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Énfasis

Retomar un nuevo viaje intelectual Este número de Global testimonia nuestra decisión de contribuir a desarrollar espacios de reflexión: estacados intelectuales dominicanos abordan la figura y la era de Trujillo desde diversas perspectivas analíticas. La capacidad de autoreflexionar de una sociedad suele relacionarse con la posibilidad de alcanzar mayores estadios de desarrollo y civilización, y las condiciones que la hacen posible no operan como una constante. Existen períodos en los que predomina el letargo en el mundo de las ideas, una cierta asfixia intelectual y moral se expande en la conciencia colectiva y los actores institucionales e individuales que activan el pensamiento crítico no encuentran los multiplicadores necesarios para el cambio social. En la denominada era de Trujillo, esa asfixia se explica por la naturaleza del régimen, no así en el largo período de la transición hacia la democracia. En este sentido, en el mundo académico e intelectual dominicano va adquiriendo mayor consenso la constatación de que a partir de la segunda mitad de la década de los ochenta, la producción intelectual se redujo bastante. En esa “década perdida”, la reflexión en el país arrojó un saldo negativo. De hecho, el nacimiento de Funglode está relacionado con la intención de contribuir a revertir esa realidad. En situaciones como la descrita, se desdibuja la función tanto del intelectual profético como del pragmático. Del primero perdemos la mirada que captura tendencias y propone rumbos. El segundo parece tragado por las fuerzas del mercado, cuando no por el Estado. Ambos pierden ese grado de autonomía e independencia que otrora eran consustanciales a su función emancipadora. Sin embargo, en el mundo de lo social nada es absoluto ni eterno. El 50 aniversario de la muerte de Rafael Trujillo empieza a percibirse como coyuntura ideal para retomar un nuevo viaje intelectual y renovar compromisos. Bernardo Vega deconstruye los pilares fundamentales en que se erigió el mito trujillista de la soberanía económica. Mu Kien Sang relata períodos de nuestra historia moderna en los que incluye logros de la dictadura, contrastados con el alto precio que nos tocó pagar: el secuestro de la libertad. Recela de la permanencia del autoritarismo pero apuesta por el fortalecimiento de la democracia, siempre preferida a la dictadura. Juan Daniel Balcácer deja de lado la jerga especializada y narra hábilmente los pormenores del último día de Trujillo, destacando también la del grupo que terminó sesgándole la vida. Rey Emmanuel Andújar, representante de la joven narrativa dominicana del exterior, nos deja la impresión de que una cierta continuidad del trujillismo hizo que la esperanza de una generación se vistiera de abrigo y se mudara a Nueva York. Carmen Imbert Brugal entiende que como sociedad, al momento del tiranicidio, no pudimos hacer la catarsis que nos posibilitara hacer un verdadero ajuste de cuentas con el pasado. Pero advierte que, a 50 años de la muerte del tirano, el trujillismo no es una doctrina, ni su antítesis, un dogma. El poeta Frank Báez presenta la opinión que sobre la La fiesta del Chivo tienen seis intelectuales y literatos. Los periodistas Yanela Zapata García y Néstor Medrano nos entregan, ella un estudio crítico del papel de la prensa los primeros años de la transición, y él nos sitúa en la perspectiva de Juan Bosch, cuya mirada sobre la dictadura y su destino tuvo rasgos proféticos. Finalmente, Ylonka Nacidit Perdomo nos muestra a las principales exponentes de la vanguardia feminista de la era y su voluntad de enfrentar tanto el poder político como la predominancia de una ideología patriarcal que, en la época, llegaba hasta el paroxismo. Como podrán apreciar, el trujillismo como objeto de estudio está muy lejos de agotarse. A pesar de la diversidad contenida en este número, hay una cantera de temas que reclama el juicio crítico. Incluso, necesitamos precisar el término con el que indistintamente se denomina la forma de gobierno o el gobernante (dictadura, dictador). Basta señalar que un diálogo con Karl Smith, Giorgio Agamen o Norberto Bobbio tal vez nos induciría a denominar tiranía lo que hasta hoy llamamos dictadura. Disfruten la entrega.

Leonel Fernández Reyna


CONTENIDO Presidente-Fundador Leonel Fernández Reyna Director Carlos Dore Cabral Editora Elvira Lora Director de arte Carlos Reyes Asistente editorial Alejandro Castelli Asistente editorial junior Patricia Dore Castillo Corrección de estilo Yolanda Soler Clara Dobarro Maquetación Javier Reyes Publicidad Elaine Hernández Distribución y suscripciones Arsenia Miranda Global, editada por Funglode, es una revista bimestral de naturaleza multidisciplinaria, que canaliza las reflexiones de la entidad y de la sociedad, buscando elevar la calidad del debate. Está prohibida su venta o reproducción total o parcial sin la autorización de sus editores. Permiso de la Secretaría de Estado de Interior y Policía número 3213 ISSN 1813-3991 Fundación Global Democracia y Desarrollo Calle Capitán Eugenio de Marchena 26 La Esperilla Santo Domingo República Dominicana Teléfono: 809-685-9966 revistaglobal@funglode.org www.funglode.org Impresión Serigraf

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El último día de Trujillo Juan Daniel Balcácer Los conjurados aportaron al pueblo dominicano los beneficios colectivos proporcionados por la democracia y las libertades públicas, pese a que no lograron concretar las dos etapas del complot que terminó con la vida del tirano. El martes 30 de mayo de 1961 se perfilaba como un día común y corriente, sin embargo, varias situaciones lograron la cita con la historia.

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Las falsas hazañas de Trujillo Bernardo Vega Se atribuyen a Trujillo falsas hazañas. Haití logró su control aduanal y obtuvo moneda propia seis años antes que los dominicanos. Cuando se creó el Banco Central dominicano tan sólo tres países más no lo tenían. La industrialización del país fue una de las más lentas de la posguerra. El dictador quitó tierras a empresarios para sembrar su caña. La delimitación fronteriza la logró Horacio Vásquez y lo que hizo el dictador en 1935 fue entregar a los haitianos tierras que ya eran dominicanas.

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El rol de la prensa dominicana frente al liderazgo político postrujillista Yanela Zapata García Desde 1930 a 1961, los dominicanos vivieron bajo un régimen dictatorial que irrespetaba sus derechos y limitaba sus posibilidades de ser y hacer. Pero este panorama que durante más de tres décadas presentó a un hombre como el “mesías” cambió. La diversidad ideológica que antes se mantuvo en la clandestinidad se proyectaba ahora en distintas figuras y partidos que ofrecían nuevas oportunidades. Se comenzó a gestionar un proceso que historiadores y políticos califican como “de apertura democrática” y frente a este la prensa desempeñaría un rol fundamental.


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Un péndulo peligroso: entre la dictadura y la democracia Mu-Kien Adriana Sang El fantasma autoritario de la dictadura ronda en los corazones, las mentes y los deseos de nuestros políticos. Se ha intentado de todo: dictadura de partido, dictadura congresual y poder omnipresente del Ejecutivo, el dios del momento. El deseo de continuar ad infinitum disfrutando las mieles del poder ha provocado violaciones graves al pacto democrático que es la Constitución.

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La macana sin Trujillo o la triste historia de la sumisión Carmen Imbert Brugal

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La fiesta del Chivo reloaded Frank Báez La meta: reactivar el debate sobre esta novela, 11 años después de su publicación. Las voces: Ángela Hernández, poeta y narradora, Arturo Victoriano, traductor y docente, David Puig, editor y traductor, Luis Beiro, periodista y escritor, Manuel García Cartagena, poeta y narrador, y Maritza Álvarez, artista visual y docente. La obra de Mario Vargas Llosa sobre la era de Trujillo, considerada como una de las mejores en lengua hispana de los últimos 25 años, retrata la dictadura trujillista con una estructura cautivante en la que se mezclan anécdotas, datos bibliográficos y hechos.

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Mirtilio Post

El autoritarismo perdura en la sociedad dominicana. Una de las razones pudo ser la falta de espacio y tiempo para el luto post Trujillo. Otra, que tras la caída del tirano, las decepciones, la traición, la codicia, la prevaricación y el exceso de poder ocuparon la palestra pública entre 1961 y 1965. De ahí en adelante, estas situaciones sirvieron para reforzar estamentos de poder hasta hoy decisivos en la vida política.

Rey Emmanuel Andújar

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Bosch enfrentó a Trujillo en lo ideológico y en la acción

La ficción emana a la luz de los recuerdos familiares del devenir de los dominicanos tras la dictadura de Trujillo, bajo un triunfalismo de hazañas que quedaron grabadas en la memoria, y se envuelve en las estelas de los 12 años de Balaguer y la poblada de abril de 1984. Los hechos marcan el rumbo errante de parte de una nación dispersa y etiquetada como diáspora.

La vanguardia feminista y la conquista del derecho al voto

Néstor Medrano

Ylonka Nacidit Perdomo

Las cartas, las entrevistas periodísticas, los libros y las anécdotas redescubren la cosmovisión de Juan Bosch sobre el dictador. Con un tono profético, el autor de La Mañosa percibió las consecuencias de la dictadura desde sus albores, pero este pensamiento quedaría profundizado tras el primero de enero de 1959, cuando Fidel Castro derrocó al tirano Fulgencio Batista.

Aunque el tirano se abrazó de las consignas de las sufragistas para agenciarse el primer voto de las dominicanas, la verdad es que las integrantes de la vanguardia vivieron la disyuntiva luego del triunfo de su lucha por la emancipación: la construcción de la mujer como sujeto político versus la política de Estado hacia la mujer.

Portada Max Pou Retrato de Trujillo de espaldas. 1961 Donación del artista Colección Eduardo León Jimenes de Artes Visuales

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Juan Daniel Balcácer

El último día de Trujillo Los conjurados aportaron al pueblo dominicano los beneficios colectivos proporcionados por la democracia y las libertades públicas, pese a que no lograron concretar las dos etapas del complot que terminó con la vida del tirano. El martes 30 de mayo de 1961 se perfilaba como un día común y corriente, sin embargo, varias situaciones lograron la cita con la historia.

La litografía La nueva patria dominicana pertenece al Álbum de Oro de la República Dominicana, publicado en 1936.

Fotos: Archivo General de la Nación y OGM 4


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quel martes 30 de mayo de 1961, el dictador Rafael LeĂłnidas Trujillo, como de costumbre, despertĂł hacia las cinco de la madrugada. Una hora despuĂŠs ya habĂ­a conversado por lo menos con dos de sus colaboraLWZM[ I Ă…V LM MV\MZIZ[M LM TW[ XZQVKQXITM[ XWZUMnores del acontecer polĂ­tico-social del paĂ­s y de la regiĂłn del Caribe. Mientras, por un lado, el tirano continuaba con las faenas del dĂ­a, realizando su habitual caminata matinal, Antonio de la Maza, por el otro, se encontraba de visita, muy temprano, en la residencia del ingeniero HuĂĄscar Tejada, cuya esposa, LindĂ­n, le brindĂł una taza de cafĂŠ. Se desconoce con certeza de quĂŠ temas conversaron, pero es lĂ­cito conjeturar que entre varios tĂłpicos abordaron la cuestiĂłn de la posible emboscada que tenderĂ­an a Trujillo el siguiente dĂ­a por la noche, esto es, el miĂŠrcoles 31 de mayo. Gracias a informes que les habĂ­a proporcionado el teniente Amado GarcĂ­a Guerrero, miembro del Cuerpo de Ayudantes del generalĂ­simo, los conjurados eran conscientes de que cada miĂŠrcoles (y en ocasiones uno que otro

dĂ­a pensaba viajar a San CristĂłbal. La informaciĂłn, lo mismo para don Cucho que para los demĂĄs acompaĂąantes del dictador (el coronel Marcos Jorge Moreno y uno de sus choferes, Taurino FĂŠlix Guerrero), no suscitĂł sorpresa alguna y pasĂł desapercibida. En el discurrir cotidiano del pueblo dominiKIVW M[M LM UIaW [M XMZĂ…TIJI KWUW ]V LyI comĂşn y corriente. El dĂ­a tampoco revestĂ­a sigVQĂ…KIKQ~V ITO]VI XIZI TW[ KWVR]ZILW[ X]M[ LM acuerdo con sus planes la posibilidad de atacar a tiros a Trujillo podĂ­a materializarse un miĂŠrcoles. Durante ese mismo mes, incluso, por lo menos en tres ocasiones habĂ­an intentado sin ĂŠxito enfrentar a tiros al dictador un dĂ­a miĂŠrcoles, pero nunca un martes.

Los conjurados El complot para ajusticiar a Trujillo estaba estructurado en dos grupos fundamentales: uno de acciĂłn, responsable de matar al sĂĄtrapa, y otro polĂ­tico, cuya funciĂłn esencial consistĂ­a, tras el ajusticiamiento, en poner en marcha un golpe de Estado con la participaciĂłn de QUXWZ\IV\M[ Ă…O]ZI[ LMT M[\IUMV\W UQTQ\IZ I Ă…V LM []XZQUQZ LM ]VI ^Mb por todas la maquinaria represiva de la dictadura. Tres importantes miembros del grupo de acciĂłn, Ernesto de la Maza, Antonio GarcĂ­a VĂĄsquez y Luis Manuel CĂĄceres Michel, se encontraban en La Vega y Moca, respectivamente, en donde residĂ­an, haciendo los preparativos para trasladarse a Santo Domingo al dĂ­a siguiente, esto es el miĂŠrcoles 31. Entretanto, en la capital, los demĂĄs miembros del grupo de acciĂłn aguardaban por la angustiante cita con el tirano que sojuzgaba al pueblo dominicano desde hacĂ­a 31 aĂąos. Antonio Imbert Barrera y Salvador Estrella SadhalĂĄ, lo mismo que HuĂĄscar Tejeda y Roberto Pastoriza, trabajaron normalmente. El teniente Amado GarcĂ­a Guerrero, persona clave del grupo de acciĂłn (porque precisamente una de sus responsabilidades consistĂ­a en informar a sus demĂĄs compaĂąeros el dĂ­a y hora en que el dictador viajarĂ­a a San CristĂłbal), ese martes 30 de mayo

La refriega comenzĂł cerca de las 9:45 de la noche y durĂł no mĂĄs de diez minutos. jueves) el dictador, solo y sin escolta, acostumbraba a desplazarse a San CristĂłbal, su pueblo natal, en LWVLM XMZUIVMKyI PI[\I MT Ă…V LM [MUIVI Esa maĂąana Trujillo desayunĂł frugalmente. Cerca de las nueve ya estaba en el Palacio Nacional, despachando asuntos rutinarios. Se sabe que se reuniĂł con Virgilio Ă lvarez Pina (don Cucho), uno de sus colaboradores mĂĄs cercanos, y que al tĂŠrmino de ese encuentro, el generalĂ­simo invitĂł a don Cucho a que lo acompaĂąara en una visita de inspecciĂłn que se proponĂ­a hacer a la base aĂŠrea de San Isidro, adonde arribaron cerca de las once de la maĂąana. Durante el transcurso de dicha visita, Trujillo le comunicĂł a Ă lvarez Pina que la noche de ese

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estaba “franco”, es decir, libre de servicio y por consecuencia había decidido tomar un descanso. Por lo general, García Guerrero solía pasar gran parte de sus días libres en la casa de su prima Urania Mueses, esposa de Salvador Estrella Sadhalá, uno de los líderes de la conjura. El martes 30 de mayo, por lo menos hasta el atardecer, también transcurrió como un día cualquiera para los demás miembros del grupo político: Juan Tomás Díaz se dirigió a Villa Mella, en las afueras de la capital, adonde poseía una ÅVKI# [] PMZUIVW 5WLM[\W \MUXZIVW MV TI UIñana, había participado en una reunión política en San Cristóbal y a partir del mediodía descansaba en su residencia. Luis Amiama Tió, quien LM[LM MT ÅV LM [MUIVI IV\MZQWZ [M MVKWV\ZIJI MV el interior en gestiones relacionadas con la conspiración, regresó a la capital ese martes por la tarde. Miguel Ángel Báez Díaz también cumplió con sus compromisos habituales hasta que al promediar la tarde del 30 de mayo, en el curso de una reunión celebrada en el Palacio Nacional, se enteró, tal vez casualmente, que Trujillo saldría esa noche hacia San Cristóbal. Fue a partir de ese instante que cuanto restaba de ese martes 30 cambió radicalmente, primero para los conjurados, que tuvieron que actuar apresuradamente, luego para Trujillo, que terminó sumido XIZI [QMUXZM MV ]V KPIZKW LM [IVOZM a ÅVITUMVte para el pueblo dominicano que después de esa noche memorable comenzó el camino hacia su redención política.

a Pedro Livio Cedeño y a los ingenieros Huáscar Tejeda y Roberto Pastoriza para informarles que esa noche podría presentarse la oportunidad por la que tanto habían esperado. Acto seguido, se dirigió al taller de herrería Los Navarros, propiedad de Miguel Ángel Bissié, otro de los conjurados, y tras ponerlo al tanto de cuanto se vislumbraba esa noche, retiró las armas en poder de este último, quien se había encargado de recortar los cañones de dos escopetas para hacerlas más útiles durante la emboscada a Trujillo. Aproximadamente a las 7 de la noche, los integrantes del grupo de acción que residían en la capital estaban enterados de los movimientos que hacía De la Maza para congregarlos en la avenida que conduce a San Cristóbal con el propósito de emboscar a Trujillo. El grupo de acción estaba conformado por diez integrantes, de los cua-

Durante mayo de 1961, por lo menos en tres ocasiones habían intentado sin éxito enfrentar a tiros al dictador.

La valiosa información Hoy sabemos que hacia las cinco y media de la tarde del martes 30 de mayo, Miguel Ángel Báez Díaz telefoneó a Antonio de la Maza y le comunicó los planes del dictador para esa noche. Sin perder tiempo, De la Maza contactó a Salvador Estrella Sadhalá, al que participó la inesperada y valiosa noticia, y este, a su vez, solicitó al tenien\M /IZKyI /]MZZMZW Y]M KWVÅZUIZI TI M[XMKQM MV el Cuerpo de Ayudantes. De la Maza, mientras tanto, continuó con sus aprestos tiranicidas: llamó 6

les nueve debían distribuirse en tres vehículos, a razón de tres por auto, mientras que el décimo miembro tenía la misión de permanecer junto con los responsables del grupo político para colaborar en la gestión de contacto con el general José René Román Fernández, entonces secretario de las Fuerzas Armadas, y quien se había comprometido a actuar en la segunda fase del complot, una vez comprobado que Trujillo había muerto. Sin embargo, ya sabemos que tres miembros del grupo de acción se encontraban fuera de la ciudad capital y, debido a la premura con que hubo que actuar (y por razones de la distancia terrestre y de los obstáculos en la comunicación), no fue posible informarles que esa noche el dictador se proponía viajar a San Cristóbal. Por consecuencia, quienes la noche del 30 de mayo acometieron exitosamente la audaz y heroica acción de


Cartel que fue colocado en las principales ciudades en 1961.

ajustar cuentas con el tirano Trujillo fueron: Antonio de la Maza, Salvador Estrella Sadhalá, Antonio Imbert Barrera, Amado García Guerrero, Huáscar Tejeda, Roberto Pastoriza Neret y Pedro Livio Cedeño.

Últimos encuentros En la tarde del 30 de mayo, el dictador sostuvo reuniones en el Palacio de Gobierno por lo menos con tres de sus más cercanos colaboradores: su hermano Héctor Bienvenido, Joaquín Balaguer y Virgilio Álvarez Pina. Evidentemente, ninguno de esos funcionarios pudo sospechar que esa sería la última ocasión que verían al 2MNM KWV ^QLI# XM[M I Y]M ^IZQW[ LMKMVQW[ LM[pués, Balaguer, en una suerte de memorias en las que narra algunas de sus experiencias como colaborador íntimo de Trujillo, consignaría que esa tarde pudo advertir en el semblante del dictador una enigmática expresión que delataba honda preocupación, mezcla de incertidumbre a LM VW[\ITOQI Y]M TM PQbW ZMÆM`QWVIZ IKMZKI de la fragilidad de la naturaleza humana. Trujillo, quien en el ocaso de su existencia manifestaba un inusual miedo escatológico y a menudo abordaba temas lúgubres, era ya un hombre

angustiado, abatido, quien en sus diálogos con algunos de sus contertulios más cercanos dejaba la impresión de que se estaba despidiendo. Un personaje de Luis Sepúlveda, en La sombra de lo que fuimos, sentencia que “un hombre sabe cuánLW TTMOI IT ÅV LM [] KIUQVW# MT K]MZXW UIVLI avisos, el maravilloso mecanismo que te mantiene inteligente y alerta empieza a fallar, la memoria hace todo lo posible por salvarte y adorna lo que deseas recordar de manera objetiva. Nunca confíes en la memoria, pues siempre está de par\M V]M[\ZI# ILWZVI TW I\ZWb L]TKQÅKI TW IUIZOW pone luz donde sólo hubo sombras. La memoria \QMVLM I TI ÅKKQ~Vº

Preparativos finales Durante la prima noche del 30 de mayo de 1961, Trujillo continuó con sus prácticas habituales: visita a la casa de su madre, caminata por la avenida George Washington en compañía de un grupo de funcionarios y amigos cercanos, otra visita –no programada- de inspección a la Aviación o base aérea de San Isidro, acompañado esa vez por el general Román Fernández, visita a su hija Angelita para luego abordar uno de sus vehículos rumbo a San Cristóbal acompañado solamente por su 7


Vehículo del dictador. Se aprecian los numerosos impactos de bala provocados por los conjurados.

otro chofer particular, el entonces capitán Zacarías de la Cruz. Los conjurados, en cambio, estaban sobremanera activos: De la Maza, además de reunir a seis de sus compañeros del grupo de acción, contactó al general Juan Tomás Díaz y este, a su vez, a Luis Amiama Tió. A partir de las ocho de la noche, en la residencia del general Díaz se efectuaron varias reuniones, primero con su hermano Modesto, y luego con su primo Miguel Ángel Báez Díaz, un hermano de este, Tomás Báez Díaz y su esposa. Asimismo, el doctor Bienvenido García Vásquez, casado con Marianela, hija del OMVMZIT ,yIb# \IUJQuV 8MLZW 4Q^QW +MLM}W Y]QMV acudió a la casa de este en procura de una pistola que utilizaría al atacar al tirano. Tan pronto el grupo de acción se retiró para la avenida, los principales dirigentes del grupo político decidieron trasladarse a la casa de Marianela Díaz, a esperar por el desenlace de la deli8

cada misión tiranicida. Cuando los siete hombres del grupo de acción llegaron a la avenida George Washington, deteniéndose en un punto que mediaba entre el restaurante El Pony y el Teatro Agua y Luz, se repartieron las armas y se distribuyeron en tres vehículos que situaron estratégicamente en tres lugares equidistantes dentro del perímetro en el que habían calculado eliminar físicamente al tirano. Antonio de la Maza, Antonio Imbert Barrera, Salvador Estrella Sadhalá y Amado García Guerrero abordaron el vehículo principal, que se estacionó frente al Teatro Agua y Luz, en el lado sur de la avenida, en dirección oeste-este. Unos cuatro kilómetros más adelante, en la misma dirección que el vehículo principal, aparcó el segundo auto ocupado por el ingeniero Huáscar <MRMLI a 8MLZW 4Q^QW +MLM}W# UQMV\ZI[ Y]M MT tercer coche, conducido por el ingeniero Roberto Pastoriza Neret, se ubicó en el kilómetro nueve


de la autopista, en dirección este-oeste. El plan MZI MT [QO]QMV\M" ]VI ^Mb QLMV\QÅKILW MT KIZZW LM Trujillo, sería perseguido por el vehículo conducido por Antonio Imbert Barrera, cosa que sucedió KWUW M[\IJI XTIVQÅKILI <IV XZWV\W N]MZI XW[Qble, Imbert Barrera daría unos cambios de luces a ÅV LM ITMZ\IZ I [][ KWUXI}MZW[ <MRMLI a +MLM}W quienes de inmediato girarían en U para alcanzar a Pastoriza y, juntos, esos dos vehículos intentarían bloquear la vía de forma tal que cuando se aproximara el auto en el que se desplazaba el sátrapa, su conductor se viera en la necesidad de detenerse y, una vez logrado esto, los siete hombres atacarían a tiros a Trujillo y a su chofer.

La emboscada Pero el azar, el acaso, el destino o la providencia, según la preferencia del lector, que suele ser imXZMLMKQJTM [Q JQMV \MVyI LMXIZILW ]V ÅVIT [IVgriento para el dictador, dispuso, a su vez, que los hechos acontecieran de manera diferente de como los héroes habían concebido el esquema de ejecución del dictador. Los conjurados que saldaron cuentas con Trujillo no pudieron ser nueve, [QVW [QM\M# \IUXWKW [M LQ[\ZQJ]aMZWV MV \ZM[ ^Mhículos de manera equitativa, sino que Antonio de la Maza, Antonio Imbert Barrera, Salvador Estrella Sadhalá y Amado García Guerrero ocuparon un vehículo (todavía hoy se desconoce con KMZ\MbI TW[ UW\Q^W[ LM M[I LMKQ[Q~V # 0]n[KIZ <M-

ellos, en las inmediaciones del Teatro Agua y Luz, acto seguido los cuatro héroes abordaron su coche, giraron en U y emprendieron la persecución tras su presa. Un poco más adelante, Imbert Barrera, como fue acordado, dio cambios de luces pero esas señales no fueron advertidas por Huáscar Tejeda y Pedro Livio Cedeño, quienes también aguardaban impacientes por su cita con la historia, de manera que esos dos héroes no se percataron cuando los dos carros, el de Trujillo y el de sus cuatro compañeros, pasaron frente a ellos a alta velocidad. A la altura del kilómetro nueve y medio, a escasa distancia de donde está la Feria Ganadera, el carro conducido por Imbert Barrera logró alcanzar al de Trujillo, y al tiempo que se colocaba paralelo a este, Antonio de la Maza y Amado García Guerrero dispararon simultáneamente sus armas hacia la parte trasera del vehículo donde acostumbraba sentarse Trujillo. El disparo de Antonio de la Maza dio en el blanco y se dice que fue mortal. El chofer De la Cruz, al percatarse que el Jefe era víctima de un ataque a mano armada, frenó abruptamente provocando que el carro persecutor los rebasara unos cincuenta metros. De inmediato, Imbert Barrera hizo un giro y se abalanzó sobre el carro del dictador que había hecho un intento para retornar a la capital, siendo interceptado por los héroes en medio del paseo central de la autopista, circunstancia que obligó tanto a De la Cruz como al propio tirano a salir del automóvil. El primer disparo hecho por De la Maza también alertó a Huáscar Tejeda y a Pedro Livio Cedeño, quienes de inmediato pusieron en marcha su vehículo y se dirigieron al escenario del tiroteo. Los cuatro atacantes de Trujillo se habían desmontado del auto y, parapetados, iniciaron un intenso intercambio de disparos con el chofer de Trujillo en medio de la oscuridad, pues en esa área ya no había alumbrado eléctrico. En apenas instantes de iniciado el tiroteo, a los cuatro tiranicidas se unió Pedro Livio Cedeño, mientras Huáscar Tejeda continuó la marcha en busca de su amigo Roberto Pastoriza, el conjurado solitario, pero cuando estos dos

Los conjurados que saldaron cuentas con Trujillo no pudieron ser nueve, sino siete. jeda y Pedro Livio Cedeño se desplazaron en un segundo auto, y Roberto Pastoriza Neret, por sí solo, condujo un tercer automóvil. Aproximadamente a las 9:50 de la noche, tras más de hora y media de espera angustiante, los conjurados avistaron el carro en que viajaba Trujillo por la avenida George Washington, en dirección este-oeste. Cuando pasó frente a

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Obsequias del tirano.

héroes llegaron al escenario del combate, Trujillo ya era cadáver. La refriega comenzó cerca de las 9:45 de la noche y duró no más de diez minutos. No debe soslayarse el hecho de que el chofer de Trujillo se batió valientemente, pero cuando comprendió que ya nada podía hacer para contener el ataque de los tiranicidas, y que el Jefe se encontraba muy mal herido, se internó en la maleza contigua a la autopista en donde se dice que XMZLQ~ W ÅVOQ~ XMZLMZ MT KWVWKQUQMV\W ;MO V el testimonio de los propios tiranicidas, el dictador se resguardó detrás de su automóvil tratando de sortear la situación, pero en una acción combinada De la Maza logró deslizarse por el pavimento hasta acercarse a donde estaba Trujillo, mientras que Imbert Barrera avanzó hasta colocarse cerca de la parte delantera del carro. En ese punto, en medio de la oscuridad, De la 5IbI QLMV\QÅK~ I <Z]RQTTW [WJZM \WLW XWZ [][ quejidos) y le disparó de nuevo, obligándolo a caminar trastabillando hasta la parte delantera de su auto, cuyas luces estaban encendidas con la sirena activada. Fue entonces cuando, frente a 10

frente, el dictador se encontró con Imbert Barrera quien le hizo un certero disparo al pecho que lo derrumbó ipso facto. Se trató, con toda seguridad, de un disparo mortal por necesidad, pero para cerciorarse de que Trujillo no quedara con vida ni un minuto más, Antonio de la Maza, a la velocidad de un rayo, emergió de la oscuridad de la noche y le descerrajó un tiro de gracia en el mentón, al tiempo que pronunció una expresión de auténtico sabor campesino: “Este guaraguao no come más pollos”.

