoy que los estados tienen una serie de obligaciones con relación a la protección de los derechos humanos, obligaciones de garantía, de

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mantenimiento, de progresividad en la satisfacción de estos derechos, y que no hay tal diferencia entre los derechos individuales del catálogo clásico de derechos fundamentales y los derechos sociales de la segunda generación. ¿Por qué? Porque en el fondo todos los derechos cuestan, todos los derechos implican una inversión de recursos. Es cierto que para que haya derecho a la salud, para que haya derecho a la seguridad social, debe haber una inversión, debe haber un gasto social, debe haber un presupuesto. No podríamos decir que hay derecho a la salud efectivo si no hay un sistema de salud pública y si no se garantizan ciertas prestaciones de salud básicas. Pero lo mismo ocurre con derechos individuales como el derecho a la propiedad, el más liberal y el más individual de todos los derechos. ¿De qué te vale decir que hay derecho a la propiedad si no hay un sistema que organice el registro de la propiedad intelectual, el registro de título, la transferencia de la propiedad? ¿Para qué sirve consagrar el derecho del acusado a la defensa si no hay un sistema de defensa pública que auxilie al imputado carente de recursos? En otras palabras, los derechos humanos son interdependientes. No son esferas que están aisladas. Y por eso, el hecho de que el 80 por ciento de la riqueza mundial se concentre en los países más desarrollados y, dentro de todos los países, el 80 por ciento de la riqueza se concentre en la minoría de la población, de que los ricos son más ricos y los pobres más pobres, toda esa situación de ir~jus­ ticia, tanto en el nivel de los estados como entre los estados, se refleja en

38 GLOB.A.L

Cerca de cinco mil participantes de diferentes sindicatos, ONG y otras asociaciones celebraron el 60 aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos en Phnom Penh, Camboya, en diciembre pasado.

el cumplimiento y la satisfacción de los derechos fundamentales. Y la dogmática de los derechos humanos emergentes, al abordar el impacto de la economía mundial en la satisfacción de los derechos, aporta elementos importantes para comprender la categoría tradicional de los derechos sociales básicos. Uno de esos elementos es el derecho a una renta básica de ciudadanía, que es aquel derecho en virtud del cual se asegura a toda persona, sin discriminación alguna, e independientemente de su situación laboral, el derecho a vivir en condiciones materiales de dignidad. Ese derecho de renta básica ciudadana no es un derecho social típico, porque no depende de los ingresos de la persona, de su nivel económico, no depende tampoco de si trabaja o no trabaja, sino que es un mgreso que se paga por ser

ciudadano y para garantizar condiciones mínimas de dignidad . El mismo está ligado directamente con el derecho fundamental a una vida digna, el derecho a la dignidad humana. Este derecho a la vida digna es visible ya en la famosa decisión de la Corte Interamericana de los Derechos Humanos con relación a los niños de la calle de Brasil, que señala que esos niños ya habían muerto antes de ser asesinados por la Policía brasileña, porque en esos momentos, ellos, como niños desamparados que no tenían techo, que no tenían educación, que no tenían familia, ya habían perdido ese concepto de vida digna. Y enlaza, además, con el reclamo que está en el artículo 1.3 de la Carta de los Derechos Humanos Emergentes, en donde se asume el nuevo derecho, el derecho emergente clave, para


garantizar equidad, para garantizar una verdadera justicia social. Ahora, en el contexto de una economía globalizada, el derecho a esa renta básica de ciudadanía no tiene sentido sino hay un impuesto que garantice transferencia de recursos de los países más desarrollados a los países menos desarrollados; porque tampoco hay un derecho a una vida digna de las naciones como conjunto y por eso hay fórmulas, hay alternativas, como lo que llaman la tasa Tobin, que es un impuesto a las transferencias que se realicen en los mercados extranjeros que sería transferido a los países menos desarrollados. También se afirma en las discusiones contemporáneas que la protección de los derechos, si bien es cierto que no está ligada a la condición de los ciudadanos - porque los derechos humanos son derechos que

se consideran como inherentes a las personas, y como dice Ferrajoli, son derechos que se asignan a la persona y no a los ciudadanos- , no menos cierto es que el único derecho que el neoliberalismo no reconoce es el derecho a emigrar, lo cual hace que la ciudadanía de los países desarrollados sea el último reducto, la última barrera infranqueable a los derechos fundamentales . y sea precisamente el derrumbe de esa barrera uno de los elementos claves para lograr realmente una justicia social.

El derecho a emigrar y aquí entramos a todo el tema de lo que en la Carta de los Derechos Humanos Emergentes es el derecho a emigrar. El derecho a circular fue uno de los derechos por los que abogó el liberalismo en el siglo XVIII: la circulación de las mercancías, la circulación del tra-

bajo, la circulación de la personas. Si somos verdaderamente liberales, debiéramos creer en el derecho a circular libremente como personas. Paradójicamente, el capitalismo salvaje reconoce la libre circulación del capital pero no admite la libre circulación de las personas. Otro elemento importante en la dogmática de los derechos humanos emergentes es el hecho de que la República Dominicana reconoce y aplica los principios del derecho internacional general público y americano que haya adoptado en virtud del artículo 3 de su Constitución. Por su parte, el artículo 10 de nuestra Carta Magna establece que la lista de derechos es una lista limitativa. Ambos artículos permiten incorporar jurisprudencialmente mucho de los llamados derechos emergentes. De ahí que si los llamados derechos emergentes son aquellos que salen, después de estar sumergidos en el líquido de la oscuridad, de ser desconocidos por el Estado y los ciudadanos, emergen entonces a la vida legal a partir de nuestra Constitución. Pero la tarea que debe ocuparnos no es tanto identificar nuevos derechos, sino, sobre todo, perfeccionar y reinventar sus garantías. y es que no se trata solamente de tener un catálogo amplio de derechos, sino sobre todo de contar con garantías efectivas, porque como bien afirma el Instituto de Cataluña, en relación a los presupuestos teóricos de la Carta de los Derechos Humanos Emergentes, la declaración de todos estos derechos no debe quedarse en una mera enumeración de los mismos, sino que se debe garantizar su cumplimiento a través de la adopción de

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Conocido es e l caso de empresas de las que se ha demostrado que han manufacturado sus productos a partir del trabajo infantil o de la explotación del trabajo de inmigrantes ilegales, (El Prat de Llobregat, Barcelona, año 2000).

mecanismos de garantía que aseguren el derecho a la verdad y a la justicia, el derecho a la cultura democrática y el derecho a un sistema internacional justo. El concepto de democracia garantista podría concentrarse en el derecho y el deber de respetar los derechos humanos por parte de todos los actores de nuestra sociedad e independientemente de las fronteras nacionales. Yeso nos lleva entonces al tema de que definitivamente la satisfacción de los derechos económicos, sociales y culturales no puede alcanzarse en el plano nacional, a nivel local, y por eso hoy se habla de la necesidad de que emprendamos la construcción de una Constitución social mundial, e incluso se habla de la necesidad de crear una jurisdicción social supranacional, que garantice unos mínimos que a nivel laboral, de la seguridad social, y de los demás derechos económicos, sociales y culturales que establecen los diferentes instrumentos de derechos de desarrollo humano.

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Pero esa jurisdicción social supranacional tendrá que tener un instrumento económico, y ese instrumento económico es la tasa Tobin, que es la que permite transferir recursos de la economía del Primer al Tercer Mundo. Muchos afirmarán que esto es puro sueño, que, como decía Calderón de la Barca, "la vida es un sueño y los sueños, sueños son", pero ocurre que este es el momento de las utopías, si es que entendemos que lo que estamos haciendo es construir un nuevo orden constitucional, un nuevo orden global que no puede ser erigido a partir de antiguos paradigmas. La Constitución se asume también como tarea de renovación y por eso se dice el tema no es el pasado sino el futuro de la Constitución. Los temas constitucionales del futuro que no pueden ser soslayados, ahora que estamos inmersos en un proceso de reforma constitucional, son muchos y variados: la reducción del desempleo; la reducción del endeudamiento público; la reducción

de la burocracia estatal; la lucha contra la delincuencia organizada; el desafío ecológico; la lucha contra la corrupción; el pluralismo de los medios de comunicación; la protección de los periodistas; los desafíos de la nuevas tecnología biogenéticas de información; las funciones de la policía y las fuerzas armadas; las amenazas de los fundamentalismos religiosos; la democratización de los partidos; los deberes humanos; los movimientos migratorios; la soberanía nacional en un mundo crecientemente globalizado; la protección de los bienes culturales, y el derecho a vivir en una sociedad vivible. Esto último es importantísimo: de lo que se trata no es solo de vivir, sino del derecho a vivir en una sociedad y en una ciudad tolerante. Por eso me encanta el artículo 6.3 de la Carta de Derechos Humanos Emergentes que señala algo muy bello e importante: el derecho a que todo tipo de vínculo personal entre adultos libremente consentido merece igual protección jurídica.


Hay entonces que soñar porque el derecho constitucional y el derecho internacional de los derechos humanos es una fábrica de sueños, una fábrica de utopías. La historia enseña que los derechos son una conquista cultural, lograda gracias a las utopías, gracias a las fantasías, a las visiones, a los sueños . Hoy quizá estamos soñando, hablando de los derechos humanos emergentes, por lo que debemos estar abiertos en el futuro a las nuevas utopías, para que las utopías clásicas sean transformadas en verdadera realidad constitucional.

Quijotes El sueño de la integración racial en los Estados Unidos no hubiese sido posible sin un Martín Luther King ni el final del apartheid en Sudáfrica sin un Mandela. Los pueblos, como diría Mu Kien Sang, necesitan quijotes que luchen en sus tierras para transformar sus propias herencias, como es el caso de Thomas Payne, Juan Pablo Duarte, Ulises Espaillat y Eugenio María de Hostos. Estos quijotes pueden ser acusados de ilusos por forjar sueños, de perdedores por no acceder al poder político; pero por la crítica al establishment, por instigar a la masas a integrarse a las luchas libertarias, y por forjarse sus propias utopías, todos ellos han permanecido en la memoria colectiva de sus pueblos y de la humanidad. Por eso es que tiene importancia el Preámbulo en la nueva Constitución: "Nosotros, representantes del pueblo dominicano, libre y democráticamente elegidos, reunidos en la asamblea revisora, inspirados en los ejemplos de lucha y sacrificio de nuestros héroes inmortales, estimulados por el trabajo

abnegado de nuestros hombres y mujeres, guiados por el ideario de nuestros padres fundadores de establecer una república libre, independiente, soberana y democrática, invocando el nombre de Dios, proclamamos nuestra voluntad de promover la unidad de la nación dominicana, por medio de valores supremos y principios fundamentales que garanticen la convivencia fraterna, como son la libertad, la justicia, la paz, el progreso, el bienestar social y la solidaridad". Esta solidaridad es, por cierto, uno de los ejes transversales de todo el movimiento de los derechos humanos emergentes. Es preciso acceder al texto de la propuesta de Constitución del presidente Leonel Fernández y analizar la parte de los derechos fundamentales a la luz de la Carta de los Derechos Humanos Emergentes. Esa carta es una clara influencia en todo lo atinente a la equidad, a la democracia paritaria, a la lucha contra la erradicación de la discriminación y de la violencia intrafamiliar, al concepto de familia que está en la Constitución como el espacio donde el individuo tiene la facultad de desarrollar libremente su personalidad. Una nueva Constitución dominicana será definitivamente una válvula para que los derechos humanos emergentes puedan conectar con la realidad que vivimos. En los países pobres, como la República Dominicana, estos derechos son más importantes que en los países ricos. Porque en los países pobres, lo poquito que hay, hay que distribuirlo de un modo más equitativo y de un modo más justo. Por eso hay que conectar el discurso del derecho internacional de los derechos hum anos con el discurso del

derecho constitucional, porque, en el fondo, lo que existe es un bloque de derechos conformados por los instrumentos internaciones y por los instrumentos nacionales, aplicados por los órganos jurisdiccionales nacionales y por los órganos jurisdiccionales supranacionales, pero los derechos son los mismos. Precisamente una de las virtudes del proyecto de reforma constitucional es que establece el principio de que los poderes públicos interpretarán y aplicarán las normas relativas a los derechos fundamentales y sus garantías en el sentido más favorable a la persona titular de los mismos y en caso de conflictos entre derechos fundamentales procurarán armonizar. En otras palabras, la interpretación que va a prevalecer es la nacional o la internacional dependiendo de cuál sea más favorable a la persona. Por eso, es vital que trabajemos, juristas y economistas, constitucionalistas e internacionalistas, de modo interdisciplinario, en la construcción de una nueva dogmática de los derechos fundamentales y de los derechos emergentes, que es el discurso del nuevo constitucionalismo social y del emergente constitucionalismo global. Eduardo Jorge Prats es licenciado

en Derecho, magna cum laude, por la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (PUCMM) y cuenta con una

maestría en Relaciones Internacionales de la New School for Social Research. Autor de la obra Derecho constitucional, en la actualidad es columnista del

periódico Hoy y dirige la firma Jorge Prats Abogados y Consultores Ha sido profesor en los programas de Funglode, en las áreas de regulación económica y derecho administrativo.

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La identidad cultural y el derecho a la diversidad cultural Aunque contamos con algunos instrumentos jurídicos para la protección de los grupos minoritarios, y la propia Unesco se ha pronunciado sobre la diversidad cultural a través de la Declaración, primero, y luego de la Convención, como un valor humano a ser respetado, la práctica demuestra que la multiculturalidad como un instrumento de lucha en el combate al racismo, la discriminación y la intolerancia, continúa siendo un tema pendiente, y que la diversidad cultural como un derecho a ser respetado y garantizado por los Estados es todavía hoy un gran reto del futuro .


a identidad cultural y el derecho a la diversidad cultural como un derecho emergente se fundamenta en la Declaración Universal de los Derechos Humanos, aprobada el 10 de diciembre de 1948 por la Asamblea General de las Naciones Unidas,! como resultado de una toma de conciencia de la comunidad internacional en base a las exp eriencias vividas durante la I y la II Guerra M undial. La comunidad internacional reconoce ciertos derechos y prerrogativas que el ser humano necesita para su desarrollo. Surge a partir de la negociación entre los países y por primera vez en la historia, estos, sin importar sus filo sofías, sus sistemas políticos, religión, nacionalidades y culturas, se ponen de acuerdo en 30 artÍculos que forman parte de lo que es la Declaración Universal de los Derechos Humanos. 2 Este documento tiene un valor fundamental para la humanidad, aunque hay que reconocer que ya había antecedentes importantes, como las C artas Inglesas, las cuales fueron un intento de la nobleza de limitar el poder absoluto de la monarquía, donde se establece por primera vez el habeas corpus, 3 momento en el que se inicia el desarrollo de lo que serían las garantías para el debido proceso; las ideas liberales de la R evolución francesa, y la D eclaración de Virginia; entre otros momentos históricos fundamentales en el desarrollo normativo de los derechos humanos. La D eclaración Universal es el inicio de la codificación de los derechos humanos: ahí empieza lo que hoy llamamos derecho internacional de los derechos humanos. Esas ideas

L

han sido incorporadas a las constituciones de los países democráticos, incluyendo la República Dominicana. A partir de su aprobación, comienza el proceso de evolución del derecho internacional de los derechos humanos; sin embargo, la D eclaración presenta la debilidad de no tener carácter coercitivo: no es obligatoria para los Estados, es más bien un enunciado de valores y principios que implica un reconocimiento y cierto compromiso p ero no vincula jurídicamente. Por lo tanto, en el momento de la aprobación se decide designar a una comisión para redactar un documento jurídico que fuese vinculante y se empieza a trabajar en una Convención. 4 Es en 1966 cuando se aprueba no una convención sino dos: el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos 5 y el Pacto Internacional de Derechos E conómicos, Civiles y Culturales, 6 instrumentos vinculantes que una vez firmados y ratificados por el Estado son obligatorios. Estos pactos, por ejemplo, tienen mecanismos para recibir denuncias sobre violaciones de derechos humanos y dar seguimiento al cumplimiento de los compromisos asumidos en éstos. Es importante aclarar que en 1948 se firma la Declaración y que en 1966 se rubrican los dos pactos; sin embargo, estos no entran en vigor sino hasta 10 años después, ya que para que estos acuerdos entren en vigor se tiene que obtener una cantidad específica de ratificaciones por parte de los Estados que la han aprobado, según se establece en sus propias cláusulas. Esto explica el por qué no es casualidad que aparte de una declaración, tengamos también pactos internacionales.

Asimismo, han ido surgiendo una serie de instrumentos normativos a nivel regional. Así, encontramos la Declaración Americana de los D erechos del Hombre,? la Convención Interamericana de los Derechos Humanos (o Pacto de San ] osé),8 y una serie de convenciones que tutelan derechos o grupos específicos, como es el caso de los derechos de las niñas y los niños, de los trabajadores migran tes, de las mujeres, y del tema de la tortura y de la discriminación racial, entre otros. Es un proceso que ha tardado mucho, porque el tema de los derechos humanos es la búsqueda de la protección de la vida y la igualdad del ser humano a nte el Estado. Los derechos humanos son prerrogativas, valores y principios, pero también son normas jurídicas para proteger la dignidad humana ante el Estado.

La identidad cultural Es necesario conocer la evolución que han tenido los derechos humanos para poder comprender el surgimiento de una nueva categoría de derechos, a los cuales se les refiere como emergentes. El derecho surge por un conflicto, por una necesidad de legislar, de regular la red de relaciones entre las p ersonas y sus bienes. El fenómeno de la migración ha provocado una serie de situaciones que requieren ser regula das, como es el caso del respeto a la identidad cultural de las personas y de los pueblos. Pero para poder entender lo que implica un derecho a la diversidad cultural hay que comprender qué es la identidad cultural. La identidad cultural se refiere a un sentimiento de pertenencia de un

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Una anciana perteneciente a una comunidad indígena participa en una concentración para celebrar el Día Internacional de las Poblaciones Indígenas , declarado por la ONU en 1994 .

grupo social dado por un conjunto de características cohesionadoras como valores, creencias, costumbres, modos de comportamientos, que permiten a dicho grupo disting uirse del resto de la sociedad. Estas características diferenciadoras sirven de fundamento para que un determinado grupo se reconozca y autodefina como tal. Sin embargo, la identidad cultural es un proceso de construcción socio-histórica y cultural, y como tal, es el resultado de los condicionamientos y las elecciones relativamente libres que toma cada individuo, dando lugar a una dicotomía - identidad elegida vs. identidad descubierta- , según el peso que se le dé a cada elemento. 9 Según José Luís Gutiérrez Espíndola, " la identidad es la suma de nuestras pertenencias [...] es necesariamente identidad compuesta, múltiple, compleja, dOnde cada rasgo, cada atributo, cada pertenencia es una posibilidad de encuentro con los demás, un puente que nos comunica con otras

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personas". JO Esta idea recoge el espíritu del concepto de diversidad cultural, en la m edida en que ésta es la expresión y reconocimiento de identidades (estilos de vida, diferentes formas de pensar, expresión sexual, religiosidad, etnicidad) que fungen como puente, como un reencuentro con otras personas. Sin embargo, aunque la identidad es un puente que une a un grupo humano, también ha sido generadora de profundas diferencias que han desembocado en graves conflictos entre pueblos y naciones. La expresión de identidades y diferencias culturales ha sido, a lo largo de la historia de la humanidad, pretexto de conflictos, de violencia y de manipulaciones políticas. Hoy día no es diferente. Por el contrario, con la creciente globalización, que ha incrementado las sociedades multiculturales, las manifestaciones de intolerancia y discriminación, basadas en las diferencias culturales, religiosas y étnicas, son cada día más generalizadas, constituyen-

do una grave amenaza a la p az y seguridad tanto a nivel local como nacional e internacional. E n el actual orden social es eminente la vulnerabilidad de las culturas minoritarias o con menos poder. Expuestas a la opresión y a la exclusión, estos colectivos son víctimas de la m a rginación social, económica y política, y ven reducidas sus posibilidades de desarrollo. La historia y, desafortunadamente, la actualidad, están llenas de ej em plos que ilustran esta situación. Es en este contexto que un derecho humano a la diversidad cultural adquiere significado y valor. Es ante todos los actos de discriminación, de xenofobia e intolerancia, de que somos testigos en el mundo moderno y globalizado en que estamos viviendo, que se hace necesaria la existencia de normas que promuevan la tolerancia y protejan la pertenencia de cada individuo a su cultura, a sus valores y a sus creencias. Fundamentado en el derecho, inherente e inalienable del ser hu-


mano, a la libertad de expresión, la idea de un derecho a la diversidad cultural surge como una condición fundamental para el desarrollo de los pueblos y las minorías, p ero so bre todo para la protección de la dignidad humana . Así lo h a con sidera do la comunidad internaciona l, cu a ndo en el a ño 20 01 aprueba, en el marco de la Unesco, la D eclaración Universal sobre la Diversidad C ultural. 11 A l igua l que la D ecla ración Universal de los D erecho s Humanos constituyó en su momento un primer paso en la conquista de los derechos humano s y las liberta des fundamentales, la D eclaración de la Unesco sobre la diversidad cultural con stituye un primer p aso a la consideración y refl exión sobre el concepto de diversidad cultural, sus implicaciones y la necesidad de que los estados tomen medidas para garantizar su valor y preservación. Como resultado de estas primeras reflexiones y de la necesidad manifiesta de tomar medidas, en el año 2005, durante la XXXIII sesión de la Conferencia General de la U nesco, se aprobó la Convención sobre la Protección y Promoción de la D iversidad de Expresiones Culturales, 12 la cual entró en vigor en el año 2007. La Convención considera la diversidad cultural como un patrimonio común de la humanidad, y como uno de los principales motores del desarrollo sostenible de las comunidades, los pueblos y las naciones, indispensable para la paz y seguridad en las distintas esferas sociales y comunitarias . Nos dice que " la diversidad cultural se refiere a la multiplicidad de

formas en las que se expresan las culturas de los grupos y sociedades, estas expresiones se transforman dentro y entre los grupos y las sociedades. La diversidad cultural se manifiesta no sólo en las diversas formas en que se expresa, enriquece y transmite el patrimonio cultural de la humanidad mediante la variedad de expresiones culturales, sino también a través de distintos modos de creación a rtística, producción , difusión, distribución y disfrute de las expresiones culturales, cualesquiera que sean los m edios y tecno logías utilizados". 13 Establece además el derecho y obligación de los Estados de adop tar medidas p a ra fomentar el diálogo entre culturas, así como pa ra proteger y promover la diversidad de las expresiones culturales en sus territorios, p a ra que las culturas puedan prosperar libremente en un ambiente de p az. Ambos instrumentos de la Unesco, la D eclaración y la Convención, vienen a promover la interculturalidad y el concepto de

democracia multicultural,14 que es precisamente a lo que aspira un Estado donde se respeta la identidad cultural y el derecho a la diversidad cultural. Sin embargo, aunque contamos con algunas normas positivas sobre la protección de los grupos minoritarios, la práctica demuestra que la multiculturalidad, como un instrumento de lucha en el combate al racismo, la discriminación y la intolerancia, continúa siendo un tema p endiente, y que la diversidad cultural como un derecho a ser resp etado y garantizado por los estados es todavía hoy un gran reto del futuro. Para finalizar, quisiera dej arles con estas palabras consagradas en la D eclaración Universal de los D erechos Humanos: "Toda p ersona tiene derecho a tomar parte libremente en la vida cultural de la comunidad, a gozar de las a rtes y a participar en el progreso científico y en los beneficios que de él resulten. Toda persona tiene derecho a la protección de los intereses morales

El concepto de diversidad cultural pone en relieve también la multiplicidad.

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Internacionales. Realizó estudios de Especialización en Derechos Huma-

Asamblea o Conferencia, sino una rati-

nos en la Universidad Complutense de Madrid, España. Además, ha realizado

Legislativo del Estado miembro.

ficación o adhesión por parte del Poder s Para tener acceso al texto de este pacto,

estudios en el Instituto Internacional de Derechos Humanos, en Francia; en el

visitar: http://www.unhchr.ch/spanish/

Instituto Interamericano de Derechos Humanos, en Costa Rica, yen Derecho

r,

Internacional de los Derechos Humanos e n la Universidad de Oxford, en Inglaterra. En 1992 recibió el Premio Nacional de la Juventud. Es presidenta fundadora del Instituto de Derechos Humanos de Santo Domingo e imparte docencia en las áreas de derechos humanos y de relaciones internacionales.

html/menu3/b/a_ccpr_sp.htm. Para tener acceso al texto de esle paclo,

visitar: http://www.unhchr.ch/spanish/ html/menu3/b/a_cescr_sp.htm. Para ver el texto, visitar: http:/ /www.

