Intervención logopédica de género escrito en una persona mayor by Martín-Moreno Baeza, Lucia; Pérez López, Xenia; Rodríguez de los Santos Sánchez, Ángela; Sereno Riballo, Esther Manuela is licensed under a Creative Commons ReconocimientoNoComercial-SinObraDerivada 4.0 Internacional License.
INTERVENCIÓN LOGOPÉDICA DE GÉNERO ESCRITO EN UNA PERSONA MAYOR Martín-Moreno Baeza, Lucía; Pérez López, Xenia; Rodríguez de los Santos Sánchez, Ángela; Sereno Riballo, Esther Manuela. RESUMEN En el siguiente artículo se analiza la escritura a mano de la elaboración de recetas de cocina en una usuaria adulta mayor (78 años), para la enseñanza de la escritura de éste género. Se ha creado una secuencia didáctica específica para una persona sin patología, sin deterioro cognitivo, en la que anteriormente se ha llevado a cabo una evaluación para su diseño. Los resultados obtenidos, tras realizar la intervención demostraron que el aprendizaje del género escrito, que era desconocido para la usuaria, fue positivo y desarrolló habilidades para poder elaborar el texto con la estructura adecuada. Palabras clave: género escrito, secuencia didáctica. INTRODUCCIÓN En el presente informe se ha llevado a cabo la elección de un sujeto de 78 años, en el cual se han evaluado sus necesidades de aprendizaje de la lengua escrita. Las características de lectura y escritura de este usuario son muestra de que no presenta deterioro cognitivo puesto que, no hay ninguna alteración ni patología que le impida llevar a cabo las tareas que se le proponen. Según Bruna, Roig, Puyuelo, Junqué y Ruano, (2011), “el envejecimiento normal es aquel que experimenta la mayoría de la población, el deterioro cognitivo que se da en este caso es atribuible a los cambios que experimenta un cerebro sano al envejecer, por lo que no existen patologías neurodegenerativas. El envejecimiento patológico es aquel que si cursa con alguna enfermedad neurodegenerativa, por lo que el deterioro cognitivo tiene una mayor gravedad delo esperable para la edad del individuo”. Según Requejo Osorio (1998), citado en Serdio, C. (2009), “se trata de aprender en el espacio social de la comunidad porque es fundamentalmente allí donde se compendian los denominados cuatro pilares del hecho educativo: aprender a conocer, aprender a hacer, aprender a vivir juntos y finalmente aprender a ser para estar en condiciones de obrar con creciente capacidad de autonomía de juicio y de responsabilidad personal, lo que supone no menospreciar ninguna de las posibilidades de cada individuo: memoria, razonamiento, sentido estético, capacidades físicas, actitudes para continuar.” 1