El cadáver del dictador Culminada la heroica acción, los tiranicidas recogieron de inmediato el cadáver de Trujillo y lo introdujeron en el portaequipaje de uno de los vehículos, y con su carga al hombro, se dirigieron hacia la casa del general Juan Tomás Díaz. Una vez allí, con “el hombre ahí”, inerte, el acuerdo era que los integrantes del grupo político debían procurar al general Román Fernández para entonces proseguir con la segunda fase de la conspiración. Sin embargo, los ajusticiadores de Trujillo no repararon en una serie de factores imprevistos


Los cadáveres de Juan Tomás Díaz y Antonio de la Maza.

que poco después alteraron drástica y desfavorablemente sus planes. Primero, la presencia fortuita del general Arturo Espaillat en el restaurante El Pony permitió que este, al escuchar los disparos, se aproximara al lugar de la emboscada y, tras comprobar que Trujillo era víctima de un atentado, alertó a las autoridades antes de que los tiranicidas pudieran incluso dar pasos concretos respecto de la fase subsiguiente de la conspiración. Segundo, el chofer de Trujillo, Zacarías de la Cruz, al que también debieron eliminar físicamente y erradamente supusieron que había huido, en realidad

salvó la vida y cerca de las once de la noche se encontraba en el hospital militar Doctor Marion, en las inmediaciones de la Universidad de Santo Domingo, en donde antes de ser intervenido quirúrgicamente dio la voz de alarma a las autoridades (primero, incluso, que Arturo Espaillat), en el sentido de que el Jefe había sido objeto de un fatal atentado. Tercero, en la escena del ajusticiamiento, los tiranicidas inadvertidamente dejaron abandonado el carro marca Mercury de Salvador Estrella Sadhalá, y también una pistola perteneciente a Antonio de la Maza, que accidentalmente cayó al pavimento cuando recogía el cadáver del tirano. Allí quedaron, además, una prótesis dental del dictador, su quepis militar y el auto en el que se transportaba, con más de 50 perforaciones de balas de armas de diferentes calibres. Con esas pruebas, a los servicios de inteligencia de la dictadura no les resultó difícil determinar que a Trujillo le había sucedido algo grave, y antes LM TI UMLQIVWKPM aI PIJyIV QLMV\QÅKILW I TW[ XZWpietarios del carro Mercury y de la pistola calibre 45 hallada en el lugar de los hechos. Otro factor adverso para los planes ulteriores del complot fue que el héroe Pedro Livio Cedeño, quien había sido herido de bala durante la refriega, fue ingresado en la Clínica Internacional, cosa que el Servicio de Inteligencia Militar detectó al cabo de poco tiempo. Esto último posibilitó que agentes del SIM, luego de interrogar a Cedeño y reconstruir parte de sus movimientos esa noche, decidieran requisar la residencia del general Juan Tomás Díaz, en cuya casa Cedeño había estado de visita horas antes. Los resultados de esas pesquisas fueron determinantes para comenzar a develar la trama, pues la madrugada del 31 los agentes del SIM descubrieron el cuerpo sin vida de Trujillo en el baúl de un vehículo estacionado en uno de los garajes de la residencia del general Díaz.

La segunda fase de la conjura El lector recordará que mientras los conjurados esperaban a Trujillo, el general Juan Tomás Díaz, su hermano Modesto, y Luis Amiama Tió se encontraban en casa del doctor Bienvenido /IZKyI >n[Y]Mb a 5IZQIVMTI ,yIb KWVÅIVLW 11


en que la acción de la avenida tuviera un desenlace feliz. Cuando De la Maza y sus demás compañeros llegaron a la casa del general Díaz con el cadáver de Trujillo a cuestas, tuvieron que esperar unos quince minutos más o menos, al tiempo que Huáscar Tejeda se dirigió a donde se encontraba el general Díaz informándole de lo acontecido en la avenida. Al cabo de un breve lapso, Juan Tomás Díaz, su hermano Modesto y Amiama Tió llegaron a la residencia del primero y De la Maza, al verlos, les dijo: ¹*]MVW IY]y M[\n MT PWUJZMº [QOVQÅKIVLW KWV esa expresión que la primera fase de la conjura había sido completada exitosamente, aun cuando ignoraban el conjunto de factores imprevistos ocurridos esa noche que obstaculizarían el desenvolvimiento ulterior del complot tal como se había previsto. De inmediato, tanto el general Díaz como su hermano Modesto y Amiama Tió, por varias vías, intentaron infructuosamente comunicarse con el general Román Fernández, quien había sido desbordado por los acontecimientos sobre todo después de la intervención del general Arturo Espaillat, que sorprendió al secretario de las Fuerzas Armadas con la noticia del atentado contra Trujillo. Sin que los conjurados supieran las causas por las cuales el general Román Fernández no estuvo disponible cuando fue requerido, en cuestión de horas el complot fue develado y sus principaTM[ QV\MOZIV\M[ QLMV\QÅKILW[ a XMZ[MO]QLW[ XWZ agentes del Servicio de Inteligencia Militar de la dictadura. Quienes acometieron la hazaña de eliminar físicamente a Trujillo, materializaron la primera NI[M LMT KWUXTW\ M`Q\W[IUMV\M# TI [MO]VLI NI[M empero, no fue posible iniciarla, y ese fracaso, si se le puede llamar así, fue consecuencia del azar y no culpa de los valientes hombres y mujeres que formaron parte de la conspiración. ¿Por qué fracasó esa segunda fase del complot?, es tema de otra historia. 4I [QOVQÅKIKQ~V PQ[\~ZQKI LMT ZM[WVIV\M IKWVtecimiento del martes 30 de mayo de 1961, que resultó ser el último día de Trujillo, radica en los JMVMÅKQW[ KWTMK\Q^W[ Y]M XZWXWZKQWV~ IT X]MJTW dominicano ya que la posterior supresión de la 12

LQK\IL]ZI XMZUQ\Q~ MV MT Æ]QZ LMT \QMUXW MT []Zgimiento de la democracia y las libertades públicas en la República Dominicana. Juan Daniel Balcácer es historiador, miembro de número de la Academia Dominicana de la Historia, de la Academia de Ciencias de la República Dominicana y del Instituto Duartiano. Ha sido profesor universitario de historia dominicana y frecuente colaborador de los principales periódicos y revistas nacionales. Autor de diversas obras sobre temas históricos dominicanos. Su libro Trujillo: el tiranicidio de 1961 fue galardonado con el premio Feria Internacional del Libro Eduardo León Jimenes 2007. Es presidente de la Comisión Permanente de Efemérides Patrias.

Bibliografía Á LVAREZ P INA, Virgilio: La era de Trujillo: Narraciones de don Cucho, Santo Domingo: Editora Corripio, 2008. A MIAMA T IÓ, Fernando: Ayer, el 30 de mayo y después: Vivencias y recuerdos, Santo Domingo: 2005. BALAGUER, Joaquín: Memorias de un cortesano de la era de Trujillo, primera edición, Santo Domingo: Impresora Corripio, 1988. BISSIÉ ROMERO, Miguel Ángel: Trujillo y el 30 de mayo: En honor a la verdad, Santo Domingo: Susaeta Ediciones, 1999. ESPAILLAT, Arturo: Trujillo, the last Caesar, Chicago, Henry Regnery Company, 1963. (Hay versión en español con el título de Trujillo: anatomía de un dictador, traducción del inglés de José Luis Lana, Barcelona: Ediciones Cultura Popular, 1967.) ESTRELLA, Luis Salvador: Salvador Estrella Sadhalá, del complot a la gloria, Santo Domingo, Impresión Amigo del Hogar, 1998. GARCÍA M ICHEL , Eduardo: 30 de mayo: Trujillo ajusticiado, primera edición, (hay segunda edición ampliada y revisada en el 2001), Santo Domingo: Talleres /ZnÅKW[ ;][IM\I !!! T EJEDA DÍAZ , Teodoro: Yo investigué la muerte de Trujillo, primera edición, Barcelona, Plaza & Janés, 1963. VEGA, Bernardo: Los Estados Unidos y Trujillo: Los días ÅVITM[ ! ! . Colección de documentos del departamento de Estado, la CIA y los archivos del Palacio Nacional dominicano, Santo Domingo: Fundación Cultural Dominicana, 1990.



Bernardo Vega

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Las falsas hazañas de Trujillo Se atribuyen a Trujillo falsas hazañas. Haití logró su control aduanal y obtuvo moneda propia seis años antes que los dominicanos. Cuando se creó el Banco Central dominicano tan sólo tres países más no lo tenían. La industrialización del país fue una de las más lentas de la posguerra. El dictador quitó tierras a empresarios para sembrar su caña. La delimitación fronteriza la logró Horacio Vásquez y lo que hizo el dictador, en 1935, fue entregar a los haitianos tierras que ya eran dominicanas.

Fotos: Cedidas por el autor. 15


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urante la dictadura de Trujillo, y todavĂ­a hoy dĂ­a, se citan como grandes logros del rĂŠgimen del tirano la eliminaciĂłn del control norteamericano sobre las aduanas, el repago total de la deuda externa, la creaciĂłn del Banco Central y el peso dominicano, la acelerada industrializaciĂłn durante la posgueZZI TI Ia]LI IT KIUXM[QVW a TI LMĂ…VQKQ~V LMT \Mrritorio nacional a travĂŠs de un tratado fronterizo con HaitĂ­. La realidad, que nunca se hizo pĂşblica durante la dictadura, fue que HaitĂ­ logrĂł su control aduanal seis aĂąos antes que los dominicanos, tuvo moneda propia en 1935, 12 aĂąos antes que los dominicanos, y pagĂł su deuda externa el mismo dĂ­a que los dominicanos. La RepĂşblica Dominicana fue uno de los Ăşltimos tres paĂ­ses de AmĂŠrica Latina en tener un Banco Central y moneda propia. Su industrializaciĂłn fue una de las mĂĄs lentas del continente, Trujillo quitĂł tierras a campesinos XWJZM[ a MT \ZI\ILW NZWV\MZQbW ZMITUMV\M [M Ă…ZU~ durante el gobierno de Horacio VĂĄsquez y lo que PQbW MT LQK\ILWZ IT Ă…ZUIZ ]V XZW\WKWTW LM M[\M N]M MV\ZMOIZ \QMZZI[ I 0IQ\y Y]M JIRW MT \ZI\ILW Ă…Zmado por VĂĄsquez eran dominicanas, a cambio de un pacto polĂ­tico bajo el cual el Gobierno haitiano se comprometiĂł a no permitir la presencia de exilados antitrujillistas en su territorio.

La eliminaciĂłn del control norteamericano sobre las aduanas *IRW TI KWV^MVKQ~V LM ! Ă…ZUILI XWZ MT OWJQMZVW LM 0WZIKQW >n[Y]Mb [M ZI\QĂ…K~ MT KWV\ZWT de las aduanas por los representantes del Gobierno estadounidense. Desde 1905, a travĂŠs de un modus vivendi y luego por la convenciĂłn domĂ­nico-americana de 1907, los norteamericanos controlaban dichas aduanas, no sĂłlo en los puertos dominicanos, tambiĂŠn en los puestos fronterizos. La administraciĂłn estaba en manos de una ReceptorĂ­a General de Aduanas, cuyo principal ejecutivo era un ciudadano norteamericano nomJZILW XWZ MT XZM[QLMV\M LM M[M XIy[ 4I Ă…VITQLIL era cobrar los intereses y la amortizaciĂłn de la deuda externa, que estaba en manos de los tenedores de los bonos, la gran mayorĂ­a norteamericanos. Con los cobros de la aduana se pagarĂ­an primero 16

los gastos administrativos de la Receptoría, no mås de un cinco por ciento de sus recaudaciones, los intereses de los bonos de la deuda externa y tambiÊn su amortización. En diciembre de 1924 la deuda externa ascendía a 13.5 millones de dólares. Tan sólo despuÊs de cubrirse esas tres partidas el remanente de las recaudaciones se entregaba al Gobierno dominicano para su libre uso. Eliminar la convención y devolver a los dominicanos el control sobre el cobro de sus aduanas era un objetivo nacional desde principios del siglo XX, pero la gran depresión económica, que comenzó en 1929 y se prolongó hasta el comienzo LM TI ;MO]VLI /]MZZI 5]VLQIT MV ! ! LQÅK]T\~ mucho ese proceso, ya que mås bien lo que buscaban y lograron los países de AmÊrica Latina era diferir el pago de su deuda externa, dados los JIRW[ VQ^MTM[ LM QVOZM[W[ Å[KITM[ TW Y]M \IUJQuV logró el gobierno de Trujillo en 1931 y 1934. Haití pasaba por una situación similar, ya que sus aduanas eran igualmente controladas por representantes del Gobierno estadounidense y allí una Receptoría tambiÊn separaba los fondos para el repago de capital e intereses de la deuda, al igual que en la República Dominicana. Pero en Haití, en 1935, el gobierno de Stenio Vincent logró adquirir la totalidad de las acciones de la sucursal del First National City Bank creando el Banque Nationale d’ Haití y negoció con los norteamericanos la eliminación del control aduanero, a cambio de que un representante de los tenedores de bonos de la deuda externa fuese ubicado en el Banque Nationale, el cual recibiría TI \W\ITQLIL LM TW[ QVOZM[W[ Å[KITM[ LMT /WJQMZVW Este representante estaba autorizado a separar lo necesario para el repago del capital e intereses de la deuda y luego a autorizar la entrega del remanente a las cuentas del Gobierno haitiano. El Banque Nationale tambiÊn emitió billetes, el gourde I]VY]M KWV ]VI XIZQLIL ÅRI KWV MT L~TIZ aI que no ejercía funciones de Banco Central. Desde ese momento el Gobierno dominicano buscó una solución similar, comenzando las negociaciones en 1938, pero que fueron concluidas reciÊn en 1941. Ya en ese aùo ningún país de AmÊrica Latina tenía sus aduanas bajo el control norteamericano, ya que la comisión binacional creada


del First National City Bank, donde estaban todas las cuentas del Gobierno, el cual pronto sería adquirido en 1941 por el Estado dominicano y convertido en el Banco de Reservas. En ese banco se depositarían las recaudaciones aduaneras y allí ese funcionario separaba la parte correspondiente a la deuda. La Receptoría General de Aduanas quedó eliminada en 1941. Como se observa, en 1941 se siguió el modelo haitiano de 1935. Sin embargo, Stenio Vincent nunca recibió honores y grandes halagos por lo que hizo seis años antes, pero Trujillo sí. Por presión del City Bank y hasta que el Gobierno dominicano pagase la totalidad del valor de la compra de su sucursal, se exigió que tres de los directores del Banco de Reservas fuesen empresarios privados norteamericanos y tres dominicanos. Hasta 1941 los únicos bancos que operaban en la República Dominicana eran el Royal Bank of Canada, el Bank of Nova Scotia y el National City Bank of New York. Este último fue sustituido en ese año por el Banco de Reservas. El presidente de Haití, Stenio Vincent.

en Nicaragua en 1909 había desaparecido con la redención de los bonos de 1917, por lo que la convención dominicana de 1924 era una reliquia de un periodo ya superado de la política intervencionista norteamericana. Además, la deuda externa dominicana se había reducido y el mecanismo establecido en Haití lograba un control \IV MÅKQMV\M KWUW MT IL]IVMZW X]M[ OIZIV\QbIJI el repago de la deuda externa. También en 1941 la guerra ya había comenzado en Europa y los submarinos alemanes rondaban por el Caribe. A Estados Unidos, país que pocos meses después de eliminada la convención entró en esa guerra, le convenía complacer a un socio ubicado en el estratégico Caribe. El acuerdo de 1941 que eliminó la convención, el tratado Trujillo-Hull (Hull-Trujillo según los documentos del Gobierno estadounidense), pasó las funciones de separar los fondos para repagar la deuda a un norteamericano, representante de los tenedores de los bonos de la deuda externa, quien operaba dentro de la sucursal dominicana

El repago de la deuda externa y la creación del Banco Central Desde 1930, Trujillo había planeado acuñar monedas de plata, para sustituir tanto las monedas norteamericanas que circulaban en el país como los viejos centavos dominicanos de ese metal. En 1934 se creó en Cuba el peso de plata, lo que estimuló a los dominicanos a hacer algo parecido, pero el asunto tampoco prosperó. Un año después concibió la idea de crear un banco central de emisión que sustituiría a la Receptoría General de Aduanas, controlada por los estadounidenses. Trujillo planteó en un discurso que el país podría obtener su independencia económica con el establecimiento de un sistema bancario adecuado así como la creación de la moneda nacional. También en 1935, como sabemos, Haití había negociado la compra por el gobierno de la sucursal del First National City Bank en Puerto Príncipe y desde ese año circularon billetes haitianos, lo que afectó el amor propio de Trujillo y los dominicanos. Se concibió entonces la idea de un banco central, pero perteneciente a un banco extranjero, el Citibank, cuyas acciones luego serían compradas 17


XWZ MT -[\ILW LWUQVQKIVW KWV TW[ JMVMÅKQW[ LMT [M}WZMIRM 8MZW M[M XTIV QUXTQKIJI UWLQÅKIZ TI convención y a eso se opusieron tanto los tenedores de bonos como el Gobierno estadounidense, pues este último garantizaba el repago de la deuda. En 1936 el Gobierno dominicano insistió en establecer un banco de emisión y preparó un plan a través de sus abogados en Washington, pero el asunto tampoco prosperó. Sin embargo, en 1937 ni los tenedores de bonos ni el Gobierno estadounidense pudieron objetar la creación de moneda metálica y esta fue emitida con igual contenido metálico, tamaño, espesor, peso y tolerancia que la moneda norteamericana. El Gobierno dominicano se ganó el señoreaje. Sustituyó las viejas monedas dominicanas del siglo XIX y parte de las norteamericanas en circulación. Cuando Trujillo anunció el asunto, agregó que era un primer paso hacia una reforma monetaria para el establecimiento de un sistema bancario nacional. Pero la creación de un banco de emisión implicaba UWLQÅKIZ TI KWV^MVKQ~V a \IV\W TW[ tenedores de bonos como el Gobierno estadounidense otra vez se opusieron a ese plan. En julio de 1944, poco antes de terminar la Segunda Guerra Mundial, había tenido lugar la reunión de Bretton Woods, cuyo objetivo fue establecer en la posguerra un nuevo sistema monetario internacional. Su aspecto esencial era que los países signatarios indicarían al Fondo Monetario Internacional (FMI), a punto de crearse, el valor de sus respectivas monedas en términos de oro y en su conducta monetaria internacional se regirían por ciertas normas y patrones comunes. La República Dominicana había participado en esa reunión, siendo uno de sus delegados el abogado Jesús María Troncoso. El país se incorporó al esquema. La creación del FMI estimularía a aquellos países miembros que aún no contaban con moneda propia a constituirla. El acuerdo del FMI entró en vigencia en diciembre de 1945. Entre enero y marzo de 1946 el Banco de Francia y el Banco de Inglaterra se convirtieron en bancos centrales estatales.

La existencia de un banco central era la regla y no la excepción en América Latina en 1944, pues habían surgido en la región al término de la Primera Guerra Mundial. Cuando en 1939 comenzó la Segunda Guerra Mundial, los únicos países sin sistemas monetarios propios eran Nicaragua, Cuba, Paraguay, Honduras, Haití y la República Dominicana. Panamá había adoptado el dólar. Nicaragua estableció su banco central en 1941 y en ese año Cuba solicitó y obtuvo una misión técnica de la Reserva Federal Norteamericana con miras a establecer una entidad bancaria de este tipo. Técnicos de esa institución ayudaron a crear en 1944 el Banco Central de Paraguay. Consecuentemente, al terminar la Segunda Guerra Mundial tan sólo Cuba, Honduras, Haití y la República Dominicana no contaban con bancos centrales. El de Honduras se crearía en 1945 y

Trujillo repagó la deuda externa cuando se enteró de la intención del Gobierno haitiano de saldar la suya.

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el de Cuba en 1949. Los de Guatemala y Bolivia se reorganizarían en 1945 y el de Costa Rica en 1950. Dos técnicos de la Reserva Federal de 6]M^I AWZS 0MVZa ?ITTQKP a :WJMZ\ <ZQNÅV ayudaron en la creación y reorganización de los bancos centrales de Paraguay, Guatemala, Cuba, Ecuador y la República Dominicana, entre 1944 y 1952. Cuando las Antillas anglohablantes obtuvieron su independencia crearon primero cajas de conversión y luego bancos centrales: Jamaica (1961), Guayana (1962), Trinidad y Tobago (1963) y Barbados (1973). La Segunda Guerra Mundial (1939-1945) tuvo un doble impacto sobre la economía dominicana. Por un lado los precios de sus exportaciones crecieron extraordinariamente, sobre todo los del azúcar, dada la destrucción de los campos de remolacha en Europa. El producto nacional bruto


El tratado de 1940, conocido entre los dominicanos como el Trujillo-Hull y en la diplomacia norteamericana como el Hull-Trujillo, ya que fue firmado por el canciller norteamericano Hull y un Trujillo quien en aquel momento no era ni presidente, ni canciller.

subió de 88.6 millones de dólares en 1940, año previo al ataque a Pearl Harbor, a 180.4 millones de dólares en 1946, primer año completo de paz. Las exportaciones, que apenas promediaron 16.5 millones de dólares anuales entre 1935 y 1939, año en que Inglaterra declaró la guerra a Alemania, ya en 1945, época en que se rindió Alemania, habían subido a 43.6 millones de dólares, es decir, casi se habían triplicado. En ese año, un 55% del valor de las exportaciones estuvo representado por azúcar y melazas. Por otro lado, las importaciones, debido al bloqueo establecido por los submarinos alemanes en el Caribe y también dado el racionamiento vigente en Estados Unidos, no pudieron aumentar mucho durante la guerra, sobre todo las procedentes de Europa y Japón. Mientras en el quinquenio 1925-1929 promediaron 25.2 millones de dólares por año, entre 1940 y 1944 sumaron 13.3 millones de dólares, mientras en 1946, primer año luego de terminada la guerra, subieron a 27.7 millones.

Los términos de intercambio mejoraron de un índice de 48, en 1938, a 120 en 1945. El superávit de la cuenta comercial, es decir, el exceso de exportaciones sobre importaciones, subió de 7.6 millones de dólares en 1939 a un extraordinario 29.9 millones de dólares en 1945. La balanza en cuenta corriente pasó de un saldo positivo de apenas 1.4 millones de dólares, en 1939, a 13.9 millones de dólares en 1945. El medio circulante, en aquella época los dólares depositados en los bancos locales y en circulación, aumentó de 7.3 millones de dólares en 1939 a 38.3 millones de dólares en 1945. Los inOZM[W[ Å[KITM[ []JQMZWV LM ! UQTTWVM[ LM L~TIZM[ en 1939 a 24.0 millones de dólares en 1945. Por []X]M[\W P]JW QVÆIKQ~V aI Y]M MT QVKZMUMV\W LM la demanda resultante de un medio circulante en crecimiento, no podía ser compensado con mayores importaciones. En Haití, mientras tanto, bajo el gobierno de Dumarsais Estimé se había creado un Comité de Liberación Financiera, cuyo objetivo 19


Tres artífices de la política anti-haitiana: Peña Batlle, Trujillo y Anselmo Paulino.

era lograr el repago, en una sola operación, de la deuda externa haitiana, la cual ascendía a 5 millones de dólares. La dominicana sumaba 9.3 millones de dólares. Al igual que en la República Dominicana, la posguerra había provocado ]VI JWVIVbI MV 0IQ\y 4W[ QVOZM[W[ Å[KITM[ [M L]XTQKIZWV MV\ZM TW[ MRMZKQKQW[ Å[KITM[ ! ! y 1946-1947 y también existía mucha liquidez. Enterado el gobierno de Trujillo de la intención del Gobierno haitiano de repagar su deuda externa, repagó, coincidiendo ese mismo día con el repago haitiano, la deuda externa dominicana en su totalidad. Por supuesto, la prensa dominicana no dijo nada sobre el repago haitiano. Para M[W[ ÅVM[ ]\QTQb~ TW[ OZIVLM[ QVOZM[W[ ZM[]T\IV\M[ de la bonanza de la guerra. Estimé nunca recibió grandes honores por repagar la deuda externa de su país. Con el repago de la deuda externa dominicana cesaba el papel de los representantes de los tenedores de bonos de la deuda externa dentro del Banco de Reservas. Sin embargo, como algunos pequeños tenedores de bonos no 20

los presentaron al cobro de inmediato, recién en 1951, a través de un intercambio de notas diplomáticas entre el canciller Dean Acheson y el embajador dominicano en Washington, Luis F. Thomen, dejaría de estar en vigencia el Tratado Trujillo-Hull. En septiembre de 1947, dos meses después de repagada la deuda, el Congreso dominicano aprobaba la Reforma Monetaria que incluía la Ley Monetaria, la Ley Orgánica del Banco Central y la Ley General de Bancos.

El proceso de industrialización Al igual que en el resto de América Latina, la Segunda Guerra Mundial estimuló el proceso de industrialización a través de la creación de industrias locales que, gracias a un alto nivel de protección arancelaria, competían y sustituían importaciones. -V M[\W QVÆ]a~ XZQUMZW TI UITI M`XMZQMVKQI de haber sufrido una gran escasez de productos que antes se importaban, pero que no podían lle-


gar debido a la destrucción de la producción de Europa y Japón, el control sobre las exportaciones de muchos productos puesto en vigencia en Estados Unidos debido a la guerra, así como las LQÅK]T\ILM[ LM \ZIV[XWZ\M LMJQLW I TI XZM[MVKQI de submarinos alemanes en el Caribe y en el Atlántico norte. En segundo lugar, varios economistas sudamericanos habían convencido a sus gobiernos sobre la conveniencia de establecer industrias de sustitución de importaciones, como forma de evitar el deterioro de los términos de intercambios que, según ellos, resultaba de un comercio libre basado en la exportación de productos primarios, agrícolas, y la importación de productos industrializados. Lo generalizado del proceso de industrialización durante la guerra se evidencia cuando se compara al sector industrial como por ciento del producto interno bruto ( PIB) de una serie de 16 países latinoamericanos entre 1940 y 1945. El caso de mayor incremento fue el de Guatemala donde la proporción aumentó de 7% a 13%, es decir, una subida de un 6%, y en Honduras, donde las cifras pasaron de un 7% a un 12%, un incremento de un 5%. Igual ocurrió en Brasil que de un 15% pasó a un 20%. Sin embargo, en siete de estos países el incremento fue de solo un 4%, como en el caso dominicano, al pasar la proporción de 12% a 16%. Tan sólo Nicaragua, Costa Rica y El Salvador evidenciaron menos dinamismo que la República Dominicana en su proceso de industrialización durante la guerra. Pero Trujillo y su familia fueron los que se convirtieron en dueños de las grandes nuevas industrias del país surgidas durante la guerra: cemento, chocolate, cerveza, zapatos, aceites comestibles, baterías, clavos, recauchado, tenerías, sal, yeso y mármol. Ese proceso de industrialización en base a las empresas de la familia Trujillo continuaría en la década de los años cincuenta, y al caer el régimen, 33 empresas industriales, minerales, comerciales, agrícolas, de bienes raíces, transporte y seguros serían intervenidas por el Estado y sus acciones expropiadas. Como habían actuado en condición de monopolio, eran extreUIUMV\M QVMÅKQMV\M[ -V ZM[]UMV MT OZ]M[W LM

la nueva producción industrial del país perteneció al dictador.