7

tlahui.com I daddhe.htm. Para ver el texto, visitar: http://www.

8

oas.org/Jurid ico/ spanish / tratados Ib 32.htm1. 9

D efinición de identidad cultural inclLú-

da en el glosario del Instituto Interamericano de Derechos Humanos (llDH).

Notas 1

La diversidad cultural es un concepto en construcción .

y m ateriales que le corresponda n por razón de las producciones científicas, literarias o artísticas de que sea autora"15 y con la idea planteada por Sonia Picado, del I1DH, en la posibilidad de una relectura de la D eclaración en este asp ecto, que permita enriquecerla para abarcar y rescatar la idea de la identida d cultural en su justa dimensión, con la redacción de un nuevo artÍculo que pudiese leer "Toda persona tiene derecho a conocer, vivir y preservar su identid ad cultural. La diversidad de culturas es una riqueza que merece ser protegida y difundida". 16

10

Gutiérrez Espíndola,José Luis (2006).

Las personalidades principales que

Educación para la no discriml:nación. Una

contribuyeron a la redacción de la Decla-

propuesta. En Educación en derechos

ración y que formaban parte de la Asam-

humanos. México, Secretaría de Rela-

blea General fueron: Eleanor Roosevelt

ciones Exteriores, Programa de Coope-

(Estados Unidos de Am érica), René Cas-

ración sobre Derechos Humano, pp.

sin (Francia), Charles Malik (Líbano),

101-122.

Peng Chun Chang (China), Hernán San-

11

ta Cruz (Chile), Al exandre Bogomolovl

www.inali.gob.mx/pdf/Declaracion_

Alexei Pavlov (Unión Soviética), Lord

UNESCO_Div_Cultural.pdf

Para revisar el texto, visitar: http:/ /

Dukeston/GeofTrey Wi1son (Reino Uni-

12 Pararevisarel texto, visitar: http://unes-

do), William Hodgson (Australia) y John

d oc. unesco .o rg/images/OO 14/00 1429/

Humphrey (Canadá). 2

Para tener acceso al texto de la Decla-

1429 19s.pdf. 13

Artículo 4 de la Convención sobre la

ración , pueden dirigirse a : http://www.

Protección y Promoción de la Diver idad

un.org/ spanish/ aboutun/ hrights.htm.

de Expresiones Culturales.

3

El habeas corpus es un recurso o una

14

La democracia multicultural es un mo-

acción jurídica para garantizar la liber-

delo democrático fundamentado en la

tad de las personas, con el obj etivo de

p lu ralidad de intereses, opiniones y valo-

evitar la detención arbitraria. Este térmi-

res como su razón de existir, que implica

no proviene del latín y significa "que ten-

la valoración y el reconocimiento de la

gas el cuerpo", pues implica el derecho

diversidad iden titaría de las personas y

de toda persona detenida a ser llevada de

sus derechos.

manera inmediata y públicamente ante

1',

Artículo 27 de la Declaración Univer-

un juez para determinar si el arresto ha

sal de los Derechos Humanos.

sido legal o no, el cual podría ordenar su

16

Pi cado, Sonia (s/0: "Apuntes acerca

Vieika Polanco es licenciada en Di-

libertad inmediata si co nsidera que ha

de derechos emergentes y su posible re-

plomacia y Servicios Internacionales de la Universidad Católica de Santo

sido un arresto y detención arbitraríos.

lación con la Declaración U ni versal de

'f

Documen to jurídicamen te vinculante,

D erechos Humanos". España, Institut

Domingo, con postgrado en Relaciones

que exige no sólo adopción dura nte una

de Drets Humans de Catalunya, pp. 5-6.

46 GLOBAL



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Medio an\biente y derechos hun1.anos Una de las áreas más peculiares a discutir dentro del derecho es la de los derechos a;rnbientales, sobre todo si se tratan en el marco de la nueva visión de los derechos humanos emergentes. Con el presente artículo se persigue demostrar que hay toda una serie de trabas conceptuales que nos llevan a entender de forma errónea dónde radica la esencia de lo ambiental, o sea, lo ambiental como fenómeno social, como fenómeno histórico, como fenómeno de identidad.

Ilustraciones: Adela Dore


a ra trata r el tem a de derechos a mbientales como derechos huma nos emergentes hay que definir obligatoriam ente dos conceptos: primero, el de derecho del ambiente, y segundo, el de emerger. El concepto de derecho ambiental, en mi posición de ambientalista y no de abogado, lo defino com o el compromiso que asume la sociedad de satisfacer ciertas necesidades de tipo biológico, social y cultural, a fin de gara ntizar el desarrollo y la sostenibilidad del medio a mbiente. Es decir, al referirme al desarrollo, hablo de la form a en que los fenómenos que ocurren en el medio a mbiente y en la propia sociedad van gara ntizando la asunción social de los derechos ambientales. Emerger es surgir al interior de interacciones múltiples e infinitas dentro de un sistem a . Los suj etos de dicho derecho, tanto del social como del individual, son integra ntes y está n integr ados en su medio territorial y en su medio social. Constituyen una fuente de necesidades biológicas, sociales, económ icas y culturales que implican el compromiso de la totalidad de gara ntiza r su satisfacción a tr avés de instrumentos y mecanismos consensuados y funcionales. Al h abla r de derech o h ay que enfatizar su carácter relacional para no caer en tra mpas metodológicas. Los derechos a mbientales surgen siempre en referencia a un contexto relacional que permite la producción de bienes sociales, pero también de m ales. Esto nos lleva a tratar la problem ática de la producción . Los bienes que consumimos y que satisfacen las necesidades human as pueden estar en la natu raleza como tal o puede n ser

P

tra nsformados por la sociedad para genera r riqueza. D esde el punto de vista ambiental, la riqueza y los bienes son entendidos como cualidades, que se caracterizan por ser materiales, heredables y transferibles y que pueden ser acumuladas. Sin emba rgo, desde la perspectiva del derecho a mbiental se hace necesario considerar la pobreza como otra cualidad que presenta idénticas características que la riqueza y los bienes. En definitiva, el problema ambiental radica en que el proceso de producción que genera bienes siempre tiene componentes m ateriales, energéticos o de proceso que tienen valor negativo y que presenta n o implican una o varias de tres situaCIOnes: 1) R esta n valor al sistema na tural que está siendo tra nsforma ndo, aunque éste ya se encuentre transformado (un producto tecnológico, un m aterial de segunda, tercera o cuarta generación). 2) G enera componentes m ateriales y energéticos que en el medio ambiente constituyen un valor negativo, pues lej os de satisfacer necesidades, crean la necesidad de liberarse de ellos y obligan a uno a emplear esfuerzos para desh acerse de ellos. 3) Obstaculizan el proceso de apropiación social, de relación del contexto social con el contexto natural en la dirección de la satisfacción de las necesidades. En estos procesos combinados consistiría la pobreza. D e modo que se puede argumenta r que el propio proceso de generación de riqueza genera pobreza, como un a cualidad y no como una entidad. Tres características, adem ás, que nos

ayuda n a percibir su m aterialidad y concreción, su transferibilidad y su acumulación. E sto constituye la mism a base que lleva a que las teorías socio lógicas an alicen la din ámica de la sociedad , y que, por ej emplo, expliquen el surgimiento y el avance del capitalismo y de la sociedad industrial a partir de la acumulación originaria de capital y de riquezas, que paute una acumulación origin aria de p obreza, que al igual que la riqueza se distribuye de m a nera desigual. D e esta form a, siendo la pobreza una cualidad y no una entidad, todos los discursos que aborden el problem a de su disminución está n trabados metodológicamente. Esa es la perspectiva que coloca a la visión ambiental en este marco y es la base para poder aproximar se de alguna m anera a la lógica de entender qué son los derechos ambientales. U n excelente ejemplo de todas estas enunciaciones sería el derecho al agua limpia, contenido en la decla ración de los derechos humanos em ergentes . El consumir agua contaminada puede da ña r la salud e incluso causar la muerte, lo cu al lleva a que un derecho en principio a mbiental engarce con otros derechos bien establecidos, que sirven para tutelar o garantizar la viabilidad de la consecución de cualquier otro tipo de derecho.

Dimensión ambiental Esto es lo que se llam a la dimensión ambiental, que se basa en que ta nto la riqueza como la pobreza constituyen componentes m ateriales reales, acumulables, tra nsferibles y heredables. Sobre esta base se puede a nalizar la racionalidad

49


ción , ya que h ay que diferenciar entre bienes y servicios de los ecosistem as. Los primeros, los bienes, son productos ta ngibles, p ero los servicios son intangibles . La calidad del agua es un servicio, es intangible. Pero si la calidad del agua es intangible, ¿se puede, entonces, separar la calidad del agua del agu a? ¿Se puede decir que el servicio ambiental es difuso, propiedad inalien able de todos y que el agu a sí se puede privatizar?

Máximo equilibrio

económica y política de nuestras socied ades, que concep tualmente conducen a la degrad ación m edioambiental con fuertes implicaciones sociales, ya que la lógica p olíticoeconómica determina que la riqueza se apropia p a ra fines person ales mientras que la pobreza se socializa. D e esta forma , se puede afirmar que la degr adación a mbiental y la pobreza, lej os de ser producto de la irracionalidad , son p arte integral de la lógica del sistema en el que vivimos, que no es capaz de asign arle un valor al m edio a mbiente al ser un factor que no tiene valor económico directo. A hí reside la importa ncia del derecho a mbiental, a mpa rado en la R epública Dominican a en la Ley 64-00 sobre Medio A mbiente y R ecursos Naturales y en el proyecto de Constitución que se encuentr a a hora mismo en discusión. Según dicha ley, el m edio ambiente se considera una serie de bienes de dominio público, intra nsferibles e inalien ables,

50 GLOBAL

que no pueden ser objeto de propied ad. El proyecto de Constitución aborda esta problem ática en la sección tres, que trata sobre " derechos difusos". A partir del artículo 55 se define lo que constituyen derechos e intereses colectivos o difusos: el derecho a la paz, el derecho al desarrollo, el derecho a la propied ad del patrimonio común de la huma nidad , la tutela de la salud publica, la conservación del equilibrio ecológico, de la fauna y de la flora y la protección del m edio a mbiente. L os bienes y servicios de los ecosistem as ahí considerados se refieren a las funciones de los ecosistem as que sirven para resp aldar y proteger las actividades huma n as o que, incidiendo en el bienesta r humano o no, son valorados por la sociedad. Sin emba rgo, al pla ntear el carácter constitucion al de este derecho, al decir que dichos bienes y servicios no pueden ser apropiados, se plantea una profu nda contradic-

Por lo tanto, para alca n zar el m áximo equilibrio entre el contexto social y la naturaleza como necesid ad em ergente, hay que construir una voluntad y una acción en la sociedad que se da cuenta de este fenómeno. En definitiva, h ay que recordar que adem ás del obvio valor de uso que para los consumidores usua rios directos tienen los recursos n aturales, está el valor de existencia pa ra las generaciones futuras, igualmente que pa ra las demás especies en el planeta. L o a mbiental, por lo ta nto, no constituye una esfera sepa rada que estaría protegida de los combates sociales y de las relaciones de poder, pasadas, presentes y futu ras. Por ello se h ace necesario articula r un p oder social, una consciencia, capaz de decla rar lo ambiental como derecho pa ra todos, incluyendo a las gener aciones futuras. Luis Carvajal es b iólogo, fis iólogo

vegeta l, profesor u niversitario de Fisiología Vegetal, Gené tica y Ecología e investigador universitario. Es coordinador de la Com isión Ambiental de la Universidad Autónoma de Santo Domingo.



Los presupuestos y las i:mplicaciones filosóficas del pensalniento -y de las Ciencias- de la Co:mplejidad El denominado pensamiento -y las Ciencias- de la Complejidad presentan como pathos e ideal de uno u otro Saber el trascender la comprensión, cada vez más percibida como "simplificadora", puesta en juego por las ciencias tradicionales y por el tipo de pensamiento generalizado a que éstas dieron lugar, no obstante sus múltiples y reconocidos logros.


l pensamiento - y las Ciencias- de la Complejidad busca trascender la comprensión percibida ya como simplificadora de toda la Complejidad que hoy constatamos en el mundo natural, en las sociedades, en las subjetividades y conciencia de los hombres, en la interacción de esos hombres con los medios técnicos construidos por ellos, en el proceso mismo de la obtención del Saber. Semejante ideal y pathos constituyen, sin duda alguna, una ambiciosa empresa, aún en construcción. Sólo obtenible si, al mismo tiempo, transforman cualitativamente las bases sobre las que se erigieran como generalizados esa clase de pensamientos y esas Ciencias "simplificadoras"; y si por medio de tal mutación cualitativa construyen una nueva articulación con el Saber filosófico. Tal proceso se halla ya en marcha ... ¿En qué consisten las denominadas bases de uno u otro Saber a transformar? Usualmente se hace referencia ya bien al ámbito o nivel empírico; ya bien al ámbito o nivel teórico de esos saberes (a los nuevos datos obtenidos empíricamente,

Estos componentes integran, precisamente, las bases de esos saberes, que no han sido idénticos a sí mismos en diferentes períodos históricos, ya bien por el impacto transformador que sobre ellos han ejercido los cambios ocurridos en el Saber filosófico, ya bien por el impacto que reciben de transformaciones en los propios saberes particulares. De esta manera, no han sido los mismos ni los ideales de racionalidad, ni las nociones, valores y normas generales, ni el estilo de pensamiento, ni el tipo de "cuadro del mundo" puestos en juego por los saberes de la Antigüedad, por los del Medioevo, por los de la Modernidad Occidental; ni tampoco han sido los mismos que en Occidente los puestos en juego por los saberes orientales. En nuestra contemporaneidad, a partir del último tercio del recién finalizado siglo xx, estamos asistiendo (unos más advertidamente, otros no tanto) a los comienzos de una nueva mutación epa cal en tales bases de los saberes específicos, esta vez de la mano, entre otros, del pensamiento -y las Ciencias- de la Complejidad. 1 Son solamente los comienzos de un proceso que - aunque con final abierto, como todo proceso social- alcanzaría su C ualquier interna pleno desarrollo en periodos aún por advenir, tal como lo hiciera el proceso e n las condiciones del sistelDa de la gran mutación de las bases de los p uede calDhiar y Saberes, comenzado con el siglo XVII, que alcanzó sucesivos florecimientos a el cOlDportalDiento lo largo de los siglos XVIII, XIX Y bued el sistelDa. na parte del xx. y en tanto es precisamente en ese ámbito o nivel de las bases de uno u a los nuevos desarrollos conceptuales llevados a otro Saber específico que se producen las articulaciones de los mismos - armoniosas o conflictivas, cabo en ellos). Suele, sin embargo, pasarse por según el caso- con el Saber filosófico, entonces, alto ese otro e importante ámbito o nivel de los saberes específicos donde se produce su articulacuando mutan cualitativamente las bases de esos ción con el saber filosófico y conformado por: Saberes, no puede no producirse una renovación en • Los ideales - de racionalidad- más generales la articulación entre Filosofía yesos otros Sabea los que tributan. res, entre ellos, entre la Filosofía y el Saber cientí• Las nociones, valores y normas generales por fico, las Ciencias. los que se orientan. A continuación se explican algunos de los presupuestos, implicaciones y aportes más significa• El estilo de pensamiento que ponen en juego. tivos que el pensamiento - y las Ciencias- de la • El tipo de "cuadro del mundo" que pretenComplejidad han comenzado a poner en juego den construir.

E

fluctuación

cualitativa

b ruscant,ente

53


para el aludido proceso de transformación de las bases de los Saberes contemporáneos y para la conformación de esa nueva articulación FilosofíaCiencias. El nuevo tipo de cuadro del lTIundo en construcción. El pensamiento - y las Ciencias-

de la Complejidad están comenzando a construir un "cuadro del mundo" de un tipo o clase diferente al construido por los Saberes, entre ellos el Saber científico, de la Modernidad Occidental. Este nuevo "cuadro del mundo" en proceso de construcción es de índole: • Transdisciplinar • Holista • No lineal Demarcándose del "cuadro del mundo" disciplinar, analítico y lineal construido por la ciencia moderna y generalizado en un tipo de pensamiento tornado ya en "tradicional" desde los albores de la Modernidad. Las Ciencias de la Modernidad Occidental fueron organizándose cada vez más en compartimentos disciplinares especializados - que a su vez se han subdividido en "especialidades" y hasta "especializaciones" disciplinares, obstaculizando el flujo cruzado mutuamente fertilizante de conocimientos entre dichos saberes compartimentados y, de hecho, construyendo un "cuadro del mundo" parcelado disciplinarmente. El pensamiento - y las Ciencias- de la Complejidad pretenden trascender dicha situación, construyendo un Saber transdisciplinar -que no elimina, pero sí trasciende las disciplinas- nutriéndose de nociones originadas en ellas, pero construyendo un cuerpo conceptual de Saber transversal a las mismas, que puede a su vez ser empleadas en la indagación de los objetos tradicionales de los estudios disciplinares, pero con una visión nueva transdisciplinar. Por otra parte, para la Ciencia tradicional, "lo complejo" ha sido siempre sinónimo de "lo complicado", por lo que para su aprehensión era necesario desmembrar "lo complicado" en sus partes, para analizarlas, y una vez sometidas a tal análisis, recombinarlas de modo de restituir "lo complicado".

54 GLOBAL

Sin embargo, tal ideal analítico del Saber resultó ser incompatible - sin desmedro de lo mucho que permitió lograr en el conocimiento acerca de "las partes" y de aquellos objetos y procesos en los que sus "partes" no presentan fuertes interacciones internas entre sí- con la aprehensión de "lo complicado" (equivalente para ese ideal a "lo complejo"), debido a la circunstancia de que, al desmembrar las totalidades "complicadas" en sus partes, se dejaba fuera de la indagación precisamente lo que hoy, fruto del pensamiento -y las Ciencias- de la Complejidad sabemos ya que es lo que genera "lo complejo": las interacciones internas entre las que ya no son "partes", sino que se tornan "componentes» de esas totalidades "complicadas". El pensamiento - y las Ciencias- de la Complejidad se orientan entonces precisamente a la aprehensión de esas totalidades «compü!'jas», que para ellas cesan de ser sinónimo de "complicadas". Son, sencillamente, eso: "complejas" y, como tal, deben aprehenderse, sin desmembrarlas en sus partes. Pero como el arsenal de las Ciencias de la Modernidad Occidental, con su ideal analítico del Saber, no nos ha pertrechado con "herramientas" adecuadas a tal comprensión holista (de "holos", en griego "el todo"), el pensamiento -y las Cienciasde la Complejidad se están viendo obligadas a construirla. A su vez, el propio pensamiento - y las Ciencias- de la Complejidad han establecido que no todas las interacciones internas son capaces de generar la Complejidad del mundo. Sólo las interacciones internas no lineales la generan. Por lo que se orientan al estudio y la caracterización de la no linealidad en los fenómenos indagados. Ello constituye otra línea de demarcación con respecto al pensamiento - y a las Ciencias- tradicionales, que indagan procesos lineales (o pretenden - y se afanan- en "linealizarlos"). Para tales fenómenos lineales, pequeños cambios en las condiciones reinantes llevan siempre a pequeñas consecuencias, mientras que cambios grandes en esas condiciones reinantes conllevan, también siempre, a grandes consecuencias. Por el contrario, en los fenómenos no-lineales, estudiados por el pensamiento - y las Cienciasde la Complejidad, pequeños cambios en las condicio-


nes pueden) en ocaswnes) generar enormes consecuenczas)· y) a su vez) grandes cambios en las condiciones pueden) también en ocasiones) no generar consecuencias significativas. Y de tal no -linealidad, entre otros factores, em ergen las nuevas complejidades en el mundo natural y social. El nuevo estilo de pensamiento puesto en juego. El p ensamiento - y las Ciencias- de

la Complejidad ponen en juego, para implementar el aludido cuadro del mundo holista, un estilo de "pensamiento-en-red JJ, de índole inherentemente relacional e interaccional, que pretende trascender las dicotomías construidas por el estilo de pensamiento - percibido cada vez más a hora como ''dicotómico »- tradicional moderno. 2 Pa ra ese nue-

va estilo de p ensamiento, el mundo está cada vez menos caracterizado como un a multiplicidad de objetos, involucrados externamente unos con otros en procesos a estudiar, sino que es cada vez m ás comprendido como una verdadera "red-de-redes JJ (o como "redes-en-red JJ) no lineales; cada una de las cuales, por autónoma que de inicio se nos antoje, no es más que un nodo local a rticulado - es decir, relaciona do e interactuando- dentro de una red más global no lineal que abarca un ámbito mayo¡:3 (desde las p artículas subatómicas hasta la conformaciones metagalácticas, pasando por á tomos, moléculas, macromoléculas, los organismos vivos, los seres humanos, sus sociedades, el planeta que habitamos, nuestro sistem a solar, y así sucesivamente). Redes de interacciones no lineales, p or cierto, "distribuidas", es decir, no jerárquicas - excepto aquellas resultantes así (intencionalmente o no), construidas por los hombres en sus sociedades- , sino espontáneamente emergentes (o sea, surgidas "de-abajo-hacia-arriba") sin que unos u otros de sus nodos " dirija" a los otros en dicho proceso de auto-organización. Tales redes-en-red o redde-redes de interacciones no lineales distribuidas pueden auto -organizarse "de-abajo-hacia-arriba", es decir, "emerger" espontáneam ente, gracias a que son capaces de reconocer los propios patrones o pautas de interacciones que ellas mismas van generando, en una suerte de "memoria interna de red". Todo ello redunda en la flexibilidad y creatividad ontológicas de tales redes naturales y sociales. Estamos aún lejos de sosp echa r y poder aquilatar todas las potencialidades que presenta ta l "pensamiento- en -redes-no -lineales-distribuidas" para la comprensión del mundo con el que tenemos - y debemos- lidia r cotidianamente; esp ecialmente su potencial impacto en nuestra comprensión acerca de lo que implica " intervenir" en los procesos espontáneos de la naturaleza o lo que implica " dirigir" los procesos sociales. Nuevas nociones, normas y valores generales por los que se orienta. El p ensamiento - y

las Ciencias- de la Complejidad se orientan hacia - y por- nociones, valores y normas generales en

lo que concierne a la obtención del Saber, que no

55


del mundo. Para ello reconoce y hace suyos los son iguales a las nociones, valores y normas que aportes y desarrollos de la Nueva Epistemología regían - y hacia las que se orientaban- los Saberes de 2do. Orden contemporánea, de inspiración construidos desde la Modernidad Occidental. En hermenéutica, que ha mostrado "la reflexividad" particular ello concierne a las nociones, valores y de todo Saber; es decir, la indefectible labor ob normas vinculadas a la comprensión contemporájetivizadora del sujeto de indagación para con lo nea de "la verdad", "la objetividad" y "la fructificación de los Saberes". indagado por él. Junto al reconocimiento de que siempre indaComo resultantes de semejante orientación gamos inmersos en una intersubjetividad social vienen siendo plasmadas colectivamente nuevas de cuyos resultados indagativos nos nutrimos y nociones, valores y normas que atañen a la consa la cual aportamos los nuestros. Todo ello está trucción de una "verdad contextual" intersubjetiva, redundando en la construcción de una nueva al reconocimiento de la inevitable "omnijetividad" noción de verdad a la que se arriba dentro del del Saber y a la propiciación de un "diálogo no hecontexto de tal intersubjetividad; una "verdad congemonizante entre Saberes" diferentes. Lo que va demarcando al pensamiento -y a las Ciencias- de textual de construcción intersul?jetiva ". la Complejidad de las correspondientes nociones, valores y normas acerca de una "verdad-por-correspondencia", una Tal nueva cotnprensión de "objetividad pura" no "contaminada" por ninguna subjetividad y una "hegela causalidad proviene de la monía de la Ciencia" (es decir, del Saber confluencia entre los estudios científico) sobre el resto de los Saberes, que la Modernidad Occidental fue enacerca de los sistetnas cotnplejos tronizando. adaptativos y del desarrollo de la El pensamiento de la Modernidad Occidental en su dicotómica visión del teoría de los sistetnas dinátnicos. Sujeto indagador y el Objeto indagado, que los oponía radicalmente, y en su aspiración a alcanzar la "completa" y "pura" objetividad del Saber, eliminó de ese SuPero al mismo tiempo que debemos reconocer nuestra pertenencia a esa intersubjetividad desde jeto indagador todo vestigio de subjetividad sentimental, afectiva, ideológica, sociológica, pues, la cual siempre indagamos, cada vez más tomamos en cuenta que nunca tenemos que vérnosla según tales nociones, valores y normas para con el Saber, todo ello "contaminaría" con subjetiviscon uno u otro objeto de indagación aislado, por más que en ocasiones así nos parezca. Siempre mos la cognición, y redujo ese Sujeto a un sujeto de operaciones lógicas y metodológicas universaindagamos una "interobjetividad" de objetos articulados en red. 4 les despersonalizado. Tal sujeto - objetivado- era, sin embargo, para Entonces, a esa práctica indagativa que transcuese pensamiento objetivante, el único capaz de rre inmersa desde una "intersubjetividad" a la que no arribar a un conocimiento verdadero que correspodemos escapar, y que indaga siempre uno u otro aspecto de una "interoljetividad", bien puede caracpondiera exactamente con el objeto indagado. Era la noción de "verdad por correspondencia". terizársele como una "práctica omni:fetiva", y a esa El pensamiento - y las Ciencias- de la Comarticulación de intersubjetividad e interobjetividad plejidad se empeñan en restituir la presencia incomo "omni:fetividad del Saber", nociones que, aunque soslayable de la subjetividad humana - que no debatidas -y debatibles- terminológicamente, sin duda es necesariamente "subjetivismo" humano- a vehiculan una difícilmente debatible realidad puestoda la Complejidad del proceso de aprehensión ta cada vez más en claro por el pensamiento - y las