El desarrollo agrícola Durante sus primeros 17 años es indiscutible que el régimen favoreció al pequeño agricultor del país, proveyéndole de instrumentos de labranza, repartiéndole tierras y, sobre todo, construyendo canales de riego. La República Dominicana logró ser autosostenible en la producción de arroz, que antes era importado. Durante la Segunda Guerra Mundial pudo exportar víveres a las Antillas Menores, afectadas por la presencia de los submarinos alemanes. Las importaciones de arroz, que en 1925-1929 representaron un 8% del valor total, ya habían desaparecido en 1940-1944. El valor total de la producción agrícola subió de 34.5 millones de dólares en 1940 a 73.8 millones de dólares en 1946. El renglón “Otros alimentos importados” que en 1925-1929 representaba el 13.5% de las importaciones totales ya había prácticamente desaparecido en 1945. Sin embargo, a partir de 1948, Trujillo adoptó una política totalmente contraria a la de ayudar al pequeño campesino ya que, para construir dos nuevos ingenios de su propiedad, les quitó grandes cantidades de tierras. El dictador llegó a ser dueño de diez de los catorce ingenios principales del país. Así vemos cómo quien ordenó el asesinato de haitianos en 1937 se convirtió, en la década de los años cincuenta, en el principal empleador de mano de obra haitiana, que era utilizada para cortar la caña de sus ingenios. Trujillo y su familia también se convirtieron en los mayores dueños de tierras ganaderas del país, con la posible excepción de las pertenecientes a un ingenio azucarero extranjero. Su familia tuvo el monopolio de la comercialización de la carne, la leche y el algodón.

La entrega de tierras a Haití Durante el gobierno de Horacio Vásquez, el 21 de enero de 1929, el presidente dominicano y el presiLMV\M PIQ\QIVW 4W]Q[ *WZV~ ÅZUIZWV MT \ZI\ILW Y]M ¹LIJI \uZUQVW LMÅVQ\Q^W IT KWVÆQK\W NZWV\MZQbWº IT establecer los límites de la frontera. Una comisión delimitadora trabajaría en el terreno para colocar 21


los bornes en los lugares citados en dicho tratado. El Congreso dominicano lo aprobó el 7 de febrero y el presidente Bornó el 11 de julio de ese año. Sin embargo, surgieron dos problemas. Por un lado, la comisión delimitadora, compuesta por hai\QIVW[ a LWUQVQKIVW[ MVKWV\Z~ LQÅK]T\ILM[ MV TI colocación de los bornes por problemas surgidos en el terreno y, además, grupos políticos haitianos [M Y]MRIJIV LM Y]M M[M \ZI\ILW PIJyI [QLW ÅZUILW mientras tropas militares norteamericanas todavía controlaban Haití, pues sólo se retiraron en 1934. El año siguiente Trujillo y el presidente Vincent ÅZUIZWV ]V ¹XZW\WKWTWº Y]M ¹[MO V MT KWU]VQKILW WÅKQITº [M PIJyI ZMLIK\ILW ¹KWV MT IJ[WT]\W respeto a las articulaciones del tratado del 1929”. Sin embargo, Trujillo en dicho protocolo cedió a los haitianos tierras que bajo el tratado de 1929 eran dominicanas. En un libro suyo, Vincent recordaría que Haití recuperó 666,076 tareas en la zona de la Miel, al noroeste de Bánica. El protocoTW I[y TW M[XMKQÅK~ -[W TW PQbW <Z]RQTTW I KIUJQW LM un pacto político que imposibilitaría a los exilados antitrujillistas residir en el vecino país. Bernardo Vega es autor de 46 libros, de los cuales 24 tratan el tema de la dictadura trujillista. Estuvo vinculado al Banco Central de la República Dominicana por espacio de 14 años, como asesor económico del gobernador; miembro titular de la Junta Monetaria y por último como gobernador. Entre enero de 1997 y junio de 1999 fue embajador dominicano ante la Casa Blanca. Durante los años 2001 y 2002 fue director del periódico El Caribe.

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Yanela Zapata García

El rol de la prensa dominicana frente al liderazgo político postrujillista Desde 1930 a 1961, los dominicanos vivieron bajo un régimen dictatorial que irrespetaba sus derechos y limitaba sus posibilidades de ser y hacer. La sociedad dominicana funcionaba sobre la base de un modelo monopartidista y personalizado alrededor del dictador Rafael Leónidas Trujillo, quien controlaba los distintos aspectos de la vida nacional, entre los que se incluyen la participación política y el ejercicio periodístico. Pero este panorama que durante más de tres décadas presentó a un hombre como el “mesías” cambió. La diversidad ideológica que antes se mantuvo en la clandestinidad se proyectaba ahora en distintas figuras y partidos que ofrecían nuevas oportunidades. Se comenzó a gestionar un proceso que historiadores y políticos califican como “de apertura democrática” y frente a este la prensa desempeñaría un rol fundamental.

Fotos: Archivo General de la Nación y OGM; recortes de prensa cedidos por la autora. 24


E

l ajusticiamiento de Rafael LeĂłnidas <Z]RQTTW MV UIaW LM ! [QOVQĂ…K~ Un[ que la muerte de un dictador. Con el tiranicidio a la sociedad dominicana se le presentaba el desafĂ­o de abrirse a la posibilidad de vivir en democracia y de perder la costumbre de 31 aĂąos de sometimiento al miedo y al atropellamiento de los derechos. La muerte del tirano supondrĂ­a la caĂ­da de todo un sistema monopolista y la apertura a un paradigma pluralista y democrĂĄtico.

Trujillo: monopolista Uno de los retos que se presentan a partir de mayo de 1961 es el tema de la libre participaciĂłn polĂ­tica. Durante la dictadura, el abuso y acaparamiento absoluto del poder convertĂ­a al paĂ­s y al Estado en empresas de exclusiva propiedad de Trujillo y de sus allegados, en detrimento de un libre ejercicio de los derechos y deberes civiles. La historia recuerda cĂłmo, ante su llegada al Gobierno, Trujillo procediĂł a la eliminaciĂłn de caudillos dominicanos, entre los que se encontraron Cipriano Bencosme y Desiderio Arias. De ahĂ­ en adelante se marcarĂ­a una advertencia a quienes se atrevieran a hacer competencia u oposiciĂłn al dictador. Bosch (2005: 159) asegurĂł: “El dictador se dedicaba a someter al pueblo. Para esta tarea dirigiĂł su acciĂłn hacia los partidos

que evidencia el monopolio de poder que habĂ­a alrededor del Jefe. No podĂ­a existir ningĂşn otro partido o grupo polĂ­tico que no fuera el de Trujillo, y si existĂ­a, no era mĂĄs que un intento del tirano para aparentar que habĂ­a libertad polĂ­tica. GalĂ­ndez (1976: 151) expresĂł: “En la era de Trujillo no ha existido mĂĄs que un solo partido polĂ­tico a partir de 1931, fecha en que quedaron LMĂ…VQ\Q^IUMV\M MTQUQVILW[ TW[ XIZ\QLW[ XWTy\QKW[ anteriores. Ese Ăşnico partido es el Partido Dominicano. Jefe: Trujilloâ€?. En la Enciclopedia Virtual Dominicana (p. 4) se precisa que “el carnĂŠ de miembro del partido se convertirĂ­a en un documento obligado para todos los dominicanos mayores de edad [...] Quien no tuviese ese documento podĂ­a ser acusado de delito de vagancia, y el 10% de los sueldos de los empleados pĂşblicos era entregado a su Partido Dominicanoâ€?. De manera simultĂĄnea, y como otra de sus estrategias, el dictador emprendiĂł acciones contra la prensa, la radio y toda manifestaciĂłn escrita o hablada que no siguiera sus designios. NingĂşn otro nĂşcleo polĂ­tico que no fuera el suyo podĂ­a expresarse en la esfera pĂşblica. /ITyVLMb ! " IĂ…ZU~ Y]M šMV TI :MXƒblica Dominicana no existe libertad de crĂ­tica polĂ­tica. Y se impone por todos los medios el elogio al rĂŠgimen y a su benefactor Trujilloâ€?. En todos los aspectos de la vida nacional, este tirano ejecutaba pautas para promocionarse como el mesĂ­as de la RepĂşblica Dominicana. MartĂ­nez (2003: 466) seĂąala una de esas ocasiones, al decir que en 1940 Trujillo se autoproclamĂł como “Restaurador de la indepenLMVKQI Ă…VIVKQMZI LWUQVQKIVIÂş LM[X]u[ LM Y]M Ă…ZUIZI MT \ZI\ILW Trujillo-Hull el 24 de septiembre de ese aĂąo. <WLI M[I KIUXI}I LM M`IT\IKQ~V LM TI Ă…O]ZI del lĂ­der autoritario era dirigida por sus apologistas, quienes se encargaron en sus respectivas funciones de elogiar en exceso la personalidad del sĂĄtrapa. La prĂĄctica de colocar la fotografĂ­a de <Z]RQTTW MV M[K]MTI[ a WĂ…KQVI[ XƒJTQKI[ N]M W\ZW QVdicio de que se vivĂ­a en un rĂŠgimen personalizado

La Información, La Nación, El Caribe y Listín Diario atravesaron por la inestabilidad política de 1962 y 1963. políticos, pues su sentido de la realidad le indicaba que el pueblo por sí solo, como masa sin organización, no era peligroso. Lo era en la medida en que tuviera líderes políticos que lo dirigieran.� Con esta idea en la cabeza, el dictador se dedicó a liquidar a los dirigentes y a crear un partido, el Dominicano. Fundado en 1931, esta asociación política fue una de las piezas del rompecabezas

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y autoritario. Se estableció mediante ley que en \WLI[ TI[ WÅKQVI[ LMT -[\ILW a MV\QLILM[ ML]KI\Qvas del país debía tenerse en el interior su imagen. Balaguer (2000:77) habla de la idolatría que haJyI ITZMLMLWZ LM TI ÅO]ZI LMT 2MNM a I[MO]ZI Y]M" “Nadie en América, en cuya historia abundan tantos autócratas menudos y tantos caudillos pintorescos, ha impuesto el culto a la personalidad con la energía y la dimensión con que lo impuso Trujillo. Trujillo no admitió jamás la presencia, en el escenario en que ejerció su dominio, LM VQVO]VI ÅO]ZI Y]M X]LQMZI ZQ^ITQbIZ KWV TI suya. Durante su régimen, caracterizado por la QVÆ]MVKQI IJ[WZJMV\M LM [] VWUJZM a XWZ TI []UI de poderes que acumuló en sus manos, todas las virtudes debieron permanecer cautelosamente enclaustradas.”

Situación de la prensa en la era “¿Cuál es la característica uniforme de la prensa dominicana? Una sola: la adulación a Trujillo. En la República Dominicana no hay censura de prensa, no es necesaria” Galíndez (1976). De acuerdo con Cruz Sánchez (2007: 203), cuando Trujillo llegó al poder sólo existían en la República Dominicana cuatro periódicos de circulación nacional: Listín Diario, La Opinión, El Diario y La Información; todos de propiedad privada. En otras 15 ciudades se publicaban más de 40 periódicos y revistas provinciales. El contenido de las publicaciones de la época indica que la prensa durante la tiranía era un mecanismo que desviaba la atención de lo que sucedía a nivel estatal. Las informaciones, en su mayoría, consistían en noticias relacionadas con el deporte, la moda, eventos sociales y otros temas ajenos a la política. Cordero (1987: 36) escribió: “La prensa, la radio y la televisión, repiten sin cesar hasta el paroxismo los mismos slogans que penetran en todos los rincones del país [...]. Los \MUI[ LM M[\I XZWXIOIVLI VW LQÅMZMV U]KPW LM otras propagandas totalitarias: la paz, el orden, el bienestar material y el grandor de la Patria son asociados con la persona del dictador. Son el reÆMRW KWVLQKQWVILW [WJZM MT Y]M OQZI TI XZWXIOIVda política del régimen.” 26

Viriato Fiallo, candidato presidencial de Unión Cívica Nacional.

Uno de los hechos que manifestó el dominio de Trujillo sobre la prensa fue la instauración del Día del Periodista, en 1934. Cada cinco de abril el tirano dirigía sus felicitaciones a los trabajadores del periodismo. Mejía (2008) expresa que en una de sus cartas de felicitación Trujillo dijo: “[...] que debe satisfacer la constante avidez de conocimiento de los hombres y su indispensable necesidad de orientación, y contribuir a señalarles las rutas más rectas y convenientes para proteger a la civilización y a la cultura contra las insidias que pretenden torcer [] Z]UJW MV JMVMÅKQW LM QV\MZM[M[ QVR][\W[ W LM[tructores [...]”. Más adelante (p. 31) dijo: “La experiencia nos ha mostrado cuánto mal puede hacer un periodista que actúa inspirado por oscuras ambiciones, por torpes ideologías, por conceptos”. Al referirse a determinados periódicos de la época, Cordero (1987: 37) aseguró que existían tres periódicos de circulación nacional en la década de


Galíndez, con una ikurriña en la camisa, en Nueva York. Fue uno de los críticos del monopolio político de Trujillo.

los cincuenta cuyo servilismo frente al régimen era absoluto: La Nación, El Caribe y La Información. ¹;M PI TTM^ILW I \IT OZILW TI MÅKIKQI LM TI UIquinaria propagandística que existe entre ellos ]VI KWUXTM\I LQ^Q[Q~V LMT \ZIJIRW KWV MT ÅV LM LQrigirse a diferentes capas sociales con un lenguaje político. Por ejemplo, el diario La Nación aparece con un tono moderado, dedica mayor atención a los intelectuales y a los problemas obreros que su compañero citadino El Caribe, que es para el consumo de la clase media liberal. La Información de Santiago se concentra sobre asuntos de interés local. Su misión es la de satisfacer el regionalismo tradicional de la zona del Cibao dentro de las líneas políticas de la dictadura.”

Rol de la prensa: 1962 y 1963 A partir del asesinato de Rafael Leónidas Trujillo, la República Dominicana atravesó por una crisis política que acentuó aun más las problemáticas que afectaban los planos económico y social. -T ÅV LM TI[ LQK\IL]ZI[ MV )UuZQKI 4I\QVI TI[ luchas ideológicas y el triunfo de la Revolución cubana fueron hechos que contribuyeron a ese estado de incertidumbre y disputa por el poder a nivel nacional. Así se comienza a gestar una dinámica política en la que Unión Cívica Nacional (UCN), MVKIJMbILI XWZ >QZQI\W .QITTW# MT 8IZ\QLW :M^W-

lucionario Dominicano (PRD), con Juan Bosch al frente, y el Movimiento Revolucionario 14 de Junio (1J4), dirigido por Manolo Taváres Justo, se activaron para luchar por el poder. El Movimiento 1J4 más tarde renunció a participar en las elecciones. ;MO V IÅZUIV XWTy\QKW[ M PQ[\WZQILWZM[ \ITM[ como Raful, 2009, y Martínez Almánzar, 2000) se habla de un estado “de apertura democrática” a partir de la muerte del tirano, del que se beneÅKQIZWV LQNMZMV\M[ ZMVOTWVM[ LM TI ^QLI VIKQWVIT entre estos, la prensa. Cruz (2007: 237) explica que después de la muerte del tirano, “la prensa escrita dominicana, al igual que todos los demás aspectos de la vida VIKQWVIT KWVWKQ~ ]VI V]M^I M\IXI LWVLM ÆWZMKQ~ de manera paulatina la libertad de prensa”. Los periódicos de circulación nacional Listín Diario, La Información, La Nación y El Caribe no fueron la excepción. Cuando Trujillo fue ajusticiado sólo La Información, diario periodístico de Santiago de los Caballeros, y El Caribe KQZK]TIJIV# TW[ demás fueron cerrados años antes de la caída de la dictadura. En 1962 reapareció La Nación y al año siguiente el Listín Diario. En 1963 ninguno de estos diarios excedía los 30,000 ejemplares por día. El Caribe, que era el de más importancia en UI\MZQI LM M[\Z]K\]ZI OZnÅKI LM KWV\MVQLW a LM circulación, alcanzaba esta cifra. A continuación le seguían el Listín Diario KWV # La Nación, con 10,000 ejemplares diarios, y La Información, con 5,000. Pero el detalle a saber con respecto a la prensa de esa época es en qué medida fue un canal para los principales líderes políticos de la época, Joaquín Balaguer, Viriato Fiallo, Juan Bosch y Manolo Tavárez, luego de haber pasado 31 años de servicio a la dictadura. ¿Contribuyó la prensa al proceso de democracia o fue un obstáculo para la diversidad ideológica y política?

El estudio Este artículo parte de un estudio realizado en 2010 sobre el rol de la prensa frente al liderazgo político del período 1962-1963. Los objetivos M[XMKyÅKW[ Y]M [M \ZIb~ TI QV^M[\QOIKQ~V N]MZWV" 1LMV\QÅKIZ TI XZM[MVKQI Y]M \]^QMZWV TW[ TyLMZM[ 27


polĂ­ticos JoaquĂ­n Balaguer, Viriato Fiallo, Juan Bosch y Manolo TavĂĄrez en los periĂłdicos ListĂ­n Diario, La InformaciĂłn, La NaciĂłn y El Caribe duZIV\M MT XMZyWLW ! ! # )VITQbIZ MT \ZI\Imiento del contenido que daban esos periĂłdicos a las informaciones relacionadas con los lĂ­deres XWTy\QKW[ UMVKQWVILW[# ,M\MZUQVIZ MT OZILW LM homogeneidad de la presencia y del tratamiento del contenido de las informaciones que tuvieron los lĂ­deres en los periĂłdicos, y 4) Valorar si las informaciones publicadas sobre los lĂ­deres polĂ­ticos durante el perĂ­odo 1962-1963 en los periĂłdicos contribuyeron con la llamada apertura hacia la democracia. Para lograr los objetivos de este estudio exploratorio-descriptivo se realizaron anĂĄlisis heUMZWKZy\QKW[ a PMUMZWOZnĂ…KW[ LM ]V \W\IT LM ejemplares de periĂłdicos, en el marco de cinco acontecimientos entre 1962 y 1963, en los que participaron los lĂ­deres. Las noticias y los artĂ­culos que se estudiaron correspondieron a cinco hechos clave en la historia del perĂ­odo 1962 y 1963: 1) Mitin del 16 de enero de 1962 frente al parque 1VLMXMVLMVKQI# -TMKKQWVM[ LMT LM LQKQMUJZM LM ! # )[KMV[W KWV[\Q\]KQWVIT LM 2]IV *W[KP MT LM NMJZMZW LM ! # /WTXM LM -[\ILW LMT 25 de septiembre de 1963, y 5) Matanza de Manaclas el 21 de diciembre de 1963. Aunque los cuatro periĂłdicos objeto de esta investigaciĂłn publicaron noticias sobre los lĂ­deres, no todos informaron en igual proporciĂłn. La cantidad de informaciĂłn ofrecida por los periĂłdicos La InformaciĂłn, La NaciĂłn, El Caribe y ListĂ­n Diario en los cinco meses analizados variĂł debido a que algunos de los ejemplares revisados estaban en mal estado o no existĂ­an. Para evaluar el rol de la prensa frente al liderazgo polĂ­tico de 1962 y 1963, el anĂĄlisis hemerocrĂ­tico tomĂł en cuenta aspectos como el uso de adjetivos, el carĂĄcter de la informaciĂłn (a favor, en contra o neutro), el gĂŠnero informativo (reportaje, noticias o artĂ­culos de opiniĂłn) y el uso de la voz directa o indirecta. La presencia que tuvieron en los periĂłdicos se determinĂł al considerar el espacio destinado (medido

en pulgada por columna), el uso de fotografĂ­as y la posiciĂłn de la informaciĂłn publicada. En cuanto a la valoraciĂłn de si la prensa contribuyĂł o no con la apertura democrĂĄtica se realizaron entrevistas a los periodistas Rafael Molina Morillo, Juan JosĂŠ Ayuso, Juan BolĂ­var DĂ­az, Silvio Herasme y RadhamĂŠs GĂłmez PepĂ­n, asĂ­ como al historiador Roberto CassĂĄ.

Presencia de la informaciĂłn -T IVnTQ[Q[ PMUMZWOZnĂ…KW IZZWR~ Y]M L]ZIV\M TW[ 351 dĂ­as monitoreados se publicaron 360 informaciones de los cuatro lĂ­deres en los periĂłdicos. Los polĂ­ticos analizados tuvieron participaciĂłn en las pĂĄginas de estos diarios, pero esa presencia variĂł segĂşn el lĂ­der y el momento histĂłrico como podemos observar en la tabla nĂşmero 1. Juan Bosch apareciĂł en 192 informaciones (en un espacio promedio de seis pulgadas con dos columnas y un uso de imĂĄgenes en el 21% LM TW[ KI[W[ # LM 2WIY]yV *ITIO]MZ [M X]JTQKIZWV 72 (en un espacio promedio de seis pulgadas por dos columnas y un uso de imĂĄgenes en el 48% LM TW[ M[KZQ\W[ # LM >QZQI\W .QITTW [M M[KZQJQMZWV 59 (en un espacio promedio de siete pulgadas por dos columnas y un uso de imĂĄgenes en el 44% de los escritos), y de Manolo TavĂĄrez Justo, unos 32 escritos periodĂ­sticos (en un espacio promedio de ocho pulgadas por dos columnas y un uso de imĂĄgenes en el 28% de los escritos).

El dictador emprendiĂł acciones contra la prensa, la radio y toda manifestaciĂłn que no siguiera sus designios.

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Bosch fue el que mĂĄs ocupĂł las portadas (52%), Balaguer fue quien tuvo mĂĄs fotografĂ­as publicadas (48%), y TavĂĄrez, aunque fue el menos presente en cuanto a cantidad de informaciĂłn, contĂł con mĂĄs espacio en pulgada por columna las veces que apareciĂł en los diarios (en promedio ocho pulgadas por dos columnas).


Bosch, Fiallo y Tavárez tuvieron más presencia en los medios escritos en el mes de diciembre de 1962, en el contexto de las elecciones constitucionales. En el caso de Balaguer, en enero de 1962, cuando era presidente del Consejo de Estado, es cuando se observa más participación en la prensa escrita. Al determinar en cuál de los medios cada líder tuvo más presencia se observa que Balaguer obtuvo primacía en La Nación, y Fiallo, Bosch y Tavárez en El Caribe y Listín Diario. En cuanto al tratamiento de la información, con el análisis comparativo se comprobó que en las informaciones de los cuatro líderes predominó el uso del género noticioso, la fuente indirecta, el carácter objetivo y el no uso de adjetivos en las informaciones (con excepción de Joaquín Balaguer, cuyos escritos utilizaron en un 52.7% adjetivos, y estos fueron un 57.8% positivos).

El rol Los periódicos de circulación nacional de 1962 y 1963 variaron sus posturas de acuerdo con el líder y con el momento histórico, como puede observarse en la tabla número 2.

1

Los resultados de los análisis hemerocrítiKW a PMUMZWOZnÅKW ZMITQbILW[ IX]V\IV Y]M MV MT 47% de los casos los periódicos objeto de estudio se desempeñaron con objetividad y desde una postura neutra, sin embargo, al determinar el rol LM[MUXM}ILW LM IK]MZLW KWV ]V TyLMZ MV M[XMKyÅco se notan diferencias. .ZMV\M I TI ÅO]ZI LM 2WIY]yV *ITIO]MZ La Información demostró un rol crítico y en contra de este líder, mientras que La Nación desempeñó un rol a favor y de adulación. El Caribe se mantuvo objetivo y neutro. Al tratarse de Viriato Fiallo, El Caribe y La Información estuvieron a favor, sin embargo, La Nación fue crítico y estuvo en contra de quien fue presidente de Unión Cívica Nacional. El Listín mantuvo neutralidad en este caso. Juan Bosch fue el personaje hacia el que más objetividad demostraron estos medios, con excepción del Listín Diario, que expresó en sus informaciones una postura a favor. Con respecto a Manolo Tavárez, El Caribe y La Nación se dedicaron a estar en contra de este líder, mientras que Listín Diario y La Información tuvieron una postura neutra y objetiva.

INFORMACIONES SOBRE LOS LÍDERES PUBLICADAS EN LOS PERIÓDICOS DE CIRCULACIÓN NACIONAL DURANTE LOS CINCO MESES ESTUDIADOS

Periódico

Enero 1962

Diciembre 1962

Febrero 1963

Septiembre 1963

Diciembre 1963

Totales

La Información

10

42

No existe

13

6

71

La Nación

53

En mal estado

En mal estado

En mal estado

En mal estado

53

El Caribe

43

85

17

12

18

175

Listín Diario

No existe

No existe

No existe

51

10

61

Total

106

127

17

76

34

360

Fuente: Análisis hemerográfico realizado a los periódicos de circulación nacional de 1962 y 1963 estudiados

2

POSTURAS Y CARÁCTER DE LOS PERIÓDICOS DE CIRCULACIÓN NACIONAL FRENTE AL LIDERAZGO POLÍTICO DE 1962 Y 1963 SEGÚN LA PRESENCIA Y EL TRATAMIENTO DE LA INFORMACIÓN

Periódicos

Frente a Balaguer

Frente a Fiallo

Frente a Bosch

Frente a Tavárez

La Información

Crítico y en contra

Adulador y a favor

Neutro y objetivo

Neutro y objetivo

La Nación

Adulador y a favor

Crítico y en contra

Neutro y objetivo

Crítico y en contra

El Caribe

Neutro y objetivo

Adulador y a favor

Neutro y objetivo

Crítico y en contra

Neutro y objetivo

Adulador y a favor

Neutro y objetivo

Listín Diario

Fuente: Análisis hemerocrítico y hemerográfico de los periódicos de circulación nacional de 1962 y 1963

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El Listín Diario fue el que más mantuvo neutralidad a partir de su reaparición en agosto de 1963.

¿Apertura a la democracia? Según cuatro de los entrevistados, las informaciones de los líderes publicadas en los diarios de KQZK]TIKQ~V VIKQWVIT [y ZMÆMRIZWV TI TTIUILI IXMZtura democrática que comienza a partir del ajusticiamiento de Rafael Leónidas Trujillo. El otro dos restante argumentó que esa apertura demoKZn\QKI [M ZMÆMR~ Un[ MV TW[ UMLQW[ LM XMY]M}I circulación de la época. Las entrevistas hechas arrojaron que la prensa de esos dos años tuvo debilidades, debido a que cada periódico defendía intereses y sectores particulares. Uno de los entrevistados (el periodista Silvio Herasme), indicó que si los periódicos de ese tiempo hubiesen asumido una posición con más inclinaciones hacia la democracia, tal vez se hubiese evitado el golpe de -[\ILW KWV\ZI *W[KP a TW[ KWVÆQK\W[ XWTy\QKW[ posteriores a 1963. )T LMÅVQZ TI XZMV[I LM M[\M \QMUXW WXQVIZWV MV [MV\QLW OMVMZIT Y]M [] KWUXWZ\IUQMV\W ZMÆMR~ cierta independencia, una apertura hacia la democracia, nuevas expresiones, inclinaciones hacia determinados bandos políticos, pluralidad y la defensa de las libertades públicas.

Reflexiones de la historia La prensa escrita dominicana asume un nuevo papel a partir de 1962. Bajo la tutela del régimen trujillista durante 31 años, los periódicos se inclinaron hacia lo que decía la voz del “Jefe”, sin embargo, tras su ajusticiamiento atraviesan por un despertar que los conduce a democratizarse. <IT KWUW ZMÆMRIZWV TW[ IVnTQ[Q[ ZMITQbILW[ TW[ líderes políticos de 1962 y 1963 sí tuvieron presencia en las páginas de los diarios de circulación nacional, aunque dependía del momento histórico y de los intereses de los medios. En el estudio realizado de 351 ejemplares de los cuatro periódicos se encontraron 360 informaciones publicadas sobre los líderes políticos. Este estudio determinó que, a pesar de que los diarios analizados tuvieron inclinaciones políti30

Manuel Aurelio Tavárez Justo del Movimiento 14 de Junio

cas, hubo una apertura que abrió las páginas de la prensa escrita a un liderazgo que antes no era visibilizado, para hacerlo presente en la esfera pública dominicana. Cada medio asumió una postura que, a favor, en contra o neutra, contribuyó a crear un aire de pluralidad política que desde hacía 31 años no se sentía. Los periódicos La Información, La Nación, El Caribe y Listín Diario atravesaron por la inestabilidad


XWTy\QKI LM ! a ! a ZMÆMRW LM M[\W [WV [][ publicaciones, desapariciones y reapariciones durante esos aùos. Las påginas de estos diarios de circulación nacional no escondieron en sus lemas los deseos de independencia y libertad que aseguraban tener y, con propuestas y soluciones frente a la crisis de ese período, ofrecían una salida que consideraban acertada. 4W[ IVnTQ[Q[ PMUMZWKZy\QKW PMUMZWOZnÅKW a comparativo, así como las entrevistas realizaLI[ LMUW[\ZIZWV Y]M TI TyVMI ZMK\I Y]M LMÅVyI TI prensa dominicana antes de 1962, a partir de ese aùo se vuelve una curva, en la que cuatro periódicos de circulación nacional se abren a nuevas posibilidades y se convierten en guías y orientadores de la población. Nota: Este artículo es un extracto de la tesis de grado que la autora presentó en julio de 2010 para optar por el títuTW LM TQKMVKQILI MV +WU]VQKIKQ~V ;WKQIT XWZ TI 8WV\QÅKQI Universidad Católica Madre y Maestra. ZAPATA GARC�A, Yanela (2010). Rol de los periódicos de circulación nacional NZMV\M IT TQLMZIbOW XWTy\QKW LMT XMZyWLW ! ! 8WV\QÅKQI Universidad Católica Madre y Maestra (PUCMM). Santo Domingo (República Dominicana). Yanela Zapata García es licenciada en Comunicación Social por la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (PUCMM). En la actualidad cursa una maestría en Dirección de Comunicación Corporativa de titulación dual de la PUCMM y la Escuela de Administración de Empresa (EAE) de Barcelona (Espaùa). Se desempeùa como editora web del Sistema de las Naciones Unidas en la República Dominicana.