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Ciencias- de la Complejidad, en lo concerniente a nuestra praxis de aprehensión del mundo. Por otra parte, a semejantes nociones, valores y normas generales a las que se orienta el pensamiento - y las Ciencias- de la Complejidad, que reconocen la contextualidad intersubj etiva e interobjetiva de todo Saber, de toda Verdad, les es aj ena la idea - tan cara al pensamiento de la Modernidad O ccidental- acerca de la superioridad hegemónica del Saber científico -de la Ciencia (y del propio pensamiento Occidental) con relación al resto de los Saberes (y con relación al pensamiento Oriental). Por lo mismo, el pensamiento - y las Ciencias- de la Complejidad propugnan el "diálogo no hegemónico entre Saberes», mutuamente fructificante, que exige, para ser legítimo y auténtico, que de todas las vertientes de los Saberes en diálogo exista la disposición de que los demás Saberes tienen algo que ap ortarles. D e suyo se comprende que el pathos transdisciplinar del pensamiento - y las Ciencias- de la Complejidad concibe como natural el diálogo no hegemónico entre las diversas disciplinas en que la Modernidad O ccidental ha dividido el Saber. Nuevo ideal general -de racionalidad- a que tributa. D esde nuestro ventajoso " horizonte" temporal de inicios del siglo XXI, pueden ya reconocerse con m ayor facilidad los componentes esenciales del ideal que la Modernidad O ccidental se forjó de lo que comprendía como " la racio nalidad": • La primacía d e la razón como facultad hum ana . • La exterioridad irracional del resto del mundo. • El conocimiento científico como medio de alcanzar el dominio sobre la naturaleza por los hombres, que se constituyeron en el m arco que condicionaba - yen el que se integraban- los diferentes momentos en que nos hemos detenido a nteriormente; ideal de racionalidad - devenido para nosotros en "clásico"- que distinguió radicalmente a esa Modernidad O ccidental de las épocas precedentes, que habían reconocido siempre una racionalidad o~jetiva del mundo como macrokosmos, que propiciaba su intelección por ese microkosmos - inmanentemente articulado a aquel

m acrokosmos- que éramos los seres huma nos. Y p or lo cual el tema del "dominio del mundo" no era concebible, si bien la mencionada articulación inmanente m acro-micro-kosmos fue entendida con un humilde-orgullo por el paganismo a ntiguo y con un orgullo humillado por el cristianismo medieval. El pensamiento - y las Ciencias- de la Complejidad han comenzado a elaborar una diferente comprensión de "la racionalidad", en la que el fundamento de coherencia para la producción de conocimientos - de Saber en general- si bien incluye, por supuesto, a la facultad de la razón humana, no se reduce, sin embargo, a la misma, integrando también esa producción de Saber a los sentimientosy a las acciones prácticas en un "conocer-querer-hacer». Al mismo tiempo, ello conduce cada vez más al reconocimiento de que aquello que en los seres humanos no obedece al canon de la razón (lo "a-racional") no debe ser necesariam ente identificado con "lo irracional" (con " lo racional" deformado), ni oponiéndose antitéticamente a "lo racional", sino complementándolo; y a despojar al mundo exterior a esos seres humanos de la "irracionalidad" que la Modernidad Occidental le endilgó, pudiendo ser, por lo mismo, intelegido en su especificidad y como mucho m ás articulado inma nentemente con la racionalidad huma na, comenz a ndo por el ámbito de lo somático-hum a no, h asta llegar a poder reconocer una condición o dimensión cósmica en el ser hum a no;5 corolario de todo lo cu al es la demarcación de una aspiración al " dominio de-la-naturaleza" y un tributar al reconocimiento de una "co-evolución» naturaleza-hombres-sociedades, que se impone cada vez más ante las crudas realidades constatadas de los perjuicios ya ejercidos p or semejante pretendido "dominio" de uno de sus términos sobre el resto en el delicado balance entre los tres términos en co-evolución. Otras incidencias provenientes del pensamiento - y de las Ciencias- de la Complejidad, con impacto transformador en la conformación de su nuevo ideal en construcción - ya "no clásico"- de racionalidad, conciernen a una nueva comprensión: • D e la causalidad . • D e la explicación. 6

57


Esta nueva comprensión rompe con la eliminación del tiempo (de la temporalidad) y de la interioridad (del contexto interno) en la Ontología y en la Epistemología, que tiene su origen en los albores del filosofar occidental - hace ya más de dos mil años- y continuada con especial empeño por el pensamiento de la Modernidad Occidental. Es pues, una comprensión de la causalidad y de la explicación que restituye su historicidady su pertenencia contextual tanto a los fenómenos del mundo como a los de la aprehensión de ese mundo. La nueva cOlllprensión de "la causalidad". La comprensión que la Ciencia Occidental de la Modernidad elaboró de la causalidad se demarcó radicalmente de la anterior cuatripartita comprensión aristotélica de la misma que desde la filosofía natural comprendía causas finales, formales, eficientes y materiales; reduciéndolas,

58 GLOBAL

mutatis mutandi y bajo la influencia newtoniana, a la causalidad eficiente del tipo "colisiones de bolas-de-billar" (causa incidente-contacto-efecto consecuente) entre objetos materiales externos unos a los otros. Al mismo tiempo que conservaba el principio - también aristotélico- de que "nada se mueve a sí mismo". El pensamiento - y las Ciencias- de la Complejidad están elaborando una comprensión de una causalidad "inter-niveles», "causalidad circular», o "causalidad como constreñimiento». 7 Tal nueva comprensión de la causalidad proviene de la confluencia entre los estudios acerca de los sistemas complejos adaptativos y del desarrollo de la teoría de los sistemas dinámicos, por una parte, con el pensamiento-en-red-de-redes de interacciones [acciones y retroacciones -suscitadoras y amortiguadoras- no-lineales distribuidas (no jerárquicas, sino heterárquicas), elementos del


pensamiento de la Complejidad todos ya aludidos más arriba]. Tal articulación permite arribar (para los sistemas abiertos al entorno -como son todos los sistemas complejos, que intercambian con dicho entorno sustancias, energía, información o sentidos)8 a un nuevo tratamiento de la correlación entre las partes - componentes- de esos sistemas complejos y el todo, es decir, la totalidad del sistema como tal. Correlación componentes-todo en la cual la dinámica a nivel global del sistema como un todo regula y constriñe el comportamiento de los componentes locales, manteniendo así -y realzando- la identidad del sistema como tal; plasmando así, de hecho, un tipo de interacción causal «inter-niveles» (<<causalidad circular» entre componentes y el todo sistémico)· «causalidad como constreñimiento» dinámico de los componentes por el todo sistémicol que corresponde a aquella a la que Inmanuel Kant se refirió con la frase de "un tipo de causalidad desconocida para nosotros". Una clase de causalidad en la que a través de la dinámica compleja de tales redes-en-red de interacciones no lineales distribuidas se conserva la huella "de-lo-que-les-sucedió" a sus componentes (su historia sistémica), al igual que se conserva la huella "de-lo-que-les-está-sucediendo-ahora" (es decir, su con textualidad sistémica), restituyéndose así la inmanencia del contexto y la historicidad a los sistemas compl~jos del mundo real, escamoteadas por el pensamiento secular de Occidente. El pensamiento - y las Ciencias- de la Complejidad están asimismo restituyendo dicha historicidad y contextualidad a la aprehensión de ese mundo de los sistemas complejos, es decir, a la obtención del Saber acerca de ese mundo. Esta vez, ello es la resultante de la confluencia - ya aludida- entre dicho pensamiento y la Nueva Epistemología de 2do. Orden. La nueva cOlllprensión de" la explicación".

La Epistemología de la Modernidad Occidental construyó su comprensión acerca de "la explicación" sobre la base de la deducción a partir de leyes atemporales y acontextuales - atemporalidad y acontextualización propiciadas por la fijación por el indagador de "condiciones iniciales" de la indagación (que ya no variarán en el curso de la

indagación ulterior)-. Semejante proceso lógicodeductivo permite que lo que se va a explicar - el explanandum- sea inferido. Todo ello, asociado al establecimiento de leyes de cobertura universal, permitió la predicción de lo que acontecería en el futuro en procesos que obedecen a tal determinismo rígido. Todo ello era aplicable al estudio de los fenómenos asociados a sistemas "cerrados" - o que para todos los fines prácticos (o para las escalas de tiempo consideradas en la indagación) podían considerarse como tales-o Pero para los sistemas complejos, sistemas abiertos a su entorno, no es posible fijar condiciones "iniciales" que ya no variarían, pues con ello estaríamos "cerrando" dicha interacción del sistema a indagar con el entorno; en otras palabras, "simplificándolo". Es lo que el pensamiento - y las Ciencias- de la Modernidad Occidental han hecho durante cuatro siglos (desde el estudio del movimiento mecánico de un péndulo hasta el de nuestro sistema solar, en este último caso para escalas temporales pequeñas con las de la existencia de la humanidad). Por el contrario, el pensamiento -y las Ciencias- de la Complejidad ponen en claro cada vez más que los sistemas complejos naturales o sociales - abiertos a su entorno- presentan siempre una u otra gama de alternativas - previsibles, pero no predecibles- de comportamiento ulterior (de las cuales se plasma una, en dependencia de las condiciones que la propicien, quedando el resto como potencialidades virtuales). Es como si tales sistemas, para su dinámica potencial de cambios y transformaciones , presentaran potencialmente diversos «atractores» dinámicos (tipos de comportamiento hacia los que tienden), quedando "atrapados", en dependencia de las condiciones que lo propicien, en uno u otro de tales "atractores".IO Cuando algunos de tales regímenes de cambios y transformaciones sistémicas entran en conflicto (es decir, compiten contradictoriamente entre sí por "atrapar" al sistema), se manifiesta una «bifurcación» dinámica de su conducta sistémica. Tales "bifurcaciones" presentan, entre otras, las características siguientes: • Cualquier fluctuación interna en las condiciones del sistema o cualquier perturbación sobre el

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sistema desde su entorno -por pequeñas que fuerenpuede cambiar cualitativa y bruscamente el comportamiento del sistema. • El resultado - beneficioso o perjudicial- de semejante súbita transformación cualitativa para el sistema no es predecible (aunque, en ocasiones, puede ser previsible). "La explicación" del comportamiento de tales sistemas complejos implica entonces no un proceso lógico-deductivo a partir de leyes universales atemporales y acontextuales, sino, por el contrario, la caracterización - narrativa- de la historia previa del sistema y de lo-que-le-está-sucediendoahora contextualmente, a partir del conjunto de "atractores". Estas características son susceptibles de "atrapar" sus cambios y transformaciones ulteriores; condicionadas (es decir, propiciadas u obstaculizadas) siempre por el conjunto de los constreñimientos que enfrenta el sistema, provenientes ya bien de la índole - variable- del entorno ("constreñimiento s de entorno"), ya bien de la índole - que puede también variar- de sus propios componentes en red ("constreñimiento s composicionales")11 que proporcionan la ya aludida nueva comprensión compleja de la "causalidad como constreñimiento" que opera sobre el sistema complejo indagado. "Explicar" los sistemas complejos, pues, se constituye más en un proceso de comprensión hermenéutica de naturaleza narrativa, que un proceso de deducción lógica. El conjunto de los presupuesto s, implicacio nes y aportes del pensamiento - y las Cienciasde la Complejidad, con incidencia e impacto para con una re conformación de la articulación entre el Saber filosófico y el resto de los Sab eres, abarca pues toda una gama de desarrollos caracterizados más arriba que, en su conjunto, y con la contribución también de otras direcciones de pensamiento y praxis, están trasformando el ámbito o nivel de las bases de los Saberes contemporáneos en un proceso que apenas comienza - epocalmente h abla ndo- y que promete sus m ayores repercusiones en lo futuro. Pero aún hoy en día y como resultado de lo alcanzado ya por ese p ensamiento - y Cienciasde la Complejidad, podemos afirmar que el mundo

60 GLOBAL

no es de '<.suma ce1"O'~ sino emergente; que no está ahí, nada más esperando por nosotros para que lo conozcamos, sino que constantemente plasma su creatividad ontológica dando origen a nuevas y nuevas maniféstaciones de su Complejidad sistémica. Pedro Luis Sotolongo (Cuba) es máster en Biofísica y doctor en Filosofía. Creador de la Cátedra para el

Estudio de la Complejidad y organizador de los seminarios bienales internacionales de Complejidad de La Habana y de los ta lleres bienales cubanos de Complejidad. Miembro de la Asociación de Escritores de Cuba (UNEAC) y presidente fundador de la Cátedra de Complejidad de La Habana. Autor de cinco libros y numerosos artículos en Cuba, Estados Unidos, México, Argentina, Brasil, Venezuela, Grecia y la ex-URSS.

Notas 1

A tal cambio cualitativo también están contribuyendo,

entre otras direcciones de praxis y p en samiento actuales, la Bioética Global o Profunda, el Ambientalismo Holista - ambas partiendo de realidades de la praxis contemporánea, conceptualizándolas- , los Estudios de C ienciaTecnologia-Sociedad, dimanando desde los desarroJlos de las Tecnociencias y su empleo tecnológico actuales en su articulación con el Saber científico, así como la N ueva Epistemología o Epistemología de 2do. Orden, esta

~j e r­

ciendo su impacto desde el Saber fil osófico. 2

Algunas de esas dicotomías erigidas por el pensamiento

de la Modernidad Occidental han sido las establecidas entre C iencia y Valor; entre C iencias Naturales y Técnicas ("duras") y C iencias Sociales y del Hombre ("blan das"); entre Cultura Científica y Cultura Humanística; en tre Saber Experto y Saber Lego; entre Ciencia y el Resto de los Saberes; entre Slueto (indagador) y Obj eto (i ndagado); entre Oqjetividad y Subjetividad, entre las más significati vas. 3

y donde "más local" y "más global" no de ben ser nece-

sariamente identificados - como todavía ocurre frecuen temente p or un pensamiento a ún muy permeado por una visión j erarquizan te- co n "inferior" y "superior" , ya sea cualitativa o j erárquicam ente. 4

Caso ejempla r de tal "in terobj etividad" lo constituye

toda indagación de

ol~j eLOs

"pesados" (con peso), que en

realidad, por "aislados" que se nos a ntoj en, en realidad, en su peso están man ifestando su interacción con la gravedad de la Tierra - levemente modificada por la de la Luna- .


Como hace Edgar Morin, relevante exponente del pen-

parece cambia r y transform a rse continua y caprichosa-

samien to de la Complejidad, por ejemplo en su libro Los

m ente); y los denomin ados "al borde o en el límite del caos o

5

siete saberes necesmios a la educación delfotum

de la inestabilidad" (en los que los sistemas presentan una

En el despliegue de una nueva comprensión de "la ex-

6

vent<yosa - dinám icam ente hablando- combinació n de

plicación" , ta mbién la llamada Nueva Epistemología o

las caracte rísticas m encionadas).

Epistemología de 2do. Orden (a la que tributa el pensa-

Los dos prim eros tipos de "atractores" del comporta-

miento - y las Ciencias- de la Complejidad) ha hecho y

miento sistémico p er miten predecir la futura conducta de

continúa haciendo - desde terreno filosófico- significati-

los sistemas indagados, y por lo mismo son los caracterís-

vos aportes al nuevo ideal "no clásico" de racionalidad.

ticos para los sistemas simples o no comPlijos (que son los que

A su vez, el p ensam iento - y las Ciencias- de la Comple-

h a estudiado la ciencia tradicional); los otros dos tipos

jidad también ha n nutrido y continúa n nutriendo con sus

de atracto res del comportamiento sistémico sólo se pre-

desarrollos a esa Nueva Epi stemología de 2do . Orden a

sentan en los sistemas compl~jos, que aunque temporalmente

la que epistemológicamente tributa. Es un ejemplo p erti-

pueden queda r "atraídos" en su conducta hacia regíme-

nente del ya aludido diálogo fructífero - no h egem ónico-

nes de cambios y transformaciones representados por los dos primeros tipos de atractores dinámicos, sin embargo,

entre Saberes diferentes. 7

La comprensión de la "causalidad como constreñimien-

tienden característicamente a quedar "atrapados" en los

to" ha sido convincentemente argumentada por Alicia

regím enes de cambios y transformaciones de los dos últi-

Juarrero, filósofa y complexóloga norteamericana de

m os tipos mencionados.

origen cubano, en su libro Dynamics in Action: Intencional

Por cierto, cada vez m ás se constata que los sistem as

Behavior as a Complex System.

complejos evolutivos - naturales o sociales- tienden espon-

En algunos recientes trabajos de Stuart Kauffman: Inves-

táneamente a quedar "atrapados" en atractores de los de-

tigaciones, así como en otros de la C áted ra para el Estuclio

nominados "al borde o en el límite del caos o de la inestabilidad",

8

de la Complejidad de La Habana, se argumenta la insu-

ya que en semejante régim en de cambios y transforma-

ficiencia del traclicional tratamiento que circunscribe la

ciones los sistem as complej os optimizan cuatro caracte rís-

interacción de los sistemas complejos con su entorno al in-

ticas suyas:

tercambio de sustancias, energía e información, argumen-

• La conectividad entre sus componentes en red.

tándose la necesidad de incluir otro tipo de intercambio

• E l procesamiento de la información .

adicional no abarcado por los mencionadas interacciones.

• Su gam a de alternativas ulteriores de desenvolvi-

9

Con lo que, de forma clialéctica, el p ensamiento - y las

miento.

Ciencias- de la Complejidad trascienden el principio

• Su adaptabilidad y evolutibil idacl.

a ristotélico acerca de que "nada se mueve a sí mismo" ,

• (Todo lo cuál los dota de una vent<ya adaptativa y

sustituyéndolo por la comprensión de la auto-organiza-

evolutiva que favorece su existencia continuada). Los "constreñimientos de entorno" alejan el comporta-

ción em ergente de las redes-en-red, con sus bucles de

JJ

retro-alimentación , en los cuales el producto resultante

miento de los componentes del sistem a de la equiprobabi-

es a su vez condi ción necesaria de reproducción; tra ta-

liclad, p ero no

miento totalmente convergente con - y concretizador

o articulan mutuamente a clichos componen tes m ás que

"co mpl~ji zan "

al sistema (no ca-relacio nan

de- el principio de la dial éctica m ateriali sta acerca del

lo que y a estaban relacionados o articulados mutuamente);

a ulo-movimiento de la ma teri a.

los "constreñimientos composicionales", además de alejar

Las Ciencias de la Complejidad han ve ni do estable-

ulteriormente a dichos componentes de comportamien tos

ciendo la existencia de cuatro variantes para semejantes

equiprobables, los co-relacionan o articulan mu tuamente

10

"atracto res" de la conducta dinámi co-sistémica: los

~'fi­

ulteriormente, "complejizanclo" al sistema.

jos o j)Untuales" (en los que el comporta mi ento del sistema

Existen "constreñimienlos composicionales" llam ados

queda "congelado", no (sigue) cambi ando ni transfor-

"de 1ero g rado" que "complejizan" ulteriormente al

mándose ulteri ormente); los "cíclicos o jJeriódicos" (en los

sistema dentro del

que el comportamiento del siste ma exp erimenta cambios

presen taba; y llamados "de 2do. Grado", que lo "com-

y tran sformaciones que se repiten indefinidamente); los

plejizan" lleván dolo a un nuevo "grado" , cualitativa mente

"raros o caólicos" (en los que el comportamiento del sistema

diferente, de Co mplejidad sistémica.

mimIO

"grado" de Complejidad que ya

61


Género, identidad nacional y poder en La historia de la Monja Alférez escrita por ella Inisraa La Monja Alférez es uno de los personajes más interesantes de la conquista del Nuevo Mundo y, como obra literaria, de la literatura española en general. En ella se mezclan el género, la identidad nacional y el poder, constituyéndose en una figura representativa del conquistador español y convirtiéndose en un caso digno de análisis y escrutinio. En este artículo se intenta ofrecer una visión lo más abarcadora posible del personaje.



lector contemporá neo de la obra, podemos espeatalina /Antonio de Erauso (1585?cula r, esta ría igualmente confundido al enfren1650), conocida como la Monj a ta rse al personaje, ello así desde el mismo título Alférez, es uno de los personajes más atractivos de la historia de la asignado a éste: la Monj a Alférez. Si bien el p ersonaje privilegia su identidad conquista española de América. N o sólo se la cose presenta a sí mismo, en el texto, m asculina, noce por su autobiografía, objeto de este ensayo, como LA Monja Alférez y no EL Alférez Monja, sino también por la abundante producción de fical menos en el original en esp añol. Este es sólo ción de la que es objeto. Pa ra d a r unos cua ntos uno de los tantos problem as que presenta el deterej emplos podemos menciona r obras de teatro, minar el género del p ersonaj e. 1 la primera de ellas escrita y presentada cuando Para Judith Butler, el género es un efecto, una Erauso aún vivía: La monja alférez (1626), deJuan construcción que se logra a través de "una habiPérez de Montalbá n; numerosas novelas, entre las cuales cabe m enciona r: The Spanish Military tu al estilización del cuerpo, una serie de actos rep etidos dentro de un marco altamente regulado N un (1847), de Thomas de Quincey, Las memorias que se solidifica con el tiempo p ara tomar la apade la Monja Alférez (1972), de Carlos K eller Rueff, riencia de una susta ncia, de una esp ecie de ser Corifesiones de la monja alférez (2005) de Jua nita n atural"2 (Butler 33). Si aplicamos esta definición G allardo, y la m ás reciente Catalina (2006) de Markus Orth, publicada en español con el títudel género como un efecto producto de la estilización del cuerpo a Catalina/Antonio, veremos lo L a mujer travestida (2009). Existen ta mbién dos como él va a construirse como hombre a partir p elículas con el mismo título: L a monja alférez, una de un cuerpo femenino media nte una serie de acde 1944, con M a ría Félix en el papel protagónitos que podríamos calificar como rituales. Luego co, con un guión en el que p a rticipó Max Aub y dirigida por Emilio G óm ez Muriel, y otra en de escap arse del convento donde había estado internad a desde los cuatro años de edad , Catalina/ 1987, dirigida por J avier Aguirre. En este artículo analizaré cómo se mezclan el Antonio declara: "Allí acogíme y estuve tres días género, la identidad n acional y el poder p a ra hacer de Catalina /Antonio de Erauso una figura representativa La Monja Alférez se convierte del conquistador español del Siglo de Oro. El texto Historia de la M onja Alférez en sÍtnbolo de la superioridad escrita p or ella misma presenta múltiples del ser tnasculino en la sociedad problemas al momento de enfrenta rse a él: ¿E s o no autobiografí a? ¿Cuál es el de su época. género literario: picaresca, libros de solda do, crónicas de viaj e? Pa ra fines de este a nálisis tomaré el texto como autotrazando, acomoda ndo y corta ndo de vestir. Híbiog ráfico y escrito por la M onj a Alférez, y también dej a ré de lado el asp ecto de la p olifonía de cerne, de una basquiña de pa ño azul con que me géneros litera rios pa ra así p oder enfocarme mej or h a llaba, unos calzones, y de un faldellín verde de p erpetuán que traía debaj o, una ropilla y p oen los tres asuntos que m arcan mi rumbo. Cómo referirse a C atalina/Antonio es uno lainas; el hábito me lo dejé p or allí por no saber de los problem as principales a los que se enfrenqué h acer con él. C órteme el p elo, que tiré, y a la ta cualquier an alista del texto. H e optado p or el tercera noche, deseando alej arme, p artí no sé por uso innovador del nombre de su nacimiento y el donde .. ." (Erauso 12). último nombre con el cua l vivió, p ara destacar la Podemos observar cómo el nacimiento de naturaleza dual del género del p ersonaj e conocieste hombre es producto de una acción volitiva do en el Siglo de Oro como la Mo~ a Alférez. Un p or p a rte de la mujer que h asta ese momento