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Mu-Kien Adriana Sang

Un péndulo peligroso: entre la dictadura y la democracia El fantasma autoritario de la dictadura ronda en los corazones, las mentes y los deseos de nuestros políticos. Se ha intentado de todo: dictadura de partido, dictadura congresual y poder omnipresente del Ejecutivo, el dios del momento. El deseo de continuar ad infinitum disfrutando las mieles del poder ha provocado violaciones graves al pacto democrático que es la Constitución.

Fotos: Archivo General de la Nación y Efe. Fotomontaje: Willy Rodríguez


“E

l que escribe estas líneas pertenece a una generación que perdió las grandes esperanzas hace más de treinta años [...] El que tiene tras de sí muchos años de esperanzas frustradas, se halla resignado, entre otras cosas, porque, habiendo vivido la mitad de su vida [...] bajo el fascismo, sigue testarudamente creyendo [...] que una mala democracia [...] es preferible siempre a una buena dictadura [...] que diez partidos pendencieros son más tolerables que uno solo ‘graníticamente’ unido bajo la guía infalible LM [] RMNM# Y]M TI [WKQMLIL KWZXWZI\Q^I XMZW TQJZM es menos insoportable que el Estado corporativo [...] Pero comprendo bien que estas observaciones no valen para los más jóvenes, que no conocieron el fascismo y conocen solo esta democracia menos que mediocre y no están dispuestos a aceptar el mal menor [...] Comprendo que el argumento del mal menor es un triste consuelo. Y no alivia mucho que digamos siquiera el argumento de que los cambios son lentos, casi imperceptibles, y no conviene ser demasiado impacientes.”1

”Yo siempre quise traer los restos de las muchachas para el museo [...] pero no podíamos. Durante los primeros 12 años del gobierno de Joaquín Balaguer no se podía casi hablar de las hermanas Mirabal y se reprimía a quienes participaban en los homenajes que religiosamente se han realizado cada 25 de noviembre. Reaccionaban como si se tratara de una manifestación subversiva. La maquinaria que montó Trujillo seguía sin desmantelar, viva. Ese andamiaje militar creía que las muchachas todavía eran un ejército viviente, peligroso para el régimen [...]. º6W PIa VILI \IV XWZÅILW KWUW TI UMUWZQI que se empeña en mantener vivos los recuerdos aunque a veces duelan tanto. Cada día que pasa se me hace más difícil separar el pasado y el presente. Quizás porque he dedicado mi vida a preservar la memoria de mis hermanas. Cumplo con ese deber [...] Para eso quedé viva [...]. Puedo decir: he cumplido con la patria.”2 “Sentada aquí, bajo el laurel de mamá, junto a nuestros bustos, creo que se ha acercado un V]M^W ÅVIT C E -V !! ZM[]T\~ OInador Joaquín Balaguer. Supe que después de nuestras muertes muchas cosas han cambiado. El hombre que inició su carrera política bajo el manto protector del sátrapa asesino, el que vendió su inteligencia para hacer discursos de loas, el que inventó, por la fuerza, permanecer en el poder momentos después del ajusticiamiento del dictador [...] me enteré que antes de su U]MZ\M C E [M KWV^QZ\Q~ MV MT []UW XWV\yÅKM LM los políticos dominicanos [...] Es hoy el vencedor, el triunfador, el gran liberador de culpas [...] malhechores de ayer, se han convertido en héroes a imitar y emular [...] Las ilusiones, las purezas de nuestras luchas han sido olvidadas y enviadas al destierro [...] El honor es un recuerdo de ayer, de los ilusos que ofrendaron sus vidas por sus ideas.”3 Cuando me solicitaron que escribiera este artículo me asaltó la duda. ¿Quién debía escribir? ¿La ciudadana nacida en el corazón de la dictadura de Trujillo y testigo activa del rumbo de la democracia dominicana? ¿La historiadora que ha trabajado durante décadas sobre la historia política

Abogo por una ciudadanía que exija a sus representantes el cumplimiento de sus promesas. “De manera regular nos visitan maestras, maestros y escolares. A veces me sorprendo que la memoria social se haya ido perdiendo. Me sorprende lo poco que niños y jóvenes saben de nuestra historia. Entre los grupos, suelen haber sólo dos o tres estudiantes auténticamente interesados [...] Trato de no impacientarme y vuelvo a contarles la historia de mis hermanas. Esa es mi labor [...] enseñarle a las nuevas generaciones lo que fue la era de Trujillo. Les recalco que mis hermanas representan a otra generación. Mis hermanas, por lo que ocurrió, por lo terrible que fue esa tragedia que les pasó, están destacadas en este lugar donde estuvo nuestra casa familiar. Pero aquí está representado también el más humilde y anónimo luchador antitrujillista [...].

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dominicana? ¿La maestra que intenta enseñar a los jóvenes la necesidad de una racionalidad soñadora? ¿La mujer de más de cincuenta años con esperanzas frustradas e ilusiones maltrechas? Decidí escribir con el corazón. Quien escribe este trabajo es una mujer que ha vivido más de la mitad de su vida y tiene el corazón desgarrado con esta débil, poco institucional y secuestrada democracia. No es casual la selección de las tres citas que dan comienzo a este trabajo. La primera, escrita hace varias décadas por el gran Norberto Bobbio. Como él, soy irracionalmente contraria a cualquier forma de dictadura. Como *WJJQW XZMÅMZW TI LuJQT LMUWKZIKQI nuestra porque el secuestro de la libertad es lo último que un ser humano puede tolerar. La segunda cita es la de una de mis heroínas vivientes, Dedé Mirabal, porque supo a fuerza de voluntad convertir la tragedia en esperanza, y transformar el dolor en esperanza por un mundo mejor. La tercera cita forma parte del monólogo teatral que escribí sobre Minerva Mirabal. A través de ella expreso mi desilusión por el derrotero que ha tomado la vida política nacional.

Por suerte para nosotros, en la generación que nació bajo el signo del dictador y las generaciones posteriores existieron hombres y mujeres que no se sumaron al tren adulador que les enseñaban e imponían ni se resignaron a callar lo que pensaban. Esos valiosos hombres y mujeres se entregaron con cuerpo y alma a luchar por el sueño de la libertad. Como los trinitarios del siglo XIX que

Quien escribe este trabajo tiene el corazón desgarrado con esta débil, poco institucional y secuestrada democracia.

Con la racionalidad política La racionalidad histórica me ha dado elementos para valorar en su justa dimensión la dictadura de Trujillo. Es cierto, y nadie puede negarlo, que el dictador dominicano, parafraseando a Bobbio, MLQÅK~ ]VI ¹J]MVI LQK\IL]ZIº" TI UWLMZVQLIL capitalista entró a la vida nacional para quedarse, con el desarrollo de la industria liviana y el KWV[MK]MV\M NWZ\ITMKQUQMV\W LMT UMZKILW QV\MZVW# TI[ ÅVIVbI[ LWUQVQKIVI[ XWZ XZQUMZI ^Mb MV [] historia no estuvieron en rojo, por el saldo total LM XIOW LM TI LM]LI X JTQKI# TI QVNZIM[\Z]K\]ZI nadie puede negarlo, se expandió en todo el país, especialmente en la capital. Sin embargo, el terror fue su signo, y el temor de la ciudadanía a formar parte de los desafectos permitió que la adulación se convirtiera en el modus operandi de la UIaWZyI 4I TQJMZ\IL N]M [MK]M[\ZILI a KWVÅVILI a una celda solitaria. 34

soñaban con una República Dominicana libre, independiente y soberana de toda dominación extranjera, los soñadores de mediados del siglo XX querían borrar el autoritarismo salvaje y personalista de Trujillo. Soñaron, se organizaron y lucharon. Gracias a ellos disfrutamos de la libertad. 8MZW a IPy M[\n MT KMV\ZW LM UQ ZMÆM`Q~V §Y]u PI pasado después de esas luchas maravillosas? ¿Qué hemos hecho con ese legado? Un breve relato para no olvidar. Después del ajusticiamiento de Trujillo vivimos cinco años de KWVÆQK\W[ MVNZMV\IUQMV\W[ a LMZZW\I[" 2WIY]yV Balaguer que se queda con el poder y tiene que huir. El Consejo de Estado que intenta recomponer las fuerzas políticas. El triunfo de Juan Bosch y su derrocamiento. Una nueva esperanza frustrada. Se forjaron nuevos sueños. Se luchó para traer a Bosch al poder. Nació el histórico abril de 1965 y con él llegaron también los miles de marines de la “Fuerza Interamericana de Paz”, pero todo el mundo sabía que era una maniobra del coloso norteño. Había que actuar rápido. No podían tener otra Cuba en el Caribe. Los meses de incertidumbre transcurrieron hasta arribar a junio de 1966. Balaguer inaugura su largo período de 12 años. El nuevo-viejo presidente dominicano se sumó al concierto de naciones latinoamericanas que se alinearon con el occidente en una mal llamada guerra que de fría tenía muy


poco. Fue implacable en contra de los movimientos de izquierda, por lo que erigió su régimen personalista con un fuerte apoyo militar. La represión institucional se extendió por los K]I\ZW KWVÅVM[ LM V]M[\ZW[ SQT~UM\ZW[ cuadrados. En 1978, gracias a los nuevos aires de libertad en el mundo, la República Dominicana tuvo un respiro con el gobierno de Antonio Guzmán. Gracias a su poder, Balaguer logró quedarse con una amplia tajada del pastel del político. Se inauguraron los ocho años de gobierno del Partido Revolucionario Dominicano. Los intereses grupales del viejo partido nacido para luchar por la democracia y en contra de Trujillo se hicieron tan fuertes, tan agrios, tan mortales, que se enfrentaron para perder. Balaguer volvió al poder en el año 1986. Como siempre, intentó quedarse más tiempo, originando una crisis institucional de gran magnitud en 1994. Tan grande fue el problema que los organismos internacionales intervinieron y el vie-

Joaquín Balaguer en los 12 años.

RW KI]LQTTW \]^W Y]M IKMX\IZ TI ÅZUI LMT NIUW[W Pacto por la Democracia, que produjo una nueva Constitución que establecía, entre otras cosas, una reducción de su mandato a dos años, 19941996, prohibía la reelección y creaba un adefesio electoral llamado colegios cerrados. La reducción de su período presidencial tuvo su recompensa. Poco antes de morir fue declarado por el Congreso de la República, por los mismos que durante 12 años lo combatieron, como el padre de la democracia dominicana.

El pacto patriótico A partir de 1996 hasta el día de hoy, hemos tenido gobiernos sucesivos, alternados y enfrentados también. El Partido de la Liberación Dominicana –que se fue entrenando en su rol de partido de masas con sus escaños durante los años del PRD y los últimos de Balaguer– ganó la presidencia gracias a un pacto que denominaron patriótico. De nuevo, los enemigos de antes lograron abrazarse, subir juntos los brazos en signo de triunfo. En el 2000, el PLD intentó quedarse, pero no pudo. Ganó Hipólito Mejía, el más folclórico y desenfadado de todos los presidentes dominicanos. Con el eslogan de “E pa´ fuera que van”,

Toma de posesión de Antonio Guzmán.

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En 1996, Leonel Fernández ganó las elecciones presidenciales.

Leonel Fernández volvió a la presidencia, y fue reelegido en 2008. ¿Cómo ha sido nuestra democracia? Débil, muy débil. Pienso, sin temor a equivocarme, que el fantasma autoritario ronda en los corazones, las mentes y los deseos de nuestros políticos. Se ha intentado de todo: dictadura de partido, dictadura congresual y poder omnipresente del Ejecutivo, el dios del momento. El deseo de continuar IL QVÅVQ\]U disfrutando las mieles del poder ha provocado violaciones graves al pacto democrático que es la Constitución. En 2002 se impuso por fuerza del dinero una nueva Constitución que permitiría la reelección en el período siguiente. El presidente de vocación agrícola forzó la jugada y perdió. Su constitución abrió las puertas para que el líder morado-rojo se pudiese presentar al térUQVW LM [] [MO]VLW UIVLI\W [QV LQÅK]T\IL En la actualidad tenemos una nueva Constitución que se promulgó hace menos de dos años. Hoy también, los mismos que la promovieron, la impulsaron, la defendieron y la presentaron como el ejemplo de la modernidad institucional, buscaron todas las formas de desconocerla. 36

Era muy pequeña cuando ocurrió el tiranicidio, apenas tenía seis años, la edad que tiene hoy mi nieto, por lo tanto no tengo vivencias de mordazas. Sí recuerdo el susurro de mis padres cuando hacían algún comentario político. Temían que las paredes escucharan. Pero al crecer he vivido mi adolescencia, mi juventud, mi madurez y casi ya la vejez, junto a esta democracia débil y laceZILI Y]M M[ TI V]M[\ZI 4W ZMXQ\W" XZMÅMZW ]VI democracia imperfecta (¿pero tanto?) a una dictadura perfecta.

Los dilemas y las esperanzas Me duele, sin embargo, que viviendo en el siglo XXI sigamos teniendo los mismos problemas, los mismos dilemas y las mismas esperanzas. La democracia política vive momentos difíciles porque nuestros dirigentes no se han colocado a tono con los tiempos, y mucho menos, han sido coherentes con sus discursos. Los partidos políticos se han convertido en meras corporaciones, integradas por socios que buscan multiplicar sus inversiones a niveles insospechados. Las ideologías no existen. Los intereses sí. La democracia económica


Hipólito Mejía, ganador de las elecciones en el año 2000.

[M PI LM[ÅO]ZILW )T [WV LMT TQJZM UMZKILW PMmos bailado entre la ostentosidad de los pocos a la indigencia de las grandes mayorías. La brecha se agranda y no hay acciones contundentes para detener el proceso. La democracia social es la más golpeada. Todavía nuestro país no ha sido capaz, porque no ha habido interés de invertir en salud y educación como se necesita, y más aún, como exige y dicta TI TMa +WV^QMVM XIZI TW[ ÅVM[ LMT I[IT\W IT XWder, contar con una ciudadanía poco educada, necesitada de dádivas y dispuesta a vender su alma por un pedazo de pan. La institucionalidad democrática existe de nombre. La Constitución y las leyes son solo marcos referenciales que se LMÅMVLMV a IKWUWLIV [MO V TI[ KQZK]V[\IVKQI[ La corrupción se extiende, se tolera, se permite y, por supuesto, no se castiga. Mientras todo eso ocurre, nos quedamos atrás, somos los primeros de los últimos. Me cuesta defender esta democracia. Me cuesta seguir defendiendo el derecho y el deber ciudadano del voto. Solía abogar por el voto consciente, por el uso responsable de ese pedazo de soberanía por el que tantos hombres y mujeres lucharon. Hoy creo que la democracia necesita renovarse, para lo cual el poder ciudadano no debe limitarse al ejercicio ciudadano del sufra-

gio, sino participar activamente en la vida social. Renuevo mi convicción de que el voto no es una patente de corzo para que los ganadores hagan de nuestro patrimonio lo que quieran. No, abogo por una ciudadanía que exija a sus representantes el cumplimiento de sus promesas. Una ciudadanía que eleve su voz cuando se violen las leyes y la Constitución. Nota: La autora dedicó este artículo a: “Dedé Mirabal, digna, valiente, alegre y eterna mariposa. A todos los que han luchado por la libertad. A todas las mujeres que han T]KPILW KWV [QVKMZQLIL a [IKZQÅKQW XWZ TI TQJMZ\ILº Mu-Kien Adriana Sang es historiadora, doctora de la Universidad de París (La Sorbonne). Autora de investigaciones sobre Ulises Francisco Espaillat y Gregorio Luperón. En la actualidad es vicerrectora de Postgrado de la PUCMM.

Notas 1

Norberto Bobbio, El futuro de la democracia, Barcelona, Plaza y Janes Editores, 1995, pp. 94-95. 2 Dedé Mirabal, Vivas en su jardín; Memorias, Santo Domingo, Grupo Santillana/Aguilar, 2008, pp. 316 y siguientes. 3 Mu-Kien Adriana Sang, ¡Yo soy Minerva! Confesiones más allá de la vida y la muerte, Santo Domingo, Editora Amigo del Hogar, 2009, pp. 161 y siguientes.

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Carmen Imbert Brugal

La macana sin Trujillo o la triste historia de la sumisión El autoritarismo perdura en la sociedad dominicana. Una de las razones pudo ser la falta de espacio y tiempo para el luto. Otra, que tras la caída del tirano, las decepciones, la traición, la codicia, la prevaricación y el exceso de poder ocuparon la palestra pública entre 1961 y 1965. De ahí en adelante, estas situaciones sirvieron para reforzar estamentos de poder hasta hoy decisivos en la vida política. Innegable es, por igual, el poder ejercido por la figura de Joaquín Balaguer, que luego de seis períodos de gobierno, centenares de muertos, encarcelados, exiliados, sobre su espalda venerable, obtuvo el perdón de sus agraviados y reinó hasta el fin de sus días convertido en “padre de la democracia”.

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Fotos: Archivo General de la Nación.


“U

n muchachito, que jugaba debajo de un gran árbol en el traspatio de la casa de Juan Tomás Díaz, pareció intrigado cuando un visitante le preguntó si fue en ese garaje donde descubrieron el cadáver del Jefe. El muchachito contestó: ¿cuál jefe?” así concluye el libro Trujillo: la muerte del dictador. La mayoría de la población dominicana actual nació décadas después del tiranicidio. El conocimiento de lo ocurrido durante “la era de Trujillo” es anecdótico y proporcional a su grado de escolaridad e interés. La composición social dominicana de estos días es absolutamente distinta a la que existía durante el reinado del “padre de la patria nueva”. El comienzo de la transición hacia la democracia, a partir del 30 de mayo de

silencios, estatus y conductas impropias. Unos y otros provocan la evocación y luego se inquietan. Imaginan que aquel texto infamante que adornaba paredes de mansiones y casuchas irá más allá de la sala porque “en esta isla Trujillo es el Jefe”. Gran equívoco. ¿Por qué, cómo y hasta cuándo? ¿Quiénes mencionan al Jefe y a su régimen? ¿Quiénes repiten las consignas de la era? ¿Por qué Trujillo y no Balaguer? No hay acuerdo que permita pronunKQIZ TI [MV\MVKQI LMÅVQ\Q^I :INIMT 4M~VQLI[ <Z]RQTTW 5WTQVI UQ\QÅKILW K]MV\I KWV IL]TILWZM[ patéticos que repiten un anacrónico “viva el Jefe”. La reivindicación no va más allá del bicornio y del boato, del orden con sangre y garrote, del cacareado comienzo del capitalismo, de la provocación usando recuerdos comunes para humillar a víctimas que una vez participaron en el festín. ¿Será que Trujillo es equivalente a autoritarismo en la República Dominicana, y solamente Trujillo? Sin Trujillo no hay trujillismo pero sí autoritarismo, ergo, la preocupación debió existir desde 1961. Azuzar con el fantasma de Trujillo es LQ[\ZIMZ# TI \IZMI LM TI VIKQ~V M[ TI democracia: es abandonar el gusto por la mano dura y la macana, por el abuso y el exceso del poder, por la prevaricación y la impunidad, y para eso el país no precisa de Trujillo.

Emprendedores o frustrados, exitosos o fracasados, ágrafos o con maestrías, crecieron conscientes de los privilegios y de la impunidad. 1961, terminó, luego de tres décadas de oprobio, en la frustración de 1966 y no hubo tiempo, espacio, ni energía para hablar del antiguo régimen. Víctimas y victimarios tenían otras urgencias, mientras Joaquín Balaguer se encargaba de recordar que todo había cambiado para continuar igual y permaneció en el Palacio [de Gobierno] 22 años, aunque su vigencia trascendió los períodos gubernamentales. Transcurridos 50 años, el retorno del trujillismo quiere ser preocupación. La publicación de entrevistas, libros, la mención de episodios gloriosos, el protagonismo de esbirros impunes, la integración de la familia del sátrapa a la sociedad –algo que no es nuevo pero ahora es público–, la difusión de injurias con extraordinario apoyo mediático, permiten una alharaca irresponsable y manipuladora. Sencillamente es el destape, la transparencia que irrita y la reacción es un mea culpa NMUMV\QLW ]V TIUMV\W KyKTQKW XIZI R][\QÅKIZ

En busca del padre perdido El mandamás y la rentable y vergonzante sumi[Q~V [][\Q\]aMV TI ÅO]ZI KIZQ[Un\QKI IT TyLMZ I^Isallador, omnipresente, infalible. En La democracia ^]TVMZIJTM" QV[I\Q[NIKKQ~V a LM[KWVÅIVbI Ramonina Brea e Isis Duarte (qepd) analizaron los resultados de la encuesta Demos 2004 y concluyen que en el país reina el fatalismo, el paternalismo, el providencialismo y la adscripción a un líder fuerte. “Al mayoritario apoyo a la democracia no le corresponde una amplia presencia de actitudes demócratas en el sentido de favorecer el funcionamiento de la forma democrática de gobierno. Las actitudes y valores autoritarios están presentes, tanto en la esfera pública como en la privada”. 39


Foto de Trujillo utilizada para el ĂĄlbum del tratado firmado al establecer el asentamiento judĂ­o en SosĂşa, 1940.

La Demos consigna que el 67% de la ciudaLIVyI XZMĂ…MZM Un[ WZLMV a UMVW[ LMUWKZIKQI a MT QLMV\QĂ…K~ IT OWJMZVIV\M QLMIT KWV š]V buen padre que resuelva los problemasâ€?. Es la aspiraciĂłn de un protector, dador de favores, pretensiĂłn de sociedades huĂŠrfanas, con padres ausentes, como escribiĂł Octavio Paz. Algo entrega la poblaciĂłn gobernada a cambio de la vigilancia y la dĂĄdiva. A pesar de los riesgos, la sumisiĂłn, tanto en el ĂĄmbito privado como pĂşblico, es una de las compensaciones y no solo de la marginalidad o la ignorancia. Existen jerarquĂ­as en ese toma y daca del poder, desde la conformidad con el condumio para el dĂ­a hasta la costosa asignaciĂłn de un ministerio, las exenciones, la impunidad selectiva. El gobernante “buen padreâ€? no precisa de carisma si sabe “resolver problemasâ€?. El sociĂłloOW .ZIVS 5IZQVW 0MZVnVLMb YMXL IĂ…ZUI Y]M despuĂŠs de Juan Bosch, JoaquĂ­n Balaguer y JosĂŠ Francisco PeĂąa GĂłmez, vivimos la ĂŠpoca de “dirigentesâ€?, no de “lĂ­deresâ€?. 40

Es la ĂŠpoca post carismĂĄtica, sin mesianismo pero con personalismo, seĂąala la politĂłloga Jacqueline JimĂŠnez Polanco, y otras, en consecuencia, son las expectativas y las acciones. El presidente de la RepĂşblica, Leonel FernĂĄndez, describe el lĂ­der carismĂĄtico en su artĂ­culo “Populismo e ideologĂ­aâ€? (12-3-2001): “[...] dispone de determinados atributos personales, como serĂ­an inteligencia, preparaciĂłn, capacidad retĂłrica y organizativa, fuerte voluntad y perseverancia, cultiva una relaciĂłn emocional con las masas, las cuales lo perciben y acogen como su salvador. La fascinaciĂłn hacia el lĂ­der carismĂĄtico se convierte en un sustituto de la ideologĂ­a, hasta el punto que su propio nombre se convierte en el fundamento de una nueva corriente de pensamiento y de acciĂłn en el marco de la polĂ­ticaâ€?. :MMLQ\IZ MT XI[ILW M[ QUXW[QJTM# <Z]RQTTW M[ recreo, susto, propĂłsito de atemorizar y de desviar la preocupaciĂłn por el presente, con miedos y peligros distintos. Trujillo es el karma, contraLQKKQ~V a ZMÆMRW 4W[ TQLMZIbOW[ KWV\MUXWZnVMW[


[WV W\ZW[# Y]M ITO]QMV Y]QMZI KITKW[ a KZMI Y]M solo el carisma y el uso de la fuerza proporcionan adhesiones y mantiene mandos, es diferente. El autoritarismo ha estado vigente en la sociedad dominicana desde siempre, con y sin líderes mesiánicos, con o sin líderes carismáticos, con o sin líderes rodeados de misterios y fábulas, con o sin plañideras que pretenden acomodar la historia. En la sociedad de “la externalidad”, como señala el Informe Nacional de Desarrollo Humano, con un 57% de la ciudadanía interesada en emigrar, la mención y preocupación es baladí. Ese porcentaje interesado en abandonar la isla desconoce la naturaleza, origen, composición y efectos del trujillismo, pero sabe quién es el amo de la esquina, el dueño del billar o del colmadón, el capo bienhechor. Sabe quién era y quién es el regidor, el diputado, el alcalde que puede conseguirle algo, sabe cómo lograr una sentencia, cómo evitar la brutalidad de cualquier sargento. Cuando Pedro de Jesús Candelier dirigía la Policía Nacional se escuchaba el clamor deV]VKQIVLW LM[UIVM[# [QV MUJIZOW TI MVK]M[\I Hamilton-Staff demostró que el 58% aprobaba su gestión. De modo que el problema no es que vuelve Trujillo y el trujillismo, que vuelve Angelita y su corte de estulticia frívola e infractora, que vuelven nietos que siempre han estado, socios, sobrinos, hijos, primos, que jamás se fueron, el problema es que la socialización nuestra ha sido violenta y autoritaria.

Asombro, panegírico y rabia La inmortalidad del jefe fue violentada por proyectiles que salieron de armas conocidas. La pólvora venció al hombre más poderoso de la isla, amo y señor de eriales y pastos, de familias y honras, de nacimiento y muerte. Difícil de creer que aquel hombre, tan igual y tan distinto a todos, \]^QMZI ÅV José María Carrascal, autor de .ZIVKW" I}W[ después, describe al caudillo como: “Rutinario, patriotero, más amante de los toros y de la caza que de la lectura o la música, podía tomarse como un español del montón. Pero al mismo tiempo era paciente entre impacientes, metódico entre desordenados, perseverante entre inconsecuentes,

KITTILW MV\ZM XIZTIVKPQVM[ ;] LM[KWVÅIVbI QJI pareja con su capacidad de resistencia. Era un sobreviviente, sobrevivió los miedos de niño, las humillaciones, los desafíos [...]”. Esa descripción resume algunas características del Jefe que pensó que sobreviviría al hartazgo de sus pares, pero se equivocó. Características que es imprescindible conocer para comprender la dimensión de su poder y la permanencia. El azar determinó el éxito del atentado. Lo ocurrido el 30 de mayo de 1961 en “la avenida” ha sido estudiado por especialistas. Mueven automóviles, trazan la ruta de proyectiles, calculan el soplo y la dirección del viento, colocan en sus mesas de trabajo réplicas de los participantes para calcular velocidad y capacidad de ataque. La conclusión siempre es la misma: plan perfecto y la duda igual: ¿cómo funcionó sin ninguna asesoría experta? Si el azar estuvo presente en la acción para su éxito, abandonó el momento de la urgente y necesaria decisión política. El fracaso permitió la sucesión de errores, la masacre, la desilusión. Joaquín Balaguer, presidente, asume el control de lo que quiso controlar pero no intentó detener la ilimitada venganza de cómplices, de esbirros asustados, de dolientes. Paciente, impávido, comenzó a tejer la red que hasta su muerte lo cobijó. Nada sabía y todo ocurría frente a sus narices. Al tribuno precoz y escuálido, resentido y asKM\I ZMLIK\WZ LMT UIVQÅM[\W Y]M M`XTQKIJI TI[ razones de la asonada contra el presidente Horacio Vásquez, el mismo que había recorrido el país promoviendo la candidatura Trujillo-Estrella Ureña, el otrora orador más joven del Partido Republicano, después de acompañar a Trujillo durante 30 años, le corresponde despedirlo. En el panegírico está el relevo. Sus dioses estuvieron cuando el tirano lo designó presidente de la República en 1960, esa es la calidad que le permite decir adiós a su amado jefe y, al mismo tiempo, comunicar a la nación que es el legatario de Trujillo... “Querido jefe, hasta luego. Tus hijos espirituales miraremos hacia el sepulcro como hacia un símbolo enhiesto y no omitiremos medios para impedir que se extinga la llama que tu encendiste en los altares de la República y en el alma de 41


todos los dominicanos [...].” Ese exordio fue profético, ahí está el cimiento que ha permitido hablar de Trujillo y de su régimen con irresponsabilidad a LM[MVNILW KWVN]VLQMVLW KWVKMX\W[ a ZMITQLIL# antes no hubo tiempo, Balaguer así lo quiso, lo consintieron y por eso hoy pretenden demostrar que sólo “el jefe” ha sido jefe. Después del 30 de mayo vino el caos, el desahogo, el trémulo regocijo de una libertad precaria y efímera. Los nuevos protagonistas no eran tan nuevos, sus métodos no podían ser ejemplo de democracia porque era una categoría desconocida. La intensidad del período 1961-1965 impidió presentir que el 1966 serviría para mantener la llama encendida por Pedro Santana, atizada por Buenaventura Báez, Ulises Heureaux y por Rafael Leónidas Trujillo Molina, desde antes de 1930.