C

64 GLOBAL


había sido novicia de un convento. La estilización es primero exterior: la ropa y el pelo. Estos marcadores externos del género, especialmente el vestido, van a ser de suma importancia en la percepción de Catalina/Antonio como hombre dentro de la sociedad española; para Catalina/ Antonio lo más importante es verse, lucir como hombre. Algunas observaciones de la época, como la de Pedro del Valle Peregrino, señalaban que Catalina/Antonio prácticamente "no tiene pechos: que desde mui muchacha me dixo haver hecho no sé qué remedio para secarlos i quedar llanos, como le quedaron: el qual fue un emplasto que le dio un Italiano, que cuando se lo puso le causó gran dolor; pero después, sin hacerle otro mal, ni mal tratamiento, surtió el efecto" (citado en Perry, 414, nota 8). Catalina/Antonio asume las marcas exteriores de la masculinidad al tiempo que borra las marcas exteriores de la feminidad: pechos y pelo largo. Estos actos dan nacimiento a un hombre que va a asumir uno de los roles masculinos más

paradigmáticos de la época: el soldado conquistador. Así, la Monja Alférez se inscribirá en la sociedad como elemento masculino a partir de una serie de "performances", primero en el terreno privado y luego, como veremos más adelante, en lo público. Lo "performativo" de los gestos y actos es descrito por Butler del siguiente modo: "Dichos actos, gestos, proclamaciones, son performativos en el sentido que la esencia o identidad que se supone expresan son fabricaciones manufacturadas y sostenidas a través de signos corporales y otros medios discursivos"3 (Butler 136, cursivas en el original). Estos signos corpóreos: ropas masculinas, ausencia de pechos, pelo corto, van a definir a Catalina/Antonio frente a la sociedad y le van a permitir hablar y actuar como hombre. La repetición de gestos y actos aprendidos durante sus años como paje al servicio de varios amos masculinos añadiría, podemos suponer, más credibilidad a su construcción del género masculino. Michel Foucault, al referirse al soldado del siglo XVII,

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anota que "el soldado es por principio de cuentas alguien a quien se reconoce de lejos . Lleva en sí unos signos: los signos naturales de su vigor y de su valentía, las marcas también de su altivez; su cuerpo es el blasón de su fuerza y de su á nimo" (Foucault, 1994, 139). La estilización del cuerpo de Catalina/Antonio va a producir un "efecto de género" (Butler, 140) que se va a confirmar cuan do se haga soldado en el Nuevo Mundo, pero que tuvo su inicio en la primera etapa de masculinización que se n arra en el texto y que se da bajo el signo de la novela picaresca: el deambular m asculino y la delincuencia. 4 Al embarcarse para el Nuevo Mundo, donde se hará soldado en Chile, Catalina/Antonio ofrece como explicación a su amo del momento, Diego de Lasarte: "Era mi inclinación andar y ver mundo" (Erauso, 25). El deambular va a ser el signo de Catalina/Antonio en el Nuevo Mundo, aquí podemos encontrar otro esquem a binario de ruptura: al encierro de la novicia Catalina en el convento podemos oponer el "andar y ver mundo" de Antonio. Perry da una razón contundente p a ra que se considere al personaje Catalina/ Antonio como m asculino: "Sin embargo, podría a rgumentarse que Catalina de Erauso debe ser identificada como un hombre que no p ermitió que la identidad errada que su familia tenía de él, ni su falta de algunas de las características fisiológicas de los machos coartara n su propia percepción de sí mismo"5 (Perry, 395). Lo importante aquí es la auto-percepción, Catalina/Antonio se refiere a sí mismo en masculino salvo algunas instancias de las que hablaré m ás adelante. Tomando como b ase la definición del poder de Foucault: " [. ..] es el nombre que se presta a una situación estratégica complej a en una sociedad dada" (Foucault, 1977, 11 3), podemos ver a Catalina/Antonio como un suj eto inmerso dentro de una red de situaciones esp ecíficas en las cuales su grado de ejercicio de poder se va a ver determinado, en gran parte, por el género que se encuentre ejerciendo en ese momento, y, viceversa, veremos cómo su situación de género se verá afectad a por la posición de poder que ocupe en un momento determinado. Esta situación estraté-

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gica se hace problemática en el texto por la intervención volitiva del sujeto femenino que adopta conscientemente un género diferente al de su sexo biológico y que resulta ser el que se identifica, en la sociedad en la que se encuentra, con el poder estatal y violento. La intervención del suj eto Catalina/Antonio no invalida la definición de poder de Foucault, la cual parece no dej ar espacio p ara los actores humanos, pero sí la coloca en otra dimensión del a nálisis: los sujetos podría n , de manera voluntaria, colocarse en situación de ej ercer el poder en determinadas circunstancias. Bajo este prism a, los suj etos no serían simples producciones del poder ni simples víctimas que se resisten al mismo, sino que elegirían posicionarse como suj etos capaces de ej ercer el poder. En el caso de Catalina/ Antonio estamos frente a una mujer que decide construirse como hombre para así "andar y ver mundo", para disfrutar de los privilegios sociales asignados a la masculinidad. El poder como situación estratégica (Foucault) y el poder como obediencia a la ley (la visión tra-


dicional) son los dos paradigmas en los cuales se sitúa Catalina/Antonio en tres dimensiones: como sujeto que se construye a sí mismo para ejercer el poder sobre otros, como sujeto que es sometido al poder (en sentido penal) y como sujeto que se resiste al poder, generando en su propio cuerpo un contrapoder que se opone, de modo contradictorio e irónico, al poder patriarcal que asume como propIO. En el contexto histórico-social en el cual vivió Catalina/Antonio, los roles asignados a los géneros estaban determinados en función de una matriz binaria: hombre-masculina-espacio público-libertad de movimiento vs. mujer-femenina-espacio privado-reclusión (doméstica o religiosa). Catalina, al haber nacido mujer, pasa a cumplir con su función femenina dentro de esta matriz: su vida hasta los 15 años transcurre detrás de los muros de la casa paterna y del convento. A la edad de 15, Catalina se va a construirse a sí mis-

La identidad nacional de la Monja Alférez tendrá dos v ertientes: la de español y la de v asco. ma como sujeto perteneciente al género masculino y, para ello, necesita marcar sobre la piel y el cuerpo los signos de la masculinidad. A partir de esos actos rituales (fabricación del vestido, corte de pelo, supresión de los senos) se da nacimiento a un sujeto poderoso, un sujeto que ejercerá poder sobre seres catalogados como inferiores hasta terminar sus días como Antonio de Erauso, encomendero con mulas e indios a su cargo. Pero esta masculinidad no se limita a ejercer poder sobre sujetos inferiores en la escala social, como los indios o las prostitutas amenazadas por él al final del texto, sino que también manifiesta su masculinidad y su poder violento cuando reacciona hombrunamente a las ofensas al honor que se le hacen a todo lo largo del texto: "Pusímonos

a jugar, fue corriendo el juego, y en una diferencia que se ofreció, presentes muchos alrededor, me dijo que mentía como cornudo. Yo saqué la espada y entrésela por el pecho" (Erauso, 29, mi énfasis). Las manifestaciones exteriores del mundo interior de este personaje (mundo interior al que no tenemos mucho acceso los lectores del texto) revelan una subjetividad masculina que ha sido aprehendida por Catalina/Antonio mediante su observación aguda del mundo masculino y sus reglas. Las actuaciones de esta subjetividad masculina son resumidas por el mismo personaje en uno de los pasajes más citados del texto: "[oo.] me embarqué, aporté, trajiné, maté, herí, maleé, correteé, hasta venir a parar a la presente y a los pies de su señoría ilustrísima" (Erauso, 69). Todas y cada una las acciones descritas serían propias de un sujeto masculino de la época, ya que las mujeres estaban destinadas a la casa o al convento. Estas actuaciones van a tener consecuencias, generalmente penales. A lo largo de Historia de la Monja Alférez escrita por ella misma se observa una negociación de la

ley, de cómo Catalina/Antonio se relaciona con los demás a través del marco jurídico. Esto se ve desde el primer capítulo cuando, aún adolescente, el personaje principal tiene que pasar un mes en la cárcel por herir a un muchacho. Luego del episodio del juego relatado anteriormente, la Monja Alférez pasa seis meses en santuario en la iglesia donde se había acogido para escapar de la acción de la justicia secular; luego de matar a su hermano, en una riña en la oscuridad, debe pasar otros ocho meses en santuario y se le pasa "causa en rebeldía" y así sucesivamente hasta verse condenado a muerte y salvarse milagrosamente a última hora. Todas las situaciones penales en las que se ve envuelto la Monja Alférez son producto de infracciones generalmente asociadas con lo masculino: riñas, golpes y heridas voluntarias, homicidios. Tanto el cuerpo como la subjetividad de Catalina/Antonio aparentan ser masculinos pero su sexo biológico hace de su cuerpo un espacio donde también está inscrita una resistencia al poder patriarcal. Si ese poder sólo concibe a la mujer

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nina; una vez instalada en este género que había dentro de un paradigma de reclusión (" La mujer abandonado hace mucho tiempo, el p ersonaj e se honrada, con la pata quebrada y en casa", dice el encuentra "confusa". refrán español), Catalina/Antonio se resistirá al El estar atrapada y confundida trae a la superpoder que la rodea ejerciendo violencia sobre su ficie el género que se identifica con la debilidad y propio cuerpo para lograr la inserción en la socieel confinamiento. Solo hay otra instancia en la que dad masculina como miembro de pleno derecho, la Monja Alférez se refiere a sí mismo en femenino: como un soldado, ej emplo principal de masculinidad. Catalina de Erauso se rebela contra la en el convento, cuando aún no era Antonio. En el relato que hace al obispo de Guamanga le revela sociedad patriarcal convirtiéndose en un hombre paradigmático de ella. que es mujer, pero dentro del relato sigue refiriéndose a sí mismo como hombre. El poder sitúa al Su cuerpo y alma se convertirían entonces en el sujeto dentro de una matriz en la cual la posición espacio contradictorio donde se conjugan la mujer rebelde contra el poder patriarcal que la sume en que ocupe en determinado momento va a ser determinada por el género que se posea pero al misla reclusión y el hombre tradicional que ejerce su poder en la sociedad mediante la violencia física y mo tiempo, y por efecto especular de esa misma que tiene gran libertad de movimiento. característica del poder, el género puede determiLa violencia masculina d e Catalina/Antonio narse por la situación en la que el sujeto se encuenes dirigida hacia los blancos tradicionales: las tre en un momento dado.7 razas inferiores (indios y negros) y las muj eres . Dado los cambios en la percepción de género señalados anteriormente, podemos afirmar que Solo que en este caso el cuerpo femenino que es violentado es el mismo cuerpo del hombre en el en el texto la identidad nacional está atada indisolublemente a la identidad de género. Catalina que se ha convertido la novicia escapada del convento. 6 Al colocarse como hombre dentro de la se convirtió en hombre, pero no en un hombre red de poder d e la sociedad española de la época, cualquiera, sino en un hombre de acción y de Catalina/Antonio pasa a disfrutar de los privilegios inherentes a su género construido y asumido: se le otorgan res"Catalina se convirtió en ponsabilidades com erciales, deambula libremente, se le ofrecen mujeres (eshoItlbre, pero no en un hoItlbre pañolas y mestizas) en matrimonio, se cualquiera, sino en un hoItlbre de le asignan esclavos negros e indios en encomienda, lucha en las campañas de acción y de ejeItlplar bravura." conquista; en fin , todo los privilegios de un hombre de la época. Todo este entramado masculino, al ser una construcción, se ve en algunas instancias ejemplar bravura, en un ejemplar del español que amenazado y Catalina/Antonio se ve obligado toma posesión de nuevas tierras y nuevas gentes. a revertir a su condición femenina anterior. En La identida d nacional d e la Monja Alférez el capitulo XVII, al verse atrapado en presencia tendrá dos vertientes: la de español y la d e vasco. d el alcalde de Lima y acusado del robo de un Como perteneciente a la nobleza vasca, Catalina/ caballo, Catalina/Antonio anota: "Yo, cogida Antonio no deja de reivindicar su lugar de proced e repente, no sabía qué decir; vacilante y cond encia ni su status social: en varios pasajes es salfusa parecía delincuente" (Erauso, 59, mi énfavado de situaciones peligrosas por la intervención sis): Es altamente significativo que el retorno a de sus paisanos vizcaínos e incluso su hermano se la identidad femenina se dé cuando el p ersonaje hace su amigo (sin reconocerlo) porque " [.. .] oyense ve "cogida"; el ser susceptible d e prisión, d e do mi nombre y mi patria, soltó la pluma y me encierro, la hace retornar a su condición femeabrazó" (Erauso, 26).

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Merrim acota que en la petición dirigida a la Corona en 1625, luego de que Catalina de Erauso (nombre bajo el cual hace la petición) contara sus hazañas como sold ado y recalcase que "soportó las p enurias del servicio militar como el hombre más fuerte, que fue conocida solam ente como tal en cada batalla", le pide al rey que considere que "[. ..J es la hij a de ciudada nos nobles y principales de la ciudad de San Sebastián". 8 Aquí vemos cómo Catalina/Antonio juega con la ambivalencia de sus géneros e intenta sacar partido de a mbos: de su mundo masculino reivindica la bravura y la resistencia a la dura vid a militar y de su mundo femenino su p ertenencia a la nobleza vasca. Pero aun así la identidad regional se ve sumida bajo la identidad nacional: si bien Catalina/Antonio reivindica a lo largo del texto su identidad vasca, no deja nunca de recordarle, al lector y a los personajes con los que interactúa, que es sobre toda las cosas español. Así le dice al cardenal Magalón, quien le reprocha el ser espa-

ñol como su única falta: "A mí me parece señor, debajo de la cor rección que se debe a vuestra señoría ilustrísima, que no tengo otra cosa buena" (Erauso, 81). La identidad nacional también se superpone a la identidad de género. Catalina/Antonio está preocupado con su estatus dentro de un marco jurídico-social que lo h a catalogado, gracias a su propio hacer, como soldado m eritorio. Como soldado, sus m éritos son producto de la violencia ejercida contra los subalternos; la violencia y el discurso se unen en la Historia de la Monja Alférez escrita por ella misma p ara crear una subjetividad indígena en contraposición a la subjetividad española. Bajo este paradigma, los indígenas no son sujetos dignos de compasión o caridad cristiana, son enemigos a exterminar: "Habíanse entretanto los indios vuelto al lugar, en número de más de 10,000. Volvimos a ellos con tal coraje e hicimos tal estrago, que corría por la plaza abajo un arroyo de sangre como un río y fuimos siguiéndolos y matándolos hasta pasar el río Dorado". Luego de esta matanza, siguiendo el relato de Catalina/Antonio, los conquistadores encuentra n oro en el río y el gobernador les ordena retirarse. Apunta la Monja Alférez que " [. ..] muchos pedimos al gobernador licencia para conquistar aquella tierra, y como él, por razones que tendría, no la diese, muchos, y yo con ellos, nos salimos de noche y nos fuimos [.. .]" (ambas citas, Erauso, 41, mi énfasis). Como hemos visto, la Monja Alférez se convierte en símbolo d e la superioridad del ser masculino en la sociedad d e su época. Catalina/ Antonio de Erauso es uno de los personaj es más interesantes de la historiografía de la conquista española del Nuevo Mundo y, producto de la re cepción crítica de los últimos años, de la literatura española en general. La fluidez con la que pasa del género femenino al masculino, del Viejo al Nuevo M undo, y su éxito en ello, lo convierten en un caso digno de análisis y escrutinio. Aquí he intentado mezclar el an álisis del genero, la identidad nacional y el poder a fin de ofrecer una visión lo más abarcadora posible del p ersonaje que es la Mor~ja Alférez. Catalina/Antonio de Erauso terminaría sus días como encomendero y soldado pensionado por la Corona española. Se podría

69


decir entonces que su vida fue exitosa y que logró en ella aquello que se había propuesto: ser un hombre de acción dentro de la sociedad patriarcal en la que le tocó vivir.

7

Es por eso que podemos hablar de una feminización de

los hombres que son puestos en situaciones típicam ente femeninas o masculinización de mlu eres que se ven en roles m asculinos, como es el caso de Catalina de Erauso cuando asume la p ersonalidad de Antonio.

Arturo Victoriano es agregado cultural de la Repú-

8 " [ ... ]

blica Dominicana en Canadá; cuenta con una maestría en Literatura Hispanoamericana de la Unive rsidad

like the strongest m an, known only as such in every batt-

de Taranta, donde cursa actualmente estudios doctorales y ha sido traductor de textos académicos al español y al inglés,

the town of San Sebastian o

she withstood the discomI'orts oI' military service

le ... she is the daughter of noble and principal citizens in

Bibliografía AGUIRRE ,]avier. La monja aiferez. 1987.

Notas 1

El lector moderno educado en el lenguaj e feminista

BUTLER, ]udith. Gender Trouble: Feminism and the Subver-

sion qfIdentiry, 1" . ed. , New York: Routledge, 1990.

no sexista de la segunda mitad del siglo XX quizás no

ERAUSO, Catalina de. Historia de la Monja Alférez escrita

tendría problem as con el título: hoy en día una mujer

por ella misma. Ed. J esús Munárriz. M adrid: Hipe-

puede ser alférez, p ero para los lectores contemporáneos de la obra, alférez era una categoría exclusivamente masculina. 2

"The repeated stylization of the body, a set of repeatecl

rion, 1986. FOUCAULT, Michel. Historia de la sexualidad, vol. 1: La vo-

luntad de saber. Trad. Tomás Segovia. la ed . M éxico: Siglo XXI, 1977.

acts within a highly regulatory [ram e tha t congeal over

- . Vigilary castigar: nacimiento de la prisión. Trad. Aurelio

time to produce the appeareance oI' substance, oI' a na-

G a rzón del C amino. 9a ed . Madrid: Siglo XXI Edi-

tural sort oI' being" . Todas las traducciones de! artículo son de! autor. 3

"Such acts, gestures, enactm ents, generally construed

tores, 1994. GALLARDO,] ua nita . Corifesiones de la M onja Alférez. l . ed. Providencia, Santiago (C hile): Seix Barral, 2005 .

are peifónnative in the sense tha t the essence or identity

GÓ1VIEZ MURIEL, E milio. La monja alférez. 1944.

that they otherwise purport to express arejábrications m a-

K ELLER RUEFF, Carlos. Las memorias de la Monja Afferez: nove-

nuI'actured and sustained through corporeal signs and other discursive m eans."

la. 1. ed. Santiago de Chile: Editorial]. de Vivar, 1972. MERRIM, Stephanie. "Catalina ele Erauso: From Ano-

Encuentro significativo el h echo que el personaje co-

maly to Icon." Coded Encounters: Writing, Gender, and

mience su vicia masculina como pícaro. Al comenzar su

Ethniciry in Colonial Latin America. Ed. Fra ncisco J avier

vicia como pícaro y terminar e! relato de sus aventuras

Cevallos-Candau . Amherst: University of M assa-

4-

como virgen, Catalina/Anto nio subvierte, en otra forma,

chussetts Press, 1994. 177-205.

Catalina . Berlin : Goldma nn, 2006 .

la dicotomía de género imperante en su época. El pícaro

ORTH, M a rkus.

es un j oven errante, la pícara es una prostituta. Al evadir

- . La nnger travestida. M adrid: Salaman dra, 2009.

e! destino reservado a las pícaras y seguir el de los pícaros,

P ÉREZ DE MONTALBÁN, ]ua n. L a monja aiferez, comedia

Catalina/ Antonio quiebra el binarismo de la sociedad en que se desenvolvía.

jámosa. Ed . Catalina de Erauso, 1626. P ERRY, Mary Elizabeth. "Frol11 Convent to Battlelle!d:

s "Yet it could be argue that Catal in a de Erauso should

Cross-Dressing a nd Gendering t he Self in the New

be identified as a maJe wh o (lid not allow his famil y's mis-

World ofImperial Spain." (¿!leer Iberia: SexuaLitieJ; Cul-

Laken identity of him nor his lack of sorne of the phy-

tures and Crossings fi"07n tlze JvJiddle Ages to the Renaissance.

siological characteristics of maJes to undercut his own

Ed. ] osiah Bl ackmore and Gregory S. Hutchen son.

understancling of hil11selL " 6

G ra n parte de la aceptación del travestismo de Catali-

Durham: Duke U niversity Press, 1999. 394-419. QUINCEY, T homas de. " The Spanish Milita ry Nun."

na/ Antonio se debió a su condición de "virgen in tacta".

Tlze vVorks qf Tlzomas De Qyincey: Tlze SjJanislz NIiLitG1y

La única violencia sobre el cuerpo f'el11 enino que Catali-

Nun; ¡Ize Last Days qf Immanuel Kant. vVhitefish , MT:

na/ Antonio no se p ermitió fue la rupLura de su hime n.

K essin ger Publishing, 2006 . 3-98.

70 GLOBAL


Desde el primer día estamos aquí preocupados por la salud de tu gente, siendo parte de su orgullo, llevando pureza y vida a todos los hogares pensando en la familia del mañana.

MercaSID

ciftal ~

INDUSPALMA


De econoll1.Ías y deseCOnOll'i.Ías urbanas El caso de la Gran Área Metropolitana de Costa Rica El artículo tiene como objeto dilucidar la naturaleza del estilo de crecimiento y expansión urbana de la Gran Área Metropolitana de Costa Rica, principal espacio económico costarricense, y plantear los impactos del mismo en términos de deseconomías urbanas (externalidades negativas) que afectan la competitividad territorial, la sostenibilidad ambiental y la calidad de vida de las personas. La hipótesis central es que de no revertirse los efectos de tales tendencias, en el mediano y largo plazo, el país podría desandar el camino recorrido en dinamismo económico y atracción de inversiones, en razón de las pérdidas ocasionadas por las insuficiencias en infraestructura vial y sistema de transporte, contaminación ambiental e inseguridad ciudadana.

Fotos: Efe


osta Rica, desde los tiempos de la colonia, se ha caracterizado por una concentración de población y actividades en el Valle Central, que incluye las tierras calificadas como las más fértiles del país. La conformación de lo que hoy se conoce como la Gran Área M etropolitana (GAM) empieza a perfilarse desde los inicios de la vida republicana. En efecto, en 1848, mediante mandato legal, los principales poblados del centro del p aís son transformados en cantones, I p erfilándose así el principal espacio económico del p aís, edificado sobre la base de una car acterística particular: la ventaja comparativa que otorgaba la proximidad de cuatro de las seis principales localidades del país, ubicadas en un radio de acción de aproximadamente 40 kilómetros. La GAM qued a oficialmente instituida en 1982 por medio de un decreto del Poder Ejecutivo, y su delimitación se debe a factores geográficos. Actualmente abarca 31 cantones en un recorrido desde Paraíso de Cartago en el Este

h asta Alajuela por el O este, Aserrí por el Sur y de ahí a las faldas del volcán Barva por el norte. A 2008 se estima que alberga a 2,5 millones de personas, el 55% del total del país, en menos del 4% del territorio total, y a un 86% de las plantas, almacenes y oficinas (de control o de procesos) de las primeras 50 empresas exportadoras m ás importantes del país, las cuales, en conjunto, generan un 92% del valor de las exportaciones FOB del total de tales empresas. Como consecuencia del proceso concentrador de población y actividad económica y de la especificidad que adquiere tal proceso, se asiste a una ruptura de la estructura espacial tradicional de la ciudad capital como único centro urbano de magnitud y a la emergencia de una organización espacial con tres núcleos de población adicionales que cobran importa ncia, los cuales empiezan a tener protagonismo no sólo dentro de la GAM sino de todo el país. En términos generales, h ay coincidencia en afirmar que la forma de utilización del espacio

C

Costa Rica GRAN Á REA METROPO LITANA Áreas Metropolitanas

2007

Sim bolog fa Límite

GAM

--

Áreas Metropolitanas

1982 dic.shp

Límite GAM Propuesto Lím ite cantonal

San José Cartago Heredia

5

O

5 km

Alajuela

Fu entes: Instituto Geográfico Nacional (IGN), In stituto Nacional de Estadfstica y Censos (INEC) y el Instituto NacionaL de Vivienda y Urbanismo (INVU).

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urbano-regional responde a una organización escasamente planificada y, por tanto, cada día se reafirman más los procesos dominantes de ocupación del mismo, cuyas consecuencias más importantes se reflejan en la vertiginosa metamorfosis de los usos de la tierra con fines urbanos diversos. La organización predominante es atribuida a varios factores, entre los que destacan el escaso interés que ha existido por la problemática urbana, de tal manera que se han ido posponiendo decisiones que, muy probablemente, hubiesen contribuido a oponerse a tendencias poco saludables que venían penetrando -abierta o soterradamente- en el espacio urbano de la GAM, aun cua ndo se admita un crecimiento relativamente planificado, demostrable en la cuadrícula que identifica los cascos históricos urbanos y, de manera particular, en la cobertura de las redes básicas de electricidad, agua potable y otros servicios urbanos. La GAM ha dejado de lado su pasado agrícola basado en el cultivo del café, aunque conserva vestigio de ello y subsiste en su territorio la producción agrícola orientada al mercado de bienes transables que convive con otros usos del suelo. D e un conjunto de centros poblados de nivel regional, con una relativa independencia espacial, se pasa a una malla urbana en constante proceso de conurbación, 2 convirtiéndose en un espacio más complejo y diverso, que concentra en sí mismo una importancia vital para el desarrollo del país: internamente, por ser el centro de irradiación e innovación para el resto del territorio, y externamente, como sede de una importa nte parte de procesos económicos globales. Al mismo tiempo que alberga en su territorio desequilibrios socio-económicos y espaciales que limitan su propia integración metropolitana y de ésta con el resto del país, dando lugar a distintos niveles de desarrollo y revelando insuficientes mecanismos que faciliten dicho proceso, como son el diseño y la ejecución de planes de desarrollo urbano sostenible de sus distintas ciudades; la ocup ación urbana orientada a integrar las ciudades principales y otros pequeños poblados al sistema metropolitano de ciudades; la consolidación de mecanismos de coordinación institucional para elevar la capacidad de gestión de las

74 GLOBAL

municipalidades; el desarrollo de infraestructuras y sistemas de servicios, y el m ejoramiento de la seguridad de las personas y de los bienes, entre otros aspectos a considerar en la formul ación de políticas y progr a mas de actuación públicos, privados y mixtos. Los actores económicos, sociales e institucionales de la GAM h a n revelado incomodidades con la congestión del tráfico y su incidencia en los tiempos de viaje de las personas y las mercancías, en la inseguridad ciudadan a, en la contaminación ambiental, en el desborde de las aguas por un alcantarillado obsoleto, etc., percibiéndose una ciudad económicamente ineficiente. Tal ineficiencia se convierte en una disminución de las capacidades de las personas y de las famili as pero, sobre todo, de las empresas e instituciones, a las cuales se les dificulta apropiarse plenamente de las externalidades positivas generadas por los espacios urbanos , resultado del afloramiento de economías de aglomer ación. Ello es debido, en parte, al incremento de los costos de producción, coordinación y transacción que causa ese tipo de arreglo urbano. En ese mismo sentido, entre los impactos ambientales es posible identificar un espectro que abarca desde la sobre explotación de los recursos n aturales hasta el deterioro de la calidad ambiental en general. Entre los primeros se destaca el deterioro de la cuenca a la cual fluyen los prin-

El país centroamericano enfrenta un esta nca miento en su desarrollo humano debido a una caída de los ingresos, la poca equidad y una baj a e n las m atrículas educativas.


cipales ríos y sus respectivos afluentes y la impermeabilización y contaminación local en algunos puntos de los mantos acuíferos. Al mismo tiempo que los problemas de contaminación del aire persisten, pese a los programas de monitoreo y control que hoy se realizan. Además, el colapso de la red de alcantarillado sanitario es fuente de contaminación de una parte importante de las aguas superficiales y subterráneas, por el prácticamente 'inexistente tratamiento de las aguas residuales, lo

Las deseconoIllÍas urbanas se estiIllaban, para 2005, en 840 Illillones de dólares, lo que significa el 4.24% del PIB.

que significa que se descargan en los cuerpos de agua sin acatar la legislación ambiental vigente. Ese pobre desempeño ambiental aumenta los riesgos de desastres ocasionados por fenómenos naturales, especialmente en zonas urbanizadas en el Valle Central que, por distintas razones, son vulnerables a deslizamientos activados por causas sísmicas, erupciones volcánicas o suelos saturados por precipitaciones pluviales o crecimiento de aguas subterráneas y otras amenazas, cuyos efectos se traducen en pérdidas económicas y daños en la infraestructura física y de apoyo a la producción, agravado ello por la ineficiencia de los sistemas de desagües de las calles, que provoca mayores tropiezos a la fluidez del tránsito vehicular.

Deseconomías urbanas Las deseconomías se originan cuando el coste total medio a largo plazo aumenta conforme se incrementa la cantidad de producción o el uso de algún factor, sin incrementar la escala. De modo que la diferencia entre economías de escala y deseconomías radica en que en la primera los costos de una actividad crecen a una tasa decreciente y en la segunda los costos crecen a una tasa creciente. Es decir, que se presentan deseconomías

cuando el costo aumenta al agregar una unidad adicional. Las deseconomías urbanas (agregación de deseconomías individuales) provocan inconvenientes a las personas, al reducir su calidad de vida sin recibir a cambio compensación, y a las empresas al incidir en su rentabilidad y competitividad. La literatura especializada sobre el tema (Porter, 1995 y 1996; Lever y Turok, 1999; Begg, 2002 y Sobrino, 2002) destaca que la competitividad, entendida como un proceso de generación y difusión de competencias, depende no sólo de factores micro-económicos, sino también de las capacidades que ofrece el territorio para facilitar las actividades económicas; aunque algunos autores sostienen que no son las ciudades como tales las que compiten, sino que éstas constituyen el territorio desde el cual las empresas compiten (Krugman, 1996). No obstante la divergencia de posiciones teóricas, de lo que se trata es de la generación en el espacio de un entorno físico, tecnológico, social, ambiental e institucional propicio para atraer y desarrollar actividades económicas generadoras de riqueza, empleo y servicios. En ese sentido, las ciudades pueden promover o crear estas condiciones; sin embargo, si no se crean, el espacio tiende a volverse menos competitivo. Algunos autores van más allá, el caso de Begg (citado arriba), quien señala que, en contraste con otras épocas en las que las materias primas como los minerales o la tierra eran las principales fuentes de riqueza, hoy en día son las actividades urbanas la principal fuente de prosperidad económica; lo que sucede es que las ciudades compiten en el mercado mundial de una manera diferente a como lo hacen las empresas o los países: no compiten ajustando las tasas de interés o de intercambio, o recurriendo a prácticas restrictivas o de colaboración; más bien compiten ofreciendo un entorno propicio para un ambiente positivo de negocios. La GAM, aún sin alcanzar la magnitud en términos de extensión territorial de las grandes metrópolis latinas (Ciudad México, Sao Paolo, para mencionar solamente algunas), muestra

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Un nuevo bulevar en el centro d e la c iudad de San José; la obra dará un respiro a la caótica metrópoli costarricense.

megaproblemas inherentes al crecimiento y concentración poblacional sin un planeamiento, ordenamiento y regulación urba na, más aún, con una notoria carencia de inversión en infraestructura y equipamientos urbanos, aspectos básicos que inciden en la generación de deseconomías urbanas. Para mencionar solamente un ejemplo, el total de la inversión pública en transporte para 2005 alcanza solamente un 0,33% del PIE , con un promedio del 0,54% anual durante el periodo 2000 -2005, lo que significa que en ese año se invirtió un 39% m enos que el promedio del período considerado.

Externalidades Una de las externalidades negativas más fre cuentes y más relevantes, especialmente en las ciudades que no le han conferido prioridad a la inversión en infraestructura vial y al sistema de transporte, es la congestión vial, cuyos costos económicos y sociales recaen sobre la sociedad en su conjunto; incrementándose el tiempo de despla-

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zamiento, la pérdida de tiempo de las personas cuando se trasladan, los tiempos de entrega de bienes y servicios de las empresas, los accidentes de tránsito y la contaminación del aire por emisiones tóxicas vehiculares, entre otros elementos. Las cifras resultantes de la valoración económica y su expresión en términos monetarios de las principales deseconomías urbanas de la GAM - esto es infraestructura vial y sistema de transporte, contaminación del aire y por desechos sólidos e inseguridad ciudadana- , evidencian que de no tomarse medidas urgentes y de manera sistemática con el adecuado seguimiento, en 2030 la p érdida acumulada por concepto de las desecono mías ascendería a un monto aproximado de 20,000 millones de dólares, lo que equivale a una cifra muy cercana al PIE de 2005. En otras palabras, aun en el contexto de una estimación conservadora, dada la carencia de información estadística, las pérdidas ocasionadas por las deseconomías urbanas podrían hacer que el país desande el camino recorrido en dinamismo


Deseconomías urbanas

Valor actual neto

(VAN)

Infraestructura vial y sistema de transporte

8,739,019,921.79

Accidentes de trá nsito

1,020,700,929.00

Tiempo (congestión)

7,718,199,220.98 119,771.81

Combustible Contaminación Del aire

550,003,910.89

Por desechos só lidos Inseguridad ciudadana

TOTAL

3,466,520,423.05

2,9 16,516,512.16 8,695,816,230.42 20,901.356,575.27

Fuente: Elaboración y cálculos propios del Estudio econÓmico de la GAM, citado.

económico y atracción de inversiones, tras la recuperación de la crisis económica de principios de la década de 1980, la más fuerte conocida en la historia reciente del país. D e manera más específica, las deseconomías urbanas consideradas que están afectando a la GAM se estimaban , en 2005, en 840 millones de dólares, lo que significa el 4,24% del PIB. Los problemas relacionados con la infraestructura vial y el sistema de transporte son los que tienen un m ayor peso relativo (337.5 millones de dólares) y, dentro de ellos, la proporción que corresponde a tiempo perdido por congestión (243 millones de dólares). Como punto de comparación, dicho costo representa aproximadamente un 11 % más que el monto presupuestario que se le asignó al Ministerio de Obras Públicas y Transportes en el mismo año considerado. Los accidentes de tránsito alcanzan a unos 59 millones de dólares, que representan un 0,30% del PIB; de ese monto, el 67,8% corresponde al costo debido a muertes en accidentes, el 26,5% a daños materiales y el restante 5,7% a costos de atención médica. Solamente para tener un referente, este monto de costos por accidentes de tránsito representa un 65% del Presupuesto Nacional en Salud del año 2005 . La estimación de los costos por contaminación del aire para ese mismo periodo es del orden de

los 24,5 millones de dólares, lo que representa un 0,12% del PIB. El parque vehicular es responsable del 70% de las emisiones que se producen en la GAM. Tal contaminación afecta sensiblemente la salud, por lo que el Estado y las personas incurren en costos al tratar esas enfermedades y se incrementan los costos sociales por los días no laborados, debido a enfermedades respiratorias provocadas por la emisión de gases contaminantes producto de la combustión de los vehículos. Adicionalmente, al quemar combustible, se incrementan los niveles de CO 2 en la atmósfera y reducirlos tiene un costo económico implícito. Los costos asociados a la contaminación por desechos sólidos representan un 0,99% del PIB, lo que significa 195.8 millones de dólares. El inadecuado manejo y tratamiento de los desechos sólidos, la falta de programas para la clasificación y el reciclaje de los desechos que imposibilita la recuperación eficiente de gran cantidad de materiales, de los cuales se podría obtener algún beneficio económico, y la carencia de una cultura respecto a la separación, clasificación, reducción, reutilización y reciclaje de los desechos sólidos agrava los impactos de esta situación, dada la concentración de población y actividades económicas en la GAM. Finalmente, si se toman en cuenta cada una de las deseconomías estimadas por separado, la inseguridad ciudadana es el costo externo más alto que recae sobre la sociedad en general, considerando el gasto que realiza el Estado en seguridad, el costo privado para el mismo fin, así como los costos en términos de pérdidas de vidas humanas, como en atención médica por lesiones referentes a diversos delitos contra la integridad física de las personas. Ello sin tener en cuenta los daños y secuelas sicológicas derivadas de la inseguridad ciudadana. Para 2005 se estima para tal concepto un costo de 282 millones de dólares que representa 1,42% del PIB. Los cambios estructurales en los patrones de producción y en las formas de apropiación del territorio y los recursos naturales, resultado de las transformaciones de distinta naturaleza que han incidido en el ámbito espacial, generan nuevas formas de organización con alcance planetario,

77


ItG'RAÑiAREA"M'ETROp.OLltAN'AH)EsÉc(jN'OMIAsURBAÑAs~ARiAI3'LE'S"'fAÑAUZADASV"cosT'O' Es'i iMAo01,;l1

2 ~"'" '.,",''''''''. ,,,,, -",,,,~, ' " h , ... ='. ~Y><""~"~'~'_if,~C"""''''Ik{'''' , ",,'" ~,.;"" 1'" " ,,"" , "EN 20Ó5 (EN'US$ y o¡"CON RESPECTO AL'PIB) W ¿l11f)';¡:¡;¡~I¡'(:,';.,. ~ ,,,,,~"l\,>i'!;'¡"t~,":';·;,,,*;',}er(,X'¡'.' ~,¡¡¡,'MJ.:¡ "'~~,,_

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Deseconomías urbanas Infraestructura vial y sistema de transporte

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Variables consideradas

Accidentes de tránsito

Costo estimado

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% respecto al PIB 2005

337,459,656.63

1.71

59,329,296.76

0.30

Muertes Heridos Daños materia les Años de vida perd idos Incapacidades

Congestión

278,139,359.87

Tiempo promedio

242,946,158.11

1.23

35,193,201.76

0.18

Consumo de combustible

Contaminación Del aire

220,335,380.24

1.11

24,526,949.07

0.12

195,808,431.17

0.99

282,129,910.99

1.42

839,924,947.86

4.24

Emisiones de CO 2 Enfermedades respiratorias Atenciones hospitalarias

Por desechos sólidos Recolección y disposición

Inseguridad ciudadana Hom icidios Suicidios Años de vida perd idos Gastos en seg uridad

TOTAL

Fuente : Elaboración y cálculos propios del Estud io económico de la GAM, citado.

nacional, regional y local, con expresiones VISIbles en la geografía, como lo plantean Castells, Krugman y otros autores. Obviamente, la GAM no está exenta de esa vorágine transformadora. La ciudad, en tanto asentamiento de mercado -en el concepto de Max Weber- se ha encaminado hacia usos mixtos y es previsible que en el futu ro cercano lo continúe haciendo con más fuerza aún, coexistiendo la producción y el consumo, ahora en una escala m ayor, y conviviendo, sin que necesariamente se articulen la industria de exportación de alta tecnología con la industria manufacturera tradicional y la industria artesanal y familiar, dando amp aro a la inversión en servicios de mayor n ivel de sofisticación y al capital financiero global, much as veces en busca de

78 GLOBAL

expansión y eficiencia por medio de subsidiarias, outsourcing o subcontratación o de forma genérica de qffshore. Esta gran ciudad que constituye la GAM exhibe - y a la vez induce- cambios estructurales en la organización de las actividades económicas y en la cotidianidad de las personas, configurando una nueva geografía de movilidad y centralidad que se caracteriza por el llamado espacio de flujos, en contraposición con el espacio de lugares (Castells, 1999 y 2001). Aun sin llegar a asimilarse en el sentido estricto de ciudad global (a l estilo de Sassen, 199 1 y 2002), la GAM se caracteriza por u na concentración de funcion es urba n as de gestión en la capital del país, que se repite en forma similar, aunque en menor escala, en los centros urbanos


circundantes; y por una desconcentración de actividades productivas, en particular las industrias que han emigrado o se han instalado en la periferia de los centros urbanos de la GAM (dentro o fuera de los parques industriales), en razón de sus demandas de espacio físico para sus operaciones y mejor movilidad, seguidas por de mandantes de espacios para oficinas de servicios (cal! centers) centros de operaciones de atención a clientes, etc.) con mayores requisitos de seguridad, comodidad, acceso a infraestructura vial y de servicios (básicos y no básicos).

Recomposición Tales procesos han favorecido una recomposIción de la estructura productiva en la que emerge como rasgo característico el surgimiento de nuevas actividades urbanas y la reapropiación del territorio, en este caso la GAM: la proliferación de condominios (horizontales y verticales), los establecimientos comerciales de gran superficie (supermercados e hipermercados de alimentos y bebidas incluyendo la línea de electrodomésticos, ropa y enseres para el hogar, las cadenas de tiendas y locales de franquicias, los hipermercados ferreteros y de oficinas), la propagación de centros y plazas comerciales en los setenta y ochenta y la aparición del mal! en los noventa, pasando por un recorrido de formas, funciones y representaciones del espacio comercial y de la diversificación y especialización de espacios para oficinas y oficentros, cuyos factores sustantivos se resumen en localización, diseño de arquitectura, seguridad, privacidad y tecnología de punta, bajo la versión de los llamados edificios inteligentes. D e modo que la dinámica económica reciente de la GAM, inducida por el proceso de globalización, ha redefinido la distribución del uso del territorio, haciéndose más evidente tal re definición en la configuración de los corredores industriales que, si bien su expansión sigue atendiendo a las restricciones geográficas, los factores de localización han tendido a desplazarse al margen de las zonas de mayor urbanización y estas últimas se han incrementado fuera de las áreas tradicionales, generando nuevos polos de desarrollo interno en su espacio.

Las transformaciones en la geografía económica de la GAM, ahora más apegadas a criterios de rentabilidad, también están teniendo en cuenta las ventajas comparativas naturales, derivadas del uso de los recursos y del paisaje. Este último ha pasado de ser un simple elemento para identificar la calidad y fragilidad del ambiente para convertirse en un elemento de demanda, tomando la belleza escénica como un atributo de mercado de la oferta inmobiliaria. En este marco brevemente descrito, las autoridades políticas de Costa Rica de las últimas administraciones públicas, en medio de las carencias del país en materia de desarrollo urbano, pero preocupadas por encontrarle solución a los problemas y desafíos planteados, recuperando sus obligaciones y el rol protagónico que le asiste al Estado en esa materia, sustentan su reciente accionar en el Consejo Nacional de Planificación Urbana (c PU), presidido por el Ministerio de Vivienda y Asentamientos Humanos (MIVAH) en su calidad de rector del sector. Como parte del entramado de actuación urbana se lleva a cabo la formulación del Plan Nacional de Desarrollo Urbano (PNDU), sustentado en un amplio marco de consultas institucionales y participación ciudadana, y como fase III de dicho plan se ejecuta el proyecto Planificación R egional y Urbana de la Gran Área Metropolitana (GAM) del Valle Central de Costa Rica, conocido como Proyecto PRU-GRAM (ALA/2002/00 1-068, anteriormente CRI/2002/0429), con financiamiento de la Unión Europea y contrapartida del Gobierno de Costa Rica. Bajo su liderazgo se formula el plan PRU-GRAM 2008-2030, recientemente entregado al presidente de la R epública y se elaboran, actualizan u homologan los planes reguladores de los cantones que forman parte de la GAM. Como parte de esos esfuerzos, se espera impulsar una cultura urbana para el mejoramiento de la gestión urbana a nivel local y central que, en el largo plazo, minimice los efectos e impactos de las deseconomías urbanas propias de la herencia de un estilo de desarrollo urbano concentrador en lo económico y desintegradar en lo social, con limitada capacidad redistributiva y escasa responsabilidad ambiental.

79


Nota: La auto ra desea dejar constancia de que p ara la

dez Güell, j. Banco Interamericano de D esarrollo y

redacción de este artículo se ha basado en un amplio

Universidad de Alcalá. Washington.

conjunto de documentos técnicos realizados con su coordinación académica, bajo el título de Estudio económico

BEGG, Iain (2002). Urban Competitiveness: Policiesfor Dyna-

mic Cities. Gran Breta ña : The Policy Press.

de la Gran Area Metropolitana del valle de Costa Rica, en cuyos

CASTELLS, M anuel (1999). La era de la información. Econo-

cálculos y análisis participaron un grupo de académicos

mía, sociedady cultura. M éxico: Siglo XXI editores .

e investigadores asociados del Centro Internacional de Política Económica (CINPE) de la Universidad Nacional

~(2 001 ) .

La Sociología Urbana . Madrid: Alianza Edito-

rial.

en Costa Rica. Los trabajos fueron realizados como in-

Centro Internacional de Política Económica (2007). Es-

sumos para la formulación del Plan PRU-GAl\¡{ 2008-2030

tudio Económico de la Gran Area Metropolitana (GAM) del

a cargo del proyecto Planificación Regional y Urbana de la Gran Área M etropolitana (GAM) del Valle Central de

Valle Central de Costa Rica. Heredia: PRU-GAM. KRUGMAN, Paul (1996). The seffolganizing economy.

Costa Rica (PRU-GAM), proyecto del Gobierno de Costa

Oxford: Basil Blackwell.

Rica con financiamiento de la Unión Europea. Las opi-

~ (l9 94) ."Comp etitive ne ss :

niones emitidas en el mismo son de su responsabilidad y

A dangerous obsession". En

Foreign AjJairs, vol. 73.

no - necesariamente- responden a posiciones institucio-

LEVER, William y TUROK, Ivan (1999). "Competitive

nales del ente ejecutor del estudio en su conjunto, como

Cities: Introduction to the Review". En Urban Studies,

tampoco del ente contratante del mismo.

vol. 36, n. 5 y 6, p ágs . 791-794. PORTER, Michael E. (1996). " Competitive adva ntage

Arlette Pichardo Muñiz es dominicana, soció-

agglomeration economics, and regional policy". En

loga magna cum laude de la Universidad Nacional

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Pedro Henríquez Ureña (UNPHU), con maestría en Planificación del Desarrollo del Centro de Estudios

págs . 85-93. ~( 1 995) :

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del Desarrollo (CENDES) de la Universidad Central

En Harvard Business Review, vol. 73, n . 3, mayo-junio,

de Venezuela (ucv). Ejerce desde hace varias déca-

págs. 55-71.

das como catedrática de la Universidad Nacional en

SASSEN, Sakia (2002). "Locating cities on global cir-

Costa Rica (rango máximo en e l escalafón universi-

cuits". En Environment & Urbanization, vol. 14, n . 1,

tario costarricense) , donde ha sido d irectora general del Centro Internacional de Política Económica (CINPE) , de cuya planta académica continúa siendo p arte . Es autora de varios libros , numerosos artículos y trabajos técnicos publicados en Centroaméri-

págs. 13 -30. ~( 1 991 ) .

The Global Ciry: New York, L ondon, and Tokyo.

Princeton University Press. New Jersey. ~( 1988).

Ciudades en la economía global: erifóques teóricosy me-

todológicos. EURE, vol. 24, n. 71. Santiago (Chile).

ca y por la Editorial Lumen -Humanitas de Buenos

SOBRINO, J aime (2005). Competitividad territorial: ámbi-

Aires , Argentina. En s u país natal también ha reali-

tos e indicadores de análisis. El Colegio de M éxico. En

zado diversas publicaciones , entre ellas 12 ensayos

http://www.cmq.edu.mx/documentos/Revista/do-

d e futuro sobre economía y sociedad de la Colección

del Banco Central.

sier/estdossier_5.pdf. ~( 2004) .

"Competitividad territorial: ámbitos e in-

dicadores de análisis". Economía, Sociedad y Te-

Notas 1

Cantón es el espacio equivalente al de municipio en

otros países. 2

Concepto utilizado para hacer referencia a unión de

poblaciones y ciudades originalmente separadas.

rritorio, Dossier especial. El Colegio M exiquense, A .C. , pp. 123- 183. Texto completo en http:// redalyc.u aemex .mx/redalyc/src/inicio/ArtPdfRed. j sp?iCve= 11109906. ~(2002 ) .

"Competitividad y ventajas competitivas: re-

visión teórica y ejercicio de aplicación a 30 ciudades

Bibliografía Banco Interamericano de Desarrollo (2005). Gobernar las

M etrójJoüs. Rojas, E. , Cuadrado-Roure, j., y Fernán-

80 GLOBAL

de M éxico". Estudios Demográficosy Urbanos, vol. 17, n. 2, pp. 311-361. Texto completo en http: //revistas.colmex.mx/revistas/ 1l/are 11_256_734.pdf.