Y aparecieron más La agresión contra los caliés, la quema de Radio +IZQJM TI LM[\Z]KKQ~V LM TI[ ^QOQTIV\M[ M[ÅVOM[ LMT benefactor de la patria, los gritos de “navidad con TQJMZ\ILº VW N]MZWV []ÅKQMV\M[ ;M XZMKQ[IJIV [IVciones, tribunales que, además de juzgar a los asesinos de Patria, Minerva, María Teresa Mirabal y :]ÅVW LM TI +Z]b LQK\IZIV [MV\MVKQI[ KWV\ZI \IVto torturador cobarde, tanto delator, tanto asesino implacable. No se hizo. No se pudo ni se quiso. Se gritaba ¡libertad!, Viriato Fiallo asustaba con su “¡Basta ya!” y el PRD entusiasmaba con el “Borrón y cuenta nueva” que nos persigue hasta hoy. Se gritaba ¡libertad! y comenzaban a preparar sus exilios dorados los corifeos de la tiranía y a construir anonimatos seguros para poder regresar al país y compartir con viejos amigos, unos arrepentidos, otros no tanto, y comenzar a mascullar “viva Trujillo” y a disfrutar, en cualquier salón, los compases de Salve San Cristóbal o Recogiendo limosna no lo tumban. Se estableció un mercado de culpas, el buen nombre se compró. Los diferentes partidos polí\QKW[ QV\MOZIZWV M[I KnÅTI LMTQVK]MVKQIT ;Q KWVvenía, un matón se convertía en un cotizante, un torturador en un enlace, un palero en funcionario, un soplón en diputado. Así no más, sin nin-

gún escrúpulo y sin el rechazo correspondiente. Embajadas, consulados, ministerios, direcciones generales, estrados, curules, exhibían aquella escoria reivindicada que además compartía funciones y dádivas de un Estado espléndido y concupiscente con sobrevivientes de la saña y del fandango post 1961. Muerto el perro, la rabia, que es de fácil transmisión, buscó canes y aparecieron galgos, dálmatas, collies, fox terrier... El primer intento democrático, el ensayo inédito de convivencia institucional y libertaria fue mordido y la jauría demostró que había desaparecido uno de los perros pero la reconquista de la democracia estaba pendiente y los ladridos eran muchos... y en ese momento ¿por qué no anunciaron que venía el lobo? Ni los miembros del Consejo de Estado, ni la Junta Cívico Militar, ni el gobierno democrático presidido por Juan Bosch, ni el Triunvirato, ni el Gobierno Constitucionalista de Caamaño, ni el de Reconstrucción Nacional quisieron ni se propusieron reclamar a la tiranía sus atropellos, menos UWLQÅKIZ TI XZnK\QKI I]\WZQ\IZQI QV[MZ\I MV TI :Mpública desde su fundación. No hubo un antitrujillismo coherente, militante, decidido a transformar la sociedad dominicana. El movimiento patriótico 14 de Junio pudo lograr la hazaña, pero otra fue su misión. La dispersión, los desaciertos, el compromiso, arrebataron sueños y vida a los mejores.

Cincuenta años después, ni el trujillismo es una doctrina ni el antitrujillismo un credo.

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Antes de 1966 los dolores y las propuestas se confundían. El reclamo por los muertos, los desaparecidos, los vejados durante la tiranía, no tuvo espacio en la barricada nacionalista. La pendencia era otra. El relevo se corrompió. Sin la parafernalia ridícula y soez de la era de Trujillo, el autoritarismo ha estado presente siempre. Aquí no importó Manaclas, ni Los Palmeros, ni Caracoles. No importó la represión y la ani-


Joaquín Balaguer tras una rendición de cuentas en la década de 1970.

quilación durante los doce años. La izquierda nuestra no ofreció una opción viable ni respetable. Mientras su representación más conspicua caía en las calles y zaguanes, languidecía en las cárceles, enloquecía o se inutilizaba en el exilio, Balaguer disponía de sus remanentes. Incorporó cuadros importantes, los convirtió en anodinos burócratas, el salario aseguraba un silencio necesario o una voz sin credibilidad. Aquí no hubo espacio ni tiempo para el luto ni para el reconocimiento de la patria agradecida. Las decepciones, la traición, la codicia, la prevaricación, el exceso de poder que pautan el período 1961-1965 impidieron el tránsito democrático condigno. La experiencia sirvió para reforzar estamentos de poder hasta hoy decisi^W[ MV TI ^QLI XWTy\QKI a NWZ\ITMKMZ MT XMZÅT LMT hombre que comenzó su vida pública en 1930 y luego de seis períodos de gobierno, centenares de muertos, encarcelados, exiliados, sobre su espalda venerable, obtuvo el perdón de sus agraviaLW[ a ZMQV~ PI[\I MT ÅV LM [][ LyI[ KWV^MZ\QLW MV “padre de la democracia”. Entre abril y los doce años de sangre, los crímenes y delitos de la tiranía se olvidaron y cada

quien arregló sus cuentas como pudo. Joaquín Balaguer los conocía a todos y se encargó de destruir a algunos, invalidar a otros, dividirlos, encontró la medida del vasallaje de los más abyectos y sumó lealtades espurias. No hubo tiempo para conjurar el trujillismo, el poder tenía a los “anti” consigo y era despótico. La oposición no podía enredarse entre quién fue y quién es, la represión era el reto. Los símbolos del antitrujillismo miTQ\IV\M a TMOMVLIZQW PIJyIV [QLW [IKZQÅKILW[ -T antitrujillismo de la acción, el coyuntural y tardío tuvo que replegarse, se arrimó al poder para siempre y quiso creer que sin Trujillo no había autoritarismo y ahí estuvo el desprestigio. Algunos descubrieron las ventajas de la heroicidad, otros que el miedo es un derecho y para no ser vergüenza se transforma en cautela o en cháchaZI OMV]ÆM`I

¡Ahí viene el lobo! El tinglado del trujillismo, aquel montaje atroz, hoy luciría más vodevil que tenebroso. Los referentes de poder para la mayoría de la población dominicana ni siquiera se acercan a los lentes negros de los militares balagueristas. El poder, para 43


los menores de cincuenta, está en “las cosas”, y entre esas “cosas” está el puñal y el revólver, la escopeta y la ametralladora, que cualquiera porta y exhibe. Emprendedores o frustrados, exitosos o fracasados, ágrafos o con maestrías, crecieron conscientes de los privilegios y de la impunidad. Sin temor a ninguna autoridad, en tanto y en cuanto descubran la cuota y paguen el precio, conviven con la arbitrariedad. Saben adónde está la llave para abrir la caja de la suerte que a veces es de Pandora, la inversión arriesgada no los arredra y está en la bolsa o en la esquina del tumbe, en la yola o en la venta rápida de crack. Paradoja dominicana: el descalabro llama al orden y a la exigencia del cumplimiento de la ley, pero aquí entre el disparo y la absolución, se resuelve. Es un colectivo que tiene pendiente una catarsis y por eso el subterfugio de la vigencia del trujillismo y la veneración de Trujillo como una posibilidad, sin ir más allá, sin percatarse que ha vivido “mandado” como dijo, a mediados del siglo XIX, Ulises Francisco Espaillat: “Todos los gobiernos que ha tenido el país se han ocupado no de gobernarlo sino de mandarlo”. Puede seguir soñando esa minoría nostálgica, si despierta está obligada a reconocer que fue y ha sido tan conservadora y autoritaria como el cuco que anuncian y ha vivido apañando los abusos y excesos de poder y disfrutando los privilegios de un Estado que creen suyo. Cincuenta años después, ni el trujillismo es una doctrina ni el antitrujillismo un credo. Existe el antitrujillismo simbólico y opulento, sin ninguna propuesta para la transformación de la sociedad, siempre cerca del poder que exculpa crímenes y reparte heroísmos como indulgencias la Iglesia. Considera que la misión fue cumplida por ascendientes y sobrevivientes y nunca optó por reivindicaciones democráticas, ha preferido desgastarse en el reclamo de protagonismos, rebatiña intrascendente para la mayoría. Si el tránsito hacia la democracia hubiera sido diáfano y persistente, hoy no tendría cabida la discusión acerca de la vigencia del trujillismo. La macana es trauma social pero también aspiración. Sólo cuando el respeto a la ley sea la norma 44

Mitín del Partido Dominicano.

y las únicas limitaciones reconocidas estén pautadas por el orden jurídico y los derechos de los demás (artículo 43 de la Constitución de la República Dominicana), la nación disfrutará las ventajas del Estado social y democrático, respetuoso LM TI LQOVQLIL P]UIVI# MV\WVKM[ LMKQZ ¹^Q^I MT jefe” será una broma sin consecuencias. Carmen Imbert Brugal fue miembro del ministerio público, juez de instrucción, juez suplente de la Junta Electoral del Distrito Nacional. Redactora del periódico Hoy, directora de El Matutino Alternativo y Metrópolis. Docente de las universidades UNPHU, Unibe e Intec. Autora de Los diferentes sistemas procesales penales, Tráfico de mujeres: visión de una nación exportadora, Prostitución, esclavitud sexual femenina, El ministerio público, Palabras de otro tiempo y de siempre, Infidencias, Distinguida señora, Volver al frío, Sueños de salitre. Ha dictado decenas de conferencias y escrito colaboraciones en revistas sobre política, derecho y literatura.



Néstor Medrano

Bosch enfrentó a Trujillo en lo ideológico y en la acción Las cartas, las entrevistas periodísticas, los libros y las anécdotas redescubren la cosmovisión de Juan Bosch sobre el dictador. Con un tono profético, el autor de La Mañosa percibió las consecuencias de la dictadura desde sus albores, pero este pensamiento quedaría profundizado tras el primero de enero de 1959, cuando Fidel Castro derrocó al tirano Fulgencio Batista.

Fotos: Archivo General de la Nación 46


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ería impensable establecer un criterio certero y que responda a la verdad de la historia, atribuirle a Juan Bosch algún punto de consenso con las ideas, expresiones y tendencias que vulneren la dignidad del hombre y que estén en contraposición con la democracia y el derecho de los ciudadanos a decidir su destino. En el caso de la sangrienta dictadura de Rafael Leónidas Trujillo, Bosch, quien ya tenía un trecho recorrido en la órbita de las letras nacionales y que luego consolidaría con el sello de admiración por la obra ejemplarizante de Eugenio María de Hostos, hacia las formas más bien ponderadas del humanismo, patrón intelectual e ideológico si se quiere que trazó también Pedro Henríquez Ureña, supo distanciarse a tiempo de cualquier sombra trujillista. El caso de Bosch es frontalmente opuesto a otros intelectuales que, atrapados unos en el patíbulo del miedo, otros deslumbrados por la expectativa del oro y del poder, como efecto de la sumisión en unos casos y el deseo de formar parte de la gran construcción ideológica del trujillismo –con sus

El planteamiento inicial de este trabajo, sobre lo impensable de buscar vínculos de armonía con expresiones antidemocráticas como lo era desde su plataforma ideológica hasta sus realizaciones de corte económico y de infraestructura el gobierno de Trujillo, debe mantenerse, por la existencia de una corriente que ha referido, quizá como forma de buscar una mancha en la conducta moral del autor de Trujillo, una tiranía sin ejemplo, que aceptó varios empleos en el tren gubernamental. Ciertamente, el primero de noviembre de 1937, Juan Bosch fue nombrado jefe del servicio de información de la Dirección General de Estadísticas,1 pero su prestigio como escritor había alcanzado notabilidad y el dictador Trujillo, ante tal descubrimiento, lo propuso para diputado. Bosch, que había visto a conciencia la proyección que llevaba el gobierno, ahora con el deseo expreso de comprometerlo, moral y políticamente, decidió evitarlo. Es así que el 13 de enero de 1938 sale de República Dominicana rumbo a Puerto Rico, con el alegato de que quería atender la salud de su esposa, según consigna Joaquín Gerónimo, en su libro En el nombre de Bosch. Bosch, en una entrevista que le hizo el Listín Diario, publicada el 30 de junio de 1979, sobre los motivos que lo impulsaron a salir del país hacia el exilio, lo plantea de la manera siguiente, dejando constancia de cuál fue su pensamiento, sobre la tiranía en ciernes: “Salí por varias razones, pero la más importante fue que un día Mario Fermín Cabral me pidió que fuera a verlo al Hotel Presidente, donde vivía cuando estaba en la capital y me dijo, con cara de preocupación, que Trujillo estaba pensando hacerme diputado y que yo debía pensar muy bien lo que debía hacer. Conociendo como lo conocía, entendí toda la gravedad de esa advertencia.” Sin embargo, cabe anotar que la sensibilidad de Juan Bosch, en esos años, estaba adherida a la literatura, al proceso creativo de la estructuración del cuento y la narrativa corta centrada en el elemento de intensidad, la formulación teorética

Juan Bosch fue nombrado jefe del servicio de información de la Dirección General de Estadísticas. consabidas retribuciones y recompensas– se arrodillaron ante el hombre que fue capaz de traicionar a su mentor, el presidente Horacio Vásquez, para lanzarse a un gobierno que se extendería por más de treinta años a punta de sal y sangre. La intencionalidad de Bosch en todo su quehacer político e intelectual siempre estuvo vinculada, de manera directa e indirecta, a luchar en el exilio por el establecimiento de la democracia, fuera de Trujillo, contra quien militó en el exterior, a través del movimiento de lucha antitrujillista, con participación en iniciativas como la expedición de Cayo +WVÅ\M Y]M [Q JQMV LM[LM MT UIZKW WXMZI\Q^W N]M fallida, fortaleció la necesidad de que la República Dominicana se liberara de ese régimen de hierro.

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Juan Bosch envió una carta a Trujillo, el 27 de febrero de 1961, advirtiéndole el fin de la dictadura.

de tres personajes y un tema, y que es después, ya salpicado por los grupos de dominicanos exilados, cuando empieza la gestación de su comprensión sobre la fatuidad de lo que ocurría en su país. “Si alguien se distinguía en cualquier actividad pública, Trujillo le ofrecía un puesto en su gobierno, y era peligroso no aceptárselo, y decidí irme del país a pesar de que eso también era muy XMTQOZW[Wº ZMÅMZM MT I]\WZ LM La mujer en la misma entrevista. Con Juan Bosch, la tiranía de Trujillo fue, más que una fuente de inspiración en contra de las actitudes personalistas de un gobierno que no respetaba las libertades públicas, el fruto de los errores históricos de los procesos político-sociales que durante siglos se fraguaban en la República Dominicana, como lo expresa el escritor en su libro Trujillo: causas de una tiranía sin ejemplo. Esta comprensión del creador de ensayos emblemáticos sobre la personalidad colectiva como Composición social dominicana, o Dictadura con respaldo popular, alcanzó sus matices cuando Bosch llegó a Cuba y se comprometió con proyectos y procesos 48

vinculados a la nueva visión que encarnaban la Revolución cubana. De ahí que luego comprendiera que una tiranía de la magnitud de la que se enclavaba en el alma y en la vida física de la República Dominicana, con todo un engranaje ideológico, estructurado con los patrones de apoyo de naciones como Estados Unidos, y la lucha contra la expansión del comunismo, solo podía ser combatida con una intencionalidad de repercusiones políticas, que aglutinara el descontento y las frustraciones de patriotas que anhelaban el sueño de retornar a su país y, al hacerlo, emprender el hallazgo de la formulación de una idea de corte democrática que, se debe decir, porque es una huella histórica, culminó con la fundación en 1939 del Partido Revolucionario Dominicano.

Lo que no debía ser El incansable trabajo intelectual de Bosch, que unas veces tuvo connotaciones combinadas con las necesidades de la subsistencia, y para ejemplo podemos citar la encomienda que le hicieron en Puerto Rico de organizar, compendiar y formali-


zar, en términos de estructura y de estilos, la obra del antillanista Eugenio María de Hostos, y otras veces de esquematización de proyectos institucionalistas, como las revisiones que tuvo que hacer de las cartas fundamentales de Italia, Chile, España Republicana y Alemania Federal, a petición del líder cubano Carlos Prío Socarrás, para redactar en los años cuarenta la nueva Constitución de esa nación, arreciaron en sus actitudes las comprensiones de que en la República Dominicana había una situación política que no debía ser.2 Pero Bosch, más que mantener una actitud crítica ante la dictadura que atenazaba a los dominicanos e incidir entre los grupos militantes del exilio de manera pasiva, tomó partido en intentos KWUW TI M`XMLQKQ~V LM +IaW +WVÅ\M -[ KI[Q LM[conocido el hecho de que antes de materializarse, y según contó a la periodista Lil Despradel, viajó a Haití en 1946 con una carta del presidente venezolano Rómulo Betancourt para el presidente de Haití, Ellie Lescot, a quien le pidió ayuda eco-

Trujillo propuso a Bosch para diputado tras apreciar su genialidad en las letras. nómica para comprar un avión DC-3. “Con el dinero de Lescot compré un DC-3, de los que se vendían en los Estados Unidos como desecho de guerra. En ese DC-3 hice un viaje a Venezuela para convenir con Rómulo (Betancourt) lo de la entrega de las armas que debían ser enviadas a Santo Domingo en dos aviones, en los que íbamos a venir unos cuantos exiliados, pocos, porque había que garantizar el secreto de la operación, ya que si Trujillo se enteraba de algo, se perdían los hombres, las armas y los aviones.”3 Todos esos años de planteamientos y estudios, además del laborantismo político, en búsqueda LM TI LMKIXQ\IKQ~V LM TI LQK\IL]ZI XMZÅTIZWV MV *W[KP ]VI ^Q[Q~V LMÅVQ\Q^I a PI[\I XZWNu\QKI XWZ supuesto, fruto de la situación, por ejemplo, que

viviría el mundo casi veinte años después de los IXZM[\W[ LM +IaW +WVÅ\M Esto se plasma, de manera casi admonitoria, en la carta que envió Bosch al sátrapa en el aniversario 117 de la independencia nacional, el 27 de febrero de 1961, apenas tres meses antes del ajusticiamiento. En esa carta, el autor de La Mañosa le dice a Trujillo que la atmósfera política del hemisferio sufrió un cambio brusco a partir del primero de enero de 1959 y que sea cual sea la opinión que se tenga de Fidel Castro, la historia tendrá que reconocerle que ha desempeñado un papel de primera magnitud en ese cambio de atmósfera continental, pues a él le correspondió la función de transformar a pueblos pacientes en pueblos peligrosos. “Ya no somos tierras sin importancia, que pueden ser mantenidas fuera del foco de interés mundial. Ahora hay que pensar en nosotros y elaborar toda una teoría política y social que pueda satisfacer el hambre de libertad, de justicia y de pan del hombre americano”, [QOVQÅK~ Bosch plantea que esa nueva teoría es una aliada moral de los dominicanos “que luchan contra el régimen Y]M ][\ML PI N]VLILW# a I]VY]M TTMvado por su instinto realista y tal vez ofuscado por la desviación profesional de hombre de poder, usted puede negarse a reconocer el valor político de tal aliado, es imposible que no se dé cuenta de la tremenLI N]MZbI Y]M [QOVQÅKI TI ]VQ~V LM M[M NIK\WZ KWV la voluntad democrática del pueblo dominicano y con los errores que usted ha cometido y viene cometiendo en sus relaciones con el mundo americano”. El cuentista y activista político estimará en la KIZ\I I TI Y]M [M ZMÅMZM ]VW LM TW[ V UMZW[ LM TI revista Camino Real, dispersas en papeles y documentos del extinto líder dominicano, que la hora LM XWVMZ ÅV I TI \QZIVyI PI TTMOILW M QVKT][W TM pide dejar el poder para evitar que su deposición se realizara con la sangre de por medio: “La fuerza resultante de la suma de los tres factores mencionados va a actuar precisamen\M K]IVLW KWUQMVbI TI KZQ[Q[ XIZI ][\ML# [][ 49


adversarios se levantan de una postración de 31 años en el momento en que usted queda abandonado a su suerte en medio de una atmósfera política y social que no ofrece ya alimento a sus pulmones. En este instante histórico, su caso puede ser comparado al del ágil, fuerte, agresivo y voraz tiburón, conformado por miles de años para ser el terror de los mares, al que el inesperado cataclismo le ha cambiado el agua de mar XWZ nKQLW []TN ZQKW# M[M \QJ]Z~V VW X]MLM [MO]QZ viviendo. No piense que al referirme al tiburón lo he hecho con ánimo de establecer comparaciones peyorativas para usted. Lo he mencionado porque es un ejemplo de ser vivo nacido para atacar y vencer, como estoy seguro que piensa de sí mismo. Y ya ve que ese arrogante vencedor de los abismos marítimos puede ser inutilizado y destruido por un cambio en su ambiente natuZIT QUIOMV ÅMT LMT KI[W MV Y]M ][\ML [M MVK]MVtra ahora. ”Pero sucede que el destino de sus últimos días como dictador de la ReX JTQKI ,WUQVQKIVI X]MLM ZMÆMRIZ[M con sangre o sin ella en el pueblo de Santo Domingo. Si usted admite que la atmósfera política de la América Latina ha cambiado, que en el nuevo ambiente no hay aire para usted, y emigra a aguas más seguras para su naturaleza individual, nuestro país puede recibir MT LM NMJZMZW LM ! MV XIb a KWV WX\QUQ[UW# si usted no lo admite y se empeña en seguir tiranizándolo, el próximo aniversario de la RepúbliKI [MZn KI~\QKW a [IVOZQMV\W# a LM [MZ I[y MT KIW[ a la sangre llegarán más allá del umbral de su propia casa, y escribo casa con el sentido usado en los textos bíblicos.” Esta carta describe de cuerpo entero el nivel de apreciación que sobre la dictadura de Trujillo había adquirido el fundador del Partido Revolucionario Dominicano, para anclar sus aspiraciones o las aspiraciones del grupo que lo rodeaba sobre lo más conveniente para una nación que no había conocido una democracia en su plenitud y que los ensayos, citemos el caso del gobierno de Horacio Vásquez, no concluyeron con resultados XW[Q\Q^W[ XIZI IÅIVbIZ M[I ^ITWZIKQ~V

Al mismo tiempo, los hombres de la esfera de su entorno en el devenir democrático de América Latina: Rómulo Betancourt, Luis Muñoz Marín, José Figueres, Pablo Neruda y otros, inspiraban ese ejercicio. Decidirse por otra vía que no fuera la democracia, en ese contexto, era imposible. Incluso, la misma creencia en Fidel Castro, la toma del Cuartel de Moncada y otras situaciones directas, con relación a los dominicanos, en las que tomó partida el líder de la revolución cubana, NWZ\ITMKM M[\I IÅZUIKQ~V Lo que se ha planteado hasta este momento es el criterio de que Juan Bosch tenía una visión KTIZI [WJZM TW Y]M [QOVQÅKIJI TI LQK\IL]ZI LM Trujillo para la República Dominicana, lo que no estaba muy claro hasta la asunción del poder en Cuba de Fidel Castro. En su libro, Trujillo, causas de una tiranía sin ejemplo, el autor de la Nochebuena de Encarnación 5MVLWbI, ya tiene la

En 1946, Bosch viajó a Haití para pedirle ayuda al presidente Lescot KWV TI ÅVITQLIL LM KWUXZIZ ]V avión DC-3.

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UIL]ZMb []ÅKQMV\M XIZI M[\IJTMKMZ Y]M TI [Q\]Ición que se vivía, con un gobierno que mantenía IT XIy[ KWUW ]VI M[XMKQM LM ÅVKI ILUQVQ[\ZILI de manera arbitraria, no era la de un gobierno sobre un país, ni un régimen contra una naKQ~V 6W Y]MZyI KITQÅKIZTW I[y a MV M[M KWV\M`\W Bosch dice: “Argentina, Colombia y Venezuela eran víc\QUI[ LM \QZIVyI[ XWTy\QKI[# XMZW TW Y]M [M XZWL]ce en República Dominicana, no es una tiranía política. En buena técnica, el Santo Domingo de <Z]RQTTW VW X]MLM [MZ KITQÅKILW LM VIKQ~V VQ [][ habitantes son un pueblo ni el poder que los domina puede ser llamado gobierno.”4 -V M[I \M[Q\]ZI a KWUW ZMÅMZM MT PQ[\WZQILWZ José Chez Checo, en su comentario sobre Trujillo, una tiranía sin ejemplo ]VI TMK\]ZI PQ[\WZQWOZnÅKI que aparece en el volumen Dos coloquios sobre la


cidieron en la nación, desde que se instauraron los regímenes posteriores a la conquista de América hasta desembocar en el caudillaje, las luchas fratricidas de líderes de la montonera que resolvían a tiros y deposiciones violentas, todo lo que era imposible hacer a través de la institucionalidad, porque la misma no existía como tal, más que los dones de la ambición propiciatoria del desorden. Eso degeneró, según los criterios de Bosch, en la dictadura de Trujillo y luego su ajusticiamiento. “Para el porvenir de nuestra nación, es preferible tener un pueblo capaz de una insurgencia igualitaria, por terrible que ésta sea, a tener uno incapaz de evitar la aparición y perdurabilidad de una tiranía tan voraz, tan sanguinaria y tan depravada, como la de Rafael Leonidas Trujillo”, ÅVITQbI *W[KP MV MT TQJZW KQ\ILW ;Q LMÅVQ\Q^IUMV\M <Z]RQTTW MZI TI NI[M K]TUQnante de un proceso histórico fallido, el desenlace desviado del interés legítimo del pueblo, Bosch quiso después, lejos del análisis apasionado del luchador antitrujillista, hacer referencia sociológica, como un ejercicio de despeje intelectual, que utilizaba a Trujillo como puntal de esos errores y, sin que esto importara mucho en lo formal, responsabilizaba a la sociedad, al pueblo, de apañar muchos de estos procesos históricos. El presidente constitucional Juan Bosch ante la Asamble Nacional 27 de febrero de 1963.

obra de Juan Bosch, estaba claro que los patrones de conducta del dictador habían sido impulsados por factores como el impacto que causó en él el rechazo de los sectores de linaje, que no lo aceptaron nunca como uno de los suyos.

Néstor Medrano es periodista, pertenece al equipo del Listín Diario. Editorial Norma publicó su novela Héroes, villanos y una aldea, exhibida en la Feria Internacional del Libro, Santo Domingo 2009. Premio Único de Poesía Sociedad Alianza Cibaeña, con su libro Escritos con agua de lluvia. Mención especial con Cuentos de vapor y de sombras. En el año 2009 su reportaje

La cosmovisión de Bosch

Niños buzos viven entre la basura resultó finalista del

Todo el pensamiento de Juan Bosch, un demócrata de la más pura estirpe, según los entendidos en la materia, está estructurado en su cosmovisión integral de humanista de profunda sensibilidad, a quien afectan los problemas sociopolíticos del hombre rural, que es el hombre del pueblo y Trujillo, no fue más que el arquetipo de la contradicción de esa utopía social de bienestar. El pensamiento de Bosch sobre Trujillo no libera a los distintos factores históricos que in-

certamen de periodismo que convocan Visión Mundial, Unicef y el Plan República Dominicana.