Informe Especial

Domesticar al tíguere, propuestas para la construcción de ciudadanía Este trabajo realizado por un grupo de estudiantes de la diplomatura en Desarrollo Humano de la Universidad Católica de Santo Domingo y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo trata de proporcionarnos la visión foránea de las particularidades culturales y sociales de la población dominicana a través del tigueraje, y de definir si estas p articularidades constituyen una limitación para el desarrollo humano y para la construcción de la ciudadanía en la República Dominicana.

Gonzalo Contreras, Carlo Coppola, Rodolfo Lazarich Gener, Diana López-Castañeda y Felipe Martín. Tutor: Miguel Ceara-Hatton

Desd e una óptica foránea (latinoame ricana y e uropea) venimos observando cómo la población dominicana se queja y culpa constantemente al otro o la otra de las desgracias y problemáticas cotidianas, pero poco reflexiona sobre el efecto de su agencia individual y las consecuenCias de sus propias acciones cuando éstas se orientan por una lógica egoísta. Esta aparente desconexión entre los medios para obtener bienestar individual y las consecuencias sociales ayudan a construir una especie de sociedad basada en el "sálvese quien pueda".l Actuar de forma egoísta e individualista es parte de los comportamientos guiados por el tigueraje. Ese deseo de auto-satisfacerse sin tener en cuenta a los demás hace que sea más costoso y difícil alcanzar niveles mínimos de satisfacción y felicidad en el actual contexto dominicano. Decimos costoso en cuanto a recursos materiales (económicos) y de energía social (tiempo, esfuerzo, necesidad de gestión) . Confiar y cooperar, como elementos básicos del

1 Quizás con el ejemplo clásico nos expliquemos mejor: la circulación. Preguntando a un taxista p or q ué no daba paso a un vehículo que salía de un estacionamie nto, contestó que no lo hacía porque a é l nunca le daban paso. El salir de un estacionamiento, por ejemplo, se convierte en una acción sin reglas. El simple circular por nuestras calles nos revela el déficit en el respeto a las normas o pautas.


capital sociaV en la otra persona re duce esos costos, porque promueve el uso racional de los recursos. En este sentido, hay una lógica de beneficio racional e individual en la construcción del tejido social, la capacidad de confiar y la solidaridad horizontal, puesto que la fuerza grupal-tambié n llamada energía sociales mayor en cuanto es colectiva.3 Poco puede ser peor para el tejido social y la construcción de una sociedad que busque brindar satisfacción a sus miembros que la expectativa de que "el otro" o "la otra" tendrán un comportamiento netamente egoísta. Pero, ¿quiénes se atreven a romper el círculo vicioso de la desconfianza? Surgen entonces numerosas preguntas sobre la forma en que se establece un sistema político democrático en medio de la desconfianza, o la forma en que los mercados se afectan o benefician de la tensión entre las partes que intentan sacar el mayor provecho, o si la sociedad es capaz de generar una ciudadanía activa proclive al desarrollo humano. Es decir, cómo conciliar los ideales políticos, económicos y sociales cuando se carece de cohesión social debido a la desconfianza hacia el "otro" o la "otra". En últimas, se indaga sobre el modelo de sociedad que emerge de estas carencias. Hay quienes piensan en la convivencia social como un espacio en función de su beneficio personal, como si lo que les rodea estuviera diseñado para su uso exclusivo. La democracia y la vida en convivencia basada en la cooperación deben partir del reconocimiento de que ese otro existe, que tiene derechos igual que nosotros y también quiere beneficiarse y que el beneficio mutuo es posible . No p odemos desarrollar las virtudes sociales si no se estimula el sentido de la cooperación y la solidaridad. Del yo egoísta hay que pasar al nosotros colectivo. Hay una cultura que sustenta esta conducta, la cual se basa en la desconfianza en el otro. Una cultura que influye en las otras acciones del mundo social, no sólo las cotidianas. Una cultura que no coloca el acento necesario en el respeto a las reglas y el cumplir con los deberes. Una cultura en la cual el yo egoísta se reproduce : "Estoy seguro que la otra persona no respeta las reglas y tiene más beneficios que yo , tampoco respetaré las reglas y tendré más beneficios". Como si el beneficio es un juego de suma cero: más beneficio para otro es igual a menos beneficios para mí.

2 De acuerdo con Robert Putnam, el capital social se refiere a las formas de la organización social (como redes , normas , y confianza social) que facilitan la coordinación y cooperación para alcanzar el beneficio mutuo (1993 : 38, trad ucción propia). Esta noción d ifiere de la c oncepción francesa elab orad a p or Pierre Bourdieu según la cual el capital social e s el resultante de un proceso acumulativo de definición de las condiciones características de ciertos grupos o clases, que intentan crear d istancia o disting uirse de otros c omo estrategia de poder (Bourdieu 1984: 177) . Posteriormente se explicará esta difere ncia en la aplicación del caso . 3 Putman, ¡bid.

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Hipótesis del trabajo A partir de nuestra definición de tigueraje y teniendo en cuenta los fundamentos del paradigma del desarrollo humano (eficiencia, libertad, equidad y empoderamiento) , queremos validar o desmentir la idea de que el tigueraje es una práctica cultural que en gran medida obstaculiza la construcción de una convivencia ciudadana y que, por ende, afecta al pleno alcance del desarrollo humano.

Metodología La metodología que vamos a utilizar para la redacción de este trabajo se fundamenta , en primer lugar, en la construcción del concepto del tigueraje en la República Dominicana, ampliamente mencionado tanto desde el mundo académico como desde el resto de esferas sociales, y sobre el cual consideramos que no se ha llegado aún a un consenso general sobre su definición y caracterización. Además, vamos a analizar teóricamente el concepto de Desarrollo Humano a partir de la revisión de los diversos Informes de Desarrollo Humano (IDH) del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y de la obra literaria de Amartya Sen, con el objetivo de ofrecer el marco general sobre el que entendemos que se puede dar la construcción de la ciudadanía. Finalmente, y para cerrar el triángulo conceptual, abordaremos la cultura ciudadana y la construcción de ciudadanía, estrechamente vinculada al paradigma de desarrollo humano y entendida como contrapuesto al tigueraje.

Estructura El presente trabajo se organiza en cuatro capítulos. Un primer apartado es el marco teórico y conceptual, en el que se busca caracterizar el concepto del tigueraje a partir de las aportaciones académicas más aceptadas. Un segundo capítulo pretende contraponer el paradigma de desarrollo humano y el concepto de tigueraje, para acabar introduciendo la construcción de ciudadanía como contrapunto al tigueraje y como estrategia que pretende expandir el desarrollo humano, obstaculizado, desde nuestra hipótesis inicial, por el propio tigueraje. En el tercer apartado, se establece la forma en que la cultura ciudadana es una estrategia para alcanzar el desarrollo humano a partir de dos ejemplos empíricos : el caso de Bogotá y su programa Cultura Ciudadana, y el caso de Salcedo como ejemplo local que puede mostrar características de construcción de ciudadanía dentro del marco cultural, moral y legal dominicano. y un último apartado está dedicado a las conclusiones, donde buscaremos validar (o desmentir) la hipótesis inicial del trabajo, y a su vez formular nuestras propias observaciones y elaborar nuestras modestas recomendaciones.

Informe Especial


l. Tigueraje: definición y características "El tíguere puede ser visto en esencia como un pragmático exitoso: es el tipo que actúa de acuerdo a la situación, es ingenioso y tiene el don de la improvisación [... ] el tíguere representa tanto el héroe cotidiano como un tipo de tramposo".4 Esta difusa y quizás contradictoria definición de tíguere emerge de la dificultad de construir esa categoría como sujeto de análisis académico. Existen numerosas menciones del tíguere en formas musicales, en la literatura, en las representaciones culturales y en la vida cotidiana; no obstante, y para los propósitos del presente trabajo, el tigueraje será entendido como un comportamiento individual que es culturalmente aceptado y que tiene implicaciones sociales directas en la construcción de la ciudadanía. Nos explicamos: es individual porque pone énfasis en la importancia del individuo y en el valor de su libertad y su elección individual. Esto es, en la capacidad y el deseo voluntario del individuo de llevar a cabo una acción determinada de acuerdo con sus propios intereses. Centrándonos en el aspecto cultural, vemos la cultura como el término general que engloba los aspectos simbólicos y aprendidos de una sociedad humana.5 La cultura entonces engloba todos los procesos de creación de significados, en el marco de sus particularidades históricas. La cultura pues, no es un agregado de cosas, actitudes, creencias, comportamientos, sino el entretejido simbólico detrás de sus significados. Como proceso, la cultura está en permanente redefinición y recreación; no es estática y por ende no puede ser entendida como un listado de actitudes, actividades o legados históricos. En ese sentido, le atribuimos a la cultura una capacidad permanente de transformación. Entonces, afirmamos que el tigueraje es un comportamiento culturalmente aceptado porque se sustenta en: 1) patrones de comportamiento aprendidos; 2) algún nivel de consciencia de quien lo ejerce; 3) patrones de pensamiento y percepción comunes. Es decir, se aprende a ejercer el tigueraje, se opta por ejercerlo contextualmente y los otros y otras lo reconocen como tal. El comportamiento del tíguere, el tigueraje, es una estrategia de supervivencia individualista que repercute negativamente -como intentaremos demostrarlo- en el conjunto de la sociedad, en el ejercicio de la democracia, en la ciudadanía y en el desarrollo humano. De acuerdo con Kronh-Hansen, el tíguere reúne además algunas de las cualidades más sobresalientes de las masculinidades en la República Dominicana. Estas son: el ser guapo,6 darle visibilidad a sus acciones,

4

Krohn-Hansen, C. 1992: 108.

5

El concepto de cultura ha sido ampliamente discutido en la literatura antropológica

desde su nacimiento. La presente definición emerge de la antropología simbólica e histórica que acoge el PNUD en su informe de 2004 "La libertad cultural en el mundo diverso de hoy", donde se afirma: "En la actualidad, tanto los p olíticos como los economistas y el p úblico en general buscan precisamente una definición de cultura bie n definida, materializada, esencializada y atemporal; noción q ue los antrop ólogos acab an de desechar" (2004 89). 6

Guap o, en el contexto dominicano, se refiere a cualidades como corajudo , valiente,

aguerrido.

GLOBAL


ser político,7 utilizar hábilmente el lenguaje, saber enamorar a las mujeres y entretejer redes de lealtades que varían de acuerdo a las circunstancias 8 De acuerdo con Collado, la ley del tíguere es salir bien librado de cualquier situación B Además, evoca la imagen de un luchador, de alguien que no se rinde y se defiende a sí mismo, es decir, alguien con gran capacidad de "resolver", un superviviente. La imagen del tíguere está cargada de ambigüedad; puede ser a la vez, el delincuente y aquel que puede gestionar con rapidez circunstancias adversas. Existe también una tácita aceptación a la mentira y al engaño si éstos son los medios para alcanzar un objetivo, amparado por el derecho a la subjetividad.!O En ese sentido, el tíguere puede violar las normas que rigen para todos en la sociedad, sin que exista una sanción moral por ello, puesto que su acción puede ser culturalmente aceptada, desde que se le reconoce (y aplaude) la capacidad de salir victorioso ante la adversidad. Estas normas pueden ser tanto las que se rigen por códigos legales reglamentados (leyes) como las que se basan en las costumbres (pautas culturales) o normas sociales no escritas pero que son comúnmente aceptadas (patrones morales) . En el caso dominicano, la violación de las normas legales tiene consecuencias en la confianza de la población frente al poder. Por ejemplo, según datos del Centro de Investigaciones y Estudios Sociales (ClES) de 2003 ,lJ el 78.7% de la ciudadanía dominicana consideraba que no había igualdad en la aplicación de la ley, con lo que esta percepción negativa y de pérdida de confianza hacia la Justicia y el funcionamiento institucional retro alimenta y justifica el hecho que las personas actúen al margen de la ley. En el Informe de Desarrollo humano de 2008, por otra parte, un 35 .3% de la sociedad dominicana calificó el nivel de clientelismo como alto y muy alto, en la Encuesta de Cultura Política y Democracia de 2004. 12

Además, el tíguere normalmente no piensa en las consecuencias negativas que puede tener su acción sobre las demás personas ni sobre el conjunto de la sociedad en términos generales de eficiencia. Y asimismo, confía en la ausencia de cualquier tipo de consecuencia o p e nalización para él mismo como resultado de su acción, con lo cual esta certeza de ausencia de consecuencias le sirve también de base o coartada para seguir actuando con tigueraje. El concepto teórico de capital social es, desde nuestro punto de vista, de suma importancia a la hora de caracterizar el tigueraje. Como ya dijimos, la definición clásica de Putnam sobre capital social es el conjunto de

7

De acuerdo con el estudio de Hoetink "The Dominican People 1850-1900" el término

político se usa exte nsamente como adjetivo que califica la habilidad de moverse exitosamente entre grupos antagónicos. También extiende ese concepto a la capacidad de brindar protección b asada en lealtades primarias. (1993: 12) . 8

Ibídem: 120.

9

Collado, L. 1994: 64.

10

Es d ecir, la construcción de significados y sentidos a partir de la óptica del individuo y

su marco de refere ncia. 11

Citado en el INDH RD 2008: 123.

12

Ibídem: 73 .

Informe Especial


"redes, normas y confianza que facilitan la acción y la cooperación para beneficio mutuo".13 Desde otra perspectiva, Bourdieu lo entiende como una ' 'red durable de relaciones más o menos institucionalizadas de reconocimiento mutuo". 14 Aunque ambas definiciones evocan concepciones diferentes del capital social, el término general sí nos sirve para exponer nuestro planteamiento de que las normas e instituciones de confianza, de reciprocidad y de cooperación son recursos que pueden contribuir al desarrollo productivo y al fortalecimiento de la democracia. Desde una óptica de elección racional, el capital social implica la cesión voluntaria del control que tienen los individuos sobre los recursos bajo la expectativa de que el retorno de esta inversión superará ese coste. De acuerdo con Tejada,15 la realidad dominicana se caracteriza por una falta de confianza en las propias fuerzas y hacia los demás, bloqueando así la construcción de capital social comunitario. Se desarrolla, pues, una espiral que engendra mayor nivel de desconfianza y generaliza el yo egoísta que no coopera. Esta expectativa negativa de considerar que no se puede confiar en la otra persona porque tendrá también un comportamiento egoísta parece formar parte del "espíritu nacional" dominicano.16 Normalmente se busca la satisfacción personal sin tener en cuenta a los demás, aún siendo más costoso socialmente ya que, siguien- . do a Tejada,17 la confianza y la cooperación juegan un papel importante en la organización social, logrando estimular la cooperación, haciendo un uso más eficiente y colectivo de los recursos públicos. El tíguere actúa en base a la expectativa de que la otra persona actuará de forma egoísta, limitando la aceptación del paradigma de desarrollo humano y comportando graves consecuencias para la supervivencia democrática porque a) abre las puertas al uso privado de los recursos públicos, basándose en la premisa justificativa de que "los otros hicieron lo mismo"; 18 b) crea obstáculos para la articulación de organizaciones sociales de base, económicas, sindicales y políticas democráticas, debido, en gran medida, a la falta de incentivos que estos instrumentos de creación y defensa de derechos generan ante la ciudadanía. El tigueraje no es una institución de reciprocidad y de cooperación, ya que viola con fre cue ncia sus propias normas manifiestas o latentes, recurriendo habitualmente a la ley del más fuerte para resolver conflictos y para establecer un dominio que puede estar basado en un ejercicio arbitrario del monopolio de la violencia (sensu Weber) . Así, la actitud del tíguere también es reactiva, en la medida en que no tiene confianza hacia las instituciones públicas encargadas de mantener el orden, ya sea porque las ignora o por que no confía en ellas. Otro elemento que entendemos como característico del tigueraje se asocia a la (no) construcción de la ciudadanía. Siguiendo a T. H.

13

Durston, J. 2000 : 8-9.

14

Durston, J. 2000: 8 .

15

Tejada, R 2006a.

16

Tejada. R 2007.

17

Tejada, R 2006c .

lB

INDH RD 2008: 122.

GLOBAL


Marshall,19 hablamos de ciudadanía como el conjunto de derechos sociales (como derecho de poder ser partícipe de unos estándares de vida apropiados) , políticos (que garantice el derecho a participar en el ejercicio del poder político) y civiles (necesarios para ejercer libertades individuales) que podían ser disfrutados en forma igualitaria por todos los miembros de una comunidad. Por tanto, apuntamos como característica que el tigueraje impide el desarrollo de estos tres componentes y limita la construcción de una ciudadanía plena, como consecuencia de la restricción del ejercicio de libertades civiles (es más fácil actuar con tigueraje que pedir garantías de los derechos) , de los derechos políticos (el "enllave" resulta más eficaz que los procedimientos transparentes y estandarizados) y sociales (la acción egoísta al margen de las normas sociale s y el logro de ciertos resultados a partir de dicha acción desincentiva la demanda individual y social de servicios sociales generalizados) . Se trata el poder como una forma de dominación masiva y homogénea de un individuo sobre otros, entendiendo el poder como algo que divide entre los que lo poseen, los que lo detentan exclusivamente y los que no lo tienen. Las democracias se conforman tomando en cuenta el yo egoísta a la hora de reglamentar los derechos de las personas y la existencia del otro a la hora de establecer los deberes,20 creándose esta articulación de ser sujeto o portador de derechos y de tener que cumplir con unos deberes para con el resto. El punto es que en la cultura dominicana, el tíguere prima el mundo de los derechos por encima del de los deberes, quedándose muy lejos de la equiparación deseada. Obvia que el otro existe, que tiene derechos iguales que él mismo, que también quiere beneficiarse, que tiene derecho a ello y que el beneficio mutuo es posible. De esta forma , el poder, para Foucault, tiene, desde una perspectiva de construcción de ciudadanía, una serie de implicaciones:21 responsabiliza a las personas de los que "producen" en términos sociales ; permite la construcción de espacios (micro) sociales para revitalizar el tejido social, y construye ciudadanos. Estas implicaciones distan mucho de ser posibles bajo la ley del tigueraje . Como hemos planteado a lo largo de las anteriores páginas, el tigueraje en la República Dominicana constituye un desafío para el desarrollo del país desde una perspectiva de desarrollo humano. Desde lo particular y casuístico, hasta lo estructural, no se identifica un orden lógico entre los comportamientos, las justificaciones y las consecuencias de los actos enmarcados dentro de la definición de tigueraje . Es decir, hay aparentemente un divorcio entre la racionalidad que establecen los marcos normativos (legales y tradicionales) , la moralidad que delinea el actuar 22

19

Villarreal, M. 1999: 2.

20

Tejada, R. 2006b .

21

Villarreal, M. 1999 : 3.

22

Moralidad entendida como el conjunto de creencias colectivas q ue determinan si una

acción es correcta o incorrecta, si está b ie n o mal orientada.

Informe Especial


-

.

La inclusión de la perspectiva de género es indispensable dentro del enfoque de desarrollo humano. Entendemos que el género es una variable estructural de primer orden que afecta a todos los procesos sociales y que organiza el conjunto del sistema socioeconómico, condicionando dinámicas de poder entre hombres y mujeres (UN-INSTRAW 2008:18) . En este sentido, el análisis de género no se restringe a mencionar las estrategias de empoderamiento y equidad dirigidas a las mujeres, sino que ahonda en la forma en que se establecen las relaciones sociales en general, y en particular, para este caso, la construcción de masculinidades, es decir las relaciones de poder que emergen entre los hombres. El psicólogo dominicano Antonio de Moya hace una muy interesante deconstrucción de las masculinidades emergentes a través del tigueraje. El autor señala que " .. .la identidad masculina es una parte importante de la vida política y social en la República Dominicana, abriendo o cerrando oportunidades para las realizaciones personales de los hombres". Así, la construcción de las masculinidades en la República Dominicana está determinada por una serie de tensiones en diferentes ámbitos, en las que los hombres se encuentran permanentemente cuestionados en su identidad sexual, si su comportamiento (defensivo) no alcanza las expectativas socialmente esperadas. En este sentido, no son solamente las mujeres las que son segregadas dentro de la lógica de la "dominación masculina" (Bourdieu, 1998:23), sino que las relaciones entre los hombres se ordenan dentro de la jerarquía del más fuerte, del más astuto, del más hábil. Las oposiciones entre los comportamientos culturalmente definidos como masculinos y femeninos asignan a los hombres el rol activo y a las mujeres el valor de la sumisión. Teniendo este imaginario como base, el tíguere ejemplifica los valores de la virilidad en todo nivel y, como el "hombre más fuerte" , determina el modelo de agencia social, culturalmente construido. Se ha llegado incluso a plantear que el tigueraje constituye una valor constitutivo de la identidad dominicana, tanto a nivel popular como entre sus representantes más notables.

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De forma paralela, el tigueraje constituye un serio desafío para la equidad de género. De un lado, la persistencia de los valores tradicionales les asigna a las mujeres actitudes de sumisión y pasividad que justifican la división entre dominante y dominado. Así, se observa que pese al creciente número de mujeres profesionales e independientes, las expectativas de ascenso social de las mujeres en el imaginario dominicano están muy asociadas al matrimonio y al éxito dentro de la vida de pareja, perpetuando las relaciones tradicionales de género (Vargas 2008 :45) . Pese a que los discursos morales se sustentan en valores tradicionales, en la práctica se observa una alta plasticidad de las relaciones de pareja y en la conformación de los hogares . Esta dinámica golpea especialmente a las mujeres más vulnerables, como aquellas que no han tenido acceso a la educación, quienes están enfermas , o quienes no tienen las capacidades para incorporarse laboralmente y se convierten en mujeres cabeza de hogar, por el abandono del marido. De forma complementaria, la acepción femenina del término, la tíquera, se relaciona sobre todo con mujeres que adoptan actitudes agresivas en la conquista de pareja, a quienes se muestran sexualmente abiertas o a mujeres que evaden las normas sociales. En ese sentido, hay un cambio en las relaciones de género a través de la deconstrucción de los roles de genero culturalmente establecidos y se le asocia con no ser mujer. Así, la adopción de conductas propias del tigueraje por parte de una mujer no contribuye a mejorar su capacidad de agencia o mostrarla como sujeto activo, sino que la descalifica moral y culturalmente. Finalmente, la construcción de las masculinidades y feminidades en la República Dominicana es un inmenso campo de investigación e intervención social, que en conjunción con la teoría del desarrollo humano pueden orientar la implementación de programas de desarrollo sensibles al género, en los que la dicotomía hombre-mujer no sea sólo una variable a tener en cuenta, sino en las que la equidad de género se incluya como un resultado constitutivo del desarrollo.


y la cultura que valida de manera colectiva los comportamientos aceptados. 23 El tíguere y el tigueraje no pueden clasificarse dentro de un ordenamiento moral establecido. "El tíguere dominicano representa un hombre cuyas prácticas parecen particularmente difíciles de clasificar dentro de órdenes morales, (puesto que) provocan al tiempo aprobación y rechazo, atracción y temor, porque su leyes salir exitosamente de cada situación".24 Al no existir un marco moral que determine qué comportamientos se sancionan y cuáles se fomentan, hay un vacío ético en el que "todo vale" dado que, como lo señala el autor, "la esencia de la imagen del tíguere parece ser la ambigüedad; ser astuto, pero no criminal, el tíguere dilata lo que es socialmente permitido y ortodoxo, pero sin perder su balance moral". 25 Finalmente decir que el tigueraje tiende a perpetuarse. Entendemos que el tigueraje es una respuesta (de otras muchas posibles) ante la falta de conciencia de ser sujeto de derechos. La acción del tíguere se justifica sobre la base de otra acción anterior ajena similar. Es lo que se conoce como "ley del tigueraje", en donde un acto ilegal que hizo el "otro" justifica una ilegalidad mayor del actual, y así, sucesivamente, se va generando una espiral de ilegalidades cada vez mayor. No repetir el acto ilegal es "estar en desventaja". Se genera y estructura una cultura de ilegalidades, impunidades y complicidades en todos los espectros de la vida cotidiana, no sólo en el ámbito político-institucional, que van minando el estado de derecho y las posibilidades de desarrollo humano de la ciudadanía26 .