Notas 1

Revista Camino Real, recuerdos de infancia y juventud. Enero-abril de 2009. 2 Similar. 3 Entrevista Listín Diario 30 de junio de 1979. 4 Chez Checo, José: Dos coloquios, sobre la obra de Juan Bosch.

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Frank Báez

4I ÅM[\I LMT Chivo reloaded La meta: reactivar el debate sobre esta novela, 11 años después de su publicación. Las voces: Ángela Hernández, poeta y narradora; Arturo Victoriano, traductor y docente; David Puig, editor y traductor; Luis Beiro, periodista y escritor; Manuel García Cartagena, poeta y narrador, y Maritza Álvarez, artista visual y docente. La obra de Mario Vargas Llosa sobre la era de Trujillo, considerada como una de las mejores en lengua hispana de los últimos 25 años, retrata la dictadura con una estructura cautivante en la que se mezclan anécdotas, datos bibliográficos y hechos.

Ilustraciones: Arlette Espaillat


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ada mañana, en la esquina de las avenidas Churchill y Sarasota, se puede apreciar a un señor con una gorra del Licey que deambula vendiendo libros. Si no me equivoco, es uno de los últimos libreros ambulantes que quedan en la ciudad de Santo Domingo. La última vez que lo vi, cargaba con 4I ÅM[\I LMT Chivo. Suponía que esto se debía a que Vargas Llosa, meses atrás, había sido galardonado con el Premio Nobel. En cambio, cuando le pregunté, me contestó que la razón era que en esos días se cumplían los 50 años del ajusticiamiento de Trujillo. Yo siempre había estado esperando el momento propicio para releer 4I ÅM[\I LMT +PQ^W. Me vi tentado de bajarla del estante hace unos años, luego de aburrirme con la película que hicieron basada en el libro, en la que Isabella Rossellini interpretaba a Urania Cabral. No la bajé cuando me enteré que en el XIII Congreso de las Academias de la Lengua y el IV Congreso Internacional de la Lengua Española colocaron a 4I ÅM[\I del Chivo en el segundo lugar como una de las mejores novelas publicadas en los últimos 25 años, ni tampoco lo hice después de escuchar por Youtube el emotivo discurso que dio Vargas Llosa cuando recibió el Premio Nobel. Sin embargo, luego de intercambiar unas palabras con el librero ambulante, comprendí que había llegado el momento de bajarla del estante. Mi ejemplar, uno de los 10,000 impresos por Editora Taller que circularon para la edición espe-

cial dominicana, estaba lleno de polvo. Luego de limpiarlo, comencé a husmear en los capítulos, los diálogos y los pasajes que había subrayado, hasta que sin proponérmelo estaba leyendo de nuevo la novela. A diferencia de abril del 2000, cuando leí la novela en dos días, en esta ocasión me tomó un poco más. Sin embargo, la lectura N]M \IV IXI[QWVIV\M \IV Æ]QLI a tan vívida como la de aquella vez. Tras terminarla me volví a hacer la pregunta del millón de dólares que se siguen haciendo los intelectuales dominicanos: ¿4I ÅM[\I LMT Chivo es una buena novela? Aunque se trata más bien de ]V R]QKQW []XMZÅKQIT XIZI ZMNMZQZse a una obra literaria, me atrevo a opinar que es buena. Es más, es

novela tramposa, con una estructura que es un engañabobos”. Para Vargas Llosa, la era de Trujillo es tan fascinante que le resulta complicado dejar a un lado alguna anécdota o un dato histórico curioso del que quizás pudiera prescindir el ensamblaje de la novela. “El que mucho abarca, poco aprieta”, dice el refrán popular. La perfección está en la brevedad. Un poema es como un bonsái que uno puede podar a diario hasta lograr la perfección. Un cuento es como un jardín que uno también puede podar, regar y limpiar para dar la sensación de perfección. Sin embargo, 4I ÅM[\I del Chivo es una novela, por consiguiente, no es ni un bonsái ni un jardín, sino una selva. Vargas

“En 4I ÅM[\I LMT +PQ^W se revelan los mecanismos ocultos y sutiles del autoritarismo”. Ángela Hernández buenísima. Creo que Vargas Llosa es el único escritor vivo de nuestra lengua que está dotado con los recursos y registros narrativos necesarios para abordar y darle una forma totalizadora a la era de Trujillo. Resulta asombroso el esfuerzo que hace para capturar en sus páginas todas las anécdotas, datos biJTQWOZnÅKW[ a PMKPW[ LM M[I uXWKI Sin embargo, al contrario de otras novelas suyas, la estructura no está por encima de la cautivante historia que narra, al punto que en una entrevista que le hicieron a Roberto Bolaño, este alcanzó a decir lo siguiente: “4I ÅM[\I LMT +PQ^W es una

Llosa, machete en mano, hace lo posible por conducirnos del prinKQXQW IT ÅVIT LM TI MZI LM <Z]RQTTW sin que nos perdamos en el camino, y logra con dignidad y empeño la titánica y tolstoiana tarea que se propuso al escribirla. -V ÅV §K]nT M[ MT TMOILW LM esta obra?, ¿cuál es su trascendencia para la nuevas generaciones? Para responder estas inquietudes he entrevistado a seis personalidades relacionadas con el mundo literario dominicano. Se trata de Ángela Hernández, Arturo Victoriano, David Puig, Luis Beiro, Manuel García Cartagena y 53


Maritza Álvarez, quienes amablemente aceptaron mi invitación a responder mis inquietudes sobre esta novela y a los que quiero agradecer su buena disposición y cortesía. Espero que sus respuestas contribuyan a reactivar este debate que empezó hace ya 11 años. ¿Cómo ve 4I ÅM[\I LMT +PQ^W a 11 años de ser publicada? Ángela Hernández. Se trata de una obra importante y lo seguirá siendo por sus valores narrativos y porque su lectura nos lleva a pensar que las dictaduras hay que pararlas antes de que nazcan, cuando son solo un fantasma, un viento amenazante, un tufo ácido, la silueta de la sombra arquetípica. En 4I ÅM[\I LMT +PQ^W se revelan los mecanismos ocultos y sutiles del autoritarismo, aquellos que se gestan en la familia, en el funcionario y aun en el ciudadano estimado como respetable. La novela nos alerta sobre el totalitarismo y nos impele a escudriñar nuestra propia “mentalidad democrática”. Resulta de notorio interés los variados acercamientos que ofrece la obra a la realidad social y política de la República Dominicana, en particular para los extranjeros. Dos aspectos me cautivaron durante la lectura del libro, por la manera vivaz y honda con que se tratan. Primero, el machismo patente en nuestra cultura y cómo impregna la personalidad del dictador (de hecho, es una constante en los belicosos caudillos de las primeras décadas del siglo XX). Depravación política y perversión sexual son inseparables, se alimentan entre sí. Mario Vargas Llosa, 54

a través del personaje de Urania, retrata la humillación, violencia y menoscabo a que la tiranía redujo a las dominicanas, pese a las IXWTWOyI[ WÅKQITM[ LM TI JMTTMbI de la mujer dominicana –siempre asociada a rasgos hispánicos– y al aparente reconocimiento de su valía como madre y votante (potencial conservador). Segundo, el servilismo infame sin el cual ninguna tiranía se mantendría. Labilidad, adulonería, incluso autovejación, en los secuaces y cercanos colaboradores del dictaLWZ Y]QMVM[ TIJWZIV KWV MÅKIKQI a UMLZIV MV TW[ \MZZQ\WZQW[ LMT XWLMZ# pero también se advierten características no menos desconcertantes en el delator de poca monta y en MT KITQu# [M IK\ I KWV\ZI MT XZ~RQUW sin medir los daños, cumpliendo órdenes, por ascender de rango, por

dor dominicano sin que parezca acartonado, aunque algunos detalles del Trujillo de Vargas Llosa rayan en lo caricaturesco. Uno de los grandes aciertos de la novela es tomar a Joaquín BalaO]MZ KWUW XMZ[WVIRM 4I ÅO]ZI LM Balaguer en 4I ÅM[\I LMT +PQ^W tiene una gran importancia, al extremo que podría decirse que es coprotagonista de la novela junto a Trujillo. Con su aproximación a Balaguer como personaje literario, Vargas Llosa muestra un camino posible para la narrativa dominicana. Manuel García Cartagena. Siempre he creído que las efemérides son la peor manera en que uno podría intentar revivir aunque fuera una uña del exquisito cadáver de aquello que alguna vez se llamó “la” literatura. Puesto, pues, ante la necesidad de responder a tu pre-

“Lo que aquí estalló fue la hilarante puesta al desnudo de nuestra descosida consciencia simbólica.” Manuel García Cartagena una prebenda cualquiera. La terrible banalidad del mal, como lo llamaría Hannah Arendt, campea por los fueros del dominio totalitario. Arturo Victoriano. 4I ÅM[\I del Chivo es una de las novelas de tema dominicano más importantes de los últimos 30 años. A pesar de Y]M TI ÅO]ZI LM <Z]RQTTW M[ ]VI LM las más trabajadas en la literatura dominicana contemporánea, sino la más, Vargas Llosa logra dibujar un retrato convincente del dicta-

gunta sobre cómo sitúo a 4I ÅM[\I del Chivo, de Mario Vargas Llosa, ante la realidad literaria y social dominicana, 11 años después de su publicación, te diré que, por suerte (¿buena? ¿mala?), la sociedad dominicana se situó primero a la defensiva, como lectora, ante ese texto en el que, dicho sea de paso, Vargas Llosa no nos ataca, simplemente porque la carga político-semiótica de lo que cuenta ahí no estaba conÅO]ZILI XIZI Y]M M`XTW\IZI IY]y


Ángela Hernández

sino entre los lectores extranjeros. Me explico: lo que aquí estalló fue la hilarante puesta al desnudo de nuestra descosida consciencia simbólica, que cosechó lindezas como la de aquellos que “refutaban” la “veracidad” de lo dicho en esa novela, entrampados en la prosa casi periodística que el autor de La casa verde empleó para escribirla, quizás cediendo a alguna presión editorial, o quizás movido por la idea de que es así como hay que narrarle al “gran” público contemporáneo. Estallaron tres o cuatro “dueños de la historia”, a quienes, supuestamente, Vargas Llosa habría “plagiado”. Estallaron también dos o tres críticos literarios que, por haberse tragado el cuento de la trascendencia de la obra en cuestión, confundieron la ocasión con alguno de los escena-

Arturo Victoriano

rios “setentistas” en los que era de J]MV \WVW XZIK\QKIZ TI I]\WX[QI Ålológica de una novela exitosa son[IKIVLW TI[ XQÅI[ M QUXZWXQMLILM[ léxicas de ese texto, olvidando que, ni nuestra época posliteraria se presta para ese tipo de elucubraciones sin porvenir, ni la novela de Vargas Llosa fue escrita para demostrar que un escritor peruano es capaz de hacer literatura dominicana. Maritza Álvarez. 4I ÅM[\I LMT Chivo sigue siendo, 11 años después de su publicación, una novela de referencia para poder discutir en el aula el tema de la dictadura trujillista (como es mi caso). En las páginas de esta novela, los jóvenes pueden tener una referencia de una época contada de manera tal vez menos apasionada que otros autores, y formar su propio juicio

sobre un hecho que, como generación, les es ajeno. David Puig. Podría haber tomado un taxi para llegar a la Biblioteca del Instituto Cervantes de El Cairo, la ciudad en la que me encuentro. Allí, en un largo anaquel dedicado a las obras de Mario Vargas Llosa, seguro habría encontrado 4I ÅM[\I LMT Chivo en español, tal vez al lado de la versión en árabe. Hubiera podido refrescarme la memoria leyendo un par de páginas antes de regresar a casa y sentarme a ZM[XWVLMZ 8ZMÅMZW [QV MUJIZOW admitir que tengo un recuerdo impreciso de 4I ÅM[\I LMT +PQ^W y que tu pregunta me ha llevado a volver a plantearme las preguntas que me he hecho en distintas ocasiones desde que leí esta novela meses después de su publicación: 55


Manuel García Cartagena

¿Por qué se ha hablado tanto de ella en nuestro medio? ¿Será que no le he prestado la atención suÅKQMV\M' §,MJMZyI ^WT^MZ I TMMZTI' Leí 4I ÅM[\I LMT +PQ^W casi de un tiro, con placer, hace unos diez años, y la olvidé igualmente pronto. Tal vez por eso nunca me he sentido interpelado por los debates y las polémicas que generó el libro en la República Dominicana. Ahora, con la distancia, más que la escritura, las voces, las escenas y los diálogos, me viene a la mente la forma de la novela, la construcción con los tres puntos de vista que se van alternando. En otras palabras, de 4I ÅM[\I LMT +PQ^W guardo el marco, la estructura, el esqueleto despojado del resto. Me ha interesado más que 4I ÅM[\I LMT Chivo lo que han escrito sobre la República Dominicana del año 56

Luis Beiro

2000 a la fecha de hoy algunos escritores contemporáneos dominicanos. Lo mismo puedo decir de las páginas que le ha dedicado a Samaná el francés Jean-Noel Pancrazi. A estos autores he regresado con curiosidad varias veces a lo largo de estos años. Sus textos, que me han marcado, los siento cerca, vivos, enteros. Dentro de la extensa obra de Vargas Llosa, ¿en qué lugar colocaría 4I ÅM[\I LMT +PQ^W? Luis Beiro. Siempre he sostenido que Mario Vargas Llosa es el más técnico de los integrantes del llamado boom de la literatura latinoamericana. Incluso, una novela tan controvertida como 4I ÅM[\I LMT Chivo sobresale por su maestría narrativa, al reunir varias subtramas aparentemente disímiles, escritas

cada una con estilo propio y enTIbILI[ MV ]V [WZXZMVLMV\M ÅVIT mediante una conexión invisible en apariencia, pero que sorprende al lector y lo hace volver al texto con mirada mucho más reveladora. Además, Vargas Losa usa de manera indistinta la narración en primera, segunda y tercera persona del singular, y en ocasiones en pluZIT I[y KWUW MT Æ]RW LM KWVKQMVKQI lo que convierte a la novela en un experimento narratológico de sumo interés literario. No soy experto en situar una obra dentro del contexto social de determinado país o determinada literatura, por muy local que sea su tema. Estas cuestiones de la sociología y psicología literaria son ajenas a mis perspectivas como lector y, en todo caso, como escritor, aunque las respeto y las considero de gran


utilidad para entender algunos aspectos del proceso creativo. Ahora bien, desde el punto de vista técnico, creo que 4I ÅM[\I LMT Chivo, sin estar entre las novelas más difundidas de Vargas Llosa, mantiene en su estructura técnica, y con envidiable coherencia, los aportes literarios que han caracterizado su exitosa carrera literaria. Es un libro que se inscribe de manera tardía, pero no inferior, dentro de la serie de novelas que, sobre el dictador latinoamericano, publicaron autores pertenecientes al boom y al pre-boom como Miguel Ángel Asturias, Alejo Carpentier, Gabriel García Márquez, Carlos Fuentes y Augusto Roa Bastos. Maritza Álvarez. Dentro de la extensa obra de Vargas Llosa, la pondría en un quinto lugar. Me quedo con Conversación en la catedral,

de hechos históricos, de avivar y acercar la historia a la conciencia y sentimientos del individuo, del lector, implicándolo, de hecho, conduciéndolo a notar ardientes desafíos a la humanidad, al presente. Estas novelas nos fascinan y nos inquietan, fascinación e inquietud que perduran por la inusitada fuerza de las distintas caras del poder, en juego fatal contra el ciudadano y la comunidad. El escritor peruano es, sin lugar a dudas, un maestro de la narrativa contemporánea, que, además, se ocupa de compartir sus conocimientos, como queda establecido en Historia de un deicidio (1972) y Cartas a un joven novelista (1997). Manuel García Cartagena. Todo depende del punto de vista. Si hablamos de estilo, la pon-

“Una novela tan controversial, como 4I ÅM[\I LMT +PQ^W, sobresale por su maestría narrativa.” Luis Beiro

La ciudad y los perros, Los cuadernos de don Rigoberto, y sus ensayos, que nos muestran al intelectual y su visión de la vida. Ángela Hernández. 4I ÅM[\I del Chivo está entre las cinco mejores novelas de Vargas Llosa. Junto a 4I O]MZZI LMT ÅV LMT U]VLW (la mejor para mi gusto) y El sueño del celta, constituye un núcleo memorable de escritura en la que su autor muestra su capacidad de investigación, su maestría en construir KWVUW^MLWZI[ ÅKKQWVM[ I XIZ\QZ

dría entre las obras que escribió al principio de su carrera, junto con sus cuentos más o menos pornoOZnÅKW[ a W\ZW[ LQ^MZ\QUMV\W[ Y]M revelan al columnista periodístico que era Vargas Llosa en aquella época. 4I ÅM[\I LMT +PQ^W tiene, en efecto, el mismo tono de las crónicas sociales: llena de descripciones, chismes, anécdotas y numerosas intrigas entrelazadas de manera tal que la lectura resulte amena a quienes solo quieren pasar el rato. Desde el punto de vista de la es-

tructura, está más cerca de La ciudad y los perros, donde se nos cuenta una historia que, comparativamente hablando, podría ser para un peruano tan cruda y terrible como lo es la de la tiranía de Trujillo para un dominicano, aunque, insisto, esta última es una gran novela y 4I ÅM[\I LMT +PQ^W, desde el punto de vista literario, está muy lejos de la gran producción narrativa de Vargas Llosa, sobre todo si entendemos por literatura una práctica ideologizada de la lectura-escritura dotada de cierto grado de autonomía como forma institucionalizada de la expresión cultural. Y no es únicamente por efecto de algunos errores de perspectiva histórica y cultural que afectan el marco escogido por Vargas Llosa para La ÅM[\I LMT KPQ^W, pues, si te ÅRI[ ¹MZZWZM[º LM M[\M \QXW [WV TW[ que hacen precisamente la grandeza de una de su obras maestras: 4I O]MZZI LMT ÅV LMT U]VLW Es incluso muy probable que lo que echo de menos sea precisamente la falta de aquella grandeza a la que nos había acostumbrado el maestro de +WV^MZ[IKQ~V MV TI KI\MLZIT No la veo en ninguna parte en 4I ÅM[\I del Chivo, y creo que lo mismo le pasa a muchos lectores dominicanos que conozco. Arturo Victoriano. Esta es una pregunta difícil porque implica hacer una escala valorativa, algo que en literatura resulta un tanto cuesta arriba. Sin embargo, yo diría que 4I ÅM[\I LMT +PQ^W es una obra intermedia en la producción de Vargas Llosa. Intermedia en el sentido en que no se acerca a sus grandes novelas como La casa verde o Conversación en la catedral, pero tampoco se puede catalogar 57


en lo absoluto como una obra fallida. 4I ÅM[\I LMT +PQ^W es, en mi experiencia tanto docente como de conferenciante, una de sus novelas más populares para el público en general. Para muchos, es la novela a través de la cual conocieron algo de la República Dominicana, en muchas ocasiones por primera vez. ¿Considera que 4I ÅM[\I LMT +PQ^W sirve como clausura de una época o como apertura de un género –que por falta de nombre llamaré trujillología– que incluye memorias, documentos y narraciones relacionadas con el dictador? Manuel García Cartagena. 0M IXZMVLQLW I LM[KWVÅIZ LM TW[ juicios positivistas que pretenden siempre jalonar de alguna manera un corpus o un campo radicalmente inefable como lo es el literario. No olvidemos que lo mismo que algunos críticos y opinantes más o menos profesionales pretendieron hacer respecto a la novela del dictador con el Otoño del patriarca, de Gabriel García Márquez, otros pretenden hacerlo ahora con La ÅM[\I LMT +PQ^W respecto a la narrativa “trujillológica”. Ese tipo de reduccionismos revelan siempre en aquellos que los utilizan el deseo de controlar la historia asignándole unos límites y un sentido que parezcan ser lo más “claros” posibles, aunque se contradigan casi siempre. No obstante esto, sí considero XW[QJTM IÅZUIZ XWZ W\ZI XIZ\M Y]M la publicación de esta novela acabó de quitarles la venda de los ojos a numerosos escritores dominicanos respecto del viejo mito de la supuestamente “escasa rentabilidad” de nuestra historia nacional como ma58

\MZQI XZQUI XIZI KWV[\Z]QZ ÅKKQWVM[ de valor universal. Sin ánimo de establecer relación de causa-consecuencia entre una cosa y otra, considero que se podría medir en términos porcentuales el incremen\W LM ÅKKQWVM[ PQ[\~ZQKI[ X]JTQKILI[ en nuestro país luego de 4I ÅM[\I LMT Chivo, XIZI T]MOW IÅZUIZ KWV \WLI seguridad que ha habido lo que podría llamarse un efecto ÅM[\I LMT +PQvo entre nosotros, el cual propició la multiplicación de, como dices en tu pregunta, “memorias, documentos y narraciones” relacionados con la ÅO]ZI LM <Z]RQTTW I TW Y]M PIa Y]M agregar desde hace algunos años algunas películas que han llevado al cine novelas como la misma La ÅM[\I LMT +PQ^W y En el tiempo de las mariposas, basada en la obra homónima de Julia Álvarez.

XIZ\M Y de aquellos años en que el texto era la mejor defensa o el peor ataque de la obra en él y por él expresada, ya sólo nos queda la isla de un recuerdo perdido en medio del vasto océano de la nostalgia. Luis Beiro. Si 4I ÅM[\I LMT +PQvo le ha dado o no vigencia al país en otras latitudes, o si dicha novela clausura o no una determinada corriente literaria, es un tema ajeno a la manera en que enfrento la crítica y el pensamiento literario. Los temas, ya bien genéricos (amor, O]MZZI \ZIQKQ~V W M[XMKyÅKW[ VIZKW\ZnÅKW LQK\ILWZM[ UQOZIKQ~V no determinan la permanencia en el tiempo de una obra literaria, ni se relacionan directa o indirectamente con su legado. Esa es, modestamente, mi consideración. La novela, el cuento, el teatro y la

“Los escritores contemporáneos dominicanos parecen haber decretado una moratoria conjunta sobre la era de Trujillo.” David Puig Pero estas, precisamente, son las obras que demuestran que la era posliteraria ha comenzado a manifestarse entre nosotros. Ya no son las tesis, ni la propuesta estética, ni su relación con el campo cultural inmediato o con una o varias tradiciones de escritura, ni ninguno de los criterios propiamente literarios los que se toman como punto LM XIZ\QLI XIZI KWVÅZUIZ W VMOIZ el valor de una obra, sino W\ZI KW[I En nuestra época, “la” literatura ha sido condenada a medrar en otra

XWM[yI [WV OuVMZW[ LM ÅKKQ~V Y]M solo se amparan en la ciencia de la literatura. Claro que hay quienes estudian la literatura desde otras perspectivas ajenas a los resultados técnicos de la obra en cuestión, estudios que, como dije anteriormente, son muy valiosos y necesarios. Pero ese no es mi caso. Arturo Victoriano. Lo que llamas “trujillología” (dicho sea de paso, me gusta el nombre) es un campo fértil, un género que incluye todas esas formas que men-


David Puig

cionas, así como otras más tales como documentales, películas, canciones. 4I ÅM[\I LMT +PQ^W no es ni apertura ni clausura, sino un PQ\W QUXWZ\IV\M MV M[\M ÅT~V VIrrativo prácticamente inagotable que es el trujillismo, Trujillo y la trujillología. David Puig. Muchos países tienen conjuntos de textos equivalentes a nuestra “trujillología”. Hay momentos históricos traumáticos que, por su impacto, marcan a varias generaciones. Por su intensidad y su brutalidad generan escritos que son necesarios para entender y recordar lo sucedido. El problema surge cuando estos textos se vuelven, además de repetitivos, dominantes. Tomemos, por ejemplo, el caso de la India

Maritza Álvarez

en el que la independencia de 1947, la partición y sus devastadores efectos humanos, generó una vasta literatura en inglés. Solo recientemente, con la aparición en las últimas dos décadas de escritores y de lectores cuya relación con ese momento histórico es más tenue, la literatura se ha ido alejando progresivamente del tema haciéndose al mismo tiempo más diversa. La “trujillología” tiene la particularidad de tener dos caras. De un lado, tenemos una producción nacional en la que sobresale la historia, el ensayo y el testimonio. Del otro, una vertiente internacional en la que se ha destacado casi exclusivamente la novela en los últimos veinte años. Ambas caras se

retroalimentan en un circuito comercialmente rentable que parece una variante intelectual del sistema de las zonas francas. Las novelas publicadas en el exterior del país sobre la era de Trujillo se nutren de la materia prima generada dentro de la isla: anécdotas, documentos, libros de historia. Estos insumos locales se procesan fuera para presentarse bajo la forma de novelas que debidamente empaquetadas, reseñadas y premiadas, circulan por todo el mundo. En la República Dominicana, estas novelas se consumen con avidez y contribuyen a relanzar cada cierto tiempo la curiosidad y el debate sobre la era de Trujillo. Estas novelas han tenido una muy buena acogida internacio59


nal. En las librerías de publicaciones en inglés de El Cairo es probable que, aparte de la guía Lonely Planet, Dominican Republic/ Haití, las únicas tres obras que encuentre sobre la República Dominicana sean En el tiempo de las mariposas, LM 2]TQI ÎT^IZMb# 4I ÅM[\I del Chivo, de Mario Vargas Llosa, y La breve y maravillosa vida de Oscar Wao, de Junot Díaz. La novela de Vargas Llosa es una pieza destacada de este conjunto de noveTI[ ,MÅVQ\Q^IUMV\M VW TI T\QUI como lo demuestra el éxito global

se han volcado a su presente para darle forma a las vidas que tienen en frente. No se trata obviamente para ellos de borrar la memoria, de olvidar lo sucedido, sino de escribir la página presente de una historia que sigue avanzando. Y creo que muchos lectores están dispuestos a escucharlos. Maritza Álvarez. No, no creo que 4I ÅM[\I LMT +PQ^W clausure una época. Creo que aquí hay una “trujillología”, como tú la llamas, y en nuestras librerías podemos encontrar muestras. Personalmente no es

“Creo que aquí hay una ‘Trujillología’ y en nuestras librerías podemos encontrar muestras.” Maritza Álvarez. del libro de Junot Díaz publicado varios años después de 4I ÅM[\I del Chivo. Sospecho, sin embargo, que las cosas ya están cambiando dentro como fuera del país. En el exterior, Jean-Noel Pancrazi ha demostrado con dos novelas publicadas por Gallimard en Francia que el presente de nuestro país es para un escritor extranjero igual o más excitante que los años cincuenta del siglo pasado. En ninguno de sus dos libros de unas doscientas páginas siquiera menciona el nombre de Trujillo. También dentro de la isla hay signos de cambio. Los escritores contemporáneos más interesantes de la última década parecen haber decretado una moratoria conjunta sobre la era de Trujillo. Todos 60

mi tema favorito, pero sí entiendo que es saludable que sea abordado desde diferentes perspectivas: por los que vivieron la tiranía, por aquellos a quienes apasiona el tema, por historiadores, etcétera. Eso es más saludable para los jóvenes que ya están a 50 años de dis\IVKQI a KWV\ZQJ]QZn I LM[UQ\QÅKIZ TI ÅO]ZI LM <Z]RQTTW Ángela Hernández. Veamos unos puntos que, siendo contradictorios, se complementan. 7RITn 4I ÅM[\I LMT +PQ^W clausurara en lo posible el tema. Existe ya una excelente y variada literatura sobre el dictador. (Recordemos que autores dominicanos como Marcio Veloz Maggiolo y Pedro Peix han trabajado esa época de manera brillante.)

-V TW[ T\QUW[ I}W[ TI XZWL]Kción de libros sobre la era y sobre Trujillo abruma. Ahíta. ¿Por qué la demanda, por qué venden? Despierta un cierto horror la cantidad de personas que apenas logran disimular su oscura fascinación por la personalidad del déspota y la conducta de sus estrechos colaboradores. Fascinación que comunica “exceso”, “importancia”, como si no atináramos a ser visibles en el panorama mundial por miles de otras razones del presente. (Nuestra sociedad no está exenta de añoranzas de polaridad extrema y control tiránico, hay que preguntarse sobre la naturaleza de las mismas.) 5I[ XWZ W\ZW TILW TW[ LMUWVQW[ PQ[\~ZQKW[ KWUW TW[ LMÅVM MT propio Vargas Llosa, tienen vida MV V]M[\ZI X[QY]Q[# ÆW\IV [M ÅTtran o se agazapan en las historias de los otros. A menudo, se nos imponen. Y Trujillo parece constituir el peor y más persistente de nuestros demonios históricos. De UWLW Y]M I ÅV LM K]MV\I[ MT X]Vto de saturación social o literaria luce impredecible. La obsesión, la curiosidad, el demonio histórico, su sombra o su hálito, se proyectan en los pavores del presente. 4W[ R~^MVM[ Y]M M[\nV []ZOQMVdo, cuyas marcas pueden seguirse en los concursos literarios de los últimos cinco años, parecen inmunes a la viscosidad de Trujillo. Fabulan por unos derroteros bien distintos. De seguir como van, pronto sorprenderán como corriente. Frank Báez ha publicado Jarrón y otros poemas, Págales tú a los psicoanalistas y Postales. Con este último libro ganó el premio Nacional de Poesía Salomé Ureña 2009.