2. Tigueraje y el paradigma de desarrollo humano: la cultura ciudadana como punto de encuentro 2.1. Tigueraje desde la perspectiva del desarrollo humano El paradigma del desarrollo humano tal y como lo formula Sen trata de explicar el comportamiento individual en el momento de la elección social. Sen amplia la dimensión del individuo racional de la economía neoclásica, identificando individuos más complejos que toman a su vez elecciones que no sólo maximizan su utilidad individual. Sin embargo, el tíguere corresponde a un tipo de individuo que se aproxima a la concepción clásica de racionalidad económica en la que prima el egoísmo y condiciona con este comportamiento la elección social. 27 El paradigma del desarrollo humano establece que para alcanzar elecciones sociales óptimas se debe producir la expansión de las

23

Posteriormente se desarrollará con detalle el transfondo de esta disociación.

24

Krohn-Hansen 1992 : 129.

25

Ibid 1992 123.

26

INDHRD2008 : 73,121-122 .

27

Cabría preguntarse si en una sociedad formada únicamente por tígueres se alcanzaría

el equilibrio paretiano defendido por los neoclásicos. Podríamos afirmar que una sociedad dominada por el tigueraje se debe considerar como una situación en la que aún no se han alcanzado niveles óptimos de desarrollo humano y no como un equilibrio perfecto en el que se maximizan los intereses individuales.

Informe Especial


libertades reales de que disfrutan los individuos para elegir las cosas que tienen razones para valorar. El tigueraje se fomenta únicamente en el desarrollo de capacidades individuales que, en general, están relacionadas con la eficiencia y la ampliación de la base material. El tíguere pretende expandir rápidamente sus libertades a costa de perpetuar la de sigualdad en el acceso a las capacidades, obstaculizando el desarrollo humano de la sociedad en su conjunto. Sen afirma que es necesario "examinar e investigar los fines y los medios del desarrollo para comprender mejor el proceso de desarrollo ; se ncillamente, no es suficiente fijarse como objetivo básico la maximización de la renta o de la riqueza".28 El tíguere busca un atajo para alcanzar los fines sin adquirir los medios necesarios y a costa de que otros puedan acceder ni a los me dios ni a los fines. Sólo permiten que la sociedad adquiera las capacidades que les interesan individualmente. El resultado es una sociedad con niveles muy bajos de calidad de vida. La mayor parte de los ciudadanos no podrán vivir en forma satisfactoria, no tendrán control sobre sus propias vidas y tendrán pocas alternativas y opciones de elegir, viendo limitado su desarrollo como ampliación de las libertades . El Informe Nacional sobre Desarrollo Humano 2008 de La Republica Dominicana (INDH, 2008) establece que el desarrollo es una cuestión de poder. El empoderamiento es el proceso individual y colectivo de adquirir poder para tener capacidad de optar por aquellas cosas que se valoran. El tíguere no aspira al desarrollo humano, limita toda posibilidad de empoderamiento individual o colectivo de los demás para perpetuar sus privilegios. Las libertades se concentran y prevalece una visión de la sociedad de individuos en competencia, que justifica la violación del derecho de los otros y la inequidad. En condiciones favorables de falta de institucionalidad, la base material a la que tenga acceso el tíguere determinará su empoderamiento y el grado de libertad para sus elecciones individuales, que sólo estarán limitadas por las ambiciones de otros tígueres. Este punto de tigueraje y capital social entronca con la teoría seniana de las habilitaciones (entitlements) , la cual se basa en una relación de poder entre un sujeto, los demás y ciertos recursos (ya sean bienes o servicios), en cuya virtud tal sujeto tiene el poder de controlarlos de forma que sus exigencias sobre los mismos han de ser atendidas por los demás.29 Sen distingue además entre habilitaciones básicas o directas a los recursos, que son fruto del trabajo propio, y las habilitaciones de intercambio, que son las obtenidas de alguna otra forma transacción social, entre ellas el comercio. Por tanto, entendemos que dentro de la lógica del tigueraje, las habilitaciones de intercambio quedan obstaculizadas debido a la falta de relaciones de confianza y cooperación. Y, por ende, y siguiendo a Sen en su concepción de los derechos y las libertades civiles, éstas quedan sin contenido al carecer del control completo sobre los recursos con los que hacer efectivas las opciones permitidas por tales libertades .

28

Sen , A. 1999.

29

Cejudo, R. 2002: 11- 12.

GLOBAL


2.2. El ámbito colectivo del desarrollo humano: el tigueraje fren te a la cultura ciudadana 30

Para Sen, el desarrollo humano, como proceso que enriquece la libertad real de las personas en su búsqueda por aquello que tienen razones para valorar, está definitivamente influido por la cultura. Para el desarrollo, la cultura tiene un valor constituyente, evaluativo y, lo que resulta más importante para nuestro análisis, tiene un papel instrumental: 30

Entendida como un sistema regulador del comportamiento, de la acción y de la pala-

bra que interviene eficazmente más allá de la autorregulación moral y de la regulación jurídica (Mockus, 1999: 5).

!;;: El tíguere contra las estrategias de desarrollo humano '::'-

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Desde la perspectiva metodológica, el desarrollo humano es multidimensional y su evaluación se fundamenta en la eficiencia, la equidad, el empoderamiento y la libertad. l El análisis del tigueraje frente a estos fundamentos nos ayuda a comprender hasta qué p unto este comportamiento no favorece que una sociedad adopte estrategias de desarrollo acorde con el desarrollo humano. Resulta además fundamental para el desarrollo humano que se produzca una sinergia entre los principios, que difícilmente podrá darse si los tígueres no ceden beneficios individuales para favorecer el interés colectivo. El tíguere no le concede valor final a ninguno de todos estos principios y solo tratará de promoverlos cuando puedan suponer un medio para su beneficio individual. En la teoría del desarrollo humano se entiende la eficiencia como el uso óptimo de los recursos y de los procesos para ampliar la base material a fin de ampliar las libertades de las personas. Además de que, como vimos, el tigueraje crea ineficiencia al interferir en la construcción de capital social, el tigueraje también obstaculiza el desarrollo humano perpetuando las privaciones de la mayoría para concentrar los recursos en una minoría. Aunque usualmente el tíguere se identifica como un personaje de clase baja, las actitudes de sobrepasar la ley se encuentran en todos los estratos sociales, incluso en las élites, aunque no se les clasifique abiertamente como tígueres, puesto que esto supondría un insulto. Esta minoría maneja los mercados para perpetuar su control de los recursos, impidiendo que la sociedad alcance mayores niveles de eficiencia o crecimiento económico. La única forma de acceder a mayores recursos es comportándose, en actividades económicas, como un tíguere. J

La equidad supone el acceso equitativo a las oportunidades y garantías de igualdad de derechos y deberes. Este concepto aparece asociado a la idea de lo justo (valoración ética, moral y política). El tíguere se beneficia de la inequidad y por tanto tratará de perpetuarla de manera activa o como consecuencia de sus acciones. La situación de privilegio, de reconocimiento de superioridad social que busca el tíguere, está basada en una sociedad inequitativa. A todo esto se suma el carácter cortoplacista del tigueraje, que no considera rendimientos futuros de sus acciones, favoreciendo , además, la desigualdad intergeneracional. La sociedad acaba adaptándose a esa inequidad y a identificar el privilegio como máxima aspiración social.* La libertad es definida en el marco de este paradigma como la ampliación de las capacidades y posibilidades para optar o elegir. El aumento de las libertades crea las condiciones en las que las personas pueden desarrollar todo su potencial y alcanzar vidas productivas y creativas de acuerdo con sus necesidades e intereses y poder participar en la vida de la comunidad. Una sociedad donde predomina el tíguere se podría entender como la expresión extrema de la libertad por favorecer el individualismo y promover el no cumplimiento de normas legales o sociales. Pero esta no es la libertad que permite el desarrollo humano. El entorno de inseguridad provocado por la falta de un Estado de derecho acaba impidiendo que los ciudadanos puedan elegir libremente y estén sujetos a la arbitrariedad de los tígueres que ejercen el poder. * Un ejemplo claro es la generalización de la discriminación por razones económicas a través del trato VIP que ha llegado hasta la Administración Pública.

Informe de Desarrollo 2005 de la Republica Dominicana.

Informe Es pecial


"Independientemente de los objetivos que valoremos, su búsqueda estará influenciada, en mayor o menor grado, por la naturaleza de nuestra cultura y ética de comportamiento. Esto se aplica no sólo a la promoción del crecimiento económico sino de otros cambios -como el mejoramiento en la calidad de vida- asociados con el desarrollo en un sentido amplio".31 Sin embargo, la ciudadanía entendida como dimensión pública de los individuos presupone un modelo de integración y de sociabilidad que trasciende los intereses egoístas del individuo hacia una actitud generosa y solidaria. Se trata de una transición de una comunidad de relaciones interpersonales primarias y egoístas hasta una comunidad en la que prima la participación y la racionalidad. El INDH 2008 afirma que hay aspectos dentro de la cultura dominicana que actúan positiva o negativamente en el desarrollo del capital social y el fortalecimiento del tejido social. Se pregunta sobre el impacto que han tenido aspectos de la cultura dominicana como el "gancho" yel "exteriorismo"32 en el empoderamiento social y, por tanto, en el ámbito colectivo del desarrollo humano. El Informe reconoce la importancia de aspectos culturales, que condicionan el tipo de relaciones sociales en el potencial de desarrollo de un país, afirmando que resultaría fundamental delimitar la influencia de estos factores en la magnitud del empoderamiento social y humano en sentido amplio. El tigueraje es un fenómeno cultural característico de la Republica Dominicana33 que se expresa en el ámbito de lo colectivo, reemplazando modelos de ciudadanía que podrían facilitar la expansión de las capacidades, las cuales se portan individualmente pero se construyen socialmente. El comportamiento del tíguere en sociedad se caracteriza por: Se relaciona con una sociedad en la que existen individuos más complejos que no maximizan únicamente su utilidad individual. Se desarrolla como respuesta a una situación de privación de la mayoría de la sociedad, aprovechando niveles mínimos de capacidades individuales y colectivas. La sociedad facilita, a través de sus instituciones, la toma de decisiones basadas en el beneficio individual. No permite establecer relaciones sociales de ganancia mutua y reduce la confianza en las personas, debilitando el tejido social.

31

Sen, A. 2005.

32

El "complejo de gancho" parte de la idea de que e n "el otro" no se p uede confiar,

porque en cualquier momento nos pone "un gancho". El exteriorismo se basa en la percepción de que las cosas que le ocurren a la gente están determinadas por factores externos, que están fuera del dominio de la propia persona o del grupo al que pertenece . Estos dos aspectos de la cultura están muy vinculados al tigueraje, que se ve reforzado por la desconfianza mutua y conformismo que generan. Estas actitudes existen en muchas sociedades y culturas , sin embargo , sólo en la República Dominicana se identifican como tigueraje. 33 El g rado de asimilación de este comportamie nto como "lo" dominicano queda refle jad o e n la obr a de Junot Díaz, La breve y maravillosa vida de Osear Wao, e n la que su protagonista es animado p or sus familiares a actuar como un tíguere, dado su origen dominicano, a pesar d e hab er vivido siempre en Estados Unidos .

GLOBAL


La confianza interpersonal, la confianza en las instituciones, el sentido de pertenencia al grupo, la interrelación entre personas e instituciones de cara a un fin común muestran un grado de solidez del tejido social, de la solidaridad recíproca entre las personas que integran el colectivo y del capital social acumulado por la población en su ámbito local o naciona1. 34 En una sociedad en la que se manifiesta la cultura del tigueraje, el tejido social está debilitado y la estructura relacional está construida alrededor de la acumulación de recursos y poder. Una situación que permite que los vínculos entre los ciudadanos y las instituciones públicas sean de apropiación individual,35 limitando la expansión de las capacidades para mantener su situación de privilegio. Se identifican las diferencias culturales o de clima social como un de terminante del nivel de bienestar o desarrollo y destaca la importancia del "tipo de relaciones que existen en el seno de la comunidad, como ha tendido a subrayar la literatura reciente sobre el 'capital social"'.36 El tigueraje puede generar un tipo de capital social negativo que Portes y Landolt han definido como lado oscuro o "downside" del capital social. 37 Estos autores argumentan que determinados tipos de capital social pueden llevar a la discriminación, la explotación, la corrupción y la dominación por mafias y sistemas autoritarios .3S No estimula aspectos fundamentales para el empoderamiento social, como la asociatividad , el sentido de comunidad y la capacidad política de las personas, sino que predomina la desconfianza y las relaciones basadas en intereses personales. El tigueraje se consolida socialmente cuando se percibe como opción más sencilla o única de eliminar las privaciones individuale s, produciendo una aceptación social de la misma. Según el INDH 2005, "la escasez relativa de desarrollo humano (en la República Dominicana) es el resultado de la combinación de una actitud rentista, depredadora y la falta de compromiso y solidaridad de una élite política, económica y social que ha buscado una rentabilidad d e corto plazo sin un proyecto nacional que sea socialmente incluyente". La situación descrita se corresponde con actitudes vinculadas al tigueraje y constata hasta qué punto está presente en la sociedad dominicana y condiciona su desarrollo. Podemos encontrar pruebas de este tipo de comportamiento en el Índice de Confianza Interpersonal, recogido en el INDH 2008, que ofrece niveles inferiores de confianza en las zonas urbanas, áreas del país donde se manifiesta principalmente el tigueraje. El orden social se reproduce a través de las instituciones y la cultura política, las cuales determinan una cierta forma de distribuir las

34

Informe Nacional de Desarrollo Humano 2008, República Dominicana.

35

EIINDH

2008 de República Dominicana 2008: 72 , define la apropiación individual del

capital social como la no estimulación de la asociatividad, del sentido de comunidad o d e la capacidad política de las personas, sino como el aprovecham iento por individuos o g rupos concretos que excluyen a personas y grupos que no pertene cen a ese circuito de relaciones d eterminado. 36

Se n, A. 1999.

37

Durston , J. 2000.

38

Portes y Landolt, The Downside of Social Capital, 1996.

Informe Especial


capacidades y oportunidades entre las personas .39 El tigueraje tiene fuertes vínculos con el clientelismo y la corrupción y puede llegar a constituirse en el orden social y político predominante, si no se crea una cultura ciudadana que fomente el empoderamiento colectivo. En el capital social predominante en la República Dominicana están muy presentes tanto el tigueraje como el clientelismo. Esto no estimula el desarrollo humano porque limita el acceso a las oportunidades a las minorías, que concentran el poder económico y político. Al obstaculizar la creación de capacidades individuales y colectivas, las personas no pueden incidir en los procesos y decisiones que las afectan, despojándolas de su libertad para elegir la vida que quieren tener. Además, las sociedades poco institucionalizadas como la dominicana no sancionan estos comportamientos. Los vínculos entre tigueraje y clientelismo se materializan en el sistema político en la que el INDH 2008 denomina "ley del tigueraje", definida como la obtención de recursos para su mantenimiento mediante el uso de los fondos públicos o la violación de normas institucionales. Los partidos políticos justifican esta malversación de fondos públicos con la dudosa legitimidad adquirida por su práctica constante en la historia reciente. Las inquietudes que pudiera tener el tíguere por la aceptación social de su comportamiento se ven satisfechas por esta ley, donde busca la empatía (todos haríamos lo mismo en su lugar) para justificar su búsqueda del bienestar individual sobre el social.

3. Estrategias para la construcción de ciudadanía Con base en lo anterior, podemos afirmar que el tigueraje amenaza el desarrollo humano y que, adicionalmente, es un constante desafío para la convivencia ciudadana. En otras palabras, si el desarrollo humano es el proceso de ampliación de las libertades reales para que los individuos puedan elegir lo que valoran en la vida, existe la necesidad de hacer extensivo el proceso a quienes están excluidos de él. Es así como la figura del tíguere parece la exacerbación de quien en uso de sus libertades, legitima su acción por encima de los órdenes legales, sociales o culturales . Contrariamente, si la apuesta es propiciar procesos de cambio social que propicien la libertad, la eficiencia, la equidad y el empoderamiento, es necesario "domesticar al tíguere". La adopción de los principios de convivencia basada en la cultura ciudadana incide positivamente en el nivel de organización de la sociedad civil, en el diálogo que se establece entre sus miembros y la institucionalidad, y contribuye, además, con el grado de compromiso en la rendición de cuentas tanto individual como colectiva. Esto último retoma las recomendaciones del último informe del Programa de Desarrollo de las Naciones Unidas en la República Dominicana, dado que "el empoderamiento implica fortalecer las capacidades individuales y colectivas de la gente para participar en el juego democrático, en los proceso de sensibilización, acción colectiva y cambios social, en el contexto político plural".40

39

Informe Nacional de Desarrollo Humano 2008, República Dominicana .

40

ODH 2008:358.

GLOBAL


No obstante, anteriormente se había identificado la necesidad de fortalecer el tejido social para alcanzar el desarrollo humano. Según el IDH 2005, los problemas de la República Dominicana demandan un cambio radical y profundo en los fundamentos de la sociedad, sobre la base de una intensa participación social y un proceso de empoderamiento de las p e rsonas que fuerce la voluntad para aplicar políticas socialmente incluyentes, que restituya el pleno Estado de derecho, que recupere el espacio de lo público, que revalorice lo propio y sustente el crecimiento en las capacidades humanas. Este tipo de construcción ciudadana es la que puede acabar con la práctica del tigue raje. En ese sentido, el modelo de cultura ciudadana es una propuesta viable desde dos perspectivas. De un lado, es un instrumento de cambio social consciente y condicionado, que por otro lado otorga a los individuos la capacidad de confiar y en esa medida fortalecer el capital social colectivo (sensu Putnam) . De acuerdo con Mockus, "la modificación consciente, socialmente visible y aceptada de hábitos y creencias colectivas puede volverse un componente crucial de la gestión pública y de la agenda común del Gobierno y la sociedad civil" (2000) , es decir, fortalecer la gobernabilidad y la interlocución con los diferentes agentes sociales. Lo anterior obedece a su vez al racionamiento de Sen según el cual "la libertad es primordial para la cultura, sobre todo, la libertad para decidir lo que habremos de valorar y qué clase de vida vamos a buscar".4! A continuación, se expondrá detalladamente la forma en que el programa de Cultura Ciudadana, implementado en Bogotá (Colombia) , logró modificar pautas de conducta y, a mediano plazo, transformó la convivencia ciudadana y las relaciones entre la ciudadanía y las instituciones, para finalmente intentar armonizar los sistemas de regulación y avanzar hacia el desarrollo humano. De forma complementaria, se expondrá el caso de la provincia de Salcedo,42 en la República Dominicana. En éste se demuestra cómo desde lo público se puede responder a las necesidades sociales y ciudadanas, mediante la introducción de principios de participación y concertación, como una condición necesaria para el empoderamiento colectivo y la apropiación de los procesos de toma de decisiones ; estos últimos, elementos esenciales para contrarrestar prácticas como el clientelismo y el tigueraje. 3.1. El caso de Bogotá: el programa Cultura Ciudadana La presencia de una figura como la del tíguere se puede atribuir a una falta de cultura ciudadana. Cuando ésta desaparece en favor de la llamada "cultura del tigueraje" se pueden evidenciar, así como pasa en la República Dominicana, comportamientos egoístas y una continua falta de respeto hacia los derechos de los demás. Un ejemplo de lucha contra

41

Amartya Sen , La cultura como base del desarrollo contemporáneo. Diálogo, Unesco,

2005. 42

En 2008 , la provincia de Salcedo camb ió su nombre a Hermanas Mirabal, en honor a

las tres heroínas nacidas en la zona. Sin emb argo, e n la literatura previa el caso se conoce como la experiencia de Salcedo, por lo cual optamos por m antener el nombre anterior a este cambio.

Informe Especial


esta tendencia se puede encontrar en el programa Cultura Ciudadana, que se implementó en la ciudad de Bogotá, en Colombia, entre 1995 y 1997, Y fue posteriormente retomado entre 2000 y 2003. Cultura Ciudadana fue un conjunto de programas y proyectos del gobierno capitalino, que tenía la prioridad de promover la convivencia ciudadana a través de un cambio consciente y sistemático de los comportamientos individuales. La base de donde partía el programa era un reconocimiento de un divorcio entre tres sistemas reguladores del comportamiento: la ley, la moral y la cultura (como se anotó anteriormente). "Todos los comportamientos moralmente válidos a la luz del juicio moral individual suelen ser culturalmente aceptados (no sucede necesariamente lo contrario: existen comportamientos culturalmente aceptados que algunos individuos se abstienen de realizar por consideraciones morales). A su vez lo culturalmente permitido cabe dentro de lo legalmente permitido (aquí tampoco sucede lo inverso: hay comportamientos jurídicamente permitidos pero culturalmente rechazados). En esas sociedades la cultura simplemente exige más que la ley y la moral más que la cultura".43 Otra hipótesis en la que se fundamentó el programa era que, aunque en teoría el sistema de leyes garantizado por el Estado tendría que favorecer, dentro de unos límites, la coexistencia de una pluralidad de morales y de tradiciones culturales, pluralismo moral y cultural no significa que no exista regulación moral y cultural. En torno a la necesidad de conciliar diferentes nociones de cultura, la pluralidad de los marcos legales y la apuesta al desarrollo humano, en el informe de Desarrollo Humano de 2004 se establece la necesidad de fomentar un diálogo intercultural y respetar la libertad religiosa, como una estrategia de fortalecimiento de la democracia y el respeto por las diferentes minorías de un país. En ese sentido, las normas sociales, morales y legales deben orientarse hacia la estrategia de expansión de las libertades.44 Este alejamiento entre los tres tipos de regulación a menudo se puede manifestar a través de acciones ilegales pero aprobadas o simplemente aceptadas moral o culturalmente o, como pasa con el tigueraje, acciones ilegales reconocidas como moralmente inaceptables, pero culturalmente toleradas y aceptadas. Cultura Ciudadana propuso una solución para armonizar ley, moral y cultura, y para establecer sanciones a este tipo de acciones; a través de una intensificación de las interacciones y de la comunicación entre todos los sujetos de la vida ciudadana: población, organizaciones e instituciones. La certidumbre es que la relación directa, cara a cara, tiene efectos de disuasión frente a la violencia. La hipótesis es que si se intensifica la comunicación, los interlocutores otorgan validez a lo que dicen y aumentan así la comprensión, sinceridad y valor de sus propósitos y, consecuentemente, sus propuestas serán aceptadas o problematizadas y defendidas. De esta manera se pueden generar más ocasiones para intentar evaluar los argumentos propios y de la contraparte, y empezar a

43

Mockus, A. 2001: 8 (Resaltado propio).

44

PNUD

2004: 83.

GLOBAl


mirar a las reglas en té rminos de razones y resultados, y no en términos de a quienes convienen. La cultura de la ilegalidad se frenó por el hecho de que, a través de una ampliación de la comunicación, se reforzó la relación y reciprocidad entre derechos y deberes. Por consiguiente, la racionalización de los derechos tuvo la virtud de animar a los miembros de la sociedad a adoptar la ley por razones de propio interés. Se volvió a considerar una óptica igualitaria que intentó eliminar jera rquías de derechos. Una medida fundamental para lograr la meta del programa Cultura Ciudadana fue impulsar, ante todo, la auto-regulación interpersonal. El enfoque principal iba hacia la regulación cultural de las interacciones entre desconocidos, en contextos como los del transporte público, el espacio público, los establecimientos públicos y el vecindario, pero también la regulación cultural en las interacciones ciudadanía-administración. 45 Se estableció un Plan de Desarrollo fundado sobre cuatro objetivos principales que tomaban en cuenta el cumplimiento de las normas de convivencia; la capacidad de los ciudadanos para llevar a los otros al cumplimiento pacífico de las normas ; la capacidad de solucionar pacíficamente conflictos entre ciudadanos, y la capacidad de comunicación de los ciudadanos a través de arte, cultura, recreación y deporte. El programa fue extremamente novedoso, pero en el logro de resultados tan revolucionarios jugó un papel fundamental la altísima visibilidad ante la sociedad, alcanzada por vía de los medios masivos de comunicación. También en este sentido no se usaron las tradicionales formas de campaña publicitaria, sino formas novedosas de comunicación, cuyo objetivo era tener un alto impacto visual y psicológico. Si la hipótesis de partida era que el divorcio entre la ley, la moral y la cultura generaba una cadena de problemas (sociales, económicos, políticos, de convivencia, etc.), la solución era crear puentes que armonizaran estos tres marcos de cara a modificar razones y comportamientos, así como sus consecuencias. La óptica del programa se fundó sobre una política de inclusión de la ciudadanía en los problemas de la ciudad, y esto se notó sobre todo en el tema de seguridad, donde no se intentó excluir al delincuente y se empezó a convertir el problema en una cuestión de convivencia. Previo a un juicio ante la ley, se invitó a la misma población a juzgar, en una óptica de vida común, el comportamiento del otro. De esta manera, la persona juzgada no se encontró excluida de la sociedad, pero tuvo que enfrentarse al juicio de los demás. Esto sirvió a aumentar, tanto en el juzgado cuanto en los que juzgaban, el sentido de pertenencia a un grupo de personas y a disminuir el número de comportamientos egoístas. Este programa enseñó una nueva posibilidad para enfrentarse a comportamientos egoístas. Tomó como meta principal la de anteponer el interés de la comunidad al interés individual, pero actuó con una óptica participativa para que fuera la misma gente a reconocer las necesidades verdaderas de la comunidad. Enseñó que la ley, reglando de manera autónoma y lejos de la ciudadanía, no tiene éxito y, a menudo, lleva a la gente a actuar al límite de las normas y sin tomar en cuenta las

45

lbíd.: lO - ll.