Rey Emmanuel Andújar

Mirtilio Post La ficción emana a la luz de los recuerdos familiares del devenir de los dominicanos tras la dictadura de Trujillo, bajo un triunfalismo de hazañas que quedaron grabadas en la memoria, y se envuelve en las estelas de los 12 años de Balaguer y la poblada de abril de 1984. Los hechos marcan el rumbo errante de una parte de una nación dispersa y etiquetada como diáspora.

Ilustraciones: Carlo y Javier Reyes 62


I.

En la historia según Sor María, el retrato del Jefe había desaparecido de la sala mucho antes que yo viera la luz. Mirtilio, asimilando muy mal la pérdida del líder, se mantuvo aferrado a lo fatuo mediante la repetición de tradiciones orales que llenaban noches de apagón durante la dictadura subsiguiente. Decir que éramos pobres es poco si se toma en cuenta que la casa sobrevivió al ciclón David gracias a los parches de cajas de arenques, latas de aceite aplastadas y planchas de zinc podrido. Este es un lugar común en mi proyecto literario. La única que en verdad trabajaba era la Buela, llevaba las riendas de un próspero negocio de sastrería que uniformaba infantes, celebraba quinceañeras y hacía lucir paupérrimos pero honrados a los covachuelistas. Es imposible sustraerme del peso de M[I PMZQLI# PIa Y]M K]QLIZ[M LM Y]QMVM[ WLQIV W admiran la pobreza. Nosotros buscamos la ma-

das mientras dominicanos contra dominicanas se atropellaban a merced de una política atrasada y con inclinaciones al avivamiento de la fortuna personal mediante lo ajeno. 4I XQÅI LMT 8IZ\QLW :M^WT]KQWVIZQW I^Q^~ TI llama dentro del pecho de Mirtilio, quien aprovechó para opinar que lo que hacía falta en ese país (estaba demostrado) era la mano sabia del Hombre, quien además de estar ya un tanto decrépito, como el dictador que describiera el mejor de nosotros en tantas novelas, también era ciego. ¡Ciego! Gritó María Magdalena, también hija de 5QZ\QTQW Y]QMV R][\QÅKIJI MT IUWZ XWZ MT ZMNWZUQ[mo contando con un puesto que supuestamente le tocaba por la fe que había impartido toda su vida hacia el Hombre. En la escuela nos hablaban de dios e imaginábamos a un viejo barbudo, blanco, tomando decisiones para entretener el tedio. Poco antes de quedarse totalmente solo (las ratas, o sea, mis tías, abandonando el barco), Mirtilio confesó que él no creía en Dios y que si existía algo como tal, era una aleación celeste entre Trujillo y Balaguer. La Buela balanceó la casa como pudo y aunque no hubo bicicletas ni muñecas siempre apareció el XM[W XIZI Y]M TW[ ÅVM[ LM [MUIVI el nene pudiese ir a jugar una hora de maquinitas en la avenida Mella. Cosa más grande. El asunto era triste. Las tías, que habían durado hasta los noventa esperando alguna canonjía, se cansaron y pusieron en práctica un plan infalible de escape. Después de hartarse de comida ponían la consola de Mirtilio a todo lo que daba para escuchar una emisora santiaguera que pasaba Tres Patines y luego una radionovela. Uno de los dramas cubanos fue que permitió a María Magdalena tramar una estrategia para poner pies en polvorosa. Mientras, Mir\QTQW Y]MUIJI TW[ KIZ\]KPW[ ÅVITM[ LM W\ZI MZI" consiguió un trabajo nada más y nada menos que MV MT WKI[W LM TI[ WÅKQVI[ LM 7VI\ZI\M Un recuerdo que guardo certero es el de un [nJILW MV LWVLM MT ^QMRW UM TTM^~ PI[\I [] WÅKQna. Años después de ese fracaso, la literatura me regaló la melancolía y se hizo difícil no leer El

A Balaguer le excusaba la locura de sangre de la Banda Colorá (Oh Macorís what have you done to us!) porque había construido el Faro. nera de sortearla porque decir que estábamos mal era poco. Anduvimos arrastrando el bate. Sor María cuenta que comíamos trozos de batata con asadura mientras Mirtilio, quien había visto la Gran Era pasarle por encima, matizaba la vergüenza contando que Balaguer le pagaría el doble los favores que venía haciendo desde el Partido de la Palma y luego el Reformista Colorado. Las cosas bregaron de otra manera. Durante el break dictatorial, Salvador Jorge Blanco movió ÅKPI[ NWZbILI[ a TI KWUM\Q~ ÅZUIVLW MT IK]MZLW con el Fondo Monetario Internacional que nos dejó tanto más perjudicados. El desorden civil sorprendió a la media isla una tarde de playa. Fue la primera vez que escuché disparos. Me vi de súbito izado por entre tortas de harina y espinazos y rodajas de limón y mujeres gordas y sala-

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astillero sin pensar en Mirtilio y los hombres que con él jugaban Tresidós y compartían tragos de ron Cara de Gato para masticar la miseria y la mentira de las once de la mañana. Recuerdo por las tardes, poco antes de que el viejo llegara, al reguero de tías reunido alrededor de la Buela para despotricar en su contra. Entraban al cuarto a desordenar las fotos en blanco y negro del Generalísimo y los miles de símbolos y souvenires de una era (un pañuelo manchado, postales de correo de la Feria de la Confraternidad, insignias rotas y oxidadas), de un pasado que Mirtilio man\MVyI MV ]V IT\IZ ÆW\IV\M ]V IZWUI LM JMZZ~V canela y sebo de Flandes. Para llegar a Onatrate el viejo debía atravesar la ciudad. Gracias a la tesis del “padre de familia”, que permite a cualquier ciudadano abusar de las razones de la lógica para buscársela, el sistema de transporte en la República era un misterio cerca del caos. Después de caminar como loco y ceder ante una confusión de guaguas, rutas y carros públicos, Mirtilio llegaba a los alrededores del estadio Quisqueya y respiraba hondo ante los autobuses de manufactura brasilera que se dejaban asediar por agua, [WT a [MZMVW 4TMOIJI I ]VI WÅKQVI LM sucios cristales en donde otro anciano, fotograma del néctar de la derrota, sintonizaba resultados de Grandes Ligas o algún discurso paKQÅKILWZ ) TI[ V]M^M a UMLQI T]MOW LM N]UIZ[M media cajetilla de Casinos, Mirtilio enviaba por los cuatro periódicos, café, y los archivos de las rutas del 77 (año de gran tribulación). El otro viejo decía sí señor y se iba renqueando de a poco, dejando a Mirtilio cada vez más solo en ese desierto de pelusas, arañas tejedoras y bruscas cuentas por pagar. Tarde y ensopado de sudor, Mirtilio llegaba IT PWOIZ 4I WLQ[MI LMT \ZnÅKW Y]M TW LQTI\IJI en la tripa de la ciudad le permitía la confección detallada de mentiras con las que entretendría noches a lo oscuro. Los apagones eran como de veinte horas. Al ver a mis tías indispuestas, el viejo buscaba mis oídos y ya no había cómo escapar de sus inventos. El delirio no tenía parangón: según Mirtilio, Balaguer iba a estar visitando

las “instalaciones” e iba a conceder ascensos. El viejo anunciaba que había que prepararse porque dentro de poco tendríamos un Caprice Classic con chofer y de seguro nos mudaríamos a uno de TW[ MLQÅKQW[ Y]M MT 0WUJZM QJI I QVI]O]ZIZ U]a pronto en la avenida España o sus alrededores. Sí, el lugar era Villa Duarte y la época, como se dijo, los noventa. La locura del Faro a Colón se había establecido, poniendo de moda las palabras Desalojo y Esperanza. En una de sus tardes más eufóricas, Mirtilio envió por cartulina y escarcha para hacer un letrero que rezara Balaguer el Inmortal y así entregarse a uno de los tantos mítines de inauguración. Una de las tías metió las cuatro y pasada de fresca pronosticó que no tendríamos apartamento ni nada y que eso de estar construaMVLW ]V KI\INITKW XIZI PWVZIZ TI ÅO]ZI LMT KWVquistador era tan solo un deseo cojo de también celebrarse su Feria de la Confraternidad. “Porque

Trujillo nos empujó al paso errante y a un desequilibrio de sazones que no consuela el mar tricolor.

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si Trujillo tuvo una yo también puedo”, dijo la tía que Balaguer decía. La tabaná con la mano volteada no se hizo esperar y rodando, la tía María Kirsa llegó hasta Curazao y su senda fue seguida por la ya mencionada María Magdalena y luego por Sor María, la verduga que de cuando en vez me refresca esta historia.

II. La muerte de Mirtilio me sorprendió por los Nuevayores en donde empezaba a garabatear la pantalla para entregarme a una locura literaria. No supe en verdad si quise ser escritor, yo siempre lo que quise fue ser famoso y algo me dijo bien por dentro que con la tendencia que iban tomando los acontecimientos, como escritor yo no iba a llegar nunca a una primera plana. Todavía la autogestión cibernética no había nacido. De haber sabido que existirían cosas como Facebook, me hubiese


preparado mejor en el campo tecnológico. Pero me tiré a la calle nuyorkina a bregar de la manera más tercermundista posible y hay como para llenar un álbum, historias de circos y teatros de tercera en donde pasé tantas noches de arrebato, hay puentes por abajo, vagones subterráneos, sábados, apartamentos cajas de fósforos, hombres, colombianas, comida china y muy poca literatuZI +WUW \WLW M[KZQ\WZ ILWTM[KMV\M LM ÅMJZM UM lancé a matar al padre pero, ¿cómo muere un espectro? Para acabar con el enemigo habría que conocerle sus contornos, pero un fantasma es lo peor de los espejos. Por obviar la contundencia, esta no tiende a lo terso. Dolor si hubo queda… lo mismo dicen del amor. Para acabar con Mirtilio tenía que apuntar muy atrás y los escritores de la Patria se ocupaban en mantener la zarza trujillista coleando mediante libros, coloquios y documentales. Durante el peor invierno del autoexilio escribí mi primer cuento y Balaguer no había muerto. Fue quizás el darme con el puño de lo real lo que me tiró a la KITTM KWV Un[ N]MZbI# ITTy IUXTQu UQ[ ZIyKM[ Y]Q[M

alejarme de todo lo dominicano, todo lo que me recordara la Triada: Trujillo-Mirtilio-Balaguer. ,MKQLy Y]M MT UMRWZ \ZI\IUQMV\W XIZI M[M ÆIOMTW era el olvido. Me hice socio de un club de películas uruguayas, cogí dos clases de yoga, cinco de kung fu y conocí el kush. Qué humo, qué viernes, qué otoños en la 14. Por años me las ingenié para navegar por entre la jungla de los verbos sin tener que mencionar los nombres de quienes se abrieron paso por entre la conciencia de una dominicanidad abatida por la memoria, la sangre y la UIKIVI# VWUJZM[ XIZI Y]QMVM[ TI[ KWV[\Q\]KQWVM[ eran pedazos de papel manchado, inútil. Para mi sorpresa, logré componer dos o tres historias que []X]M[\IUMV\M WJ^QIJIV MT XI[ILW 1V[]ÆILW XWZ esa mínima victoria y por el suero de la juventud (el estado más bello e insolente), despotriqué, y no de manera tímida, contra los homólogos que aliUMV\IJIV ÅKKQWVM[ KWV TI[ UQTM[ LM IVuKLW\I[ MV donde el Generalísimo mandaba a resolver con un bicornio en una mano y una copa de Carlos Quinto en la otra. Se me hizo inevitable prestar atención a estos cuentos sin llegar a la conclusión 65


de que todas estas historias eran idénticas a las que hilvanaba Mirtilio. El viejo no estaba solo en la creación de mitos y leyendas. La pregunta me asalta cada vez que creo un personaje, cada vez que trazo una línea dramática, ¿será posible escribir Patria sin ensuciarme la boca?

III. La pregunta me arrastra hacia Dominicana. Cuando Nueva York se convierte en una complicación de vodka, lágrima y corazón. Cuando Nueva York regresa en estos inviernos aletargados y holandeses. Cuando crees que eres feliz porque ese otro cuerpo ronca tranquilo entre juegos de sábanas coloradas y eres consciente del café tibio, amargo, entonces, regresas.

IV. Vagando por mi vecindad, la zona colonial, con las piernas cenizas gracias al invierno del que lograba escapar, paré por casualidad en la librería Trinitaria y abusando del cliché, le pregunté a la dueña, ¿por qué escribir sobre Trujillo, sobre Balaguer? ¿Por qué nadie escribe sobre Mirtilio, sobre los millones de Mirtilios? ¿Habrá cómo resKI\IZ[M' 4I [M}WZI JI}ILI LM ]VI QVÅVQ\I XIciencia ante el temblor de mi rodilla derecha de escritor joven, caribeño y por lo tanto triplemente patético, me aplacó en una mecedora ilustre (se habrían sentado allí gente como Tony Raful, Manuel Rueda, Vargas Llosa) y me quemó la lengua con un café. Desde esa ardiente impaciencia me dejó saber que aunque veinte años no eran nada, treinta y pico sí eran algo. Obviar que esa realiLIL VW[ LMÅVyI MZI QV \QT *MVLMKQLW XWZ TI ZM[Wlana regalando un clima que me hacía olvidar la contundencia del bajo cero, fui testigo de la vida cayendo en su sitio como un juego de Tetris. Era cierto lo que decía la historia según Sor María: bienvenida sea la democracia y hay que celebrarla, aunque de manera lamentable hoy día seamos testigos de un esquema de barrabasadas. MirtiTQW R][\QÅK~ TW[ M`KM[W[ LM <Z]RQTTW IKTIZIVLW Y]M este había creado el Estado dominicano, a Balaguer le excusaba la locura de sangre de la Banda Colorá (Oh Macorís what have you done to us!) porque había construido el Faro y las hileras de 66

multifamiliares y porque nos había rellenado a fundas de granos de arroz y aceite del malo. Dije que éramos, somos pobres y, por lo tanto, estamos desautorizados a dar consejos. Pero en las noches a punto de congelación de un apartamentito en South Bronx, alrededor de una fogata de pasaportes, mis tías suelen reunirse comandadas por Sor María la mayor. Rememoran allí los grandes días de la miseria de Mirtilio. Carcajean las camajanas al compás de merengues de Wilfrido y [][ *ML]QVW[ JIQTIV PI[\I MT I[Å`QM KWV TW[ 5Iyimbes Villalona y Santos, le encuentran sentido a la diáspora al reconocer que el desorden Trujillo nos empujó al paso errante y a un desequilibrio de sazones que no consuela el mar tricolor que se agita para anunciar la democracia entre fronteras de ceremonia y caída. Rey Andújar es autor de varios títulos de narrativa y performance. Su novela Candela, publicada por Alfaguara, fue premiada por el Pen Club de Puerto Rico como uno de los mejores libros de 2008; con la colección Amoricidio recibió el Premio de Cuento Joven FIL-2007. La Editora Nacional recién ha publicado Saturnario, Premio de Literatura Ultramar 2010, versión cuento. Es candidato al grado de doctor en Literatura en el Centro de Estudios Avanzados de Puerto Rico y el Caribe.



Ylonka Nacidit Perdomo

La vanguardia feminista y la conquista del derecho al voto Aunque el tirano se abrazó de las consignas de las sufragistas para agenciarse el primer voto de las dominicanas, la verdad es que las integrantes de la vanguardia de la Acción Feminista Dominicana, vivieron la disyuntiva luego del triunfo de su lucha por la emancipación: la construcción de la mujer como sujeto político versus la política de Estado hacia la mujer, ya que aun cuando ejercieran el derecho al voto no eran con autonomía copartícipe del poder, a pesar de tener una representación mínima, ínfima en las Cámaras Legislativas. Fotos: Cedidas por la autora


I.

La emancipación femenina: una lectura sobre los derechos de la primera generación “En 1793, sólo hubo un voto contra la supresión de los clubes de mujeres, consideradas como un peligro para la república. Los diputados tuvieron que contestar estas tres preguntas: ¿Debemos permitir las agrupaciones de mujeres en París? ¿Pueden las mujeres poseer derechos políticos y tomar parte activa en los asuntos del gobierno? ¿Pueden las mujeres deliberar, reunidas en asociaciones políticas o sociedades populares? La respuesta de los miembros de la Convención a estas tres preguntas fue un no masivo que instauró la “muerte política” de las mujeres, mientras el Código Civil preparaba su “muerte civil”. (“Las mujeres en la Revolución francesa”, Cuadernos Mujeres de Europa, núm. 33, 1991).

víctimas por este “atrevimiento” de la violencia institucional desde el Estado, convertido por su clase hegemónica, la burguesía, en un aparato represivo dotado de racionalidad propia, y con capacidad de acción para reproducir la opresión y exclusión contra las mujeres. Es así, como surge el derecho patriarcal, centralizado en el poder y su individualización, en un momento histórico ligado a una crisis política: la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano (1789), en la cual el sujeto mujer no existió como categoría jurídica, pero sí como un ente para la coerción. El reordenamiento de los derechos civiles y políticos de los ciudadanos vendrá siglos después, cuando el fenómeno de las luchas de las mujeres alcance mayores niveles de protesta, sobre todo, la clase trabajadora de mujeres de las factorías en Inglaterra y New York, que aportaban su mano de obra por ]V [ITIZQW QV[QOVQÅKIV\M IT XZWKM[W de acumulación originaria y a la generación de plusvalía. La emancipación femenina puede ser vista como la lucha de las mujeres contra el sistema de valores genéricos de una ideología dominante: el patriarcalismo, así como un cuestionamiento del “paradigma hombre”, de la noción individualista de la tradición occidental de los derechos humanos, o bien, como un cuestionamien\W LM TI[ QV[\IVKQI[ M[XMKyÅKI[ a M[XMKQITQbILI[ variadas y complejas, que representaban el orden del Estado burgués capitalista. La historia de las movilizaciones femeninas de los siglos XVIII y XIX se cuenta, paralelamente, a través de la práctica de la violencia (violencia física y violencia simbólica), consistiendo esta última en la coerción de la ley a través de “hacer una cosa o no hacerº ¿Qué no podían hacer las mujeres?, asociarse para reclamar su LMZMKPW IT ^W\W Y]M [QOVQÅKI [] KIZ\I LM KQ]dadanía, y, por ende, el reconocimiento de su personalidad jurídica. Las luchas de las mujeres obreras de la indus\ZQI \M`\QT LM 6]M^I AWZS MV [QOVQÅKIZWV romper la hegemonía del Estado capitalista, su

La emancipación femenina plantea para las teóricas del feminismo un problema de tipo epistemológico y político. Las mujeres que hicieron la revolución en el siglo XVIII lucharon contra el Estado-nación europeo recién constituido desde dos perspectivas: contra su modo de producción que incluía la lucha de clases, y contra la opresión genérica de la desigualdad, ya que el Estado de una manera totalizante, era excluyente de ese conglomerado, y lo KWVÅVIJI [~TW I TI ^QLI XZQ^ILI La emancipación femenina plantea para las teóricas del feminismo un problema de tipo epistemológico y político, puesto que presenta un choque de contradicciones y una separación entre el hombre versus mujer. Las mujeres francesas que marcharon sobre Versalles el 5 de octubre de 1789 problematizaron una compleja ecuación de correlación de fuerzas: el problema de la representatividad legal o formal y el poder de los ciudadanos, siendo

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“legalidad” opresiva, y la forma “democrática” de manifestar la coerción. El movimiento de las mujeres por sus derechos civiles y políticos fue, a su vez, una lucha de clases contra una forma autoritaria que protegía a la propiedad privada como su único evangelio y a la libertad de los ricos como principios universales arraigados. Así encontramos que en 1875 predominaba en Europa la idea expuesta por el noruego T. H. Aschehoug de que: “El sufragio [...] debe ser reservado a los ciudadanos que tienen discernimiento suÅKQMV\M XIZI KWUXZMVLMZ Y]QuVM[ X]MLMV TTMOIZ I ser sus mejores representantes, e independencia suÅKQMV\M KWUW XIZI [MZ ÅMTM[ I [][ KWV^QKKQWVM[ MV esta materia”. Recordemos que en la dominación burguesacapitalista, lo determinante es el lugar de la reproducción de las ideas, por lo cual, el derecho burgués hizo una separación descriptiva entre lo público y lo privado. Al concederle el derecho al sufragio a la mujer el Estado pretende darle consistencia a su legitimidad, que consiste en mantener un conjunto de relaciones con todo el sistema social. Sin embargo, el derecho al sufragio, el voto de las mujeres en el siglo XX VW [QOVQÅK~ VQ PI [QOVQÅcado aún la abolición de las desigualdades en el dominio del poder político. Aparentemente, el voto ha sido un “ juego de compromiso” variable para marchar hacia el reconocimiento de los derechos humanos de las mujeres, a través de la organización, las movilizaciones y la participación. Los derechos civiles y políticos de TI[ U]RMZM[ TM KWVÅMZMV I u[\I[ ]V M[tatus dentro de la comunidad, ya que el sufragio universal igualitario femenino, deja de lado la condición de clase-inferior con la cual habían sido estigmatizadas, y era, a su vez, una manera con fundamento ideológico de hacer justicia social. Sin embargo, es importante indicar que, la impetuosa democracia de masas del siglo XIX no [QOVQÅK~ \IUXWKW ]VI democracia equitativa y que el ejercicio político de los votantes es sólo una

posibilidad abstracta de que las clases actúen en igualdad de condiciones. La mentalidad liberal MRMUXTQÅK~ I \ZI^u[ LMT []NZIOQW MT ¹XZQVKQXQW LM la representación funcional” y, por ende, de un nuevo orden. La emancipación femenina es heredera de la Declaración de los Derechos de la Mujer, dedicada a la Reina, que proclamara en 1791 Olympe de Gouges, cuando expresó en el Artículo primero que: “La mujer nace libre y permanece igual al hombre en derecho. Las diferencias sociales solo pueden basarse en la utilidad común”. II. Constituciones nacionales La Constitución de la República Dominicana y el ordenamiento jurídico nacional plantean una estructura lógica para su aplicación que parte del “principio de la efectividad” que desarrollara Kelsen en su General Theory of Law and State (1949), ya que la ejecución de la misma se encuentra en su ulterior validez como derecho positivo. Esto así, porque el principio fundamental de una norma es, conocer si su praxis es observada en sus líneas generales, de modo que, todo texto legal es siempre además de “doctrina pura” una indagación sociológica de la efectividad de la voluntad política para su aplicación. -V ÅTW[WNyI LMT LMZMKPW [M ILWX\I TI QLMI LM que el carácter histórico y de causalidad viene

4I IÅZUIKQ~V LM TI ¹KQ]LILIVyIº de la mujer en la década del cuarenta obedeció a un falso “empoderamiento”.

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impregnado de una proposición, lo cual constituye el hecho de que el deber ser XIZ\M LM ]VI IÅZmación iusnaturalista, no objetiva, que plantea la creencia de que toda persona o toda institución debe conocer el ámbito de la esfera de su acción. Nuestra Carta Magna (1844) surge de espalda a la historia de vida y de lucha de la mujer. Su redacción evidencia una invisibilización por


Delia Weber, la primera mujer en decir la palabra ciudadana ante las Cámaras Legislativas en enero de 1942. Foto de Conrado.

completo del sujeto femenino y, particularmente, a la historia de la lucha de los derechos humanos de las mujeres. La ciudadanía de la mujer se construye, posteriormente, desde un solo eje: la igualdad formal y la igualdad sustantiva, que no es más que un reconocimiento de derechos civiles, políticos y económicos. Por tanto, la perspectiva de género (ni entonces ni ahora para los constitucionalistas) es asumida como un principio de la convivencia humana, ni como un vínculo para las relaciones humanas, por lo contrario, aún subsiste como una norma contrapuesta excluida de las premisas, de la intrínseca necesidad de satisfacer la equidad. Un análisis, desde la perspectiva de género, de la Constitución dominicana, implica ampliar el estudio de los paradigmas a partir de los cuales los legisladores entienden lo que es el mundo visto desde el punto de vista de la mujer, o bien, desde el punto de vista de lo humano# aI Y]M VQVO]VI TMa LMJM ser discriminatoria, sino un corpus que abarque

al género humano y su conciencia sensitiva, su productividad ideológica y las diferencias de las estructuras de poder, puesto que, las mujeres son un “grupo social”, una “población” que por lo coU V \QMVM LQÅK]T\ILM[ XIZI [ITQZ LM TI UIZOQVITQLIL LMT KWVÅVIUQMV\W a LM TW[ ZWTM[ I[QOVILW[ a priori. Visto esto, la Constitución dominicana desconoce lo que es la visión de género, sólo asume TI ^Q[Q~V LM TW QO]ITUMV\M LMÅVQLW JQVIZQIUMV\M hombre versus mujer, lo cual sigue haciendo del signo mujer, en la República Dominicana, una prisionera –como diría Alda Facio Montejo (2002: 183-192)– en el texto “El sexismo en el derecho de los derechos humanos” de Mujeres Jóvenes y derechos humanos. Los redactores del texto de la Constitución de 1844, y siguientes, perciben a la mujer como un “sujeto”, como una categoría a la cual se “agregan” derechos, pero desde el parámetro de lo masculino. Los lineamientos expuestos –entiendo– no deben ser las orientaciones dogmáticas para la elaboración de nuestra Constitución, ya que los mismos son señalamientos conceptuales positivos para concretizar las aspiraciones del reconocimiento de los derechos humanos de la mujer, puesto que, toda la comunidad debe sentirse representada en el carácter de imperatividad de una ley, de acuerdo al jurista Ernesto Zitelmann (1852-1923), ignorando que los derechos humanos se fundamentan en “la diversidad de lo humano y la igualdad de la diferencia”, que los mismos son un proceso social, que va más allá de cualquier tipo de planteamiento ético-jurídico. Recordemos que el concepto de “derechos humanos de las mujeres” abarca: sus derechos políticos y civiles, sus derechos socioeconómicos y sus derechos culturales. La perspectiva feminista de los mismos se basa en el análisis transformador, al decir de Charlotte Bunch, de: “los derechos reproductivos, la esclavitud sexual femenina, la violencia contra las mujeres y los crímenes familiares”, tales como el matrimonio obligado, la heterosexualidad obligada y la mutilación femenina. Nuestra Constitución nacional no nos proporciona un marco, una base, una amplitud en 71


su aplicación consecuente con la de las mujeres, para proclamar que es una normativa de avanKM MV ]V [MV\QLW \W\IT *QMV XWLZyIUW[ LMÅVQZ nuestra Constitución como una ley ecléctica, en la cual se ha obstaculizado la libertad de optar, de recibir, de percibir la persona humana –en este caso la mujer– sus derechos. Si criticáramos efectivamente el contenido facultativo del texto observaríamos que ocasiona aún lesiones a la esfera de los derechos humanos de las mujeres, a sus derechos naturales subjetivos, al valor absoluto ontológico del derecho subsistente, el de racionalidad, aplicado al sentido de justicia que toda sociedad debe promover. III. El voto “femenino” en la República Dominicana Manuela Aybar, la decana ZMÅMZM MV [] Historia de una mujer (1849) que “milagro fue que me enseñaran a escribir [...]”. A pesar de que el derecho a la instrucción estaba consagrado en la Constitución conservadora de San Cristóbal de 1844, no obstante, el avance de la mujer sólo sería notorio hacia 1880 en el sis\MUI ML]KI\Q^W M[\I\IT QVÆ]MVKQILW XWZ MT XW[Q\Q^Q[UW Y]M \ZIRW TI [MK]TIZQbIKQ~V LMÅVQ\Q^I LM la enseñanza y un currículo sobre la base de la razón, dejando a un lado los métodos empiristas que primaban en las escuelas de niños y niñas, cuya gratuidad era absoluta, asumida por los ayuntamientos, aún cuando había una minoría privada. Al parecer la mujer, como sujeto de derecho, no formó parte del proyecto político de los conservadores del siglo XIX. Ella estaba excluida como persona de la Carta Sustantiva, y como tal a través de la prensa y revistas de la época, en múltiples artículos, se le recomienda a la mujer cumplir su rol de esposa y madre.1 Es a partir del surgimiento de la revista Fémina (1922) y el Club Nosotras (1927) que en Santo Domingo se empieza con rigor a cuestionar la falsa imagen que el sistema educativo transmitía sobre la mujer, haciéndole frente a la discriminación Desde allí, desde la tribuna, a través de conferencias, y con discursos sobre diversos temas expuestos de manera sencilla, las feministas de vanguardia [MV[QJQTQbIV [WJZM Y]u M[ a K~UW [M LMÅVM TI fe72

Abigaíl Mejía y su hijo Abel, 1932. La ideóloga del feminismo de vanguardia fue fotografiada por Barón Castillo.

minidad, y los derechos humanos de la mujer, lo cual trajo como consecuencia su enfrentamiento al sistema de valores judío-cristianos. El reconocimiento del sufragio, del voto secreto como un derecho de participación política en la República Dominicana incluyó, retrospectivamente, diversas etapas, tal como la representación estamental, le régime censitaire, le régime capacitaire, así como criterios de responsabilidad familiar y criterios de residencia, en categorías basadas, entre otras cosas, en la propiedad, el ingreso o ambos, en la educación formal que puede ser tomada en cuenta para admitir a los ciudadanos en igualdad de condiciones y goce de los derechos políticos. De manera, pues, que la materia o especie del sufragio, entre otros aspectos, alcanzaba una terminología socioeconómica, cuyo orden princi-


pal es el status dependiente o independiente que R][\QÅKI TI LMÅVQKQ~V LM ciudadanía política, que sin XT]ZITQbIZ TI KWVLQKQ~V M[\IUMV\IZQI [QVW ÅRIVLW la posibilidad de un sufragio igualitario se acerca, desde luego, a la representación individual. A principios del siglo XX el sufragio igualitario extendido a los estratos incipientes de la comunidad política atendiendo al régime censitaire produjo la posibilidad abstracta de que los trabajadores urbanos se incorporaran a la estructura electiva, al igual que el proletariado real, lo cual permitió KWVWKMZ TW[ MNMK\W[ LMT ^W\W KITQÅKILW a LMT ^W\W popular en la celebración y administración de las elecciones. Por consiguiente, la representación nacional en el sistema electoral planteaba dos nociones apriorísticas, que circunstancialmente determinaban el régimen del voto nacional y lo vinculaban a dos situaciones especiales: primero, a la decisión MTMK\WZIT LMT QVLQ^QL]W Y]M KWVTTM^I TI IÅZUIción de que los efectos sociológicos de los regímenes estamentales podrán expresarse a través de TI[ WZOIVQbIKQWVM[ LM TI KTI[M WJZMZI# a [MO]VLW IT ^W\W [MKZM\W ZMÅZQuVLWVW[ I ]V [Q[\MUI XTMJQ[citario de integración cívica, lo cual permitiría (en cierta forma) una manipulación de la comunidad electoral en provecho de la clase establecida en superioridad a las demás. Por tanto, el proceso de aliviamiento mediante el cual se realizó la extensión de los derechos a las clases bajas, dando paso a una situación de cambio y de profundización de los instrumentos legales L IKWZL al Estado burgués, no logró (a nuestro modo de ver) una sincerización de la participación de los individuos por medio de su facultad legal de hacer y el estado legal de ser mediante el voto. IV. El feminismo de las sufragistas La historia del movimiento feminista en la República Dominicana se conoce de primera mano a través de cuatro libros fundamentales que revelan el pensamiento, la ideología, la acción, las estrategias, los elementos y el proyecto de lucha impulsados por las sufragistas, ya que fueron escritos por algunas de sus protagonistas fundamentales, que además tienen el honor histórico de haber sido testigos principales de todos los afanes de las

mujeres de principios del siglo XX para alcanzar la conquista del derecho al voto, el sufragio, y, por ende, la construcción y el fortalecimiento de la ciudadanía política de la mujer. Un cuarto texto para el estudio de este movimiento social fue M[KZQ\W XWZ ]VI XMZQWLQ[\I WÅKQIT LM TI LQK\IL]ZI Dicha bibliografía comprende: el Ideario feminista de Abigail Mejía, publicado en la ciudad de Santo Domingo por la renombrada intelectual en 1932 en las páginas dominicales del Listín Diario, de enero a julio de ese año, en los albores de la campaña nacional de la Acción Feminista Dominicana (AFD) lanzada a las “mujeres de todas las provincias” para la unidad y “formar un solo cuerpo batallador” como expresa Mejía en su PriUMZ 5IVQÅM[\W .MUQVQ[\I# TI Historia del Feminismo en la República Dominicana, escrito en 1945 y editado en 1946 por la periodista vegana Carmen Lara .MZVnVLMb ! !! # Contribución para la historia del feminismo dominicano, publicado en 1952 de la autoría de Petronila Angélica Gómez, cuya compilación y selección de artículos estuvo a cargo de Delia Weber, luego de que Petronila A.Gómez XMZLQMZI TI ^Q[Q~V# M Historia del Feminismo en la República Dominicana de la pluma de la maestra normal Delia Weber, impreso en 1977, quien tuvo a su cargo, como amiga y compañera, dar continuidad al legado tanto de Abigail Mejía como al de Petronila Angélica Gómez, para que sus hazañas no fueran imperecederas ni murieran a causa del fuego que las pasiones y las barbaries humanas despiertan en todos tiempos y épocas de la humanidad. A estos libros sumamos como fuente la revista Fémina, el órgano “portavoz y vocero de las nobles causas que el feminismo bien entendido sustenta”, fundada en 1922 en la ciudad del este del país, San Pedro de Macorís, por Petronila Angélica Gómez, quien además era su directora y editora general. El movimiento feminista en la República Dominicana, de comienzos del siglo XX, tuvo indudablemente, dos momentos: el feminismo liderado por Gómez desde el año de 1922 cuando empieza a editar la revista Fémina desde la provincia del este de San Pedro de Macorís, antorcha que al decir de la misma Petronila A. Gómez KWV MT ZM\WZVW LMÅVQ\Q^W IT XIy[ LM )JQOIQT 5MRyI 73


El liderazgo feminista conservador, al salir de la Masión Presidencial en 1942, luego de entregarle al Jefe una Medalla de Honor, encabezado por Isabel Mayer, Carmita Landestoy y Cristina Roque de Despradel. Foto de Conrado.

“había brotado en terreno ya abonado” en una carta que le dirigiera el 23 de mayo de 1931 a la intelectual y escritora, en la cual reconocía el propósito de Mejía de extender el feminismo a todas las provincias del país. Desde 1922 el vocablo feminista dejó de ser el “término fantasma” que la escritora puertoplateña Virginia Elena Ortea (1869-1901) había empleado en 1899 en su zarzuela 4I[ NMUQVQ[\I[ En 1925, justo en el año de la llegada de Abigail Mejía, ocurre la denominada Semana Patriótica, en la cual distintas mujeres prominentes participaron activamente con discursos, proclamas y conferencias, entre ellas, Abigail Mejía, Petronila Angélica Gómez, Luisa Ozema Pellerano de Henríquez, Cristina Montás, Casimira Heureaux, Orfelina Vicens, Mélida Morales, Eduvigis Rosa y Rosa de Nouel Henríquez. 74

Consuelo Montalvo de Frías en 1927 en la revista Fémina proclamó a viva voz: “Pronto, muy pronto, irá a las urnas electorales (la mujer dominicana), a depositar su voto desposeído de pasiones, su voto por el ciudadano que sepa defender los sagrados fueros de la libertad”. La mujer ya “no será más mártir resignada del egoísmo del hombre”.2 E irónicamente de esta idea se aprovechó Trujillo posteriormente. 8M\ZWVQTI )VOuTQKI /~UMb \ZIV[ÅZQ~ [MO V [][ palabras, a Abigail Mejía la antorcha del feminismo triunfante. Gómez hizo suya la proclama de Mejía de “Sembrar ideas” y el tema de la Constitución blanca, y de crear una “limpia y sosegada KWVKQMVKQIº MV TI[ U]RMZM[# TTIU~ I TI[ ¹U]RMZM[ sensatas” a trabajar por la justicia y el bien social, aún cuando se dijera en 1932 desde las esferas gubernamentales que la Revista Fémina, que surgió


bajo el lema de “Unión, Fraternidad y Libertad”, era la “cuna del feminismo radial dominicano”. Ese primer momento del feminismo dominicano que surgió en San Pedro de Macorís, ciudad Y]M IKWOyI ]V OZIV Æ]RW KWUMZKQIT LM QV\MZKIUbio, de importación y exportación, y que hasta 1907 era un Distrito Marítimo, y se extendió a Santiago liderado por la maestra Ercilia Pepín (1886-1939), encontró resistencia entre las mujeres de la época. Petronila A. Gómez buscó la incorporación de su causa al feminismo internacional, y, en especial a la Liga Internacional de Mujeres Ibéricas e Hispanoamericanas creada en 1922, entidad que no había laborado por el sufragio. Partiendo de esta adhesión se crea en Santo Domingo (que en 1932 fue elevada a provincia nacional, y más tarde en 1934 tuvo la denominación de Distrito Nacional de la Común de Santo Domingo), un Comité Central Feminista Dominicano que se establece en la calle Duarte número 10, bajo la presidencia de Gómez, quien procura colocar el feminismo en marcha en 1925 para propiciar una “reconstrucción colectiva en aras de la humanidad” y que la mujer no se quede “rezagada en el hogar” arrastrada por la inercia y “entre frivolidades”. Petronila Angélica Gómez fue indiscutiblemente una pensadora de gran profundidad y de una exquisita sencillez, al mismo tiempo, hizo de su revista el más combativo órgano periodístico y propagandístico de su causa, por y para la mujer, actuando en contra de los prejuicios ancestrales, promoviendo su ideal emancipatorio en 1933 y 1934 al través de su grito de avanzada de: ¹T]KPI a XMZ[M^MZIVKQI# ÅZUMbI a KWV[\Z]KKQ~Vº planteando desde esta tribuna su opinión de que para la reforma de los códigos era necesario contar con la unión de todas las mujeres de espíritu fuerte y batallador, y ser aprobados por la mayoría feminista. Es así como Gómez, Mejía (1895-1941) y Weber (1900-1980), juntas, actuaron como las ideólogas del feminismo dominicano de vanguardia de 1920 a 1940, convocando a reuniones plebiscitarias de mujeres, abogando con pensamiento propio por la emancipación de la mujer, impulsando un nuevo constitucionalismo, pidiendo

leyes al Congreso, exponiendo doctrinas feministas, intercambiando correspondencia y mensajes con intelectuales de otras naciones para que las “aletargadas voluntades” de sus congéneres despertaran y desplegaran “las alas de su espíritu”. Luego de la Primera Guerra Mundial, Mejía llega a su tierra natal, recién graduada de maestra normal, para combatir la ocupación del Gobierno Militar Interventor de los Estados Unidos de América en la República Dominicana. Mejía es la única intelectual de la época de la cual se tienen noticias de haber publicado en la prensa internacional tanto en Francia, España y Puerto Rico, y en revistas, artículos en los cuales denuncia la opresión nefasta yanqui .3 La feminista Mejía, por su lucha contra el gobierno interventor de Estados Unidos, y, sus posiciones políticas socialistas y nacionalistas, fue acusada de comunista por el régimen de turno. Sin embargo, su prestigio académico se impuso y la trayectoria de su familia, lo cual permitió que permaneciera como maestra normal y que, posteriormente, dado sus múltiples e innegables esfuerzos fuera nombrada directora del Museo Nacional, del cual fue su principal ideóloga y promotora. Las dominicanas de escasos o ningún recurso económico de los barrios, las pobres de la caridad pública, las operarias en las fábricas, las mujeres Z]ZITM[ TI[ WJZMZI[ TI[ LWUu[\QKI[ MV ÅV TI[ U]jeres adultas, fueron alfabetizadas por un ejército a nivel nacional de maestras normales, profesionales y prestantes damas de la elite social, que integraban la Acción Feminista Dominicana, que ofrecieron su esfuerzo para en horas de la noche dar el pan de la enseñanza y el conocimiento a las más desvalidas, utilizando sus propias casas como recinto que acogía estas jornadas para la instrucción de un gran número de mujeres, desplazándose en goletas, a caballo, en carro, carretas o a pie, para extender la causa de la emancipación de la mujer por todo el país. Gómez, Mejía y Weber emprendieron, desposeídas de toda ambición personal, egoísmo y vanidad, la lucha por la emancipación y la ilustración de sus iguales, y, a través de distintas campañas cívicas de alfabetización y enseñanza, 75


procuraron hacer visible a la mujer en los proyectos nacionales. Sin embargo, ya en 1930 empezaron a surgir focos de discusión y de confrontación en la región este sobre la “paternidad de la iniciativa feminista en el país”. Las consignas de avanzada de las mujeres dominicanas del movimiento sufragista de vanguardia eran desde 1931, en la vibrante pluma de Gómez: “No más teoría”, “El país reclama de nosotras servicios prácticos”. “La hora inminente”, la “decisiva” había sido preparada. Mejía en su 8ZQUMZ 5IVQÅM[\W .MUQVQ[\I del 14 de mayo de 1931 pedía la reivindicación de todos los derechos para la mujer, leyes nuevas, protección del niño, erradicación de la prostitución, mejor trabajo para las obreras, las artesanas y las maestras, combatir el porte de armas y el alcoholismo, y el derecho al voto. En mayo de 1931 quedó constituida la Acción Feminista Dominicana, y sus estatutos fueron aprobados luego de la Asamblea General el 15 de mayo de 1932.

se encontraban de frente a otra disyuntiva luego del triunfo de su lucha por la emancipación: la construcción de la mujer como sujeto político versus la política de Estado hacia la mujer, ya que aún cuando ejercieran el derecho al voto no eran con autonomía copartícipe del poder, a pesar LM \MVMZ ]VI ZMXZM[MV\IKQ~V UyVQUI yVÅUI MV

:MÆM`QWVIZWV M[\I[ QV\MTMK\]ITM[ sobre si: ¿le preocupa a la mujer su estatus de desigualdad?

> 4I IÅZUIKQ~V LM TI ¹KQ]LILIVyIº Rafael Leónidas Trujillo Molina (1895-1961) fue electo presidente de la República el 16 de mayo de 1942. Había sido operado exitosamente por el doctor Darío Contreras de una infección a comienzos de ese año que le había provocado un nV\ZI` MV TI V]KI ,M IK]MZLW I TW[ LI\W[ WÅKQIles del régimen seiscientos mil dominicanos estaban aptos para ejercer el derecho al voto. De estos votaron 559,999 para elegir un presidente, 16 senadores y 33 diputados. Pasadas las elecciones presidenciales de mayo de 1942, formalmente, las mujeres dominicanas empezaron a ejercer una “ciudadanía plena”, además se dio inicio a una relación “colectiva” de las mujeres con el poder político magnánimo del tirano, aún cuando continuaban los estereotipos, la educación sexista, y la distancia entre el poder real y la política sexual del Estado no se había abolido ni se asomaban intentos de esto. Las integrantes de la vanguardia de la Acción Feminista Dominicana y herederas del sufragismo, 76

las cámaras legislativas con la cuota de “participación” light, rosada, que le otorgó el tirano a la mujer al señalar e imponer de dedo la elección LM K]I\ZW XZWUQVMV\M[ U]RMZM[ WÅKQITQ[\I[" 1[IJMT Mayer (senadora de la provincia de Monte Cristi), Angélica Sanabia de Rojas y María Guzmán viuda Molina (diputadas de la provincia EspaiTTI\ 5QTILa .uTQ` LM 4H7NÅKQIT LQX]\ILI LM TI provincia de Azua) y Josefa Sánchez de González (diputada de la provincia de Santiago de los Caballeros). Mayer había obsequiado la cédula de identidad a las mujeres del municipio de Guaa]JyV XIZI Y]M X]LQMZIV ^W\IZ# MT KW[\W LMT LWK]mento era de cincuenta centavos. 4I IÅZUIKQ~V LM TI ¹KQ]LILIVyIº LM TI U]RMZ en la década del cuarenta obedeció, a través del Estado, a un canon ideológico fundamentado en un falso “empoderamiento” de la mujer, puesto que tanto ella como el grupo familiar pasaron a una fase de servidumbre política colectiva al Gobierno, sustentado éste por el crimen, el aisTIUQMV\W MT KWVÅVIUQMV\W LM TW[ QVLQ^QL]W[ I TI ignorancia, la manipulación de la conciencia de TW[ OZ]XW[ [WKQITM[ LM Un[ JIRI M[\ZI\QÅKIKQ~V TI opresión sistemática a través de las dádivas, el paternalismo y el asistencialismo social. El ejercicio del derecho al voto de la mujer, en ! [QOVQÅK~ I V]M[\ZW UWLW LM ^MZ TI OM[\IKQ~V y aceptación de una “ciudadanía” femenina basada en la responsabilidad histórica de obedecer el orden del Estado capitalista, lo cual entonces sig-


VQÅKIJI IJIVLWVIZ[M IT -[\ILW XWZ UMLQW LM TI obligatoriedad de respetar la política de coerción y de retribuir al tirano con el “cumplimiento” de las leyes y de la Constitución, por parte de la mujer elevada a la categoría de ciudadana. En apariencia la Constitución de 1942 4 trajo a la mujer dominicana la equidad de género, en un primer momento de su construcción como sujeto portador de derechos, pero no los valores en sí de la equidad. No obstante, Mejía Solière (1895-1941) fue quien delineó, estratégicamente, a partir de 1927, T]MOW LM TW[ IXWZ\M[ LM /~UMb MT V]M^W XMZÅT del feminismo dominicano. Su primer 5IVQÅM[\W dado a conocer en mayo de 1931, y la publicación posterior entre enero a julio de 1932 de su Ideario Feminista en la edición dominical del Listín Diario, constituyó la primera mirada histórica de desmi\QÅKIKQ~V LM TI[ M[\Z]K\]ZI[ [M`Q[\I[ LM TI [WKQMdad dominicana. Abordó en el mismo el tema de la sexualidad femenina desde la perspectiva de la emancipación de la mujer en el circuito del mercado de trabajo, además desde la perspectiva de

la reproducción y desde la perspectiva del conocimiento. Mejía Solière en su Ideario de 110 pensamientos, reeditado en folleto en 1933 y en 1939 en la imprenta de Gómez, analiza el carácter sexista LM TI [WKQMLIL KWUW ]V KWVÆQK\W KZMILW XWZ TW[ hombres contra la mujer, basado en su visión misógina de la sujeción de la mujer, postulando ellos –de acuerdo a sus leyes– que el estado natural de la mujer es y debe ser de carácter irrecusablemente pasivo, y, que el conjunto de valores que transmiten éstos corresponden a los intereses de un sistema de poder. Entendía Mejía Solière que la construcción de un proyecto propio, por parte de la mujer como contra-efecto ideológico de la dominación patriarcal, debe producirse a través de estrategias formales e informales de resistencia, que conlleven acciones de continuidad y perpetuidad en el tiempo de dicho proyecto para evitar la reactivación de la ideología machista dominante. En tal sentido, Mejía Solière comprendiendo la función alienante de las leyes sexistas –a través

Marcha de la Acción Feminista Dominicana, pidiendo el derecho al sufragio en mayo de 1941. La foto es de Conrado.

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del discurso (verbo) y de la imagen (propaganda)–, el ritmo estereotipado de la subjetividad femenina y el comportamiento psicológico de las masas, buscó mecanismos de y para la recepción de sus críticas al sistema por medio de mensajes que lleguen a los sectores femeninos populares XZWKTIUI[ UIVQÅM[\W[ QUXZM[W[ XMZQ~LQKW[ publicación de artículos en la prensa, cursos de capacitación, programas de formación en manualidades, así como ciclos de charlas y conferencias a nivel nacional). Las sufragistas en la década del treinta eran conscientes de las actividades multidisciplinarias que tenían que realizar para llegar a las mujeres sin instrucción. Es así como desde 1931 hasta 1934, año en el cual se lleva a cabo el Voto de Ensayo5 la Acción Feminista Dominicana llama a las mujeres pensantes del país, a las intelectuales, artistas y maestras normales, prestantes damas de las provincias, y mujeres con arraigo en sus comunidades, a través de una convocatoria abierta para que se sumen y sean parte activa como miembros de la AFD. En 1931 la Acción Feminista Dominicana contaba, al 31 de diciembre, con 1,005 mujeres inscritas en toda la República, con Juntas Pro^QVKQITM[ a 2]V\I[ +WU]VITM[ [QOVQÅcando un pluralismo de participación sin distinción de la clase social. Ese ejército LM IÅTQILI[ I TI causa de la emancipación de la mujer dominicana tuvo ante sí un reto: eliminar el analfabetismo en el mayor número de mujeres en edad adulta, teniendo por delante poco tiempo para prepararlas, para enseñarles a discernir, y no contando con una infraestructura como locales para instruir a las mujeres pobres y obreras, que no fuera el hogar de las socias fundadoras y de las Juntas de la AFD. Otro reto: era echar por tierra el desaliento de otras mujeres que no creían y se burlaban de la lucha emprendida por TI[ []NZIOQ[\I[ Las sufragistas que se iniciaron, adhirieron y fundaron la AFD en 1931, entre las cuales se destacan notables mujeres intelectuales, maestras normales, juristas y artistas pláticas que cursaron

estudios superiores de formación académica y universitarios en Suiza, Francia, España, Bélgica, y en ciudades del continente como La Habana, Puerto Rico y en Nueva York, discutieron a profundidad el tema de la MÅKIKQI XWTy\QKI LM TI QO]ITLIL, su aspecto legalista-sociológico, la igualdad ontológicamente como normativa y la igualdad epistemológica, deteniéndose en la cuestión de la libertad de acción de la mujer, la diversidad de derechos que procuraba, el bienestar económico, la libertad de elección de conocimientos, entre otros. :MÆM`QWVIZWV M[\I[ QV\MTMK\]ITM[ IZ\Q[\I[ a maestras normales sobre si: ¿le preocupa a la mujer su estatus de desigualdad? ¿Hay una razonable identidad de comportamiento del hombre y de la U]RMZ' §9]u [QOVQÅKI QO]ITLIL' §9]u [QOVQÅKI QO]ITQ\IZQ[UW' §9]u [QOVQÅKI NMUQVQ[UW' §-[\n resentida la mujer por su estatus de desigualdad? ¿Crea la igualdad básica el igualitarismo social? Lo que indujo a la teórica por excelencia del nuevo feminismo dominicano de vanguardia, la intelectual Mejía Solière, plantear una crítica tenaz

Tanto la mujer como el grupo familiar pasaron a una fase de servidumbre política colectiva al Gobierno.

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contra la opinión machista y retrógrada de los intelectuales orgánicos y los funcionarios del régiUMV \Z]RQTTQ[\I TI K]M[\Q~V LM TI QVÆ]MVKQI LM TI ZMligión sobre las ilusiones de las masas y la idea que poseen sobre la justicia social, y a todo lo que ellos llamaban “el peligro del feminismo”, así como la ^Q[Q~V KI\I[\Z~ÅKI Y]M ^MVLyIV [Q TI[ U]RMZM[ TTMgaran a gobernar. No hay que olvidar a este respecto el affaire político que tuvo Mejía Solière en 1932 con el presidente del Partido Dominicano, Mario Fermín Cabral, cuando ostentaba la presidencia del Senado de la República El feminismo, ciertamente, es una théorie de T uTQ\M que se encamina hacia un estudio antro-


pológico, cultural y social de la vida-historia y la vida-política del hombre y de la mujer en sus relaciones de clase y de poder. Ataca, radicalmente, I TI ÅO]ZI LMT PWUJZM XZQ^QTMOQILW TI[ QLMI[ LMT ¹KWV[MV\QUQMV\Wº a LM TI ¹I\IZI`QIº# M[ ]V KWVtra-pensamiento de concepciones antagonistas que estudia el mito de la sexualidad o bien lo que Kate Millet llama “política sexual”, las oposiciones binarias, las reivindicaciones de género VW KWUW ]V [QOVW LM ÅKKQ~V W ]V [QUXTM [Q[\MUI simbólico, sino como un paradigma político y un paradigma de emancipación), las luchas sociales, la opresión de género impuesta por el sistema de Estado burgués-capitalista a través de leyes que reproducen la coexistencia antagónica de las clases y de los grupos hegemónicos. Ylonka Nacidit Perdomo es poeta, autora de Contacto de una mirada (1989), Alfonsina Storni: a través de sus imágenes y metáforas (1992), Luna Barroca (1996), Papeles de la noche (1998), Sobreaviso (1998), Triángulo en trébol (1999), Hacia el Sur (2001), Contrapunto (2001) y Contemplación (2007). Fue directora del Centro de Documentación y Género de la Secretaría de Estado de la Mujer. En Clave Digital publicó la columna titulada “Mirada en Sepia”. Labora en el Ministerio de Relaciones Exteriores de la República Dominicana.

Notas 1

-V ;IV\W ,WUQVOW QVÆ]yIV TI[ QLMI[ LMT X[QK~TWOW ITMmán Moebius sobre la inferioridad intelectual de la mujer, y las ideas lapidarias de Nietzsche, que Abigaíl Mejía rebatía a través de sus conferencias. Ver el periódico El Pregón, en especial el artículo “Qué mujeres!” de Rolando Nin .Santiago, 11 de abril de 1918. 2 Revista Fémina. Año VI, núm. 118, junio de 1928. Citada, además por Petronila Angélica Gómez, en su libro Contribución para la historia del feminismo dominicano, pág. 59. 3 Abigail publica en el periódico El Imparcial, de San Juan de Puerto Rico, un artículo titulado “El hombre LM Y]QMV VW [M X]MLM PIJTIZº MV MT K]IT ZMÅMZM" “Su nombre, el apellido, toda la triste y gloriosa historia, andan tan cual dijimos antes, en papeles por el mundo[...] El Pobre Campesino, con nombre de los romanos antiguos, llevó a efecto una hazaña digna de los tiempos MV Y]M [WJZM TI \QMZZI ÆWZMKQMZWV TW[ /ZIKW[ TW[ *Z]-

\][ a TW[ ;Ku^WTI[# a M[ UMZMKMLWZ LM ]V UWUMV\W Y]M perpetúe, para in aeternum su nombre, su martirio y el baldón de los verdugos!”. En Por entre frivolidades, Artes /ZnÅKI[ LM 0MZUMVMOQTLW 5QZITTM[ *IZKMTWVI ! pág. 228-232. 4 Sección II DE la Ciudadanía: Art.9.- Son ciudadanos todos los dominicanos de uno u otra sexo mayores de dieciocho años, y los que sean o hubieren sido casados aunque no hayan cumplido esa edad. Art. 10.- Son derechos de los ciudadanos: 1.- El de elegir. 2.- El de ser elegibles para las funciones electivas, con las restricciones que indica esta Constitución. Constitución de la República Dominicana -LQKQ~V 7ÅKQIT ! 1UXZMV\I 2 : >LI García, Sucesores. Ciudad Trujillo, R. D. 1942, pág. 11 (Extractos de Artículos). 5 La revista Fémina, Año XII, núm. 166, Santo Domingo: junio de 1934, s/p, reseña sobre el Voto de Ensayo de la Mujer Dominicana en 1934, que resultó ser la abolición de la incapacidad intelectual de la mujer para ejercer el sufragio, lo siguiente, cito: Las votaciones de las mujeres: “De acuerdo con el Decreto núm. 858 [...] las mujeres dominicanas concurrieron el 16 del ppdo. mes de Mayo a las votaciones generales, de ensayo, expresando en las urnas destinadas al efecto, sus convicciones sobre sufragio. En las boletas rezaba, en párrafos separados el siguiente texto: Voto porque sea reformada la Constitución del Estado en el sentido de otorgar a las mujeres dominicanas el derecho de elegir y ser elegidas. Voto porque no sea reformada la Constitución del Estado en el sentido de otorgar a las mujeres dominicanas el derecho de elegir y de ser elegidas. [...] El total de votos habidos en todo el país montó a 96,247. Esta cifra constituye un triunfo de las mujeres dominicanas, que por primera vez concurren, aunque a modo de ensayo, a manifestar su deseo de que sea reformada la Constitución del Estado en aquellos artículos que la desfavorecen. Este gran esfuerzo de la dominicana merece, el reconocimiento de las mujeres de los demás países civilizados, entendiéndose, por tanto, que el sufragio femenino de ensayo, ha obtenido en la República Dominicana un resonante éxito”.

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