Informe Especial


En 1995 Bogotá tenía serios problemas de seguridad relacionados con el uso indiscriminado de armas, el exacerbamiento del conflicto armado que se extendía a los centros urbanos y la baja confianza en las instituciones que legitiman el monopolio de la violencia, Adicionalmente, se hacían evidentes otros problemas de orden social, como el clientelismo, el caos vehicular, y la inequidad en el acceso a los servicios públicos, En resumen, había bajos niveles individuales del sentido de pertenencia colectiva y, por ende, el egoísmo imperaba como pauta social. 21 Fueron muchas y en muchos campos las acciones promovidas por el programa, Aquí se muestran unos ejemplos: • Buscando una regulación de forma pacífica por parte de la ciudadanía para calificar el comportamiento de los otros/as, se distribuyeron las "tarjetas ciudadanas": tarjetas de doble faz en las que en una cara había un símbolo de aprobación y en la otra un símbolo de desaprobación, De esta manera una persona en cualquier situación pública era sujeta al juicio de los demás, La iniciativa tuvo mucho éxito en la medida en que las personas movilizaban sus sentimientos de desaprobación constructivamente, reemplazando los insultos o las agresiones directas, • Para promover y ejercitar la convivencia entre peatones y conductores de vehículos, se inició una campaña de comunicación pedagógica, que, acudiendo a la broma, calificaba como "ridículo" el no cumplimiento de la norma, para generar más conciencia de la conveniencia, de las reglas y de la importancia de cumplirlas, Se contrataron mimos que, sin usar palabras y delante al resto de la gente, mostraban al sujeto que estaba violando un código, Así, por ejemplo, el número de pasajeros que utilizaban los paraderos pasó de 26,2 % en 1995 a 38% en 1996, y 43% en 1997 el de las busetas lo hacía, Para reducir el riesgo, desalentar las acciones de justicia por mano propia y promover la confianza entre desconocidos, se promovió el Plan Desarme, según el cual en 1996 se restringió el porte de armas y se reforzaron los operativos de control, yen el segundo semestre de 1997 se prohibió el porte de armas, Los homicidios comunes mensuales pasaron de 397 en 1995 a 291 en 1996 y, después de la prohibición del porte, el decrecimiento continuó, Se promovió también el desarme voluntario, según el cual la gente devolvía espontáneamente su propia arma, En el periodo de Navidad, gracias a la ayuda del sector privado, se promovió esta acción, cambiando las armas entregadas con bonos para la adquisición de regalos,

J

López Barbón , Liliana 200 1: 3,

GLOBAL

Una iniciativa extremamente revolucionaria fue la de introducir un enfoque más participativo en el análisis de los problemas verdaderos de la ciudad y de varios barrios, en busca de la creación de una conciencia más social sobre las reglas de convivencia y de la importancia de cumplirlas, Se propuso a la ciudadanía participar en sesiones de trabajo (semilleros de convivencia) sobre problemas específicos para la preparación de una "Carta de Civilidad", que iba a constituir una alternativa para la reforma del "Código de Policía", Al final de los dos años del proceso, en el que participaron más de 18,000 personas, cerca de 30,000 iniciativas fueron recogidas, organizadas y presentadas al Consejo de Bogotá, • A través de discusiones abiertas se promovió la concertación y la participación ciudadana en la planeación de la inversión pública, Se invitó a los ciudadanos de las 20 localidades del Distrito a participar activamente en la elaboración de cada Plan de Desarrollo Local. Recibían una tarjeta y una moneda de plástico, En la tarjeta tenían que escribir si tenían una idea sobre las verdaderas necesidades o proyectos prioritarios para su localidad, Después tenían que colocar su tarjeta y la moneda en una de las seis urnas que representaban las seis prioridades del Plan de Desarrollo "Formar Ciudad". Después, para darle prioridad a las inversiones, se tomó en cuenta el Índice de Necesidades Básicas Insatisfechas (NBI) , las obras inconclusas y la población beneficiada, • En 1997 hubo dos grandes derrumbes en los túneles que conducían agua a la ciudad, y Bogotá se encontró de repente con la necesidad de un severo racionamiento si no se tomaban medidas urgentes de ahorro, El gobierno propuso una campaña de ahorro voluntario de agua mediante una estrategia de inclusión de los ciudadanos y sensibilización a través de mensajes telefónicos y sanciones al desperdicio. Aquí se puede hacer una comparación con lo que pasa en la República Dominicana, donde para hacer frente a las pérdidas de energía debidas a menudo a robos o a falta de pago, se ha decidido quitar la electricidad a unos barrios con frecuencia periódica. Estamos delante de dos tipos de decisiones extremadamente diferentes, sobre t()do a nivel de democracia e inclusión del ciudadano, para obtener los mismos resultados, En Bogotá, la campaña Ahorro de Agua permitió superar la crisis de varios meses sin racionamiento, con ahorro de agua entre el 8% y el 12% durante cerca de 20 semanas, y manteniéndose alrededor del 5% de ahorro en el periodo sucesivo a la crisis.


consecuencias de sus acciones sobre los demás. Éste es el terreno del tíguere, personaje que actúa siempre "buscándose lo suyo". De lo contrario, actuando de manera participativa e incluyente, la población tiene la posibilidad de evidenciar sus necesidades y sus derechos, y al mismo tiempo será regulada y podrá regular el comportamiento de los demás, en la constante búsqueda de una buena convivencia. 3.2. La experiencia de Salcedo En el siguiente ejemplo, queremos reflexionar sobre un intento de creación ciudadanía a través de una acción que cristalizó en la provincia de Salcedo en la década de los noventa. En un territorio carente de políticas sociales efectivas se encontró una forma de organización social paralela al sistema del Estado, que operativizara programa s de desarrollo, de manera concertada con actores sociales y con instituciones estatales. Esto ha producido hasta ahora una mejora de la calidad de vida de su población. Lo resaltable de esta experiencia, en relación a la creación de ciudadanía como factor influyente en la mejora del desarrollo humano, es estudiar si la metodología y el contexto s ocio-político que se ha producido en Salcedo han logrado realmente hacer partícipe del proceso de desarrollo a los ciudadanos de su región, creando (o no) ciudadanía, según lo explicado anteriormente en este estudio. Para entender esta experiencia y sus rasgos distintivos sobre los que realizar un análisis en cuanto a la creación de ciudadanía, queremos resaltar algunos datos que consideramos significativos de los comienzos de la experiencia y que posteriormente definieron el impacto de sus S:W~

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•:,0 Factores que marcaron el comienzo de la experiencia de Salcedo La experiencia tiene su punto fundacional como consecuencia del proyecto Salud, Medioambiente y Lucha Contra la Pobreza (SMALP), a través del liderazgo emprendido por integrantes del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) durante el periodo 1986-1990, a pesar de que esa formación política tenía una escasa pres encia en la provincia, con un solo regidor. No obstante, mediante esta experiencia se consiguió vincular organizaciones sociales con instituciones del Estado, secretarías de Estado y ayuntamientos. La metodología usada era propia de la visión de desarrollo de la organización CIPROS, que lideraba estas acciones junto con dirigentes del PLD en la provincia. Este hecho pone de manifiesto que no se trataba de una estrategia política global del PLD para la acción en el ámbito municipal (Pérez, C. 2003: 88). El dirigente peledeísta Jaime David Fernández le dio un enfoque más amplio al proyecto SMALP, canalizando 1

Para m ás información cronológica, cons ultar Lilian Bobea 1996.

l

los movimientos de protesta de la provincia, pese a que inicialmente el PLD no había sintonizado con los movimientos sociales latentes. Según Pérez, es necesario tomar en cuenta, para explicar el impacto posterior de las acciones de la Oficina Técnica Provincial (OTP) , los factores políticos a nivel nacional: " [... ] los factores determinantes para que la experiencia de Salcedo lograra articular un generalizado movimiento de protestas y se orientara hacia la participación comunitaria en varios proyectos de desarrollo y lograra una mejoría en las condiciones de vida de la población de la provincia, deben buscarse en los diversos elementos que caracterizaron el ambiente político a nivel nacional y de modo particular la acción del PLD durante los tres primeros años de los 90 " (Pérez, C. 2003: 91). Es entonces cuando nace la Oficina Técnica Provincial, como manera suplir las carencias técnicas de los tres ayuntamientos de la provincia que ya tenían el mismo signo político.

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acciones en cuanto a la creación de ciudadanía en un entorno como el dominicano, clientelar y de tigueraje. Los rasgos de la experiencia de Salcedo serían entonces : - Una débil presencia real del Estado, tanto del nivel nacional desconcentrado como del nivel descentralizado. Los ayuntamientos implicados no tenían competencias reales ni recursos por parte del Estado Central. - Una frustración de las fuerzas sociales, que no vieron reflejadas sus demandas en el juego político hasta que una fuerza externa al Gobierno la canalizó (CIPRO S y dirigentes del PLD) . - La puesta en marcha de una metodología basada en principios de construcción de ciudadanía y concertación, que logró unir a los diferentes actores, estableciendo agendas comunes en: cabildos abiertos , comités de desarrollo comunitario, comités barriales, y comités de desarrollo provincial, entre otros . - La institucionalización, que fue relevante en esta experiencia, por concretarse en acuerdos con los principales actores locales y provinciales: • Ayuntamientos con grandes carencias técnicas, competenci,a les y de recursos . • Instituciones del Estado presentes en la provincia, que no habían cumplido satisfactoriamente sus obligaciones para con la población. • Organizaciones de la sociedad civil, a través de su modo de operación basado en la concertación social. - Personalismo en el liderazgo y falta de pluralidad de la OTP, que se tradujo en una falta de conexión con la totalidad de las demandas de los actores sociales, que inicialmente sí había conseguido canalizar (y posiblemente cooptar, según la opinión de C. Pérez). A consecuencia de esto, y junto con el cambio político en las elecciones municipales de ese año, los consejos provinciales de desarrollo dejaron de funcionar en 1994. Según el INDH, 2008 para la República Dominicana, la experiencia de Salcedo es expresión de una capacidad de liderazgo fuerte , más que un reflejo de una comunidad empoderada. No obstante, reconoce en cuanto a los resultados, algunas virtudes del proceso, como son la creación de la Oficina Provincial para el Desarrollo de la Mujer (1993) , el Centro Jurídico (1998) , la Cooperativa Hermanas Mirabal, el Centro de Atención a la Diversidad, el Centro de Atención a la Víctima, así como acciones exitosas en el ámbito penitenciario. La creación de estos espacios deja entrever la visión de desarrollo humano expresada en sus cuatro principios básicos (libertad, eficiencia, equidad y empoderamiento) que la experiencia ha conseguido realizar. Igualmente, como se ha mencionado anteriormente en el trabajo, Foucault identifica el poder como: 1) responsabilización sobre la producción (que se realizaría, en el caso de Salcedo, a través de los mecanismos de concertación a nivel provincial) ; 2) creación de espacios micro para revitalizar el tejido social (que se habría realizado, en este caso, a nivel de los comités de desarrollo comunitario y barrial); 3) y que crea ciudadanía (que en esta experiencia se dejaría entrever por los efectos que se han producido por la participación de las fuerzas sociales en los diferentes espacios). No obstante, este último punto es fuertemente dis-

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cutible por falta de datos medidos y por lo expresado en el INDH 2008 para la República Dominicana en cuanto a la crítica del liderazgo político de esta experiencia. Según el paradigma de desarrollo humano, la eficiencia, la equidad y el empoderamiento conducen al objetivo de la libertad, que es superar las carencias de servicios públicos y las libertades políticas y sociales. La satisfacción en la prestación de servicios públicos, la inversión que hace el gobierno local para distribuir beneficios desde la perspectiva de la inclusión social y la correspondiente aceptación ciudadana de que la gestión del gobierno local aporta a su desarrollo humano es lo que nos sirve para evaluar si se está siendo eficiente y equitativo. 46 En este primer aspecto, parece que la experiencia de Salcedo logró, en la década de los noventa, un impacto a nivel d e eficiencia y equidad considerable, al encontrar un instrumento operativo que influyera tangiblemente en el bienestar de la población. Por su parte, la participación y el empoderamiento conducirían al ejercicio de los derechos políticos y sociales, lo cual se manifiesta en la libertad para opinar, organizarse y movilizarse por los derechos de las personas, sin restricción de la esfera pública.47 Respecto a este segundo aspecto, en el caso de Salcedo podríamos asegurar que la participación social libre fue un factor que posibilitó el arranque y el éxito de la experiencia gracias a que en ese momento se dio un capital social de ' : l

'

Abstención electoral en municipales (%) Partido ganador y % de votación Partido que quedó en segundo lugary % de

1998

2002

2006

31 .9

33.4

33.9

PLO y aliados 44.3%

PRO y aliados 46.4%

PLO y aliados 51 .4%

PRO y aliados 36.8%

PLO y aliados 24.1%

PRO y aliados 47.3%

votación Fuente: Informe R. Dominicana 2008 ODH/PNUD en base a datos de la JCE.

apropiación colectiva 48 Sin embargo, no podremos asegurar que el empoderamiento social se ha realizado realmente más allá de la propia participación en el proces o por falta de datos sobre el ejercicio. De hecho, como muestra el siguiente cuadro, la abstención electoral en los últimos diez años en Salcedo ha ido aumentando, lo cual podría indicar o bien una baja creación

46

ODH 2008b: 132.

47

ODH 2008b : 132.

48

Según e l lNDH 2008 de la República Dominicana: 73, e l empoderamiento social o capi-

tal social es de apropiación colectiva cuando hay vínculos, comunicación y reciprocid ad entre diversas personas de un grupo, quienes establecen relaciones en red, basadas en una multiplicidad de puntos que se cruzan.

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de ciudadanía o bien la creación de ciudadanía crítica a la que no le convencen las opciones políticas existentes y que prefiere participar directamente en la ejecución de procesos concretos en este caso a través de la concertación con la OTP. En resumen, la experiencia de Salcedo es destacable en cuanto a que es un ejemplo de creación de ciudadanía en un contexto de una provincia dominicana sobre la que se aplica la misma ley, moralidad, cultura49 que en el resto del país, y por tanto cuyas características clientelares y de tigueraje son las mismas. Mas aún, es interesante este proceso de creación de ciudadanía como ejemplo de canalización de los intereses de las fuerzas sociales que pudo ser realizada por factores históricos, sociales y políticos, por medio de unos líderes relacionados con un partido y a través de una estructura paralela al sistema de gobierno local (la OTP), lográndose finalmente unos resultados tangibles para la población tanto a nivel de fines (mejora de las condiciones de vida) como de medios (participación de fuerzas sociales a través de la concertación).

4. Conclusiones Las estrategias para alcanzar el desarrollo humano deben considerar una multiplicidad de elementos políticos, económicos y sociales que constituyen las particularidades culturales de cada sociedad. El caso que nos atañe, el de los efectos del tigueraje en relación con la construcción de la ciudadanía y por consiguiente en el desarrollo humano, resalta la forma en que los comportamientos individuales menoscaban la confianza necesaria para crear capital social y fomentar el empoderamiento colectivo. 50 Se hace necesario entonces evidenciar y hacer conscientes dichas actitudes, para modificarlas y avanzar en el proceso de expansión de las libertades humanas. En ese sentido, elaboramos algunas consideraciones finales que más que concluir, abren la discusión y generan preguntas y propuestas sobre cómo se pueden orientar futuras intervenciones. Nuestras propuestas invitan a adoptar programas pedagógicos encaminados al fortalecimiento de las iniciativas de movilización social y empoderamiento colectivo, de cara a la armonización de los diferentes sistemas de regulación (legal, moral y cultural) . De esto deviene una reflexión sobre las formas en que se ejerce el poder en las microesferas de interacción social (la calle, las relaciones primarias) y cómo se articula con un nivel intermedio hasta alcanzar la macro esfera de la convivencia ciudadana. Un primer punto relevante en esta lógica es la ambigüedad que subyace a la definición de tíguere (entre delincuente y habilidoso), que constituye un desafío para el desarrollo humano, porque, bajo la lógica del todo vale,51 se legitiman prácticas en contra de la construcción y

49

Mockus, A. 2001.

50

Si bien, como se mencionó un anteriormente, el capital social es un concepto exporta-

do desde la sociología hacia una multiplicidad de significados en la vida cotidiana. Para este caso se toma la opción de Putnam, similar a la adoptada por la ODH en el informe de Desarrollo Humano de 2008, según la cual capital social es equivalente a empoderamiento colectivo. ODH 2008 :71-73. 5 1 Mockus, A. 2001.

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ejercicio de la ciudadanía. En este sentido, no se niega la pertinencia de una pluralidad cultural, mas se aboga por la conformación de marcos flexibles pero efectivos que garanticen el respecto por las normas consensuadas. La ambigüedad del término no permite identificar poblaciones meta sobre quienes formular políticas públicas, con perspectiva de desarrollo humano, que favorezcan la convivencia ciudadana y la creación de capital social. Se requiere entonces un profundo ejercicio de reflexión, para hacer conciencia de las reglas legales, morales y culturales que regulan la sociedad dominicana y establecer un "contrato social" de cumplimiento, un compromiso colectivo para la convivencia. El tigueraje forma parte de la cultura dominicana, y se sitúa en el ámbito de la moralidad. Por tanto, no se podrán denunciar o mitigar sus efectos sin tomar primero conciencia de la realidad a cambiar, puesto que ni desde las autoridades ni desde los individuos hay iniciativas que identifiquen el tigueraje como un problema. En este sentido, en el proceso de investigación para la elaboración de este estudio, encontramos debilidades de formulación teórica sobre el concepto de tigueraje y cierta resistencia para identificarlo dentro de las prácticas sociales comunes, ubicándolo exclusivamente a una esfera estigmatizada, como un ejemplo característico de ciertos niveles sociales y de género. El tíguere se ve como víctima de un sistema político, económico, social, que lo excluye de las tomas de decisiones. Mientras que las personas se vean como islas, cada una autónoma e independiente, no se podrá hablar de ciudadanía y menos de desarrollo humano. El concepto de tigueraje tratado en este trabajo tiene que ver con el poco reconocimiento hacia el otro o la otra como ciudadano con iguales derechos y deberes, y de igual manera el ordenamiento y la relación con las instituciones. En este sentido, se pueden diseñar políticas participativas que incluyan a la población, otorgando voz a la gente e involucrándola en el análisis de las necesidades objetivas de la comunidad. Paralelamente, esta reflexión nos trae de vuelta al ámbito en el que se evalúan las estrategias de desarrollo humano. Al abordarlas, usualmente se evalúa el nivel de acceso a derechos como la salud, la educación, el medio ambiente, la lucha contra la pobreza, etc . Sin embargo, un logro fundamental del desarrollo humano, que instrumentalmente facilita el alcance de resultados en los anteriores temas, es el de construir una cultura ciudadanía. De hecho, no hay que olvidar que la primera pregunta que hay que plantearse al evaluar el grado de desarrollo de un país es : ¿cómo vive la gente? Esto es, con qué capacidades cuenta la población para hacer efectivos sus derechos y cumplir sus deberes, para desarrollar la capacidad de convivencia. En este contexto, hemos analizado la situación de la República Dominicana y como la cultura del tigueraje afecta el desarrollo humano en el país. Entendemos entonces que el comportamiento del tíguere va exactamente en dirección opuesta al sentido de ciudadanía. Es un personaje acostumbrado a vivir sin reglas y sin tomar en cuenta las consecuencias de su manera de actuar sobre los demás. Un personaje cuya costumbre es buscar constantemente el beneficio personal en contra del colectivo. Analizando la situación en la República Dominicana, se ha notado

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también que "tigueraje genera tigueraje" , en el sentido que este comportamiento muchas veces se caracteriza por ser una reacción a una violación que el protagonista piensa haber recibido. Por esto se ha entrado en un círculo vicioso donde, con la excusa de la defensa personal de ataques de los demás, se justifican acciones ilegales y comportamientos inaceptables. Es esto el punto principal de la cuestión: ¿se puede parar este círculo vicioso? y si es así, ¿de qué manera?

Recom.endaciones que perm.itirían combatir el tigueraje Una de las mejores posibilidades de cambio de cultura, como hemos visto en los ejemplo de Bogotá, es a través del fomento de cultura ciudadana, a través de campañas de sensibilización y diálogo como las emprendidas por la aplicación de los conceptos acuñados por Mockus y la voluntad de desarrollar la conciencia individual sobre la autorregulación. Personas en ejercicio de la autorregulación son capaces de elegir libremente su comportamiento, son conscientes de las repercusiones del mismo hacia los y las demás, tienen capacidad de agencia y puede movilizarse socialmente. La apuesta por la autorregulación es una estrategia de e mpoderamiento, en el sentido en que la persona constituye el nivel micro en el cual se ejerce el poder. La articulación con el nivel intermedio (la comunidad) se establece a partir del capital social y a nivel macro a través de la ciudadanía. Sin embargo, como lo señalan de Moya52 y KrohnHansen,53 el tigueraje es una "problemática de legitimación" que dota de sentido tanto lo que es políticamente aceptable, como el conjunto particular de relaciones de poder inscritas dentro de la práctica del tigueraje. Otros ejemplos no desarrollados en este estudio podrían ser: a) Enfoque de derechos Acciones enfocadas hacia la lucha por asegurar capacidades para ejercer derechos sociales fundamentales que ayudarían a no alimentar el factor de "única alternativa" existente en la actuación del tíguere. En la medida q ue dichas capacidades (educación, salud, vivienda y trabajo, fundamentalmente) son mejoradas, se disminuye la legitimidad del comportamiento de tigueraje de "única alternativa". b) Cultura participativa y rendición de cuentas

Campañas sobre la necesidad de pago de impuestos progresivos por parte de TODOS los sectores sociales, con un enfoque de equidad y redistribución para evidenciar qué aportan cada uno de los diferentes rangos de rentas frente al resto de ciudadanos . En este sentido, el efecto demostrativo ayudaría a combatir el factor de "como otros lo hacen, yo no vaya dejar de hacerlo" por "otros también prefieren no hacerlo, por tanto yo puedo elegir"M

52

De Moya, Antonio 2003: 186.

53

Krohn- Hans en, 1992 : 124.

54

En el caso d e Bogotá, p or ejemplo, el le m a de campaña fue "Todos pone n , tod os ga-

nan" como una clara re ferencia de que los sistemas contributivos d eben ser e quitativos, incluyentes, eficientes y cohesivos .

GLOBAL


c) Pedagogía ciudadana y convivencia Fomento de la educación en valores en el ámbito pedagógico, en donde se demuestre la falta que constituye el "saltarse" las normas, dentro de dinámicas de convivencia. Se debe entonces valorizar todo aquello que promueve el respeto de las reglas del juego y la no legitimación s ocial del tíguere. Ubicar al tíguere como un fenómeno más de la cultura dominicana, evidenciar su ambigüedad pero catalogarlo claramente como perjudicial, proponiendo otros valores culturales positivos existen como son la alegría dominicana, el respeto al esfuerzo, al trabajo, etc. d) Evidenciar el cansancio Ca nivel psicológico, económico, etc.) que produce todos los esfuerzos del día a día que hay que realizar para luchar contra la falta de confianza que nos genera cualquier "otro" u "otra", o institución. Los efectos de ineficiencia, inequidad, y por ende falta de libertad general han quedado claros respecto al paradigma de desarrollo humano. e) Impulsar campañas para la reflexión sobre la masculinidad, impulsando valores como la paternidad responsable, el respeto por la diversidad sexual, la solidaridad entre iguales y el respeto hacia los demás . Así, la ambigüedad del tigueraje puede ser un instrumento de resignificación de esas actitudes para reforzar los valores positivos Ccomo el poder resolver con diligencia situaciones adversas) . Esa capacidad de gestión puede enriquecerse con valores positivos que a largo plazo fomenten la convivencia sobre la base del reconocimiento del otro y de los principios de organización social.

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